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Los profesionales de la salud tienen la obligación de asistir y atender a las personas cuya

vida se encuentre en peligro, teniendo en cuenta que el fin supremo de esta profesión es
preservar la vida humana, por lo que queda bajo su responsabilidad la protección de la
vida y la salud del paciente, así como su integridad física

Sin embargo, a pesar de esto, se ha observado que el actuar de los profesionales de la


salud no siempre se apega a las normas establecidas ya que existe la actuación
inadecuada o incorrecta por parte de éstos, capaz de provocar un daño a un paciente, se
conoce como mala práctica médica.

Hablamos de mala práctica al resultado de acciones negativas, esto encuadra en las


modalidades de negligencia, imprudencia e impericia, mismas que derivan en diversos
tipos de responsabilidades que pueden fincárseles a los profesionales de la salud, ya sea
de tipo administrativo, civil o penal la cual se determinará en función del daño ocasionado.

Los trabajadores de salud, como cualquier otro tipo de profesional, han de estar
sometidos al imperio de la Ley. Lo contrario, supondría un privilegio contrario al principio
de no discriminación consagrado en nuestra Constitución. La diferencia con respecto a
otras profesiones, es que la de los trabajadores de salud, gira en torno a uno de los
valores fundamentales de la persona: la salud. De ahí, que todos los ordenamientos
jurídicos presten una especial atención a la protección de ese derecho.

La responsabilidad penal de salud es siempre personal, y cada uno responde de sus


acciones u omisiones, en el ámbito de sus competencias. Por el principio de confianza, si
un profesional del equipo no observa sus deberes objetivos de cuidado, responderá él
exclusivamente. El problema se plantea, cuando alguien del equipo ejerce una actividad
para la cual no estaba preparado. En esta eventualidad, podemos encontrarnos, o bien
con una responsabilidad del jefe o responsable, o bien del que interviene directamente
(profesional no cualificado o inexperto), o de ambos.

En ese sentido este trabajo tiene por objeto conocer el panorama de la responsabilidad de
los profesionales de la salud en México, que como se verá no se limita al actuar
únicamente de los médicos como se suele comúnmente pensar, sino que es extensiva a
los enfermeros, técnicos, auxiliares y practicantes entre otros sobre el tema de la
responsabilidad de los profesionales de la salud.
RESPONSABILIDAD PROFESIONAL DE LOS TRABAJADORES DE SALUD.

A fin de clarificar a grandes rasgos el tema, se desglosa el término responsabilidad


profesional, por lo que se menciona lo que se entiende por profesión, profesional,
responsabilidad, responsabilidad profesional y responsabilidad profesional de los
médicos.

Profesión.

Puede definirse como “una capacidad cualificada con la que la persona a través de su
actividad realiza su vocación dentro de un trabajo elegido, que determina su participación
en la sociedad, le sirve de medio de subsistencia y que a la vez la valora positivamente en
la economía del país.

Profesional

El Diccionario de la Lengua Española señala diversas acepciones para el término


profesional, así se tiene que:

1. Perteneciente o relativo a la profesión.


2. Dicho de una persona: Que ejerce una profesión.
3. Dicho de una persona: Que practica habitualmente una actividad, incluso delictiva,
de la cual vive.
4. Hecho por profesionales y no por aficionados.
5. Persona que ejerce su profesión con relevante capacidad y aplicación.

Medicina

Ahora bien, el término medicina proviene del latín medicina, y se define como ciencia y
arte de precaver y curar las enfermedades del cuerpo humano.

Profesionales de Salud.

El término "general" frecuentemente hace referencia a los médicos (MD) y a los médicos
osteópatas (DO) quienes se especializan en medicina interna, medicina familiar o
pediatría.
Los ginecólogos/obstetras son médicos especializados en obstetricia y ginecología, que
incluye atención médica, bienestar de la mujer y cuidados prenatales. Muchas mujeres
tienen a un ginecobstetra como su médico de atención primaria.

Los profesionales en enfermería (NP) corresponden al personal de enfermería con


formación universitaria. Ejercen como proveedores de atención primaria en medicina
familiar (FNP), en pediatría (PNP), atención del adulto mayor o geriatría (GNP). Otros
están capacitados para atender la salud de la mujer (preocupaciones comunes y
exámenes de rutina) y la planificación familiar. Este tipo de profesionales pueden recetar
medicamentos.

