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Ensayo final

Adriana López Enriquez

Departamento de posgrado. Doctorado en Educación. Universidad de Tijuana CUT

Comprensión lectora del inglés y francés DEOL-1202B

Dr. Alberto Díaz Ramírez

4 de junio de 2022
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La educación de calidad como consecuencia del capitalismo.


La educación es una de las múltiples consecuencias del capitalismo, a través de los
años se ha visto el impacto que ha tenido el sistema capitalista en la sociedad, desde el
desarrollo de la sociedad hasta las comprensiones ideológicas de la misma, en este ensayo se
analiza críticamente la relación que existe entre el sistema capitalista y el sistema educativo,
para posteriormente desarrollar una postura desde el antecedente de las consecuencias de la
manipulación ideológica a raíz de los contenidos educativos y los métodos de enseñanza que
existen; se debe conocer el peligro que hay detrás de la modificación errónea de los
contenidos educativos y las repercusiones sociales que implican el impartir un conocimiento
con el propósito de cambiar el pensamiento de una sociedad, porque el cambiar el
pensamiento de una comunidad se puede convertir en un arma de ataque para las distintas
realidades que existen dentro de una sociedad.
El objetivo de este ensayo es profundizar en las repercusiones ideológicas que existen
en la transformación de la educación en una mercancía maleable a las necesidades de una
sociedad que se rige por un modelo capitalista que exige constantemente una calidad utópica
y una falsa respuesta a las problemáticas sociales con la promesa de conseguir una sociedad
inclusiva y justa para todas las realidades sociales a la par de la negación de estas
oportunidades por el lema de que cualquier persona puede lograr el éxito o la realización
personal si encaja con los ideales de una sociedad que desecha a las personas como
herramientas reemplazables de una máquina que jamás se detiene.
Se profundizan y refutan los temas con los trabajos de distintos autores que retoman y
critican tanto a la educación como al sistema económico que influye en la realización del
sistema educativo, el ensayo aborda la obra de Alain Renaut titulada “L’éducation est-elle
une merchandise come une autre?” que habla acerca de la educación vista como una
mercancía y la necesidad de mantenerla gratuita y desnacionalizada, también se incluirá el
trabajo de Peter McLaren y Gustavo Fischmann, titulado “Reclaiming hope teacher education
and social justice in the Age of Globalization” el cual aborda las políticas neoliberales
capitalistas que venden a la sociedad ideales utópicos que discriminan minorías y cuestionan
la efectividad el trabajo docente, así como la obra crítica de Gregor McLennan “Not
multiculturalism, a rejoinder to Peter McLaren” que complementa la teoría de Peter McLaren
con ideales marxistas para una sociedad humanista.
Iniciando con reconocer que la excelencia educativa es un objetivo utópico de los
modelos educativos basados en el capitalismo, conformados por los modelos neoliberales que
sugieren un ideal educativo imposible para una sociedad compuesta por diversas
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comunidades que se conforman de realidades contrastantes en el desarrollo ideológico,


profesional y educativo, la intervención del sistema capitalista en el que vivimos nos ha
sumergido en un estilo de vida cíclico que no permite que las distintas realidades sociales se
unifiquen en ningún aspecto, por tanto, el pensar en un sistema educativo que no sea
considerado como una mercancía que ofrece calidad sobre pago, sino un servicio gratuito
para la realización de una persona provoca la realización de una sociedad empática, inclusiva
y abierta a la transformación ideológica.
Entender a la educación como un producto que se integra a un mercado competitivo
con el fin de suplir una necesidad básica para una sociedad, es eliminar cualquier posibilidad
de recibir de forma crítica los conocimientos brindados mediante una institución y
apropiarlos como un instructivo del buen conocimiento, el sistema educativo y las políticas
públicas son recursos que se modelan a favor de la clase privilegiada de cualquier sociedad,
para poder comprender la raíz de la identificación del concepto de educación como una
mercancía es necesario esclarecer el significado de mercancía, Renaut (2007) menciona que
la mercancía es un producto con valor de uso y de cambio que se utiliza para obtener un
beneficio mediante el intercambio, por lo cual se comprende que una buena mercancía
educativa debe incluir un conocimiento significativo para los estudiantes y un pago
equivalente a los docentes.
