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EL PRINCIPIO DE PROBIDAD EN LA
ADMINISTRACIÓN PÚBLICA MUNICIPAL

Martín GARCÍA MARTÍNEZ

SUMARIO: I. Antecedentes, II. Marco Conceptual, III.


Derecho Comparado, IV. Legislación Municipal, V.
Consideraciones Finales.

I. ANTECEDENTES

Toda estructura administrativa, tiene como pre-


misa fundamental, alcanzar el bien común. Este
propósito impone a cada uno de los servidores pú-
blicos que la integran, la obligación de desarrollar
sus actividades, con estricto apego a la legalidad,
privilegiando la consecución de fines de interés pú-
blico, aún sobre intereses particulares.
Un gobierno que pretenda establecer una admi-
nistración pública eficiente, en beneficio de los ciu-
dadanos, deberá implementar una serie de meca-
nismos para el mejoramiento de la calidad de los
servicios que brinda.
Para lo cual se hace necesario un modelo de ges-
tión de excelencia, estableciendo lineamientos para
la búsqueda, difusión y réplica de las buenas prácti-
cas, así como mecanismos más estrictos para la su-
pervisión, detección y sanción de comportamientos
irregulares.
La legalidad en el actuar de los servidores públi-
cos, es considerada un requisito indispensable para
la consolidación y legitimidad de las instituciones
democráticas.

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En este contexto, es importante señalar que di-


versos países1, en camino a su consolidación como
estados democráticos, además de prever la legalidad
en el actuar del servidor público, como un principio
básico para el cumplimiento de la función adminis-
trativa, se ha dado una importancia trascendental a
la la necesidad de tomar medidas para fortalecer el
sustento ético sobre el cual funciona el servidor pú-
blico, estableciendo como principio fundamental
para que rija su actuar, el principio de probidad,
esto es, además de la carga legal que implica para el
servidor público, llevar a cabo cada una de sus acti-
vidades sin contravenir un precepto previamente
establecido en las normas que rigen las responsabi-
lidades administrativas y penales, también se les
está obligando a normar su conducta en atención a
una valoración ética, estableciéndose la figura de la
probidad administrativa, donde se unen de manera
íntima la moral y el derecho.
En las siguientes páginas, intentaré profundizar
sobre el concepto de probidad y algunos conceptos
afines relativos a la función de los servidores públi-
cos que integran la administración pública, espe-
cialmente desde el ámbito municipal, analizando de
manera particular la legislación Chilena, por ser
este uno de los países, que de forma más reciente ha
implementado el principio de probidad administrati-
va como una obligación en el actuar de sus funcio-
narios y se analizará además el marco jurídico que
regula el actuar de los servidores públicos del estado
de México, a nivel municipal, con el fin de determi-
nar si se encuentra permeado por esta tendencia de
encauzar cada vez más el servicio púbico a compor-

1 Chile y más recientemente Guatemala y Nicaragua, son ejem-

plos de países que han generado una legislación específica en


relación al principio de probidad administrativa.

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tamientos legalmente permitidos y éticamente acep-


tables.

II. MARCO CONCEPTUAL.

Antes de entrar al estudio específico del principio


de probidad administrativa y en particular de su
aplicación en la legislación chilena, considero indis-
pensable analizar algunos conceptos que tienen una
relación directa con el tema a tratar, por lo que a
continuación me refiero a ellos.

a). Administración.

Etimológicamente la palabra administración, pro-


vienen del latín “administrator”, compuesta por ad,
manus y tractum, se refiere al que trae o lleva en la
mano alguna cosa, hace algo o presta algún servicio,
es la persona que administra.2
De acuerdo a Georges Langrod, citado por Serra
Rojas, la administración es un proceso necesario
para determinar y alcanzar un objetivo o meta por
medio de una estructura que nos lleva a una acción
efectiva o esfuerzo humano coordinado y eficaz, con
la aplicación de adecuadas técnicas y aptitudes hu-
manas.
Ordway Tead, también citado por el maestro Se-
rra Rojas, señala que la administración es el proceso
y órgano responsable de la determinación de los fi-
nes de una organización y sus elementos directivos
deben esforzarse en conseguirlos, establece amplios
programas bajo los que debe actuarse y ofrecer una
visión general de la continua actividad de la opera-

2 Diccionario de la Real Academia Española.

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ción toda en consecuencia de los objetivos busca-


dos.3
Para el maestro Carlos Quintana Roldán, se en-
tiende como la rama del saber que tiene por objeto el
estudio de los principios, técnicas, sistemas, medios
y mecanismos, tendientes a lograr resultados de
máxima eficiencia, racionalidad y aprovechamiento
de los recursos humanos y materiales de una enti-
dad pública o privada.4
De lo anterior se desprende que cuando habla-
mos de administración, nos referimos a una estruc-
tura organizacional que tiene que cumplir una serie
de pasos, etapas o instancias, previamente estable-
cidos para la consecución de determinados fines, ya
sea del sector público o privado.
En razón de ello, tenemos que la administración
se clasifica en:
a). administración pública.
b). administración privada.
Siendo relevante para el desarrollo del presente
trabajo la citada en primer término, misma que se
trata en el siguiente punto.

b). Administración Pública.

Se entiende por administración pública, un sis-


tema dinámico procedimientos, así como elementos
humanos y recursos económicos y materiales, a tra-
vés de los cuales se ejecutan o instrumentan las
políticas y decisiones del Estado por los gobernantes
de una comunidad política organizada.
También se le identifica como un conjunto de
áreas del sector público del estado que mediante el

3Serra Rojas, Andrés. Derecho Administrativo. Porrúa. P. 81.


4Quintana Roldán, Carlos. Apuntes del Curso Internacional de
Actualización de Derecho Administrativo.

