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Unidad 1

Análisis de la Comunicación

Descripción Densa:

Hacia Una teoría Interpretativa de la Cultura.

Susanne Langer observa que ciertas ideas estallan en el paisaje intelectual con una
tremenda fuerza. Resuelven tantos problemas fundamentales en un momento que también
parecen prometer que van a resolver todos los problemas fundamentales, clarificar todas las
cuestiones oscuras. La probamos en toda circunstancia, para toda finalidad, experimentamos
las posibles extensiones de su significación estricta, sus generalizaciones y derivaciones.

Solo unos pocos fanáticos en su intento de aplicarla universalmente, pero pensadores


menos impetuosos al cabo de un tiempo se ponen a considerar los problemas que la idea ha
generado. Tratan de aplicarla y hacerla extensible y desisten de hacerlo en aquellos en que la
idea no es aplicable ni puede extenderse. Pero ya no tiene aquel promisorio, grandioso alcance
de su aparente aplicación universal que antes tenía. La segunda ley de termodinámica o el
principio de la selección natural o el concepto de motivación inconsciente o la organización de
los medios de producción no lo explica todo y ni siquiera todo lo humano, explica algo, de
manera que nuestra atención se dirige a aislar sólo lo que es ese algo, a desembarazarnos de
una buena porción de seudociencia a la que, la idea también dio nacimiento.

Este esquema encaja en el concepto de cultura alrededor del cual nació toda la disciplina
de la antropología, la cual se preocupó cada vez más limitar, especificar, circunscribir y contener
el dominio de aquella. Con lo cual tienden a asegurar su constante importancia antes que a
socavarla. Preconizan un concepto de cultura más estrecho, especializado y, según imagino,
teóricamente más vigoroso que el de E. B. Tylor.

El pantano conceptual a que puede conducir el estilo pot-au-feu tyloriano de teorizar


sobre la cultura resulta palpable en lo que todavía es una de las mejores introducciones
generales a la antropología, Clyde Kluckhohn. Se las ingenia para definir a la cultura como: 1) “el
modo total de vida de un pueblo”, 2) “el legado social que el individuo adquiere de su grupo”,
3) una manera de pensar, sentir y creer”, 4) “una abstracción de la conducta”, 5) “una teoría del
antropólogo sobre la manera en que se conduce realmente un grupo de personas”, 6) “un
depósito de saber almacenado”, 7) “una serie de orientaciones estandarizadas frente a
problemas reiterados”, 8) “conducta aprendida”, 9) “un mecanismos de regulación normativo
de la conducta”, 10) “una serie de técnicas para adaptarse, tanto al ambiente exterior como a
los otros hombres”, 11) “”un precipitado de historia”. Frente a este género de dispersión teórica
cualquier concepto de cultura aun cuando sea más restringido y no enteramente estándar, que
por lo menos sea internamente coherente y que, ofrezca un argumento susceptible de ser
definido representa una mejora. El eclecticismo es contraproducente no porque haya
únicamente una dirección en la que resulta útil moverse, sino porque justamente hay muchas y
es necesario elegir entre ellas.

El concepto de cultura que propugno y cuya utilidad procuran demostrar los ensayos
que siguen es esencialmente un concepto semiótico. Creyendo en Max Weber que el hombre
es un animal inserto en tramas de significación que él mismo ha tejido, considero que la cultura
es esa urdimbre y que análisis de la cultura ha de ser, por lo tanto, no una ciencia experimental
en busca de leyes, sino una ciencia interpretativa en busca de significaciones.

El operacionalismo como dogma metodológico nunca tuvo mucho sentido por lo menos
en lo que se refiere a las ciencias sociales y, está en gran medida muerto en la actualidad. Pero,
así y todo, hizo un aporte importante que conserva cierta fuerza, independientemente de lo que
uno pueda pensar al tratar de definir el carisma o la alienación en términos operacionales: si
uno desea comprender lo que es una ciencia, en primer lugar, debería prestar atención, no a sus
teorías o a sus descubrimientos y ciertamente no a lo que los abogados de esa ciencia dicen
sobre ella, uno debe atender a lo que hacen los que la practican.

En antropología, lo que hacen los que la practican es etnografía. Y comprendiendo lo


que es la etnografía o más exactamente lo que es hacer etnografía se puede comenzar a captar
qué equivale el análisis antropológico como forma de conocimiento. Corresponde advertir
enseguida que ésta no es una cuestión de métodos. Hacer etnografía es establecer relaciones,
seleccionar a los informantes, transcribir textos, establecer genealogías, trazar mapas del área,
llevar un diario, etc. Pero no son estas actividades, estas técnicas y procedimientos lo que
definen la empresa. Lo que la define es cierto tipo de esfuerzo intelectual; una especulación
elaborada en términos de, para emplear el concepto de Gilbert Ryle, “descripción densa”.

Pero todo esto no es más que el comienzo. También aquí existe un código socialmente
establecido, y también aquí un mensaje. Pero ahora lo que flota en el aire es, no una
conspiración, sino el ridículo. Si los demás piensan que él realmente está haciendo una guiñada,
todo su proyecto fracasa por entero, aunque con diferentes resultados si los compañeros
piensan que está exhibiendo un tic. Las complejidades son posibles y prácticamente no tienen
fin, por lo menos lógicamente.

Pero la cuestión es que la diferencia entre lo que Ryle llama la “descripción superficial”
de lo que está haciendo el que ensaya ante el espejo, es decir, contrayendo rápidamente el ojo
derecho y la “descripción densa” de lo que está haciendo define el objeto de la etnografía: una
jerarquía estratificada de estructuras significativas atendiendo a las cuales se producen, se
perciben y se interpretan los tics, los guiños fingidos, las parodias, los ensayos de parodias y sin
las cuales no existirían, independientemente de lo que alguien hiciera o no con sus párpados.

Citado textualmente y de manera aislada como una nota metida en una botella, este
pasaje da una buena idea de cuantas cosas entran en la descripción etnográfica aun del tipo más
elemental, da una idea de cuán extraordinariamente “densa” es tal descripción. Nuestros datos
son realmente interpretaciones de interpretaciones de otras personas sobre lo que ellas y sus
compatriotas piensan y sienten. Sólo que lleva a una idea de la investigación antropológica que
la concibe más como una actividad de observación y menos como la actividad de interpretación
que en realidad es. Apoyándonos en la base fáctica, la roca firma de toda la empresa, ya desde
el comienzo nos hallamos explicando y, lo que es peor, explicando explicaciones.

El análisis consiste pues en desentrañar las estructuras de significación y en determinar


su campo social y su alcance. Ese trabajo de discernir comenzaría las tres diferentes estructuras
de interpretación que intervienen en la situación, copresencia de los tres elementos produjo
una situación en la cual es sistemático malentendido redujo la forma tradicional a una farsa
social. Lo que perjudicó a Choen y junto con él a todo el antiguo esquema de relaciones sociales
y económicas dentro del cual él se movía, fue confusión de lenguas.
La etnografía es descripción densa. Lo que en realidad encara el etnógrafo es una
multiplicidad de estructuras conceptuales complejas, muchas de las cuales están superpuestas
o enlazadas entre sí, estructuras que son al mismo tiempo extrañas, irregulares, no explícitas, y
a las cuales el etnógrafo debe ingeniarse de alguna manera, para captarlas primero y explicarlas
después. Y esto ocurre hasta en los niveles de trabajo más vulgares y rutinarios de su actividad:
entrevistar a informantes, observar ritos, establecer límites de propiedad, hacer censo de
casas… escribir su diario. Hacer etnografía es como tratar de leer (en el sentido de interpretar
un texto) un manuscrito extranjero, borroso, plagado de elipsis, de incoherencias, de
sospechosas enmiendas y de comentarios tendenciosos y además escrito, no en las grafías
convencionales de representación sonora, sino en ejemplos volátiles de conducta modelada.

La cultura, ese documento activo, es pues pública. Aunque contiene ideas, la cultura no
existe en la cabeza de alguien; aunque no es física, no es una entidad oculta. El interminable
debate en el seno de la antropología sobre si la cultura es “subjetiva” u “objetiva” junto con el
intercambio recíproco de insultos intelectuales que no lo acompaña, está por entero mal
planteado. Una vez que la conducta humana es vista como acción simbólica pierde sentido la
cuestión de saber si la cultura es conducta estructurada, o una estructura de la mente. En el caso
de un guiño burlesco o de in fingida correría para apoderarse de ovejas, aquello por lo que hay
que preguntar no es su condición ontológica. Eso es lo mismo que las rocas por un lado y los
sueños por el otro: son cosas de este mundo. Aquello por lo que hay que preguntar es por su
sentido y su valor.

