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CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA

SEGUNDA SALA CIVIL CON SUBESPECIALIDAD COMERCIAL

No puede reconocerse, por un lado, la caducidad del cuestionamiento


de la resolución contractual, y por otro lado, afirmar que el contratista
no incurrió en los incumplimientos que se le imputaron para –
precisamente- sustentar dicha resolución contractual; como también
es absolutamente manifiesta la contradicción en reconocer que el
contrato ha quedado resuelto por iniciativa de la Entidad, que le
imputó incumplimientos al contratista, y por otro lado afirmar que
éste no está obligado a pagar la garantía de fiel cumplimiento,
ordenándose por ello a la Entidad su devolución.

EXPEDIENTE Nº : 103-2016.
DEMANDANTE : MINISTERIO DE VIVIENDA, CONSTRUCCION Y
SANEAMIENTO
DEMANDADO : CONSORCIO SAGYM
MATERIA : ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL.

RESOLUCIÓN NÚMERO DIECINUEVE.


Lima, trece de noviembre
de dos mil diecisiete

VISTOS: con el expediente arbitral que se tiene


a la vista. Interviniendo como ponente el señor Juez Superior Rivera Gamboa.

I. RECURSO DE ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL.

María Ofelia Espinoza Berrios en su condición de PROCURADORA PÚBLICA


DEL MINISTERIO DE VIVIENDA, CONSTRUCCION Y SANEAMIENTO (en
adelante EL MINISTERIO), interpone recurso de anulación contra el laudo arbitral
expedido el 04 de setiembre de 2015, por el árbitro Unico Marco Antonio Paz
Ancajima, en el proceso arbitral que siguió en su contra el ahora demandado
CONSORCIO SAGYM a fin de solucionar las controversias surgidas en relación al
Contrato N° 003-2013-VIVIENDA /VMCS/PNSIJ sobre Ser vicio de Consultoría para
la Supervisión de la Elaboración del Estudio de Preinversión a Nivel de Perfil 5B y
Factibilidad del Proyecto “Obras Generales y Reforzamiento de los Sistemas de
Agua Potable y Alcantarillado de la Ciudad de Ilo”.

El MINISTERIO solicita se declare la invalidez de los puntos resolutivos tercero,


quinto, octavo y noveno del laudo antedicho, por encontrarse incurso en las
causales de anulación previstas en el artículo 63 inciso 1) literales b) y c) de la Ley
de Arbitraje, por los fundamentos siguientes:

1. En el arbitraje propuso la excepción de caducidad la cual fue amparada


parcialmente en el laudo, únicamente respecto de la Primera Pretensión
referida a la impugnación de la resolución del contrato realizado por el
Programa nacional de Saneamiento Urbano mediante Carta Nro. 012-
2014/VIVIENDA/VMS/PNSU/1.0. Sin embargo, se declaró infundada
respecto las demás pretensiones formuladas, invocando para ello el
principio de literalidad de las normas que restringen derechos.
2. Pero, la resolución contractual que ya había quedado consentida, se
constituye y estructura sobre las bases de las causales que la provocaron o
desencadenaron, por lo tanto se trata de una unidad de conceptos (causal y
resolución). Entonces, si se amparó la excepción de caducidad y con ello
quedó consentida la resolución del contrato, intrínsecamente también se
ampararon las causales que provocaron la precitada resolución.
3. En ese sentido, como actos posteriores a la resolución consentida, no puede
otorgarse conformidad y por tanto hacerse efectivo un pago, debido a que la
resolución contenía imputaciones de incumplimiento de obligaciones
contractuales del contratista, de modo que si la resolución de contrato es
válida y consentida, las causales que dieron origen a la resolución también
son válidas.
4. Por tanto, el laudo adolece de vicio de falta de motivación interna del
razonamiento, motivación sustancialmente incongruente y motivación
insuficiente.
Respecto a la causal c)
5. Estaba pactado que el arbitraje sería de derecho y por tanto el árbitro debía
fundamentar su interpretación personal de la norma legal y la manera cómo
entiende que los hechos del caso corresponden a la situación prevista por la
norma.

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6. Sorprende que el tribunal invoque la buena fe y común intención de las
partes en los términos de la relación y desconoce el contenido de las
adendas, cuando la norma es ley entre las partes y por tanto es el derecho
que nos ocupa.
7. En ese sentido, el CONSORCIO obligatoriamente tuvo que contar
previamente con la conformidad de la Unidad de Estudios al Informe Nro. 06
del CONSORCIO, correspondiente a la aprobación del Informe Nro. 01
Versión 4 de EL CONSULTOR, por lo que al amparar esta pretensión, el
árbitro estaría desnaturalizando la voluntaqd de las partes pactadas en el
contrato, es decir: Ejecución – Conformidad – Pago, y según la
interpretación del Tribunal Unipersonal, estaríamos en el supuesto de
Ejecución – Pago.
8. Se está ante una motivación insuficiente. motivación defectuosa y
motivación sustancialmente incongruente.

II. ABSOLUCIÓN DEL RECURSO DE ANULACIÓN DE LAUDO.


Por resolución N°13 de fecha 26 de junio del 2017, se declaró la rebeldía del
consorcio, AL NO HABER CONETSTADO LA DEMANDA NO OBSTANTE
HABERSE APERSONADO EN AUTOS.

ANÁLISIS:

PRIMERO: El proceso arbitral se encuentra regulado por el Decreto Legislativo N°


1071 – Ley de Arbitraje, que establece los parámetros a seguir en un proceso
judicial de anulación de laudo arbitral, el cual sólo puede ser invocado si se ha
incurrido en alguna de las causales contenidas en el artículo 63 de dicho cuerpo
normativo.

SEGUNDO: Sobre el recurso de anulación, el artículo 62 establece lo siguiente:

“Artículo 62.- Recurso de Anulación


1. Contra el laudo sólo podrá interponerse recurso de anulación. Este recurso constituye
la única vía de impugnación del laudo y tiene por objeto la revisión de su validez por las
causales taxativamente establecidas en el artículo 63.

2. El recurso se resuelve declarando la validez o la nulidad del laudo. Está prohibido


bajo responsabilidad, pronunciarse sobre el fondo de la controversia o sobre el
contenido de la decisión o calificar los criterios, motivaciones o interpretaciones
expuestas por el tribunal arbitral.”

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TERCERO: El recurso de anulación interpuesto pretende invalidar parcialmente
el laudo cuestionado, únicamente en cuanto a los puntos resolutivos siguientes:

“PRIMERO: DECLARESE FUNDADA EN PARTE la excepción de caducidad


deducida por el Programa Nacional de Saneamiento Urbano – PNSU, mediante
escrito de fecha 26 de noviembre de 2014, en consecuencia, SE DECLARA LA
CADUCIDAD de la acción de Consorcio SAGYM únicamente respecto de la
Primera Pretensión de la Demanda Arbitral interpuesta con fecha 07 de octubre
de 2014, referida a la impugnación de la resolución de contrato realizada por el
Programa Nacional de Saneamiento Urbano – PNSU, mediante Carta N° 012-
2014/VIVIENDA/VMCS7PNSU/1.0 de fecha 25 de febrero de 2014.

TERCERO: DECLARESE FUNDADO el tercer punto controvertido, derivado d ela


segunda pretensión principal de la demanda arbitral interpuesta por el consorcio
SAGYM con fecha 07 de octubre de 2014; en consecuencia, se DECLARA que
no procede calificar como incumplimiento de contrato por parte de consorcio
SAGYM las imputaciones realizadas mediante Carta Nro. 012-
2014/VIVIENDA/VMCS7PNSU/1.1, en el desarrollo del servicio de consultoría
para la supervisión de la elaboración del perfil y factibilidad del proyecto “Obras
Generales y Reforzamiento de los Sistemas de Agua Potable y Alcantarillado de
la ciudad de Ilo – Región Moquegua”; asimismo, SE ORDENA al Programa
Nacional de Saneamiento Urbano – PNSU, que cumpla con hacer entrega de la
constancia de conformidad por la totalidad de los meses trabajados por Consorcio
SAGYM como supervisor.

QUINTO.- DECLARESE FUNDADO el quinto punto controvertido, derivado de la


cuarta pretensión principal de la demanda arbitral interpuesta por el –Consorcio
SAGYM con fecha 07 de octubre de 2014; en consecuencia, SE ORDENA que el
Programa Nacional de Saneamiento Urbano – PNSU cumpla con pagar a favor
del Consorcio SAGYM la suma de S/.57,206.40, correspondiente a la segunda
valorización por el servicio (presentado según Carta N° 048-2013/C-SAGYM),
más intereses legales aplicables; no siendo procedente agregarle monto alguno
por indemnización toda vez que la misma no ha sido debidamente acreditada.

OCTAVO: DECLARESE FUNDADO el octavo punto controvertido, derivado de la


séptima pretensión principal de la demanda arbitral interpuesta por el Consorcio
SAGYM con fecha 07 de octubre de 2014; en consecuencia, SE ORDENA al
Programa Nacional de Saneamiento Urbano – PNSU realizar la devolución la
Garantía de Fiel Cumplimiento otorgada por razón del contrato que asciende a la
suma de S/.28,603.20 a Consorcio SAGYM.

NOVENO: DECLARESE FUNDADO EN PARTE el noveno punto controvertido,


derivado de la primera y segunda pretensión de la reconvención formulada por el
Programa Nacional de Saneamiento Urbano – PNSU con fecha 26 de noviembre
de 2014; en consecuencia, SE DECLARA la validez y eficacia de la Carta N° 012-
2014/VIVIENDA/VMCS/PNSU/1.0 (carta Notarial N° 1543 5) en el extremo que
declara resuelto parcialmente el Contrato N° 003-20 13/VIVIENDA/VMCS/PNSU
para la Supervisión de la elaboración del Estudio de Pre Inversión a Nivel de
Perfil 5B y Factibilidad del Proyecto “Obras Generales y Reforzamiento de los
Sistemas de Agua Potable y Alcantarillado de la ciudad de Ilo”, Distrito de Ilo,
Provincia de Ilo – Región Moquegua”, debido a resolución del contrato principal
(contrato del consultor CONSORCIO DELTA CONSULTORES apara la
elaboración del Estudio de Pre Inversión a Nivel 5B y Factibilidad del Proyecto
“Obras Generales y Reforzamiento de los Sistemas de Agua Potable y
Alcantarillado de la ciudad de Ilo”, Distrito de Ilo, Provincia de Ilo – Región
Moquegua”), que generó un supuesto de irreversibilidad que amerite la resolución

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del contrato por causa no imputables al Consorcio SAGYM, e INFUNDADA en el
extremo que declara resuelto parcialmente el Contrato N° 003-
2013/VIVIENDA/VMCS/PNSU para la Supervisión de la elaboración del Estudio
de Pre Inversión a Nivel de Perfil 5B y Factibilidad del Proyecto “Obras Generales
y Reforzamiento de los Sistemas de Agua Potable y Alcantarillado de la ciudad de
Ilo”, Distrito de Ilo, Provincia de Ilo – Región Moquegua”, por la causal de
incumplimientos atribuibles al Consorcio SAGYM.

CAUSALES INVOCADA EN EL RECURSO DE ANULACIÓN.


CUARTO: El MINISTERIO demandante invoca las causales contenidas en los
literales b) y c) del numeral 1 del artículo 63 del Decreto Legislativo 1071, que
disponen:

“Artículo 63.- Causales de anulación


1. El laudo sólo podrá ser anulado cuando la parte que solicita la anulación alegue y
pruebe:
[…]
b) Que una de las partes no ha sido debidamente notificada del nombramiento de
un árbitro o de las actuaciones arbitrales, o no ha podido por cualquier otra razón,
hacer valer sus derechos.
c) Que la composición del tribunal arbitral o las actuaciones arbitrales no se han
ajustado al acuerdo entre las partes o al reglamento arbitral aplicable, salvo que
dicho acuerdo o disposición estuvieran en conflicto con una disposición de este
Decreto Legislativo de la que las partes no pudieran apartarse, o en defecto de
dicho acuerdo o reglamento, que no se han ajustado a lo establecido en este
Decreto Legislativo.
[…].”

De la causal b)
QUINTO: La causal b) antes señalada al invocar la imposibilidad de alguna de las
partes de hacer valer sus derechos como causal de anulación del laudo arbitral, se
enmarca dentro de la protección de un derecho constitucional, específicamente el
derecho al debido proceso, sin que ello importe en modo alguno la revisión del
fondo de la controversia ni el razonamiento seguido por el árbitro ad hoc, pues el
recurso de anulación de laudo no es una instancia, sino un proceso autónomo en el
que de modo puntual se verifica el cumplimiento de determinados supuestos de
validez del laudo arbitral.

SEXTO: Sobre el particular, resulta necesario precisar que el Tribunal


Constitucional se pronunció en la sentencia de fecha 21 de setiembre de 2011,
recaída en el expediente 00142-2011-PA/TC (precedente vinculante) indicando lo
siguiente: “…de la especial naturaleza del arbitraje, en tanto autonomía de la
voluntad de las partes y al mismo tiempo, de la independencia de la jurisdicción
arbitral, no supone en lo absoluto desvinculación del esquema constitucional, ni

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mucho menos del cuadro de derechos y principios reconocidos por la Constitución.
Como ya ha señalado este Tribunal, “la naturaleza de jurisdicción independiente del
arbitraje, no significa que establezca el ejercicio de sus atribuciones con
observancia de los principios constitucionales que informan la actividad de todo
órgano que administra justicia, tales como el de independencia e imparcialidad de la
función jurisdiccional. En particular, en tanto jurisdicción, no se encuentra
exceptuada de observar directamente todas aquellas garantías que imponen el
derecho al debido proceso”. (STC 6167-2005-PHC/TC, fundamento 9).

SETIMO: Ello es así por cuanto la función jurisdiccional se sustenta y se debe a la


norma fundamental, más allá de la especialidad sobre la que pueda versar o de la
investidura de quienes la puedan ejercer. De este modo y aunque se dota a la
justicia arbitral de las adecuadas garantías de desenvolvimiento y se fomenta su
absoluta observancia, la misma se encuentra inevitablemente condicionada a que
su ejercicio se desarrolle en franco respeto al orden constitucional y a los derechos
de la persona.

OCTAVO: De acuerdo a los argumentos del recurso de anulación, este Colegiado


aprecia que se cuestiona lo resuelto en el primer, tercero, quinto, octavo y noveno
puntos resolutivos del laudo, sobre la base de una argumento central relativo a la
caducidad de la acción de Consorcio SAGYM y los alcances de la misma, pues se
cuestiona que en el laudo se haya amparado tal caducidad pero sólo parcialmente
con relación a la primera pretensión relativa a la impugnación de la resolución del
contrato realizada por la Entidad (primer punto resolutivo), sin hacer extensivos los
efectos de la caducidad a los aspectos relativos a las pretensiones del contratista
para negar el incumplimiento de contrato que sustentó la resolución del mismo, así
como la pretensión de pago y de devolución de la garantía de fiel cumplimiento,
siendo así que estas fueron amparadas en los puntos resolutivos tercero, quinto y
octavo.

Tales cuestionamientos se formulan por vía de atribuir al laudo vicio de motivación,


a saber, falta de motivación interna del razonamiento, motivación sustancialmente
incongruente y motivación insuficiente.

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NOVENO: Como lo ha establecido el Tribunal Constitucional en constante
jurisprudencia, el derecho al debido proceso comprende, a su vez, un haz de
derechos que forman parte de su estándar mínimo. Entre estos derechos
constitucionales se cuenta el de motivación de las resoluciones previsto en el
inciso 5) del citado artículo 139 de la Norma Fundamental, respecto del cual el
Tribunal Constitucional ha precisado que “en todo Estado constitucional y
democrático de derecho la motivación debida de las decisiones de las Entidades
públicas –sean o no de carácter jurisdiccional–, es un derecho fundamental que
forma parte del contenido esencial del derecho a la tutela procesal efectiva, por
tanto, toda decisión que carezca de una motivación adecuada, suficiente y
congruente, constituirá una decisión arbitraria siendo inconstitucional” (STC Nro.
06698-2006-PA/TC). Asimismo, que “es una garantía del justiciable frente a la
arbitrariedad judicial y garantiza que las resoluciones no se encuentren justificadas
en el mero capricho de los magistrados, sino en datos objetivos que proporciona el
ordenamiento jurídico o los que se derivan del caso” (STC 3943-2006-PA/TC ).

DECIMO: A nivel doctrinario se acepta que la motivación de las decisiones


judiciales cumple múltiples finalidades, así por ejemplo: a) permite el control de la
actividad jurisdiccional por parte de la opinión pública, cumpliendo de este modo
con el requisito de publicidad esperado; b) hace patente el sometimiento del Juez al
imperio de la ley; c) logra el convencimiento de las partes sobre la justicia y
corrección de la decisión judicial, eliminando la sensación de arbitrariedad y
estableciendo su razonabilidad, al conocer el porqué concreto de su contenido; d)
permite la efectividad de los recursos por las partes, y e) garantiza la posibilidad de
control de la resolución judicial por los tribunales superiores que conozcan de los
correspondientes recursos (Pleno Casatorio Civil. Cas. 2229-2008-Lambayeque).

Así entonces, “la obligatoriedad de motivar, en tanto que precepto constitucional,


representa un principio jurídico-político de controlabilidad, pero no se trata sólo de
un control institucional (apelación y casación) sino de un control generalizado y
difuso. Ni las partes, ni sus abogados, ni los jueces que examinan los recursos
agotan el universo de los destinatarios de la motivación; ésta va dirigida también al
público. Cuando la soberanía corresponde enteramente al pueblo, la actuación de
la “iurisdictio” se convierte en expresión que un poder que el pueblo soberano ha
delegado en jueces y tribunales. En un régimen democrático, la obligación de

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motivar es un medio mediante el cual los sujetos u órganos investidos de poder
jurisdiccional rinden cuenta de sus decisiones a la fuente de la que deriva su
investidura. Entramos así en un concepto extraprocesal de la motivación. De ahí
deriva, como consecuencia obvia, la publicidad de la motivación. Pero también la
inteligibilidad de la misma […] debiendo añadirse igualmente la nota de
autosuficiencia de la motivación, (en el sentido que ésta se baste en si misma)
[…]”1.

DECIMO PRIMERO: Así entendida, la motivación debe ser congruente, completa y


suficiente, informando la doctrina que en cuanto a la congruencia, “debe emplearse
una justificación adecuada a las premisas que hayan de justificarse, pues no se
razona de la misma manera una opción a favor de tal o cual interpretación de un
artículo legal que la opción a considerar como probado o no tal o cual hecho. Pero
si la motivación ha de ser congruente con la decisión que intenta justificar, parece
lógico inferir que también habrá de serlo consigo misma; de manera que sean
recíprocamente compatibles todos los argumentos que componen la motivación”2

Por tanto, la debida motivación supone el respeto a los parámetros de logicidad,


que implica por un lado aquella coherencia narrativa de la sentencia (congruencia
interna) en virtud de la cual la exposición confusa o contradictoria de las razones
que apoyan la decisión no se puede considerar satisfactoria del requisito de su
debida motivación3; pero por otro lado, supone también la correspondencia de
aquello que se resuelve con lo que fue pedido (congruencia con relación a la
pretensión).

DECIMO SEGUNDO: Tales conceptos, aplicables mutatis mutandi al caso del


arbitraje, determinan que la motivación del laudo es un deber fundamental del
tribunal pues supone dar cuenta de las razones que justifican su decisión, ante las
partes de quienes deriva su competencia para resolver la controversia; de allí que la
motivación constituye, de ordinario y así está contemplado en el artículo 56.1 del D.
Leg. 1071, una regla esencial del procedimiento arbitral, cuyo incumplimiento
1
IGARTUA SALAVERRIA, Juan. El razonamiento en las resoluciones judiciales” Palestra Editores. Lima 2009. p.
15.
2
Idem. p. 26.
3
“La contradictoriedad de la motivación se manifiesta particularmente en algunas situaciones típicas. […] Más
compleja, pero menudea también, es la situación en la que la motivación misma es contradictoria porque contiene
argumentos que chocan entre sí […] Tendrían también sitio en esta rúbrica las motivaciones llamadas “ilógicas”; es
decir, aquellas que, aún no manejando argumentaciones incompatibles, sin embargo no respetan la coherencia
contextual” Idem. p. 33.

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configura también vicio de anulación previsto en la casual del artículo 63.1 inciso c)
de la citada ley especial.

DECIMO TERCERO: Sin embargo, es menester conciliar la necesidad de


garantizar el derecho a la debida motivación, con el principio de irrevisabilidad del
laudo previsto en el artículo 62.2 de la Ley de Arbitraje, según el cual está prohibido
pronunciarse sobre el fondo de la controversia o sobre el contenido de la decisión o
calificar los criterios, motivaciones o interpretaciones expuestas por el tribunal
arbitral; por tanto, cabe tener presente como referencia el criterio fijado en sede
constitucional respecto del control de la motivación de las resoluciones judiciales,
en virtud del cual Tribunal Constitucional ha establecido que:

“el análisis de si en una determinada resolución judicial se ha violado o no el


derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales debe realizarse a
partir de los propios fundamentos expuestos en la resolución cuestionada, de modo
que las demás piezas procesales o medios probatorios del proceso en cuestión sólo
pueden ser evaluados para contrastar las razones expuestas, más no pueden ser
objeto de una nueva evaluación o análisis. Esto, porque en este tipo de procesos al
juez constitucional, no le incumbe el mérito de la causa, sino el análisis externo de
la resolución, a efectos de constatar si ésta es el resultado de un juicio racional y
objetivo donde el juez ha puesto en evidencia su independencia e imparcialidad en
la solución de un determinado conflicto, sin caer ni en arbitrariedad en la
interpretación y aplicación del derecho, ni en subjetividades o inconsistencias en la
valoración de los hechos”.

Por tanto, de ordinario el control de la debida motivación se limita a la verificación


de la aceptabilidad de la justificación de la decisión adoptada, esto es, de su
aceptación bajo condiciones de racionalidad, pero no a la verificación de su carácter
acertado, es decir, si las razones expuestas son correctas o erradas, pues ello
supondría un nuevo juzgamiento (selección e interpretación de normas y valoración
de pruebas) y la superposición del criterio interpretativo o valorativo del órgano de
control al criterio asumido por el órgano decisorio, convirtiéndose este Colegiado en
instancia de grado, lo que está vedado por la ley.

DÉCIMO CUARTO: Sin embargo, lo anterior debe ser entendido en interpretación


sistemática de la normativa sobre arbitraje, debiendo tenerse presente lo dispuesto
por el artículo 41 de la Ley de Arbitraje, que en su parte pertinente expresa:

“Artículo 41.- Competencia para decidir la competencia del tribunal arbitral.


1. El tribunal arbitral es el único competente para decidir sobre su propia
competencia, incluso sobre las excepciones u objeciones al arbitraje relativas a la

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inexistencia, nulidad, anulabilidad, invalidez o ineficacia del convenio arbitral o por
no estar pactado el arbitraje para resolver la materia controvertida o cualesquiera
otras cuya estimación impida entrar en el fondo de la controversia. Se encuentran
comprendidas en este ámbito las excepciones por prescripción, caducidad, cosa
juzgada y cualquier otra que tenga por objeto impedir la continuación de las
actuaciones arbitrales.
[…]
4. Salvo pacto en contrario, el tribunal arbitral decidirá estas excepciones u
objeciones con carácter previo o junto con las demás cuestiones sometidas a su
decisión relativas al fondo de la controversia. Si el tribunal arbitral desestima la
excepción u objeción, sea como cuestión previa o sea en el laudo por el que se
resuelve definitivamente la controversia, su decisión sólo podrá ser impugnada
mediante recurso de anulación contra dicho laudo.
[…]” (énfasis agregado).

De la lectura del artículo glosado se desprende que el texto normativo diferencia en


las decisiones arbitrales, aquellos pronunciamientos que resuelven el fondo de la
controversia, de aquellos que pueden recaer sobre aspectos preliminares,
accesorios o incidentales, “cuya estimación impida entrar en el fondo de la
controversia”, y que por tanto en puridad no resuelven ésta, aún cuando puedan ser
condicionantes de la posibilidad del pronunciamiento arbitral sobre dicha
controversia fondal.

DÉCIMO QUINTO: Tal acotación es de suma relevancia de cara al citado principio


de irrevisabilidad, pues se colige que no todo pronunciamiento arbitral se encuentra
protegido con ese blindaje normativo, como es el caso de aquellas excepciones u
objeciones al arbitraje relativas a –entre otras– la caducidad del derecho “y
cualquiera otra que tenga por objeto impedir la continuación de las actuaciones
arbitrales”, respecto de las cuales, al no ser fondo de la controversia, el órgano de
control judicial no está sujeto a limitación para desplegar su propio criterio
jurisdiccional. Esta opción interpretativa ha sido asumida anteriormente en esta
instancia en las causas Nros. 225-2013, 126-2014, 19-2016, entre otras.

Por lo demás, el criterio antes expuesto no solamente no colisiona con el principio


kompetenz-kompetenz que rige el arbitraje, sino que es perfectamente compatible
con éste según sea bien entendido a la luz de lo que informa la doctrina nacional y
extranjera. En efecto, dicho principio establece una regla de prioridad que permite
que la decisión adoptada en el arbitraje sobre la competencia del propio tribunal
arbitral pueda, finalmente, ser susceptible de control judicial, según prevé el artículo
41 antes glosado. Así, se ha dicho:

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“Ahora bien, existen 3 posibilidades en cuanto a la decisión de las excepciones por
parte del tribunal arbitral: i) desestimar la excepción con carácter previo, ii) estimar
la excepción con carácter previo y iii) desestimar la excepción en el laudo definitivo.
Las tres decisiones están sujetas a revisión judicial. La revisión judicial se justifica
por cuanto el principio Competence-Competence, como hemos visto, establece una
regla de prioridad que permite que la decisión final sobre la competencia de los
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árbitros quede en manos de los tribunales judiciales.”

DECIMO SEXTO: Se aprecia del expediente arbitral que a fojas 27 CONSORCIO


SAGYM interpuso su demanda arbitral con las pretensiones siguientes:

PRETENSION N° 1: Se declare la NULIDAD Y/O INEFICAC IA para todos sus


efectos de la Carta N° 012-2014/VIVIENDA/VMS/PNSU d e fecha 17.02.2014
emitida por el PNSU y a consecuencia de ello, se declare que o procede la
resolución de Contrato por parte de la ENTIDAD.

PRETENSION N° 2: Que se DECLARE que no procede la c alificación de


INCUMPLIMIENTO DE CONTRATO por parte de CONSORCIO SAGYM e nbel
dersarrollo del Servicio de consultoría para la Supervisión de la elaboración del perfil
y factibilidad del Proyecto “Obras Generales y Reforzamiento de los Sistemas de
Agua Potable y Alcantarillado de la Ciudad de Ilo – Región Moquegua, y que se
ordene la entrega de la Constancia de Conformidad por la totalidad de los meses de
supervisión”.

PRETENSION N° 3: Que se DECLARE la validez y eficac ia de la Resolución del


Contrato efectuada por el Consorcio SAGYM, notificada notarialmente mediante
Carta N° 002-2014-SAGYM de fecha 27.05.2014, la cua l ha quedado consentida.

PRETENSION N° 4: Que se ORDENE a la ENTIDAD cancele al CONSORCIO


SAGYM la segunda valorización, por el servicio prestado que asciende a
S/.57,206.40, presentado según Carta N° 048-2013/C- SAGYM, adicionando los
intereses e indemnización respectivas.

PRETENSION N° 5: Que se RECONOZCA y ORDENE el pago al CONSORCIO


SAGYM de los mayores costos de los Servicios de la Supervisión por los meses
adicionales del trabajo ejecutado por la suma de S/.175,432.96.

PRETENSION N° 6: Que se reconozca y ordene el pago por los daños y perjuicios


generados como implicancias de la resolución del Contrato suscrito entre PNSU y
CONSORCIO SAGYM.

PRETENSION N° 7: Que se ORDENE a LA ENTIDAD asumir las costas y costos


del presente proceso arbitral regulados en el artículo 288 del Reglamento y el
artículo 70 de la Ley de Arbitraje, aprobada por Decreto Legislativo N| 1071, así
como en el Acta de Instalación de Tribunal Arbitral que dio inicio a este proceso.

DECIMO SETIMO: Asimismo, se aprecia que a fojas 219 del expediente arbitral, la
Entidad formuló la excepción de caducidad al amparo del artículo 170 del
Reglamento de la Ley de Contrataciones, que dispone:

4 Roger Rubio Guerrero. En: Comentarios a la Ley Peruana de Arbitraje Tomo I, página 483. Instituto

Peruano de Arbitraje. 2011.

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“Artículo 170.- Efectos de la resolución
[…]
Cualquier controversia relacionada con la resolución del contrato podrá ser
sometido por la parte interesada a conciliación y/o arbitraje dentro de los 15 días
hábiles siguientes de comunicada la resolución. Vencido este plazo sin que se haya
iniciado ninguno de estos procedimientos, se entenderá que la resolución del
contrato ha quedado consentida”.

A tal efecto, manifestó que la Carta de resolución parcial del contrato fue notificada
al Consorcio el 25 de febrero de 2014, y la solicitud de conciliación de Consorcio
SAGYM fue presentada recién el 29 de mayo de 2014, esto es, a los 67 días
hábiles.

DECIMO OCTAVO: Se aprecia del laudo cuestionado que, sobre la base de lo


dispuesto en el artículo 2004 del Código Civil, el árbitro consideró que la caducidad
surte sus efectos sobre aquellos supuestos establecidos por Ley; estando prohibido
pretender que sus efectos se extiendan a supuestos no regulados. En ese sentido,
el árbitro tomó nota del texto del artículo 52 de la Ley de Contrataciones del Estado
(D. Leg. 1017 modificado por la Ley Nro. 29873) que señala que el plazo para
solicitar la conciliación y/o arbitraje es de 15 días hábiles de notificada, para los
supuestos de nulidad de contrato, resolución de contrato, ampliación de plazo
contractual, recepción y conformidad de la prestación, valorizaciones o metrados,
liquidación del contrato y pago. A continuación expresó:

“En ese sentido, cabe señalar que verificadas las pretensiones que son materia de
pronunciamiento en el presente proceso, en virtud del principio de literalidad para la
aplicación de normas que restringen derechos, únicamente la pretensión de
impugnación de la Resolución de Contrato contenida en la Carta N° 012-
2014/VIVIENDA/VMCS/PNSU/1.0, podría encontrarse afectada con caducidad, mas
no así las demás pretensiones demandadas. Asimismo, de lo actuado en el
proceso, de los hechos que han sido narrados por las partes y de lo analizado en
lso párrafos anteriores, se puede concluir que efectivamente la solicitud e
conciliación realizada por Consorcio SAGYM se produjo fuera de plazo dado que la
misma fue comunicada el 29 de mayo de 2014, es decir, luego de sesenta y siete
días hábiles de comunicada la decisión resolutoria, con lo cual queda claro que su
derecho respecto a ese extremo (resolución de contrato de supervisión) ha
caducado.

Bajo ese contexto, debemos señalar que, en efecto, en el presente caso ha operado
un supuesto de caducidad, pero sólo respecto en el extremo que refiere a la
resolución del contrato de supervisión.

En efecto, de acuerdo con el artículo 52, numerales 52.1 y 52.2 de la Ley de


Contrataciones del Estado, el plazo para interponer el procedimiento de conciliación
y/o arbitraje debe ser interpuesto dentro del plazo de 15 días hábiles de notificada,
lo cual, como hemos señalado, no ha sido cumplido por el demandante; es así que

12
existe caducidad respecto a este extremo y no respecto a las otras pretensiones
que se demandan en el presente proceso arbitral.

En conclusión, este Tribunal Arbitral Unipersonal cumple con señalar que la


excepción de caducidad debe ser atendido sólo respecto al extremo de la resolución
del contrato a que se contrae la Carta N° 012-2014/ VIVIENDA(VMCS/PNSU/1.0,
mas no a las otras pretensiones señaladas en la demanda arbitral, por lo cual este
Tribunal cumplirá con pronunciarse sobre aquellos extremos que no hayan incurrido
en el supuesto de caducidad señalado; es así que se declara FUNDADA EN PARTE
la excepción deducida por Programa Nacional de Saneamiento Urbano”.

De este modo, en los puntos resolutivos tercero, quinto, y octavo, se pronunció


declarando fundadas las respectivas pretensiones, declarando que no procede
calificar como incumplimiento de contrato por parte de Consorcio SAGYM las
imputaciones realizadas mediante la Carta N° 012-
2014/VIVIENDA/VMCS7PNSU/1.0; y ordenando a la Entidad que cumpla con
entregar la constancia de conformidad por la totalidad de los meses trabajados por
el Consorcio como supervisor; asimismo, se ordenó a la Entidad que pague al
Consorcio la suma de S/,57,206.40, correspondientes a la segunda valorización por
el servicio prestado, y; que cumpla con devolver la garantía de fiel cumplimiento
otorgada por S/.28,603.20. En concordancia con lo primero, en el noveno punto
resolutivo se declaró infundada la pretensión de la reconvención formulada por la
Entidad, relativa a la validez y eficacia de la Carta Nro. 012-
2014/VIVIENDA/VMCS7PNSU/1.0, respecto a la resolución del contrato en el
extremo de la Supervisión de la elaboración del Estudio de Pre Inversión por la
causal de incumplimientos atribuibles al Consorcio SAGYM.

DÉCIMO NOVENO: En ese orden de ideas, es claro que en el razonamiento del


árbitro, si bien había operado la caducidad denunciada por la Entidad, sin embargo
no hizo extensivos sus efectos a todas las pretensiones postuladas en la demanda
de el Consorcio, al hacer una lectura restrictiva de la norma que establece dicha
caducidad (artículo 52 de la Ley de Contrataciones del Estado), limitándola a la
primera pretensión sólo en cuanto se refiere a la validez de la resolución
contractual, mas no así a las otras pretensiones y en virtud de las cuales analizó –y
resolvió- sobre los incumplimientos que fueron imputados al Consorcio y en virtud
de los cuáles se produjo dicho resolución contractual, ni, tampoco, a aquellas
pretensiones de pago y de devolución de la Garantía de Fiel Cumplimiento.

13
Sin embargo, aprecia el Colegiado que tal razonamiento se base en una lectura y
entendimiento literal de las pretensiones, tal como han sido formalmente
postuladas, lo que ha llevado al árbitro a asumir que se puede declarar la caducidad
de la pretensión de cuestionamiento de la resolución contractual y a la vez ingresar
a analizar la validez de los fundamentos de dicha resolución (los incumplimientos
imputados al contratista), así como ordenar los pagos que de ordinario
corresponderían al contratista de no mediar resolución alguna, incluyendo la
devolución de la garantía de fiel cumplimiento, todo ello como si no existiera ni
hubiera ya operado ninguna resolución contractual. Así, es evidente a criterio de
esta Sala, la contradicción lógica existente en dicho razonamiento, pues no puede
reconocerse, por un lado, la caducidad del cuestionamiento de la resolución
contractual, y por otro lado, afirmar que el contratista no incurrió en los
incumplimientos que se le imputaron para –precisamente- sustentar dicha
resolución contractual; como también es absolutamente manifiesta la contradicción
en reconocer que el contrato ha quedado resuelto por iniciativa de la Entidad, que le
imputó incumplimientos al contratista, y por otro lado afirmar que éste no está
obligado a pagar la garantía de fiel cumplimiento, ordenándose por ello a la Entidad
su devolución.

VIGESIMO: Y es que en el laudo se ha limitado el análisis normativo a lo dispuesto


por el artículo 52 de la Ley de Contrataciones del Estado, que prevé la figura de la
caducidad de las pretensiones destinadas a cuestionar –entre otros aspectos- la
resolución del contrato; pero se ha obviado absolutamente tener en cuenta y
analizar la norma que fue expresamente invocada por la Entidad al formular su
excepción, a saber, el artículo 170 del Reglamento de la citada Ley de
Contrataciones dl Estado, el cual establece la consecuencia jurídica de la falta de
cuestionamiento oportuno de la resolución contractual, es decir, de la caducidad,
como en el caso concreto, que no es otro que el consentimiento de dicha resolución
contractual.

En efecto, el artículo 170 referido establece literalmente que vencido el plazo (de 15
días previsto en la ley), “sin que se haya iniciado ninguno de esos procedimientos
(conciliación o arbitraje), se entenderá que la resolución del contrato ha
quedado consentida”, lo cual implica que surte plena eficacia, la cual supone que
no puede ya discutirse ni su justificación (las causales que hubieren determinado la

14
resolución), ni sus consecuencias legales y lógicas, entre ellas, lo relativo a la
garantía de fiel cumplimiento y los pagos que pretendiera el contratista sobre la
base de afirmar la existencia del contrato y el cumplimiento cabal de sus
prestaciones que –precisamente- son descartadas de plano por la resolución
contractual consentida.

En este punto, el Colegiado estima la argumentación de EL MINISTERIO, cuando


sostiene que la resolución contractual se constituye y estructura sobre la base de
las causales que la provocaron o desencadenaron, por tanto, si la resolución del
contrato ha quedado consentida –como consecuencia de la caducidad- no es ya
posible discutir sobre las causales que determinaron dicha resolución de contrato,
para afirmar que no eran imputables al contratista, ni –en base a ello, exonerarlo de
la garantía de fiel cumplimiento. Por lo que se colige que el laudo ha escindido
injustificadamente y en forma antijurídica, con criterio literal y formalista, los efectos
de la caducidad del cuestionamiento de la resolución del contrato, de la caducidad
de los cuestionamientos a la validez de sus causales y de la caducidad de las
pretensiones destinadas a obtener el cumplimiento de las prestaciones como si el
contrato no hubiera sido resuelto. Y decimos que ello fue posible por el criterio
excesivamente formalista con que se entendió la controversia, sobre la base de la
lectura literal de las pretensiones, que se apoya únicamente en la forma
desagregada en que tales pretensiones han sido postuladas, para afirmar que la
caducidad sólo puede referirse a la resolución del contrato, mas no así respecto de
los demás aspectos que sin embargo le son lógicamente antecedentes o
consecuentes con carácter necesario.

VIGESIMO PRIMERO: Advierte el Colegiado, que en el laudo si bien se invoca la


norma del artículo 2004 del Código Civil, y en base a ello hace interpretación literal
de la norma del artículo 52 de la Ley de Contrataciones del Estado, sin embargo
omite que se está ante una controversia derivada de contratación estatal que se
rige por norma especial, frente a la cual la normativa del derecho común es
supletoria, debiendo aplicarse en primer y preferente lugar la Ley de Contrataciones
del Estado y su Reglamento, en el caso, el artículo 170 antes referido.

A tal efecto, se reitera el criterio ya afirmado por esta instancia –así como ha sido
expresado en sede administrativa por el Organismo Supervisor de Contrataciones

15
del Estado – OSCE- en el sentido que el artículo 52 de la Ley de Contrataciones del
Estado consagra la caducidad con un plazo general (hasta la culminación del
contrato), mientras que el Reglamento consagra los casos específicos, con plazos a
computarse de modo también específico, los cuales son aplicables por cuanto
cumplen la función de colaboración reglamentaria. En ese sentido, es claro que en
el laudo se ha aplicado el plazo de caducidad de 15 días fijado por el artículo 52 de
la Ley de Contrataciones del Estado, pero computándolo en la forma prevista por el
artículo 170 de su Reglamento, esto es, desde la comunicación de la resolución (en
el caso, la entrega de la Carta Notarial N°012-2014 /VIVIENDA/VMCS/PNSU/1.0 el
25 de febrero de 2014); por lo que llama la atención que no se haya tenido en
consideración la consecuencia que para la caducidad prevé la misma norma
reglamentaria (el consentimiento de la resolución del contrato), y por ende se haya
prescindido de considerar las implicancias de dicho consentimiento respecto de las
otras pretensiones, sobre las cuales emite pronunciamiento amparándolas. Por
tales consideraciones, corresponde declarar fundado el recurso de anulación y
consecuentemente inválidos el punto resolutivo primero en cuanto declara Fundada
en parte la excepción de caducidad deducida por el Programa Nacional de
Saneamiento Urbano – PNSU, y declara la caducidad de la acción de Consorcio
SAGYM únicamente respecto de la primera pretensión de la demanda arbitral; así
como los puntos resolutivos tercero, quinto y octavo del laudo, debiendo entenderse
que por efecto de la caducidad de la primera pretensión principal, han caducado
igualmente la segunda, cuarta y séptima pretensiones principales de la demanda
del Consorcio SAGYM.

VIGESIMO SEGUNDO: De otro lado, si bien el artículo 65 inciso b) de la Ley de


Arbitraje dispone que amparado que sea el recurso de anulación con base en la
causal b) del artículo 63 de la misma ley, debe disponerse el reenvío de la causa a
sede arbitral a fin que se reanude el arbitraje en la etapa en que se cometió la
violación, el Colegiado estima que en el caso concreto dicha norma no aplica por
las particularidades del vicio que motiva la anulación, pues apreciada judicialmente
la caducidad sub judice, no corresponde la renovación de acto arbitral alguno, por lo
que carece de objeto dicho reenvío.

VIGESIMO TERCERO: En cuanto al noveno punto resolutivo, también cuestionado


en el recurso de anulación, se advierte que éste versa sobre el extremo que declara

16
infundada la reconvención de declaración de validez y eficacia de la Carta N° 012-
2014/VIVIENDA/VMCS/PNSU/1.0, en cuanto declara parcialmente resuelto el
Contrato N° 003-2013/VIVIENDA/VMCS/PNS por la causa l de incumplimientos
atribuibles al Consorcio SAGYM. Al respecto se aprecia del laudo que dicho
pronunciamiento sólo fue posible sobre la base de ingresar a analizar la razón por
la que se procedió a la resolución de contrato, y si las causas invocadas en el acto
resolutorio (la Carta N° 012-2014/VIVIENDA(VMCS/PNS U/1.0) eran irreversibles5.
Pero, como quedó dicho precedentemente, esto no era ya posible al haber quedado
consentida dicha resolución contractual por haber operado la caducidad de la
pretensión destinada a cuestionarla. Y si bien en el laudo se expresa que no
obstante haberse declarado fundada la excepción de caducidad respecto de la
primera pretensión demandada por el Consorcio SAGYM, ha sido la Entidad quien
vía reconvención ha solicitado se determine la validez y eficacia de la Resolución
Contractual, “pretensión reconvencional respecto de la cual no resultan extensivos
los efectos de la caducidad declarada”; sin embargo, es patente a ojos de este
Colegiado, la absoluta orfandad de motivación acerca del impacto que sobre dicha
pretensión reconvencional tiene el consentimiento de la resolución del contrato
dispuesto por el artículo 170 del Reglamento de la Ley de Contrataciones del
Estado, como consecuencia de haber operado la caducidad declarada; como
tampoco nada se ha dicho sobre si dicha consecuencia jurídica está sujeta a
discrecionalidad y disposición por la Entidad, esto es, si pese a ser dispuesta por la
norma, el sólo hecho de haberse planteado por la Entidad una pretensión
declarativa de la validez de la reconvención, autoriza a prescindir del
consentimiento y lo que éste implica, para juzgar –y eventualmente negar- la
validez de la resolución contractual ya consentida; debiendo recordarse que la
caducidad como institución jurídica atañe al imperativo legal de orden público frente
al que no cabe renuncia.6

5
Así, en la página 27 del laudo se expresa: “Considerando que a petición reconvencional de la
Entidad se encuentra en análisis la validez y eficacia del acto resolutorio practicado por ésta, debe
verificarse entonces si las causas descritas por la Entidad, constituyen realmente situaciones
irreversibles que se encuentran comprendidas en la excepción normativa antes aludida”
6
Así, la Corte Suprema ha establecido que: “En el instituto de caducidad, a diferencia de la
prescripción, se aprecia el imperativo de la ley por asegurar una situación jurídica, lo que se explica
por su íntima vinculación con el interés colectivo y la seguridad jurídica, por ello el juez está facultado
para aplicarla de oficio, en una verdadera función de policía jurídica, superando el interés individual ya
que no cabe renuncia ni pacto en contario”. Casación N° 2566-99- Callao

17
Por tanto, este extremo del noveno punto resolutivo deviene afectada de nulidad
refleja derivada de lo expresado en las consideraciones relativas a la caducidad de
las pretensiones de la demanda de Consorcio SAGYM y el consecuente
consentimiento de la resolución del contrato ordenado por la norma, debiendo
reenviarse la causa a sede arbitral a fin que se emita nuevo pronunciamiento sobre
este extremo de la reconvención de la Entidad, cumpliendo el estándar
constitucional de la debida motivación de derecho.

De la causal c)
VIGESIMO CUARTO: La causal de anulación c) prevista en el artículo 63 inciso 1)
de la Ley de Arbitraje, comprende dos supuestos, siendo el segundo el invocado
por el demandante; tal supuesto está referido a la posibilidad de cuestionar las
actuaciones arbitrales, siempre que éstas se hayan realizado en contravención a
los acuerdos adoptados por las partes o, en su defecto, al reglamento que resulte
aplicable, o a las normas contenidas en la Ley de Arbitraje.

En esencia, dicha causal supone la violación del acuerdo de las partes respecto a la
forma en que debe tramitarse el arbitraje al que se han sometido para la solución de
su controversia; conceptualmente se sustenta dicha causal en el carácter jurígeno
de la autonomía de voluntad de las partes en la configuración procedimental del
arbitraje, según está reconocido en el artículo 34 de la Ley de Arbitraje que
establece:

“Artículo 34.- Libertad de Regulación de actuaciones


1. Las partes podrán determinar libremente las reglas a las que se sujeta el
tribunal arbitral en sus actuaciones […]”

Dicha configuración procedimental acordada (directamente o por remisión, o


aquella derivada supletoriamente del Reglamento Arbitral o la ley) es vinculante
para el Tribunal Arbitral, en el marco de su relación contractual con las partes que
cimenta la competencia que éstas le han atribuido para resolver su conflicto. De
modo que, cuando el Tribunal Arbitral incumple tales reglas, en realidad está
incumpliendo su contrato con las partes, por lo que su competencia para resolver
válidamente el conflicto decae, deviniendo el laudo así emitido con omisión o
violación de dichas reglas, en nulo.

18
De lo expuesto, se deriva como efecto inexorable que cuando las partes someten a
particulares –los árbitros- la solución de sus conflictos de acuerdo a determinadas
reglas acordadas directa y expresamente (reglas del arbitraje), o por remisión a un
plexo normativo determinado (Reglamento del Centro de Arbitraje), se
comprometen al respeto y cumplimiento de tales reglas y a lo que de acuerdo a
ellas sea decidido por el árbitro.

Por tanto, la causal de anulación c) se cimenta sobre la autonomía de voluntad y la


fuerza jurígena de su ejercicio en la específica configuración de las normas
procedimentales del arbitraje; y tiene por finalidad garantizar esa eficacia vinculante
del acuerdo de voluntades de las partes.

VIGESIMO QUINTO: Como esta Sala ha expresado ya en las causas Nros. 252-
2014 y 223-2015, entre otras, cuando la ley prevé la posibilidad de anulación de un
laudo porque “las actuaciones arbitrales no se han sujetado al acuerdo entre las
partes o al reglamento arbitral aplicable”, en términos generales está radicando la
causal de anulación en el incumplimiento de reglas del procedimiento arbitral, vale
decir, normas concernientes a la sustanciación del arbitraje, entendidas como
aquellas que regulan el decurso del arbitraje y que, por tanto, fijan el procedimiento
que se ha de seguir para obtener la actuación del derecho positivo en el caso
concreto. Por tanto, dicha causal no está referida a eventuales infracciones a los
términos contractuales pactados entre las partes o a las normas sustantivas que
regulan la materia controvertida, por lo que no puede denunciarse por vía de esta
causal de anulación, la indebida interpretación o aplicación de las estipulaciones
contractuales y normas sustantivas que rigen el contrato, con las cuales se resuelve
el fondo de la controversia arbitral.

VIGESIMO SEXTO: En el caso que nos ocupa, el MINISTERIO invoca la causal c)


antes referida, para cuestionar lo resuelto por el Tribunal Arbitral, siendo que el
planteamiento nulificante se sustenta en que se ha expedido un laudo arbitral que
no se ajusta a lo acordado por las partes, pues el tribunal invoca la buena fe y
común intención de las partes en los términos de la relación y desconoce el
contenido de las adendas, cuando la norma es ley entre las partes y por tanto es el
derecho que nos ocupa, por lo que el CONSORCIO obligatoriamente tuvo que
contar previamente con la conformidad de la Unidad de Estudios al Informe Nro. 06

19
del CONSORCIO, correspondiente a la aprobación del Informe Nro. 01 Versión 4 de
EL CONSULTOR, por lo que al amparar esta pretensión, el árbitro estaría
desnaturalizando la voluntad de las partes pactadas en el contrato, es decir:
Ejecución – Conformidad – Pago, y según la interpretación del Tribunal
Unipersonal, estaríamos en el supuesto de Ejecución – Pago.

Sin embargo, como es evidente, tales alegaciones no atañen al incumplimiento de


ninguna regla de procedimiento arbitral, pactada o fijada por el reglamento arbitral o
la ley, sino que implican más bien cuestionamientos a la función de interpretación
normativa y contractual, y valoración probatoria, por lo que no se subsume dentro
de los alcances de la causal de anulación invocada.

Se concluye, entonces que en este extremo, el recurso de anulación es


improcedente pues no se denuncia la infracción de ninguna regulación
procedimental.

DECISIÓN:

En mérito de lo expuesto, este Superior Colegiado, RESUELVE:

- DECLARAR IMPROCEDENTE el recurso de anulación de laudo arbitral por


la causal c) del artículo 63 inciso 1) del D. Leg. 1071.

- DECLARAR FUNDADO el recurso de anulación del laudo arbitral de


derecho fecha 04 de setiembre de 2015, corregido por resolución 19 del 10
de marzo de 2016, por la causal b) del artículo 63 inciso 1) del D. Leg. 1071;
en consecuencia, NULOS los puntos resolutivos primero (en cuanto
declara Fundada en parte la excepción de caducidad deducida por el
Programa Nacional de Saneamiento Urbano – PNSU, y declara la caducidad
de la acción de Consorcio SAGYM únicamente respecto de la primera
pretensión de la demanda arbitral); tercero, quinto y octavo del laudo,
debiendo entenderse que por efecto de la caducidad de la primera
pretensión principal, han caducado igualmente la segunda, cuarta y séptima
pretensiones principales de la demanda del Consorcio SAGYM. Sin reenvío
al tribunal arbitral.

20
- DECLARAR FUNDADO el recurso de anulación del laudo arbitral de
derecho fecha 04 de setiembre de 2015, corregido por resolución 19 del 10
de marzo de 2016, por la causal b) del artículo 63 inciso 1) del D. Leg. 1071;
en consecuencia, NULO el noveno punto resolutivo en el extremo que
declara Infundada la Reconvención de declaración de validez y eficacia de
la Carta N° 012-2014/VIVIENDA(VMCS/PNSU/1.0, en cua nto declara
parcialmente resuelto el Contrato N° 003-2013/VIVIE NDA/VMCS/PNS por la
causal de incumplimientos atribuibles al Consorcio SAGYM; con reenvío al
tribunal arbitral, a fin que emita nuevo pronunciamiento sobre dicho
extremo de la reconvención.

En los seguidos por el MINISTERIO DE VIVIENDA, CONSTRUCCION Y


SANEMAIENTO contra CONSORCIO SAGYM, sobre ANULACIÓN DE LAUDO
ARBITRAL.

ROSSELL MERCADO ARRIOLA ESPINO

RIVERA GAMBOA

21
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
SEGUNDA SALA CIVIL SUBESPECIALIDAD COMERCIAL

Expediente N°103 - 2017

Demandante: AGUA, ALCANTARILLADO Y OBRAS S.A.C. -


AGALOBRAS S.A.C.
Demandado :SUPERINTENDENCIA NACIONAL DE ADUANAS Y
DE ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA - SUNAT.
Materia : ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL

El Decreto Legislativo N° 1071 recoge en el artícul o 63°, las


causales por las cuales puede ser anulado un laudo arbitral, las
que si bien son taxativas deben ser interpretadas en el marco
constitucional del derecho al debido proceso y la tutela
jurisdiccional efectiva consagrado en el artículo 139°.3 de la
Constitución Política del Estado.

RESOLUCIÓN NÚMERO 08

Lima, cuatro de octubre del dos mil diecisiete.

VISTOS: observándose las formalidades


previstas en el artículo 131 del Texto Único Ordenado de la Ley
Orgánica del Poder Judicial y, teniéndose a la vista el expediente
arbitral que se acompaña; interviene como Juez Superior ponente la
doctora Arriola Espino; y,

I. OBJETO DEL RECURSO

Es materia de pronunciamiento la demanda de Anulación de Laudo


Arbitral interpuesta por Agua, Alcantarillado y Obras S.A.C., contra el
Laudo Arbitral de derecho contenido en la resolución número cinco de

1
fecha primero de diciembre del dos mil dieciséis1, emitido por el árbitro
único Rony Salazar Martínez, en el proceso arbitral seguido por Agua,
Alcantarillado y Obras S.A.C., contra la Superintendencia Nacional de
Aduanas y de Administración Tributaria -SUNAT. La parte demandante
plantea la anulación total del laudo, cuyos puntos resolutivos son los
siguientes:

“PRIMERO: Respecto al primer punto controvertido, se


declara INFUNDADA la demanda presentada por el Consorcio
Agal y como consecuencia de ello, el Contratista ha incumplido
las obligaciones contractuales establecidas en el contrato N°
302-2013/SUNAT-Prestación de Servicios, respecto a las
órdenes de trabajo N° 45, 46 y 47.

SEGUNDO: Respecto al segundo punto controvertido se


declara INFUNDADA la demanda presentada por el Consorcio
Agal y como consecuencia de ello, se declara eficaz la carta N°
1526 - 2014-SUNAT/8B1300, en la cual se impone al
Contratista una penalidad por el monto de S/ 65,281.00 nuevos
soles.

TERCERO: Respecto al tercer, cuarto, quinto, sexto, sétimo,


octavo, noveno y décimo punto controvertido se declara
INFUNDADA la demanda presentada por el Consorcio Agal.

CUARTO: Disponer que cada una de las partes asuman los


gastos generados en el presente proceso.

QUINTO: Disponer la remisión de un ejemplar del presente


laudo, a la Dirección de Arbitraje Administrativo del OSCE para
su posterior publicación.

1
F. 24-32.

2
II. FUNDAMENTOS DE LA DEMANDA

II.1. Causal de Anulación del Laudo Arbitral

Mediante demanda de anulación del laudo arbitral emitido2, la parte


demandante invoca como causal de anulación la prevista en el artículo
63°, numeral 1, literal b) del Decreto Legislativo N.° 1071, en el
siguiente extremo:
“Artículo 63.- Causales de anulación.
1.El laudo sólo podrá ser anulado cuando la parte que solicita la
anulación alegue y pruebe: b. Que una de las partes (…) no ha podido
por cualquier otra razón, hacer valer sus derechos” (subrayado
nuestro).

II.2. Fundamentos expuestos para sustentar la causal b).

La demandante Agua, Alcantarillado y Obras S.A.C. – ALAGOBRAS


S.A.C. (en adelante Consorcio AGAL o la Contratista) procede a
denunciar que el laudo materia de impugnación ha vulnerado el debido
proceso, específicamente el derecho a la motivación del laudo arbitral
y, el derecho a la prueba (valoración de medios probatorios); expresa
los siguientes fundamentos:

i) Con fecha nueve de julio del dos mil trece las partes suscribieron el
contrato N° 302-2013/SUANT/4G3500, cuya prestación de servicio
contratado se estableció a través de la ejecución periódica de órdenes
de trabajo a ser emitidas por la Entidad.

ii) Estando en etapa de ejecución contractual, con fecha veinte de


agosto del dos mil catorce la recurrente por carta N° 094-2014 solicitó
a la Entidad el transporte de elementos que impedían la ejecución de
las labores del servicio; cabe señalar que todos los transportes de todos
estos elementos no estaban contemplados en la Orden de Trabajo N°
45, con lo cual es la Entidad quien debía ocuparse de dichas

2
F.40-62.

3
diligencias.

iii) Mediante carta N° 095-2014 de fecha veinticinco de agosto del dos


mil catorce, la recurrente procedió a comunicar el cumplimiento de las
actividades correspondientes a la Orden de Trabajo N° 46.

iv) En el proceso arbitral se hizo alusión a la ampliación de los plazos


N° 01 y N° 02 solicitadas con carta N° 128-2014 y carta N° 132-2014,
las que se fundamentan en paralizaciones por hechos no imputables al
Consorcio, sino por causal de paralización por parte de la
Municipalidad de Miraflores.

v) Con la carta N°175-2014 de fecha doce de diciembre del dos mil


catorce, la Entidad procedió a declarar improcedente la solicitud de
ampliación de los plazos N° 01 y N° 02, con lo cual se vieron forzados a
someter ambos plazos a la vía arbitral.

vi) Con fecha veintiséis de diciembre del dos mil catorce, la Entidad
procede a aplicar la penalidad al Consorcio mediante carta N°1526-
2014, por el monto de sesenta y cinco mil doscientos ochenta y no
nuevos soles (S/.65,281.00), imputándole noventa y dos días (92) de
retraso en la ejecución del servicio, respecto a las Ordenes de Trabajo
N° 45, 46 y 47, objeto del contrato N° 302-2013/SUNAT-Prestaciones
de Servicios.

vii) Mediante carta N°143-2014 de fecha veintiséis de diciembre del dos


mil catorce, el Consorcio solicita la suspensión de la indebida
imposición de penalidad; toda vez que, los hechos que la fundamentan
son materia de controversia en el fuero arbitral.

viii) Conforme se advierte del laudo arbitral, contenido en la resolución


número cinco de nueve de diciembre de dos mil dieciséis, no se ha
valorado los medios probatorios que demuestran la existencia de
interferencias técnicas desde el treinta de julio del dos mil catorce al
veintiséis de diciembre del dos mil catorce, en que la Municipalidad de

4
Miraflores a solicitud de la SUNAT emite la Resolución Sub Gerencial
N° 1311-2014 de fecha veintiséis de diciembre del dos mil dieciséis,
que declara procedente la solicitud de levantamiento de medida
cautelar de paralización.

ix) El laudo arbitral cuestionado ha incurrido en la causal de nulidad


prevista en el literal b) del inciso 1) del artículo 63° de la Ley de
Arbitraje, al haber declarado que el Consorcio ha incurrido en
incumplimiento de obligaciones, omitiendo verificar que la imposición
de penalidad transgrede el margen de discrecionalidad permitido, al
haber traspasado el monto máximo equivalente al 10% del monto del
contrato según el artículo 165 del Reglamento de la Ley de
Contrataciones del Estado, monto superado con las controversias de
los Expedientes N°SO68-2014, S159-2014, S138-2014 y S131-2014;
asimismo no valora medios probatorios ofrecidos.

III. CONTESTACIÓN DE DEMANDA.

Mediante escrito de fojas noventa y tres y siguientes el Procurador


Público de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de
Administración Tributaria - SUNAT, contesta el recurso de anulación
en los siguientes términos:

i) El Contratista no señala claramente, menos acredita qué garantía del


debido proceso se habría vulnerado en el proceso, lo que expone es
haberse contravenido el debido proceso por haber decidido declarar la
eficacia de la Carta N°1526-2014-SUNAT/8B1300.

ii) Lo mismo sucede cuando alega supuesta indefensión, “porque según


detalla, el árbitro no ha valorado las pruebas en el sentido que el
Contratista lo buscaba”.

iii) No ha existido vulneración del debido proceso por parte del Árbitro,
lo que se verifica del desarrollo de los considerandos del laudo arbitral,
el que contiene motivación clara y congruente con lo discutido.

5
IV. TRÁMITE DEL RECURSO DE ANULACIÓN

Mediante resolución número uno de fecha veinte de febrero de dos mil


diecisiete, que obra de fojas sesenta y tres a sesenta y cinco, se admite
a trámite el recurso de anulación de laudo arbitral, interpuesta por
Agua, Alcantarillado y Obras S.A.C, por la causal b) prevista en el
inciso 1) del artículo 63° del Decreto Legislativo N° 1071, Ley de
Arbitraje. Se tiene por ofrecidos y admitidos los medios probatorios
presentados; se corre traslado a la parte demandada. Mediante
resolución número cuatro de fojas ochenta y cuatro se tiene por
recibido el expediente arbitral; y mediante resolución número cinco de
fecha dos de agosto del dos mil diecisiete se tiene por absuelto y
contestada la demanda, señalándose fecha de la vista de la causa,
informe que fue escuchado por esta Sala Superior conforme se aprecia
del acta de fojas ciento siete; y,

CONSIDERANDO:

Sobre el arbitraje y control judicial de laudos arbitrales

PRIMERO.-Nuestro esquema constitucional permite el control judicial


de laudos emanados de un proceso de arbitraje. Y es que si bien el
proceso arbitral es de naturaleza constitucional, autónoma e
independiente3, es constitucional también que ante eventuales
afectaciones a los derechos y principios fundamentales exista un
sistema de control y protección judicial que garantice la observancia y
el respeto de los principios jurisdiccionales y derechos fundamentales
de los involucrados.

3
El arbitraje encuentra justificación constitucional en el principio de autonomía de la voluntad; es
decir, en la “libertad”. Son las partes quienes libremente deciden someter sus controversias
arbitrables no a la jurisdicción estática (del Estado), sino a la de los árbitros. La libertad está
reconocido en el artículo 2, inciso 24, literal a de la Constitución, que interpretado conjuntamente
con el artículo 1 de la Norma Fundamental, se infiere su importancia en nuestro ordenamiento
jurídico, pues protegen la libertad de la persona humana como un valor superior y derecho
fundamental.

6
Al respecto, el Tribunal Constitucional ha precisado este carácter
recordando lo siguiente:

“Como ya ha señalado este Tribunal, “la naturaleza de jurisdicción


independiente del arbitraje, no significa que establezca el ejercicio de
sus atribuciones con inobservancia de los principios constitucionales que
informan la actividad de todo órgano que administra justicia, tales como
el de independencia e imparcialidad de la función jurisdiccional, así
como los principios y derechos de la función jurisdiccional. En particular,
en tanto jurisdicción, no se encuentra exceptuada de observar
directamente todas aquellas garantías que componen el derecho al
debido proceso” (STC 6167-2005-PHC/TC, fundamento 9)”4.

SEGUNDO.- El artículo 62° inciso 1), del Decreto Legislativo N.° 1071,
señala que contra el laudo sólo podrá interponerse recurso de
anulación. Este recurso constituye la única vía de impugnación del
laudo y tiene por objeto la revisión de su validez por las causales
taxativamente establecidas en el artículo 63°. El recurso se resuelve
declarando la validez o la nulidad del laudo.

En ese contexto, teniendo presente el principio constitucional


contenido en el artículo 139°, inciso 1), de la Constitución5, así como
de las disposiciones legales previstas en el artículo 62°, incisos 1) y 2)
del Decreto Legislativo N.° 1071 Ley de Arbitraje, se habilita el control
judicial de los laudos arbitrales, en tanto quien solicita la anulación del
laudo invoque y pruebe el cumplimiento de las causales previstas
taxativamente en el artículo 63° del Decreto Legislativo N° 1071.Las
alegaciones formuladas y las pruebas aportadas por quien pretende la
nulidad del laudo deben estar dirigidas a sustentar las causales de
anulación legalmente establecidas.

4
Expediente N°OOOI42-2011-PA/TC, Lima 21.09.2011, f. 12.

5
Esta norma constitucional reconoce la jurisdicción arbitral al señalar que no existe ni puede
establecerse jurisdicción alguna independiente, con excepción de la militar y la arbitral.

7
De acuerdo a ello, la doctrina considera que el Recurso de Anulación
de Laudo Arbitral, tiene por objeto revisar únicamente la validez del
laudo, controlándose el cumplimiento de los recaudos legales, sin
entrar a valorar el acierto o desacierto de la decisión, es decir, el Juez
se encuentra limitado a revisar la forma, más no el fondo de la materia
sometida a arbitraje; de ese modo y conforme a las normas
mencionadas, las causales legales para interponer el recurso de
anulación contra el laudo arbitral se encuentran contempladas de
manera taxativa.

TERCERO.-Es preciso entonces, delimitar el nivel de actuación de este


órgano jurisdiccional, el cual sólo puede pronunciarse revisando la
validez del laudo por las causales establecidas en el artículo 63°,
resolviendo la validez o la nulidad del laudo, estando prohibido bajo
responsabilidad la revisión del fondo de la controversia, así lo
señala el artículo 62° del Decreto Legislativo 1071.

Sobre el particular, es pertinente citar a Caivano6 quien refiere:“Cabe


aclarar que la impugnación por nulidad (…) lo que procura es invalidar el
pronunciamiento arbitral por carecer de los requisitos que la legislación
impone, y en consecuencia, los medios de impugnación no resultan (…)
en principio disponibles por las partes al fundarse en cuestiones de
orden público. (…) se controla el cumplimiento de los recaudos legales,
sin entrar a valorar el acierto o desacierto de la decisión (…)”.
Esto significa también, como precisa Boza7 que: “(…) las
determinaciones del árbitro tanto en cuanto a los hechos materia de la
controversia como a la interpretación que haga del Derecho aplicable y
las conclusiones jurídicas a las que llegue, por más erradas que éstas
pudieran estar, son inamovibles. La tarea de la Corte se limita,
pues, a revisar la forma más no el fondo delasunto (…)”(énfasis
agregado).

6
CAIVANO, Roque, “Los Laudos Arbitrales y su Impugnación por Nulidad”. En: Jurisprudencia
Argentina, Nº 5869, 23 de febrero de 1994, p. 10.
7
BOZA Dibós, Beatriz, “Reconocimiento y Ejecución en el Perú de Laudos Arbitrales Extranjeros”.
En: Revista Themis de Derecho, Segunda Época Nº 16, 1990, p. 63.

8
CUARTO.-El Decreto Legislativo N° 1071 recoge en el artículo 63°, las
causales por las cuales puede ser anulado un laudo arbitral, las que si
bien son taxativas deben ser interpretadas en el marco constitucional
del derecho al debido proceso y la tutela jurisdiccional efectiva
consagrado en el artículo 139°.3 de la Constitución Política del Estado.

QUINTO.- Cabe señalar que el artículo 63° incisos 2 y 7 de la Ley de


Arbitraje, establece que para plantear un recurso de anulación se debe
interponer previamente la solicitud de rectificación, interpretación,
integración y/o exclusión del laudo, previstas en el artículo 58° de la
Ley de Arbitraje, si es que fuera desestimada; sin embargo, para este
Colegiado Superior tal exigencia no debe considerarse ante la
denuncia de afectación al derecho a la motivación de las resoluciones,
toda vez que tales reclamos no superarían tal afectación.

RESPECTO DE LA CAUSAL “B” CONTENIDA EN EL ARTÍCULO


63°.1 DE LA LEY DE ARBITRAJE.

SEXTO.-El artículo 63 del Decreto Legislativo N°1071, Ley de Arbitraje,


establece las causales anulación de un laudo. La parte demandante
invoca haberse incurrido en la causal b) prevista en el inciso 1. de esta
norma, en relación al derecho-deber de motivación de la resolución y el
derecho a la prueba (valoración de medios probatorios).

SÉPTIMO.- Si bien es cierto que el artículo 62° del Decreto Legislativo


1071 establece que contra el laudo emitido solo podrá interponerse
recurso de anulación en sede judicial, la cual revisará su validez, no
involucrándose con el fondo de la controversia o el contenido de la
decisión, sino limitándose a las causales establecidas en el artículo
63° del mismo Decreto Legislativo, entre las cuales no se prevé
expresamente la afectación al derecho a la motivación; también es
verdad que, no podemos dejar de considerar que el extremo del inciso
b. del referido artículo 63° al señalar como causal “… una de las

9
partes … no ha podido por cualquier otra razón, hacer valer sus
derechos”, debe interpretarse en el marco constitucional de respeto al
debido proceso y la tutela jurisdiccional efectiva consagrada en el
artículo 139°.3 de la Constitucional, la que en concordancia con la
duodécima disposición complementaria de la vigente Ley de Arbitraje,
es el recurso de anulación de laudo la única vía idónea para proteger
cualquier derecho amenazado o violado en el curso de un arbitraje o
en el laudo, entre esos derechos, el de motivación, a la defensa, a la
prueba.

Derecho a la motivación de resoluciones.

OCTAVO.- Toda resolución, sea judicial, administrativa, arbitral, debe


estar revestida de razones fácticas y jurídicas, necesarias y
suficientes acorde a lo que es materia de la controversia; pues el
juzgador (en sentido amplio) debe expresar de manera clara y
coherente el razonamiento lógico y jurídico que lo llevó a decidir de
una u otra manera. Así, la jurisdiccional arbitral, reconocida en el
artículo 139°1 de la Constitución Política del Estado no está exenta
del respeto al principio y derecho fundamental de motivar las
resoluciones, derecho que forma parte del debido proceso reconocido
en el inciso 3 de la referida norma constitucional; el laudo a emitirse
debe estar debidamente motivado, como así lo exige expresamente el
artículo 139°.5 de la Constitución y el artículo 56°.1 del Decreto
Legislativo N°1071, a menos que las partes hayan convenido algo
distinto o se emita laudo como consecuencia de una transacción entre
las partes. Es de considerar que “La exigencia de motivar camina en
paralelo a la magnitud de la potestad discrecional; a mayor
discrecionalidad mayor motivación, puesto que la necesidad de
motivar es proporcional a las posibilidades de elegir (y de decidir)8.

8
IgartuaSalaverría, Juan. El razonamiento en las resoluciones judiciles. Ed. Palestra-Temis, Lima-
Bogotá, 2009, p.17.

10
NOVENO.-El derecho a la debida motivación de los laudos arbitrales
importa que los árbitros, al resolver las causas, expresen las razones o
justificaciones objetivas que los llevan a tomar una determinada
decisión. Esas razones deben provenir no sólo del ordenamiento
jurídico vigente y aplicable al caso, sino de los propios hechos
debidamente acreditados en el trámite del proceso. Sin embargo, en
esta instancia, la tutela del derecho a la motivación de las resoluciones
no debe ni puede servir de pretexto para someter a un nuevo examen
las cuestiones de fondo ya decididas por dichos árbitros en el laudo
arbitral. Como ha señalado el Tribunal Constitucional, “Una
motivación dará debido cumplimiento al derecho a la motivación, si y
solo si, los argumentos que la conforman son suficientes, coherentes y
congruentes”9.

Derecho a la prueba
DÉCIMO.- El derecho a la prueba forma parte del contenido
constitucionalmente protegido al debido proceso y a la tutela judicial
efectiva. Como ya lo ha señalado el Tribunal Constitucional, las partes
procesales tiene el derecho a ejercer su defensa ofreciendo medios
probatorios acordes con los hechos que invocan, las que deben
actuarse y valorarse por el juzgador con debida motivación; la omisión
de valorar medios probatorios admitidos significa violación al derecho a
la prueba y, consecuentemente, al derecho al debido proceso.

DÉCIMO PRIMERO.-Se trata de “de un derecho complejo cuyo


contenido, de acuerdo con lo señalado anteriormente por el Tribunal
Constitucional (vid. STC 6712-2005/HC/TC, FJ 15), está
determinado:(...) por el derecho a ofrecer medios probatorios que se
consideren necesarios, a que estos sean admitidos, adecuadamente
actuados, que se asegure la producción o conservación de la prueba a
partir de la actuación anticipada de los medios probatorios y que éstos
sean valorados de manera adecuada y con la motivación debida, con el

9 Expediente N° 00191 2013-PA/TC, Lima 19.01.2017, f.2

11
fin de darle el mérito probatorio que tenga en la sentencia. La
valoración de la prueba debe estar debidamente motivada por escrito,
con la finalidad de que el justiciable pueda comprobar si dicho mérito
ha sido efectiva y adecuadamente realizado”10.

RESPECTO DEL CASO

DÉCIMO SEGUNDO.- Este Colegiado Superior entiende que la parte


demandante invoca el inciso b) del numeral 1) del citado artículo 63°
del Decreto Legislativo N° 1071,como causal de anulación del laudo
emitido, cuál es, “Que una de las partes no ha podido por cualquier otra
razón, hacer valer su derechos”; sustento para considerar que el laudo
de fecha primero de diciembre del dos mil dieciséis, vulnera dos
derechos fundamentales: 1. Derecho a la motivación del laudo arbitral;
2. Derecho a la prueba (valoración de medios probatorios).

DÉCIMO TERCERO.- En este caso, como ya hemos mencionado, el


recurso de anulación de laudo arbitral interpuesto por el demandante
Agua, Alcantarillado y Obras S.A.C., se sustenta específicamente en
que se ha vulnerado el derecho al debido proceso; pues al laudar, el
árbitro único ha declarado la eficacia de la carta N°1526-2014-
SUNAT/8B1300 que impone la penalidad, contraviniendo el debido
procedimiento al haber validado un acto emitido contra los límites
establecidos por el artículo 165° del Reglamento de la Ley de
Contrataciones del Estado, esto es, superando el monto máximo
equivalente al diez por ciento (10%) del monto del contrato vigente.
Dicho monto fue superado por las penalidades aplicadas en fecha
anterior y, que se están revisando en los expedientes arbitrales en
trámite N°S068-2014, S159-2014, S138-2014 Y S131-2014 y sus
acumulados, los que no tuvo en cuenta el árbitro único al resolver este
extremo; por tanto, indica el recurrente que existe una motivación
aparente.

10
Expediente N°1014-2007-PHC/TC, Lima 05.04.2007, f.13.

12
DÉCIMO CUARTO.- Si el árbitro considera que a Agua, Alcantarillado
y Obras S.A.C. no le corresponde el derecho que exige, ello queda
protegido dentro de los alcances del principio de independencia que le
asiste en su labor interpretativa, consagrado constitucionalmente por
el artículo 139º, inciso 1), de la Constitución Política del Estado; pero
si el árbitro no expresa en su decisión los motivos por los cuales
considera que a dicha parte procesal no le corresponde el derecho, o lo
hace de forma contradictoria con los principios básicos que la hacen
válida, incurriendo en arbitrariedad, su comportamiento escapa al
ámbito de independencia en la aplicación de la ley, y se sitúa dentro de
los supuestos de vulneración al derecho al debido proceso.

DÉCIMO QUINTO.- En el caso del laudo objeto de análisis,debemos


indicar que el árbitro único para resolver la controversia señaló como
quinto punto controvertido en el acta de la Audiencia de fecha
veintiséis de octubre del dos mil dieciséis: “Determinar si corresponde
declarar que la penalidad impuesta por medio de la carta N° 1526-
2014-SUNAT/8B21300 carece de sustento técnico y legal, toda vez que
la misma se basaría en hechos o imputaciones cuya veracidad y/o
validez se encontrarían sometidas a arbitraje, controversias que se
encontrarían en trámite ante la sede de arbitraje del OSCE y recaídas
en los expedientes S068-2014, S159-2014, S138-2014 Y S131-2014”.

DÉCIMO SEXTO.- Respecto al quinto punto controvertido el árbitro


único resolvió: “De acuerdo al análisis y lo resuelto en el segundo
punto controvertido en donde se dispone que la carta N° 1526-2014-
SUNAT/8B1300 produce todos sus efectos en cuanto a la aplicación de
las penalidades por el monto de S/65,281.00 nuevos soles, a la
valorización N° 31, imputándose noventa y dos (92) días de retraso en
la ejecución del servicio, respecto a las órdenes de Trabajo N° 45, 46 y
47, por causas imputables al Contratista. Por tanto el Árbitro Único
estima pertinente desestimar las pretensiones formuladas”.

13
De los argumentos expuestos para resolver el segundo punto
controvertido, no se aprecia que el árbitro único haya tenido a la vista
lo resuelto en los expedientes tramitados ante el Organismo Supervisor
de las Contrataciones del Estado - OSCE signados con los números
S068-2014, S159-2014, S138-2014 Y S131-2014, en los que se discute
también la aplicación de penalidades derivadas del contrato N°302-
2013/SUNAT, de fecha nueve de julio del dos mil trece, materia del
presente proceso en el que también se está discutiendo la aplicación
indebida de la penalidad impuesta por la Entidad.

