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Para comenzar lo que había preparado que es algo que ustedes pueden encontrar en
el libro de Díez y Moulines Fundamentos de filosofía de la ciencia que Alejandro se los habrá
mencionado en algún otro teórico. Y como les decía, para comenzar lo que aparece en este
texto es una serie de ejemplos paradigmáticos de explicación científica, están disponibles en
el texto en la página 220. Voy a leérselos, son como les digo, casos paradigmáticos de
explicación en contextos científicos. No son para memorizarlos ni nada por el estilo sino
simplemente para que comencemos a familiarizarnos con el tema filosófico y los problemas
filosóficos que nos interesa. Algunos ejemplos son los siguientes:
Un tercer ejemplo:
Que consumiera cuatro paquetes de cigarrillos diarios explica que Luis muriera de cáncer
de pulmón.
Este último ejemplo tiene que resultarles familiar a partir de lo visto en los primeros
teóricos. Y por último:
Estos son algunos ejemplos de lo que podríamos llamar aserciones explicativas. Dicho de la
manera más básica posible, la primera tarea filosófica que tenemos que encarar es tratar de
responder una pregunta muy sencilla: ¿Qué es lo que tienen en común todas estas
aserciones explicativas para que las consideremos tales? ¿Qué quiere decir “explicar” en
contextos científicos? Hay muchas maneras distintas de encarar esta pregunta pero una
manera tradicional y bastante efectiva en mi experiencia es considerar que las explicaciones
y en particular las explicaciones científicas pueden operar o pueden constituir respuestas a
preguntas “por qué”. Una primera característica entonces de las explicaciones científicas es
que pueden funcionar como respuestas a preguntas por qué. Por ejemplo, de los ejemplos
que mencionamos recién, podremos preguntarnos ¿por qué aparecen malformaciones
genéticas en las poblaciones próximas a Chernóbil? Y parte de la respuesta a esa pregunta
tiene que ver con mencionar la fuga radioactiva. O de la misma manera si queremos
preguntar ¿por qué los planetas describen órbitas elípticas alrededor del Sol? Parte de la
respuesta va a tener que ver con las leyes y los principios de la mecánica gravitatoria
celeste.
Estos ejemplos que les mencioné son ejemplos bastante sencillos, tratemos de ver un
ejemplo un poco más relevante en el sentido que sean ejemplos de explicación científica.
Vamos a leerlos, si bien las citas son un poco extensas vale la pena porque nos permite
tener ya un segundo nivel de familiarización con el problema y con el tema de la explicación
científica. Leamos el primer ejemplo:
“En un recipiente lleno de agua hasta el borde a temperatura ambiente flota un trozo de
hielo que sobresale por encima de la superficie. A medida que el hielo gradualmente se
derrite podría esperarse que el agua desborde el recipiente. En la realidad, el nivel del agua
permanece invariable. ¿Cómo puede explicarse esto?”
Abandono la cita un segundo. Podríamos reformularla como una pregunta ¿por qué? ¿Por
qué sucede esto? ¿Por qué el nivel del agua permanece invariable? Vuelvo a la cita:
“La clave de la respuesta está dada por el principio de Arquímedes, según el cual un cuerpo
sólido que flota en un líquido desplaza un volumen de líquido que tiene igual peso que el
cuerpo mismo. De allí que el trozo de hielo tenga el mismo peso que el volumen de agua
que su porción sumergida desplaza. Como la fusión no afecta los pesos implicados, y, por lo
tanto, el mismo peso que el agua inicialmente desplazada por la porción sumergida de hielo.
