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Republica Bolivariana de Venezuela

Iglesia Evangélica Pentecostal Misionera


“El Monte de Sion”

(HERMENEUTICA)
Escuela de formación para Nuevos Lideres

Pastor: José Isaí Guzmán


0212-256-5353
0416-810-4421

Caracas,
Estilo

Es la manera de escribir. En el estilo se destaca la personalidad del escritor,


conviene puntualizar que los escritores de la Biblia, aunque fueron inspirados,
mantienen su propio estilo.
La elegancia de la elocució n consiste en la acertada combinació n y colocació n de
los significantes lingü ísticos; y para dar elegancia a sus elocuciones,
repetidamente, los remitentes de las Sagradas Escrituras, echan mano al lenguaje
figurado, lo cual se conoce como figuras retoricas de dicció n figuras de palabras.
El conocimiento del lenguaje figurado le permite al intérprete de las Sagradas
Escrituras, explicar mejor cada asunto estudiado, y gozar a la vez de la obra
artística, pues en el lenguaje figurado hay arte y vivacidad.
También el intérprete de las Sagradas Escrituras debe tomar en cuenta que el
lenguaje Bíblico es enteramente secular, los vocablos fueron tomados de las cosas
comunes para el hombre; las verdades fueron dadas a conocer a través de las cosas
conoscibles. (Vea Juan 3:11,12)
De aquí que los significados y los significantes mantengan una estrecha relació n
con las actividades agrícolas (Mateo 13:1-32), con el ejercito (Zacarías 4:6), con la
milicia (2da Timoteo 2:3,4), con la pesca y el mar (mateo 4:18-20; 13:47-50), con el
reino de los minerales (Mateo 13:45.46), (Apocalipsis 21:18-21)

El lenguaje Figurado

El lenguaje figurado es el recurso que usa el emisor para embellecer el mensaje


que presentara a sus receptores, y la Biblia en todas sus pá ginas, esta saturada de
estas bellas figuras.
Se puede considerar figuras de palabras o figuras retoricas las siguientes: aná fora,
metá fora, asíndeton, polisíndeton, elipsis, reiteració n, similicadencia,
reduplicació n, prosopopeya, metonimia, símil, paradoja, sinécdoque, tipo, símbolo,
hipérbole, apostrofe, ironía, alegoría, fá bula, enigma, interrogació n, antítesis,
clímax o graduació n, proverbio, acrò sitco, etc.
Má s adelante explicaremos una por una de estas figuras……

Los Significantes del Discurso

Los significantes encontraran significado solo si los confrontamos con su


recto sentido usual y ordinario, lo cual no quiere decir que tengamos que
literalizarlos.
Si bien es cierto que ciertos significantes solo fueron empleados para arrojar luz y
expresividad a los primeros receptores, no ocurre lo mismo en cuanto a los
lectores o receptores de nuestro tiempo.
Tomemos como ejemplo a (Génesis 6:12). En este pasaje lo significante “carne” y
“camino”, no deben tomarse literalmente, pues en tal caso perderían significado.
Pero si aplicamos esta regla podemos entender que “carne” se refiere a personas, y
“camino” a cumbres espirituales.

Hermenéutica
Es el estudio de la correcta interpretació n de textos. Con esta definició n se
estima que esta disciplina no debe ser ignorada por el interprete de las Sagradas
Escrituras, las cuales en algunos casos, son “difíciles de entender “.
De esta manera, la Hermenéutica, es la primera cosa que debe aprender todo aquel
que desea explicar a otros el mensaje de las Sagradas Escrituras.
Desconsuela oír a un predicador diciendo lo que las escrituras no quieren emitir;
tal actitud solo seria aprobada por Sataná s. Padre de mentira, pues fue el diablo el
primero en torcer el mensaje Bíblico (Mateo 4:6,7).

Exégesis

Es el método que tiene como propó sito orientar el estudio de las Sagradas
Escrituras, conduciéndonos seriamente a su legítima interpretació n. Es el
comentario de pasaje por pasaje y hasta la palabra por palabra.
Todo predicador debe ser un Exégeta, porque es a través de la exégesis que tanto
palabras como ideas encuentran sentido y emiten el verdadero mensaje que el
Espíritu Santo desea comunicar.

