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Ángel Rojo.

28.445.024.
Mención: guitarra clásica.
Historia de la literatura.
Aunque no conocemos con exactitud el origen de la literatura, es decir, dónde
apareció por primera vez, sabemos que tiene, por lo menos unos 4000 años de
antigüedad, y que las primeras obras aparecieron en Sumeria, la Antigua
Grecia, China y la India.
La historia de la literatura hace referencia a una de las tres disciplinas de la
ciencia de la literatura, aquella que se sirve del punto de vista diacrónico y se
inserta tanto en esa serie disciplinar literaria de la filología como, en segundo
lugar, en la historiografía especial o por conceptos. Se ocupa del estudio de las
obras literarias, entendiendo por éstas las ya eminentemente artísticas o bien
en sentido general las de cultura, arte y pensamiento, o definibles, según cierta
crítica, como obras o textos altamente elaborados.
A fines del siglo XVIII su culminación como Historia Universal de la Literatura
es de carácter comparatista de las diferentes ramas de las Letras y las
Ciencias, en correspondencia con el concepto ilustrado de literatura. Por su
parte, en el siglo XIX tuvo lugar la gran y múltiple elaboración historiográfica de
las Literaturas Nacionales, constituidas a partir del criterio de lengua.
La primera Historia de la literatura universal fue la redactada originalmente en
Italia por Juan Andrés: Dell’Origine, progressi e stato attuale d’ogni
letteratura (Parma, 1782-1799) y en español como Origen, progresos y estado
actual de toda la literatura (Madrid, 1784-1806).
Las primeras historias de la literatura española fueron escritas en 1804, en
alemán por Friedrich Bouterwek y en italiano por Juan Andrés.

Funciones.
1- Función estética: la literatura transmite belleza a través de la palabra, lo
que provoca en el lector o lectora el goce espiritual y la sensibilización
tanto estética como social.

2- Función social: la obra literaria es testimonio de una época, de ideales y


del entorno histórico en los cuales se observe. Es un documento social
de su tiempo, esto es, de costumbres, de política y de la psicología de
un pueblo.

3- Función cultural: la literatura afirma y trasmite los valores universales,


comunes de la humanidad. Por lo tanto, crea conciencia en la gente para
establecer su vida en sociedad.
4- Función musical: la organización de los elementos de la lengua está
distribuida de tal manera, que su armonía produce un efecto musical
agradable.
5- Función efectiva: el lenguaje literario posee más carga emotiva que el
lenguaje cotidiano, pues su principal preocupación es sensibilizar al
lector o lectora con el contexto social de la obra. De esta manera,
produce sugestiones de color y luz, sonido y no solo percepciones, sino
que puede ser sentida y vivida.

6- Función simbólica: está ligada a la función poética, mediante la cual


trasfiere a otro universo imaginativo, más allá del lenguaje directo de las
palabras, es la búsqueda de un significado connotativo, simbólico y
personal.

7- Función evasiva: la literatura sirve como medio de evasión de problemas


sociales o personales; se convierte en una terapia por medio de la cual
el escritor o escritora expresa sus emociones y conflictos internos, así
como los problemas colectivos de una sociedad. Es un medio de
evasión para trasmitir problemas religiosos o estéticos.

8- Función de compromiso: la literatura confiere al escritor o escritora una


responsabilidad muy grande: la de reflejar el contexto histórico y, a la
vez, los ideales y principios del autor o autora. Descubre las
características de su sensibilidad, compromiso e ideología. De esta
manera, el autor o autora se ve plenamente comprometida con su
sociedad, con sus valores y costumbres presentes en su producción.

Propósitos.
Tiene como propósito principal hacer de la lectura y la escritura fuente de
placer, de enriquecimiento personal y de conocimiento del mundo y consolidar
hábitos lectores. Así como de transmitir ideas y sentimientos del autor o emisor,
hacia el lector o receptor, a través de la obra literaria que es el mensaje.

Fundamento de la estética.
Morawski aborda el fenómeno estético desde la valuación y evaluación estética
de las obras de arte. Con el primero, aporta argumentos suficientes para que el
lector tenga herramientas conceptuales y epistemológicas que le permitirán
diferenciar qué objetos son obras de arte y cuáles no.
El segundo término, evaluación estética, suministra toda una serie de criterios
que permiten reflexionar sobre el fenómeno estético y su consecuente emisión
de juicios de valor, valoración estética.
El punto de vista subjetivista, radica en que la estética no es considerada una
ciencia ni una filosofía, ya que los valores estéticos son una cuestión de la
experiencia individual y por lo tanto resulta difícil su verificación.

Comunicación intrapersonal con el arte.


El arte puede ser utilizado para la comunicación consigo mismo (comunicación
intrapersonal), en donde la persona se permite expresar sensaciones como
enojo, alegría, miedo, placer, incertidumbres, entre otras, de la manera en que
lo necesite usando colores, formas, sonidos, texturas, etc. Este tipo de
actividad favorece a la comprensión del problema, a la vez que la persona
libera muchas preocupaciones y deseos en su creación artística.
La estética y su influencia en la formación humana.
La estética como disciplina académica y filosófica es reciente, algunos autores
confirman que surgió en los siglos XVII y XVIII y que se desarrolló
vigorosamente durante las dos últimas centurias.
La filosofía antigua, sometida al concepto de la primacía del objeto y volcada
esencialmente al estudio del objeto en su doble orden empírico y metaempírico,
es decir, de las cosas y de las ideas o esencias, se afanó en construir
sistemáticamente una física y una metafísica; sólo de manera secundaria y
episódicamente llegó a ser una “psicología”, es decir, una filosofía del espíritu.
Por causa de su carácter objetivo y naturalista, la filosofía antigua no produjo
propiamente una estética, sino normas con las que se proponía regular algunos
conocimientos naturalistas relacionados con la actividad artística, como la
gramática, la retórica, la poética y otras preceptivas de las artes particulares.
El Renacimiento tardío concentra sus discusiones en torno a la existencia de
una facultad poética distinta del intelecto; de ese modo ve surgir las premisas
para la fundación de una estética considerada como disciplina filosófica, cuya
primera afirmación se halla en la Ciencia nueva, de Vico (1668-1743). Con los
cambios registrados en las postrimerías del Renacimiento, con las aportaciones
del siglo XVIII y con la obra de Vico se da en Occidente ese subjetivismo que
pudo propiciar el desarrollo de una filosofía del espíritu, y esta tendencia pudo
dar origen a la estética.

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