Puesto que tiene el mismo peso, también tiene el mismo volumen que el agua desplazada;
por lo tanto, la fusión del hielo produce un volumen de agua que basta para llenar con
exactitud el espacio inicialmente ocupado por el trozo sumergido del hielo. En
consecuencia, el nivel del agua permanece invariable.” (Hempel, C. 1959, “La lógica del
análisis funcional” reimpreso en Hempel, C., 1965, La explicación científica, Buenos Aires,
Paidós)
Veamos ahora un segundo ejemplo tomado de otro trabajo de Hempel del 65, “Aspectos de
la explicación científica” que también está en esta compilación, en La explicación científica y
del cual además ustedes tienen como lectura obligatoria alguno de los apartados. Dice:
“La ciencia empírica plantea la pregunta ‘¿por qué?’ también con respecto a las
uniformidades expresadas por leyes (…) Por ejemplo, las preguntas de por qué los cuerpos
en caída libre se mueven de acuerdo con la ley de Galileo, y por qué el movimiento de los
planetas presenta las uniformidades expresadas por las leyes de Kepler se responden
mostrando que estas leyes sólo son consecuencias especiales de las leyes newtonianas de la
gravedad y el movimiento (…) Según una ley [de la mecánica de Newton] la aceleración de
un objeto pequeño que cae libremente hacia un cuerpo esférico homogéneo varía en
proporción al cuadrado de su distancia del centro de la esfera y, por consiguiente, aumenta
en el curso de la caída (…) Pero cuando se la une a la afirmación de que la Tierra es una
esfera homogénea de masa y radio específicos, la ley en cuestión implica que para la caída
libre en distancias cortas cercanas a la superficie de la Tierra, la ley de Galileo se cumple con
un elevado nivel de aproximación.”
Este es un segundo ejemplo quizás más complejo de explicación científica. Mientras que en
el primer ejemplo lo que se trataba de explicar, aquello que nos interesaba explicar, era un
hecho en particular, en particular el hecho de que el nivel del agua no subiese a medida que
se derretía el pedazo de hielo. En el segundo ejemplo lo que nos interesa explicar, aquello
que queremos explicar es una ley científica en sí misma, en este caso la ley de caída de
Galileo y la explicamos mostrando que es un caso especial de una ley abarcadora más
importante que en este caso es la ley de gravitación de Newton. Son dos ejemplos si se
quiere más concretos de explicación científica en los cuales Hempel enfatiza ya en la
presentación los aspectos que él considera importantes, quizá condiciones necesarias y
suficientes de la explicación científica.
Lo que quiero enfatizar con esto es que es un campo abierto de investigación filosófica, es
más para algunos filósofos es incluso un ámbito urgente de investigación filosófica. Es si se
quiere un ámbito de problemas en el cual los filósofos deberían prestarle más atención y
trabajo del que normalmente le prestan. Para eso me gustaría leerles una cita que
lamentablemente no está en el Handout pero sí estaba en la presentación de un manual de
filosofía de la ciencia, en particular el manual de filosofía de la ciencia de Newton-Smith del
año 2001. En ese manual Newton-Smith afirman lo siguiente:
“La situación actual es una vergüenza para la filosofía de la ciencia. De hecho podría
arriesgarme a afirmar que es la misma clase de escándalo para la filosofía de la ciencia que
el escepticismo era para la epistemología según Kant. Si bien contamos con algunos estudios
perspicaces acerca de la explicación, estamos muy lejos de una única teoría unificada de la
explicación. ¿Por qué deberíamos querer esto último? ¿Por qué deberíamos querer una
teoría unificada de la explicación? Bueno quisiéramos ser capaces de explicar qué es lo que
nos conduce a considerar las diferentes explicaciones como explicativas. Esta tarea es aún
más urgente dado que la mayoría de filósofos de la ciencia sostienen que una de las tareas
de la ciencia sino la tarea principal, es ofrecer explicaciones sean estas de lo que fueran.”
El trabajo filosófico que va a realizar Hempel, pero que debería realizar cualquier filósofo
interesado en este problema es simplemente ofrecer una elucidación o explicitación
filosófica de en qué consiste el explanandum, en qué consiste el explanans y en qué consiste
la relación explicativa entre ambos. Si uno completara esa tarea tendría un análisis
completo de la explicación científica.