Al igual que el resto de los productos que pasan por un proceso de control de calidad,
la educación es sometida a diversas pruebas que confirman si el producto está siendo
elaborado de la forma correcta y llevado a cabo por los obreros de manera eficiente, es por
eso que en lugar de construir un sistema educativo basado en resultados intangibles que
aportan a la sociedad se crean modelos con un propósito de réplica, fomentando el dominio
de las ideas globalizadas y la esclavitud mental por una cultura en la que no solo la educación
es un servicio cuantificable sino que el personal y los consumidores son esclavos de la
mercancía y sus propuestas incuestionables, disminuyendo cualquier posibilidad de que los
docentes sean partícipes de una educación significativa e inclusiva, dejando de lado la
formación pedagógica de los futuros docentes, porque al desarrollar nuevos servidores bajo
un modelo rígido, solo se espera que el futuro de la educación perdure como algo que solo
puede ser moldeado por personas en posiciones de poder que se encuentran en realidades
alejadas a las del grueso de la población.
Las distintas pruebas para el control de calidad de la educación son exámenes
estandarizados que, mediante la glorificación del sistema educativo y por ende capitalista,
glorifican y confirman que entre menos posibilidades otorgue el sistema educativo de tener
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un pensamiento crítico, mayor posibilidad de que los docentes permanezcan alejados a las
conversaciones para la mejora de los contenidos que se brindan a los alumnos y se pasen por
alto las reformas necesarias a las políticas públicas que podrían permitir la revalorización del
ser dentro del sistema que rebaja el tiempo y la salud del personal docente por la perpetuación
de una educación cíclica y controlada masivamente.
Al mantener al sistema educativo visto como un servidor público, se pierde el sentido
empático de la educación, en el que el ejercicio de la democracia, el apoyo a las minorías y el
estado de bienestar social se convierten en un colapso progresivo del mismo sistema,
generando más problemáticas de las existentes por una mala formación del sistema educativo
y del ejercicio de la educación práctica, el preservar al sistema educativo como un aspecto
político financiero se generan desigualdades dentro de la falsa promesa de la unificación de la
educación, añadiendo a la educación la cualidad de competencia mercantil, haciendo que sea
aún más difícil estudiar en cualquier país, por los diversos requisitos de ingreso y las
exigencias durante la venta del servicio de la educación.
Las rigurosas pruebas aplicadas hacia los docentes para la evaluación de la calidad de
sus servicios obligan a que el personal se esclavice a un modelo que supuestamente se
reescribe a sí mismo para lograr una calidad igualitaria para la sociedad, cuando la realidad es
que tanto el sistema como los modelos educativos solo son propuestas recicladas de modelos
fallidos que idealizan a una sociedad imposible, el sistema capitalista presiona tanto a los
docentes que las tazas de desempleo han orillado a que los docentes mismos priven a sus
alumnos a tener la aspiración de una vida dentro del sistema educativo, por las malas pagas y
la esclavización que existe hacia el demandante trabajo que es ser docente, como mencionan
McLaren y Fischmann (1998) “La globalización ha sido enmarcada como una nueva era que
aparece en el escenario del discurso público como una entidad autónoma, como el nuevo
agente divino de salvación a través del cual se realizará el destino de la sociedad”.
La verdadera pregunta es, si como docentes somos conscientes de los errores del
sistema, ¿cómo podemos hacer algo al respecto? Para lograr un sistema inclusivo, integral y
funcional se debe descapitalizar al sistema y agregar los conocimientos de aquellos
pensadores que amenazaron el modelo en el que vivimos, para poder crear un sistema
homogéneo que no se base en la explotación capitalista o en crear recursos insostenibles,
aplicando principios marxistas que puedan integrar las competencias docentes y la
actualización del personal en temas humanos, buscando un enfoque ideológico transparente
que sea productivo para todas las partes presentes dentro del ejercicio de mercado, que sea
capaz de formular perspectivas reales para las diferentes comunidades a las que se les hará
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partícipes de la educación, llevando a cabo una praxis ideal para cada una de las realidades
sociales a las que sean aplicados los métodos de enseñanza.
