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14/01/21 • BIG PHARMA ›PUNTOS DE VISTA

¿Muertes por casualidad?


Las declaraciones tanto de los funcionarios de salud como de los fabricantes de vacunas de que
las muertes y lesiones después de las vacunaciones COVID son coincidencias no relacionadas,
se están convirtiendo en un patrón. También están privando a las personas de la información
que necesitan para tomar decisiones informadas.
Por
Robert F. Kennedy, Jr.
Fuente: The Defender / https://childrenshealthdefense.org/defender/death-by-coincidence/
Trad. por L. Montero M.

El manejo oficial, la semana pasada, de las muertes de dos daneses y un médico de Miami luego de sus pinchazos de
vacunación contra el COVID, develan los enormes agujeros en el sistema de vigilancia del gobierno para detectar
reacciones de vacunas posteriores a su comercialización.
https://ekstrabladet.dk/nyheder/samfund/to-er-doede-efter-vaccine-sammenhaeng-er-mindre-sandsynlig/8422212
https://www.nydailynews.com/coronavirus/ny-covid-florida-doctor-vaccine-20210107-kg72eytwgjcb5gco7iqe5c7nnq-
story.html
https://childrenshealthdefense.org/defender/covid-19-vaccine-news/

Estos incidentes sugieren que es poco probable que los funcionarios de salud brinden al público perfiles de riesgo
auténticos para las vacunas COVID para uso de emergencia.
https://childrenshealthdefense.org/defender/covid-vaccine-emergency-use-fda/

Los perfiles de riesgo precisos permiten a los reguladores determinar si una intervención médica está causando más
daño que beneficios y que los consumidores tomen decisiones racionales propias sobre el uso de un producto.
Los reguladores suelen desarrollar evaluaciones de riesgo durante los ensayos preclínicos comparando los resultados de
salud en las personas que reciben la intervención terapéutica con un grupo de placebo. Dichos estudios deben ser lo
suficientemente amplios para detectar lesiones raras y también de duración suficiente para revelar dolencias con
prolongados horizontes de diagnóstico.
La existencia del grupo placebo hace que sea difícil ocultar o atribuir mal las lesiones. Inversamente, la ausencia de un
grupo de placebo en los sistemas de vigilancia posvacunación facilita que los funcionarios farmacéuticos y reguladores
interesados subestimen las lesiones atribuyéndolas a la coincidencia.
Las coincidencias están resultando ser bastante letales para los receptores de la vacuna COVID.
https://childrenshealthdefense.org/defender_category/big-pharma/

Muerte por casualidad


Poco después de informar sobre las muertes danesas y antes de las autopsias, Tanja Eriksen, directora interina de la
Unidad de Farmacovigilancia de Dinamarca, dijo al periódico danés EkstaBladet que la Agencia Danesa de Medicamentos
había determinado que una coincidencia probablemente mató a los dos ciudadanos daneses cuyas muertes siguieron a
la vacunación de los mismos.
Una de las muertes correspondió a la de un ciudadano que tenía "enfermedad pulmonar grave". La existencia de la
comorbilidad sugiere que la muerte fue, por tanto, coincidente. El segundo ciudadano recibió la vacuna a “edad muy
avanzada” y, por lo tanto, también falleció por coincidencia.
“Cuando se vacunan grupos muy frágiles, uno esperaría que hubiesen muertes”, explicó Eriksen, utilizando una lógica
que los funcionarios de salud rara vez aplican a las muertes por el virus COVID-19. "Esto sucederá independientemente
de que estén vacunados o no".
Estas simples declaraciones, de que las muertes y lesiones después de la vacunación son coincidencias no relacionadas,
se están convirtiendo en un patrón.
El 20 de diciembre de 2020, World Today News informó de la muerte de un hombre de 85 años en Kalmar, Suecia, un
día después de recibir la vacuna. El Dr. Mattias Alvunger del Hospital de Kalmar desestimó las preocupaciones sobre la
muerte relacionada con la vacuna y calificó el hecho, que se informó a la Agencia Sueca de Productos Médicos, como
"rutinario".
https://www.world-today-news.com/three-countries-report-the-death-of-four-elderly-people-after-being-vaccinated-
the-authorities-call-for-calm-chinese-communist-virus/