DÉCIMO SÉPTIMO.- De lo descrito se evidencia que no existe un


pronunciamiento que haya resuelto el tema de la penalidad prevista en
el artículo 165° del Reglamento de la Ley de Contrataciones del Estado,
teniendo en cuenta lo expuesto por la recurrente, en el sentido de
haberse superado el monto máximo del diez por ciento del monto del
contrato, estando a las pretensiones que se discuten en los referidos
expedientes arbitrales seguidos ante el OSCE; en consecuencia,
correspondía que previamente a laudar, el árbitro único tenga a la
vista los expedientes N° S068-2014, S159-2014, S138-2014 y S131-
2014, de haber culminado o, piezas certificadas de ellos, toda vez “que
los presuntos días de retraso sobre las actividades en el CSC Miraflores
se encuentran relacionados a procesos sometidos al Fuero Arbiral”, tal
como se indicó en la Carta N°143-2014-CONSORCIO AGAL/SUNAT
dirigida por el Consorcio a la Entidad11, admitida como medio
probatorio, y evitar así posibles arbitrariedades.

DÉCIMO OCTAVO.- En el caso concreto, el árbitro único laudó sin


antes conocer de la decisión emitida en los procesos tramitados en el
OSCE, o por lo menos de lo que se estaba tramitando en ellos, más si
estas controversias se refieren a penalidades que derivan del mismo
contrato N° 302-2013/SUNAT, materia de este proceso; siendo ello así,
la situación advertida evidencia una clara transgresión del derecho al

11
F.102-103 del expediente arbitral.

14
debido proceso y a la tutela jurisdiccional efectiva, prevista en el
artículo 139°.3 de la Constitución Política del Estado, en su faz
derecho a la prueba y asimismo a la motivación debida, lo que se debió
respetar y garantizar en la vía arbitral.

DÉCIMO NOVENO.- Es más, el árbitro único resolvió los puntos


controvertidos tercer, cuarto, sexto, sétimo, octavo, noveno y décimo,
conjuntamente con el punto controvertido quinto, con remisión a lo
resuelto en el punto controvertido segundo referido a si corresponde
dejar sin efecto o no la carta N°1526-2014-SUNAT que impone al
contratista la referida penalidad.

VIGÉSIMO.- Este Colegiado Superior considera que el árbitro único


debió desarrollar cada uno de los puntos controvertidos y justificar
con rigor y honestidad intelectual la decisión adoptada de declarar
infundadas dichas pretensiones. Así, si bien es cierto el Tribunal
Constitucional ha señalado que es permitido la motivación por
remisión, también es cierto que la motivación por remisión implica
"que el juez de alzada decida haciendo suyas las razones expuestas en
la resolución recurrida. Hay motivación por remisión o per relationem
cuando sobre un determinado aspecto el juez no elabora una
justificación autónoma ad hoc, sino que reenvía a la justificación
contenida en otra resolución"12; lo que no sucede en este caso, pues en
la vía arbitral no hay segunda instancia, correspondiendo que el
juzgador de respuesta clara y razonada a cada una de las pretensiones,
en sí, a cada uno de los puntos controvertidos. Advertimos por
ejemplo que en el tercer punto controvertido se requería determinar si
corresponde declarar que la existencia de atrasos en la ejecución de las
órdenes de trabajo N° 45, 46 y 47 del contrato, se produjeron por
causa no atribuible al contratista; sin embargo, el árbitro único no
contesta expresamente este pedido del demandante asumido como

12
Zavaleta Rodríguez, Roger. La motivación de las resoluciones judiciales como argumentación
jurídica. Grijley, Lima, 2014, p.403.

15
punto controvertido y, se remite a lo expresado respecto del primer
punto controvertido, a fin de resolver otra pretensión del demandante;
así también ocurre con los puntos controvertidos, cuarto, sexto,
sétimo, octavo, noveno y décimo. En fin, el árbitro único
aparentemente ha resuelto la controversia, pero sin justificar cómo así
arribó a dichas conclusiones. No existe en el texto del laudo algún
razonamiento que explique porqué se debe declarar infundadas las
pretensiones de Agua, Alcantarillado y Obras S.A.C. contenidas en los
puntos controvertidos tercer, cuarto, sexto, sétimo, octavo, noveno y
décimo.

VIGÉSIMO PRIMERO.- En repetidas ocasiones este Colegiado ha


expresado su reproche a los pronunciamientos –provengan estos de
órganos judiciales o arbitrales, por igual– adoptados sin respetar el
derecho constitucional que tienen las partes involucradas en la
controversia, de recibir de quien dirime el conflicto una motivación que
justifique adecuadamente el porqué de lo decidido. El respeto a este
derecho –como en innumerables ocasiones lo ha sostenido la doctrina y
el Tribunal Constitucional– no está dirigido a garantizar que la
controversia sea resuelta en un determinado sentido, ni implica un
instrumento para calificar si el sentido de la decisión del árbitro fue
correcto o incorrecto; sino que, independientemente del sentido de la
solución adoptada, proscribe que ésta sea adoptada arbitrariamente,
sin expresar razones.

VIGÉSIMO SEGUNDO.- Habiéndose determinado que el laudo arbitral


impugnado ha vulnerado el derecho al debido proceso de Agua,
Alcantarillado y Obras S.A.C, en su manifestación de derecho a la
motivación de las resoluciones y derecho a la prueba,es necesario
amparar los fundamentos expuestos por la demandante en su recurso
de anulación.

Por tales consideraciones;

16
SE RESUELVE:

DECLARAR: FUNDADO el recurso de anulación del laudo arbitral; por


consiguiente, se declara NULO el Laudo Arbitral número cinco de fecha
primero de diciembre del año dos mil dieciséis, en todos sus extremos;
con reenvío a fin de que el árbitro emita nuevo pronunciamiento; en los
seguidos por Agua, Alcantarillado y Obras S.A.C, contra la
Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria
-SUNAT. Notifíquese conforme a ley.-

S.S.

ROSSELL MERCADO ARRIOLA ESPINO

MEDINA SANDOVAL

17
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
PRIMERA SALA COMERCIAL PERMANENTE
SS. ECHEVARRÍA GARVÍRIA
PRADO CASTAÑEDA
MEDINA SANDOVAL
EXPEDIENTE : 00104-2018-0-1817-SP-CO-01
MATERIA : ANULACIÓN DE LAUDOS ARBITRALES (EJE)

RESOLUCIÓN NÚMERO DOS


Miraflores, veinte de junio del año dos mil dieciocho.-

DANDO CUENTA el escrito de subsanación con


código de ingreso 3998-2018 y, ATENDIENDO: PRIMERO.- Que, conforme a lo
establecido por el artículo 146 del Código Procesal Civil, los plazos previstos en este
Código son perentorios y no pueden ser prorrogados por las partes con relación a
determinados actos procesales, regla que rige de idéntica forma para el plazo
judicial. SEGUNDO.- Que, mediante la resolución N° 01, del 17 de abril de 2018 se
declaró inadmisible el recurso de anulación de laudo arbitral interpuesto por el
PROGRAMA NACIONAL DE SANEAMIENTO RURAL- PNSR del MINISTERIO DE
VIVIENDA, CONSTRUCCION Y SANEAMIENTO, representado por su Procurador
Público Dr. Juan Manuel Marroquín Camacho; concediéndose el plazo de tres días, a
fin de subsanar las omisiones advertidas, bajo apercibimiento de rechazarse el
recurso interpuesto. Sin embargo, esta parte no ha cumplido con subsanar la
inadmisibilidad decretada dentro del término concedido, a pesar de haber sido
debidamente notificada en su domicilio procesal el 30 de abril de 2018 (según pág.
267), debido a que su escrito de subsanación fue presentado el 08 de mayo del año
en curso (según pág. 251), es decir, fuera del plazo otorgado por resolución número
1; por lo que, haciéndose efectivo el apercibimiento decretado, corresponde
rechazarse el recurso de anulación interpuesto. Por las consideraciones antes
expuestas:
RECHAZARON el recurso de Anulación de Laudo Arbitral interpuesto por el
PROGRAMA NACIONAL DE SANEAMIENTO RURAL- PNSR del MINISTERIO DE
VIVIENDA, CONSTRUCCION Y SANEAMIENTO y ordenaron ARCHIVAR
DEFINITIVAMENTE los actuados.-

EAC
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
PRIMERA SALA COMERCIAL PERMANENTE
S.S. ECHEVARRÍA GAVIRIA
DÍAZ VALLEJOS
PRADO CASTAÑEDA
EXPEDIENTE : 00106-2018-0-1817-SP-CO-01
MATERIA : ANULACIÓN DE LAUDOS ARBITRALES (EJE)
RESOLUCIÓN NÚMERO DOS
Lima, seis de agosto de dos mil dieciocho.-

DADO CUENTA el escrito de subsanación, con código de ingreso


4214-2018, presentado por la parte recurrente INGENIERÍA Y ESTUDIOS
DE ANDALUCÍA S.L. (sin adjuntar ningún arancel judicial); y,
ATENDIENDO: PRIMERO.- A través del presente escrito, la parte
recurrente INGENIERÍA Y ESTUDIOS DE ANDALUCÍA S.L., no ha
cumplido con subsanar debidamente la inadmisibilidad de la demanda
decretada por resolución número 01, de fecha 20 de abril del año en
curso. SEGUNDO.- Al respecto, cabe precisar que mediante la
resolución número uno, esta Sala Superior declaró inadmisible el
recurso de anulación, requiriendo a la interesada, en el considerando
Sexto, lo siguiente: i) la copia de la demanda arbitral, ii) copia del
convenio arbitral, iii) copia del acta de instalación, iv) copia simple de
la Ficha RUC, v) copia legible del cargo de notificación del laudo
arbitral, vi) arancel judicial por recurso de anulación de laudo arbitral,
y por último vii) cumplir con señalar expresamente si pactaron como
requisito para interponer recurso de anulación, la presentación de
carta fianza. TERCERO.- Sin embargo, en el escrito de subsanación, la
parte recurrente sólo cumple con señalar que no se ha pactado la
presentación de carta fianza para interponer el recurso de anulación
de laudo arbitral, omitiendo subsanar las demás observaciones
señaladas precedentemente. CUARTO.-Siendo así, cabe resaltar que de
conformidad con la Primera Disposición Final del Código Procesal Civil,
establece imperativamente que “Las disposiciones de este Código se
aplican supletoriamente a los demás ordenamientos procesales,
siempre que sean compatibles con su naturaleza…”; y bajo tal lineamiento
procesal resulta pertinente señalar que conforme a lo establecido por el
artículo 146° del mismo cuerpo normativo que “Los plazos previstos en
este Código son perentorios. No pueden ser prorrogados por las partes
con relación a determinados actos procesales. La misma regla se aplica
al plazo judicial...”. CUARTO.- Asimismo el último párrafo del artículo
426° del Código Procesal Civil, establece imperativ amente que “(…) Si el
demandante no cumpliera con lo ordenado, el Juez rechazará la
demanda y ordenará el archivo del expediente.” QUINTO.- En efecto,
de la revisión de los autos y del escrito que se da cuenta, se puede
advertir que la parte recurrente INGENIERÍA Y ESTUDIOS DE
ANDALUCÍA S.L., no ha cumplido con subsanar todas las omisiones
anotadas en la resolución número 01; siendo ello así, se deberá
efectivizar el apercibimiento decretado por resolución número 1,
rechazando el recurso de anulación. Por las consideraciones antes
expuestas DISPUSIERON:
1).-RECHAZAR el recurso de Anulación de Laudo Arbitral interpuesto por
la parte recurrente INGENIERÍA Y ESTUDIOS DE ANDALUCÍA S.L.
2).-ARCHIVAR DEFINITIVAMENTE los actuados, devolviéndose los
anexos.-

EAC
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
PRIMERA SALA COMERCIAL PERMANENTE1

Sumilla: De conformidad con la duodécima


disposición complementaria del Decreto
Legislativo N° 1071: “Para los efectos de lo
dispuesto en el inciso 2) del artículo 5° del Código
Procesal Constitucional, se entiende que el
recurso de anulación del laudo es una vía
específica e idónea para proteger cualquier
derecho constitucional amenazado o vulnerado
en el curso del arbitraje o en el laudo.”.

EXPEDIENTE N° : 00108-2018-0-1817-SP-CO-01
IMPUGNANTE : PROYECTO ESPECIAL DE INFRAESTRUCTURA DE TRANSPORTE
NACIONAL
EMPLAZADA : INGENIEROS CIVILES Y CONTRATISTAS GENERALES
MATERIA : ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL

RESOLUCIÓN N°: 7
Miraflores, 21 de agosto del 2018.-

VISTOS:

Estando en el visor del Eje que el estado del proceso es el de resolver el recurso
de anulación de laudo arbitral interpuesto por EL PROYECTO ESPECIAL DE
INFRAESTRUCTURA DE TRANSPORTE NACIONAL (en adelante PROVIAS
NACIONAL); con el expediente arbitral que se tiene a la vista (en un total de
1820 folios, distribuido en IV Tomos); e interviniendo como Juez Superior
Ponente la señora Echevarría Gaviria.

RESULTA DE AUTOS que: por escrito visualizado de fojas 124 a 141, PROVIAS
NACIONAL interpone recurso de anulación de laudo arbitral a fin de que el

1 Resolución Administrativa número 001-2017-P-CSJLI/PJ, publicada en el diario oficial “El


Peruano” el día 03 de enero de 2017.

1
órgano jurisdiccional comercial competente anule el laudo arbitral de
derecho de fecha 26 de octubre de 2017, visualizado de fojas 75 a 111, en el
extremo que resolvió declarar infundada la primera pretensión de la
reconvención formulada. El laudo fue emitido por el Tribunal Arbitral
conformado por los árbitros Juan Manuel Revoredo Lituma (presidente), Jorge
Jurado Velarde y Pedro Pablo Cordero Bravo, en el proceso arbitral N° 476-57-
14, promovido por INGENIEROS CIVILES Y CONTRATISTAS GENERALES (en
adelante ICCGSA) contra PROVIAS NACIONAL, ante el Centro de Arbitraje de
la Pontificia Universidad Católica del Perú.

Causales de anulación de laudo arbitral. Manifiesta la parte impugnante que


el referido laudo incurre en las causales de anulación sancionadas en los
incisos b) y c) del numeral 1 del artículo 63° del Decreto Legislativo N° 1071,
pues quebranta su derecho constitucional a la debida motivación de las
decisiones arbitrales.

Con relación a las causales invocadas2. La parte impugnante argumenta, en


síntesis, lo siguiente:

I. El laudo arbitral incurre en falta de motivación interna del


razonamiento, por cuanto, con relación a la primera pretensión de la
reconvención planteada (se ordene a la Empresa Contratista
Ingenieros Civiles y Contratistas Generales S.A. - ICCGSA, cumpla con
pagar a PROVIAS NACIONAL la suma de S/. 285,160.72 soles como
indemnización por daños y perjuicios ocasionados al Estado), el
Tribunal Arbitral inició el examen del punto controvertido fijado en
función de dicha pretensión, expresando que, al tratarse de un
pedido de indemnización por daños y perjuicios, por responsabilidad
civil (al margen de si esta era contractual o extracontractual) debía
analizarse si éste reunía los requisitos o elementos que configuran la
responsabilidad civil, a saber: "(i) la imputabilidad, (ii) la ilicitud o
antijuricidad, (iii) el factor de atribución, (iv) el nexo causal y (v) el
daño." Siendo que del extenso análisis realizado por el Tribunal Arbitral

2 Ambas causales se sustentan en los mismos argumentos.

2
sobre el cumplimiento de estos requisitos (desde la página 28 hasta el
primer párrafo de la página 34 del laudo), este llegó a establecer que
se cumplen con cada uno de los elementos de la responsabilidad
civil. Asimismo, el Tribunal Arbitral ingresó a verificar lo atinente a la
existencia de una penalidad, refiriendo en la página 34 del laudo, lo
siguiente: "Los daños y perjuicios no pueden ni deben confundirse con
lo reconocido en virtud del artículo 267 del Reglamento de la Ley de
Contrataciones del Estado, toda vez que el mismo, al establecer un
límite, no constituye una indemnización por daños y perjuicios sino
una penalidad a favor de la Entidad. Afirmar lo contrario sería
contravenir una de las finalidades de la responsabilidad civil, a saber
la reparación integral del afectado." De acuerdo a ello, para el
Tribunal Arbitral, los daños y perjuicios no pueden ni deben
confundirse con lo reconocido en virtud del artículo 165 del
Reglamento, es decir, con las penalidades que aplica la Entidad.

II. Sin embargo, a pesar de la conclusión arribada, en la página 34 del


laudo, el Tribunal Arbitral inició un análisis de si la penalidad (aplicada
por la Entidad) excluye a la indemnización peticionada, señalando
que aquella cumple una función indemnizatoria y que debe
considerarse como el monto indemnizatorio a pagar; lo que conllevó
al Tribunal Arbitral a concluir en la página 35 del laudo, que al
haberse impuesto una penalidad aceptada por el contratista y
justamente por el incumplimiento alegado, no correspondería
indemnización alguna; y lo que es peor aún, refiere que tampoco se
han probado los elementos de la responsabilidad, declarando
infundada su pretensión. Lo anterior, no hace más que evidenciar
una argumentación confusa de la cual no es posible conocer con
claridad si finalmente el Tribunal Arbitral le dio la razón y que pese a
ello en la parte resolutiva declaró infundadas sus pretensiones o si, no
le dio la razón y esto es congruente con lo decidido.

III. Señala además que, el Tribunal Arbitral vuelve a contradecirse al


establecer en la página 36, como cuestión final, lo siguiente: "Luego

3
de analizar las pruebas y argumentos de ambas partes, a pesar de
que la Entidad ha comprobado el daño y perjuicio económico que le
causaría este incumplimiento, no estaríamos bajo el supuesto de una
indemnización debido a que no se ha completado los requisitos
necesarios para vernos ante este supuesto". Así también, en la página
37 del laudo, continuando con sus "conclusiones finales", el Tribunal
Arbitral, pese a afirmar que la Entidad ha comprobado el daño y
perjuicio económico (lo dice expresamente en el párrafo copiado en
el numeral 20) señala que, ésta no ha demostrado un perjuicio
económico porque no ha demostrado lo que habría gastado a
causa del incumplimiento. En ese sentido, cabe preguntarse si
finalmente para el Tribunal Arbitral quedó demostrado el perjuicio
económico o no.

IV. Por otro lado, si bien se plantearon una serie de pretensiones, en el


laudo arbitral, bajo un análisis global de estas, el Tribunal Arbitral se
limitó a analizar únicamente lo atinente al extremo de si la liquidación
habría quedado o no consentida, la cual fue desarrollada como
sustento de la segunda pretensión principal referida a que: Se
declare consentida la Liquidación, que se encuentra contenida en la
Carta N" 002-2017/INGENiERIA63/SALIDA, de fecha 12 de enero de
2017, en donde no se ha establecido monto alguno pendiente de
pago por ninguna de las partes, porque no había monto alguno, sino
únicamente se procedió a presentar los documentos pertinentes de
la liquidación.

V. Como segundo vicio o defecto de motivación de la decisión arbitral,


refiere que el laudo arbitral incurre en motivación sustancialmente
incongruente, pues en base a su primera pretensión, se fijó el
siguiente punto controvertido; "Determinar si corresponde o no
ordenar a ICCGSA que cumpla con pagar a PROVIAS NACIONAL la
suma de S/. 285,160.72 (Doscientos Ochenta y Cinco Mil Ciento
Sesenta con 72/100 Soles) por concepto de indemnización por daños
y perjuicios". No obstante, en ningún extremo de los fundamentos

4
expresados como sustento de dicha pretensión, ni en aquellos
alegados en la contestación a la reconvención presentada por el
Contratista, se abordó o expuso la existencia de una penalidad
como atenuante de la indemnización de daños y perjuicios
solicitada; es decir, ni la parte interesada, por decirlo así, postuló
como argumento de defensa para desvirtuar su pedido, la aplicación
de la penalidad por parte de la Entidad. En tal contexto, el debate se
delimitó en establecer si existía o no responsabilidad por parte del
Contratista que determine una indemnización por daños y perjuicios
a favor de la Entidad, empero, a través de un argumento que no fue
materia de debate (si la penalidad excluía la Indemnización),
analizado en la página 34 y 35 del laudo, el Tribunal Arbitral
estableció que, como la Entidad aplicó una penalidad, no
correspondía la indemnización, lo cual evidencia una motivación
sustancialmente incongruente en el laudo que conlleva a su nulidad.

VI. En esa línea, indica que, la inclusión del análisis de la penalidad


también ha sido materia de cuestionamiento por el Contratista,
quien, a través de su pedido de rectificación y exclusión formulado
contra el laudo, ha solicitado expresamente al Tribunal Arbitral que
excluya del laudo toda mención, análisis y/o evento relacionado a la
penalidad; lo cual no hace más que confirmar lo que se ha
manifestado.

VII. Así también, como tercer vicio o defecto de motivación, señala que
el laudo arbitral incurre en deficiencias en la motivación externa, ya
que el Tribunal Arbitral indebidamente ha incorporado un argumento
no expuesto por ninguna de las partes, ni como sustento de la
pretensión, ni como sustento de la defensa planteada por el
Contratista contra esa pretensión; esto es, lo relativo a la aplicación
de la penalidad; invocando el artículo 1341 del Código Civil que
establece: "El pacto por el que se acuerda que, en caso de
incumplimiento, uno de los contratantes queda obligado al pago de
una penalidad, tiene el efecto de limitar el resarcimiento a esta

5
prestación y a que se devuelva la contraprestación, si la hubiere;
salvo que se haya estipulado la indemnización del daño ulterior. En
este último caso, el deudor deberá pagar el íntegro de la penalidad,
pero ésta se computa como parte de los daños y perjuicios si fueran
mayores."

VIII. En ese escenario, indica que, la aplicación de aquel artículo,


conlleva a establecer, por un lado, si existe penalidad y, por otro, si
no existe pacto de daño ulterior. Solo así podría aplicarse
válidamente este artículo y de esta forma encajar en el supuesto de
hecho establecido en la norma aplicada por el Tribunal Arbitral.
Siendo que, en base a dicho dispositivo, el Tribunal Arbitral ha
concluido que, como la Entidad penalizó al Contratista, no
corresponde la indemnización solicitada. Es decir, el Tribunal Arbitral
ha asumido que no corresponde la indemnización porque el
Contratista se encuentra obligado al pago de una penalidad por el
incumplimiento imputado, y, que no existe pacto de daño ulterior. Si
bien esto último no lo dice el Tribunal Arbitral, es claro que no podría
ser de otra forma, pues si el Tribunal Arbitral habría analizado y
determinado que existe pacto de daño ulterior, no habría decidido
no otorgar la indemnización solicitada. Empero, dicha premisa es
totalmente inválida, dado que las partes sí pactaron en el contrato
del cual deriva la controversia indemnización por daño ulterior. En
efecto, en el numeral 14.1 de la Cláusula Décimo Cuarta
"Responsabilidad del Contratista - Conservador" se acordó lo
siguiente: "Sin perjuicio de la indemnización por daño ulterior, las
sanciones administrativas y pecuniarias aplicadas al CONTRATISTA -
CONSERVADOR, no lo eximen de cumplir con las demás obligaciones
pactadas ni de las responsabilidades civiles y penales a que hubiere
lugar."

IX. Es así que este extremo, fue puesto en conocimiento del Tribunal
Arbitral a través de su recurso de interpretación; sin embargo, lejos de
subsanar dicho error, bajo un nuevo argumento, porque no es

6
expuesto en el laudo, el Tribunal Arbitral desestimó su pedido
indicando que no analizó ello porque la Entidad nunca demandó
indemnización por daño ulterior, lo cual resulta “insólito”, máxime si la
interpretación sirve para aclarar o precisar algún extremo dudoso o
confuso, pero no para que el Tribunal Arbitral saque a relucir nuevos
fundamentos para desechar y ratificar lo solicitado, y forzar la
vigencia de lo resuelto.

X. Finalmente, refiere que, la incorporación del tema de las penalidades


recién en el laudo, le genera una grave indefensión porque en
ningún momento ha tenido la posibilidad de rebatir los fundamentos
expresados por el Tribunal Arbitral: por lo que, su derecho de defensa
también se ha visto menoscabado y, por tanto, el laudo debe ser
declarado nulo al vulnerar el debido proceso.

Admisión y traslado del recurso de anulación de laudo arbitral. Mediante


Resolución N° 1, de fecha 17 de abril de 2018, visualizado de fojas 142 a 143, se
admitió a trámite el recurso de anulación de laudo arbitral interpuesto por
PROVIAS NACIONAL, disponiéndose su traslado por el plazo de 20 días.

Absolución de la contraria. ICCGSA por escrito visualizado de fojas 161 a 171,


cumplió con absolver el traslado del recurso de anulación, solicitando sea
declarado improcedente y/o infundado en los términos allí expuestos. Y,
habiéndose llevado a cabo la vista de la causa, corresponde emitir
pronunciamiento respecto del recurso de anulación presentado.

Y; CONSIDERANDO que:

PRIMERO: El artículo 62° del Decreto Legislativo N° 1071 (Decreto Legislativo que
regula el Arbitraje), en sus numerales 1 y 2, en torno al control judicial de los
laudos arbitrales, prevé: “1. Contra el laudo sólo podrá interponerse recurso de
anulación. Este recurso constituye la única vía de impugnación del laudo y tiene por objeto la
revisión de su validez por las causales taxativamente establecidas en el artículo. 2. El
recurso se resuelve declarando la validez o la nulidad del laudo. Está prohibido bajo
responsabilidad, pronunciarse sobre el fondo de la controversia o sobre el contenido de la
7
decisión o calificar los criterios, motivaciones o interpretaciones expuestas por el tribunal
arbitral.” Al respecto, corresponde precisar que el precitado dispositivo legal

plasma el principio arbitral denominado de “Irreversibilidad del Criterio


Arbitral” por parte de la jurisdicción judicial ordinaria y que según la doctrina:
“Actualmente, existe unanimidad casi absoluta entre quienes han estudiado el recurso de
anulación de laudo arbitral en afirmar que la regla más importante que rige -o por lo menos
debe regir- este medio de impugnación del arbitraje es, sin duda, aquella que prohíbe al
Juzgador pronunciarse sobre el fondo de la controversia que fue resuelta en el arbitraje.”3
Ello debido a que, el arbitraje –incluyendo a la anulación del laudo arbitral– se
sustenta en el principio de “Mínima Intervención Judicial”, recogido en el
artículo 3° numeral 1 del prenotado Decreto Legislativo, en el sentido que: “En

los asuntos que se rijan por este Decreto Legislativo no intervendrá la autoridad judicial,
salvo en los casos en que esta norma así lo disponga.”4 Según Fernando Cantuarias

Salaverry5: “Con todo, resulta desde ya conveniente subrayar que la Ley Peruana de
Arbitraje, de 2008, se ubica en la más moderna tendencia a reducir aún más, la injerencia
judicial en casos sometido a arbitraje, restringiendo severamente los supuestos que autorizan
la intervención del Poder Judicial”. Siendo que, en el caso de la anulación de laudo
arbitral, el control judicial está restringido a emitir pronunciamiento sobre su
validez por causales específicas, tal como lo preceptúan los artículos 62° y 63°6
del Decreto Legislativo N° 1071.

3 NAVARRO, Estaban. “Arbitraje. Anulación del Laudo”. Palestra Editores y Mario Castillo Freyre

Editor; agosto 2011. Pág. 67.

4Dispositivo legal que fue plasmado en similares términos en el artículo 5° de la Ley Modelo de la
CNUDMI sobre Arbitraje Comercial Internacional: “En los asuntos que se rijan por la presente ley,
no intervendrá ningún tribunal salvo en los casos en que esta Ley así lo disponga.”

5 Citado por Juan Eduardo Figueroa Valdez. La Autonomía de los Árbitros y la Intervención
Judicial”. Revista de Arbitraje PUCP. Numero 04 (2014). pp. 71-81.

6 Artículo 63.- Causales de anulación.

1. El laudo sólo podrá ser anulado cuando la parte que solicita la anulación alegue y pruebe:

a. Que el convenio arbitral es inexistente, nulo, anulable, inválido o ineficaz.

b. Que una de las partes no ha sido debidamente notificada del nombramiento de un árbitro o
de las actuaciones arbitrales, o no ha podido por cualquier otra razón, hacer valer sus derechos.

8
SEGUNDO: Una vez precisado lo anterior y aún cuando alguna de las causales
específicas sobre recurso de anulación de laudo arbitral está vinculada
estrechamente a la afectación de derechos de orden constitucional (falta de
notificación, derecho de defensa), cabe acotar que, tratándose de la
invocación de la afectación de derechos constitucionales, como el debido
proceso, tutela jurisdiccional, motivación de las resoluciones judiciales, etc., la

c. Que la composición del tribunal arbitral o las actuaciones arbitrales no se han ajustado al
acuerdo entre las partes o al reglamento arbitral aplicable, salvo que dicho acuerdo o
disposición estuvieran en conflicto con una disposición de este Decreto Legislativo de la que las
partes no pudieran apartarse, o en defecto de dicho acuerdo o reglamento, que no se han
ajustado a lo establecido en este Decreto Legislativo.

d. Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias no sometidas a su decisión.

e. Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias que, de acuerdo a ley, son manifiestamente
no susceptibles de arbitraje, tratándose de un arbitraje nacional.

f. Que según las leyes de la República, el objeto de la controversia no es susceptible de arbitraje


o el laudo es contrario al orden público internacional, tratándose de un arbitraje internacional.

g. Que la controversia ha sido decidida fuera del plazo pactado por las partes, previsto en el
reglamento arbitral aplicable o establecido por el tribunal arbitral.

2. Las causales previstas en los incisos a, b, c y d del numeral 1 de este artículo sólo serán
procedentes si fueron objeto de reclamo expreso en su momento ante el tribunal arbitral por la
parte afectada y fueron desestimadas.

3. Tratándose de las causales previstas en los incisos d. y e. del numeral 1 de este artículo, la
anulación afectará solamente a las materias no sometidas a arbitraje o no susceptibles de
arbitraje, siempre que puedan separarse de las demás; en caso contrario, la anulación será
total. Asimismo, la causal prevista en el inciso e podrá ser apreciada de oficio por la Corte
Superior que conoce del recurso de anulación.

4. La causal prevista en el inciso g. del numeral 1 de este artículo sólo será procedente si la parte
afectada lo hubiera manifestado por escrito de manera inequívoca al tribunal arbitral y su
comportamiento en las actuaciones arbitrales posteriores no sea incompatible con este
reclamo.

5. En el arbitraje internacional, la causal prevista en el inciso a. del numeral 1 de este artículo se


apreciará de acuerdo con las normas jurídicas elegidas por las partes para regir el convenio
arbitral, por las normas jurídicas aplicables al fondo de la controversia, o por el derecho
peruano, lo que resulte más favorable a la validez y eficacia del convenio arbitral.

6. En el arbitraje internacional, la causal prevista en el inciso f. podrá ser apreciada de oficio por
la Corte Superior que conoce del recurso de anulación.

7. No procede la anulación del laudo si la causal que se invoca ha podido ser subsanada
mediante rectificación, interpretación, integración o exclusión del laudo y la parte interesada no
cumplió con solicitarlos.

8. Cuando ninguna de las partes en el arbitraje sea de nacionalidad peruana o tenga su


domicilio, residencia habitual o lugar de actividades principales en territorio peruano, se
podrá acordar expresamente la renuncia al recurso de anulación o la limitación de dicho
recurso a una o más causales establecidas en este artículo. Si las partes han hecho renuncia al
recurso de anulación y el laudo se pretende ejecutar en territorio peruano, será de aplicación lo
previsto en el título VIII.

9
duodécima disposición complementaria del Decreto Legislativo N° 1071
preceptúa que: “Para los efectos de lo dispuesto en el inciso 2) del artículo 5° del Código
Procesal Constitucional, se entiende que el recurso de anulación del laudo es una vía
específica e idónea para proteger cualquier derecho constitucional amenazado o vulnerado en
el curso del arbitraje o en el laudo.”. Por su parte el Tribunal Constitucional, en la STC
N° 6176-2005-PHC/TC, ha establecido que: “la naturaleza de jurisdicción
independiente del arbitraje, no significa que establezca el ejercicio de sus atribuciones con
inobservancia de los principios constitucionales que informan la actividad de todo órgano que
administra justicia, tales como el de independencia e imparcialidad de la función
jurisdiccional, así como los principios y derechos de la función jurisdiccional. En particular,
en tanto jurisdicción, no se encuentra exceptuada de observar directamente todas aquellas
garantías que componen el derecho al debido proceso”; y, en la STC N° 142-2011-PA/TC,
en concordancia con lo glosado precedentemente indica que: “Ello es así por
cuanto la función jurisdiccional se sustenta y se debe a la norma fundamental, más allá de la
especialidad sobre la que pueda versar o de la investidura de quienes la puedan ejercer. De
este modo y aunque se dota a la Justicia arbitral de las adecuadas garantías de
desenvolvimiento y se fomenta su absoluta observancia, la misma se encuentra
inevitablemente condicionada a que su ejercicio se desarrolle en franco respeto al orden
constitucional y a los derechos de la persona.”. Siendo que en el artículo 139° de

nuestra Constitución encontramos las principales garantías procesales


constitucionales que informan la función jurisdiccional.

TERCERO: En suma, al interior del recurso de anulación de laudo arbitral,


también, cabe exponer la afectación de derechos constitucionales en sede
arbitral sobre los que la jurisdicción ordinaria debe emitir pronunciamiento, ya
sea amparándola o desestimándola.

CUARTO: Por otro lado, no debe perderse de vista lo normado en el numeral 2


del artículo 63° del Decreto Legislativo N° 1071 según el cual: “Las causales
previstas en los incisos a, b, c y d del numeral 1 de este artículo sólo serán procedentes si
fueron objeto de reclamo expreso en su momento ante el tribunal arbitral por la parte
10
afectada y fueron desestimadas.” Debiendo acotarse que, el reclamo para ser tal

debe ser oportuno, es decir, que el reclamo sea expuesto ante el Tribunal
Arbitral no en cualquier momento, sino en aquél que pueda calificarse como
adecuado, de acuerdo a las normas que regulan el procedimiento arbitral.
Para ello será necesario prestar atención a dos factores: primero: la existencia
de un cauce establecido por la Ley, el reglamento del Centro Arbitral (de
tratarse de un arbitraje institucional), o el acuerdo de las partes, para
encaminar el reclamo de la parte; y, segundo, a falta de éste, la prontitud con
que se hubiera formulado el reclamo. Además, el reclamo de ser oportuno,
debe ser expreso, entendiéndose por reclamo expreso, que no puede
formularse en términos genéricos u omitiendo sustentarlo en base a
fundamentos concretos referidos al vicio que luego será usado para pedir la
nulidad del laudo. Siendo que el cumplimiento de tal requisito, será exigible en
tanto y en cuanto sea posible y además, represente efectivamente la
posibilidad de enmienda del vicio o defecto incurrido, de acuerdo a una
interpretación a contrario sensu del artículo 63° numeral 7 del Decreto
Legislativo N° 1071, que a la letra señala7: “No procede la anulación del laudo si la
causal que se invoca ha podido ser subsanada mediante rectificación, interpretación,
integración o exclusión del laudo y la parte interesada no cumplió con solicitarlos”.

QUINTO: Conforme se advierte de los fundamentos del recurso de anulación,


es claro que los mismos se centran en la afectación del derecho a la
motivación de la decisión arbitral (primer punto resolutivo del laudo que
declara infundada la primera pretensión de la reconvención formulada por
PROVIAS NACIONAL). Siendo ello así, no es exigible la presentación del
reclamo previo, dado que con ninguno de los recursos post laudos previstos en
la ley de Arbitraje (artículo 58°)8, a saber: rectificación, interpretación,

7 Artículo 63.7.- No procede la anulación del laudo si la causal que se invoca ha podido ser
subsanada mediante rectificación, interpretación, integración o exclusión del laudo y la parte
interesada no cumplió con solicitarlos.

8 Artículo 58.- Rectificación, interpretación, integración y exclusión del laudo.

1. Salvo acuerdo distinto de las partes o disposición diferente del reglamento arbitral aplicable:

11
integración o exclusión, podría enmendarse un vicio o irregularidad que
afecte el derecho a la debida motivación de la decisión arbitral, en los
términos que se denuncia; en ese sentido, el recurso de anulación planteado
no estaría afectado con causal de improcedencia alguna. Por tanto, en lo
que sigue, el análisis de la controversia habrá de orientarse en torno a la
alegada afectación del derecho a la debida motivación de la decisión
arbitral; alegación que por lo demás importa el sustento de las causales de
anulación invocadas en el recurso incoado.

SEXTO: El inciso 5) del artículo 139° de la Constitución prevé: “Son principios y


derechos de la función jurisdiccional: La motivación escrita de las resoluciones judiciales en
todas las instancias”. Asimismo, el inciso 1) del artículo 56° del Decreto Legislativo
N° 1071 dispone que: “Todo laudo debe ser motivado, a menos que las partes hayan

a. Dentro de los quince (15) días siguientes a la notificación del laudo, cualquiera de las partes
puede solicitar la rectificación de cualquier error de cálculo, de trascripción, tipográfico o
informático o de naturaleza similar.

b. Dentro de los quince (15) días siguientes a la notificación del laudo, cualquiera de las partes
puede solicitar la interpretación de algún extremo oscuro, impreciso o dudoso expresado en la
parte decisoria del laudo o que influya en ella para determinar los alcances de la ejecución.

c. Dentro de los quince (15) días siguientes a la notificación del laudo, cualquiera de las partes
puede solicitar la integración del laudo por haberse omitido resolver cualquier extremo de la
controversia sometida a conocimiento y decisión del tribunal arbitral.

d. Dentro de los quince (15) días siguientes a la notificación del laudo, cualquiera de las partes
puede solicitar la exclusión del laudo de algún extremo que hubiera sido objeto de
pronunciamiento, sin que estuviera sometido a conocimiento y decisión del tribunal arbitral o
que no sea susceptible de arbitraje.

e. El tribunal arbitral pondrá la solicitud en conocimiento de la otra parte por quince (15) días.
Vencido dicho plazo, con la absolución o sin ella, el tribunal arbitral resolverá la solicitud en un
plazo de quince (15) días. Este plazo puede ser ampliado a iniciativa del tribunal arbitral por
quince (15) días adicionales.

f. El tribunal arbitral podrá también proceder a iniciativa propia a la rectificación, interpretación


o integración del laudo, dentro de los diez (10) días siguientes a la notificación del laudo.

2. La rectificación, interpretación, integración y exclusión formará parte del laudo. Contra esta
decisión no procede reconsideración. La notificación de estas decisiones deberá realizarse
dentro del plazo pactado por las partes, establecido en el reglamento arbitral aplicable o, en su
defecto, en este artículo.

3. Si el tribunal arbitral no se pronuncia acerca de la rectificación, interpretación, integración y


exclusión solicitadas dentro del plazo pactado por las partes, establecido en el reglamento
arbitral aplicable o, en su defecto, en este artículo, se considerará que la solicitud ha sido
denegada. No surtirá efecto cualquier decisión sobre rectificación, interpretación, integración y
exclusión del laudo que sea notificada fuera de plazo.

12
convenido algo distinto (…)”. Como ya se mencionó, en tanto función

jurisdiccional, el arbitraje no se encuentra exceptuado de observar los


principios y derechos de la función jurisdiccional, entre los que encuentra la
motivación de la resolución que pone fin a la controversia arbitral. Sobre el
particular, el Tribunal Constitucional, en la STC N° 03433-2013-AA, ha precisado
el contenido de este derecho constitucional, estableciendo que
éste: “(…) obliga a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes de
manera congruente con los términos en que vengan planteadas, sin cometer, por lo tanto,
desviaciones que supongan modificación o alteración del debate procesal (incongruencia
activa). (…) El incumplimiento total de dicha obligación, es decir, el dejar incontestadas las
pretensiones, o el desviar la decisión del marco del debate judicial generando indefensión,
constituye vulneración del derecho a la tutela judicial y también del derecho a la motivación
de la sentencia (incongruencia omisiva) (STC Nº 04295-2007-PHC/TC, fundamento 5
e).” Manifestando también que: “El derecho a la debida motivación de las resoluciones
importa pues que los órganos judiciales expresen las razones o justificaciones objetivas que la
llevan a tomar una determinada decisión. Esas razones, por lo demás, pueden y deben
provenir no sólo del ordenamiento jurídico vigente y aplicable al caso, sino de los propios
hechos debidamente acreditados en el trámite del proceso.”

SÉPTIMO: Para un mejor análisis del caso, es importante señalar que el proceso
arbitral que nos ocupa, deriva de las controversias surgidas entre las partes
respecto a la ejecución del Contrato N° 081-2010-MTC/20 para el Servicio de
Conservación por Niveles de Servicio Carretera Dv. Abancay - Chuquibambilla
- Chaihuachaco - Santo Tomas - Yauri, visualizado de fojas 5 a 17;
específicamente, por el incumplimiento de los términos contractuales por
parte de ICCGSA.

OCTAVO: Dicho ello, de la revisión del laudo arbitral (visualizado de fojas 75 a


111), se advierte, de sus páginas 27 a 35, que el Tribunal Arbitral se ha
pronunciado respecto del primer punto controvertido9, consistente en:

9 Según Acta de Fijación de Puntos Controvertidos, corriente a fojas 1186 del expediente arbitral.

13
“Determinar si corresponde o no ordenar a ICCGSA que cumpla con pagar a PROVIAS
NACIONAL la suma de S/. 285.160.72 (Doscientos Ochenta y Cinco Mil Ciento
Sesenta con 72/100 Soles) por concepto de indemnización por daños y perjuicios
ocasionados al Estado." Punto controvertido fijado en función de la primera

pretensión de la reconvención planteada por PROVIAS NACIONAL mediante


escrito visualizado de fojas 26 a 59 (ver primer otrosí digo), y los argumentos en
contra postulados por ICCGSA mediante escrito visualizado de fojas 60 a 70.
Siendo que en dichas páginas del laudo (de la 27 a la 35), constan los
fundamentos de hecho y de derecho por los cuales el Tribunal Arbitral declaró
infundada la primera pretensión de la reconvención formulada, esto es, que se
ordene a ICCGSA cumpla con pagar a PROVIAS NACIONAL la suma de S/.
285.160.72 soles por concepto de indemnización por daños y perjuicios
ocasionados al Estado.

NOVENO: Conviene al respecto puntualizar que, a tal decisión arribó el Tribunal


Arbitral, a partir de analizar, en primer lugar, los aspectos vinculados al
cumplimiento de los elementos de la responsabilidad civil atribuida a ICCGSA,
como son: (i) la Imputabiiidad; (ii) la ilicitud o antijuricidad: (iii) el factor de
atribución; (iv) el nexo causal; y (v) el daño; debido al incumplimiento de los
términos contractuales por parte de ICCGSA, que, sin perjuicio de la penalidad
aplicada por dicho incumplimiento, habría generado un daño "constante" a
PROVIAS NACIONAL, a la población beneficiaria, a los usuarios de la Vía y al
Estado en general, pues se vieron afectados por el pésimo estado de la Vía en
claro incumplimiento del contrato por parte del contratista, al tener ICCGSA la
obligación de mantener un estándar de calidad previsto, ya que el efecto de
tener una carretera con baches, peladuras y hundimientos, se traduce en
riesgo latente de la ocurrencia de accidentes viales, demoras en tránsito
vehicular por un pésimo estado en la Vía lo que ocasionan el encarecimiento
de los bienes perecibles y pasajes terrestres, así como, la disminución de la vida
útil de los vehículos por efecto nocivo de una carretera en pésimo estado,
además de otros efectos, todo esto por no contar con una cobertura
bituminosa o carpeta de rodadura adecuada, tal y como lo ordena el
contrato y los demás documentos contractuales que vinculan a las partes;

14
todo ello según indica PROVIAS NACIONAL en su recurso de anulación, y cuyos
argumentos aparecen transcritos en la parte expositiva del laudo; y, en
segundo lugar, si la penalidad aplicada por PROVIAS NACIONAL a ICCGSA
debe excluir la indemnización solicitada, estando a que PROVIAS NACIONAL
en su momento cobró la penalidad por el incumplimiento por parte de
ICCGSA, sin embargo, solicitó la indemnización debido a que alega que va a
verse perjudicado económicamente al volver a invertir en el mismo servicio de
mantenimiento, dejando claro que las penalidades no son utilizadas para
resarcir algún error o daño y que estos son ingresos directos para el Tesoro
Público del Estado.

DÉCIMO: En ese contexto, es en función al primer análisis, páginas 28 a 34 del


laudo, que el Tribunal Arbitral verificó los siguientes elementos de la
responsabilidad civil atribuida a ICCGSA, a saber: (i) la Imputabiiidad; (ii) la
antijuricidad; (iii) el factor de atribución y (iv) el nexo causal; más no así (v) el
daño alegado; puesto que, sobre la existencia del mismo, expresó lo siguiente:

"- Existencia del daño o perjuicio.

• En la Contestación de la Demanda; (Pág. 28-31) Se sustenta el cálculo del costo de la


emulsión asfáltica de los tramos con defectos no corregidos que se detectaron cada 100 metros
creando daño y perjuicio a los pobladores, usuarios y PROVIAS; asimismo se debe
tener en cuenta que dicho cálculo se utilizó para cuantificar la
penalización, la cual se entiende por aceptada en todos sus extremos una
vez que el contratista se desistió de la pretensión de que se deje sin efecto
la misma.
(...)

• Daño emergente: Que no es más que la pérdida o detrimento patrimonial


efectivamente sufrido.

Se deberá tener presente lo establecido por el artículo 1329, el cual estipula lo siguiente.

15
Art. 1329.- Se presume que la inejecución de la obligación, o su cumplimiento pardal,
tardío o defectuoso, obedece a culpa leve del deudor.

Ante esta situación se debe tener presente que el daño patrimonial consiste en la lesión de
derechos de naturaleza económica que debe ser reparada.

Ahora bien, el daño material o patrimonial puede manifestarse en dos formas típicas, a
saber:

1) Como la pérdida o disminución de valores económicos ya existentes, esto es, como un


empobrecimiento del patrimonio, lo que se conoce como daño emergente; o bien,
2) Como la frustración de ventajas económicas esperadas, es decir, como la pérdida de un
enriquecimiento patrimonial previsto, lo que se denomina lucro cesante.

• Daño lucro cesante: El gasto económico para esta obra podría verse incrementado: sin
embargo, LA ENTIDAD solo ha presentado el posible gasto que realizaría
para cubrir el incumplimiento de ICCGSA empero no ha demostrado
que el perjuicio económico ya se haya materializado, es decir que haya
gastado el monto que menciona.

Siendo esta indemnización preferentemente de carácter pecuniario (salvo en determinados


supuestos de obligaciones extracontractuales que pueden dar lugar a una reparación
específica), se debe proceder a valorar económicamente distintos aspectos o componentes que si
bien, son fácilmente teorizables. plantean en la práctica notorias dificultades de concreción.
En este sentido, el artículo 1106 del Código Civil establece que: "La indemnización de
daños y perjuicios comprende, no sólo el valor de la pérdida que hayan sufrido, sino también
el de la ganancia que haya dejado de obtener el acreedor."

Al respecto, los autores Osterling y Castillo definen el daño emergente y al lucro cesante
conforme a lo siguiente:

"En primer lugar, cabe señalar que el articulo bajo análisis es aplicable al ámbito de la
responsabilidad contractual (...) La distinción clásica entre daño emergente (dammun

16
emergens) y lucro cesante (lucrum cessans) está dada por la disminución del patrimonio en el
primero, y por la privación del aumento o por la supresión de la ganancia esperada o
esperable en el segundo. Así, el daño emergente se traduce en el empobrecimiento del factor
económico actual del patrimonio del sujeto. De ahí que la doctrina no duda en señalar que
viene constituido por el perjuicio efectivamente sufrido. El lucro cesante, por su parte, es la
frustración traducida en un empobrecimiento patrimonial (...) Ambos elementos - el daño
emergente y el lucro cesante- son comprendidos en la indemnización, sin los cuales esta no
alcanzarla su fin, el mismo que consiste en colocar al perjudicado o a la víctima en la misma
situación que si la obligación hubiera sido ejecutada"

Asimismo, el autor Rioja Bermúdez, sobre la diferencia entre el daño emergente


y el daño lucro cesante, precisa lo siguiente:

"La diferencia entre ambos conceptos radica en que mientras el daño emergente es el egreso
patrimonial, el desembolso, el lucro cesante es no ingreso patrimonial, el no embolso, la
pérdida sufrida, la ganancia frustrada."
Ahora bien, un primer cuestionamiento relevante para determinar la existencia o no del
lucro cesante corresponde a ¿cómo se acredita el lucro cesante? Sobre ello, el autor Rioja
Bermúdez, haciendo referencia a un documento elaborado por peritos en España, indica lo
siguiente:

"La única diferencia que realmente existe entre la prueba del lucro cesante y la prueba de
cualquier otro hecho constitutivo de una pretensión es que el lucro cesante no está referido a
un hecho acontecido sino a un hecho que podría haber acontecido y que no se produjo. De
ello se derivara una consecuencia esencial: El objeto de la prueba no podrá ser nunca de
forma directa a la propia ganancia frustrada sino otros hechos que sean indicativos de que la
misma se habría realmente producido".

• Daño moral: La entidad estipula que ha recibido cartas de Municipalidades exigiendo


soluciones y culpándola por los daños causados en pistas, trafico, deterioro, etc.; sin embargo,
la entidad NO HA anexado dichas cartas al proceso por lo cual no se podría aseverar el
daño moral o profesional que podría haberse ocasionado. A pesar de que si nos basamos en
17
criterio y opinión, este incumplimiento por parte del contratista si ocasionarla perjuicio
profesional."

[La negrita y subrayado son nuestros]

En esa línea, en las páginas 36 a 37 del laudo (en las cuestiones finales), el
Tribunal Arbitral concluyó que"(...) para hacer factible una indemnización se necesita en
efecto un perjuicio económico, en el presente caso, ocasionado, y hasta el momento la
Entidad no ha demostrado lo que habría gastado a causa del
incumplimiento. Por lo tanto, no se podría indemnizar por sucesos que aún no han
ocurrido."

[La negrita y subrayado son nuestros]

UNDÉCIMO: A continuación, el Tribunal Arbitral, y de forma previa a iniciar el


segundo análisis sobre si "la penalidad aplicada por PROVIAS NACIONAL a
ICCGSA debe excluir la indemnización", manifestó lo siguiente:

"Los daños y perjuicios no pueden ni deben confundirse con lo reconocido en virtud del
artículo 267 del REGLAMENTO, toda vez que el mismo, al establecer un límite, no
constituye una indemnización por daños y perjuicios sino una penalidad a favor de LA
ENTIDAD. Afirmar lo contrario sería contravenir una de las finalidades de la
responsabilidad civil; a saber la reparación integral del afectado".

Asimismo, cabe señalar que mediante Resolución "Post laudo" de fecha 22 de


enero de 2018, visualizada de fojas 116 a 123, el Tribunal Arbitral, en torno a la
solicitud de rectificación presentada por ICCGSA, expresó lo siguiente:

"El Tribunal Arbitral reconoce que en la página 34, segundo párrafo, del laudo, hace
referencia al artículo 267 del RLCE, el cual está referido a la asignación de especialidades
de los consultores por lo que la demandada posee la razón al solicitar que se rectifique el
laudo, puesto que este tribunal debió hacer referencia no al artículo 267 del RLCE, si no al
artículo 165 del mismo cuerpo normativo y se debe aclarar que la penalidad subsume a la
18
indemnización de daños y perjuicios por incumplimiento de contrato cuando esta se ha
pactado, al estar prefijada su cuantía."

DUODÉCIMO: Debe precisarse que lo anterior no importa, dentro de la


estructura argumentativa del laudo, una conclusión definitiva sobre la
fundabilidad del pedido de indemnización, sino únicamente una diferencia
conceptual entre ambas instituciones (de la penalidad y la indemnización),
por razón de su finalidad. Siendo que a partir de su segundo análisis, páginas
34 a 37 del laudo, el Tribunal Arbitral explicó por qué no debe ampararse la
referida pretensión, indicando lo siguiente:

“(...) Al respecto debemos tener en cuenta lo establecido en el Capítulo Tercero del Código
Civil: Obligaciones con Clausula Penal, en su artículo 1341 dicta lo siguiente: Articulo
1341. "El pacto por el que se acuerda que, en caso de incumplimiento, uno de los
contratantes queda obligado al pago de una penalidad, tiene el efecto de limitar el
resarcimiento a esta prestación y a que se devuelva la contraprestación, si la hubiere; salvo
que se haya estipulado la indemnización del daño ulterior. En este último caso, el deudor
deberá pagar el íntegro de la penalidad, pero esta se computa como parte de los daños y
perjuicios si fueran mayores.
La utilidad de esta cláusula penal es manifiesta. Se trata de una liquidación antelada de los
daños. Exonerando de la prueba de la existencia del perjuicio, así como de la cuantía del
mismo.
Ahora bien, la función indemnizatoria debe ser apreciada como el avalúo anticipado de los
daños y perjuicios que el incumplimiento pudiera causar. Dicho en otros términos, en
principio, es la penalidad convenida y no los daños y perjuicios realmente causados la que
deberá considerarse como el monto indemnizatorio a pagar. De este modo, las partes fijan de
forma previa los posibles daños que el acreedor pudiera sufrir, sustituyendo la penalidad a
una futura indemnización de daños y perjuicios por incumplimiento.
Como se puede advertir, la principal ventaja de la función liquidadora de la penalidad es
evitar las dificultades relativas a la probanza de la existencia de los daños y de su cuantía.

19
En tal virtud, no será necesario discutir la indemnización, pudiendo el acreedor reclamar
directamente la cuantía prefijada. Ello obedece a que "los contratantes acuden al
establecimiento de cláusulas penales liquidadoras en las que con carácter previo se fija el
valor de la indemnización derivada del incumplimiento o cumplimiento inexacto, fijando
normalmente cantidades superiores a la que estimarían los tribunales como resarcimiento por
daños y perjuicios, lo que fuerza el exacto cumplimiento de lo pactado".
Por otro lado, el artículo 1343 del Código Civil establece que para exigir la penalidad no es
necesario que el acreedor pruebe los daños y perjuicios sufridos. Sin embargo, para poder
reclamar el resarcimiento del daño ulterior, el acreedor deberá demostrar que el agravio
sufrido es superior a la penalidad, a cuyo efecto será preciso probar el íntegro del daño
sufrido, lo cual no puede prescindir de la probanza de aquellos daños destinados a ser
indemnizados mediante la cláusula penal.
Al respecto de la función indemnizatoria, podemos aclarar que cuando se propone dichas
clausulas están destinadas a limitar la reparación de los perjuicios que pudieran originarse
como consecuencia del incumplimiento de la obligación. Se trata de un pacto que opera a
manera de tope convencional, acordado por anticipado, y que liquida anteladamente la
cuantía de los daños.
En lo que refiere a la eventual nulidad de la pena por incumplimiento de obligaciones,
podemos decir que se intenta destacar como una de las funciones de la cláusula penal, la de
limitar la responsabilidad del deudor frente a los daños que hubiera irrogado su
incumplimiento.
Como consecuencia de ello, una vez verificada la inejecución, el acreedor no podrá demandar
de manera indistinta la penalidad o la indemnización del daño, sino que solo podrá
requerir el pago de la primera, habiendo la cláusula penal Impedido el
surgimiento de la obligación resarcitoria.
Es en base a lo expuesto que este colegiado llega a la convicción que en el presente caso al
haberse Impuesto una penalidad aceptada por el contratista y
justamente por el incumplimiento alegado, no correspondería

20
indemnización alguna, máxime si no se han probado los elementos de la
responsabilidad. Por lo que este punto controvertido deviene en infundado."

[La negrita es nuestra]

Siendo que mediante "Resolución Post laudo" de fecha 22 de enero de 2018,


visualizada de fojas 116 a 123, el Tribunal Arbitral sobre la solicitud de
interpretación y rectificación presentada por PROVIAS NACIONAL, precisó lo
siguiente:

" Sobre el particular, el Tribunal si bien es cierto es consciente que la penalidad limita el
resarcimiento, salvo que se haya estipulado la indemnización del daño ulterior basados en el
Artículo 1341 de nuestro Código Civil:

Articulo 1341.- Cláusula penal compensatoria


El pacto por el que se acuerda que, en caso de incumplimiento, uno de los
contratantes queda obligado al pago de una penalidad, tiene el efecto de limitar
el resarcimiento a esta prestación y a que se devuelva la contraprestación, si la hubiere;
salvo que se haya estipulado la indemnización del daño ulterior. En este último caso,
el deudor deberá pagar el íntegro de la penalidad, pero ésta se computa como parte de
los daños y perjuicios si fueran mayores.

Sin embargo, no se hizo referencia en el laudo al pacto de daño ulterior contenido en la


Cláusula 14.1 del contrato de Servicios N° 081-2010-MTC/20, debido a que el
reconviniente no planteo de una manera expresa en su contrademanda
algo respecto a algún daño ulterior, estando impedido este tribunal de
sustituirse a la parte en su pretensión."

[La negrita es nuestra]

DÉCIMO TERCERO: Como se advierte, el laudo objeto de análisis, sí se


encuentra debidamente motivado, no advirtiéndose en su estructura
argumentativa, premisas excluyentes y/o contradictorias que la invaliden,
21
como lo pretende hacer ver la parte impugnante, PROVIAS NACIONAL,
evidenciándose, por el contrario, fundamentación fáctica y legal así como
coherencia lógica narrativa que toda resolución requiere; siendo que, bajo el
pretexto de defectos en la motivación, dicha parte pretende cuestionar el
criterio adoptado por el Tribunal Arbitral (esto es, que una vez verificada la
inejecución, el acreedor no podrá demandar de manera indistinta la
penalidad o la indemnización del daño, sino que solo podrá requerir el pago
de la primera, habiendo la cláusula penal Impedido el surgimiento de la
obligación resarcitoria, por lo que, en el presente caso al haberse Impuesto
una penalidad aceptada por el contratista y justamente por el incumplimiento
alegado, no correspondería indemnización alguna, máxime si no se han
probado los elementos de la responsabilidad), así como la revaloración
probatoria (en tanto los medios de prueba presentados por PROVIAS
NACIONAL no acreditarían el daño alegado), todo lo cual, como ya se dijo, no
forma parte de la finalidad del recurso de anulación de laudo, tal como lo
establece la segunda parte del inciso 2) del artículo 62° del Decreto Legislativo
N° 1071 (Decreto Legislativo que Regula el Arbitraje) que prevé: “Está prohibido
bajo responsabilidad, pronunciarse sobre el fondo de la controversia o sobre el contenido de la
decisión o calificar los criterios, motivaciones o interpretaciones expuestas por el tribunal
arbitral.” El Precitado dispositivo legal plasma el principio arbitral denominado

de “Irrevisabilidad del Criterio Arbitral”, salvo en los casos prefijados por ley.
Asimismo, el Tribunal Arbitral tiene la facultad de valorar las pruebas conforme
a su entera convicción, conforme lo preceptúa el inciso 1) del artículo 43° del
Decreto Legislativo acotado; es decir, apreciar las pruebas en su conjunto,
precisar aquellas que le resultan más relevantes para la resolución de la litis y
hacerlo en el sentido que le causa convicción. El hecho que lo efectúe en
diferente sentido a la posición de una las partes, es una manifestación de esta
facultad. Además, la revaloración probatoria, vía recurso de anulación de
laudo, está vinculada a la decisión contenida en él, esto es, implicaría entrar a
analizar la controversia arbitral, que como ya se indicó, la discrepancia en
torno a las interpretaciones y conclusiones efectuadas por el Tribunal arbitral
escapan a la finalidad misma de la impugnación de laudo arbitral a cargo de

22
la jurisdicción judicial-ordinaria, en virtud del referido principio arbitral
denominado de “Irrevisabilidad del Criterio Arbitral”.

DÉCIMO CUARTO: Siendo ello así, los argumentos de anulación esbozados en


los apartados I) al IX) de esta resolución, deben desestimarse, y, además
porque:

14.1: En torno a expresado en los apartados I), II) y III); no es cierto que el
Tribunal Arbitral haya señalado al laudar, en vía conclusiva, que se cumplió
con cada uno de los elementos de la responsabilidad civil que se le atribuye a
ICCGSA, estando a que no se acreditó el daño alegado. Siendo que su
comprobación por parte de la Entidad, no es vinculante para que el Tribunal
Arbitral resuelva a favor de aquella, quien debe verificar si se cumplen con
tales elementos de la responsabilidad civil para amparar la pretensión de la
Entidad. Por tanto, no existe argumentación confusa en el laudo, mucho
menos incongruencia entre sus argumentos y lo decidido en su parte
resolutoria, ello en los términos denunciados en el recuro de anulación.

14.2: En cuanto a lo mencionado en el apartado IV); tampoco es verdad que


el Tribunal Arbitral haya emitido algún pronunciamiento en torno a la
liquidación contenida en la Carta N° 0002-2017/INGENIERIA63/SALIDA, tal
como lo asevera la parte impugnante; puesto que el Tribunal Arbitral
únicamente se pronunció sobre las pretensiones de la reconvención
planteada por esta, a saber: i) Primera pretensión principal: "Que se ordene a
la Empresa Contratista Ingenieros Civiles y Contratistas Generales S.A. -
ICCGSA, que cumpla con pagar a Provias Nacional la suma de S/. 285,160.72
(Doscientos ochenta y cinco mil ciento sesenta con 72/100 nuevos soles) por
concepto de indemnización por daños y perjuicios ocasionados al Estado."; y
ii) Segunda pretensión principal: "Que se ordene a la Empresa Contratista
Ingenieros Civiles y Contratistas Generales S.A. - ICCGSA que cumpla con
pagar a Provias Nacional la suma de S/. 32,200.00 (Treinta y dos mil doscientos
con 00/100 nuevos soles) por los gastos generados durante el proceso arbitral y
la respectiva defensa." Siendo que mediante Resolución N° 27 de fecha 5 de
mayo de 2016 (obrante de fojas 1165 a 1169 en el expediente arbitral), el
Tribunal Arbitral tuvo por aceptado el desistimiento de las pretensiones de la
23
demanda y del proceso arbitral, realizado por ICCGSA y dispuso que se
continúe con el proceso solo respecto a las pretensiones de la reconvención
formuladas por PROVIAS NACIONAL.

14.3: Respecto a lo manifestado en los apartados V), VI), VII) y X); de los
hechos expuestos tanto en el escrito de absolución como alegatos finales
presentados por ICCGSA (obrantes a fojas 859 y 1524, respectivamente, en el
expediente arbitral), y su exposición en la Audiencia de Informe Oral (Ver Acta
y presentación en PowerPoint utilizada en la aludida Audiencia, a fojas 1591 y
1589), se aprecia que dicha parte sí introdujo a debate "que pretender el pago
de una indemnización por daños y perjuicios generado por incumplimiento
contractuales, cuando ya se ha aplicado una penalidad por el mismo
concepto, resulta arbitrario e injusto"; por lo tanto, no resulta cierto lo alegado
por PROVIAS NACIONAL en el sentido que “nunca se discutió en el proceso
arbitral, por ninguna de las partes, que la oportunidad de la resolución del
contrato, ejecutada por el Comité de Compras Huánuco 4, fuera
improcedente en razón de que supuestamente el contrato ya estaba
culminado y/o la prestación a cargo del contratista ya se había realizado”, y,
como correlato de ello, que “no se le ha dado la posibilidad de defenderse y
argumentar lo que corresponde a su derecho”, esto último se desprende del
Acta de Informe Oral (obrante a fojas 1591 en el expediente arbitral).
Asimismo, tampoco es verdad que ICCGSA, en su solicitud post laudo (obrante
de fojas 1763 a 1769 en el expediente arbitral), cuestione el análisis efectuado
por el Tribunal Arbitral, sobre si la penalidad debe excluir a la indemnización;
estando a que con su pedido de exclusión y rectificación de laudo arbitral, lo
que en sí cuestionó es una supuesta "aceptación" de su parte de la aplicación
de penalidad, siendo estos pedidos declarados improcedentes conforme es
de verse de la Resolución Post laudo (N° 53), visualizado de fojas 116 a 123.

14.4: Con relación a lo expresado en los apartados VIII) y IX); es pertinente


señalar que si no hizo referencia, en el laudo, al pacto de daño ulterior
contenido en la Cláusula 14.1 del contrato de Servicios N° 081-2010-MTC/20,
fue debido a que la reconviniente no planteó de una manera expresa en su
"contrademanda" algún asunto respecto a un daño ulterior, estando impedido

24
el tribunal Arbitral de sustituirse a la parte en su pretensión, tal como lo ha
indicado en la resolución Post laudo, al pronunciarse respecto a la solicitud de
interpretación de laudo presentado por PROVIAS NACIONAL (obrante de fojas
1771 a 1773 en el expediente arbitral). Siendo que de conformidad con lo
establecido en el artículo 69° del Reglamento Arbitral aplicable, "la decisión
que se pronuncie sobre la rectificación, interpretación, integración y exclusión,
formará parte del laudo".

DÉCIMO QUINTO: Consecuentemente, habiéndose desestimado todas los


argumentos contenidos en el recurso de anulación de laudo arbitral, y
quedando establecido que el laudo arbitral impugnado no incurre en falta de
motivación, corresponde desestimar el recurso encaminado a lograr su
anulación.

DÉCIMO SEXTO: Por las consideraciones glosadas y, en virtud de los artículos 50°
(inciso 6), 128° y 200° del Código Procesal Civil se resuelve:

DECISIÓN:

DECLARAR INFUNDADO EL RECURSO ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL


promovido por PROVIAS NACIONAL contra el laudo arbitral de derecho de
fecha 26 de octubre de 2017, en el extremo que resolvió declarar infundada la
primera pretensión de la reconvención formulada. En consecuencia, VÁLIDO el
citado Laudo. Notificándose conforme a ley.-
ss.

ECHEVARRÍA GAVIRIA DÍAZ VALLEJOS

PRADO CASTAÑEDA

25
SLEG/girf

26
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
PRIMERA SALA COMERCIAL PERMANENTE1

Sumilla: El recurso de anulación de laudo arbitral


no es otra instancia más de la jurisdicción arbitral
por medio de la cual se permita a la jurisdicción
ordinaria efectuar un nuevo examen de lo resuelto
arbitralmente, sino que su procedencia se rige por
los principios de irrevisabilidad del criterio arbitral y
mínima intervención judicial; y, que bajo la
apariencia de la afectación de la motivación no
corresponde vulnerar el primero de los citados
principios, sino se trata de acreditar que,
efectivamente, se ha conculcado gravemente el
contenido constitucionalmente protegido de dicho
derecho.

EXPEDIENTE N° : 110-2018
IMPUGNANTE : PROYECTO ESPECIAL DE INFRAESTRUCTURA DE
TRANSPORTE NACIONAL - PROVIAS NACIONAL DEL MINISTERIO DE
TRANSPORTES
IMPUGNADO : CONSORCIO INTEGRAL VCHI
MATERIA : ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL

RESOLUCIÓN NÚMERO: 12
Lima, 14 de agosto de 2018.-

VISTOS:

Interviniendo como Juez Superior Ponente la señora Echevarría Gaviria.

RESULTA DE AUTOS que: PROYECTO ESPECIAL DE INFRAESTRUCTURA DE


TRANSPORTE NACIONAL - PROVIAS NACIONAL DEL MINISTERIO DE
TRANSPORTES, por escrito visualizado en el Sistema de Expediente Judicial
Electrónico (En adelante el demandante o nulidiscente) interpone recurso
de anulación a fin de que se declare la nulidad parcial del Laudo Arbitral

1
Resolución Administrativa número 001-2018-P-CSJLI/PJ, publicada en el diario oficial “El Peruano” el día
03 de enero de 2018.

1
de derecho, de fecha 25 de setiembre de 2017 emitido por el Tribunal
Arbitral conformado por Jorge Eduardo Lázaro Valdivieso, Luis Alberto Liñan
Arana y Richard Félix Lugo Mena; de los puntos resolutivos primero,
segundo, tercero, quinto, sexto, séptimo y octavo, por infracción al derecho
constitucional al debido proceso, en su manifestación del derecho a la
motivación de las resoluciones, alegándose para ello las causales de
anulación contenidas en los literales b) y c) del inciso 1 del artículo 63° de la
Ley de Arbitraje, en el proceso arbitral promovido por Consorcio Integral
VCHI contra el Proyecto Especial de Infraestructura de Transportes - Provias
Nacional.

Causales de anulación de laudo arbitral. Manifiesta la parte impugnante


que el mencionado laudo arbitral incurre en las causales de anulación
sancionadas en los incisos b) y c) previstos en el numeral primero del
artículo 63 del Decreto Legislativo número 1071.

Por lo demás, dichas causales serán objeto de análisis en los fundamentos


pertinentes de la presente resolución.

Con relación a las causales invocadas. La impugnante argumenta


básicamente lo siguiente:

En cuanto a la causal b).-

i.- Sostiene el recurrente que el laudo será nulo cuando afecte los derechos
de las partes, claro está, aquellos de carácter procesal, siendo uno de ellos,
el derecho al debido proceso, el cual a su vez incluye una serie de
derechos como lo es el derecho a la obtención de una decisión motivada.

En cuanto a la causal c).-

i.- El recurrente señala que dicha causal procede cuando las actuaciones
arbitrales no se han ajustado al acuerdo entre las partes o al reglamento
arbitral aplicable. Pues bien, siendo que en el Acta de Instalación Arbitral,
se acordó como norma aplicable para las actuaciones arbitrales, el
Reglamento del Centro de Arbitraje de la Pontificia Universidad Católica
del Perú, el cual, en su artículo 67° establece que: "El laudo arbitral de

2
derecho debe estar motivado (...)". Asimismo, se estableció la aplicación
supletoria de la Ley de Arbitraje, la cual, en el numeral 1 de su artículo 56°
establece que: "Todo laudo debe ser motivado, a menos que las partes
hayan convenido algo distinto (...)"; en tal sentido, al no haber pactado
algo distinto se entiende que el laudo debe estar motivado.

En razón a ello, dichas causales se subsumen en la falta de motivación del


laudo arbitral, siendo básicamente en:

- Deficiencias en la motivación externa, justificación de las premisas.

El recurrente sostiene que el Tribunal Arbitral señaló como premisa que las
partes y fundamentalmente el consorcio no señalaron dirección
electrónica, lo cual es invalido, dado que ello no ha sido confrontado
fácticamente, pues en el contrato de supervisión de obra N° 093-2010-
MTC/20, sí se consignó la dirección electrónica del consorcio.

Además alega que el Tribunal Arbitral para establecer la invalidez de la


comunicación electrónica realizada por la entidad, estableció que
PROVIAS no ha comunicado a una dirección electrónica señalada por el
Consorcio, siendo dicha premisa inválida, pues tampoco ha sido
confrontada fácticamente, ello en razón, a que conforme se verifica de
los cargos de notificación presentados el Consorcio si fue notificado en
la dirección electrónica consignada en el Contrato; fundamentos por los
cuales, el laudo adolece de la motivación indicada.

- Defectos de motivación, inexistencia de motivación o motivación


aparente.

Sostiene el nulidiscente que otro de los argumentos de defensa


presentado por PROVIAS NACIONAL consistió en que durante la vigencia
de la relación contractual, ya en reiteradas ocasiones le fueron
notificadas de forma electrónica resoluciones que reflejan las decisiones

3
que adopta la entidad, entre ellas: La Resolución Directoral N° 452-2011-
MTC/20 de fecha 04.05.2011 referida a la Ampliación de Plazo N° 1, La
Resolución Directoral N° 524-2011-MTC/20 de fecha 20.05.2011 referida a
la Ampliación de Plazo N° 2, La Resolución Directoral N° 585-2011-MTC/20
de fecha 06.06.2011 referida a la Ampliación de Plazo N° 3 y La
Resolución Directoral N° 729-2011-MTC/20 de fecha 07.07.2011 referida a
la aprobación de la Prestación Adicional N° 3; siendo recién
cuestionadas al momento de la liquidación del contrato; no siendo
materia de análisis dichos hechos y medios probatorios alegados y
presentados por su parte, por lo que queda acreditado que el laudo
adolece de falta de motivación.

Finalmente alega que PROVIAS NACIONAL manifestó expresamente en


la Audiencia de Informes Orales y en el escrito de conclusiones finales
que, el procedimiento de liquidación de contrato, al ser éste un contrato
de financiamiento BID, se encontraba estipulado específicamente en el
numeral 6.4 del Capítulo II de las Condiciones Generales del Contrato;
siendo absolutamente claro que el Tribunal Arbitral ha omitido evaluar y
analizar las consideraciones señaladas que han sido expuestas en sus
argumentos de defensa dentro del proceso arbitral.

Admisión y traslado de la anulación de laudo arbitral. Por resolución


número 1, su fecha 20 de abril de 2017 visualizado en el Expediente Judicial
Electrónico, se admitió a trámite el recurso de anulación de laudo arbitral
interpuesto por el PROYECTO ESPECIAL DE INFRAESTRUCTURA DE
TRANSPORTE NACIONAL - PROVIAS NACIONAL DEL MINISTERIO DE
TRANSPORTES, disponiéndose el traslado por el plazo de 20 días a
CONSORCIO INTEGRAL VCHI.

Absolución de la contraria. No existiendo absolución por la parte contraria,


corresponde emitir pronunciamiento en torno al recurso de anulación
presentado.

Y; CONSIDERANDO que:

4
PRIMERO: La segunda parte del inciso 2) del artículo 62° del Decreto
Legislativo número 1071 (Decreto Legislativo que Regula el Arbitraje), en
torno al control judicial de los laudos arbitrales, prevé: “Está prohibido bajo
responsabilidad, pronunciarse sobre el fondo de la controversia o sobre el contenido de la
decisión o calificar los criterios, motivaciones o interpretaciones expuestas por el tribunal
arbitral.”. El Precitado dispositivo legal plasma el principio arbitral

denominado de “Irrevisabilidad del Criterio Arbitral” por parte de la


jurisdicción judicial-ordinaria y que según la doctrina: “Actualmente, existe
unanimidad casi absoluta entre quienes han estudiado el recurso de anulación de laudo
arbitral en afirmar que la regla más importante que rige -o por lo menos debe regir- este
medio de impugnación del arbitraje es, sin duda, aquella que prohíbe al juzgador
pronunciarse sobre el fondo de la controversia que fue resuelta en el arbitraje.”2. Ello

debido a que, el arbitraje -incluyendo a la anulación del laudo arbitral- se


sustenta en el principio de mínima intervención judicial recogido en el
artículo 3° del prenotado Decreto Legislativo en el sentido que: “En los
asuntos que se rijan por este Decreto Legislativo no intervendrá la autoridad judicial,
salvo en los casos en que esta norma así lo disponga.”3. Según Fernando Cantuarias
Salaverry4: “Con todo, resulta desde ya conveniente subrayar que la Ley Peruana de
Arbitraje, de 2008, se ubica en la más moderna tendencia a reducir aún más, la
injerencia judicial en casos sometidos a arbitraje, restringiendo severamente los supuestos
que autorizan la intervención del Poder Judicial.”. Siendo que, en el caso de la

anulación de laudo arbitral el control judicial está restringido a emitir

2 Alva Navarro, Esteban. “Arbitraje. Anulación del Laudo”. Palestra Editores y Mario Castillo Freyre Editor.

Lima; agosto 2011. Pág. 67.

3 Dispositivo legal que fue plasmado en similares términos en el artículo 5° de la Ley Modelo de la

CNUDMI sobre Arbitraje Comercial Internacional: “En los asuntos que se rijan por la presente Ley, no
intervendrá ningún tribunal salvo en los casos en que esta Ley así lo disponga.”