El principal argumento en contra de la educación capitalizada es entender que la
educación es un servicio público que evoluciona a la par de la sociedad a la que pertenece y
que es obligación del Estado moderar las reformas a favor de las necesidades de la sociedad,
llevando a cabo objetivos a corto plazo que permitan generar resultados a corto, mediano y
largo plazo, manteniendo ofertas profesionales para que todos los docentes que existan
reciban cursos de actualización social en el enfoque en el que se desarrollan y puedan apoyar
a los alumnos dentro de los centros educativos, manteniendo una relación coherente con la
brecha de competencia y rentabilidad, sin esta ser dirigida al sistema capitalista de oferta y
demanda por excelencia, sino aplicada a que existan los maestros necesarios para los alumnos
que los requieran, sin crear una competencia económica en la que los docentes tengan que
recurrir a otros medios para poder costear su vida.
Para originar un sistema que funcione se deben tomar en cuenta a todas las realidades
sociales, incluyendo en los programas de formación docente, ideales antirracistas,
anticapitalistas, anticolonialistas, feministas y en apoyo a la diversidad sexual, agregando la
libertad de cátedra para eliminar cualquier posibilidad de sumisión ante los ideales
capitalistas que se sumergen en la educación como intereses privados, permitiendo que la
libertad de cátedra funcione mientras siga sus propios objetivos, dejando de lado la
privatización del servicio y las supuestas oportunidades de competitividad causadas por las
malas condiciones de las instituciones educativas.
El hecho de integrar a la educación libre ideales incluyentes elimina las posibilidades
de tener una sociedad dividida por la estratificación de clase, género y raza, creando una
sociedad multicultural e igualitaria, suprimiendo las prácticas arcaicas, racistas, clasistas y
patriarcales que sostienen a la educación como parte de un sistema rentable a las figuras de
poder, consiguiendo que los docentes desaprendan conductas dañinas para su persona y la
sociedad y repliquen en sus alumnos la certeza de poder cuestionar aquellas figuras de poder
dentro del patriarcado capitalista supremacista blanco que oprime a las verdaderas personas
que mantienen a flote la sociedad, creando teorías sociales que inviten al cuestionamiento y a
la revolución de pensamiento en contextos ajenos al suyo para tener un verdadero
conocimiento empático y obtener un futuro igualitario sostenible.
Las obligaciones del Estado hacia los ciudadanos siguen presentes, aunque se
propongan modelos educativos que se adapten a las necesidades de cada una de las realidades
sociales en las cuales sean aplicados, por eso, la educación misma debe informar a la
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comunidad y a los estudiantes acerca de las obligaciones del Estado, para poder exigir de
manera justa y legal cada una de las cosas que sean necesarias para lograr no solo una buena
educación sin fines capitalistas, sino una buena sociedad en cuanto a valores y progreso se
trate, es necesario recalcar que el apoyo del Estado no va únicamente a la educación, sino a
demás sectores que cubren las necesidades básicas y los derechos de cada una de las personas
que pertenezcan a la sociedad, para lograr esto Renaut (2007) propone que se reevalúen las
tasas universitarias y la intervención de la financiación privada, haciendo que se cubran cada
una de las necesidades de los docentes y estudiantes por el Estado.
Para finalizar, es importante recalcar la necesidad de alfabetización y la reproducción
de discursos inclusivos que impidan que la educación se institucionalice y, por tanto, se
descapitalice, transformando las estructuras capitalistas neoliberales de explotación y
discriminación en recordatorios de lo que erróneamente fue alguna vez la sociedad,
entendiendo que el futuro de nuestra sociedad depende de la capacidad de negociar el método
en el cual la educación se convirtió en un mercado, retomando las palabras de McLennan
(2001) se debe ver a la educación como al humanismo “No solo como una mediación
indispensable para las luchas de clase, sino como una ética radical sustantiva y dinámica por
derecho propio” incitando a la sociedad a tener conversaciones pedagógicas que entablen
discursos críticos y constructivos hacia los docentes y activistas para poder reescribir el
significado de la educación y el rumbo de la sociedad.
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Quality education as a consequence of capitalism.


Education is one of the multiple consequences of capitalism, through the years it has
been seen the impact that the capitalist system has had on society, from the development of
society to the ideological understandings of it, in this essay critically analyzes the relationship
between the capitalist system and the education system, to subsequently develop a position
from the background of the consequences of ideological manipulation as a result of
educational content and teaching methods that exist; it is necessary to know the danger
behind the erroneous modification of educational contents and the social repercussions
involved in imparting knowledge with the purpose of changing the thinking of a society,
because changing the thinking of a community can become a weapon of attack for the
different realities that exist within a society.