La primera decisión básica que hay que tomar es qué vamos a entender por explanandum y
qué vamos a entender por explanans. Vamos a comenzar analizando esto para el caso de
Hempel. La clave para entender cuál es la primera decisión que toma Hempel para analizar
este problema es que Hempel siendo uno de los principales representantes del empirismo
lógico va a adoptar una concepción lingüística de la explicación científica. ¿En qué consiste
la concepción lingüística de la explicación científica? Básicamente que si teníamos la
caracterización básica de la explicación científica en términos de explanandum, explanans y
relación explicativa entre ambos; el explanandum va a ser un enunciado para Hempel.
Hempel va a hablar entonces de un enunciado explanandum que es el enunciado en el
lenguaje científico que describe el fenómeno explanandum, esto es el fenómeno que nos
interesa explicar. Y previsiblemente el explanans también va a ser caracterizado como un
conjunto de enunciados. Hempel sostiene que en particular el conjunto de enunciados que
explica el enunciado explanandum debe incorporar necesariamente enunciados que
describen leyes científicas. No quiere decir que todos los enunciados que forman parte del
explanans son enunciados que describen leyes, sino solo que algunos debe ser,
necesariamente uno y de manera no trivial para la explicación. Ahora si tenemos
enunciados en el explanandum y enunciados en el explanans parece bastante natural
pensar que la relación explicativa entre ambos va a ser una relación de tipo inferencial.
Esto nos permite ofrecer una primera caracterización de la explicación científica según
Hempel. Una explicación científica para Hempel es la inferencia de un enunciado
explanandum a partir de un conjunto de premisas que deben incluir necesariamente al
menos un enunciado que describa una ley científica. Para insistir un poco más recuerden
que el enunciado explanandum describe o refiere a un aspecto del fenómeno explanandum
en el mundo. Y los enunciados que describen leyes científicas que figuran en el conjunto de
enunciados que constituyen el explanans obviamente son enunciados que describen leyes
objetivas o si quieren leyes naturales objetivas del mundo. Dicho eso está claro que para
Hempel podemos hablar no solo de una concepción lingüística de la explicación científica,
sino que con mayor propiedad podemos llamarla una concepción lingüística inferencial de
la explicación científica. Lingüística porque los relata de la relación explicativa son
enunciados e inferencial porque la relación explicativa entre esos enunciados es una
relación de inferencia.
Dice Hempel:
“Una explicación N-D [Ahora ya sabemos qué significa] responde a la pregunta ‘por qué se
produjo el fenómeno mencionado en el explanandum?’, mostrando que dicho fenómeno
resultó de ciertas circunstancias particulares, especificadas en C1, C2, …, Ck de acuerdo con
las leyes L1, L2, …, Lr. Al señalar esto, el razonamiento demuestra que, dadas las
circunstancias particulares y las leyes en cuestión, la aparición del fenómeno era de esperar;
y es éste el sentido en el cual la explicación nos permite comprender por qué se produjo el
fenómeno”. (Hempel, C. 1965, “Aspectos de la explicación científica”, en La explicación
científica, Buenos Aires, Paidós)
Hay varios puntos muy importantes de la cita. En primer lugar lo que nos ofrece es un
esquema de cualquier explicación nomológico-deductiva, en ese esquema el enunciado
explanandum es la conclusión de una inferencia, en particular se trata de una consecuencia
deductiva a partir del conjunto de las premisas y estas premisas incluyen necesariamente un
conjunto no vacío de leyes que las llamamos L1 y Ln y además un conjunto de condiciones
iniciales, C1 y Cn. Entonces este es el esquema del modelo nomológico de explicación de
hechos particulares. Podemos distinguir los mismos elementos que veníamos mencionando.
