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ABUELA, CUÉNTAME UNA PASTORELA

Obra navideña

De WERNER RUZICKA

REPARTO:

Abuela
Niña
Ángel Gabriel
María
José

Pregonero
Gente en Belén: Hombre 1 y 2, Mujer

Buey
Asno 1
Asno 2

Herodes
Hijos de Herodes
Astrólogos
Espía 1, Espía 2

Palmera 1 y 2
Viejo junto al pozo
3 Magos: Melchor- Caspar- Baltazar

Pastor joven
Pastor viejo
Pastor

Borregos: 1,2,3,4,5,6
Perro

(Los actores con papeles menores actúan varios personajes.)


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1. PRINCIPIO:

ABUELA – NIÑA
La abuela está sentada en su mecedora a un lado del escenario.
Llega su nieta.
NIÑA: Abuela, dime:¿Por qué festejamos la Navidad?
ABUELA: Porque nació Jesucristo.
NIÑA: ¿Cuándo?
ABUELA: Ya hace muchos años.
NIÑA: ¿Y cómo fue esto? Cuéntamelo.
ABUELA: Siéntate aquí.
Todo empezó en el cielo. El ángel Gabriel preguntó a Cristo:
(Lee de un libro o lo narra)

2. PRÓLOGO EN EL CIELO

CRISTO – ANGEL GABRIEL


Luz azul. Galaxias. Luces que se mueven como estrellas fugaces.
Desde muy lejos se oyen dos voces.
GABRIEL: Cristo, ¿por qué quieres descender del Cielo?
Aquí en el cielo todo es mucho más bello y puro que en cualquier otro lado.
CRISTO: (voz) Tengo una misión que mi Padre me ha encargado.
GABRIEL: ¿Cuál misión?
CRISTO: Traer la luz a la oscuridad.

GABRIEL: ¿Y en cual planeta quieres nacer?


CRISTO: En la Tierra.
GABRIEL: ¿Y por qué precisamente allí? Hay otros planetas mejores.
En su desarrollo espiritual la Tierra es uno de los planetas más atrasados y uno de los
más tenebrosos.
CRISTO: Por eso lo escogí. Soy la palabra de Dios.
Y esta palabra divina debe encarnar en el seno de una mujer humana.
Debo hacerme hombre y vivir entre los seres humanos.
GABRIEL: ¿Para qué?
CRISTO: Para dispersar la oscuridad en la que viven los seres ahí.
Yo les enseñaré el camino hacia el Bien.
Para que brille entre los hombres la luz de la verdad
Para que vean claramente que son hermanos.
Y enseñarles a amarse mutuamente como tales.
Esta será mi misión.
GABRIEL: Una tarea muy difícil.
En la tierra cada uno ve al otro más bien como enemigo.
¿Y para qué todo esto?
CRISTO: Para mostrar a los hombres perdidos en la tierra el camino, para dar a su vida
efímera algo de la eternidad.
GABRIEL: Pero esto lo puedes hacer mejor como espíritu
sin tener que encerrarte en un cuerpo humano.
CRISTO: No, solo teniendo un cuerpo humano yo mismo,
podré sentir en carne propia lo que ellos sienten.
Debo tener un cuerpo visible,
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para que los ojos de los seres humanos pueden verme,


porque ellos solo creen lo que ven.
No tienen ojos para lo espiritual.
GABRIEL: Pero un cuerpo humano es mortal.
Vas a tener que morir entonces.
CRISTO: Sí, lo sé. Pero resucitaré.
Con esto les demostraré que uno puede vencer a la muerte.

GABRIEL: ¿Y en cual lugar de esta tierra tan atrasada quieres nacer?


CRISTO: En Palestina
GABRIEL: ¿Por qué ahí? Es una parte insignificante del Imperio Romano.
¿Por qué no naces en Roma, la capital del poderoso Imperio Romano?
CRISTO: Porque en Palestina, los Hebreos, tienen un concepto más alto de Dios
que en Roma.
Palestina es un cruce de caminos entre el Oriente y Occidente.
Desde ahí se extenderá mi Buena Nueva a todas partes.

GABRIEL: ¿En cual cuidad de Palestina vas a nacer?


CRISTO: En Belén.
GABRIEL: ¿Y dónde está esto?
CRISTO: Cerca de Jerusalén.
GABRIEL: ¿Y porqué no naces entonces ya de una vez en Jerusalén en
lugar de este pueblo tan insignificante que es Belén?
CRISTO: Porque es la cuidad de David.
GABRIEL: ¿Y qué tienes que ver tú con David?
CRISTO: Porque los Judíos están esperando al Mesías
y este debe nacer en la cuidad de David, si no, no lo aceptarán.

GABRIEL: ¿Ves, como son estos Judíos? Tercos.


No te van a recibir muy bien si les traes algo nuevo.
Si nacieras en otro pueblo sería más fácil para ti.
CRISTO: No busco lo fácil.

GABRIEL: ¿Y en qué familia quieres nacer?


CRISTO: En una familia humilde.
GABRIEL: ¿Por qué humilde?
¿Por qué no en una familia de un rey?
CRISTO: Si naciera en una familia rica,
nunca sabré lo que se siente cuando uno es pobre,
sin hogar, sin poder comer cada día, con la ropa desgastada,
andar descalzo y despreciado por los que tienen todo.
GABRIEL: Me es difícil entender todo esto.
CRISTO: Sí, porque eres solo un ángel.
Deberías hacerte un ser humano alguna vez.
GABRIEL: No, gracias. Prefiero ser ángel.

CRISTO: Tengo una misión para ti.


GABRIEL:¿Cuál?
CRISTO: Desciende a la Tierra y entrega un mensaje.
GABRIEL:¿A quién?
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CRISTO: Mi Padre escogió a una mujer joven muy pura


para que sea mi madre.
GABRIEL:¿Y dónde la encuentro?
CRISTO: En Nazaret.
GABRIEL: ¿Y dónde está esto?
CRISTO: Es un pequeño pueblo de Galilea.
GABRIEL: Y ella, ¿cómo se llama?
CRISTO: Maria. Anúnciale que ella ha encontrado gracia a los ojos de Dios.
GABRIEL: ¿Qué quiere decir esto?
CRISTO: Voy a encarnar en ella a fin de tener un cuerpo de carne,
para que yo sea un auténtico hombre.
GABRIEL: Haré como tú lo quieres.
………………………………………………………………………………
ABUELA: Y así, en tiempos de Herodes, Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, a visitar
a María, desposada con un carpintero llamado José.
……………………………………………………………………………

3. LA ANUNCIACIÓN

MARIA – ANGEL GABRIEL


Maria lleva un cántaro y va a un pozo para llenarlo de agua.
De repente oye una voz:
VOZ: Maria, llena de gracia, Dios te saluda.
Dichosa eres entre todas las mujeres
María se detiene, mira a su alrededor, para ver de dónde viene esta voz.
Como no ve a nadie sigue caminando.

VOZ: María, bendita, espera. No temas.

María, llena de miedo empieza a caminar más rápido hasta llegar su casa.
Entra y cierra la puerta.
Depone el cántaro y se queda apretada a la puerta, respirando pesadamente.

La cortina empieza moverse.


Una luz blanca atraviesa la cortina e ilumina el cuarto.
Lentamente se descorre la cortina.
Iluminado por una luz de atrás aparece un joven de belleza indescriptible.

GABRIEL: No temas, María.


MARIA: ¿Quién eres?
GABRIEL: Soy un ángel.
MARIA: ¿Un ángel?
GABRIEL: Sí, un mensajero de Dios.
MARIA: Jamás he visto un ángel. ¿Y tus alas, dónde están?
GABRIEL: No necesito alas para trasladarme de un lugar a otro.
Solo pienso en el lugar y ya estoy ahí.
MARIA: ¿De veras?