Compendio

Es el método por el cual se resume una materia Bíblica. Dicho resumen esta
conformado solo por las partes que el intérprete ha querido destacar; pero aun
siendo así, la verdad queda expresada en forma inalterable. Es un buen método
que no debe ignorar el predicador.

Trascendencia

Es la actitud de trasladar el pasaje – capitulo o libro de la época en que fueron


escritos, a las personas a las cuales fue dirigido, a los valores socioló gicos, a su
geografía e Historia, y al tema de la narració n.
Tal comportamiento solo puede corresponder al estudiante diligente y
responsable, pues se trata de un estudio exhaustivo para el cual hay que invertir
mucho tiempo y consultar una extensa bibliografía.
Existen libros en la Biblia – y casi todos – que no pueden ser interpretados
correctamente si no se toma en cuenta su trascendencia, tal es el caso del
Apocalipsis y del libro de Daniel.

Estudio Trascendente

Demanda toda una trascendencia, el pasaje o libro se ubica en su tiempo y


espacio. Se demanda que el interprete tenga una cultura general, o al menos que
este dispuesto a adquirirla. Por ejemplo si el intérprete quisiera sacarle provecho
al estudio de Apocalipsis, este no lo seria posible sin un conocimiento cabal del
Imperio Romano y su historia, y de la cruel tribulació n sufrida por el emisor (Juan)
bajo ese imperio.
No hay duda que la lectura de cualquier libro de la Biblia aprovecha por si misma;
pero solo se llega a ser un verdadero interprete cuando la interpretació n emplea su
verdadera trascendencia. Esto es cierto cuando se toma que la Biblia se fue
completando en forma progresiva, pues desde el primer autor (Moisés) al ultimo
(Juan), media un periodo de mil seiscientos añ os; y que todos sus autores
escribieron en medios y circunstancias diferentes: Asia, Arabia, Judea, Babilonia,
Occidente...
Esta seria la misma declaració n que emplea el apó stol Pablo, sin usar los mismos
significantes, en (Romanos 3:12), otro ejemplo lo encontramos en (Lucas 14:26),
en este pasaje el vocablo “aborrece” si lo tomá ramos literalmente contradeciría las
enseñ anzas que sobre el amor ofreció Jesucristo. De aquí que el significante
“aborrece” solo encuentra expresió n ló gica en el sentido de “prioridad”, o de amar
a Jesucristo sobre todas las cosas. La aclaració n de esta cosa la encontramos en la
connotació n que hace (Mateo 10:37).

El conjunto discurso

En las Escrituras los significantes no siempre está n encaminados a significar lo


mismo. Por ejemplo “fe” puede significar el convencimiento que alguien tenga
sobre determinada causa o persona, como en (Marco 16:16), en otros casos puede
connotar solo la causa o totalidad doctrinal, como en (Gá latas 1:23).
“Ahora predica la fe que en otro tiempo asolaba”, en (Hechos 17:31), el
significante “fe” significa convicció n. Por esta razó n, en estos casos, conviene tomar
el vocablo segú n lo indique el conjunto del discurso.

El contexto

En el verdadero contexto el significante queda encerrado y explicado por las


voces que preceden y siguen al texto que se estudia. En el contexto hallamos
expresiones, versículos o ejemplos que dan luz y significado al vocablo o al
contexto oscuro.
En la carta a los Corintios leemos: “Y somos hallados falsos testigos de Dios;
porque hemos testificado de Dios que el resucitó a Cristo, al cual no resucitó,
si en verdad los muertos no resucitan “(1 Corintios 15:15).
También leemos: “Si en esta vida solamente esperamos a Cristo, somos los
más dignos de conmiseración de todos los hombres “. (1 Corintios 15:19).
Los dos pasajes, tomados aisladamente, nos dejan un poco desconcertados con
las frases “al cual no resucito “y “Somos los más dignos de conmiseración”.
Pero por el tema general que es la resurrecció n y por los significantes que
preceden y siguen al texto nos convencemos de que tales versículos má s bien está n
reforzando la verdad sobre la resurrecció n de Jesucristo y de la resurrecció n de
todas las gentes en el futuro; también estas frases está n colocadas en el texto para
reforzar la fe que debemos tener en Jesucristo, porque “ahora Cristo ha
resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho “(Hecho
15:20)

El Objetivo o Designio

Este proceder dará luz sobre el pasaje o concepto oscuro; y es aplicable cuando
nos preguntamos:

1.- ¿El objetivo del pasaje en cuestió n?