Por un lado el enunciado E es el enunciado explanandum que describe un hecho particular
que en el contexto de la demanda de explicación resulta sorprendente o misterioso o
necesita una explicación. Este enunciado explanandum debe poder inferirse
deductivamente a partir de un conjunto de premisas que vamos a llamar el explanans. Entre
estas premisas algunas deben ser leyes generales, en particular enunciados que describen
leyes generales. Recuerden que estamos bajo una concepción lingüística de la explicación. Y
además un conjunto C de condiciones antecedentes también llamadas condiciones iniciales.
¿Por qué? ¿Por qué son necesarias las condiciones antecedentes? Bueno porque dado lo
que ustedes ya vieron por ejemplo en la unidad acerca de la contrastación de hipótesis las
leyes científicas son enunciados generales y universales. Eso quiere decir que no es posible
inferir un enunciado particular a partir de un enunciado universal general si no está
acompañado de condiciones iniciales. Por eso es necesario establecer las condiciones
antecedentes para poder inferir deductivamente la ocurrencia del hecho particular.
“…el razonamiento demuestra que, dadas las circunstancias particulares y las leyes en
cuestión, la aparición del fenómeno era de esperar; y es éste el sentido en el cual la
explicación nos permite comprender por qué se produjo el fenómeno”.
Esto es para Hempel uno comprende la producción del fenómeno E cuando puede
mencionar un conjunto de premisas que incluyen leyes que lo vuelven esperable, es
esperable que se produzca el fenómeno E a la luz de las leyes y las condiciones
antecedentes relevantes. Entonces se puede hablar que la relación explicativa para Hempel
es una relación de esperabilidad nómica. Explicar un fenómeno E es volverlo nómicamente
esperable a la luz de las leyes y las condiciones antecedentes relevantes.
Comienza Hempel:
“Condiciones lógicas de adecuación: (R1) El explanandum debe ser una consecuencia lógica
del explanans; expresado en otras palabras, el primero debe ser lógicamente deducible de la
información contenida en el explanans, porque de lo contrario este último no podría
constituir una base adecuada para el explanandum. (R2) El explanans debe contener leyes
generales exigidas realmente para la derivación del explanandum. (R3) El explanans debe
tener contenido empírico; es decir, que por lo menos en principio sea posible comprobarse
mediante el experimento o la observación. Condición empírica de adecuación: (R4)) Las
oraciones que constituyen el explanans han de ser verdaderas. Es obvio que en una
explicación correcta los enunciados que constituyen el explanans deben satisfacer cierta
condición de corrección fáctica. Pero parecería más adecuado estipular que el explanans ha
de ser confirmado en alto grado por todos los elementos relevantes disponibles, antes que
deba ser considerado verdadero. No obstante, esta estipulación conduce a consecuencias
embarazosas.” (Hempel, C., y Oppenheim, P. 1948, “La lógica de la explicación”, reimpreso
en La explicación científica, Buenos Aires, Paidós)
Los ejemplos para continuar con la temática podrían ser los siguientes, un ejemplo de una
generalización accidental es “No existe una montaña de oro”, este enunciado es
lógicamente equivalente a un enunciado universal. Y es verdadero que no existe una
montaña compuesta enteramente de oro, natural. Y sin embargo no diríamos que es una ley
de la naturaleza. Es perfectamente físicamente posible que exista una montaña de oro. Es
muy distinto el caso con un enunciado como “No existe una montaña de uranio”, en ese
caso no se trata simplemente de que contingentemente no existe una montaña de uranio
sino que existen leyes físicas que vuelven imposible que exista tal montaña de uranio. No
podés acumular tanto uranio en un solo lugar al mismo tiempo eventualmente se produce
una catástrofe. Entonces mientras ambos enunciados superficialmente tienen la misma
forma lógica, son enunciados generales, universales y verdaderos, sin embargo solo uno de
ellos nos parece legaliforme y el otro no. El otro nos parece una mera generalización
accidental. Esta es una manera de plantear el problema porque el problema filosófico es
cómo distinguimos entre estos dos tipos de enunciados. ¿Cómo distinguimos las
generalizaciones accidentales de los enunciados legaliformes que pueden constituirse leyes
científicas si fuesen verdaderos?