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ejercicio de la función administrativa, la prestación


de los servicios públicos, la ejecución de las obras
públicas y la realización de otras actividades socio-
económicas de interés público, trata de lograr los
fines del estado.
De acuerdo a la opinión del Dr. Pérez de los Re-
yes, la administración pública, puede ser vista e
identificada desde dos vertientes:
a) En forma tradicional como el conjunto de orga-
nismos dependientes del gobierno encargados de
gestionar las competencias del Poder Ejecutivo.
(Perspectiva institucional).
b) Como acción del gobierno, al dictar y aplicar las
disposiciones necesarias para el cumplimiento de
las leyes y para la conservación y fomento de los
intereses públicos y al resolver las reclamaciones
a que dé lugar lo demandado. (Perspectiva de
ejercicio).
El mismo autor señala que es posible apuntar un
tercer concepto de administración pública, enten-
diendo por tal a la disciplina que estudia la organi-
zación, planeación, dirección, control y evaluación
de las actividades de gobierno tendientes a satisfa-
cer las necesidades colectivas y reglamentarias de la
población. (Perspectiva académica).5
En opinión de Florentino González, citado por
Omar Guerrero Orozco, la administración pública,
es la acción de las autoridades sobre los intereses y
negocios sociales que tengan el carácter público,
ejercida conforme a las reglas que se hayan estable-
cido para manejarlos.6

55 Pérez de los Reyes, Marco Antonio. Apuntes del Curso Interna-

cional de Actualización de Derecho Administrativo.


6 Guerrero Orozco Omar. Teoría Administrativa del Estado. Ox-

ford. p.2.

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Para el maestro Serra Rojas, la administración


pública es una estructura u organización compuesta
de numerosos órganos, a quienes legalmente se les
asigna una actividad determinada.
En conclusión, se puede señalar que la adminis-
tración pública es un organismo público, que en-
cuentra legitimado su actuar por el marco normativo
que ha provisto el propio poder público, donde se
encuentran previstas sus competencias y los proce-
dimientos que podrá llevar a cabo, con la finalidad
de satisfacer las necesidades de la colectividad.

c). Municipio.

La palabra municipio, desde un punto de vista


etimológico, proviene del latín municipium, que a su
vez deriva de munia capare, que era el acto volunta-
rio por el cual una comunidad de habitantes acep-
taba las cargas de interés público, entendiendo por
estas, proporcionar prestaciones, tributos y servicios
militares.7
Tiene su origen en Roma, donde fue utilizado pa-
ra distinguir a un centro de población de otro, a fin
de determinar los derechos políticos y civiles que les
eran concedidos a los habitantes de esas poblacio-
nes.
En España a partir de la invasión árabe, específi-
camente en la ciudad de Córdoba, se instala el cali-
fato, unificando la administración de las ciudades
dominadas, las cuales eran gobernadas por un dele-
gado del califa denominado caide, palabra que de-
vino en alcalde.
En México, se instala el día diez de julio de 1519,
el primer municipio en la Villa Rica de la Vera Cruz,

7 Rendón Huerta Barrera, Teresita, Derecho Municipal. Porrúa.

P. 15.

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esto como una maniobra de Hernán Cortés, para


desligarse del poder del Gobernador de Cuba Diego
de Velázquez, quien habría ordenado su captura por
iniciar la expedición en México en contra de su vo-
luntad.
Cortés, estudió derecho en la universidad de Sa-
lamanca y había sido alcalde mayor en Cuba, por lo
que conocía las bondades de la fundación de un
municipio, como mecanismo para independizarse de
Diego de Velázquez, además de que satisfacía el re-
quisito legal para tener apoyo del soberano y actuar
en su nombre y representación.8
Respecto al concepto de Municipio se ha vertido
múltiples definiciones, pero solo citaremos
las que se consideran más objetivas en relación al
tema tratado. Cicerón decía que el municipio era
una ciudad que se gobernaba por sus propias leyes
y costumbres y gozaba del fuero de la vecindad ro-
mana.9
El Doctor Ignacio Burgoa dice que el municipio es
una especie de circunscripción territorial de carácter
político y administrado que se ubica dentro de un
Estado y que entraña una forma de descentraliza-
ción de los servicios públicos, o sea, lo que los tra-
tadistas de Derecho Administrativo llaman descen-
tralización por región.10
Carlos Quintana Roldán, proporciona una com-
pleta definición del municipio, al señalar que es la
Institución Jurídica, Política y social, que tiene como
finalidad organizar a una comunidad en la gestión
autónoma de sus intereses de convivencia primaria

8 Robles Martínez, Reynaldo. El Municipio. Porrúa. PP. 4-6.


9 Diccionario Latino-Español. página 528

10Burgoa Orihuela, Ignacio. Derecho Constitucional Mexicano.


Porrúa. P. 452.

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y vecinal, que está regida por un concejo o ayunta-


miento y que es con frecuencia, la base de la divi-
sión territorial y de la organización política de un
Estado.11
De conformidad en lo dispuesto por el artículo
115 de la Constitución Política de los Estados Uni-
dos Mexicanos, es una forma jurídica de organizar
política, administrativa y territorialmente a las enti-
dades federativa y regula su estructura y funciona-
miento por lo dispuesto en dicha norma fundamen-
tal, así como en la Constitución local, en su Ley Or-
gánica Municipal y demás leyes locales aplicables.
En opinión del autor Reynaldo Robles Martínez, el
Municipio presenta las siguientes características:
1.- Existencia de un grupo social con finalidades
unitarias, permanentes y voluntad.
2.- Personalidad jurídica distinta a la de sus inte-
grantes.
3.- Denominación o nombre.
4.- Tiene un ámbito geográfico y un domicilio.
5.- Cuenta con un Patrimonio.
6.- Régimen jurídico propio.
7.- Objeto.
8.- Actúa a través de órganos de representación y
gobierno.
9.- Tiene como fines, satisfacer las necesidades co-
lectivas de la población12
Hasta aquí el estudio del municipio, en virtud que
por lo amplio que resulta su espectro, serían insufi-
cientes las hojas dedicadas a este tema en particu-
lar, baste con decir que es una organización política,
jurídica y social, compuesta de tres elementos bási-
cos: territorio, población y gobierno, que sirve como
base organizacional de las entidades federativas y

11 Quintana Roldan, Carlos. Derecho Municipal. Porrúa. P. 6


12 Robles Martínez, Reynaldo. Op. cit. P. 7

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que debe cumplir como finalidad fundamental, en


satisfacer las necesidades fundamentales de su ele-
mento humano, para permitirles un mejor nivel de
vida.

d). Probidad.