4 Citado por Juan Eduardo Figueroa Valdés. “La Autonomía de los Árbitros y la Intervención Judicial.”.

Revista de Arbitraje PUCP. Número 04 (2014). Pág. 71-81.

5
pronunciamiento sobre su validez por causales específicas, tal como lo
preceptúan los artículos 62 (inciso 1)5 y 636 del citado Decreto Legislativo.

SEGUNDO: Esta figura constituye un recurso extraordinario que se interpone


ante el órgano jurisdiccional, cuyo objeto no es el de revisar el contenido
del laudo, en cuanto al fondo del asunto materia de controversia,
expedido por los árbitros, sino controlar que éstos hayan dado
cumplimiento a determinadas exigencias que la ley ha considerado
5 Artículo 62 (inciso 1): “Contra el laudo sólo podrá interponerse recurso de anulación. Este recurso

constituye la única vía de impugnación del laudo y tiene por objeto la revisión de su validez por las
causales taxativamente establecidas en el artículo 63,”

6 Artículo 63.- Causales de anulación.

1. El laudo sólo podrá ser anulado cuando la parte que solicita la anulación alegue y pruebe:
a. Que el convenio arbitral es inexistente, nulo, anulable, inválido o ineficaz.
b. Que una de las partes no ha sido debidamente notificada del nombramiento de un árbitro o de las
actuaciones arbitrales, o no ha podido por cualquier otra razón, hacer valer sus derechos.
c. Que la composición del tribunal arbitral o las actuaciones arbitrales no se han ajustado al acuerdo
entre las partes o al reglamento arbitral aplicable, salvo que dicho acuerdo o disposición estuvieran en
conflicto con una disposición de este Decreto Legislativo de la que las partes no pudieran apartarse, o
en defecto de dicho acuerdo o reglamento, que no se han ajustado a lo establecido en este Decreto
Legislativo.
d. Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias no sometidas a su decisión.
e. Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias que, de acuerdo a ley, son manifiestamente no
susceptibles de arbitraje, tratándose de un arbitraje nacional.
f. Que según las leyes de la República, el objeto de la controversia no es susceptible de arbitraje o el
laudo es contrario al orden público internacional, tratándose de un arbitraje internacional.
g. Que la controversia ha sido decidida fuera del plazo pactado por las partes, previsto en el
reglamento arbitral aplicable o establecido por el tribunal arbitral.
2. Las causales previstas en los incisos a, b, c y d del numeral 1 de este artículo sólo serán procedentes si
fueron objeto de reclamo expreso en su momento ante el tribunal arbitral por la parte afectada y fueron
desestimadas.
3. Tratándose de las causales previstas en los incisos d. y e. del numeral 1 de este artículo, la anulación
afectará solamente a las materias no sometidas a arbitraje o no susceptibles de arbitraje, siempre que
puedan separarse de las demás; en caso contrario, la anulación será total. Asimismo, la causal prevista
en el inciso e podrá ser apreciada de oficio por la Corte Superior que conoce del recurso de anulación.
4. La causal prevista en el inciso g. del numeral 1 de este artículo sólo será procedente si la parte
afectada lo hubiera manifestado por escrito de manera inequívoca al tribunal arbitral y su
comportamiento en las actuaciones arbitrales posteriores no sea incompatible con este reclamo.
5. En el arbitraje internacional, la causal prevista en el inciso a. del numeral 1 de este artículo se
apreciará de acuerdo con las normas jurídicas elegidas por las partes para regir el convenio arbitral, por
las normas jurídicas aplicables al fondo de la controversia, o por el derecho peruano, lo que resulte más
favorable a la validez y eficacia del convenio arbitral.
6. En el arbitraje internacional, la causal prevista en el inciso f. podrá ser apreciada de oficio por la Corte
Superior que conoce del recurso de anulación.
7. No procede la anulación del laudo si la causal que se invoca ha podido ser subsanada mediante
rectificación, interpretación, integración o exclusión del laudo y la parte interesada no cumplió con
solicitarlos.
8. Cuando ninguna de las partes en el arbitraje sea de nacionalidad peruana o tenga su domicilio,
residencia habitual o lugar de actividades principales en territorio peruano, se podrá acordar
expresamente la renuncia al recurso de anulación o la limitación de dicho recurso a una o más causales
establecidas en este artículo. Si las partes han hecho renuncia al recurso de anulación y el laudo se
pretende ejecutar en territorio peruano, será de aplicación lo previsto en el título VIII.

6
indispensables para el buen funcionamiento del arbitraje. De este modo, el
recurso de anulación “no es una instancia más en la que se haya de
examinar el fondo del asunto, sino una vía para comprobar que el laudo no
va contra el orden público y se ajusta a los puntos sometidos a decisión
arbitral y a las normas básicas por las que se rige la institución.”7 Ello debido
a que, el arbitraje -incluyendo a la anulación del laudo arbitral- se sustenta
en el principio de mínima intervención judicial recogido en el artículo 3° del
prenotado Decreto Legislativo en el sentido que: “En los asuntos que se rijan
por este Decreto Legislativo no intervendrá la autoridad judicial, salvo en los
casos en que esta norma así lo disponga"8, razón por la cual la labor
contralora de la judicatura se circunscribe a emitir pronunciamiento sobre
la validez formal de laudo.

TERCERO: En el mismo sentido LEDESMA NARVAEZ afirma que: «El recurso de


anulación tiene un contenido limitado y va dirigido a velar por el
cumplimiento de la pureza del procedimiento arbitral y su procedencia
pero nunca a revisar el fondo del asunto ni la decisión que sobre el mismo
los árbitros hayan podido adoptar (…) No es posible discutir los
fundamentos del laudo ni el acierto de sus disposiciones, porque no se
transfiere al tribunal revisor la facultad de decidir, que es exclusiva de los
árbitros, porque las partes han querido precisamente excluir a los tribunales
de intervención, que solo aparece justificada para garantizar el
cumplimiento de unas garantías mínimas, que son precisamente las que
tratan de salvaguardar los motivos por los que pueden interponerse»9 .

7CHOCRÓN GIRÁLDEZ, Ana María. Los principios procesales en el arbitraje. Barcelona: José María Bosch
Editor. 2000, p. 211.

8 En esa línea el profesor Fernando Cantuarias Salaverry citado por Juan Eduardo Figueroa Valdés en:
Citado por Juan Eduardo Figueroa Valdés en: “La Autonomía de los Árbitros y la Intervención
Judicial”.(Revista de Arbitraje PUCP. Número 04 (2014). Pág. 71-81) refiere que: "Con todo, resulta desde
ya conveniente subrayar que la Ley Peruana de Arbitraje, de 2008, se ubica en la más moderna
tendencia a reducir aún más, la injerencia judicial en casos sometidos a arbitraje, restringiendo
severamente los supuestos que autorizan la intervención del Poder Judicial (...)"

9
LEDESMA NARVAEZ, MARIANELLA, Laudos Arbitrales y Medios Impugnatorios, en Cuadernos
Jurisprudenciales, Gaceta Jurídica, Lima, Noviembre 2005.

7
RESPECTO AL RECLAMO PREVIO FORMULADO EN SEDE ARBITRAL.-

CUARTO.- El numeral 2 del artículo 63 de la Ley de Arbitraje dispone que las


causales previstas en los incisos a), b), c) y d) del numeral 01 del artículo en
mención, sólo serán procedentes si fueron objeto de reclamo expreso en su
momento ante el tribunal arbitral por la parte afectada y fueran
desestimados. (Subrayado nuestro). Esto se explica porque la anulación de
laudo constituye un mecanismo de última ratio, por lo que en consonancia
con la protección legal del principio de autonomía del arbitraje, la parte
antes de acudir a sede judicial debe agotar previamente todo recurso o
reclamo ante el Tribunal Arbitral, al ser dicho órgano el escogido por las
partes para resolver sus controversias. “Es decir se permite al Tribunal
Arbitral, una vez firmadas las resoluciones y sin variar su contenido esencial,
aclarar algún concepto oscuro, rectificar cualquier error material que
adolezca, así como subsanar y/o complementar resoluciones
defectuosas”10. Sin embargo tal requisito, será exigible en tanto y en cuanto
su cumplimiento sea posible y además, represente efectivamente la
posibilidad de enmienda del vicio o defecto incurrido. (Énfasis y subrayado
nuestro).

QUINTO: Cabe indicar que un reclamo previo para ser considerado válido,
necesariamente deberá ostentar ciertas cualidades, tales como ser
oportuno, esto es, formulado ante el Tribunal Arbitral en la primera
oportunidad que el interesado tenga para hacerlo, caso contrario
importaría una suerte de convalidación del hecho cuestionado e incluso la
aplicación del artículo 11° del Decreto Legislativo N° 107111; y expreso, esto
es que en sede arbitral se haya reclamado expresamente el mismo vicio
que se denuncia vía recurso de anulación.

10GARBIERI LLOBREGAT J. “COMENTARIOS A LA LEY 60/2003 DE 23 DE DICIEMBRE, DE ARBITRAJE” Tomo II Página 926
Edición BOSH- Barcelona – España.

11Decreto Legislativo N° 1071, Artículo 11°, Renuncia a objetar: “Si una parte conociendo, o debiendo
conocer, que no se ha observado o se ha infringido una norma de éste Decreto Legislativo de la que las
partes puedan apartarse, o un acuerdo de las partes, o una disposición del reglamento arbitral
aplicable, prosigue con el arbitraje y no objeta su incumplimiento tan pronto como le sea posible, se
considerara que renuncia a objetar el laudo por dichas circunstancias”.

8
SEXTO: En el presente caso, se advierte que independientemente de que
no sea obligatorio la presentación del recurso post laudo, pues lo que
alega el recurrente es la falta de motivación del recurso de anulación; el
recurrente PROVÍAS NACIONAL mediante escrito de fecha 10 de octubre
de 201712, interpone recurso post laudo contra el laudo arbitral de fecha 25
de setiembre de 2017, habiendo sido resuelto el referido recurso mediante
resolución N° 29 de fecha 23 de Enero de 2018; apreciándose del tenor de
dicho escrito, que el mismo se argumenta en términos similares a los
invocados en el presente recurso de anulación. En ese sentido, a la luz de
las ideas expuestas se llega a establecer la legalidad del recurso
interpuesto, al no encontrarse inmerso en causal de improcedencia ni
contravenir lo establecido en el inciso 07 del artículo 63° de la prenotada
Ley, por lo que en los próximos fundamentos éste Superior Tribunal entrará a
analizar la anulación del laudo arbitral y las causales de anulación en que
sustenta dicho recurso.

EN CUANTO A LA NULIDAD PARCIAL DE LAUDO ARBITRAL de fecha 25 de


Setiembre de 2017.-

RESPECTO A LAS CAUSALES B) Y C) DEL NUMERAL 1 ARTÍCULO 63°

SÉTIMO: De la revisión del recurso que nos ocupa, se aprecia que se invoca
para estos efectos los incisos b) y c) del numeral 1 artículo 63° del Decreto
Legislativo N° 1071 que prescribe que: "El laudo sólo podrá ser anulado
cuando la parte que solicita la anulación, alegue y pruebe:

(...) b. Que una de las partes no ha sido debidamente notificada del


nombramiento de un árbitro o de las actuaciones arbitrales, o no ha
podido por cualquier otra razón hacer valer sus derechos.

12 Visualizado en el Sistema de Expediente Judicial Electrónico

9
c. Que la composición del tribunal arbitral o las actuaciones
arbitrales no se han ajustado al acuerdo entre las partes o al
reglamento arbitral aplicable (...)".

OCTAVO: En ese orden de ideas, a través de lo regulado por el inciso 5) del


artículo 139 de la Constitución prevé que: “Son principios y derechos de la
función jurisdiccional: La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las
instancias”. Asimismo, el inciso 1) del artículo 56 del Decreto Legislativo

dispone que: “Todo laudo debe ser motivado, a menos que las partes hayan convenido
algo distinto (…)”. Como ya se indicó, en tanto función jurisdiccional el

arbitraje no se encuentra exceptuada de observar los principios y derechos


de la función jurisdiccional, entre los que encuentra la motivación de la
resolución que pone fin a la controversia arbitral, contenida, generalmente,
en el respectivo laudo arbitral.

NOVENO: Conforme lo indica la doctrina, el deber de motivación: "(...) se


inserta en el sistema de garantías que las constituciones democráticas crean para tutelar
las situaciones jurídicas de los individuos ante el Poder Estatal y, en particular, ante las
manifestaciones del mismo en el ámbito de la jurisdicción"13. En similar sentido debe
entenderse lo concerniente a la MOTIVACIÓN DE UN LAUDO, ya que esta es
necesaria a fin que "el contenido del Laudo sea producto de una exégesis racional, y
no el fruto de la arbitrariedad; se entiende que la motivación es un deber consistente en la
expresión de los motivos o razones que explican la decisión y los argumentos en que se ha
basado el Tribunal, constituyendo así una garantía procesal de las partes que les permite
conocer las razones por las que sus pretensiones fueron estimadas o desestimadas"14.

DÉCIMO: Sin embargo, la verificación por parte de la Corte Superior, debe


tener como límites, los establecidos por la propia Ley de Arbitraje en el

Tarrufo, Michele, "LA MOTIVACION DE LA SENTENCIA CIVIL". Traducción de Lorenzo Córdova Vianello,
13

México. Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, 2006. Página 349.

14SILVIA BARONA VILAR Y OTROS, "COMENTARIOS A LA LEY DE ARBITRAJE. LEY 60/2003, DE 23 DE


DICIEMBRE" CIVITAS Ediciones, 1era Edición, Madrid, 2004.

10
articulo 62° numeral 02, que prohíbe expresamente analizar, no solo el
fondo de la controversia o contenido de la decisión, sino también calificar
los criterios, ó interpretaciones expuestas en éste caso puntual por el
Tribunal Arbitral. (Énfasis y subrayado nuestro). Entendemos que la
motivación debe estar relacionada a las cuestiones decisorias, es decir,
que las razones por las cuales se ampararon o no las pretensiones
principales del proceso arbitral, se encuentren debidamente expresadas y
sustentadas.
COUTURE señala que: “La ley se lo impone (la motivación) como una manera de
fiscalizar su actividad intelectual frente al caso, a los efectos de poderse comprobar que su
decisión es un acto reflexivo, emanado de un estudio de las circunstancias particulares, y
no a un acto discrecional de su voluntad autoritaria. (...) Una sentencia sin motivación
priva a las partes del más elemental de sus poderes de fiscalización sobre los actos
reflexivos del magistrado”15.

UNDÉCIMO: Pues bien, previamente a desarrollar los argumentos sostenidos


por el recurrente en su recurso de anulación arbitral, es preciso desarrollar el
contenido constitucionalmente garantizado del derecho de motivación
que queda delimitado en los supuestos de:

a) Motivación aparente.- (...) No da cuenta de las razones


mínimas que sustentan la decisión, no responde a las
alegaciones de las partes en el proceso, o sólo intenta dar un
cumplimiento formal al mandato.

b) Falta de motivación interna del razonamiento.- Se presenta


en una doble dimensión; por un lado, cuando existe invalidez
de una inferencia a partir de las premisas que establece
previamente el Juez en su decisión, y por otro lado, cuando
existe incoherencia narrativa, que se presenta como un
discurso absolutamente confuso incapaz de transmitir, de
modo coherente, las razones en que apoya su decisión (...).

15EDUARDO COUTURE, Fundamentos del Derecho Procesal Civil, 4ta Edición, Editorial B de F, Montevideo,
2005.

11
c) Deficiencias en la motivación externa - justificación de las
premisas.- El control de la motivación también puede autorizar
la actuación del juez constitucional cuando las premisas de las
que parte el Juez no han sido confrontadas o analizadas
respecto de su validez fáctica o jurídica (...).

d) Motivación insuficiente.- Se refiere, básicamente, al mínimo


de motivación exigible atendiendo a las razones de hecho o
de derecho indispensables para asumir que la decisión está
debidamente motivada (...).

e) Motivación sustancialmente incongruente.- El derecho a la


debida motivación de las resoluciones obliga a los órganos
judiciales a resolver las pretensiones de las partes de manera
congruente con los términos en que vengan planteadas, sin
cometer, por lo tanto, desviación que supongan modificación
o alteración del debate procesal - incongruencia activa (...).

f) Motivación cualificada.- Conforme lo ha destacado este


Tribunal, resulta indispensable una especial justificación para el
caso de decisiones de rechazo de la demanda, o cuando,
como producto de la decisión jurisdiccional, se afectan
derechos fundamentales como el de la libertad (...)16.

DUODÉCIMO: En ese orden de ideas, estando a que el recurso de anulación


de laudo arbitral deducido por PROVIAS NACIONAL invoca el
quebrantamiento del derecho constitucional de la motivación de las
decisiones judiciales [inciso 5) del artículo 139 de la Constitución: Son
principios y derechos de la función jurisdiccional: La motivación escrita de
las resoluciones judiciales en todas las instancias], entonces, debe emitirse
pronunciamiento en torno a ello.

16 Sentencia N° 00728-2008-PHC/TC - fundamento 7

12
DÉCIMO TERCERO: En principio, debe señalarse que la función de control
judicial de este Colegiado, en mérito de la causal invocada, no puede
importar en modo alguno la revisión del fondo de la controversia ni el
razonamiento seguido por el Tribunal Arbitral; la razón de lo señalado se
basa en que el recurso de anulación de laudo no es una instancia, sino un
proceso autónomo en el que de modo puntual se verifica el cumplimiento
de determinados supuestos de validez del laudo arbitral, no debiendo
perderse de vista que las partes se han sometido de modo voluntario y
expreso a la jurisdicción arbitral que resuelve la controversia de modo
exclusivo y excluyente, por lo que la función de este Colegiado no es la de
efectuar ni revisar la valoración probatoria ni corregir los errores in
procedendo o in iudicando que se pudieran haber producido durante el
proceso arbitral o al emitirse el laudo, salvo claro está, que estos
configurasen alguna de las causales de nulidad expresamente previstas por
ley. Por tanto, este Colegiado tiene claro que la función de control judicial
que le ha sido encomendada por la ley, según el diseño normativo del
arbitraje y su interrelación con el sistema de justicia a cargo del Estado, no
equivale a una función revisora propia de una instancia de grado.

DÉCIMO CUARTO: Pues bien, del texto del laudo, se desprende que el
Tribunal Arbitral le correspondía laudar respecto de los siguientes aspectos:

Sobre las pretensiones de la demanda arbitral:


i. Determinar si corresponde o no declarar que la liquidación del Contrato de
Supervisión de Obra N° 093-2010-MTC/20 remitida por el Consorcio, ha
quedado consentida.
ii. Determinar si corresponde o no ordenar a PROVIAS NACIONAL pagar a favor
del Consorcio la suma ascendente a S/ 162, 772.52, derivada de la liquidación
del Contrato de Supervisión de Obra N° 093-2010-MTC/20, en tanto ha
quedado consentida por la entidad.
iii. Determinar si corresponde o no ordenar a PROVIAS NACIONAL el pago de
los intereses legales que correspondan desde la fecha en que se tuvo por
aprobada la liquidación del Contrato de Supervisión de Obra N° 093-2010-
MTC/20, hasta la fecha efectiva de su pago.

13
iv. Determinar si corresponde o no ordenar a PROVIAS NACIONAL el pago
indemnizatorio de los siguientes daños, cuyos montos deberán ser liquidados
vía ejecución de laudo arbitral:
(i) Costo que ocasiona mantener vigentes las garantías otorgadas a favor de
dicha entidad.
(ii) Costo financiero de la suma dineraria impaga.
v. Determinar si corresponde o no ordenar a PROVIAS NACIONAL, asumir
íntegramente los costos y costas del presente proceso arbitral.

Sobre las pretensiones de la reconvención


i. Determinar si corresponde o no declarar que la liquidación del Contrato de
Supervisión de Obra N° 093-2010-MTC/20, presentada por la Supervisión
mediante Carta SUP-PA-0041-2014 no ha quedado consentida.
ii. Determinar si corresponde o no declarar que la liquidación del Contrato de
Supervisión de Obra N° 093-2010-MTC/20, presentada por la entidad mediante
Resolución Directoral N° 1218-2014-MTC/20, ha quedado consentida.
iii. Determinar si corresponde o no que como consecuencia de haberse
declarado consentida la liquidación del Contrato de Supervisión de Obra N°
093-2010-MTC/20, presentada por la entidad mediante Resolución Directoral
N° 1218-2014-MTC/20, se ordene el pago a favor de la entidad por la suma de
S/ 13, 317.93 incluido I.G.V.

DÉCIMO QUINTO: Del mismo laudo se aprecia en la parte resolutiva del


laudo arbitral en los siguientes términos:
PRIMERO: Declarar FUNDADA la primera pretensión del CONSORCIO, En
consecuencia, se declara que la Liquidación del Contrato de Supervisión de
Obra N° 093-2010-MTC/20 remitida por el CONSORCIO, ha quedado
consentida.
SEGUNDO: Declarar FUNDADA la primera pretensión accesoria a la primera
pretensión principal de la demanda del CONSORCIO. En consecuencia, se
ordena que PROVIAS NACIONAL pague al CONSORCIO, la suma de S/ 162,
772.52 derivada de la Liquidación del Contrato de Supervisión de Obra N° 093-
2010-MTC/20.
TERCERO: Declarar FUNDADA la segunda pretensión accesoria a la primera
pretensión principal de la demanda del CONSORCIO y en consecuencia se
ordena que PROVIAS NACIONAL pague al CONSORCIO los intereses legales

14
que correspondan desde el 16 de enero de 2015, hasta la fecha efectiva de su
pago.
CUARTO: Declarar INFUNDADA la segunda pretensión principal de la demanda
presentada por el Consorcio.
QUINTO: Declarar INFUNDADA en parte la tercera pretensión principal de la
demanda presentada por CONSORCIO y disponer que cada parte asuma del
cincuenta por ciento (50%) de los honorarios del Tribunal Arbitral y de los gastos
de administración. Fuera de estos conceptos cada parte asumirá los gastos,
costas y costos que incurrió como consecuencia del presente arbitraje, como
son los honorarios de sus abogados y demás vinculados.
SEXTO: Declarar INFUNDADA la primera pretensión principal de la
reconvención presentada por PROVIAS NACIONAL.
SÉTIMO: Declarar INFUNDADA la segunda pretensión principal de la
reconvención presentada por PROVIAS NACIONAL.
OCTAVO: Declarar INFUNDADA la pretensión accesoria a la segunda
pretensión principal de la reconvención presentada por PROVIAS NACIONAL.

DÉCIMO SEXTO: Se advierte del recurso de anulación que nos ocupa, que
todas las alegaciones de vicio en la motivación del laudo están referidas a
los puntos resolutivos primero, segundo, tercero, quinto, sexto, séptimo y
octavo, tal y conforme lo señala el nulidiscente en su recurso de anulación,
por lo que es a este extremo que ciñe su análisis este Colegiado Superior.

DÉCIMO SÉTIMO.- En referencia a las Deficiencias en la motivación externa,


justificación de las premisas; es preciso señalar que como se ha precisado
precedentemente, "(...) el control en la justificación de las premisas
posibilita identificar las razones que sustentan las premisas en las que ha
basado su argumento. El control de la justificación externa del
razonamiento resulta fundamental para apreciar la justicia y razonabilidad
de la decisión judicial en el Estado democrático, porque obliga al juez al ser
exhaustivo en la fundamentación de su decisión y a no dejarse persuadir
por la simple lógica formal"17.

17
Expediente N° 00728-2008-HC/TC. Fundamento N° 7

15
DÉCIMO OCTAVO.- En ese sentido, desarrollando los argumentos señalados
por el nulidiscente correspondiente a las deficiencias a la motivación
externa, justificación de las premisas; es preciso referir:

18.1. En cuanto, a la afirmación efectuada por PROVIAS NACIONAL, en


referencia a que [el Tribunal Arbitral señaló como premisa que las partes y
fundamentalmente el consorcio no señalaron dirección electrónica, lo cual
es inválido, dado que en el Contrato de Supervisión de Obra N° 093-2010-
MTC/20 sí se consignó la dirección electrónica del consorcio], debe
precisarse que, conforme se verifica de la página 36 del laudo arbitral en el
considerando 95, el Tribunal Arbitral hace mención a la notificación de los
medios electrónicos, señalando que si bien las partes en el numeral 1.6 del
capítulo III - Condiciones Especiales del Contrato de Supervisión acordaron
que para las comunicaciones se podrán usar medios electrónicos en las
direcciones que se señalen en la referida cláusula, se aprecia que las partes
no señalaron dirección electrónica en dicha cláusula, y ello se demuestra
de la lectura de las condiciones especiales del Contrato de Supervisión de
Obra N° 093-2010-MTC/2018, mediante el cual se verifica que efectivamente
en la cláusula1.6 del capítulo III no se establecen direcciones electrónicas
de las partes; en ese sentido lo que señala el Tribunal Arbitral en su laudo es
correcto en tanto realiza una interpretación literal de la referida cláusula
para la afirmación que hace mención en el considerando 95 de su laudo.

Además, respecto a la supuesta deficiencia en la motivación externa -


justificación de las premisas que señala el recurrente, debe precisarse que,
dicha deficiencia alegada no se efectiviza en el presente caso, puesto que
como se ha señalado el Tribunal si ha explicado las razones por las cuales,
llega a determinar que no se ha señalado la dirección electrónica
fundamentalmente del consorcio en dicha cláusula especial, siendo la
misma, la única que regula la notificación por medios electrónicos, razón
por la cual, el argumento que sostiene el nulidiscente debe ser
desestimado.

18 A fojas 408 - Expediente Arbitral

16
Así las cosas, este Superior Colegiado puede concluir que por medio de
dicho argumento el impugnante pretende el reexamen de lo decidido por
el Tribunal Arbitral, pues, está centrado en cambiar el criterio que ha
tomado el Tribunal Arbitral para decidir la controversia; lo cual, como se ha
manifestado en la presente resolución, no forma parte de la finalidad del
recurso de anulación de laudo, tal como lo establece la segunda parte del
inciso 2) del artículo 62° del Decreto Legislativo número 1071 (Decreto
Legislativo que Regula el Arbitraje) que prevé: “Está prohibido bajo
responsabilidad, pronunciarse sobre el fondo de la controversia o sobre el contenido de la
decisión o calificar los criterios, motivaciones o interpretaciones expuestas por el tribunal
arbitral.”. El Precitado dispositivo legal plasma el principio arbitral

denominado de “Irrevisabilidad del Criterio Arbitral”, salvo en los casos


prefijados por ley.

18.2. Asimismo, en cuanto a la afirmación efectuada por PROVIAS


NACIONAL, respecto a que [el Tribunal Arbitral para establecer la invalidez
de la comunicación electrónica realizada por la entidad, estableció que
PROVIAS no ha comunicado a una dirección electrónica señalada por el
Consorcio, siendo dicha premisa inválida, pues conforme se verifica de los
cargos de notificación presentados, el Consorcio si fue notificado en la
dirección electrónica consignada en el Contrato; fundamentos por los
cuales, el laudo adolece de la motivación indicada]; debe precisarse que,
conforme se verifica del fundamento 95 del laudo arbitral, el Tribunal ha
señalado respecto a este punto que la entidad no ha acreditado de forma
fehaciente que los correos hayan sido recibidos por el consorcio en dicha
dirección electrónica, teniendo PROVIAS NACIONAL la carga de probar,
pues es la parte que alega la validez de esta forma de comunicación;
máxime si conforme se verifica del Contrato de Supervisión de obra, el
mismo que corresponde a ser el acuerdo de voluntades, de carácter
obligatorio para su cumplimiento conforme lo dispone el artículo 1361° del
Código Civil, en las Cláusulas Generales del Contrato de Supervisión - en el
punto 1.6.1 se señala que cualquier notificación, solicitud o aprobación que
deba o pueda cursarse o darse en virtud de este contrato se hará por

17
escrito. Asimismo en el acápite 1.1.S, se definió el término "por escrito",
señalándose que respecto de ello significaría en forma escrita con prueba
de recibo; lo cual indicaría que necesariamente tiene que existir una
recepción o prueba de recepción de la otra parte, para poder considerar
que existe una notificación válida y eficaz; lo que no ha sucedido en el
presente caso.

En ese sentido, la alegación que realiza el recurrente está enmarcada más


bien en realizar un nuevo examen de los hechos, pues dicha alegación ya
ha sido debidamente contestada en el laudo arbitral de fecha 25 de
setiembre de 2017 - considerando 95; razón por la cual, analizar cuestiones
de fondo, escapan a la finalidad misma de la impugnación de laudo
arbitral a cargo de la jurisdicción judicial-ordinaria, en virtud del principio
arbitral denominado de “Irrevisabilidad del Criterio Arbitral”; ello debido a
que, el arbitraje -incluyendo a la anulación del laudo arbitral- se sustenta en
el principio de mínima intervención judicial recogido en el artículo 3° del
Decreto Legislativo 1071 en el sentido que, en los asuntos que se rijan por
este Decreto Legislativo no intervendrá la autoridad judicial, salvo en los
casos en que esta norma así lo disponga, de ahí que dicho argumento de
anulación, también debe ser desestimado.

Además, respecto a la supuesta deficiencia en la motivación externa -


justificación de las premisas que señala el recurrente, debe precisarse que,
dicha deficiencia alegada no se efectiviza en el presente caso, puesto que
como se ha señalado en los párrafos precedentes, el Tribunal si ha
explicado las razones por las cuales, llega a determinar la invalidez de la
comunicación electrónica realizada por la entidad.

DÉCIMO NOVENO.- En referencia a los Defectos de motivación, inexistencia


de motivación o motivación aparente; debe precisarse que dicho requisito
de la motivación, es sobre su propia existencia, pues, debido a que la
motivación de las resoluciones judiciales constituye una exigencia de rango
constitucional, toda decisión que resuelve sobre los derechos de las partes
y, con mayor razón, la que resuelve sobre el conflicto que constituye el
objeto del proceso debe contener las razones de hecho y de derecho que

18
le sirven de fundamento; dicho de otro modo, como también se ha
señalado precedentemente "(...) la misma es solo aparente, en el sentido
de que no da cuenta de las razones mínimas que sustentan la decisión o de
que no responde las alegaciones de las partes del proceso, o porque solo
intenta dar un cumplimiento formal al mandato, amparándose en frases sin
ningún sustento fáctico o jurídico"19.

VIGÉSIMO.- En ese sentido, desarrollando los argumentos señalados por el


nulidiscente correspondiente a los Defectos de motivación, inexistencia de
motivación o motivación aparente; es preciso referir:
20.1. En cuanto a la afirmación efectuada por PROVIAS NACIONAL, en razón
a que [otro de los argumentos de defensa presentado por PROVIAS
NACIONAL consistió en que durante la vigencia de la relación contractual,
ya en reiteradas ocasiones le fueron notificadas de forma electrónica
resoluciones que reflejan las decisiones que adopta la entidad, entre ellas:
La Resolución Directoral N° 452-2011-MTC/20 de fecha 04.05.2011 referida a
la Ampliación de Plazo N° 1, La Resolución Directoral N° 524-2011-MTC/20
de fecha 20.05.2011 referida a la Ampliación de Plazo N° 2, La Resolución
Directoral N° 585-2011-MTC/20 de fecha 06.06.2011 referida a la Ampliación
de Plazo N° 3 y La Resolución Directoral N° 729-2011-MTC/20 de fecha
07.07.2011 referida a la aprobación de la Prestación Adicional N° 3; siendo
recién cuestionadas al momento de la liquidación del contrato; no siendo
materia de análisis dichos hechos y medios probatorios alegados y
presentados por su parte, por lo que queda acreditado que el laudo
adolece de falta de motivación]; debe precisarse que, como ya lo ha
señalado el Tribunal Arbitral en el referido laudo no se ha tomado en
cuenta las notificaciones electrónicas realizadas por la entidad como
válidas, pues las cláusulas generales del Contrato de Supervisión de obra
indican que éstas tienen que ser dirigidas a las direcciones físicas, teniendo
en cuenta que el término "prueba de recibo" hace alusión a que las partes
convinieron a que toda comunicación será válida siempre que se consigne
el cargo de recepción, lo que no sucede en el caso de las notificaciones a

19
Expediente N° 00728-2008-HC/TC. Fundamento N° 7.

19
direcciones electrónicas, y que además no ha sido debidamente probado
por la referida entidad la recepción de las referidas notificaciones
electrónicas por el Consorcio.

Asimismo, conforme se verifica del fundamento 95 del laudo arbitral, el


Tribunal expresamente ha señalado que si bien se realizó las notificaciones
electrónicas referidas a las ampliaciones de plazo N° 01, 02 y 03, y la
prestación adicional N° 03, las cuales fueron enviadas al Consorcio vía
correo electrónico, al día siguiente se remitió la comunicación en forma
física a fin de obtener la prueba de recibo, siendo su criterio del Tribunal
que la única forma de validez de las notificaciones, es cuando es enviada
en forma física con prueba de recibo; razón por la cual, el argumento
esbozado por el recurrente no tiene mayor sustento fáctico ni jurídico, pues
el Tribunal ha manifestado expresamente en el considerando 95 del laudo,
que a su criterio dichas notificaciones correspondiente a la Resolución
Directoral N° 452-2011-MTC/20, La Resolución Directoral N° 524-2011-MTC/20,
La Resolución Directoral N° 585-2011-MTC/20 y Resolución Directoral N° 729-
2011-MTC/20 no son válidas.

Sin perjuicio de lo señalado, debe precisarse que el laudo arbitral emite una
opinión sobre lo decidido, plasmando lo que especifica y puntualmente les
ha persuadido, esto es, lo que ha terminado de convencerlos de lo ocurrido
(los hechos del caso). No siendo un requisito de la motivación que los
juzgadores valoren y expliquen cada uno de los medios probatorios
aportados por las partes, menos de los que no les ha causado convicción,
sino sólo se pronuncian respecto de los medios probatorios que entre todos
los demás, los han considerado de mayor fuerza y contundencia para el
proceso; en ese sentido, el nulidiscente tampoco puede alegar la falta de
la valoración probatoria, puesto que ello implicaría revalorar la prueba,
esto es, analizar el fondo de lo decidido en el proceso arbitral; lo cual
escapa de la finalidad del recurso de anulación de laudo arbitral, por el
principio de mínima intervención judicial recogido en el artículo 3° del
Decreto Legislativo 1071 se encuentra prohibido este Colegiado de entrar

20
a analizar lo resuelto por el Tribunal Arbitral; de ahí que el aludido
argumento de anulación también debe ser desestimado.

Finalmente, respecto a lo señalado por el recurrente, esto es, que existe una
motivación aparente en este extremo, es preciso advertir que, no se puede
advertir una falta de motivación en el presente laudo arbitral respecto de
dicho argumento, pues, conforme se verifica de lo laudado, el tribunal
arbitral ha tomado en cuenta las posiciones de las partes en el proceso
arbitral para llegar a la solución de la controversia; teniendo también en
consideración los medios de pruebas aportados en el proceso, los mismos
que le llevaron a tener una mayor convicción para la solución de la litis.
Siendo además el criterio del Tribunal Arbitral, apreciar los medios
probatorios de acuerdo a su sana crítica, sin que se encuentre obligado a
calificarlas en el sentido que deseen las partes, puesto que, lo contrario
implicaría limitar su facultad discrecional en materia probatoria, que se
encuentra prohibido por el principio de mínima intervención judicial
recogido en el artículo 3° del Decreto Legislativo 1071.

20.2. Finalmente, referente a la alegación realizada por PROVIAS NACIONAL


respecto a que [manifestó expresamente en la Audiencia de Informes
Orales y en el escrito de conclusiones finales que, el procedimiento de
liquidación de contrato, al ser éste un contrato de financiamiento BID, se
encontraba estipulado específicamente en el numeral 6.4 del Capítulo II de
las Condiciones Generales del Contrato; siendo absolutamente claro que el
Tribunal Arbitral ha omitido evaluar y analizar las consideraciones señaladas
que han sido expuestas en sus argumentos de defensa dentro del proceso
arbitral]; debe señalarse que, el Tribunal ha señalado los fundamentos por
los cuales ha llegado a la decisión arbitral; razón por la cual se advierte de
lo especificado en el laudo arbitral que sí ha existido motivación sobre
cada una de las alegaciones hechas por las partes. Además, conforme se
verifica del referido laudo arbitral visualizado en el Expediente Judicial
Electrónico, el Tribunal se pronuncia sobre cada uno de los puntos
controvertidos fijados en la referida Acta de fijación de puntos

21
controvertidos20; teniendo en cuenta para ello, la demanda y
reconvención que fueron solicitados por las partes como los argumentos
señalados por éstas; razón por la cual la alegación que sostiene el
nulidiscente debe ser desestimado; pues lo contrario a ello, implicaría
analizar el fondo de lo decidido en el proceso arbitral; lo cual escapa de la
finalidad del recurso de anulación de laudo arbitral, por el principio de
mínima intervención judicial recogido en el artículo 3° del Decreto
Legislativo 1071 se encuentra prohibido este Colegiado de entrar a analizar
lo resuelto por el Tribunal Arbitral.

VIGÉSIMO PRIMERO: Debe reiterarse que no es pertinente ni relevante –


menos aún apropiado pronunciarse acerca de si este Órgano Judicial
comparte o no el criterio valorativo de los hechos o interpretativo de la
normativa del caso realizado por el tribunal arbitral, esto es, las razones
asumidas por éste, pues como se ha señalado tantas veces en la presente
resolución, el recurso de anulación de laudo no es una instancia judicial ni
está previsto para revisar criterios, por tratarse aquella de una jurisdicción
(arbitral) distinta e independiente a la judicial a la que se han sometido las
partes, y que debe ser acatada y respetada.

VIGÉSIMO SEGUNDO: En ese orden de ideas, habiéndose desestimado


todas las argumentaciones contenidas en el recurso de anulación de laudo
arbitral, y quedando establecido que el laudo arbitral impugnado no
incurre en falta de motivación, corresponde desestimar el recurso
encaminado a lograr su anulación por contravenir el inciso 5) del artículo
139° de nuestra Constitución.

DECISIÓN:

Por las consideraciones glosadas y en virtud de los artículos 50 (inciso 6) del


Código Procesal Civil:

20
A fojas 750 - Expediente Arbitral

22
- DECLARAN INFUNDADO EL RECURSO ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL
promovido por PROYECTO ESPECIAL DE INFRAESTRUCTURA DE TRANSPORTE
NACIONAL - PROVIAS NACIONAL DEL MINISTERIO DE TRANSPORTES contra el
laudo arbitral de derecho de fecha 25 de setiembre de 2017 emitido por el
Tribunal Arbitral conformado por Jorge Eduardo Lázaro Valdivieso, Luis
Alberto Liñan Arana y Richard Félix Lugo Mena, basado en las causales b) y
c) del numeral 01 del artículo 63° del Decreto Legislativo N° 1071.

- VÁLIDO el citado laudo de fecha 25 de setiembre de 2017.


NOTIFICÁNDOSE.-
SS:

ECHEVARRÍA GAVIRIA DÍAZ VALLEJOS

PRADO CASTAÑEDA

SLEG/jss

23
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
PRIMERA SALA COMERCIAL PERMANENTE1
_________________________________________________________
_

Expediente N° 00112-2018-0-1817-SP-CO-01
EL LAUDO ARBITRAL NO ADOLECE DE UNA DEBIDA
MOTIVACIÓN, POR CUANTO EL ÁRBITRO HA EXPRESADO LOS
MOTIVOS QUE SUSTENTAN SU FALLO, TANTO EN LO QUE ES
MATERIA DE FONDO COMO EN LA IMPUGNACIÓN DE MEDIOS
PROBATORIOS, DE MANERA TAL QUE LAS CAUSALES B) Y C)
SOBRE VICIOS EN LA MOTIVACIÓN DEBE SER DESESTIMADA.
DE OTRO LADO, SE APRECIA QUE EL RECURRENTE NO
CUMPLIÓ CON EFECTUAR REPOSICIÓN CONTRA LA
RESOLUCIÓN NÚMERO 12 QUE DISPUSO RESERVAR EL
PRONUNCIAMIENTO SOBRE LA IMPUGNACIÓN DE MEDIOS
PROBATORIOS CON LA EMISIÓN DEL LAUDO, COLIGIÉNDOSE
QUE NO MEDIO RECLAMO PREVIO VÁLIDO SOBRE ESTA
AFECTACIÓN, RAZÓN POR LA CUAL ESTE EXTREMO
SUSTENTADO TAMBIÉN EN LA CAUSAL B) DEBERÁ SER
DECLARADO IMPROCEDENTE.
.
RESOLUCIÓN N° DIEZ.-
Miraflores, veintiocho de noviembre
de dos mil dieciocho.
VISTOS:
Interviniendo como ponente la Jueza Superior Prado Castañeda. Viene
para resolver el Recurso de Anulación interpuesto contra:
1.- El laudo arbitral de derecho contenido en la Resolución de fecha 06 de
Noviembre de 20172, emitido por el Árbitro Único Julio Cesar Guzmán
Galindo que declaró:
"1.- INFUNDADA la Primera Pretensión Principal respecto a
determinar se deje sin efecto la resolución del contrato N° 051-2015-
MINEDU/VMGP/UE 120 de fecha 08 de Julio de 2015 referido al
item 1- CINTA METRICA de la Adjudicación Directa Pública N° 006-

1 Resolución Administrativa N° 001-2017-P-CSJL/PJ. Publicado en el Diario El Peruano el 03 de enero de 2017.


2 Página 27 a 53

1
2015-MINEDU/VMGP/UE 120 para la "Adquisición y Embalaje de
Cinta Métrica y Juegos de Ajedrez para estudiantes en el Marco del
Plan Nacional de fortalecimiento de la Educación Física y el Deporte
Escolar por el periodo lectivo 2015", efectuada por la Unidad
Ejecutora 120: Programa Nacional de Dotación de Materiales
Educativos y contenida en la Carta Notarial N° 10-2016-
MINEDU/VMPG/DIGERE de fecha 04 de Marzo de 2016.
2.- INFUNDADA la Primera Pretensión Subordinada en todos sus
extremos, respecto a que se declare la resolución del Contrato N°
051-2015-MINEDU/VMGP/UE120 de fecha 08 de Julio de 2015 por
causa atribuible a la Unidad Ejecutora 120: Programa Nacional de
Dotación de Materiales Educativos; o se declare resolver el contrato
sin culpa de las partes.
3.- CARECE DE OBJETO emitir pronunciamiento con relación a la
Primera Pretensión accesoria a la Primera Pretensión Subordinada.
4.- DISPONER con relación a la Segunda Pretensión accesoria a la
primera pretensión subordinada, que no haya condena de costas y
costos en el presente proceso, debiendo cada parte asumir el 50% del
total de costas y costos del presente proceso, incluyendo tasas,
honorarios de arbitraje y de secretaria arbitral, y debiendo asumir
cada parte el costo de su defensa legal o gastos en abogados.

RESULTA DE AUTOS:
1. Admisorio y traslado: Demanda: Por escrito de fojas 70 a 92,
ampliado a fojas 106, el contratista DALSE S.A, interpuso Recurso de
Anulación de Laudo Arbitral contra la UNIDAD EJECUTORA N° 120:
PROGRAMA NACIONAL DE DOTACION DE MATERIALES
EDUCATIVOS, invocando las causales de anulación contenidas en los
literal b) y c) del numeral 1 del artículo 63 de la Ley de Arbitraje,
denunciando puntualmente dos afectaciones, la primera de ellas al derecho
de defensa y la segunda contravención al derecho de motivación,
exponiendo para ello básicamente. los argumentos que pasamos a exponer:

2
1. Que en el acta de instalación se pactaron diversas reglas, entre ellas
la recogida en el numeral 37, en la que se estableció que, contra las
resoluciones distintas al laudo procede solo la interposición del
recurso de reconsideración ante el propio arbitro único, dentro de
los cinco días hábiles siguientes de notificada la resoluciones.
2. En la tramitación del procedimiento, se dispuso como medio
probatorio de oficio, que la Entidad cumpla con exhibir el
documento respectivo que contenga el requerimiento del área
usuaria a la empresa evaluadora , con la finalidad que realice la
evaluación o análisis de sus muestras presentadas, lo cual fue
cumplido los días 16 y 20 de Febrero de 2017.
3. Ante tal situación, por escrito del 20 de Marzo de 2017 impugnó la
presentación de los aludidos medios probatorios, disponiendo el
arbitro en un primer momento por resolución 11 que dejaba en
despacho para resolver esta incidencia; y, posteriormente por
resolución 12 dispuso reservar para la emisión del laudo el
pronunciamiento respecto de la impugnación.
4. Que esta situación limita su derecho de defensa, toda vez que al
resolverse en el laudo su impugnación a los medios probatorios, se
le priva la oportunidad para poder formular reconsideración. Y que
si bien, no interpuso reconsideración contra la citada resolución 12,
ello se debió porque esperaba que por lo menos el Arbitro tome en
cuenta toda sus alegaciones contenidas en su escrito del 20 de
diciembre de 2017, situación que no se produjo, razón por la cual se
incurre en vicios en la motivación.
5. Otro argumento para cuestionar la motivación del laudo, es que a
pesar de reconocerse que en el Anexo N° 01 no se encontraban las
bases del proceso de selección, el árbitro no realiza un mínimo
análisis respecto de la omisión de este documento, en la labor que
realizó la empresa Intertek Testing Services Perú S.A.

3
6. A pesar que la controversia versaba sobre la determinación de la
existencia o inexistencia de la metodología de evaluación del Anexo
1, el árbitro procedió a modificar la cuestión en controversia, dicha
modificación se materializa, cuando mientras - por un lado- se
reconoce que la Unidad Ejecutora no ha controvertido la
inexistencia del Anexo 1, por el otro procede a realizar un análisis
sobre el cumplimiento de las especificaciones técnicas, concluyendo
que los bienes que fueron ofrecidos en calidad de muestras no se
ajustaban a los requerimientos técnicos mínimos. Y que a pesar de
que no fue materia controvertida en el arbitraje, el Árbitro Único
obvio que los bienes que fueron presentados como muestras, se
hicieron con la finalidad de mejorar el bien ofrecido.

2. Admisorio y traslado: Mediante resolución N° 03 de fecha 12 de Julio


de 20183, se admitió a trámite la presente demanda y se corrió traslado
de la misma al Programa Nacional de Dotación de Materiales
Educativos.
3. Absolución de traslado: La citada parte, mediante escrito del 23 de
Agosto de 20184 procede a contestar la demanda, negándola y
contradiciéndola en todos sus extremos conforme los términos que de
dicho escrito se desprenden, solicitando que oportunamente la misma
sea declarada infundada
4. Trámite: Habiéndose seguido el trámite de ley y llevado a cabo la vista
de la causa, tal como consta del acta respectiva que corre en autos5,
estos se encuentran expeditos para ser resueltos; y, -------------------------

CONSIDERANDO:

3 Página 268
4 Página 859
5 Página 901

4
PRIMERO.- En nuestro sistema legal el numeral 01 del artículo 62° del
Decreto Legislativo N° 1071 señala taxativamente que: “Contra el laudo
solo podrá interponerse recurso de anulación. Este recurso constituye la
única vía de impugnación del laudo y tiene por objeto la revisión de su
validez por las causales taxativamente establecidas en el artículo 63°6.
(Subrayado nuestro)

SEGUNDO.- Esta figura constituye un recurso extraordinario que se


interpone ante el órgano jurisdiccional, cuyo objeto no es el de revisar el
contenido del laudo, en cuanto al fondo del asunto materia de
controversia, expedido por los árbitros, sino controlar que éstos hayan
dado cumplimiento a determinadas exigencias que la ley ha considerado
indispensables para el buen funcionamiento del arbitraje. De este modo, el
recurso de anulación “no es una instancia más en la que se haya de examinar el
fondo del asunto, sino una vía para comprobar que el laudo no va contra el orden
público y se ajusta a los puntos sometidos a decisión arbitral y a las normas
básicas por las que se rige la institución.”7 Ello debido a que, el arbitraje -
incluyendo a la anulación del laudo arbitral- se sustenta en el principio de
mínima intervención judicial recogido en el artículo 3° del prenotado
Decreto Legislativo en el sentido que: “En los asuntos que se rijan por este
Decreto Legislativo no intervendrá la autoridad judicial, salvo en los casos en que

6 ARTICULO 63°.- CAUSALES DE ANULACIÓN

1.- El laudo solo podrá ser anulado cuando la parte que solicita la anulación alegue y pruebe:
a) Que el convenio arbitral es inexistente, nulo, anulable, inválido o ineficaz.
b) Que una de las partes no ha sido debidamente notificada del nombramiento de un árbitro o de las
actuaciones arbitrales, o no ha podido por cualquier otra razón, hacer valer sus derechos.
c) Que la composición del Tribunal Arbitral o las actuaciones arbitrales no se han ajustado al acuerdo entre las
partes o al reglamento arbitral aplicable, salvo que dicho acuerdo o disposición estuvieran en conflicto con una
disposición de éste Decreto Legislativo de la que las partes no pudieran apartarse, o en defecto de dicho
acuerdo o reglamento, que no se han ajustado a lo establecido en éste Decreto Legislativo.
d) Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias no sometidas a su decisión.
e) Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias que, de acuerdo a ley, son manifiestamente no susceptibles
de arbitraje, tratándose de un arbitraje nacional.
f) Que según las leyes de la República, el objeto de la controversia no es susceptible de arbitraje o el laudo es
contrario al orden público internacional, tratando de un arbitraje internacional.
g) Que la controversia ha sido decidida fuera del plazo pactado por las partes, previsto en el reglamento arbitral
aplicable o establecido por el tribunal arbitral”
7 CHOCRÓN GIRÁLDEZ, Ana María. Los principios procesales en el arbitraje. Barcelona: José María Bosch

Editor. 2000, p. 211.

5
esta norma así lo disponga"8, razón por la cual la labor contralora de la
judicatura se circunscribe a emitir pronunciamiento sobre la validez
formal de laudo.

TERCERO.- Empero, es importante subrayar que si bien es cierto la


jurisdicción arbitral es de naturaleza constitucional, autónoma e
independiente, también lo es que, es constitucional ante eventuales
afectaciones a los derechos y principios fundamentales; es decir constituye
un sistema de control judicial que garantiza la observancia de los
principios y derechos jurisdiccionales de los involucrados9. Es en ese
sentido que nuestro Máximo intérprete de la constitución ha señalado en
el precedente vinculante contenido en la STC N° 00142-2011-AA/TC que:
“(…) la naturaleza de jurisdicción independiente del arbitraje no significa
que establezca el ejercicio de sus atribuciones con inobservancia de los
principios constitucionales que informan actividad de todo órgano que
administra justicia, tales como el de independencia e imparcialidad de la
función jurisdiccional, así como los principios y derechos de la función
jurisdiccional. En particular, en tanto jurisdicción, no se encuentra
exceptuada de observar directamente todas aquellas garantías que
componen el derecho al debido proceso” (Subrayado y énfasis nuestro)

CUARTO.- Antes de emitir pronunciamiento final, debe subrayarse que,


aunque disímiles la jurisdicción Arbitral y Judicial, en buena cuenta
reposan o recogen ciertos principios comunes sin los cuales no podríamos
hablar de una verdadera justicia, a saber: la igualdad, derecho de
contradicción, debate previo. Otro axioma aplicable para este tipo de
procesos, es el Principio Dispositivo, también recogido bajo el aforismo:

8 En esa línea el profesor Fernando Cantuarias Salaverry citado por Juan Eduardo Figueroa Valdés en:“La

Autonomía de los Árbitros y la Intervención Judicial”.(Revista de Arbitraje PUCP. Número 04 (2014). Pág. 71-
81) refiere que: "Con todo, resulta desde ya conveniente subrayar que la Ley Peruana de Arbitraje, de 2008, se
ubica en la más moderna tendencia a reducir aún más, la injerencia judicial en casos sometidos a arbitraje,
restringiendo severamente los supuestos que autorizan la intervención del Poder Judicial (...)"
9 Fundamento 4.1 de la Sentencia emitida en la causa N° 348-2013 Juez Ponente Hurtado Reyes.

6
"Tantum devolutum quantum apellatum", mediante los que se delimita los
poderes del Juez contralor a las alegaciones y pretensiones expresamente
formuladas por el nulidicente.

DEL RECLAMO PREVIO .-


QUINTO.- El numeral 2 del artículo 63 de la Ley de Arbitraje dispone que
las causales previstas en los incisos a), b), c) y d) del numeral 1 del artículo
en mención, sólo serán procedentes si fueron objeto de reclamo expreso en
su momento ante el tribunal arbitral por la parte afectada y fueran
desestimados. Esto se explica porque la anulación de laudo constituye un
mecanismo de última ratio, por lo que en consonancia con la protección
legal del principio de autonomía del arbitraje, la parte antes de acudir a
sede judicial deben agotar previamente todo recurso o reclamo ante el
Tribunal Arbitral, al ser dicho órgano el escogido por las partes para
resolver sus controversias10. Sin embargo el cumplimiento de tal requisito,
será exigible en tanto y en cuanto sea posible y además, represente
efectivamente la posibilidad de enmienda del vicio o defecto incurrido.

SEXTO.- Sobre el reclamo previo, es importante subrayar que su


incumplimiento motiva a sancionar con la declaración de improcedencia
cuando se verifique que el nulidicente omitió dejar constancia de su
protesta en sede arbitral; asimismo, para ser considerado valido, este
reclamo necesariamente deberá ostentar ciertas cualidades, tales como ser
oportuno, esto es, ser formulado ante el Tribunal Arbitral en la primera
oportunidad que el interesado tenga para hacerlo, pues lo contrario
importaría una convalidación del hecho cuestionando, a tenor del artículo

10“Es decir se permite al Tribunal Arbitral, una vez firmadas las resoluciones y sin variar su contenido esencial,
aclarar algún concepto oscuro, rectificar cualquier error material que adolezca, así como subsanar y/o
complementar resoluciones defectuosas" GARBIERI LLOBREGAT J. “COMENTARIOS A LA LEY 60/2003 DE 23 DE
DICIEMBRE, DE ARBITRAJE” Tomo II Página 926 Edición BOSH- Barcelona – España
Es decir se permite al Tribunal Arbitral, una vez firmadas las resoluciones y sin variar su contenido esencial, aclarar algún
concepto oscuro, rectificar cualquier error material que adolezca, así como subsanar y/o complementar resoluciones
defectuosas”

7
11° del acotado Decreto Legislativo11; y expreso, esto es que en sede
arbitral se haya reclamado expresamente el mismo vicio que se denuncia
vía recurso de anulación.
En el primer supuesto, el afectado con el laudo o proceso arbitral deberá
cuestionar la circunstancia que lo agravie en la primera oportunidad que
tenga para hacerlo, por tanto no será admisible que el nulidicente espere
recién las resultas del proceso (que obviamente deberá serle adverso) para
alegar el perjuicio producido, dado que en el hipotético caso hayan
sucedido así las cosas, se habría configurado la renuncia al derecho a
objetar contemplada en el artículo 11° del Decreto Legislativo N° 107112.
Debe subrayarse que no todos los reclamos deberán necesariamente ser
realizados con posterioridad a la emisión de laudo, al existir escenarios en
los que la afectación se produce con anterioridad a su emisión. (Énfasis y
subrayado nuestro)
En cuanto al término expreso, comporta la correspondencia o armonía
que debe primar entre los fundamentos del reclamo con los de la
anulación; es decir, el nulidicente debe haber reclamado expresamente en
sede arbitral el vicio que luego denunciará vía judicial. (Énfasis nuestro)

SETIMO.- Del tenor de los fundamentos expuestos en el recurso de


anulación que nos ocupa, se llega advertir que la finalidad del mismo es
denunciar las siguientes afectaciones: i) Restricción al derecho de defensa
del contratista, dado que al disponerse mediante resolución 12 que su
impugnación a la presentación del medio probatorio de oficio sea resuelta

11 Decreto Legislativo N° 1071, Artículo 11°, Renuncia a objetar: “Si una parte conociendo, o debiendo conocer,
que no se ha observado o se ha infringido una norma de éste Decreto Legislativo de la que las partes puedan
apartarse, o un acuerdo de las partes, o una disposición del reglamento arbitral aplicable, prosigue con el
arbitraje y no objeta su incumplimiento tan pronto como le sea posible, se considerara que renuncia a objetar el
laudo por dichas circunstancias”.
12 Artículo 11° del Decreto Legislativo N° 1071

Renuncia a objetar.-
Si una parte conociendo, o debiendo conocer, que no se ha observado o se ha infringido una norma de este
Decreto Legislativo de la que las partes puedan apartarse, o un acuerdo de las partes, o una disposición del
reglamento arbitral aplicable, prosigue con el arbitraje y no objeta su incumplimiento tan pronto como le sea
posible, se considerara que renuncia a objetar el laudo por dichas circunstancias”.

8
con el laudo, se le privó cuestionar esa decisión vía la figura de la
reposición, tal como estaba previsto en el acta de instalación; ii) Falta de
motivación de la decisión que resuelve su impugnación a la presentación
del medio probatorio de oficio; iii) Falta de motivación del laudo arbitral
dado que el árbitro no analiza la omisión del Anexo 01, para los fines de la
labor que realizó la empresa Intertek al supervisar las muestras que
presentó; y, iv) Vicios en la motivación del laudo, dado que el Arbitro
habría procedido a modificar la cuestión en controversia. Esta disquisición
sumamente importante, toda vez que es a partir de allí que procederemos
a realizar el examen de procedibilidad respectivo.
7.1: Hecha esta precisión, debe mencionarse que en los supuestos ii), iii), y
iv) antes señalados, referidos a vicios en la motivación, no resultará
exigible la presentación del reclamo previo, criterio que si bien no se
encuentra consagrado en la Ley de Arbitraje, ha sido asumido a partir de
la praxis por los Jueces Superiores de la Subespecialidad Comercial, dado
que como bien se concluyó en el Pleno Regional Comercial del año 201613,
con ninguno de los recursos post laudos previstos en la ley, a saber:
rectificación, interpretación, integración o exclusión, podría enmendarse
cualquier vicio en la motivación, en ese sentido, el recurso de anulación
planteado en este extremo no estaría afectado con causal de
improcedencia alguna.
7.2: No ocurre lo mismo respecto al primer supuesto invocado (i), para
el cual sí era necesaria la presentación del reclamo previo, el cual como
antes se señalo debía de ser oportuno; vale decir el afectado tenia que
cuestionar la circunstancia que lo agravie en la primera oportunidad que
tenga para hacerlo. Dado que proceder contrario sensu, motivaría se
configure la renuncia al derecho de objetar.

13Enlaceweb:https://www.pj.gob.pe/wps/wcm/connect/e53db18041aa7154b19cbdde34e3c0cb/doc0872132017

0627095508.pdf?MOD=AJPERES&CACHEID=e53db18041aa7154b19cbdde34e3c0cb

9
Sobre esta figura, es oportuno recordar que como bien fue reseñado en el
acápite cuarto ut supra, la jurisdicción arbitral y judicial poseen ciertos
principios comunes; en la doctrina procesal encontramos una figura
similar a la renuncia al derecho de objetar, en el principio de
convalidación de nulidades procesales recogido en el tercer párrafo del
artículo 172°del Código Procesal Civil que establece que: "Existe
convalidación tácita cuando el facultado para plantear la nulidad no
formula su pedido en la primera oportunidad que tuviera para hacerlo"
7.3: Debe subrayarse que en el caso que nos ocupa, el recurrente alega que
su afectación se produce cuando el tribunal arbitral unipersonal dispuso
mediante resolución doce que su impugnación a los medios probatorios
iba ser resuelta conjuntamente con el laudo, dado que con ello se le
imposibilitó cuestionar esta decisión vía recurso de reconsideración; sin
embargo a reglón seguido admite que no cuestionó esa decisión, "porque
esperaba que el árbitro tome en cuenta sus alegaciones" (sic). Así las cosas,
llegamos a colegir que al proceder de esta manera, la recurrente ha
consentido la supuesta afectación, lo que desencadena que vea
irremediablemente perjudicada su posibilidad de cuestionar este motivo
vía anulación de laudo. En este orden de ideas llegamos a concluir que
este motivo de anulación se encuentra afectado de improcedencia que debe
ser declarada, de acuerdo a lo establecido en el incisos 02 y 07 del artículo
63° del Decreto Legislativo N° 1071 y 427.2° del Código Procesal Civil.
EN CUANTO AL LAUDO ARBITRAL.-
OCTAVO.- EN LO CONCERNIENTE A LA SUPUESTA
VULNERACIÓN DEL DERECHO DE MOTIVACION:
Conforme lo dispone el numeral 01 artículo 63° del Decreto Legislativo N°
1071:
“El laudo solo podrá ser anulado cuando la parte que solicita la anulación,
alegue y pruebe:

10
(…) b. Que una de las partes no ha sido debidamente notificada del
nombramiento de un árbitro o de las actuaciones arbitrales, o no ha
podido por cualquier otra razón hacer valer sus derechos. (...) c. Que
la composición del tribunal arbitral o las actuaciones arbitrales no se
han ajustado al acuerdo entre las partes o al reglamento arbitral
aplicable (...)"
8.1: Es oportuno precisar que para el presente caso, el recurrente acusa
una indebida motivación del laudo, afectación que válidamente puede
ser subsumida en estas causales; en el caso de la causal b) en virtud de una
interpretación extensiva de la norma al denunciarse en puridad:
vulneración al debido proceso, derecho que comprende -entre otros- el de
obtener una resolución debidamente motivada; y en el caso de la causal c)
porque en el acta de instalación de fecha 19 de octubre de 201614 se habría
pactado que el laudo sea motivado.

NOVENO.- Conforme lo indica la doctrina, el deber de motivación: “(…)


se inserta en el sistema de garantías que las constituciones democráticas crean
para tutelar las situaciones jurídicas de los individuos antes el Poder Estatal y, en
particular, ante las manifestaciones del mismo en el ámbito de la jurisdicción”15
“La motivación de la sentencia consiste en la construcción de una razonamiento
suficiente para que de los hechos que el juez percibe, un hombre sensato pueda
sacar la ultima conclusión contenida en la parte dispositiva (…) La motivación
esta impuesta para que muestre el Juez que ha razonado”16.
En similar sentido debe entenderse lo concerniente a la MOTIVACIÓN DE UN
LAUDO, ya que esta es necesaria a fin que “el contenido del Laudo sea
producto de una exégesis racional, y no el fruto de la arbitrariedad; se entiende
que la motivación es un deber consistente en la expresión de los motivos o razones
que explican la decisión y los argumentos en que se ha basado el Tribunal,

14 Punto 47 Reverso de la pagina 03 Expediente Arbitral


15 TARUFFO, Michele, “LA MOTIVACIÓN DE LA SENTENCIA CIVIL” traducción de Lorenzo Córdova Vianello,
México, Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, 2006 Página.349.
16 CARNELUTTI, Francesco. “DERECHO Y PROCESO” EJEA, Bs, As. 1966. pág. 187.

11
constituyendo así una garantía procesal de las partes que les permite conocer las
razones por las que sus pretensiones fueron estimadas o desestimadas”17.
(Subrayado nuestro)
9.1: Sin embargo, la verificación por parte de la Corte Superior, debe
tener como límites, los establecidos por la propia Ley de Arbitraje en el
articulo 62° numeral 02, que prohíbe expresamente analizar, no solo el
fondo de la controversia o contenido de la decisión, sino también calificar
los criterios, ó interpretaciones expuestas en éste caso puntual por el
Tribunal Arbitral. Es por ello que la doctrina arbitral proclama que: "(...)
las determinaciones del árbitro tanto en cuanto a los hechos materia de
controversia como a la interpretación que haga de los hechos, derecho aplicable y
las conclusiones jurídicas a las que llegue, por mas erradas que estas pudieran
estar, son inamovibles"18 (Énfasis y subrayado nuestro)
9.2: En apretadas síntesis consideramos que el control de motivación de un
lado debe estar orientado a verificar que las razones por las cuales se
ampararon o no las pretensiones del proceso arbitral, se encuentren
debidamente expresadas y sustentadas, dado que la labor contralora del
órgano jurisdiccional se limita únicamente a revisar la forma, más no así el
acierto de la decisión.

DÉCIMO.- A fin de poder corroborar ó en todo caso desestimar las


alegaciones referidas a supuestos vicios en la motivación, es necesario que
este Superior Colegiado analice ciertas actuaciones arbitrales, debiendo
subrayarse que el prenotado acto de revisión únicamente se circunscribirá
a un plano formal, habida cuenta de la proscripción de revisión del fondo
reseñada en los acápites precedentes.

17 SILVIA BARONA VILAR Y OTROS, "COMENTARIOS A LA LEY DE ARBITRAJE. LEY 60/2003, DE 23 DE DICIEMBRE"
CIVITAS Ediciones, 1era Edición, Madrid, 2004.
18 BOZA DIBOS Beatriz: "RECONOCIMIENTO Y EJECUCIÓN EN EL PERÚ DE LAUDOS ARBITRALES EXTRANJEROS" En

Revista THEMIS de derecho PUCP N° 16. 1990. Página 63.

12
10.1: En ese sentido fluye que el recurrente DALSE S.A mediante escrito
del 10 de Octubre de 201619 interpuso demanda arbitral contra la
UNIDAD EJECUTORA 120: PROGRAMA NACIONAL DE DOTACIÓN
DE MATERIALES EDUCATIVOS, solicitando las siguientes pretensiones:
"Primera Pretensión Principal.- Que el árbitro único deje sin
efecto la Resolución del Contrato N° 051-2015-
MINEDU/VMPG/UE de fecha 08 de Julio de 2015 referido al
ítem 1- Cinta Métrica de la Adjudicación Directa Pública N°
006-2015-MINEDU/VMGP/UE 120 para la "Adquisición y
Embalaje de Cinta Métrica y Juegos de ajedrez para estudiantes
en el Marco del Plan Nacional de Fortalecimiento de la
Educación Física y el Deporte Escolar por el periodo lectivo
2015", en la medida que nuestra representada no ha podido
cumplir con sus obligaciones contractuales por la inexistencia
del Anexo 1- Metodología de Verificación en las bases
integradas del proceso de selección del que deviene el contrato,
instrumento necesario en la etapa contractual para determinar
objetivamente si las muestras presentadas por nuestra
representada cumplen o no con las especificaciones técnicas
requeridas por la Entidad.
Primera Pretensión Subordinada.- Que de declararse fundada
nuestra primera pretensión principal, el árbitro único declare la
resolución del contrato N° 051-2015-MINEDU/VMGP/UE 120
de fecha 08 de Julio de 2015 por causa atribuible a la Entidad
contratante, al no haber incluido en las bases integradas el
anexo 1- Metodología de Verificación, documento necesario
para poder realizar las pruebas a las muestras del contratista, lo
que ha generado el inicio de la presente controversia o en su
defecto; se declare resolver el contrato sin culpa de las partes.

19 Página 144 Expediente Arbitral

13
Primera Pretensión Accesoria a la primera pretensión
subordinada.- Que, como consecuencia de declararse fundada
nuestra primera pretensión subordinada, se ordene como
consecuencia de la Resolución de contrato por culpa del
contratante, al pago de indemnización por lucro cesante por la
suma de S/. 102, 847.00 Nuevos Soles.
Segunda Pretensión Accesoria a la primera pretensión
subordinada.-
Que como consecuencia de declararse fundada nuestra primera
pretensión subordinada, se reconozca y ordene el pago a la
Unidad Ejecutora 120: Programa Nacional de Dotación de
Materiales Educativos las costas y costos del proceso arbitral;
gastos de abogados etc.
10.2: Alegando como principales argumentos fácticos los que a
continuación se pasan a exponer20:
1. Que, en virtud del contrato celebrado, los bienes materia de
convocatoria, se entregarían en un plazo de 89 días calendarios
computados a partir de la suscripción del acta de aprobación de
muestras respectivas, es decir el inicio de la ejecución contractual
estaba supeditado a la suscripción del acta que aprobaba las
muestras, las mismas que serian sometidas a diversas pruebas,
que debían de estar debidamente establecidas en las bases
integradas en cuanto a los metidos de evaluación y medición de las
mismas. La citada evaluación seria realizada por una empresa
especializada en dicho servicio, la que verificara si la muestra
cumple con lo requerido en la ficha de evaluación que se
encuentra en el Anexo N° 01. (Énfasis nuestro)

20 Es importante precisar que este Colegiado únicamente reseñará los fundamentos facticos de la demanda
arbitral, relacionados con los motivos de anulación que en sede judicial se propugnan.

14
2. A pesar de la importancia que reviste el citado Anexo N° 01, en
ningún extremo de las bases integradas se observa la preexistencia
del citado Anexo N° 01- Ficha de Evaluación (metodología de
Evaluación); asimismo, ni en el contrato ni en las bases integradas
existe metodología para el procedimiento de evaluación de
muestras.
3. Que su parte, dentro de los plazos establecidos presentó las
muestras, las cuales fueron observadas hasta en tres oportunidades
por la empresa INTERTEK quien señaló que las mismas no
cumplían con las especificaciones técnicas. Que al no existir el
anexo 1, se colige que la citada evaluación fue realizada de forma
subjetiva y sin ningún método de evaluación preestablecido.
4. Por Carta Notarial N° 022-2015-MINEDU/VMGP/DIGERE,
notificada el 16 de Noviembre de 2015, la Entidad le requiere que
en el plazo de 03 días cumpla con entregar las muestras conforme
lo establecido en las especificaciones técnicas; que posteriormente la
Entidad, al advertir el incumplimiento, dispuso mediante Carta
Notarial N° 10-2016-MINEDU/VMGP/DIGERE de fecha 04 de
Marzo de 2016 le comunicó la resolución del contrato N° 051-2015-
MINEDU/VMGP/UE 120 de fecha 08 de Junio de 2015, referida al
item 1- Cintas Métricas, al no haber cumplido con subsanar.
5. Al haberse omitido anexar a las bases integradas del proceso de
selección el Anexo- 01, se puede colegir que en las evaluaciones
realizadas por Intertek no existía formalmente una metodología
para la evaluación preestablecida, razón por la cual no podía
resolverse el contrato aduciéndose precisamente que las muestras
no cumplieron con las pruebas establecidas en el citado Anexo- 01.

15
10.3: Luego de la contestación de demanda realizada por la entidad
mediante escrito del 23 de Noviembre de 201621, se llevó a cabo la
Audiencia de Conciliación y Determinación de Puntos Controvertidos22,
posteriormente la de Ilustración de hechos23, acto en el cual el Árbitro
Único considero por conveniente solicitar a la entidad como prueba de
oficio la exhibición del documento (s) respectivo (s) que contenga (n) el
requerimiento (s) del área usuaria a la empresa evaluadora, con la
finalidad que se realice la evolución o análisis de las muestras presentadas
por la empresa Dalse.
10.4: Mandato que fue cumplido por la entidad mediante escrito del 16 y
22 de Febrero de 201724. Luego de corrido el traslado respectivo, el
recurrente por escrito de 20 de Marzo de 201725 impugna los medios de
prueba presentados, cuestionando que: a) los citados documentos no
cumplen la normatividad dispuesta por el propio Ministerio, dado que
ninguno de ellos posee cargo de recepción, fecha de ingreso y numero de
folios; y, b) El proceso de selección se ha llevado a cabo sin el Anexo 01, el
cual debió estar subido en el sistema de contratación; sin embargo la
Entidad obvio dicho documento, el resolvió el contrato sin parámetros
establecidos.
10.5: Luego del escrito de absolución de la entidad26, el Arbitro Único
emite la resolución 1127 que dispone dejar en despacho para resolver la
impugnación de los medios probatorios ; pero posteriormente dispone por
resolución 1228 que esto será realizado al momento de emitir el laudo, el
cual fue expedido con fecha 06 de Noviembre de 2017, el cual será materia
de análisis en los próximos fundamentos.

21 Página 271 Expediente Arbitral


22 Página 284 Expediente Arbitral
23 Página 288 Expediente Arbitral
24 Página 323 y 325 Expediente Arbitral
25 Página 334 Expediente Arbitral
26 Página 372 Expediente Arbitral
27 Página 377 Expediente Arbitral
28 Página 382 Expediente Arbitral

16
DÉCIMO PRIMERO.- De la lectura de los argumentos del recurso de
anulación referidos a supuestos vicios en la motivación del laudo, se
aprecia que estos cuestionan que: i) El Árbitro Único al pronunciarse sobre
su impugnación de medios probatorios incurre en infracción a la
motivación, toda vez que no tomó en cuenta sus alegaciones; ii) Por otro
lado, a pesar que se reconoció que en el Anexo N° 01 no se encontraban las
bases del proceso de selección, el árbitro no realizó un mínimo análisis
respecto de la omisión de este documento en el trabajo de evaluación que
realizó la empresa Intertek; y , iii) Finalmente se incurre en vicios en la
motivación porque el arbitro de motu proprio dispuso modificar la
cuestión en controversia.

DÉCIMO SEGUNDO.- Pasando a dar absolución a los puntos antes


propuestos, debe señalarse inicialmente que, tal como fue recogido en la
parte expositiva de esta resolución (ver fundamento 10.4) los argumentos
de impugnación propuestos por el nulidicente, estaban destinados a
denunciar la falta de formalidad de los documentos presentados por la
entidad, dado que carecían del sello de recepción en el que se dé cuenta la
hora y fecha en que se recibió; asimismo, alega que el proceso de selección
fue llevado a cabo sin el anexo N° 01 presentado, el cual debió esta subido
en el sistema de contratación, razón por la cual dicho documento no
debería ser considerado por el Tribunal.
12.1: En lo que respecta a la formalidad de los documentos presentados, es
importante recordar que la entidad por escrito del 17 de Mayo de 201729
adjunto documentos por los cuales acreditaría el día y hora de la recepción
de los mismos.
12.2: Por otro lado, de la lectura del propio laudo30 se da cuenta que el
Árbitro Único recoge el argumento de impugnación31, concluyendo que :

29 Página 372 Expediente Arbitral


30 Página 455 Expediente Arbitral

17
"(...) el árbitro único, verifica que los documentos presentados por la Entidad, en
cumplimiento de lo dispuesto en la Audiencia de Ilustración de Hechos, y de
acuerdo a la Directiva 008/2013-MINEDU-SG-OTD- antes referida, lleva la
constancia de ingreso a la mesa de partes de la Entidad, siendo que los otros
documentos de trámite interno no requieren de esa constancia, en tal sentido, el
árbitro único considera que los documentos adjuntados deben ser merituados y
considerados al momento de emitir el pronunciamiento de fondo, por lo que SE
RESUELVE: DECLARAR INFUNDADA la impugnación de medios de prueba
formulados por DALSE (...)". Siendo ello así, se aprecia que, el árbitro único
si se ha pronunciado sobre este particular cuestionamiento postulado en la
impugnación de medios probatorios, razón por la cual este argumento no
deberá ser estimado.

DÉCIMO TERCERO.- Por otro lado, debe señalarse que si bien se aprecia
que en dicho extremo, el árbitro Único no se pronuncia sobre el
cuestionamiento realizado contra el Anexo 01; también lo es que esta
situación no es un hecho que determine la invalidez del laudo por falta de
motivación, habida cuenta que el Tribunal Unipersonal, al momento de
desarrollar los argumentos de la decisión de fondo se ocupa en extenso
sobre este documento tal como mas adelante lo expondremos.
13.1: De forma previa a demostrar esa situación, es importante recordemos
que lo que fue materia de demanda arbitral, fue se declare la nulidad de
la resolución de contrato realizada por la entidad, al no haberse incluido
en la bases integradas el Anexo 01, documento que a decir del contratista
resultaba sumamente importante, toda vez que contenía la metodología
necesaria para la verificación de las muestras, las que fueron observadas
por la empresa Intertek y que a la postres generó la resolución contractual

31 Fundamento 5.3: "Por escrito del 20.03.2017, la empresa DALSE impugna los medios probatorios presentados
en razón a que los documentos presentados no guardan conformidad con la Directiva 008/2013-MINEDU-SG-
OTD. Disposiciones que regulan la gestión documental en el Ministerio de Educación: La empresa DALSE, en
ese sentido, observa que los documentos carecen de sello de ingreso o cargo y la fecha respectiva.