La condición de legalidad nos exige que los enunciados que aparecen en las premisas
de la explicación deban ser genuinas leyes científicas y no solo meras generalizaciones
accidentales. Además se nos exige que esas leyes científicas sean relevantes para la
deducción del enunciado que describe el fenómeno explanandum, esto es obvio. Si bien uno
tiene leyes científicas verdaderas y las premisas pero son completamente irrelevantes para
la explicación del fenómeno obviamente no es lo que estamos buscando. Pero bueno, esa es
básicamente la idea de la condición de legalidad.
R3 es la condición de contenido empírico o contrastabilidad como les dije que así la
llama en otro texto. L que esta condición establece es que los enunciados que forman parte
del explanans deben enunciados con contenido empírico. Nosotros sabemos que la idea de
contenido empírico es una idea que tiene una historia y que tiene muchos problemas en la
filosofía del empirismo lógico. Todos esos problemas de alguna manera están presupuestos
también en la condición 3. La idea intuitiva es distinguir las explicaciones científicas de las
explicaciones que podemos llamar metafísicas. Por ejemplo podría suceder que alguien
trate de explicar por qué se produjo un determinado accidente de tránsito partiendo como
premisa de un principio teológico que afirme que “Todo lo que ocurre es la voluntad divina”
y que por lo tanto el accidente también es el producto de la voluntad divina. Podríamos
hablar de que estamos en una explicación que se subsume bajo un principio pero ese
principio es completamente incontrastable y por lo tanto carece de contenido empírico. La
idea es que las explicaciones de la ciencia y no así las pseudo-explicaciones de las
pseudo-ciencias todas las premisas tienen contenido empírico. Esto también excluye
aquellas explicaciones de las cuales se infiere el fenómeno a partir de principios puramente
matemáticos o geométricos que tampoco serían leyes científicas. Una explicación
puramente matemática no es una explicación científica de un fenómeno, debe estar
involucrado necesariamente leyes empíricas.
En cuarto lugar tenemos la condición empírica sobre la explicación nomológico-deductiva en
la cita figura como R4. Lo que está mencionando acá es primero cuál debe ser la condición
de máxima si se quiere y luego que modificaciones se podrían realizar para enfrentar ciertos
problemas, que esa condición de máxima genera. La condición de máxima es que todas las
premisas en una explicación deben ser verdaderas. Esto tiene que ver con una característica
general de la idea de explicación posiblemente más antigua que Hempel, posiblemente
intuitiva, que es que no es posible explicar partiendo de premisas falsas. No se puede
explicar un fenómeno empírico partiendo de premisas falsas, solo es posible explicarlo a
partir de premisas verdaderas porque si no estás frente a una explicación genuina. Esa es la
idea intuitiva que los enunciados falsos no tienen poder explicativo, solo los enunciados
verdaderos tienen poder explicativo. Obviamente esta idea no es obvia, pero tiene algunos
problemas. El más evidente es que las leyes científicas debido a su forma lógica y a la
naturaleza de la contrastación de las hipótesis generales y universales de la ciencia no
pueden ser verificadas, o sea que desde un punto de vista epistémico nunca podemos saber
si las leyes científicas involucradas en la explicación son verdaderas efectivamente. ¿Se ve el
problema? Entonces de alguna manera ¿qué podemos hacer? Bueno podemos considerar
que todas las explicaciones que apelan a este tipo de leyes que no sabemos si son
verdaderas pero podemos suponer que están bien confirmadas entonces nos ofrecen
explicaciones que podemos llamar potenciales del fenómeno. Aunque no son explicaciones
verdaderas del fenómeno hasta que no sepamos si las premisas son verdaderas o no,
entonces una manera de lidiar con el problema de que no podemos verificar leyes
científicas es a través de una distinción entre explicaciones potenciales y explicaciones
verdaderas o actuales. Lo máximo que podemos obtener en la práctica de la ciencia son
explicaciones más o menos potenciales de un fenómeno pero nunca podemos obtener
explicaciones verdaderas por la naturaleza de las leyes científicas. Otra solución distinta es
debilitar el requisito, no es sostenerlo y distinguir entre explicaciones potenciales y
verdaderas sino debilitarlo y exigir simplemente no que las premisas sean verdaderas sino
que las premisas estén bien confirmadas empíricamente. Esta es otra solución posible al
problema. El problema de esta otra solución, lo que consideran embarazoso los autores, es
que no descarta la posibilidad de tener una explicación genuina basada en premisas que
eventualmente resulten falsas aun cuando en el momento actual del conocimiento las
consideremos bien confirmadas y las llamemos explicaciones. Ambas soluciones tienen sus
problemas, ventajas y desventajas.