GABRIEL: Dios te saluda y me ha enviado para traerte un mensaje muy importante.


Has encontrado gracia a sus ojos.
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MARIA: ¿Qué significa esto?


GABRIEL: Bendita eres. Dios te ha escogido entre todas las mujeres
MARIA:¿Bendita yo? Pero quien soy yo para que Dios se haya dignado
En fijarse en mi, una muchacha humilde?
GABRIEL: Precisamente porque eres tan pura,
has encontrado gracia a los ojos del Señor.
Una luz del cielo vendrá para morar en ti
y luego iluminará todo el mundo.
Vas a quedar encinta con el hijo de Dios.

MARIA: Pero ya estoy comprometida para casarme con José.


¿Que va a decir él cuando regresa a casa y me encuentra encinta,
aunque sea por Dios? Me dejará.
GABRIEL: No te preocupes. Yo hablaré con él.
Este hijo, que nacerá de ti, será grande y Dios le dará el trono de David.
Él será Rey de los reyes.
MARIA: ¿Pero como podrá ser rey este hijo un día? Somos gente humilde.
GABRIEL: Precisamente porque va a nacer en una familia humilde,
Dios lo glorificará y su reinado no tendrá fin.
Reinará por los siglos de los siglos.
MARIA:¿Tanto tiempo?
¿Pero como será esto que yo estaré encinta,
si hasta ahora ningún hombre me ha tocado, ni siquiera mi marido José.
GABRIEL: No pienses, Maria, que vas a concebir de manera humana.
El Espíritu Santa descenderá sobre ti y Dios te cubrirá con su sombra.
Concebirás su palabra en tu seno.
MARIA: ¿Y esto será suficiente?
GABRIEL: Sí.
MARIA: Pero si estoy encinta antes del matrimonio me van a apedrear.
GABRIEL: Dios te protegerá.
MARIA: ¿Seguro?
GABRIEL: No dudes de él, María.
El Verbo debe encarnar y hacerse hombre.
MARIA: Pero ¿por qué en mí?
Hay tantas otras mujeres más dignas que yo y que no están casadas.
Además, tengo a penas 14 años.
Y José, mi prometido no está aquí ahora.
Está trabajando como carpintero.
GABRIEL: María, el niño que debes parir tiene que salvar a la humanidad.
MARIA: (Extiende sus brazos y eleva su mirada.
Luego se inclina y cruza los brazos frente al pecho.)
No soy digna, pero que se haga en mí según lo que has dicho.
GABRIEL: Que así sea.

La luz brillante lentamente se apaga y Gabriel desaparece.


Maria despierta de cómo de un sueño.
Mira a su alrededor. No puede creer lo que le había pasado.
Va a la ventana y encuentra ahí unos cabellos de ángel.
Ahora está convencida. Mira los cabellos y luego los guarda en su blusa.
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4. EL REGRESO DE JOSÉ

MARIA - JOSÉ
Maria, encinta, está sentada en una banca.
Entra José con una bolsa llena de herramientas, hacha, serrucho etc.
La cuelga en la pared.
Luego mira a Maria y ve que ella está encinta. Se asombra.

JOSÉ: ¿Qué es esto?

María se queda con la cabeza agachada.

JOSÉ: ¿Cómo pudiste hacer esto?


Te has olvidado de que eres mi comprometida?
MARIA: (empieza llorar) Ningún hombre me ha tocado. Pura soy.
JOSÉ: ¿De dónde viene entonces esto lo que llevas en tu seno?
MARIA: Del Espíritu Santo.
JOSÉ: No me hagas creer esto.
MARIA: Vino un ángel. Me dijo que era un mensajero de Dios.
Me anunció que voy a parir al Hijo de Dios.
JOSÉ: Alguien te ha engañado fingiendo ser un ángel.
MARIA: No, era un ángel de veras.
JOSÉ: ¿Y como concebiste?
MARIA: Era un nube que se paró encima de nuestra choza.
Y luego una sombra bajo sobre mí.
JOSÉ: ¿Y?
MARIA: Esto era todo.
JOSÉ: No puedo creerlo. (Se retira)
MARIA: (llorando) Debes creerlo.

José se voltea, se echa en tierra y llora amargamente.


JOSÉ:¿Con qué cara voy a presentarme ahora ante la gente?
¿Quién ha cometido tal crimen en mi casa,
abusando de mi prometida, una virgen?

5. EL SUEÑO DE JOSÉ

JOSÉ – GABRIEL - MARIA


Noche. José está sentado en una esquina retirado de Maria
que duerma al otro lado.
JOSÉ: ¿Qué voy a hacer con ella?
Si la denuncia públicamente la van a apedrear.
Si es cierto lo que ella dice que es por obra del Espíritu Santo,
y ella es realmente inocente, cometeré una injusticia.
¿Qué hago entonces?

José se levanta y va de un lado al otro inquieto.


¿Y si me separo de ella en secreto? Si, esto será lo mejor.
Se acuesta.
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Aparece el ángel Gabriel.


Se sienta junto a la cabeza de José y mueve sus manos encima de ella.
GABRIEL: Duerme, José, duerme.
No sospeches nada malo de María.
No la dejes. Ella dijo la verdad.

Lo que está creciendo en su seno, no es obra de un hombre,


sino fruto del Espíritu Santo.
Por su pureza Dios la ha escogido entre todas las mujeres
para que ella de luz a su Hijo. Tú cuídalo.
Debes darle el nombre de Jesús. Lo que quiere decir:
DIOS SALVA.
Y este Hijo salvará a la humanidad de sus pecados.

Todo esto sucede para que se cumpliera la profecía:


“La virgen quedará encinta y tendrá un hijo,
al que pondrán por nombre Emmanuel”,
que significa DIOS CON NOSOTROS

JOSÉ hablando en el sueño:


Entonces ¿cuál nombre tendré que poner a ese niño:
Jesús o Emmanuel?
GABRIEL: Jesús.
JOSÉ: ¿Y Emmanuel?
GABRIEL: No, ese nombre no.
JOSÉ: ¿Y cómo puede cumplirse entonces la profecía?
GABRIEL: Porque por este niño Dios vivirá entre nosotros.
Se va para escaparse de más preguntas.

José despierta, se queda sentado en la cama y se pregunta:


JOSÉ: ¿Era realmente cierto lo que soñé? ¿Me apareció un ángel?
¿Y que me dijo? ¿Que es el Hijo de Dios?
Me dijo un nombre como debe llamarse el niño.
No, eran dos nombres. ¿Cuales? ¿Jesús o Emmanuel?
Se va con María y la despierta.
¡María, María!

MARIA despierta: ¿Qué pasa?


JOSÉ: Soñé que un ángel me hablaba.
MARIA: Últimamente nos visitan mucho los ángeles,
algo que nunca antes habían hecho.
¿Y qué te dijo?
JOSÉ: Me dijo que el niño en tu seno vientre es efectivamente fruto
del Espíritu Santo.
MARIA: Te lo dije, pero no me creíste.
JOSÉ: Pues, no es tan fácil creerlo. Cualquier hombre dudaría.
He hecho mal en tener sospechas contra ti. Perdóname.
MARIA: Te perdono. ¿Y qué más te dijo?
JOSÉ: Que debemos llamarlo … Jesús y no Emmanuel.
MARIA: ¿Qué tiene que ver Emmanuel?
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JOSÉ: Para que se cumpliera una antigua profecía.


MARIA: Entonces, está claro: Dios tiene un plan con nosotros.
JOSÉ: Que se haga su voluntad.

6. PREGONERO ROMANO

ABUELA: Por aquellos días en que iba a nacer Jesús,


el gobierno romano dio una orden ……

Un Pregonero va con un tamborcito por la sala.