18
en mención; dicho de otro modo, señala que no ha podido cumplir con sus
obligaciones contractuales por la inexistencia del citado Anexo.
13.2: Sobre el particular, el Árbitro Único, en el fundamento 7.10 del laudo
señala que, en el numeral 3.0 del Capítulo III "Especificaciones Técnicas y
Requerimientos Técnicos Mínimos" de las Bases Integradas del Contrato,
se establecieron las especificaciones y requerimientos técnicos de los
bienes a adquirir, en cuyos términos se puede determinar que en forma
clara, expresa se precisan las especificaciones técnicas y características
de los materiales (cintras métricas) materia de adquisición. Así se
especifican las unidades de medida del armazón, de la agarradera, la
graduación, del sistema de enrollamiento, así como la longitud en metro
de cinta plástica, entre otras especificaciones.
Agrega además, que las tres evaluaciones efectuadas por la empresa
Intertek se determinó que las muestras presentadas por el contratista no
cumplían con las especificaciones y requerimientos técnicos previstos en
las Bases (numeral 3.0 del Capítulo III), y que si bien no se incorporó
previamente el citado Anexo 01 en las bases, la empresa evaluadora en
referencia al efectuar las evaluaciones le adjuntó al contratista en las tres
oportunidades copia del citado anexo, en formato debidamente
especificado con el "Detalle" de las especificaciones técnicas mínimas, que
si estaban establecidas en las Bases Integradas
Siendo ello así, correspondía que el contratista presente los productos
conforme las especificaciones técnicas y requerimientos técnicos mínimos
contenidos en las bases integradas; sin embargo lejos de ello al momento
de dar respuesta a las absoluciones, informó que su producto en cuanto a
las medidas determina una mejor a lo requerido por la entidad (por ser
más liviano, mas fácil de transportar y manipular) sin tener en cuenta que
en el contrato y en su declaración jurada el contratista, se obligó a cumplir
con las especificaciones técnicas previstas en las bases integradas. Razón
por la cual concluyó el Tribunal Arbitral Unipersonal que resultaba

19
carente de asidero factico jurídico su alegación referente al defecto del
Anexo 1, tanto más que el contratista no objetó o comunicó a la entidad de
la deficiencia que ahora pone en evidencia; así las cosas declaro infundada
esta pretensión.

DÉCIMO CUARTO.- En atención a los argumentos antes reseñados, es


lógico concluir que para el presente caso, el señor Arbitro Único -contrario
a lo denunciado- sí ha desarrollado en extenso argumentos por los cuales
se ocupa del Anexo 01 invocado por el contratista, y sobre el cual se
edifica la tesis por la que se quiere dejar sin efecto la resolución
contractual que es materia de la primera pretensión arbitral; concluyendo
el Tribunal Unipersonal que la ausencia de este documento no impidió
que el contratista haya podido saber cuáles eran las especificaciones y
requerimientos técnicos mínimos que debían ostentar las muestras que
presentó para evaluación y que a la postres fueron observadas motivando
la resolución del contrato; habida cuenta que dichas especificaciones y
requerimientos se encontraban contenidas en el numeral 3.0 del Capítulo
III de las Bases Integradas las que eran de perfecto conocimiento del
nulidicente en virtud de la declaración jurada que brindó.
Debe también señalarse que resulta carente de asidero factico y jurídico la
denuncia sobre una supuesta modificación del árbitro de lo que era
materia de controversia, dado que de los argumentos antes recogido se
puede apreciar que este se pronunció sobre la validez o no de la resolución
contractual efectuada por la entidad, situación que fue materia de debate
al interior del proceso arbitral. Así las cosas se llega apreciar que los
argumentos sobre supuestos vicios en la motivación deberán correr suerte
desestimatoria.

20
Por las consideraciones glosadas y en aplicación de lo dispuesto en el
artículo 200° y 427.2 del Código Procesal Civil, así como los artículos 63.2°
y 63.7° del Decreto Legislativo N° 1071.

1. DECLARARON IMPROCEDENTE EL RECURSO ANULACIÓN


DE LAUDO ARBITRAL promovido por DALSE S.A mediante
escrito de fojas 71 a 92, subsanado y ampliado a fojas 106, contra del
laudo arbitral de derecho de fecha 06 de noviembre de 2017,
sustentado en la causal b) (indefensión- derecho de defensa al no poder
reconsiderar la resolución que resuelve su impugnación de medios
probatorios) del numeral 01 del artículo 63° del Decreto Legislativo
Nº 1071.
2. DECLARARON INFUNDADO EL RECURSO ANULACIÓN DE
LAUDO ARBITRAL en mención, sustentado en la causal b)
(motivación de la resolución que resuelve la impugnación de los
medios probatorios y del laudo) del numeral 01 del artículo 63° del
citado Decreto Legislativo.
3. VÁLIDO el aludido Laudo Arbitral de Derecho contenido en la
Resolución número 16, emitido por el Árbitro Único Julio Cesar
Guzmán Galindo.
En los seguidos por DALSE S.A contra LA UNIDAD EJECUTORA N° 120:
PROGRAMA NACIONAL DE DOTACIÓN DE MATERIALES
EDUCATIVOS sobre ANULACION DE LAUDO ARBITRAL.
AMPC/MSSV

ECHEVARRIA GAVIRIA DIAZ


VALLEJOS

PRADO CASTAÑEDA

21
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
PRIMERA SALA COMERCIAL PERMANENTE

Expediente N° 00116-2018-0-1817-SP-CO-01 [EJE]


La entidad recurrente pretende que este Colegiado
Resolución N° 05 revise el contenido de la decisión e interpretación
Miraflores, veintidós de agosto dada por el Tribunal Arbitral, lo cual se encuentra
prohibido por el numeral 2 del artículo 62 de la Ley de
de dos mil dieciocho.- Arbitraje.

VISTOS:
Interviniendo como ponente el Juez superior Díaz Vallejos. Con el
expediente arbitral que se tiene a la vista. Viene para resolver el recurso
de anulación interpuesto contra el laudo arbitral contenido en la resolución
arbitral de fecha 30 de octubre de 2017, integrado por resolución arbitral
N° 33 de fecha 29 de enero de 2018, emitido en mayo ría por el Tribunal
Arbitral conformado por los árbitros Elvira Martínez Coco, Paolo Del
Águila Ruiz de Somocurcio y Daniel Triveño Daza.--------------------------------

RESULTA DE AUTOS:
1. Del recurso de anulación: Proyecto Especial de Infraestructura de
Transporte Nacional - Provias Nacional del Ministerio de Transportes
[en adelante PROVIAS] interpone recurso de anulación de laudo
arbitral contra Consorcio Cajamarca 2 [en adelante CONSORCIO],
invocando las causales contenidas en los literales b) y c) del numeral 1
del artículo 63 del Decreto Legislativo N° 1071, to da vez que el laudo
contiene una motivación defectuosa; solicitando se declare nulo el
laudo arbitral contenido en la resolución N° 28 de fecha 30 de octubre
de 2017, integrado por resolución arbitral N° 33 de fecha 29 de enero
de 2018, emitido en mayoría por los árbitros Elvira Martínez Coco y
Paolo Del Águila Ruiz de Somocurcio; exponiendo lo siguiente:

1
1.1 Inexistencia de motivación o motivación aparente:
Como se aprecia de la primera pretensión principal del proceso
arbitral, se solicitó el pago del IGV e intereses. Al respecto, el
Tribunal Arbitral, luego de establecer que el Consorcio tenía
derecho a la ampliación de plazo N° 24 y al pago de gastos
generales variables, concedió los mismos [IGV e intereses], y
conforme se aprecia de los numerales 80 y 81, con una motivación
absolutamente genérica establece que corresponde el pago de
intereses y de IGV.
En efecto, el Tribunal señala que, los intereses deberán ser
calculados desde la fecha de presentación de la demanda arbitral.
Con relación a dicha afirmación, no existe fundamento o motivación
alguna en la cual se expongan las razones por las cuales el Tribunal
Arbitral ha considerado que los intereses deberán ser computados a
partir de la interposición de demanda; circunstancia que configura
un supuesto de inexistencia de motivación y les genera una grave
indefensión, toda vez que, en ningún extremo de los fundamentos
presentados por el Consorcio, éste ha señalado o solicitado que los
intereses sean calculados desde la fecha de interposición de la
demanda. Asimismo, tampoco ha formado parte del debate y
contradictorio el momento a partir del cual debían calcularse los
intereses solicitados, menos el hecho su cálculo o cómputo debía
hacerse desde la interposición de la demanda.
Asimismo, el Tribunal Arbitral señala que, Provias Nacional deberá
pagar intereses legales de conformidad con lo prescrito en el
artículo 48 de la LCE; sin embargo, dicho dispositivo no regula el
supuesto por el que se ordena el pago de intereses; dicho
dispositivo establece que la Entidad debe pagar intereses legales en
caso de atraso en el pago. Este supuesto no se ajusta a lo solicitado
por el Consorcio, pues el pago de intereses no ha sido solicitado por
un atraso en el pago por parte de la Entidad, sino por el pago de
gastos generales variables por la ampliación de plazo solicitada; por

2
lo que, se configura el vicio de motivación aparente porque la
motivación expuesta en relación a este extremo no establece las
razones mínimas por las que otorga los intereses legales; por lo
que, queda demostrado la afectación al derecho a la motivación de
las resoluciones y con ello su derecho al debido proceso.
Es pertinente dejar constancia que, en forma alguna están
cuestionando la interpretación del Tribunal Arbitral, pues como
resulta evidente esta ni siquiera existe. El Tribunal Arbitral no
expone las razones por las que considera que el artículo 48 es
aplicable al caso; por lo que, tampoco podría entenderse que su
cuestionamiento estaría dirigido a cuestionar la interpretación del
tribunal arbitral.
Por otro lado, el Tribunal también establece que deberá pagarse
IGV porque las normas tributarias así lo establecen; sin embargo, en
ningún extremo señala la norma tributaria en virtud de la cual
concluye otorgar ello, así como tampoco expresa las razones por las
cuales debe otorgarse el IGV; por lo que, la motivación expresada
no cumple con su función de exteriorizar el criterio utilizado por el
Tribunal Arbitral para conocer las razones por las cuales debe
pagarse el IGV; y en ese sentido, lesiona su derecho a la motivación
de las resoluciones y su debido proceso.
1.2 El indebido actuar del Tribunal Arbitral al momento de emitir la
resolución N° 33:
A través de la resolución N° 33, el Tribunal Arbit ral se pronunció,
entre otros, sobre el pedido de rectificación e integración solicitado
por el Consorcio. El pedido de rectificación e integración tuvo por
objeto que el Tribunal rectifique o integre el primer punto resolutivo,
toda vez que, no se pronunció sobre los “reajustes” a los gastos
generales variables otorgados, que también fueron solicitados en su
primera pretensión principal, además que no se pronunció sobre el
“IGV, reajuste e intereses” solicitados en su segunda pretensión
principal.

3
No obstante, a que el primer punto resolutivo solo fue materia de
rectificación integración para que el Tribunal corrija o se pronuncie
sobre los reajustes solicitados, el Tribunal Arbitral indebidamente
modifica el primer punto resolutivo en el extremo que había
declarado que el cómputo de intereses debía hacerse desde la
interposición de la demanda y señala que el cómputo debe ser
desde la notificación de la solicitud de arbitraje.
En ningún extremo el Consorcio solicitó ni cuestionó dicho extremo,
así como tampoco en ningún extremo de la resolución N° 33 se
aborda este tema; lo cual no hace más que establecer que para el
Tribunal Arbitral, sin ningún sustento y a su libre albedrío puede
disponer y modificar cuando quiera el modo en que se pagarán los
intereses cuyo pago ha dispuesto.
Asimismo, en cuanto a los reajustes, IGV e intereses solicitados en
la segunda pretensión, que dieron lugar al pedido de rectificación o
integración del segundo punto resolutivo, el Tribunal Arbitral solo
analiza lo atinente a los reajustes y a los intereses y, bajo una
argumentación nuevamente genérica, determina que los mismos
deben otorgarse, lo cual se traduce en una motivación aparente,
pues en este caso y solo respecto de este punto resolutivo,
establece que los intereses deben pagarse desde la solicitud de
arbitraje, pero sin explicar por qué considera ello, hecho que
además, como se dijo, no fue objeto de debate ni sometido al
contradictorio, vulnerando su derecho de defensa. En relación al
IGV solicitado también a través de la rectificación e integración, el
Tribunal Arbitral no aborda ni efectúa análisis alguno; sin embargo,
concede el mismo en la parte resolutiva; por lo que, este extremo
adolece de inexistencia de motivación.
1.3 Deficiencias en la motivación externa:
El Tribunal Arbitral determinó y estableció como requisito de
procedencia para la ampliación de plazo es que éste tiene que ser
necesario para la culminación de la obra, el medio probatorio

4
ofrecido [Asiento de obra N° 7508] acreditaba que l a ampliación de
plazo no resultaba necesaria; sin embargo, el Tribunal Arbitral en
ningún extremo analiza ni valora el medio de prueba alcanzado, ni
se pronuncia al respecto, lo cual lesiona su derecho a la prueba, les
genera indefensión y determina defectos o vicios en la motivación,
toda vez que, al concluir el Tribunal que el plazo era necesario para
la culminación de la obra, deja entrever la falta de validez de dicha
premisa, porque no ha sido confrontada fácticamente [Asiento de
obra N° 7508].
Cabe señalar que, esta falta de valoración y análisis del medio
probatorio señalado, fue materia de cuestionamiento ante el
Tribunal Arbitral, el cual a través de la resolución N° 33 que resolvió
las solicitudes presentadas contra el laudo, señaló lo siguiente: “116.
No obstante ello, lo manifestado por Provias Nacional no es correcto pues
tanto el medio probatorio en cuestión, como el mencionado artículo 201
del Reglamento fueron tomados en cuenta y valorados, lo cual –si bien no
se indicó literalmente- se puede inferir del análisis desarrollado en los
considerandos del 55 al 70 del laudo”. Como queda evidenciado, la
afirmación del Tribunal Arbitral más allá de acreditar que valoró el
medio probatorio mencionado, no hace más que poner en evidencia
todo lo contrario. En efecto, al señalar que se valoró, pero “no se
indicó literalmente” queda claro que no analizó y valoró el medio
probatorio ofrecido consistente en el Asiento de obra N° 7508.
Atendiendo a lo expresado, es absolutamente claro que el laudo
arbitral adolece de los defectos de motivación indicados; por lo que,
el recurso de anulación deberá ser declarado fundado y disponerse
la nulidad del laudo con remisión al tribunal arbitral para que emita
un pronunciamiento motivado.

2. Admisorio y traslado: Mediante resolución N° 01 de fecha 17 de abril


de 2018, se admitió a trámite el presente recurso de anulación y se
corrió traslado a Consorcio Cajamarca 2.

5
3. Absolución del traslado: Consorcio Cajamarca 2 absuelve el recurso
de anulación mediante escrito de fecha 30 de mayo de 2016;
sosteniendo lo siguiente:

Provias Nacional invoca las causales previstas en los literales b) y c)


del inciso 1 del artículo 63 de la Ley de Arbitraje, alegando que se
incurre en dichas causales por afectar el deber de motivación que
debía observar el Tribunal Arbitral al emitir el laudo. Pese a ello, lo
cierto es que la demandante intenta que sus cuestionamientos
directos al criterio que utilizó el Tribunal para resolver la controversia
de manera desfavorable a sus intereses, encajen forzadamente en
la categoría de “vicios de motivación”, y en las causales invocadas.
Provias Nacional alega dos vicios de motivación que invalidarían el
laudo. El primero de ellos está referido a la condena al pago de los
intereses e IGV correspondientes a los gastos generales variables
derivados de la ampliación de plazo N° 24. Según la demandante, la
motivación del Tribunal sería “absolutamente genérica”. Así, en el
numeral 15 de la sección V.I. de su escrito de demanda Provias
Nacional sostiene que el Tribunal no habría motivado en absoluto su
decisión de que el pago de los intereses se calcule desde la fecha
de interposición de la demanda, y que además dicho extremo no fue
debatido a lo largo del arbitraje. Sin embargo, contradictoriamente
en los párrafos siguientes (numerales 16 y 17 de la misma sección)
denuncia que “el tribunal señala que PROVIAS NACIONAL deberá
pagar intereses legales de conformidad con lo prescrito en el
artículo 48 de la LCE; sin embargo, dicho dispositivo no regula el
supuesto por el que se ordena el pago de intereses (…) dicho
dispositivo establece que la Entidad debe pagar intereses legales en
caso de atraso en el pago. Este supuesto no se ajusta a lo solicitado
por el CONSORCIO (…)”. Lo mismo ocurre respecto a la condena
del IGV derivado de los gastos generales variables
correspondientes a la Ampliación de Plazo N° 24. Entonces, ¿se
trata realmente de una infracción al deber de motivación? No.

6
Provias discrepa del criterio del Tribunal, y pretende inducir a esta
Sala a la indebida calificación de dicho criterio.
El segundo vicio de motivación alegado consiste en que el Tribunal
no habría valorado el Asiento de Obra N° 7508. La S ala podrá
advertir que lo que realmente cuestiona Provias es que el Tribunal
Arbitral no haya extraído del Asiento de Obra N° 75 08 la conclusión
favorable a su defensa: que la ampliación de plazo N° 24 no era
necesaria. El tribunal arbitral se pronunció expresamente sobre el
argumento de que la ampliación no era necesaria porque la obra se
terminó dentro del plazo previsto (hecho acreditado por el Asiento
N° 7508), pero expuso las razones por las cuales di cha
circunstancia no implicaba que la ampliación solicitada no calificase
como “necesaria”.
Provias pretende que la Sala Superior cambie el contenido de la
decisión adoptada por el Tribunal Arbitral en el laudo [y en la
resolución N° 33 que lo integra], utilizando así al órgano judicial
como una segunda instancia. Por ello solicitan a la Sala declarar la
improcedencia de la demanda de anulación de laudo; sin perjuicio
de ello, en el escenario que la Sala no ampare su pedido, solicitan
que la demanda de anulación sea declara infundada.
Respecto al primer vicio de motivación denunciado, En la página 40
de la resolución N° 33, que integra el laudo, el Tr ibunal Arbitral
expone mayores explicaciones respecto del pago de los intereses
derivados del pago de gastos generales variables por la ampliación
de plazo N° 24. En consecuencia, es absolutamente f also que el
tribunal arbitral no haya motivado su decisión respecto del pago de
intereses y la fecha de inicio del cómputo de los mismos. El
problema es que las razones que ha dado el Tribunal sobre este
punto no convienen a los intereses de Provias Nacional.
El verdadero ánimo con el que Provias ha promovido este proceso
de anulación de laudo es más evidente cuando cuestiona el extremo
referido al pago del IGV del monto de los gastos generales variables

7
reconocidos por el Tribunal Arbitral. En efecto, el Tribunal dispone
que Provias debe pagar el impuesto general a las ventas del monto
de gastos generales variables reconocido, fundamentando su
decisión, a que la actividad que es objeto del contrato está gravada
con dicho impuesto, de acuerdo con la legislación tributaria.
El arbitraje no giró en torno a los aspectos tributarios del contrato; el
Tribunal Arbitral debía resolver principalmente si se justificaba
otorgar la ampliación de plazo N° 24, y reconocer p or dicha
ampliación el pago de gastos generales variables. La motivación
que ha otorgado el Tribunal sobre el pago del IGV es suficiente, en
la medida en que ambas partes pueden conocer por qué ha
ordenado su pago: porque el contrato, y por tanto los gastos
generales variables cuyo pago se ha ordenado, abordan una
actividad gravada por dicho impuesto, en virtud a la legislación
tributaria vigente.
Tanto Provias como el Consorcio conocen perfectamente que su
actividad está gravada con el IGV, y esto se desprende de los
documentos contractuales. Y tanto es así, que en ninguna de las
actuaciones del arbitraje Provias cuestionó o se opuso a la primera
pretensión.
Respecto al segundo vicio de motivación denunciado, Provias
denuncia que -supuestamente- el Tribunal Arbitral no habría
valorado el Asiento de Obra N° 7508 del 31 de julio de 2016, en el
que consta la culminación de la obra. Esto es absolutamente falso.
En efecto, el Tribunal Arbitral estableció, acertadamente, que es un
requisito sustancial que el plazo cuya ampliación solicite el
contratista debe ser necesario para la culminación de la obra. Y es
un hecho innegable que, para la emisión del laudo, y
específicamente para descifrar si el plazo solicitado era necesario
para que culminen la obra, el Tribunal Arbitral tuvo presente que los
trabajos culminaron dentro de plazo del contrato. En ese sentido, no
es verdad que se haya vulnerado el deber de motivación, o el

8
derecho de Provias a que se valore el medio probatorio consistente
en el Asiento de Obra N° 7508. Lo que ocurre es que , a criterio del
Tribunal Arbitral, la culminación de los trabajos dentro del plazo
contractual no determina que la ampliación haya sido innecesaria. El
Tribunal considera que esto es así, porque de lo contrario se
afectaría el equilibrio económico contractual.
Queda claro, pues, que el Tribunal Arbitral tiene como un hecho
cierto y probado que las obras culminaron el 31 de julio de 2016,
cuando luego de las ampliaciones otorgadas por Provias el plazo
contractual vencía el 2 de agosto de ese año. Y el Asiento de Obra
N° 7508, que supuestamente no ha sido valorado [fal ta de
valoración que, según la demandante, invalidaría el laudo], acredita
este mismo hecho incontrovertido.
Lo que realmente persigue Provias es, entonces que se modifique el
criterio del Tribunal Arbitral, que ha considerado que para establecer
si se cumple el requisito sustancial de que el plazo solicitado sea
necesario para la culminación de la obra, no debe enfocarse el
análisis en la circunstancia de que los trabajos se terminen o no
dentro del plazo contractual, sino en que se mantenga o restablezca
el equilibrio económico del contrato.

4. Trámite: Habiéndose seguido el trámite de ley y llevado a cabo la vista


de la causa, los autos se encuentran expeditos para ser resueltos; y, ----

CONSIDERANDO:
PRIMERO.- El mecanismo de impugnación jurisdiccional del laudo arbitral
[recurso de anulación de laudo arbitral] es fundamental para garantizar la
seguridad del laudo, confiriendo a este órgano revisor la facultad de
controlar a posteriori cuestiones como son la actuación de los árbitros,
respecto de la regularidad procesal de la causa o, si se quiere, dicho de
otra forma, un control de la actuación de los árbitros in procedendo. “La
regla de base es la imposibilidad de una intervención revisora del

9
laudo por parte de la autoridad judicial en cuanto al fondo (meritum
causae) y respecto a los eventuales errores in indicando; las
decisiones de los árbitros están exentas de una censura ulterior en lo
concerniente a la manera de apreciar los hechos o las pruebas, a la
interpretación del Derecho material o a los extremos que han conducido a
un determinado razonamiento jurídico. La singularidad que reviste
obedece al hecho de que el juez no revisa las cuestiones de fondo
que contenga el laudo, sino únicamente procede al control sobre la
legalidad de las formas predispuestas.”1 [Resaltado nuestro]. --------------

SEGUNDO.- De conformidad con el artículo 62 del Decreto Legislativo


1071, el Colegiado al resolver la presente causa solo puede pronunciarse
revisando la validez del laudo por las causales taxativamente establecidas
en el artículo 63, resolviendo sobre la validez o la nulidad del laudo,
estando prohibido bajo responsabilidad la revisión del fondo de la
controversia o sobre el contenido de la decisión o calificar los criterios,
motivaciones o interpretaciones expuestas por el tribunal arbitral. Esto
debido a que, conforme los esclarece la doctrina nacional: “Por medio del
recurso de anulación no es posible discutir los fundamentos del laudo ni el
acierto de sus disposiciones, porque no se transfiere al tribunal revisor la
facultad de decidir, que es exclusiva de los árbitros, porque las partes han
querido precisamente excluir a los tribunales, intervención, que solo
aparece justificada para garantizar el cumplimiento de unas garantías
mínimas, que son precisamente las que tratan de salvaguardar los motivos
por los que pueden interponerse”2. -----------------------------------------------------

TERCERO.- En el presente caso, el recurso de anulación de laudo arbitral


se sustenta en la causal contenida en el literal b) y c) del numeral 1 del
artículo 63 de la Ley de Arbitraje; es decir:

1
F ERNÁNDEZ R OZAS, José Carlos. Tratado del Arbitraje Comercial en América Latina. Volumen II. Iustel,
Madrid, 2008, p.1096.
2
LEDESMA NARVAEZ, MARIENELLA. Laudos Arbitrales y Medios Impugnatorios: En Cuadernos
Jurisprudenciales, Gaceta Jurídica, Lima, Noviembre de 2005.

10
b. Que una de las partes no ha sido debidamente notificada del
nombramiento de un árbitro o de las actuaciones arbitrales, o no ha
podido por cualquier otra razón, hacer valer sus derechos.
c. Que la composición del tribunal arbitral o las actuaciones arbitrales no
se han ajustado al acuerdo entre las partes o al reglamento arbitral
aplicable, salvo que dicho acuerdo o dispositivo estuvieran en conflicto
con disposición de este Decreto Legislativo de la que las partes no
puedan apartarse, o en defecto de dicho acuerdo o reglamento, que no
se han ajustado a lo establecido en este Decreto Legislativo. (Lo
subrayado es nuestro).

CUARTO.- De otro lado, el numeral 2) del artículo 63 de la Ley de Arbitraje


dispone que las causales previstas en los incisos a), b), c) y d) del
numeral 1) del artículo en mención, sólo serán procedentes si fueron
objeto de reclamo expreso en su momento ante el Tribunal Arbitral
por la parte afectada y fueran desestimados. Esto se explica porque el
recurso de anulación de laudo constituye un mecanismo de última ratio,
por lo que en consonancia con la protección legal del principio de
autonomía del arbitraje, la parte antes de acudir a sede judicial debe
agotar previamente todo recurso o reclamo ante el Tribunal Arbitral, al ser
dicho órgano el escogido por las partes para resolver sus controversias;
sin embargo, resulta obvio que tal requisito será exigible en tanto y en
cuanto su cumplimiento sea posible y además, represente efectivamente
la posibilidad de enmienda del vicio o defecto incurrido. Es menester
indicar que esta Sala Superior ha sostenido en repetidas ocasiones que
los problemas de motivación no pueden superarse ni corregirse con los
recursos post laudo que prevé la Ley de Arbitraje, es decir, mediante
rectificación, interpretación, integración o exclusión. De otro lado, el
análisis que se hace en mérito a la presentación de un recurso de
anulación de laudo sustentado en vicios de motivación como fundamento
de la causal propuesta, como es el presente caso, no puede significar una
colisión con los principios rectores del arbitraje, como lo es el principio de
la irrevisabilidad del criterio adoptado por los árbitros; pues la labor de

11
control de la debida motivación que haga este Colegiado, aún teniendo
razones para discrepar de la opinión de los árbitros en cuanto a la
valoración de los hechos y las pruebas presentadas en el proceso
arbitral así como de las conclusiones arribadas, se encuentra limitada
solo a decidir sobre la validez o invalidez del laudo en base a las
causales estipuladas en la ley de la materia, lo que no implica que so
pretexto de un control de la motivación que sustenta el laudo, el juez de
la anulación pueda ingresar a modificar el tema de fondo. En efecto,
referirnos a un control de la motivación de un laudo, no es voz sinónima
para ingresar al fondo de la controversia o efectuar una valoración
probatoria, pues la adecuada motivación y valoración probatoria
constituyen requisitos para que una decisión sea válida para el derecho,
independientemente que esta sea acertada o no, tanto una decisión
acertada o una que no lo es puede encontrarse debidamente motivada y
con una valoración probatoria idónea, dado que una adecuada
motivación no está relacionada con la decisión final adoptada, sino con
la proscripción a la arbitrariedad, con el respeto a tener una justificación
válida de por qué se decidió de una u otra forma, pudiendo sostenerse
algo similar respecto a la valoración probatoria, pues tanto la motivación
como la valoración probatoria son operaciones distintas al criterio usado
para definir el fondo de la controversia. --------------------------------------------

QUINTO.- Como se ha reseñado en la parte expositiva, la Provias


Nacional para ambas causales invocadas cuestiona la vulneración al
deber de motivación del laudo y de la resolución que lo integra, señalando
además la falta de análisis y valoración de un medio probatorio ofrecido
por la parte recurrente. Al respecto conviene exponer lo señalado en el
laudo arbitral y la resolución que lo integra:

6.1 En el Laudo arbitral, en relación a la primera pretensión principal


arbitral, el Tribunal expresó lo siguiente:

“[…]

12
13
14
15
6.2 En la resolución arbitral N° 33 el Tribunal integr a el laudo señalado:
“[…]

16
17
SÉPTIMO.- En relación al primer vicio de motivación denunciado por la
Entidad, esto es, que en el laudo arbitral con una motivación
absolutamente genérica el Tribunal establece que corresponde el pago de
intereses y de IGV; agregando, que no existe fundamento alguno por las
que el Tribunal ha considerado que los intereses deben ser computados a
partir de la interposición de la demanda y que el artículo 48 de la LCE no
tiene nada que ver con el supuesto por el que se solicitó el pago de
intereses legales; debemos precisar lo siguiente:
7.1. En los fundamentos 80 y 81 del laudo cuestionado, el Tribunal Arbitral
-en mayoría- señala expresamente que PROVIAS debía pagar a favor del
Consorcio los intereses legales, de conformidad con lo prescrito en el
artículo 48 de la LCE; y, en lo respecta al pago del IGV, indica que de
conformidad con la legislación tributaria la actividad materia del contrato se
encuentra gravada por el IGV, por lo que también corresponde ordenar su
pago.
7.2. El Tribunal Constitucional en el fundamento 11 de la STC Nº 1230-
2002-HC/TC, ha dejado establecido “La Constitución no garantiza una
determinada extensión de la motivación, por lo que su contenido esencial se
respeta siempre que exista fundamentación jurídica, congruencia entre lo pedido
y lo resuelto y, por sí misma, exprese una suficiente justificación de la decisión

18
adoptada, aun si esta es breve o concisa, o se presenta el supuesto de
motivación por remisión”.
7.3. Si bien es cierto, la motivación expuesta por el Tribunal Arbitral para
justificar el pago de ambos conceptos es concisa; sin embargo, existe
fundamentación jurídica [artículo 48 de la LCE para el pago de intereses y
la legislación tributaria para el pago del IGV], advirtiéndose congruencia
entre lo pedido en la demanda arbitral y lo resuelto en el laudo arbitral
[pago de IGV e intereses generados hasta la fecha efectiva del pago],
expresando el Tribunal una justificación suficiente de la decisión adoptada.
7.4. Sobre la denuncia de que en el laudo no existe fundamento alguno por
los que el Tribunal ha considerado que los intereses deben ser
computados a partir de la interposición de la demanda; cabe señalar, que a
través de la resolución arbitral N° 33, que declar ó fundado el pedido de
integración del laudo, el Tribunal Arbitral ha dispuesto que los intereses
legales generados se paguen a partir de la fecha de recepción de la
solicitud para someter la controversia a arbitraje, extremo que también ha
sido cuestionado por la Entidad y sobre el cual nos pronunciaremos más
adelante, por lo que carece de objeto emitir pronunciamiento sobre la
presente denuncia.
7.5. En relación a que el artículo 48 de la LCE no tiene nada que ver con el
supuesto por el que se solicitó el pago de intereses legales; es necesario
señalar que la Entidad pretende que este Colegiado analice si la solicitud
de pago de intereses legales peticionado por el Consorcio se subsume o
no en el supuesto de hecho contenido en el referido dispositivo, es decir,
pretende que revisemos el contenido de la decisión y la interpretación
dada por el Tribunal, lo cual se encuentra expresamente prohibido por el
numeral 2 del artículo 62 de la Ley de Arbitraje.
7.6. En consecuencia, este primer vicio de motivación debe desestimarse.

OCTAVO.- De otro lado, la Entidad sostiene que el Tribunal Arbitral al


emitir la resolución N° 33 actuó indebidamente, pu es no obstante que el
pedido de rectificación e integración del Consorcio fue para que el Tribunal

19
corrija o se pronuncie sobre los reajustes solicitados, modifica el primer
punto resolutivo en el extremo que había declarado que el cómputo de
intereses debía hacerse desde la interposición de la demanda y señala
que el cómputo debe hacerse desde la notificación de la solicitud de
arbitraje; agregando, que no existe motivación que sustente el pago de
intereses ordenado por el Tribunal y que bajo una argumentación
nuevamente genérica ordena el pago de reajustes, IGV e intereses
solicitados en la segunda pretensión. Sobre este particular, es necesario
señalar lo siguiente:
8.1. En principio debemos precisar que conforme al numeral 2 del artículo
58 de la Ley de Arbitraje, la integración forma parte del laudo.
8.2 Es verdad que los pedidos de rectificación e integración formulados por
el Consorcio mediante escrito de fecha 17 de noviembre de 2017 estaban
dirigidos a la rectificación o integración del laudo en el primer punto
resolutivo, respecto a los reajustes, y no para modificar que el cómputo de
los intereses debe hacerse desde la notificación de la solicitud de arbitraje;
empero, conforme fluye de los fundamento 150 a 154 de la resolución
arbitral N° 33, el Tribunal Arbitral precisó que co nforme a lo señalado en la
Octava Disposición Complementaria de la Ley de Arbitraje, la referencia a
la citación con la demanda se entenderá referida en materia arbitral a la
recepción de la solicitud para someter la controversia a arbitraje; es decir,
habiéndose ordenado en el laudo el pago de intereses a partir de la
interposición de la demanda arbitral, en estricta aplicación de la citada
Disposición Complementaria, el Tribunal dispuso que el pago debía
entenderse a partir de la recepción de la solicitud para someter la
controversia a arbitraje hasta la fecha efectiva de pago, precisión que en
modo alguno puede considerarse como una modificación indebida al
primer punto resolutivo del laudo; máxime que, como ya se dijo, la
integración forma parte del laudo.
8.3 Sobre la no existencia de motivación que sustente el pago de
intereses, esta afirmación no es correcta, pues además del fundamento 80
del laudo impugnado, el Tribunal también sustenta su decisión en los

20
fundamentos 150 a 153 de la resolución N° 33, es de cir, ha cumplido con
expresar las razones de hecho y de derecho que sustentan su decisión de
ordenar el pago de dicho concepto; siendo evidente que la denuncia de la
Entidad tiene como objeto cuestionar el criterio utilizado por los árbitros al
encontrarse disconforme con la conclusión arribada en el laudo arbitral, lo
cual no es posible efectuar a través del recurso de anulación de laudo
arbitral, pues la labor que realiza este Colegiado es una revisión formal, sin
que involucre ingresar al fondo de la controversia. A más abundamiento, el
hecho que el pronunciamiento del Tribunal no se ajuste a los intereses de
la Entidad demandante, no implica per se la afectación a la motivación del
laudo arbitral.
8.4. En cuanto a la alegada argumentación genérica que ordena el pago
de reajustes, IGV e intereses solicitados en la segunda pretensión,
reiteramos lo establecido por el Tribunal Constitucional en la STC N° Nº
1230-2002-HC/TC.
8.5 Por tanto, este cuestionamiento también debe rechazarse.

NOVENO.- En cuanto al segundo vicio de motivación, la Entidad denuncia


que el Tribunal no analizó ni valoró el Asiento de Obra N° 7508. Sobre el
particular, debemos señalar lo siguiente:
9.1 Por escrito de fecha 04 de abril de 2017 corriente de fojas 3018 a 3020
del proceso arbitral que se tiene a la vista, PROVIAS presentó nuevos
medios probatorios, entre los cuales se encontraba el Asiento de Obra N°
7508 del 31.07.2016, documentos con los cuales pretendía demostrar que
el mayor plazo reclamado por el contratista como ampliación de plazo N°
24 por 22 días calendario, no era necesario, al haberse culminado y
entregado la obra.
9.2 Con la resolución arbitral N° 22 de fecha 20 de abr il de 2017 se puso
en conocimiento del Consorcio los documentos presentados con el citado
escrito, absolviendo lo pertinente a través de su escrito de fecha 02 de
mayo de 2017 obrante de fojas 3036 a 3042 del referido expediente
arbitral.

21
9.3 Mediante resolución N° 23 de fecha 16 de mayo de 2 017, el Tribunal
Arbitral tuvo por presentado, entre otros documentos, el Asiento de Obra
N° 7508, tal como aparece del segundo punto resolut ivo.
9.4 Es cierto que del contenido de contenido del laudo arbitral cuestionado
no aparece que este medio probatorio haya sido valorado, omisión que fue
reclamada por PROVIAS mediante su solicitud de interpretación e
integración de laudo de fecha 15 de noviembre de 2017 conforme fluye de
su numeral 11; sin embargo, a criterio del Tribunal Arbitral, “[…], una ampliación

de plazo es una de las formas de restablecer el equilibrio contractual con el que debe contar todo

Contrato sinalagmático o de prestaciones recíprocas” [numeral 56 del laudo],


agregando, “Cuando la LCE y su Reglamento hacen referencia a la necesidad de plazo, esta

debe ser entendida como la necesidad de restablecer el plazo necesario para ejecutar las
actividades que se vieron afectadas por causas no atribuibles al contratista, el cual, en el presente
caso, viene dado a razón de que las actividades de construcción en los días que se presentaron
precipitaciones pluviales y hasta la duración de sus efectos, sucesos que fueron corroborados

inclusive por la Supervisión de la Obra en los asientos […]” [numeral 60 del laudo],
concluyendo que, “no resulta amparable el argumento de PROVIAS NACIONAL, respecto de

analizar la necesidad del plazo desde la perspectiva de la finalización de los trabajos. [numeral
61 del laudo]; es decir, para el Tribunal Arbitral, la culminación de los
trabajos dentro del plazo contractual no determina que la ampliación
solicitada sea innecesaria, pues debe tenerse en cuenta que una
ampliación de plazo es una de las formas de restablecer el equilibrio
contractual.
9.5 De lo anteriormente expuesto podemos concluir que no existe
vulneración al derecho a la prueba, pues la culminación de la obra dentro
del plazo, hecho que se pretendía corroborar con el Asiento N° 7508, no
resultó un argumento atendible para el Tribunal Arbitral a efectos de
determinar que la ampliación de plazo solicitada sea necesaria.
9.6 En consecuencia, este extremo del recurso de anulación también debe
rechazarse.

DÉCIMO.- Por las razones expuestas y de conformidad con el numeral 2


del artículo 62 del Decreto Legislativo N° 1071: -- ----------------------------------

22
DECISIÓN:
Declararon INFUNDADO el recurso de anulación de laudo arbitral
interpuesto por el Proyecto Especial de Infraestructura de Transportes
Nacional-Provías Nacional del Ministerio de Transportes; en consecuencia,
VÁLIDO el laudo arbitral -dictado en mayoría- contenido en la resolución
N° 28 de fecha 30 de octubre de 2017, integrado por la resolución arbitral
N° 33 de fecha 29 de enero de 2018; sin costas y si n costos. En los
seguidos por Proyecto Especial de Infraestructura de Transportes
Nacional- Provias Nacional contra Consorcio Cajamarca 2, sobre
Anulación de Laudo Arbitral.

ECHEVARRIA GAVIRIA DÍAZ VALLEJOS

PRADO CASTAÑEDA

23
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
PRIMERA SALA COMERCIAL PERMANENTE

Expediente N° 00120-2018-0-1817-SP-CO-01

Resolución N° 06 Distinto es que el Tribunal Arbitral, para decidir sobre las


pretensiones sometidas por las partes al arbitraje, haya
Miraflores, veintiocho de agosto expresado sus razones o motivaciones que sustentan su
de dos mil dieciocho.- decisión, con el hecho que haya resuelto cuestiones no
sometidas a su decisión.

VISTOS:
Interviniendo como ponente el Juez superior Díaz Vallejos. Viene para
resolver el recurso de anulación interpuesto contra el laudo arbitral contenido
en la resolución arbitral de fecha 31 de octubre de 2017, emitido por el
Tribunal Arbitral conformado por los árbitros Mario Castillo Freyre, Juan José
Pérez-Rosas Pons y Jorge Fabricio Burga Vásquez. --------------------------------

RESULTA DE AUTOS:
1. Del recurso de anulación: El Consorcio Aqua Bayovar [en adelante el
CONSORCIO] interpone recurso de anulación de laudo arbitral contra el
Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima – SEDAPAL [en
adelante SEDAPAL] a fin que se declare la nulidad del laudo arbitral de
fecha 31 de octubre de 2017; invocando las causales de anulación
contenidas en los literales b) y d) del numeral 1 del artículo 63 de la Ley
de Arbitraje, exponiendo como sustento lo siguiente:
Con respecto de la causal establecida en el literal b) del numeral 1
del artículo 63 de la Ley de Arbitraje:
1.1 El Tribunal Arbitral resolvió la controversia sobre la solicitud de
ampliación de plazo N° 10 incorporando un argumento no citado por
ninguna de las partes, y no analizando en sí misma la causal invocada
por el Consorcio Aqua Bayovar, pese a que reconoció que el diseño de la
Cámara de Derivación no existía y, tanto por la demora en la aprobación
del adicional, como por que la Entidad no lo elaboró, finalmente no se

1
definió el diseño por responsabilidad de SEDAPAL; sin embargo, el
Tribunal Arbitral se parcializa aún más con SEDAPAL al atribuirle
responsabilidad al Consorcio en la demora por una supuesta falta de
diligencia, pese a que el Consorcio no estaba obligado contractualmente
a elaborar el diseño de la cámara de derivación.
1.2 Para el Tribunal Arbitral, un fundamento para declarar infundada
su pretensión es una supuesta falta de diligencia del Consorcio, lo cual
constituye otro argumento que tampoco fue invocado por SEDAPAL, sino
por el contrario utilizado por el Tribunal Arbitral para sustentar aún más
su análisis de una casual no invocada por el Consorcio [la demora en la
aprobación del adicional], ni cuestionada por SEDAPAL, lo cual
demuestra una vez más un proceder parcializado por parte del Tribunal
Arbitral, dado que agrega argumentos a su análisis que nada tienen que
ver con lo expuesto por SEDAPAL en su defensa, pero que a todas luces
se suman a la defensa de SEDAPAL, como en el caso de atribuir una
falta de diligencia al Consorcio por no hacer lo que el contrato no le
exigía, y no a SEDAPAL por no aprobar un adicional dentro de los plazos
previstos o no elaborar el diseño correspondiente, lo que en ambos casos
constituye una falta de definición del diseño.
1.3 El Consorcio no era responsable de elaborar el diseño de la
cámara de derivación, pero para el Tribunal debía hacerlo para ser
diligente y no ser responsable del atraso en la ejecución de su prestación.
¿Por qué no se analizó de igual manera la responsabilidad de Sedapal?
De esto deriva que el Tribunal Arbitral no analizó su pretensión en virtud
de sus propios argumentos con relación a la normativa de contrataciones
del Estado, específicamente del artículo 175, que establece en líneas
generales que las causales de ampliación de plazo no son atribuibles al
Contratista. Por ello, en lugar de parcializarse con SEDAPAL, el Tribunal
Arbitral debió verificar si el atraso era atribuible a SEDAPAL o no, pero
optó por analizar el caso a partir de lo que no se dijo por las partes, y a
partir del accionar del Consorcio, más no de SEDAPAL.

2
En relación a la causal establecida en el literal d) del numeral 1 del
artículo 63 de la Ley de arbitraje:
1.4 Del análisis que hizo el Tribunal Arbitral de las posiciones de
ambas partes, se evidencia que claramente se ha pronunciado sobre tres
(03) aspectos que no fueron puestos a su consideración: i) la
interpretación de “definición de diseño” de la cámara de derivación; ii) la
causal de demora en la aprobación del adicional; y, iii) la falta de
diligencia del Consorcio Aqua Sur por no elaborar el diseño antes.
1.5 En el caso de la interpretación que hace el Tribunal sobre el
concepto de “definición de diseño” desarrollado en los puntos 1 a 11 de
las páginas 31 a 37 del laudo, ésta no ha nacido de ni la contestación de
demanda por parte de SEDAPAL, ni mucho menos de la demanda por
parte del Consorcio. Ha sido el propio Tribunal Arbitral quien ha decidido
hacer una interpretación sobre un tema que no era materia de
controversia entre SEDAPAL y el Consorcio Aqua Bayovar. En efecto, en
ningún momento SEDAPAL y el Consorcio sostuvieron una discrepancia
respecto de lo que significaba la “definición del diseño” de la cámara de
derivación, pues desde un inicio ambas partes lo entendieron
genéricamente como la ausencia del diseño de la cámara de derivación,
el cual correspondía hacer a SEDAPAL. Es por ello que el Consorcio en
todo momento reclamó a SEDAPAL la falta de definición del diseño.
1.6 En ese sentido, ¿por qué el Tribunal tenía que hacer una
interpretación donde no era necesario ya que no había conflicto alguno
entre las partes respecto del alcance del término “definición del diseño”
de la cámara de derivación, el cual, ya sea por la aprobación del adicional
de consultoría, como por la elaboración del diseño por parte de Sedapal,
aún no había sido definido por responsabilidad de Sedapal? No existía
ninguna razón, pues bastaba con ver los medios probatorios para darse
cuenta que lo que reclamábamos era que a fin de cuentas no se tenía
certeza sobre el destino de la cámara de derivación y que ello era
responsabilidad de SEDAPAL, y sobre todo que SEDAPAL no
cuestionaba ni diferenciaba entre la aprobación del adicional y la

3
definición del diseño, como lo ha hecho el Tribunal, trayendo como
consecuencia un análisis parcializado a favor de Sedapal, pues a partir
de ello, el Tribunal Arbitral invoca argumentos que no planteó Sedapal en
su defensa, como por el de la demora en la aprobación del adicional
como la causal que según el Tribunal [no sedapal] debió ser invocada y
no la falta de definición del diseño de la Cámara de Derivación.
1.7 En cuanto al pronunciamiento sobre la causal de demora en la
aprobación del adicional por parte de la Entidad, Sedapal no cuestionó la
demanda en virtud de ese argumento, por el contrario, hizo referencia a
un supuesto atraso del Consorcio en el levantamiento de observaciones,
y a un supuesto incumplimiento del plazo para someter a arbitraje la
controversia, nada más, tal como se aprecia en los puntos 1 a 18 de la
contestación. Es más, ambas partes a lo largo de la ejecución del
contrato, reconocieron que Sedapal, ya sea aprobando el adicional o
elaborando el diseño de la cámara de derivación, era quien debía definir
el diseño, y no el Consorcio. ¿Por qué entonces el Tribunal Arbitral
incorpora en su análisis un aspecto que no fue materia de
cuestionamiento por parte de Sedapal?
1.8 Y con relación al tercer aspecto, a la referencia que hace el
Tribunal Arbitral a la falta de diligencia del Consorcio por no elaborar el
diseño el 2014 y si hacerlo el 2016, cuando no era su obligación hacerlo,
este aspecto no sólo no fue planteado por Sedapal en ningún escrito,
sino que además es irrelevante e ilegal para el resultado del análisis,
razón por la cual no entienden las razones por las cuales el Tribunal
Arbitral lo invoca. Es irrelevante, porque el tema en discusión era si se
configuró la causal invocada en la solicitud de ampliación de plazo, es
decir si el atraso era atribuible a Sedapal, y no si el Consorcio debía o no
ejecutar prestaciones que no son parte de sus obligaciones
contractuales, cosa a la que no estaba obligado, pues dado que el
Consorcio no estaba obligado a ejecutar prestaciones que no eran parte
de su contrato, no se le puede cuestionar por no hacerlas, cuando el

4
cuestionamiento está en si quien debía hacerlas las hizo o no, y ese es
Sedapal.
1.9 Por ello, es ilegal porque para el Tribunal Arbitral, de acuerdo
con su análisis, para ser diligente, el Consorcio tenía que haber ejecutado
prestaciones que no estaban dentro de sus obligaciones contractuales,
de modo que el atraso no se hubiera producido, librando con ello a
Sedapal de cualquier responsabilidad en el atraso de la ejecución de sus
prestaciones.

2 Admisorio y traslado: Mediante resolución N° 02 de fecha 24 de mayo


de 2018, se admitió a trámite el recurso de anulación por las causales
contenidas en el literal b) y d) del numeral 1 del artículo 63 de la Ley de
Arbitraje, se programó fecha de audiencia de vista de la causa y se corrió
traslado a SEDAPAL para que absuelva el traslado dentro del plazo de
ley.----------------------------------------------------------------------------------------------

3. Absolución de traslado: El Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de


Lima - Sedapal] absolvió el traslado del recurso de anulación por escrito
de fecha 01 de agosto de 2018, señalando lo siguiente:
Sobre la causal del literal b):
3.1. El Consorcio no explica cuál sería el derecho que la ley, el
contrato o el convenio arbitral le reconocen, pero que en el proceso
arbitral no ha podido ejercer. Lo que el Consorcio sostiene es que los
árbitros no han sido imparciales. El Consorcio lo que debería haber
hecho es demostrar que los árbitros se encontraban predispuestos a
favor de Sedapal o en contra del Consorcio, pero sucede que no existe
ningún argumento expresado en el recurso de anulación de laudo que
apunte en ese sentido.
3.2. Quizá el Consorcio considera que los árbitros se deben limitar a
reproducir los argumentos de la parte que le generaron mayor convicción,
pero si así lo cree, comete un serio error, pues los árbitros deben analizar
y decidir pronunciando el derecho que corresponda al caso concreto que
se somete a su decisión.

5
3.3. Los árbitros han desarrollado un juicio jurídico razonable y
perfectamente sustentado en derecho y en lógica jurídica, de modo que
la decisión no solo es imparcial, sino que además cuenta con un correcto
sustento. Lo que en realidad sucede, es que el Consorcio no está
conforme con la valoración de las pruebas ni con el sustento jurídico que
los árbitros han utilizado, y lo que pretende es que en sede judicial se
corrija lo que considera un error cometido en sede arbitral. En otras
palabras, el Consorcio utiliza el recurso de anulación de laudo como una
apelación encubierta que tiene por finalidad cuestionar y, eventualmente,
revocar las decisiones plasmadas en el laudo.
En cuanto a la causal de anulación del literal d):
3.4. La causal denunciada se refiere a un caso específico: que el
laudo resuelve sobre pretensiones no propuestas por las partes. Es decir,
que el laudo es extra petita. Pero en el presente caso, el Tribunal Arbitral
únicamente ha resuelto sobre las pretensiones que el Consorcio propuso,
y lo ha hecho tomado como guía los puntos controvertidos fijados en el
proceso. Por lo tanto, es imposible que el laudo sea extra petita.
3.5. El análisis sobre el concepto “definición del diseño” sí era
necesario, porque está orientado a establecer las consecuencias de la
ausencia del diseño de la cámara de derivación, lo que es importante
porque a partir de ello se definen las normas de contrataciones con el
Estado que se deben aplicar y sus efectos jurídicos. Esto se aprecia con
claridad en el desarrollo de la argumentación jurídica que ha hecho el
Tribunal para llegar a las decisiones que, finalmente, ha tomado respecto
a las pretensiones planteadas en la demanda arbitral.
3.6. Lo que en realidad hace el Consorcio es cuestionar las
valoraciones de hecho y de derecho que ha efectuado el Tribunal Arbitral,
de modo tal que el recurso de apelación es, en realidad, una apelación
encubierta mediante la cual busca que el Poder Judicial revoque las
decisiones arbitrales, lo que resulta contrario a lo dispuesto en el ya
citado artículo 62 inciso 2 del Decreto Legislativo N° 1071.

6
4. Trámite: Habiéndose seguido el trámite de ley y llevado a cabo la vista de
la causa, tal como consta del acta respectiva que corre en autos, estos se
encuentran expeditos para ser resueltos; y, ----------------------------------------

CONSIDERANDO:
PRIMERO: El mecanismo de impugnación jurisdiccional del laudo arbitral
[recurso de anulación de laudo arbitral] es fundamental para garantizar la
seguridad del laudo, confiriendo a este órgano revisor la facultad de controlar
a posteriori cuestiones como son la actuación de los árbitros, respecto de la
regularidad procesal de la causa o, si se quiere, dicho de otra forma, un
control de la actuación de los árbitros in procedendo. “La regla de base es la
imposibilidad de una intervención revisora del laudo por parte de la
autoridad judicial en cuanto al fondo (meritum causae) y respecto a los
eventuales errores in indicando; las decisiones de los árbitros están
exentas de una censura ulterior en lo concerniente a la manera de apreciar
los hechos o las pruebas, a la interpretación del Derecho material o a los
extremos que han conducido a un determinado razonamiento jurídico. La
singularidad que reviste obedece al hecho de que el juez no revisa las
cuestiones de fondo que contenga el laudo, sino únicamente procede al
control sobre la legalidad de las formas predispuestas.”1 [Resaltado es
nuestro]. ------------------------------------------------------------------------------------------

SEGUNDO: En relación a los límites del órgano jurisdiccional con motivo de


la interposición del recurso de anulación, el artículo 62 del Decreto
Legislativo N° 1071 establece: “1. Contra el laudo sólo podrá interponerse
recurso de anulación. Este recurso constituye la única vía de impugnación del
laudo y tiene por objeto la revisión de su validez por las causales
taxativamente establecidas en el artículo 63. 2. El recurso se resuelve
declarando la validez o la nulidad del laudo. Está prohibido bajo
responsabilidad, pronunciarse sobre el fondo de la controversia o sobre el
contenido de la decisión o calificar los criterios, motivaciones o
interpretaciones expuestas por el tribunal arbitral.” [Subrayado es nuestro];

1
F ERNÁNDEZ ROZAS, José Carlos. Tratado del Arbitraje Comercial en América Latina. Volumen II. Iustel, Madrid,
2008, p.1096.

7
coligiéndose que el segundo numeral de esta disposición prohíbe al órgano
jurisdiccional examinar y evaluar los criterios, motivaciones e
interpretaciones expuestos por los árbitros. --------------------------------------------

TERCERO: En el presente caso, el recurso de anulación de laudo arbitral se


sustenta en las causales contenidas en los literales b) y d) del numeral 1 del
artículo 63 del Decreto Legislativo N° 1071; es dec ir:
b. Que una de las partes no ha sido debidamente notificada del nombramiento de un
árbitro o de las actuaciones arbitrales, o no ha podido por cualquier otra razón, hacer
valer sus derechos.
d. Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias no sometidas a su decisión.

CUARTO: De otro lado, debe tenerse en cuenta que el numeral 2 del artículo
63 de la Ley de Arbitraje, señala: “Las causales previstas en los incisos a, b, c y
d del numeral 1 de este artículo sólo serán procedentes si fueron objeto de
reclamo expreso en su momento ante el tribunal arbitral por la parte afectada
y fueron desestimadas.” [Negrita y subrayado agregados]; siendo que con
escrito de fecha 17 de noviembre de 2017 el Consorcio Aqua Bayovar
solicitó la interpretación y exclusión de laudo arbitral, tal como se aprecia de
fojas 705 a 717 del expediente arbitral que se tiene a la vista, exponiendo
similares argumentos con los que sustenta el recurso de anulación que nos
ocupa, pedido que fue declarado infundado a través de la resolución arbitral
N° 17 de fecha 01 de febrero de 2018 que corre de f ojas 740 a 746 del
citado expediente, por lo que se cumple con la exigencia del numeral 2) del
artículo 63 de la acotada Ley. -

Respecto a la causal b) del numeral 1 del artículo 63 de la Ley de


Arbitraje:
QUINTO: El Consorcio recurrente al invocar esta causal alega básicamente
que el Tribunal Arbitral no actuó de manera imparcial, al pronunciarse
esgrimiendo argumentos que ninguna de las partes ha invocado, y terminan
desconociendo hechos que tanto Sedapal como el Consorcio reconocen y
no fueron materia de controversia entre las partes; por lo que se afecta su
derecho al debido proceso. -----------------------------------------------------------------

8
SEXTO: Conforme se aprecia del contenido del laudo arbitral cuestionado, el
Tribunal Arbitral ha realizado la descripción de las materias sometidas a
decisión, las posiciones de las partes y la actuación de los medios
probatorios que obran en el expediente arbitral para finalmente plantear su
posición y conclusión respecto de la materia controvertida. Así, al resolver la
primera pretensión de la demanda arbitral, ha expresado lo siguiente:

9
10
11
12
SÉPTIMO: De lo anterior se puede concluir que el Tribunal Arbitral al
desestimar la pretensión de Ampliación de Plazo N° 10, a que se contrae el
primer punto resolutivo del laudo arbitral impugnado, ha expresado las
razones de hecho y de derecho que justifican su decisión; siendo que los
argumentos que sustentan esta causal en realidad dan cuenta de una
evidente discrepancia de la parte recurrente respecto al criterio utilizado por
el Tribunal al momento de laudar, al encontrarse disconforme con la
conclusión arribada en el laudo arbitral, lo cual no es posible calificar a
través del recurso de anulación, pues la labor que realiza este Colegiado es
una revisión formal, sin que involucre ingresar al fondo de la controversia,
situación que tendría lugar si admitimos los argumentos planteados y en
base a ellos analizamos las interpretaciones y la forma cómo se ha resuelto
el punto controvertido, labor que se encuentra prohibida a este Órgano
Jurisdiccional conforme al numeral 2 del artículo 62 de la ley de Arbitraje. ----

OCTAVO: A más abundamiento, el Consorcio recurrente sostiene que el


Tribunal Arbitral no actuó de manera imparcial; sobre el particular el Tribunal
Constitucional en la STC N° 4101-2017-AA/TC, ha dej ado establecido lo
siguiente: “35. Se ha sostenido de modo recurrente que el principio de imparcialidad
posee dos acepciones: a) imparcialidad subjetiva, referida a la ausencia de
compromiso por parte del examinador con las partes o en el resultado del proceso; b)
imparcialidad objetiva, relativa a la necesidad de evitar la influencia negativa que
pueda tener en el juzgador la estructura del sistema, restándole imparcialidad, es
decir, la necesidad de que el sistema ofrezca suficientes garantías para desterrar
cualquier duda razonable (cfr. Sentencias 1298-2012-PA, fundamento 8; 1460-2016-
PHC, fundamentos 20 — 21; entre otras).”.

13
Es evidente que los argumentos expuestos por el Consorcio que le sirven de
sustento para denunciar una supuesta imparcialidad en relación con la
decisión arbitral adoptada al resolverse el primer punto controvertido, no se
subsumen en ninguno de los supuestos que configuran el principio de
imparcialidad establecidos por el supremo intérprete de la Constitución; por
el contrario, la alegada imparcialidad está dirigida a cuestionar los
argumentos expuestos por el Tribunal Arbitral en el laudo cuestionado,
pretendiendo que éste Colegiado entre a calificar las motivaciones que
sirven de respaldo a la conclusión arribada en sede arbitral al declarar
infundada la primera pretensión principal, lo que reiteramos se encuentra
expresamente prohibido por el numeral 2 del artículo 62 del Decreto
Legislativo N° 1071. ------------------------------ ---------------------------------------------

En cuanto a la causal d) del numeral 1 del artículo 63 del Decreto


Legislativo N° 1071 :
NOVENO: El Consorcio fundamenta esta causal sobre la base de que el
Tribunal Arbitral se ha pronunciado sobre tres aspectos que no fueron
puestos a su consideración: i) la interpretación de “definición de diseño” de la
cámara de derivación; ii) la causal de demora en la aprobación del adicional;
y, iii) la falta de diligencia del Consorcio Aqua Sur por no elaborar el diseño
antes; sin embargo, de la lectura de dichos argumentos, podemos concluir
que ninguno de ellos se comprende dentro la causal d) invocada, ya que
esta tiene lugar cuando el Tribunal Arbitral ha resuelto cuestiones no
sometidas a su decisión, es decir, situaciones distintas a las planteadas por
las partes [se entiende en la demanda arbitral o, de ser el caso, en la
reconvención], no siendo válido para ello alegar, que el Tribunal Arbitral
sustentó su decisión en aspectos que no fueron materia de controversia,
pues es distinto el hecho que, para decidir sobre las pretensiones sometidas
por las partes al arbitraje, el Tribunal Arbitral haya expresado sus razones o
motivaciones que sustentan su decisión, con el hecho que haya resuelto
cuestiones no sometidas a su decisión; por lo que esta causal debe ser
desestimada. ------------------------------------------------------------------------------------

14
DÉCIMO: Sin perjuicio de lo antes mencionado, del expediente arbitral que
se tiene a la vista, se aprecia lo siguiente:
10.1 Del escrito de la demanda arbitral que corre de fojas 376 a 398 aparece
que las pretensiones sometidas a la decisión del Tribunal Arbitral,
consistieron en las siguientes:

10.2 En la audiencia de conciliación y determinación de puntos


controvertidos de fecha 24 de abril de 2017 obrante de fojas 582 a 584,
se fijaron los siguientes puntos controvertidos:

10.3 En la parte decisoria del laudo, se dispuso lo siguiente:

15
DÉCIMO PRIMERO: De lo copiado, se advierte que el Tribunal Arbitral no ha
resuelto sobre cuestiones no sometidas a su decisión, pues se ha limitado a
resolver cada una de las pretensiones presentadas en la demanda arbitral,
en base a las cuales se establecieron los puntos controvertidos; por tanto,
reiteramos que corresponde desestimar la causal d) invocada. -------------------

DÉCIMO SEGUNDO: Por tanto, no cumpliéndose los supuestos de


anulación contenidos en los literales b) y d) del numeral 1 del artículo 63 de
la Ley de arbitraje, el recurso de anulación debe declarase infundado; por
cuyas razones: ---------------------------------------------------------------------------------

DECISIÓN:
Declararon INFUNDADO el recurso de anulación de laudo arbitral
interpuesto por Consorcio Aqua Bayovar; en consecuencia, VÁLIDO el laudo
arbitral de fecha 31 de octubre de 2017, emitido por el Tribunal Arbitral
conformado por los árbitros Mario Castillo Freyre, Juan José Pérez-Rosas
Pons y Jorge Fabricio Burga Vásquez. En los seguidos por Consorcio
Aqua Bayovar contra el Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de
Lima – SEDAPAL, sobre Anulación de Laudo Arbitral.

ECHEVARRÍA GAVIRIA DÍAZ VALLEJOS

PRADO CASTAÑEDA

JDV/mest

16
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
PRIMERA SALA COMERCIAL PERMANENTE
EXPEDIENTE Nº : 124-2018-0-1817-SP-CO-01
DEMANDANTES : FONDO NACIONAL DE DESARROLLO PESQUERO
DEMANDADOS : CONSORCIO BAHÍA BLANCA
MATERIA : ANULACION DE LAUDO ARBITRAL

Es fundado el recurso de anulación respecto al


extremo resolutivo cuestionado, porque el principio
de congruencia exige que el Juez o árbitro no desvié
su decisión fuera del marco de los argumentos que
cada una de las partes ha esgrimido y sorprenda
solucionando el litigio con argumentos
completamente nuevos.

RESOLUCIÓN NÚMERO: DIEZ


Miraflores, tres de diciembre.-
del año dos mil dieciocho.-

I. VISTOS:

Habiéndose analizado y debatido la causa, conforme lo prescriben los


Artículos 131° y 133° de la Ley Orgánica del Poder Judicial, este colegiado
integrado por los señores Jueces Superiores: Echevarría Gaviria, Díaz
Vallejos y Prado Castañeda, quien interviene como ponente, emiten la
siguiente decisión judicial:

II. RESULTA DE AUTOS:

Del recurso de anulación:

2.1. A fojas 184 a 198, subsanada a folios 203 a 2041, del visor del EJE,
aparece el Recurso de Anulación de Laudo Arbitral interpuesto por el
Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero-FONDEPES, en el extremo
del Artículo Segundo de la parte resolutiva del Laudo, que declara
infundada la primera pretensión de la Reconvención formulada por
la Entidad2; así mismo la suspensión de la ejecución del mismo, al

1 Del visor del Expediente Judicial Electrónico.


2 Ver petitorio.
1
contar la expedición de laudo con una serie de vicios de motivación
en su manifestación de incongruente3 y aparente4 que lo invalidan
configurándose en la causal contenida en el inciso b) del numeral 01
del artículo 63°,concordado con la Duodécima Disposición
Complementaria del Decreto Legislativo 1071, siendo sus
pretensiones las siguientes: ( el resaltado es nuestro).

2.2. Petitorio:

Primera Pretensión Principal: Solicitamos se declare la nulidad del Laudo


Arbitral, toda vez que se ha quebrantado el debido proceso, perjudicando
de manera manifiesta sus derechos de defensa y a obtener una decisión
debidamente motivada, consagrados en los artículos 2°, 3° y 139°de la
Constitución, conforme con lo dispuesto por la Duodécima Disposición
Complementaria del Decreto Legislativo N° 1071, concordado con el inciso
b) del numeral 1 del artículo 63° del citado cuerpo legal.

Segunda pretensión principal:


Que se ordene al demandado Consorcio Bahía Blanca, el pago de costas y
costos que irrogue el presente proceso.

2.3. Fundamentos sobre anulación por quebrantamiento del


debido proceso:

i) El Laudo Arbitral emitido con fecha 23 de noviembre de 2017, ha


quebrantado el derecho al debido proceso, perjudicando de manera
manifiesta su derecho a obtener una decisión adecuada y motivada
en derecho. El Tribunal resuelve declarar infundada, entre otras, la primera
pretensión de la reconvención formulada por la Entidad, precisando que si
bien ha operado una resolución contractual ello no obedece a causas que sean
propicias para imputar responsabilidad a las partes.

Al respecto, ni de las pretensiones de la demanda arbitral ni de la


reconvención formulada por la Entidad, se ha invocado como causal de
resolución contractual, el caso fortuito y la fuerza mayor; es así que la
primera y segunda pretensión de la demanda interpuesta por el
contratista son las siguientes:

Primera Pretensión Principal: Que se declare la nulidad de la


Resolución Jefatural N°103-2014/FONDEPES/J de fecha 29 de abril
de 2014, por la cual, el Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero –
FONDEPES, ha resuelto el contrato, sin ninguna motivación,
sustento técnico normativo, ni legal, que fundamente su arbitraria
decisión.

3 Punto 3.14 de la demanda


4
Punto 4.7 de la demanda
2
Segunda Pretensión Principal: Que se declare la resolución de
contrato, apercibida y notificada por el Consorcio mediante carta
notarial N°052-2014-CBB, de fecha 16 de abril de 2014, por
incumplimiento de las obligaciones contractuales esenciales del
FONDEPES.

Asimismo, la primera pretensión de la Reconvención, formulada por


Fondepes, fue:

Primera Pretensión Principal: Que se declare la nulidad de la


resolución de contrato formulado por el Consorcio Bahía Blanca,
mediante Carta N°62-2014-CBB, por supuestos incumplimiento de las
obligaciones contractuales esenciales del Fondepes.

Se desprende, asimismo, de los fundamentos expuestos en la


demanda, contestación y formulación de reconvención, que se
atribuye a una de las partes, la responsabilidad por la resolución
contractual; además de que las partes en ningún estadío del proceso
arbitral, señalaron como causal de resolución de contrato, el caso
fortuito o fuerza mayor.

El Tribunal arbitral ha decidido disolver el vínculo contractual por


una causal que no ha sido invocado por las partes, usando la premisa
de caso fortuito como sustento medular para determinar la
controversia en sede arbitral; aunado a ello, no advierte en los
fundamentos del laudo que se realice un desarrollo del porqué se han
identificado a las acciones del supervisor como las de un caso
fortuito, ello teniendo en consideración el artículo 1315 del Código
Civil.

El Tribunal no toma en consideración los medios probatorios y la


causal de resolución invocada por la Entidad, en cuanto demuestran
que es el Consorcio quien incumplió con lo establecido en la adenda
para la intervención económica, lo cual evidentemente no configura
un hecho fortuito, siendo que los fundamentos utilizados por el
tribunal arbitral suponen un problema de desviación o de manifiesta
modificación o alteración del debate de la controversia.

En tal sentido, la motivación realizada por el Tribunal resulta


sustancialmente incongruente dado que el colegiado resuelve fuera,
más allá de lo solicitado por las partes (extra petita), considerando
que nunca se invocó como causal de resolución contractual, el caso
fortuito o fuerza mayor sobre la cual se ha decidido extinguir el
vínculo contractual en la parte resolutiva del Laudo.

El Tribunal no hace una adecuada evaluación de los medios


probatorios, en cuanto no considera el hito importante de que el
Fondepes quien primero resuelve válidamente el Contrato mediante
3
Resolución Jefatural N° 103-2014/FONDEPES/J, comunicada con
carta notarial N°067-2014-FONDEPES/SG de fecha 29 de abril de
2014, y que el Consorcio Bahía Blanca comunica su resolución del
contrato recién mediante Carta N° 062-2014-CBB de fecha 2 de mayo
de 2014, y no con la Carta N° 052-2014-CBB de fecha 16 de abril de
2014, como mal señala el contratista en la segunda pretensión de su
demanda arbitral; lo cual implica un imposible jurídico, dado que el
contrato ya se encontraba resuelto a la fecha de la remisión de la
Carta del contratista, y esa línea, no podía ser nuevamente resuelto.

Es evidente que el Tribunal arbitral resolvió más allá de lo solicitado por


las partes al considerar como causal de la resolución contractual un hecho de
caso fortuito cuando ello no se invoca ni mucho menos se configura,
advirtiéndose que las pretensiones planteadas tanto en la demanda y la
reconvención, así como los fundamentos que estas contienen, no guardan
armonía con la parte resolutiva del laudo.

En tal sentido, el Laudo, en los extremos antes referidos, vulnera el


derecho al debido proceso al no motivar adecuadamente su decisión
respecto a los puntos indicados, además de que denota una falta de
revisión y adecuada valoración de las pruebas y documentos
presentados por ambas partes en el proceso arbitral.

De la absolución del recurso de anulación:

2.4. El emplazado Consorcio Agua Blanca, en adelante El Consorcio, mediante


escrito de fecha 22 de agosto de 20185, absolvió el traslado del recurso de
anulación, negándola y contradiciéndola en todos sus extremos, siendo los
fundamentos de la misma:

i) La entidad solo se ha limitado a señalar que no es cierto que en el presente


caso la resolución contractual se puede atribuir a un caso fortuito, toda vez
que no configura un hecho invencible, irresistible e imprevisible,
manifestando que lo que se constituye es una motivación aparente, no
obstante, ello no es así.

Cuando se analiza un punto que no ha quedado claro, se debe realizar un


análisis integral, en conjunto, a fin de que no se falte a la verdad, como es
el caso, ya que el Tribunal Arbitral en la página 40 (9.13, 9.14), 41 (9.15,
9.16), 46 (4to y 5to párrafo), 47 (2do. Párrafo)y 48 (3er párrafo) de la parte
considerativa del laudo ha establecido claramente cuál ha sido el criterio
por el cual se estableció que la resolución contractual suscitada en el
presente proceso, fue debido a un caso fortuito que afectó a ambas partes,
el cual consistió en la imposibilidad de tener la seguridad respecto a

5 Folios 217/228
4
detalles correctos (metrados específicos) en los que debía asentarse el
“hincado de pillotes”.

En el desarrollo de los enunciados fundamentos, el Tribunal fundamentó


su posición respecto a la primera y segunda pretensión principal de la
demanda y la primera pretensión principal de la reconvención, donde se
estableció que la resolución contractual materia del presente proceso, se
configuró debido a que la Supervisión no cumplió con los roles a su cargo,
generando una clara situación de desventaja para ambas partes, razón por
la cual, dicho tribunal le atribuyó la calidad de caso fortuito a dicha
resolución contractual, tal como se puede observar del segundo párrafo del
la página 50 del Laudo.

Ante ello, cabe mencionar que la decisión del Tribunal respecto al segundo
artículo del Laudo no carece de falta de motivación, ya que ha desarrollado
los fundamentos necesarios y consistentes que amparan su posición, razón
por la cual, solicitan que se declare infundado el recurso de anulación de
laudo.

Fondepes, no puede pretender desconocer e invalidar la valoración hecha


por el Tribunal respecto a lo que a ellos les ha generado convicción, más
aun existiendo medios probatorios ajenos a ellos, como lo son los diversos
asientos, que dejaron muy en claro la correcta interpretación de los hechos
que resultaron en lo laudado por el referido Tribunal.

ii) Se debe reiterar lo dicho por el Tribunal en el cuarto párrafo de la página


49 del laudo, en donde señaló que “el hecho de que no se haya podido ejecutar
correctamente el contrato, en el caso concreto es producto de lo que para las partes
se presenta como un caso fortuito debido a que no se hallaba a su alcance remontar
la situación de no poder proceder de acuerdo a los metrados adecuados para lo que
respecta el hincado de pillotes. No obstante ello, actualmente se ha permitido que el
actual contratista pueda seguir llevando a cabo la ejecución del Contrato pese a no
poder realizar un hundimiento mayor a aquel que logró realizar la parte
demandante de este proceso arbitral”, por lo que, de la revisión del Recurso de
Anulación, se desprende que el mismo no cuenta con los requisitos
exigidos por la Ley de Arbitraje para su procedencia, siendo que, intenta
cuestionar la decisión y el razonamiento adoptado por el Tribunal.

2.5. ANALISIS DEL CASO:

Del recurso de anulación de laudo arbitral:

2.1. Nuestro sistema jurídico ha dotado a los participantes del arbitraje de un


mecanismo de revisión estatal de la actuación de los árbitros. El régimen
de revisión judicial del arbitraje establece que quien pretenda cuestionar la
actuación o decisión arbitral, debe recurrir al Poder Judicial, a través del
recurso de anulación. El artículo 62° del Decreto Legislativo N°1071,
establece que el recurso de anulación es el único medio de impugnación de
5
laudo arbitral, el cual tiene por objeto la revisión de su validez por las
causales taxativamente establecidas en dicho decreto legislativo6. Estas
causales que justificaría someter la decisión de los árbitros a un juicio de
validez por parte del órgano jurisdiccional competente y por consiguiente,
permitirían la anulación de la actuación arbitral, están referidas a la tutela
del derecho al debido proceso arbitral, a la tutela del orden público y a la
reserva judicial de los asuntos extraídos de la libre disposición de los
particulares o no pronunciamiento sobre materias no arbitrables.

2.2. Ahora bien, cabe indicar que el recurso de anulación, que constituye una
pretensión impugnativa que activa el sistema de revisión judicial del
arbitraje, establece los límites de la labor del órgano jurisdiccional
competente, el cual ve restringida su función a las causales taxativamente
contempladas en la norma e invocadas por la parte recurrente,
encontrándose impedido de someter a evaluación el criterio adoptado por
los árbitros al decidir el fondo de la controversia7; ello en razón, a que si se
permitiera que en sede judicial analizar el fondo de la controversia, se
contravendría la voluntad de las partes expresada en el convenio arbitral,
por el cual renunciaron a la jurisdicción estatal y se sometieron a la
competencia de los árbitros para la solución de sus conflictos.8

2.3. En el presente caso, FONDEPES la recurrente alega en concreto: i) se ha


incurrido en motivación aparente e incongruente; y, ii) se ha emitido una
decisión extra petita.

Del reclamo previo en sede arbitral:

2.4. De conformidad con lo establecido en el numeral 2 del artículo 63° de la


Ley de Arbitraje, sólo serán procedentes las causales previstas en los
incisos a), b), c) y d) del numeral 01 del artículo en mención, si fueron
objeto de reclamo expreso en su momento ante el tribunal arbitral por la
parte afectada y fueran desestimados.

Respecto a la causal e), de acuerdo a lo establecido contrario sensu en el


artículo 63 inciso 2 del Decreto Legislativo N° 1071 que norma el arbitraje
no requiere agotar la vía previa establecida por la citada norma para otros

6 Decreto Legislativo N° 1071, Artículo 62°, inciso 1): “Contra el laudo solo podrá interponerse recurso de anulación. Este
recurso constituye la única vía de impugnación del laudo y tiene por objeto la revisión de su validez por las causales
taxativamente establecidas en el artículo 63°”
7 Decreto Legislativo N° 1071, Artículo 62°, inciso 2):” El recurso se resuelve declarando la validez o nulidad del laudo.