2.- ¿El objetivo del Libro?
3.- ¿El objetivo general de la Biblia?

Y también aplicamos este curso cuando nos preguntamos aspectos de


localizació n, tales como:

1.- ¿Quien es el emisor o escritos?


2.- ¿Porque se escribió la elocució n o pasaje?
3.- ¿Para que se escribió ?
4.- ¿Donde se escribió ?
5.- ¿Cuando se escribió ?

Un ejemplo de designio lo encontramos en (2 Timoteo 3:15-17). Aquí la


preposició n “para” sirve de vehículo al designio: “…Las Sagradas Escrituras, las
cuales te pueden hacer sabio para la salvació n por la fe que es en Cristo
Jesú s….Para enseñ ar, para redargü ir, para corregir, para instruir en justicia, para
que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado, para toda buena
obra”.
Esto quiere decir que el objetivo general o designio de las Sagradas Escrituras es
“dar sabiduría para la salvació n” y “preparar al hombre para toda buena obra”,
algo semejante ocurre en el evangelio de Juan: “Pero estas se han escrito para
que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis
vida en su nombre”.
Como podemos ver, el designio de evangelio de Juan es “para creer que Jesú s es el
Cristo”.

Paralelismo

Los pasajes paralelos tratan un mismo asunto. Por eso, en el estudio de las
Sagradas Escrituras, el intérprete debe compararlos entre sí sin el fin de encontrar
la verdad del asunto en estudio.
Sabemos que cada escritor, aunque inspirado, conserva su propio estilo; y en esta
variació n en donde encontramos que algunos pasajes que resultan oscuros al
tratar determinado asunto, otros se manifiestan mas cerca de nuestra
comprensió n.
Esto nos aclara que la inspiració n de las Sagradas Escrituras no quiere decir que
cada remitente de la verdad se convierte en una especie de megá fono, aunque la
inspiració n consista en escribir solo aquello que Dios quiere se escriba.
Como ejemplo tomaremos el asunto que tiene que ver con la resurrecció n de
Jesucristo, (Marcos 16:5). Marcos, aquí nos refiere de un joven que esta sentado en
el sepulcro, pero no se detiene a describirlo; en cambio, Mateo hablando del mismo
personaje (Mateo 28:2-5) si describe su parecer, y en esta descripció n se nos
permite concluir que se trata de un á ngel.
Para iniciar un estudio de paralelo de palabras tomaremos como ejemplo a Balaam.
1.- ¿Quien fue Balaam?
2.- ¿Profeta, verdadero o falso?
Leemos Nú mero capítulos 22 y 23.
Encontramos, por estos capítulos, que se trataba de un profeta asalariado a quien
Balac podía contratarlo por page (Numero 22:17) para que maldijese a Israel; pero
a la vez se trata de 1 profeta que Dios usó para bendecir a Israel. Pero para definir
la verdadera personalidad de Balaam, tenemos que consultar otros pasajes
paralelos. (Judas 11). Lo define como el mercenario de la religió n; (Deuteronomio
23:4) Lo describe como el hombre que lo alquila para maldecir; (Josué 13:22). Lo
señ ala como el adivino, especie de hechicero; (2Pedro 2:15.16) lo hace aparecer
como el profeta que ama el premio de maldad; y (Apocalipsis 2:14) lo identifica
como un culto apostata.

REGLAS ELEMENTALES DE LA HERMENEUTICA

.- Primera Regla: La Biblia se interpreta así misma.


No hay mayor y mejor interprete que la escritura misma. Por encima de la palabra
escrita, no hay mayor autoridad interpretativa que la de ella misma, supone y
establece; en otras palabras, no es lo que decimos nosotros o lo que enseñ a y
determina costumbre, dogma o religió n, si no que dice la palabra de Dios.
Es necesario comparar o cotejar lo que dice toda la escritura sobre determinado
tema o doctrina y no solamente lo que dice una parte.
Es necesario aclarar los pasajes oscuros a la luz de los que está n claros en las
Escrituras y no al revés.
Para que algo tenga un buen fundamento Bíblico debe tener por lo menos tres (3)
pasajes que lo fundamenten y no meros pasajes sacados del contexto.

