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A Mcijo r¿t-
 Este documento cuenta con la autorización escrita del Ministére des Affaires
Sociales et de la Intégration y del Comité Franc ais d'Education pour la Santé
para su traducción , adaptación y reproducción por parte del Departamento
de Bienestar Social de la Diputación Foral de Alava.

TITULO ORIGINAL : LES ABUS SEXUELS A L'EGARD DES ENFANTS : COME LEUR EN PARLER.
PARIS 1991.

ORGANISMO: MINISTERE DES AFFAIRES SOCIALES ET DE L'INTEGRATION.

EQUIPO DE REDACCION: Marceline GABEL (Coordinadora).

Danielle BARICHASE, Benóit PERICARD.
Marie Jeanne REICHEN.

TRADUCCION: SIIS, Centro de Documentación y Estudios.

ADAPTACION Y REPRODUCCION : DEPARTAMENTO DE BIENESTAR SOCIAL

DIPUTACION FORAL DE ALAVA.
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.*se.
Diputación Arabako
Foral de Alava Foru Aldundia
Departamento de Gizarte Ongizaterako
C^`Ic . 2 1 CO
Bienestar Social Saila

^q^.SG
El Departamento de Bienestar Social tiene encomendado el cumplimiento de las
competencias atribuidas a la Diputación Foral de Alava en materia de protección de menores.
Estas competencias se concretan en múltiples acciones, todas ellas encaminadas a
conseguir el bienestar de la infancia. En este sentido, conscientes de la gravedad de algunos
de los problemas que pueden afectar a la infancia., tales como el maltrato en general y el
abuso sexual en particular, este Departamento ha decidido abordar un programa de
prevención de los abusos sexuales a menores en nuestro territorio. Fruto de esta iniciativa, es
el dossier que aquí se presenta.

Este dossier sobre los abusos sexuales es un dossier técnico. Pretende servir de guía tanto
para la comprensión de un fenómeno que no es nuevo,. pero que ha sido largamente
silenciado y desatendido, como para la actuación mediante la asistencia y la prevención.

Está dirigido prioritariamente a todos los que, profesionalmente, están en contacto con los
menores: profesores/as, educadores/as, médicos/as, trabajadores/as sociales, psicólogos/as.
Pero resulta también interesante para los padres y madres y, por lo tanto, para un público
muy amplio.

El documento no es ni exhaustivo, ni simplista. No satisfará, por tanto, a quienes busquen una

tesis sobre los abusos sexuales, sea de naturaleza sociológica, psicológica o incluso
antropológica; decepcionará también a quienes esperen recetas milagrosas: ni existen ni
pueden existir. Es, sin embargo, el resultado de una voluntad pública que podría resumirse
simplemente en cuatro postulados:

• Que los abusos sexuales existen

• Que los abusos sexuales son un grave problema
• Que los abusos sexuales están prohibidos
• Que los abusos sexuales pueden prevenirse

Los capítulos de este dossier se inspiran en estas afirmaciones aunque, evidentemente, en

ocasiones se contradigan e incluso se combatan. No están exentas de controversias
científicas, ideológicas o morales, pero esperar la unanimidad equivaldría a no hacer nada.

El dossier está basado en un informe elaborado por el Ministerio Francés de Solidaridad,

Salud y Protección Social, en el marco de un programa nacional de prevención, iniciado en
Francia en 1986, como prolongación de la acción informadora y de sensibilización respecto a
la infancia maltratada titulado: «50.000 menores son maltratados, hablar de ello es ya actuar».

Junto con el informe técnico, dicho Ministerio publicó un folleto divulgativo, prioritariamente
dirigido a los padres, en el que se recogen algunos consejos que pueden ayudarles a
abordar con sus hijos/as el tema de los abusos sexuales y a participar activamente en su
prevención, inculcando a sus hijos/as determinadas reglas básicas de conducta que, con
frecuencia, ayudan a evitarlos.

El Centro de Documentación y Estudios SIIS de San Sebastián, nos puso en antecedentes de

la existencia del programa desarrollado en Francia, nos trasladó el dossier básico y los
materiales utilizados por el Ministerio francés y nos facilitó los contactos y la autorización
previa para proceder a la traducción y publicación del documento francés. Reciban desde
aquí nuestro agradecimiento por su colaboración.