Los asistentes médicos profesionales (PA) son personas que pueden brindar una amplia
gama de servicios en colaboración con un médico (MD) o con un osteópata (DO).

Responsabilidad profesional

Todo profesionista tiene responsabilidad de lo que hace, no habría que limitar ésta
únicamente al desempeño de una profesión universitaria que es la que requiere de un
adiestramiento teórico práctico, previo y recibido en una institución creada con este fin,
sino que debe ampliarse a toda persona que labora permanentemente, en una actividad, y
cuyo deber es responder por lo que hace, −lo que se entiende− implica responder por
acciones y consecuencias.

Una vez retroalimentando estos conceptos importantes entenderemos el significado


principal de LOS DELITOS CONTRA LA SALUD PUBLICA según en la práctica
profesional. A través del tiempo se ha robustecido el concepto relativo al derecho a la
salud, ya no como gracia al hombre, sino como un verdadero derecho inherente a la
persona humana y de igual categoría a los establecidos por nuestra Constitución como
garantías individuales, y en su aspecto general, como garantía social.

El concepto de salud, a su vez, ha ido sufriendo modificaciones en la medida que han


aumentado los conocimientos y con ellos las posibilidades del mejoramiento humano; así,
se ha llegado a la definición actual de salud, como un estado de bienestar física, mental y
social y no como simple ausencia de enfermedad o invalidez.

El reconocimiento del derecho a la salud, unido a factores culturales y socio económicos,


ha repercutido en la sociedad actual de tal manera que la aplicación del concepto de la
salud en el campo público, obliga a la aceptación de nuevos problemas, cuyo estudio y
resolución dependerá de conocimientos hasta ahora adquiridos y de la manera de
plantear tanto los estudios como soluciones; así, cada uno de los integrantes del equipo
que intente resolver problemas en materia de salud pública.

De acuerdo con lo anterior, por salud pública debe entenderse la unidad conceptual y
operativa, integrada por la medicina preventiva, la asistencial, la de rehabilitación y otras
ciencias conexas, que mediante un sistema de técnicas, métodos y procedimientos,
investigando y adiestrando técnicos, tienda a conservar la salud individual y colectiva, a
curar al enfermo, a rehabilitar al que padezca' incapacidades, a prolongar la duración de
la vida y a' mejorar la condición de la especie humana, con el fin de lograr un mayor
bienestar social.

El Código Sanitario en vigor establece en su artículo tercero las actividades en materia de


salubridad general del país, las que traen aparejada acción sanitaria federal, y dice que
son por lo que se refiere al individuo y la sociedad, las relacionadas' con emigración e
inmigración; prevención y lucha contra las enfermedades transmisibles y exóticas; el
control y vigilancia de laboratorios, fábricas, almacenes, expendios, droguerías y
farmacias en los que se produzcan, distribuyan, almacenen o expendan medicamentos,
sueros, vacunas o substancias para la prevención y curación de enfermedades.
transmisibles, así como sanatorios o clínicas para el tratamiento de dichas enfermedades,
listadas en el artículo 73.

El Código Penal para el Distrito y Territorios Federales en Materia Común y para toda la
República es Materia de Fuero Federal, establece en su artículo 60. que cuando se
cometa un delito no provisto por el propio Código, pero sí en una ley especial, ésta deberá
aplicarse, observándose las disposiciones conducentes del Código mencionado; y, en su
Artículo 30. Transitorio, deja vigentes las disposiciones de carácter penal contenidas en
leyes especiales, en todo lo que no esté previsto en el Ordenamiento Penal.

Cuando se habla de responsabilidad penal, en el ámbito médico, se hace referencia al


estudio de unas figuras delictivas que están relacionadas con las profesiones sanitarias.
En tal sentido, se puede hacer referencia a las siguientes:

 Homicidio.
 Cooperación e inducción al suicidio.
 Aborto.
 Lesiones.
 Manipulación genética
 Detenciones ilegales.
 Omisión de socorro y denegación de auxilio.
 Descubrimiento y revelación de secretos.
 Suposición de parto.
 Falsedades.
 Intrusismo.
 Liberación de energía nuclear o de elementos radiactivos.