.- Segunda Regla: Es preciso en cuanto sea posible, tomar las palabras en su


sentido usual y ordinario.
Cuando estudiamos las Escrituras debemos trasladarnos al tiempo y a la época en
que se dijeron las palabras de la Biblia que estamos estudiando. No debemos darles
a las expresiones del texto el sentido moderno como lo entendemos actualmente,
sino el sentido como fue entendido tanto por el escritor, como por el destinatario
en el tiempo antiguo o Bíblico.
Hay que investigar como usaban ordinariamente o popularmente las palabras o
expresiones que estemos interpretando.
Ejemplo “No tenemos lucha contra sangre ni sangre” (Efesios 6:12)
Aquí los vocablos “carne ni sangre” non pueden ser entendidos literalmente, sino
en sentido figurado; y que entendiendo el sentido usual y ordinario tenemos que el
escritor trata de decir que nuestra lucha no es contra seres humanos o personas
que se ven.
“Derramaré mi Espíritu sobre toda carne” (Hechos 2:17).
Aquí el vocablo “carne” quiere decir o tiene el sentido comú n de persona. Así lo
entendían las personas del tiempo greco-romano, y en especial la cultura hebrea.
“Toda carne” quiere decir toda persona.
Profetizando de Jesú s, dice Zacarías: “Dios no alzo un cuerno de salvación en la
casa de David” (Lucas 1:69). Aquí “cuerno” denota poder, fuerza, autoridad real o
regia (soberanía). “Casa” denota familia, linaje, descendencia. La interpretació n es
que Dios levanto de la familia o linaje de David al Mesías que tiene todo el poder
(cuerno) soberano de salvació n.

.- Tercera Regla: Es del todo preciso tomar las palabras en el sentido que indica el
conjunto de la frase o de la expresió n.
Esto quiere decir que el significado de una frase o palabra estará determinado por
el conjunto de palabras e ideas (argumentos) que la rodean.
Esto quiere decir que en un mismo vocablo puede ser usado de distintas maneras
en diversos textos Bíblicos, y el significado de dicha palabra o vocablo lo
determinará el contexto o el “grupo” de argumento que rodean al mismo.
Nota: Es necesario establecer los distintos usos comunes y ordinarios que tiene el
vocablo para luego especificar cual mejor cala con el contexto o conjunto de la
frase.

Salvación

Aplicando la primera regla, tenemos que usualmente este término se utilizaba


de la siguiente manera o sentido: liberació n, sanidad divina del cuerpo,
preservació n, bendició n, rescate de la condenació n eterna o salvació n del alma, etc.

Ejemplo

En Santiago 5:14,15 tiene sentido de sanidad divina y no de salvació n, en el


sentido de rescate de la condenació n u otros usos.
Santiago 1:21, el vocablo “salvar” tiene que ver con la liberació n o preservació n
que hace la palabra de Dios que hace de nuestras almas.
Romanos 1:15,16 aquí se dice que el evangelio “es poder de Dios para
salvación”. Aquí salvació n tiene el sentido, de acuerdo al contexto y al conjunto de
frases, de la justificació n por gracia a través de la fe que otorga el padre por medio
de Cristo (Romanos 1:17).
Pero parece resumir al mismo tiempo todos los usos que tiene la palabra de
salvació n, es decir que la palabra “evangelio” es un poder para liberació n, sanidad,
preservació n, bendició n, rescate y otros.

.- Cuarta Regla: Es necesario tomar las palabras en el sentido que indica en el


contexto; a saber, los pasajes que proceden y siguen al texto que se estudia.
En (Juan 2:20-27) pareciera que no es necesario recibir enseñ anzas de maestros
Bíblicos; pero ¿es así? ¡Claro que no! El pasaje dice “Y no tenéis necesidad que
nadie os enseñe”.
De acuerdo al propó sito de la carne tenemos que Juan se refería a los falsos
maestros gnó sticos, y no a los maestros de la Biblia.