3
Dado que el documento es de origen francés, ha sido revisado y adaptado por este
Departamento de Bienestar Social a la realidad de nuestro país, para lo cual se ha hecho una
labor de recogida de información, previa consulta a diversas fuentes (Justicia, Policía
Nacional, Ertzaintza...). También se han recopilado cuantas investigaciones hemos
encontrado disponibles sobre el tema en nuestro país, entre las que destaca un estudio
realizado por Félix López, profesor de la Universidad de Salamanca sobre abusos sexuales a
menores, a fin de ilustrar la situación en España y en el País Vasco.

Así mismo, hemos procedido a la adaptación de los textos legales concordantes con los de
nuestro país, a la sustitución de los anexos dedicados a los centros de información y recursos
franceses por los de nuestro entorno y a la ampliación del capítulo bibliográfico con
referencias más cercanas a nosotros.

Todos estos cambios, adaptaciones y sustituciones han recibido el oportuno permiso del
Ministerio Francés de Solidaridad, Salud y Protección Social y se reproducen en el dossier
sobre un fondo naranja, para facilitar la lectura y el encuadre.

Por último, insistir en la necesidad de coordinación, de unificación de esfuerzos y recursos tanto

a niveles interdepartamentales (Educación, Sanidad, Asuntos Sociales, Justicia, Policía ...),
como pluridisciplinares, orientando todas las acciones hacia el objetivo común del respeto al
menor, de manera que se alcancen los ecos necesarios para decir NO AL ABUSO SEXUAL,
VENGA DE DONDE VENGA.

4
LOS ABUSOS SEXUALES
A MENORES
COMO HABLAR DE ELLO
El presente dossier comienza con un interrogante acerca de la definición de los abusos
sexuales. Es efectivamente esencial saber de qué y de quién se habla, así como precisar las
fronteras de un fenómeno en gran medida tabú. La amplitud del fenómeno constituye el
segundo capítulo del dossier: ¿qué datos poseemos, qué estudios se han realizado?
(capítulo 2)

Antes de caracterizar el abuso sexual por sus consecuencias físicas y psíquicas (capítulo 4),
nos ha parecido importante recordar el estado de los conocimientos que poseemos sobre el
desarrollo del menor en su relación con quienes lo han concebido, con quienes lo educan y
con quienes tienen el deber de protegerlo (capítulo 3).

¿Qué hacer una vez ha tenido lugar el abuso sexual? ¿Se puede actuar, se debe actuar?,
¿cómo y con quién?, éste es el objeto del capítulo 5.

Y finalmente la prevención: el capítulo sobre la prevención se sitúa paradójicamente al final

del dossier; puesto que necesita ser ampliamente definida, creada y puesta en marcha
(capítulo 6).

El dossier se completa con referencias bibliográficas.

SUMARIO
LOS ABUSOS SEXUALES:

1 - DIFICULTAD DE DEFINICION página 7

2 - AMPLITUD DEL PROBLEMA:

INVESTIGACIONES A DESARROLLAR página 13

3- AMAR - SER AMADO página 31

4 - CONOCER Y RECONOCER SUS CONSECUENCIAS página 39

5 - DEL SECRETO A LA ASISTENCIA página 49

6 - DEL TRATAMIENTO A LA PREVENCION página 71

- BIBLIOGRAFIA página 91
1

5
DIFICULTAD
DE DEFINICION
La definición de los abusos sexuales no es nada simple. Estos no se definen como una
enfermedad, ni como un crimen, ni como una manifestación psicológica y psiquiátrica, ni
tampoco como un fenómeno psicosocial. Las aproximaciones al tema son diversas,
especialmente desde la semántica, el derecho y el psicoanálisis.
LA ELE CCI ON DE LA S PALABRA S
La expresión abusos sexuales nos llega
desde el inglés "sexual abuse". Si bien
respecto al adjetivo sexual existe
unanimidad, el término abuso es a veces
cuestionado. Abuso significa mal uso, uso
excesivo o injusto que puede hacerse de
algo, y por extensión, de alguien. Y a pesar
de que la violencia acompaña
frecuentemente al abuso, algunos se
cometen en un clima "sin violencia
aparente".
Se utilizan con frecuencia otras
expresiones: malos tratos sexuales,
violencias sexuales, explotación sexual.
Pero la palabra maltrato determina un nivel
de gravedad que excluiría del campo de la
definición actos, actitudes y situaciones
que son incuestionablemente abusos, sin
llegar a ser malos tratos.
EL CAMPO DE LA DEF I N ICI ON
Los abusos sexuales que son objeto de este
dossier tienen como autores a adultos y
como víctimas a niños, a menores. No se
trata aquí de negar la existencia o la realidad
de abusos sexuales entre adultos, cuya
manifestación más grave es la violación. Si
bien la reflexión y los mecanismos pueden
ser de la misma naturaleza, las formas de
atención y de prevención son diferentes en
cada uno de los casos.
7
Este mismo análisis es también válido para
las violencias sexuales. Evidentemente
algunos abusos se cometen sin violencia
aparente. Por analogía, utilizar "violencias
sexuales" nos llevaría al mismo
reduccionismo que si habláramos de niños
mártires en lugar de niños maltratados.
Finalmente la expresión explotación sexual
es utilizada sobre todo por la Organización
Mundial de la Salud. La explotación es un
término perfectamente válido para definir la
prostitución infantil o el conjunto de actos
que implican un comercio del cuerpo.
Es por ello que nosotros, voluntariamente,
hemos elegido la expresión "abuso sexual".
Su acepción es amplia y es así como
nosotros deseamos que sea.
El abuso sexual ha sido definido por
organismos, médicos y especialistas. Para
la OMS (Organización Mundial de la Salud):
"Se entiende por malos tratos sexuales a
menores, los ejercidos por un adulto o
persona claramente de más edad, con
fines de placer sexual. El menor se define
legalmente según la edad legal, que difiere
considerablemente de un país a otro (de 14
a 18 años en Europa ). En numerosos
países , además de la edad legal mínima
para las relaciones heterosexuales sin
condiciones restrictivas , existe otra edad
más elevada que se aplica a las relaciones
homosexuales y a las relaciones entre un
adulto y un menor dependiente".
Según el profesor KEMPE , fundador del
ISPSCAN ( Sociedad internacional para la
proteción de menores víctimas de abusos y
malos tratos):
"El abuso sexual se define como la
participación de un niño o de un
adolescente menor de edad, en
actividades sexuales que no es capaz de
comprender , que son inapropiadas para su
edad y para su desarrollo psicosexual, que
son sufridas bajo coacción , mediante
violencia o seducción , o que transgreden
los tabúes sociales".
Para la señora DELTAGLIA ( AFIREM -
Asociación francesa de información y de
investigación sobre infancia maltratada):
"Se considera abuso sexual de un menor,
toda utilización del cuerpo de un menor
para el placer sexual de una persona de
LOS ABUSOS SEXUALES
SON MALOS TRATOS
El descubrimiento y la toma de conciencia
de los abusos sexuales a menores, se
realiza a partir de los malos tratos al menor.
Los países anglosajones y especialmente
los norteamericanos se hallan , sin lugar a
dudas , en una fase más avanzada respecto
a este tema . Un dossier técnico
consagrado a la infancia maltratada, en
Francia , señalaba en 1989: "50.000
menores son maltratados : hablar de ello es
ya actuar".
Queda una forma de malos tratos muy poco
estudiada en Francia : los abusos sexuales.
Mientras que los países anglosajones, muy
sensibilizados respecto a esta forma de
maltrato han puesto en evidencia el
importante porcentaje de menores que son
víctimas de abusos sexuales , en Francia
existe aún una tendencia a querer ignorar
el problema y a tachar a los menores de
fabulación ( lo que , tal como describe la
literatura anglosajona , agrava las
consecuencias en su desarrollo
psicológico). La frecuencia de este tipo de
maltrato constatada en el primer servicio
hospitalario de medicina para adolescentes
de Francia ( servicio del profesor
Courtecuisse en Kremlin - Bicétre), hace
pensar que esta forma de violencia está
