Está en la página 1de 21

Introducción

A continuación, mostraremos información acerca de los minerales que nos será útil,
tanto para saber cómo identificarlos, como para saber en que se puedan utilizar en
el ámbito de la Ingeniería Civil, algunas de las características más buscadas para la
construcción son su dureza, resistencia a la compresión y también a la flexión, no
precisamente se usa el mineral tal y como está en la naturaleza, si no que se usa
como menas para sacar algún material que pueda generar provecho para este fin.
Hay un gran un ero de minerales existentes, algunos los podemos encontrar
fácilmente y otros son más difíciles de hallar ya que se producen en ambientes muy
específicos o toma mucho tiempo para que se formen.
Mineralogía
La mineralogía es la rama de la geología que estudia las propiedades físicas y
químicas de los minerales que se encuentran en el planeta en sus diferentes
estados de agregación. Un mineral es un sólido inorgánico de origen natural, que
presenta una composición química no fija, además tiene una estructura cristalina.
Una observación importante es el caso del mercurio que debido a la disposición de
sus átomos es un mineraloide.
El estudio de los minerales se puede dividir en cinco grandes grupos:
Mineralogía general: estudia la estructura, cristalografía, y las propiedades de los
minerales.
Mineralogía determinativa: aplica las propiedades fisicoquímicas y estructurales a
la determinación de las especies minerales.
Mineralogénesis: estudia las condiciones de formación de los minerales, de qué
manera se presentan los yacimientos en la naturaleza y las técnicas de explotación.
Mineralogía descriptiva: estudia los minerales y los clasifica sistemáticamente
según su estructura y composición.
Mineralogía económica: desarrolla las aplicaciones de la materia mineral; como su
utilidad económica, industrial, gemológica, etcétera.
Mineral
Un mineral es una sustancia natural,
representable por una fórmula química,
normalmente sólida e inorgánica, y que tiene
una cierta estructura cristalina. Es diferente de
una roca, que puede ser un agregado de
minerales o no minerales y que no tiene
una composición química específica. La
definición exacta de un mineral es objeto de
debate, especialmente con respecto a la
exigencia de ser abiogénico, y, en menor
medida, a que deba tener una estructura
atómica ordenada.
Hay más de 5.300 especies minerales
conocidas, de ellas más de 5.070 aprobadas
por la Asociación Internacional de Mineralogía (International Mineralogical
Association, o IMA). Continuamente se descubren y describen nuevos minerales,
entre 50 y 80 al año.1 La diversidad y abundancia de especies minerales es
controlada por la química de la Tierra. El silicio y el oxígeno constituyen
aproximadamente el 75% de la corteza terrestre, lo que se traduce directamente
en el predominio de los minerales de silicato, que componen más del 90% de la
corteza terrestre. Los minerales se distinguen por diversas propiedades químicas y
físicas. Diferencias en la composición química y en la estructura cristalina
distinguen varias especies, y estas propiedades, a su vez, están influidas por el
entorno geológico de la formación del mineral. Cambios en la temperatura, la
presión, o en la composición del núcleo de una masa de roca causan cambios en
sus minerales.