Está prohibido bajo responsabilidad, pronunciarse sobre el fondo de la controversia p calificar los criterios,
motivaciones o interpretaciones expuestas por el tribunal arbitral”
8 En el mismo sentido LEDESMA NARVAEZ afirma que: «El recurso de anulación tiene un contenido limitado y va

dirigido a velar por el cumplimiento de la pureza del procedimiento arbitral y su procedencia pero nunca a revisar el
fondo del asunto ni la decisión que sobre el mismo los árbitros hayan podido adoptar (…) No es posible discutir los
fundamentos del laudo ni el acierto de sus disposiciones, porque no se transfiere al tribunal revisor la facultad de
decidir, que es exclusiva de los árbitros, porque las partes han querido precisamente excluir a los tribunales de
intervención, que solo aparece justificada para garantizar el cumplimiento de unas garantías mínimas, que son
precisamente las que tratan de salvaguardar los motivos por los que pueden interponerse”. LEDESMA NARVAEZ,
MARIANELLA, Laudos Arbitrales y Medios Impugnatorios, en Cuadernos Jurisprudenciales, Gaceta Jurídica, Lima,
Noviembre 2005.
6
supuestos, esto es, el reclamo previa por la Entidad ante el Tribunal
Arbitral.

2.5. El reclamo previo se explica porque la anulación de laudo constituye un


mecanismo de última ratio, y en consonancia con el principio de autonomía
del arbitraje, antes de acudir a sede judicial se debe agotar, previamente,
todo recurso o reclamo ante el Tribunal Arbitral, al ser dicho órgano el
escogido por las partes para resolver sus controversias.9

2.6. Cabe indicar que un reclamo previo para ser considerado válido,
necesariamente deberá ostentar ciertas cualidades, tales como ser
oportuno, esto es, formulado ante el Tribunal Arbitral en la primera
oportunidad que el interesado tenga para hacerlo, caso contrario importaría
una suerte de convalidación del hecho cuestionando e incluso la aplicación del
artículo 11° del Decreto Legislativo N° 107110; y expreso, esto es que en sede
arbitral se haya reclamado expresamente el mismo vicio que se denuncia
vía recurso de anulación.

2.7. En el presente caso, se advierte de los anexos acompañados por el Fondo


Nacional de Desarrollo Pesquero [en adelante, FONDEPES] que con fecha
01 de diciembre de 201711, solicitó la aclaración y/o interpretación e
integración de laudo. En tal sentido corresponde evaluar el sustento de
cada uno de estos escritos, a fin de determinar si en ellos está contenido lo
alegado en la presente demanda respecto a la causal b):

Recurso de fecha 01 de diciembre de 2017: La entidad- Fondepes-


solicita: La aclaración y/o interpretación e integración del laudo respecto
a que considera como causal de la resolución contractual, un hecho de
caso fortuito cuando ello no se configura en ninguno de los supuestos,
resolviendo más allá de lo solicitado por las partes; apreciándose
asimismo, que en el numeral 1.5 del escrito en referencia se señala: “[…]
no es cierto que en el presente caso la resolución contractual se pueda atribuir a
un caso fortuito, toda vez que no configura un hecho invencible, irresistible e
imprevisible, considerando que lo desarrollado en el laudo constituye más bien
una motivación aparente, ya que no existió elementos que acrediten lo esgrimido
precedentemente”. En el punto 1.8 agrega (…) que las partes en ningún
estadio del proceso arbitral, el caso fortuito o fuerza mayor, siendo que su
representada fundamentó legal y fácticamente los motivos por los cuales se
resolvió el contrato Nro. 013-2013-FONDEPES/OGA, a los claros
incumplimientos incurridos por el Consorcio Bahía Blanca.

9 “Es decir se permite al Tribunal Arbitral, una vez firmadas las resoluciones y sin variar su contenido esencial, aclarar
algún concepto oscuro, rectificar cualquier error material que adolezca, así como subsanar y/o complementar
resoluciones defectuosas” GARBIERI LLOBREGAT J. “Comentarios a la Ley 60/2003 DE 23 DE DICIEMBRE DE ARBITRAJE”
Tomo II Página 926 Edición BOSH- Barcelona – España.
10 Decreto Legislativo N° 1071, Artículo 11°, Renuncia a objetar: “Si una parte conociendo, o debiendo conocer, que no se

ha observado o se ha infringido una norma de éste Decreto Legislativo de la que las partes puedan apartarse, o un
acuerdo de las partes, o una disposición del reglamento arbitral aplicable, prosigue con el arbitraje y no objeta su
incumplimiento tan pronto como le sea posible, se considerara que renuncia a objetar el laudo por dichas
circunstancias”.
11 Folios 174/178

7
En ese sentido, pone de conocimiento que el colegiado resuelve más allá
de lo solicitado por las partes (extra petita), considerando que nunca se
invoco como causal de resolución el caso fortuito o fuerza mayor.

Que, la competencia del arbitraje esta explicita contenida en el convenido


arbitral pactado por las partes, comprende la facultad implícita para
decidir todas aquellas cuestiones que sean consecuencia lógica u obligada
de las que se han planteado, pero siendo de aplicación la doctrina general
de la congruencia exigida a las resoluciones.

En este orden de ideas, se corrobora que FONDEPES si realizó un directo


cuestionamiento en cuanto a la causal b) contenida en el inciso 1 del artículo 63
de la Ley de Arbitraje, por lo que corresponde resolver al respecto.

De las actuaciones realizadas en el proceso arbitral sub materia:

2.8. A fin de poder resolver el recurso es necesario analizar las actuaciones


realizadas en el proceso arbitral sub materia, sin que ello importe, de
manera alguna, un pronunciamiento de fondo, dado que esta actividad
revisora solo se circunscribirá al ámbito formal.

I) Demanda Arbitral: Fluye de la demanda de fecha 21 de mayo de 2014 -


folios 10 a folios 41- que las pretensiones materia de la demanda fueron
las siguientes:

8
II) De la reconvención formulada por la entidad Anexo 1-E del proceso arbitral12:

Fundamentos fácticos en lo que se sustento la primera pretensión objeto de


reconvención:

12 Extremo resolutivo cuestionado.


9
II) Puntos controvertidos: con fecha 13 de setiembre de 201613 se
establecieron los siguientes puntos controvertidos:

13 Folios 1734/1735 del Expediente Arbitral – Tomo III


10
III) Del laudo: Por Resolución N° 29 de fecha 23 de noviembre de 2017,
el Tribunal Arbitral, laudó:

Del análisis del Laudo Arbitral cuestionado:

2.9. En lo concerniente a la motivación aparente en que habría incurrido el


Tribunal, concretamente al resolver sobre el primero de la reconvención,
debemos precisar que conforme lo dispone el numeral 01 artículo 63° del
Decreto Legislativo N° 1071:

“El laudo solo podrá ser anulado cuando la parte que solicita la anulación,
alegue y pruebe:

[…] b. Que una de las partes no ha sido debidamente notificada del nombramiento
de un árbitro o de las actuaciones arbitrales, o no ha podido por cualquier
otra razón hacer valer sus derechos"

En tal sentido, para el presente caso, FONDEPES no invoca en estricto la


falta de notificación del nombramiento de un árbitro o de las actuaciones
arbitrales o que no pudo por cualquier razón hacer valer sus derechos; sino
que acusa una motivación aparente y sustancialmente incongruente del
laudo por el Tribunal arbitral no ha tenido en cuenta que su representa
sustento la invalidez de la resolución contractual realizada por el consorcio
porque Fondopes resolvió el contrato debido al incumplimiento del
Consorcio Bahía Blanca de abonar lo señalado en la Intervención
Económica concerniente al segundo aporte detallado en el numeral 2.1.1
una clara causa imputable al contratista y por haberse pronunciarse sobre
un tema que no habría sido propuesto por ninguna de las partes, este
sería, que no señalaron como causal de resolución del contrato, el caso
fortuito o fuerza mayor; afectaciones que válidamente pueden ser

11
subsumidas en esta causal en virtud de una interpretación extensiva de la
norma al denunciarse en puridad: vulneración al debido proceso, derecho
que comprende -entre otros- el de obtener una resolución debidamente
motivada, congruente y que no se emita un pronunciamiento extra petita.

2.10. El derecho fundamental a la debida motivación de las resoluciones, se


encuentra reconocido en el artículo 139, inciso 5, de la Constitución
Política. Se trata de una manifestación del derecho fundamental al debido
proceso; y que tal como lo indica la doctrina “[…] se inserta en el sistema
de garantías que las constituciones democráticas crean para tutelar las
situaciones jurídicas de los individuos antes el Poder Estatal y, en
particular, ante las manifestaciones del mismo en el ámbito de la
jurisdicción”.14 “La motivación de la sentencia consiste en la construcción
de una razonamiento suficiente para que de los hechos que el juez percibe,
un hombre sensato pueda sacar la ultima conclusión contenida en la parte
dispositiva […] La motivación esta impuesta para que muestre el Juez que
ha razonado”15.

En similar sentido debe entenderse lo concerniente a la motivación de un


laudo, ya que esta es necesaria a fin que “el contenido del Laudo sea producto
de una exégesis racional, y no el fruto de la arbitrariedad; se entiende que la
motivación es un deber consistente en la expresión de los motivos o razones que
explican la decisión y los argumentos en que se ha basado el Tribunal,
constituyendo así una garantía procesal de las partes que les permite conocer las
razones por las que sus pretensiones fueron estimadas o desestimadas”16.
Subrayado nuestro

En ese sentido, la debida motivación de las resoluciones y decisiones


arbitrales obliga, en este caso en concreto, a resolver las pretensiones de
las partes de manera congruente con los términos que vengan planteadas,
sin cometer, por lo tanto, desviaciones que supongan modificación o
alteración del debate procesal.

2.11. Claro está, que la verificación por parte de la Corte Superior, debe tener
como límites, los establecidos por la propia Ley de Arbitraje en su artículo
62° numeral 2), que prohíbe expresamente analizar, no solo el fondo de la
controversia o contenido de la decisión, sino también calificar los criterios,
ó interpretaciones expuestas por el Tribunal Arbitral. Es por ello que la
doctrina arbitral proclama que: "[...] las determinaciones del árbitro tanto en
cuanto a los hechos materia de controversia como a la interpretación que haga de
los hechos, derecho aplicable y las conclusiones jurídicas a las que llegue, por más

14 TARUFFO, Michele, “LA MOTIVACIÓN DE LA SENTENCIA CIVIL” traducción de Lorenzo Córdova Vianello, México,
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, 2006 Página.349.
15 CARNELUTTI, Francesco. “DERECHO Y PROCESO” EJEA, Bs, As. 1966. pág. 187.
16 SILVIA BARONA VILAR Y OTROS, "COMENTARIOS A LA LEY DE ARBITRAJE. LEY 60/2003, DE 23 DE DICIEMBRE"

CIVITAS Ediciones, 1era Edición, Madrid, 2004.


12
erradas que estas pudieran estar, son inamovibles"17 [énfasis y subrayado
nuestro]

2.12. A fin de poder corroborar o en todo caso desestimar las alegaciones


referidas a supuestos vicios en la motivación, es necesario que este
Superior Colegiado analice ciertas actuaciones arbitrales relevantes al recurso
y petición interpuesta:

a. Se advierte de la demanda arbitral18 que Consorcio Bahía Blanca,


postuló como primera pretensión: “Que se declare la nulidad de la
Resolución Jefatural N°103 -2014/FONDEPES/J, comunicada mediante
Carta Notarial N° 067-2014-FONDEPES/ SG, de fecha 29 de abril de
2014, por la cual el Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero –
FONDEPES, ha resuelto el Contrato sin ninguna motivación, sustento técnico
normativo, ni legal, que fundamente su arbitraria decisión”.

Al fundamentar esta pretensión, ha señalado, en síntesis, los siguientes


argumentos fácticos: i) tanto la Carta Notarial N° 067-2014-
FONDEPES/SG, de fecha 29 de abril de 2014, así como la Resolución
Jefatural N° 103-2014-FONDEPES/J, por medio de la cual la Entidad
resolvió el contrato, se sustenta en una serie de documentos que no fueron
anexados por lo que no se conoce los argumentos ni análisis que han
desarrollado, ya que la única causal que exponen para resolver el contrato,
es por falta del abono programado para la intervención económica; pese a
que durante el desarrollo de avance de obra, ante el incumplimiento
contractual de FONDEPES, lo apercibieron notarialmente mediante Carta
N° 052-2014-CBB de fecha 16 de abril de 2014, sin que hasta la fecha de
resolución de contrato, ni vencido el plazo por el que le apercibieron,
hayan cumplido; ii) la demora de la entidad en aprobar el Expediente
Adicional de Obra N° 02 y consentimiento de la solicitud de Ampliación
de Plazo N° 03 por pronunciamiento extemporáneo de la entidad. [caso de
la losa de aproximación del muelle]; iii) la solicitud que debieron emitir,
de ampliación de plazo parcial N° 04 para la culminación de la ejecución
contractual por demora en la absolución de consultas referidas a la
profundidad de empotramiento, número de golpes, rechazo y sus
consecuencias, referido a los pilotes del tanque elevado y del muelle; iv) la
falta de atención de parte de FONDEPES, a sus requerimientos
documentarios, sin ninguna respuesta; v) inconducta funcional del
supervisor y deficiente administración contractual de la entidad; y, vi)
incumplimiento de la entidad al demorar en constituir el Fondo de
Intervención Económica, y no cancelar las valorizaciones pendientes de
pago de los meses de enero, febrero marzo, abril y Adicional N° 01.

17 BOZA DIBOS Beatriz: "RECONOCIMIENTO Y EJECUCIÓN EN EL PERÚ DE LAUDOS ARBITRALES EXTRANJEROS" En Revista
THEMIS de derecho PUCP N° 16. 1990. Página 63.
18 Folios 10/41

13
b. Por su parte, FONDEPES, al contestar19 la demanda arbitral, ha
expuesto lo siguiente: i) el Consorcio pretende cuestionar la válida
resolución contractual efectuada por la Entidad a través de una
interpretación de hechos anteriores que para el contratista estaría
relacionados a una supuesta deficiencia del expediente técnico, hecho
que no fue oportunamente observado por el contratista, tanto en el
proceso de selección como en el decurso de la ejecución de la obra, el
mismo que recién pretende hacer ver luego de la declaración de la
intervención económica que fue aceptada por el propio contratista; ii)
si el expediente técnico de la obra fuera deficiente e inejecutable como
afirma el consorcio, ¿cómo logró ejecutar el 52% de la obra?, ¿por qué
solicitó adicionales a la “inejecutable obra”?, y más aún, ¿cómo aceptó
la intervención económica de la obra declarada por la Entidad
suscribiendo la Adenda para implementación de la misma; iii) el
Consorcio ha incurrido constantemente en incumplimientos a la
ejecución del contrato, y en esta etapa no hizo manifiesto los
supuestos defectos al expediente técnico que ahora alega en su
demanda. Durante la intervención Económica el Contratista no
efectuó ninguna acción para el pago de compromisos, por lo que, no
se efectuó desembolso alguno; iv) como parte de la intervención
económica aceptada por el Consorcio, con fecha 11.04.2014 el
interventor de FONDEPES y el representante de la Contratista en la
intervención económica de obra, aperturaron la cuenta corriente
mancomunada, en soles, en el Banco de Crédito del Perú, destinada a
constituir el fondo de la intervención económica de la obra: “Puerto
Pesquero Artesanal Bahía Blanca – Distrito de Ventanilla – Callao,
Provincia Constitucional del Callao”; vi) ante el incumplimiento del
contratista de abonar el segundo aporte señalado en el numeral 2.1.1.
de la Adenda antes mencionada, la Entidad con fecha 22.04.2014,
mediante Carta N° 56-2014-FONDEPES/SG, requirió a aquel que
cumpla con realizar el segundo aporte de acuerdo a lo establecido en
el numeral 2.1.2. de la referida Adenda, en el plazo máximo de tres
días contados desde su recepción, bajo apercibimiento de cancelación
de la intervención del contrato; pese a ello el Consorcio no cumplió
con realizar el segundo aporte conforme al cronograma, por lo que
mediante Resolución Jefatural N° 103-2014-FONDEPES/J,
comunicada al Consorcio con fecha 29.04.2014 mediante Carta N° 067-
2014-FONDEPES/SG, se declaró la cancelación de la intervención
económica de la obra y la resolución del pleno derecho del Contrato.
Fundamenta su pretensión reconvencional en los fundamentos
fácticos que en su integridad aparecen en el punto 2.8 de la presente
resolución.

c. Del laudo arbitral, fluye que si bien el Tribunal, en el fundamento


9.1.20 señala: “a efectos de resolver la presente controversia el Tribunal

19 Folios 42/114
20 Página 36 del Laudo
14
establecerá en las líneas subsiguientes un marco teórico referencial sobre el
cual se sustenta el raciocinio fáctico y legal sobre el cual el Tribunal Arbitral
expresará su decisión”. En el 9.2: “(…) es preciso señalar que el acto
jurídico punto de partida de la relación obligatoria es el contrato,
suscrito entre el Consorcio Bahía Blanca y el Fondo Nacional de
Desarrollo Pesquero FONDEPES, asignado como contrato Nro.013-
2013 tres- FONDEPES/OGA del 4 de abril de 2013, denominado:
ejecución de la obra: Puerto Pesquero Artesanal Bahía Blanca- distrito
de Ventanilla-Callao, Provincia Constitucional del Callao. Agregando
en los fundamentos siguientes: 9.4 y 9.5. que el contrato debe
ejecutarse con arreglo a la buena fe y común intención de las partes
de acuerdo a lo establecido en el artículo 1362 del Código Civil, siendo
obligatorio todo lo que en el contrato se haya estipulado regulándose además
por lo establecidos en los artículo 183 a 213 del Reglamento de la Ley de
Contrataciones del Estado-DS-184-2008-EF; que ambas partes tiene
obligaciones frente a otra pero que también debe cada una de las
partes procurar que la contraparte pueda cumplir; esto es, lo que se
conoce con colaboración en la ejecución de contratos y que este es
prepoderante y concierne a ambas partes. Que otro elemento importante
de considerar para comprender sobre quienes recae obligaciones respecto
al contrato que los ocupa, es el supervisor del contrato quien por
encargo de Fondepes es el encargado de controlar los trabajos
efectuados y será responsable de velar directa y permanentemente
por la correcta ejecución de obra.

En el considerando 9.12: “Descrito el ámbito de la relación contractual a


considerar, hay que tener en cuenta el cumplimiento o incumplimiento de las
obligaciones que competen tanto a las partes como al supervisor, así como el
factor objetivo que incide en tal cumplimiento o incumplimiento, e
incluso la posible libración de las partes respecto de sus obligaciones
misma por algún factor que no necesariamente las haga susceptibles
de imputación de responsabilidad”.

Prosiguiendo con el análisis del laudo, se colige que a partir del


fundamento 9.13, el Tribunal introduce al análisis de la controversias
planteadas el tema del caso fortuito y fuerza mayor: “Precisamente
en relación a lo señalado en la última parte del párrafo precedente,
vale la pena tener en cuenta lo que Diez-Picazo ha explicado con
respecto al caso fortuito y a la fuerza mayor: se trata de supuestos que
liberan al agente de la obligación a indemnizar. Los agentes de la
obligación son siempre ambas partes del contrato, cuando nos
hallamos ante relaciones jurídicas obligatorias sinalagmáticas (esto es,
que constan de obligaciones recíprocas), como en el presente caso
arbitral”.

Siguiendo el análisis destinado a resolver la primera pretensión


principal postulada por el Consorcio y la Primera Pretensión de la
Reconvención formulada por FONDEPES, a partir del fundamento
15
9.16. prosiguiendo en los fundamentos subsiguientes– hasta el 9.19,
en la que se remite a las incompatibilidades entre lo que se tenía en
el expediente técnico y el terreno donde se debía hincar los pilotes
del tanque elevado y del muelle, haciendo mención al tanque
elevado, muelle, revisando cartas y Asientos, que permiten al
Tribunal establecer, que durante la ejecución contractual se
detectaron incompatibilidades entre lo que se tenía en el Expediente
Técnico y el terreno donde se debían hincar los pilotes del tanque
elevado y del muelle.

El análisis referente a la resolución del contrato, se inicia en el


fundamento 9.20, donde luego de hacer mención al artículo 44 de
la Ley de Contrataciones con el Estado, se señala: “[…] en el
presente caso, se corrobora que ambas partes decidieron dejar sin
efecto el contrato, ya que ambas optaron por resolverlo. Y si bien
cada una de ellas se ha remitido a una causal específica de
incumplimiento presuntamente imputable a cada contraparte, lo
que este Tribunal ha podido corroborar es que el desenlace que se
suscitó una vez que las partes se hallaban en etapa de
intervención económica se originó en la inexactitud y carencia de
información de la que adolecieron las partes (Entidad y
Contratista) sobre los detalles de la obra y cómo debía ser
ejecutada”. “A su vez, en base a las pruebas aportadas al presente
proceso por ambas partes […], este Tribunal ha podido formarse
convicción respecto de que fue la Supervisión quien generó la
carencia e inexactitud de información […]; ya que se negó
reiteradamente a especificar al contratista cuál era el metraje
exacto que debía ser tenido en cuenta para los “hincados de los
pilotes”; […] y, adicionalmente, también generó una falsa idea al
respecto para la Entidad, puesto que mediante el Expediente
Técnico elaborado por el contratista [que también es el supervisor]
se dijo que el metrado debía ser de “9.44 m”; pero, tal como consta
en el Asiento N° 444, a los contratistas no les fue absuelta la duda
alguna al respecto una vez que explicaron que había una
divergencia entre el proyecto original y la realidad […]”. Negrita
es nuestra

Consideramos pertinente remitirse asimismo, al quinto párrafo del


fundamento 9.20. “Así, este Colegiado puede corroborar que, al
igual que en Asientos anteriores y posteriores […] la supervisión
optó una vez más por omitir especificaciones de suma relevancia,
que hubiesen facilitado una correcta ejecución de la obra por parte
del contratista, y, en consecuencia, hubiesen evitado que la
Entidad [también carente de información adecuada] decida
incurrir en –y valerse de la- intervención económica”.

De otro lado, en el sétimo párrafo señala: En otras palabras, si bien


hubo incumplimiento por parte de la demandante, ello se debió a que la
16
entidad no ejecutó obligaciones y cargas que debían ser de su observancia,
pues al mismo tiempo, la ejecución de las referidas situaciones jurídicas
constituía el deber de colaboración.

Agrega en el octavo párrafo del fundamento 9.20, el Tribunal


sostiene que: “[…] no cabe duda de que se ha generado la
apariencia de que se han suscitado incumplimientos concretos que
han llevado a cada una de las partes a tratar de resolver el
Contrato buscando atribuir responsabilidad a la parte contraria
[esto ya en el contexto de “intervención económica”]. Pero lo cierto
es que, tal como se ha explicado, dicho contexto contractual
adverso en la etapa de ejecución de la relación jurídica obligatoria
tuvo como causa necesaria la posición de desventaja que para
ambas partes representó el hecho de que la supervisión no cumpliera los
roles a su cargo asignados por Ley, y origina una carencia de información
sobre el correcto hincado de pilotes, que terminó perjudicando a ambas
partes contractuales”.

El párrafo noveno, siempre del fundamento 9.20, se refiere a la


participación de la supervisión:“[…]su incorrecto
desenvolvimiento puede generar contextos tan nefastos y adversos
para la correcta ejecución del contrato incluso al punto de la
generación de apariencia de causas específicas de incumplimiento,
cuando en realidad nos hallamos ante un caso fortuito que afecta a
las partes, el cual consistió en la imposibilidad de tener la
seguridad respecto de los detalles correctos (metrados específicos)
en los que debía asentarse el “hincado de pilotes”.

Los párrafos décimo al décimo cuarto, aluden directamente al caso


fortuito y fuerza mayor: “[…] el caso fortuito y la fuerza mayor son
causales eximentes de responsabilidad para las artes de un
contrato que tienen obligaciones a su cargo”. “En tal sentido, si
bien han existido causas objetivas para que las partes no puedan
llevar a cabo correctamente la ejecución del contrato, éstas han
obedecido a causas no imputables a ellas, sino a la supervisión, y
por tanto, no resulta ajustado a Derecho que ni la demandante ni la
demandada internalicen a manera de costo el riesgo generado por
la supervisión”. “En efecto, el hecho de que no se haya podido
ejecutar correctamente el contrato, en el caso concreto es producto
de lo que para las partes se presenta como un caso fortuito debido
a que no se hallaba a su alcance remontar la situación de no poder
proceder de acuerdo a los metrados adecuados para lo que
respecta al hincado de pilotes. No obstante ello, actualmente se ha
permitido que el actual contratista pueda seguir llevando a cabo la
ejecución del Contrato pese a no poder realizar un hundimiento
mayor a aquel que logró realizar la parte demandante de este
proceso arbitral”. “En ese sentido, en atención a lo prescrito en el
artículo 44 de la Ley de Contrataciones del Estado […] ambas
17
partes se hallan expeditas para manifestar su voluntad de dejar sin
efecto el contrato debido a caso fortuito o fuerza mayor; y, habida
cuenta que tanto demandante como demandada han mantenido
dicha posición incluso en sus escritos postulatorios del presente
proceso arbitral […] no se puede soslayar el efecto de que por Ley
[artículo 44 de la Ley de Contrataciones del Estado] corresponde
con respecto a la voluntad de ambas partes luego de una
irrefutable presencia de caso fortuito en los términos previamente
explicados”. “Todo lo explicado anteriormente explicado deja en
claro que si bien a operado una resolución contractual ello no
obedece a causas que sean propicias para imputar responsabilidad
a las partes, sino que, por el contrario, debe prevalecer, si, su
intención de resolución contractual, pero sin asunción de
responsabilidad por parte de ninguna de ellas, ya que de por
medio ha existido un caso fortuito cuya gravedad ha devenido,
además, mucho mayor, debido a la incorrecta forma de proceder
por parte de la supervisión”.

En el extremo resolutivo pertinente resuelve: Respecto a primera y


segundo pretensión del demandante y la primera pretensión de la
Reconvención, todas ellas referidas a la resolución del Contrato por causa
imputable a las partes, DECLARAR INFUNDADAS dichas
pretensiones, precisando que si bien ha operado una resolución
contractual, ello no obedece a causas que sean propicias para
imputar responsabilidad a las partes. ( el resaltado es nuestro)

2.13. En ese contexto, podemos afirmar que de las pretensiones


formuladas por las partes en el proceso arbitral, el debate planteado por
estas y el extremo resolutivo de la decisión arbitral que nos ocupa:

2.13.1. Siendo pertinente indicar que éste Superior Colegiado no está


facultado a revisar los criterios asumidos por el Tribunal
arbitral así como la valoración probatoria que éste ha
efectuado en la decisión arbitral que nos ocupa y a la que en
extenso nos hemos remitido a sus consideraciones, razones
por las cuales los extremos referidos a estos argumentos no
pueden ser estimados.
2.13.2. Sin embargo, respecto al argumento indicado en el punto 2.3
de la presente resolución; debemos señalar que, si bien es
cierto, de la revisión de la demanda y reconvención se aprecia
que los fundamentos fácticos de la demanda y de la primera
pretensión de la reconvención formulada por la recurrente-
Fondepes -estarían relacionados o vinculados entre sí, sin
embargo los fundamentos fácticos planteados por la entidad
demandante al formular ésta reconvención además del
incumplimiento contractual en que habría incurrido el
consorcio, es que al haberse resuelto el contrato por su parte

18
la resolución formulada por el consorcio es nulo, porque el
contrato ya se encontraba resuelto, por tanto la petición de
resolución es un imposible jurídico. Respecto a ello debemos
señalar que de los fundamentos expuestos por el Tribunal en
el laudo sub-materia a cuyos considerandos ya se han hecho
mención se aprecia que el Tribunal arbitral incurre en
motivación aparente, porque pese a que en el considerando
noveno señala que procederá a analizar el caso a partir de los
puntos controvertidos planteados tanto en la demanda como
en la reconvención, centrados en lo relativo a la declaración
de invalidez de la resolución contractual que planteará el
Consorcio respecto a la declaración efectuada por Fondepes y
la declaración de invalidez de la resolución contractual
declara por el Consorcio solicitada por Fondopes, porque
parten de una misma relación jurídica empero los
fundamentos de pedir de la primera pretensión
reconvencional no son totalmente similares pues se
argumento otros que lo hacen disímil; y explicándonos con
mayor precisión debemos señalar que el Tribunal arbitral
omite pronunciarse respecto a los que la entidad recurrente
manifestará al reconvenir: “(…) es un imposible resolver un
contrato que ya se encuentra resuelto” incurriendo la decisión
arbitral en motivación aparente porque pese a todo lo que
señala en el considerando 9 a 9.20, la motivación al respecto
es aparente, porque no responde a las alegaciones de las parte
del proceso arbitral.
2.13.3. Así mismo es de señalarse que el principio de congruencia
exige que el juzgador, al momento de pronunciarse sobre
una causa determinada, no omita, altere o se exceda en la
definición de las peticiones ante él formuladas; en ese sentido,
es de apreciarse que respecto a la pretensión de la
reconvención formulada por la parte recurrente-parte
demandada en sede arbitral que postuló la contrademanda
como la parte demandante al absolver la reconvención, ni en
los escritos en mención, ni en ningún estadio del proceso
arbitral las partes invocaron como hecho determinante de su
incumplimiento y por ende de la resolución del contrato, el
caso fortuito que las afectará y que se generaría de la
participación del supervisor así como la eximentes de
responsabilidad, tal como el tribunal analiza y por tanto
resuelve señalando que la resolución contractual, no obedece a
causas que sean propicias para imputar responsabilidad de las
partes, pues el planteamiento de ambas partes consistía en
incumplimiento de ambas y en el caso especifico del extremo
resolutivo que es motivo de anulación específicamente se
sustentaba en el incumplimiento del consorcio de lo pactado
en la intervención económica del contrato objeto del laudo y
la imposibilidad de resolverlo porque era un imposible
19
jurídico resolver lo ya resuelto. De lo que se colige que la
decisión arbitral también incurre en incongruencia en la
motivación; precisamente al dejar incontestadas las
pretensiones y desviar la decisión arbitral del marco del
debate arbitral, sorprendiendo a los contendientes y
solucionando el litigio sometido a su competencia con un
argumento completamente nuevo “eximentes de
responsabilidad”, respecto del cual la parte recurrente no ha
podido ejercer su derecho de defensa generando una
indefensión que constituye vulneración del derecho a la
tutela jurisdiccional y también al derecho de motivación
efectiva.
2.13.4. Esta incongruencia se evidencia con lo precisado por el
Tribunal arbitral en el segundo extremo resolutivo, en ese
contexto, no se puede sostener que lo efectuado por el
tribunal es sólo una calificación jurídica debido a la falta de
congruencia entre lo pedido y resuelto; razones por las cuales
el recurso debe estimarse.
2.13.5. Por las consideraciones expuestas éste Superior Colegiado
emite la siguiente decisión.

IV. DECISIÓN:

Por los fundamentos expuestos, éste Colegiado, con la autoridad que le


confiere el artículo 138º de la Constitución Política del Perú y la Ley,
impartiendo justicia en nombre de la Nación, se resuelve:

4.1. Declarar FUNDADO el recurso de Anulación de Laudo Arbitral


interpuesto por el FONDO NACIONAL DE DESARROLLO
PESQUERO –FONDEPES- contra el Laudo Arbitral contenido en la
Resolución número 29 de fojas 119 a 173, basado en la causal b) del
numeral 01 del Artículo 63° del Decreto Legislativo N° 1071, respecto
al extremo del artículo segundo de la parte resolutiva del laudo
formulada por la entidad. En consecuencia: INVALIDO el Laudo
Arbitral de fecha 23 de noviembre de 2017, en ese extremo, debiendo
el Tribunal Arbitral proceder conforme a lo establecido en el inciso b)
del numeral 1 del artículo 65 del Decreto Legislativo N° 1071.
4.2. Con costas y costos.

En los seguidos por FONDO NACIONAL DE DESARROLLO PESQUERO –


FONDEPES- contra CONSORCIO BAHIA BLANCA, sobre ANULACION
LAUDO ARBITRAL.
APC/KGG

ECHEVARRIA GAVIRIA DÍAZ VALLEJOS

PRADO CASTAÑEDA
20
21
22
23
24
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
PRIMERA SALA COMERCIAL PERMANENTE1

Sumilla: AL RESOLVER EL RECURSO DE ANULACIÓN PLANTEADO


NO CORRESPONDE EMITIR PRONUNCIAMIENTO SOBRE EL FONDO
DE LA CONTROVERSIA O CALIFICAR LOS CRITERIOS O
MOTIVACIONES O INTERPRETACIONES EXPUESTAS POR EL
TRIBUNAL ARBITRAL ASÍ COMO LA VALORACIÓN DE PRUEBAS
EFECTUADAS POR EL TRIBUNAL ARBITRAL NO PUEDEN SER
MATERIA DE ANÁLISIS EN SEDE JUDICIAL AL ENCONTRARSE ELLO
PROSCRITO POR EL ARTICULO 62.2° DEL DECRETO LEGISLATIVO N°
1071.

EXPEDIENTE N° : 126-2018
IMPUGNANTE : CONSORCIO SANTA MARÍA
IMPUGNADO : UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO
MATERIA : ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL

RESOLUCIÓN NÚMERO: 07
Lima, 13 de diciembre de 2018.-

VISTOS:

Interviniendo como Juez Superior Ponente la señora Echevarría Gaviria.

RESULTA DE AUTOS que: CONSORCIO SANTA MARÍA, por escrito visualizado


en el Sistema de Expediente Judicial Electrónico (En adelante el
demandante o nulidiscente) interpone recurso de anulación a fin de que se
declare la nulidad del Laudo Arbitral de derecho, contenido en la
resolución N° 08 de fecha 20 de octubre de 2017, emitido por el Árbitro
Único Juan Valdivieso Cabada, en el proceso arbitral promovido por
Consorcio Santa María contra la Universidad Nacional de Trujillo.

1 Resolución Administrativa número 001-2018-P-CSJLI/PJ, publicada en el diario oficial “El Peruano” el día 03 de enero de

2018.
1
Causales de anulación de laudo arbitral.
Manifiesta la parte impugnante que el mencionado laudo arbitral incurre en
las causales de anulación sancionadas en el inciso g) previsto en el numeral
primero del artículo 63 del Decreto Legislativo N° 1071 - Ley General de
Arbitraje (pretensión principal), y en la causal establecida en el inciso b)
previsto en el numeral primero del artículo 63 del referido dispositivo legal
(pretensión subordinada a la pretensión principal).

Con relación a las causales invocadas. La impugnante argumenta lo


siguiente:

En cuanto a la causal g).- El laudo arbitral no fue notificado vía la plataforma


SEACE: Señala el recurrente que el numeral 48 del Acta de Instalación del
Árbitro Único establece que el laudo deberá notificarse a las partes en
forma personal y a través del Sistema Electrónico de Contrataciones con el
Estado (SEACE) para efectos de su validez, dándose por efectuada la
notificación desde la fecha de ocurrido el acto. Sin embargo, el árbitro no
ha cumplido con efectuar la notificación del laudo a través del SEACE, lo
cual significa según lo dispuesto en el numeral 48 del acta de instalación-
que hasta la fecha no se ha producido la notificación, siendo que el plazo
para efectuarla ya se encuentra vencido; lo cual supone que el laudo
arbitral es manifiestamente nulo.

En cuanto a la causal b).- El laudo arbitral vulnera su derecho de defensa al


no estar debidamente motivado.- Sostiene el nulidiscente que el árbitro
único demostrando un total desconocimiento respecto de la normativa de
contrataciones con el estado, señala que el plazo de caducidad se
computa luego de vencido el plazo para observar la liquidación, plazo al
que se refiere el artículo 211 del Reglamento de la Ley de Contrataciones
del Estado. No obstante, dicho plazo es para el caso en el que
efectivamente una liquidación no se encuentre aprobada y se discute su
aprobación, situación completamente distinta a la planteada en el
presente caso, en donde la liquidación de obra se encuentra aprobada y
consentida, es decir no existe controversia alguna respecto de la
liquidación, siendo que el único tema pendiente es el pago de la misma. En
2
ese sentido, resulta claro que al sustentar su decisión en normas que no son
de aplicación a la controversia, el árbitro único vulnera su derecho de
defensa.

Admisión y traslado de la anulación de laudo arbitral. Por resolución número


02 de fecha 06 de agosto de 2018, se admitió a trámite el recurso de
anulación de laudo arbitral interpuesto por Consorcio Santa María
disponiéndose el traslado por el plazo de 20 días a la parte demandada
Universidad Nacional de Trujillo, a fin de que exprese lo conveniente a su
derecho; razón por la cual, mediante escrito ingresado con fecha 19 de
octubre de 2018 presenta su apersonamiento y solicitud de informe oral y
mediante escrito ingresado con fecha 14 de noviembre de 2018, absuelve
el recurso de anulación de laudo en los términos expuestos en el referido
escrito. En tal sentido, estando a que se ha llevado a cabo la vista de la
causa, corresponde emitir pronunciamiento respecto del recurso de
anulación presentado.

Y; CONSIDERANDO que:

PRIMERO: La segunda parte del inciso 2) del artículo 62° del Decreto
Legislativo número 1071 (Decreto Legislativo que Regula el Arbitraje), en
torno al control judicial de los laudos arbitrales, prevé: “Está prohibido bajo
responsabilidad, pronunciarse sobre el fondo de la controversia o sobre el contenido de la
decisión o calificar los criterios, motivaciones o interpretaciones expuestas por el tribunal
arbitral.”. El Precitado dispositivo legal plasma el principio arbitral

denominado de “Irrevisabilidad del Criterio Arbitral” por parte de la


jurisdicción judicial-ordinaria y que según la doctrina: “Actualmente, existe
unanimidad casi absoluta entre quienes han estudiado el recurso de anulación de laudo
arbitral en afirmar que la regla más importante que rige -o por lo menos debe regir- este
medio de impugnación del arbitraje es, sin duda, aquella que prohíbe al juzgador

3
pronunciarse sobre el fondo de la controversia que fue resuelta en el arbitraje.”2. Ello

debido a que, el arbitraje -incluyendo a la anulación del laudo arbitral- se


sustenta en el principio de mínima intervención judicial recogido en el
artículo 3° del prenotado Decreto Legislativo en el sentido que: “En los
asuntos que se rijan por este Decreto Legislativo no intervendrá la autoridad judicial,
salvo en los casos en que esta norma así lo disponga.”3. Según Fernando Cantuarias
Salaverry4: “Con todo, resulta desde ya conveniente subrayar que la Ley Peruana de
Arbitraje, de 2008, se ubica en la más moderna tendencia a reducir aún más, la
injerencia judicial en casos sometidos a arbitraje, restringiendo severamente los supuestos
que autorizan la intervención del Poder Judicial.”. Siendo que, en el caso de la

anulación de laudo arbitral el control judicial está restringido a emitir


pronunciamiento sobre su validez por causales específicas, tal como lo
preceptúan los artículos 62 (inciso 1)5 y 636 del citado Decreto Legislativo.

2 Alva Navarro, Esteban. “Arbitraje. Anulación del Laudo”. Palestra Editores y Mario Castillo Freyre Editor. Lima; agosto

2011. Pág. 67.

3Dispositivo legal que fue plasmado en similares términos en el artículo 5° de la Ley Modelo de la CNUDMI sobre Arbitraje
Comercial Internacional: “En los asuntos que se rijan por la presente Ley, no intervendrá ningún tribunal salvo en los
casos en que esta Ley así lo disponga.”

4 Citado por Juan Eduardo Figueroa Valdés. “La Autonomía de los Árbitros y la Intervención Judicial.”. Revista de
Arbitraje PUCP. Número 04 (2014). Pág. 71-81.

5 Artículo 62 (inciso 1): “Contra el laudo sólo podrá interponerse recurso de anulación. Este recurso constituye la única
vía de impugnación del laudo y tiene por objeto la revisión de su validez por las causales taxativamente establecidas
en el artículo 63,”

6 Artículo 63.- Causales de anulación.


1. El laudo sólo podrá ser anulado cuando la parte que solicita la anulación alegue y pruebe:
a. Que el convenio arbitral es inexistente, nulo, anulable, inválido o ineficaz.
b. Que una de las partes no ha sido debidamente notificada del nombramiento de un árbitro o de las actuaciones
arbitrales, o no ha podido por cualquier otra razón, hacer valer sus derechos.
c. Que la composición del tribunal arbitral o las actuaciones arbitrales no se han ajustado al acuerdo entre las partes o
al reglamento arbitral aplicable, salvo que dicho acuerdo o disposición estuvieran en conflicto con una disposición de
este Decreto Legislativo de la que las partes no pudieran apartarse, o en defecto de dicho acuerdo o reglamento, que
no se han ajustado a lo establecido en este Decreto Legislativo.
d. Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias no sometidas a su decisión.
e. Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias que, de acuerdo a ley, son manifiestamente no susceptibles de
arbitraje, tratándose de un arbitraje nacional.
f. Que según las leyes de la República, el objeto de la controversia no es susceptible de arbitraje o el laudo es contrario
al orden público internacional, tratándose de un arbitraje internacional.
g. Que la controversia ha sido decidida fuera del plazo pactado por las partes, previsto en el reglamento arbitral
aplicable o establecido por el tribunal arbitral.
2. Las causales previstas en los incisos a, b, c y d del numeral 1 de este artículo sólo serán procedentes si fueron objeto
de reclamo expreso en su momento ante el tribunal arbitral por la parte afectada y fueron desestimadas.
3. Tratándose de las causales previstas en los incisos d. y e. del numeral 1 de este artículo, la anulación afectará
solamente a las materias no sometidas a arbitraje o no susceptibles de arbitraje, siempre que puedan separarse de las
demás; en caso contrario, la anulación será total. Asimismo, la causal prevista en el inciso e podrá ser apreciada de
oficio por la Corte Superior que conoce del recurso de anulación.
4
SEGUNDO: Esta figura constituye un recurso extraordinario que se interpone
ante el órgano jurisdiccional, cuyo objeto no es el de revisar el contenido
del laudo, en cuanto al fondo del asunto materia de controversia, expedido
por los árbitros, sino controlar que éstos hayan dado cumplimiento a
determinadas exigencias que la ley ha considerado indispensables para el
buen funcionamiento del arbitraje. De este modo, el recurso de anulación
“no es una instancia más en la que se haya de examinar el fondo del asunto, sino una
vía para comprobar que el laudo no va contra el orden público y se ajusta a los puntos
sometidos a decisión arbitral y a las normas básicas por las que se rige la institución.”7
Ello debido a que, el arbitraje -incluyendo a la anulación del laudo arbitral-
se sustenta en el principio de mínima intervención judicial recogido en el
artículo 3° del prenotado Decreto Legislativo en el sentido que: “En los
asuntos que se rijan por este Decreto Legislativo no intervendrá la autoridad judicial,
salvo en los casos en que esta norma así lo disponga"8, razón por la cual la labor

contralora de la judicatura se circunscribe a emitir pronunciamiento sobre la


validez formal de laudo.
TERCERO: En el mismo sentido LEDESMA NARVAEZ afirma que: «El recurso de
anulación tiene un contenido limitado y va dirigido a velar por el cumplimiento de la
pureza del procedimiento arbitral y su procedencia pero nunca a revisar el fondo del

4. La causal prevista en el inciso g. del numeral 1 de este artículo sólo será procedente si la parte afectada lo hubiera
manifestado por escrito de manera inequívoca al tribunal arbitral y su comportamiento en las actuaciones arbitrales
posteriores no sea incompatible con este reclamo.
5. En el arbitraje internacional, la causal prevista en el inciso a. del numeral 1 de este artículo se apreciará de acuerdo
con las normas jurídicas elegidas por las partes para regir el convenio arbitral, por las normas jurídicas aplicables al
fondo de la controversia, o por el derecho peruano, lo que resulte más favorable a la validez y eficacia del convenio
arbitral.
6. En el arbitraje internacional, la causal prevista en el inciso f. podrá ser apreciada de oficio por la Corte Superior que
conoce del recurso de anulación.
7. No procede la anulación del laudo si la causal que se invoca ha podido ser subsanada mediante rectificación,
interpretación, integración o exclusión del laudo y la parte interesada no cumplió con solicitarlos.
8. Cuando ninguna de las partes en el arbitraje sea de nacionalidad peruana o tenga su domicilio, residencia habitual o
lugar de actividades principales en territorio peruano, se podrá acordar expresamente la renuncia al recurso de
anulación o la limitación de dicho recurso a una o más causales establecidas en este artículo. Si las partes han hecho
renuncia al recurso de anulación y el laudo se pretende ejecutar en territorio peruano, será de aplicación lo previsto en
el título VIII.

7 CHOCRÓN GIRÁLDEZ, Ana María. Los principios procesales en el arbitraje. Barcelona: José María Bosch Editor. 2000, p.

211.

8En esa línea el profesor Fernando Cantuarias Salaverry citado por Juan Eduardo Figueroa Valdés en: Citado por Juan
Eduardo Figueroa Valdés en: “La Autonomía de los Árbitros y la Intervención Judicial”.(Revista de Arbitraje PUCP.
Número 04 (2014). Pág. 71-81) refiere que: "Con todo, resulta desde ya conveniente subrayar que la Ley Peruana de
Arbitraje, de 2008, se ubica en la más moderna tendencia a reducir aún más, la injerencia judicial en casos sometidos a
arbitraje, restringiendo severamente los supuestos que autorizan la intervención del Poder Judicial (...)"

5
asunto ni la decisión que sobre el mismo los árbitros hayan podido adoptar (…) No es
posible discutir los fundamentos del laudo ni el acierto de sus disposiciones, porque no se
transfiere al tribunal revisor la facultad de decidir, que es exclusiva de los árbitros,
porque las partes han querido precisamente excluir a los tribunales de intervención, que
solo aparece justificada para garantizar el cumplimiento de unas garantías mínimas, que
son precisamente las que tratan de salvaguardar los motivos por los que pueden
interponerse»9 .

RESPECTO AL RECLAMO PREVIO FORMULADO EN SEDE ARBITRAL.-

CUARTO.- El numeral 2 del artículo 63 de la Ley de Arbitraje dispone que las


causales previstas en los incisos a), b), c) y d) del numeral 01 del artículo en
mención, sólo serán procedentes si fueron objeto de reclamo expreso en su
momento ante el tribunal arbitral por la parte afectada y fueran
desestimados. (Subrayado nuestro). Esto se explica porque la anulación de
laudo constituye un mecanismo de última ratio, por lo que en consonancia
con la protección legal del principio de autonomía del arbitraje, la parte
antes de acudir a sede judicial deben agotar previamente todo recurso o
reclamo ante el Tribunal Arbitral, al ser dicho órgano el escogido por las
partes para resolver sus controversias. “Es decir se permite al Tribunal Arbitral,
una vez firmadas las resoluciones y sin variar su contenido esencial, aclarar
algún concepto oscuro, rectificar cualquier error material que adolezca, así
como subsanar y/o complementar resoluciones defectuosas”10. Sin embargo
tal requisito, será exigible en tanto y en cuanto su cumplimiento sea posible
y además, represente efectivamente la posibilidad de enmienda del vicio o
defecto incurrido. (Énfasis y subrayado nuestro).

QUINTO: Cabe indicar que un reclamo previo para ser considerado válido,
necesariamente deberá ostentar ciertas cualidades, tales como ser
9
LEDESMA NARVAEZ, MARIANELLA, Laudos Arbitrales y Medios Impugnatorios, en Cuadernos Jurisprudenciales, Gaceta
Jurídica, Lima, Noviembre 2005.

10 GARBIERI LLOBREGAT J. “COMENTARIOS A LA LEY 60/2003 DE 23 DE DICIEMBRE, DE ARBITRAJE” Tomo II Página 926 Edición BOSH-
Barcelona – España.

6
oportuno, esto es, formulado ante el Tribunal Arbitral en la primera
oportunidad que el interesado tenga para hacerlo, caso contrario
importaría una suerte de convalidación del hecho cuestionando e incluso la
aplicación del artículo 11° del Decreto Legislativo N° 107111; y expreso, esto
es, que en sede arbitral se haya reclamado expresamente el mismo vicio
que se denuncia vía recurso de anulación.

SEXTO: Siendo ello así, debe precisarse que estando que no resulta exigible
el reclamo previo para la interposición del presente recurso de anulación
correspondiente a la causal g) prevista en el numeral 1) del artículo 63°
regulado en el Decreto Legislativo N° 1071, el recurso de anulación
planteado en este extremo no estaría afectado con causal de
improcedencia alguna. Sin perjuicio de lo señalado, se desprende de la
visualización del Expediente Judicial Electrónico que el recurrente
Consorcio Santa María mediante escrito presentado al Árbitro Único Juan
Valdivieso Cabada, con fecha 26 de enero de 2018, interpone recurso post
laudo (recurso de interpretación) contra el laudo arbitral, habiendo sido
resuelto el referido recurso mediante resolución N° 9 de fecha 01 de febrero
de 2018; apreciándose del tenor de dicho escrito, que el mismo se
argumenta en términos similares a los invocados en el presente recurso de
anulación correspondiente a la causal g) prevista en el numeral 1) del
artículo 63° regulado en el Decreto Legislativo N° 1071.

SÉPTIMO: Por su parte, con respecto a la alegación de la causal b) prevista


en el numeral 1) del artículo 63° regulado en el Decreto Legislativo N° 1071,
es preciso advertir también que no resulta exigible la presentación del
reclamo previo, dado que con ninguno de los recursos post laudos previstos
en el artículo 58° del Decreto Legislativo N° 1071, podría enmendarse un
vicio o irregularidad que afecte el debido proceso [visto este como un
derecho continente, que comprende, entre otros, el derecho a la debida
motivación de la resoluciones, derecho de defensa, entre otros]. En ese

11 Decreto Legislativo N° 1071, Artículo 11°, Renuncia a objetar: “Si una parte conociendo, o debiendo conocer, que no
se ha observado o se ha infringido una norma de éste Decreto Legislativo de la que las partes puedan apartarse, o un
acuerdo de las partes, o una disposición del reglamento arbitral aplicable, prosigue con el arbitraje y no objeta su
incumplimiento tan pronto como le sea posible, se considerara que renuncia a objetar el laudo por dichas
circunstancias”.

7
sentido, el recurso de anulación planteado en este extremo no estaría
afectado con causal de improcedencia alguna.

OCTAVO: De lo expuesto precedentemente, a la luz de las ideas expuestas


se llega a establecer la legalidad del recurso de anulación de laudo
interpuesto, al no encontrarse inmerso en causal de improcedencia ni
contravenir lo establecido en el inciso 07 del artículo 63° de la prenotada
Ley, por lo que en los próximos fundamentos éste Superior Tribunal entrará a
analizar la anulación del laudo arbitral y las causales de anulación en el
orden en el que han venido planteadas.

RESPECTO AL RECURSO DE ANULACIÓN PLANTEADO POR CONSORCIO SANTA MARÍA

CAUSAL DE ANULACIÓN CONTEMPLADA EN EL INCISO G) DEL NUMERAL 63.1 DEL


ARTÍCULO 63° DEL D.L N° 1071

NOVENO: De la revisión del recurso que nos ocupa, se aprecia que se


invoca para estos efectos el inciso g) del numeral 1 del artículo 63° del
Decreto Legislativo N° 1071 que prescribe que: "El laudo sólo podrá ser
anulado cuando la parte que solicita la anulación, alegue y pruebe:
(...) g. Que el laudo haya sido emitido fuera del plazo".

DÉCIMO: Al respecto, el fundamento de dicha causal es la falta de


jurisdicción del tribunal arbitral, en el cual vencido el plazo a diferencia de lo
que sucede con los jueces ordinarios, los árbitros pierden su capacidad
para "decir el derecho". Por tanto, un laudo expedido fuera del plazo habrá
sido dictado por tres ciudadanos que por el transcurso del tiempo perdieron
la capacidad para dirimir la controversia, o sea para laudar12.

UNDÉCIMO: Pues bien, habiéndose delimitado el alcance normativo en que


se sustenta la referida causal alegada, corresponde emitir pronunciamiento
respecto a lo argumentado por el recurrente en este extremo.

12
Soto Coaguila, Carlos Alberto y Bullard Gonzales, Alfredo. Comentarios a la Ley Peruana de Arbitraje. Instituto Peruano
de Arbitraje. Lima: Perú. 2011. Pág. 714

8
11.1. En cuanto a la afirmación efectuada por el recurrente en el que señala
que [el numeral 48 del Acta de Instalación del Árbitro Único establece que
el laudo deberá notificarse a las partes en forma personal y a través del
Sistema Electrónico de Contrataciones con el Estado (SEACE) para efectos
de su validez, dándose por efectuada la notificación desde la fecha de
ocurrido el acto. Sin embargo, estando a que el árbitro no ha cumplido con
efectuar la notificación del laudo a través del SEACE, lo cual significa según
lo dispuesto en el numeral 48 del acta de instalación- que hasta la fecha no
se ha producido la notificación, siendo que el plazo para efectuarla ya se
encuentra vencido; supone que el laudo arbitral es manifiestamente nulo];
debe precisarse en principio que dicha alegación no puede estar
subsumida en la causal g) regulada en el numeral 1 del artículo 63° del D.L
N° 1071, pues la misma se presenta cuando el laudo se haya emitido fuera
del plazo, no siendo ello lo ocurrido en el presente caso, pues conforme
fluye de las actuaciones arbitrales mediante Acta de Instalación13 se
estableció en el numeral 45 que realizada la audiencia de Informes Orales,
el árbitro único procederá a señalar el plazo para laudar, el mismo que no
podrá exceder de treinta (30) días; salvo que por circunstancias particulares
el árbitro único disponga la extensión de aquel, hasta por treinta (30) días
adicionales.

11.2. Siendo ello así, se observa que mediante Resolución N° 7 de fecha 1 de


setiembre de 201714, el Árbitro Único fija el plazo para laudar de treinta (30)
días hábiles, el cual comenzará a computarse a partir del día siguiente de
notificada la resolución. Habiendo sido notificado a las partes dicha
resolución, conforme se observa del cargo de notificación con fecha 09 y
11 de setiembre de 2017 respectivamente, razón por la cual, se emite la
resolución N° 8 de fecha 20 de octubre de 2017 que da origen a la
expedición del laudo arbitral; el mismo que ha sido emitido dentro del plazo
estipulado en el Acta de Instalación referida, razón por la cual, la
interposición del recurso de anulación con respecto a la causal g) en el
presente recurso de anulación no puede prosperar.

13 Expediente Arbitral - A fojas 1 a 7

14 Expediente Arbitral - A fojas 141

9
11.3. Sin perjuicio de ello, es preciso referir que la alegación realizada por el
recurrente es más bien cuestionar la notificación en la plataforma del
Sistema SEACE, pues si bien han sido debidamente notificados las partes
con el laudo arbitral, además de ello se debió notificar en la plataforma
virtual para dichos efectos; sin embargo para cuestionar ello no
corresponde plantear la causal antes alegada, deviniendo por tales efectos
en improcedente la misma.

CAUSAL DE ANULACIÓN CONTEMPLADA EN EL INCISO B) DEL NUMERAL 63.1 DEL


ARTÍCULO 63° DEL D.L N° 1071

DUODÉCIMO: De la revisión del recurso que nos ocupa, se aprecia que se


invoca para estos efectos el inciso b) del numeral 1 del artículo 63° del
Decreto Legislativo N° 1071 que prescribe que: "El laudo sólo podrá ser
anulado cuando la parte que solicita la anulación, alegue y pruebe:
(...) b. Que una de las partes no ha sido debidamente notificada del
nombramiento de un árbitro o de las actuaciones arbitrales, o no ha
podido por cualquier razón, hacer valer sus derechos".

DÉCIMO TERCERO: Previo a resolver este cuestionamiento, estimamos


pertinente desarrollar algunos conceptos relacionados a la debida
motivación:

13.1. Conforme lo indica la doctrina, el deber de motivación: "(...) se inserta


en el sistema de garantías que las constituciones democráticas crean para tutelar las
situaciones jurídicas de los individuos ante el Poder Estatal y, en particular, ante las
manifestaciones del mismo en el ámbito de la jurisdicción"15. En similar sentido debe

entenderse lo concerniente a la MOTIVACIÓN DE UN LAUDO, ya que esta es

necesaria a fin que "el contenido del Laudo sea producto de una exégesis racional, y
no el fruto de la arbitrariedad; se entiende que la motivación es un deber consistente en la
expresión de los motivos o razones que explican la decisión y los argumentos en que se ha
15 Tarrufo, Michele, "LA MOTIVACION DE LA SENTENCIA CIVIL". Traducción de Lorenzo Córdova Vianello, México. Tribunal

Electoral del Poder Judicial de la Federación, 2006. Página 349.

10
basado el Tribunal, constituyendo así una garantía procesal de las partes que les permite
conocer las razones por las que sus pretensiones fueron estimadas o desestimadas16.

13.2. Asimismo, nuestro Tribunal Constitucional también ha desarrollado una


definición del derecho a la debida motivación dentro del contexto de la
justificación, mediante el cual señala lo siguiente: El derecho a la debida
motivación de las resoluciones importa que los jueces, al resolver las causas,
expresen las razones o justificaciones objetivas que lo llevan a tomar una
determinada decisión. Esas razones, por lo demás, pueden y deben provenir
no sólo del ordenamiento jurídico vigente y aplicable al caso, sino de los
propios hechos debidamente acreditados en el trámite del proceso"17.

13.3. Sin embargo, la verificación por parte de la Corte Superior, debe tener
como límites, los establecidos por la propia Ley de Arbitraje en el articulo
62° numeral 02, que prohíbe expresamente analizar, no solo el fondo de la
controversia o contenido de la decisión, sino también calificar los criterios, ó
interpretaciones expuestas en éste caso puntual por el Árbitro Único. (Énfasis
y subrayado nuestro). Entendemos que la motivación debe estar
relacionada a las cuestiones decisorias, es decir, que las razones por las
cuales se ampararon o no las pretensiones principales del proceso arbitral,
se encuentren debidamente expresadas y sustentadas.
COUTURE señala que: “La ley se lo impone (la motivación) como una manera de
fiscalizar su actividad intelectual frente al caso, a los efectos de poderse comprobar que su
decisión es un acto reflexivo, emanado de un estudio de las circunstancias particulares, y
no a un acto discrecional de su voluntad autoritaria. (...) Una sentencia sin motivación
priva a las partes del más elemental de sus poderes de fiscalización sobre los actos
reflexivos del magistrado”18.

16SILVIA BARONA VILAR Y OTROS, "COMENTARIOS A LA LEY DE ARBITRAJE. LEY 60/2003, DE 23 DE DICIEMBRE" CIVITAS
Ediciones, 1era Edición, Madrid, 2004.

17 STC N° 01480-2006-AA/TC

18 EDUARDO COUTURE, Fundamentos del Derecho Procesal Civil, 4ta Edición, Editorial B de F, Montevideo, 2005.

11
13.4. Así, es importante precisar que a través de lo regulado por el inciso 5)
del artículo 139 de la Constitución prevé que: “Son principios y derechos de la
función jurisdiccional: La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las
instancias”. Asimismo, el inciso 1) del artículo 56 del Decreto Legislativo

dispone que: “Todo laudo debe ser motivado, a menos que las partes hayan convenido
algo distinto (…)”. Como ya se indicó, en tanto función jurisdiccional el

arbitraje no se encuentra exceptuada de observar los principios y derechos


de la función jurisdiccional, entre los que encuentra la motivación de la
resolución que pone fin a la controversia arbitral, contenida, generalmente,
en el respectivo laudo arbitral.

13.5. Ahora bien, debe señalarse que la función de control judicial de este
Colegiado, en mérito de la causal invocada, no puede importar en modo
alguno la revisión del fondo de la controversia ni el razonamiento seguido
por el Árbitro Único; la razón de lo señalado se basa en que el recurso de
anulación de laudo no es una instancia, sino un proceso autónomo en el
que de modo puntual se verifica el cumplimiento de determinados
supuestos de validez del laudo arbitral, no debiendo perderse de vista que
las partes se han sometido de modo voluntario y expreso a la jurisdicción
arbitral que resuelve la controversia de modo exclusivo y excluyente, por lo
que la función de este Colegiado no es la de efectuar ni revisar la
valoración probatoria ni corregir los errores in procedendo o in iudicando
que se pudieran haber producido durante el proceso arbitral o al emitirse el
laudo, salvo claro está, que estos configurasen alguna de las causales de
nulidad expresamente previstas por ley. Por tanto, este Colegiado tiene
claro que la función de control judicial que le ha sido encomendada por la
ley, según el diseño normativo del arbitraje y su interrelación con el sistema
de justicia a cargo del Estado, no equivale a una función revisora propia de
una instancia de grado.

DÉCIMO CUARTO: En ese orden de ideas, estando a que el recurso de


anulación de laudo arbitral deducido por el Consorcio Santa María invoca
como pretensión subordinada el quebrantamiento del derecho

12
constitucional de la motivación de las decisiones judiciales [inciso 5) del
artículo 139 de la Constitución: Son principios y derechos de la función
jurisdiccional: La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas
las instancias], así como la afectación de su derecho de defensa, entonces,
debe emitirse pronunciamiento en torno a ello.

14.1. Conforme fluye de las actuaciones arbitrales, el Consorcio Santa María


mediante escrito de fecha 24 de marzo de 201719, interpuso demanda
arbitral contra la Universidad Nacional de Trujillo, formulando las siguientes
pretensiones:

Primera Pretensión: Que la Universidad apruebe la Liquidación Final de


Obra y cumpla con su obligación contractual de pagar el Saldo de la Liquidación
Final de Obra, que asciende a la suma Trescientos cincuenta mil ochocientos
noventa y seis y 94/100 soles (S/ 350, 896.94), más el pago de intereses legales
que se hayan generado desde el momento en que se ha producido el incumplimiento
del pago, hasta la fecha en que se haga efectivo el pago del saldo de la liquidación
de obra.

Segunda Pretensión: Que al haberse iniciado la presente controversia por


culpa de la Universidad Nacional de Trujillo, al no haber pagado en su
oportunidad la liquidación final de obra, ésta deberá asumir el pago de las costas y
costos del proceso arbitral, las tasas pagadas al OSCE por el presente proceso, los
honorarios profesionales del abogado de la defensa del Consorcio Santa María,
equivalentes al 15% del valor de la controversia.

14.2. A su turno, la Universidad Nacional de Trujillo contesta la demanda


arbitral mediante escrito de fecha 27 de abril de 201720 en los términos
planteados en el referido escrito y asimismo interpone la excepción de

19 Expediente Arbitral - A fojas 737 a 797

20 Expediente arbitral - A fojas 62 a 65

13
caducidad, de acuerdo a lo establecido en el artículo 446 inciso 1) del
Código Procesal Civil.

14.3. Asimismo, mediante resolución N° 8, de fecha 20 de octubre de


201721, el Árbitro Único resuelve la presente causa, señalando:

Primero.- Declárese fundada la excepción de caducidad deducida por la


Universidad Nacional de Trujillo, respecto de la primera pretensión de la
demanda, dejando a salvo el derecho de la parte en la vía que corresponda.

Segundo.- Carece de objeto pronunciarse sobre el primer punto controvertido,


derivado de la primera pretensión de la demanda, debido a que se ha determinado
fundada la excepción de caducidad analizada en el presente laudo.

Tercero.- Dispóngase que las costas y costos derivados del presente proceso
arbitral sean pagados por las partes en proporciones iguales, en tal sentido,
Ordénese que la Universidad Nacional de Trujillo pague a favor de Consorcio
Santa María la suma de S/ 7, 034.00 vía devolución, por concepto de honorarios
arbitrales vía devolución, por concepto de honorarios arbitrales.

14.4. Pues bien, centrándonos ahora en la afirmación efectuada por


Consorcio Santa María, respecto a que [el árbitro único señala que el plazo
de caducidad se computa luego de vencido el plazo para observar la
liquidación, plazo al que se refiere el artículo 211 del Reglamento de la Ley
de Contrataciones del Estado. No obstante, dicho plazo es para el caso en
el que efectivamente una liquidación no se encuentre aprobada y se
discute su aprobación, situación completamente distinta a la planteada en
el presente caso, en donde la liquidación de obra se encuentra aprobada y
consentida, es decir no existe controversia alguna respecto de la
liquidación, siendo que el único tema pendiente es el pago de la misma. En
ese sentido, resulta claro que al sustentar su decisión en normas que no son
de aplicación a la controversia, el árbitro único vulnera su derecho de

21 Expediente arbitral - A fojas 146 a 159

14
defensa]; debe precisarse que, conforme se verifica del fundamento 16 al
19 del laudo arbitral, el árbitro único ha establecido las razones por las
cuales considera que la caducidad debe ser declarada fundada en el
presente proceso arbitral.

14.5. Ello en razón a que conforme lo ha señalado el árbitro único al aplicar


el artículo 52 de la Ley de Contrataciones del Estado –Decreto Legislativo
1017- expresamente dispone:

"52.1 Las controversias que surjan entre las partes sobre la ejecución,
interpretación, resolución, inexistencia, ineficacia, nulidad o invalidez del
contrato, se resuelven mediante conciliación o arbitraje, según el acuerdo de las
partes. La conciliación debe realizarse en el centro de conciliación público o
acreditado por el Ministerio de Justicia.

52.2. Los procedimientos de conciliación y/o arbitraje deben solicitarse en


cualquier momento anterior a la fecha de culminación del contrato. Para los
casos específicos en los que la materia en controversia se refiera a nulidad de
contrato, resolución de contrato, ampliación de plazo contractual, recepción y
conformidad de la prestación, valorizaciones o metrados, liquidación de
contrato y pago, se debe iniciar el respectivo procedimiento dentro del plazo de
quince (15) días hábiles conforme lo señalado en el reglamento (...) Todos los
plazos previstos son de caducidad (...)". (el subrayado es agregado)

14.6. En ese sentido, el razonamiento que ha tenido el árbitro único, es que


el plazo de caducidad opera en el presente proceso, ya que la solicitud de
arbitraje se realizó el 12 de setiembre de 2016, habiéndose excedido el
plazo de quince días hábiles, pues la última solicitud de requerimiento de
pago (materia de controversia del arbitraje) ha sido efectuado con fecha
04 de agosto de 2016, razón por la cual, estando que ha superado el plazo
de los quince días hábiles que dispone la norma especial (artículo 52° de la
Ley de Contrataciones con el Estado – D.L N° 1017), el árbitro único ha
considerado pertinente establecer que la controversia referida al pago ha
caducado.

15
14.7. Ahora bien, sin profundizar sobre el tema en cuestión –excepción de
caducidad-, se aprecia del contenido del laudo arbitral que tiene una
motivación suficiente y razonada pues, el derecho a la debida motivación,
implica que cualquier decisión que se emita en un proceso cuente “(…) con
un razonamiento que no sea aparente o defectuoso, sino que exponga de
manera clara, lógica y jurídica los fundamentos de hecho y derecho que la
justifican, de manera tal que los destinatarios, a partir de conocer las
razones por las cuales se decidió en un sentido o en otro, estén en la aptitud
de realizar los actos necesarios para la defensa de su derecho.”22 (el
subrayado es nuestro). Así pues la motivación debe ser “(…) en primer lugar
’suficiente’, esto es, debe expresar, por sí misma, las condiciones de hecho y
de derecho que sirven para dictarla o mantenerla. En segundo término,
debe ser ‘razonada’, en el sentido de que en ella se observe la
ponderación judicial en torno a la concurrencia de todos los aspectos que
justifican la adopción de la medida”23.

14.8. En tal sentido, del laudo arbitral cuestionado, se aprecia que el árbitro
ha expresado los fundamentos que sustentan su decisión, arribando a una
conclusión razonada aplicando la norma respectiva y bajo el análisis del
caso en concreto, para concluir que en el proceso arbitral el asunto de los
plazos de caducidad establecidos vía norma especial –para el presente
caso, el Decreto Legislativo Nro. 1017 y el Decreto Supremo Nro. 184-2008-EF-
resulta aplicable pues, conforme a lo dispuesto por el artículo 2004 del
Código Civil, la caducidad se fija por ley, sin admitir pacto en contrario.

14.9. Siendo ello así, el pronunciamiento emitido por el árbitro contiene una
debida motivación, dado que ha expuesto la razón por la que resulta
aplicable la caducidad en amparo de la norma (el artículo 52 de la Ley de
Contrataciones del Estado), por lo que, analizar la justicia de la decisión
arbitral resulta totalmente prohibida en el presente proceso y ajena al
órgano jurisdiccional.

22 Exp. Nº6712-2005-HC/TC, publicada en el Diario Oficial “El Peruano” con fecha 20 de enero de 2006.

23 Exp. Nº791-2002-HC/TC, publicada en el Diario Oficial “El Peruano” con fecha 07 de octubre de 2002.

16
14.10. En ese sentido, estando que por el contrario la argumentación
sostenida por el nulidiscente resulta en el fondo cuestionamientos a la
decisión y al criterio del Tribunal Arbitral, lo cual ésta Sala Superior se
encuentra imposibilitado por mandato legal de emitir un juicio de valor al
respecto, pues como ya se dijo la discrepancia en torno a las
interpretaciones y conclusiones efectuadas por el Tribunal arbitral escapan
a la finalidad misma de la impugnación de laudo arbitral a cargo de la
jurisdicción judicial-ordinaria, en virtud del principio arbitral denominado de
“Irrevisabilidad del Criterio Arbitral”; ello debido a que, el arbitraje -
incluyendo a la anulación del laudo arbitral- se sustenta en el principio de
mínima intervención judicial recogido en el artículo 3° del Decreto
Legislativo 1071 en el sentido que, en los asuntos que se rijan por este
Decreto Legislativo no intervendrá la autoridad judicial, salvo en los casos en
que esta norma así lo disponga; corresponde desestimar dicho argumento
de anulación.

DÉCIMO QUINTO: Finalmente, debe precisarse que no es pertinente ni


relevante –menos aún apropiado pronunciarse acerca de si este Órgano
Judicial comparte o no el criterio valorativo de los hechos o interpretativo
de la normativa del caso realizado por el árbitro único, esto es, las razones
asumidas por éste, pues como se ha señalado en los considerandos
precedentes de la presente resolución, el recurso de anulación de laudo no
es una instancia judicial ni está previsto para revisar criterios, por tratarse
aquella de una jurisdicción (arbitral) distinta e independiente a la judicial a
la que se han sometido las partes, y que debe ser acatada y respetada.

DÉCIMO SEXTO.- En ese orden de ideas, habiéndose desestimado todas las


argumentaciones contenidas en el recurso de anulación de laudo arbitral
respecto a las causales reguladas en el inciso b) y g) del inciso 63.1 del
artículo 63° del Decreto Legislativo N° 1071, y quedando establecido que el
laudo arbitral impugnado no incurre en ninguna de las dos causales
establecidas en el referido recurso de anulación, corresponde desestimar el
recurso encaminado a lograr su anulación.

17
DECISIÓN:

Por las consideraciones glosadas y en virtud de los artículos 50 (inciso 6) y


200 del Código Procesal Civil:

- DECLARAN INFUNDADO EL RECURSO ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL


promovido por Consorcio Santa María contra el laudo arbitral de derecho
contenido en la resolución N° 8 de fecha 20 de octubre de 2017, emitido
por el Árbitro Único Juan Valdivieso Cabada, en el proceso arbitral
promovido por Consorcio Santa María contra Universidad Nacional de
Trujillo, basado en la causal b) del numeral 01 del Artículo 63° del Decreto
Legislativo N° 1071;
- DECLARAN IMPROCEDENTE EL RECURSO ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL
promovido por Consorcio Santa María contra el laudo arbitral de derecho
contenido en la resolución N° 8 de fecha 20 de octubre de 2017, emitido
por el Árbitro Único Juan Valdivieso Cabada, en el proceso arbitral
promovido por Consorcio Santa María contra Universidad Nacional de
Trujillo, basado en la causal g) del numeral 01 del Artículo 63° del Decreto
Legislativo N° 1071; con las respectivas costas y costos del proceso.

- VÁLIDO el citado laudo de fecha 20 de octubre de 2017.

- Notificándose.-

SS:

ECHEVARRÍA GAVIRIA DÍAZ VALLEJOS

PRADO CASTAÑEDA

18
SLEG/jss

19
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
PRIMERA SALA COMERCIAL PERMANENTE1

SUMILLA: SE ADVIERTE QUE EL ARBITRO ÚNICO NO HA


BRINDADO UNA DEBIDA JUSTIFICACIÓN POR LA CUAL
LLEGA AL MONTO DEL QUANTUM INDEMNIZATORIO,
ASIMISMO SE APRECIA QUE LOS ARGUMENTOS
INVOCADOS EN LA RESOLUCIÓN POSTLAUDO, VARÍAN
SUSTANCIALMENTE EL RAZONAMIENTO ARRIBADO EN EL
LAUDO, RAZÓN POR LA CUAL LA DEMANDA DE
ANULACIÓN DE LAUDO DEBE SER ESTIMADA, AL
ADVERTIRSE EVIDENTE CONTRAVENCIÓN AL DERECHO
DE MOTIVACIÓN.

EXPEDIENTE N° : 00128-2017-0-1817-SP-CO-01
IMPUGNANTE : RIMAC S.A ENTIDAD PRESTADORA DE SALUD
SISTEMA DE ADMINISTRACION HOSPITARIA S.A.C
IMPUGNADO : CHRISTIAN LUTTICH MASSA
MATERIA : ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL

RESOLUCIÓN NÚMERO CATORCE.-


Miraflores, 31 de octubre de 2017.-

VISTOS:
Interviniendo como Juez Superior Ponente la señora Echevarría Gaviria.

RESULTA DE AUTOS que: Mediante resolución número once de fecha 25 de


setiembre de dos mil diecisiete2, este Superior Colegiado en aplicación del
artículo 88° del Código Proceso Civil y en aras de evitar pronunciamientos
contradictorios, dispuso acumular al presente proceso el expediente tramitado
también ante la Primera Sala Comercial Permanente, signado con el número
132-2017, en atención a que los recursos de anulación presentados en ambos
procesos, buscan la declaración de nulidad del laudo de fecha 24 de octubre
de 20173 y la Resolución post laudo de fecha 20 de Enero de 20174,

1 Resolución Administrativa número 001-2017-P-CSJLI/PJ, publicada en el diario oficial “El Peruano” el día 03

de enero de 2017.
2 Página 1052 Tomo II Expediente Judicial
3 Páginas 28 a 92 Tomo I Expediente Judicial
4
Página 101 Tomo I Expediente Judicial
1
incorporándose todo lo actuado en el mencionado proceso a los presentes
autos y ordenándose su refoliación.

