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El manejo oficial, la semana pasada, de las muertes de dos daneses y un médico de Miami luego de sus pinchazos de
vacunación contra el COVID, develan los enormes agujeros en el sistema de vigilancia del gobierno para detectar
reacciones de vacunas posteriores a su comercialización.
https://ekstrabladet.dk/nyheder/samfund/to-er-doede-efter-vaccine-sammenhaeng-er-mindre-sandsynlig/8422212
https://www.nydailynews.com/coronavirus/ny-covid-florida-doctor-vaccine-20210107-kg72eytwgjcb5gco7iqe5c7nnq-
story.html
https://childrenshealthdefense.org/defender/covid-19-vaccine-news/
Estos incidentes sugieren que es poco probable que los funcionarios de salud brinden al público perfiles de riesgo
auténticos para las vacunas COVID para uso de emergencia.
https://childrenshealthdefense.org/defender/covid-vaccine-emergency-use-fda/
Los perfiles de riesgo precisos permiten a los reguladores determinar si una intervención médica está causando más
daño que beneficios y que los consumidores tomen decisiones racionales propias sobre el uso de un producto.
Los reguladores suelen desarrollar evaluaciones de riesgo durante los ensayos preclínicos comparando los resultados de
salud en las personas que reciben la intervención terapéutica con un grupo de placebo. Dichos estudios deben ser lo
suficientemente amplios para detectar lesiones raras y también de duración suficiente para revelar dolencias con
prolongados horizontes de diagnóstico.
La existencia del grupo placebo hace que sea difícil ocultar o atribuir mal las lesiones. Inversamente, la ausencia de un
grupo de placebo en los sistemas de vigilancia posvacunación facilita que los funcionarios farmacéuticos y reguladores
interesados subestimen las lesiones atribuyéndolas a la coincidencia.
Las coincidencias están resultando ser bastante letales para los receptores de la vacuna COVID.
https://childrenshealthdefense.org/defender_category/big-pharma/
El 1 de enero, Sonia Acevedo, una enfermera portuguesa de 41 años y madre de dos niños, murió dos días después de
recibir la vacuna Pfizer/BioNtech. Su padre le dijo al Daily Mail que ella nunca bebió alcohol y estaba en perfecto estado
de salud. Sin embargo, la Autoridad Sanitaria de Portugal descartó su muerte como una triste coincidencia.
https://www.wionews.com/world/portuguese-nurse-dies-two-days-after-getting-the-pfizer-covid-vaccine-354526
https://childrenshealthdefense.org/defender/pfizer-covid-vaccine-questions-safety/
Israel también informó de dos muertes “coincidenciales” en la pandemia: la de un hombre de 75 años en Beit She'an y la
de otro hombre de 88 años. Ambos murieron dos horas después de la vacunación. Los funcionarios de salud israelíes
advirtieron al público que no atribuyeran las muertes a la vacuna.
https://gulfnews.com/world/mena/75-year-old-man-dies-of-heart-attack-after-receiving-covid-19-vaccine-in-israel-
1.76156423
https://www.jpost.com/israel-news/88-year-old-dies-hours-after-covid-vaccination-in-second-such-incident-653721
En Lucerna, Suiza, un hombre de 91 años murió cinco días después de recibir la vacuna de Pfizer/BioNtech. Las
autoridades suizas calificaron cualquier conexión con la vacuna de "muy improbable".
https://www.dw.com/en/coronavirus-switzerland-denies-rumors-of-covid-vaccine-causing-death/a-56099469
El 3 de enero, el Dr. Gregory Michael, un querido obstetra de Miami y entusiasta partidario de la vacuna COVID-19,
murió de un accidente cerebrovascular hemorrágico después de recibir la vacuna de Pfizer/BioNtech. El Dr. Michael
desarrolló trombocitopenia idiopática aguda (PTI) púrpura, un efecto secundario conocido en algunas vacunas,
inmediatamente después de recibir la inyección. Su recuento de plaquetas cayó de 150.000 a cero y nunca se recuperó.
https://childrenshealthdefense.org/defender/johns-hopkins-scientist-medical-certainty-pfizer-vaccine-caused-death-
florida-doctor/
https://www.hopkinsmedicine.org/health/conditions-and-diseases/idiopathic-thrombocytopenic-purpura
Un ejército de expertos de todo el mundo, involucrados en el programa de vacunas, consultó sobre los esfuerzos fallidos
para restaurar el recuento de plaquetas del Dr. Michael. La inevitable hemorragia cerebral lo mató dos semanas
después. La esposa de Michael dijo que la muerte de su esposo estaba "100% relacionada con la vacuna”. Agregó que
estaba físicamente sano, hacía ejercicio con frecuencia, rara vez bebía alcohol, nunca fumaba cigarrillos y no tenía
comorbilidades conocidas.