Cristal
La mayoría de los cristales naturales se
forman a partir de
la cristalización de gases a presión en la
pared interior de cavidades rocosas
llamadas geodas. La calidad, tamaño, color
y forma de los cristales dependen de la
presión y composición de los gases en
dichas geodas (burbujas) y de la
temperatura y otras condiciones
del magma en el que se formen.
Aunque el vidrio se suele confundir con un
tipo de cristal, en realidad no posee las propiedades moleculares necesarias para
ser considerado como tal; el vidrio, a diferencia de un cristal, es amorfo. Los cristales
se distinguen de los sólidos amorfos no solo por su geometría regular, sino también
por la anisotropía de sus propiedades, que no son las mismas en todas las
direcciones, y por la existencia de elementos de simetría. Los cristales están
formados por la unión de partículas dispuestas de forma regular siguiendo un
esquema determinado que se reproduce, en forma y orientación, en todo el cristal y
que crea una red tridimensional. En un cristal, los átomos e iones se encuentran
organizados de forma simétrica en redes elementales, que se repiten
indefinidamente formando una estructura cristalina. Estas partículas pueden ser
átomos unidos por enlaces covalentes, como el diamante y los metales, o iones
unidos por electrovalencia, como el cloruro de sodio. En otras palabras, los cristales
podrían considerarse moléculas colosales, que poseen tales propiedades, a pesar
de su tamaño macroscópico. Por tanto, un cristal suele tener la misma forma de la
estructura cristalina que la conforma, a menos que haya sido erosionado o mutilado
de alguna manera. El diamante es el mineral que tiene una estructura cristalina
perfecta.

Substancia amorfa
El sólido amorfo es un estado sólido de la
materia, en el que las partículas que
conforman el sólido carecen de una
estructura ordenada. Estos sólidos carecen
de formas bien definidas. Esta clasificación
contrasta con la de sólidos cristalinos,
cuyos átomos están dispuestos de manera
regular y ordenada formando redes
cristalinas.
Muchos sólidos amorfos son mezclas
de moléculas que no se pueden apilar bien. Casi todos los demás se componen de
moléculas grandes y complejas. Entre los sólidos amorfos más conocidos destaca
el vidrio.
Un mismo compuesto supe enfriado, según el proceso de solidificación, puede
formar una red cristalina o un sólido amorfo. Por ejemplo, según la disposición
espacial de las moléculas de sílice (SiO2), se puede obtener una estructura
cristalina (el cuarzo) o un sólido amorfo (el vidrio).
Vidrio
El vidrio es un material
inorgánico duro, frágil, transparente y amorfo que se
encuentra en la naturaleza, aunque también puede
ser producido por el ser humano. El vidrio artificial se
usa para hacer ventanas, lentes, botellas y una gran
variedad de productos. El vidrio es un tipo de material
cerámico amorfo.
El vidrio se obtiene a unos 1500 °C a partir de arena
de sílice, carbonato de sodio y caliza.
En España, así como en otras partes del mundo, el
término "cristal" es utilizado muy frecuentemente
como sinónimo de vidrio, aunque es incorrecto en el
ámbito científico debido a que el vidrio es un sólido
amorfo (sus moléculas están dispuestas de forma irregular) y no un sólido cristalino.
No debe confundirse con el cristal, un sólido cristalino y no amorfo como el vidrio.

Roca
En geología se le denomina roca a la
asociación de uno o varios minerales como
resultado de un proceso geológico
definido.
Las rocas están sometidas a continuos
cambios por las acciones de los agentes
geológicos, según un ciclo cerrado,
llamado ciclo litológico o ciclo de las rocas,
en el cual intervienen incluso los seres
vivos.
Las rocas están constituidas, en general, por mezclas heterogéneas de diversos
materiales homogéneos y cristalinos, es decir, minerales. Las rocas poliminerálicas
están formadas por granos o cristales de varias especies mineralógicas y las rocas
monominerálicas están constituidas por granos o cristales de un mismo mineral. Las
rocas suelen ser materiales duros, pero también pueden ser blandas, como ocurre
en el caso de las rocas arcillosas o arenosas.
En la composición de una roca pueden diferenciarse dos categorías de minerales:
Minerales esenciales o minerales formadores de roca – Son los minerales que
caracterizan la composición de una determinada roca, los más abundantes en ella.
Por ejemplo, el granito siempre contiene cuarzo, feldespato y mica.
Minerales accesorios – Son minerales que aparecen en pequeña proporción
(menos del 5 % del volumen total de la roca) y que en algunos casos pueden estar
ausentes sin que cambien las características de la roca de la que forman parte. Por
ejemplo, el granito puede contener zircón y apatito.