En un sentido amplio y derivado del significado


etimológico, se encuentra que proviene de la palabra
latina probitas, atis, que significan honradez.
Son sinónimos de probidad: rectitud, integridad,
honestidad, honradez, decencia, moralidad.
Su antónimo es: deshonestidad.
La Real Academia de la Lengua define a la probi-
dad como honradez", y a este concepto como recti-
tud de ánimo, integridad en el obrar.13
La probidad es la integridad y la honradez en el
actuar, según la definición de la palabra. La probi-
dad, es una virtud, un valor ético que debería ser
practicada por todos los hombres.
Evidentemente si el actuar de los hombres en to-
das sus actividades, tuviera como sustento funda-
mental el principio de probidad, la corrupción no
existiría.
En diversos países, especialmente latinoamerica-
nos, se ha utilizado el término probidad para plas-
marlo en sus legislaciones relativas a la función ad-
ministrativa del estado, donde se le asemeja a bon-
dad, rectitud o transparencia en el proceder de los
servidores públicos, contraponiéndolo al término
corrupción.
Al ser un valor ético la probidad, genera una con-
vicción profunda en el interior del individuo, deter-
minando su manera de ser y orientando su conduc-

13 Wikipedia.com

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ta, involucrando además sus sentimientos y emo-


ciones.
Por lo anterior podemos entender a la probidad
como un valor ético que implica en el individuo la
convicción de desempeñar cada actividad de manera
íntegra, honrada y honesta.

e). Probidad Administrativa.

Una vez habiendo analizado el principio de probi-


dad, desde una perspectiva general, damos paso
ahora a su estudio, pero desde un punto de vista
más específico, ubicándolo en un campo determina-
do de acción, en la especie, dentro de la administra-
ción pública.
El principio de la probidad administrativa consis-
te en que el servidor público deberá observar, en el
desempeño de su actividad pública, una conducta
intachable y un desempeño honesto y leal de su car-
go, privilegiando el interés general sobre el particu-
lar.14
La probidad pública, es la obligación de los fun-
cionarios de desempeñarse en forma honesta y tener
una conducta éticamente intachable, entregándose
por entero y en forma leal al desempeño de su cargo,
haciendo prevalecer el interés público sobre el pri-
vado.
De conformidad a lo dispuesto en el artículo 52
de la Ley Orgánica Constitucional de Bases Genera-
les de la Administración del Estado, del estado Chi-
leno, se define el principio de probidad administrati-
va como el observar una conducta funcionaria inta-
chable y un desempeño honesto y leal de la función

14 Orellana Vargas, Patricio. En: patoorellana@vtr.net.

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o cargo, con preeminencia del interés general sobre


el particular.
La probidad administrativa, se expresa en el recto
y correcto ejercicio del poder público por parte de las
autoridades administrativas; en lo razonable e im-
parcial de sus decisiones; en la rectitud de ejecución
de las normas, planes, programas y acciones; en la
integridad ética y profesional de la administración
de los recursos públicos que se gestionan; en la ex-
pedición en el cumplimiento de sus funciones lega-
les y en el acceso ciudadano de la información ad-
ministrativa, en conformidad a la ley.15

f). Responsabilidad.

La enciclopedia jurídica mexicana, señala que


proviene de la palabra latina Respondere, que signi-
fica prometer, merecer, pagar, la cual se encuentra
estrechamente relacionada con spondere, la expre-
sión solemne de la estipulatio por la cual alguien
asumía una obligación.16
Se entiende como el deber de responder por el
cumplimiento o incumplimiento de una obligación,
siendo la segunda hipótesis la que generalmente
trae aparejada la imposición de una sanción.
La responsabilidad permite determinar quien de-
be responder del cumplimiento o incumplimiento de
una obligación, derivada de actividades propias que
hayan generado daño o perjuicio a otro.
El Diccionario Jurídico Mexicano, la define como
la obligación de reparar y satisfacer por uno mismo

15 Ahumada Mora, Iván. Apuntes sobre la probidad administrati-

va. Facultad de Derecho. Universidad Central de Chile.


16 Solís Rodríguez, Javier. En Responsabilidad Administrativa,

facultad disciplinaria y prescripción. www.jurídicas.unam.mx.

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o en ocasiones especiales por otro, la pérdida cau-


sada, el mal inferido o el daño ocasionado.17
Se maneja de manera sinónima el concepto deu-
da moral y de hecho lo es, pues, quien es responsa-
ble por un acto, está obligado a reparar el daño que
haya causado.
Las conductas que puede desplegar un sujeto y
que entrañen algún grado de responsabilidad, obe-
decen a distintos ámbitos, en tal virtud, la respon-
sabilidad que se genera, también cuenta con una
naturaleza distinta, para ello precisamos algunos
tipos de responsabilidad:
Responsabilidad Política: Aquella que por manda-
to de la Constitución, afecta a ciertas autoridades
políticas superiores del Estado y que se hace efectiva
a través del juicio político previa la acusación políti-
ca que realiza la Cámara de Diputados. Encuentra
su fundamento en lo dispuesto en la fracción I del
artículo 109 y 110 de la Constitución Federal.
Responsabilidad Penal: Afecta a personas físicas
que se desempeñan como servidores públicos, que
integran la organización del Estado. Consiste en la
previsión de delitos especiales propios de la función
pública y sólo ellos pueden cometerlos, por tener la
calidad específica que se requiere para su actualiza-
ción. Por ejemplo: cohecho, abuso de autoridad, pe-
culado, etc. Encuentra su sustento legal en la frac-
ción II del artículo 109 Constitucional.
Responsabilidad Administrativa: la falta de cum-
plimiento de los deberes que impone el servicio pú-
blico, puede dar lugar al nacimiento de responsabi-
lidad administrativa, definiéndose como aquella en
la que incurren los servidores públicos, cuando, en
el desempeño de sus cargos, comisiones o empleos,

