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RESUMEN
Para Koontz “planear es tender un punto donde se está y otro donde se desea.” Simple y
clara definición, sin embargo, el concepto de estrategia es un término que, en la práctica de la
gestión y dirección estratégica, a menudo se define de forma imprecisa, ambigua y, en
ocasiones, confusa. Puede justificarse que ello sea así, toda vez que la teoría estratégica ha
sufrido una gran convulsión interna como consecuencia de la revolución económica,
comunicacional y social experimentada en estas primeras décadas del siglo XXI.
Sin perjuicio de lo dicho, observamos que cambios radicales han obligado a alteraciones
completas en las maneras de pensar los modelos clásicos para el diseño de estrategias
eficientes para los nuevos desafíos del contexto.
En este documento iremos al rescate de los modelos clásicos y sus conceptos más
relevantes, para incorporar herramientas e instrumentos modernos que les permita
adaptarse a las nuevas exigencias del contexto y así poder seguir garantizando mejores
índices de eficacia y eficiencia.
Según Koontz “Planear es tender un punto donde se está y otro donde se desea.” En los
términos clásicos de Koontz y su modelo desarrollado en un contexto menos turbulento,
menos incierto y más controlable, “Planificación es un término que define un conjunto de
acciones presentes orientadas al logro futuro de un resultado claramente definido, siempre y
cuando se posea un alto nivel de certidumbre sobre la situación en que éstas van a llevarse a
cabo”. Por ello, en la teoría y contexto clásico se recomendaba tener un elevado control de los
factores que permitieran alcanzar los resultados perseguidos. Mientras los entornos no han
sido cambiantes, mientras han mantenido niveles de estabilidad muy altos, las herramientas,
dominantemente técnico-financieras han constituido, en el ámbito estratégico, el enfoque
principal de las estrategias.
Sin embargo, en los momentos actuales, caracterizados por una dinámica de cambio
permanente, difícil de predecir a corto y medio plazo, los instrumentos como pieza
fundamental del pensamiento y de la acción estratégica dejan de tener preponderancia, para
pasar a dar mayor importancia a la dimensión humana y del equipo decisor. Es más relevante
para la concepción moderna tener definida la "visión estratégica" o “posicionamiento futuro”
más que la parte técnica, como los documentos, las previsiones, los planes de acción,
escenarios y herramientas.
La nueva concepción de la estrategia para sería "la voluntad del equipo de Dirección
Estratégica de pensar y generar un conjunto de decisiones preparadas de antemano para el
logro de objetivos asignados, teniendo en cuenta todas las posibles reacciones del adversario
y/o la naturaleza." Por ello, entendemos la estrategia moderna como un reto humano –del
equipo de Dirección Estratégica inicialmente, pero de toda la organización- y no un “reto
técnico”, independientemente de que se utilicen sistemas y técnicas para apoyar el diseño
de escenarios, premisas y respuestas pre-configuradas.
Debemos evitar, siguiendo minuciosamente los modelos clásicos, generar una “ilusión de
precisión” creada por ellos. Con ella, las personas pueden concentrarse en cumplir con los
planes tal y como fueron concebidos, pero será un error si no se focalizan en la exploración de
cambios y oportunidades emergentes, ya que la mayoría de ellas, en el contexto actual y con
frecuencia, no se han programado previamente.
Volviendo a Koontz, otro elemento importante que el clásico autor señala es que “la
planificación, su dirección ejecutiva y su control de ejecución son inseparables, son como
"hermanos siameses" de la Administración, ya que control sin planes carece de sentido, ya
que no se tiene forma de saber si efectivamente la Organización y su gente se dirigen a
donde se quiere ir sin antes saber adonde se quiere. Por lo que, además de diseñar planes
correctamente, se deben establecer normas ejecución y de control.
2. CONTINUIDAD > la planificación como proceso, no tiene fin. Debido a que las decisiones de
ayer, las reacciones del entorno y los cambios no previstos obligan a realizar nuevas
estimaciones y previsiones. Por lo tanto se debe planificar cada vez que se logra un objetivo,
pues aparecen nuevos objetivos, por lo que nuevamente deberá planificarse.
3. COMPROMISO > los diversos planes deben ser motivadores para lograr el compromiso de
todas y todos los que intervienen en el proceso y así poder vencer resistencias y mejorar el
cumplimiento.
4. FACTIBILIDAD > Todo plan debe prepararse considerando la viabilidad de los resultados, es
decir, todo plan debe ser posible realizarlo.