Suelo
Se denomina suelo a la parte superficial
de la corteza terrestre, biológicamente
activa, que proviene de la desintegración
o alteración física y química de las rocas
y de los residuos de las actividades
de seres vivos que se asientan sobre ella.
Son muchos los procesos que pueden
contribuir a crear un suelo particular,
algunos de estos son: la deposición
eólica, sedimentación en cursos de agua,
meteorización, y deposición de material
orgánico.
De un modo simplificado puede decirse que las etapas implicadas en la formación
del suelo son las siguientes:
"Instalación de los seres vivos (microorganismos, líquenes, musgos, etc.) sobre ese
sustrato inorgánico." Esta es la fase más significativa, ya que con sus procesos
vitales y metabólicos, continúan la meteorización de los minerales, iniciada por
mecanismos inorgánicos. Además, los restos vegetales y animales a través de
la fermentación y la putrefacción enriquecen ese sustrato.
Propiedades físicas
Las propiedades físicas de los minerales son el resultado directo de sus
características químicas y estructurales, ejemplo de ellos son el color, el brillo o la
dureza, entre otros. Para el caso del color tenemos que los minerales pueden ser
de diversos tonos, aunque un mismo tipo puede encontrarse en diferentes sitios y
en colores distintos.
El cuarzo, por ejemplo, puede ser blanco, rosa o de otros colores. Otra característica
que diferencia a los minerales es que se rompen y se dividen de manera distinta;
unos se separan en láminas planas, como la mica; otros se rajan en cristales
compactos, como la calcita; o bien se quiebran en superficies onduladas como el
pedernal y muchos otros.

Color
Es una de las principales propiedades
ya que es la más fácilmente
observable. Sirve como un criterio
distintivo ya que muchos minerales
poseen un color característico; a los
que tienen color constante se les
llaman idiocromáticos, y a los que
tienen colores que varían mucho se les
llaman alocromáticos, en el caso de
esos últimos las variaciones se deben a la presencia de pigmentos, inclusiones y
otras impurezas.

Dureza
Se llama dureza a la resistencia
ofrecida por un mineral a la
abrasión o al raspado. Es de
gran importancia en el
reconocimiento rápido de los
minerales, pues la dureza
aproximada de una muestra se
puede determinar fácilmente.
La dureza se indica de manera relativa por la escala de Mohs que comprende los
diez minerales dispuestos en orden, de menor a mayor, según su dureza. Para
determinar la dureza de un mineral el rasguño hecho deberá ser lo más corto
posible, no mayor de 6 mm. La determinación de la dureza aproximada se simplifica
y ejemplifica a continuación usando una uña, una moneda de cobre, la hoja de una
navaja, un trozo de cristal de ventana y una lámina de acero.
Brillo
Es la apariencia de la superficie de un mineral cuando se refleja la luz en él. El brillo
está en función de la transparencia, refractividad y estructura de un mineral y existen
dos tipos principales: el metálico y el no metálico, pero cuando el brillo no es de
estos dos tipos se llama metaloide o submetálico.

Brillo metálico
Lo tienen los minerales de apariencia
metálica. Las sustancias que tienen
brillo metálico son opacas o casi
opacas, bastante pesadas y reflejan
completamente la luz.

