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FILOSOFÍA DEL LIDERAZGO POLÍTICO

La filosofía administrativa tiene supuestos fundamentales acerca de la naturaleza


humana y de la manera como la gente se comporta en las compañías.

Estos supuestos son de dos categorías:

a) Fuerzas divisorias que dispersan los esfuerzos de una compañía.

• Egoísmo y búsqueda de poder


• Competencia por recursos escasos
• Especialización por competencia externa
• Conflictos entre unidades especializadas (personal
de línea y personal administrativo)

b) Las fuerzas de inercia hacen que las compañías se burocraticen y se vuelvan


rígidas.

 Las personas buscan seguridad y se oponen a


todo cambio que amenace sus intereses
individuales provocando resistencia al cambio y
tomando decisiones satisfactorias o de parches.

Conclusión
Ahí diferentes tipos de conductas en la administración  la cual es favorecer el
crecimiento de la empresa con ayuda del empleado haciendo que se involucre
aportando ideas asi ayudando a tener los resultados deseados, donde lo
importante es designara equipos de trabajo para mejorar la producción y motiva el
desempeño de los trabajadores.
FUERZAS DIVISORIAS

El egoísmo y la búsqueda de poder


En las compañías este impulso lleva a los
empleados a tomar decisiones, interpretar
información y actuar en formas que favorecen sus
intereses personales y los de las subunidades en
que trabajan, como unidades de producto, áreas
funcionales, unidades geográficas y áreas de
personal.

El poder
Es la capacidad de influir en los demás y evitar que
ellos influyan en uno. En una organización confiere
autoridad para establecer metas, controlar políticas
funcionales claves, asignar fondos, destinar
empleados, contratar y despedir personal y fijar
sueldos.
Cuando los miembros de una organización ponen
estas fuentes de poder al servicio de sus fines
personales, gran parte de la actividad de la compañía será movida por egoísmos
locales y no por objetivos estratégicos.

La competencia por recursos escasos


Las políticas financieras corporativas, como estructura
de capital y política de dividendos, limitan la cantidad de
capital que una compañía puede gastar.
Negociar para tratar de sacar una tajada mayor del
capital disponible llega a ser más importante que
presionar a la alta administración para que consiga más
dinero, batalla en que tienen pocas perspectivas de
ganar.
Los gerentes generales que tenían fuertes necesidades
de capital creían que intrigando en forma privada con la
alta administración podrían conseguir más fondos.
Especialización y fragmentación de la autoridad
Los líderes políticos no ven esa conducta interesada como una aberración o una
enfermedad. Éstos cultivan las semillas que el egoísmo sembró. Este proceso no
sólo le permite a la compañía reaccionar
con mayor rapidez a condiciones
cambiantes, sino que además aumenta la
satisfacción y la dedicación de los
gerentes y los empleados que contribuyen
a fragmentar el poder y la autoridad.
Cada área de complejidad requiere
especialistas que la estudien, la manejen
e informen a otros.
Los especialistas funcionales desarrollan
sus propias metas y lealtades: “Ser la mejor fuerza vendedora, pase lo que pase”,
o “No permitir que los de marketing embrollen la producción” porque tienen
diferentes habilidades, responsabilidades y carreras que defender.
Es inevitable que surjan conflictos entre unidades especializadas. Las personas de
talento y aspiraciones chocan entre sí al tratar de hacer su oficio y proteger y
ampliar su jurisdicción.
Los conflictos entre el personal de línea y el personal administrativo son
legendarios. Irving Shapiro, al rememorar varios decenios de su propia
experiencia, dice: “Yo no estoy convencido de que a los individuos fuertes los
muevan por órdenes directas. Mi experiencia ha sido todo lo contrario: que
sembrando la semilla y abonándola y permitiendo que el otro coseche el fruto, muy
frecuentemente se avanza más que con una orden directa. Esto se debe a la
manera como están constituidos los caracteres vigorosos. Ellos se enorgullecen
de su intelecto y de sus realizaciones. Quieren ser inventores y hombres de
acción, y no que se les impongan las cosas. Si se les dice que hagan algo,
intelectualmente lo aceptan, pero emotivamente se resienten. De modo que, en
realidad, nos vemos ante el problema de qué es lo mejor para mover al hombre
fuerte, al subalterno fuerte.”

LOCALITIS” El conflicto tiene su origen en convicciones honradas pero


contradictorias sobre la naturaleza de los problemas y la
manera de resolverlos.
El general George C. Marshall llamaba esto “Iocalitis”;
es decir, “la convicción que abriga con ardor todo
comandante de un teatro de operaciones de que la
guerra se gana o se pierde en su propia zona de
responsabilidad, y que retener lo que se necesita para el éxito local es prueba de
ceguedad, si no de imbecilidad, del alto mando”.
El concepto de “localitis” es complicado y rebuscado, y va más allá de la idea de
que el egoísmo es el motor de la vida organizacional.
La “localitis” tiene su origen en personas bien intencionadas, laboriosas y hasta
sacrificadas, pero que sencillamente están dominadas por su propia visión de lo
que en realidad necesita la compañía.

Conclusión
El egoísmo es la principal causa de competencia ya que cada uno de nosotros
interpretamos la información como mejor nos parezca asi se llega a influir en las
decisiones de los demás ejerciendo poder en cada uno de ellos, aportando metas
y decisiones para poder negociar capital para llevar a cabo nuestras metas dentro
de la empresa tomara decisiones importantes aumenta la satisfacción de los
empleados tanto gerentes como subalternos ya que ayudan a planificar áreas
administrativas logrando asi sus metas aun asi gente talentosa choca ya que cada
uno de ellos quiere realizar su propuestas y llegar a la meta deseada al igual las
empresa tiene gente trabajadora que tienen lealtad y sus propias ideas cosa que a
la empresa no le interesa ya que por eso se empieza con el egoísmo dentro de
ella

Maria del Rosario Mendoza Hernandez #51216

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