Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
PAT E R N I D A D D E L L A M A DA
Marcel Légaut
Febrero de 1963
13
Cuadernos de la Diáspora 8 Valencia, AML, 1998
Marcel Lég aut
14
Cuadernos de la Diáspora 8 Valencia, AML, 1998
P AT E R N I D A D D E AU TO R I DA D , PAT E R N I D A D D E LLAMADA
tros, ni el primero que los hombres han conocido desde los orígenes.
Se trata de una inclinación espontánea que todos tenemos y ante la
que tenemos que reaccionar. Así que: reaccionemos.
Pues bien. Aquel Antiguo que nos había dicho que el Hombre
fue hecho a imagen de Dios, en el fondo nos hizo un gran servicio,
sin darse cuenta, pues nos indicó que el camino por el que el hombre podía
descubrir a Dios era él mismo. Que para expresar a Dios, la palabra más
expresiva, la más poderosa, no era la Creación, es decir, el cielo y la tierra, sino
que era el mismo hombre. El Hombre es una palabra de Dios, y tal vez
la palabra de Dios más profunda que Dios haya proferido.
De tal manera que, p a ra descubrir a Dios –en la medida en que esto
le es dado al hombre–, primero necesita descubrirse a sí mismo.
Conocerse. ¿Quién soy yo? Y en la medida en que me conociera
a mí mismo en mi profundidad, en mi realidad interior, estaría en
el camino del conocimiento de Dios mucho más que contem-
plando las estrellas y el mundo exterior. Y, cosa singular: al
comienzo de la Humanidad, se alcanzó más a Dios, se creyó alcan-
zarlo más, a través de la Creación, y, sin embargo, cuanto más se
desarrolla la Ciencia, tanto más Dios se aleja a distancias más que
astronómicas, y en todos los planos. Y el gran recurso que tene-
mos nosotros ahora no es cantar la gloria de Dios a través de los
cielos sino cantarla a través del hombre. De modo que: descubrir
al hombre para descubrir a Di o s .
Aceptad, pues, esta posición que es una posición de base (aunque
no soy infalible del todo, y por eso podéis sin dificultad pensar exac-
tamente lo contrario). Aceptad esta posición que va a ser el centro y
la base de mi meditación. Si descubrimos al hombre en su profundi-
dad, en todas sus posibilidades, en todo cuanto le llama a ser él
mismo, nos podremos aproximar tanto como nos sea dado a Dios.
15
Cuadernos de la Diáspora 8 Valencia, AML, 1998
Marcel Lég aut
II
16
Cuadernos de la Diáspora 8 Valencia, AML, 1998
P AT E R N I D A D D E AU TO R I DA D , PAT E R N I D A D D E LLAMADA
17
Cuadernos de la Diáspora 8 Valencia, AML, 1998
Marcel Lég aut
18
Cuadernos de la Diáspora 8 Valencia, AML, 1998
P AT E R N I D A D D E AU TO R I DA D , PAT E R N I D A D D E LLAMADA
19
Cuadernos de la Diáspora 8 Valencia, AML, 1998
Marcel Lég aut
20
Cuadernos de la Diáspora 8 Valencia, AML, 1998
P AT E R N I D A D D E AU TO R I DA D , PAT E R N I D A D D E LLAMADA
21
Cuadernos de la Diáspora 8 Valencia, AML, 1998
Marcel Lég aut
22
Cuadernos de la Diáspora 8 Valencia, AML, 1998
P AT E R N I D A D D E AU TO R I DA D , PAT E R N I D A D D E LLAMADA
23
Cuadernos de la Diáspora 8 Valencia, AML, 1998
Marcel Lég aut
24
Cuadernos de la Diáspora 8 Valencia, AML, 1998
P AT E R N I D A D D E AU TO R I DA D , PAT E R N I D A D D E LLAMADA
sin que éste tenga que crecer en humanidad. Por eso es la inicial.
Pero la presencia del ser del padre –suponiendo que el padre exis-
ta–, para ser realmente captada, supone en el hijo una profundiza-
ción interior correspondiente. De manera que, para que una pater-
nidad sea realmente lograda, hace falta cierta simbiosis entre el cre-
cimiento del padre en el ser y el crecimiento del hijo en el ser.
Crecimientos ambos que se corresponden, pues, en gran medida, el
crecimiento del hijo permite crecer también al padre. Entre padre e
hijo hay un profundo intercambio en el plano del ser, cuando la
paternidad se logra.
Esto es lo que quería deciros, rápidamente, balbuciendo, bus-
cando, pues, en el fondo, es una estrella en el cielo del hombre;
pero sólo una estrella, una estrella orientadora. Paternidad de autori -
dad, paternidad de llamada, con ese gran intervalo de búsqueda que permi -
te pasar, poquito a poco, de la una a la otra, llegando a ser uno mismo,
descubriendo una presencia a través de la distancia, descubriendo
también lo que es la fe.
25
Cuadernos de la Diáspora 8 Valencia, AML, 1998
Marcel Lég aut
26
Cuadernos de la Diáspora 8 Valencia, AML, 1998
P AT E R N I D A D D E AU TO R I DA D , PAT E R N I D A D D E LLAMADA
III
27
Cuadernos de la Diáspora 8 Valencia, AML, 1998
Marcel Lég aut
28
Cuadernos de la Diáspora 8 Valencia, AML, 1998
P AT E R N I D A D D E AU TO R I DA D , PAT E R N I D A D D E LLAMADA
29
Cuadernos de la Diáspora 8 Valencia, AML, 1998