.- Quinta Regla: Es necesario consultar a los pasajes paralelos.


Los pasajes paralelos son aquellos que tratan un mismo asunto, tema, argumento,
evento suceso histó rico, como aquellos que tratan una misma doctrina.
FIGURAS RETORICAS

Polisíndeton.
El polisíndeton es una figura literaria que consiste en repetir una conjunció n al
principio de cada frase. Estas algunas conjunciones: y, o, ni, mas, pero, porque,
pues. Veamos algunos ejemplos en (Romanos 8:35, 38,39).
Obsérvese la repetició n de la conjunció n disyuntiva “o”, en el siguiente pasaje se
repite la conjunció n “ni”.

Asíndeton:
El asíndeton es una figura literaria que consiste en omitir las conjunciones. En
Judas 12,13 tenemos un ejemplo. Se podrá observar que las oraciones está n en
forma yuxtapuesta.

Anáfora:
Esta figura repite una palabra al principio del verso. Obsérvese, en el (Salmo
135:16-20), la repetició n de forma verbal “tienen” y la del sustantivo “casa”.
(Lamentaciones 3:25-27), repite al inicio del verso el adjetivo calificativo “bueno”.
En el Salmo 136 se puede notar el estribillo “porque para siempre es su
misericordia”, también se repite el imperativo “alabad”.

Reiteración:
Ocurre esta figura cuando se repite un significante dentro de la misma expresió n,
esto ocurre en verso como una prosa. El canto de (1 corintios 13) es un ejemplo de
reiteració n (Hebreos 11), el capitulo de la fe, repite la frase “por la fe”. También
(Eclesiastés 3), esta constituido a base de reiteraciones y de aná foras. Observe las
reiteraciones de (Isaías 28:10-13)

Elipsis:
Esta figura se mantiene cuando se omite verbo dentro de la elocució n, pero
siempre que se sobreentiende. En (Pedro 1:5-7) se omite el imperativo “añ adid”.

El Acróstico:
El acró stico es una figura literaria que consiste en emplear las letras de un alfabeto
para iniciar los versos o las estrofas en una composició n poética. Por ejemplo,
(Salmos 119) canta las convicciones de la palabra de Dios, empleando cada una de
las palabras del alfabeto hebreo.
Este alfabeto consta de 22 letras o fonemas, y son 22 estrofas las del Salmo 119.
También se puede observar que cada una de las estrofas es este Salmo se inicia, en
el original hebreo, con la correspondiente letra de este alfabeto.
La versió n Valera nos ayuda comprender esto por cuanto divide el Salmo en tantas
estrofas como letras alfabéticas tiene el hebreo.
Esto mismo ocurre con el libro de Lamentaciones de Jeremías, en el cual cada
capitulo consta de 22 versos. El capitulo 3 se divide en 66 versos, lo cual no
produce alteració n alguna porque es el 22 triplicado.

Las estrofas del Salmo 119 está n distribuidas de la siguiente manera:

Alef Vau Lèmed Tsade


Bet Zain Mem Cof
Guìmel Chet Num Resh
Dà let Tet Sà mec Sin
Het Yod Ayin Tau
Caf Pe

Similicadencia:
La similicadencia ocurre cuando la elocució n agrupa a varios verbos en un mismo
tiempo, numero y persona. Ejemplo lo tenemos en (Mateo 7:7,8), obsérvese el uso
del imperativo en segunda persona plural (pedid, buscad, llamad) y del futuro
imperfecto de indicativo, segunda persona plural (dará , hallareis, abrirá ).
Otro ejemplo lo encontramos en (Isaías 1:16,17 y 55:6,7).

Reduplicación:
La reduplicació n es una figura literaria que repite una palabra en un mismo
miembro.
Obsérvese la reduplicació n en el siguiente pasaje de (Isaías 62:10) y (Juan 3:3-5).

Símil:
El símil es una figura literaria que consiste en comparar una cosa con otra, pero
tomando uno o varios rasgos, de la cosa comparada. La comparació n se puede
notar a través de las palabras “como”, “cual”, “así como”.
Observe los símiles en los capítulos 4 y 5 de Cantares.