17 Idem.

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su conducta contraviene alguna de las obligaciones


contenidas en la ley de responsabilidades que rige
su actuar, toda vez que ha dejado de salvaguardar
los principios de legalidad, honradez, lealtad, impar-
cialidad y eficiencia, que rigen el servicio público,
teniendo su sustento legal en la fracción III del ar-
tículo 109 y 113 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos.
En conclusión, todo servidor público, se encuen-
tra regido por diversas normatividades, que conlle-
van al supuesto de que puede incurrir en responsa-
bilidades de distinta naturaleza, siendo generadas
todas por una deficiencia en el ejercicio de su em-
pleo, cargo o comisión.

g). Corrupción.

De acuerdo al Diccionario de la Real Academia


Española, corrupción es acción y efecto de corrom-
per. Corromper, se entiende como alterar algo, echar
a perder, pudrir.
Etimológicamente proviene del latín corruptio, co-
rruptionis, a su vez, prefijo de intensidad como y
rumpere, romper, se puede entender como abuso de
poder o mala conducta o como degradación, degene-
ración e incluso perversión de algo.18

Se considera como corrupción a toda acción hu-


mana, contraria a los principios éticos y las normas
morales, que busca la obtención de beneficios para
sí o para terceros, a partir de la posición que se de-
tenta en una estructura social, económica o política.

18 Wikipedia.com

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Transparencia Internacional, define la corrupción


como el mal uso o el abuso del poder público para
beneficio personal o privado.
En el primer informe regional de transparencia
internacional, del año dos mil cuatro, se define a la
corrupción como una práctica o fenómenos que su-
pone el uso o abuso de poderes o funciones públicas
para generar indebidamente riquezas o beneficios
privados.19
Es una actividad que puede ser esporádica o un
fenómeno endémico focalizado en cierta área u ór-
gano de la Administración Pública, por lo que se ha
convertido en un problema de carácter estructural,
institucionalizado y enraizado en la estructura ad-
ministrativa del estado.
También se define como el conjunto de actitudes
y actividades mediante las cuales una persona
transgrede compromisos adquiridos consigo mismo,
utilizando los privilegios otorgados, con el objetivo
de obtener un beneficio ajeno al bien común.
Todos los gobiernos son susceptibles de corrup-
ción, no obstante su acepción, a pesar que puede
tener similitudes, puede diferir de un país a otro,
existiendo casos, donde ciertas prácticas pueden ser
consideradas como legales en un país y como actos
de corrupción en otro.
Dentro de las causas que intentan explicar la co-
rrupción, se clasifican en dos: endógenas y exóge-
nas.
Causas endógenas:
• Falta de valores humanistas.
• Carencia de conciencia social.
• Falta de educación.

19Informe Regional 2004. Transparencia Internacional. Consul-

tado en www.transparency.org.

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• Desconocimiento legal
• Baja autoestima.

Causas exógenas:
• Modelos sociales que trasmiten falta de
valores.
• Poder discrecional del servidor público.
• Concentración del poder
• Salarios demasiado bajos.
• Falta de transparencia.
• Poca eficiencia de la administración pú-
blica.
El hecho que exista variación dentro de las nor-
mas sociales hace que la calificación de una conduc-
ta como corrupta, dependa del momento histórico y
social. La valoración cultural no permite unificar en
contexto internacional la corrupción, en virtud que
un comportamiento aparentemente corrupto en un
país, podría considerarse normal en otro.

III. DERECHO COMPARADO

a). Chile

La república de Chile, es un país ubicado en el


extremo suroeste de América del Sur, su capital es
Santiago de Chile y cuenta con una población de
aproximadamente 17 millones de habitantes.
El 11 de septiembre de 1973, se produjo un golpe
de estado, que acabó con el Gobierno del presidente
Salvador Allende y generó la instauración de un ré-
gimen militar, encabezado por el general Augusto
Pinochet.
A partir de ese periodo, se inició un gobierno
permeado por la represión política, violaciones masi-
vas de derechos humanos y la instauración en el

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ámbito económico de un modelo neoliberal, enfocado


en la privatización de la mayoría de las empresas
estatales y la reducción del gasto social.20
Como consecuencia del plebiscito celebrado el día
5 de octubre de 1988 y el triunfo del no, Augusto
Pinochet, dejó el poder el 11 de marzo de 1990,
asumiendo la presidencia Patricio Aylwin, iniciando
un periodo de transición, el cual se caracterizó por
restaurar el régimen democrático, establecer una
nueva política nacional y reducir los niveles de po-
breza.
No obstante, no es sino hasta la presidencia de
Eduardo Frei, cuando en 1994, comienzan a llevarse
a cabo reformas jurídicas, encaminadas a mejorar el
funcionamiento de la estructura administrativa del
estado.
Como parte fundamental de la reforma del esta-
do, comienzan a implementarse políticas de trans-
parencia y probidad, dirigidas al mejoramiento en la
calidad de los servicios públicos.
En 1994, se crea la Comisión Nacional de Ética
Pública. Para modernizar la gestión pública, y mejo-
rar la eficiencia y la calidad en las prestaciones de
los servicios públicos, la cual elaboró elaboró un
informe con cuarenta y un propuestas para el forta-
lecimiento de la probidad y la transparencia en el
Estado, muchas de las cuales dieron origen, cinco
años después a la Ley 19.653 sobre Probidad Admi-
nistrativa.21
En 1999, se publica la Ley Nº 19.653, denomina-
da Ley de probidad de los Órganos de la Administra-
ción del Estado.