The objective of this essay is to delve into the ideological repercussions that exist in
the transformation of education into a malleable commodity to the needs of a society that is
governed by a capitalist model that constantly demands a utopian quality and a false response
to social problems with the promise of achieving an inclusive and just society for all social
realities on par with the denial of these opportunities by the slogan that anyone can achieve
success or personal fulfillment if it fits the ideals of a society that dismisses people as
replaceable tools of a machine that never stops.
The themes are deepened and refuted with the works of different authors who take up
and criticize both education and the economic system that influences the realization of the
educational system, the essay addresses the work of Alain Renaut entitled "L'éducation est-
elle une merchandise come une autre? "which talks about education seen as a commodity and
the need to keep it free and denationalized, will also include the work of Peter McLaren and
Gustavo Fischmann, entitled "Reclaiming hope teacher education and social justice in the
Age of Globalization" which addresses the neoliberal capitalist policies that sell society
utopian ideals that discriminate against minorities and question the effectiveness of teaching
work, as well as Gregor McLennan's critical work "Not multiculturalism, a rejoinder to Peter
McLaren" which complements Peter McLaren's theory with Marxist ideals for a humanist
society.
Beginning with the recognition that educational excellence is a utopian objective of
educational models based on capitalism, shaped by neoliberal models that suggest an
impossible educational ideal for a society composed of diverse communities that are made up
of contrasting realities in ideological, professional and educational development, the
intervention of the capitalist system in which we live has submerged us in a cyclical lifestyle
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that does not allow the different social realities to unify in any aspect, therefore, thinking of
an educational system that is not considered as a commodity that offers quality on payment,
but a free service for the realization of a person provokes the realization of an empathetic,
inclusive and open to ideological transformation society.
To understand education as a product that is integrated into a competitive market in
order to supply a basic need for a society, is to eliminate any possibility of critically receiving
the knowledge provided by an institution and to appropriate it as an instructive of good
knowledge, the educational system and public policies are resources that are modeled in favor
of the privileged class of any society, in order to understand the root of the identification of
the concept of education as a commodity it is necessary to clarify the meaning of commodity,
Renaut (2007) mentions that the commodity is a product with use and exchange value that is
used to obtain a benefit through exchange, so it is understood that a good educational
commodity must include meaningful knowledge for students and an equivalent payment to
teachers.
Like all other products that go through a quality control process, education is
subjected to various tests that confirm whether the product is being produced in the right way
and carried out by the workers efficiently, that is why instead of building an educational
system based on intangible results that contribute to society, models are created with the
purpose of replication, promoting the dominance of globalized ideas and mental slavery by a
culture in which not only education is a quantifiable service but also the staff and consumers
are slaves of the merchandise and its unquestionable proposals, diminishing any possibility
for teachers to be participants in a meaningful and inclusive education, leaving aside the
pedagogical training of future teachers, because by developing new servers under a rigid
model, it is only expected that the future of education will endure as something that can only
be molded by people in positions of power who are in realities far from those of the bulk of
the population.
The different tests for the quality control of education are standardized exams that,
through the glorification of the educational and therefore capitalist system, glorify and
confirm that the fewer possibilities the educational system provides for critical thinking, the
greater the possibility that teachers will remain in their jobs, the greater the possibility that
teachers will stay away from conversations for the improvement of the content provided to
students and that the necessary reforms to public policies that could allow the revaluation of
the self within the system that reduces the time and health of teachers by the perpetuation of a
cyclical and massively controlled education will be overlooked.
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By keeping the educational system seen as a public servant, the empathic sense of
education is lost, in which the exercise of democracy, the support to minorities and the state
of social welfare become a progressive collapse of the same system, generating more
problems than the existing ones due to a bad formation of the educational system and the
exercise of practical education, The preservation of the educational system as a political and
financial aspect generates inequalities within the false promise of the unification of
education, adding to education the quality of market competition, making it even more
difficult to study in any country, due to the different entrance requirements and the demands
during the sale of the education service.
