Está en la página 1de 6

(DDESARROLLO EMBRIOLÓGICO DE LA NARIZ Y SENOS PARANASALES

Se originan del ectodermo de la placoda nasal u olfatoria y del


neuroectodermo de la cresta neural. Su desarrollo continúa hasta la
adolescencia y en algunos casos la neumatización no finaliza completamente
hasta la edad adulta. Inicialmente es como un fondo de saco rostral a la
cavidad oral que termina por abrirse en el periodo embrionario. En el
nacimiento las fosas nasales presentan su arquitectura básica y comienza el
desarrollo de los senos paranasales, claramente primero las celdas etmoidales,
ya desarrolladas en el neonato, y en menor grado el seno maxilar. A partir de
los 2 años comienza el crecimiento del seno esfenoidal y de los 4 años el del
seno frontal. Inicialmente suelen existir asimetrías entre cada lado. El seno
etmoidal presenta un desarrollo más rápido del etmoides anterior y en general
se ha completado alrededor de los 12 años 36, con un aumento de la
convexidad de sus paredes lateral y medial en las últimas fases. El seno
maxilar crece inicialmente de manera transversal y luego vertical, sobretodo en
los periodos entre 0-2 años y 7-10 años, alcanzando el nivel del suelo de las
fosas nasales, el conducto nasolacrimal y el receso cigomático a los 12 años.
El seno frontal no suele presentarse antes de los tres años, tiene un desarrollo
máximo entre los 4-8 años, aunque sigue con su desarrollo a los 14-16 años. El
seno esfenoidal, casi inapreciable en el recién nacido, comienza a
neumatizarse alrededor de los 2 años y progresa en sentido anteroposterior
sobretodo hasta los 5 años completando su desarrollo a los 15 años en el 50%
de casos e incluso sigue hasta los 30 años

ANATOMÍA DE LA NARIZ Y SUS PRINCIPALES ESTRUCTURAS.


La nariz y la cavidad nasal, lo que comúnmente conocemos
como fosas nasales, son estructuras esenciales tanto para la respiración como
para el sentido del olfato. Pero, ¿sabías que el 80% del gusto en realidad
proviene de lo que olemos? Es por esto que la comida casi no tiene sabor
cuando tenemos la nariz tapada. La nariz es la estructura más prominente del
rostro humano. Las partes de la nariz se ubican tanto en su superficie externa
como en su aspecto interno. Para algunas personas la forma en que luce su
nariz es muy importante,
Estructura nasal externa.

La estructura nasal externa (la que vemos externamente en la cara) consiste


básicamente en un armazón de hueso y cartílago cubierto por músculos muy
finos y a su vez cubierto todo por piel.

Los huesos nasales se encuentran en la raíz de la nariz (entre los ojos) y son


fácilmente palpables por su consistencia dura. Son estructuras fijadas al hueso
de la frente y al maxilar superior (no pueden, por tanto, moverse) y su tamaño y
forma es extremadamente variable pero lo habitual es que ocupen,
aproximadamente, 1/3 – 1/2 del dorso de la nariz o 1/3 de la longitud total de la
nariz.
Los huesos nasales tienen una función estática, de soporte, pero
extremadamente importante en el sostén de todo el dorso de la nariz. Es muy
importante diagnosticar correctamente la posición de esta estructura ya que
puede determinar la resistencia postoperatoria de nuestra nariz. Unos huesos
pequeños o débiles (huesos cortos) pueden llegar a ser una limitación
estructural importante que requiera un tratamiento especial para evitar
complicaciones o resultados pobres, como un excesivo estrechamiento o una
deformidad en V invertida.

Si continuamos palpando, con nuestro dedo, en dirección a la punta,


pasaremos a palpar los cartílagos triangulares o cartílagos laterales
superiores. Estos cartílagos junto con los huesos nasales conforman el dorso
nasal o pirámide nasal. Son estructuras más blandas y con una utilidad
funcional y de soporte. Estructuralmente contribuyen al soporte del dorso y a
cierta movilidad nasal. Estos cartílagos se unen en el centro del dorso con el
septum (formando una T) formando dos válvulas, las válvulas internas, que
regulan entre otras cosas el paso del aire. Muchos de los lectores habrán
tenido ocasión de ver las tiras nasales que se usan al practicar deportes. Estas
tiras elásticas tienen como función “abrir” las válvulas internas para facilitar e
incrementar el paso de aire. Al reducir gibas, especialmente las mayores de 4
mm, suele ser necesario reconstruir esta estructura para evitar problemas
respiratorios durante el postoperatorio.