Iatrogenia y Mala Práctica

La iatrogenia se refiere al efecto dañino o perjudicial que resulta directa o indirectamente


de la actividad diagnóstica o terapéutica del equipo de salud.

Abarca desde los efectos colaterales de los medicamentos, las secuelas de los
procedimientos, los daños ocasionados por el uso de tecnología, etc., hasta los errores
por acción u omisión de los prestadores de servicios. El profesional de enfermería puede
verse involucrado en actos de iatrogenia con pacientes en aspectos físicos o biológicos,
psicológicos o de tipo social, y puede hacerlo de manera voluntaria o involuntaria. La mala
práctica (o malpraxis) es otra forma en que el profesional de enfermería puede producir
iatrogenia, y ésta puede deberse principalmente a tres causas:

 Por negligencia: Se refiere al descuido, a la omisión o abandono del paciente que


le provoque un daño.
 Por ignorancia: Cuando no se cuenta con los conocimientos necesarios y
esperados en un profesional de enfermería para prestar un servicio que ofrezca
seguridad a los usuarios.
 Por impericia: En el caso que nos ocupa, se refiere a la falta de habilidad del
profesional de enfermería para aplicar en el paciente los procedimientos
necesarios durante su atención y que son atribuibles a su ámbito disciplinar.
De una mala práctica de enfermería pueden derivarse tanto conductas tipificadas como
delictivas, las que a su vez pueden ser de dos tipos:

 Delito culposo: Es aquella conducta ilícita y delictiva en la que se ocasiona daño a


otra u otras personas, pero en la que no hubo la intención de dañar (puede
deberse a negligencia, ignorancia o impericia).
 Delito doloso: En este caso la conducta ilícita y delictiva tuvo intencionalidad. Esto
es, que el daño se ocasionó de manera consciente y voluntaria.

LA RESPONSABILIDAD PENAL DEL MÉDICO POR IMPRUDENCIA

Como nos es conocido, los actos delictivos pueden ser dolosos, esto es, intencionales, o
culposos esto es, realizados por imprudencia o negligencia. Nos ocupamos a continuación
de estos últimos, que son los que tienen mayor importancia y trascendencia en el mundo
del Derecho Sanitario.

Sus requisitos son los siguientes:

 Una acción u omisión, consciente y voluntaria, pero no intencional.


 Que el acto se ejecute sin adoptar aquellas cautelas o precauciones necesarias
para evitar resultados perjudiciales (por ejemplo, conducir a gran velocidad en
calle concurrida).
 El resultado dañoso debe ser previsible para el que actúa.
 La previsibilidad se aprecia teniendo en cuenta:
 El hecho que se realiza. Ha de ser previsible conforme a las experiencias de la
vida cotidiana (por ejemplo, lanzar piedras al aire en un lugar de mucha
concurrencia).
 La personalidad del agente, su cultura: el deber evitar presupone el poder evitar.
 Se imputa, pues, el resultado dañoso al que podía preverlo (por ejemplo, al
cirujano imperito que emprende una delicada operación quirúrgica o al maquinista
daltónico que continúa en su profesión).
 Relación de causa o efecto entre el acto inicial y el resultado.

Delitos y faltas de imprudencia

El Código distingue entre delitos y faltas de imprudencia, como veremos a continuación.


La técnica utilizada por el texto legal, consiste en determinar en cada una de las figuras
delictivas (por ejemplo, el homicidio), si puede ser cometida por imprudencia, además de
cometerse de modo intencional. En este sentido, se observa una importante modificación
respecto del CP anterior, en cuyo texto se regulaba la imprudencia de una manera única,
conceptual y de aplicación común para todos los delitos o faltas que admitían esta
modalidad de comisión.

La técnica penal actual es, pues, una técnica casuística (hay que averiguar si una
modalidad delictiva puede ser cometida por imprudencia, mediante la lectura de las
modalidades descritas en el título correspondiente).

Según el CP se pueden cometer por imprudencia los siguientes delitos relacionados con
el Derecho Sanitario y que ya hemos visto:

 El homicidio, que requiere imprudencia grave 108.