DEL RECURSO DE ANULACIÓN INTERPUESTO POR RÍMAC S.A ENTIDAD PRESTADORA


DE SALUD (EXPEDIENTE N° 128-2017)

De fojas 125 a 149, subsanada a folios 176, obra el Recurso de Anulación de


Laudo Arbitral interpuesto por RIMAC S.A ENTIDAD PRESTADORA DE SALUD
contra el Laudo Arbitral de Derecho de fecha 24 de Octubre de 20165 y contra
la Resolución post laudo número 30 del 20 de enero de 20176, invocándose
como causal, la contenida en el inciso b) del numeral 01 del artículo 63° del
Decreto Legislativo Nº 1071, alegándose para ello los siguientes fundamentos:
1. El laudo incurre en vicios en la motivación, dado que procedió a fijar un
monto "global" indemnizatorio sin explicar las razones que sustentan
dicha suma de dinero. Es decir, no se establece cuáles son los
elementos tomados en consideración para fijar la indemnización, ni se
disgrega debidamente cada rubro involucrado.
2. Que, si bien el árbitro para justificar este accionar invocó el artículo
1332° del Código Civil, apartado legal que no constituye una licencia
en blanco para fijar el monto de indemnización sin brindar la
explicación de cómo se llegó a esa suma de dinero; tampoco justifica
debidamente el supuesto de la norma, al no dar cuenta porqué no es
posible probar el daño; situación que tampoco fue subsanada en la
resolución post laudo.
3. En la demanda arbitral se involucraba como demandado no solo a
Rímac EPS, sino también a la Clínica El Golf, sin embargo en la parte
resolutiva del laudo cuestionado se aprecia que únicamente se está
condenando a la primera de las citadas demandadas citadas, a pesar
que su responsabilidad fue establecida en dicha decisión.
4. El Tribunal también incurre en una deficiente motivación al pronunciarse
sobre la excepción de prescripción deducida por la Clínica El Golf,
dado que en tan solo cuatro líneas señaló que la obligación se

5 Página 28 Tomo I Expediente Judicial


6 Página 100 Tomo I Expediente Judicial

2
encontraba contenida en los contratos, razón por la cual la
responsabilidad era de índole contractual, argumentos que por sí solo
resultan insuficientes, dado que se omite confrontar los argumentos de
la excepción, por cuanto no explica cuáles serían los contratos que
vinculan a las partes, como las obligaciones a cargo de cada una de
ellas, ni cómo las obligaciones y contratos generarían que la acción
legal de indemnización esté dentro del plazo legal respectivo, el cual
tampoco es precisado, calculado, ni explicado por el Arbitro.
5. El Tribunal al evaluar la responsabilidad contractual y verificar si había
existido negligencia médica y una deficiente prestación del servicio,
señaló sin ningún tipo de explicación que la misma se sustentaba en la
existencia probada de daños ocasionados al demandante arbitral,
pero es cuestionable tal conclusión por cuanto hasta ese momento no
se había analizado ningún medio probatorio. Razón por la cual no se
encuentra acreditada la existencia de daños.
6. Existe una indebida motivación también en la resolución post laudo,
toda vez que a pesar de haber interpuesto recurso de interpretación, el
Árbitro pretendió justificar el daño emergente limitándose a reproducir
los argumentos invocados en la demanda arbitral, pero manteniendo la
misma oscuridad respecto de cuál sería el sustento fáctico y probatorio.
Situación similar ocurre en lo concerniente al lucro cesante, donde sin
brindar mayores detalles manifestó que la suma demandada se
encontraba sustentada en la liquidación y documentos presentados,
omitiendo precisar, cuáles serían estas instrumentales, es decir, no
explicando las razones de su decisión. Sin embargo, lo realmente
sorprendente es que, en esta decisión, el árbitro asignó dos montos por
conceptos de lucro cesante, uno expresamente por este concepto, y el
otro por pérdida del empleo, dentro del ítem de daño psicológico.
7. Esta ausencia de motivación se extiende además a lo referente al nexo
causal, omisión que tampoco fue superada en la citada resolución
posterior, dado que en ella simplemente se menciona que existe una
innegable relación de causalidad ya que la práctica anormal de la
prestación de salud generó un daño verificable en el demandante, sin
embargo no se puede sustentar una decisión jurisdiccional en una mera
3
afirmación como la reseñada, tanto más que en el laudo se señaló algo
distinto, en el sentido que no se podría establecer con certeza una
relación causal, lo que entrañaría una modificación integral del laudo,
al variar el sentido del laudo.
8. En sentido similar existe una variación respecto del factor de atribución
invocado en el laudo con el establecido en la resolución posterior,
dado que en un primer momento se sostuvo que existió negligencia por
parte del galeno Hinojosa, y posteriormente se señaló que su actuar era
doloso, es decir estas dos decisiones son contradictorias.
9. Finalmente, acusa que al laudarse se utilizó el artículo 62° del
Reglamento de la Ley de Modernización Social en Salud, norma que
tácitamente se encuentra derogada, lo que vulnera gravemente su
derecho al debido proceso, debiéndose tener presente para estos
casos lo señalado en el artículo 103° de la Constitución Política.

DEL RECURSO DE ANULACIÓN INTERPUESTO POR SISTEMAS DE ADMINISTRACIÓN


HOSPITALARIA SAC- CLÍNICA EL GOLF (EXPEDIENTE N° 128-2017)
De fojas 661 a 744, subsanado a folios 798, obra el Recurso de Anulación de
Laudo Arbitral interpuesto por SISTEMAS DE ADMINISTRACION HOSPITALARIA
S.A.C- CLINICA EL GOLF contra el Laudo Arbitral de Derecho de fecha 24 de
Octubre de 20167 y contra la Resolución post laudo número 30 del 20 de enero
de 20178, invocándose como causales, las contenidas en los inciso b) y C) del
numeral 01 del artículo 63° del Decreto Legislativo Nº 1071, bajo los siguientes
fundamentos:
1. El laudo incurre en un grave defecto de motivación al ser contradictorio,
dado que, por un lado sostuvo que no se puede establecer con certeza
una relación causal entre el mal diagnostico de las dolencias del señor
Luttich con el daño y por el otro concluye que tal acción provocó el
avance de la enfermedad; asimismo, manifestó en un primer momento
que la enfermedad era degenerativa e incurable y luego concluyó que

7 Página 28 Tomo I Expediente Judicial


8 Página 100 Tomo I Expediente Judicial

4
la negligencia medica contribuyó en las consecuencias dañinas que
viene padeciendo.
2. No se expone las razones por las que dispone una condena
indemnizatoria, dado que tuvo por cierto los hechos alegados y la
cuantía invocada por el demandante, no explicando los motivos por los
cuáles llegó a esa conclusión, no disgregando el monto que
corresponde a cada uno de los daños reclamados, valiéndose para ello
de un uso arbitrario del artículo 1332° del Código Civil.
3. El laudo incurre en vicios de motivación por contradicción toda vez que
mediante la resolución post laudo se señaló que los demandados
arbitrales actuaron con dolo, modificando y contradiciendo el fondo
del razonamiento del laudo, donde el factor de atribución que se
mencionó era la culpa. Asimismo, en el laudo se consignó que no existía
certeza de la relación causal, mientras que en la resolución postulado
se señalo cosa contraria.
4. En similar sentido en el laudo no se disgregó cada uno de los conceptos
indemnizatorios y sus montos, sin embargo esto fue cambiado en la
resolución posterior, la cual además de basarse en un documento que
nunca se hizo alusión en la primera de estas decisiones, fijo un doble
monto de indemnización por un mismo concepto.
5. En el laudo se imputa responsabilidad a la Clínica El Golf, sin establecer
en la parte resolutiva, si ella debia responder o no por los daños
solicitados en la demanda arbitral, lo cual lo sitúa en un grave estado
de indefensión.
6. Se quebranta su garantía a ser juzgado por un árbitro imparcial e
independiente, ya que el Arbitro faltó a su deber de revelación al no
haber informado a las partes que anteriormente había sido designado
como Árbitro de Rímac EPS

Admisión y traslado de la anulación de laudo arbitral. Por resoluciones número


02 del 17 de Abril de 20179 y 28 de Abril de 201710 recaídas en los procesos N°
128-2017 y N° 132-2017 respectivamente, se admitieron a trámites los recursos

9 Página 179
10 Página 806
5
de anulación de laudo arbitral interpuestos, disponiéndose el traslado
respectivo por el plazo de 20 días a los demandados a fin de que exprese lo
conveniente.

Absolución de la contraria.
Los demandados PETER CHRISTIAN LUTTICH MASSA11, RIMAC S.A ENTIDAD
PRESTADORA DE SALUD12 absuelven los recursos de anulación negándolo y
contradiciéndolo en todos sus extremos, solicitando el rechazo de las
pretensiones demandas en virtud de las alegaciones que en dichos escritos se
desprenden. Habiéndose realizado la vista de la causa corresponde su
resolución en los siguientes términos.

Y; CONSIDERANDO que:
PRIMERO: En nuestro sistema legal el numeral 01 del artículo 62° del Decreto
Legislativo N° 1071 señala que: “Contra el laudo solo podrá interponerse
recurso de anulación. Este recurso constituye la única vía de impugnación del
laudo y tiene por objeto la revisión de su validez por las causales
taxativamente establecidas en el artículo 63°13. (Subrayado nuestro)

SEGUNDO.- El recurso de anulación de laudo constituye un recurso


extraordinario que se interpone ante el órgano jurisdiccional, cuyo objeto no es
el de revisar el contenido del laudo, en cuanto al fondo del asunto materia de
controversia, expedido por los árbitros, sino, controlar que éstos hayan dado
cumplimiento a determinadas exigencias que la ley ha considerado

11
Página 335 Tomo I y 984 Tomo II
12
Página 446
13 ARTICULO 63°.- CAUSALES DE ANULACIÓN

1.- El laudo solo podrá ser anulado cuando la parte que solicita la anulación alegue y pruebe:
a) Que el convenio arbitral es inexistente, nulo, anulable, inválido o ineficaz.
b) Que una de las partes no ha sido debidamente notificada del nombramiento de un árbitro o de las
actuaciones arbitrales, o no ha podido por cualquier otra razón, hacer valer sus derechos.
c) Que la composición del Tribunal Arbitral o las actuaciones arbitrales no se han ajustado al acuerdo entre
las partes o al reglamento arbitral aplicable, salvo que dicho acuerdo o disposición estuvieran en conflicto
con una disposición de éste Decreto Legislativo de la que las partes no pudieran apartarse, o en defecto de
dicho acuerdo o reglamento, que no se han ajustado a lo establecido en éste Decreto Legislativo.
d) Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias no sometidas a su decisión.
e) Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias que, de acuerdo a ley, son manifiestamente no
susceptibles de arbitraje, tratándose de un arbitraje nacional.
f) Que según las leyes de la República, el objeto de la controversia no es susceptible de arbitraje o el laudo
es contrario al orden público internacional, tratando de un arbitraje internacional.
g) Que la controversia ha sido decidida fuera del plazo pactado por las partes, previsto en el reglamento
arbitral aplicable o establecido por el tribunal arbitral”
6
indispensables para el buen funcionamiento del arbitraje. De este modo, el
recurso de anulación “no es una instancia más en la que se haya de examinar
el fondo del asunto, sino una vía para comprobar que el laudo no va contra el
orden público y se ajusta a los puntos sometidos a decisión arbitral y a las
normas básicas por las que se rige la institución.”14 Ello debido a que, el
arbitraje -incluyendo a la anulación del laudo arbitral- se sustenta en el
principio de mínima intervención judicial recogido en el artículo 3° del
prenotado Decreto Legislativo en el sentido que: “En los asuntos que se rijan
por este Decreto Legislativo no intervendrá la autoridad judicial, salvo en los
casos en que esta norma así lo disponga"15, razón por la cual, la labor
contralora de la judicatura se circunscribe a emitir pronunciamiento sobre la
validez formal de laudo. (Énfasis nuestro)

TERCERO.- Al respecto, es de subrayar que, si bien es pacífico admitir que la


jurisdicción arbitral es de naturaleza constitucional, autónoma e
independiente; tal naturaleza también se evidencia y se hace prevalente ante
eventuales afectaciones a los derechos y principios fundamentales; es decir,
esta jurisdicción también debe garantizar la observancia de los principios y
derechos jurisdiccionales de los involucrados. Es en ese sentido que nuestro
Máximo intérprete de la constitución ha señalado en el precedente vinculante
contenido en la STC N° 00142-2011-AA/TC que: “(…) la naturaleza de
jurisdicción independiente del arbitraje no significa que establezca el ejercicio
de sus atribuciones con inobservancia de los principios constitucionales que
informan actividad de todo órgano que administra justicia, tales como el de
independencia e imparcialidad de la función jurisdiccional, así como los
principios y derechos de la función jurisdiccional. En particular, en tanto
jurisdicción, no se encuentra exceptuada de observar directamente todas
aquellas garantías que componen el derecho al debido proceso” (Énfasis y
subrayado y énfasis nuestro)

14 CHOCRÓN GIRÁLDEZ, Ana María. Los principios procesales en el arbitraje. Barcelona: José María Bosch

Editor. 2000, p. 211.


15 En esa línea el profesor Fernando Cantuarias Salaverry citado por Juan Eduardo Figueroa Valdés en: “La

Autonomía de los Árbitros y la Intervención Judicial”.(Revista de Arbitraje PUCP. Número 04 (2014). Pág. 71-
81) refiere que: "Con todo, resulta desde ya conveniente subrayar que la Ley Peruana de Arbitraje, de 2008,
se ubica en la más moderna tendencia a reducir aún más, la injerencia judicial en casos sometidos a
arbitraje, restringiendo severamente los supuestos que autorizan la intervención del Poder Judicial (...)"
7
CUARTO.- Así, de cara a emitir pronunciamiento final, debe subrayarse que,
aunque disímiles la jurisdicción Arbitral y Judicial, en buena cuenta reposan o
recogen ciertos principios comunes sin los cuales no podríamos hablar de una
verdadera justicia, a saber: la igualdad, derecho de contradicción, debate
previo. Otro axioma aplicable para este tipo de procesos, es el Principio
Dispositivo, también recogido bajo el aforismo: "Tantum devolutum quantum
apellatum", mediante los que se delimita los poderes del Juez contralor a las
alegaciones y pretensiones expresamente formuladas por el nulidicente.
4.1: Igualmente, es importante recalcar que los fundamentos de anulación
invocados en ambos recursos, por encima de las causales denunciadas, son
similares en cuanto a los argumentos de fondo denunciados, dado que los
mismos, en estricto, cuestionan la motivación brindada tanto en el laudo como
la resolución posterior a ella; precisión que resulta de suma importancia, dado
que no solo habilita a que este Colegiado cuando corresponda resuelva de
forma conjunta los argumentos denunciados, sino, también que, a partir de
ello, se realizará el examen de procedibilidad respectivo.

Del reclamo previo .-


QUINTO.- El numeral 2 del artículo 63 de la Ley de Arbitraje dispone que las
causales previstas en los incisos a), b), c) y d) del numeral 1 del artículo en
mención, sólo serán procedentes si fueron objeto de reclamo expreso en su
momento ante el tribunal arbitral por la parte afectada y fueran desestimadas.
Esto se explica con el reconocimiento de la anulación de laudo como un
mecanismo de última ratio, por lo que en consonancia con la protección legal
del principio de autonomía del arbitraje, las partes antes de acudir a sede
judicial deben agotar previamente todo recurso o reclamo ante el Tribunal
Arbitral, al ser dicho órgano el escogido por las partes para resolver sus
controversias. Sin embargo el cumplimiento de tal requisito, será exigible en
tanto y en cuanto sea posible y además, represente efectivamente la
posibilidad de enmienda del vicio o defecto incurrido. (Subrayado nuestro)

8
SEXTO.- En el presente caso, fluye de autos que, los recurrentes Rímac Entidad
Prestadora de Salud16 y Sistema de Administración Hospitalaria S.AC17, a
pesar de no serles obligatoria la formulación de reclamo previo, dado que
con ninguno de ellos podría enmendarse los vicios en la motivación
denunciados, presentaron, en sede arbitral, sendos recursos post laudo,
invocando similares argumentos a los denunciados en el caso de anulación
que ahora nos ocupa. Así las cosas, se llega a establecer la legalidad del
recurso para la causal denunciada, al no encontrarse inmerso en causal de
improcedencia alguna ni contravenir lo establecido en el incisos 02 y 07 del
artículo 63° del Decreto Legislativo N° 1071.

EN CUANTO AL LAUDO ARBITRAL.-


SETIMO.- EN LO CONCERNIENTE A LA ALEGADA VULNERACION DEL DERECHO
DE MOTIVACION:
Conforme lo dispone el numeral 01 artículo 63° del Decreto Legislativo N° 1071:
“El laudo solo podrá ser anulado cuando la parte que solicita la anulación,
alegue y pruebe:
(…) b. Que una de las partes no ha sido debidamente notificada
del nombramiento de un árbitro o de las actuaciones arbitrales, o
no ha podido por cualquier otra razón hacer valer sus derechos"
7.1: En el presente caso, los recurrentes no invocan la falta de notificación del
nombramiento de un árbitro o de las actuaciones arbitrales, ni alegan que no
pudieron por cualquier razón hacer valer sus derechos; sino, que, acusan una
indebida motivación del laudo, afectación que válidamente puede ser
subsumida en esta causal en virtud de una interpretación extensiva de la
norma al denunciarse en puridad: vulneración al debido proceso, derecho
que comprende -entre otros- el de obtener una resolución debidamente
motivada.

OCTAVO.- Respecto del deber de motivación, conforme lo indica la doctrina,


ésta “(…) se inserta en el sistema de garantías que las constituciones
democráticas crean para tutelar las situaciones jurídicas de los individuos antes
el Poder Estatal y, en particular, ante las manifestaciones del mismo en el

16 Página 93 Tomo I Expediente Judicial


17 Página 620 Tomo II Expediente Judicial
9
ámbito de la jurisdicción”18 “La motivación de la sentencia consiste en la
construcción de un razonamiento suficiente para que, de los hechos que el
juez percibe, un hombre sensato pueda sacar la última conclusión contenida
en la parte dispositiva (…) La motivación está impuesta para que muestre el
Juez que ha razonado”19.
En similar sentido debe entenderse lo concerniente a la MOTIVACIÓN DE UN
LAUDO, ya que esta es necesaria a fin que “el contenido del Laudo sea
producto de una exégesis racional, y no el fruto de la arbitrariedad; se
entiende que la motivación es un deber consistente en la expresión de los
motivos o razones que explican la decisión y los argumentos en que se ha
basado el Tribunal, constituyendo así una garantía procesal de las partes que
les permite conocer las razones por las que sus pretensiones fueron estimadas o
desestimadas”20. (Subrayado nuestro).
8.1: Sin embargo, la verificación por parte de la Corte Superior, debe tener
como límites, los establecidos por la propia Ley de Arbitraje en el articulo 62°
numeral 02, que prohíbe expresamente analizar, no solo el fondo de la
controversia o contenido de la decisión, sino también calificar los criterios, ó
interpretaciones expuestas, en este caso puntual, por el Tribunal Arbitral. Es por
ello que la doctrina arbitral proclama que: "(...) las determinaciones del árbitro
tanto en cuanto a los hechos materia de controversia como a la
interpretación que haga de los hechos, derecho aplicable y las conclusiones
jurídicas a las que llegue, por mas erradas que éstas pudieran estar, son
inamovibles"21 (Subrayado nuestro)
8.2: En apretadas síntesis, consideramos que el control de motivación de un
lado debe estar orientado a verificar que las razones por las cuales se
ampararon o no las pretensiones del proceso arbitral, se encuentran
debidamente expresadas y sustentadas, dado que la labor contralora del
órgano jurisdiccional se limita únicamente a revisar la forma, más no así el
acierto de la decisión.

18 TARUFFO, Michele, “LA MOTIVACIÓN DE LA SENTENCIA CIVIL” traducción de Lorenzo Córdova Vianello, México, Tribunal Electoral

del Poder Judicial de la Federación, 2006 Página.349.


19 CARNELUTTI, Francesco. “DERECHO Y PROCESO” EJEA, Bs, As. 1966. pág. 187.

20 SILVIA BARONA VILAR Y OTROS, "COMENTARIOS A LA LEY DE ARBITRAJE. LEY 60/2003, DE 23 DE DICIEMBRE" CIVITAS
Ediciones, 1era Edición, Madrid, 2004.
21 BOZA DIBOS Beatriz: "RECONOCIMIENTO Y EJECUCIÓN EN EL PERÚ DE LAUDOS ARBITRALES EXTRANJEROS" En Revista

THEMIS de derecho PUCP N° 16. 1990. Página 63.


10
NOVENO.- Por otro lado, es importante recalcar que tal como se señaló en el
fundamento cuarto de esta resolución, existen principios comunes que rigen la
jurisdicción privada y estatal, entre ellos hallamos al PRINCIPIO DE
INVARIABILIDAD que proclama que una sentencia o laudo arbitral es
inamovible o inalterable desde la fecha de su notificación, tal afirmación no
encuentra contradicción con las figuras reguladas en el artículo 58° del
Decreto Legislativo N° 1071, toda vez que, con las mismas no se busca una
modificación esencial o sustancial de la decisión, sino solo paliar ciertas
deficiencias formales no advertidas durante la emisión del laudo, pero en
ningún caso se habilita a reformar el razonamiento ni la decisión, dado que
proceder de esa manera seria atentar contra la cosa juzgada que ostenta la
decisión arbitral. Sobre el particular, la doctrina22 ha señalado que mediante
los recursos post laudo: "(...) se permite al Tribunal Arbitral, una vez firmadas las
resoluciones y sin variar su contenido esencial, aclarar algún concepto oscuro,
rectificar cualquier error material que adolezca, así como subsanar y/o
complementar resoluciones defectuosas (...) Razones de seguridad jurídica
exigen establecer un momento (dies adquem) a partir del cual las decisiones
arbitrales no pueden ser modificadas fundamentalmente por quienes las han
pronunciado. Ese momento se sitúa a partir de la firma del laudo, acto por el
que se perfecciona la decisión arbitral y a partir del cual los árbitros quedan
vinculados por su propio pronunciamiento, que ya no podrá modificarse sino a
través de la acción de anulación" (Énfasis y subrayado nuestros).

DECIMO.- A fin de poder corroborar o en todo caso desestimar las alegaciones


referidas a supuestos vicios en la motivación, es necesario que este Superior
Colegiado analice ciertas actuaciones arbitrales, debiendo subrayarse que el
prenotado acto de revisión únicamente se circunscribirá a un plano formal,
habida cuenta de la proscripción de revisión del fondo reseñada en los
acápites precedentes.
10.1: En ese sentido, fluye de la lectura del laudo arbitral, que el árbitro hace
mención al escrito del 16 de Octubre de 2013, mediante el cual, don Peter

22
GARBIERI LLOBREGAT J. “COMENTARIOS A LA LEY 60/2003 DE 23 DE DICIEMBRE, DE ARBITRAJE” Tomo II Página 926 Edición BOSH-
Barcelona – España

11
Christian Luttich Massa interpuso demanda arbitral por indemnización de
daños y perjuicios, como consecuencia directa e inmediata del deficiente
servicio de salud brindado a su persona por Sistemas de Administración
Hospitalaria SAC- Clínica El Golf y el Dr. Michael Hinojosa Spring, solicitando el
pago de lucro cesante, daño emergente, daño moral (físico y psicológico) y
daño al proyecto de vida, debiendo ordenarse a Rimac EPS y a la Clínica El
Golf le paguen de manera individual o solidaria la suma de S/. 3´199,224.00
nuevos soles, haciendo extensivo su pedido al pago de intereses legales
devengados así como los costos y costas del proceso.
10.2: En dicho laudo, al darse providencia al primer punto controvertido, se
mencionó, que, en virtud de las pruebas actuadas en el proceso se había
llegado a la conclusión que el galeno tratante había incurrido en negligencia
médica, o lo que es lo mismo habría procedido con culpa, al no haber tenido
presente una serie de informes y diagnósticos realizados al demandante
arbitral23.
10.3: Sin embargo, al dar providencia al segundo y tercer punto controvertido,
penúltimo párrafo de la página 62 del laudo, señala inobjetablemente que “El
Tribunal interpreta que no se puede establecer con certeza una relación
causal entre el mal diagnóstico de sus dolencias (…)” y el avance de la
necrosis avascular de cadera.
10.4: En otro pasaje del laudo se afirmó que: "(...) dado los daños que presenta
el demandante conforme a los Informes Médicos que fueron presentados por
el demandante y que no fueron observados por la demanda, este Colegiado
considera procedente reparar dichos daños reconociendo una indemnización
global por el daño emergente, daño moral y daño a la persona, así como el
resarcimiento de gastos y protección de la salud del señor Peter Luttich Massa.
A este efecto, en el extremo referido al daño emergente, daño moral y daño a

23
Página 61 del Laudo Arbitral: "De la verificación, en el presente caso, si se ha probado o no la existencia de una negligencia
médica. La respuesta es afirmativa y se encuentra probada desde un primer momento en que el Dr. Hinojosa Spring el 26 de mayo
de 2009, con motivo de la primera consulta del demandante, este no le toma importancia a la información encontrada en la
resonancia magnética del 22 de mayo de 2008, preparada por la Dra. Morán. Luego reitera esta conducta cuando no toma en
cuenta el informe médico del Dr. Lozano Lurita de fecha 03 de Junio de 2008, que diagnosticó necrosis avascular de cadera
bilateral en Estadio I, recomendando Observación. Lo cual no fue tomado en cuenta por él, en perjuicio del estado de salud del
demandante. Asimismo, se ha acreditado que dictaminó como más importante una supuesta lesión en la columna contra una
necrosis ósea de cadera bilateral.
Además se tiene el Informe de la Comisión de defensa del consumidor que se ha presentado como prueba y de la Sala, institución
la cual ha multado a la Clínica por deficiencia en la prestación de servicios de salud y en 2da instancia al Medico Dr. Hinojosa
Spring. Sin perjuicio que esta resolución aun no cause estado, visto el escrito de casación del 20 de noviembre de 2015, cuyo cargo
de presentación se presento al proceso mediante escrito del 15 de enero de 2016"
12
la persona, una indemnización global en aplicación del artículo 1332° del
Código Civil, ordenar a la demandada Rímac Internacional EPS pagar a favor
del demandante la suma de S/. 2´443.00.00 Nuevos Soles".

UNDÉCIMO.- Ahora bien, de la lectura de la resolución número 30 que resolvió


los recursos post laudo presentados por los aquí nulidicentes y la cual también
es materia de nulidad, se aprecia que:
1. Ante el cuestionamiento, de la falta de justificación del daño producido y
el monto fijado por indemnización, sin disgregar cada rubro involucrado
(peticionado), así como la aplicación del artículo 1332° del Código Civil
para establecer una indemnización global; el árbitro único, básicamente
señaló en la página 15 de la recurrida, que, “… el hecho de que hayan
sido analizados de manera global no resta que este árbitro único haya
realizado la evaluación correspondiente de las posiciones de las partes,
analizando todos los medios probatorios actuados y finalmente emitiendo
el pronunciamiento en derecho de acuerdo a las normas aplicables al
presente proceso arbitral respecto los montos solicitados.”
2. Asimismo, señala que “Existe además una innegable relación de
causalidad ya que la práctica anormal de la prestación de alud generó un
daño verificable en el demandante: en ese sentido, debido al
incumplimiento manifiesto de las demandadas respecto de sus
obligaciones esenciales de la prestación de salud, configuran de manera
inequívoca un actuar doloso de parte suya, razón por la cual, es clara la
atribución de responsabilidad que se señala en el laudo.”
3. Respecto de los conceptos solicitados por indemnización, el árbitro señala:
“Así pues, el daño emergente es el egreso patrimonial, por tanto los montos
acreditados son:
*S/.35,000.00 nuevos soles por concepto de “Intervención realizada por el
Dr. Hinojosa”
*S/.2,000.00 por concepto de “Gastos posteriores a la intervención”
*S/.5,000.00 por concepto de “Intervención quirúrgica posterior”
*S/.6,614.76 por concepto de “Consulta especializada en EEUU”
*S/.186,531.80 por concepto de “Intervención quirúrgica futura en EEUU”.

13
El Lucro cesante es el “no ingreso patrimonial”, “la ganancia frustrada”, en
tal sentido, corresponde reconocer:
*S/.1´059,450.26 por concepto de “lucro cesante”
Respecto del daño moral, “el mismo que es evidentemente acreditado y se
sustenta en la documentación que obra en el expediente.” También
considera que existe (da por probado) el daño sicológico, el daño a la
psique, apoyad en la documentación presentada del tratamiento seguido
por el demandante.
En cuanto al daño al proyecto de vida señala que, “a decir del árbitro
único, se ha frustrado”
Finalmente, señala: “este árbitro único considera que los conceptos
solicitados como Pérdida de seguro médico y otros; Pérdida del Empleo:
Medicinas y atención médica de por vida; y consecuencias a futuro de
una avanzada necrosis de cadera producto de la grave negligencia
médica de responsabilidad del Dr. Hinojosa Spring se enmarcan dentro del
daño al proyecto de vida.”
Por ello, “en aplicación del artículo 1332 del Código Civil, y de acuerdo a lo
señalado en el laudo arbitral, este árbitro considera conveniente otorgar la
suma de: *S/.1´148,403.18

Con lo que da por interpretado el laudo.

DÉCIMO SEGUNDO.- De la confrontación tanto del razonamiento arribado en


el Laudo Arbitral, así como de la resolución número Treinta que resuelve los
recursos post laudo, este Colegiado no puede dejar de advertir que, entre
ambos existen marcadas incoherencias discursivas, donde la segunda,
inclusive llega a contrariar los fundamentos sobre los que descansa el laudo.
Así, aunque ninguna de las partes cuestiona la existencia de un daño en el
demandante, también se tiene que:

12.1: en cuanto al factor de atribución, de la lectura del Laudo Arbitral se


aprecia, que el árbitro señaló en la página 49 que debía de determinar si en
este caso existió negligencia del galeno y si la misma era inexcusable, luego
de ello establecer si la misma fue la causa de los daños producidos al
14
paciente, habiendo concluido que era obvio que el médico en mención
había procedido con culpa. Sin embargo, en la resolución post laudo, el
árbitro único concluye que el factor de atribución en la configuración del
daño, es el actuar doloso de las demandadas. Asimismo, en el laudo se dejó
claro que si bien es cierto EPS Rímac no era causante directa de los daños, su
intervención en el proceso se justifica en virtud de lo dispuesto en el artículo 62°
del Decreto Supremo N° 009-97-SA, que establece que debe responder frente
a los usuarios por los servicios que preste con infraestructura propia o de
terceros, en este caso, la infraestructura de la Clínica El Golf.

Ante estas aseveraciones –tan disímiles- es importante recalcar que la única


referencia al factor de atribución que se da cuenta en el laudo, es la culpa en
la que habría incurrido el médico, conclusión que no podría ser modificada a
posteriori, dado que ello constituye una variación sustancial del laudo, lo cual
contraviene el principio de invariabilidad pormenorizado en el fundamento
Noveno de esta resolución. Asimismo, debe señalarse que en la resolución post
laudo, el árbitro único no expresa razonamiento alguno por el cual los
demandados (quienes constituyen parte diferente al galeno) habrían incurrido
en dolo.

12.2: en cuanto a la causa generadora del daño, o causa eficiente, en el


Laudo Arbitral, el árbitro único señala que “no se puede establecer con
certeza una relación causal”, mientras que en la resolución post laudo, señala
que “existe una innegable relación de causalidad”.

De la lectura de la resolución post laudo, el árbitro señala que si existe una


relación de causalidad por la mala prestación de salud y el daño generado, lo
cual resulta contradictorio con el razonamiento desplegado en un primer
momento en el laudo arbitral.
La contradicción acusada, es patente teniendo en cuenta que en el árbitro
único ha señalado textualmente en la página 56 del Laudo que:

”Es de público conocimiento y en el proceso ambas partes lo han aceptado,


el hecho que la enfermedad de necrosis avascular que posee el demandante
15
es una enfermedad degenerativa, que no tiene cura conocida, ni
procedimiento para revertirla, y que finalmente ocasionará la destrucción de
la articulación debiendo el paciente someterse a una operación denominada
artoplastia o de reemplazo de cadera que le ayudara a mejorar las
condiciones de vida del paciente.
La literatura médica acerca del comportamiento de la enfermedad y sus
posibles tratamientos es basta (sic), y mucha de ella indica que ningún
tratamiento es mejor que otro, tal y como nos lo ha puesto en conocimiento la
Clínica, indicando inclusive en la página 45 de su escrito de contestación de
demanda, que dicha enfermedad “puede causar la destrucción de la
articulación en un período de 3 a 5 años, no existiendo relación entre la
etiología y el tiempo de evolución del colapso articular…”
Señala asimismo, en la página 61, que el pronóstico de la enfermedad del
demandante habría sido mucho mejor en caso sus médicos tratantes hubieran
actuado conforme sin cometer errores inexcusables que no hacen sino afectar
el futuro de las personas.”

De lo expresado se tiene que el propio árbitro estima que la enfermedad que


padece el demandante es degenerativa, irreversible, que no tiene cura, y que
finalmente conduce a un colapso articular que exige artoplastia o reemplazo
de cadera en un periodo de 5 años. Que, lo que realmente se cuestiona al
médico tratante es no haber reconducido oportunamente el tratamiento.
Así resumido el caso, es ineludible preguntarse, son las demandadas (a través
del médico Dr. Hinojosa Spring) causantes del daño ocasionado al
demandante? En su totalidad?

12.3: en cuanto al daño resarcible, atendiendo a las preguntas


antecedentes, el señor Arbitro a pesar de afirmar que a su juicio se
acreditaría el daño producido al paciente Peter Luttich Massa, no ha
brindado una justificación que permita a las partes dilucidar
razonablemente, cuales serian los elementos y medios probatorios
actuados para arribar a la suma establecida como quantun
indemnizatorio; en efecto en la resolución post laudo y tratando de
enmendar esta omisión, el Arbitro señaló que los montos establecidos
16
respecto al daño emergente y lucro cesante se encontrarían debidamente
acreditados con los documentos probatorios existentes en autos, sin
embargo esta afirmación por sí sola resulta insuficiente para brindar una
verdadera respuesta a este cuestionamiento, dado que no explica cuáles
serian estos medios probatorios, es decir su razonamiento no ofrece
certeras luces de como se llegaron a estos montos, máxime si,
efectivamente, no discrimina cuánto de todo el daño que pudiera sufrir el
demandante corresponde –si es el caso- ser asumido por las demandadas,
igualmente no explica cómo así es que dispone el pago del daño
emergente a favor del demandante, es decir, S/.35,000.00 nuevos soles por
concepto de “Intervención realizada por el Dr. Hinojosa”, S/.2,000.00 por
concepto de “Gastos posteriores a la intervención”, S/.5,000.00 por
concepto de “Intervención quirúrgica posterior”, S/.6,614.76 por concepto
de “Consulta especializada en EEUU” y S/.186,531.80 por concepto de
“Intervención quirúrgica futura en EEUU” sin señalar los medios probatorios
que le conducen a esa conclusión, pues cada rubro tiene que tener su
respaldo fáctico.
Asimismo, se advierte que, el Sr. árbitro ordena el pago S/.1´059,450.26 por
concepto de “lucro cesante” equivalente a 31 años sin sueldo; y
*S/.1´148,403.18 por daño moral y daño al proyecto de vida (que incluye
daños netamente patrimoniales como el rubro Pérdida de seguro médico y
otros; Pérdida del Empleo: Medicinas y atención médica de por vida); lo
cual no tiene justificación.

12.4: en cuanto a la invocación del artículo 1332° del Código Civil, que
dispone que cuando el resarcimiento del daño no pueda ser probado, este
deberá ser fijado de forma equitativa; debe señalarse que el Arbitro
tampoco ha justificado porqué los conceptos en los que despliega los
efectos de esta norma no pueden ser probados, cuando algunos de estos,
los daños patrimoniales, si pueden (y deben) ser cuantificados y probados.
En este punto, viene al caso referirse a lo dicho por Mario Castillo Freyre, al
comentar el Art. 1332 del Código Civil,
http://blog.pucp.edu.pe/blog/seminariotallerdpc/2010/02/24/valoracion-
del-dano-alcances-del-articulo-1332-del-cc/, “… si bien es cierto que la
17
aplicación del artículo 1332, implica
necesariamente recurrir a criterios de orden subjetivo en el juez o árbitro,
esos
criterios subjetivos tendrán que ser aplicados dentro de lo que significa el
conjunto de medios probatorios aportados por las partes al proceso”, pues
caso contrario, estaríamos ante una decisión arbitraria.

DECIMO TERCERO.- Asimismo, es pertinente señalar que de la lectura del laudo


arbitral se aprecia que el Árbitro único realiza una declaración previa, referida
a la valoración de los medios probatorios, señalando que: "(...) declara haber
revisado todos y cada uno de los medios probatorios presentados por las
partes, analizándolos y adjudicándoles el merito que le corresponde aun
cuando en el laudo no se haga mención expresa a alguno o algunos de ellos
o el valor probatorio asignado" Empero es importante subrayar que esta
afirmación por sí sola, no constituye un argumento sólido que entrañe
valoración adecuada de los medios probatorios, dado que para cumplir con
esta obligación el Árbitro debe efectuar, al igual como se exige al Juez estatal,
realizar una apreciación razonada sobre todos y cada uno de los medios
probatorios que justifican su decisión; conducta que en el presente caso ha
sido obviada, por cuanto en el Laudo se han proferido frases genéricas como
que: "se encuentra probado" sin expresar razones suficientes para avalar esta
conclusión, lo que genera que nos encontramos frente una decisión que linda
con la arbitrariedad, lo que obviamente contraviene el derecho al debido
proceso de las partes, que escrupulosamente debe ser respetado también al
interior de un proceso arbitral.

13.1: Por otro lado, se aprecia que el Árbitro en la página 62 del laudo señala
que: “El tribunal no está en la capacidad de emitir una opinión médica, solo
forma convicción racional apoyada en el auxilio de los informes de los
especialistas que obran en autos, que por sus estudios especializados y/o larga
experiencia, ilustran a este Colegiado en temas que escapan de su formación
profesional legal.”Habiendo olvidado que oportunamente Rímac ofreció como
medio probatorio la pericia médica sobre el particular, sin embargo el árbitro
decidió prescindir del aludido medio probatorio, alegando que en caso de
18
creer necesario contar con mayores elementos de juicio ordenaría la
realización de una pericia, sin embargo ello nunca sucedió, a pesar de que
era necesario, amén de lo señalado en la conclusiones antes reseñada.

13.2: Por otro lado, se aprecia que el árbitro para justificar el otorgamiento de
indemnización por lucro cesante, hace alusión a un documento expedido por
Indecopi, sin embargo tampoco ha tenido en cuenta que dicho ente, denegó
la solicitud de devolución de los costos de la cirugía a la columna, decisión
que se encuentra firme y ostenta la calidad de cosa juzgada al no haberse
podido cuestionar su validez en sede judicial

DECIMO CUARTO.- Recordemos pues que nuestro Máximo interprete de la


Constitución, ha establecido en la sentencia recaída en la causa número
00728-2007-PHC/TC criterios vinculantes tanto en el ámbito judicial como
también en el arbitral, respecto al cumplimiento de la garantía de la debida
motivación, entre ellas encontramos la motivación, sustancialmente
incongruente24, la que precisamente no ha sido respetada al momento de la
emisión de la decisión materia de cuestionamiento.

DECIMO QUINTO.- A la luz de los hechos expuesto, es indudable que el árbitro


único ha incurrido en serios vicios en la motivación, razón por la cual el laudo
cuestionado se encuentra afecto de nulidad que debe ser declarada, razón
por la cual carece de asidero pronunciarse sobre los demás argumentos
invocados. Debiendo el Arbitro proceder conforme lo dispuesto en el articulo
65-1-B del Decreto legislativo N° 1071.

24 e) La motivación sustancialmente incongruente. El derecho a la debida motivación de


las resoluciones obliga a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de
las partes de manera congruente con los términos en que vengan planteadas,
sin cometer, por lo tanto, desviaciones que supongan modificación o
alteración del debate procesal (incongruencia activa). Desde luego, no
cualquier nivel en que se produzca tal incumplimiento genera de inmediato la
posibilidad de su control. El incumplimiento total de dicha obligación, es
decir, el dejar incontestadas las pretensiones, o el desviar la decisión del
marco del debate judicial generando indefensión, constituye vulneración del
derecho a la tutela judicial y también del derecho a la motivación de la
sentencia (incongruencia omisiva). Y es que, partiendo de una concepción
democratizadora del proceso como la que se expresa en nuestro texto
fundamental (artículo 139º, incisos 3 y 5), resulta un imperativo constitucional
que los justiciables obtengan de los órganos judiciales una respuesta
razonada, motivada y congruente de las pretensiones efectuadas; pues
precisamente el principio de congruencia procesal exige que el juez, al
momento de pronunciarse sobre una causa determinada, no omita, altere o se
exceda en las peticiones ante él formuladas.
19
DECIMO CUARTO.- Por las consideraciones glosadas y en virtud de los artículos
50 (inciso 6) del Código Procesal Civil:

1. DECLARAN FUNDADO EL RECURSO ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL


promovido por Rímac S.A Entidad Prestadora de Salud y Sistema de
Administración Hospitalaria S.A.C- Clínica El Golf contra el Laudo Arbitral
de derecho y Resolución Post Laudo de fechas 24 de Octubre de 2017 y
20 de Enero de 2017 respectivamente, basado en la causal b) del
artículo 63.1 del Decreto Legislativo Nº 1071; en consecuencia;
2. INVÁLIDO el prenotado Laudo Arbitral y la citada resolución posterior
emitido por el Árbitro Único Juan Jashin Valdivieso Cerna.
3. DEBIENDOSE REMITIR LA CAUSA AL CITADO Tribunal a efectos emitan
nuevo Laudo Arbitral, teniendo en cuenta las consideraciones antes
anotadas.
4. CONDENANDOSE al demandado al pago de costas y costos originados
de éste proceso. NOTIFICANDOSE

SS:

ECHEVARRÍA GAVIRIA DÍAZ VALLEJOS

VÍLCHEZ DÁVILA

SLEG/mssv

20
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
PRIMERA SALA COMERCIAL PERMANENTE1

Sumilla: Duodécima disposición complementaria


del Decreto Legislativo 1071: “Para los efectos de lo
dispuesto en el inciso 2) del artículo 5° del Código
Procesal Constitucional, se entiende que el recurso de
anulación del laudo es una vía específica e idónea para
proteger cualquier derecho constitucional amenazado o
vulnerado en el curso del arbitraje o en el laudo.”.

EXPEDIENTE N° : 130-2018
IMPUGNANTE : CONSORCIO GRUPO DELTRON S.A. – CONNECTION
TRADING S.A.
IMPUGNADO : MINISTERIO DE EDUCACIÓN UNIDAD EJECUTORA 026
MATERIA : ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL

RESOLUCIÓN NÚMERO: 8
Miraflores, 16 de agosto de 2018.-

VISTOS:

Con el expediente arbitral que se tiene a la vista; Interviniendo como Juez


Superior Ponente la señora Echevarría Gaviria.

RESULTA DE AUTOS: Se visualiza en el Sistema de Expediente Judicial Electrónico


que, Consorcio Grupo Deltron S.A. - Connection Trading S.A. interpone recurso
de anulación de laudo arbitral a fin de que el órgano jurisdiccional comercial
competente anule i) el laudo arbitral de derecho de fecha 29 de diciembre
de 2017; y, ii) la resolución número 21, de fecha 5 de febrero de 2018, que
resolvió el pedido de interpretación del laudo de derecho.

1
Resolución Administrativa número 001-2018-P-CSJLI/PJ, publicada en el diario oficial “El
Peruano” el día 03 de enero de 2018.

1
Causales de anulación de laudo arbitral. Manifiesta la parte impugnante que
el mencionado laudo arbitral incurre en la causal de anulación sancionada en
el literal b), del numeral 1) del artículo 63° del Decreto Legislativo número 1071,
pues infringe el deber-derecho de la debida motivación, incurriendo en una
motivación insuficiente y motivación incongruente vulnerando con ello el
derecho constitucional consagrado en el inciso 5) del artículo 139° de nuestra
Constitución. Sostiene que el laudo resulta nulo dado que, el Árbitro Único no
ha tenido en consideración: el escrito número 7 de fecha 18 de mayo de 2017
y el escrito número 8 de fecha 15 de agosto de 2018, además de la Audiencia
de Informe Orales de fecha 8 de noviembre de 2017, en los cuales se hace
mención a que a través de la carta notarial número 551-2015-MINEDU/SG-
OGA, remitida el 24 de julio de 2015, que comunica la decisión de resolver el
contrato número 400-2010-ME/SG-OGA-UA-APP, no se precisa que parte del
contrato se vería afectada por dicha resolución.

Reclamo previo. El numeral 2) del artículo 63° del Decreto Legislativo número
1071 que norma el arbitraje, dispone que las causales previstas en los literales
a), b), c), y d) del numeral 1 del artículo en mención, sólo serán procedentes si
fueron objeto de reclamo expreso en su momento ante el Tribunal Arbitral por
parte del afectado y fueron desestimados. Esto se explica porque la anulación
de laudo constituye un recurso de última ratio, por lo que en concordancia
con la protección legal del principio de la autonomía del arbitraje, la parte
antes de recurrir a sede judicial, debe agotar previamente todo recurso o
reclamo ante el Tribunal Arbitral. Siendo ello así, en el presente caso, el
Consorcio Grupo Deltron S.A. - Connection Trading S.A. mediante escrito de
fecha 9 de enero de 2018, interpuso solicitud de interpretación, la cual fue
declarada infundada mediante resolución número 21, su fecha 5 de febrero
de 2018. Sin embargo, es de precisar que, la interposición de alguno de los
recursos establecidos en el artículo 58 del Decreto Legislativo número 1071,
esto es, de rectificación, interpretación, integración o exclusión, por parte del
Consorcio Grupo Deltron S.A. – Connection Trading S.A., no podrían haber
enmendado los vicios en la motivación denunciados. Así las cosas, se llega a
establecer la legalidad del recurso, al no encontrarse éste inmerso en los
supuestos de improcedencia ni contravenir lo establecido en los numerales 2) y
7) del artículo 63° del citado Decreto Legislativo número 1071.

2
Admisión, traslado y absolución de la anulación de laudo arbitral. Mediante
resolución número 2, su fecha 18 de mayo de 2018, se admitió a trámite el
recurso de anulación de laudo arbitral interpuesto por el Consorcio Grupo
Deltron S.A. – Connection Trading S.A., disponiéndose el traslado por el plazo
de 20 días al Ministerio de Educación – Unidad Ejecutora 026, quién mediante
escrito de fecha 11 de julio de 2018, cumplió con absolver el traslado de la
anulación de laudo; y, habiéndose llevado a cabo la vista de la causa
corresponde emitir pronunciamiento respecto del recurso de anulación
respectivo.

Y; CONSIDERANDO que:

PRIMERO: La segunda parte del inciso 2) del artículo 62° del Decreto Legislativo
número 1071 (Decreto Legislativo que Regula el Arbitraje), en torno al control
judicial de los laudos arbitrales, prevé: “Está prohibido bajo responsabilidad,
pronunciarse sobre el fondo de la controversia o sobre el contenido de la decisión o calificar los
criterios, motivaciones o interpretaciones expuestas por el tribunal arbitral.”. El Precitado
dispositivo legal plasma el principio arbitral denominado de “Irrevisabilidad del
Criterio Arbitral” por parte de la jurisdicción judicial-ordinaria y que según la
doctrina: “Actualmente, existe unanimidad casi absoluta entre quienes han estudiado el
recurso de anulación de laudo arbitral en afirmar que la regla más importante que rige -o
por lo menos debe regir- este medio de impugnación del arbitraje es, sin duda, aquella que
prohíbe al juzgador pronunciarse sobre el fondo de la controversia que fue resuelta en el
arbitraje.”2. Ello debido a que, el arbitraje -incluyendo a la anulación del laudo
arbitral- se sustenta en el principio de mínima intervención judicial recogido en
el artículo 3° del prenotado Decreto Legislativo en el sentido que: “En los
asuntos que se rijan por este Decreto Legislativo no intervendrá la autoridad judicial, salvo
en los casos en que esta norma así lo disponga.”3. Según Fernando Cantuarias

2
Alva Navarro, Esteban. “Arbitraje. Anulación del Laudo”. Palestra Editores y Mario Castillo Freyre
Editor. Lima; agosto 2011. Pág. 67.
3
Dispositivo legal que fue plasmado en similares términos en el artículo 5° de la Ley Modelo de la
CNUDMI sobre Arbitraje Comercial Internacional: “En los asuntos que se rijan por la presente Ley,
no intervendrá ningún tribunal salvo en los casos en que esta Ley así lo disponga.”

3
Salaverry4: “Con todo, resulta desde ya conveniente subrayar que la Ley Peruana de
Arbitraje, de 2008, se ubica en la más moderna tendencia a reducir aún más, la injerencia
judicial en casos sometidos a arbitraje, restringiendo severamente los supuestos que autorizan
la intervención del Poder Judicial.”. Siendo que, en el caso de la anulación de

laudo arbitral el control judicial está restringido a emitir pronunciamiento sobre


su validez por causales específicas, tal como lo preceptúan los artículos 62
(inciso 1)5 y 636 del citado Decreto Legislativo.

4
Citado por Juan Eduardo Figueroa Valdés. “La Autonomía de los Árbitros y la Intervención
Judicial.”. Revista de Arbitraje PUCP. Número 04 (2014). Pág. 71-81.
5
Artículo 62 (inciso 1): “Contra el laudo sólo podrá interponerse recurso de anulación. Este
recurso constituye la única vía de impugnación del laudo y tiene por objeto la revisión de su
validez por las causales taxativamente establecidas en el artículo 63,”

6
Artículo 63.- Causales de anulación.
1. El laudo sólo podrá ser anulado cuando la parte que solicita la anulación alegue y pruebe:
a. Que el convenio arbitral es inexistente, nulo, anulable, inválido o ineficaz.
b. Que una de las partes no ha sido debidamente notificada del nombramiento de un árbitro o
de las actuaciones arbitrales, o no ha podido por cualquier otra razón, hacer valer sus derechos.
c. Que la composición del tribunal arbitral o las actuaciones arbitrales no se han ajustado al
acuerdo entre las partes o al reglamento arbitral aplicable, salvo que dicho acuerdo o
disposición estuvieran en conflicto con una disposición de este Decreto Legislativo de la que las
partes no pudieran apartarse, o en defecto de dicho acuerdo o reglamento, que no se han
ajustado a lo establecido en este Decreto Legislativo.
d. Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias no sometidas a su decisión.
e. Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias que, de acuerdo a ley, son manifiestamente
no susceptibles de arbitraje, tratándose de un arbitraje nacional.
f. Que según las leyes de la República, el objeto de la controversia no es susceptible de arbitraje
o el laudo es contrario al orden público internacional, tratándose de un arbitraje internacional.
g. Que la controversia ha sido decidida fuera del plazo pactado por las partes, previsto en el
reglamento arbitral aplicable o establecido por el tribunal arbitral.
2. Las causales previstas en los incisos a, b, c y d del numeral 1 de este artículo sólo serán
procedentes si fueron objeto de reclamo expreso en su momento ante el tribunal arbitral por la
parte afectada y fueron desestimadas.
3. Tratándose de las causales previstas en los incisos d. y e. del numeral 1 de este artículo, la
anulación afectará solamente a las materias no sometidas a arbitraje o no susceptibles de
arbitraje, siempre que puedan separarse de las demás; en caso contrario, la anulación será
total. Asimismo, la causal prevista en el inciso e podrá ser apreciada de oficio por la Corte
Superior que conoce del recurso de anulación.
4. La causal prevista en el inciso g. del numeral 1 de este artículo sólo será procedente si la parte
afectada lo hubiera manifestado por escrito de manera inequívoca al tribunal arbitral y su
comportamiento en las actuaciones arbitrales posteriores no sea incompatible con este
reclamo.
5. En el arbitraje internacional, la causal prevista en el inciso a. del numeral 1 de este artículo se
apreciará de acuerdo con las normas jurídicas elegidas por las partes para regir el convenio
arbitral, por las normas jurídicas aplicables al fondo de la controversia, o por el derecho
peruano, lo que resulte más favorable a la validez y eficacia del convenio arbitral.
6. En el arbitraje internacional, la causal prevista en el inciso f. podrá ser apreciada de oficio por
la Corte Superior que conoce del recurso de anulación.

4
SEGUNDO: Una vez precisado lo anterior y aún cuando alguna de las causales
específicas sobre recurso de anulación de laudo arbitral está vinculada
estrechamente a la afectación de derechos de orden constitucional (falta de
notificación, derecho de defensa), cabe acotar que, tratándose de la
invocación de la afectación de derechos constitucionales, como el debido
proceso, tutela jurisdiccional, motivación de las resoluciones judiciales, etc.,
etc. la duodécima disposición complementaria del Decreto Legislativo 1071
preceptúa que: “Para los efectos de lo dispuesto en el inciso 2) del artículo 5° del Código
Procesal Constitucional, se entiende que el recurso de anulación del laudo es una vía
específica e idónea para proteger cualquier derecho constitucional amenazado o vulnerado en
el curso del arbitraje o en el laudo.”. Por su parte el Tribunal Constitucional, en la STC
6176-2005-PHC/TC, ha manifestado que: “la naturaleza de jurisdicción independiente
del arbitraje, no significa que establezca el ejercicio de sus atribuciones con inobservancia de
los principios constitucionales que informan la actividad de todo órgano que administra
justicia, tales como el de independencia e imparcialidad de la función jurisdiccional, así como
los principios y derechos de la función jurisdiccional. En particular, en tanto jurisdicción, no
se encuentra exceptuada de observar directamente todas aquellas garantías que componen el
derecho al debido proceso”; y, en la STC 142-2011-PA/TC, en concordancia con lo

glosado precedentemente indica que: “Ello es así por cuanto la función


jurisdiccional se sustenta y se debe a la norma fundamental, más allá de la especialidad
sobre la que pueda versar o de la investidura de quienes la puedan ejercer. De este modo y
aunque se dota a la Justicia arbitral de las adecuadas garantías de desenvolvimiento y se
fomenta su absoluta observancia, la misma se encuentra inevitablemente condicionada a que

7. No procede la anulación del laudo si la causal que se invoca ha podido ser subsanada
mediante rectificación, interpretación, integración o exclusión del laudo y la parte interesada no
cumplió con solicitarlos.
8. Cuando ninguna de las partes en el arbitraje sea de nacionalidad peruana o tenga su
domicilio, residencia habitual o lugar de actividades principales en territorio peruano, se podrá
acordar expresamente la renuncia al recurso de anulación o la limitación de dicho recurso a
una o más causales establecidas en este artículo. Si las partes han hecho renuncia al recurso de
anulación y el laudo se pretende ejecutar en territorio peruano, será de aplicación lo previsto en
el título VIII.

5
su ejercicio se desarrolle en franco respeto al orden constitucional y a los derechos de la
persona.”.

TERCERO: En suma, es decir, que al interior del recurso de anulación de laudo


arbitral, también, cabe exponer la afectación de derechos constitucionales en
sede arbitral sobre los que la jurisdicción ordinaria debe emitir
pronunciamiento, ya sea amparándola o desestimándola. En el caso puntual
de la motivación, tratándose del arbitraje de derecho, el artículo 56.1 del
Decreto Legislativo Número 1071 (Decreto Legislativo que Regula el Arbitraje),
exige que el contenido del laudo deba ser motivado, salvo pacto distinto de
las partes.

CUARTO: En ese orden de ideas, estando a que el recurso de anulación de


laudo arbitral deducido por el Consorcio Grupo Deltron S.A. – Connection
Trading S.A. se centra, básicamente, en invocar el quebrantamiento del
derecho constitucional de la motivación de la decisión arbitral, corresponde
emitir pronunciamiento en tormo a ello.

QUINTO: El inciso 5) del artículo 139 de la Constitución prevé que: “Son principios
y derechos de la función jurisdiccional: La motivación escrita de las resoluciones judiciales en
todas las instancias”. Asimismo, el inciso 1) del artículo 56 del Decreto Legislativo
dispone que: “Todo laudo debe ser motivado, a menos que las partes hayan convenido
algo distinto (…)”. Como ya se indicó, en tanto función jurisdiccional el arbitraje
no se encuentra exceptuada de observar los principios y derechos de la
función jurisdiccional, entre los que encuentra la motivación de la resolución
que pone fin a la controversia arbitral, contenida, generalmente, en el
respectivo laudo arbitral.

SEXTO: Es menester precisar que, en cuanto al supuesto de motivación


insuficiente, el Tribunal Constitucional, en la citada sentencia número 728-2008-
PHC/TC, ha previsto: “Se refiere básicamente al mínimo de motivación exigible atendiendo
a las razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la decisión está
debidamente motivada. Si bien, como ha establecido este Tribunal en reiterada
jurisprudencia, no se trata de dar respuestas a cada una de las pretensiones planteadas, la

6
insuficiencia, vista aquí en términos generales, sólo resulta relevante desde una perspectiva
constitucional si es que la ausencia de argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos
resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está diciendo.”; en ese sentido, se

incurrirá en dicho vicio de motivación, en “[…] aquellos casos en los que existe una
ausencia parcial de motivación; eso sí, la ausencia debe ser sobre un punto que es esencial
para la controversia que se está resolviendo.”7; siendo ello así, a fin de no incurrir en la
mencionada situación, “[…] la motivación deberá contener la justificación exhaustiva
de todas las cuestiones de hecho y de Derecho que constituyen el objeto de la decisión
arbitral.”8

SÉPTIMO: Por otro lado, en torno a la motivación sustancialmente incongruente,


en la mencionada sentencia número 728-2008-PHC/TC, el Interprete de nuestra
Constitución, ha precisado: “El derecho a la debida motivación de las resoluciones
obliga a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes de manera congruente
con los términos en que vengan planteadas, sin cometer, por lo tanto, desviación que
supongan modificación o alteración del debate procesal (incongruencia activa). Desde luego,
no cualquier nivel en que se produzca tal incumplimiento genera de inmediato la posibilidad
de su control. El incumplimiento total de dicha obligación, es decir, el dejar incontestadas las
pretensiones, o el desviar la decisión del marco del debate judicial generando indefensión,
constituye. Vulneración del derecho a la tutela judicial y también del derecho a la motivación
de la sentencia (incongruencia omisiva). Y es que, partiendo de una concepción
democratizadora del proceso como la que se expresa en nuestro texto fundamental (artículo
139°, incisos 3 y 5), resulta un imperativo constitucional que los justiciables obtengan de los
órganos judiciales una respuesta razonada, motivada y congruente de las pretensiones
efectuadas; pues precisamente el principio de congruencia procesal exige que el juez, al
momento de pronunciarse sobre una causa determinada, no omita, altere o se exceda en las
peticiones ante él formuladas.” Siendo ello así, “De acuerdo al principio de congruencia, en
7
RIVAS CASO, Gino. “La motivación de las decisiones arbitrales”. Lima: Estudio Mario Castillo
Freyre; Primera edición; Noviembre 2017, p. 151
8
WONG ABAD, Julio. “La Motivación Defectuosa como Causal de Nulidad de Laudo”. Lima:
Jurista Editores. 2013, p. 127.

7
el proceso civil el Juez9 debe resolver aquellas cuestiones que son objeto del petitorio
presentado por uno o ambas partes. Esto se sustenta en el derecho de disposición que tienen
las partes sobre la materia controvertida, lo que deriva en que debe haber correlación entre lo
resuelto por el Juez en sentencia y lo solicitada por las parte en la demanda y reconvención (si
la hubiese).”10 (Subrayado nuestro). “En esa línea, la afectación al principio de
congruencia se da por resoluciones (i) cifra petita, esto es, cuando el Juez no se pronuncia por
todos los puntos objeto de controversia; (ii) extra petita, cuando se da un exceso cualitativo
en lo reclamado; y, (iii) ultra petita, cuando se da un exceso cuantitativo en lo reclamado
[…]”11

OCTAVO: De la visualización del laudo arbitral, se tiene que, en torno al


pronunciamiento del primer punto controvertido; es decir, la primera
pretensión de la demanda, objeto de cuestionamiento, el Árbitro Único señala:

“Que ha estar de los actuados y a lo informado por las partes se determina que el
contratista cumplió con el pago de la prestación principal, que ha estar del primer
punto controvertido, la controversia se centra en determinar si el contratista cumplió
con la obligación de la denominada “prestación accesoria”, cuestión que a
juicio de la Entidad incumplió, y que dio lugar a que se resuelva el contrato.
(Subrayado y énfasis nuestro)

9
Cuarta Disposición Complementaria del Decreto Legislativo 1071:
Juez y Tribunal Arbitral.- A partir de la entrada de este Decreto Legislativo, todas las referencias
legales a los jueces a efectos de resolver una controversia o tomar una decisión, podrán
también entenderse referidas a un tribunal arbitral, siempre que se trate de una materia
susceptible de arbitraje y que exista de por medio un convenio arbitral celebrado entre las
partes.

10
LOUTAYF RANEA, Roberto. Principio Dispositivo. Buenos Aires: Astrea, 2014, p. 16. Citado por
RIVAS CASO, Gino. “La motivación de las decisiones arbitrales”. Lima: Estudio Mario Castillo
Freyre; Primera edición; Noviembre 2017, p. 156.

11
PROTO PISANI, Andrea. Lezioni di Diritto Processiale Civile. Milán: Joven Edit, 2006, 5 edición, pp.198,
Citado por RIVAS CASO, Gino. “La motivación de las decisiones arbitrales”. Lima: Estudio Mario
Castillo Freyre; Primera edición; Noviembre 2017, p. 156.

8
Seguidamente, luego de hacer mención del cronograma que debía ser
cumplido por el Contratista, a fin de llevar a cabo la prestación accesoria; así
como traer a colación el Oficio N° 590-2014-MINEDU/SC-OGA-UABAS de fecha
11 de agosto de 2014, a través de la cual, el Ministerio de Educación – Unidad
Ejecutora 026, requiere al Consorcio Grupo Deltron S.A. – Connection Trading
S.A., que cumpla con efectuar los mantenimientos preventivos, bajo
apercibimiento de iniciar las acciones administrativas y/o legales que
correspondan, prevé:

“Que el contratista de acuerdo a lo expuesto en el numeral 3 de su demanda


manifiesta que el 18 de agosto de 2014, había iniciado las coordinaciones para la
ejecución de los servicios requeridos, lo que permite al Árbitro Único determinar que
los servicios de mantenimiento contractualmente se volvieron irreversibles a partir del
vencimiento de cada mantenimiento de acuerdo con el cronograma programado, y que
el quinto mantenimiento se volvió irreversible contractualmente a partir del mes de
julio de 2014 por lo que al presente caso le es aplicable el tercer párrafo del artículo
169, esto es que la situación de incumplimiento se tornó irreversible.
“[…] apreciando el Árbitro Único desde el inicio del contrato una conducta de
permanente incumplimiento en el cronograma de mantenimiento contractualmente
concertado.”
“Consecuentemente, el Árbitro Único determina que no existió justificación alguna
por parte del contratista, para el incumplimiento de sus obligaciones contractuales, lo
que motivo a la Entidad a que proceda a la resolución contractual que del análisis
de las comunicaciones citadas anteriormente esto es de pre aviso de resolución y
resolución, las mismas que cumplen con las formalidades exigidas por el artículo 169
del reglamento, en consecuencia la resolución contractual efectuada mediante carta
notarial número 551-2015-MINEDU/SG-OGA, su fecha 24 de octubre de
2015, guarda las formalidades exigidas por el artículo 169, no adoleciendo en
consecuencia de la causal de nulidad, por lo que surte plenos efectos legales, no
correspondiendo amparar la demanda en este extremo de declarar la nulidad,

9
improcedencia y/o ineficacia de la resolución contractual […] En consecuencia el
Árbitro Único resuelve Infundada la Primera Pretensión.”

NOVENO: Mediante recurso post laudo, su fecha 9 de enero de 2018 Consorcio


Grupo Deltron S.A. – Connection Trading S.A., solicita interpretación del laudo,
alegando que el Árbitro único, no ha tenido en consideración lo manifestado
en sus escritos número 7 y 8, sus fechas 18 de mayo de 2017 y 15 de agosto de
2017, respectivamente, al respecto, el Árbitro Único, por resolución número 21,
su fecha 5 de febrero de 2018, en el acápite denominado Pronunciamiento
del Árbitro Único, indicó:

“Que conforme a lo dispuesto en la última parte del artículo 169 del reglamento y
atendiendo que la Entidad, no hizo ninguna precisión respecto de que parte del
contrato resolvía, debe entenderse por imperio de la ley, que la
resolución será total y así lo entiende el Árbitro Único al momento de declarar
infundada la primera pretensión. Precisándose que la decisión de la Entidad de
resolver totalmente el contrato, se da en marco de la normativa de contratación
pública. Que la prestación accesoria del mismo, tenía directa incidencia en la
prestación principal, lo que conforme a los actuados, se vio afectada por la falta de
mantenimiento contratado. (Subrayado y énfasis nuestro).

Que del mismo modo el Árbitro Único reitera haber tenido en consideración y
evaluado cada uno de los documentos presentados por las parte, que obran en el
expediente, aun cuando no se haga referencia directa a ellos y en particular el
Contratista, pudiendo verificarse de la estación (acápite 15) “Saneamiento
Probatorio” numeral VII. La Audiencia de Conciliación, determinación de Puntos
Controvertidos y Admisión de Medios Probatorios. Pág. 22 del Laudo Arbitral.

Por lo que estando a lo expuesto, el Árbitro Único resuelve declarando


INFUDADA, la solicitud de aclaración (interpretación) formulada por el
Contratista de fecha 9 de enero de 2018.”
DÉCIMO: De lo glosado precedentemente se aprecia que el Tribunal Arbitral
ha procedido a fundamentar el laudo materia de anulación; esto es, no ha

10
incurrido en una motivación insuficiente, siendo que, se han expresado las
razones de hecho (el incumplimiento de las prestaciones accesorias); así
como, las de derecho (último párrafo del artículo 169° del Reglamento
Decreto Supremo Nº 138-2012-EF, que modifica el Decreto Supremo Nº 184-
2008-EF que aprueba el Reglamento de la Ley de Contrataciones del Estado),
conforme se aprecia de la resolución posterior al laudo que forma parte
integrante de éste; en ese sentido, en el presente laudo, no existe vulneración
del derecho a la motivación; ello en virtud de lo señalado por el Tribunal
Constitucional en la STC 3530-2008-PA/TC fundamento jurídico número 14, que
precisa:
14. “En consecuencia en este caso no se ha producido una afectación del derecho
constitucional a la debida motivación de las resoluciones judiciales por cuanto las
resoluciones judiciales cuestionadas, si bien presentan una argumentación breve y
concisa, […], expresan las razones de hecho y de derecho que justifican su decisión.
Ello por cuanto como ha señalado este Colegiado en la STC 09212-2005-
AA/TC (fundamento 4): “(…) la Constitución, en los términos del inciso 5) del
referido artículo 139º –aplicable también al procedimiento administrativo– no
garantiza una determinada extensión de la motivación, por lo que su contenido
esencial se respeta siempre que exista fundamentación jurídica, congruencia entre lo
pedido y lo resuelto, y que, por sí misma, exprese una suficiente justificación de la
decisión adoptada, aun si ésta es breve o concisa o se presenta el supuesto de
motivación por remisión”. (Subrayado nuestro)

UNDÉCIMO: Finalmente, se debe indicar que, conforme se aprecia de la


Audiencia de Determinación de Puntos de Controvertidos y Admisión de
Medios Probatorios, obrante de fojas 391 a 392, del tomo II del expediente
arbitral, se determinaron los siguientes puntos controvertidos:
“Primera Pretensión:
Determinar si corresponde o no declarar la nulidad, improcedencia y/o
ineficacia de la resolución contractual efectuada por la Entidad respecto del
Contrato N° 400-2010-ME/SG-OGA-UA-APP de fecha 23 de
diciembre de 2010, formulada mediante Carta Notarial N° 551-2015-
MINEDU/SG-OGA de fecha 24 de julio de 2015.

11
Segunda Pretensión:
Determinar si corresponde o no declarar la nulidad, improcedencia y/o
ineficacia de cualquier penalidad que hubiere sido impuesta por la Entidad
al Contratista recurrente, ordenándose su consecuente restitución en caso la
misma haya sido efectivamente deducida/aplicada incluyendo intereses
legales.
Tercera Prestación:
Determinar si corresponde o no declarar la nulidad, improcedencia y/o
ineficacia de cualquier ejecución sobre la Carta Fianza N°5837454 por S/
41,111.00 Soles, entregada por el Contratista a la Entidad en calidad de
garantía por las prestaciones accesorias pactadas, ordenandose su consecuente
restitución en caso la misma haya sido ejecutada, incluyendo intereses legales.
Cuarta Pretensión:
Determinar si corresponde o no a la Entidad asumir el pago de los gastos,
costas y costos del presente proceso arbitral.

En virtud a ello, el Árbitro Único, procedió a emitir pronunciamiento respecto


de los citados puntos controvertidos, no advirtiéndose un pronunciamiento
cifra petita, extra petita o ultra petita, sino por el contrario se ha resuelto
teniendo en cuenta el objeto del petitorio, el cual a derivado de la demanda
arbitral presentada por Consorcio Grupo Deltron S.A. – Connection Trading
S.A., concluyéndose que, se ha procedido a fundamentar el laudo materia de
anulación; esto es, no se ha incurrido en una motivación sustancialmente
incongruente.

DUODÉCIMO: En ese contexto, el argumento de anulación, consistente en que


no se han tenido en cuenta 2 escritos presentados en sede arbitral, a través de
los cuales se solicitó una precisión respecto de los alcances de la resolución del
contrato - el cual, a través de la resolución número 21, de fecha 5 de febrero
de 2018, que resolvió el pedido de interpretación del laudo de derecho,
quedando delimitada la resolución total del contrato- debe precisarse que por
medio de éste el impugnante pretende el reexamen de la decisión del Árbitro,
señalando; como ya se dijo, que no forma parte de la finalidad del recurso de
anulación de laudo, tal como lo establece la segunda parte del inciso 2) del
artículo 62° del Decreto Legislativo número 1071 (Decreto Legislativo que
Regula el Arbitraje) que prevé: “Está prohibido bajo responsabilidad, pronunciarse

12
sobre el fondo de la controversia o sobre el contenido de la decisión o calificar los criterios,
motivaciones o interpretaciones expuestas por el tribunal arbitral.”. El Precitado

dispositivo legal plasma el principio arbitral denominado de “Irrevisabilidad del


Criterio Arbitral”, salvo en los casos prefijados por ley. Asimismo, el Árbitro está
facultado a valorar las pruebas conforme a su entera convicción, tal como lo
prevé el inciso 1) del artículo 43° del Decreto Legislativo número 1071; es decir,
apreciar las pruebas en su conjunto, precisar aquellas que le resultan más
relevantes para la resolución de la litis y hacerlo en el sentido que le causa
convicción. El hecho que lo efectúe en diferente sentido a la posición de una
las partes, es una manifestación de dicha facultad. El principio de la libre
valoración de las pruebas, a que alude el precitado dispositivo legal, faculta al
árbitro a apreciarlas de acuerdo a su sana crítica, sin que se encuentre
obligado a calificarlas en el sentido que deseen las partes, puesto que, lo
contrario implicaría limitar su facultad discrecional en materia probatoria.
Además, la revaloración probatoria, vía recurso de anulación de laudo, está
vinculada a la decisión contenida en él, esto es, implicaría entrar a analizar la
controversia arbitral, que como ya se dijo, la discrepancia en torno a las
interpretaciones y conclusiones efectuadas por el Tribunal arbitral escapan a la
finalidad misma de la impugnación de laudo arbitral a cargo de la jurisdicción
judicial-ordinaria, en virtud del principio arbitral denominado de “Irrevisabilidad
del Criterio Arbitral”.

DÉCIMO TERCERO: Por las consideraciones glosadas y en virtud de los artículos


50° (inciso 6), y, 200° del Código Procesal Civil:

DECISIÓN:

1. DECLARAN INFUNDADO EL RECURSO ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL


promovido por Consorcio Grupo Deltron S.A. – Connection Trading S.A,
contrae el laudo arbitral de derecho de fecha 29 de diciembre de 2017;
y, la resolución número 21, de fecha 5 de febrero de 2018, que resolvió
el pedido de interpretación del laudo de derecho; en consecuencia;

2. VÁLIDO el laudo arbitral de derecho, emitido por Árbitro Único Luis


Eduardo Adrianzén De Lama, en el proceso arbitral número S-180-

13
2017/SNA-OSCE, de fecha 29 de diciembre de 2017 Notifíquese
conforme a ley.-

3. CONDENAN al impugnante al pago de costas y costos originados en el


presente proceso.

Notifíquese conforme a ley.-


SS:

ECHEVARRÍA GAVIRIA DÍAZ VALLEJOS

PRADO CASTAÑEDA

SLEG/ynm

14
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
PRIMERA SALA COMERCIAL PERMANENTE
EXPEDIENTE Nº : 132-2018-0-1817-SP-CO-01
DEMANDANTES : GOBIERNO REGIONAL DE MOQUEGUA
DEMANDADOS : CONSORCIO OBRAINSA –ASTALDI
MATERIA : ANULACION DE LAUDO ARBITRAL

Es improcedente el recurso de anulación de


laudo porque no cumple con lo previsto en el
artículo 64 de la Ley de Arbitraje: “El recurso de
anulación debe contener la indicación precisa de la
causal o de las causales de anulación debidamente
fundamentadas y acreditadas con los medios
probatorios correspondientes […]”.

RESOLUCIÓN NÚMERO: OCHO


Miraflores, nueve de agosto
del año dos mil dieciocho.-

I. VISTOS:

Habiéndose analizado y debatido la causa, conforme lo prescriben los


Artículos 131° y 133° de la Ley Orgánica del Poder Judicial, este colegiado
integrado por los señores Jueces Superiores: Echevarría Gaviria, Díaz
Vallejos y Prado Castañeda, quien interviene como ponente, emiten la
siguiente decisión judicial:

II. RESULTA DE AUTOS:

Del recurso de anulación:

2. Del visor del EJE se aprecia del escrito de demanda1 y de subsanción de


folios 78, el Recurso de Anulación de Laudo Arbitral interpuesto por el
Gobierno Regional de Moquegua, invocando como causal VIOLACIÓN AL
DEBIDO PROCESO, INSTALACIÓN DEFECTUOSA DE TRIBUNAL
ARBITRAL, FALTA DE LEGITIMIDAD PARA OBRAR.

2.1. La recurrente sustenta su pretensión impugnativa2:

1 Anexo 8
2 Véase páginas 3 a 15 del escrito de demanda.

1
i) El Consorcio demandante, señaló en su demanda cuatro pretensiones,
y por su parte el Gobierno Regional de Moquegua, señala igual
número de pretensiones; sin embargo, el Tribunal apartándose del
principio de congruencia procesal, establece de manera incongruente y
arbitraria cuatro pretensiones, cuando lo correcto era que se
pronuncie sobre las ocho pretensiones demandadas. ( el subrayado es
nuestro)

ii) Respecto al punto controvertido “Declarar la nulidad de la


Resolución de Gerencia General N° 248-2015-GG-PERPG/GR.MOQ,
que indebidamente redujo la fecha de culminación de la ampliación
de plazo N° 35 al 31 de diciembre de 2015”.- Con fecha 6 de diciembre
de 2013, las partes celebraron el Contrato N° 021-2013-
GG/PERPG/GR.MOQ para la construcción de la línea de conducción
N° 1, Jaguay-Lomas de Ilo y Sistema de Riesgo I Etapa del Proyecto
“Ampliación de la Frontera Agrícola Lomas de Ilo-Moquegua”
derivado de la Adjudicación de la Licitación Pública Internacional N°
PER/87471/1985, por un valor S/. 80´981,137.34.

Mediante Resolución de Gerencia General N°224-2015-GG-


PERPG/GR.MOQ, de fecha 20 de noviembre de 2015, la Entidad
dispuso aprobar la Ampliación de Plazo N° 35 por un periodo de 98
días calendario, señalándose como fecha de culminación de la obra el
día 5 de febrero de 2016. No obstante, por resolución de Gerencia
General N° 248-2015-GG-PERPG/GR.MOQ de fecha 30 de diciembre
de 2015, la Entidad declaró la culminación de la Ampliación de Plazo
N° 35, señalando como fecha final para la ejecución del Contrato el día
31 de diciembre de 2015. Dicha Resolución fue notificada al
Contratista el mismo día de expedición de la mencionada Resolución.

