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Ejemplo

En primer lugar, la historia es una ciencia que se ocupa de los hechos pasados
de la humanidad. También puede definirse como un relato cronológico de
acontecimientos pasados. La tarea del historiador es investigar en profundidad
los hechos históricos del tema que ha elegido y crear su propia obra utilizando
como fuente toda la información obtenida. Las fuentes pueden ser bibliografías,
discursos, entrevistas, etc. En cualquier caso, el historiador no sólo debe contar
con la fuente, sino también analizarla a fondo y saber cómo le ayudará esa
información en su trabajo y qué aspectos debe separar, es decir, el historiador
debe conocer los límites y valores de la fuente. A la hora de analizar una
fuente, el historiador debe tener un conocimiento previo del tema a tratar y, por
lo tanto, fijar los límites de su fuente. Por ejemplo, si el historiador tiene que
analizar un discurso, los valores de esa fuente pueden ser la información y el
contenido que proporciona, pero el objetivo de un discurso es siempre
persuadir al oyente, como en el caso de las misas de Mugica utilizadas en este
estudio. Una de las ventajas de trabajar como historiador es la cantidad de
cosas que se pueden aprender y lo que se aprende durante el propio proceso
de análisis, porque un historiador aprende mucho sobre los valores y los límites
del análisis. De este modo, se puede entender que la historia no habla de
verdades o mentiras, sino de diferentes interpretaciones y desarrollos de
diferentes individuos e historiadores. Al leer un libro escrito por un historiador,
el texto suele contener más análisis y ser más profundo que un texto escrito por
una persona de otra profesión, como un periodista. Hay que destacar que no
debe ser demasiado subjetivo, sino que los textos históricos deben informar y
contener un buen análisis.
OBJETIVIDAD bajo este concepto se engloba una de las cuestiones
críticas que enfrenta un historiador.

Si bien es parte de la tarea del historiador el tratar de abordar su


investigación con la mayor objetividad de la que sea capaz, lo cierto es
que dentro del análisis de un hecho histórico resulta casi inevitable que
existan sesgos de los que el propio historiador no es consiente y que en
general pueden estar relacionados con múltiples cuestiones como la
edad, el género, la profesión, o el contexto en que se desenvuelve el
propio historiador.

Ello no debería interferir con el abordaje de los hechos históricos que se


investigan pero definitivamente sí lo hace con respecto a las
interpretaciones y conclusiones que se extraen y emiten terminada la
investigación. En el caso del Tratado Antártico que es el tema sobre el
que se realizó ésta investigación histórica, los hechos históricos previos
y el contenido del tratado asi como los cronológicos posteriores pueden
ser descriptos de forma imparcial. Las conclusiones podrían ser
diferentes según la nacionalidad y postura frente a los diferentes actores
del tratado.

FOCO DE LA INVESTIGACIÓN lo determinante para poder encarar con


éxito una investigación histórica, resulta ser conocer de antemano y
tener en claro el objeto de su investigación, aquello en que focaliza la
misma.

Esto es imprescindible para poder, por ejemplo, analizar las fuentes y


poder al respecto determinar qué información de toda la que aportan
esas fuentes es significativa para el análisis que el historiador se
propone desarrollar, y cuál no lo es.

Por lo general, y en el caso del Tratado Antártico no fue la excepción,


todas las fuentes contienen una cantidad de datos que pueden ser útiles
para entender el contexto pero no necesariamente resultan relevantes
para lo que constituye el foco de la investigación. Máxime cuando el foco
está puesto en una cuestión puntual y acotada de un hecho histórico
como en el caso de ésta investigación que se centró en la capacidad o
incapacidad del mismo para resolver conflictos de soberanía sobre el
territorio tanto existentes como sus proyecciones a futuro.

CUESTIONES DE MÉTODO una investigación histórica utiliza un


método que recorre hechos ya acontecidos y su relato cronológico pero
que puede generar una cantidad de interpretaciones que incluso,
pueden llegar a ser contradictorias.
En el caso puntual del presente trabajo, indudablemente la interpretación
de ciertas partes del tratado respecto a la capacidad de éste para
resolver o evitar conflictos de soberanía sobre el territorio, puede ser
benévola mientras que para otros activos reclamantes, la frustración de
sus reclamos puede hacer que el tratado se vea como inconveniente.

COEXISTENCIA DE DOS HIPÓTESIS DOMINANTES suele ser un


problema en algunas investigaciones, el hecho trabajar sobre la base de
dos hipótesis fuertes o dominantes.

Por ejemplo, en la investigación que se encaró en este trabajo la


hipótesis que apunta a la efectividad del tratado para evitar la
proliferación de conflictos de soberanía posee sólidos fundamentos ya
que entre otras cuestiones, de hecho ha evitado hasta la fecha todo tipo
de enfrentamiento por la soberanía del territorio.

Sin embargo, no es menos cierto que la hipótesis que sostiene que no


ha resultado efectivo también cuenta con sólidos argumentos porque la
realidad es que los reclamos anteriores no fueron desechados sino
“congelados”, ya que si el tratado se modifica, todos quienes hayan
hecho reserva de sus reclamaciones podrían volver sobre las mismas y
hacerlas valer.

La tarea más compleja del investigador en este caso resulta ser la de


arribar a una conclusión que puede resultar incluso ambigua.

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