Se para en diferentes lugares, desenrolla un escrito y lee:

PREGONERO: He aquí un edicto de Cesar Augusto,


Emperador del Imperio Romano.
“A todos los súbditos:
El Emperador ordena que, por cuestión de los impuestos,
se haga un censo de todos los hombres mayores de edad.
Estos deben regresar al pueblo donde nacieron
para empadronarse ahí en las listas
y declarar todo lo que poseen, casas, tierras, hijos y ganado.
Luego se les fijarán los impuestos que tienen que pagar.
El que no cumple con esta orden será castigado severamente.”

Enrolla el escrito y se va a otro lugar, donde repite lo mismo.

7. DEBO REGISTARME

JOSÉ - MARIA

JOSÉ: ¿Has escuchado ésto, María?


MARIA: Sí.
JOSÉ: ¿Para qué quieren un censo?
Solo para sacar más y más impuestos de nosotros.
Estos romanos nos exprimen como limones.
Y todo para que puedan pagar a sus soldados que nos oprimen.

Y ahora nos están obligando a ir al lugar donde nacimos para regístranos.


Así que tengo que viajar muchas millas hasta Belén sólo porque nací allí.
Pero ahora vivo aquí en Nazaret. Aquí trabajo, aquí pago mis impuestos.¿Para que
tengo que ir a Belén entonces?
Que tontos son estos romanos. No saben de administración.
MARIA: José, ¿qué podemos hacer contra ellos? Nada.
JOSÉ: Sólo esperar a que venga el Mesías pronto
para liberarnos de los romanos y echarlos del país.
Pero mientras tanto tenemos que seguir pagando impuestos.
MARIA: Voy contigo.
JOSÉ: ¿Para qué? Tú eres de Nazaret. Solo yo tengo que ir a Belén.
MARIA: No, José. Todo tiene su sentido oculto.
JOSÉ: ¿Cuál?
MARIA: El Mesías debe nacer en la ciudad de David que es Belén.
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JOSÉ: ¿Y tu crees que lo que llevas adentro en tu seno


será el Mesías esperado?
MARIA: Si.
JOSÉ: ¿Quién te dijo esto?
MARIA: El ángel. Me dijo que Dios le va a sentar en el trono de David.
JOSÉ: Somos gente humilde.
No podemos esperar que este hijo será un día rey de Israel.
MARIA: Tú confía. Por eso voy contigo para que el hijo nazca en Belén.
JOSÉ: ¿Para que se cumple esta profecía?
MARIA: Si.
JOSÉ: Pero ya estás por a luz. Este viaje será demasiado pesado para ti. Mejor
quédate con tu madre.
MARIA: No, voy contigo.
JOSÉ: Ay, siempre quieres salir con la tuya. Que se haga tu
voluntad. Entonces, empaca tus cosas. Mientras tanto voy por el asno.
Ya está por salir cuando grita: ¡Y no olvides los pañales!
MARIA: Seguro que no.

ABUELA: Así María y José, en cumplimiento de las órdenes,


salieron hacia Belén.

8. EL VIEJO JUNTO AL POZO Y LOS MAGOS

VIEJO- MELCHOR- BALTAZAR- GASPAR

ABUELA: Era de noche.


Junto al único pozo de agua que había en el desierto
estaba sentado un viejo.
Las palmeras datileras se mesaban suavemente.
Una estrella muy brillante expandió su luz encima de las colinas grises.

PALMERA 1: Mira, desde el desierto viene una caravana.


PALMERA 2: Se está acercándose al pozo.
Deben tener mucha sed.
PLAMERA 1: Sí, pero en este pozo no encontrarán suficiente agua
para apagar su sed.

PALMERA 1: La caravana se detiene.


Tres hombres bajan de sus camellos y se acercan.

Los 3 Magos, vestidos con túnicas blancas y turbantes grandes,


saludan al viejo poniendo sus manos en la frente y luego al pecho.

VIEJO: ¿De dónde vienen ustedes?


MELCHOR: Venimos de una tierra lejana.
Yo me llamo Melchor, el Baltasar y el Gaspar.
Dinos por favor ¿cómo se llama este río que se ve ahí en la lejanía?
VIEJO: Es el río Jordán.
MELCHOR: Entonces casi llegamos a nuestra meta.
VIEJO: ¿Quienes son ustedes?
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BALTAZAR: Somos Magos.


VIEJO: ¿Magos? Entonces pueden hacer trucos?
BALTAZAR: No, somos astrólogos.
VIEJO: ¿Qué es esto?
BALTAZAR: Leimos en las estrellas lo que va a suceder en el futuro.
VIEJO: Entonces, ¿me pueden decir lo que anuncia esta estrella brillante que se ve ahí?
Desde hace algunas semanas la veo.
Brilla más que todas las otras estrellas.
He oído que cuando aparece una estrella así nace un gran hombre. ¿Es cierto esto?
GASPAR: Si, anciano, así es.
Y esta es la razón por la cual hemos dejado nuestro país
para venir para aquí.
BALTAZAR: Es precisamente esta estrella que nos ha guiado.
La vimos surgir en el este de nuestro país
e iba delante de nosotros todo el camino.

MELCHOR: Una noche cuando observamos el cielo nocturno


vimos esta estrella.
De una tablita antigua sabíamos que esta estrella
anuncia el nacimiento de un gran rey.
Y decimos el uno al otro:¡Vamos a conocerlo!
GASPAR: Y emprendimos este viaje largo.
Ya estamos en el camino por varios meses,
siguiendo las rutas de las caravanas.

VIEJO: ¿Y qué hombre será ese que anuncia la estrella?


BALTAZAR: Hemos consultado esta tablita
y ahí dice que va a ser el Rey de los Judíos
VIEJO: Pero nosotros los Judíos ya tenemos un rey que es Herodes.
Y este tiene un hijo ya mayor. Herodes no va a querer que otro que su
hijo sea el nueva Rey cuando él se muera.
MELCHOR: No necesariamente que este niño al cual la estrella anuncia
será un rey como otros reyes.
Puede ser rey de un reino espiritual.
VIEJO: ¿También a uno así se puede llamar rey?
MELCHOR: Sí. Es Un Reino que se encuentra en el interior de cada
hombre.
VIEJO: Ah, yo no sabía esto.
Creía que un Rey siempre necesita un país sobre el cual puede gobernar.
GASPAR: ¿Nos permites tomar agua de este pozo?
Hemos atravesado el desierto y estamos sedientos.
VIEJO: Ya no hay mucha agua. El pozo ya está casi seco.
Pero tomen lo que queda.

VIEJO: ¿Y de cual ciudad son?


MELCHOR: De Babilonia.
VIEJO: Y este Babilonia, ¿dónde está?
MELCHOR: Babilonia es una gran ciudad entre dos grandes ríos.
VIEJO: Y ahí, ¿qué hacen?
BALTAZAR: Somos maestros de la escuela de Astrología.
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¿Entiendes algo de astrología?


VIEJO: No, nada. Lo único que me interesa es:
¿Qué significa esta estrella para mí y mi pueblo?
BALTAZAR: Puede ser que anuncie el nacimiento del Mesías,
que tanto están esperando.
VIEJO: Esto sí lo entiendo. Que venga el Mesías, pero ya.

BALTAZAR: ¿Qué tan lejos está Jerusalén?


VIEJO: Más o menos un día, depende de cuán rápido andan.
BALTAZAR: Queremos visitar a este rey Herodes
y preguntarle acerca de este niño excepcional. El debe saberlo.
VIEJO: Tengan cuidado con ese Herodes. Se pondrá celoso si oye de otro rey.

9. EN EL CAMINO A BELÉN

ABUELA: María y José ya llevaban dos días en el camino.


Por tantas piedras el asno varias veces se tropezó
y María tuvo que aferrarse fuertemente en la silla.