Dando el soporte y forma a la punta de la nariz encontramos los cartílagos


alares. Su función es estructural al dar forma y soporte a la punta, pero también
participan en la formación de las válvulas internas y externas, que regulan el
paso inicial del aire desde el exterior. Valorar la forma, el tamaño y la
distribución de estos cartílagos es muy importante para corregir los defectos de
manera eficaz.

Los músculos que cubren la nariz son muy finos y aunque participan


activamente en la expresividad de toda la cara, su actividad es más visible con
el movimiento de los ojos y la boca.

La piel que recubre todas las estructuras anteriores tiene una importancia vital
en la estética de la nariz y en el postoperatorio de las Rinoplastias. Las
características de la piel (fina, normal o gruesa) pueden condicionar
enormemente la visualización de asimetrías y defectos e influye notoriamente
en la duración de la desinflamación. Una piel fina deja “transparentar” cualquier
mínima anomalía pre o postoperatoria, aunque se desinflamará muy rápido.
Las pieles gruesas tardan mucho en desinflamarse y ocultan todos los
defectos, aunque también impiden refinamientos en el resultado final.
ESTRUCTURA NASAL INTERNA.

Fosa nasal

La porción interna de la nariz es la fosa nasal, o cavidad nasal. Las dos


cavidades nasales se ubican por dentro de la porción externa de la nariz y
del cráneo adyacente. Las cavidades abren anteriormente a la cara a través de
las narinas. Mientras que posteriormente se comunican con la nasofaringe por
dos orificios llamados coanas.

cada cavidad nasal tiene techo, piso y paredes lateral y medial. Existen 12
huesos craneales en total que contribuyen para la formación de la cavidad nasal,
estos incluyen los huesos pares; nasales, maxilares, palatinos y lagrimales, así
como los huesos impares; etmoides, esfenoides, frontal y vómer. Entre todos
ellos, el etmoides es el elemento más importante, por dos motivos: primero,
forma la porción más grande del marco esquelético de la nariz al formar el techo
y las paredes de las cavidades nasales; segundo, contiene
las celdillas etmoidales que, como grupo, son uno de los cuatro senos
paranasales.

La Estructura nasal interna no es visible exteriormente y solo se accede a ella


realizando una exploración adecuada mediante rinoscopia o mediante
endoscopia. Las pruebas de imagen (Radiografía, TAC o Resonancia
Magnética) ayudan a visualizar la configuración y relaciones de sus diferentes
componentes.

El tabique nasal (septum nasales) es eso, un tabique que separa la fosa nasal


derecha de la izquierda. Consta de una porción anterior de cartílago y otra más
posterior de hueso. Aunque su configuración ideal es el de una lámina plana
(como el tabique que separa dos habitaciones) sus desviaciones en forma de C
o de S pueden generar obstrucciones a uno o ambos lados.  No se debe
confundir el tabique nasal con el dorso de la nariz.

El tabique nasal tiene un valor funcional al colaborar en la canalización del aire


que respiramos, pero también tiene una labor estática. El tabique
nasal colabora en el soporte de la nariz, por eso los pacientes con
perforaciones pueden acabar teniendo deformidades nasales visibles.

En las paredes laterales de cada fosa podrán verse los cornetes superior,


medio e inferior. Se trata de estructuras óseas alargadas y en forma de concha
que recorren las paredes laterales de delante hacia atrás. Su recubrimiento de
mucosa participa en labores cruciales del mantenimiento de la “calidad del aire”
que respiramos. Su crecimiento anormal puede generar o agravar la
obstrucción de una o ambas fosas nasales. Su reducción excesiva durante una
cirugía puede tener también malas consecuencias.
La configuración de la cavidad nasal y de sus componentes es sumamente
importante porque es la encargada de humedecer, calentar, dirigir y filtrar el
aire que respiramos.  Las alteraciones en la configuración del tabique, de los
cornetes o de ambos están presentes en la mayoría de los problemas
respiratorios de vías altas. En este enlace podrá encontrar información sobre
cómo se realizan las correcciones de los problemas obstructivos.

Como hemos visto las diferentes configuraciones de piel, huesos, cartílagos y


estructuras internas son extremadamente importantes para analizar en cada
caso. Conocer la anatomía de la nariz y sus principales estructuras nos
permitirá tener mejor control y obtener mejores resultados tras una Rinoplastia.

INERVACION

La nariz está inervada por tres nervios craneales:

 El olfato es proporcionado por el nervio olfatorio (I par craneal)

 La sensibilidad general es transportada por el nervio trigémino (V par craneal)

 Las glándulas serosas de la mucosa nasal que lubrican constantemente las


paredes nasales son inervadas por las fibras parasimpáticas del nervio facial (VII
par craneal).

 La inervación simpática viene de la médula espinal a nivel de T1 y está


destinada a la regulación del flujo sanguíneo a través de la mucosa.

También podría gustarte