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ADMINISTRACION II

EL CASO DEBE SER RESUELTO EN LA SEMANA Y PRESENTADO POR


GRUPO DESDE SUS ASIENTOS EL SABADO 30 DE JULIO.

UN NEGOCIO SALVAJE1

La creación del Buin Zoo, el más grande del país, es la clásica historia de emprendimiento
familiar. Partió como un centro de rescate de animales accidentados y hoy tiene más de dos mil
ejemplares y un 30% de crecimiento anual. El rey de esta manada es Ignacio Idalsoaga, un veterinario
que está obsesionado con transformar su zoológico en un parque de nivel mundial. Al estilo Disney. Y
con safari incluido.
“Niños vengan. Miren lo que les traigo”, vocifera el doctor Ignacio Idalsoaga mientras agita
una caja. Kruger y Pretoria se mueven de forma elegante, casi silenciosa, con cierta desconfianza. Pero
en cuestión de segundos las dos jirafas ya están disfrutando del banquete que les sirve el patrón en su
mano: pellets para animales herbívoros importados desde Estados Unidos. “La coima no falla”, bromea
Idalsoaga, mientras posa para la cámara
junto a los dos mamíferos traídos desde
Sudáfrica.
Al doctor Idalsoaga el amor por
los animales definitivamente se le escapó
de las manos. Nunca imaginó que el
pequeño lugar de conservación de
animales que creó al alero de la fábrica
de cecinas artesanales de su padre, en
Buin, se transformaría en el zoológico
más grande del país, superando al
Metropolitano que tiene 4,8 hectáreas y
una población de mil animales
aproximadamente. Junto a su señora
empezó a recibir tiuques, peucos y
águilas que llegaban con sus alas
dañadas. En plena década de los
ochenta, Idalsoaga, dividía su tiempo
entre el cuidado de los cerdos de la fábrica y los animales que había salvado de la muerte. Como no
tenía plata para financiar el centro de rescate, su mujer le propuso crear un cementerio para mascotas
en las tres hectáreas que tenían, hoy son 12. De los cerdos ni hablar; la entrada de grandes empresas al
mercado de las cecinas en los noventa terminó por sepultar al último ejemplar de la fábrica familiar “La
Continental”.
“El cementerio –que aún existe- era la manera de financiar el centro de rescate que hasta ese momento
sólo generaba costos. Teníamos unas alcancías donde la gente aportaba. Pero rápidamente comenzaron
a ser asaltadas, por lo que tuvimos que cobrar 100 pesos por entrar a este lugar”, recuerda. Poco a poco,
Idalsoaga fue asumiendo que su “Parque de Asís” se había transformado en un polo turístico, que
incluía una cafetería alemana atendida por sus cuñadas, exhibiciones de perros San Bernardo –son

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también criadores- y una muestra nada despreciable de animales rehabilitados. Para sorpresa de
Idalsoaga, el año 1994, el SAG le informó que tenía el zoológico privado más grande del país.
“Soy el monito mayor”, bromea. Y no deja de tener razón. A medida que avanzamos por el zoológico
nos topamos con varios tipos caracterizados igual que él: sombrero de ala ancha, chaqueta de
explorador y el clásico bigote de guardaparques. Idalsoaga es uno más. “Ramani, venga para acá”, le
grita al tigre bengala. El felino se acerca a la reja y ronronea mientras Idalsoaga le hace cariño. Igual
que a un gato. “A este lo crié desde cachorro. Pero ya no puedo meterme a su jaula, es peligroso”,
advierte (ver recuadro). El área de los tigres es de los pocos lugares donde hay reja metálica: aquí
prima el concepto de “zoológico de inmersión”, el cual separa a los animales del público mediante
acrílicos y vidrios para no tener barreras que dificulten la visión.