Esto podrá parecer una verdadera evidente, pero hay numerosas maneras de
oscurecerla. Una de ellas es imaginar que la cultura es una realidad “superorgánica”, esto es
reificar la cultura. Ora manera es pretender que la cultura consiste en el craso esquema de la
conducta que observamos en los individuos de alguna comunidad identificable; esto es
reducirla. Pero aunque estas dos confusiones todavía subsisten e indudablemente subsistirán
siempre, la fuente principal del embrollo teórico que presenta la antropología contemporánea
es una concepción que se desarrolló como reacción a esas dos posturas y que ahora está
ampliamente sostenida; me refiero a la concepción, para citar a Ward Goodenough, quizá su
principal expositor, según la cual “la cultura en el entendimiento y en el corazón de los
hombres”.

Etnografía, análisis componencial o antropológico cognitiva, esta escuela sostiene que


la cultura está compuesta de estructuras psicológicas mediante las cuales los individuos o grupos
de individuos guían su conducta. “Consiste en lo que uno debe conocer o creer a fin de obrar de
una manera aceptable para sus miembros”. Y partiendo de este concepto de lo que es la cultura
resulta una concepción, la exposición de reglas sistemáticas, una especia de algoritmia
etnográfica que, de ser seguida, haría posible obrar, como, por un nativo. De esta manera, un
subjetivismo extremado se vincula con un formalismo extremado, y el resultado no ha de
sorprender: un violento debate sobre si los análisis particulares.

La cultura es pública porque la significación lo es. La falacia cognitivista de que la cultura


consiste en “fenómenos mentales que pueden ser analizados mediante métodos formales
semejantes a los de la matemática y la lógica, es tan demoledora para un uso efectivo del
concepto de cultura como lo son las falacias del conductismo y del idealismo de las cuales el
cognitivismo es una corrección mal pergeñada.

La crítica generalizada de las teorías personales de la significación constituye ya una


parte tan importante del pensamiento moderno que no necesitamos exponerla aquí una vez
más. Lo que se impone es darse cuenta de que el fenómeno alcanza a la antropología, y
especialmente advertir que decir que la cultura consiste en estructuras de significación
socialmente establecidas en virtud de las cuales la gente hace cosas tales como señales de
conspiración y se adhiere a éstas, o percibe insultos y contesta a ellos no es lo mismo que decir
que se trata de un fenómeno psicológico. Lo que en lugar como Marruecos nos impide a quienes
nos hemos criado haciendo señas captar la significación de las señas de otros no es tanto
ignorancia de cómo opera el proceso de conocimiento, como falta de familiaridad con el
universo imaginativo en el cual los actos de esas gentes son signos.

“Decimos de algunas personas que son transparentes para nosotros. Sin embargo,
tocante a esta observación, es importante tener en cuenta que un ser humano puede ser un
enigma completo para otro. Nos damos cuenta de esto cuando vamos a un país extranjero de
tradiciones completamente extrañas para nosotros, y, lo que, es más, aun teniendo dominio de
la lengua del país. No comprendemos a la gente. No podemos sentimos cómodos con ellas.”

Como experiencia personal la investigación etnográfica consiste en lanzarnos a una


desalentadora aventura cuyo éxito sólo se vislumbra a lo lejos; tratar de formular las bases en
que uno imagina, siempre con excesos, haber encontrado apoyo, es aquello en que consiste el
escrito antropológico como empeño científico. No tratamos de convertirnos en nativos o de
imitar a los nativos. Conversar con ellos, es una cuestión bastante más difícil de lo que
generalmente se reconoce.

Considerada la cuestión de esta manera, la finalidad de la antropología consiste en


ampliar el universo del discurso humano. No es ésta su única finalidad, también aspira a la
instrucción, al entretenimiento, al consejo práctico, al progreso moral y a descubrir el orden
natural de la conducta humana; y no es la antropología la única disciplina que persigue esta
finalidad. Pero se trata de una meta a la que se ajusta peculiarmente bien el concepto semiótico
de cultura. entendida como sistemas de interacción de signos interpretables, la cultura no es
una entidad, atribuirse de manera causal acontecimientos sociales, modos de conducta, la
cultura es un contexto dentro del cual pueden describirse todos esos fenómenos de manera
inteligible, es decir, densa.

Comprender la cultura de un pueblo supone captar su carácter normal sin reducir su


particularidad. Dicha comprensión los hace accesibles los coloca en el marco de sus propias
trivialidades y disipa su opacidad.

Es esta maniobra, a la que suele designarse demasiado superficialmente como “ver las
cosas desde el punto de vista del actor”. Nada es más necesario para comprender lo que es la
interacción antropológica y hasta qué punto es interpretación que una compresión exacta de lo
que significa afirmar que nuestras formulaciones sobre sistemas simbólicos de otros pueblos
deben orientarse en función del actor.

Lo cual significa que las descripciones de la Cultura de beréberes, judíos o franceses


deben encararse atendiendo a los valores que imaginamos que beréberes, judíos o franceses
asignan a las cosas, atendiendo a las fórmulas que ellos usan para definir lo que les sucede. Lo
que no significa es que tales descripciones sean ellas mismas beréberes, judíos o franceses, parte
de la realidad que están describiendo; son antropológicas pues son parte de un sistema en
desarrollo de análisis científico. Deben elaborarse atendiendo a las interpretaciones que hacen
de su experiencia personas pertenecientes a un grupo particular, porque son descripciones,
según ellas mismas declaran, de tales interpretaciones, y son antropológicas porque son en
verdad antropólogos quienes las elaboran. Comenzaos con nuestras propias interpretaciones
de lo que nuestros informantes son o piensan que son y luego las sistematizamos, la línea que
separa la cultura como hecho natural y la cultura como entidad teórica tiende a borrarse; y tanto
más si la última es presentada en la forma de una descripción, desde el punto de vista del actor,
de las concepciones de todas las cosas, desde la violencia, el honor, la dignidad y la justicia hasta
la tribu, la propiedad, el padrinazgo y la jefatura.

Los escritos antropológicos son ellos mismo interpretaciones y por añadidura


interpretaciones de segundo y tercer orden. De manera que son ficciones; ficciones en el sentido
de que son lo “hecho”, algo “formado”, “compuesto”, no necesariamente falsas o inefectivas o
meros experimentos mentales de “como sí”.

Los antropólogos no siempre tuvieron conciencia de este hecho: de que, si bien la


cultura existe en aquel puesto comercial, en el fuerte de la montaña o en la correría para robar
ovejas, la antropología existe en el libro, en el artículo, en la conferencia, en la exposición del
museo y hoy en día a veces en la película cinematográfica. Darse cuenta de esto significa
comprender que la línea que separa modo de representación y contenido sustantivo no puede
trazarse en el análisis cultural como no puede hacérselo en pintura; y ese hecho a su vez parece
amenazar la condición objetiva del conocimiento antropológico al sugerir que la fuente de éste
es, no la realidad social, sino el artificio erudito.

La amenaza, pero se trata de una amenaza superficial. El derecho de la relación


etnográfica a que se le preste atención no depende de la habilidad que tenga su autor para
recoger hechos primitivos en remotos lugares y llevarlos a su país, como si fueran una máscara
o una escultura exótica, sino que depende del grado en que ese autor sea capaz de clarificar lo
que ocurre en tales lugares, de reducir el enigma. Esto plantea varios problemas serios de
verificación, o si la palabra “verificación” es demasiado fuerte para una ciencia tan blanda, Pero
está precisamente la virtud de la etnografía. Ésta es descripción densa y los etnógrafos son los
que hacen las descripciones, luego la cuestión fundamental en todo ejemplo dado en la
descripción, es la de saber si la descripción distingue los guiños de los tics y los guiños verdaderos
de los guiños fingidos. Debemos medir la validez de nuestras explicaciones, no atendiendo a un
cuerpo de datos no interpretados y a descripciones radicalmente tenues y superficiales, sino
atendiendo al poder de la imaginación científica para ponernos en contacto con la vida de gentes
extrañas.

