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Definición de comunicación
El concepto de comunicación es amplio y variado. Para comprenderlo mejor tenemos que
tener en cuenta que depende de la finalidad que se persiga en esa comunicación.
Podemos querer transmitir unas ideas, ponernos en el lugar del otro, hacerles entender
nuestro punto de vista, nuestro contexto…
Una definición más simple y exacta sobre comunicación podría ser:
“Proceso mediante el cual una idea, sentimiento o razonamiento de una persona es percibido y
asimilado por otra.”
Una frase que resume muy brevemente la finalidad de una comunicación eficaz podría ser
la siguiente:
“Lo más importante en un proceso de comunicación no es lo que se quiere decir, sino lo que la
otra persona entiende”.
• Elementos de la comunicación
Los mensajes informativos para llegar con claridad y ser entendidos por el usuario
deben cumplir los siguientes requisitos:
Para que la comunicación con el usuario sea lo más fluida posible debemos tener en
cuenta una serie de componentes de la comunicación. Cuando hablamos de componentes
del proceso comunicativo, nos referimos a tres tipos:
• Componentes paralingüísticos
Al igual que los componentes no verbales, los paralingüísticos, son en muchas ocasiones
difíciles de controlar, y necesitan de un esfuerzo y trabajo personal para tratar de cambiar
aquellos aspectos que nos perjudican en nuestras interacciones sociales.
Vamos a ver algunos componentes y cómo se puede trabajar en ellos para mejorar
nuestra comunicación…
LATENCIA:
La latencia en nuestras frases se puede definir como el tiempo que transcurre entre el
final de la frase que emite el usuario y el comienzo de otra por parte del voluntario
(viceversa cuando nos referimos a la latencia del usuario).
VOLUMEN:
El volumen de nuestra voz nos viene ya dado, no obstante, lo podemos regular para
mejorar nuestra comunicación con los demás.
En realidad, no existe una norma general sobre el volumen a utilizar en las situaciones,
sino más bien es la situación concreta la que determina el volumen de voz más adecuado,
aunque la tendencia que debe guiarnos siempre es la de no gritar, pero a la vez conseguir
que se nos escuche con claridad. Otra regla a tener en cuenta es amoldarnos al volumen
de voz del usuario siempre que sea posible.
TONO:
El tono de la voz es la cualidad que se produce por la mayor o menor tensión de las
cuerdas vocales, dando como resultado una voz más aguda o más grave.
Una misma frase podemos decirla cambiando el tono de manera que se haga hincapié en
una palabra u otra, y variando así la intencionalidad del mensaje.
FLUIDEZ VERBAL:
En función de la situación en la que nos encontramos podemos tener una mayor o menor
fluidez de palabras, por ejemplo, si estamos hablando de un tema que conocemos en
profundidad, nuestra fluidez será mayor o si estamos en una situación incómoda para
nosotros, nuestra fluidez verbal será menor. Por otra parte, la fluidez del habla se ve
disminuida por silencios, muletillas, repeticiones…
CLARIDAD:
La claridad se ve dificultada cuando farfullamos, chapurreamos, arrastramos las palabras,
o tenemos un acento muy fuerte, por ejemplo, cuando la otra persona tiene un acento
muy cerrado, nos cuesta entender lo que nos dice.
VELOCIDAD:
Hablar rápido suele ser interpretado como señal de emociones tan diferentes como:
alegría, sorpresa, extraversión, ansiedad… La baja velocidad de habla puede ser señal de
aburrimiento o de confusión.
• Comunicación no verbal
Estas señales no se pueden ocultar y son muy difíciles de falsear por las personas.
Existen algunos obstáculos que impiden que escuchemos con eficiencia y debemos ser
conscientes de estos para poder superarlos:
Existen algunas actitudes que nos van a permitir mejorar nuestra escucha activa, las
vamos a ver a continuación:
✓ Eco: Repetición textual de lo dicho por la otra persona. Es una auténtica regla
de oro, sobre todo si la otra persona está alterada, aunque utilizado en exceso
puede hacer pensar a la otra persona que la estamos imitando.
✓ Reformulación: Expresar con nuestras propias palabras lo que hemos
comprendido del mensaje.
✓ Reflejo de sentimientos: Expresamos solamente el sentimiento que hemos
percibido en el otro.
✓ Abre puertas: Sería una invitación a seguir hablando, se puede realizar a través
de señales no verbales como expresión facial, mirada atenta, postura corporal
inclinada hacia la persona a la que atendemos… o también con mensajes verbales
como "¿...?", "Explícame más de eso", "Me decías que...", "¿Podrías aclarármelo
un poco más?"
Por último, vamos a ver las ventajas que la escucha activa tiene, tanto sobre la persona
que escucha como sobre la que se siente escuchada:
3. Asertividad
La explicación del significado de cada una de los estilos de respuesta: asertivo, no asertivo
(pasivo) y agresivo.
• LA CONDUCTA ASERTIVA:
Una conducta asertiva es aquella que implica la expresión directa de los propios
sentimientos, necesidades, derechos legítimos u opiniones sin amenazar o castigar a los
demás y sin violar los derechos de los demás. Es más que saber decir NO.