The rigorous tests applied to teachers for the evaluation of the quality of their services
force the personnel to enslave themselves to a model that supposedly rewrites itself to
achieve an equal quality for society, when the reality is that both the system and the
educational models are only recycled proposals of failed models that idealize an impossible
society, the capitalist system puts so much pressure on teachers that unemployment rates have
led teachers themselves to deprive their students to have the aspiration of a life within the
educational system, because of the poor pay and the enslavement that exists towards the
demanding job of being a teacher, as mentioned by McLaren and Fischmann (1998)
"Globalization has been framed as a new era that appears on the stage of public discourse as
an autonomous entity, as the new divine agent of salvation through which the destiny of
society will be realized".
The real question is, if we as teachers are aware of the errors of the system, how can
we do something about it? In order to achieve an inclusive, integral and functional system,
we must decapitalize the system and add the knowledge of those thinkers who threatened the
model in which we live, in order to create a homogeneous system that is not based on
capitalist exploitation or on creating unsustainable resources, applying Marxist principles that
can integrate teaching competencies and the updating of personnel in human issues, seeking a
transparent ideological approach that is productive for all parties present within the market
exercise, that is able to formulate real perspectives for the different communities that will be
involved in education, carrying out an ideal praxis for each of the social realities to which the
teaching methods will be applied.
The main argument against capitalized education is to understand that education is a
public service that evolves along with the society to which it belongs and that it is the State's
obligation to moderate reforms in favor of society's needs, carrying out short-term objectives
that allow generating results in the short, medium and long term, maintaining professional
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offers so that all existing teachers receive social updating courses in the approach in which
they develop and can support the students within the educational centers, maintaining a
coherent relationship with the gap of competition and profitability, without this being
directed to the capitalist system of supply and demand par excellence, but applied to the
existence of the necessary teachers for the students who require them, without creating an
economic competition in which teachers have to resort to other means to be able to afford
their living.
To originate a system that works, all social realities must be taken into account,
including in teacher training programs, anti-racist, anti-capitalist, anti-colonialist, feminist
and in support of sexual diversity ideals, adding academic freedom to eliminate any
possibility of submission to the capitalist ideals that are immersed in education as private
interests, allowing academic freedom to function as long as it follows its own objectives,
leaving aside the privatization of the service and the supposed opportunities for
competitiveness caused by the poor conditions of educational institutions.
The fact of integrating inclusive ideals into free education eliminates the possibilities
of having a society divided by class, gender and race stratification, creating a multicultural
and egalitarian society, suppressing the archaic, racist, classist and patriarchal practices that
sustain education as part of a system profitable to power figures, getting teachers to unlearn
behaviors harmful to themselves and society and replicate in their students the certainty of
being able to question those figures of power within the white supremacist capitalist
patriarchy that oppresses the real people that keep society afloat, creating social theories that
invite questioning and revolution of thought in contexts outside their own to have true
empathetic knowledge and obtain a sustainable egalitarian future.
The obligations of the State towards citizens are still present, even if educational
models are proposed that are adapted to the needs of each of the social realities in which they
are applied, therefore, education itself must inform the community and students about the
obligations of the State, to be able to demand in a fair and legal way each of the things that
are necessary to achieve not only a good education without capitalist purposes, It is necessary
to emphasize that the support of the State does not only go to education, but to other sectors
that cover the basic needs and rights of each of the people who belong to society. To achieve
this, Renaut (2007) proposes that university fees and the intervention of private financing be
reevaluated, making sure that each of the needs of teachers and students are covered by the
State.
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To conclude, it is important to emphasize the need for literacy and the reproduction of
inclusive discourses that prevent education from becoming institutionalized and thus
decapitalized, transforming neoliberal capitalist structures of exploitation and discrimination
into reminders of what society once erroneously was, understanding that the future of our
society depends on the ability to negotiate the method in which education became a market,
Taking up McLennan's (2001) words, education must be seen as humanism "Not only as an
indispensable mediation of class struggles, but as a substantive and dynamic radical ethic in
its own right" prompting society to have pedagogical conversations that engage in critical and
constructive discourse with teachers and activists in order to rewrite the meaning of education
and the direction of society.
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L'éducation de qualité comme conséquence du capitalisme.