El 1 de enero, Sonia Acevedo, una enfermera portuguesa de 41 años y madre de dos niños, murió dos días después de
recibir la vacuna Pfizer/BioNtech. Su padre le dijo al Daily Mail que ella nunca bebió alcohol y estaba en perfecto estado
de salud. Sin embargo, la Autoridad Sanitaria de Portugal descartó su muerte como una triste coincidencia.
https://www.wionews.com/world/portuguese-nurse-dies-two-days-after-getting-the-pfizer-covid-vaccine-354526
https://childrenshealthdefense.org/defender/pfizer-covid-vaccine-questions-safety/

Israel también informó de dos muertes “coincidenciales” en la pandemia: la de un hombre de 75 años en Beit She'an y la
de otro hombre de 88 años. Ambos murieron dos horas después de la vacunación. Los funcionarios de salud israelíes
advirtieron al público que no atribuyeran las muertes a la vacuna.
https://gulfnews.com/world/mena/75-year-old-man-dies-of-heart-attack-after-receiving-covid-19-vaccine-in-israel-
1.76156423
https://www.jpost.com/israel-news/88-year-old-dies-hours-after-covid-vaccination-in-second-such-incident-653721

En Lucerna, Suiza, un hombre de 91 años murió cinco días después de recibir la vacuna de Pfizer/BioNtech. Las
autoridades suizas calificaron cualquier conexión con la vacuna de "muy improbable".
https://www.dw.com/en/coronavirus-switzerland-denies-rumors-of-covid-vaccine-causing-death/a-56099469

El 3 de enero, el Dr. Gregory Michael, un querido obstetra de Miami y entusiasta partidario de la vacuna COVID-19,
murió de un accidente cerebrovascular hemorrágico después de recibir la vacuna de Pfizer/BioNtech. El Dr. Michael
desarrolló trombocitopenia idiopática aguda (PTI) púrpura, un efecto secundario conocido en algunas vacunas,
inmediatamente después de recibir la inyección. Su recuento de plaquetas cayó de 150.000 a cero y nunca se recuperó.
https://childrenshealthdefense.org/defender/johns-hopkins-scientist-medical-certainty-pfizer-vaccine-caused-death-
florida-doctor/
https://www.hopkinsmedicine.org/health/conditions-and-diseases/idiopathic-thrombocytopenic-purpura

Un ejército de expertos de todo el mundo, involucrados en el programa de vacunas, consultó sobre los esfuerzos fallidos
para restaurar el recuento de plaquetas del Dr. Michael. La inevitable hemorragia cerebral lo mató dos semanas
después. La esposa de Michael dijo que la muerte de su esposo estaba "100% relacionada con la vacuna”. Agregó que
estaba físicamente sano, hacía ejercicio con frecuencia, rara vez bebía alcohol, nunca fumaba cigarrillos y no tenía
comorbilidades conocidas.
Entre los muchos pacientes agradecidos del Dr. Michael estaba Tessa Levy, quien tenía una cita programada con él para
el martes después de su muerte el 3 de enero. Michaels atendió el parto de los cuatro hijos de Tessa, salvando a uno de
ellos con un ingenioso diagnóstico, en una fracción de segundo, de una rara afección cardíaca que de otro modo habría
matado al niño.
Tessa es la hija de mi amigo cercano, el famoso cirujano de Beverly Hills, el Dr. George Boris. “Era un tipo sano, fuerte y
vigoroso”, me dijo Tessa sobre Michaels. "Nunca mostró ningún problema de salud".
Sin embargo, Pfizer descartó las lesiones de Michael atribuyéndola a otra triste coincidencia: "No creemos en este
momento que haya una conexión directa con la vacuna". Pfizer señaló que la ITP también es causada por el consumo
excesivo de alcohol y razonó que "hasta ahora no se han registrado señales de seguridad identificadas en los ensayos de
vacunación".
El martes, el New York Times citó al Dr. Jerry Spivak, un experto en trastornos sanguíneos de la Universidad Johns
Hopkins, quien afirmó: "Creo que es una certeza médica que la vacuna estuvo relacionada".
https://www.nytimes.com/2021/01/12/health/covid-vaccine-death.html
Pero Pfizer / BioNtech probablemente no hubiera visto las señales de trombocitopenia en sus breves ensayos clínicos
con inscripciones insuficientes. La trombocitopenia ocurre aproximadamente en 1 de cada 25.000 a 40.000 dosis de la
vacuna MMR. También es un efecto secundario igualmente raro, pero informado de forma persistente, de las vacunas
contra la hepatitis A, la tuberculosis, el VPH, la varicela, la DTaP, la poliomielitis y la HiB.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2661332/