Hay que atender a la conducta y hacerlo con cierto rigor porque es en el fluir de la
conducta donde las formas culturales encuentran articulación. La encuentran también, por
supuesto, en diversas clases de artefactos y en diversos estados de conciencia; pero éstos
cobran su significación del papel que desempeñan en una estructura operante de vida, y no de
las relaciones intrínsecas que puedan guardar entre sí. Cualesquiera que sean los sistemas
simbólicos en sus propios términos, tenemos acceso empírico a ellos escrutando los hechos, y
no disponiendo entidades abstractas en esquemas unificados.

Otra implicación de esto es la de que la coherencia no puede ser la principal prueba de


validez de una descripción cultural. Los sistemas culturales deben poseer un mínimo grado de
coherencia, pues de otra manera no los llamaríamos sistemas, y la observación muestra que
normalmente tienen bastante coherencia. La fuerza de nuestras interpretaciones no puede
estribar, en la tenacidad con que las interpretaciones se articulan firmemente o en la seguridad
con que se las expone.

Si la interpretación antropológica es realizar una lectura de lo que ocurre, divorciarla de


lo que ocurre es divorciarla de sus aplicaciones y hacerla vacua. Una buena interpretación de
cualquier cosa nos lleva a la médula misma de lo que es la interpretación. Cuando ésta no lo
hace así, sino que nos conduce dicha interpretación podrá tener sus encantos, pero nada tiene
que ver con la tarea que debía realizar: desentrañar lo que significa todo ese enredo de las
ovejas.

Pero lo importante aquí no es describir lo que ocurría o no ocurría en Marruecos. Lo


importante es demostrar en qué consiste una pieza de interpretación antropológica: en trazar
la curva de un discurso social y fijarlo en una forma susceptible de ser examinada.

El etnógrafo “inscribe” discursos sociales, los pone por escrito, los redacta. Al hacerlo,
se aparta del hecho pasajero que existe sólo en el momento en que se da y pasa a una relación
de ese hecho existe en sus inscripciones y que puede volver a ser consultada.

“No el hecho de hablar, sino lo dicho en el hablar, y entendemos por lo dicho en el hablar
esa exteriorización intencional constitutiva de la finalidad del discurso gracias a la cual el sagen
tiende a convertirse en Aussage, en enunciación, en lo enunciado. En suma, lo que escribimos
es el monema del hablar. Se trata de la significación del evento de habla, no del hecho como
hecho”.

Con esto no queda todo dicho, pues si los filósofos de Oxford recurren a cuentitos, los
fenomenólogos recurren a grandes proposiciones; pero esto de todas maneras nos lleva a una
respuesta más precisa de nuestra pregunta inicial”. El etnógrafo escribe. Tampoco éste parece
un descubrimiento muy notable, y para algunos familiarizados con la actual bibliografía será
poco plausible.

De manera que la descripción etnográfica presenta tres rasgos característicos: es


interpretativa, lo que interpreta es el flujo del discurso social y la interpretación consiste en
tratar de rescatar “lo dicho” en ese discurso de sus ocasiones perecederas y fijarlo en términos
susceptibles de consulta.

Esto no quiere decir que no haya interpretaciones antropológicas en gran escala de


sociedades enteras, de civilizaciones, de acontecimientos mundiales, etc. En realidad, en esa
extensión de nuestros análisis a contextos más amplios, lo que, junto con sus implicaciones
teóricas, los recomienda a la atención general y lo que justifica que los elaboremos. La historia
puede tener sus puntos culminantes y decisivos, “grandes ruidos en una pequeña habitación”,
pero aquel pequeño episodio no era uno de esos momentos.

Quiere decir simplemente que el antropólogo de manera característica aborda esas


interpretaciones más amplias y hace esos análisis abstractos partiendo de los conocimientos
extraordinariamente abundantes que tiene de cuestiones extremadamente pequeñas. Para una
ciencia nacida en tribus indias, en las islas del Pacífico y en las comunidades africanas y que luego
se sintió animada por mayores ambiciones, éste ha llegado a ser un importante problema
metodológico, un problema que por lo general fue mal manejado. Los modelos que los
antropólogos elaboraron para justificar su paso desde las verdades locales a las visiones
generales fueron en verdad los responsables de socavar toda la empresa antropológica en
mayor medida que todo cuanto fueron capaces de urdir sus críticos: los sociólogos obsesionados
con nuestros, los psicólogos con medidas o los economistas con agregados.

De estos modelos, los dos principales fueron: el de Jonesville como modelo


“microcósmico” de los Estados Unidos, y el de la isla de Pascua como caso de prueba y modelo
de “experimento natural”.
La idea de que uno puede hallar esencia de sociedades nacionales, de civilizaciones, de
grandes religiones en las llamadas pequeñas ciudades y aldeas “típicas” es palpablemente un
disparate. Los antropólogos no estudias aldeas estudian en aldeas.

El concepto de “laboratorio natural” ha sido igualmente pernicioso, no sólo porque la


analogía es falsa, sino porque conduce a la creencia de que los datos procedentes de los estudios
etnográficos son más puros o más importantes o más sólidos o menos condicionados que los
datos derivados de otras clases de indagación social. La gran variación natural de las formas
culturales es, desde luego el gran recurso de la antropología, pero también es el terreno de su
más profundo dilema teórico.

Otra particularidad es ésta: la razón de que prolijas descripciones de remotas


incursiones para robar ovejas tengan importancia general es la de que dichas descripciones
presentan a espíritu sociológico material concreto con que alimentarse. Lo importante de las
conclusiones del antropólogo es su complejo carácter específico y circunstanciado. Esta clase de
material producido en largos plazos y en estudios principalmente, es lo que puede dar a los
megaconceptos con los que se debaten las ciencias sociales contemporáneas esa clase de
actualidad sensata que hace posible concebirla no sólo de manera realista y concreta sino, lo
que es más importante, pensar creativa e imaginativamente con ellos.

El problema metodológico que presenta la naturaleza microscópica de la etnografía es


real y de peso. Pero no es un problema que pueda resolverse mirando una remota localidad
como si fuera el mundo metido en una taza de té o el equivalente sociológico de una cámara de
niebla. Ha de resolverse comprendiendo que las acciones sociales comentarios sobre algo más
que ellas mismas.

Y esto nos lleva por fin considerar la teoría. El vicio dominante de los enfoques
interpretativos de cualquier cosa consiste en que tales enfoques tienden a resistir la articulación
conceptual y a escapar así a los modos sistemáticos de evaluación. Uno capta una interpretación
o no la capta, comprende su argumento o no lo comprende, lo acepta o no lo acepta. Todo
intento de formular la interpretación en términos que no sean los suyos propios es considerado
una parodia o, para decirlo con la expresión más severa que usan los antropólogos para designar
el abuso moral, como un intento etnocéntrico.

No hay razón alguna para que la estructura conceptual de una interpretación sea menos
formulable y por lo tanto menos susceptible de sujetarse a cánones explícitos de validación que
la de una observación biológica o la de un experimento físico, salvo la razón de que los términos
en que puedan hacerse esas formulaciones, son casi inexistentes.

Hay que admitir que existe una serie de características de la interpretación cultural que
hacen el desarrollo teórico mucho más difícil de lo que suele ser en otras disciplinas. La primera
característica es la necesidad de que la teoría permanezca más cerca del terreno estudiado de
lo que permanece en el caso de ciencias más capaces de entregarse a la abstracción imaginativa.
Todo el quid de un enfoque semiótico de la cultura es ayudarnos a lograr acceso al mundo
conceptual en el cual viven nuestros sujetos. La tensión entre la presión de esta necesidad de
penetrar en un universo no familiar de acción simbólica y las exigencias de progreso técnico en
la teoría de la cultura, entre la necesidad de aprehender y la necesidad de analizar es, en
consecuencia, muy grande y esencialmente inevitable. Cuanto más se desarrolla la teoría más
profunda se hace la tensión. Esta es la primera condición de la teoría cultural: no es dueña de sí
misma. Las generalidades a las que logra llegar se deben a la delicadeza de sus distinciones, no
a la fuerza de sus abstracciones.
Y de esto se sigue una peculiaridad en la manera en que crece nuestro conocimiento de
la cultura… de las culturas… de una cultura… crece a chorros, a saltos. En lugar de seguir una
curva ascendente de comprobaciones acumuladas, el análisis cultural se desarrolla según una
secuencia discontinua pero coherente de despegues cada vez más audaces. Los estudios se
realizan sobre otros estudios, sino en el sentido de que, con mejor información y
conceptualización, los nuevos estudios se sumergen más profundamente en las mismas
cuestiones. Todo análisis cultural serio parte de un nuevo comienzo y termina en el punto al que
logra llegar antes de que se le agote su impulso intelectual. Un estudio antropológico representa
un progreso si es más incisivo que aquellos que lo precedieron; pero el nuevo estudio no se
apoya masivamente sobre los anteriores a los que desafía, sino que se mueve paralelamente a
ellos.

