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Emerald Energy suspende su contrato en Los Pozos, Caquetá

En la vereda Los Pozos, San Vicente del Caguán, Caquetá, 43 días de protesta de más de
5.000 campesinos e indígenas, dejaron un saldo de 70 miembros de la fuerza pública
retenidos, un uniformado y un campesino muertos durante las confrontaciones y el incendio
de las instalaciones de la Petrolera Emerald Energy, la incertidumbre que perduro por más
de 24 horas, finalmente fue resuelta tras el anuncio de que el Gobierno Nacional había
llegado a un acuerdo para poner fin a la confrontación campesina.

Se acordó la creación de una comisión mixta de derechos humanos presidida por la


Defensoría del Pueblo e integrada por diferentes entidades del Gobierno Nacional y
representantes de las organizaciones del movimiento campesino, la cual buscara identificar
y analizar elementos o hechos que afectan a la población de San Vicente. Además, se
contemplará un diálogo directo con Esmerald Energy, se realizó un acuerdo de reparar y
modificar una vía de 40 kilómetros que une a San Vicente del Caguán con Las Delicias,
entre otros puntos, se conformará una Mesa técnica entre el Ministerio de Minas, el ANLA y
la Agencia Nacional de Hidrocarburos, para revisar las condiciones de cumplimiento de la
ejecución del contrato de concesión y las solicitudes realizadas por los delegados de la
comunidad (Infobae, 2023).
Emerald Energy PLC controlada por el conglomerado estatal chino Sinochem, es una
importante empresa de hidrocarburos china, comparable a lo que sería Ecopetrol en
Colombia. Siendo la única petrolera que ha entrado al territorio del Caguán. Pero, su
entrada en el territorio al igual que en otras partes del país ha sido cuestionable, los daños
ambientales en zonas como Caquetá y Huila (Caracol Radio, 2012) son antecedentes que
marcaron a las comunidades campesinas e indígenas, así como a los ecosistemas de las
regiones en donde esta empresa realiza sus operaciones extractivas, y a pesar de las
diferentes iniciativas para visibilizar tales impactos, las solicitudes de comunidades
indígenas de liberar zonas de impacto ambiental de la explotación petrolera, la resistencia
de las comunidades y la exposición de análisis desarrollados por académicos, esta

problemática continua agravándose desde mediados del año 2019, reclamado que pese a
la presencia de la firma petrolera, en las zonas donde tiene presencia la empresa, se
mantiene la miseria y la pobreza, por lo que pidieron inversión en la zona social (Pulzo,
2023), la cual nunca fue otorgada.

Las protestas contra Emerald Energy en la zona de San Vicente fueron producto del
impacto de la empresa en el acceso al agua de los agricultores locales, daños ambientales
recurrentes en sus zonas de explotación y el incumplimiento de concesiones públicas,
pactadas con el estado colombiano para la pavimentación de 42 kilómetros de la vía San
Vicente del Caguán, la cual venia deteriorándose por el tránsito de carga pesada
proveniente de las instalaciones de la empresa (Valora Analitik, 2023).

Si bien el rol de las empresas privadas no está en brindar bienes y servicios de uso público,
si están obligadas a cumplir con su responsabilidad social al ser un agente extractivo que se
beneficia de los recursos y el trabajo de la población de San Vicente del Caguán; Hecho
que no fue cumplido por la empresa Emerald Energy y que acompañado de la ausencia del
estado en la verificación de las responsabilidades de la empresa y la atención a las
necesidades sociales de la población generaron un descontento generalizado en los
residentes de la zona.

En consecuencia, de las graves violaciones al orden público ocurridas los últimos días del
mes de febrero, la petrolera presentó un comunicado a la Agencia Nacional de
Hidrocarburos (ANH) solicitando la suspensión del bloque Ombú. El 2 de marzo, en el punto
álgido del enfrentamiento, la petrolera envió una carta al ente rector del sector de petróleo y
gas, anunciando que cancelaría su contrato y se emitiría la suspensión definitiva de los
permisos de la empresa china. Aun así, la cartera de Minas pedirá un informe detallado
sobre el cierre de operaciones en Caquetá, donde la empresa por medio de los organismos
consulares estaría buscando acelerar este proceso (La República, 2023).