5. RENTABILIDAD > Todo plan deberá lograr una relación favorable de los beneficios que
espera con respecto a los costos que exige, definiendo previamente estos últimos y el valor
de los resultados que se obtendrán en la forma más cuantitativa posible. El plan debe
expresar que los resultados deben ser superiores a los insumos o gastos.
6. PARTICIPACIÓN > Todo plan deberá tratar de conseguir la participación de las personas
que habrán de estructurarlo, o que se vean relacionadas de alguna manera con su
funcionamiento.
9. PREVISIÓN > cuando un plan se basa en estudios y experiencias anteriores, adquiere tal
consistencia que intenta, aprendiendo del pasado, reducir al máximo sus errores futuros.
EL PROCESO DE PLANIFICACIÓN
El autor Harold Koontz ha determinado algunos pasos que deben seguirse en el momento de
implementar un proceso de planificación, a saber:
Si fuese posible pronosticar el futuro con exactitud, la planeación sería relativamente simple.
Pero como esto no es posible; en la práctica, la realización de pronósticos es mucho más
compleja, para lo cual se recurre al estudio, valoración, determinación y validación de
determinados elementos, por lo general numéricos, que se constituirán en los pilares y
límites sobre los cuales se conformarán los escenarios y objetivos estratégicos: estamos
hablando de las “premisas”. Las premisas de planeación son las condiciones previstas en
que operarán los planes e incluyen supuestos o pronósticos sobre las condiciones futuras
conocidas que afectarán la operación de los planes.
Las premisas tienen un valor de gestión que va más allá de su uso estricto. En primer lugar, la
determinación de ciertas premisas implica el acuerdo y su revisión por parte de diferentes
administradores, por tanto están expuestos a la verificación de pares. En segundo, la
elaboración de premisas puede revelar áreas de la organización necesitan de control. En
tercero, la generación de premisas contribuye a la uniformación y coordinación de planes,
sobre todo cuando en los equipos de Dirección Estratégica participan miembros de toda la
organización.
Las áreas de condiciones más frecuentemente elegidas para la realización de premisas son
los escenarios futuros que tengan como foco aspectos: 1) económicos (por ej., cotización de
determinada moneda, tasa de inflación esperada), 2) social (por ej., tasa de
natalidad/mortalidad), 3) política/legal (por ej., cambios en legislación que habiliten/restrinjan
actividades) y 4) condiciones tecnológicas (por ej., nuevos descubrimientos que mejoren la
productividad, nuevos materiales, etc.).
1. Los “SUPUESTOS” que van a el marco futuro el que la planificación tendrá lugar, el “telón
de fondo” del escenario de la planificación.
2. Las que permiten “REDUCIR LA INCERTIDUMBRE” del futuro y establecer las bases sobre
las que debe planificarse.
3. Aquellas que “FIJAN LOS LÍMITES” dentro de los cuales deben desarrollarse los trabajos
de planificación y están basadas en predicciones.
4. Aquellas que constituyen “CIMIENTOS Y PILARES DE LA ESTIMACIÓN PRESENTE DE
EVENTOS FUTUROS”.
PRINCIPIOS DE LA PLANIFICACIÓN
Según Koontz, todo proceso de planificación debe seguir determinados principios para una
correcta formulación:
1. CONTRIBUCIÓN A LOS OBJETIVOS > debe existir una coherencia entre cada plan y sus
planes derivados en forma tal que todos contribuyan al objetivo general de la organización.
4. EFICIENCIA DE LOS PLANES > Un plan es eficiente en la medida que contribuya a alcanzar
los objetivos a costos normales y logrando las satisfacciones de los distintos grupos de
interés tanto internos como externos.
B. NEGOCIOS >> a este nivel se realizan los principales esfuerzos estratégicos y decisiones
que, dadas las decisiones y limitaciones tomadas en el nivel corporativo, apunten a
asegurar una ventaja competitiva a largo plazo en cada uno de los “negocios” de la
Organización. Estas decisiones estratégicas deben tener especial atención a las directivas
corporativas generales y dentro de las limitaciones de recursos asignadas a la unidad de
negocios.
La estrategia de negocios pretende determinar que posición adoptará el negocio ante los
clientes objetivo y el mercado y como debe actuar dados los recursos y limitaciones.
En este nivel se deben responder cuestionamientos estratégicos del tipo: ¿cómo
competirá el negocio en su mercado?; ¿que productos/servicios ofrecerá?; ¿a que
segmentos de clientes servir?; ¿cómo se distribuirán los recursos?