JOSÉ – MARIA – ASNO 1

JOSÉ: María, Te ves algo triste. ¿El embarazo te causa molestias?


Maria solo afirma con la cabeza.
JOSÉ: ¿Estás cansada?
MARIA: Un poco.
JOSÉ: Quieres descansar.
MARIA: Si.
Se baja lentamente del asno. José le ayuda.

JOSÉ: Siéntate aquí en la sombra de esta roca.


MARIA: Tú debes estar más cansado que yo.
Tuviste que caminar todo el tiempo, mientras yo estaba sentada en el burro.
JOSÉ: No importa.
MARIA: ¿Falta mucho a Belén?
JOSÉ: Si, algo. Belén está detrás de estas colinas.
Llegaremos en la tarde.
MARIA: Mira todo esta gente en el camino,
que tiene que viajar a sus lugares de nacimiento.
¿Habrá hospedaje para todos ellos y nosotros?
JOSÉ: No te preocupes. Algo vamos a encontrar.
MARIA: Pero todo va estar lleno. Las noches están frías.
Si doy a luz en aire libre puede hacer daño al niño.
JOSÉ: Dios protegerá a su hijo.- Aquí, toma algo.
Beben y comen.

JOSÉ: Solo para registrarme tuve que dejar mi trabajo.


¿Y con que pago entonces mis impuestos si no trabajo?
MARIA: Cálmate José, todo está en el plan de Dios.
JOSÉ: Ojala.No me digas que hasta los Romanos están solo haciendo lo
que Dios quiere.
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MARIA: Sí, así es.


JOSÉ: ¿Aunque no lo saben?
MARIA: Sí.
JOSÉ: Que fe tienes.- Pero vamos a ver.
Se levanta y da agua al asno.
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ABUELA: Al día siguiente los tres Magos llegaron a Jerusalén.


No necesitaban preguntar por el palacio del Rey Herodes.
Sobresalía a todas las otras casas de la cuidad.
Herodes entraba a la gran sala de audiencia.

10. ANTE EL REY HERODES

HERODES- HIJO DE HERODES- ASTRÓLGOS –MAGOS-SOLDADOS

Herodes entra y se dirige a su trono. Se voltea y pregunta:


HERODES: ¿Están reunidos mis astrólogos?
ASTRÓLOGOS agachándose: Si, su Majestad, aquí estamos.
HERODES se sienta en su trono:
En el cielo ha aparecido una estrella muy brillante.
¿Qué significa?
ASTRÓLOGO: Esta estrella seguramente le traerá buena fortuna,
Su Majestad.

Un mensajero entra corriendo y se arrodilla frente al rey.


MENSAJERO: Su Majestad, aquí vienen tres sabios de un país lejano.
Quieren saludarte.
HERODES: Déjalos pasar.

Los 3 Magos entran y saludan a Herodes


tocándose con la mano en la frente y luego en el pecho.

HERODES: ¿Qué les ha traído a mi reino?


BALTAZAR: Vimos salir en el cielo una estrella
que brilla mas fuerte que todas las otras estrellas.
GASPAR: Y esta estrella nos guiaba hasta aquí.
HERODES: ¿Y qué significa esta estrella?
MELCHOR: Es un presagio que pasará algo extraordinario en su reino.
HERODES: ¿Y qué?
GASPAR: Nacerá un gran rey.
HERODES: ¿Quién dice esto?
GASPAR: Una vieja profecía.
HERODES: ¿Dónde leyeron esto?
GASPAR: En una tabla muy antigua.
HERODES: ¿Y qué dicen mis astrólogos?
ASTROLOGO: Si, es cierto, Su Majestad.
También en nuestros libros está escrito algo de esto.
HERODES: ¿Dónde?
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El astrólogo le pasa el libro. Herodes lee.


HERODES: ¿Quién escribió esta profecía?
ASTRÓLOGO: Un profeta.
HERODES: ¿Cuándo?
ASTRÓLOGO: Hace muchos años.
HERODES: ¿Y ustedes creen que esta profecía se va a cumplir?
MAGOS: Sí.
MELCHOR: Por eso venimos a conocer al nuevo Rey de los Judíos.
GASPAR: Pensábamos que va a nacer aquí en Su familia.
Por eso venimos a preguntarte.
HERODES: Aquí está mi hijo Antipas. Él ya nació, como pueden ver.
BALTAZAR: No es él a quien la estrella anuncia.
HERODES: Entonces ¿a quién?
BALTAZAR: Cuando lo encontremos lo sabremos con seguridad.
Pero tu hijo no lo es.

EL hijo de Herodes se levanta enojado.

HERODES tira el libro al piso: ¡Mentiras!


Se levanta.
El único rey de los judíos soy yo.
Y mientras yo viva no habrá otro rey.
Y después de mi muerte mi hijo heredará mi trono.
Esto es seguro.
MELCHOR: Así es la profecía y nadie puede cambiarla.
HERODES: ¡Falsedades!
ASTROLOGO 1: Sí, Su Majestad.
Según nuestros cálculos esta estrella solo le traerá buena fortuna.

HERODES a los magos: ¿Y dónde nacerá este nuevo rey,


según sus cálculos?
BALTAZAR: No lo sabemos exactamente.
La tabla solo dice que un niño nacerá en esta tierra y será rey de lo reyes.
HERODES: Entonces, ¿cómo van a encontrar a este niño rey?
BALTAZAR: La estrella nos guiará.
GASPAR: Y si vemos al niño lo reconoceremos sin duda alguna.

HERODES inquieto en el trono: Ustedes, mis astrólogos,


¿han escuchado algo acerca de este niño?

ATRÓLOGO1: Si, es una vieja profecía que dice que debe nacer en Belén.
Lee:”En cuanto a ti, Belén, aunque eres pequeña entre las ciudades de
esta tierra, de ti saldrá un gobernante que guiará al pueblo.”
HERODES pensativo: En Belén.
Se dirige a los Magos.
¿Y cuándo apareció esta estrella del la cual hablaron?
GASPAR: Hace unos meses.
HERODES: Entonces, ¿este nuevo Rey que están buscando ya nació?
GASPAR: Puedes ser.
HERODES: Bien, entonces vayan a Belén y busquen a ese niño.
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Cuando lo hayan encontrado regresen conmigo


y díganme dónde está para que yo también vaya a adorarlo.

Los Magos se inclinan y se van.

HERODES a unos soldados: Disfrácense y sigan a estos extranjeros para


ver si encuentran a este niño.
Luego avísenme inmediatamente.
SOLDADOS: Sí, Majestad.
Los soldados saludan y salen corriendo.

11. BELEN- BUSCAR POSADA

ABUELA: Volvamos con José y María.


Ellos llegaron de noche a Belén.

JOSE Y MARIA- GENTE DE BELÉN

JOSÉ: Ya llegamos a Belén.


Vamos a buscar un lugar donde podemos pasar la noche.
MARIA: Ya no puedo más. Aquí me quedo.

Se baja del asno. José le pone una cobija en el piso.


Ella se queda sentada al lado del asno que también está muy cansado.
MARIA: Ojala que encuentres algo. Hay mucha gente y ya es muy tarde.

JOSÉ toca en una puerta: Busco un lugar para pasar la noche.


HOMBRE abre la puerta solo un poco: Aquí todo está lleno.
Ya no cabe nadie.
JOSÉ: Mi esposa está encinta.
HOMBRE: Lo siento. Pero ¿qué puedo hacer? Sigua adelante.
JOSÉ: Ella está a punto de dar a luz.
HOMBRE: No es mi problema. Cierra la puerta.

Mientras José va de casa en casa, Maria está sentada en la calle.


La gente pasa y la mira fríamente.

José va a otra casa, toca y pregunta.