 El aborto, que requiere imprudencia grave 109.
 Las lesiones, que requieren imprudencia grave y un resultado tipificado e
importante 110.
 Las lesiones al feto, que requieren imprudencia grave 111.
 La manipulación ilegal de genes humanos que requiere imprudencia grave 112.
 Las falsedades de autoridad y funcionarios, que requieren también imprudencia
grave 113.
 Las sustituciones de niños en centros sanitarios o sociosanitarios por imprudencia
grave 114.

Las faltas de imprudencia, relacionadas con los temas que tratamos, son las siguientes
115:

Los que por imprudencia grave causaren una lesión que no requiera, además de una
primera asistencia facultativa, tratamiento médico o quirúrgico.

 Pena: multa de uno a dos meses.


Los que por imprudencia leve causaren la muerte de otra persona.
 Pena: multa de uno a dos meses.
 Los que por imprudencia leve causaren lesión constitutiva de delito.
 Pena: multa de quince a treinta días.
Las faltas descritas sólo se persiguen mediante denuncia de la persona agraviada
o de su representante legal.
 Abandono de jeringuillas 116.
Los que abandonaren jeringuillas, en todo caso, u otros instrumentos peligrosos,
de modo o con circunstancias que pudieran causar daño a las personas o
contagiar enfermedades, o en lugares frecuentados por menores.
 Pena: arresto de tres a cinco fines de semana o multa de uno a dos meses.
Actividades sin seguro obligatorio 117.
Los que realizaren actividades careciendo de los seguros obligatorios de
responsabilidad civil que se exigieren legalmente para el ejercicio de aquéllos.
 Pena: de uno a dos meses.

Terminología

El Código habla sólo de imprudencia y de imprudencia profesional, a diferencia del


anterior texto, que hablaba de imprudencia, impericia y negligencia. En todo caso, ha de
entenderse que tales expresiones hacen referencia a la asunción de un riesgo excesivo,
un riesgo no permitido, y haber infringido con ello unos deberes de cuidado (imprudencia);
y, más específicamente, a la falta de los conocimientos necesarios para actuar, a la falta
de habilidad, a la ineptitud, la no posesión de la capacidad requerida, en último término
(impericia); o a la no aplicación de esos conocimientos y habilidad, cuando se poseen
(negligencia) 118.

Clases de imprudencia

La ley distingue la imprudencia grave y la imprudencia leve, a diferencia del CP anterior


que clasificaba las imprudencias en temeraria, simple con infracción de reglamentos y
simple sin infracción de reglamentos. Por imprudencia grave ha de entenderse lo mismo
que por imprudencia temeraria, en los términos que veremos más adelante, según la
jurisprudencia.

La inobservancia del deber de cuidado

Es un elemento difícil y complejo, pero fundamental, si bien no aparece precisado en el


CP, valorándose por el juez (lo que se denomina un tipo abierto). Se basa en dos
elementos: el cuidado necesario en la relación de que se trate (la profesión médica, en
nuestro caso) y su comparación con la acción ejecutada (transfusión sanguínea o
intervención de huesos largos, por ejemplo).

El deber de cuidados es objetivo y no subjetivo. Esto quiere decir que se exige un nivel
mínimo de capacidad necesaria, por debajo del cual debemos abstenernos de actuar. Por
otro lado, el deber objetivo impone un resultado previsible y se averigua mediante el
procedimiento de sustitución, esto es, se compara con la actuación que hubiera llevado a
cabo otro profesional médico en idénticas circunstancias y antes de que se produjera el
resultado. Esto es lo que se conoce como lex artis ad hoc (la forma normal de actuar en la
profesión médica, según las circunstancias).

La lex artis admite, pues, variaciones según los casos (medios de los que se dispone,
mayores o menores posibilidades, ámbito rural o urbano, actuación normal o urgente,
existencia o no de normas reglamentarias que lo delimitan..., generalista o especialista,
etc.). El deber de cuidado ha adquirido, ahora, una gran complejidad merced a la
medicina en equipo. Para solucionar este problema se acude al denominado principio de
la confianza, que parte del principio de la responsabilidad personal (cada uno responde de
aquello que está dentro de sus funciones), pero que hace responsable a otro u otros
cuando se den cuenta de la conducta improcedente de un miembro del equipo, y no
actúan con diligencia para evitar el daño. Además, hay que tener en cuenta los deberes
especiales del director del equipo (organización, coordinación, distribución de tareas,
selección).