Las grandes contribuciones teóricas están no sólo en estudios específicos, sino que son
difíciles de separar de tales estudios para integrarlas en algo que pudiera llamarse “teoría de la
cultura” como tal. Las formulaciones teóricas se ciernen muy bajo sobre las interpretaciones que
rigen, de manera que separadas de éstas no tienen mucho sentido ni gran interés. Y esto es así
porque enunciadas independientemente de sus aplicaciones, parecen vacías o perogrulladas.
Puede uno adoptar una línea de ataque teórico desarrollada en el ejercicio de una interpretación
etnográfica y emplearla en otra, procurando lograr mayor precisión y amplitud; pero uno no
puede escribir una Teoría General de la Interpretación Cultural.

Generalizar dentro de casos particulares se llama generalmente, por lo menos en


medicina y en psicología profunda, inferencia clínica. En lugar de comenzar con una serie de
observaciones e intentar incluirlas bajo el dominio de una ley, esa inferencia comienza con una
serie de significantes e intenta situarlos dentro de un marco inteligible. En el estudio de la cultura
los significantes no son síntomas o haces de síntomas, sino que son actos simbólicos o haces de
actos simbólicos, y aquí la meta es, no la terapia, sino el análisis del discurso social. Pero la
manera en que se usa la teoría es el mismo.

Así llegamos a la segunda condición de la teoría cultural: por lo menos en el sentido


estricto del término, esta teoría no es predictiva. Quien pronuncia un diagrama nóstico no
predice el sarampión; simplemente manifiesta que alguien tiene sarampión o que a lo sumo
anticipa que es probable que a breve plazo alguien lo adquiera. Pero esta limitación, ha sido en
general mal interpretada y además exagerada porque se la tomó como que significaba que la
interpretación cultural es meramente post facto; primero hacemos los agujeros en la cerca y
luego alrededor de ellos pintamos el blanco de tiro.

Verdad es que, en el estilo clínico de la formulación teórica, la conceptualización se


endereza a la tarea de generar interpretaciones de hechos que ya están a mano, no a proyectar
resultados de manipulaciones experimentales o a deducir estados futuros de un determinado
sistema. Pero eso no significa que la teoría tenga que ajustarse a solamente realidades pasadas,
también debe contemplar realidades futuras. Si bien uno comienza toda descripción densa
partiendo de un estado de general desconocimiento sobre los fenómenos observados y tratando
de orientarse uno mismo, no se inicia el trabajo con las manos intelectualmente, las ideas se
adoptan de otros estudios afines y, se las aplica a nuevos problemas de interpretación. Si dichas
ideas dejan de ser útiles ante tales problemas, cesan de ser empleadas y quedan más o menos
abandonadas. Si continúan siendo útiles y arrojando nueva luz, se las continúa elaborando y se
continúa usándolas.
Semejante concesión de la manera en que funciona la teoría en una ciencia
interpretativa sugiere que la distinción que se da en las ciencias experimentales o de
observación entre descripción y explicación, se da en nuestro caso como una distinción aún más
relativa entre la inscripción y especificación, lo más explícitamente que podamos, lo que el
conocimiento así alcanzado muestra sobre la sociedad al que se refiere y, sobre la vida social
como tal. Nuestra doble tarea consiste en descubrir las estructuras conceptuales que informan
los actos de nuestros sujetos, lo dicho del discurso social, y en construir un sistema de análisis
en cuyos términos aquello que es genérico de esas estructuras, aquello que pertenece a ellas
porque son lo que son, se destaque y permanezca frente a los otros factores determinantes de
la conducta humana. En etnografía, la función de la teoría es suministrar un vocabulario en el
cual pueda expresarse lo que la acción simbólica tiene que decir sobre sí misma, sobre el papel
de la cultura en la vida humana.

Un conjunto de conceptos y de sistemas muy generales y académicos está entretejido


en el cuerpo etnográfico de descripción densa con la esperanza de hacer científicamente
elocuentes meras ocurrencias aisladas. La meta es llegar a grandes conclusiones partiendo de
hechos pequeños, pero de contextura muy densa, prestar apoyo a enunciaciones generales
sobre el papel de la cultura en la construcción de la vida colectiva relacionándolas exactamente
con hechos específicos y complejos.

“Nota metida en una botella” es algo más que una pintura de los marcos de significación
dentro de los cuales actúan mercaderes judíos, guerreros beréberes y procónsules franceses, y
hasta algo más que una pintura de sus recíprocas interferencias. Es un argumento en favor de la
idea de que reelaborar el esquema de relaciones sociales es reacomodar las coordenadas del
mundo experimentado. Las formas de sociedad son la sustancia de la cultura.

El análisis cultural es intrínsecamente incompleto. Cuanto más profundamente se lo


realiza menos completo es. Es ésta una extraña ciencia cuyas afirmaciones más convincentes
son las que descansas sobre bases más trémulas, de suerte que estudiar la materia que s tiene
entre manos es intensificar las sospechas de que uno no está encarando bien las cosas. Pero
está circunstancia es lo que significa ser un etnógrafo de importunar a personas sutiles con
preguntas obtusas.

Uno puede escapar a esta situación de varias maneras: convirtiendo la cultura en folklore y
colectándolo, convirtiéndola en rasgos y contándolos, convirtiéndola en instituciones y
clasificándolas, o reduciéndola a estructuras y jugando con ellas. Lo cierto es que abrazar un
concepto semiótico de cultura y un enfoque interpretativo de su estudio significa abrazar una
concepción de las enunciaciones etnográficas, para decirlo con una frase ahora famosa de W.B.
Gallie, “esencialmente discutible”. La antropología, o por lo menos la antropología
interpretativa, es una ciencia cuyo progreso se caracteriza menos por un perfeccionamiento del
consenso que por el refinamiento del debate. Lo que en ella sale mejor es la precisión con que
nos vejamos unos a otros.

Esto es muy difícil de ver cuando nuestra atención está monopolizada por una sola parte
de la argumentación. La significación, evasiva y mal definida seudo-entidad que antes muy
contentos abandonábamos a los filósofos y a los críticos literarios para que frangollaran con ella,
ha retornado ahora al centro de nuestra disciplina.

Mi propia posición fue siempre tratar de resistirme al subjetivismo, por un lado, y al


cabalismo mágico, por otro, tratar de mantener el análisis de las formas simbólicas lo más
estrechamente ligado a los hechos sociales concretos, al mundo público de la vida común y
tratar de organizar el análisis de manera tal que las conexiones entre formulaciones teóricas e
interpretaciones no quedarán oscurecidas con apelaciones a ciencias oscuras. Nunca me
impresionó el argumento de que como la objetividad completa es imposible en estas materias,
lo mismo que decir que, como es imposible un ambiente perfectamente aséptico, bien podrían
practicarse operaciones quirúrgicas en una cloaca. Por otro lado, han impresionado las
pretensiones de la lingüística estructural, de la ingeniería computacional o de alguna otra forma
avanzada de pensamiento que pretenda hacernos comprender a los hombres sin conocerlos.
Nada podrá desacreditar más rápidamente un enfoque semiótico de la cultura que permitirle
que se desplace hacia una combinación de intuicionismo y de alquimia.
La investigación en Comunicación y el Método Científico

Como señalan Wimmer y Diminick existen dos pasepctos que el investigador


principiante debe aprender a discernir: el “cómo” y el “cuándo” utilizar métodos de
investigación empírica. La ciencia no es, entendida sólo como una actividad intelectual
autosubsistente sino como un campo en el que juegan fuerzas poderosas que nos dan forma a
nosotros y a nuestros y a nuestro mundo, para comprenderla en un contexto más amplio,
sociocultural e histórico, es precisa entender, como se hace ciencia y cuáles son sus
procedimientos.

Características De La Investigación Científica

La investigación científica suele ser definida, como una indagación sistemática,


controlada, práctica y crítica sobre proposiciones hipotéticas acerca de la relación supuesta
entre fenómenos. La investigación comienza con la formulación de preguntas o con la
aseveración de proposiciones sobre determinados fenómenos. La dificultad mayor reside en
elegir un método de recolección de información que sea apropiado para las preguntas
realizadas.