JOSÉ: Necesito un lugar para pasar la noche.
HOMBRE 2: Lo siento, amigo. No hay espacio.
Mi casa ya está llena. Hasta hay gente durmiendo en la azotea.
JOSÉ: Venimos desde Nazaret. Mi mujer está a punto de parir.
HOMBRE 2: ¿No tienes parientes dónde puedes hospedarte?
JOSÉ: No.
HOMBRE2: Entonces, lo siento. Siga adelante.
Cierra la puerta.

JOSÉ va a otra casa, toca la puerta: Necesito un lugar donde pasar la noche.
Mi mujer está a punto de dar a luz.
MUJER: Lo siento. Aquí no hay lugar. Vete a otro lado.
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Llega un hombre, ofrece dinero a la mujer y ella lo deja entrar.


JOSÉ: ¿No me dijiste que ya no hay lugar? Pero para este hombre sí.
MUJER: Porque paga bien.
JOSÉ: Yo también puedo pagar. Mire, aquí.
Saca unas monedas y las muestra.
MUJER las mira con desprecio: Demasiado poco.
JOSÉ: Pero…
MUJER: No molestes.
Ella cierra la puerta.

JOSÉ regresa cabizbajo con María.


MARIA: ¿Encontraste algo?

José se sienta cansado y resignado a su lado y solo mueve la cabeza.


Maria le pone la mano en su hombro.

JOSÉ: Todos me dicen que ya no hay lugar.


María gime.
JOSÉ la mira preocupado: Tenemos que encontrar un lugar rápido.
MARIA: Sí, si.
JOSÉ: ¿Pero dónde?
MARIA: Antes de entrar a Belén vi en las afueras una cueva.
Parece que la usan como establo para guardar ganado.
Podemos pasar la noche ahí.
JOSÉ: ¿Entre los animales?
MARIA: Sí, ¿por qué no? Un establo con animales es caliente.

José, resignado, ayuda a Maria a levantarse y la sube al asno.


Ella ya se siente muy débil.

12. PASTORES EN EL CAMPO

ABUELA: Y salieron de Belén a la noche oscura.


Tristes y cansados iban a una pequeña cueva.
En las afueras de Belén, al aire libre, estaban unos pastores con sus ovejas.

PASTOR VIEJO – PASTOR JOVEN – PASTOR- BORREGO - PERRO

Unos pastores hacen una fogata.


Los borregos y el perro se acercan al fuego.
PASTOR VIEJO: La noche se hace fría. Hay que mantener el fuego. Traigan más leña.
PASTOR: Ya no hay.
PASTOR VIEJO: Entonces hierba seca y estiércol de ganado.
Todo lo que pueda servir como combustible.

Los dos pastores se van en busca del material.

PASTOR JOVEN: Mira, esta estrella.


PASTOR: ¿Dónde?
16

PASTOR JOVEN: Allá.


PASTOR: ¿Qué tiene?
PASTOR JOVEN: ¿No lo ves que brillante es?
PASTOR: Ah, sí. No lo he visto.
PASTOR JOVEN: Nunca antes vi una estrella así.
Me parece que se está moviendo.
PASTOR: Una estrella no se mueve,
por lo menos no tanto como para que uno pueda verlo.
PASTOR JOVEN: Pero está si se mueve.
Siento que esta noche no es como otras. Tiene algo especial.
Aunque el sol ya se metió, el campo aún parece iluminado.
PASTOR: ¡Es cierto! Pues que extraño.
Vamos. Tengo frió, hay que buscar ramas para el fuego.

Siguen buscando combustibles.

Junto a la fogata.
BORREGO1: Borregos, júntense para calentarnos mutuamente.
BORREGO 2: Con nuestra lana gruesa nosotros estamos más o
menos protegidos contra el frió.
Pero miren a estos hombres, como están temblando.
BORREGO 3: Si no fuera por nuestra lana que nos quitan para tejerse su ropa,
ya estarían muertos de frió.
BORREGO5: Dependen de nosotros.
BORREGO 6: Que bien que no nos cortaron la lana ahora,
sino templaríamos de frió como ellos.

Los borregos forman un círculo alrededor del fuego.


Mientras el viejo pastor atiende la fogata.

El perro pastor pisa encima de los borregos para acercarse al fuego.


PERRO: Déjenme pasar, borregos. Yo tengo derecho de estar junto al fuego.
BORREGO 2: Siempre quiere ser el privilegiado.
Todo el día nos está empujando y ahora quiere además el mejor lugar.
PASTOR JOVEN llega con leña: Padre, ¿ya viste esta estrella como brilla?
PASTOR VIEJO: ¿Donde?
PASTOR JOVEN: Ahí.
PASTOR VIEJO: Ya no veo muy bien. Ah, sí, está muy brillante.
Jamás he visto una estrella así.
PASTOR JOVEN: ¿Qué significa esto?
PASTOR VIEJO: Cuando hay una estrella así pasará algo maravilloso.
PASTOR: ¿Qué?
PASTOR: No lo sé. Quizá pronto lo sabremos.
Echen las cosas aquí.

BORREGO 4: Me acuerdo el año pasado,


en este tiempo había una helada terrible.
Parece que este año las noches también se harán muy frías.
BORREGO: 5: Con este frió, ¿por qué no nos guardan en el establo?
BORREGO 6: Sí. No deberíamos estar en campo abierto sino bajo techo.
17

BORREGO2: Que crueles son estos hombres con nosotros.


BORREGO 1: Además es la noche más larga.

PASTOR VIEJO mientras alimenta el fuego:


Mi abuelo me dijo: Cuando un día veas una estrella que brilla más que todas las otras
estrellas, esto será un presagio de que un gran hombre va a nacer.
PASTOR: ¿Y quién será este gran hombre? ¿El Mesías?
PASTOR VIEJO: Eso lo dicen los profetas.
PASTOR JOVEN: ¿Y cómo será este Mesías?
PASTOR VIEJO: Debe ser un gran guerrero. Si no, ¿cómo podría liberar a nuestro
pueblo y echar a los romanos fuera del país?
PASTOR: Como cuento está bien.
Pero todos los profetas que han esperado al Mesías han muerto sin verlo.
Yo creo que nunca vendrá.
PASTOR JOVEN: Tú no crees en nada.
PASTOR: Entonces ya es tiempo de que venga, para que yo pueda creer.

13. CUEVA – NOCHE SILENCIOSA – NACIMIENTO

JOSÉ – MARIA – BUEY – ASNO 1 – ASNO 2

En la cueva.
BUEY al asno 2 a su lado: Escucha. Viene alguien.
ASNO2: Es gente. Tan tarde. Yo ya quería dormir.
BUEY: Yo también.
ASNO2: Pero los humanos siempre hablan y hablan tanto
y no dejan a uno dormir.
BUEY: ¿Qué podemos hacer para que se vayan?
ASNO2: Bramar para que no puedan estar en paz.
Escucho los cascos de un asno.
BUEY: No quiero mas asnos aquí, por lo terco que son. Contigo ya lo tengo.

JOSÉ afuera: Ya llegamos. Te ayudo a bajar.

Maria baja del asno y entra.


La cueva está casi oscura.Pero en el momento en que Maria entra,
la cueva se llena de resplandor.

ASNO 2: Mira, de repente se ilumina el lugar.


Pero no veo que ellos traigan alguna luz.
BUEY: Debe ser la luna llena.
ASNO 2: Pero ahora no hay luna llena.
BUEY: Entonces, ¿qué será?

JOSÉ entra con el asno 1: El lugar está lleno de estiércol.


MARIA: No importa.
JOSÉ: ¿Así lo quiere Dios?
MARIA: Creo que sí.
JOSÉ: Y no tengo nada para prender fuego.
18

María se acerca al buey y pone sus brazos alrededor de su cuello.


MARIA: Que caliente estás. Dame algo de tu calor.
El buey muge. Se siente halagado.