Brillo no metálico
Los minerales con este tipo de brillo son, en
general, de colores claros y transmiten la luz,
Entre los principales tenemos:
Vítreo: brillo del cristal, como el cuarzo y la
turmalina.
Adamantino: sumamente brillante con
elevado índice de refracción, como el
diamante.
Resinoso: brillo o apariencia de resina, como el azufre o blenda.
Graso: apariencia de una superficie aceitada, como la nefelina.
Nacarado: similar al brillo de una madreperla, como el talco.
Sedoso: Similar a la seda. Es el resultado de una estructura fibrosa, se puede
observar en el yeso fibroso y asbestos.
Mate: sin brillo, llamado también brillo terroso, como en el caolín.
Raya
Es el color del polvo fino de un mineral que, aunque varíe, suele ser constante. Se
determina por corte, limado o rasguño; sin embargo, el método corriente y más
satisfactorio es frotar el mineral sobre una pieza de porcelana blanca sin brillo,
llamada biscuit. Para determinar su color una raya de una longitud de ¼ de pulgadas
es suficiente, y la facilidad o dificultad con que se puede obtener ésta, con la lámina,
es índice de la dureza del mineral; por eso la lámina de biscuit no puede ser
empleada con minerales de una dureza de siete o más, pues estos minerales son
más duros que la lámina.
El color de la raya puede coincidir con el color del mineral, por ejemplo:
El cinabrio: el color del mineral y el de la raya son rojos.
La magnetita: el color del mineral y el de la raya son negros.
La lazulita: el color del mineral y el de la raya son azules.
Otros minerales tienen una diferencia muy grande entre el color del mineral y el
color de su raya, por ejemplo:
Hematita: el color del mineral es gris acero o negro y el de la raya es rojo.
Pirita: el color del mineral es amarillo latón y el de la raya es negra.
Fractura
La fractura de un mineral se refiere a las
características de la superficie obtenida
cuando sustancias cristalinas se rompen, en
direcciones distintas de una exfoliación o una
partición. En este caso los minerales que
tienen una exfoliación muy débil, o no la
tienen, proporcionan superficies de fractura
muy fáciles. Otro caso son las sustancias
amorfas, las cuales, al estar extensas de
exfoliación, siempre presentan superficies de fractura cuando se les golpea con un
martillo.

Tipos de fracturas
Concoidea: las superficies se curvan y toman una forma de concha.
Lisa: la superficie de fractura son lisas o casi lisas, es decir, que son
aproximadamente planas.
Irregulares: las superficies son más desiguales (Rodonita).
A tajo: las superficies de fractura tienen muchos puntos agudos y son bastas e
irregulares (Cobre).
Astillosa: el mineral se rompe en astillas y/o fibras (Pectolita).
Terrosa: fractura irregular característica de las sustancias terrosas, como tiza,
caolín y bauxita.