Dentro de los fundamentos por los cuales la Entidad dispuso recortar


el periodo de la Ampliación de Plazo N° 35, se produce que mediante
el Informe N° 785-2015-CG/CPRE-AO, el Departamento de Control
previo de la Contraloría General de la República desestimó la solicitud
de autorización previa a la ejecución y pago de las prestaciones
Adicionales que generaban el Presupuesto del Adicional N° 17 por la
Ampliación de Plazo N° 35, toda vez que la Entidad no contaba con la
disponibilidad presupuestal suficiente para cubrirla, dicho informe
fue materializado en la Resolución de Gerencia Central N° 020-2015-
CG/GCI de fecha 30 de noviembre de 2015, la que fue notificada al
Contratista el 9 de diciembre de 2015.

Al respecto, el Consorcio considera que la decisión de reducir


unilateralmente una Ampliación de Plazo otorgada carece de asidero
legal toda vez se realizó sin la aprobación previa de un deductivo que
justifique técnicamente dicha decisión; y, porque se hizo sin la

2
participación de la supervisión del consorcio y por ello que la
resolución de Gerencia General N° 248-2015-GG-PERPG/GR.MOQ se
declarada nula.

El Tribunal Arbitral, apartándose de un criterio legal, tiene que el


Contrato, una vez celebrado por las partes puede incorporar
modificaciones, siempre y cuando estas se encuentren reguladas en el
Reglamento. Lo correcto debió ser que el contratista se obligue a
ejecutar sus prestaciones a favor de la Entidad en la forma pactada en
el Contrato y no como el Tribunal indica: “no menos cierto es que la
propia norma de contrataciones contempla determinados supuestos
para modificar de manera excepcional las prestaciones a las que
inicialmente se encuentra obligado el contratista”. Punto que no fue
propuesto por la pretensión.

iii) De lo señalado en los fundamentos 96, 97, 98 y 99 del Laudo se llega a


la convicción que se ha vulnerado el principio del debido proceso y se
ha configurado la nulidad de los actos procesales arbitrales; sin
embargo, los mismos fueron soslayados por el Tribunal al declarar
infundada la excepción deducida y pronunciarse sobre las
pretensiones del demandante. ( el subrayado es nuestro).

iv) En el decurso del proceso arbitral el Consorcio ha sostenido que


durante la ejecución del contrato de obra se advirtieron diversos
problemas que impactaron en el plazo de ejecución de la obra, siendo
que estas problemáticas tuvieron como origen las omisiones o errores
en el expediente técnico que, para resolverse tuvieron que aprobarse
las prestaciones adicionales de obra, y con ello, extender el plazo
contractual.

Precisamente, la solicitud de Ampliación de Plazo N° 37 se sustenta en


el retraso originado por la indefinición sobre la continuidad y retiro de
determinadas partidas que formaban parte de los alcances
contractuales del Consorcio pero que no pudieron culminarse por
causas ajenas a la responsabilidad del Consorcio.

De acuerdo con las alegaciones de la Entidad, todas estas partidas


formaban parte de los alcances del Contrato, y por tanto, constituían
una obligación para el Consorcio ejecutarlas de manera integral, salvo
que la Entidad las excluyese formalmente de sus alcances. Sin
embargo, sucedió un hecho sobreviniente que provocó la
imposibilidad de ejecutar las partidas antes mencionadas. La
Contraloría General de la República denegó la aprobación del
Presupuesto Adicional N° 17, el que ya había sido aprobado por la
Entidad pero por tener una incidencia acumulada que superaba el 15%
del precio del Contrato, debía además ser aprobado por el

3
mencionado ente de control. Ante ello, mediante Resolución de
Gerencia General N° 247-2015-GG-PERPG/GR.MOQ, la Entidad
declaró la nulidad de oficio de la resolución por la cual había
aprobado el mencionado presupuesto Adicional.

Conforme fue explicado por el Consorcio en el Cuaderno de Obra, la


improcedencia del Adicional N° 17 afectó la ejecución de
determinadas partidas que si se encontraban dentro de los alcances de
las obligaciones del consorcio en el marco del contrato. El Presupuesto
Adicional N° 17 contemplaba el suministro y montaje del
equipamiento hidromecánico para las Cámaras Reductoras
Sostenedoras de Presión, equipamiento que era necesario para
culminar las partidas del Adicional N° 16.

Ante ello, el Consorcio sostiene que la imposibilidad de ejecutar las


partidas del Adicional N° 17 afectó la propia secuencia constructiva, la
ejecución de algunas partidas del Adicional N° 16 y del Contrato. En
este escenario, el Consorcio refiere que la Entidad debía determinar lo
que debía realizarse, ya sea continuar con la ejecución o reducir las
prestaciones faltantes, lo cual habría sido advertido en su oportunidad
y en diversos momentos por el contratista.

v) Los fundamentos de la Entidad se centran objetivamente en que


mediante escrito de fecha 26 de mayo de 2016, contestó la demanda
arbitral y reconoce que el Consorcio presentó la solicitud de
Ampliación de Plazo N° 37 la cual se sustentó en causal de atrasos por
causas no imputables al contratista. Dicha solicitud de Ampliación de
Plazo N° 37 fue presentada mediante Carta N° 015-2016/COA de
fecha 7 de abril de 2016, fuera del plazo de vigencia de ejecución del
contrato, toda vez que mediante Resolución de Gerencia General N°
248-2015-GG-PERPG/GR.MOQ la Entidad dispuso que la fecha final
de ejecución de la obra era el 31 de diciembre de 2015; y siendo así, el
acto administrativo emitido por la Entidad adquirió calidad de cosa
decidida o acto administrativo firme al haberse extinguido los plazos
establecidos para contradicción, conforme lo establece el artículo 212
de la Ley de Procedimiento Administrativo General.

Las pretensiones del Consorcio deben ser declaradas improcedentes,


toda vez que la solicitud de Ampliación de Plazo N° 37 no cumple con
el procedimiento de Ampliación de Plazo establecido en el artículo 201
del Reglamento.

De la absolución del recurso de anulación

4
2.2. El emplazado Consorcio Obrainsa Astadi, en adelante El Consorcio,
mediante escrito de fecha 2 de julio de 20183, absolvió el traslado del
recurso de anulación, negándola y contradiciéndola en todos sus
extremos, siendo los fundamentos de la misma:

i) La presente demanda no señala qué causal es la que configura la invalidez


del laudo, ya que cita todo el artículo 63 de la Ley de Arbitraje, lo cual
constituye una remisión ambigua, todo lo contrario a lo que requiere la
ley, pues el artículo 64.2 requiere no solo la indicación específica de las
causales involucradas, sino un desarrollo debido del sustento de cada una
de las causales invocadas, con lo cual no ha cumplido el demandante; por
lo que la judicatura debe declarar la improcedencia de la demanda.

ii) La resolución número 2 ha consignado que la causal involucrada es el


artículo 58, incido d) de la Ley de Arbitraje; sin embargo, dicha
disposición normativa no contiene una causal de anulación. Una norma
que regula el pedido de exclusión de laudo no puede calificar como causal
de anulación, lo que confirma que el demandante no ha señalado causal
válida alguna de anulación.

iii) La entidad no hizo un reclamo expreso y previo requerido para las


causales contenidas en el artículo 63.1., literales a), b), c) y d). No obstante
ello, la resolución número 2 indica las principales razones por las que se
pide la anulación del laudo y estas se encuadran en las causales anteriores:
“denuncia la violación al debido proceso, instalación defectuosa y la falta
de legitimidad para obrar “.

El único motivo por el cual la Entidad emitió un reclamo previo ha sido


por la supuesta violación al debido proceso. En ese sentido, todos los
demás argumentos deben ser declarados improcedentes. Y sobre ello, no
cualquier tema del concepto genérico del “debido proceso” puede ser
denunciado como sustento de anulación del laudo, solo aquellos temas
precisamente delimitados en el reclamo expreso previo podrán servir de
sustento. La Entidad ha denunciado la supuesta violación al debido
proceso, lo ha hecho para tres temas específicos: (i) la admisión a trámite
de escritos presentados por el Consorcio, sin la calificación debida; (ii) la
ausencia de debida motivación en el laudo; (iii) la inobservancia al
principio de congruencia procesal por no considerarse las pretensiones de
la reconvención de la Entidad y porque los puntos controvertidos fueron
distorsionados.

iv) En el caso que la demanda de la Entidad, que no precisa las causales de


anulación involucradas, sea procedente, la misma debe ser desestimada
porque sus argumentos son insostenibles.

3 Folios 133/154

5
v) Sobre la supuesta admisión a trámite de escritos sin calificación debida:
Si bien la Entidad primero habla de escritos del Consorcio, luego en su
propia redacción devela que se refirió a las solicitudes cursadas por el
Consorcio durante la ejecución contractual, lo que constituye el fondo de
la controversia. Si bien la redacción llega a ser confusa, es evidente que la
Entidad busca cuestionar actuaciones del Consorcio durante el desarrollo
del Contrato. No se está cuestionando un vicio en los escritos presentados
durante el procedimiento arbitral, por lo que no existe afectación al debido
proceso del arbitraje.

vi) El laudo está correctamente motivado: Este argumento deriva del anterior
porque la Entidad afirma que la indebida motivación se habría producido
al no considerar el supuesto vicio en la calificación de escritos presentados
por el Consorcio. Se afirma que no hay una debida motivación, pero la
Entidad no ha expresado como es el vicio de la motivación, menos ha
desarrollado si el mismo es relevante y genera la afectación al derecho a la
debida motivación.

vii) El laudo es congruente con los puntos controvertidos: La Entidad refiere


que son un total de ocho pretensiones sobre las cuales tuvo que
pronunciarse el Tribunal Arbitral. En la resolución número 14 de fecha 2
de enero de 2018, el Tribunal al resolver la solicitud de exclusión, señaló
que la Entidad no ha formulado pretensión reconvencional alguna que
deba ser analizada y/o recogida como punto controvertido. Este último
extremo denota la evidente falsedad de las afirmaciones de la Entidad, así
como querer pretender a la judicatura denunciando una violación al
debido proceso por considerar pretensiones que en realidad o existen.

viii) En cuanto a la distorsión de los puntos controvertidos, la Entidad afirma


que cierto punto no habría sido propuesto; sin embargo, dicho “punto” no
es en realidad un punto controvertido, sino más bien parte de la
motivación del Laudo para la resolución de la Segunda Pretensión
Principal del Consorcio en el arbitraje. Dichos argumentos están
desarrollados en el numeral 88 del Laudo, habiendo considerado
pertinente el Tribunal hacer una evaluación general de los supuestos que
permiten, bajo la normativa de contratación pública, modificar las
prestaciones del contratista; lo cual no afecta el principio de congruencia,
ya que dicha motivación no afecta la estructura de los puntos
controvertidos.

III. ANALISIS DEL CASO:

Del recurso de anulación de laudo arbitral

3.1. Nuestro sistema jurídico ha dotado a los participantes del arbitraje de un


mecanismo de revisión estatal de la actuación de los árbitros. El régimen
de revisión judicial del arbitraje establece que quien pretenda cuestionar la

6
actuación o decisión arbitral, debe recurrir al Poder Judicial, a través del
recurso de anulación. El artículo 62° del Decreto Legislativo N° 1071,
establece que el recurso de anulación es el único medio de impugnación de
laudo arbitral, el cual tiene por objeto la revisión de su validez por las
causales taxativamente establecidas en dicho decreto legislativo4. Estas
causales que justificaría someter la decisión de los árbitros a un juicio de
validez por parte del órgano jurisdiccional competente y por consiguiente,
permitirían la anulación de la actuación arbitral, están referidas a la tutela
del derecho al debido proceso arbitral, a la tutela del orden público y a la
reserva judicial de los asuntos extraídos de la libre disposición de los
particulares o no pronunciamiento sobre materias no arbitrables.

3.2. Ahora bien, cabe indicar que el recurso de anulación, que constituye una
pretensión impugnativa que activa el sistema de revisión judicial del
arbitraje, establece los límites de la labor del órgano jurisdiccional
competente, el cual ve restringida su función a las causales taxativamente
contempladas en la norma e invocadas por la parte recurrente,
encontrándose impedido de someter a evaluación el criterio adoptado por
los árbitros al decidir el fondo de la controversia5; ello en razón, a que si se
permitiera que en sede judicial analizar el fondo de la controversia, se
contravendría la voluntad de las partes expresada en el convenio arbitral,
por el cual renunciaron a la jurisdicción estatal y se sometieron a la
competencia de los árbitros para la solución de sus conflictos.6

3.3 De las causales especificas del recurso de anulación:

En ese sentido, estando a las causales invocadas por la entidad recurrente en el


acto postulatorio del recurso, es menester indicar que de la lectura del inciso d)
del artículo 58 del Decreto Legislativo 1071, no se aprecia que en su contenido
normativo contenga una causal de anulación de laudo, las que están
expresamente señaladas en el artículo 63 del citado cuerpo legal; en
consecuencia, el fundamento invocando dicha norma como causal de nulidad
deviene es inexistente y no se ajustaría a lo previsto en la norma en mención;
por tanto deviene en improcedente.

4 Decreto Legislativo N° 1071, Artículo 62°, inciso 1): “Contra el laudo solo podrá interponerse recurso de anulación.
Este recurso constituye la única vía de impugnación del laudo y tiene por objeto la revisión de su validez por las
causales taxativamente establecidas en el artículo 63°”
5 Decreto Legislativo N° 1071, Artículo 62°, inciso 2):” El recurso se resuelve declarando la validez o nulidad del laudo.
Está prohibido bajo responsabilidad, pronunciarse sobre el fondo de la controversia p calificar los criterios,
motivaciones o interpretaciones expuestas por el tribunal arbitral”
6 En el mismo sentido LEDESMA NARVAEZ afirma que: «El recurso de anulación tiene un contenido limitado y va
dirigido a velar por el cumplimiento de la pureza del procedimiento arbitral y su procedencia pero nunca a revisar el
fondo del asunto ni la decisión que sobre el mismo los árbitros hayan podido adoptar (…) No es posible discutir los
fundamentos del laudo ni el acierto de sus disposiciones, porque no se transfiere al tribunal revisor la facultad de
decidir, que es exclusiva de los árbitros, porque las partes han querido precisamente excluir a los tribunales de
intervención, que solo aparece justificada para garantizar el cumplimiento de unas garantías mínimas, que son
precisamente las que tratan de salvaguardar los motivos por los que pueden interponerse”. LEDESMA NARVAEZ,
MARIANELLA, Laudos Arbitrales y Medios Impugnatorios, en Cuadernos Jurisprudenciales, Gaceta Jurídica, Lima,
Noviembre 2005.

7
Del reclamo previo en sede arbitral:

3.3. De conformidad con lo establecido en el numeral 2 del artículo 63° de la


Ley de Arbitraje, sólo serán procedentes las causales previstas en los
incisos a), b), c) y d) del numeral 01 del artículo en mención, si fueron
objeto de reclamo expreso en su momento ante el tribunal arbitral por la
parte afectada y fueran desestimados. (…)”

3.4. El reclamo previo se explica porque la anulación de laudo constituye un


mecanismo de última ratio, y en consonancia con el principio de autonomía
del arbitraje, antes de acudir a sede judicial se debe agotar, previamente,
todo recurso o reclamo ante el Tribunal Arbitral, al ser dicho órgano el
escogido por las partes para resolver sus controversias.7

3.5. Cabe indicar que un reclamo previo para ser considerado válido,
necesariamente deberá ostentar ciertas cualidades, tales como ser
oportuno, esto es, formulado ante el Tribunal Arbitral en la primera
oportunidad que el interesado tenga para hacerlo, caso contrario importaría
una suerte de convalidación del hecho cuestionando e incluso la aplicación del
artículo 11° del Decreto Legislativo N° 10718; y expreso, esto es que en sede
arbitral se haya reclamado expresamente el mismo vicio que se denuncia
vía recurso de anulación.

3.6. En el presente caso, se advierte de los anexos acompañados por el


Gobierno Regional de Moquegua –en adelante la Entidad- que con fecha
14 de diciembre de 20179 interpuso el recurso de exclusión. Sin embargo,
toda vez que en la demanda se “enuncian causales” que se titulan debido
proceso e instalación defectuosa del Tribunal que corresponderían a la
causal b) y c) las cuales conforme se ha señalado en el fundamento 3.3. de
la presente demanda sólo proceden si fueron objeto de reclamo expreso.

3.7. Así en el caso de autos, del recurso de exclusión de laudo, se verifica que
éste es idénticamente igual en contenido al recurso de anulación de
laudo arbitral; en ambos, se señalan una serie de hechos que debido a su
confusa redacción no permiten establecer en que causal están
subsumidos; en ese sentido, de manera genérica se puede establecer, por

7 “Es decir se permite al Tribunal Arbitral, una vez firmadas las resoluciones y sin variar su contenido esencial, aclarar
algún concepto oscuro, rectificar cualquier error material que adolezca, así como subsanar y/o complementar
resoluciones defectuosas” GARBIERI LLOBREGAT J. “COMENTARIOS A LA LEY 60/2003 DE 23 DE DICIEMBRE, DE
ARBITRAJE” Tomo II Página 926 Edición BOSH- Barcelona – España.

8 Decreto Legislativo N° 1071, Artículo 11°, Renuncia a objetar: “Si una parte conociendo, o debiendo conocer, que no se
ha observado o se ha infringido una norma de éste Decreto Legislativo de la que las partes puedan apartarse, o un
acuerdo de las partes, o una disposición del reglamento arbitral aplicable, prosigue con el arbitraje y no objeta su
incumplimiento tan pronto como le sea posible, se considerara que renuncia a objetar el laudo por dichas
circunstancias”.
9 Folios 108/115

8
solo tratarse de recursos idénticos, que sí ha existido el reclamo previo y
que por tanto se habría cumplido con el reclamo previo.

3.8. Sin embargo, y pese a dar por superado éste reclamo, a fin de
pronunciarse sobre el fondo de cada una de las causales denunciadas
violación al debido proceso e instalación defectuosa del Tribunal, de la
atenta lectura de los escritos de demanda y subsanación de demanda, no
se puede soslayar que: a) que el presente, es un recurso en el que antes
que cuestionar o denunciar hechos que se perciban como atentatorios
contra su derecho de defensa y principalmente la vulneración del
principio constitucional del debido principio, lo que hace es narrar las
incidencias previas y posteriores a la decisión de la Entidad de declarar
la culminación de la Ampliación de Plazo N° 35; b) se corrobora éste
hecho porque señala falta de pronunciamiento de pretensiones que
formulará pero NO INDICA QUE PRETENSIONES FORMULO SU
REPRESENTADA y sobre las cuales el Tribunal no se ha pronunciado,
pudiéndose sostener que la Entidad trata de sorprender a este superior
Colegiado, cuando sostiene: “que el Tribunal Arbitral ha omitido
deliberadamente pronunciarse sobre las cuatro pretensiones que
señalara en su oportunidad, y se ha limitado al análisis de las cuatro
pretensiones formuladas por el Consorcio”, hecho que no
correspondería a los actuados según se apreciaría de una mínima lectura
del escrito de contestación de demanda de fecha 26 de mayo de 2016,
que corre de fojas 38 a 41 del Tomo I del Expediente Arbitral y del que se
colige que no formuló reconvención.
3.9. En ese contexto, debemos a atraer a colación lo dispuesto en el numeral
del artículo 64 de la Ley de Arbitraje: “El recurso de anulación debe
contener la indicación precisa de la causal o de las causales de anulación
debidamente fundamentadas y acreditadas con los medios probatorios
correspondientes […]”.
3.10. En ese sentido, el Colegiado no goza de la prerrogativa de poder
determinar de la narración de hechos omitidos por el demandante en su
demanda, quién debe señalar de manera clara y expresa las situaciones
fácticas que constituirán los hechos y porque corresponden a
determinada causal, menos fundamentar hechos que no fueron invocado
por el demandante pues el artículo 64.2 bajo comentario en el
fundamento precedente es expreso en señalar que el recurso de
anulación no solo debe tener la indicación precisa de la causal o
causales, sino que además, éstas deben estar debidamente
fundamentadas; constituyendo las menciones indicadas meras
enunciaciones sin contenido fáctico claro y expreso puesto que las
justificaciones fácticas son totalmente confusas e incongruentes; en tal

9
sentido, habiendo la Entidad inobservado la norma, habilita a este
Colegiado a declarar improcedente la demanda.

3.11. Respecto a la enunciación de Instalación defectuosa del Tribunal


Arbitral, es de señalarse que de igual manera de la lectura del recurso de
su propósito se aprecia que la parte no ha indicado el fundamento
fáctico, así como del laudo y la mención en él respecto a los actuados
arbitrales tampoco se advierte objeción alguna al respecto.

3.12. Finalmente respecto a la Excepción de Falta de Legitimidad para obrar


tampoco se aprecia alguna exposición fáctica al respecto en mérito a la
cual éste Colegiado pueda analizar la propuesta.

3.13 En ese contexto, y estando a que en toda pretensión ( incluida el recurso


de anulación) su causa de pedir debe contener un elemento fáctico y jurídico,
siendo el caso, que al no haber señalado el fáctico por el Juez es imposible la
aplicación SUBSIDIARIA DEL PRIUNCIPIO DE IURA NOVIT como también
mencionada el recurrente,puesto que lo que no puede el Juez es ir más
allá del petitorio ni fundar su decisión en hechos diversos de los han sido
alegados por la parte conforme lo señala el artículo VII del Título Preliminar
del Código Procesal Civil.

IV. DECISIÓN:
Por los fundamentos expuestos, éste Colegiado, con la autoridad que le
confiere el artículo 138º de la Constitución Política del Perú y la Ley,
impartiendo justicia en nombre de la Nación, se resuelve:
4.1. Declarar IMPROCEDENTE el recurso de Anulación de Laudo
Arbitral de Derecho interpuesto por el GOBIERNO REGIONAL
DE MOQUEGUA contra el Laudo de Derecho contenido en la
Resolución número 13, BASADO EN EL ARTÍCULO 58 INCISO D)
DE LA LEY GENERAL DE ARBITRAJE-DECRETO LEGISLATIVO
1071,VIOLACIÓN AL DEBIDO PROCESO, INSTALACIÓN
DEFECTUOSA DE TRIBUNAL ARBITRAL, FALTA DE
LEGITIMIDAD PARA OBRAR.En consecuencia VALIDO el Laudo
Arbitral de Derecho de fecha 24 de noviembre de 2017.
En los seguidos por GOBIERNO REGIONAL DE MOQUEGUA contra
CONSORCIO OBRAINSA ASTALDI, sobre ANULACION LAUDO DE
DERECHO.

APC/KGG
ECHEVARRÍA GAVIRIA DÍAZ VALLEJOS

PRADO CASTAÑEDA

10
11
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
SEGUNDA SALA CIVIL CON SUBESPECIALIDAD COMERCIAL

EXPEDIENTE Nº : 134-2017.
DEMANDANTE : PROCURADURÍA PÚBLICA DEL MINISTERIO DE
DESARROLLO E INCLUSIÓN SOCIAL – MIDIS.
DEMANDADA : CONSORCIO CORPORACIÓN ZURECE.
MATERIA : ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL.

RESOLUCIÓN NÚMERO DIECISIETE.


Lima, treinta de octubre
del dos mil diecisiete.-

VISTOS: Interviniendo como ponente el


señor Juez Superior Escudero López.

I. RECURSO DE ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL.

PROCURADURÍA PÚBLICA DEL MINISTERIO DE DESARROLLO E


INCLUSIÓN SOCIAL – MIDIS, representada por Carlos Aurelio Figueroa
Iberico, en su condición de Procurador Público del Ministerio de Desarrollo
e Inclusión Social – MIDIS, interpone recurso de anulación contra el laudo
arbitral de derecho, expedido por resolución número dieciséis de fecha 20 de
octubre del 2016, por el Tribunal Arbitral conformado por los señores árbitros
Augusto Millones Santa Gadea (Presidente), Juan Jashim Valdiviezo Cerna
y Rolando Eyzaguirre Maccan.

El laudo arbitral fue emitido en el proceso arbitral que siguió el ahora


demandado Consorcio Corporación Zurece, a fin de solucionar las
controversias surgidas en relación al Contrato N° 0 55-2013-MIDIS/PNAEQW
derivado del otorgamiento de la Buena Pro del ítem número 2: tazas de
plástico de polipropileno.

La demanda fue admitida por resolución número uno de fecha 06 de marzo


de 2017, por la causal prevista en el literal b), inciso 1 del artículo 63 del
Decreto Legislativo 1071, disponiéndose el traslado de la misma al
demandado Consorcio Corporación – Zurece.

PRETENSIÓN PROCESAL. El Procurador Público demandante ante este


órgano jurisdiccional planteó como pretensión la declaración de nulidad del
referido laudo arbitral, señalando los siguientes fundamentos:

1. Al solicitar la integración y/o aclaración del laudo arbitral, en la


resolución número diecisiete de fecha 8 de noviembre del 2016 el
Tribunal (arbitral) determinó como cantidad total de utensilios
943,134; total de utensilios distribuidos: 856,204; total de utensilios
devueltos a la Entidad: 28,084; y, como total de utensilios por
devolver a la Entidad: 58,846.

2. En relación a lo anterior, la parte demandante sostiene que en dicha


resolución se cometió un nuevo error al analizar el numeral 41 del
laudo, pues se señala como total de tazas de plástico devueltas a la
Entidad la cantidad de 324 y como total de tazas de plástico
distribuidas 914,726.

3. La diferencia de los montos hace que difieran tanto las cantidades


como los montos, más aún si el Tribunal Arbitral consideró válidas las
actas de recepción y entrega de bienes en las instituciones educativas
del Cuzco en una cantidad de 63,659 tazas; sin embargo, en la
cláusula tercera del Contrato N° 055-2013-MIDIS/PNA EQW, se
señaló que la cantidad de tazas de polipropileno a distribuir es de
66,387 unidades; es decir, existe un faltante de 2,728 tazas no

2
distribuidas ni consideradas en el cálculo realizado, siendo por tanto
mayor la cifra de tazas por devolver al programa.

4. Agrega que ante la situación antes descrita, mediante escrito del 22


de diciembre del 2016 solicitó la aclaración del laudo, integrado por la
resolución número diecisiete, pedido que fue declarado improcedente
por el Tribunal Arbitral mediante la resolución número diecinueve.

5. Precisa que el sustento de su demanda es la motivación


sustancialmente incongruente que ha ocurrido en sede arbitral pues
existe falta de motivación interna de razonamiento y deficiencias en la
motivación externa (justificación de las premisas), lo que configura
una vulneración a la garantía de administración de justicia.

II. ABSOLUCIÓN DEL RECURSO DE ANULACIÓN DE LAUDO.


Mediante escrito de fecha 17 de abril del 2017, el demandado Consorcio
Corporación Zurece, representado por Liezbeth Zoraya Celis Reaño, dedujo
la nulidad del auto admisorio1 y a la vez absolvió el recurso de anulación,
solicitando se declare infundado debido a que contra la resolución número
diecinueve que resolvió el segundo recurso de aclaración no procede
reconsideración conforme a lo previsto en el artículo 58 de la Ley de
Arbitraje, destacando que el Tribunal Arbitral no dejó de motivar la solicitud
de aclaración y/o rectificación y/o integración presentada por segunda vez
por la ahora demandante, por lo que no ha sufrido ningún vicio de nulidad.

III. RESUMEN DEL PROCESO ARBITRAL Y LO ACTUADO EN AUTOS.


INSTALACIÓN DEL TRIBUNAL ARBITRAL.

- Con fecha 22 de setiembre del 2015 se procedió a la instalación del


Tribunal Arbitral, conformado por los señores Augusto Millones Santa

1
El pedido de nulidad fue declarado infundado mediante resolución ocho del dieciocho de mayo de
dos mil diecisiete, que aparece de fojas 224 a 233.

3
Gadea (presidente) Juan Jashim Valdivieso Cerna y Rolando
Eyzaguirre Maccan.

- En tal acto se dispuso encargar la secretaría arbitral a la abogada


Fiorella Saralicia Vivanco Mazzo, además se establecieron las
normas aplicables al proceso arbitral.

- Realizados los actos procesales pertinentes, por resolución número


dieciséis de fecha 20 de octubre del 2016 se expidió el laudo arbitral
de derecho, que entre otros, resolvió, declarar:

1- Fundada en parte la primera pretensión, en el extremo de declarar


inaplicable el plazo acordado en la Adenda N° 1 y a plicable el plazo
contenido en el contrato N° 055-2013-MIDIS/PNAEQW.

2- Infundada la segunda pretensión, respecto al pago de intereses


legales por el incumplimiento y retrasos en el pago de la
contraprestación contenida en el contrato N° 055-20 13-
MIDIS/PNAEQW.

3- Fundada la tercera pretensión, ordenándose al Programa Nacional de


Alimentación Escolar Qali Warma – Unidad Ejecutora N° 007 deje sin
efecto la aplicación de la penalidad ascendente a la suma de S/.
127,323.09 Soles, comunicada mediante la Carta Notarial N° 015-
2014 de fecha 14 de marzo del 2014.

4- Fundada la cuarta pretensión, ordenándose al Programa Nacional de


Alimentación Escolar Qali Warma – Unidad Ejecutora N° 007, que
emita las conformidades de entrega de bienes correspondientes a las
unidades territoriales a nivel nacional en las que el Consorcio
Corporación Zurece haya entregado los bienes adquiridos mediante
contrato N° 055-2013-MIDIS/PNAEQW.

4
5- Fundada en parte la quinta pretensión, ordenándose al Programa
Nacional de Alimentación Escolar Qali Warma – Unidad Ejecutora N°
007, cancele al Consorcio Corporación Zurece la suma de S/
315,720.75 Soles y devuelva las 684 tazas de plástico, los bienes que
no haya podido entregar, debiendo el Programa Nacional de
Alimentación Escolar Qali Warma – Unidad Ejecutora N° 007, indicar
en el plazo de cinco días un almacén dentro del radio urbano de la
ciudad de Lima.

6- Fundada la sexta pretensión, ordenándose al Programa Nacional de


Alimentación Escolar Qali Warma – Unidad Ejecutora N° 007, pagar a
favor del Consorcio Corporación – Zurece la suma indicada en la
Quinta Pretensión, más los intereses legales que se hayan generado
desde el 12 de diciembre del 2014 hasta la fecha efectiva de su
cancelación.

7- Fundada la sétima pretensión, por lo que se declara la nulidad de la


resolución parcial del contrato practicada por el Programa Nacional de
Alimentación Escolar Qali Warma – Unidad Ejecutora N° 007,
mediante Carta Notarial N° 209-2014-MIDIS/PNAEQW-UA .

8- Infundada la octava pretensión, que se declare la irregularidad y/o


ilegalidad del mecanismo de contratación practicado por la entidad.

9- Infundada la novena pretensión en lo que respecta ordenar a la


Entidad el reconocimiento de los gastos adicionales incurridos por el
Contratista con el objeto de dar por cumplimiento a sus obligaciones
contenidas en la Adenda N° 1.

10- Fundada la décima pretensión, ordenándose al Programa Nacional


de Alimentación Escolar Qali Warma – Unidad Ejecutora N° 007,
cumpla con efectuar la devolución al Consorcio Corporación – Zurece,

5
la carta fianza N° 000611429550 por el importe de S / 31,595.00
Soles.

11- Fundada la décima primera pretensión, ordenándose al Programa


Nacional de Alimentación Escolar Qali Warma – Unidad Ejecutora N°
007, pague al Consorcio Corporación – Zurece los gastos incurridos
por el contratista por la renovación de la carta fianza, ascendente a la
suma de S/ 4,454.34 Soles.

12- Fundada en parte la primera pretensión objetiva originaria principal


(remitiéndose a lo resuelto en la Quinta Pretensión).

13- Infundada la segunda pretensión objetiva originaria principal, en lo


que respecta se pague a la entidad la suma de S/ 10,000.00 Soles por
concepto de daño moral.

14- Fundada en parte la décimo segunda pretensión así como la tercera


pretensión objetiva originaria principal, en lo que respecta al castigo
de costas arbitrales.

- Por resolución número diecisiete de fecha 08 de noviembre del 2016,


el Tribunal Arbitral resolvió, entre otros:

1. Declarar procedente la solicitud de rectificación del laudo arbitral, en


lo que respecta al número del contrato.

2. Declarar procedente las solicitudes de corrección e integración del


laudo arbitral formuladas por el Programa Nacional de Alimentación
Escolar Qali Warma – Unidad Ejecutora N° 007 contra el numeral 25
del laudo y el quinto extremo resolutivo.

6
- Posteriormente, ante la presentación del escrito de fecha 22 de
diciembre del 2016, en cuya sumilla se indicó: “Solicito aclaración e
integración del Laudo” por parte de la Procuraduría Pública del
Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS), el Tribunal Arbitral
expidió la resolución número diecinueve de fecha 23 de enero del
2017, que resolvió rectificar la resolución de fecha 08 de noviembre
del 2016, precisando le corresponde la numeración N° 18, ratificar sus
demás extremos y declaró la improcedencia de la solicitud de
aclaración e integración de Laudo.

IV. PRESENTACIÓN DEL RECURSO DE ANULACIÓN DE LAUDO ANTE


ESTA SALA SUPERIOR Y TRÁMITE.

- El laudo arbitral fue notificado al ahora demandante Procuraduría


Pública del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social – MIDIS, el 25
de octubre del 2016, conforme se aprecia del cargo de notificación
que obra en autos a folios veintiocho.

- La resolución número diecisiete (entiéndase resolución número


dieciocho) de fecha 8 de noviembre del 2016, que resolvió los
recursos de rectificación, corrección e integración fue notificada a
dicha parte el 15 de diciembre del 2016, según se aprecia del cargo
de notificación que obra en autos a folios cinco.

- La resolución número diecinueve de fecha 23 de enero del 2017, que


resolvió el segundo pedido de aclaración e integración del laudo
arbitral (del 22 de diciembre del 2016), fue notificado a la ahora
demandante el 26 de enero del 2017, conforme se aprecia del cargo
de notificación corriente en autos a folios uno.

- Con fecha 23 de febrero del 2017 el accionante interpuso recurso de


anulación, el cual fue admitido por la resolución número uno de fecha

7
06 de marzo de 2017 por la causal prevista en el literal b) del numeral
1 del artículo 63 del Decreto Legislativo N° 1071.

- Mediante el escrito de fecha 17 de abril del 2017, el consorcio


demandado se apersonó al proceso, dedujo la nulidad de la
resolución número uno y absolvió el traslado del recurso de anulación.

- Por resolución número ocho de fecha 18 de mayo del 2017, se


declaró infundada la nulidad formulada, señalándose fecha de vista
de la causa para el día 04 de setiembre del 2017, la misma que se
llevó a cabo conforme a lo programado, según se aprecia de la
constancia de vista de la causa de folios doscientos cuarenta y nueve.

V. ANÁLISIS:

PRIMERO: De acuerdo con lo previsto por el artículo 62 del Decreto


Legislativo Nº 1071, el recurso de anulación constituye la única vía de
impugnación del laudo2 y tiene por objeto la revisión de su validez por las
causales específicamente señaladas en su artículo 63. El decurso lógico de
resolución del recurso interpuesto es la declaración de validez o la nulidad
del laudo, estando prohibido a la instancia judicial, bajo responsabilidad, de
“…pronunciarse sobre el fondo de la controversia o sobre el contenido de la
decisión o calificar los criterios, motivaciones o interpretaciones expuestas por el
tribunal arbitral…”, lo que significa que el Juez se encuentra limitado a
revisar aspectos formales.

SEGUNDO: Al respecto, en el precitado artículo 62 del Decreto Legislativo


N° 1071 se establece:

1. Contra el laudo sólo podrá interponerse recurso de anulación. Este recurso


constituye la única vía de impugnación del laudo y tiene por objeto la

2
La derogada Ley General de Arbitraje – Ley Nº 26572, recogía en sus artículos 60 y 61 como recursos
impugnatorios procedentes contra el Laudo Arbitral, los de Apelación y Anulación. El primero, dirigido a la revisión
del Laudo respecto a la apreciación de los fundamentos de las partes, de la prueba y, en su caso, la aplicación e
interpretación del derecho; y, el segundo, para la revisión de su validez, sin entrar al fondo de la controversia.

8
revisión de su validez por las causales taxativamente establecidas en el
artículo 63.

2. El recurso se resuelve declarando la validez o la nulidad del laudo. Está


prohibido bajo responsabilidad, pronunciarse sobre el fondo de la
controversia o sobre el contenido de la decisión o calificar los criterios,
motivaciones o interpretaciones expuestas por el tribunal arbitral.

CAUSAL INVOCADA EN EL RECURSO DE ANULACIÓN.

TERCERO: El demandante Procurador Público del Ministerio de Desarrollo e


Inclusión Social – MIDIS invoca como sustento del recurso de anulación
interpuesto la causal contenida en el literal b) del numeral 1 del artículo 63
del Decreto Legislativo 1071: “Que una de las partes no ha sido debidamente
notificada del nombramiento de un árbitro o de las actuaciones arbitrales, o no ha
podido por cualquier otra razón, hacer valer sus derechos”.

CUARTO: La causal antes señalada al invocar la imposibilidad de alguna de


las partes de hacer valer sus derechos como causal de anulación del laudo
arbitral se enmarca dentro de la protección de un derecho constitucional,
específicamente el derecho al debido proceso, sin que ello importe en modo
alguno la revisión del fondo de la controversia ni el razonamiento seguido
por el tribunal arbitral. La razón de lo señalado se basa en que el recurso de
anulación de laudo no es una instancia sino un proceso autónomo donde
de modo puntual se verifica el cumplimiento de determinados supuestos de
validez del laudo arbitral, teniendo en claro que las partes se sometieron de
modo voluntario y expreso a la jurisdicción arbitral.

QUINTO: Sobre el particular, es necesario precisar que el Tribunal


Constitucional, en la sentencia de fecha 21 de setiembre de 2011, recaída
en el expediente 00142-2011-PA/TC (precedente vinculante) se pronunció
indicando que de la especial naturaleza del arbitraje, en tanto autonomía de

9
la voluntad de las partes y, al mismo tiempo, de la independencia de la
jurisdicción arbitral, no supone en lo absoluto desvinculación del esquema
constitucional, ni mucho menos del cuadro de derechos y principios
reconocidos por la Constitución, pues la naturaleza de jurisdicción
independiente del arbitraje, no significa que establezca el ejercicio de sus
atribuciones sin observancia de los principios constitucionales que informan
la actividad de todo órgano que administra justicia, tales como el de
independencia e imparcialidad de la función jurisdiccional. Se sostiene que
en particular, en tanto jurisdicción, no se encuentra exceptuada de observar
directamente todas aquellas garantías que imponen el derecho al debido
proceso (Cfr. Sentencia del Tribunal Constitucional emitida en el expediente
6167-2005-PHC/TC, Fundamento 9).

SEXTO: Ello es así por cuanto la función jurisdiccional se sustenta y se debe


a la norma fundamental, más allá de la especialidad sobre la que pueda
versar o de la investidura de quienes la puedan ejercer. De este modo y
aunque se dota a la justicia arbitral de las adecuadas garantías de
desenvolvimiento y se fomenta su absoluta observancia, la misma se
encuentra inevitablemente condicionada a que su ejercicio se desarrolle en
franco respeto al orden constitucional y a los derechos de la persona.

SÉTIMO: En el presente caso el demandante Procurador Público del


Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social – MIDIS, alega en su demanda
como sustento principal de la causal invocada, los siguientes argumentos:

1- El laudo incurre en motivación sustancialmente incongruente,


evidenciado en los considerandos 40 y 41 de la resolución 17
integrada al laudo, pues pese a que en el considerando 40 el tribunal
expresa que el total de utensilios distribuidos es 856,204 y los
utensilios devueltos a la entidad fueron 28,084, luego en el
considerando 41 al precisar los términos de su rectificación e
integración del laudo arbitral, indica las cifras de 914,726 tazas
distribuidas y 324 utensilios devueltos.

10
2- Dichas diferencias origina que las cantidades establecidas así como
los montos señalados en el laudo difieran, pese a que el Tribunal
Arbitral consideró como válidas las actas de recepción y entrega de
bienes en las instituciones educativas del Cusco en una cantidad de
63,659 tazas, las que según el Contrato 055-2013-MIDIS/PNAEQW
en su cláusula tercera se precisó que la cantidad de tazas de
polipropileno a distribuir en el departamento del cusco ascendía a la
cantidad de 66,387 unidades; de lo que se deduce que al tomar en
cuenta la cantidad que fue reconocida por el Tribunal Arbitral como
distribuida existiría un faltante de 2,728 tazas no distribuidas ni
consideradas en el cálculo; en consecuencia, resulta ser mayor la
cifra de tazas por devolver al programa.
3- Mediante la resolución número diecinueve de fecha 23 de enero del
2017, el Tribunal Arbitral resolvió su (segunda) solicitud de integración
y aclaración, declarándola improcedente, la misma que se amparó en
el numeral 2 del artículo 58 de la Ley de Arbitraje.

OCTAVO: Como es de verse, el fundamento de la pretensión nulificante


radica en que de la motivación de la resolución 17, que integra el laudo por
mandato del artículo 58 inciso 2) de la Ley de Arbitraje, se advierte la
incongruencia interna sobre el elemento fáctico, de orden cuantitativo, del
thema decidendum, relativo al número de utensilios distribuidos y devueltos,
que determinar con el cálculo que efectúa el tribunal arbitral, la obligación de
pago de cargo de la entidad nulidiscente. Tal contradicción interna se
presentaría entre los considerandos 40 y 41 de la citada resolución 17,
según indica la entidad. Y sostiene, además, que solicitada que fue la
aclaración e integración de dicha resolución, le fue denegado por el tribunal
arbitral, aduciendo que o procedía una corrección de la resolución que
corregía el laudo.

NOVENO: Se aprecia de autos que en el considerando 40 de la referida


resolución 17 se expresa:

11
40. […] Ahora bien, este Colegiado advirtiendo la diferencia en la
cantidad de bienes a devolver considera conveniente precisar el
cálculo realizado en el laudo. En tal sentido, de los medios probatorios
contenidos en el expediente se aprecia que la cantidad de bienes
distribuidos conforme a lo estipulado en el Contrato asciende a
856,204 bienes; y que conforme se advierte del Informe No. 07-2015-
MIDIS-PNAEQW/UA-EBR la cantidad devuelta a las Unidades
Terriotirales del Programa es de 28,084. Por tanto, la cantidad de
bienes a devolver es de 58,846.”

Por su parte, en el considerando 41 se expresa:

“41. Que, estando a lo expuesto y advertido el error de cálculo


señalado en el laudo arbitral emitido, esta –Colegiado considera
pertinente amparar el recurso de rectificación e integración de laudo
arbitral, debiendo señalarse que el considerando 25 y resolutivo
derivado de la quinta pretensión queda redactado de la siguiente
manera:

26) […] corresponde al Tribunal Arbitral definir la pretensión de


pago de la Contratista tomando en consideración las siguientes
cifras:

a. […]
b. […]
c. […]
d. Total de tazas de plástico devueltas a la Entidad : 324
e. Total de tazas de plástico distribuidas: 914,726
f. Total de tazas de plástico no distribuidas : 28,084
g. […]”

12
En función de lo cual se dispuso que la entidad cancele al contratista el
monto total pactado por la distribución efectiva de tasas de plástico
realizada, por el monto ascendente a S/ 315,612.21 Soles, más el monto
correspondiente a las tazas de plástico devueltas a pedido de la entidad que
suma 108.54 Soles, lo que equivale al total de S/315,720.75 Soles, además
de la devolución de los bienes no entregados conforme se acreditó en el
expediente y constituye la cantidad de 684 tazas de plástico, disponiéndose
que la entidad indique en el plazo de cinco días un almacén dentro del radio
urbano de la ciudad de Lima, en donde el contratista pueda hacer la
devolución de la cantidad indicada de bienes o de lo contrario se cancele las
cantidades antes señaladas, más los respectivos intereses legales
generados desde la fecha en que la entidad contestó la demanda e interpuso
reconvención, es decir, desde el 05 de febrero del 2015.

DECIMO: A criterio de este Colegiado, la diferencia en las cantidades


consignadas en los considerandos 40 y 41 es manifiesta y constituye
ciertamente un defecto de motivación, por incongruencia interna, pues no
puede afirmarse una cantidad, por un lado, y a continuación otra diferente.
Este defecto de motivación no es inocuo, por el contrario, tiene impacto en el
cálculo realizado por el tribunal a los efectos de determinar la obligación de
pago resultante; pues, sin que corresponda a esta instancia afirmar cuál es
la cifra correcta, lo cierto es que el resultado cuantitativo de la obligación de
pago está determinado por un cálculo respecto del cual lo expresado en el
laudo no confiere certeza sobre la veracidad de los factores empleados.

DECIMO PRIMERO: Cabe advertir que en el caso, la entidad solicitó al


tribunal arbitral por escrito del 22 de diciembre de 2016, a fojas 02, la
aclaración a integración del laudo integrado por la resolución 17, lo que fue
declarado improcedente por resolución 19 de fojas 1, argumentando que ello
no estaba previsto por el Reglamento del Sistema nacional de Conciliación y
Arbitraje de OSCE y que artículo 58 de la Ley de Arbitraje no permitía la

13
reconsideración contra la resolución 17 que dispuso una corrección del
laudo. Sin emitir juicio sobre dicho argumento, advierte el Colegiado que
contradictoriamente el tribunal arbitral procedió en la misma resolución 19 a
rectificar de oficio la resolución del 08 de noviembre de 2016 (signada como
Nro. 17, pero que en el decir del tribunal era realmente la Nro. 18).

DÉCIMO SEGUNDO: El proceder antes descrito pone de manifiesto que


existe una motivación aparente como sustento de la decisión de declarar
improcedente el pedido contenido en el escrito del veintidós de diciembre de
dos mil dieciséis sumillado “Solicito aclaración e integración del Laudo” pues
pese a que se invocan dos enunciados normativos como respaldo de la
improcedencia de tal petición, empero, al mismo tiempo sí se efectúa de
oficio una corrección de la misma resolución 17, que si bien versa sobre un
error numérico incurrido al consignar su numeración, sin embargo
objetivamente es un proceder no compatible con los fundamentos de la
decisión de desestimar la aclaración e integración solicitada por la entidad,
sin que se haya sustentado en forma debida dicha diferencia de criterio

DÉCIMO TERCERO: Que, siendo así, se concluye que se ha configurado el


supuesto invocado contenido en el artículo 63, numeral 1, literal b) del
Decreto Legislativo 1071, por lo que corresponde declarar fundada la
demanda y, por ende, inválido el laudo arbitral de derecho contenido en la
resolución número dieciséis de fecha 20 de octubre del 2016, expedido por
el Tribunal Arbitral conformado por los señores árbitros Augusto Millones
Santa Gadea (Presidente), Juan Jashim Valdiviezo Cerna y Rolando
Eyzaguirre Maccan; así como su corrección contenida en la resolución
número dieciocho de fecha 08 de noviembre del 2016 y la resolución número
diecinueve del 23 de enero de 2017.

VI. DECISIÓN:

En mérito de lo expuesto, este Superior Colegiado, RESUELVE:

14
- DECLARAR FUNDADO el recurso de anulación de laudo arbitral.

- En consecuencia, INVÁLIDO el laudo arbitral de derecho contenido en


la resolución número dieciséis de fecha 20 de octubre del 2016, expedido
por el Tribunal Arbitral conformado por los señores árbitros Augusto
Millones Santa Gadea (Presidente), Juan Jashim Valdiviezo Cerna y
Rolando Eyzaguirre Maccan.

- INVALIDA la resolución número dieciocho de fecha 08 de noviembre del


2016 y la resolución número diecinueve del 23 de enero de 2017.

- Se ORDENA el reenvío a fin de que se emita nuevo pronunciamiento


subsanando la deficiencia que motiva la presente decisión.

En los seguidos por la PROCURADURÍA PÚBLICA DEL MINISTERIO DE


DESARROLLO E INCLUSIÓN SOCIAL – MIDIS contra CONSORCIO
CORPORACIÓN ZURECE sobre ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL.

ROSSELL MERCADO RIVERA GAMBOA

ESCUDERO LÓPEZ

15
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
PRIMERA SALA COMERCIAL PERMANENTE1
Expediente Nº : 00239-2016-0-1817-SP-CO-01
Demandante : Representaciones Química Europea SAC
Demandado : Centro de Diálisis Nefrovida SAC y otro
Materia : ANULACION DE LAUDO ARBITRAL
Vista de la Causa : 07.12.2017 (2)

AL RESOLVER EL RECURSO DE ANULACIÓN


PLANTEADO NO CORRESPONDE EMITIR
PRONUNCIAMIENTO SOBRE EL FONDO DE LA
CONTROVERSIA O CALIFICAR LOS CRITERIOS O
MOTIVACIONES O INTERPRETACIONES EXPUESTAS
POR EL TRIBUNAL ARBITRAL

RESOLUCIÓN NÚMERO VEINTE


Lima, cinco de marzo
del año dos mil dieciocho

I. VISTOS:

Habiéndose analizado y debatido la causa, conforme lo prescriben los


Artículos 131° y 133° de la Ley Orgánica del Poder Judicial, este
colegiado integrado por los señores Jueces Superiores: Echevarría
Gaviria, Díaz Vallejos y Vílchez Dávila, quien interviene como
ponente, emiten la siguiente decisión judicial:

II. RESULTA DE AUTOS:

Del recurso de anulación

2.1. De escrito de fojas 41 a 54, modificado a fojas 57, y subsanado a fojas 92


a 96, obra el Recurso de Anulación interpuesto por Representaciones
Química Europea SAC, contra el Laudo Arbitral de Derecho recaído en
la Resolución N° 16 de fecha 21 de marzo de 2017, expedido por el
Tribunal Arbitral constituido por los señores Lourdes Flores Nano,

1
Resolución Administrativa N° 001-2017-P-CSJL/PJ. Publicado en el Diario El Peruano el 03 de enero de 2017

1
Daniel Echaíz Moreno y Javier Pazos Hayashida, en el proceso arbitral
seguido por Erika Josemilca Queria de Peláez, Sucesión de Julio
Francisco Peláez Apaza y Centro de Diálisis Nefrovida SAC contra la
recurrente, invocando la causal contenida en el inciso b) del numeral 01
del artículo 63° del Decreto Legislativo Nº 1071.

2.2. La recurrente Representaciones Química Europea SAC, sustenta su


pretensión impugnatoria, básicamente, en el hecho que:

i) Los árbitros hicieron participar como si fueran “partes”


demandantes al Centro de Diálisis Nefrovida SAC y a la Sucesión
de Julio Francisco Peláez Apaza, quienes no habían ni escrito ni
firmado el convenio arbitral contenido en la Cláusula Décimo
Tercera del Contrato de Compraventa de Equipos Médicos de
fecha 8 de enero de 2013, que fuera suscrito únicamente con la
señora Erika Josemilca Quería de Peláez (Primer Contrato).

ii) El Laudo que infringe el deber de motivación toda vez que en el


mismo se utiliza argumentos referidos a la novación de los
contratos, que no fue pretensión de ninguna de las partes ni
tampoco fue punto controvertido, para considerar que el Contrato
de Compraventa de Equipos Médicos y Constitución de Garantía
Hipotecaria de fecha 28 de octubre de 2013, suscrito con el Centro
de Diálisis Nefrovida SAC, con la intervención de la señora Erika
Josemilca Quería de Peláez y la Sucesión de Julio Francisco Peláez
Apaza (Segundo Contrato), había sustituido al primer contrato, y,
sin embargo, se concluye en el fallo por la resolución del primer
contrato, que ya no existía más como efecto de la novación
operada, quebrando el principio de congruencia, dejando que el
segundo contrato subsista, pero ordenando increíblemente que se
restituya la cuota inicial de US$ 80,000.00 no a la persona de Erika
Josemilca Quería de Peláez, quien suscribió el primer contrato,
sino al Centro de Diálisis Nefrovida SAC, quien suscribió el
segundo contrato.

iii) Del mismo modo, el Laudo con respecto a la segunda pretensión


de la demanda arbitral referida a la ineficacia del segundo
contrato, se pronuncia sobre una nulidad no alegada y la declara
infundada, dejando a salvo la validez y ejecución del segundo
contrato, en el cual las partes pactaron que las maquinas no se
entregaban hasta que Centro de Diálisis Nefrocontinente garantice

2
su cumplimiento mediante una garantía hipotecaria que hasta hoy
no realiza; no entendiéndose la razón por la que decide se
restituya la mencionada cuota inicial, pues si el primer y segundo
contrato constituyen un solo contrato, por efecto de la novación, y
el segundo contrato sustituye al primero, subsisten las
prestaciones a cargo de ambos contratantes, pudiendo exigírselas
recíprocamente.

iv) La indemnización de daños y perjuicios establecida en el Laudo


carece de toda justificación, siendo que el Tribunal Arbitral no ha
motivado sobre los elementos del daño, ni tampoco se ha
motivado si los presuntos daños y perjuicios son como
consecuencia de una responsabilidad contractual o
extracontractual prestación

De la absolución del recurso de anulación

2.3. Los emplazados Erika Josemilca Quería de Peláez2 y el Centro de


Diálisis Nefrovida SAC3absuelven el traslado del recurso de anulación
señalando que el mismo resulta improcedente, pues se invoca una
causal por otra y no se ha realizado reclamo expreso ante el Tribunal
Arbitral, y lo que se pretende en realidad es que el órgano jurisdiccional
efectúe un pronunciamiento sobre el fondo.

III. ANALISIS DEL CASO:

Del recurso de anulación de laudo arbitral

3.1. Nuestro sistema jurídico ha dotado a los participantes del arbitraje de


un mecanismo de revisión estatal de la actuación de los árbitros. El
régimen de revisión judicial del arbitraje establece que quien pretenda
cuestionar la actuación o decisión arbitral, debe recurrir al Poder
Judicial, a través del recurso de anulación. El artículo 62° del Decreto
Legislativo N° 1071, establece que el recurso de anulación es el único
medio de impugnación de laudo arbitral, el cual tiene por objeto la
revisión de su validez por las causales taxativamente establecidas en
dicho decreto legislativo4. Estas causales que justificaría someter la

2
Folios 173 a 181
3 Folios 214 a 221
4 Decreto Legislativo N° 1071, Artículo 62°, inciso 1): “Contra el laudo solo podrá interponerse recurso de anulación.

Este recurso constituye la única vía de impugnación del laudo y tiene por objeto la revisión de su validez por las
causales taxativamente establecidas en el artículo 63°”

3
decisión de los árbitros a un juicio de validez por parte del órgano
jurisdiccional competente y, por consiguiente, permitirían la anulación
de la actuación arbitral, están referidas a la tutela del derecho al debido
proceso arbitral, a la tutela del orden público y a la reserva judicial de
los asuntos extraídos de la libre disposición de los particulares o no
pronunciamiento sobre materias no arbitrables.

3.2. Ahora bien, cabe indicar que el recurso de anulación, que constituye
una pretensión impugnativa que activa el sistema de revisión judicial
del arbitraje, establece los límites de la labor del órgano jurisdiccional
competente, el cual ve restringida su función a las causales
taxativamente contempladas en la norma e invocadas por la parte
recurrente, encontrándose impedido de someter a evaluación el criterio
adoptado por los árbitros al decidir el fondo de la controversia5; ello en
razón, a que si se permitiera que en sede judicial analizar el fondo de la
controversia, se contravendría la voluntad de las partes expresada en el
convenio arbitral, por el cual renunciaron a la jurisdicción estatal y se
sometieron a la competencia de los árbitros para la solución de sus
conflictos.6

3.3. En el presente caso, el recurrente alega que el Laudo Arbitral de


Derecho recaído en la Resolución N° 16 de fecha 21 de marzo de 2018,
contiene una motivación insuficiente y que constituye muestra clara de
la afectación al derecho de defensa y el debido proceso que se traduce
en la imposibilidad de hacer valer su derecho. En tal sentido
corresponde evaluar la existencia y suficiencia de motivación realizada
por el Tribunal Arbitral, lo que no entraña de forma alguna que éste
Superior Colegiado se pronuncie sobre el fondo de la controversia ni
evalúe hechos, ni emita opinión sobre el contenido de la decisión,
tampoco calificar criterios y/o valoraciones de pruebas o
interpretaciones de los Árbitros vertidas en el laudo por cuanto ningún
órgano judicial puede inmiscuirse en tales aspectos, toda vez que las

5
Decreto Legislativo N° 1071, Artículo 62°, inciso 2):” El recurso se resuelve declarando la validez o nulidad del
laudo. Está prohibido bajo responsabilidad, pronunciarse sobre el fondo de la controversia p calificar los criterios,
motivaciones o interpretaciones expuestas por el tribunal arbitral”
6 En el mismo sentido LEDESMA NARVAEZ afirma que: «El recurso de anulación tiene un contenido limitado y va

dirigido a velar por el cumplimiento de la pureza del procedimiento arbitral y su procedencia pero nunca a revisar
el fondo del asunto ni la decisión que sobre el mismo los árbitros hayan podido adoptar (…) No es posible discutir
los fundamentos del laudo ni el acierto de sus disposiciones, porque no se transfiere al tribunal revisor la facultad
de decidir, que es exclusiva de los árbitros, porque las partes han querido precisamente excluir a los tribunales de
intervención, que solo aparece justificada para garantizar el cumplimiento de unas garantías mínimas, que son
precisamente las que tratan de salvaguardar los motivos por los que pueden interponerse”. LEDESMA NARVAEZ,
MARIANELLA, Laudos Arbitrales y Medios Impugnatorios, en Cuadernos Jurisprudenciales, Gaceta Jurídica,
Lima, Noviembre 2005.

4
partes al momento de someterse a la jurisdicción arbitral, decidieron
renunciar implícitamente a la jurisdicción ordinaria para la resolución
de sus conflictos.

Del reclamo previo en sede arbitral

3.4. De conformidad con lo establecido en el numeral 2 del artículo 63° de la


Ley de Arbitraje, sólo serán procedentes las causales previstas en los
incisos a), b), c) y d) del numeral 01 del artículo en mención, si fueron
objeto de reclamo expreso en su momento ante el tribunal arbitral por la
parte afectada y fueran desestimados. Esto se explica porque la
anulación de laudo constituye un mecanismo de última ratio, y en
consonancia con el principio de autonomía del arbitraje, antes de acudir
a sede judicial se debe agotar, previamente, todo recurso o reclamo ante
el Tribunal Arbitral, al ser dicho órgano el escogido por las partes para
resolver sus controversias.7

3.5. Cabe indicar que un reclamo previo para ser considerado valido,
necesariamente deberá ostentar ciertas cualidades, tales como ser
oportuno, esto es, formulado ante el Tribunal Arbitral en la primera
oportunidad que el interesado tenga para hacerlo, caso contrario
importaría una suerte de convalidación del hecho cuestionando e
incluso la aplicación del artículo 11° del Decreto Legislativo N° 10718; y
expreso, esto es que en sede arbitral se haya reclamado expresamente el
mismo vicio que se denuncia vía recurso de anulación.

3.6. Al respecto, cabe indicar que este Colegiado considera que el recurso
de anulación sustentado en motivación deficiente en el Laudo Arbitral
no es improcedente por falta de reclamo previo, por cuanto ninguno de
los recursos taxativamente previstos en el artículo 58° del Decreto
Legislativo N° 1071, es idóneo para corregir los vicios de motivación
incurridos en un laudo, resultando por ende inconducente exigir
cualquier reclamo sobre el particular en sede arbitral; razones por las
cuales y teniendo en cuenta el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva

7
“Es decir se permite al Tribunal Arbitral, una vez firmadas las resoluciones y sin variar su contenido esencial,
aclarar algún concepto oscuro, rectificar cualquier error material que adolezca, así como subsanar y/o complementar
resoluciones defectuosas” GARBIERI LLOBREGAT J. “COMENTARIOS A LA LEY 60/2003 DE 23 DE DICIEMBRE, DE
ARBITRAJE” Tomo II Página 926 Edición BOSH- Barcelona – España.
8 Decreto Legislativo N° 1071, Artículo 11°, Renuncia a objetar: “Si una parte conociendo, o debiendo conocer, que

no se ha observado o se ha infringido una norma de éste Decreto Legislativo de la que las partes puedan apartarse,
o un acuerdo de las partes, o una disposición del reglamento arbitral aplicable, prosigue con el arbitraje y no objeta
su incumplimiento tan pronto como le sea posible, se considerara que renuncia a objetar el laudo por dichas
circunstancias”.

5
consagrada en la Constitución, el recurso de anulación interpuesto por
el recurrente resulta procedente.

De la debida motivación del laudo arbitral

3.7. De conformidad con lo establecido en el inciso 5) del artículo 139° de la


Constitución Política del Estado, es un principio y derecho de la función
jurisdiccional la motivación escrita de las resoluciones judiciales en
todas las instancias, excepto los decretos de mero trámite, con mención
expresa de la ley aplicable y los fundamentos de hecho que la sustentan.
Está garantía de la función jurisdiccional también se encuentra regulada
en el inciso 3) del artículo 122° del Código Procesal Civil, que exige que
las resoluciones judiciales contengan la mención sucesiva de los puntos
sobre los que versa, con las consideraciones, en orden numérico
correlativo, de los fundamentos de hecho que sustentan la decisión y los
de derecho con la cita de la norma aplicable a cada punto, según el
mérito de lo actuado; y el artículo 12° de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, que establece la obligación de motivar todas las resoluciones
judiciales, con exclusión de las de mero trámite, bajo responsabilidad.
Esta exigencia de motivación también se extiende a las actuaciones o
decisiones en sede arbitral, conforme lo prevé el inciso 1) del artículo
56° del Decreto Legislativo N° 1071, salvo que las partes hayan
convenido lo contrario o hayan arribado a una transacción9.

3.8. La Corte Suprema de Justicia de la República ha establecido que una


“motivación comporta la justificación lógica, razonada y conforme a las normas
constitucionales y legales señaladas, así como con arreglo a los hechos y
petitorios formulados por las partes; por consiguiente, una motivación
adecuada y suficiente comprende tanto la motivación de hecho o in factum, en
la que se establecen los hechos probados y no probados mediante la valoración
conjunta y razonada de las pruebas incorporadas al proceso, sea a petición de
parte como de oficio, subsumiéndolos en los supuestos fácticos de la norma,
como la motivación de derecho o in jure, en la que se selecciona la norma
jurídica pertinente y se efectúa una adecuada interpretación de la misma. Por
otro lado, dicha motivación debe ser ordenada, fluida, lógica; es decir, debe
observar los principios de la lógica y evitar los errores in cogitando, esto es la

9 . En cuanto a la motivación del laudo, éste Superior Colegiado tiene en cuenta que, según lo informa la doctrina,
ésta es necesaria a fin que “el contenido del Laudo sea producto de una exégesis racional, y no el fruto de la arbitrariedad; se
entiende que la motivación es un deber consistente en la expresión de los motivos o razones que explican la decisión y los
argumentos en que se ha basado el Tribunal, constituyendo así una garantía procesal de las partes que les permite conocer las
razones por las que sus pretensiones fueron estimadas o desestimadas”. SILVIA BARONA VILAR Y OTROS,
Comentarios a la Ley de Arbitraje. Ley 60/2003, de 23 de diciembre, CIVITAS Ediciones, 1era Edición, Madrid, 2004.

6
contradicción o falta de logicidad entre los considerandos de la resolución y
entre los considerandos y el fallo”10.

3.9. El Tribunal Constitucional en la sentencia recaída en el Expediente N°


1291-2000-AA/TC de fecha seis de diciembre de dos mil uno, ha
establecido que: “el derecho al debido proceso incluye dentro de su contenido
el derecho de obtener de los órganos judiciales una respuesta razonada,
motivada y congruente con las pretensiones oportunamente deducidas por las
partes, en cualquier clase de procesos. La exigencia de que las decisiones
judiciales sean motivadas en los términos del inciso 5) del artículo 139° de la
Carta Fundamental garantiza que los jueces, cualquiera que sea la instancia a
la que pertenezcan, deban de expresar el proceso mental que los ha llevado a
decidir una controversia, asegurando que el ejercicio de la potestad de
administrar justicia se haga con sujeción a la Constitución y a la ley; pero
también con la finalidad de facilitar un adecuado ejercicio del derecho de
defensa de los justiciables. La Constitución no garantiza una determinada
extensión de la motivación, por lo que su contenido esencial se respeta siempre
que exista fundamentación jurídica, congruencia entre lo pedido y lo resuelto, y
que por sí misma, exprese suficiente justificación de la decisión adoptada, aun
si está es breve o concisa o se presenta el supuesto de motivación por remisión”.
Así también, en esa misma línea, en la sentencia recaída en el
Expediente N° 4348-2005-PA/TC de fecha veintiuno de julio de dos mil
cinco, ha expresado que: “el derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales implica la exigencia de que el órgano jurisdiccional sustente de
manera lógica y adecuada los fallos que emita en el marco de un proceso. Ello
no supone en absoluto una determinada extensión de la motivación, sino
fundamentalmente que exista: a) fundamentación jurídica, lo que conlleva a
que se exprese no sólo la norma aplicable al caso en concreto, sino también la
explicación y justificación de por qué el hecho investigado se encuentra
enmarcado dentro de los supuestos que la norma prevé; b) congruencia entre lo
pedido y lo resuelto, que implica la manifestación de los argumentos que
expresan la conformidad entre los pronunciamientos del fallo y lo pretendido
por las partes; y, c) que por sí misma exprese una suficiente justificación de la
decisión adoptada, aun cuando esta sea sucinta, o se establezca el supuesto de
motivación por remisión” (el subrayado es nuestro).

3.10. Es oportuno también traer a colación lo sostenido por la doctrina en el


sentido que con la anulación de laudo “(…) lo que se procura es invalidar
el pronunciamiento arbitral por carecer de los requisitos que la legislación

Ese ha sido el criterio establecido por la Corte Suprema de Justicia de la República en la Casación 858-2012
10

Cajamarrca.

7
impone (…) se controla el cumplimiento de los recaudos legales, sin entrar a
valorar el acierto o desacierto de la decisión”11 es decir “(…) las
determinaciones del árbitro tanto en cuanto a los hechos materia de la
controversia como a la interpretación que haga de los hechos, derecho aplicable
y las conclusiones jurídicas a las que llegue, por mas erradas que éstas
pudieran están, son inamovibles. La tarea de la Corte se limita, pues a revisar
la forma más no el fondo del asunto”12. En suma, cabe indicar que si bien
nos encontramos habilitados para examinar la motivación, también lo
es que éste acto de verificación encuentra limites en lo establecido en la
propia Ley de Arbitraje en el articulo 62° numeral 0213 de manera tal
que se prohíbe al órgano jurisdiccional analizar, no solo el fondo de la
controversia o contenido de la decisión (como lo bien lo estableció la
doctrina antes citada) sino también calificar los criterios, ó
interpretaciones expuestas en éste caso puntual por el Tribunal Arbitral.

De las actuaciones realizadas en el proceso arbitral sub materia

3.7. A fin de poder resolver el recurso de anulación planteado referido a la


falta de motivación y/o motivación insuficiente, es necesario analizar las
actuaciones realizadas en el proceso arbitral sub materia, sin que ello
importe, de manera alguna, un pronunciamiento de fondo, dado que
esta actividad revisora solo se circunscribirá al ámbito formal sobre el
extremo materia de cuestionamiento.

I) Demanda Arbitral: Fluye de los actuados que la demanda arbitral


presentada por Ericka Josemilca Quería de Peláez, Julio Giovanni
Peláez Quería, Miguel Ángel Peláez Quería y Centro de Diálisis
Nefrovida SAC, planteaba las siguientes pretensiones:

a. Que se declares la resolución de la minuta denominada CONTRATO


N° 013-001-TORAY, de fecha 08.01.13, referida a la compraventa de
19 máquinas de hemodiálisis, modelo TR-800, por el precio pactado
de US$ 370,500.00 (TRESCIENTOS SETENTA MIL
QUINIENTAS Y 00/100 DOLARES AMERICANOS). Invocan que
han pasado más de 14 meses desde la firma del contrato y a la fecha

11 CAIVANO ROQUE J. “Los laudo Arbitrales y su impugnación por Nulidad” En Jurisprudencia Argentina N°
5869, 23 de Febrero de 1994. Página 10
12 BOZA DIBOS Beatriz “Reconocimiento y ejecución en el Perú de Laudos Arbitrales Extranjeros” En Revista

THEMIS de Derecho PUCP N° 16. 1990 Página 63.


13 Articulo 62.2° del Decreto Legislativo N° 1071.

El recurso se resuelve declarando la validez o la nulidad del laudo. Está prohibido bajo responsabilidad
pronunciarse sobre el fondo de la controversia o sobre el contenido de la decisión a calificar los criterios,
motivaciones o interpretaciones expuestas por el Tribunal Arbitral” (Énfasis y subrayado nuestro)

8
no se ha cumplido con entregar las máquinas, pese a que la SRA.
QUERIA ha cumplido con todo lo pactado en dicho contrato, entre
ellos el pago de la cuota inicial de US$ 80,000.00
b. Que se declare la nulidad de la minuta de contrato de compraventa de
equipos médicos y constitución de garantía hipotecaría de fecha
8.10.13, por simulación.
c. Que se ordene la devolución de la suma de US$ 80,000.00 (Ochenta
mil y 00/100 Dólares Americanos), entregada como cuota inicial y
depositada en la cuenta de QUIMICA EUROPEA con fecha
09.01.2013, del Banco Interbank, cuenta N° 041-300083131-9.
d. Que se ordene el pago de una indemnización por daños y perjuicios,
lucro cesante y daño emergente por la suma de S/. 100,000.00.
e. Que se ordene el pago de los intereses legales, costos y costas del
presentes proceso que se liquidaran una vez que se expida el laudo
arbitral”.

II) Puntos controvertidos: En relación a las pretensiones de la parte


demandante en el proceso arbitral, los puntos controvertido se
fijaron de la siguiente manera:

”Determinar si corresponde o no declarar la resolución de la minuta del


contrato N° 013-001-Toray suscrita el 8 de enero de 2013, por la compra
venta de 19 maquinarias de hemodiálisis, modelo Tr-8000, siendo el precio
pactado US$ 370,500.00”

“Determinar si corresponde o no ordenar a Representaciones Química


devolver el importe de US$ 80,000.00 entregado como cuota inicial y
depositada en su cuenta el 9 de enero de 2013”.

“Determinar si corresponde o no ordenar a Representaciones Química


pagar la suma de S/. 106,435.00 por concepto de indemnización por daños
y perjuicios, por lucro cesante y daño emergente”.

“Determinar si corresponde o no ordenar a Representaciones Química


pagar los intereses legales, costas y gastos del proceso arbitral”.

Del análisis del laudo arbitral cuestionado

3.11. En cuanto al extremo del recurso de anulación en el que se denuncia que


se habría permitido la intervención de terceros no suscribientes del
compromiso o convenio arbitral, se debe indicar que ello no se enmarca

9
dentro de los supuestos previstos como causales de anulación en el
literal b) del numeral 1 del artículo 63° de la Ley de Arbitraje, y tampoco,
se advierte que el recurrente haya cuestionado en sede arbitral la validez
o la aplicación del convenio arbitral; razones por las cuales este
argumento debe ser desestimado.

3.12. En cuanto a los otros extremos del recurso de anulación, se debe indicar
que del análisis de los argumentos expuestos en el laudo cuestionado14,
no se evidencia una deficiencia en la motivación externa y/o una
motivación defectuosa como alega el recurrente; sino más bien se
advierte que el Tribunal Arbitral realiza un análisis de las posiciones de
las partes con los medios probatorios aportados al proceso, y sobre esa
base, concluye que lo que ha existido entre las partes es una sola relación
contractual materializada o contenida en dos documentos. En efecto,
conforme se señala expresamente en el texto del Laudo Arbitral el
Tribunal Arbitral ha considerado:

“[…]
43. Vale la pena destacar que el TRIBUNAL ha cuidado de no denominar
a los documentos bajo análisis como primer y segundo contrato, sino como
PRIMER DOCUMENTO Y SEGUNDO DOCUMENTO, porque
considera que lo primero que corresponde analizar es si se trata de dos
contratos distintos o de dos documentos diferentes relacionados entre sí y
que forman parta de un único contrato.
[…]
47. El Tribunal aprecia que lo que ha ocurrido en la realidad es que el
SEGUNDO DOCUMENTO ha sustituido al PRIMER DOCUMENTO
en algunas de sus prestaciones y de las personas intervinientes.
Jurídicamente, el Tribunal considera que ha operado una novación
subjetiva y objetiva.
48. Ha existido novación subjetiva, por la incorporación a la relación
contractual de NEFROVIDA; y, novación objetiva por la variación del
número de máquinas objeto del contrato (de 19 unidades en el PRIMER
DOCUMENTO a 18 unidades EN EL SEGUNDO DOCUMENTO) y
por la incorporación de una garantía hipotecaria no pactada originalmente
en el primer documento.
[…]
el Tribunal estima que la relación contractual entre los Demandantes y
Demandada es sólo una; es decir, se trata de un solo contrato contenido en
dos documentos
14
Folios 42 a 48, 43, 27, 29, 31, y 33

10
[…]”

3.13. Asimismo, se advierte que el Tribunal Arbitral desestimo la pretensión


de nulidad planteada en el proceso arbitral al considerar que no se había
precisado que tipo de simulación se denunciaba y por cuanto advertía
que se había demostrado que las partes si manifestaron su voluntad para
celebrar un contrato. Sobre el particular, en el Laudo Arbitral
cuestionado se señala que:

“ […]
el Tribunal considera que le corresponde revisar la pretensión de nulidad
respecto del SEGUNDO DOCUMENTO y luego la de resolución
contractual presentada respecto del PRIMER DOCUMENTO,
entendiéndose respecto de todas las pretensiones contenidas en ambos
documentos, pues como se ha señalado, el Tribunal considera que no han
existido dos contratos sino uno solo
[…]
La demanda ha invocado como causal de nulidad una simulación, sin
precisar si ésta es relativa o absoluta. La realidad sin embargo es que, en
autos se ha demostrado que se celebró un contrato; que las partes
manifestaron efectivamente su voluntad y por ello, no puede, en ningún
caso, hablarse de nulidad
[…]”

3.14. Del mismo modo, se advierte que el Tribunal Arbitral amparo la


pretensión de resolución del contrato y la devolución de la cuota inicial,
partiendo de la premisa que no han existido dos contratos sino uno solo,
en el que las partes convinieron en la compraventa de dieciocho (18)
máquinas de hemodiálisis, por el precio de US$ 342,000.00, habiéndose
efectuado el pago de una cuota inicial de US$ 80,000.00 y pactando que
el saldo de precio debía concretarse con la entrega de las máquinas de
hemodiálisis, a través de unas letras de cambio; y, sobre la base, de
considerar que siendo que a pesar que NEFROVIDA cumplió con
cancelar la cuota inicial, QUIMICA EUROPEA no cumplió con la entrega
de las máquinas, lo cual no estaba condicionado al otorgamiento de
garantías que resultaba siendo una obligación accesoria. En ese sentido,
en el texto del Laudo Arbitral cuestionado, el Tribunal Arbitral expresa
como fundamentos para tomar dicha decisión, los argumentos que a
continuación se indican:

11
“[…]
El SEGUNDO DOCUMENTO disminuyó el número de equipos objeto
de compra venta a 18 máquinas de diálisis (originalmente se compraron
19); se ajustó el precio a US$ 342,000.00 y se establecieron plazos
diferentes para la entrega de las máquinas.
Pero simultáneamente, se mantuvieron los mismos bienes, el mismo pago
inicial y las mismas letras por el saldo del precio (…) se considero como
pagada la cuota inicial de US$ 80,000.00 con el voucher que en su
momento canceló la SRA. QUERIA, y se mantuvieron las 36 letras
convenidas en el PRIMER DOCUMENTO (…) en el SEGUNDO
DOCUMENTO, el SR. PELAEZ y la SRA. QUERIA se integraron a la
relación contractual como fiadores solidarios y se comprometieron a
otorgar una garantía hipotecaría, gravando el inmueble de su propiedad
ubicado en el Lote No. 07 Manzana A de la Urbanización Santa Isolina III
etapa – distrito de la Molina – Lima”
[…]
a fin de determinar si corresponde o no amparar la pretensión de
resolución del CONTRATO DE COMPRAVENTA DE 18 MAQUINAS
DE HEMODIALISIS, MODELO TR-8000 (en los términos finalmente
pactados luego de la novación del 28.10.13 que modificó lo pactado el
08.01.13), no existe discrepancia entre las partes sobre lo siguiente:
a. QUIMICA EUROPEA vendió a NEFROVIDA 18 máquinas de
hemodiálisis.
b. Se pacto un precio definitivo de US$ 342,000
c. Se pago un precio inicial de US$ 80,000 que QUIMICA
EUROPEA recibió,
[…]
Analizada la ejecución del contrato, EL TRIBUNAL concluye:
a. Que ha quedado demostrado en autos el incumplimiento en la
entrega de las 18 máquinas que fueron objeto de compra venta, pese
a que NEFROVIDA cumplió con cancelar la cuota inicial, en los
términos precisos que se convino en la cláusula quinta literal “A”
del tantas veces citado PRIMER DOCUMENTO, ratificado por la
cláusula quinta del SEGUNDO DOCUMENTO.
b. Que, el pago del saldo de precio debía concretarse con la entrega de
las máquinas de hemodiálisis, a través de unas letras de cambio,
prestación que tampoco resulta exigible por el incumplimiento en la
entrega de los equipos”
[…]

12
El incumplimiento de una prestación esencial en el contrato, como es la
entrega del bien objeto del contrato, constituye causal de resolución de
contrato
[…]
El Tribunal considera que el incumplimiento en la constitución de la
garantía hipotecaria no exime el incumplimiento de la prestación
principal, puesto que se trata de una garantía, es decir, de una prestación
accesoria
[…]
mientras que la compradora SI CUMPLIO CON LA PRESTACIÓN
QUE LE CORRESPONDÍA, la vendedora NO CUMPLIO CON LA
PRESTACIÓN QUE LE ERA PROPIA
[…]
por los hechos expuestos en los fundamentos que anteceden, EL
TRIBUNAL estima que debe ser amparada la devolución del precio inicial
pagado y, en consecuencia, ordenar a QUIMICA EUROPEA devolver a
NEFROVIDA los US$ 80,000.00
[…]”

3.15. Así también, se advierte que el Tribunal Arbitral amparo la pretensión


indemnizatoria, al considerar acreditado el daño emergente el cual se
cálculo sobre la base del exceso que tuvo que pagar NEFROVIDA por la
adquisición de otras máquinas de hemodiálisis; y al considerar que el
lucro cesante estaba vinculado a los ingresos dejados de percibir entre la
fecha de celebración del contrato y el funcionamiento de las máquinas
que tuvo que comprar, y fueron fijados por el Tribunal Arbitral
aplicando la valorización equitativa prevista en el artículo 1332° del
Código Civil. En efecto, se advierte del texto del Laudo Arbitral
cuestionado, los argumentos que a continuación se indican:

“[…]
65. En cuanto al daño emergente que se demanda, NEFROVIDA ha
acreditado en autos que como consecuencia del incumplimiento en la
entrega de las máquinas de hemodiálisis se vio obligada a adquirir otras
máquinas, que por ellas pagó en exceso la suma de S/. 66,155.00 (Sesenta
y seis mil ciento cincuenta con 00/100 Nuevos Soles) que constituye el
daño emergente que válidamente reclama.
66. En cuanto a la pretensión de lucro cesante, ésta se sustenta en el hecho
que con las máquinas que adquirió, pretendía realizar una actividad
lucrativa que debía generarle un ingreso.