Jurisprudencia

Se puede sintetizar de la siguiente manera:

No se incrimina el error científico, ni el de diagnóstico, salvo que cualitativa y


cuantitativamente sean inexcusables, esto es, de extrema gravedad (por ejemplo, no
hacer las comprobaciones mínimas, según la lex artis o formular un diagnóstico a la
ligera). Tampoco constituye delito la falta de extraordinaria pericia o de cualificada
especialización.

La culpabilidad radica en la evitabilidad del comportamiento causante del resultado lesivo.


No pueden generalizase reglas inamovibles, sino que hay que estar al caso concreto.
El ojo clínico es un don instintivo de imposible valoración y que en ocasiones puede
provocar temeridad, cuando se pone en tal facultad una ciega confianza, prescindiendo de
comprobaciones objetivas elementales (análisis clínicos, radiología, etc.). Tiene declarado
el TS, en cuanto al examen directo y personal, que su falta no sólo es contraria a una
norma de la profesión médica, sino a los aspectos más primarios socioculturales, que
exigen un actuar previo y determinado. Si las deficiencias del material o instrumental
médico existente no son imputables o no consta que lo fueran a los facultativos, no existe
imprudencia.

La imprudencia temeraria es el olvido de las precauciones exigidas por la más vulgar


prudencia, esto es, la omisión de las precauciones o cautelas más elementales, y que, a
veces, se describe como una conducta de inexcusable irreflexión y ligereza. La
imprudencia simple es la omisión de la diligencia media acostumbrada en una esfera
especie de actividad.

Estamos seguros que dotaremos de certeza jurídica a los médicos o personal de salud
para que dentro de dicho marco legal ejerzan su actividad profesional en salvaguarda de
todos y cada uno de nosotros, con la plena confianza que no serán privados de su libertad
a menos que hayan actuado con dolor.

Es por eso que se presenta ante el Congreso los siguientes artículos para adición, al
Código Penal existen 3 artículos de Disposiciones Generales de la ley de salud en la
cuales son Artículo 228, Artículo 229, Artículo 230 y Ley General de Salud y 21 artículos
de la ley de salud según Delitos en las cuales son:

1. Artículo 455 12. Artículo 464-Bis


2. Artículo 456 13. Artículo 464 Ter
3. Artículo 457 14. Artículo 465
4. Artículo 458 15. Artículo 466
5. Artículo 459 16. Artículo 467
6. Artículo 460 17. Artículo 468
7. Artículo 461 18. Artículo 469
8. Artículo 462 19. Artículo 470
9. Artículo 462 Bis 20. Artículo 471
10. Artículo 463 21. Artículo 472
11. Artículo 464
Causas de Responsabilidad Civil Enfermeras.

 Responsabilidad por los hechos propios: Cada quién es responsable de su propia


conducta.
 Responsabilidad por hechos ajenos: Se refiere a la responsabilidad de las
personas de evitar que otras cometan hechos dañinos. Al respecto, hay dos
grupos por los cuales se debe ser responsable: En el primero están los niños y los
incapacitados (por ejemplo: Los padres son responsables de los actos de sus
hijos).
 En el segundo están los daños causados por empleados y representantes. Tiene
que ver con la selección del personal y con la supervisión técnica o administrativa
del mismo, entre otros.
 Responsabilidad por obra de las cosas: Se considera que si el daño fue causado
por cosas u objetos, el dueño de ellos será responsable de las consecuencias.

Responsabilidad Penal.

El ejercicio profesional de enfermería conlleva el riesgo de incurrir en conductas que


constituyen infracciones a la normatividad jurídica. Este tipo de faltas en su mayoría,
están establecidas en el Código Penal Federal y en las leyes reglamentarias, relativas al
ejercicio de las profesiones, y en un momento dado, aunque no haya una legislación
específica, pueden aplicarse a la enfermería.