Hábito
Muchos minerales, como la calcita o el cuarzo, se
presentan frecuentemente en buenos cristales,
pero la mayoría se encuentran en masas de varios
tipos que pueden tener su carácter amorfo o
cristalino. Existen ciertos términos empleados
para expresar el aspecto o hábito de los cristales
individuales y de los agregados cristalinos.
Cuando un mineral consta de cristales aislados y
distintos se usan los términos siguientes:
Acicular: compuesto de delicados y finos cristales en forma de aguja.
Capilar y filiforme: en cristales como cabello o hebras.
Hojoso: cristales alargados, aplastados como hojas de cuchillo.
Solubilidad
Para probar el grado de solubilidad se emplea comúnmente el ácido clorhídrico,
aunque en el caso de muchos minerales metálicos, como los sulfuros, los
compuestos del plomo y plata, se requiere el ácido nítrico; también se utilizan el
ácido sulfúrico y el agua regia (ácido nitro clorhídrico) aunque esta última con menos
frecuencia.
La prueba se realiza generalmente en un tubo de ensayo, para esto la muestra se
debe preparar, triturar y moler sucesivamente hasta formar un polvo fino, como la
harina, en un mortero de acero o ágata, en una cantidad suficiente. Entre más fino
sea el polvo más fácilmente se disuelve. En la mayoría de los casos debe emplearse
el calor del mechero de Bunsen.
El procedimiento es el siguiente: un pequeño volumen de polvo (como un guisante),
se coloca en un tubo de ensayo, se cubre con una pulgada de agua destilada y se
añaden unas cuantas gotas de ácido nítrico o clorhídrico. Si el ácido en frío no tiene
efecto aparente, el tubo de ensayo es calentado suavemente sobre la llama de un
quemador de Bunsen o de una lámpara de tipo adecuado, hasta que el líquido haga
ebullición. Si el efecto es leve o inapreciable, se añade más ácido y se repite la
ebullición hasta que el mineral se disuelva o se haga evidente que no puede ser
disuelto.
Solubilidad sin efervescencia
Muchos minerales son solubles sin efervescencia, entre ellos están algunos óxidos
como la hematita, limonita, goethita, algunos sulfatos, muchos fosfatos y arseniatos,
entre otros. A diferencia de los anteriores, el oro y el platino son solubles solamente
en agua regia o ácido nitro clorhídrico. Se pueden obtener las siguientes soluciones:
Solución amarilla: si hay mucho fierro presente.
Solución azul o azul verdosa: que cambia de azul profundo al agregársele un exceso
de hidróxido de amonio. De los compuestos de cobre.
Solución rosa a rosa pálido: del cobalto.
Solubilidad con efervescencia
Tiene lugar cuando el mineral pierde un ingrediente gaseoso o cuando se genera
uno por la reacción mutua del ácido y el mineral. Entre los más notables se
encuentran los carbonatos, ya que todos ellos se disuelven con efervescencia,
desprendiendo el bióxido de carbono (CO2) como gas inodoro. Al realizar esta
prueba se emplea el ácido clorhídrico diluido.
Los carbonatos formadores de rocas comunes son la calcita (carbonato de calcio) y
la dolomita (carbonato de calcio y magnesio). La calcita es efervescente libremente
cuando el ácido actúa sobre un fragmento sin pulverizar y más violentamente en
una pulverizada. La dolomita, en cambio, no es efervescente con ácido frío; sin
embargo, cuando un fragmento es tratado con ácido caliente, la efervescencia es
rápida, y ésta se acelerará en gran medida si la dolomita se pulveriza. Esta
diferencia de comportamiento es un medio conveniente de distinguir entre la calcita
y dolomita.
Propiedades químicas
La clasificación mineral se basa en la composición química y en la estructura
interna, las cuales en conjunto representan la esencia de un mineral y determinan
sus propiedades físicas. De acuerdo con la composición química, los minerales se
dividen en clases según el anión o grupo aniónico dominante, por ejemplo, los
óxidos, los haluros, los sulfuros y los silicatos, entre otros.
Los minerales poseen el mismo anión o grupo aniónico dominante en su
composición, por eso tienen semejanzas familiares y características más clara y
fuertemente marcadas que aquellas que comparten los minerales que poseen el
mismo catión dominante.
En base a este esquema se tiene la siguiente clasificación:
o Elementos nativos
o Sulfuros
o Sulfosales
o Óxidos e hidróxidos
o Haluros
o Carbonatos, nitratos y boratos
o Sulfatos y cromatos
o Volframatos y molibdatos
o Fosfatos, arseniatos y vanadatos
o Silicatos