Entre los muchos pacientes agradecidos del Dr. Michael estaba Tessa Levy, quien tenía una cita programada con él para
el martes después de su muerte el 3 de enero. Michaels atendió el parto de los cuatro hijos de Tessa, salvando a uno de
ellos con un ingenioso diagnóstico, en una fracción de segundo, de una rara afección cardíaca que de otro modo habría
matado al niño.
Tessa es la hija de mi amigo cercano, el famoso cirujano de Beverly Hills, el Dr. George Boris. “Era un tipo sano, fuerte y
vigoroso”, me dijo Tessa sobre Michaels. "Nunca mostró ningún problema de salud".
Sin embargo, Pfizer descartó las lesiones de Michael atribuyéndola a otra triste coincidencia: "No creemos en este
momento que haya una conexión directa con la vacuna". Pfizer señaló que la ITP también es causada por el consumo
excesivo de alcohol y razonó que "hasta ahora no se han registrado señales de seguridad identificadas en los ensayos de
vacunación".
El martes, el New York Times citó al Dr. Jerry Spivak, un experto en trastornos sanguíneos de la Universidad Johns
Hopkins, quien afirmó: "Creo que es una certeza médica que la vacuna estuvo relacionada".
https://www.nytimes.com/2021/01/12/health/covid-vaccine-death.html
Pero Pfizer / BioNtech probablemente no hubiera visto las señales de trombocitopenia en sus breves ensayos clínicos
con inscripciones insuficientes. La trombocitopenia ocurre aproximadamente en 1 de cada 25.000 a 40.000 dosis de la
vacuna MMR. También es un efecto secundario igualmente raro, pero informado de forma persistente, de las vacunas
contra la hepatitis A, la tuberculosis, el VPH, la varicela, la DTaP, la poliomielitis y la HiB.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2661332/
Una lesión que ocurre con esa frecuencia probablemente no se vería en el ensayo clínico de fase II de Pfizer/BioNtech
porque solo 22,000 personas recibieron la vacuna. Sin embargo, una lesión de esta gravedad que se produzca una vez
cada 25.000 puyazos podría debilitar o matar a 12.000 de los 300 millones de estadounidenses a los que la empresa
espera darles el pinchazo.
El público puede esperar ver más de esta estratagema estratégica: cuando un médico mexicano sano de 32 años fue
hospitalizado con encefalitis (inflamación de su cerebro y médula espinal) después de recibir la vacuna Pfizer/BioNtech,
los médicos mexicanos descartaron la lesión como no relacionada a la vacunación, razonando que la condición no se
había detectado en los ensayos clínicos de Pfizer/ BioNtech.
https://www.reuters.com/article/health-coronavirus-mexico-vaccines-idUSKBN2970H3
Esta semana, un asilo de ancianos de Auburn, Nueva York informó, sin aparente ironía, que 32 de los 193 residentes han
muerto desde que la instalación comenzó a administrar la vacuna Pfizer el 21 de diciembre. La compañía afirmó que sus
clientes están muriendo de infecciones por COVID-19, no por la vacuna.
https://cnycentral.com/news/local/32-residents-die-from-outbreak-at-auburn-nursing-home
No pudimos encontrar ninguna mención de la muerte de la mujer de Ohio en los registros de los medios o en los
recuentos oficiales de muertes por vacuna COVID. Se podría suponer que si las muertes posteriores a la vacuna COVID-
19 pueden descartarse o ignorarse tan fácilmente, las lesiones menores entonces pasarán mucho más desapercibidas.
De hecho, la empresa de vacunas COVID de $ 48 mil millones de dólares comparte tres características definitorias con
cada nueva vacuna introducida desde 1986:
1. Exageración sistemática del riesgo de la enfermedad objetivo. (Pharma llama a este proyecto "Desarrollo de marca de
enfermedades").
