CHACARERA

Danza de coreografía fija. Si bien centrada y muy cultivada en Santiago del Estero, la
chacarera navega también por las profundidades del inconsciente colectivo tucumano y
salteño.
La chacarera forma parte de un grupo numeroso de danzas folklóricas sustentada en una
célula rítmica que algunos llaman “tipo gato”, tal vez por ser el gato, la especie más
añeja de este grupo de danzas. Además de chacareras y gato, esa base rítmica
acompañarla bailecitos, escondidos, huellas, triunfos y un buen número de danzas
menos vigentes.
Talvez menos pícara que el gato o menos tierna que un bailecito, la chacarera es tenaz,
incansable como sus intérpretes, adecuada para ese canto expansivo santiagueño, mucho
menos introspectivo que el modo de los vecinos tucumanos. Y es danza vital, agreste y
sensual como pocas.

Al escuchar esta danza podemos darnos cuenta de un ritmo básico que se ejecuta en la
guitarra y el bombo. Si intentamos identificar el compás sobre el que se organiza este
ritmo, podríamos pensarlo en un compás de 2 tiempos de subdivisión ternaria (por
ejemplo 6/8) o sobre un compás de 3 tiempos de subdivisión binaria (por ejemplo 3/4) 

Si escuchamos con más atención podemos diferencias dos alturas de sonido uno grave (tocado
en el parche del bombo) y otro agudo (tocado en el aro).

Esta base rítmica sugiere que la chacarera es una polirrítmia. Los sonidos agudos corresponden
al 6/8 y los sonidos graves al 3/4.
El aspecto tímbrico es muy importante en la constitución de este ritmo debemos mantener las
alturas (grave, agudo) donde corresponde y debe cuidarse si intentamos reproducirlo con
palmeos, onomatopeyas o acompañamiento de piano.

Teniendo en claro el esquema rítmico básico que se toca en el bombo, vamos a ver como
pasamos todos esto al piano. Como dijimos anteriormente es importante tener bien en claro
cuando se tocan los grave y cuando los agudo. En el piano los graves lo vamos a tocar con la
mano izquierda y los agudos con la mano derecha.