SEMINARIO ESPÍRITU Y VIDA

REFLEXION SEMANA CUATRO

PRESENTADO A Dr. ELÍAS RODRIGUEZ

EN CUMPLIMIENTO PARCIAL DE LOS REQUISITOS

PARA PM 250: ADORACION Y MINISTERIO PENTECOSTAL

POR

JORGE ANDRÉS CÁRDENAS RUPAYÁN

CLEVELAND, TN

13 FEBRERO 2022
 Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas” (Lucas 12:35)
“

Nuestro Señor hablando de la necesidad de estar alertas y vigilantes con respecto a su

retorno y la bienaveturanza de aquel que sea encontrado, no sólo en estado de alerta,

sino más importante aún preparado. Estén ceñidos vuestros lomos era una

recomendación que indicaba estar preparados, tal como los antiguos guerreros en medio

oriente se preparaban para una batalla y debían sujetar firmemente sus vestiduras a su

cintura para montar sus caballos y liberar las manos para cabalgar o sostener sus

espadas, además de este estado de alerta, Jesús además dijo, tengan vuestras lámparas

encendidas lo que implicaba contar con un suministro permanente de aceite, así por lo

tanto la actitud de alerta debe ir acompañada de una acción intensionada.

El autor en referencia a la llenura del Espíritu Santo se aleja de la noción de las

religiones que elevan al individuo a categorías superiores o niveles de espiritualidad que

le confieren cierto estatus por sobre los demás creyentes, sino que la llenura del espíritu

santo es una “tarea permanente” porque esta llenura es la que los impulsa a llevar

adelante la misión evangelizadora y los transforma en ciudadanos responsables y

concientes del contexto en donde la providencia de Dios los ha incertado,

trasformándoles en agentes de bendición para sus familias y comunidades, esta llenura

del espíritu se refleja en una nueva ética basada en el amor y la justicia, entonces una

persona justa y piadosa puede ser reconocida como llena del Espíritu, esta óptica desde

el evangelio de lucas implica que el Espíritu Santo no sólo toca o entrega dones

temporales en el creyente, sinó que llega a habitar, guiar, capacitar e impulsar en todo

tiempo y circunstancia, esta presencia permanente del Espíritu requiere una vida en

justa y coherente con la fe y esperanza que se porta, esta coherencia debe verse reflejada

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en gestos y acciones concretas y visibles de comunión y compasión cristiana dentro del

contexto diario del creyente.

Testimonialmente, de acuerdo a las lecciones recibidas es posible hoy dicernir a

la luz de la palabra de Dios lo que espiritualmente es la llenura del Espíritu Santo,

buscar por lo tanto esta experiencia permanentemente y no un hito más en la vida

cristiana o un nivel de espiritualidad que otorgue cierta distinción en la comunidad de

creyentes. La apatía cristiana, falta de devoción o la indiferencia por el prójimo o los

asuntos sociales importantes que rodean el contexto de un creyente o congregación

podrían ser indicativos de falta de espiritualidad. Tradicionalmente en el contexto del

sur de Chile se entendió y asoció la llenura del Espíritu Santo con demostraciones

externas de espiritualidad que no necesariamente deberían ir acompañados de acciones

o gestos concretos de amor o compasión por el prójimo. A modo de ejemplo trístemente

en una ocación un grupo de creyentes visitó el hogar de una madre inmigrante con sus

tres pequeños que celebraba su compleaños, al llegar el grupo de hermanos son

invitados a la celebración, lo cual no aceptan por que el motivo de la visita era

“espiritual” esto significaba que lo espíritual estaba disociado del amor, la caridad y el

compañerismo y lo que se entendía como espiritual era la liturgia, los cánticos y las

oraciones.

El creyente pentecostal por lo tanto es una persona nacida de nuevo, que ha

experimentado la culpa y la tristeza según Dios que produce arrepentimiento y

conversión a una vida nueva llena del Espíritu, este creyente nacido de nuevo renuncia a

su naturaleza pecaminosa y abraza una nueva vida impulsada por el Espíritu de Dios

que habita en su corazón y le impulsa a vivir y compartir la esperanza y la fe, el

pentecostal lleno del Espíritu es una persona con una nueva ética de justicia y amor.