El asertividad implica un respecto por los demás, respeto a nuestras propias opiniones, así
como el respeto hacia los derechos y necesidades de la otra persona.
Una conducta pasiva implica la violación de los propios derechos al no ser capaz de
expresar nuestras propias ideas de forma honesta, y por tanto permitiendo a los demás
que violen nuestras ideas.
El mensaje que comunicamos cuando nuestra conducta es pasiva equivale a decir: “mis
pensamientos/ ideas no son importantes, los tuyos son los únicos que importan”.
• LA CONDUCTA AGRESIVA:
Una conducta agresiva implica la defensa de los derechos personales y la expresión de los
propios pensamientos de una manera tal que a menudo es deshonesta, normalmente
inapropiada, y no respeta los derechos de la otra persona.
Las personas que se expresan de forma agresiva son dejadas de lado por otras personas,
pues en el caso de actuar así, lo único que conseguimos es que no se acerquen a nosotros,
conseguir resultados a base de “regañar” o de mostrarse enfadado, lo único que conlleva es que
los demás lo cumplan por miedo, pero no comprendan en sí el significado de nuestro
mensaje.
Para comprender mejor estos tres tipos de conductas podemos poner un ejemplo. Si
estamos en una cafetería y pedimos un café al camarero y cuando llega éste encontramos
un pelo en el mismo, podemos hacer varias cosas:
No tomarnos el café, pero no decir nada al mozo o al que sirve, en este caso nuestra
conducta estaría siendo pasiva.
Pedirle al mozo o al que sirve amablemente que nos traiga otro café, pues el que nos ha
traído tiene un pelo y no lo queremos, en este caso estamos mostrando una conducta
asertiva, defendemos nuestro derecho, pero no ofendemos a la otra parte.
Decirle en voz alta al camarero que el café está malo y que tiene un pelo, que es
intolerable, en este caso estamos mostrando una conducta agresiva, defendiendo
nuestros derechos por encima de los demás.
4. Proactividad
La proactividad no significa sólo tomar la iniciativa, sino asumir la responsabilidad de
hacer que las cosas sucedan; decidir en cada momento lo que queremos hacer y cómo
lo vamos a hacer.
Algunos autores definen la proactividad como "la libertad de elegir nuestra actitud
frente a las circunstancias de nuestra propia vida”.
Para entender mejor la proactividad, podemos hacer una comparación entre lo que es
una conducta proactiva y una conducta reactiva.
✓ CONDUCTA REACTIVA
Se ven afectadas por las circunstancias, las condiciones, el ambiente social... Sólo se
sienten bien si su entorno está bien.
Las personas con buenas habilidades interpersonales tienden a ser capaces de trabajar bien en
un equipo y con otras personas en general. Son capaces de comunicarse eficazmente con otros,
ya sean familiares, amigos, colegas, clientes o clientes. Por lo tanto, las habilidades
interpersonales son vitales en todos los ámbitos de la vida laboral, educativa y social.
Las habilidades interpersonales son los comportamientos y tácticas que una persona usa para
interactuar con otros de manera efectiva. En el mundo de los negocios, el término se refiere a
la capacidad de un empleado para trabajar bien con otros. Las habilidades interpersonales van
desde la comunicación y la escucha hasta la actitud y el comportamiento.
Cada uno tiene un estilo personal y un estilo interpersonal, pero algunos tienen más éxito que
otros. Aunque las habilidades interpersonales pueden basarse en parte en la personalidad y el
instinto, también pueden desarrollarse.
Por lo general, se considera que las habilidades interpersonales y sociales incluyen una amplia
gama de habilidades. A continuación se observa una lista con ejemplos las habilidades
interpersonales más importantes en el ámbito personal y laboral:
Sin estas habilidades, el trabajo diario sería muy difícil, ya que casi todos los aspectos del
trabajo implican comunicación. Muchos empleos también implican colaboración e interacción
con diferentes tipos de personas y las habilidades interpersonales son vitales para que esto
suceda.
Durante una entrevista de trabajo, los reclutadores verán cómo las habilidades interpersonales
del candidato encajan con las que se requieren en el entorno laboral actual. A menudo basarán
su decisión de reclutar en si el candidato posee las habilidades interpersonales adecuadas para
tener éxito dentro de la empresa.
A menudo se considera que las buenas habilidades interpersonales son la base de las buenas
relaciones laborales y sociales, así como del desarrollo de muchas otras áreas de
habilidades. Por ejemplo, los buenos líderes tienden a tener muy buenas habilidades
interpersonales y a desarrollar otras áreas de sus habilidades de liderazgo basándose en ellas.
Sin buenas habilidades interpersonales, a menudo es más difícil desarrollar otras habilidades
importantes para la vida. Por lo tanto, vale la pena dedicar tiempo al desarrollo de buenas
habilidades interpersonales. A diferencia de las habilidades especializadas y técnicas
(habilidades duras), las habilidades interpersonales (habilidades sociales) se utilizan todos los
días y en todos los ámbitos de nuestra vida.