En una intervención en la W radio, la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, dijo que la
situación con la empresa petrolera en el Caguán ha escalado al punto que el gobierno debe
actuar al respecto. Cabe recordar que el acuerdo firmado por el gobierno nacional con la
comunidad se centró en la revisión de los límites legales y conversaciones de alto nivel con
la embajada y empresas chinas para encontrar una salida a la situación. La cual, en línea
con cálculos de la ACP, tras los 40 días de bloqueos y protestas violentas en Los Pozos
(Caquetá, Colombia), el campo ha dejado de producir 80.000 barriles de petróleo. El país ha
dejado de recibir $2.600 millones de regalías, de este monto, San Vicente del Caguán ha
dejado de recibir $650 millones de regalías directas (Valora Analitik, 2023), las cuales, si
fueran otorgadas a las acciones de responsabilidad social y desarrollo territorial, tendrían
una fuerte influencia en la calidad de vida de la población de San Vicente del Caguán.

Hasta el momento la empresa no ha iniciado los trámites previstos para la terminación del
contrato, sin embargo, han señalado que están reconsiderando la continuidad del trabajo en
el Caquetá. Además, para los próximos años según la empresa Emerald Energy se tenían
previstas inversiones por más de $300 millones de pesos según la ACP. Por tal razón, no
van a realizarse porque el campo quedó prácticamente destruido lo cual pone en duda que
se continúe con este contrato establecido con el Gobierno colombiano.
Ahora bien, aunque la situación es bastante compleja demuestra hechos muy marcados de
falencias y oportunidades, inicialmente, el fallo del estado colombiano en garantizar no
únicamente el derecho de la actividad privada, sino también el de salvaguardar los derechos
de la población nacional y de que las empresas de capital extranjero cumplan con
normativas ambientales y sociales durante sus actividades económicas; provocando así
que, esta situación escalara a tal manera y dejara a la población desabastecida y a la
empresa china con la necesidad de salir de la región y abandonar su actividad extractiva.

Por otra parte esta incapacidad estatal también demuestra los desánimos sociales del
campesinado y otros sectores sociales, los cuales responsabilizan a las empresas privadas
por los daños y la falta de inversión social en la región, lo que genero choques violentos y
destrucción de infraestructuras productivas que deberían en el deber ser de las cosas, un
incentivo y un beneficio para toda la población de San Vicente del Caguán, lo cual afecta a
toda la agremiación de los hidrocarburos, y la inversión extranjera, que ve con ojos de
incertidumbre y con una constante duda de garantías por parte el Estado colombiano que
garanticen el optimo desarrollo de sus actividades económicas.

A pesar de que la situación se presenta como una fuerte perdida y una perspectiva negativa
desde los sectores empresariales, este hecho también puede ser una oportunidad
importante para el estado colombiano y para la inversión extranjera en las regiones con
capacidades extractivas, si bien los daños ambientales que produjeron los malos procesos
por parte de Emerald Energy y la falta de atención por parte del gobierno nacional, es un
buen momento para abrir procesos de negociación con la sociedad civil, algo que el
gobierno ha realizado de manera conjunta a los representantes de las comunidades
afectadas, lo que garantiza el apoyo estatal para proteger los intereses ambientales y
sociales del país, pero, que debe cimentarse en hacer que se reintegre una nueva empresa
que pueda hacer uso de los recursos y el capital humano en San Vicente del Caguán.

Una empresa que siga y cumpla las normativas ambientales, que asegure sus cuotas de
responsabilidad social y finalmente que cuide el impacto ambiental y retribuya social y
ecológicamente al desarrollo y sostenimiento de la región, si bien es una tarea difícil, es un
paso que debe aprovechar el gobierno nacional para movilizar nuevamente las actividades
económicas y saciar las necesidades de la población, ampliando de manera beneficiosa la
atracción de capitales extranjeros y garantizando armonía entre el ambiente y la sociedad
civil del país.

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