Una lesión que ocurre con esa frecuencia probablemente no se vería en el ensayo clínico de fase II de Pfizer/BioNtech
porque solo 22,000 personas recibieron la vacuna. Sin embargo, una lesión de esta gravedad que se produzca una vez
cada 25.000 puyazos podría debilitar o matar a 12.000 de los 300 millones de estadounidenses a los que la empresa
espera darles el pinchazo.
El público puede esperar ver más de esta estratagema estratégica: cuando un médico mexicano sano de 32 años fue
hospitalizado con encefalitis (inflamación de su cerebro y médula espinal) después de recibir la vacuna Pfizer/BioNtech,
los médicos mexicanos descartaron la lesión como no relacionada a la vacunación, razonando que la condición no se
había detectado en los ensayos clínicos de Pfizer/ BioNtech.
https://www.reuters.com/article/health-coronavirus-mexico-vaccines-idUSKBN2970H3

Esta semana, un asilo de ancianos de Auburn, Nueva York informó, sin aparente ironía, que 32 de los 193 residentes han
muerto desde que la instalación comenzó a administrar la vacuna Pfizer el 21 de diciembre. La compañía afirmó que sus
clientes están muriendo de infecciones por COVID-19, no por la vacuna.
https://cnycentral.com/news/local/32-residents-die-from-outbreak-at-auburn-nursing-home

Igualmente inquietante, es posible que otras muertes no se hayan reportado en absoluto.


En la víspera de Año Nuevo, el cuñado del Dr. Boris, Murray Brazner, también murió repentinamente, una semana
después de recibir la vacuna Pfizer. Ni la compañía de vacunas ni ninguna agencia de salud se dieron cuenta de su
repentina e inesperada muerte. “No se realizó ninguna autopsia y su muerte no se registró como ocasionada por la
vacuna. Te pone a pensar”, me dijo el Dr. Boris.
La muerte del Sr. Brazner ilustra un problema aún más grave: muchas lesiones pueden pasar desapercibidas por el
sistema de vigilancia y los medios de comunicación. Historias no reportadas similares a la tragedia del Dr. Brazner ya son
quejas comunes en las redes sociales.
El 2 de enero, Janice Hisle lamentó en Facebook que la madre de su amiga, una mujer de Ohio, muriera después de
recibir la vacuna. Según Hisle, la mujer desarrolló fiebre alta horas después del pinchazo y murió “un par de días”
después. “Estoy tan enojada por mi amiga”, comentó, “que está llorando porque sus familiares no pudieron verla antes
de que la vacunaran. Pensaron que la vacuna 'abriría la puerta' ".
https://www.facebook.com/groups/612615875999987/permalink/779876805940559/

No pudimos encontrar ninguna mención de la muerte de la mujer de Ohio en los registros de los medios o en los
recuentos oficiales de muertes por vacuna COVID. Se podría suponer que si las muertes posteriores a la vacuna COVID-
19 pueden descartarse o ignorarse tan fácilmente, las lesiones menores entonces pasarán mucho más desapercibidas.

