EMPÉDOCLES DE ACRAGAS

Fue un ferviente demócrata se nos informa de su rechazo al gobierno regio en su ciudad

y de su ruptura con una organización llamada los Mil, desconocida por otra parte. (C.S
KIRK, 1981, pág. 3) Se deduce, que como demócrata, en la medida posible ha desempeñado
y destacado un papel importante en la política de su ciudad, lo que se espera de un hombre de
familia noble, conocedor y experto en el género de la oratoria.

Aristóteles llegó a considerarle el inventor de la retórica. Se ha supuesto a veces que su

posterior reputación de médico es una inferencia ilegítima de sus pretendidos poderes
curativos expuestos en los poemas. (C.S KIRK, 1981, pág. 3) Empédocles, en base a lo
que escribió en sus poemas, dio paso al origen y creación de una variedad de anécdotas
ficticias como la historia de que resucitó a una mujer que había dejado de respirar y a través de
estos se evidencia la admiración que tuvo por los médicos.

La posición inicial de estos versos en el poema y sus resonancias de Parménides hacen

probable que Empédocles reconociera en la obra de Parménides un desafío
epistemológico radical a la cosmología que le obligó a expresar su propia posición
desde el principio. (C.S KIRK, 1981, pág. 8) Enfatiza en la comprensión limitada que los
hombres obtienen sobre las cosas por medio de sus sentidos, pero a su vez, garantiza que el
uso inteligente, que los hombres desarrollen y obtengan a través de las pruebas sensoriales,
con la complementación de su disciplina, les clarificará su vida.

Introduce ahora formalmente las cuatro "raíces". El nombre les otorga el carácter de
elementos básicos y mutuamente irreductibles a partir de los que se constituyen todos
los demás seres. (C.S KIRK, 1981, pág. 10) Hace referencia a que su caracterización inicial
incluía a los dioses y concepciones tradicionales de la divinidad, así como, el reconocer sus
poderes y propiedades (indefinidos), que les hiciera merecedores de temor. Sin embargo, solo
aceptaron a Nestis como Dios del agua, siendo este el único ya que había controversia y
desacuerdos con los otros tres elementos. Aun así, Teofrasto hizo referencia a Zeus como Dios
del fuego, a Hera con la Diosa del aire, y Edoneo como Dios de la tierra.
Cuando el Amor une completamente en toda su extensión a las cuatro raíces, éstas dan
origen a la Esfera, a la que (según nos cuenta Simplicio, de an. 70, 17) Empédocles "canta en
himnos como a un dios" (C.S KIRK, 1981, pág. 22)

Cuando la Discordia ha separado las raíces, el Amor comienza a unirlas de nuevo. La

obra fundamental del Amor en este período del ciclo es, evidentemente, la zoogonía, la
formación de "innumerables especies de seres mortales" (C.S KIRK, 1981, pág. 24)

A media que el odio ha ido separando los cuatro elementos, el amor los trataba de unir
nuevamente, dando origen a las cosas.