Metáfora:
La metá fora es la comparació n por excelencia que traslada el sentido recto de las
voces a otro figurado. Lea (Cantares 4:12-15).
Otras metá foras las encontramos en las siguientes palabras de Jesú s: “Yo soy la
vid” (Juan 15:1). “Yo soy la luz del mundo” (Juan 8:12), “Vosotros sois la sal de la
tierra” y “Vosotros sois la luz del mundo”, (Mateo 5:13,14)

Alegoría:
La alegoría es una figura literaria que consiste en la ampliació n de los elementos
que constituyen una metá fora o en la armonía de varias metá foras.
Generalmente tiene su propia explicació n de seguido. Una alegoría, por ejemplo, es
la narració n de (Isaías 5:1-7), que tiene su explicació n en el verso 7.
Observe como se amplia la metá fora de Jesú s: “Yo soy el pan vivo que descendió
del cielo”, (Juan 6:51-65).
En “Yo soy la vida verdadera”, (Juan 15:1-6), Jesú s amplia la metá fora para
convertirla en alegoría. Otro ejemplo de alegoría la encontramos en (Gá latas 4:21-
31), en la que se amplia la metá fora. “Estas mujeres son los dos pactos”.

Parábola:
La pará bola es una figura literaria que es presentada en forma de narració n,
partiendo el hablante, de elementos bien conocidos por oyentes.
Es una narració n que encierra profunda motivació n a través de la cual surge una
nueva enseñ anza. Se debe cuidar de que la pará bola no constituya la base de la
doctrina, pues la pará bola esta construida a base de imaginació n.
Mateo 13 es el monumento de la pará bola. Para la interpretació n de una pará bola
se debe tomar en cuenta que no todos los elementos empleados se pueden traducir
a elementos reales de la enseñ anza que se quiere ilustrar, ya que en la pará bola
existen como elementos embellecedores de la narració n los llamados “adornos”.
Conviene al investigador saber que la pará bola siempre debe estar subordinada a
un tema general y que la pará bola no puede ser tema general, solo material
ilustrativo.

Proverbio:
El proverbio se define como un dicho, lo que es conocido en nuestro ambiente
como adagio. Como ejemplo de proverbios de Salomó n, el cual esta redactado en
forma poetica.Jesucristo empleo un proverbio en las palabras “medico cú rate a ti
mismo”, (Lucas 4:23). También dijo “No hay profeta deshonrado sino en su propia
tierra, y entre sus parientes, y en su casa”. (Mateo 13:57), (Marcos6:4).

Paradoja:
La paradoja es una figura literaria que consiste en la elocució n opuesta a la opinió n
comú n. Ejemplo “Mirad y guardaos de la levadura de los fariseos y saduceos”
(Mateo 16:16), (Marcos 8:14-21), (Lucas 12:1)
En otras palabras, se dice una cosa para que se entienda otra. En los pasajes
citados, Jesú s esta empleando una elocució n popular, pero es claro que los
significantes solo tienen que ver con la doctrina de los fariseos y saduceos. Por lo
general la paradoja queda explicada en su propio contexto.
Para discusió n: (Mateo 9:37), (Mateo 8:22), (Lucas 9:61,62), (Lucas 14:26)

Fabula:
La fabula es empleada para personificar las cosas o los animales en una narració n.
Veamos un ejemplo: “El cardo que esta en el Líbano envió a decir al cedro que esta
en el Líbano: Da a tu hija por mujer a mi hijo. Y pasaron las fieras que está n en el
Líbano, y hollaron al cardo”. (2 Reyes 14:9)

Enigma:
El enigma es dicho o conjunto de palabras de sentido encubierto para que sea
difícil entender. Famosos es el enigma de la literatura universal, en la cual Edipo
acertó el enigma que le propuso la esfinge.
En la Biblia encontramos el enigma que Sansó n propuso a los filisteos: “Del
devorador salió comida, y del fuerte salió dulzura”, (Jueces 14:14). También
(Proverbios 30:24-31).