El libro de las ya repetidas estrategias de propaganda de las vacunas


La rutina de descartar de manera reflexiva las muertes y lesiones sospechosas como no relacionadas con la vacunación
no solo pone en duda los datos oficiales sobre las lesiones causadas por la vacuna, sino que también contrasta
marcadamente con el hábito entre los funcionarios de salud pública de atribuir autoritariamente cada muerte al COVID-
19 siempre que el fallecido haya dado positivo para COVID dentro de los 60 días posteriores a la muerte utilizando una
prueba de PCR, conocida por producir falsos positivos.
https://www.cbs19.tv/article/news/health/verify-covid-19-reporting-and-death-certificates/501-cd4f1995-e342-4451-
ae90-a814f1ace284
https://www.icd10monitor.com/false-positives-in-pcr-tests-for-covid-19

De hecho, la empresa de vacunas COVID de $ 48 mil millones de dólares comparte tres características definitorias con
cada nueva vacuna introducida desde 1986:
1. Exageración sistemática del riesgo de la enfermedad objetivo. (Pharma llama a este proyecto "Desarrollo de marca de
enfermedades").
2. Exageración sistemática de la eficacia de la vacuna.
3. Minimización sistemática de los riesgos de las vacunas.

1. Exageración del riesgo de enfermedad:


Las agencias reguladoras cuentan cada muerte como una muerte por COVID, siempre que el fallecido haya dado positivo
para COVID dentro de los 60 días posteriores a la muerte, sin importar que haya muerto en un accidente de motocicleta.
En septiembre, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) admitieron
que el 94% de las personas cuyas muertes los CDC atribuyeron oficialmente al COVID, tenían otras enfermedades que,
en realidad, pudo haberlas matado. La media de fallecidos tenía 2,8 comorbilidades. Sin embargo, en las tabulaciones
oficiales de los CDC, éstos siempre presumen que la COVID-19 fue responsable de la muerte.
https://www.reuters.com/article/uk-factcheck-94-percent-covid-among-caus/fact-check-94-of-individuals-with-
additional-causes-of-death-still-had-covid-19-idUSKBN25U2IO
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7451213/

Pero como vimos en los casos anteriores, cuando se trata de lesiones por vacuna COVID, rige la presunción opuesta: la
comorbilidad es siempre la causa de la muerte, incluso como en el caso del Dr. Michaels, donde no hubo
comorbilidades conocidas.

2. Exageración sistemática de la eficacia de la vacuna:


Pfizer promociona una tasa de eficacia del 95% en sus ensayos clínicos, pero esta es una medida, sin sentido, de "eficacia
relativa" basada en una pequeña cohorte de 94 personas en el grupo placebo que contrajeron casos leves de COVID
durante los ensayos clínicos.
La eficacia "absoluta" o "real" de la vacuna durante los ensayos clínicos fue del 0,88%. Según el British Medical Journal,
esto significa que las autoridades sanitarias deben administrar 155 vacunas para evitar un solo caso de COVID leve.
https://childrenshealthdefense.org/defender/peter-doshi-pfizer-moderna-vaccines-need-more-details-raw-data/
https://www.fda.gov/media/144413/download

3. Minimizar los riesgos de las vacunas:


El verdadero riesgo de lesión por vacunación seguirá siendo oscurecido por el hábito, entre los funcionarios de salud
pública, de descartar rutinariamente las lesiones reportadas como no relacionadas con la vacunación.
Las prácticas de sobrestimar sistemáticamente la seguridad de las vacunas, subestimar las muertes por vacunas y
exagerar los riesgos de COVID-19 privan efectivamente al público de su derecho al consentimiento informado.
Entonces, ¿qué sabemos realmente sobre el verdadero riesgo de las vacunas COVID-19?
A los funcionarios de salud pública y a los portavoces de la industria les gusta decir que los riesgos de lesiones graves por
la vacunación son "uno en un millón”. Sin embargo, en la primera semana de distribución, los estadounidenses tomaron
200,000 vacunas COVID e informaron de 5,000 lesiones "serias" (es decir, días laborales perdidos o casos que
requirieron intervención médica).
Esta es una tasa de lesiones de 1 por cada 40 pinchazos. Significa que las 150 inyecciones necesarias para evitar un caso
leve de COVID causarán lesiones graves a, por lo menos, tres personas. El riesgo de 1 en 40 de "lesiones graves" de la
vacuna COVID de Pfizer es consistente con lo que sabemos sobre otras vacunas.
https://www.medicalnewstoday.com/articles/how-do-covid-19-vaccines-compare-with-other-existing-vaccines

