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La moral religiosa

La historia muestra que todas las religiones contienen un código moral. Estos códigos
suelen ser coincidentes en algunos preceptos, sin embargo, existe entre ellos notables
diferencias.
Por ejemplo, en el caso de las religiones monoteístas existe un comportamiento moral
más elevado que el que podemos encontrar en las religiones politeístas.
En general, los preceptos que contienen las diversas religiones se articulan sobre dos
polos: en primer lugar, las disposiciones relativas al culto y las diversas normas que
contribuyen a mantener la identidad religiosa de la comunidad.
Luego están los preceptos morales, que tratan de regular la vida de los creyentes como
comunidad, es decir como parte de otros.

1. Fundamentación religiosa de la vida moral


Otra distinción que existe entre las morales religiosas deriva de la
fundamentación que cada religión propone a la vida moral. Bien y mal poseen
diverso fundamento de acuerdo con la concepción de Dios que se tenga. Para
algunos la existencia ética-moral consiste en aceptar la armonía cósmica en la
cual el mismo hombre se encuentra inserto. Respetar y seguir ese orden
cósmico equivale a llevar una conducta ética, violentarlo es obrar mal. Para
otras religiones el fundamento de la ética-moral se encuentra en las leyes
dadas por la divinidad. Un código de normas dictado por Dios o por los dioses y
que sirven para orientar la existencia del hombre reconociendo la superioridad
de Dios y alcanzar su perfección. Otras religiones asientan la vida ética-moral
en la necesidad de la purificación interior para lograr una comunicación con la
divinidad. Las normas son preceptos ascéticos que buscan la purificación
interior.

2. La moral cristiana participa de algún modo en estos esquemas, pero va un poco


más allá. La ética cristiana reconoce el “orden cósmico” en la denominada Ley
eterna de la que participamos a través de la ley natural. También reconoce un
código moral revelado en el Antiguo Testamento y ampliado en el mensaje de
Jesús. Además, insta a una ascética que desarrolle la vida divina comunicada al
hombre por el Bautismo. Sin embargo, como veremos más adelante, ni la ley
natural es un orden rígido que sofoca la personalidad, ni las leyes morales
reveladas son un código de conducta inflexible y menos aún la identificación
con Cristo implica vaciamiento interior.
Actividad

1. Leer el artículo “Moral y Religión” y responder


a. ¿Cuáles son los contenidos éticos en las diferentes religiones?
b. ¿Qué lugar ocupa la moral en las religiones?
c. ¿Por qué es necesario plantear una relación entre moral y religión?
d. ¿Qué aportes puede brindar la experiencia religiosa a la conducta moral?
e. ¿El autor señala algún peligro en esta relación (moral-religión) y qué es
necesario tener presente?

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