L'éducation est l'une des multiples conséquences du capitalisme, au fil des années
nous avons vu l'impact que le système capitaliste a eu sur la société, depuis le développement
de la société jusqu'aux compréhensions idéologiques de celle-ci, dans cet essai nous
analysons de manière critique la relation qui existe entre le système capitaliste et le système
éducatif, pour ensuite développer une position depuis le fond des conséquences de la
manipulation idéologique comme résultat des contenus éducatifs et des méthodes
d'enseignement qui existent ; il faut connaître le danger que représente la modification
erronée des contenus éducatifs et les répercussions sociales de la transmission de
connaissances dans le but de modifier la pensée d'une société, car la modification de la
pensée d'une communauté peut devenir une arme d'attaque pour les différentes réalités qui
existent au sein d'une société.
L'objectif de cet essai est d'examiner les répercussions idéologiques qui existent dans
la transformation de l'éducation en une marchandise malléable aux besoins d'une société régie
par un modèle capitaliste qui exige constamment une qualité utopique et une fausse réponse
aux problèmes sociaux avec la promesse de parvenir à une société inclusive et juste pour
toutes les réalités sociales, tout en refusant ces opportunités par le slogan que n'importe qui
peut atteindre le succès ou l'épanouissement personnel s'il correspond aux idéaux d'une
société qui rejette les gens comme des outils remplaçables d'une machine qui ne s'arrête
jamais.
Les thèmes sont approfondis et réfutés avec les œuvres de différents auteurs qui
reprennent et critiquent à la fois l'éducation et le système économique qui influence la
réalisation du système éducatif, l'essai traite de l'œuvre d'Alain Renaut intitulée " L'éducation
est-elle une marchandise comme une autre ? ". " qui parle de l'éducation en tant que
marchandise et de la nécessité de la garder libre et dénationalisée, ainsi que le travail de Peter
McLaren et Gustavo Fischmann, intitulé " Reclaiming hope teacher education and social
justice in the Age of Globalization " qui aborde les politiques capitalistes néolibérales qui
vendent à la société des idéaux utopiques qui discriminent les minorités et remettent en
question l'efficacité du travail des enseignants, ainsi que l'ouvrage critique de Gregor
McLennan intitulé "Not multiculturalism, a rejoinder to Peter McLaren", qui complète la
théorie de Peter McLaren par des idéaux marxistes pour une société humaniste.
En commençant par la reconnaissance que l'excellence éducative est un objectif
utopique des modèles éducatifs basés sur le capitalisme, façonnés par les modèles
néolibéraux qui suggèrent un idéal éducatif impossible pour une société composée de
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communautés diverses qui sont façonnées par des réalités contrastées dans le développement
idéologique, professionnel et éducatif, l'intervention du système capitaliste dans lequel nous
vivons nous a plongés dans un style de vie cyclique qui ne permet pas aux différentes réalités
sociales de s'unifier sous quelque aspect que ce soit. par conséquent, penser à un système
éducatif qui ne soit pas considéré comme une marchandise offrant de la qualité contre
paiement, mais comme un service gratuit pour la réalisation d'une personne provoque la
réalisation d'une société empathique, inclusive et ouverte à la transformation idéologique.
Comprendre l'éducation comme un produit qui s'intègre dans un marché compétitif
afin de répondre à un besoin fondamental d'une société, c'est éliminer toute possibilité de
réception critique des connaissances fournies par une institution et se les approprier comme
une instruction de bon aloi, le système éducatif et les politiques publiques sont des ressources
qui sont modelées en faveur de la classe privilégiée de toute société, Afin de comprendre la
racine de l'identification du concept d'éducation en tant que marchandise, il est nécessaire de
clarifier la signification de la marchandise, Renaut (2007) mentionne qu'une marchandise est
un produit ayant une valeur d'usage et d'échange qui est utilisé pour obtenir un bénéfice par
l'échange, il est donc entendu qu'une bonne marchandise éducative doit inclure des
connaissances significatives pour les étudiants et un paiement équivalent pour les
enseignants.