Si los ensayos clínicos son buenos predictores, es probable que esa tasa aumente drásticamente después de la segunda
dosis (los ensayos clínicos sugirieron que casi todos los beneficios de la vacuna COVID y la gran mayoría de las lesiones
estuvieron asociados con la segunda dosis).
No conocemos el verdadero riesgo de muerte por la vacuna, ya que los reguladores han logrado que, prácticamente,
todas las muertes sean invisibles al atribuirlas a la coincidencia.
Durante muchos años, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. (HHS) ha mantenido un sistema de
vigilancia posterior a la concesión de licencias conocido como Sistema de notificación de eventos adversos de vacunas
(VAERS). Incluso expertos del gobierno como el Cirujano General Dr. David Kessler reconocieron que VAERS es un
fracaso abismal.
https://childrenshealthdefense.org/defender/rfk-jr-david-kessler-covid-vaccine-vaers/
https://www.fda.gov/media/78526/download
Sin embargo, es sólo aferrándose a este sistema “diseñado para fallar” como los entes reguladores y la industria han
mantenido su pretensión de que los perfiles de riesgo actuales de las vacunas son aceptables.
Un estudio de 2010 financiado por HHS concluyó que VAERS capturó "menos del 1% de las lesiones". En otras palabras,
¡las tasas reales de lesiones por las vacunas obligatorias son más de 100 veces lo que el HHS le ha estado diciendo al
público!
https://digital.ahrq.gov/sites/default/files/docs/publication/r18hs017045-lazarus-final-report-2011.pdf

El estudio del HHS de 2010 encontró que el riesgo real de eventos adversos graves era 26/1000, o uno de cada 37.
De manera similar, los ensayos clínicos de Merck para el Gardasil encontraron que una asombrosa mitad de todos los
receptores de la vacuna sufrieron eventos adversos, que Merck denominó eufemísticamente "nuevas condiciones
médicas", y que el 2,3% de los receptores de la vacuna (1 de cada 43) sufrió una enfermedad autoinmune en seis meses
de vacunación.
https://documentcloud.adobe.com/link/track?uri=urn:aaid:scds:US:b11db339-0144-450a-9bfc-
2b6347769682#pageNum=1
https://childrenshealthdefense.org/news/new-study-vaccine-manufacturers-fda-regulators-used-statistical-gimmicks-
hide-risks-hpv-vaccines/

De manera similar, un estudio italiano reciente encontró que el 46% de los receptores de la vacuna contra el sarampión,
las paperas, la rubéola y la varicela (MMRV) (462 eventos adversos por cada 1,000 dosis) sufrieron eventos calamitosos,
con el 11% de estos clasificados como "graves", es decir, 38 eventos adversos graves por cada 1,000 personas
vacunadas. Estos incluyen trastornos gastrointestinales graves y "trastornos neurológicos graves". Esto equivale a una
tasa de lesiones "graves" de 1/26.
https://f1000research.com/articles/9-1176

Vera Sharav, sobreviviente del Holocausto, de la Alianza para la Protección de la Investigación Humana, ha observado
que "todos los que reciben cualquiera de estas vacunas están participando en un vasto experimento médico".
https://childrenshealthdefense.org/defender/truth-rfk-jr-vera-sharav/

Los funcionarios de salud generalmente coinciden en que la concesión de una "autorización de uso de emergencia" para
el lanzamiento de tecnologías de vacunas experimentales, como las de ARNm, con solo unas pocas semanas de pruebas
de seguridad, dos años antes de la finalización programada de las pruebas de la Fase 2, es un gran experimento humano
que involucra a millones de sujetos.
https://childrenshealthdefense.org/defender/covid-vaccine-emergency-use-fda/

Pero es poco probable que los investigadores vean todas las señales de seguridad si un sistema de vigilancia mal
diseñado permite a los funcionarios de salud locales y a los empleados de las empresas farmacéuticas la discreción de
descartar cualquier lesión grave como no relacionada.

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