Antítesis:
La antítesis es una figura que consiste en contraponer una frase o una palabra a
otras de contraria significació n. Lo malo y lo falso sirven de contraste a lo bueno y
verdadero:”Mira yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el
mal”, (Deuteronomio 30:15)

Apóstrofe:
El apostrofe es considerado como figura que consiste en cortar de pronto el hilo
del discurso o la narració n, ya para dirigir las palabras con vehemencia en segunda
persona a una o varias presentes o ausentes, vivas o muertas, a seres abstractos o a
cosas inanimadas, ya para dirigírselas a si mismo en iguales términos.
Veamos los siguientes ejemplos:” ¿Qué tuviste, oh mar, que huiste? ¿Y tu; oh
Jordá n, que te volviste atrá s? Oh montes, ¿Por qué saltasteis como carneros, y
vosotros collados como corderitos?
“A la presencia del Señ or tiembla la tierra, a la presencia del Dios de Jacobo; el cual
torno la peñ a en estanque de aguas, y en fuente de agua de roca”, (Salmos 114:5-8).
También tenemos (1 Corintios 15:55)

Sinécdoque:
Se emplea esta figura literaria cuando se toma la parte por el todo y el todo por la
parte.
Ejemplo (Colosenses 1:23) “si en verdad permanecéis fundamentados y firmes en
la fe, y sin movernos de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se
predica en toda la creació n que esta debajo del cielo”.
Aquí se toma el todo por la parte, que es el mundo habilitado.
Otro ejemplo: “Así, pues, la muerte de Señ or anunciá is hasta que el venga”,
(1 Corintios11:26), Aquí también se toma el todo por la parte, que es el contenido
de la copa. Un ejemplo de la parte por el todo lo encontramos cuando el salmista
dice: “Mi carne también reposara confiadamente” (El todo seria “el cuerpo” y la
parte “la carne”).

Metonimia:
La metonimia es una figura literaria que destaca la causa por el efecto o el símbolo
por la realidad que se quiere indicar. Un ejemplo de Metonimia lo encontramos en
(Lucas 16:29), Aquí la causa seria Moisés y los profetas. El efecto es los escritos que
ya no existen. Se dice: “a Moisés y a los profetas tienen; ó iganlos” en lugar de decir:
“tienen los escritos de Moisés y los profetas”.

Prosopopeya:
Esta figura es para personificar hechos o cosas, como en (Isaías 55:12). Aquí
atribuyen cualidades de personas a los montes y arboles. Otro ejemplo: “la
misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron” (Salmos
85:10)

Ironía:
La ironía es una burla disimulada. Un ejemplo de ironía lo encontramos en (1
Reyes 18:27). Aquí la actitud de Elías era burlarse de los profetas de Baal. (Job
12:2), Ciertamente vosotros sois el pueblo, y con vosotros morirá la sabiduría”.

Hipérbole:
La hipérbole es una figura literaria que consiste en aumentar, a través de la
imaginació n, el tamañ o. Ejemplo de hipérbole lo encontramos relacionado con la
torre de Babel. Aquí la hipérbole es “cuya cú spide llegue al cielo” (Génesis 11:4),
esto quiere decir que ellos querían construir una torre de enorme tamañ o.
Encontramos otra hipérbole en la declaració n de Juan; “y también otras muchas
cosas que hizo Jesú s, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en
el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir” (Juan 21:25)

Clímax o Gradación:
El clímax o gradació n es un recurso literario, a través del cual se va ascendiendo,
colocando los elementos en orden de importancia. Se puede empezar por lo
ridículo y acabar por lo sublime.
Un ejemplo de gradació n cronoló gica lo encontramos en (Hebreo 11), otro ejemplo
de gradació n lo encontramos en el discurso de Esteban.
Esteban prueba una tesis sobre Jesucristo, partiendo de orden ascendente de los
progenitores del mismo Señ or.
La tesis de Esteban se basa en que por la resistencia el Espíritu Santo las
autoridades judías no reconocieron a Jesú s el justo; al contrario, lo entregaron y lo
crucificaron.
Otro ejemplo de gradació n lo encontramos en (Romanos 8), partiendo del tema
“ninguna condenació n hay para los que está n en Cristo Jesú s”, Sin embargo de esto
de esta gradació n total hay algunas divisiones en las cuales la gradació n queda bien
matizada, (vea Romanos 8:29-35), (2 Pedro 1:5-9).

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