Kerlinger, al examinar lo que denomina “métodos de saber” para el logro de respuestas


a las preguntas iniciales, menciona a los métodos de la tenacidad, la intuición, la autoridad y la
ciencia.

➢ Al método de la tenacidad subyace la idea de que algo es verdad porque siempre lo ha


sido.
➢ El método de la intuición, se caracteriza por asumir que algo es cierto porque es
evidente por sí mismo.
➢ El método de la autoridad, hace depender la verdad de una proposición de lo
establecido por alguna fuente autorizada.
➢ El método científico, en cambio, genera conocimiento, a través de una serie de pasos,
y procede por ensayo y error. En comunicación los estudiosos hallaron que las ideas
iniciales sobre los efectos fuertes de los medios, soportadas por supuestos conductistas
generales, eran insuficientes pues el comportamiento y la mentalidad de las personas
cambian por la incidencia de variables que incluye, a la comunicación interpersonal.

Etapas Del Proceso De Investigación

Para realizar una investigación científica, siguen un proceso pautado en diferentes


etapas:

➢ Selección de un problema.
➢ Revisión de los antecedentes de investigación en estudios similares.
➢ Generación de hipótesis o preguntas de investigación.
➢ Selección de la metodología cuantitativa y/o cualitativa en el marco del diseño de
investigación.
➢ Recolección de datos.
➢ Análisis e interpretación de los mismos.
➢ Presentación de los resultados.

La etapa o paso 2, “revisión de los antecedentes de investigación es optativo en el sector


académico, dado que una empresa suele realizar un estudio que versa sobre un
problema único y específico de carácter prospectivo para conocer.

La etapa o paso 4 supone la reflexión acerca de qué lógica de la investigación conviene


seguir, si la cuantitativa, la cualitativa o bien sí, en diferentes momentos de la investigación, se
recurrirá a ambas.

Objetivismo y Subjetivismo

Las diversas perspectivas de investigación confrontadas y que atraviesan el dominio de


la Comunicación, pueden ser clasificadas dentro de la conocida oposición objetivismo vs
subjetivismo. Dicha oposición, de acuerdo con Bourdieu, la más fundamental y ruinosa. La
oposición es extrema, para el objetivismo, la práctica científica debe, tratar de los hechos
sociales como cosas, lo cual supone una ruptura con el sentido común. Por parte, el subjetivismo
concibe la práctica científica como una continuidad de aquél, limitando los fenómenos sociales
a las interpretaciones que de ellos hacen los actores sociales.

Puede decirse que en las ciencias sociales han prevalecido dos grandes perspectivas
teóricas: 1- El objetivo, 2- El subjetivismo que, suelen asociarse la primera con el positivismo y
la segunda con la sociología fenomenológica. El positivismo vio su origen en los aportes de
Comte y Durkheim. Se asienta sobre la concepción de que el conocimiento científico obedece a
un monismo metodológico, y que las ciencias sociales, al igual que las naturales, deben buscar
las causas de los fenómenos independiente de los estados subjetivos de los individuos. La
perspectiva denominada fenomenológica, cuyos representantes más conspicuos son Schutz y
Garfinkel, supone la consideración de la experiencia subjetiva como base del conocimiento, el
estudio de los fenómenos desde la perspectiva de los sujetos y un interés particular por conocer
cómo las personas experimentan e interpretan el mundo social que se considera que
construyen.

Se trata de trascender el pensamiento dicotómico lo cual supone, entre sus


implicaciones y en el caso de la teorización: científico-social, un rechazo no sólo de un enfoque
objetivamente, sino que, también entraña recursar de plano la posibilidad de un retorno al
sujeto, considerando tal reviva, como una clara regresión en el sentido de un retorno a la visión
propia de un intuicionismo fenomenológico de lo social. Lo que se denomina realidad y
objetividad son constituidas en y por la práctica. Aún cuando “la ciencia debe ser entendida
como estructura por diferentes factores desde una perspectiva histórico ontológica, la
investigación científica; aparece como un elemento de nuestro hacer global”. El poner en
cuestión la dicotomía sujeto/objeto el evitar considerarla como pre – dada, es un aspecto de
central importancia desde que permite pensar la actividad científica como un tipo de práctica.
Interpretación y Prácticas

Dilthey de tratar a las ciencias humanas como hermenéuticas más que como empíricas,
constituye el marco necesario para comprender el conocimiento científico como práctica.

Dreyfus, habla de un holismo de las prácticas, que si bien admite que la compresión
práctica supone hipótesis y creencias explícitas, estema que éstas sólo pueden ser significativas
en un contexto específico y contra un trasfondo de prácticas compartidas. Lo único que nos
queda por hacer es dar una interpretación la interpretación ya presente en las prácticas.

La distinción de una naturaleza claramente diferenciada de holismo, lleva a Dreyfus a


reelaborar una nueva ruptura entre ciencias naturales y sociales. Asumiendo el carácter teórico
del holismo de las ciencias naturales y el carácter dependiente del holismo práctico de las
ciencias sociales. Ambas ciencias son deudoras de similares prácticas de trasfondo pero ¿????,
no necesita tomar en cuenta esta prácticas como objeto de investigación mientras que sí deben
hacerlo las ciencias sociales. Deben tomar en cuenta las actividades humanas que hacen posible
sus propias disciplinas, su carácter difuso hace que estas prácticas de trasfondo sean refractarias
a todo análisis. Por otra parte, si se las ignora, estas prácticas se manifiestan en la forma de
escuelas rivales que reclaman la atención de aspecto que otras desdeñan impidiendo así la
conformación de ciencia normal alguna.

Una crítica del enfoque anterior es la realizada por Rouse cuando argumenta que: a) el
interés del científico por entender su objeto de estudio lo lleva, por lo mismo, a estar
deliberadamente interesado en sus propias prácticas de investigación; b) la noción de ciencias
naturales está sostenida en su propia manera de concebir la teoría – “la teoría debe ser
formulable completamente, independiente de sus aplicaciones a casos particulares y debe ser
sistemática”. Interpretar no es formular hipótesis sobre el mundo, la interpretación cumple una
función performativa del mundo. En el holismo teórico la teoría total es un campo de enunciados
que puede ser tratado atemporalmente. En el holismo de las prácticas, la totalidad contiene
fundamentalmente prácticas, el lenguaje entre ellas. En este sentido, la interpretación del
mundo sólo se elucida por la interpretación de nuestras prácticas.

No se trata de que no haya un conocimiento universal, sino que éste está anclado en el
conocer – como – local. Rouse concibe el conocimiento científico como local en tanto encarnado
en prácticas que no son plausibles de ser fijadas completamente en teorías y reglas libres de
contextos para su aplicación. Los fenómenos mismos son usualmente manufacturados, aislados
y manipulados dentro del laboratorio. A los procedimientos de descontextualización y/o
generalización de estos resultados, Rouse los denomina de estandarización de los problemas
instrumentos, y resultados científicos.

Por otra parte, la compresión reflexiva de las prácticas locales que devela la inserción de
las mismas en un holismo de las prácticas es ontológica. La compresión ontológica es así reflexiva
y de ese modo problematiza la irreductibilidad de las construcciones locales. En ese
problematizar se devela el holismo hermenéutico o de las prácticas el cual se muestra en su
carácter histórico y social.
Vocabulario Filosófico Mínimo Para Comprender La Investigación Científico.

Es por ello que una serie de términos deben ser precisados:

➢ Los supuestos ontológicos conciernen a cuestiones entorno a la naturaleza de la


realidad, por ejemplo: ¿qué se entiende por realidad? ¿qué cuenta como evidencia?
➢ Los supuestos epistemológicos conciernen al origen y naturaleza del conocimiento.
➢ La lógica se ocupa de los principios de demostración y verificación.
➢ Finalmente, los problemas teleológicos incluyen tópicos tales.

Las respuestas a estas cuestiones caracterizan lo que se conoce como los postulados de
los paradigmas de investigación, vigentes en un campo científico. La relación entre
métodos, tradiciones, postulados y paradigmas es compleja. Puede decirse que un
paradigma, provee de un amplio marco -una visión del mundo- en relación con el cual
la investigación tiene lugar. Los postulados son supuestos individuales que son
estipulados como verdades. Una tradición consiste, en supuestos de trabajo
semejantes, adoptados por los investigadores que aceptan los postulados de un
paradigma. Por otra parte, en relación con la tradición, los métodos de investigación,
son muchos y variados. Los métodos participan de algunos puntos específicos y de una
orientación general dentro de una tradición.