La cultura Disney

El desarrollo de este negocio -que hoy factura 2.400 millones de pesos al año- ha sido a pulso.
Idalsoaga casi se murió cuando le propusieron cambiar el nombre de su “Parque de Asís” a “Buin
Zoo”. Pero a poco andar se dio cuenta de que la sugerencia era más que necesaria: “La agencia Ventus
nos ofreció trabajar gratis en la nueva imagen a cambio de quedarse con parte de los auspicios, porque
no teníamos cómo pagarles. Fue un negocio redondo porque compartimos algo que no teníamos”,
recuerda. Este veterinario no es un hombre de números y lo asume sin problemas. “Podríamos haber
crecido mucho más si nos hubiéramos endeudado”, confiesa, pues el crecimiento del zoológico ha sido
en función de los ingresos. La única excepción fue un leasing para comprar las tres últimas hectáreas
del parque y cuya cuota final saldaron el mes pasado. “A pesar de tener un manejo rústico, hemos
conseguido buenos resultados”, comenta, y cuenta que él mismo hace 7 años vive con un sueldo de
gerente, pues su política siempre ha sido reinvertir cada peso ganado.
Hasta ahora Idalsoaga estaba en todas: desde atender las boleterías, hasta limpiar las jaulas de los
animales. “Durante los últimos 20 años hemos jugado con los números azules y rojos en forma muy
delicada, en capacidad humana hemos tenido requerimientos de más funcionarios, pero la caja no
daba”, explica. Ni con la ayuda de sus hijos –tiene 10– logró atender la cafetería. Optó por lo sano y la
concesionó.
Con sus más de dos mil animales –de 250 especies distintas–, un crecimiento de 30% al año y
visitas que superan las 700 mil anuales, Idalsoaga decidió dar el paso y profesionalizar el negocio.
Contrató a un gerente general y se lanzó a trabajar bajo un organigrama. “Cinco años atrás estaba todo
a nombre mío. Ahora formamos un holding que tiene inmobiliarias, tiendas y el zoológico. Además
somos una empresa Endeavor, con un directorio integrado por Salvador Said, Juan José del Río y
Valeria Flen –gerente de negocios de Soprole- entre otros”, cuenta.
La primera misión del equipo que dirigirá Juan Pedro Mosquera, el nuevo gerente general, es
romper con la estacionalidad con la que ha funcionado hasta ahora el zoológico. “Para nosotros las
vacaciones de invierno y el día del niño son clave, tenemos ciclos muy marcados que no hemos podido
revertir”, confiesa. Otra de las tareas es convencer a los profesores de que el Buin Zoo es la mejor sala
de clases al aire libre. “Uno de los grandes desafíos es que nos tengan en los programas para el primer
semestre, porque a fin de año estamos sobrevendidos”. Y como ya se lanzó a pensar en grande, el
dueño bien sabe hacia dónde tiene que mirar su negocio. “Somos unos burdos imitadores de la cultura
Disney. Ya no se habla de trabajadores, sino de anfitriones y nuestros clientes son invitados. Los
animales están agrupados en distintas zonas geográficas y la idea es tener la experiencia de vivir en el
Amazonas o en el corazón de África”, cuenta entusiasmado. Y la idea se irá afianzando con la entrega
de un “pasaporte” a cada niño, el cual será timbrado en cada sector del Buin Zoo.

Se viene el safari
Si hay algo que tiene expectante a Idalsoaga es la llegada de una pareja de rinocerontes desde
Sudáfrica. Los está esperando hace meses y no ha sido fácil conseguirlos. Por lo general, los animales se
consiguen mediante trueques con otros zoológicos. De hecho, el Buin Zoo ha reubicado a seis leones
que venían dañados de circos; incluso enviaron uno a Sudáfrica.
Aunque ya cuenta con casi todos los animales –a excepción del elefante, que por opción prefieren no
tener-, Idalsoaga sostiene que hay ciertas especies que son muy difíciles de conseguir, como la pantera
de las nieves o el panda rojo. “Hay algunos que no siempre están en la lista de excedentes de otros
zoológicos, así es que posiblemente tendremos que recurrir a empresas que se dediquen a la
comercialización”. La pantera, por ejemplo, podría costar 15 mil dólares, pero acomodar las
instalaciones para exhibirla puede superar tres veces ese valor.
Con respecto a las críticas de la gente que se opone a los zoológicos y a los animales en
cautiverio, Ignacio confiesa: “Yo creo que los referentes que tienen de zoológicos no son
necesariamente buenos. Tuvimos la suerte de que hace dos semanas atrás se hiciera en Chile el
encuentro latinoamericano de zoológicos. Contamos con más de 80 directores miembros de las
comunidades zoológicas de Latinoamérica y me sorprendió que una de las personas que vino que
representaba a los zoológicos europeos pensara que el Buin Zoo estaba dentro de los tres mejores
zoológicos de Latinoamérica que él había visto y después en un correo posterior, me dice: “Creo que
son el mejor zoológico de Sudamérica”. “Esta claro que detrás de las bambalinas de un zoológico no
todo el mundo ve que hay una preocupación permanente y real del bienestar animal y es por eso que
nuestros pares nos valoraron de manera tan importante.”
Cuando estuvieron hace dos meses atrás en el encuentro mundial de educadores de zoológicos
quedaron absolutamente sorprendidos de todo el material pedagógico que usaron con los niños, el que
los niños se llevan, que pueden recortar y memorizar. Y lo que es más importante, en ese mismo
sentido han tratado de ser muy coherentes con su mensaje a los niños: “El mundo lo compartimos, lo
tenemos que cuidar y los animales son parte importante de este sistema”.
Con respecto a las acciones verdes en Buin Zoo aclara: “Todo nuestro circuito de producción es
un circuito verde, en el sentido que todo el guano que se genera en el zoológico va a compostaje, que
hacemos reciclaje, que minimizamos al máximo la basura y que hace ya dos meses acabamos de
inaugurar nuestra planta de tratamiento de agua única en Sudamérica. No hay ningún otro zoológico
que haya llegado a ese grado de tecnología para poder reutilizar el agua que usamos para riego. Aquí
nada se pierde. Entonces, todo eso lo vamos a usar como instrumento de educación”.
Del éxito del Buin ZOO hablan los números. Este zoológico es visitado por cerca de cinco mil
personas diarias, que viajan desde diferentes partes de la zona central hasta Buin, teniendo su record
de visitas de dieciséis mil personas, el día del niño hace un par de años atrás. Hace algunos años se
intervino la Estación de los Guindos del Metro tren, dándole la ambientación de un safari y llamándola
“Estación Buin Zoo”, facilitándose la llegada de niños y adultos de Santiago y San Fernando.
El Zoológico de la Familia Idalsoaga ha recibido merecidos premios dentro de los que se
destacan:
En 1998 recibe el premio “Zoológico con Mayor Proyección de Latinoamérica”. En julio de 2003,
Ignacio Idalsoaga es galardonado como “Empresario del Mes” entregado por el banco BCI. En el 2007
se convirtió en el segundo zoológico de mundo en obtener el certificado ISO 9001 2000.
Los jóvenes que realizan en el Buin Zoo la labor de guías, reciben el nombre de “sherpas”. El
director del zoo, Ignacio Idalsoaga, es conocido popularmente como “Doctor Zoo”.
Este zoológico no solo es una gran atracción de la zona, sino que también ha aumentado la
oferta de trabajo para los jóvenes de Buin. Durante los periodos de vacaciones y feriados las visitas
aumentan de gran manera, lo que hizo necesario que el Buin zoo requiriera de más ayuda dentro de su
recinto. El Doctor Zoo decidió iniciar un curso de entrenamiento para jóvenes. Este curso los prepara
como guías o como ellos les llaman “sherpas”. Los sherpas tienen conocimientos técnicos de los
animales, están preparados para enseñar a los visitantes sobre los hábitos, zonas de origen y estatus de
preservación.
Ignacio es un gran ejemplo de pasión y entrega por lo que hace, demostrando que con
dedicación y trabajo se pueden lograr grandes cosas, valores centrales para ser seleccionado Endeavor
el año 2009. Que salvaje!
¿Seguirá creciendo el Buin Zoo? Idalsoaga ya tiene un plan en mente: construir un parque
safari. “Estamos buscando terrenos en las inmediaciones del zoológico. Queremos que la gente tenga la
experiencia de ver los animales de una manera diferente. El proyecto costaría cerca de 2 millones de
dólares”, adelanta. Una idea que se complementaría con la puesta en marcha de la Fundación Buin Zoo
para recuperar especies dañadas. “Existen muchos ejemplares en mal estado, que vienen de circos, por
ejemplo. Con Sernapesca acabamos de cerrar un convenio para rehabilitar pingüinos. Este safari
debería ser un lugar capaz de proteger a estos animales que ya no pueden ser devueltos a su ambiente
natural”, explica. Con los recursos obtenidos de este futuro negocio, Idalsoaga piensa financiar la
mantención de programas que beneficien a los animales. “¿Sería salvaje, no?”, se pregunta.

Un Negocio Salvaje2
Pauta de respuesta

1. Que dimensiones o elementos del macro y micro Entorno han afectado al Buin Zoo?
Explique MUY claramente utilizando los conceptos con precisión y rigor. De ejemplos para
apoyar su planteo!?

20 10 0
Identifica y Identifica y No identifica
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relevantes: clave de respuesta!
Clientes, respuesta
Competidores

2
2. CUAL es la propuesta de valor del Buin Zoo? Qué tan efectivo ha sido Ignacio en poder
realizar su propuesta de valor? Por qué? Sea muy claro y conceptual en su planteo
justificando en forma pertinente!.

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Identifica laIdentifica la Identifica la NO
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3. Qué áreas de control son relevantes para el Buin Zoo? Por que? Explique usando los
conceptos en forma clara y precisa y dando ejemplos cuando corresponda!.

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Identifica y Identifica y Identifica y No identifica
explica las 3 explica 2 explica 1 area los áreas
areas claves de areas claves clave en su claves en su
control: en su respuesta respuesta!
Operaciones, respuesta
Marketing y
Recursos
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