Elementos Nativos
Son los que se encuentran en la
naturaleza en estado puro, se dividen en
metálicos y no metálicos, y están
conectados por la clase de transición de
los semimetales.
Metálicos
Son los más comunes y forman tres
grupos:
Grupo del oro: oro, plata, cobre y plomo.
Los elementos de este grupo pertenecen a la misma familia en la clasificación
periódica de los elementos, por lo tanto, sus átomos tienen propiedades químicas
semejantes y todos son lo suficiente inertes como para encontrarse en un estado
elemental en la naturaleza.
Las propiedades similares de este grupo de minerales provienen de su estructura
común, por eso son blandos, maleables, dúctiles y séctiles; además, todos son
buenos conductores del calor y de la electricidad, tiene brillo metálico y fractura
astillosa con puntos de fusión bajos. Estas propiedades son consecuencia de su
enlace metálico, y todos pertenecen al sistema cúbico por lo que tienen densidades
muy elevadas.
Las características que diferencian a los minerales de este grupo dependen de las
propiedades de los átomos de los distintos elementos, de ahí proviene el amarillo
del oro, el rojo del cobre y el blanco de la plata.
Grupo del platino: platino, paladio, iridio y osmio.
Este grupo de metales son más duros y tiene puntos de fusión más elevados que
los metales del grupo del oro.
Grupo del hierro: hierro y ferroníquel.
Los metales de este grupo son isométricos e incluyen el hierro puro (Fe), que se
presenta raramente en la superficie de la Tierra, y dos especies de ferroníquel
(kamancita y taenita), que son comunes en los meteoritos de hierro. Es posible que
las aleaciones de Fe-Ni de este tipo constituyan una gran parte del núcleo de la
Tierra; además, se han encontrado mercurio, tántalo, estaño y zinc.
Semimetales.
Los minerales de este grupo son más frágiles y menos conductores del calor y la
electricidad en comparación con los metales. Estas propiedades son debido al tipo
de enlace atómico. Le estructura está hecha por hojas que están débilmente unidas

Sulfuros
Los sulfuros son muy importantes ya que
comprenden la mayoría de las menas
minerales. En esta clase se incluyen los
sulfoarseniuros, los arseniuros y los telurios,
los cuales son similares a los sulfuros, pero
más raros.
La mayoría de estos minerales son
reconocibles porque su brillo es metálico, son
opacos, tienen colores distintivos y raya de
colores característicos. Los no opacos, como el cinabrio, el rejalgar y el oropimente,
poseen índices de refracción elevados y transmiten luz sólo en los bordes delgados.
Algunos ejemplos son los siguientes: calcocita, galena, acantita, esfalerita, cinabrio,
pirrotita bornita, calcopirita, pirita, marcasita, arsenopirita, rejalgar, oropimente,
estibinita, calcosina, covelina, cobaltita, molibdenita, etc.
Sulfosales
En este grupo de minerales el azufre
toma el lugar del oxígeno en los ácidos
oxigenados más comunes y más
conocidos, como el ácido carbónico,
ácido sulfúrico o el ácido fosfórico. Las
sulfosales son importantes porque nos
pueden indicar cierto número de
minerales de azufre diferentes a los
sulfuros.
Muchas especies de este grupo son
raras, están íntimamente asociadas con otros minerales similares y con frecuencia
están imperfectamente cristalizadas. Las sulfosales se presentan normalmente
como minerales secundarios en filones hidrotermales asociados con los sulfuros
más corrientes. En raras ocasiones son compuestos que contienen plata, cobre o
plomo, pero sólo unos pocos son lo suficientemente abundantes para servir de
menas de estos metales. Algunos ejemplos son: livingstonita, techmanita, zinkenita,
miargirita, berthierita, plagionita, baumhaureita, hetermorfita, tennantita, jamesonita,
semseyita, boulangerita, bournonita, pirargirita, samsonita, tetraedrita,
lengenbachita, jordanita, estefanita, pilobasita, etc.

Óxidos e Hidróxidos
En esta clase se encuentran aquellos
compuestos naturales en los que el oxígeno
aparece combinado con uno o más metales,
cuyo aspecto y características son diversos.
Los óxidos, por ejemplo, son un grupo de
minerales relativamente duros, densos y
refractarios; generalmente se presentan en
forma accesoria en las rocas ígneas y
metamórficas, y en forma de granos dendríticos
resistentes en los sedimentos.
Los hidróxidos tienden a ser menos duros y de menor densidad, y aparecen
principalmente como aleación secundaria o como productos de meteorización,
como la limonita, a partir de los compuestos de hierro, la estibiconita de la
antimonita, entre otros.
Dentro de la clase de óxidos hay algunos minerales que son de gran importancia
económica, entre ellos los principales minerales de hierro (hematites y magnetita),
el cromo (cromita), el manganeso (pirolusita, así como los hidróxidos manganita,
romancita (psilomelana) y el estaño (casiterita). El tipo de enlace en las estructuras
de óxidos es por lo general fuertemente iónico. El hielo es un óxido simple (H2O)
que cristaliza en el sistema hexagonal entre 0º C y -80ºC y en el sistema cúbico a
una temperatura más baja.
Como ejemplos de esta clase de minerales se pueden mencionar: cuprita, ilmelita,
espinela, gahnita, magnetita, cromita, crisoberilo, casiterita, rutilo, pirolusita,
diásporo, goethita, manganita, limonita, bauxita, brucita, cincita, gibbsita,
psilomelano, etc.

