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Integrantes Solano Martines, Villanueva Giron, herrrera Mariños, Velasquez Ruiz, Ramirez

Vera
Tipo de fuente Libro (x) Página web ( ) Otro

Transcribe la Las pupilas del mozo y las de sus perros, al beber, se duplicaban y centuplicaban
información relevante de cristal en cristal, de marco en marco, entre la doble frontera natural de la onda y
de los ojos
que subrayaste en un
párrafo.

Referencia de la fuente Vallejo (1938) p.10


confiable

Integrantes Solano Martines, Villanueva Giron, herrrera Mariños, Velasquez Ruiz, Ramirez
Vera
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Sumilla 1 Párrafo 1: Este año la procesión se llevaría a cabo en amplias y artísticas andas en
forma de huerto, acompañadas de magnolias y de cirios, incluyendo a Miguel y el
autor a la expedición, con el objetivo de recolectar el material.
Sumilla 2 Párrafo 2: Vallejo tenia que encaminarse hacia un gran carrizal de singular
varillaje y muy diferente de las matas comunes, para así poder recolectar una caña
especial, de excepcional tamaño, tratándose así del carrizo era conservado en casa
de su tío como una reliquia familiar y utilizado en cada semana santa.
Sumilla 3 Párrafo 5: Miguel se adelantó con su jauría, cogiendo a uno de sus perros
empezaba a jugar con el resto, corriendo de barranco en barranco, al sentirse
golpeado en la roca fría la jauría se sumía en un silencio extraño, moviendo la cola,
y sacando la lengua amoratada y espumosa.
Sumillado 4 Párrafo 8: el viento vino pesado y un tanto sordo, el cual era el aroma del
cañaveral sagrado, ante la presión de la atmosfera el aire empezó a morir,
ahogándose de sol.
Resumen Tras la procesión de este año, Miguel junto al autor fueron los encargados de
recolectar el material necesario para elaborar las andas, puesto que Vallejo tenía
que encaminarse hacia un gran carrizal en busca de la caña especial, la cual era de
un excepcional tamaño, tratándose del “CARRIZO”, acompañado de Miguel, el
cual trajo consigo a su jauría, se adelantó empezando a jugar con ellos, más
adelante ambos al pasar el camino verdoso de la naturaleza les cayó en la cara un
viento pesado y tanto sordo, el cual se trataba del aroma del cañaveral sagrado,
después de una larga caminata lo habían por fin encontrado
Referencia de la fuente Autor: Cesar Vallejo (1938)
confiable Titulo: “El niño del carrizo”

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