Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
MATRICULA: 2017-0162
Cabe explicar que la nueva normativa es el producto del seguimiento sostenido del
Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), creado en la cumbre de París en julio
de 1989, por el grupo de países más industrializados o países del G7.
Los sujetos obligados no financieros los prevé esta ley en su artículo 33, englobando a:
casinos, bancas de lotería y otros juegos de azar; empresas de factoraje; agentes
inmobiliarios; comerciantes de metales y piedras preciosas; abogados, notarios,
contadores, y otros profesionales jurídicos, a condición de que realicen determinadas
diligencias a nombre de sus clientes, las empresas o personas físicas dedicadas a la
compra y venta de vehículos, de armas de fuego, barcos y aviones, casas de empeños
y empresas constructoras.
También bajo esta categoría engloban a todos los servidores públicos que la ley obliga
a presentar declaración jurada de bienes, para la aplicación de la legislación,
extendiendo además esta categoría a los cónyuges, en concubinato, unión libre,
parentesco hasta segundo grado o allegados que realicen operaciones en su nombre.
Al decir que a muchos sectores les embarga el temor a volver a los tiempos donde los
colchones eran las cajas fuertes por excelencia de los dominicanos, impactando la
economía y dando pie a la emergencia de una economía informal, desplazando y
quebrando el comercio tradicional, lo que sin dudas podría suponer una merma en las
recaudaciones fiscales. De ahí que muchos consideraron que debió acompañarse la
promulgación de esta ley con una amnistía fiscal, la cual permitiera un proceso de
organización, regulación y adaptación a la nueva legislación.
Tendríamos que decir que en principio esta es una ley de combate contra la
criminalidad organizada, pero con amplios ribetes e influencia sobre todo el espectro
impositivo, con requisitos y requerimientos de casi imposible cumplimiento para los
sujetos obligados.
Los Sujetos Obligados también deben reportar todas las transacciones múltiples en
efectivo de sus clientes que superen los USD 15,000.00, realizadas en un período de
24 horas.
La Ley 155-17 define al beneficiario final como “la persona física que ejerce el control
efectivo final sobre una persona jurídica” o “tenga como mínimo 20% del capital” de
dicha persona jurídica.
Un aspecto importante de la Ley 155-17 es que prohíbe a toda persona física o moral
aceptar la liquidación o el pago de actos u operaciones mediante el uso de efectivo o
metales precisos, por un monto superior a DOP 1,000,000.00 si se trata de derechos
sobre inmuebles, DOP 500,000.00 si se trata de vehículos de motor, y DOP 250,000.00
si se trata de acciones o partes sociales de empresas.
Las sanciones previstas por la Ley 155-17 van de seis meses a cuarenta años de
prisión, y multas de veinte a cuatrocientos salarios mínimos, o de DOP 300,000.00 a
DOP 5,000,000.00; además de otras inhabilitaciones y/o disoluciones, según aplique.
CONCLUSION:
Estimo que el Gobierno debe repensar en la forma en que nos hará partícipes de una
lucha contra la criminalidad organizada, que, si bien es responsabilidad de todos, no
menos cierto es que se trata de una carga muy pesada en el complejo mundo criminal;
además de los sacrificios y gastos económico en que habrá que incurrir, esto sumado a
poner en riesgo la vida propia y de los familiares.