Debido a la naturaleza propia de la práctica de enfermería, los casos legales en los que
con mayor frecuencia puede involucrarse el profesional de enfermería son:

 Revelación de secretos: Se trata de una falta grave y se refiere a la revelación de


información de tipo confidencial, confiada a la enfermera (o), por parte del paciente
(Título Noveno).
 Responsabilidad profesional: Se refiere a la comisión de actos delictivos, ya sean
dolosos o culposos, durante el ejercicio profesional (Artículo 228).
 Falsedad: Se refiere a la falta de veracidad en el manejo de datos, información,
documentos o al rendir declaraciones ante una autoridad (Artículo 246).
 Usurpación de profesión: Se aplica a aquellos casos en que sin tener un título y
una cédula profesional para ejercer una profesión reglamentada, se atribuya el
carácter de profesionista, realice actos de esa profesión y ofrezca públicamente
sus servicios con el objeto de lucrar (Artículo 250).
 Lesiones y homicidio: Es el punto más delicado y trascendente del trabajo en que
el profesional de enfermería puede incurrir. Puede tipificarse como culposo o
doloso, dependiendo de las circunstancias ya mencionadas anteriormente
(Artículos 288 y 302).
 Aborto: Es uno de los hechos que se pueden encontrar altamente relacionados
con el trabajo de enfermería. El artículo 331 (Código Penal Federal) establece la
suspensión del ejercicio profesional por un período de 2 a 5 años, además de
otras sanciones.
 Abandono de personas: Se refiere a la no atención de personas incapaces de
cuidarse a sí mismas (niños, ancianos, etc., o a las personas enfermas), teniendo
obligación de cuidarlos (Artículo 335).

Como podemos ver, son múltiples las causas por las cuales el profesional de enfermería
puede verse involucrado en un problema legal. La primera línea de defensa al respecto,
es conocer el marco legal y ejercer una práctica ajustada a la legislación en materia de
salud, laboral, en la prestación de servicios, etc.

La responsabilidad del jefe o responsable deriva de una dejación de sus obligaciones de


elegir o vigilar en aquellos casos, donde el principio de confianza no tiene cabida, por
ejemplo, cuando el jefe conoce que determinado miembro del equipo no está capacitado
para determinadas funciones y, consiente que éste las realice sin la supervisión o
vigilancia oportuna. Es la llamada culpa in eligendo y/o culpa in vigilando.

También puede existir una culpa exclusiva de aquel profesional, que actúa por su cuenta,
cuando no está preparado para ello. El típico ejemplo, es el médico interno o residente,
que asume un caso que llega a la urgencia, para el que no está capacitado, y no avisa al
médico adjunto o tutor (culpa por asunción). Esta culpa por asunción estaría incluida en la
impericia, ya comentada anteriormente. Por último, se podrían conjugar ambos tipos de
culpas: in eligendo o vigilando, por parte del jefe y, por asunción, por parte del
subordinado.
La actividad de los profesionales de la salud trae consigo una gama de riesgos implícitos,
puesto que el éxito en sus tareas cotidianas depende en gran medida de la
imprevisibilidad del cuerpo humano. Es por ello que, solo puede endilgarse
responsabilidad penal cuando el método o medio utilizado se aleje de las buenas
prácticas para el caso en particular, lo cual mucho dependerá de la provisión de recursos
hospitalarios, o la técnica de profesión de los trabajadores de salud.

Debemos entender que por delito es el Hecho, Típico, Antijurídico y Culpable que
sancionan las leyes penales; mientras que por salud entenderemos a aquel estado físico
en que el cuerpo humano desarrolla sus funciones de manera normal.

La mala práctica del ejercicio de la función de los profesionista en el área de salud


constituye un delito, lo cual representa el incumplimiento de la norma jurídica penal, y un
daño para las partes del sistema de salud, principalmente el paciente. Hoy en día, existe
un conjunto de legislaciones que rigen tal función y en donde se establece tanto el deber
ser o hacer del mencionado profesional de salud como sus sanciones o penas en caso de
incumplimiento.

Toda normativa jurídica relacionada con el ejercicio del área médica son representadas
por dos derechos fundamentales: la vida y la salud, de allí se derivan una serie de leyes,
códigos, resoluciones, jurisprudencias, entre otros documentos legales, que cubren las
materias deontológicas, civiles, penales y administrativas relacionadas con las funciones
dentro del área médica.

En base al principio básico y universal del derecho que establece que la ignorancia de la
Ley no excusa de su cumplimiento, es importante para los profesionales en área médica
ampliar sus conocimientos jurídicos con el fin de establecerse mayores niveles de
exigencia en la práctica profesional, entablar una mejor relación con sus compañeros, con
el paciente y con el entorno, con el propósito de evitar conflictos o denuncias.

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