Haluros
Este grupo de minerales está
constituido por combinaciones
químicas de metales con los halógenos
como el flúor, cloro, bromo y yodo.
Generalmente tienen poca dureza, un
peso específico bajo y brillo vítreo; su
color puede variar bastante, como en el
caso de la fluorita y algunos pueden
considerarse de gran importancia
económica. Los haluros son los
ejemplos más perfectos del
mecanismo de enlace iónico puro. Todos los haluros cúbicos tienen puntos de fusión
de moderado a elevado, y en ese estado son malos conductores del calor y de la
electricidad. La conductividad eléctrica se efectúa por electrólisis, es decir, obedece
al transporte de cargas por los iones y no por los electrones y a medida que aumenta
la temperatura y son liberados los iones por el desorden térmico, aumenta
rápidamente la conductividad eléctrica, llegando a ser excelente en el estado de
fusión. Esta conductividad de los haluros fundidos se aprovecha en los procesos
industriales.

Algunos ejemplos de esta clase son: halita, silvinita, carnalita, fluorita, criolita,
atacamita.
Carbonatos, nitratos y boratos
Los carbonatos son aquellos minerales
que están constituidos por la
combinación química de un metal con el
grupo aniónico carbonato, por lo que
éstos son los más difundidos. Entre sus
características se puede mencionar que
poseen dureza media o baja, son
generalmente blancos, pero también
pueden presentar vivos colores, a veces
son transparentes o translúcidos por lo
que son fácilmente localizables en
hermosas cristalizaciones. A diferencia de los minerales de otras clases, los
carbonatos tienen la característica de disolverse con efervescencia en el ácido
clorhídrico diluido, en frío y en caliente, por lo que son fácilmente identificables.
Los carbonatos anhidros importantes pertenecen a tres grupos isoestructurales:
Grupo de la calcita: calcita, magnesita, siderita, rodocrosita, smithsonita.
Grupo del aragonito: aragonito, witherita, estroncianita, cerucita.
Grupo de la dolomita: dolomita, ankerita.
Sulfatos y Cromatos
Los minerales de este grupo tienen
una dureza inferior a 3.5, por ejemplo,
las especies minerales ricas en agua,
cuya dureza baja hasta 2. Sus
propiedades ópticas resaltan los
valores más pequeños de los índices
de doble refracción.
La formación de sulfatos tiene lugar
en las condiciones de elevada
concentración de oxígeno, es decir,
en elevada presión parcial del
oxígeno en el medio ambiente y a temperaturas relativamente bajas. En esta clase
de minerales se observa una gran diversidad de compuestos, pero que son poco
comunes entre ellos. La clase se puede dividir en:

Sulfatos anhidros y cromatos


o Grupo de la baritina: los sulfatos de bario, estroncio y plomo poseen cristales
íntimamente relacionados por su hábito y constantes cristalográficas. Los
miembros de este grupo son: baritina, celestina, anglesita.
o Anhidrita
o Crocoíta

Sulfatos básicos e hidratados:


o Yeso
o Antlerita
o Alunita
Volframatos y molibdatos
Se trata de un pequeño grupo de
minerales de mena que son
coloridos e interesantes. El
tungsteno (W) tiene un peso
atómico mucho mayor (184) que el
molibdeno (96), ambos
pertenecen a la misma familia de
la tabla periódica y, debido a la
contracción lantánida, tienen el
mismo radio iónico. Debido a esto,
cada uno de ellos puede sustituir
fácilmente al otro como catión
coordinador. Pero en la naturaleza
es raro encontrar volframios primarios casi por completo exentos de molibdeno y
viceversa. En los minerales secundarios es más común la asociación mutua de los
dos elementos en solución sólida.

