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— Reconocer a los grupos sociales que deben ser informados y consultados para
conocer có mo les afecta el proyecto, los impactos que les genera y diferenciando entre
hechos, juicios y opiniones.
— Informar a expertos sobre el proyecto en curso para que ayuden en el
reconocimiento de los problemas, las técnicas adecuadas, etc.
— Identificar y jerarquizar los posibles impactos.
— Identificar, de una forma preliminar, los impactos significativos.
— Razonar y justificar los impactos obtenidos.
— Localizar fuentes de informació n ú tiles.
— Disponer de la documentació n necesaria para tratar esos impactos.
— Delimitar la zona de estudio para cada elemento ambiental y factor ambiental
afectado e importante.
— Diseñ ar un plan de trabajo en el que se optimice el tiempo.
— Determinar las técnicas que se van a usar para tratar los impactos significativos.
Gracias a este mecanismo, la confecció n de estos trabajos se realizará centrá ndose en
los impactos significativos impidiendo gastar tiempo y esfuerzo en puntos
irrelevantes para la valoració n ambiental del proyecto, evitando así los documentos
extremadamente extensos y sin sentido.
Se podrían establecer unas etapas para desarrollar correctamente la focalizació n:
1. Ha de prepararse un informe inicial en el que se exponga de forma clara el proyecto
y los posibles efectos que puede tener.
2. Se ha de crear un proceso de informació n pú blica en la que se notifique e informe a
las distintas partes interesadas.
3. Se recibirá n las respuestas, alegaciones y sugerencias por parte de los distintos
grupos sociales y los expertos.
4. Ha de analizarse la informació n obtenida de la consulta pú blica y realizar una
identificació n de impactos preliminar.
5. Se deben reconocer los futuros impactos notables y considerar las alternativas al
proyecto del promotor, los factores ambientales afectados y la profundidad que el
estudio debe tomar.
6. Finalmente, se han de establecer unas directrices que rijan la elaboració n del
Estudio de Impacto Ambiental.
La bú squeda de informació n es lo primero que se debe hacer, aunque esta bú squeda
va a ir ampliá ndose a lo largo de todo el Estudio de Impacto Ambiental. En primer
lugar hay que saber cuá les son los Organismos de la Administració n que van a tener
competencias en el estudio. 86 Evaluació n de impacto ambiental.
Para preparar el informe que se va a presentar al pú blico ha de disponerse al menos
de la Memoria-Resumen del promotor. Ademá s, han de consultarse las políticas,
planes y pro- gramas, como el planeamiento urbanístico de la zona y los proyectos que
está n aprobados y en estudio, para ver si la actividad propuesta es factible dentro de
este marco o no. De la misma forma es necesario conocer el uso que se le está dando al
terreno y a los recursos presentes en el mismo, donde se implantaría la obra, así como
el de los colindantes.
Igualmente, es importante informarse sobre la legislació n temá tica de aplicació n en
ese momento, del tipo de proyecto que se trate, así como la correspondiente a los
temas medioambientales, para detectar las limitaciones legales que pueden existir
para la actividad. Suele ser necesario realizar bases de datos, tanto de informació n
bibliográ fica como cartográ fica, así como pá ginas de Internet ú tiles o lugares físicos
donde se puede ampliar la in- formació n, como pueden ser las distintas bibliotecas de
los ministerios, de las consejerías o las de las universidades.
Para preparar el informe que se va a presentar al pú blico ha de disponerse al menos
de la Memoria-Resumen del promotor. Ademá s, han de consultarse las políticas,
planes y pro- gramas, como el planeamiento urbanístico de la zona y los proyectos que
está n aprobados y en estudio, para ver si la actividad propuesta es factible dentro de
este marco o no. De la misma forma es necesario conocer el uso que se le está dando al
terreno y a los recursos presentes en el mismo, donde se implantaría la obra, así como
el de los colindantes.
Igualmente, es importante informarse sobre la legislació n temá tica de aplicació n en
ese momento, del tipo de proyecto que se trate, así como la correspondiente a los
temas medioambientales, para detectar las limitaciones legales que pueden existir
para la actividad. Suele ser necesario realizar bases de datos, tanto de informació n
bibliográ fica como cartográ fica, así como pá ginas de Internet ú tiles o lugares físicos
donde se puede ampliar la informació n, como pueden ser las distintas bibliotecas de
los ministerios, de las consejerías o las de las universidades.
Para poder poner en conocimiento el proyecto a los afectados y expertos, antes hay
que localizarlos, así que se debe reconocer a los distintos grupos sociales y
particulares interesados, y a los especialistas, que pueden encontrarse en las
universidades, centros de investigació n, consultores privados, etc. Es importante
disponer de personas que puedan arrojar datos vá lidos sobre las respuestas del medio
a las acciones del proyecto, por haber participado en estudios similares y haber visto
la incidencia real de aquél tras la implantació n, así como el aná lisis de có mo han
evolucionado otros estudios semejantes. En el caso de que se hayan detectado
problemas en proyectos similares, es importante conocerlos para poder resolverlos y
tenerlos en cuenta en el Programa de Vigilancia Ambiental.
Hay grupos sociales no propietarios de los terrenos a los que pondrá n voz algunas
organizaciones como las de cazadores, ecologistas, asociaciones de vecinos, etc. Es
bueno conocer aquellos acuerdos, en materia de medioambiente, establecidos por las
gentes de la zona que no está n escritos pero que tienen mucho peso en ese lugar,
como podría ser el uso del agua.