José junta algo de heno para hacerle a Maria una cama en un rincón.
Extiende su manto sobre el heno.
JOSÉ: Acuéstate aquí.

Lentamente sienta a María.


José le ofrece pan y queso y le da de beber de una botella de cuero.
Luego da algo de heno al asno.
José se sienta al lado de María y toma su mano.

JOSÉ: Y si nace el niño esta noche, ¿qué hago? No soy partera.


Nunca he ayudado en un nacimiento.
Mejor corro al pueblo para traer a una mujer.
MARIA: No, no. Quédate conmigo. Probablemente ninguna partera va a querer venir
hasta aquí tan tarde en la noche.

Pausa.
JOSÉ: Y si nace el niño, ¿a dónde lo pongo?
MARIA: Ahí en el pesebre.
Pon algo de baja ahí y luego lo envuelves en mi rebozo.
JOSÉ: Bien. Duerme ahora.

Maria se acuesta y cierra los ojos. José la tapa con el manto.


Luego se sienta al lado de ella y se envuelve en su camisa.
Pone las manos debajo del manto.
Rendido por el cansancio José deja caer su cabeza lentamente
sobre el pecho y cae al sueño.

ASNO 2 al buey: ¿Oíste? Quieren usar nuestro pesebre para su niño.


Ni nos preguntan si les damos el permiso.
BUEY: No importa. Si lo necesitan que lo usen.
Podemos comer del piso.
ASNO 2: A mi no me gusta esto.
ASNO 1: No seas tan egoísta.
Ustedes no saben que niño trae ella en su vientre.
ASNO 2: ¿Cómo podemos saberlo?
ASNO 1: Es el Hijo de Dios.
ASNO 2: ¿Hijo de Dios? ¿Y que nos importa esto a nosotros que somos animales?
Es solo algo para los seres humanos.
ASNO 1: No, nos afectará a nosotros también, porque este niño va a
cambiar a los hombres para que sean mas humanos.
ASNO 2: ¿Y en que nos beneficia esto?
ASNO 1: En mucho. Nos van a tratar mejor y pegarnos menos.
ASNO 2: Eso quiero ver.
BUEY: Cállense ya. No ven que ella necesita descansar.
ASNO 2: Es cierto.
Pausa.
19

ASNO 2: ¿De dónde vienen?


ASNO 1: De Nazaret.
ASNO 2: ¿Donde está esto?
ASNO 1: En el norte.
ASNO 2: ¿Y caminaron mucho?
ASNO 1: Si. Tres días.
ASNO 2: ¿Y como es el camino?
ASNO 1: Lleno de piedras.
ASNO 2: ¿Y el pasto?
ASNO1: ¿Cuál pasto? Había solo cardos.
BUEY: Cállense ya.
ASNO 1: Si, no preguntes tanto. Estoy cansado. Déjame comer.
ASNO 2: Ya, ya,
Cambio de luz. Silencio.

14. NACIMIENTO

ABUELA: Aquella noche era una noche silenciosa,


una noche de paz.
Todo alrededor estaba en calma.
En aquella noche las bestias salvajes no buscaron su presa.
Las serpientes no picaron,
y los perros no ladraron.
Toda la vida se detuvo.
Reinaba un gran silencio.

Y en la oscuridad y el silencio de aquella noche


descendió una nube luminosa sobre la cueva.
Cuando se retiró, quedó una luz blanca en la cueva.
Así nació el niño Jesús.

Desde muy lejos se oye un coro de ángeles.

CORO DE ÁNGELES:
Paz sobre la tierra,
Paz a todos los hombres de buena voluntad.
JOSÉ: María, ¿estás bien?
MARIA felizmente: Sí. Toma, José. Tiene frío.
Ponlo en el pesebre. El buey con su aliento lo calentará.

José, de rodillas, alarga sus manos y toma al niño.


Envuelve al recién nacido en el manto y lo pone en el pesebre.

15. JOSE PIDE FUEGO Y ANUNCIA EL NACIMIENTO

ABUELA: Volvamos otra vez con los pastores


que cuidaban sus rebaños en el campo abierto.
Ellos ya estaban durmiendo.
También los borregos y el perro.
La fogata estaba casi por apagarse.
20

Solo quedaron unas brazas.


En la oscuridad llegó José.

JOSÉ - PASTORES – BORREGOS -PERRO

JOSÉ: Ahí vi algo como una fogata. Deben ser unos pastores.
Voy a pedirles algunas brazas,
para hacer un fogata en la cueva y así calentarla un poco.

ABUELA: Su pie chocaba contra algo.

JOSÉ: ¿Qué es esto? ¿Hierba? No, es la lana de una oveja.

ABUELA: Buscaba un camino entre los borregos.


Algunos animales se despertaron pero no huyeron.

Cuando José se acerca al Perro,


Este despierta y abre su hocico como si quisiera ladrar;
Pero no se oye ningún sonido.
Entonces el perro trata de atacar a José.
Pero sus mandíbulas y dientes no le obedecen.

JOSÉ levanta la mano para clamarlo: ¡Paz, paz!


En esta noche no vas a morder a nadie. Es una noche de paz.
El perro se calma y mueve la cola.

NIÑA: Abuela, ¿por qué el perro no pudo ladrar


y por qué las ovejas no huyeron?
ABUELA: Porque era una noche como ninguna otra.

El pastor viejo despierta, se sienta y mira al intruso.


Agarra su largo bastón para defenderse.
PASTOR VIEJO: ¿Qué buscas aquí, ladrón?
JOSÉ: No soy ningún ladrón. Vengo en paz.
PASTOR: ¿Qué quieres?
JOSÉ: Mi mujer acaba de dar luz a un niño en aquella cueva.
Y como hace mucho frió ahí
vine a pedirles un poco de braza para prender un fuego.
PASTOR VIEJO: No, necesitamos las brazas para nosotros mismos.
Como ves, estamos en el campo abierto
y hace más frío aquí que allá en la cueva.
JOSÉ: El niño puede enfriarse. Necesito calendar la cueva un poco.
PASTOR VIEJO: Nuestro fuego ya casi se apagó.
PASTOR JOVEN: Pero padre, unas cuantas brazas solamente.
Nosotros tenemos suficiente para volver a prender la fogata.
El viejo pastor solo gruñe.

PASTOR JOVEN a José: ¿Tienes algo en que llevarte las brazas?


JOSÉ: No.
PASTOR JOVEN: Aquí te doy esta vajilla de barro.
21

Pone algunas brazas en la vajilla. Toma.


JOSÉ: Gracias.
Vengo a anunciarles una buena nueva que les alegrará.
PASTOR: ¿Cuál?
JOSÉ: Esta noche nació el Mesías.
PASTOR JOVEN: ¿Dónde?
JOSÉ: En aquella cueva.
PASTOR: No puede ser. No lo creo.
JOSÉ: Vengan y verán.
PASTOR VIEJO: Sí, vamos a ver si es cierto.

Se levantan para irse.


Pero el pastor incrédulo se queda sentado.

PASTOR VIEJO: Y tú, ¿no vienes?


PASTOR: No. Estoy muy bien aquí. Vayan ustedes.
Además, no puede ser el Mesías.
PASTOR JOVEN: ¿Por qué no?
PASTOR: ¿Cómo va a nacer el Mesías en una cueva?
PASTOR JOVEN: Vamos a ver.
PASTOR VIEJO a José: Ve adelante. Nosotros te seguimos.
PASTOR JOVEN: Cuida la braza.
Se van.

CORO DE ÁNGELES:
Gloria a Dios en las alturas
y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad.

PASTOR: Qué noche tan rara. Nunca he vivido algo así.