El primer paso para mejorar es desarrollar el conocimiento que tienes ti mismo y tus
debilidades. Es posible que ya tengas una buena idea de las áreas que necesita desarrollar. Sin
embargo, vale la pena buscar retroalimentación de otras personas, porque es fácil desarrollar
«puntos ciegos» acerca de uno mismo.
Aprende a escuchar
La comunicación es mucho más que las palabras que salen de la boca. Algunos incluso llegarían
a sugerir que hay una razón por la que tienes dos oídos y una boca y que por lo tanto deberías
escuchar el doble de lo que hablas.
Escuchar no es lo mismo que oír. Quizás una de las cosas más importantes que puedes hacer
por cualquier otra persona es tomarte el tiempo para escuchar cuidadosamente lo que está
diciendo, considerando tanto su comunicación verbal como no verbal. El uso de técnicas como
el cuestionamiento y la reflexión demuestra que escuchas y que estás interesado.
Cuando estés hablando, se consciente de las palabras que usas. Practica la claridad y aprende a
buscar retroalimentación o aclaración para asegurarte de que tu mensaje ha sido entendido. Al
usar las preguntas de manera efectiva, puede comprobar la comprensión de los demás y
también aprender más de ellos.
Puedes pensar que la selección de tus palabras es la parte más importante para transmitir un
mensaje, pero la comunicación no verbal en realidad juega un papel mucho más importante de
lo que muchos de nosotros creemos. Algunos expertos sugieren que alrededor de tres cuartas
partes del «mensaje» se comunica mediante señales no verbales como el lenguaje corporal, el
tono de voz y la velocidad con la que se habla.
Estas señales no verbales refuerzan o contradicen el mensaje de nuestras palabras y son mucho
más difíciles de falsificar que las palabras.
Las habilidades interpersonales pueden ser sobre cómo te relacionas con los demás, pero
empiezan contigo. Muchos mejorarán drásticamente si trabajas en tus habilidades personales.
Por ejemplo, es mucho más probable que la gente se sienta atraída hacia ti si puedes mantener
una actitud positiva. Una actitud positiva también se traduce en una mayor confianza en sí
mismo.
También es menos probable que pueda comunicarse eficazmente si está muy estresado por
algo. Por lo tanto, es importante aprender a reconocer, controlar y reducir el estrés en sí mismo
y en los demás (y para más información, consulte nuestra sección sobre Estrés y control del
estrés). Ser capaz de permanecer asertivo, sin volverse pasivo o agresivo, es también clave para
una comunicación efectiva. Hay más sobre esto en nuestras páginas sobre el asertividad.
Practica tus habilidades sociales
Hay un número de situaciones en las cuales necesitarás usar tus habilidades sociales. Ponerte
conscientemente en esas posiciones, practicar tus habilidades y luego reflexionar sobre los
resultados, te ayudará a mejorar.
Las habilidades interpersonales también pueden ser particularmente útiles si tienes que
negociar, persuadir e influenciar a otros. Las negociaciones eficaces, es decir, en las que se
busca un resultado en el que todos ganan, en lugar de todos pierden, allanarán el camino hacia
el respeto mutuo, la confianza y las relaciones interpersonales duraderas. Sólo buscando una
solución que funcione para ambas partes, en lugar de tratar de ganar a toda costa, se puede
establecer una buena relación que les permita trabajar juntos una y otra vez.
Ser capaz de persuadir e influenciar a otros, para beneficio mutuo, es también un elemento
clave para establecer relaciones interpersonales sólidas.
Resolver y mediar en situaciones de conflicto puede ser una prueba real de las habilidades
interpersonales. A veces la negociación y la persuasión no son suficientes para evitar el
conflicto. Cuando esto sucede, se necesita una fuerte resolución de conflictos y,
potencialmente, incluso habilidades de mediación. El conflicto puede surgir de comunicaciones
interpersonales mal manejadas, y puede ser abordado simplemente escuchando atentamente a
ambas partes, y demostrando que lo ha hecho. Encontrar una situación en la que todos salgan
ganando es igualmente importante aquí, porque demuestra que se respeta a ambas partes.
Por último, la resolución de problemas y la toma de decisiones suelen ser mejores cuando
involucran a más de una persona y son habilidades clave para la vida. Esto significa que con
frecuencia también involucran elementos interpersonales y no hay duda de que mejores
habilidades interpersonales ayudarán con ambos.
El elemento final, pero no por ello menos importante, para desarrollar y mejorar tus
habilidades interpersonales y sociales es necesario desarrollar el hábito de la autorreflexión.
Tomarse el tiempo para pensar en conversaciones previas y otras interacciones interpersonales
te permitirá aprender de tus errores y éxitos, y continuar desarrollándose. Por ejemplo, podría
ser útil llevar un diario o diario de aprendizaje y escribirlo cada semana.
Bibliografía
Edukanda. (s.f.). Recuperado el 21 de Octubre de 2015, de
http://www.edukanda.es/mediatecaweb/data/zip/922/contenidos/00_00_01_present
aci on.html