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10 RAZONES REALES POR LAS QUE LOS PASTORES DEJAN EL MINISTERIO

Por: Jason Holt

Cada mes má s de 1700 pastores dejan el ministerio.

Esta cifra asombrosa incluye a los pastores má s brillantes e inspiradores del país. Para
evitar la continua huida de nuestros pastores tenemos que entender la causa del
problema. Aunque toda situació n es diferente, las razones por las que los pastores
abandonan el ministerio son similares.

Presentamos 10 razones comunes por las que los pastores se retiran muy pronto.

Desá nimo.
Las quejas hablan má s fuerte que los cumplidos. Puede recibir 15 cumplidos y una
queja, pero la queja es la que se insertará .

Cuando escuche críticas y vea los asientos vacíos se dará cuenta que es difícil ver el
impacto que está logrando. La clave es recordar que no importa cuá ntas cosas negativas
escuche, siempre lo está haciendo 10 veces mejor.

Fracaso.
A muchos pastores se les hace difícil reconocer el éxito. Se comparan con otros pastores
y con otros ministerios. Las comparaciones só lo producen dos resultados:

(1) Piensa que es mejor, lo cual produce una soberbia excesiva, o

(2) siente que no da la talla, lo cual crea un sentimiento de fracaso.

La clave es no compararse sino celebrar los éxitos propios.

Soledad.
Al haber muchas personas que buscan la guía del pastor se hace difícil que los pastores
bajen la guardia. No quieren que se les encuentre de una forma que no sea perfecta.
Sienten que no pueden ser transparentes y vulnerables. Eso crea un sentimiento de
aislamiento.

Es importante que los pastores encuentren personas con las que puedan abrirse y
compartir sus luchas, en lugar de absorberse y aislarse.

Fracaso Moral.
El fracaso moral de los pastores se magnifica má s en ellos que en la persona promedio.
La clave para evitar los fracasos morales es crear un sistema de prevenció n de riesgo.

Cuando se encuentre con alguien del sexo opuesto: Haga que su có nyuge se entere de
eso, nunca haga su encuentro a puertas cerradas y no hable de temas de relació n. Para
evitar la pornografía hay programas que pueden monitorear o bloquear su actividad en
la red.

Presió n Econó mica.


La mayoría de los ministerios son sin fines de lucro, es así que los pastores no son bien
compensados. Es difícil continuar cuando no puede brindar la vida que desea su familia.
Luego ve a amigos que no está n en el ministerio que tienen grandes casas y buenos
automó viles.

Los pastores pueden aliviar la presió n con una mejor planificació n financiera. Intente
seguir la regla 80-10-10—10 por ciento para la iglesia, 10 por ciento para los ahorros y
80 por ciento para vivir.

Ira.
Cuando las cosas no está n yendo bien los pastores llegan a enojarse—con otros, con
ellos mismos o con Dios. Los pensamientos que aparecen son: “Hice todo lo que me
dijiste. Fui al seminario. Comencé un ministerio. ¿Por qué no está s haciendo lo que
dijiste?” Lo peor que ocurre con la ira es que se esparce como fuego incontrolado.

La medicina para la ira es el perdó n. Tenemos que perdonar para poder avanzar.

Agotamiento.
Los pastores son puestos en una rueda de molino. Van del ministerio a una visita en el
hospital, luego a escribir un mensaje, luego a reunirse con los miembros de la
congregació n. Simplemente pasan corriendo hasta que se quedan sin pasió n o energía.
Llegan a estar agotados y exhaustos.

Las vacaciones y los períodos sabá ticos pueden brindar perspectiva. Otra clave es
empoderar a otros líderes para que todo el peso no esté solamente en los hombros del
pastor.

Salud Física.
Muchos pastores trabajan demasiado y simplemente descuidan sus cuerpos. Cuando
está ocupado es fá cil no comer adecuadamente. Sin embargo comer la comida
apropiada es esencial para la salud física. Esto hace la diferencia entre nutrir el cuerpo
y agotar el cuerpo.

A esto se suma que los pastores no tienen un descanso suficiente o no consiguen


ejercitarse regularmente. El ejercicio hace una enorme diferencia entre la salud física y
mental.

Problemas Matrimoniales/Familiares.
Muy a menudo, la esposa y los hijos del pastor pasan a segundo plano en el ministerio.
La clave es el equilibrio.
El matrimonio tiene que ser la prioridad má xima. La relació n con su có nyuge es la
relació n má s importante que tiene en la tierra.

Tiene que alimentar sus relaciones familiares—sea que eso signifique tener una noche
en familia o buscar consejería.

Muy Ocupado/Impulsado.
Muchos pastores simplemente no está n trabajando eficientemente. No protegen sus
horarios o no se dan el espacio que necesitan. No han aprendido a decir “no.” Estar
ocupado no siempre significa ser productivo. Los pastores necesitan encontrar formas
de maximizar el uso de su tiempo. Usted tiene que aprender a decir “no” en los
momentos adecuados.

Dele una mirada a estos 10 puntos, luego ore y pregú ntele a Dios: ¿De qué á rea necesito
encargarme? ¿Dó nde tengo problemas?

Una vez que identifique las á reas en las que necesita mejorar, dé los siguientes tres
pasos:

Pida ayuda. Si tiene problemas no hay nada de malo con pedir la ayuda de alguien.

Rinda cuentas. Encuentre un grupo o una persona a quien le rinda cuentas en las á reas
que cree es débil.

Encá rguese de sus decisiones. Ante todo usted controla el camino por el que camina.

Tome sus acciones y precauciones para no permitir que estas 10 razones lo aparten de
su pasió n por el ministerio y su llamado.

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