Recordemos que cada organización debe realizar su propio proceso para implementar su
propia estrategia. No hay recetas uniformes de aplicación y desarrollo de estrategias
Todo emprendimiento organizacional del tipo que fuese, debe tener muy identificado, claro y
comunicado su propósito ó misión. De su mejor identificación, claridad y comunicación a
todas y todos los interesados va a impactar más o menos positivamente en el
establecimiento de la estrategia, su dirección ejecutiva y su posterior control de cumplimiento.
Según Lazzati, la misión es: “la visualización de una situación futura y deseable, que se
aspira a lograr en un horizonte lejano, aunque no necesariamente está claro el camino para
ello…”. Constituyen su papel primario, y los que “básicamente se espera” tal como sea lo que
defina la organización. Por lo tanto son expresiones y términos que deben establecerse de
forma amplia, genérica y de tipo filosófico-utópico. Son términos que, bien definidos, no se
pueden alcanzar nunca, pero que sirven como guía y “norte” para encaminar todos los
esfuerzos y recursos disponibles. Es “la razón de ser de la organización”.
También se dice que es la labor, el encargo o servicio especial que una empresa se propone
lograr hacia el largo plazo. Por ejemplo, la misión de una universidad es la formación superior,
enseñanza y la investigación.
Según Peter Drucker: “debe estar más orientada a los mercados que a los productos y debe
ser realizable, motivadora y específica.”
Si no se conoce la misión, no se puede hablar de establecer objetivos, metas ni cursos de
acción para lograrlos.
Por ejemplo, un banco puede tener como visión "ser la empresa líder en la prestación de
servicios financieros en toda Europa".
3. OBJETIVOS ESTRATÉGICOS > Son los fines o las metas que pretende lograr y hacia los
cuales se dirige las actividades de la empresa en su conjunto o uno de sus departamentos,
secciones o funciones. Por lo regular los objetivos de mayor jerarquía representan el fin hacia
el cual se dirige la organización vía sus áreas encargadas de la dirección estratégica y de los
grupos más importantes de la gestión/conducción.
Los objetivos son el resultado de las restricciones internas, de las personas que deciden y de
las influencias del entorno. Deben ser precisos y congruentes con la Misión y la Visión, ya
que éstas orientan la gestión y asignan responsabilidades individuales y/o de equipo.
4. POLÍTICAS > Las políticas son guías para orientar la acción; son lineamientos generales a
observar en la toma de decisiones, sobre algún problema que se repite una y otra vez dentro
de una organización. En este sentido, las políticas son criterios generales de ejecución que
auxilian al logro de los objetivos y facilitan la implementación de las estrategias.
PLANIFICACIÓN TÁCTICA
Si bien su estudio pormenorizado no forma parte de los obejtivos de nuestro curso, veremos
definiciones y estructura básica de esta etapa de la planificación complementaria de la
Estratégica.
La planificación táctica es un proceso de gestión con periodicidad anual que guía la toma de
decisiones hacia el logro de los objetivos propuestos en la etapa estratégica de la
organización.
1.- PROCEDIMIENTOS > Son planes por medio de los cuales se establece un método para el
manejo de las actividades. Son secuencias cronológicas de acción requeridas. Son guías de
acción, no de pensamiento. En las que se detalla la manera exacta en que deben realizarse
ciertas actividades. Van de la mano de las políticas, ya que son la forma de implementarlas.
Los procedimientos son, básicamente, planes por los cuales se establecen métodos o formas
habituales para manejar actividades futuras, es decir, son planes relacionados con métodos
de trabajo o ejecución. Sirven como guías de acción más que de pensamiento pues señalan el
cómo deben hacerse ciertas actividades. Usualmente los procedimientos corresponden a
planes operacionales y se representan a través de flujo gramas.
4.- REGLAS > Constituyen la forma más simple de un plan y tienes que ver con el
comportamiento solicitado a las personas. Una regla requiere que se tome o no una acción
determinada y específica con respecto a una determinada situación, representa una guía de la
acción, pero no define la secuencia en el tiempo para que se dé un procedimiento. En ellas se
establecen acciones o no-acciones específicas, son ejecutivas, generalmente cortas y que no
permiten discrecionalidad alguna. Son formas de proceder o de no-proceder y constituyen el
tipo de plan más simple. "No fumar" es una regla que no permite desviación ni interpretación
subjetiva. La esencia es reflejar una decisión administrativa en cuanto a la obligatoriedad de
realizar u omitir una acción determinada. Es preciso distinguir entre “reglas” y “políticas”: en
las políticas se puede actuar con cierta discrecionalidad para orientar la toma de decisiones.
En cambio, en las reglas no se permite discrecionalidad en la aplicación.
CONCLUSIONES