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Ética: La ética se refiere a los principios, normas y valores que guían el comportamiento humano y

las decisiones morales. Se ocupa de determinar qué acciones son consideradas correctas o
incorrectas, buenas o malas, justas o injustas en una sociedad o contexto dado. La ética
proporciona un marco para evaluar el comportamiento humano y buscar el bien común. Puede
basarse en diversas fuentes, como la filosofía, la religión, la cultura o la razón.

Santidad: La santidad, por otro lado, se refiere a la cualidad de ser santo o consagrado,
especialmente en el contexto religioso. En el cristianismo, la santidad implica ser separado del
pecado y dedicado a Dios. Se trata de vivir una vida conforme a los mandamientos de Dios,
cultivando virtudes como el amor, la pureza, la humildad y la obediencia a la voluntad divina. La
santidad es un proceso de crecimiento espiritual y transformación interior hacia una mayor
cercanía y conformidad con Dios.

En resumen, mientras que la ética se centra en los principios y normas que guían el
comportamiento moral en la sociedad, la santidad se enfoca en la búsqueda de la perfección
espiritual y la conformidad con la voluntad divina. La ética puede ser considerada como un
componente de la vida moral de una persona, mientras que la santidad implica un compromiso
más profundo y específico con la vida espiritual y religiosa.

Sed santos en toda vuestra manera de vivir" es una exhortación que se encuentra en la Biblia,
específicamente en 1 Pedro 1:15-16, donde se dice: "Si no, como aquel que os llamó es santo, sed
también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque
yo soy santo".

Esta exhortación representa un principio central de la ética cristiana. Ser "santo" en el contexto
bíblico significa ser apartado, dedicado o consagrado a Dios y a su voluntad. Por lo tanto, la ética
cristiana se basa en la llamada a vivir una vida que refleje la santidad de Dios en todos los
aspectos: en el pensamiento, las palabras y las acciones.

Ser santos en toda manera de vivir implica que los cristianos deben esforzarse por vivir de acuerdo
con los principios y valores enseñados por Jesucristo. Esto incluye amar a Dios sobre todas las
cosas y amar al prójimo como a uno mismo (Mateo 22:37-39), vivir en justicia y humildad (Miqueas
6:8), perdonar a los demás (Colosenses 3:13), ser compasivos (Efesios 4:32), y buscar la pureza y la
moralidad en todas las áreas de la vida (1 Tesalonicenses 4:3-7).

Por lo tanto, la exhortación a ser santos en toda manera de vivir puede considerarse como una
síntesis de la ética cristiana, que llama a los creyentes a reflejar la imagen de Dios en sus vidas,
mostrando integridad, amor, bondad y fidelidad en todas sus acciones y relaciones.

La ética y moral secular y la ética y moral cristiana comparten algunas similitudes, pero también
tienen diferencias fundamentales en cuanto a sus fundamentos, autoridad y objetivos. Aquí te
proporciono una comparación para entender mejor estas diferencias:

Fundamentos:

Ética y moral secular: La ética y moral secular se basan típicamente en la razón, la filosofía, la
experiencia humana y los principios universales de justicia, libertad y bienestar humano. Pueden
derivarse de diversas corrientes filosóficas como el utilitarismo, el humanismo, el racionalismo,
entre otros. No están necesariamente vinculadas a creencias religiosas específicas.

Ética y moral cristiana: La ética y moral cristiana se fundamentan en las enseñanzas y principios de
la fe cristiana, particularmente en las Escrituras, incluida la Biblia. Estas enseñanzas están
influenciadas por la revelación divina y la autoridad de Dios como fuente suprema de moralidad. La
vida y enseñanzas de Jesucristo son centrales en la ética cristiana.

Autoridad:

Ética y moral secular: La autoridad en la ética y moral secular proviene de la razón, la experiencia y
el consenso social. Las decisiones éticas y morales se basan en la evaluación crítica de los valores y
principios humanos, sin recurrir a autoridades religiosas.

Ética y moral cristiana: La autoridad en la ética y moral cristiana se deriva de Dios y su revelación
en las Escrituras. Las enseñanzas y principios bíblicos son considerados como la máxima autoridad
moral para los creyentes cristianos.

Objetivos:

Ética y moral secular: Los objetivos de la ética y moral secular suelen centrarse en promover el
bienestar humano, la justicia social, la igualdad, la libertad y el respeto a los derechos individuales.
Buscan construir una sociedad basada en principios racionales y universales.

Ética y moral cristiana: Los objetivos de la ética y moral cristiana incluyen no solo el bienestar
humano y la justicia social, sino también la glorificación de Dios, la conformidad con su voluntad y
la búsqueda de la salvación espiritual. Buscan promover la santidad personal y la relación correcta
con Dios y los demás.

En resumen, aunque la ética y moral secular y la ética y moral cristiana pueden compartir algunas
preocupaciones y valores, difieren en sus fundamentos, autoridad y objetivos, reflejando las
distintas perspectivas desde las cuales se abordan las cuestiones éticas y morales en el mundo
secular y en el contexto de la fe cristiana.

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