20Enciclopedia Larousse. 2010. P. 185.


21 Curso sobre Probidad. Ministerio Secretaria General de la
Presidencia. República de Chile.

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En 2003 y bajo la presidencia de Ricardo Lagos,


se crea la Comisión para el Fortalecimiento de la
Transparencia y Probidad Publica.
En el año 2005, es modificado el artículo 8 de la
Constitución, con la finalidad de plasmar en su re-
dacción el término probidad y que si bien no lo defi-
ne, lo establece como un principio que debe regir el
actuar de los servidores públicos.
Artículo 8 de la Constitución.- El ejercicio de las
funciones públicas obliga a sus titulares a dar es-
tricto cumplimiento al principio de probidad en to-
das sus actuaciones.
En 2006 se crea la Comisión Asesora Ministerial
para la probidad y la Transparencia.
Ahora bien y en relación al marco jurídico del
principio de probidad, como ya se precisó, encuentra
su sustento constitucional en el artículo 8 de su
carta magna, no obstante en dicho precepto no se
define, siendo el artículo 52 de la ley 18.575 o tam-
bién denominada Ley Orgánica Constitucional de
Bases Generales de la Administración del Estado,
donde se precisa el principio de probidad adminis-
trativa, definiéndolo como: una conducta funciona-
ria intachable y un desempeño honesto y leal de la
función o cargo, con preeminencia del interés gene-
ral sobre el particular, el cual también es retomado
en el mismo sentido por el artículo 61 inciso g) del
Estatuto Administrativo para Funcionarios Públicos
(ley 18.834) y el artículo 58 inciso g), del Estatuto
Administrativo para Funcionarios Municipales (ley
18.883).
De la anterior definición, se desprenden los si-
guientes elementos:
1. Conducta funcionaria intachable.

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MARTÍN GARCÍA MARTÍNEZ

La probidad no regula la vida privada del funcio-


nario. Excepto cuando la vida privada impide o pone
en riesgo el ejercicio de la función.
2. Desempeño honesto y leal de la función o cargo.
Orientar el desarrollo de funciones al cumpli-
miento de objetivos institucionales, a la mejor pre-
sentación de servicios realizando la labor con dedi-
cación y eficiencia.
3. Preeminencia del interés general o público sobre
el particular.
El agente público no puede intervenir en asuntos
donde tenga interés, o parientes cercanos. No puede
actuar contra los intereses del Estado.

Factores que promueven la probidad:


a. Sistema de Información eficiente y accesible.
b. Rendición de Cuentas.
c. Sociedad Civil fortalecida en su capacidad de
escrutinio e incidencia en las políticas públi-
cas.
d. Sistemas que permitan controlar la discre-
cionalidad arbitraria del funcionario.22
Además del artículo antes referido, encontramos
el principio de probidad administrativa, plasmado en
los siguientes preceptos jurídicos:
Artículo 3, relativo a los principios que rigen el
actuar de la administración pública.
El artículo 13, establece como una obligación pa-
ra los funcionarios del estado, observar el principio
de probidad administrativa.
Además el artículo 62, enumera comportamientos
que contravienen el principio de probidad adminis-
trativa.

22 Ibídem.

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EL PRINCIPIO DE PROBIDAD EN LA ADMINISTRACIÓN…

Por otro lado, la ley 19653, conocida también co-


mo Ley Sobre Probidad Administrativa Aplicable a
los Órganos de Administración del Estado, reformó
diversas disposiciones normativas, entre ellas la
antes citada ley 18.575, así como la ley 19175, con
el objetivo de plasmar en dichas disposiciones el
principio de probidad administrativa, como funda-
mento del actuar de los servidores públicos en el
desempeño de su cargo.
Lo que se busca con la implementación del prin-
cipio de probidad administrativa en la legislación
chilena, es orientar al servidor público, en el ejerci-
cio de su función, con la finalidad que haga prevale-
cer el interés de la colectividad sobre el suyo parti-
cular, estableciendo la obligación de conducirse con
estricto apego a la legalidad, pero también con la
obligación de observar un comportamiento ético.
Desde la perspectiva chilena, probidad adminis-
trativa, es también Integridad, un valor de ética pú-
blica, que debe observar quien ejerza el poder, es el
estándar ético que deben cumplir quienes se
desempeñan en la función pública, en cualquier
ámbito del estado, sirviendo además como garantía
a los ciudadanos de que, quien ejerce el poder, que
les fue por ellos delegado, lo haga guiado por el inte-
rés general de la sociedad.
A continuación dos ejemplos planteados por la
Doctora Gladys Camacho Cepeda, dentro de la po-
nencia presentada en el Curso Internacional de Ac-
tualización de Derecho Administrativo y que permi-
ten ejemplificar de mejor forma los esfuerzos chile-
nos en la materia:
Problema uno: Domingo 21 de febrero 2010 23:46
hrs.
La designación del Gabriel Ruiz-Tagle, presidente
del directorio de Blanco y Negro que controla el