La participació n pú blica es la base para tener informació n de lo que inquieta de ese
proyecto a los distintos grupos sociales y para reconocer, posteriormente, los posibles
impactos significativos a los que habrá de darse un tratamiento exhaustivo. Si no se
realizaran estas consultas el reconocimiento de estos impactos sería má s dificultoso.
La participació n de la població n es un derecho marcado en la Declaració n de Río de
Janeiro, en 1992, firmado por el Estado Españ ol. En ella se especificó lo siguiente en su
10.oPrincipio (véase CD):
«El mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participació n pú blica de
todos los ciudadanos interesados, en el nivel que les corresponda. En el plano
nacional, to- da persona deberá tener acceso a la informació n sobre el medio ambiente
de que dispongan las autoridades pú blicas, incluida la informació n relativa a los
materiales y las actividades que suponen peligro en sus comunidades, así como la
oportunidad de participar en los procesos de adopció n de decisiones... Los Estados
deberá n facilitar y fomentar la sensibilizació n y participació n del pú blico poniendo la
informació n a disposició n de todos. Deberá proporcionarse acceso efectivo a los
procedimientos judiciales y administrativos, entre éstos el resarcimiento de dañ os y
los recursos pertinentes.»
Fruto de estas consultas se suelen obtener una gran cantidad de posibles impactos, no
todos relevantes, pero de discriminació n complicada, ya que para unos grupos
sociales unas acciones crean impactos significativos, mientras que para otros la misma
acció n puede no su- poner un problema. A causa de esto es posible no reconocer como
significativo un impacto que sí lo es. Para solucionar esto se tiende a trabajar con
todos los posibles impactos de forma que así siempre estén incluidos los significativos.
La obtenció n de los impactos significativos conlleva el uso de una gran cantidad de
variables que resultan difíciles de manejar. Para resolver este problema existen
diversas metodologías que ayudan a su solució n (véase Capítulo 7). É stas se basan en
estimaciones cualitativas y/o cuantitativas, como las matrices de doble entrada o
matrices de cruce, diagramas de causa-efecto y las listas de chequeo. Ademá s, se
deben establecer jerarquías entre los distintos impactos hallados, mediante distintos
colores, escalas numéricas o signos.
Estas herramientas van a ser ú tiles para los impactos directos, pero los indirectos,
sinérgicos, etc., será n má s difíciles de detectar en esta primera fase, ya que
dependerá n del proyecto concreto del que se trate y de las características del medio
en el que se pretenda ubicar. Esto se estudia con má s detalle en los apartados de
descripció n del proyecto e inventario ambiental.
La realizació n de una buena focalizació n también va a depender de la experiencia del
equipo redactor. Este pará metro va a jugar una importante baza durante la
elaboració n de to- do el Estudio de Impacto Ambiental, vigilando que no se utilice
tiempo innecesario para te- mas no relevantes, los cuales bá sicamente hay que
reconocerlos como tales en el documento sin darles mayor extensió n. Es claro que va
a ser ú til para el apartado de identificació n de impactos, pero también para el
Inventario Ambiental, evitando los enormes documentos que se han presentado en
algunas ocasiones que no se centran en los elementos ambientales a la escala afectada
por el proyecto. Asimismo, el Programa de Vigilancia Ambiental hará énfasis sobre
esos impactos notables y el cumplimiento de las Medidas Minimizadoras establecidas.
La focalizació n es imprescindible, ya que, si no se realiza desde el principio y se
establecen las prioridades, resolver los problemas de enfoque cuando el Estudio de
Impacto Ambiental está terminado es muy difícil.
Como resultado de una buena focalizació n se van a obtener una serie de beneficios en
el Estudio de Impacto Ambiental:
— Tratamiento adecuado de los impactos significativos o notables.
— Reconocimiento de todas las alternativas del proyecto, dando como resultado una
correcta toma de decisiones.
— Valoraciones adecuadas de los impactos.
— Convertirlo en un proceso realmente pú blico, con participació n tanto de las
administraciones competentes, como de las partes interesadas.
— Recopilació n de toda la legislació n de aplicació n al proyecto. — Economizar tiempo
y recursos.
— Mayor calidad del Estudio de Impacto Ambiental, por:
• Presentar un tamañ o adecuado.
• Identificar claramente los aspectos significativos. 88 Evaluació n de impacto
ambiental
• Desarrollar una estructura clara.
• Establecer conclusiones entendibles por los interesados.
Actualmente en Españ a la legislació n bá sica no contempla la focalizació n como un
proceso formal, aunque se establece la posibilidad de llevarla a cabo, pero como
derecho exclusivo del promotor, con lo que éste puede decidir desarrollarla o no. Sin
embargo se hace necesaria esta etapa previa en la que a partir del conocimiento de las
partes del proyecto y las características del medio afectado, se concreten y
discriminen los aspectos relevantes, para poder tratarlos de forma adecuada, con la
extensió n y rigor que merecen.
De la misma forma se evitará el aná lisis de gran cantidad de informació n que no va a
ser concluyente para determinar la viabilidad o no de los proyectos, consumiendo
tiempo y recursos. En definitiva, todas las partes implicadas en el proceso de
evaluació n de impacto ambiental (administraciones ambientales y sustantivas,
pú blico y promotor) está n interesados en lo mismo, la clara exposició n de los
impactos que preocupan para poder evaluarlos, y para ello es necesaria una buena
focalizació n.
Fuente
Library. (2005). Evaluació n de impacto ambiental. En A. Garmendia, A. Salvador, C.
Crespo, & L. Garmendia, Evaluación de impacto ambiental (pá gs. 27-41). Madrid:
Pearson