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Fruticultores afectados por el incendio de

Ateca se plantean abandonar la actividad


Todavía no hay cifras concretas de daños, pero en pueblos como Moros la producción
está «arrasada». Los primeros partes de siniestro a Agroseguro declaran daños en
frutales, herbáceos y viñedos
NOTICIA
ACTUALIZADA 28/7/2022 A LAS 05:00
 CHUS GARCÍA



Explotación frutícola afectada por el incendio declarado en Ateca.UAGA

Controlado ya (que todavía no extinguido ) el incendio que se inició en


Ateca y que ha convertido en cenizas 14.000 hectáreas de doce
municipios de la comarca Comunidad de Calatayud, los agricultores
cuyas explotaciones han quedado calcinadas comienzan a evaluar daños. Y
a mirar hacia un futuro que se presenta "muy oscuro", como destaca Óscar
Joven, responsable de la organización agraria UAGA en dicha comarca.
Porque los productores no solo han perdido la cosecha de este
2022 que estaban a punto de recolectar, sino que sus frutales han quedado
reducidos a cenizas (o muy dañados), por lo que será necesario arrancar los
árboles, volver a plantar y esperar cinco años para obtener una nueva
producción.
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los afectados al incendio de Ateca

"Son momentos de tomar decisiones muy difíciles", asegura Joven, que


afirma que son muchos los agricultores que estos días "se van a
plantear si continúan con la explotación o abandonan el sector". Una
posibilidad, señala el representante de UAGA, que especialmente ronda por
la cabeza de aquellos fruticultores que se acercan los 60 años o superan ya
esa edad y no tienen relevo generacional. "Si tienen que arrancar,
plantar, esperar a que haya producción y comenzar de nuevo, tal vez
terminen por abandonar la actividad", insiste.
Pese a todo, primero será necesario conocer el alcance del siniestro. No hay
todavía cifras concretas porque los agricultores no pudieron acceder a sus
explotaciones hasta que el fuego no estaba totalmente perimetrado. Y fue
el lunes cuando comenzaron a comunicar los daños en la oficina instalada
para tal fin en Moros, la localidad más afectada por el violento incendio del
que, según los cálculos realizados por UAGA, apenas se han salvado 300
hectáreas de las 4.800 que se contabilizan en su término
municipal. "Además también han quedado dañadas infraestructuras de
riego y almacenes", añade Joven, que pone voz a la inquietud que se vive
entre los productores, que temen que las coberturas del seguro no resulten
suficientes para asegurar la continuidad de sus explotaciones.

Primeras declaraciones a Agroseguro


También han comenzado a llegar los primeros partes de siniestro a
Agroseguro, que ha iniciado ya el peritaje de las cosechas (luego llegará el
de los árboles), comenzando por aquellas que estaban a punto de ser
recolectadas.

Las cifras todavía no son significativas, como reconoce el director


territorial de la entidad aseguradora en Aragón, Juan Cruzán, que
augura que en los próximos días las comunicaciones de los agricultores se
incrementarán exponencialmente y darán buena muestra del siniestro.
Así, a fecha 25 de julio, la oficina aragonesa de Agroseguro había
recibido partes de siniestro para 244 parcelas, con un superficie de 116
hectáreas. De ellas, los cultivos más dañados son frutales, pero también se
han comunicado daños en herbáceos extensivos, cerezo y viñedo, aunque,
reconoce Cruzán, las cifras serán mucho menos significativas en las
producciones de cereal porque la cosecha estaba prácticamente finalizada.
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