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MARTÍN GARCÍA MARTÍNEZ

equipo de futbol Colo Colo, como subsecretario de


Deportes por el Presidente electo, causó sorpresa en
el mundo deportivo federado.
Desenlace: 24/07/2010
El C. Gabriel Ruiz-Tagle anunció que venderá las
acciones de Blanco y Negro S.A. El subsecretario de
Deportes había sido inhabilitado por la Contraloría
para tomar decisiones en el fútbol. Aseguró que la-
menta la decisión tanto económica como emocio-
nalmente.
Problema dos: 18 de Julio de 2011.
Fernando Echeverría es el nuevo ministro de ener-
gía.
Desenlace: 21 julio 2011 | 19:13
Fernando Echeverría renuncia al Ministerio de
Energía por conflicto de intereses. El renunciado
secretario de Estado argumentó su decisión en el
hecho que “como ministro tenía que hacer mi decla-
ración de intereses y al analizar la declaración des-
cubrí que no había ninguna dificultad legal para
ejercer el cargo de ministro de Energía, pero descu-
brí que había intereses de las empresas que yo re-
presento que podrían interpretarse el día de mañana
en contra del Gobierno y en contra mía”.23
En ambos casos se observa, que más que actuar
en contravención a algún precepto jurídico, se esta-
ba en presencia de un problema de valores éticos, en
el ejercicio del cargo que les fue conferido, en razón
de ellos ambos protagonistas, deciden tomar medi-
das diferentes, pero que los llevan a una idéntica
solución, evitar un posible conflicto de intereses,
partiendo del principio de probidad administrativa
que da prevalencia al interés colectivo sobre el inte-
rés particular del servidor público.

23 Camacho Cepeda Gladys. Apuntes del Curso Internacional de

Actualización de Derecho Administrativo.

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EL PRINCIPIO DE PROBIDAD EN LA ADMINISTRACIÓN…

El planteamiento chileno, sustentado en la ética,


es esencialmente preventivo y por ello, una ruta mu-
cho más rentable que otra que descanse en la lógica
del garrote para obligar al cumplimiento y seguir el
camino de la persecución.

IV. LEGISLACIÓN MUNICIPAL.

a). Constitución Política de los Estados Unidos Me-


xicanos.
A nivel constitucional, la figura del municipio en-
cuentra sustento legal en el contenido del artículo
115, el cual a la letra indica:
“Artículo 115. Los Estados adoptarán, para su ré-
gimen interior, la forma de gobierno republicano,
representativo, popular, teniendo como base de su
división territorial y de su organización política y
administrativa el Municipio Libre, conforme a las
bases siguientes:…”
En cuanto al régimen de responsabilidades de los
servidores públicos, lo encontramos en el artículo
109, mismo que precisa en su fracción I, lo relativo
a la responsabilidad política; en su fracción II, la
responsabilidad penal y en la fracción III, lo relacio-
nado con la responsabilidad de carácter administra-
tivo, tal y como se desprende a continuación:
“Artículo 109. El Congreso de la Unión y las Le-
gislaturas de los Estados, dentro de los ámbitos de
sus respectivas competencias, expedirán las leyes de
responsabilidades de los servidores públicos y las
demás normas conducentes a sancionar a quienes,
teniendo este carácter, incurran en responsabilidad,
de conformidad con las siguientes prevenciones:
I. Se impondrán, mediante juicio político, las san-
ciones indicadas en el artículo 110 a los servidores
públicos

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II. La comisión de delitos por parte de cualquier


servidor público será perseguida y sancionada en los
términos de la legislación penal; y
III. Se aplicarán sanciones administrativas a los
servidores públicos por los actos u omisiones que
afecten la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad
y eficiencia que deban observar en el desempeño de
sus empleos, cargos o comisiones.”
La calidad de servidor público se encuentra pre-
vista en el artículo 108, donde se señalan los su-
puestos a nivel federal y se establece la facultad pa-
ra las legislaciones locales de establecer dicho carác-
ter en el ámbito estatal y municipal.
“Artículo 108. Para los efectos de las responsabi-
lidades a que alude este Título se reputarán como
servidores públicos a los representantes de elección
popular, a los miembros del Poder Judicial Federal y
del Poder Judicial del Distrito Federal, los funciona-
rios y empleados y, en general, a toda persona que
desempeñe un empleo, cargo o comisión de cual-
quier naturaleza en el Congreso de la Unión, en la
Asamblea Legislativa del Distrito Federal o en la
Administración Pública Federal o en el Distrito Fe-
deral, así como a los servidores públicos de los or-
ganismos a los que esta Constitución otorgue auto-
nomía, quienes serán responsables por los actos u
omisiones en que incurran en el desempeño de sus
respectivas funciones…
…Las Constituciones de los Estados de la Repú-
blica precisarán, en los mismos términos del primer
párrafo de este artículo y para los efectos de sus
responsabilidades, el carácter de servidores públicos
de quienes desempeñen empleo, cargo o comisión en
los Estados y en los Municipios.”
Por último, el artículo 113, señala los principios
que deben salvaguardar las leyes de responsabilidad

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EL PRINCIPIO DE PROBIDAD EN LA ADMINISTRACIÓN…

administrativa, las cuales deberán establecer ade-


más los procedimientos y sanciones tanto discipli-
narias como económicas.
“Artículo 113. Las leyes sobre responsabilidades
administrativas de los servidores públicos, determi-
narán sus obligaciones a fin de salvaguardar la lega-
lidad, honradez, lealtad, imparcialidad, y eficiencia
en el desempeño de sus funciones, empleos, cargos
y comisiones; las sanciones aplicables…,…así como
los procedimientos y las autoridades para aplicar-
las.”
De lo anterior se infiere que nuestra norma fun-
damental establece de manera limitativa los princi-
pios que deben regir el actuar de los servidores pú-
blicos, siendo estos legalidad, honradez, lealtad, im-
parcialidad, y eficiencia, no así el principio de probi-
dad administrativa.

b). Constitución Política del Estado de México.

A nivel local, la Constitución Política del Estado


Libre y Soberano de México, establece en su artículo
130, las personas a quienes se considera como ser-
vidores públicos, señalando además que la ley de
responsabilidades será la encargada de regular los
procedimientos y sanciones administrativas.
“Artículo 130.- Para los efectos de las responsabi-
lidades a que alude este título, se considera como
servidor público a toda persona que desempeñe un
empleo, cargo o comisión en alguno de los poderes
del Estado, en los ayuntamientos de los municipios
y organismos auxiliares, así como los titulares o
quienes hagan sus veces en empresas de participa-
ción estatal o municipal, sociedades o asociaciones
asimiladas a éstas y en los fideicomisos públicos...