Comme tous les autres produits qui passent par un processus de contrôle de la qualité,
l'éducation est soumise à divers tests qui confirment que le produit est fabriqué de la bonne
manière et que les travailleurs l'exécutent efficacement, C'est pourquoi, au lieu de construire
un système éducatif basé sur des résultats intangibles qui contribuent à la société, on crée des
modèles dans le but de les reproduire, favorisant la domination des idées globalisées et
l'esclavage mental par une culture dans laquelle non seulement l'éducation est un service
quantifiable, mais où le personnel et les consommateurs sont esclaves de la marchandise et de
ses propositions indiscutables, en diminuant toute possibilité pour les enseignants de
participer à une éducation significative et inclusive, en laissant de côté la formation
pédagogique des futurs enseignants, car en développant de nouveaux serveurs selon un
modèle rigide, on s'attend à ce que l'avenir de l'éducation perdure comme quelque chose qui
ne peut être façonné que par des personnes occupant des positions de pouvoir et dont les
réalités sont très éloignées de celles du gros de la population.
Les différents tests pour le contrôle de la qualité de l'éducation sont des examens
standardisés qui, par la glorification du système éducatif et donc capitaliste, glorifient et
confirment que moins le système éducatif offre de possibilités de pensée critique, plus les
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enseignants ont de chances de rester dans la profession, plus il y a de chances que les
enseignants restent à l'écart des conversations sur l'amélioration du contenu fourni aux élèves
et que les réformes nécessaires des politiques publiques qui pourraient permettre la
revalorisation de soi au sein du système qui sape le temps et la santé des enseignants en
perpétuant un enseignement cyclique et massivement contrôlé, soient négligées.
En maintenant le système éducatif considéré comme un fonctionnaire, le sens
empathique de l'éducation se perd, dans lequel l'exercice de la démocratie, le soutien aux
minorités et l'État-providence social deviennent un effondrement progressif du système lui-
même, générant plus de problèmes qu'il n'en existe en raison de la mauvaise formation du
système éducatif et de l'exercice de l'éducation pratique, la préservation du système éducatif
en tant qu'aspect politique et financier génère des inégalités au sein de la fausse promesse
d'unification de l'éducation, ajoutant à l'éducation la qualité de la concurrence du marché,
rendant encore plus difficile d'étudier dans n'importe quel pays, en raison des différentes
conditions d'entrée et des exigences lors de la vente du service éducatif.
Les tests rigoureux appliqués aux enseignants pour l'évaluation de la qualité de leurs
services obligent le personnel à s'asservir à un modèle qui se réécrit soi-disant pour atteindre
une qualité égale pour la société, alors qu'en réalité, tant le système que les modèles éducatifs
ne sont que des propositions recyclées de modèles qui ont échoué et qui idéalisent une société
impossible, le système capitaliste exerce une telle pression sur les enseignants que les taux de
chômage ont conduit les enseignants eux-mêmes à priver leurs élèves de l'aspiration à une vie
au sein du système éducatif, en raison de la faiblesse des salaires et de l'asservissement à
l'exigeant travail d'enseignant, comme le mentionnent McLaren et Fischmann (1998) "La
mondialisation a été présentée comme une nouvelle ère qui apparaît sur la scène du discours
public comme une entité autonome, comme le nouvel agent divin du salut par lequel le destin
de la société sera réalisé".
La vraie question est la suivante : si nous, enseignants, sommes conscients des failles
du système, comment pouvons-nous y remédier ? Pour parvenir à un système inclusif,
complet et fonctionnel, il faut décapitaliser le système et ajouter les connaissances des
penseurs qui ont menacé le modèle dans lequel nous vivons, afin de créer un système
homogène qui ne soit pas basé sur l'exploitation capitaliste ou la création de ressources non
durables, en appliquant les principes marxistes qui peuvent intégrer les compétences
pédagogiques et la mise à jour du personnel sur les questions humaines, la recherche d'une
approche idéologique transparente et productive pour toutes les parties présentes dans
l'exercice du marché, capable de formuler des perspectives réelles pour les différentes
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communautés qui seront impliquées dans l'éducation, en réalisant une praxis idéale pour
chacune des réalités sociales auxquelles les méthodes d'enseignement seront appliquées.