Por otro lado, otra de las posibles deficiencias o algunas de las anomalías que
pueden ocurrir con el esquema de explicación nomológico-deductivo es que el enunciado
explanandum no se infiere a partir de las premisas en toda su especificidad sino que lo que
se infiere a partir de las premisas es un enunciado un poco más general que el enunciado
explanandum al cual el enunciado explanandum pertenece. Digamos, no explico por
ejemplo la aceleración de caída de un cuerpo en todo su detalle sino que obtengo si se
quiere una aceleración esperada dentro de un rango en el cual cae la aceleración actual del
cuerpo. En ese caso lo que dice Hempel es que conviene distinguir entre explicaciones
parciales y explicaciones totales de un fenómeno. Las explicaciones totales de un fenómeno
explican el fenómeno explanandum con toda su especificidad; mientras que las
explicaciones parciales no permiten inferir exactamente el fenómeno explanandum sino que
te permiten inferir un enunciado que describe una clase más general que la clase especifica
del fenómeno explanandum.
No solo se pueden explicar hechos particulares a partir de leyes sino que es posible la
explicación nomológico-deductiva de leyes. Esto es que el enunciado explanandum de una
explicación describa una ley y no un hecho particular. Hempel tiene en cuenta este tipo de
explicaciones y de hecho nos ofrece también un esquema de cuál sería la forma lógica de
este tipo de explicaciones que es en un sentido mucho más sencillo que el de las
explicaciones nomológico-deductivas de hechos. El esquema es el siguiente, nuevamente el
enunciado explanandum se obtiene como la conclusión de una inferencia. En particular el
enunciado explanandum describe una ley científica y la idea es muy parecida a la explicación
nomológico-deductiva de hechos, aunque con una diferencia. La idea es que uno explica
esta ley cuando la puede deducir de un conjunto L1 y Ln de otras leyes científicas más
abarcadoras. Como en este caso no se trata de la inferencia de un enunciado particular a
partir de un enunciado general, sino que se trata de la inferencia de un enunciado general a
partir de otros enunciados generales entonces no es necesario establecer condiciones
iniciales, es ocioso de hecho establecer condiciones iniciales.
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La cita lo que va a darnos es, es una cita de Hempel y Oppenheim, que describe el principal
problema que plantea la explicación nomológico-deductiva de leyes.
Lo que nos dice es: supongamos que tenemos que explicar las leyes de Kepler, llamémoslas
K. Es posible inferir deductivamente las leyes K, a partir de la conjunción de las leyes K y las
leyes B que son las leyes de Boyle que no tienen nada que ver con el movimiento planetario.
Podría ser D las leyes de Darwin sobre selección natural, no importa, en conjunción con
cualquier otro conjunto de leyes. Esta inferencia es una inferencia deductiva válida, en
particular es una certificación de la conclusión. Sin embargo no diríamos que nos ofrece una
explicación nomológico-deductiva de las leyes de Kepler porque las leyes de Kepler en el
fondo se están deduciendo trivialmente a partir de ellas mismas. ¿Se ve el problema? Ese es
un problema que menciona Hempel y Oppenheim se llama “Infame nota 33”. En su propio
texto la nota 33 menciona este problema y menciona también que no tiene solución.