Pausa. Piensa.
¿Y si es cierto, lo del Mesías?
Mejor voy a seguirles. Quiero saber lo que está pasando.
Se levanta.
Arriba, borregos.
BORREGO 1: ¿Por qué? Es plena noche.
BORREGO2: Estamos bien calientes y muy a gusto.
PERRO: Arriba, flojos. Quizás van a ver algo
que nunca vieron en toda su corta vida de borregos.

Los levanta y todos siguen al pastor.

16. LOS PASTORES VEN AL NIÑO EN LA CUEVA

JOSÉ- MARIA- 3 ANIMALES- PASTORES- BORREGOS – PERRO

ABUELA: Cuando los pastores se acercaron a la cueva


la luz que emanaba de ella brillaba tan fuerte
que tuvieron que taparse los ojos hasta acostumbrarse al brillo,
ya que vinieron de la noche oscura.
22

JOSÉ: Entren.
Con las brazas, José prende un fuego.
Los pastores entran y ven al niño en el pesebre.

PASTOR JOVEN: ¡Qué niño! Se ve diferente a otros niños.


PASTOR VIEJO: Ya abre los ojos.
PASTOR JOVEN: Levanta la manita como si nos bendijera.

Llega el pastor incrédulo y mira al niño.


PASTOR VIEJO: ¿Siempre sí te animaste?
PASTOR: Sí. Tengo que ver para creer.

Cuando los borregos entran a la cueva el asno 2 grita:


ASNO2: Quédense afuera. Apestan a borrego.
BORREGO: Sí, porque somos borregos.
Los borregos entran y se acercan para ver al niño.

PASTOR mira a su alrededor:


¿Apoco aquí viven, en esta cueva que usamos como establo?
MARIA: No encontramos hospedaje en la ciudad.
PASTOR: El niño tiene frío.
Se quita la piel de oveja que tiene alrededor de sus hombres.
Aquí, madre, toma esta piel para cubrir al niño. Es suave y caliente.
MARIA: Que Dios te lo pague.
PASTOR: Hasta que Dios me pague pueden pasar muchos años.
Por eso mejor te lo regalo.
PASTOR VIEJO: Aquí traigo algo de leche. Tome.
MARIA: Gracias. Pero esta fría.
JOSÉ: Ahora la caliento.
PASTOR VIEJO: Aquí me queda todavía algo de queso. Tome.
Somos unos pastores pobres y esto es todo lo que podemos dar.
MARIA: Se lo agradezco de todo mi corazón.

PASTOR JOVEN: Señora, no tengo nada para darle.


Pero sé tocar la flauta. ¿Me permite tocar algo para su niño?
MARIA: Sí, toca algo dulce.
Mientras el Pastor joven toca una melodía sencilla,
el Pastor mira con los ojos fijos como si viera algo en el aire.

PASTOR: Que raro me siento como si se me abrieran los ojos.


Ahora veo lo que no pude ver antes.
Y oigo lo que no había oído antes.
PASTOR JOVEN: ¿Qué es lo que ves y oyes?
PASTOR: Veo ángeles y oigo su canto.
Ahora entiendo por qué esta noche es tan rara.
...............................................................................................................
ABUELA suspira: Lo que ese pastor vio, también nosotros podemos ver, porque cada
Nochebuena el cielo se abre de nuevo y bajan los ángeles.
NIÑA: ¿Y nosotros podemos velos?
ABUELA: Si tienes los ojos abiertos, sí.
23

PASTOR VIEJO: Grande es para mí esta noche


ya que mis ojos han visto una maravilla nunca visto.
Ahora vamos a Belén.
PASTOR JOVEN: ¿Para qué?
PASTOR VIEJO: Para contar a la gente lo que hemos visto aquí.
PASTOR: No nos van a creer.
PASTOR VIEJO: ¿Por qué no?
PASTOR: Van a decir:
El Mesías que todos esperamos no puede nacer en una cueva.
Debe nacer en un palacio real.
PASTOR VIEJO: Si hubiera nacido en un palacio no sería uno de nosotros.
Nunca supiera lo que se siente cuando uno es pobre.
PASTOR: Así es.
PASTOR JOVEN: Démonos prisa para ir a Belén.

Los pastores se van.

17. CAMINO A LA CUEVA

LOS 3 MAGOS - PASTORES

Se oyen los cascos de caballos.


Bajo la luz radiante de la estrella aparece la caravana de los 3 Magos.

MELCHOR: Ahí esta la ciudad de Belén.


Pero la estrella nos lleva fuera de ella. Ahora ¿qué hacemos?
BALTASAR: Se queda encima de aquella colina.
MELCHOR: Que extraño. No puede ser el lugar que buscamos.
Ahí ya no hay ninguna casa.
GASPAR: Es una gruta.
MELCHOR: Y adentro hay luz. Parece que alguien vive ahí.
BALTASAR: Ahí viene gente del campo.
Mejor preguntamos a ellos, quizás saben algo.

Llegan los pastores.

BALTASAR: Buenos hombres, estuvimos siguiendo aquella estrella.


Y por fin se detuvo sobre esta cueva. ¿Qué hay ahí?

PASTOR VIEJO: Algo maravilloso.


Nació un niño como nunca hemos visto ninguno.
PASTOR: Y escuchamos unos cantos celestiales.
MELCHOR: ¿Y qué decían?
PASTOR: Que este niño va traer la paz sobre la tierra
y al amor entre todos los hombres.
MELCHOR a los otros Magos: Este debe ser el niño que estamos
buscando.
PASTOR VIEJO: ¿Quién?
GASPAR: El Rey de los Judíos.
PASTOR: Este no es ningún rey, es demasiado pobre para ser rey.
24

Duerme en un pesebre. Se ríe.


GASPAR: Es otro tipo de rey. Vamos a verlo.
BALTASAR: Y ustedes ¿a dónde van?
PASTOR JOVEN: Vamos a contar a la gente de Belén lo que hemos visto.
Se despiden y se van.

MELCHOR: Vamos a ver al niño.


Lleno de alegría se van en dirección a la cueva.

18. LOS MAGOS VISITAN AL NIÑO

MARIA- JOSÉ - 3 MAGOS- 3 ANIMALES

MARIA: Oigo gente que se acerca. ¿Quiénes son?


JOSÉ: Voy a ver.
Se va a la entrada.
Es todo una caravana. Gente extraña. No son de aquí.
Traen camelos. Vienen hacia la cueva.
MARIA: Quizás buscan también un lugar donde pasar la noche.

Aparecen los magos. Saludan con mucha dignidad.

MELCHOR: Buenas noches. Que la paz sea con ustedes.


Estamos buscando a un niño que nació bajo esta estrella.
JOSÉ: No sé si es el niño que buscan. Entren y vean.

Los 3 Magos entran y miran larga y atentamente al niño en los brazos de Maria.
MELCHOR: Sí, es Él.
Los 3 se inclinan.

MELCHOR: Traemos algunos regalos para el niño. Aquí hay oro.


MARIA: Pero, el oro es solo para un rey. Somos gente pobre.
MELCHOR: Él será como un rey. Tome.
GASPAR: Aquí traigo incienso.
Es el símbolo de la adoración, así como el humo asciendo al cielo.
BALTASAR: Y aquí hay mirra. Es símbolo de la muerte.
Es para el momento cuando el alma tiene que dejar este cuerpo de carne.
MARIA: Gracias. Muchas gracias.

Maria deposita el niño en los brazos de Melchor y este lo pasa a Baltasar


y este a Gaspar. Este lo devuelva a Maria.

MAGO: Hemos visto al niño. Nuestra misión está cumplida.


Aunque no somos judíos y no pertenecemos al pueblo elegido de Dios,
él nos ha guiado hasta aquí por medio de la estrella.
Ahora podemos regresar a nuestro país.
JOSÉ: Que la paz sea con ustedes.
Se retiran ceremoniosamente.

José y María miran los regalos.