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…La Ley de Responsabilidades regulará sujetos,


procedimientos y sanciones en la materia.”
Como se desprende del precepto antes citado y a
diferencia de la Constitución Federal, no se precisan
los principios que deben regir el actuar de los servi-
dores públicos, situación que se considera inade-
cuada, toda vez que no proporciona un marco de
referencia para la norma secundaria.
En cuanto hace al principio de probidad, dicho
ordenamiento legal lo menciona en sus artículos 84
fracción V y 119 fracción III, en ambos casos no lo
señala como una obligación en el actuar de servido-
res públicos, sino como requisito para acceder a
cargos públicos, en el primer caso relativo al Procu-
rador General de Justicia y en el segundo para ser
miembro de un Ayuntamiento
“Artículo 84.- Para ser Procurador General de
Justicia se requiere:…
…V. Ser de honradez y probidad notorias.”
“Artículo 119.- Para ser miembro propietario o
suplente de un ayuntamiento se requiere:…
…III. Ser de reconocida probidad y buena fama pú-
blica.”

c). Ley Orgánica Municipal del Estado de México.

Este ordenamiento legal, cuya función es estable-


cer la estructura administrativa de los municipios,
señala en su artículo 168, a quienes se les considera
servidores públicos municipales, precisando además
el tipo de responsabilidad en que pueden incurrir en
el ejercicio de su encargo.
“Artículo 168.- Son servidores públicos municipa-
les, los integrantes del ayuntamiento, los titulares
de las diferentes dependencias de la administración
pública municipal y todos aquéllos que desempeñen

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EL PRINCIPIO DE PROBIDAD EN LA ADMINISTRACIÓN…

un empleo, cargo o comisión en la misma. Dichos


servidores públicos municipales serán responsables
por los delitos y faltas administrativas que cometan
durante su encargo.”
Asimismo, en el artículo 170, señala que se incu-
rre en responsabilidad administrativa, por infringir
dicha ley orgánica, el bando municipal y demás re-
glamentos municipales.
“Artículo 170.- Por las infracciones administrati-
vas cometidas a esta Ley, Banco y reglamentos mu-
nicipales, los servidores públicos municipales incu-
rrirán en responsabilidades en términos de la Ley de
Responsabilidades de los Servidores Públicos del
Estado y Municipios.”
Es pertinente señalar que en el contenido de esta
ley, no se precisa de manera específica los principios
que deben regir el actuar de los servidores públicos
de la administración pública municipal, existiendo
solamente una referencia a ello, en su exposición de
motivos, al señalar que le serán impuestas sancio-
nes administrativas a aquellos servidores públicos
que incumpla con los principios de legalidad, hon-
radez, lealtad, imparcialidad y eficiencia en el
desempeño de su empleo, cargo o comisión.
Por lo que hace al principio de probidad, se en-
cuentra previsto en el artículo 60, no como un pa-
rámetro de comportamiento en el servicio público,
sino como requisito necesario para acceder al cargo
de delegado o subdelegado municipal.
“Artículo 60.- Para ser delegado o subdelegado mu-
nicipal o jefe de manzana se requiere:…
…III. Ser de reconocida probidad.”
d). Ley de Responsabilidades de los Servidores Pú-
blicos del Estado de México y sus Municipios.

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Esta ley es reglamentaria del Título Séptimo de la


Constitución Política del Estado Libre y Soberano de
México, relativo al régimen de responsabilidades de
los servidores públicos, conteniendo la misma en su
artículo segundo, las personas a quienes se conside-
ra como servidores públicos.
“Artículo 2.- Son sujetos de esta Ley, toda perso-
na que desempeñe un empleo, cargo o comisión, de
cualquier naturaleza en la administración pública
estatal o municipal, en sus Organismos Auxiliares y
Fideicomisos públicos, y en los Poderes Legislativo y
Judicial del Estado, con independencia del acto ju-
rídico que les dio origen.”
En lo que se refiere a los procedimientos para la
imposición de sanciones, dicha ley señala en sus
artículos del 5 al 21 lo relativo al juicio político; por
cuanto hace a la declaratoria de procedencia por
responsabilidad penal, se encuentra normado en los
artículos del 22 al 26, ambos procedimientos, se
realizaran ante la legislatura local.
Por otro lado, el artículo 42 establece un catálogo
de treinta y tres fracciones, conteniendo cada una
de ellas obligaciones de carácter general, a través de
las cuales se señala, se salvaguardan los principios
que deben ser observados por los servidores públi-
cos, en el ejercicio de su función.
“Artículo 42.- Para salvaguardar la legalidad,
honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia que
deban ser observadas en la prestación del servicio
público, independientemente de las obligaciones
específicas que correspondan al empleo, cargo o co-
misión, todo servidor público, sin perjuicio de sus
derechos y deberes laborales, tendrá las siguientes
obligaciones de carácter general:…”
Las sanciones a las que se hace acreedor un ser-
vidor público que incumple con alguna de las obli-

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gaciones contenidas en el artículo 42, se encuentran


previstas en el artículo 49 que a la letra indica:
“Artículo 49.- Las sanciones por responsabilidad
administrativa disciplinaria consistirán en:
I. Amonestación;
II. Suspensión del empleo, cargo o comisión;
III. Destitución del empleo, cargo o comisión;
IV. Sanción económica;
V. Inhabilitación temporal para desempeñar em-
pleos, cargos o comisiones en el servicio público…
…VI. Arresto hasta por 36 horas en los términos de
la Ley de Seguridad Pública del Estado. VI. Arresto
hasta por 36 horas en los términos de la Ley de Se-
guridad Pública del Estado...”
El artículo 59, en sus cuatro fracciones, regu-
la el procedimiento administrativo que deberá lle-
varse a cabo para determinar si existe o no respon-
sabilidad por parte del servidor público, previendo
las garantías de que goza el sujeto a procedimiento y
las formalidades y plazos que deberán observarse.
Además de los principios previstos en el artículo 42,
la ley de responsabilidades, no señala algún otro
que deba ser observado en el ejercicio del servicio
público, por lo que el principio de probidad adminis-
trativa, no se encuentra considerado.

e). Ley de Seguridad del Estado de México.