Entonces lo que podemos hacer es entender por qué no tiene solución. Y en parte tiene que
ver porque lo que Hempel está proponiendo es una elucidación filosófica del concepto o de
la relación explicativa en términos de la relación deductiva entre enunciados.
Pero la relación explicativa, la relación de explicación es intuitivamente no reflexiva. Nada se
autoexplica. La autoexplicación no parece una característica existente de la explicación
científica. Es más bien circular. Pero la deducción sí es reflexiva, entonces eso es lo que
origina este problema para la explicación nomológico-deductiva de leyes, el hecho de que la
deducción es una relación reflexiva pero la explicación no lo es.
Esto es algo que le gusta señalar a Alejandro y es correcto y es que en el fondo toda
explicación de leyes es en algún sentido una autoexplicación encubierta. ¿Por qué? Si la
relación entre premisas y conclusiones efectivamente es una relación deductiva entonces no
puede haber más información en la conclusión de la que hay en las premisas. De hecho
generalmente hay menos información en la conclusión de la que está en las premisas. Así
que sí, tenés razón. Es un problema importante en general porque se aplica a cualquier
explicación de leyes nomológico-deductiva.
Hasta ahora hemos trabajado con la explicación de hechos y de leyes. Eso nos da una
distinción entre dos tipos de explanandum, a su vez hemos trabajado hasta ahora
enteramente con lo que podemos llamar las leyes deterministas, también llamadas leyes
universales. Los ejemplos que hemos visto de leyes corresponden a esta clase. Pero como se
mencionó también, no todas las leyes tienen la forma de leyes universales sino que muchas
leyes en la mecánica estadística, en la mecánica cuántica, en la biología evolutiva, en la
psicología, son leyes que podemos llamar leyes probabilistas. A la explicación de hechos
particulares a partir de leyes universales o deterministas hemos dado cuenta de ellas con el
modelo nomológico-deductivo. Y también hemos desarrollado un modelo de explicación
nomológico-deductiva para leyes. Para Hempel la explicación de leyes científicas a partir de
leyes probabilistas no plantea grandes dificultades o la necesidad de introducir grandes
modificaciones en su propuesta, Hempel va a hablar simplemente de la explicación
estadística-deductiva que es estructuralmente idéntica a la explicación
nomológico-deductiva de leyes. Inferimos una ley a partir de un conjunto finito de otras
leyes, la única diferencia entre la explicación nomológico-deductiva y la explicación
estadístico-deductiva es que las leyes involucradas en este caso son leyes probabilistas.
Entonces lo que tenemos que elucidar ahora es la noción de leyes probabilistas como
distintas de las leyes universales. Ahora vamos a ir a eso, pero antes quisiera completar el
cuadro. La explicación de hechos probabilistas a partir de hechos particulares plantea los
problemas que mencionamos más temprano, que vos mencionaste, en particular que no va
a ser posible inferir deductivamente la ocurrencia el fenómeno explanandum a partir de las
premisas, por las características propias de las leyes probabilistas. Para este tipo de
explicación Hempel va a tener que desarrollar un segundo modelo que no llama
nomológico-deductivo sino que es la explicación inductivo-estadística. Vamos a decir algo
acerca de esto. ¿Cuál es la forma lógica de las leyes universales? ¿Y cuál es la forma lógica
de las leyes probabilistas? No es tan fácil responder esta pregunta a pesar de que la vamos a
resolver muy fácilmente en la clase. Si ustedes van al capítulo V de Díez y Moulines que es
las “Leyes científicas” van a encontrar en la primera sección una lista de leyes, de ejemplos
de leyes. Yo les voy a leer algunas que caen bajo la clase de leyes universales, leo algunas
que caen bajo las leyes probabilistas para que se vea intuitivamente la diferencia y luego
vamos a pasar a elucidarlos. Algunos ejemplos de leyes universales son los siguientes:
2. Los planetas giran con el Sol en órbitas elípticas con el Sol en uno de sus focos
barriendo áreas iguales en tiempos iguales.