Debido a las diferencias que generalmente se asocian a las perspectivas propias del
objetivismo y del subjetivismo las investigaciones enroladas en una u otra suelen recurrir a
enfoques metodológicos cuantitativos o cualitativos, respectivamente.

Perspectiva Cuantitativa – Positivista

A esta perspectiva se la denomina positivista, científico-racionalista o científico-


tecnológica.

Las características más salientes derivadas de la concepción positivista para las ciencias
sociales, son las siguientes:

➢ Supone un concepto de realidad como dada pasible de ser fragmentada para su estudio.
➢ Aspira a un conocimiento sistemático, comprobable y comparable, medible y replicable.
Limita el objeto de estudio a los fenómenos observables y potencialmente medibles.
➢ Tiende, fundamentalmente, a la búsqueda de eficacia en la investigación y al incremento
del conocimiento, al que concibe como acumulativo.
➢ Utiliza métodos cuantitativos. En cuanto a los procedimientos recurre al control
experimental, a la observación sistemática del comportamiento humano y a la
determinación de la correlación entre las variables en estudio.
➢ La lógica del proceso de investigación importa fases o etapas que deben cumplirse de
modo lineal.
➢ Se interesa por la generación de los resultados.
➢ El estudio debe ser independiente, el acercamiento a la realidad debe ser objetivo, el
acercamiento a la realidad debe ser objetivo, el investigador debe limitarse a los hechos,
no deben mediar interpretaciones de los mismos. “Los proyectos de investigación no
siempre arrojan los resultados esperados, pero lo que se mantiene son los hechos
mientras que las expectativas desaparecen. Es el tema de estudio, y no el científico, el
que progresa en su conocimiento.

Perspectiva Cualitativa – Fenomenológica.

Surge en los campos de la sociología y la antropología, se relaciona con perspectivas


teóricas tales como la sociología fenomenológica y el interaccionismo simbólico, y ha sido visto
como una alternativa a la perspectiva positivista. Responde a los supuestos de lo que suele
denominarse, de modo muy general, paradigma fenomenológico el cual pone el acento en la
descripción y análisis cualitativos de los fenómenos sociales.

➢ La realidad social está constituida por los significados, símbolos e interpretaciones que
los sujetos construyen en su interacción con otros actores y con el mundo social. El
objeto de estudio se entiende como una totalidad que no puede ser fragmentada.
➢ Se pretenden establecer los patrones o reglas de intercambio que subyacen a los
fenómenos sociales y en diferentes contextos.
➢ Se interesa por comprender las prácticas sociales y acceder a las mismas a través de la
observación de la interacción de los sujetos en el contexto natural donde se producen.
➢ De lo dicho se desprende que el investigador no se sitúa frente a, sino que interacciona
con, su objeto de estudio.
➢ Persigue lo que considera una descripción rigurosa de la realidad social, privilegia
profundizar en una situación dada antes que generalizar sus resultados.
➢ En el mejor de los casos, aboga por un pluralismo metodológico que aborda las
diferentes dimensiones de lo social.
➢ El proceso de investigación sigue una lógica circular, se parte de una experiencia que se
trata de interpretar en su contexto, para luego avanzar en la construcción conceptos.

¿Pluralismo Cognitivo y/o Metodológico?

De lo expresado se refiere que no se ha llegado a un acuerdo unánime sobre la existencia


de un método científico, se piensa en un pluralismo cognitivo el cual implicaría la aceptación de
la multidimensionalidad de los fenómenos sociales la cual incluiría las cuestiones atinentes al
significado y, la renuncia a la pretensión de un único método para su abordaje. Por lo tanto, el
pluralismo cognitivo supone un pluralismo metodológico que diversifica los modos de
aproximación, descubrimiento y justificación en atención a la faceta o dimensión de la realidad
social que se estudia.

De acuerdo con Beltrán, las ciencias sociales pueden utilizar el método cuantitativo en
función de aquellas dimensiones del objeto que así lo exijan, cuando la cantidad, su incremento
o decremento constituyan el objeto de descripción o el problema que ha de ser explicado. El
pluralismo metodológico, supone la adecuación del objeto de estudio al método que permite
un mejor abordaje y no la subordinación del objeto al método.

La contraposición entre método cuantitativo y cualitativo es inexacta debido a que la


realidad está constituida por aspectos materiales y simbólicos, interrelacionados entre sí que
sólo se separan a los efectos del estudio. Cantidad y cualidad son dos dimensiones de una misma
realidad, que no se excluyen mutuamente, sino que se complementan.
Unidad 2

Organización Del Proceso De Investigación

La Cuestión Del Objeto: ¿Pluralismo Cognitivo y/o Metodológico?

Se piensa en un pluralismo cognitivo el cual implicaría la aceptación de la


multidimensionalidad de los fenómenos sociales la cual incluiría cuestiones atinentes al
significado y, la renuncia a la pretensión de un único método para su abordaje. El pluralismo
cognitivo supone un pluralismo metodológico que diversifica los modos de aproximación.

Beltrán, las ciencias sociales pueden utilizar el método cuantitativo en función de


aquellas dimensiones del objeto que así lo exijan, esto es, cuando la cantidad, su incremento o
decremento constituyan el objeto de descripción o el problema que ha de ser explicado. El
pluralismo metodológico, supone la adecuación del objetivo de estudio al método que permite
un mejor abordaje y no la subordinación del objeto al método.

La contraposición entre método cuantitativo y cualitativo es inexacta debido a que la


realidad está constituida por aspectos materiales y simbólicos, interrelacionados entre sí, que
sólo se separan a los efectos del estudio. Cantidad y cualidad son dos dimensiones de una misma
realidad, que no se excluyen mutuamente, sino que se complementan.

El Proceso De Investigación Científico

En la práctica de la investigación pueden distinguirse:

Suelen tener un enfoque Desarrolladas por firmas no


teórico gubernamentales, empresas o
consultoras. Suele tratarse de
investigación aplicada.
Organización Del Proceso De La Investigación
• Descripción del contenido
El proceso de investigación científica abarca
de los medios.
desde la formulación precisa de un problema hasta
• Determinación de las
la redacción del informe de investigación.
preferencias de la
La elección del área temática en la que se audiencia.
desarrollará la investigación constituye la primera • Estrategias de
tarea del investigador. Selección del tema supone un comunicación que
conocimiento previo del área de interés. permiten hacer frente a
problemas de manejo de
Un determinada el área temática sobre la
información.
que se va a trabajar, se procede a la formulación del
• Pronósticos de venta.
problema que supone la especificación de los
• Estudios de imagen de
siguientes aspectos.
una empresa.
• Etc.
Objetivos

Los objetivos son las metas o lo que se quiere lograr con la investigación y orientan las
diferentes actividades y decisiones que se toman durante la misma.

La formulación de los objetivos debe reunir las siguientes características:

• Expresarse con claridad.


• Proponer metas posibles de alcanzar.
• Ser congruentes entre sí.

Se pueden distinguir objetivos generales y específicos. Los primeros hacen referencia a


los propósitos centrales que dirigen el proceso de investigación. Los segundos suponen la
especificación de las diferentes operaciones que deberán cumplirse para lograr los objetivos
generales.

Los objetivos deben expresarse con claridad y precisión, evitando el lenguaje ambiguo.

Para su formulación resulta significativo considerar los recursos disponibles éstos


limitan los resultados concretos pasibles de ser alcanzados en el proceso.

La correcta enunciación de los objetivos es de vital importancia en el proceso de


investigación debido a que éstos dirigen el mismo, constituyen un parámetro que los
evaluadores utilizarán, para analizar el resultado de la investigación.

Si bien los objetivos se formulan en las primeras etapas del proceso de investigación,
pueden ser modificados o cambiados por otros de acuerdo a la dirección que va tomando el
trabajo en sus diferentes etapas, o bien pueden surgir objetivos alternativos.

Preguntas De Investigación

Ser conveniente precisar el problema de investigación mediante la formulación de una


hipótesis de trabajo o a través de diferentes preguntas de investigación. Una hipótesis es un
enunciado o proposición relativa a la relación entre variables, una pregunta de investigación es
una proposición formalmente expresada que intenta aportar indicaciones acerca de algo pero
que no se limita a investigar las relaciones entre variables.