2. Exageración sistemática de la eficacia de la vacuna.
3. Minimización sistemática de los riesgos de las vacunas.
Pero como vimos en los casos anteriores, cuando se trata de lesiones por vacuna COVID, rige la presunción opuesta: la
comorbilidad es siempre la causa de la muerte, incluso como en el caso del Dr. Michaels, donde no hubo
comorbilidades conocidas.
Si los ensayos clínicos son buenos predictores, es probable que esa tasa aumente drásticamente después de la segunda
dosis (los ensayos clínicos sugirieron que casi todos los beneficios de la vacuna COVID y la gran mayoría de las lesiones
estuvieron asociados con la segunda dosis).
No conocemos el verdadero riesgo de muerte por la vacuna, ya que los reguladores han logrado que, prácticamente,
todas las muertes sean invisibles al atribuirlas a la coincidencia.
Durante muchos años, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. (HHS) ha mantenido un sistema de
vigilancia posterior a la concesión de licencias conocido como Sistema de notificación de eventos adversos de vacunas
(VAERS). Incluso expertos del gobierno como el Cirujano General Dr. David Kessler reconocieron que VAERS es un
fracaso abismal.
https://childrenshealthdefense.org/defender/rfk-jr-david-kessler-covid-vaccine-vaers/
https://www.fda.gov/media/78526/download
Sin embargo, es sólo aferrándose a este sistema “diseñado para fallar” como los entes reguladores y la industria han
mantenido su pretensión de que los perfiles de riesgo actuales de las vacunas son aceptables.
Un estudio de 2010 financiado por HHS concluyó que VAERS capturó "menos del 1% de las lesiones". En otras palabras,
¡las tasas reales de lesiones por las vacunas obligatorias son más de 100 veces lo que el HHS le ha estado diciendo al
público!
https://digital.ahrq.gov/sites/default/files/docs/publication/r18hs017045-lazarus-final-report-2011.pdf
El estudio del HHS de 2010 encontró que el riesgo real de eventos adversos graves era 26/1000, o uno de cada 37.
De manera similar, los ensayos clínicos de Merck para el Gardasil encontraron que una asombrosa mitad de todos los
receptores de la vacuna sufrieron eventos adversos, que Merck denominó eufemísticamente "nuevas condiciones
médicas", y que el 2,3% de los receptores de la vacuna (1 de cada 43) sufrió una enfermedad autoinmune en seis meses
de vacunación.
https://documentcloud.adobe.com/link/track?uri=urn:aaid:scds:US:b11db339-0144-450a-9bfc-
2b6347769682#pageNum=1
https://childrenshealthdefense.org/news/new-study-vaccine-manufacturers-fda-regulators-used-statistical-gimmicks-
hide-risks-hpv-vaccines/
De manera similar, un estudio italiano reciente encontró que el 46% de los receptores de la vacuna contra el sarampión,
las paperas, la rubéola y la varicela (MMRV) (462 eventos adversos por cada 1,000 dosis) sufrieron eventos calamitosos,
con el 11% de estos clasificados como "graves", es decir, 38 eventos adversos graves por cada 1,000 personas
vacunadas. Estos incluyen trastornos gastrointestinales graves y "trastornos neurológicos graves". Esto equivale a una
tasa de lesiones "graves" de 1/26.
https://f1000research.com/articles/9-1176
Vera Sharav, sobreviviente del Holocausto, de la Alianza para la Protección de la Investigación Humana, ha observado
que "todos los que reciben cualquiera de estas vacunas están participando en un vasto experimento médico".
https://childrenshealthdefense.org/defender/truth-rfk-jr-vera-sharav/
Los funcionarios de salud generalmente coinciden en que la concesión de una "autorización de uso de emergencia" para
el lanzamiento de tecnologías de vacunas experimentales, como las de ARNm, con solo unas pocas semanas de pruebas
de seguridad, dos años antes de la finalización programada de las pruebas de la Fase 2, es un gran experimento humano
que involucra a millones de sujetos.
https://childrenshealthdefense.org/defender/covid-vaccine-emergency-use-fda/
Pero es poco probable que los investigadores vean todas las señales de seguridad si un sistema de vigilancia mal
diseñado permite a los funcionarios de salud locales y a los empleados de las empresas farmacéuticas la discreción de
descartar cualquier lesión grave como no relacionada.