Donde se establece que para todos los objetos de un dominio si caen bajo un predicado
entonces o bajo otro sin excepción, mientras que los enunciados probabilistas tienen esta
forma:
La probabilidad de que un individuo pertenezca a la clase Q dado que pertenece a la clase P
es igual a un cierto valor real entre 0 y 1, donde 0 es el 0 % de probabilidades y 1 es el 100 %
de probabilidad.
Explicación estadística-deductiva
Explicación inductivo-estadística
El apoyo inductivo que ofrecen las premisas para la conclusión se puede caracterizar de esta
manera:
Hempel tiene que decirnos algo respecto de qué valor debe incluir esta probabilidad
para que estemos frente a una explicación científica de un fenómeno. La idea de Hempel
nuevamente teniendo en cuenta el criterio de esperabilidad nómica es que aun cuando se
trate de leyes probabilistas y estadísticas tienen de alguna manera hacer esperable el
fenómeno explanandum. Y esto lo recoge en un requisito de alta probabilidad, que se puede
caracterizar o que de hecho Hempel lo caracteriza de esta manera, en general lo que él está
pensando es que la probabilidad debe ser cercana a 1. Obviamente no va a ser 1, va a ser un
número menor a 1 pero tiene que ser cercana a 1. ¿Qué tan cercana? ¿Cuál es el mínimo?
Uno esperaría que debe ser superior a 0,5, 0,5 es la probabilidad que le atribuimos al azar. Si
tenemos una moneda auténtica y la tiramos al aire puede caer cara o seca con una
probabilidad de 0,5 para cada uno de los resultados. Ese es el azar, entonces la idea es que
la probabilidad de que se siga el explanandum a la luz de las premisas debe ser en lo posible
cercana a 1 pero mínimo superior a 0,5. Esto va a plantear ciertos problemas que vamos a
ver la clase que viene porque muchas de las leyes estadísticas establecen probabilidades
menores a 0,5, especialmente por ejemplo si piensan en casos médicos y leyes del tipo “La
probabilidad de desarrollar efectos secundarios si se toma este medicamento para tratar
esta enfermedad es de 0,05”; es una probabilidad bastante baja. Pero si efectivamente
desarrollas los síntomas asociados a esos efectos secundarios la explicación debe apelar a
esa ley, aun cuando sea una ley de baja probabilidad. Estos son todos problemas que vamos
a ver la semana que el miércoles, la próxima clase. Entonces con esto completamos el
esquema del Modelo de explicación por Cobertura Legal. L que todos los submodelos tienen
en común es que explicar es subsumir bajo leyes. Por eso podemos hablar del modelo de
cobertura legal. Pero vamos a distinguir distintos submodelos dependiendo de cuál sea el
explanans y cual sea el explanandum, por lo tanto de cual sea la relación explicativa. Si
tenemos la explicación de hechos particulares a partir de leyes universales o deterministas
tenemos la explicación nomológico-deductiva de hechos. Si tenemos una explicación
mediante leyes universales de otras leyes tenemos una explicación nomológico-deductiva
de leyes. Ahora si tenemos una explicación de hechos particulares a partir de hechos
probabilistas aplicamos el esquema o modelo de explicación inductivo-estadística. Y si lo
que tenemos es una explicación de leyes a partir de leyes probabilistas aplicamos el modelo
de explicación estadístico-deductiva. Este es el modelo de cobertura legal de Hempel y es el
que a partir de la clase que viene vamos a discutir evaluando sus virtudes, sus defectos, sus
promesas y sus decepciones