Le principal argument contre l'éducation capitalisée est de comprendre que l'éducation
est un service public qui évolue avec la société à laquelle il appartient et qu'il est de
l'obligation de l'État de modérer les réformes en faveur des besoins de la société, en réalisant
des objectifs à court terme qui permettent de générer des résultats à court, moyen et long
terme, maintenir les offres professionnelles afin que tous les enseignants en poste reçoivent
des cours de mise à jour sociale dans l'approche qu'ils développent et puissent soutenir les
élèves au sein des centres éducatifs, en maintenant une relation cohérente avec l'écart de la
concurrence et de la rentabilité, sans que cela ne soit dirigé vers le système capitaliste de
l'offre et de la demande par excellence, mais appliqué à l'existence des enseignants
nécessaires pour les élèves qui en ont besoin, sans créer une concurrence économique dans
laquelle les enseignants doivent recourir à d'autres moyens pour pouvoir se payer leur vie.
Pour créer un système qui fonctionne, il faut prendre en compte toutes les réalités
sociales, en incluant les idéaux antiracistes, anticapitalistes, anticolonialistes, féministes et de
diversité sexuelle dans les programmes de formation des enseignants, en ajoutant la liberté
académique pour éliminer toute possibilité de soumission aux idéaux capitalistes qui sont
submergés dans l'éducation en tant qu'intérêts privés, en permettant à la liberté académique
de fonctionner tant qu'elle suit ses propres objectifs, en laissant de côté la privatisation du
service et les prétendues opportunités compétitives causées par les mauvaises conditions des
institutions éducatives.
L'intégration d'idéaux inclusifs dans l'éducation gratuite élimine les possibilités
d'avoir une société divisée par la stratification de classe, de genre et de race, créant une
société multiculturelle et égalitaire, supprimant les pratiques archaïques, racistes, classistes et
patriarcales qui maintiennent l'éducation comme faisant partie d'un système profitable aux
figures de pouvoir, amener les enseignants à désapprendre des comportements nuisibles pour
eux-mêmes et pour la société et à reproduire chez leurs élèves la certitude de pouvoir
remettre en question les figures de pouvoir au sein du patriarcat capitaliste suprématiste blanc
qui opprime les personnes réelles qui maintiennent la société à flot, en créant des théories
sociales qui invitent à la remise en question et à la révolution de la pensée dans des contextes
extérieurs au leur pour une connaissance empathique véritable et un avenir égalitaire durable.
Les obligations de l'État envers les citoyens sont toujours présentes, même si l'on
propose des modèles éducatifs adaptés aux besoins de chacune des réalités sociales dans
lesquelles ils sont appliqués. Par conséquent, l'éducation elle-même doit informer la
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communauté et les élèves sur les obligations de l'État, afin de pouvoir exiger de manière juste
et légale chacune des choses qui sont nécessaires pour obtenir non seulement une bonne
éducation sans but capitaliste, Il est nécessaire de souligner que le soutien de l'État ne va pas
seulement à l'éducation, mais à d'autres secteurs qui couvrent les besoins et les droits
fondamentaux de chacune des personnes qui appartiennent à la société. Pour cela, Renaut
(2007) propose que les frais universitaires et l'intervention du financement privé soient
réévalués, afin que chacun des besoins des enseignants et des étudiants soit couvert par l'État.
Pour conclure, il est important de souligner la nécessité de l'alphabétisation et de la
reproduction de discours inclusifs qui empêchent l'éducation de s'institutionnaliser et donc de
se décapitaliser, transformant les structures capitalistes néolibérales d'exploitation et de
discrimination en rappels de ce que la société était autrefois à tort, étant entendu que l'avenir
de notre société dépend de la capacité à négocier la méthode par laquelle l'éducation est
devenue un marché, Reprenant les mots de McLennan (2001), l'éducation doit être considérée
comme un humanisme "non seulement comme une médiation indispensable des luttes de
classe, mais comme une éthique radicale substantielle et dynamique à part entière", ce qui
incite la société à avoir des conversations pédagogiques qui engagent un discours critique et
constructif avec les enseignants et les activistes afin de réécrire le sens de l'éducation et la
direction de la société.
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Referencias
McLennan, G. (September,2001) Not multiculturalism: A rejoinder to Peter McLaren.
Ethnicities, Vol. 1, No.3. pp. 420-422
McLaren, P. & Fishman, G. (1998) Reclaiming Hope: Education and social justice in the age
of globalization. Teacher Education Quarterly, Vol. 25, No.4. pp.125-133
Renaut, A. (2007). L’éducation est-elle une merchandise comme une autre ? Cairn.info.
Chercher, repérer, avancer. Pp. 125-136

Como herramienta de traducción 


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