Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El Zohar menciona en varios lugares que esta palabra, Bereshit (En el principio,
en traducción convencional), se lea como Bará Shit, “creó seis” (Shit es el número seis
en arameo)
Así, por ejemplo:
Las seis principales direcciones supremas se refieren a las seis sefirot de Jésed a
Yesod: los seis ríos que fluyen al gran mar, que es Maljut.
Hay que ver que las dos primeras palabras: Bereshit bará (Con Sabiduría creó)
tienen nueve letras.
Y que la Alef de la tercera palabra, el Nombre Elohim, es la décima letra. Con
Sabiduría (Jojmá) creó a Elohim (Biná).
Y esto prefigura todo el Árbol de la Vida: las seis sefirot del Zeir Anpin (el
rostro menor de la Deidad; las seis sefirot de Jésed a Yesod) en la primera palabra. Y la
décima sefirá, la Shejiná, en el Nombre Elohim, que puede referirse tanto a Biná como a
Maljút. Y ambas configuraciones vienen precedidas de la palabra Bará, creó.
Y como dice el Zohar: ¿Quién los creó? El Misterioso desconocido, es decir,
Kéter (en continuidad con Ein Sof).
Así pues, en Jojmá está prefigurado el seis de Zeir Anpin, y en Biná el diez de
Maljut.
Jojmá es la Yod del Nombre, Abba, el Padre. Y la Vav del Nombre,
representando el Zeir Anpin, el Rostro Menor de la Deidad, es, en su forma alargada,
una prolongación hacia abajo de la Yod (ver figura), una vez que la omniconciencia
pura de Jojmá ha pasado, por así decir, por la restricción creativa de la He de Biná (la
segunda letra del Nombre), Imma, la Madre. Y la cuarta letra del Nombre
correspondiente a Shejiná, Maljut, es de nuevo una letra He, porque ambas, Biná y
Maljut, están en continuidad.
Continúa el Zohar:
“Solamente hasta ese punto se extienden las alusiones al Más Misterioso (Kéter)
que modela y construye y vivifica de manera misteriosa, a través de la explicación
esotérica de un versículo (el primer versículo del Génesis). De este punto fluye bará shit
“él creó seis”, desde el fin del cielo hasta el otro fin, seis lados que se extienden desde la
suprema esencia mística, a través de la expansión de la fuerza creadora de un punto
primario. Aquí fue inscripto el misterio del nombre de cuarenta y dos letras.”
El Nombre de 42 letras es una expresión del Nombre del mismo valor numérico
, Elóah (Nombre de Dios correspondiente a Tiféret, la sexta sefirá, el 6 de
nuevo). Una de las extensiones de este Nombre es , cuya suma es
203, lo mismo que , creó. Estas tres son las primeras letras del Génesis (Bará Shit)
además de tener el significado directo de creación reflejado en la segunda palabra
(bereshit bará… En el principio creó).
La letra Bet, en general, representa Sabiduría y Bendición. Podemos
decir que el Nombre de 42 representa el despliegue de la semilla primordial de sabiduría
y bendición contenida en la primera bet de Bereshit. Y es interesante notar que otra
extensión del Nombre Elóah: , suma 222, como la segunda
cámara del Aiq Beker, , en la que está enraizada la palabra Berajá, Bendición: el
Pensamiento de la Creación, expresado en la primera Bet, como ya se ha visto en otros
escritos.
1.
2.
3.
0.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
1
Si excluimos Dáat, pero usamos para Biná el nombre de Tebunah , y para Jésed el nombre de Guedoláh,
también se obtienen 42 letras.
B. Bereshit. De hecho, si consideramos en sentido explícito las 42 primeras
letras del Génesis, obtenemos otra versión del Nombre. Esto lo hace Rabí Eliezer de
Worms (el Rokéaj, S. XII-XIII), aunque introduce algunas modificaciones en las letras
que no justifica. Aquí consideramos las primeras 42 letras sin modificar.
Traducción:
Por favor, por la grandeza de tu diestra libera las cadenas del cautiverio.
Recibe el cántico de tu pueblo; exáltanos, purifícanos, oh Dios temible.
Oh Todopoderoso, a los que inquieren por tu unidad guárdalos como a la pupila de tus
ojos
Bendícelos, purifícalos, que tu justa misericordia siempre los recompense,
Lleno de piedad, oh Santo, con la abundancia de tu bondad guía a tu congregación
Dios único y excelso, atiende a tu pueblo, quienes recuerdan tu Santidad
Acepta nuestras súplicas y escucha nuestro clamor, tú que conoces todos los misterios.
(En voz baja) Bendito es el Nombre de su majestad gloriosa por siempre jamás.
- Las seis direcciones más el centro, tanto del cubo del espacio como del cubo
místico, tal como aparece definido en el Séfer Yetsirá.
- Las siete sefirot inferiores – de Jésed a Maljut – del Árbol de la Vida.
- Los siete planetas – de Luna a Saturno – de la astrología clásica. A través de
las regencias planetarias el Nombre también rige sobre los signos zodiacales.
- Los siete días de la semana.
- Los siete días de la Creación del Génesis.
- Los siete milenios del calendario judío. En el momento de escribir este ensayo
(2017) nos encontramos en el año 5778 de ese calendario, es decir, en el sexto milenio.
El séptimo milenio será el Shabat.
- Los siete centros psicofísicos (chakras) del cuerpo energético.
- Los siete brazos y lámparas de la menorá, el candelabro del Templo de
Jerusalem.
- Las siete semanas que transcurren entre las festividades de Pésaj (Pascua) y
Shavuot (Pentecostés), correspondientes al tiempo transcurrido entre la salida de Egipto
de los israelitas y la entrega de la Torá en el monte Sinaí. Este periodo se conoce como
“la cuenta del Ómer”.
Como cada semana tiene siete días, se hacen corresponder las letras del Nombre
(de la línea; cada línea es un Nombre) correspondiente con los seis primeros días de la
semana – de domingo a viernes – y el Nombre completo (el conjunto de las seis letras)
al Shabat.
- Las siete voces sefiróticas del salmo 29, que se reza en la Recepción del
Sábado (Kabalat Shabat), y que marca la transición de los seis días activos de la semana
al Shabat. Están en consonancia con los siete apelativos o títulos Divinos que aparecen
en la oración del Aná Bejóaj: Norá (Imponente o Tremendo), Guibor (Omnipotente),
Jasín (Poderoso), Kadosh (Santo), Yajid (Único), Gueé (Sublime) y Yodéa Taalumot
(Conocedor de los misterios).
- También hay una relación de cada Nombre de seis letras con el Maguen David
o hexagrama, la estrella de seis puntas. El primer triplete corresponde al triángulo
ascendente (con el vértice hacia arriba) y el segundo al triángulo descendente (con el
vértice hacia abajo).
- Cada letra del Aná Bejóaj es la inicial de un Nombre Divino específico, así
como de un poderoso ángel.
- Y, por supuesto, se da una relación estrecha entre las siete líneas del Nombre y
las siete letras dobles del alfabeto hebreo, tal como las define el Séfer Yetsirá.
Con todo lo anterior podemos empezar a hacernos una idea del poder y la
santidad del Nombre de 42 letras (y de los 72 Nombres, aunque ahora no tratamos de
ello).
Pero no es sólo teoría. No sólo alcanzamos el plano de la energía y la kedushá
con nuestra mente racional. Nuestra tarea es unir el cielo con la tierra; y esto en todas
las actividades de la vida cotidiana. Para empezar en este sentido, proponemos el
siguiente ejercicio sencillo de un marco que es inmenso: