1) Crear una rutina diaria: Para crear una rutina diaria es necesaria la repetición

por lo que se recomienda establecer tiempos y horarios para dedicar a la

realización de tareas y estudiar, es importante que este horario sea sistemático y
acorde a las necesidades y capacidades de cada estudiante.

2) Establecer un lugar fijo: Destinar un lugar dentro de la casa para este fin, el cual
debe ser cómodo, silencioso, con buena iluminación y ventilación.

3) Planificar y organizar los materiales y tareas: Antes de comenzar es necesario

jerarquizar los deberes, comenzando por realizar tareas y estudiar lo más difícil y
requerirá más tiempo, para luego continuar con lo más sencillo. Es importante
seleccionar con anticipación todos los materiales que necesitaré tales como libros,
lápices, goma de borrar entre otros, así se optimiza el tiempo y se evitan
distractores.

4) Utilizar estrategias de organización de la información: Con el fin de facilitar la

incorporación de información relevante se recomienda, en primera instancia,
realizar una lectura rápida del material de estudio para posteriormente aplicar
estrategias tales como subrayar la información relevante, organizarla a través de
un resumen o mapa conceptual, finalizando con el repaso y memorización de los
conceptos.

5) Considerar pequeñas pausas dentro de la rutina establecida: El descanso es

indispensable dentro de una rutina de estudio, procurar que éstas pausas sean
activas, ojalá pararse de la silla, realizar estiramientos y respirar aire fresco. Evitar
el uso de pantallas en los descansos y utilizarlas sólo como recurso para el
aprendizaje.

6) Motivar reconociendo logros y cumplimiento de metas: Es importante

monitorear el estudio de nuestros hijos/as así como también motivar y reforzar
positivamente cuando logran cumplir con el plan de estudios pactado
reconociendo su esfuerzo.
Recuerden que:
Los niños, niñas y jóvenes aprenden a través del ejemplo, por lo que los padres
juegan un papel indispensable. Ser constantes ayudará a nuestros estudiantes a
incorporar hábitos positivos.
Es más fácil adquirir hábitos cuando estos representan una ganancia significativa
en nuestras vidas. Es por eso que mientras más eficiente sea el tiempo de estudio
más valor e importancia le tomara el alumno.
Para considerar en casa:
1. Dormir lo suficiente entre 8 y 10 horas diarias asegurando el descanso y la
energía necesaria para el día siguiente.
2.  Realizar colaciones adecuadas, evitando que los alumnos estudien con
hambre o después de una comida abundante o de difícil digestión, es
importante también una correcta hidratación.
3. Tener responsabilidades acorde a la edad: Los niños, niñas y jóvenes
aprenden el valor de la responsabilidad a través de las experiencias.
Acciones simples realizadas con regularidad pueden hacer la diferencia, por
ejemplo hacer la cama, sacar la basura, entre otras. Éstas acciones
también refuerzan hábitos positivos.
4. Momentos recreativos (espacio de juego y distracción): El juego es parte
indispensable de su crecimiento. Permite el desarrollo de la creatividad, la
optimización de las habilidades sociales y artísticas. Evitemos que pasen
mucho tiempo en aparatos electrónicos, y el rato que lo hagan, no olvidar el
control parental y los límites establecidos para su uso. Jugar con ellos
favorece los lazos, es una buena instancia para realizar juegos de mesa,
cartas, armar puzzles, maquetas, etc..