Las preguntas de investigación deben permitir:

➢ Expresar en forma sintética y con un lenguaje claro y preciso el problema a fin de evitar
vaguedades y ambigüedades.
➢ Establecer los límites espaciales y temporales del estudio.
➢ Delimitar las unidades de observación (personas, textos, organizaciones, etc.)

Este análisis permitirá expresar el problema en forma de variables manipulables y


susceptibles de ser verificadas en un tiempo, espacio y contexto particular.

Las hipótesis formuladas por los autores fueron las siguientes:

1. El tiempo que los niños dedican a juegos de simulación está en relación directa con el
tiempo que esos niños emplean en ver juegos en los cuales se asumen papeles en
televisión.
2. El nivel de distorsión de la realidad experimentado por los niños se relaciona con la
cantidad y tipo de programas de televisión que ven.
3. Los comentarios que los adultos puedan hacer a los niños antes, durante, o después de
la visión por parte de éstos de programas televisión relacionados con juegos de
simulación, incrementarán el tiempo que los niños dedican a interpretar papeles
simulados.

Justificación Del Estudio

Antes de identificar una investigación, debe sopesar el interés de su proyecto, su


relevancia, los motivos que lo justifican o los posibles beneficios que se derivarían de él, si los
resultados esperados tendrán utilidad teórica y/o práctica en relación a los posibles
beneficiarios; problemas que mejoraría o solucionaría.

Viabilidad de la Investigación

Otro aspecto importante es la viabilidad o factibilidad de la misma, de sus posibilidades


de concreción en función de los recursos humanos, financieros y materiales disponibles.

Marco De Referencia

Una vez formulado el problema se procede a la especificación del marco teórico. Este
puede definirse como el texto en el cual se exponen y valoran las teorías y antecedentes de
investigación que constituyen el marco en el que se encuadra el estudio.

Se denomina “antecedentes” a aquellas investigaciones realizadas con anterioridad


sobre la misma temática o un problema semejante.

El marco conceptual cumple diversas funciones dentro de una investigación:

➢ Ayuda a prevenir errores que se han cometido en otros estudios.


➢ Orienta sobre cómo habrá de llevarse a cabo el estudio.
➢ Conduce el establecimiento de hipótesis o afirmaciones que luego se someterán a
prueba.
➢ Provee un marco de referencia para interpretar los resultados del estudio.

La elaboración del marco de referencia comprende las siguientes etapas: revisión de la


literatura sobre el tema, selección de la bibliografía y la orientación teórica más adecuada para
el estudio del fenómeno, extracción de la información de interés, recopilación y construcción
del marco conceptual de referencia.

Tipos de Investigación:

De acuerdo al alcance de una investigación científica se pueden distinguir diferentes


tipos de la misma: Estudios Exploratorios, Estudios Descriptivos, Correlacionales o Explicativos.
➢ Estudio Exploratorio: Su objetivo es examinar un tema poco estudiado o que no
ha sido abordado con anterioridad.
Este tipo de investigación brinda elementos que pueden construirse en la base de
estudios descriptivos ya que identifican las dimensiones del fenómeno, los conceptos o
variables a indagar. Se caracteriza por ser amplia y flexible en su metodología.
➢ Estudio Descriptivo: su propósito es especificar y medir diferentes propiedades
de personas, grupos, comunidades, etc. La elección de este tipo de investigación es
conveniente cuando el interés está puesto en medir conceptos o variables con la mayor
precisión posible. Ello supone un cierto conocimiento sobre el área o problemática a
estudiar a fin de poder determinar qué aspectos sería más conveniente medir, como se
realizaría la medición y quienes estarían incluidos en ella.
Los estudios descriptivos permiten realizar predicciones rudimentarias acerca de los
valores a alcanzar por una variable.
➢ Estudio Correlacional: Su objetivo es medir el grado de relación entre dos o más
conceptos o dimensiones de un fenómeno, en un contexto particular. Para ello se miden
las diferentes variables objeto de estudio y luego se analiza la correlación entre ellas.
Existe correlación cuando dada la variación en una variable, la otra también varía.
La correlación es positiva, cuando los sujetos con altos valores en una de las variables
alcanzan valores altos en la/s otra/s, o bien, se considera negativa, cuando los sujetos
con altos valores en una variable alcanzan bajos valores en la/s otra/s.
La utilidad de estos estudios reside en la posibilidad de predecir el valor aproximado que
obtendría un grupo en una variable determinada a partir del conocimiento del valor
alcanzado en una variable relacionada.
➢ Estudio Explicativo: su objetivo es determinar las causas de un fenómeno, en
qué condiciones se da o las razones por las cuales dos o más variables están
correlacionadas. Se caracterizan por ser estudios más estructurados que los
anteriormente señalados.

Diseños De Investigación Social.

En principio se podría entender al diseño como la concepción de una cierta disposición


y enlace de las acciones y/o elementos que comprende cada proceso particular de investigación.

Las decisiones de diseño poseen una característica de transversalidad, no puede ser


reducido a una etapa más de la investigación, posee un protagonismo central en todo el proceso.

El trabajo del investigador en cuanto al diseño se convierte en una actividad


eminentemente creativa y reflexiva, de adecuación de conocimientos, técnicas, métodos y
estrategias al problema de investigación, la finalidad de la misma, la situación en la cual se lleva
a cabo y los recursos disponibles en pos de lograr la mayor validez posible. La tarea de diseño se
mueve en una tensión básica entre: la exigencia de rigurosidad de la actividad científica, las
posibilidades y las condiciones de la realidad investigada.

El plan o estrategia global de trabajo que permite responder concretamente, y de la


manera más conveniente, a las preguntas de investigación o a las hipótesis formuladas.

En esta definición es posible destacar tres características del diseño:


1- El diseño alude al ordenamiento de acciones tendientes a recabar información empírica
que den respuesta a las preguntas o corroboren las hipótesis de investigación.
2- Hace referencia al modo en que han sido organizados los grupos para su intervención
en la investigación y posterior análisis de los datos y/o a la estructura en que las
variables y los sujetos han sido organizados con el fin de recoger los datos para
responder a las preguntas de investigación.
La elección del diseño se rige por el principio de economía. El investigador debe buscar
el diseño más simple y económico que lo ayude a responder su problema de
investigación.
Las decisiones de diseño deben contemplar la forma más adecuada de aprovechamiento
disponibles.
3- El diseño se define como una estrategia global de trabajo, lo cual supone la idea de una
disposición de carácter general que va más allá de un método o técnica particular.

En este punto, resulta pertinente aclarar estos conceptos que suelen usarse como
sinónimos para referirse al diseño.

El método puede ser entendido como una estrategia orientada a solucionar los
problemas planteados por el investigador con un fin determinado. La elección de un método
depende del objeto de estudio y del problema planteado, si dicha estrategia no ayuda a
responder el problema, debe abandonarse. Ejemplo de este uso del término son: método
cualitativo, método cuantitativo, método de estudio de casos, etc.

Se entiende al método como el conjunto de procedimientos creados por los


investigadores para responder a las características particulares de los fenómenos que
estudiaron.

Los científicos cuentan con diferentes modelos que orientan la elaboración del diseño
para responder al problema de investigación planteado. Si bien se toman modelos de abordaje
de otros estudios es necesaria una adecuación o reformulación de las estrategias a las
características de cada investigación.

El método tendría un carácter de mayor generalidad que la técnica o los procedimientos.


La denominación de estrategias metodológicas se debe a que implican más de una técnica y
ocupan una posición de puente entre técnicas y perspectivas y paradigmas.

Por su parte, la técnica supone un nivel de menor generalidad y podría definirse como
el conjunto de procedimientos tendientes al logro de un objetivo, refiere a diferentes formas de
recolección de datos tales como análisis documental, entrevistas, grupos de discusión, etc. Una
vez definidos la clase de datos que se deberán recoger se seleccionan las técnicas adecuadas
para hacerlo.

Los instrumentos son dispositivos que se utilizan para recoger los datos en una
investigación empírica.

Operaciones y Finalidad Del Diseño: La Idea De Validez

El diseño, importa la toma de decisiones que den respuesta a los siguientes


interrogantes:

➢ Qué se observará o medirá para captar el fenómeno en estudio.


➢ Quienes serán medidos.
➢ Dónde y cuándo se llevará a cabo la investigación.
➢ Cómo se recogerán e interpretarán los datos. Qué herramientas se utilizarán.

Las operaciones de diseño antes, adquieren diferentes formas y relaciones de acuerdo


a la lógica de investigación a la que hacen referencia, cuestión que se desarrollará en el apartado
siguiente.