13
67. Para acreditar ese extremo, realiza una proyección tomando en
consideración los ingresos que tuvo NEFROVIDA con las nuevas
máquinas que compró. Sobre la base de S/5000 por ingresos diarios y
considerando una actividad por 24 días mensuales y 19 meses entre la
fecha de celebración del contrato (enero 2013) y la fecha en que inició
labores con las nuevas máquinas (agosto 2014), se calcula un lucro
cesante de S/. 228,000”
[…]
El Tribunal considera que no hay prueba fehaciente para demostrar el
perjuicio sufrido. Sin embargo, si se ha acreditado la posibilidad que las
máquinas pudieran generar ingresos para el adquiriente y por ende, es
posible presumir que al no haber contado con las máquinas en su
oportunidad dejó de percibir unos ingresos que les correspondía.
[…]
El Tribunal invoca el artículo 1332 del Código Civil y en uso de su
atribución discrecional establece como monto del perjuicio a resarcir, una
suma equivalente al 50% de la suma reclamada, es decir, el monto e S/.
114,000”
[…]”

3.16. En suma, conforme a lo expuesto precedentemente, en cuanto a los


argumentos del recurso de anulación referido a los defectos de
motivación, se debe indicar que de la lectura del Laudo no se advierte un
déficit de motivación, pues al margen de las apreciaciones o
conclusiones sobre la controversia, se evidencia un razonamiento lógico
jurídico sobre lo resuelto, configurándose una debida motivación
respecto a la posición de las partes, debiendo señalarse prima facie que,
según lo dispuesto por el Tribunal Constitucional15 respecto al principio
de motivación, este: “(…) no garantiza una determinada extensión (…),
por lo que su contenido se respeta siempre que exista una
fundamentación jurídica, congruencia entre lo pedido y lo resuelto y,
por sí misma, exprese una suficiente justificación de la decisión
adoptada, aún si ésta es breve o concisa, o se presenta el supuesto de
motivación por remisión. Tampoco garantiza que, de manera
pormenorizada, todas las alegaciones que las partes puedan formular
dentro del proceso sean objeto de pronunciamiento expreso y
detallado. (...) En suma, garantiza que el razonamiento guarde relación y
sea proporcionado con el problema que al juez (...) corresponde
resolver". (Énfasis y subrayado nuestro).

15 http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2008/00966-2007-AA%20Resolucion.html

14
3.17. En consecuencia, estando a que el Tribunal Arbitral si cumplió con
exponer las razones y fundamentos que sustentaron su decisión,
conforme a lo establecido en el inciso 5) del artículo 139° de la
Constitución Política del Perú; por lo que el hecho que este sea contrario
a los intereses de la recurrente, no importa en puridad un
quebrantamiento al derecho de motivación, cumpliendo dicho deber
exigido. Teniendo en cuenta que no corresponde emitir
pronunciamiento sobre el fondo de la controversia o calificar los criterios
o motivaciones o interpretaciones expuestas por el Tribunal Arbitral y,
no habiéndose acreditado el supuesto incumplimiento del deber de
motivación del laudo, invocado como causal prevista en el literal b) del
numeral 1 del artículo 63° de la Ley de arbitraje, debe desestimarse el
recurso de anulación interpuesto contra el laudo arbitral.

IV. DECISIÓN:

Por los fundamentos expuestos, éste Colegiado, con la autoridad que le


confiere el artículo 138º de la Constitución Política del Perú y la Ley,
impartiendo justicia en nombre de la Nación, se resuelve:

Declarar INFUNDADO el recurso de Anulación de Laudo Arbitral


interpuesto por Representaciones Química Europea SAC contra el
Laudo Arbitral de Derecho recaído en la Resolución N° 16 de fecha 21
de marzo de 2017, basado en la causal b) del numeral 01 del Artículo
63° del Decreto Legislativo N° 1071. En consecuencia VALIDO el
Laudo Arbitral de fecha 21 de marzo del 2017.

En los seguidos por REPRESENTACIONES QUÍMICA EUROPEA SAC


contra CENTRO DE DIÁLISIS NEFROVIDA SAC, sobre ANULACION
LAUDO ARBITRAL.
RVD/

ECHEVARRÍA GAVIRIA DIAZ VALLEJOS

VILCHEZ DÁVILA

15
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
PRIMERA SALA COMERCIAL PERMANENTE1

Sumilla: Duodécima disposición complementaria


del Decreto Legislativo 1071: “Para los efectos de
lo dispuesto en el inciso 2) del artículo 5° del Código
Procesal Constitucional, se entiende que el recurso de
anulación del laudo es una vía específica e idónea para
proteger cualquier derecho constitucional amenazado o
vulnerado en el curso del arbitraje o en el laudo.”.

EXPEDIENTE N° : 138-2018
IMPUGNANTE : MINISTERIO DE VIVIENDA, CONSTRUCCIÓN Y
SANEAMIENTO
IMPUGNADO : CONSTRUCCIONES E INVERSIONES JESUS DE NAZARETH
SRL
MATERIA : ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL

RESOLUCIÓN NÚMERO: 07
Lima, 04 de setiembre de 2018.-

VISTOS:

Interviniendo como Juez Superior Ponente la señora Echevarría Gaviria.

RESULTA DE AUTOS que: EL MINISTERIO DE VIVIENDA, CONSTRUCCIÓN Y


SANEAMIENTO, por escrito visualizado en el Sistema de Expediente Judicial
Electrónico (En adelante el demandante o nulidiscente) interpone recurso
de anulación a fin de que se declare la nulidad del Laudo Arbitral de
derecho, contenido en la resolución N° 18 de fecha 04 de setiembre de

1 Resolución Administrativa número 001-2018-P-CSJLI/PJ, publicada en el diario oficial “El Peruano” el día

03 de enero de 2018.

1
2017, emitido por el Tribunal Arbitral, el mismo que se encuentra
conformado por Hugo Sologuren Calmet, Dennis Italo Roldán Rodríguez y
Julio Carlos Lozano Hernández, en el proceso arbitral promovido por
Construcciones e Inversiones Jesús de Nazareth SRL contra el Programa
Nacional de Agua y Saneamiento Rural del Ministerio de Vivienda,
Construcción y Saneamiento.

Causal de anulación de laudo arbitral. Manifiesta la parte nulidiscente que


el mencionado laudo arbitral incurre en la causal de anulación
sancionada en la Duodécima Disposición Complementaria y en la causal
c) regulada en el inciso 63.1 del artículo 63 de la Ley General de Arbitraje
aprobada por Decreto Legislativo N° 1071.

Respecto a la causal Décimo Segunda Disposición Complementaria y la


causal c) contenida en el artículo 63° inciso 63.1 del D.L N° 1071.- Sostiene
el recurrente que ambas causales se encuentran subsumidas en la
afectación a su debido proceso, tutela jurisdiccional efectiva y a la
motivación de las resoluciones judiciales, por lo cual alega básicamente los
siguientes argumentos:

Que en los fundamentos 62 y 65 del laudo arbitral se advierte la


afectación al debido proceso y la incongruencia del laudo respecto al
extremo de la penalidad aplicada, toda vez que el Tribunal ha
señalado que existió un atraso en las obras; y en un exceso de sus
atribuciones, ha invalidado la aplicación de las penalidades al
contratista, pese a que reconoce que el contratista terminó los trabajos
contratados recién el 19 de marzo de 2014, determinándose 383 días
de atraso respecto al término contractual del 01 de marzo de 2013;
afectando con ello el derecho al debido proceso y a la motivación de
las resoluciones judiciales.

2
Asimismo señala que existe una omisión injustificada de la valoración
de la prueba aportada por las partes, pues el Tribunal debió someter a
su valoración todas las pruebas legalmente incorporadas en el
proceso arbitral y motivar la valoración que le otorga a cada una de
dichas pruebas, además, en el presente caso el recurrente ratifica la
validez de la Carta N° 841-2015/VIVIENDA/VMCS/PNSR/UDI de fecha 12
de junio de 2014, a través del cual se notificó al contratista la
liquidación del contrato elaborado por el Programa, el cual figura un
saldo a favor del Contratista de S/ 215, 874.77, sin embargo, de forma
preliminar se rechaza el punto tercero del resolutivo, el mismo que
consideran que no evidencia un adecuado análisis de los medios
probatorios admitidos.

Con relación a la invalidez de la liquidación elaborada por el


Programa, no se advierte un análisis ni motivación suficiente que
acredite la observancia de los lineamientos contractuales por parte del
contratista al plantear su pretensión, ni se ha motivado por qué
corresponde la misma, máxime si el contratista no cumplió con
entregar la obra conforme a los términos y plazos del contrato.

Admisión y traslado de la anulación de laudo arbitral. Por resolución


número 02, su fecha 24 de mayo de 2018, se admitió a trámite el recurso
de anulación de laudo arbitral interpuesto por el Ministerio de Vivienda,
Construcción y Saneamiento, disponiéndose el traslado por el plazo de 20
días a Construcciones e Inversiones Jesús de Nazareth SRL, para que lo
absuelva; habiendo presentado para ello su escrito con fecha 02 de julio
de 2018.

Y; CONSIDERANDO que:

PRIMERO: La segunda parte del inciso 2) del artículo 62° del Decreto
Legislativo número 1071 (Decreto Legislativo que Regula el Arbitraje), en
torno al control judicial de los laudos arbitrales, prevé: “Está prohibido bajo
responsabilidad, pronunciarse sobre el fondo de la controversia o sobre el contenido de la

3
decisión o calificar los criterios, motivaciones o interpretaciones expuestas por el tribunal
arbitral.”. El Precitado dispositivo legal plasma el principio arbitral

denominado de “Irrevisabilidad del Criterio Arbitral” por parte de la


jurisdicción judicial-ordinaria y que según la doctrina: “Actualmente, existe
unanimidad casi absoluta entre quienes han estudiado el recurso de anulación de laudo
arbitral en afirmar que la regla más importante que rige -o por lo menos debe regir- este
medio de impugnación del arbitraje es, sin duda, aquella que prohíbe al juzgador
pronunciarse sobre el fondo de la controversia que fue resuelta en el arbitraje.”2. Ello

debido a que, el arbitraje -incluyendo a la anulación del laudo arbitral- se


sustenta en el principio de mínima intervención judicial recogido en el
artículo 3° del prenotado Decreto Legislativo en el sentido que: “En los
asuntos que se rijan por este Decreto Legislativo no intervendrá la autoridad judicial,
salvo en los casos en que esta norma así lo disponga.”3. Según Fernando Cantuarias
Salaverry4: “Con todo, resulta desde ya conveniente subrayar que la Ley Peruana de
Arbitraje, de 2008, se ubica en la más moderna tendencia a reducir aún más, la
injerencia judicial en casos sometidos a arbitraje, restringiendo severamente los supuestos
que autorizan la intervención del Poder Judicial.”. Siendo que, en el caso de la

anulación de laudo arbitral el control judicial está restringido a emitir


pronunciamiento sobre su validez por causales específicas, tal como lo
preceptúan los artículos 62 (inciso 1)5 y 636 del citado Decreto Legislativo.

2 Alva Navarro, Esteban. “Arbitraje. Anulación del Laudo”. Palestra Editores y Mario Castillo Freyre Editor.

Lima; agosto 2011. Pág. 67.

3 Dispositivo legal que fue plasmado en similares términos en el artículo 5° de la Ley Modelo de la

CNUDMI sobre Arbitraje Comercial Internacional: “En los asuntos que se rijan por la presente Ley, no
intervendrá ningún tribunal salvo en los casos en que esta Ley así lo disponga.”

4 Citado por Juan Eduardo Figueroa Valdés. “La Autonomía de los Árbitros y la Intervención Judicial.”.

Revista de Arbitraje PUCP. Número 04 (2014). Pág. 71-81.

5Artículo 62 (inciso 1): “Contra el laudo sólo podrá interponerse recurso de anulación. Este recurso
constituye la única vía de impugnación del laudo y tiene por objeto la revisión de su validez por las
causales taxativamente establecidas en el artículo 63,”

6 Artículo 63.- Causales de anulación.

1. El laudo sólo podrá ser anulado cuando la parte que solicita la anulación alegue y pruebe:
a. Que el convenio arbitral es inexistente, nulo, anulable, inválido o ineficaz.
b. Que una de las partes no ha sido debidamente notificada del nombramiento de un árbitro o de las
actuaciones arbitrales, o no ha podido por cualquier otra razón, hacer valer sus derechos.

4
SEGUNDO: Esta figura constituye un recurso extraordinario que se interpone
ante el órgano jurisdiccional, cuyo objeto no es el de revisar el contenido
del laudo, en cuanto al fondo del asunto materia de controversia,
expedido por los árbitros, sino controlar que éstos hayan dado
cumplimiento a determinadas exigencias que la ley ha considerado
indispensables para el buen funcionamiento del arbitraje. De este modo, el
recurso de anulación “no es una instancia más en la que se haya de
examinar el fondo del asunto, sino una vía para comprobar que el laudo
no va contra el orden público y se ajusta a los puntos sometidos a decisión
arbitral y a las normas básicas por las que se rige la institución.”7 Ello debido

c. Que la composición del tribunal arbitral o las actuaciones arbitrales no se han ajustado al acuerdo
entre las partes o al reglamento arbitral aplicable, salvo que dicho acuerdo o disposición estuvieran en
conflicto con una disposición de este Decreto Legislativo de la que las partes no pudieran apartarse, o
en defecto de dicho acuerdo o reglamento, que no se han ajustado a lo establecido en este Decreto
Legislativo.
d. Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias no sometidas a su decisión.
e. Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias que, de acuerdo a ley, son manifiestamente no
susceptibles de arbitraje, tratándose de un arbitraje nacional.
f. Que según las leyes de la República, el objeto de la controversia no es susceptible de arbitraje o el
laudo es contrario al orden público internacional, tratándose de un arbitraje internacional.
g. Que la controversia ha sido decidida fuera del plazo pactado por las partes, previsto en el
reglamento arbitral aplicable o establecido por el tribunal arbitral.
2. Las causales previstas en los incisos a, b, c y d del numeral 1 de este artículo sólo serán procedentes si
fueron objeto de reclamo expreso en su momento ante el tribunal arbitral por la parte afectada y
fueron desestimadas.
3. Tratándose de las causales previstas en los incisos d. y e. del numeral 1 de este artículo, la anulación
afectará solamente a las materias no sometidas a arbitraje o no susceptibles de arbitraje, siempre que
puedan separarse de las demás; en caso contrario, la anulación será total. Asimismo, la causal prevista
en el inciso e podrá ser apreciada de oficio por la Corte Superior que conoce del recurso de anulación.
4. La causal prevista en el inciso g. del numeral 1 de este artículo sólo será procedente si la parte
afectada lo hubiera manifestado por escrito de manera inequívoca al tribunal arbitral y su
comportamiento en las actuaciones arbitrales posteriores no sea incompatible con este reclamo.
5. En el arbitraje internacional, la causal prevista en el inciso a. del numeral 1 de este artículo se
apreciará de acuerdo con las normas jurídicas elegidas por las partes para regir el convenio arbitral,
por las normas jurídicas aplicables al fondo de la controversia, o por el derecho peruano, lo que resulte
más favorable a la validez y eficacia del convenio arbitral.
6. En el arbitraje internacional, la causal prevista en el inciso f. podrá ser apreciada de oficio por la
Corte Superior que conoce del recurso de anulación.
7. No procede la anulación del laudo si la causal que se invoca ha podido ser subsanada mediante
rectificación, interpretación, integración o exclusión del laudo y la parte interesada no cumplió con
solicitarlos.
8. Cuando ninguna de las partes en el arbitraje sea de nacionalidad peruana o tenga su domicilio,
residencia habitual o lugar de actividades principales en territorio peruano, se podrá acordar
expresamente la renuncia al recurso de anulación o la limitación de dicho recurso a una o más
causales establecidas en este artículo. Si las partes han hecho renuncia al recurso de anulación y el
laudo se pretende ejecutar en territorio peruano, será de aplicación lo previsto en el título VIII.

7 CHOCRÓN GIRÁLDEZ, Ana María. Los principios procesales en el arbitraje. Barcelona: José María Bosch

Editor. 2000, p. 211.

5
a que, el arbitraje -incluyendo a la anulación del laudo arbitral- se sustenta
en el principio de mínima intervención judicial recogido en el artículo 3°
del prenotado Decreto Legislativo en el sentido que: “En los asuntos que se
rijan por este Decreto Legislativo no intervendrá la autoridad judicial, salvo
en los casos en que esta norma así lo disponga"8, razón por la cual la labor
contralora de la judicatura se circunscribe a emitir pronunciamiento sobre
la validez formal de laudo.

TERCERO: En el mismo sentido LEDESMA NARVAEZ afirma que: «El recurso de


anulación tiene un contenido limitado y va dirigido a velar por el
cumplimiento de la pureza del procedimiento arbitral y su procedencia
pero nunca a revisar el fondo del asunto ni la decisión que sobre el mismo
los árbitros hayan podido adoptar (…). No es posible discutir los
fundamentos del laudo ni el acierto de sus disposiciones, porque no se
transfiere al tribunal revisor la facultad de decidir, que es exclusiva de los
árbitros, porque las partes han querido precisamente excluir a los tribunales
de intervención, que solo aparece justificada para garantizar el
cumplimiento de unas garantías mínimas, que son precisamente las que
tratan de salvaguardar los motivos por los que pueden interponerse»9.

RESPECTO AL RECLAMO PREVIO FORMULADO EN SEDE ARBITRAL.-

CUARTO: El numeral 2 del artículo 63 de la Ley de Arbitraje dispone que las


causales previstas en los incisos a), b), c) y d) del numeral 01 del artículo en
mención, sólo serán procedentes si fueron objeto de reclamo expreso en su

8En esa línea el profesor Fernando Cantuarias Salaverry citado por Juan Eduardo Figueroa Valdés en:
Citado por Juan Eduardo Figueroa Valdés en: “La Autonomía de los Árbitros y la Intervención
Judicial”.(Revista de Arbitraje PUCP. Número 04 (2014). Pág. 71-81) refiere que: "Con todo, resulta desde
ya conveniente subrayar que la Ley Peruana de Arbitraje, de 2008, se ubica en la más moderna
tendencia a reducir aún más, la injerencia judicial en casos sometidos a arbitraje, restringiendo
severamente los supuestos que autorizan la intervención del Poder Judicial (...)"

9LEDESMA NARVAEZ, MARIANELLA, Laudos Arbitrales y Medios Impugnatorios, en Cuadernos


Jurisprudenciales, Gaceta Jurídica, Lima, Noviembre 2005.

6
momento ante el tribunal arbitral por la parte afectada y fueran
desestimados. (Subrayado nuestro).
Esto se explica porque la anulación de laudo constituye un mecanismo de
última ratio, por lo que en consonancia con la protección legal del
principio de autonomía del arbitraje, la parte antes de acudir a sede
judicial debe agotar previamente todo recurso o reclamo ante el Tribunal
Arbitral, al ser dicho órgano el escogido por las partes para resolver sus
controversias.
“Es decir se permite al Tribunal Arbitral, una vez firmadas las resoluciones y
sin variar su contenido esencial, aclarar algún concepto oscuro, rectificar
cualquier error material que adolezca, así como subsanar y/o
complementar resoluciones defectuosas”10. Sin embargo tal requisito, será
exigible en tanto y en cuanto su cumplimiento sea posible y además,
represente efectivamente la posibilidad de enmienda del vicio o defecto
incurrido. (Énfasis y subrayado nuestro).

QUINTO: Cabe indicar que un reclamo previo para ser considerado válido,
necesariamente deberá ostentar ciertas cualidades, tales como ser
oportuno, esto es, formulado ante el Tribunal Arbitral en la primera
oportunidad que el interesado tenga para hacerlo, caso contrario
importaría una suerte de convalidación del hecho cuestionando e incluso
la aplicación del artículo 11° del Decreto Legislativo N° 107111; y expreso,
esto es que en sede arbitral se haya reclamado expresamente el mismo
vicio que se denuncia vía recurso de anulación.

SEXTO: Siendo ello así, se desprende de la visualización del Expediente


Judicial Electrónico, que mediante escrito de fecha 22 de diciembre de
2017, el Programa Nacional de Saneamiento Rural debidamente

10GARBIERI LLOBREGAT J. “COMENTARIOS A LA LEY 60/2003 DE 23 DE DICIEMBRE, DE ARBITRAJE” Tomo II Página


926 Edición BOSH- Barcelona – España.

11Decreto Legislativo N° 1071, Artículo 11°, Renuncia a objetar: “Si una parte conociendo, o debiendo
conocer, que no se ha observado o se ha infringido una norma de éste Decreto Legislativo de la que
las partes puedan apartarse, o un acuerdo de las partes, o una disposición del reglamento arbitral
aplicable, prosigue con el arbitraje y no objeta su incumplimiento tan pronto como le sea posible, se
considerara que renuncia a objetar el laudo por dichas circunstancias”.

7
representado por el Procurador Público del Ministerio de Vivienda,
Construcción y Saneamiento interpuso recurso de integración e
interpretación de laudo en términos similares a los invocados en su
recurso de anulación. En ese sentido, a la luz de las ideas expuestas se
llega a establecer la legalidad del recurso interpuesto, al no encontrarse
inmerso en causal de improcedencia ni contravenir lo establecido en el
inciso 07 del artículo 63° de la prenotada Ley, por lo que en los próximos
fundamentos éste Superior Tribunal entrará a analizar la anulación del
laudo arbitral y las causales de anulación en que el recurrente sustenta
dicho recurso.

EN CUANTO A LA NULIDAD DEL LAUDO ARBITRAL CONTENIDO EN LA


RESOLUCIÓN N° 18 DE FECHA 04 DE DICIEMBRE DE 2017.-

Respecto a la Causal de la Décimo Segunda Disposición Complementaria


y la causal c) regulada en el artículo 63° inciso 63.1 de la Ley General de
Arbitraje aprobada por D.L N° 1071

SÉTIMO: Una vez precisado lo anterior y aún cuando alguna de las causales
específicas sobre el recurso de anulación de laudo arbitral están
vinculadas estrechamente a la afectación de derechos de orden
constitucional, cabe acotar que, tratándose de la invocación de la
afectación de derechos constitucionales, como el debido proceso, tutela
jurisdiccional, motivación de las resoluciones judiciales, etc. La duodécima
disposición complementaria del Decreto Legislativo 1071 preceptúa que:
“Para los efectos de lo dispuesto en el inciso 2) del artículo 5° del Código Procesal
Constitucional, se entiende que el recurso de anulación del laudo es una vía específica e
idónea para proteger cualquier derecho constitucional amenazado o vulnerado en el curso
del arbitraje o en el laudo.”. Es decir, que al interior del recurso de anulación

de laudo arbitral, también, cabe exponer la afectación de derechos


constitucionales en sede arbitral sobre los que la jurisdicción ordinaria debe
emitir pronunciamiento, ya sea amparándola o desestimándola.

8
OCTAVO: Asimismo, el inciso c) del numeral 1 del artículo 63° del Decreto
Legislativo N° 1071 prescribe que: "El laudo sólo podrá ser anulado cuando la
parte que solicita la anulación, alegue y pruebe: (...) c. Que la composición del tribunal
arbitral o las actuaciones arbitrales no se han ajustado al acuerdo entre las partes o al
reglamento arbitral aplicable, salvo que dicho acuerdo o disposición estuvieran en
conflicto con una disposición de este Decreto Legislativo de la que las partes no pudieran
apartarse, o en defecto de dicho acuerdo o reglamento, que no se han ajustado a lo
establecido en este Decreto Legislativo".

NOVENO: En principio, corresponde señalar que el derecho al debido


proceso, establecido en el artículo 139° inciso 3) de la Constitución Política
del Perú12, comprende, entre otros derechos, el de obtener una resolución
fundada en derecho de los jueces y tribunales, y exige que las sentencias
expliquen en forma suficiente las razones de sus fallos, esto, en
concordancia con el artículo 139° inciso 5) de la referida Carta Magna13,
que se encuentren suficientemente motivadas con la mención expresa de
los elementos fácticos y jurídicos que sustentan las decisiones.

DÉCIMO: En ese orden de ideas, a través de lo regulado por el inciso 5) del


artículo 139 de la Constitución prevé que: “Son principios y derechos de la
función jurisdiccional: La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las
instancias”. Asimismo, el inciso 1) del artículo 56 del Decreto Legislativo

dispone que: “Todo laudo debe ser motivado, a menos que las partes hayan convenido
algo distinto (…)”. Como ya se indicó, en tanto función jurisdiccional el

arbitraje no se encuentra exceptuada de observar los principios y derechos

12 Artículo 139.- Son principios y derechos de la función jurisdiccional:

3.) La observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional. Ninguna persona puede ser desviada
de la jurisdicción predeterminada por la ley, ni sometida a procedimiento distinto de los previamente
establecidos, ni juzgada por órganos jurisdiccionales de excepción ni por comisiones especiales
creadas al efecto, cualquiera sea su denominación.

13 Artículo 139.- Son principios y derechos de la función jurisdiccional:

5.) La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias, excepto los decretos de
mero trámite, con mención expresa de la ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que se
sustentan.

9
de la función jurisdiccional, entre los que encuentra la motivación de la
resolución que pone fin a la controversia arbitral, contenida,
generalmente, en el respectivo laudo arbitral.

UNDÉCIMO: Conforme lo indica la doctrina, el deber de motivación: "(...) se


inserta en el sistema de garantías que las constituciones democráticas crean para tutelar
las situaciones jurídicas de los individuos ante el Poder Estatal y, en particular, ante las
manifestaciones del mismo en el ámbito de la jurisdicción"14. En similar sentido debe
entenderse lo concerniente a la MOTIVACIÓN DE UN LAUDO, ya que esta
es necesaria a fin que "el contenido del Laudo sea producto de una exégesis racional,
y no el fruto de la arbitrariedad; se entiende que la motivación es un deber consistente en
la expresión de los motivos o razones que explican la decisión y los argumentos en que se
ha basado el Tribunal, constituyendo así una garantía procesal de las partes que les
permite conocer las razones por las que sus pretensiones fueron estimadas o
desestimadas"15.

DUODÉCIMO: Aunado a ello, el Tribunal Constitucional ha señalado de


modo reiterado que el derecho a la motivación de resoluciones judiciales
es un componente esencial del derecho al debido proceso, precisando
que: “es el derecho de obtener de los órganos judiciales una respuesta razonada,
motivada y congruente con las pretensiones oportunamente deducidas por las partes en
cualquier clase de procesos. La exigencia de que las decisiones judiciales sean motivadas
en proporción a los términos del inciso 5) del artículo 139° de la Norma Fundamental,
garantiza que los jueces, cualquiera que sea la instancia a la que pertenezcan,
justifiquen sus decisiones, asegurando que la potestad de administrar justicia se ejerza
con sujeción a la Constitución y a la ley; pero también, con la finalidad de facilitar un
adecuado ejercicio del derecho de defensa de los justiciables. La Constitución no

14 Tarrufo, Michele, "LA MOTIVACION DE LA SENTENCIA CIVIL". Traducción de Lorenzo Córdova Vianello,

México. Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, 2006. Página 349.

15SILVIA BARONA VILAR Y OTROS, "COMENTARIOS A LA LEY DE ARBITRAJE. LEY 60/2003, DE 23 DE


DICIEMBRE" CIVITAS Ediciones, 1era Edición, Madrid, 2004.

10
garantiza una determinada extensión de la motivación, por lo que su contenido esencial
se respeta siempre que exista fundamentación jurídica, congruencia entre lo pedido y lo
resuelto y, por sí misma, exprese una suficiente justificación de la decisión adoptada, aun
si ésta es breve o concisa, o se presenta el supuesto de motivación por remisión”16.

DÉCIMO TERCERO: Ahora bien, la verificación por parte de la Corte


Superior, debe tener como límites, los establecidos por la propia Ley de
Arbitraje en el articulo 62° numeral 02, que prohíbe expresamente analizar,
no solo el fondo de la controversia o contenido de la decisión, sino
también calificar los criterios, ó interpretaciones expuestas en éste caso
puntual por el Tribunal Arbitral. Entendemos que la motivación debe estar
relacionada a las cuestiones decisorias, es decir, que las razones por las
cuales se ampararon o no las pretensiones principales del proceso arbitral,
se encuentren debidamente expresadas y sustentadas.
COUTURE señala que: “La ley se lo impone (la motivación) como una manera de
fiscalizar su actividad intelectual frente al caso, a los efectos de poderse comprobar que su
decisión es un acto reflexivo, emanado de un estudio de las circunstancias particulares, y
no a un acto discrecional de su voluntad autoritaria. (...) Una sentencia sin motivación
priva a las partes del más elemental de sus poderes de fiscalización sobre los actos
reflexivos del magistrado”17.

DÉCIMO CUARTO: En ese orden de ideas, estando a que el recurso de


anulación de laudo arbitral deducido por el Ministerio de Vivienda,
Construcción y Saneamiento invoca el quebrantamiento del derecho
constitucional de la motivación de las decisiones judiciales [inciso 5) del
artículo 139 de la Constitución: Son principios y derechos de la función
jurisdiccional: La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas
las instancias], entonces, debe emitirse pronunciamiento en torno a ello.

16 STC N° 1313-2005-HC/TC. FF.JJ. 10,11.

17EDUARDO COUTURE, Fundamentos del Derecho Procesal Civil, 4ta Edición, Editorial B de F,
Montevideo, 2005.

11
DÉCIMO QUINTO: En cuanto, a lo señalado por el recurrente respecto al
primer punto, esto es, [que en los fundamentos 62 y 65 del laudo arbitral se
advierte la afectación al debido proceso y la incongruencia del laudo
respecto al extremo de la penalidad aplicada, pues el Tribunal ha
señalado que existió un atraso en las obras y en un exceso de sus
atribuciones, invalida la aplicación de las penalidades al contratista, pese
a que reconoce que el contratista terminó los trabajos contratados recién
el 19 de marzo de 2014, determinándose 383 días de atraso respecto al
término contractual del 01 de marzo de 2013; afectando con ello el
derecho al debido proceso y a la motivación de las resoluciones
judiciales]; es preciso señalar lo siguiente:

15.1. En principio, debe precisarse que como contenido implícito de lo


señalado, se ubica el derecho al debido proceso, previsto por el inciso 3)
del artículo 139° de la Constitución Política del Perú, mediante el cual
supone el cumplimiento de todas las garantías, requisitos y normas de
orden público que deben observarse en las instancias procesales de todos
los procedimientos, incluidos los administrativos y conflictos entre privados,
a fin de que las personas estén en condiciones de defender
adecuadamente sus derechos ante cualquier acto que pueda afectarlos.
En ese sentido, existirá contravención al derecho al debido proceso,
cuando en el desarrollo del mismo, el órgano jurisdiccional no ha
respetado los derechos procesales de las partes, se han alterado actos de
procedimiento, la tutela jurisdiccional no ha sido efectiva y/o el órgano
jurisdiccional deja de motivar las resoluciones judiciales, en clara
transgresión a la normatividad vigente y a los principios procesales
reconocidos por el Ordenamiento Jurídico.

15.2. Asimismo, debe precisarse que el contenido constitucionalmente


garantizado del derecho de motivación queda delimitado en diferentes
supuestos, siendo uno de ellos la motivación sustancialmente incongruente,
mediante el cual el Tribunal Constitucional ha señalado que "El derecho a la

12
debida motivación de las resoluciones obliga a los órganos judiciales a resolver las
pretensiones de las partes de manera congruente con los términos en que vengan
planteadas, sin cometer, por lo tanto, desviación que supongan modificación o alteración
del debate procesal - incongruencia activa (...)"18.

15.3. En ese sentido, conforme se verifica del fundamento 54 al 67 del


laudo, el Tribunal ha explicado las razones por las cuales considera a su
juicio que es invalida la aplicación de penalidades, pues para dicho
Tribunal no se ha cumplido con lo establecido en el contrato, esto es, con
recepcionar la obra, encontrándose ello específicamente señalado en el
considerando 64 del referido laudo; razón por la cual no existe
incongruencia en lo decidido por el Tribunal Arbitral, respecto a la no
aplicación de la penalidad al contratista, pues no ha dejado
incontestadas las pretensiones de las partes ni ha desviado la decisión del
marco del debate judicial, en razón a que el Tribunal ha argumentado y
explicitado las razones de su decisión.

15.4. Aunado a ello, es preciso mencionar que conforme se verifica del


laudo arbitral, el Tribunal no ha señalado en ningún momento que ha
existido un atraso en la obra, sino por el contrario lo que realiza el Tribunal
Arbitral en el laudo es reproducir los argumentos que han alegado las
partes en el proceso arbitral; de manera que no cambia en absoluto el
criterio al que ha arribado el tribunal para considerar que no se debe de
aplicar las penalidades en dicho proceso, pues conforme se observa del
considerando 54 al 67, el Tribunal Arbitral ha cumplido con su deber de
motivar, alegando los fundamentos por los cuales ha llegado a dicha
decisión arbitral.

15.5. Además, se debe señalar también que el Tribunal Arbitral no ha


reconocido que el contratista terminó los trabajos recién el 19 de marzo de
2014; pues, conforme se verifica del considerando 56 del laudo, el Tribunal

18 Expediente N° 0728-2008-HC/TC. Fundamento N° 7

13
Arbitral ha señalado específicamente que dicha fecha sobre la cual se
considera que ha sida culminada la obra, es criterio de la demandada, es
decir, la demandada es quien alega que los trabajos se terminaron en
dicha fecha; por lo cual se desprende que el Tribunal no ha señalado lo
que viene alegando el recurrente.

15.6. Ahora bien, habiéndose desarrollado todas las alegaciones realizadas


por el recurrente que se encuentran especificadas en el primer argumento
de su anulación, es preciso advertir además que el Tribunal Arbitral ha
tomado en cuenta las posiciones de las partes en el proceso arbitral para
llegar a la solución de la controversia; y estando a que lo que busca el
recurrente a todas sus luces, es entrar a analizar la controversia arbitral,
pues no se encuentra conforme con que se haya declarado fundado el
segundo punto controvertido, en razón a que para el nulidiscente se debe
de aplicar las penalidades al contratista; se desprende que a través de
dichas alegaciones el recurrente busca cuestionar la decisión a la que ha
llegado el Tribunal Arbitral, aspecto que como ya se dijo escapan a la
finalidad misma de la impugnación de laudo arbitral a cargo de la
jurisdicción judicial-ordinaria, en virtud del principio arbitral denominado de
“Irrevisabilidad del Criterio Arbitral”; ello debido a que, el arbitraje -
incluyendo a la anulación del laudo arbitral- se sustenta en el principio de
mínima intervención judicial recogido en el artículo 3° del Decreto
Legislativo 1071 en el sentido que, en los asuntos que se rijan por este
Decreto Legislativo no intervendrá la autoridad judicial, ello en razón a que
el recurso de anulación no es una instancia más, sino es un proceso
autónomo en el que de modo puntual se debe verificar el cumplimiento
de determinados supuestos de validez del laudo arbitral, no debiendo
perderse de vista que las partes se han sometido de modo voluntario y
expreso a la jurisdicción arbitral que resuelve la controversia de modo
exclusivo y excluyente; razón por la cual, el argumento señalado por el
nulidiscente en este extremo debe ser desestimado, pues este Colegiado
no puede entrar a analizar reclamos de disconformidad con lo resuelto por
el Tribunal Arbitral.

14
DÉCIMO SEXTO: En cuanto a lo señalado por el recurrente respecto al
segundo punto, esto es, [que existe una omisión injustificada de la
valoración de la prueba aportada por las partes, pues el Tribunal debió
someter a su valoración todas las pruebas legalmente incorporadas en el
proceso arbitral y motivar la valoración que le otorga a cada una de
dichas pruebas, teniendo en cuenta además que en el presente caso el
recurrente ratifica la validez de la Carta N° 841-
2015/VIVIENDA/VMCS/PNSR/UDI de fecha 12 de junio de 2014, a través del
cual se notificó al contratista la liquidación del contrato elaborada por el
Programa, el cual figura un saldo a favor del Contratista de S/ 215, 874.77,
por lo que de forma preliminar se rechaza el punto tercero del resolutivo, el
mismo que consideran que no evidencia un adecuado análisis de los
medios probatorios admitidos], debe precisarse, en principio que previo a
resolver este cuestionamiento, estimamos pertinente desarrollar algunos
conceptos relacionados al debido proceso y al derecho de prueba:

16.1. En ese sentido según lo que señala la doctrina el derecho al debido


proceso, constituye una manifestación procesal inherente a todo sujeto,
que le permite estar en actitud de exigir que sus conflictos de intereses o
incertidumbre jurídica sean resueltos respetando las garantías mínimas, a
través de una decisión objetivamente justa y eficaz19.

16.2. El referido derecho al debido proceso abarca una doble dimensión,


una formal o procedimental referida al trámite para dictar una decisión
final, y la otra sustantiva o material, relacionada más bien al fondo de la
decisión, protegiendo a las partes de actos o leyes arbitrarias.

16.3. En mérito de la discusión que nos ocupa, únicamente nos referimos al


plano formal, que entre otras situaciones, implica el derecho de probar

19 ARRARTE ARISNABARRETA Ana. En: Sobre el deber de motivación y su aplicación en los

arbitrajes de conciencia. Revista de Derecho THEMIS. Año 2001. N° 43.

15
con la utilización de todos los medios legales procedentes y pertinentes20.
Por tanto, el Tribunal Constitucional ha señalado que el derecho a la
prueba: "(...) tiene una protección constitucional, en la medida en que se trata de un
derecho comprendido en el contenido esencial del derecho al debido proceso, reconocido en
el artículo 139 inciso 3 de la Constitución Política del Perú"21, mientras que el

derecho al debido proceso está relacionado: "(...) al ofrecer medios probatorios


que se consideren necesarios (...) que estos sean admitidos, adecuadamente actuados, que
se asegure la producción o conservación de la prueba a partir de la actuación anticipada
de los medios probatorios y que estos sean valorados de manera adecuada y con la debida
motivación" (Énfasis y subrayado nuestro).

16.4. Debe advertirse además que en materia probatoria el derecho a la


utilización de los medios de prueba se encuentra íntimamente conectado
con el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, que entre sus vertientes
engloba el derecho a obtener una resolución razonable, motivada y
fundada en derecho, además de congruente con las pretensiones
deducidas por las partes en el interior del proceso; así el contenido
esencial de este derecho se respeta siempre que una vez admitidas las
pruebas declaradas pertinentes, sean valoradas por los órganos
jurisdiccionales conforme a las reglas de la lógica y la sana crítica, según lo
alegado y probado.

16.5. Ahora bien, dentro de la valoración de la prueba, nos encontramos


con dos sistemas: el sistema legal o tasada que prácticamente no es usado
en nuestro Ordenamiento Jurídico Peruano, pues era el propio legislador
que establecía a través de las normas legales la eficacia y valor que debía
atribuirse a cada medio probatorio y el sistema de libre apreciación de la
prueba, mediante el cual el juez es libre para decidir cuando un hecho ha
sido suficientemente probado, sin restricciones impuestas por reglas legales

20ALVARADO VELLOSO Adolfo. En: El Debido Proceso en la Garantía Constitucional. Página


294.

21 STC N° 010-2002-AI/TC

16
de la valoración de la prueba22. Dicho de otro modo, a partir de ello el juez
no está en la obligación de tomar un criterio acertado sobre los medios de
prueba que presenten las partes, puesto que, por el sistema de libre
apreciación de la prueba, podrá pronunciarse respecto de la prueba que
le genere convicción, no estando obligado a mencionar las pruebas que
para su juicio no resulten ser necesarias o no le hayan generado cierto
grado de certeza.

16.6. Estando a lo señalado, es preciso mencionar que conforme lo dispone


la Ley de Arbitraje - Decreto Legislativo 1071 en el artículo 43°, es facultad
legal del tribunal arbitral valorar y/o interpretar los medios probatorios en un
u otro sentido, pues dicha norma establece que: "El tribunal arbitral tiene la
facultad de determinar de manera exclusiva la admisión, pertinencia,
actuación y valor de las pruebas (...)"; entonces, el cuestionamiento de
dicha facultad es un tema de orden legal; y en segundo lugar, está
implícito en la valoración probatoria efectuada por el mencionado
ejercicio interpretativo de los medios probatorios atendiendo a las
circunstancias o características propias, particulares, etc.; que conllevan a
valorarlos en un sentido determinado; además su presencia o ausencia no
altera el sentido de la valoración probatoria, puesto que entrar a discutir
ello implicaría revalorar la prueba, esto es, analizar el fondo de lo decidido
en el proceso arbitral; lo cual escapa de la finalidad del recurso de
anulación de laudo arbitral.

16.7. Pues bien, desarrollando el argumento del recurso de anulación


señalado con referencia a la falta de valoración de los medios probatorios
aportados en el proceso arbitral, cabe precisar que dichas alegaciones
resultan ser genéricas para ser objeto de análisis por este Colegiado, toda
vez, que el impugnante no ha especificado ni ha individualizado qué
medios probatorios no habrían sido debidamente valorados por el Tribunal

22
GONZÁLEZ LAGIER, DANIEL. Quaestio Facti. Ensayos sobre prueba, causalidad y acción.
Instituto Palestra. 2005.

17
Arbitral, por lo que no existiendo elementos de juicio que analizar, carece
de objeto emitir pronunciamiento en torno a ello.

16.8. Asimismo, con respecto a la validez de la Carta N° 841-


2015/VIVIENDA/VMCS/PNSR/UDI de fecha 12 de junio de 2014, a través del
cual se notificó al contratista la liquidación del contrato elaborada por el
Programa, el cual figura un saldo a favor del Contratista de S/ 215, 874.77;
es preciso referir que, si bien es cierto el laudo arbitral emite una opinión
sobre lo decidido, plasman lo que especifica y puntualmente les ha
persuadido, esto es, lo que ha terminado de convencerlos de lo ocurrido
(los hechos del caso). Además, no es un requisito de la motivación que los
juzgadores valoren y expliquen cada uno de los medios probatorios
aportados, menos de los que no les ha causado convicción, sino sólo se
pronuncian respecto de los medios probatorios que entre todos los demás,
los han considerado de mayor fuerza y contundencia para el proceso.

16.9. En ese sentido, la Carta N° 841-2015/VIVIENDA/VMCS/PNSR/UDI de


fecha 12 de junio de 2014, a través del cual se notificó al contratista la
liquidación del contrato elaborada por el Programa, el cual figura un saldo
a favor del Contratista de S/ 215, 874.77, en estricto solo constituye un
medio probatorio más que el Tribunal Arbitral deberá compulsar para
dirimir la controversia, no constituyendo una obligación de los Árbitros
ceñirse estrictamente a lo aportado por el nulidiscente, razón por la cual, la
no inclusión de dicho medio probatorio no constituye -per se- un perjuicio
que habilite a la Corte Superior a declarar la invalidez de la decisión
arbitral.

16.10. Además, conforme se verifica del referido laudo arbitral, dicha


prueba ha sido admitida y valorada en el proceso arbitral, pues de los
actuados en el expediente arbitral se observa que tanto la parte
demandante en su demanda arbitral como la parte demandada en su
contestación han presentado dicha Carta N° 841-
2015/VIVIENDA/VMCS/PNSR/UDI de fecha 12 de junio de 2014 como medio
probatorio, y además ha sido debidamente admitida por el Tribunal Arbitral
mediante Resolución N° 7 de fecha 10 de abril de 2017 que obra de fojas

18
630 a 635 en el Expediente Arbitral. Aunado a ello, conforme se aprecia de
la lectura del referido laudo visualizado en autos, el Tribunal Arbitral ha
tomado en consideración dicha carta, conforme se detalla en la página
23 como en la página 33 y 34 del laudo.

16.11. De lo expuesto, se colige que el Tribunal ha analizado y tomado en


consideración todas las pruebas presentadas y practicadas por las partes,
habiendo formado convicción a partir de su valoración conjunta; y
teniendo en consideración que el hecho que no se pronuncie
expresamente sobre cada una de las pruebas no significa que no hayan
sido valoradas, sino por el contrario, ello indica que el Tribunal ha realizado
una valoración conjunta de los medios de prueba y a partir de ello se está
pronunciando respecto de la prueba que le haya generado cierto grado
de certeza o convicción por el sistema de la libre valoración de la prueba;
en ese sentido, el nulidiscente no puede alegar la falta de la valoración
probatoria, puesto que a ello implicaría revalorar la prueba, esto es,
analizar el fondo de lo decidido en el proceso arbitral; lo cual escapa de la
finalidad del recurso de anulación de laudo arbitral.

16.12. Siendo ello así, este Colegiado Superior concluye que lo alegado
por el recurrente debe ser desestimado, pues se encuentra suficientemente
fundamentado en el laudo arbitral, las razones por las cuales considerada
dejar sin efecto la liquidación final del contrato N° 084-2011-
VIVIENDA/VMCS-PRONASAR realizada de oficio por el Programa Nacional
de Saneamiento Rural remitido a Construcciones Nazareth SRL mediante la
referida Carta, ello de conformidad con los fundamentos expresados en el
considerando 54 al 67 del laudo arbitral.

16.13. Por otro lado, no es un requisito de la motivación que los juzgadores


valoren y expliquen cada uno de los medios probatorios aportados,
pudiendo realizar una valoración conjunta de éstos para poder llegar a la
conclusión, tal como lo prevé el inciso 1) del artículo 43 del precitado
Decreto Legislativo; es decir, apreciar las pruebas en su conjunto, precisar
aquellas que le resultan más relevantes para la resolución de la litis y
hacerlo en el sentido que le causa convicción. El hecho que lo efectúe en

19
diferente sentido a la posición de una de las partes, es una manifestación
de dicha facultad. El principio de la libre valoración de las pruebas, a que
alude el precitado dispositivo legal, faculta al árbitro a apreciarlas de
acuerdo a su sana crítica, sin que se encuentre obligado a calificarlas en el
sentido que deseen las partes, ni mencionar aquellas que no le generen
convicción, puesto que, lo contrario implicaría limitar su facultad
discrecional en materia probatoria. Siendo además, el criterio del árbitro si
es que considera que las pruebas aportadas son suficientes para la
dilucidación de la controversia arbitral. En ese sentido, se desprende de lo
argumentado por el recurrente en su recurso de anulación, que lo que
busca es la revaloración probatoria23, la misma que se encuentra
vinculada a la decisión contenida en el laudo arbitral, toda vez que ello
implicaría entrar a analizar la controversia arbitral, que como ya se dijo, la
discrepancia en torno a las interpretaciones y conclusiones efectuadas por
el Tribunal arbitral escapan a la finalidad misma de la impugnación de
laudo arbitral a cargo jurisdicción judicial-ordinaria, en virtud del principio
arbitral denominado de “Irrevisabilidad del Criterio Arbitral”; ello debido a
que, el arbitraje -incluyendo a la anulación del laudo arbitral- se sustenta
en el principio de mínima intervención judicial recogido en el artículo 3°
del Decreto Legislativo 1071 en el sentido que, en los asuntos que se rijan
por este Decreto Legislativo no intervendrá la autoridad judicial, salvo en
los casos en que esta norma así lo disponga; razón por la cual la alegación
que presenta la parte recurrente sobre la falta de valoración del medio de
prueba consistente en la Carta N° 841-2015/VIVIENDA/VMCS/PNSR/UDI,
debe ser desestimado.

16.14. Asimismo respecto a que el Tribunal rechaza de forma preliminar el


punto tercero, es preciso referir, que conforme se verifica del laudo arbitral,
desde el considerando 68 al 71, el Tribunal ha señalado las razones por las

23 El Tribunal Arbitral tiene la facultad de valorar las pruebas conforme a su entera


convicción, tal como lo prevé el inciso 1) del artículo 43 del Decreto Legislativo número
1071; es decir, apreciar las pruebas en su conjunto, precisar aquellas que le resultan más
relevantes para la resolución de la litis y hacerlo en el sentido que le causa convicción.

20
cuales corresponde declarar infundada dicha pretensión; en ese sentido,
se observa también, que lo que alega el recurrente bajo dicha alegación
es cuestionar la decisión arbitral, que como ya se dijo ello implicaría entrar
a analizar la controversia arbitral, que como ya se dijo, la discrepancia en
torno a las interpretaciones y conclusiones efectuadas por el Tribunal
arbitral escapan a la finalidad misma de la impugnación de laudo arbitral
a cargo jurisdicción judicial-ordinaria, en virtud del principio arbitral
denominado de “Irrevisabilidad del Criterio Arbitral”; ello debido a que, el
arbitraje -incluyendo a la anulación del laudo arbitral- se sustenta en el
principio de mínima intervención judicial recogido en el artículo 3° del
Decreto Legislativo 0171 en el sentido que, en los asuntos que se rijan por
este Decreto Legislativo no intervendrá la autoridad judicial, salvo en los
casos en que esta norma así lo disponga; razón por la cual dicho
argumento también debe ser desestimado.

DÉCIMO SÉTIMO.- En cuanto a lo señalado por el recurrente en el punto


tercero, esto es, [que con relación a la invalidez de la liquidación
elaborada por el Programa, no se advierte un análisis ni motivación
suficiente que acredite la observancia de los lineamientos contractuales
por parte del contratista al plantear su pretensión, ni se ha motivado por
qué corresponde la misma, máxime si el contratista no cumplió con
entregar la obra conforme a los términos y plazos del contrato]; debe
precisarse que:

17.1. En principio, corresponde señalar que el Tribunal Constitucional ha


delimitado el concepto de motivación insuficiente señalando que: "d)

Motivación insuficiente.- Se refiere, básicamente, al mínimo de motivación exigible


atendiendo a las razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada (...)".

17.2. Al respecto, conforme ya se ha señalado en la presente resolución, el


Tribunal Arbitral ha explicado las razones por las cuales le conllevan a
declarar la invalidez de la liquidación elaborada por el Programa, ello en

21
razón a que no se ha cumplido con el contrato al no recepcionarse la obra
- expresado en el considerando 64 del laudo arbitral. Asimismo, este
Colegiado Superior sostiene que los argumentos por los cuales el Tribunal
Arbitral arribó a dichas conclusiones de declarar infundado el tercer punto
controvertido se encuentran plasmadas en las páginas 76 a 80 del laudo
arbitral, habiéndose realizado para ello una explicación de su decisión,
conllevando a una secuencia de ideas que conforman el razonamiento
integral que sobre los hechos tiene el Tribunal, razón por la cual, no nos
encontramos ante una motivación insuficiente, pues el Tribunal ha
explicado de manera detallada sus razones lógicas y jurídicas. Aunado a
ello, debe precisarse que no es pertinente ni relevante –menos aún
apropiado pronunciarse acerca de si este Órgano Judicial comparte o no
el criterio valorativo de los hechos o interpretativo de la normativa del caso
realizado por el tribunal arbitral, esto es, las razones asumidas por éste, pues
como se ha señalado en los considerandos de la presente resolución, el
recurso de anulación de laudo no es una instancia judicial ni está previsto
para revisar criterios, por tratarse aquella de una jurisdicción (arbitral)
distinta e independiente a la judicial a la que se han sometido las partes, y
que debe ser acatada y respetada, razón por la cual, dicho argumento
que sostiene el recurrente en este extremo debe ser desestimado, por el
principio arbitral denominado de “Irrevisabilidad del Criterio Arbitral”.

DÉCIMO OCTAVO.- Este Superior Colegiado considera que los motivos por
los cuales el Tribunal Arbitral arribó a las conclusiones objetadas por el
nulidiscente se encuentran plasmados en el laudo de modo ordenado con
explicación tanto fáctica como jurídica, conteniendo una secuencia de
ideas concatenadas que conforman el razonamiento sobre los hechos que
tiene el Tribunal, y respecto del cual se ha pronunciado con claridad y
suficiencia, motivando de modo específico cada uno de los temas
planteados en las pretensiones sub materia, razón por la cual, el laudo
arbitral impugnado no incurre en la causal prevista en el literal c) del
artículo 63°, ni en la causal señalada en la segunda décima disposición
complementaria del D.L N° 1071, debiendo desestimar el referido recurso.

22
DÉCISIÓN:

Por las consideraciones glosadas y en virtud de los artículos 50 (inciso 6) y


200 del Código Procesal Civil:

- DECLARAN INFUNDADO EL RECURSO ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL


promovido por el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento
contra el laudo arbitral de derecho de fecha 04 de setiembre de 2017,
emitido por el Tribunal Arbitral integrado por Hugo Sologuren Calmet,
Dennis Italo Roldán Rodríguez y Julio Carlos Lozano Hernández, respecto a
la causal regulada en el literal c) del artículo 63° inciso 63.1 y la causal
regulada en la duodécima disposición complementaria aprobada por
Decreto Legislativo N° 1071 - Ley General de Arbitraje.

- VÁLIDO el citado laudo de fecha 04 de setiembre de 2017.-

ECHEVARRÍA GAVIRIA LAU DEZA

PRADO CASTAÑEDA

SLEG/jss

23
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
SEGUNDA SALA CIVIL CON SUBESPECIALIDAD COMERCIAL

Por el principio de separabilidad, la


objeción a la validez del contrato
principal no afecta al convenio
arbitral ni priva necesariamente a los
árbitros de la competencia para
resolver el conflicto relativo a dicho
contrato.

EXPEDIENTE Nº : 145-2015
DEMANDANTE : EMPRESA COMUNAL DE SERVICIOS
AGROPECUARIOS “LA TIERRA DE YAVHE” SRL.
DEMANDADO : BERTA AMELIA MIRANDA VELASCO,
GUILLERMO EDMUNDO CHAPARRO SAAVEDRA,
GABRIEL ANDRES AGUILAR VERGARA Y
FEDERICO LAU CHOY.
MATERIA : ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL.

RESOLUCIÓN NÚMERO TREINTA Y CUATRO.


Lima, seis de marzo
de dos mil dieciocho.-

VISTOS: Dado cuenta al concluir el período


vacacional judicial, interviniendo como ponente el señor Juez Superior Rivera
Gamboa.

I. DEL RECURSO DE ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL.

A fojas 231, subsanado a fojas 314 y 325, EMPRESA DE SERVICIOS


AGROPECUARIOS “LA TIERRA DE YAVHE” SRL. interpone recurso de anulación
contra el laudo arbitral “contenido en la resolución número 21 del proceso arbitral N°
005-2013-JAMFC – Árbitro Jorge Armando Martín Fernández Campos”, a través del
cual se declara propietario del inmueble sub litis a Federico Lau Choy,
considerando válido el contrato de compraventa suscrito el 30 de mayo de 2000
entre Berta Amelia Miranda Velasco, haciéndose pasar por representante legal y
Guillermo Edmundo Chaparro y Gabriel Andrés Aguilar Vergara como comprador,
disponiendo su inscripción en la Superintendencia”
Nacional de los Registros Públicos.

El recurso de anulación fue admitido mediante resolución número 3 de fecha 13 de


octubre de 2015, disponiéndose el traslado del mismo a los demandados BERTA
AMELIA MIRANDA VELASCO, GUILLERMO EDMUNDO CHAPARRO
SAAVEDRA, GABRIEL ANDRES AGUILAR VERGARA y FEDERICO LAU CHOY.

FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE ANULACION.


Alega la nulidiscente que tomó conocimiento de la existencia del laudo cuestionado,
el 10 de enero de 2014 al acudir a las oficinas de la Superintendencia Nacional de
Registros Públicos de Piura a fin de renovar los poderes de representación de su
apoderado legal, dándose con la sorpresa de la existencia de una medida cautelar
de no innovar otorgada en un arbitraje seguido por Gabriel Andrés Aguilar Vergara
contra la empresa recurrente y Berta Amelia Miranda Velasco en base a un
otorgamiento de escritura pública correspondiente a un seudo contrato de compra
venta.

Refiere, además, que al acudir a la Notaría Frida Portugal Flores, de la ciudad de


Lima, a fin de averiguar sobre la veracidad de la certificación notarial plasmada en
el aludido contrato, se le informó que dicha certificación era falsa, lo que se puso en
conocimiento de la SUNARP Piura.

Señala asimismo, que el 17 de febrero de 2014 se apersonaron al proceso arbitral


en trámite informando al árbitro de la estafa elaborada por los contratantes y
solicitarle la nulidad del contrato de compra venta y el levantamiento de la medida
cautelar de no innovar; en virtud de lo cual por resolución 30 fue incorporada al
arbitraje. Por su parte, el 18 de setiembre de 2014 se incorporó al arbitraje a
Federico Lau Choy como sucesor procesal de Gabriel Andrés Aguilar Vergara.

Indica que el 23 de febrero de 2015 por resolución 16 se le notificó de un peritaje


grafotécnico elaborado por el perito designado por el árbitro, Raúl Toribio Fajardo
Duran, en el que se concluye que la firma obrante en el contrato corresponde al

2
puño gráfico de la Notaria Frida Portugal. Y formulada oposición a la acotada
pericia, ésta fue rechazada por resolución 20 por tratarse de una pericia de oficio.

Posteriormente, por carta notarial del 02 de marzo de 2015, la Notaria Frida


Portugal Flores advierte al árbitro sobre la falsedad de la firma y sellos obrantes en
el referido contrato de compraventa, indicándole además que existen dos denuncias
penales, una interpuesta por la SUNARP y otra por la recurrente, por lo que la
citada pericia resulta ser temeraria, tendenciosa y falsa. Finalmente, el 30 de marzo
de 2015 fue notificada con la resolución 21 que contiene el laudo arbitral.

Luego de dicho recuento cronológico, la nulidiscente indica que es la propietaria del


inmueble materia de litis, por haberlo adquirido el 28 de diciembre de 1998
mediante contrato de transferencia de propiedad celebrado con la Comunidad
Campesina San Juan Bautista de Catacaos, teniendo inscrito su título. Añade que
el convenio arbitral nace a raíz de lo estipulado en el contrato de compra venta, el
cual resulta ser falso, inválido, nulo e ineficaz, por la existencia de vicios de carácter
insubsanable, los cuales afectan tanto al contrato como a cada una de sus
cláusulas, entre ellas, el convenio arbitral.

Argumenta que el contrato y consecuentemente el convenio arbitral es nulo porque


adolece de falta de manifestación de voluntad de la empresa recurrente, señalando
que dicha voluntad nunca existió toda vez que ningún representante legal de la
empresa participó en la celebración del contrato y del convenio arbitral, así como
tampoco fueron notificados en el domicilio procesal del inicio del arbitraje. Refiere
que desde su primer escrito de apersonamiento al arbitraje, se solicitó la nulidad del
contrato y el convenio arbitral, al no haberlos suscrito ningún representante legal
con podres para disponer de sus bienes ni acordar la solución de controversias en
la vía arbitral.

Acota que su Estatuto no contempla la facultad de disposición de patrimonio por


parte del Presidente conjuntamente con un asociado, lo que acredita la ausencia de
manifestación de voluntad de la empresa, a un tercero que se ha hecho pasar como
su representante legal, usurpando funciones que no se le ha otorgado. Así, señala
que la señora Berta Miranda Velasco nunca ha sido Gerente ni Administradora de la
empresa, por lo que no gozaba de capacidad para suscribir el Convenio Arbitral.

3
Agrega que lo esgrimido por el árbitro en el laudo es falso, toda vez que el Estatuto
no contempla la venta del patrimonio de la empresa por su Presidente y un
asociado. En ese sentido, el contrato tiene un objeto jurídicamente imposible
porque se pretende transferir el inmueble de su propiedad por quienes en realidad
no tienen ni han tenido jamás la calidad de propietarios de dicho predio, para lo cual
se ha falsificado el contrato de compraventa del 30 de mayo de 2000.

Asimismo indica que se pretende despojarle de su derecho constitucional de


propiedad, para lo cual los demandados, confabulados, se amparan en documentos
falsos y artimañas legales con el único fin de generar para si mismos un provecho
económico, por lo que el contrato es nulo por su fin ilícito, debiendo declararse la
nulidad del convenio arbitral contenido en el contrato de compra venta falsificado.

Señala que del estudio del contrato se aprecia que Berta Amelia Miranda Velasco
alega ser representante legal y Guillermo Chaparro Saavedra fiscal de la
recurrente, en virtud del Acta de Asamblea General Extraordinaria del 04 de mayo
de 1999, documento que no existe en el acervo documentario de la empresa
recurrente y que tampoco se encuentra registrado en los Registros Públicos, y sin
embargo, Andrés Vergara decidió a su propio riesgo contratar con sujetos que no
contaban con poder para contratar a nombre de la empresa.

Por lo demás, señala que el precio supuestamente pactado fue de US $122,250


que presuntamente fue pagado en efectivo a la firma del contrato, lo que causa
extrañeza porque dicha transacción debió ser bancarizada. Además, el comprador
no consigna su profesión o labor a la que se dedica, y asimismo decidió cancelar el
precio en su integridad, pese a saber que los poderes de los supuestos
representantes de la empresa no estaban inscritos, habiendo transcurrido 13 años
sin que el presunto comprador haya tomado posesión del inmueble, ni pagado los
tributos correspondientes al inmueble, que han venido siendo pagados por la
empresa; es decir, durante 13 años el comprador no ha reclamado su derecho de
propiedad.

Sostiene, además la nulidiscente, que en el convenio arbitral ambas partes


convienen que las controversias serían resueltas por arbitraje ad hoc en Lima, por
el árbitro Jorge Armando Martín Fernández Campos, lo que causa sorpresa porque

4
en esa época no era usual resolver las controversias de los contratos por la vía
arbitral, y de darse el caso, no se establecía ni se establece a la fecha, nombre en
concreto de un árbitro, toda vez que como persona natural es pasible de morir o no
estar disponible para la resolución del conflicto, por lo que se opta por indicar un
centro de arbitraje, una Cámara de Comercio, un Colegio profesional, etc.
Finalmente, cuestiona que se haya decidido un arbitraje en Lima, cuando los
vendedores y el inmueble están ubicados en Piura.

Indica que llama la atención que se haya pactado que la escriturización de la


compra venta se haría recién cuando los vendedores inscribieran sus poderes,
dejando al libre arbitrio de los vendedores el hacerlo o no; y que recién después de
13 años decida acudir a la vía arbitral, cuando ya había prescrito la obligación y la
acción penal por delito de estafa; siendo también extraño que después de 13 años
se haya logrado ubicar al árbitro Jorge Armando Martí Fernández Campos, quien
decidió iniciar el arbitraje sin que se le hayan cancelado previamente su honorarios.

Argumenta asimismo que el laudo es nulo por no haber sido notificados de las
actuaciones arbitrales, pues la notificación para la audiencia de instalación del 08
de julio de 2013 se efectuó en Jr. Trujillo N° 301, dirección consignada por
Guillermo Chaparro en el contrato de compraventa, la cual no fue en ningún
momento el domicilio legal y/o procesal de la empresa; y que sólo 9 meses después
el 14 de abril de 2014 se les otorgó una copia del Acta. Agrega que por resolución
07 se les tuvo por bien notificados con las resoluciones 02, 04, 05 y 06, y que
habiendo solicitado la nulidad de actuados, fue declarada inadmisible. Asimismo
que fueron notificados con un día de antelación a la realización de la audiencia de
Conciliación del 05 de setiembre de 2014, pese a que esta audiencia se dispuso por
resolución 08 del 27 de agosto; y solicitada la nulidad fue declarada improcedente
por resolución 11.

Asimismo, en su escrito de subsanación de fojas 314 el demandante precisa que la


ausencia de manifestación de voluntad se encuentra acreditada en el propio
contrato de compraventa que contiene el convenio arbitral, el cual no fue suscrito
por persona con facultades suficientes para disponer del patrimonio de la empresa,
toda vez que ninguno de los contratantes presentó y/o adjuntó documento alguno
por el cual la Asamblea General de la empresa le otorgue poderes para la venta,

5
máxime si del propio Estatuto se aprecia que el Presidente no cuenta con
facultades para disponer de los bienes sociales, y menos de la representación
social que sólo goza el gerente general. Pero añade, que la nulidad del convenio
arbitral no surge sólo por la ausencia de voluntad de una de las partes en celebrar
dicho acto jurídico, sino también por la ausencia de representación de la empresa
en la celebración del convenio arbitral.

Asimismo señaló que el laudo es nulo por no haber sido debidamente notificada con
las actuaciones arbitrales. También señala que ha sido víctima de la arbitrariedad
del árbitro (sic), pues pese a haber solicitado copias de las actuaciones arbitrales el
18 de marzo de 2014, recién le fueron entregadas el 04 de setiembre de 2014; por
otro lado, no se le notificó las resoluciones 01, 02, 05 y 06, y se le notificó para la
audiencia de conciliación con sólo un día de anticipación, cuando el reglamento
indica que debe ser por lo menos 05 días antes. Finalmente, solicitó la nulidad de la
pericia grafotécnica y pese a que ni siquiera se programó una audiencia especial
sobre dicha pericia, su nulidad fue desestimada por resolución 20.

ABSOLUCIÓN DEL RECURSO DE ANULACIÓN DE LAUDO.

Por escrito de fecha 29 de febrero de 2016, a fojas 393 y siguientes, don Federico
Lau Choy absuelve el traslado del recurso de anulación manifestando que el 08 de
febrero de 2014 celebró con Gabriel Andrés Aguilar Vergara un contrato de cesión
de derechos correspondiente al inmueble constituido por la parcela de 2445
hectáreas, dentro del predio rústico Predio comunidad Campesina San Juan
Bautista de Catacaos, inscrita en la Partida Nro. 083881 del Registro de Propiedad
Inmueble de Piura. El cesionario le indicó que era el titular del 100% de acciones y
derechos correspondientes a dicho inmueble, por haberlos adquirido de la Empresa
Comunal de Servicios Agropecuarios “Tierras de Yahvé” SRL representada por su
Presidenta Berta Amelia Miranda Velasco y el fiscal Guillermo Edmundo Chaparro
Saavedra, mediante contrato de compra venta del 30 de mayo de 2000. Añade que
cuando se realizó la cesión de derechos, el otorgamiento de escritura pública
estaba siendo objeto de un arbitraje nacional y de conciencia; y por ello aceptó
suscribir el contrato de cesión de derechos, en virtud del cual se le incorporó al
arbitraje desde el 18 de setiembre de 2014. En ese sentido, indica que desconoce

6
lo manifestando en el recurso de anulación, pues celebró de buena fe la cesión de
derechos.

Refiere además que mediante el recurso de anulación no puede revisarse el fondo


de lo decidido por el árbitro; que las causales invocadas sólo pueden alegadas si
han sido objeto de reclamo expreso en el arbitraje, lo que debe verificarse con el
expediente arbitral. Señala que conforme al punto 8 del laudo, se establece que si
alguna de las partes desea alguna copia certificada sea para la interposición del
Recurso de Anulación, o para la ejecución arbitral, previamente debe pagarse la
suma total adeudada de S/.30,000, lo que no se ha corroborado, por lo que no sería
factible la ejecución arbitral del laudo.

Indica que se dio con la ingrata sorpresa de la existencia de anotaciones registrales


sobre apelación y de anotación preventiva de falsedad del asiento D0002; así como
de investigaciones fiscales; y que al ser comunicado notarialmente por el cesionario
Aguilar Vergara de la resolución el contrato por incumplimiento de pago, respondió
que no pagaría hasta que se diluciden dichas denuncias y se logre la ejecución del
laudo arbitral. En ese sentido, Aguilar Vergara resolvió el contrato de cesión de
derechos y solicitó en el arbitraje la subrogación de Lau Choy en calidad de
demandante y la suspensión de la ejecución del laudo, por la aducida falta de
pago, habiéndose dispuesto por resolución 23 del 14 de octubre de 2015, la
suspensión de la ejecución del laudo, hasta nuevo pronunciamiento del tribunal,
decretando por resolución 24 su subrogación.

Finalmente, refiere que los demandados Berta Amelia Miranda Velasco y Gabriel
Andrés Aguilar Vergara son los que deben expresar lo conveniente y mostrar las
pruebas para resolver este proceso.

II. RESUMEN DEL PROCESO ARBITRAL

Por resolución 3 de fojas 327 se admitió el recurso de anulación por las causales a),
b) y c) del artículo 63.1 de la Ley de Arbitraje, corriéndose traslado del mismo, lo
que fue notificado además mediante el sobrecarte dispuesto por resolución 16,
según el detalle siguiente:

7
1. A fojas 416 a Alfredo Lau Choy, quien a fojas 393, se apersonó y absolvió el
traslado, teniéndose presente su contestación por resolución 8 de fojas 403.
2. A fojas 418, subsanada a fojas 622, a Gabriel Andrés Aguilar Vergara.
3. A fojas 415, subsanada a fojas 573, a Berta Amelia Miranda Velasco.
4. A fojas 422, subsanada a fojas 625, a Guillermo Edmundo Chaparro
Saavedra.

Se desprende de autos que los co-emplazados Berta Miranda Velasco y Guillermo


Chaparro Saavedra no se han apersonado a los autos ni han contestado la
demanda. Por lo que mediante resolución 29 se declaró su rebeldía.

Asimismo se aprecia que el co-demandado Aguilar Vergara se apersonó al proceso


mediante escrito de fojas 429 en el que señalo su domicilio procesal y designó
abogado, los que varió a fojas 618 y 679. Asimismo, se aprecia que a fojas 714
propuso la nulidad de actuados, disponiéndose por resolución 25 que será resuelta
con la sentencia. Al no haber absuelto el traslado de la demanda, por resolución 29
se declaró su rebeldía.

Se hace presente que por resolución 3 se dispuso solicitar al árbitro la remisión del
expediente arbitral, y pese a los reiterados requerimientos en ese sentido y que el
árbitro Jorge Armando Martín Fernández Campos tenía pleno conocimiento del
mandato de esta instancia, como se evidencia de sus comunicaciones de fojas 520,
553, 612 y 704, no ha dado cumplimiento, por lo que mediante resolución 24 y
haciendo efectivo el apercibimiento decretado, se ordenó remitir copias al Ministerio
Público. Posteriormente, por resolución 26 se dispuso prescindir del expediente
arbitral. Efectuada la vista de la causa, sin la asistencia de las partes, pese a estar
debidamente notificadas, corresponde resolver.

ANÁLISIS:

DE LA NULIDAD DE ACTUADOS
PRIMERO: Conforme a la cronología procesal antes efectuada en primer lugar
deberá resolverse el pedido de nulidad formulado por el codemandado Gabriel
Andrés Aguilar Vergara, quien en su escrito respectivo de fojas 714 argumenta:

8
1. Que, la demanda no ha sido presentada en su comienzo ante la Sala
Comercial sino que fue presentada ante la Primera Sala Civil de Lima, la
que al advertir su incompetencia remitió lo actuado a la judicatura comercial,
pese a que ello no se encuentra contemplado en la Ley de Arbitraje, por lo
que se debió declarar de plano improcedente la demanda y no inadmisible,
pues con ello se convalidó el plazo perentorio de 20 días previsto en la
citada ley.
2. Que, al admitirse el recurso de anulación se ha prescindido de solicitar el
reclamo expreso ante el tribunal arbitral y su desestimación, cuando ello es
un requisito de procedibilidad.
3. Que, se ha omitido solicitar al demandante el cumplimiento de la garantía
acordada por las partes o establecida en el reglamento arbitral aplicable,
conforme al artículo 66 de la Ley de arbitraje. Al respecto, indica que en el
punto resolutivo 5 del laudo, se señaló de manera expresa que las partes
para poder interponer recurso de anulación, deben otorgar una garantía de
cumplimiento ascendente a S/.1’000,000.00, tal como además señala el
árbitro en su carta notarial de fecha 05.07.2017.
4. Que, la demandante no cumplió con pagar la parte que le correspondía de
los honorarios del árbitro, ascendentes a S/.15,000.00, ni tampoco pagó por
concepto de copias certificadas por el laudo arbitral, para poder recién iniciar
su proceso de anulación de laudo, tal como se infiere del artículo 61 inciso
3) de la Ley de Arbitraje; lo cual se encuentra corroborado con la carta
notarial del árbitro antes referida.

SEGUNDO: Con relación al argumento acotado en el punto primero del


considerando precedente, se desprende de autos que, efectivamente, el recurso de
anulación fue interpuesto originalmente con fecha 29 de abril de 2015 ante la
Primera Sala Civil de Lima, la cual por resolución 01 del 13 de mayo de 2015, a
fojas 261, se declaró incompetente de conformidad con el artículo 8 inciso 4) de la
Ley de Arbitraje, y dispuso su remisión a la judicatura comercial. Es así que por
resolución 01 del 17 de junio de 2015, a fojas 265, esta Sala se avocó al
conocimiento calificando el recurso de anulación interpuesto, lo declaró inadmisible,
que es lo que -precisamente- se cuestiona por el codemandado Aguilar Vergara.

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