Como ejemplos de este tipo de minerales tenemos: volframita, scheelita, powellita,


wulfenita.

Fosfatos, Arsenatos y Vanadatos


Esta clase comprende un gran número de
minerales de vivos colores que son poco
conocidos. Se caracterizan por la
presencia, en el grupo aniónico, de fósforo
(fosfatos), arsénico (arseniatos) y vanadio
(vanadatos). Algunos tienen una gran
importancia para la extracción de
elementos químicos poco comunes. Como
ejemplos se pueden mencionar los
siguientes: litiofilita, trifilita, monacita,
apatito, piromorfita, vanadinita, eritrita,
ambligonita, lazurita, escorzalita, wavelita, turquesa, autunita, carnotita.
Silicatos
En la clasificación de los silicatos se
encuentran alrededor de una tercera parte
de los minerales conocidos. Son
importantes porque muchos son preciosos
como las gemas y otros se explotan
industrialmente. Los silicatos son los
materiales cerámicos más importantes y
contribuyen de diversa manera en nuestra
civilización y el nivel de vida, por ejemplo,
los ladrillos, las piedras, el cemento y el
vidrio empleados en la construcción de los
edificios que se derivan de gran parte de estos minerales. El conocimiento de los
mismos puede ampliarse ya que sabemos que la Luna y todos los planetas de
nuestro sistema solar tienen cortezas rocosas de silicatos y óxidos muy parecidos
a los de nuestro planeta Tierra.
Algunos son elementos de las rocas sumamente comunes, como es el caso de las
rocas ígneas, las que constituyen más del 90% de la corteza terrestre. Por lo general
todos los silicatos poseen una elevada dureza (6-8) y son poco alterables, están
formados esencialmente por grupos tetraédricos (SiO4), por un silicio y cuatro
oxígenos dispuestos como los vértices de un tetraedro.
En la estructura de un silicato estos tetraedros pueden aislarse entre sí
(neosilicatos), o bien reunirse en grupos de dos (sorosilicatos); también pueden
unirse formando anillos (ciclosilicatos) y cadenas muy prolongadas (inosilicatos); o
disponerse en superficies planas (filosilicatos), e incluso en construcciones
espaciales formando un armazón tridimensional (tectonosilicatos).
Una característica, que resulta menos detectable en las demás clases, es que
constituyen familias isomorfas, es decir, que su composición química varía
gradualmente de un mineral a otro, de modo que el primero y el último son
totalmente diferentes entre sí. En el caso del olivino, por ejemplo, entre el
término rico en magnesio (forsterita) y el rico en hierro(fatalita) existe toda la gama
de minerales de composición intermedia.
Origen de los minerales
o Por precipitación
Se forman minerales por cristalización de los componentes de una disolución
acuosa. Así se forma el yeso y la halita.

o Por solidificación
Algunos minerales se forman cuando el magma se va enfriando lentamente en el
interior de la Tierra o cuando sale a la superficie en forma de lava. Así se forman
minerales como el cuarzo, el feldespato y la mica que constituyen el granito o el
mineral olivino.

o Por sublimación
Algunos minerales se forman directamente a partir de un gas. Así en las zonas
volcánicas existen orificios (fumarolas volcánicas) de los que salen gases
sulfurosos, a partir de los cuáles se originan cristales de azufre.

También podría gustarte