Se pueden distinguir tres tipos de validez, interna, externa y de constructo:

➢ Validez Interna: alude al grado de concordancia de los resultados de la investigación


con relación a la realidad estudiada. Implica identificar las variables extrañas o externas
que pueden influir en las variables objeto de estudio, cambiando los resultados o
produciendo errores.
➢ Validez Externa: referida a factores que pueden afectar la representatividad a los
resultados y en consecuencia su capacidad de generalización a otras poblaciones. La
representatividad es un concepto ligado a las decisiones muestrales y al trabajo con
indicadores. La validez externa, alude al grado de representatividad de la muestra con
relación a la población objeto de estudio. Y, por otra parte, se refiere al grado de
representación de los indicadores o variables empíricas con relación al concepto,
fenómeno o procesos que representan, y que constituyen el objeto de estudio de la
investigación.
➢ Validez de Constructo: hace referencia a la representatividad de los indicadores y la
muestra. Se deduce la importancia de las decisiones de diseño relacionadas con la
operacionalización de conceptos, control de variables, identificación de población y
selección de la muestra.
Validez de los instrumentos de recolección de datos o las pruebas, asociada al grado o
la fuerza en que los mismos representan el fenómeno en estudio.

Lógicas De Investigación y Diseño

Remiten al enfoque de investigación adoptado por los investigadores. Orienta los


objetivos, problemas, métodos y técnicas de investigación.

Lógica Cuantitativa y Diseño

Constituye una diferencia central con la lógica cualitativa pues en esta última las
experiencias de los actores sociales constituyen el objetivo a que se apunta.

En la lógica cuantitativa el interés está puesto en la generalización de los resultados de


la investigación. Los investigadores que sostienen este planteo consideran que los métodos
cuantitativos y estadísticos aseguran el logro de los ideales anteriores. Utilizan como
procedimientos básicos: la observación sistemática de los fenómenos, el control experimental y
la determinación de correlaciones entre variables.

Según esta lógica existirán dos finalidades de la investigación social:


➢ Proporcionar conocimientos a los planificadores sociales, a partir del estudio de un
problema de la realidad. Esta perspectiva presupone una relación simple entre los
conceptos del investigador, las operaciones de indagación y los hallazgos de la misma,
la cual redunda en una aplicación directa de las conclusiones de la investigación a la
planificación de políticas.
➢ Contrastar hipótesis de las teorías relativas a los fenómenos sociales en cuestión.

En este enfoque, el diseño es el medio para el logro del tipo de conocimiento


pretendido, esto es, generalizable, sistemático y objetivo.

A este tipo de diseño se lo suele denominar tradicional o convencional y adquiere


características particulares. Se lo define como un plan que comprende una secuencia
unidireccional de pasos o acciones determinadas previamente por los investigadores.

Las tareas básicas que incumben al diseño, en orden a su realización, son:

I. Operacionalización de conceptos e hipótesis.


II. Identificación y control de variables no objeto de investigación que pueden influir en los
resultados.
III. Identificación del universo, población y muestra. Elección del tipo de muestreo
adecuado para el estudio.
IV. Selección de las técnicas de recolección de datos y elaboración de los instrumentos.
V. Elección de las tablas que agruparán los datos y especificación del tipo de análisis que
se aplicará a los mismos.

La operación comúnmente denominada de traducción de preguntas de investigación u


operacionalización de conceptos.

Otras de las características de este tipo de diseño es la planificación cuidadosa de las


actividades de control de las variables extrañas que pueden afectar a los hallazgos de la
investigación.

La localización temporo - espacial y del conjunto de unidades de análisis a observar


constituye otra tarea del diseño, la cual implica la elección del momento más adecuado para
medir el fenómeno.

La clasificación de muestras probabilísticas y no probabilísticas, se hace referencia a que


la muestra, en general suele ser representativa lo cual asegura que los datos obtenidos pueden
generalizarse a la población. Una de las estrategias metodológicas más frecuentes en los
estudios cuantitativos son las encuestas por muestreos.

Estas investigaciones se orientan a establecer la covarianza entre: los procesos áulicos


de contexto y el profundo del aprendizaje o progreso de los alumnos.

En el ámbito de las ciencias sociales, este diseño suele utilizarse para la evaluación de
programas y proyectos.

Lógica Cualitativa y Diseño

La denominada lógica cualitativa, el énfasis está puesto en explorar el fenómeno en


estudio, describirlo e interpretarlo, con el propósito de generar perspectivas teóricas.
En esta lógica el diseño, que suele designarse como emergente o interactivo adquiere
características particulares:

➢ Se trabaja con preguntas de investigación y a veces se prueban hipótesis. Define


previamente las preguntas y/o hipótesis y las traduce en variables posibles de medir en
el campo, la lógica cualitativa posee un diseño más flexible en el que las preguntas se
formulan en el mismo proceso de investigación. El investigador define las preguntas a
partir del trabajo de campo y desarrolla las estrategias adecuadas para obtener los datos
pertinentes. Pueden surgir interrogantes que activen dicho esquema de trabajo que
evidencia el sentido flexible y espiralado que posee la lógica cualitativa: cada
componente del diseño puede ser redefinido o adecuado en razón de las modificaciones
de otros elementos del mismo.
➢ Comprender las prácticas sociales pasa a ser la tarea esencial del investigador. La
estrategia metodológica central es la observación participante en el contexto natural en
el que ocurren los fenómenos. El conocimiento social se construye de manera
compartida entre éste y los actores sociales. El trabajo en ambientes naturales requiere
la empatía con los sujetos a investigar, lo que facilitaría el acceso al significado que dan
los actores a su realidad.
➢ El trabajo de investigación se fundamenta en una visión holística del fenómeno en
estudio, que se deriva en la identificación de variables, su descripción y el conocimiento
de sus relaciones, se descarte su manipulación y control.

Las estrategias metodológicas más frecuentes en esta línea de investigación son:


etnografías, análisis de contenido, observación no estructurada, entrevistas abiertas, etc.

Las etnografías posibilitan la generación de teoría. Las técnicas más utilizadas para la
investigación son la observación participante y la entrevista exploratorio. Este estudio se orientó
a la generación de ideas relacionadas con roles desempeñados por el docente y los alumnos,
modalidad de control en el aula, formación de pandillas, contratos pedagógicos, actividades
desarrolladas, toma de decisiones del docente, etc.

En el campo de la comunicación, abundan ejemplos en los trabajos sobre audiencia,


centrados en el contexto de recepción.

Este autor hace referencia a cinco componentes básicos del diseño que interactúan
entre sí y que permitirían la adecuación a la situación en la cual se lleva a cabo el estudio:

I. Preguntas de Investigación: Las preguntas constituyen el nudo central que guiarán las
decisiones de diseño y tendrán un impacto directo en los cuatro componentes restantes.
II. Propósitos: ¿qué se pretende lograr con el estudio? Y ¿en qué prácticas influirán?
III. Contexto conceptual: ¿qué conjeturas maneja el investigador respecto del fenómeno en
estudio? ¿qué teorías guiarán su trabajo y a qué bibliografía e investigaciones previas se
recurrirá?
Para Maxwell estos tres elementos conforman una unidad: las preguntas deben guardar
estrecha relación con los propósitos y con el conocimiento existente aplicable al fenómeno en
estudio. La teoría seleccionada debe ser adecuada a las preguntas y objetivos perseguidos en la
investigación. Dicha unidad constituye el aspecto externo del diseño en tanto implica
experiencias, conocimientos, metas, etc. que se incorporan al mismo.
IV. Métodos: ¿qué acciones se desplegarán para responder a las preguntas de
investigación? Este componente incluye cuatro decisiones: ¿qué tipo de relación se
establecerá con las personas que participan de la investigación?, ¿cuáles serán las
situaciones que se seleccionarán para comprender el fenómeno?, ¿qué técnicas de
recolección y análisis de datos se recurrirá?
V. Validez: ¿Cuáles son y cómo se tratarán las amenazas a la validez de los hallazgos del
estudio?

Los métodos y la validez constituyen el aspecto interno del diseño en cuanto suponen el
desarrollo de acciones concretas tendientes a recabar datos para responder a los interrogantes.

Maxwell señala otros factores que influyen en el diseño del estudio y deben ser tomados
en cuenta por el investigador, tales como: experiencia personal, estilo y habilidades del
investigador, intereses de los participantes, metas políticas y personales, estándares éticos,
paradigma de investigación, etc.

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