25

JOSÉ: Con este oro podemos salir de esta cueva y rentar una casa en Belén hasta que
te recuperes para el regreso.
MARIA: Sí.

18. LA PARTIDA DE LOS MAGOS.

ABUELA: Después de haber visto al niño,


los 3 Magos se detuvieron en el campo abierto y se preguntaron:

GASPAR: Hemos encontrado al niño. ¿Y ahora qué?


MELCHOR: Después de unos años, cuando el niño esté más grande,
debemos regresar para ver como se desarrolla. Debemos enseñarle.
Sí no nuestro largo viaje no tendría mucho sentido.
BALTAZAR: Si, tienes razón.
No podemos solo venir una sola vez y luego desaparecer.
Debemos seguir en contacto con este niño divino
y dedicar nuestras vidas a su servicio.
GASPAR: Así lo haremos.
BALTASAR: Ahora debemos regresar con el Rey Herodes
y avisarle que hemos encontrado al niño, como él nos pidió.

De repente Melchor se queda inmóvil, levanta la mano como señal para que se callen.
Cierra los ojos y escucha hacia adentro.

MELCHOR: Una voz me dijo que no debemos volver con Herodes.


El tiene malas intenciones hacia el niño.
Mejor tomemos otro camino hacia nuestra tierra.
BALTAZAR: Hagamos lo que nuestro hermano dice.

Cambian de rumbo y siguen su camino en otra dirección.

20. LOS ESPÍAS EN EL CAMINO

ESPÍA 1: Hemos perdido la pista de estos extranjeros.


ESPÍA 2: ¿A dónde se fueron? Entraron a Belén y luego desaparecieron
como si la noche les hubiera tragado.
ESPIA1: Hay que avisar al Rey Herodes.
ESPÍA2: Nos va a castigar porque no hemos encontrado al niño.
ESPIA: Diremos al rey, que el niño debe estar en la cuidad de Belén.
Pero estos Magos usaron algún truco mágico y desaparecieron.
ESPIA: Buena idea. Así lo haremos.

21. PALACIO DE HERODES

HERODES – HIJO DE HERODES - ESPÍAS

Herodes camina inquieto de un lado al otro,


mira a lo lejos, está esperando noticias.
Llegan los dos espías corriendo.
26

Cuando ven a Herodes se arrastran como perros en el suelo.


Luego se quedan con las caras en el piso, temblando.
HERODES: ¿Qué noticias me traen? ¿Encontraron al niño?
ESPIA1: Sí, sí.
ESPÍA 2: No, no.
HERODES: Entonces ¿qué? ¿Sí o no?
ESPIA1: Si, no.
ESPIA2: No, si.
HERODES: Hablen.
ESPIA 1: El niño debe estar en Belén.
HERODES: ¿Cómo lo sabes?
ESPÍA 2: Vimos entrar a estos extranjeros a la ciudad guiados por la estrella.
HERODES: ¿Y luego?

ESPIA 2 : Y luego desaparecieron.


ESPIA1: Como de magia.
ESPIA: Sí, se disolvieron en el aire.
HERODES: Idiotas. Nadie puede hacerse aire.
Estos extranjeros se burlaron de mí.
Les dije que regresen conmigo. ¡Malditos¡
Ustedes serán castigados por ineptos. ¡Fuera de aquí!
Los pisa.
Los espías se arrastran hacia atrás luego corren aullando como perros golpeados.

HERODES a su hijo, que estaba escudando: ¿Oíste esto?


HIJO: bostezando: Sí, padre,
HERDODES: ¿Qué hacemos ahora?
Si este niño llega a ser rey, pierdes tu trono.
HIJO: Entonces manda matarlo.
HERODES: ¿Y cómo? No sé dónde está.
HIJO: Fácil. Mata a todos los niños recién nacidos en Belén.
Uno de ellos va a ser ese niño peligroso.
HERODES: ¿Pero cómo?
HIJO: Escucha mi plan, Padre
Celebra mi cumpleaños en Belén e invita a todas las madres que han parido
últimamente niños masculinos Se van a sentir muy honradas por la invitación.
Y luego en plena fiesta, ya sabes.
Se ríe cuando ve la mirada de su padre.
HERODES: Buena idea. Se nota que eres de mi sangre.
Manda un contingente de soldados a Belén.
HIJO: Sí, Papa. Sale.

22. CUEVA- NOCHE- SUEÑO DE MARIA-ANGEL

JOSÉ – MARIA – ANGEL

Es de noche. La pareja duerme. El niño está tapado con la piel de oveja.


El buey y los dos asnos están alrededor del pesebre.
En la entrada aparece una figura luminosa: un ángel.
Entra, se sienta junto a la cabeza de Maria y habla suavemente.
27

GABRIEL: Maria, tu hijo está en peligro. Herodes quiere matarlo.


Tómalo y huyan a Egipto para que se cumpla la profecía:
“De Egipto llamé a mi Hijo.”
No pierdan tiempo. Ahí deben quedarse hasta Dios les avise.
El Ángel se va.

MARIA despierta y sacude a José: ¡José, José!


JOSÉ despierta: ¿Qué pasa?
MARIA: Tuve un sueño. Un ángel se me apareció.
JOSÉ: Otra vez un angel. ¿Y que dijo?
MARIA: Que Herodes está buscando al niño para matarlo.
Tenemos que huir.
JOSÉ: ¿A dónde?
MARIA: A Egipto
.
JOSÉ: ¿A Egipto? Pero eso es un camino muy largo.
Y además ahí no conozco a nadie.
Seremos como extranjeros en un país desconocido.
MARIA: No importa. Dios nos ayudará.
JOSÉ: Pero es plena noche.
MARIA: No podemos perder ningún tiempo.
JOSÉ: ¿Y por cuanto tiempo tenemos que quedarnos ahí?
MARIA: Hasta que Dios nos avise.
JOSÉ se levanta: Por lo menos tenemos el oro para pagar nuestros gastos
en Egipto por un tiempo. Porque quien sabe si voy a encontrar trabajo allá.
MARIA: Estamos en la mano de Dios.

Junta las cosas.

JOSÉ: Va ser mucho para un solo burro.


MARIA: Nos llevamos el otro asno también.
JOSÉ: ¿Qué va a decir el dueño?
MARIA: Le dejas algo del incienso como pago.

ASNO 2 mientras José le carga con los regalos de los Magos:


¿Me quieren levar? No conozco ese Egipto.
Nunca he salido de Belén.
ASNO 1: Es bueno para ti que salgas una vez de aquí y conozcas al mundo.
BUEY: Y a mí me dejan solo.
ASNO 2: Ni modo. Adiós, amigo.
Frota su cabeza contra la cabeza del buey.
BUEY: Bien, mucha suerte y buena hierba.
ASNO2: Quizás nunca mas nos volveremos a ver.
Gracias por tu compañía.

Maria jala al asno afuera.


José, María, el Niño, y los dos asnos desaparecen en la oscuridad)
...............................................................................................................
28

ABUELA: Esta era la historia de cómo nació el niño Jesús.


NIÑA: ¡Qué bonito cuento, abuelita! Muchas gracias.
Narrándome esta historia era el mejor regalo de navidad.
Mis padres nunca me cuentan un cuento,
sólo me ponen una película infantil.
Dicen que no tienen tiempo. Solo me regalan cosas y cosas.
¿Para qué tienen niños entonces?
Ahora sé de veras, por qué se festeja la Navidad.

ABUELA: Por tantas compras que la gente hace en estos días,


se olvidan de lo que están festejando.
Pero la Navidad no es solo para regalarse cosas,
sino también para darse tiempo y amor.
Para pensar en lo que significa aquella Luz
que bajó del cielo para iluminar la oscuridad del mundo.

Y ahora, vénganse niños, tómense todos de la mano.


Formemos un circulo de amor.

FIN

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