Esta ley de reciente creación, fue publicada en la


Gaceta de Gobierno del Estado de México, el día die-
cinueve de octubre del año en curso, abrogando la
Ley de Seguridad Pública Preventiva del Estado de
México y se considera importante analizarla, en vir-
tud que la misma, regula el actuar de un amplio
espectro de servidores públicos municipales, a sa-
ber, los integrantes de los cuerpos policiales de se-

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guridad pública y tránsito, estableciendo los princi-


pios que deben regir su actuar, las sanciones que
son susceptibles de aplicarse, así como el procedi-
miento y las autoridades competentes para imponer
dichas sanciones.
El artículo 3, señala los principios que regirán a
las instituciones de seguridad pública:
“Artículo 3.- Las Instituciones de Seguridad Pú-
blica serán de carácter civil, disciplinado y profesio-
nal y se regirán por los principios de legalidad, obje-
tividad, eficiencia, honradez y respeto a los derechos
humanos previstos en la Constitución Federal. De-
berán fomentar la participación ciudadana y rendir
cuentas en términos de Ley y demás normas aplica-
bles”
Asimismo el artículo 100, hace referencia nueva-
mente a los principios constitucionales que deben
garantizar los integrantes de las instituciones de
Seguridad Pública, estableciendo además un catálo-
go de derechos y obligaciones inherentes a su ac-
tuar.
“Artículo 100.- Con el objeto de garantizar el
cumplimiento de los principios constitucionales de
legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo,
honradez y respeto a los derechos humanos, los in-
tegrantes de las Instituciones de Seguridad Pública
tendrán los derechos y obligaciones siguientes:…”
Por cuanto hace al procedimiento, los artículos
163 al 181, establecen los términos, así como las
formalidades y las instancias encargadas de llevar-
los a cabo.
Es pertinente señalar que en la anterior Ley de
Seguridad Pública Preventiva, se establecía al Presi-
dente Municipal como la autoridad competente para
imponer las sanciones contenidas en dicha ley,
quien se apoyaba en la tramitación del procedimien-

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to, con el órgano de control interno municipal, ac-


tualmente, la nueva ley, quita esa facultad al ejecu-
tivo municipal y la delega en una Comisión de Honor
y Justicia, la cual será integrada por un presidente,
un secretario y un representante del área operativa,
precisando que tanto el presidente como el represen-
tante operativo, son propuestos por el Director de
Seguridad Pública Municipal y el secretario es el
titular del área jurídica de la Dirección, de donde se
desprende un absoluto control de la Comisión por
parte del Director de Seguridad Pública Municipal.
Por otro lado, dentro del catálogo de conductas
que generaban la remoción de los elementos de se-
guridad pública, se encontraba la falta de probidad
y honradez, misma que se encontraba prevista en la
fracción I del artículo 78, actualmente dicha con-
ducta ya no se encuentra considerada, establecien-
do únicamente en el artículo 100 de la nueva ley, un
catálogo general de obligaciones, de donde se des-
prende que esta normatividad, genera un retroceso
en la implementación de comportamientos cargados
de un contenido ético en el actuar de los servidores
públicos, en este caso, de los integrantes de las cor-
poraciones de Seguridad Pública Preventiva.

V. CONSIDERACIONES FINALES

PRIMERA.- El estado tiene como uno de sus fi-


nes, llevar a cabo acciones encaminadas a la obten-
ción del bien común.
SEGUNDA.- Las funciones del estado se materia-
lizan a través de una estructura organizacional de-
nominada Administración Pública.
TERCERA.- Los individuos que integran la admi-
nistración pública, desarrollan su función en con-

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cordancia con los principios de legalidad, honradez,


lealtad, imparcialidad y eficiencia.
CUARTA.- El Municipio es la base organizacional
de las entidades federativas y la instancia de go-
bierno más cercana a la ciudadanía.
QUINTA.- La corrupción, implica un actuar hu-
mano contrario a valores éticos, con la finalidad de
obtener un beneficio personal y aprovechándose del
cargo que se ostenta.
SEXTA.- El principio de probidad administrativa,
tiene como premisa fundamental, que el servidor
público norme su actuar con base en una valoración
ética, priorizando el beneficio colectivo, sobre el par-
ticular, conduciéndose en todo momento de manera
recta e imparcial.
SÉPTIMA.- A partir de la década de los noventa,
el Gobierno Chileno ha introducido el principio de
probidad administrativa, en la legislación que regula
la administración pública.
OCTAVA.- Chile está consolidando su posición
como estado democrático, a partir del convencimien-
to del actuar ético por parte de sus funcionarios más
que por el temor a ser sancionados.
NOVENA.- La legislación Mexicana en materia de
responsabilidades administrativas, no establece el
principio de probidad, como un modelo que rija el
actuar de los servidores públicos.
DÉCIMA.- El principio de probidad, solo se esta-
blece como requisito para acceder a ciertos cargos
públicos, no obstante, no se define dicho principio.
DÉCIMA PRIMERA.- Es necesario que el marco
normativo mexicano se actualice, para introducir el
principio de probidad dentro del catálogo de obliga-
ciones que rigen el actuar de los servidores públicos
de los tres niveles de gobierno.

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