lejos de ser marginal.
8
mayor edad que él , sean cuales sean las
relaciones entre ellos , inclusive sin
existencia de coacción o violencia.
Constituye maltrato sexual todo acto de
igual naturaleza , pero realizado con
engaño , coacción o violencia ; así como
toda utilización de violencia sobre las
partes genitales de un menor , sean cuales
sean las razones ( placer del autor o ritual
social ) si esto conlleva una mutilación del
menor".
Finalmente , la señora ROUYER ( Psiquiatra
infantil) añade a la definición del profesor
KEMPE:
"Los abusos sexuales incluyen todas las
formas de incesto , la pedofilia, los
atentados al pudor , la utilización de
menores con fines pornográficos y la
prostitución infantil, es decir , toda forma de
relación sexual hetero u homosexual, no
solamente cuando existe cópula sino
también en caso de contacto buco-genital,
anal y masturbaciones , así como toda
conducta que implique una excesiva
proximidad corporal erotizada, y cuando el
voyerismo y el exhibicionismo sean
impuestos al menor".
La mejora del conocimiento de los malos
tratos a menores es por tanto el resultado
conjunto de un progreso de los
conocimientos y de una mayor vigilancia.
Es importante la aproximación por medio
del maltrato en general , puesto que permite
integrar respecto a los abusos sexuales,
todos los análisis , investigaciones y
actuaciones que han sido desarrolladas y
producidas para los malos tratos. Los
abusos sexuales a menores no pueden
aislarse de los malos tratos . En primer lugar
porque en los malos tratos y en las
negligencias el lugar de lo sexual es
importante e incluso preponderante (ver
anexo 1 ), pero también porque los medios
de represión, prevención y asistencia no
difieren fundamentalmente.
Finalmente, ha podido constatarse que al
igual que en el caso de los malos tratos, los
abusos sexuales e incestos se reproducen
frecuentemente a lo largo de varias
generaciones.
El lugar e importancia de los abusos
sexuales en los malos tratos plantean la
cuestión del conocimiento que tenemos del
tema y por tanto de la epidemiología.
EL INCESTO Y
LOS ABUSOS SEXUALES
El incesto ocupa un lugar especial dentro
de los abusos sexuales. La palabra y el
fenómeno son conocidos desde tiempos
inmemoriales. Su prohibición es, con
mucho, el fundamento mismo de la
civilización humana, así como el del
desarrollo psíquico del individuo (anexo 2).
Citado en la Biblia, presente en la literatura,
argumento de películas, continúa siendo un
abuso sexual, con su cohorte de tabúes,
silencios y fantasmas. Reducir los abusos
sexuales al incesto es arriesgarse a
E N UME RACION Y
CLASIF ICACI ON
Ninguna definición de los abusos sexuales
podría dejar de enumerar los actos y
hechos que constituyen, a nuestro
entender, abusos sexuales. Intentaremos
aquí una tipología forzosamente reductora.
Según la gravedad del acto, pueden
describirse tres tipos de abusos:
1) Abusos de la esfera sensorial, del
ámbito de la excitación, por ejemplo:
llamadas telefónicas, exhibicionismo
público o privado, imágenes pornográficas
(toma de imágenes o visionario), o
conversaciones salaces en presencia de
menores.
2) Abusos del ámbito de la estimulación:
contactos eróticos o pornográficos, besos,
caricias, masturbación, contactos genitales
incompletos y todo tipo de tocamientos.
3) Abusos a nivel de realización : tentativas
de violación o violaciones con penetración
anal, vaginal u oral.
Esta clasificación de los abusos puede
cruzarse con el grado de relación entre el
autor del abuso y la víctima. De esta forma
se puede distinguir fácilmente entre los
abusos interfamiliares (calificados de
incestuosos) y los extrafamiliares. Dentro
de esta última categoría puede realizarse
otra distinción, entre próximos a la víctima
o desconocidos.
Lugar aparte merecen los abusos
cometidos en los lugares en los que el
menor se encuentra alejado de su familia,
llamados frecuentemente malos tratos
9
entorpecer aún más el análisis y a paralizar
la acción, puesto que el incesto puede
acaecer como resultado de un proceso de
abatimiento: "Es demasiado grave,
demasiado complicado, por tanto no puedo
hacer nada":
Conviene pues devolver al incesto su justo
lugar entre los abusos sexuales,
preponderante pero no exclusivo.
institucionales. Lo que caracteriza y agrava
estos abusos es la relación entre quien
ejerce una función educativa, una parte de
la responsabilidad de la autoridad, y el
menor. Así pues las familias de acogida, los
establecimientos-vivienda o los centros de
vacaciones pueden ser el escenario de
abusos sexuales. Algunos de éstos pueden
ser calificados de incestuosos, cuando el
autor está en situación de sustituto de los
padres. La revelación es en este caso casi
imposible y siempre dramática, puesto que
el menor es objeto de presiones y oprobios
(anexo 3).
Pero la frontera de los abusos sexuales
no es inalterable.
Así pues, algunos ven incluso en los gestos
o actos médicos practicados durante el
embarazo y el parto abusos sobre el
cuerpo del menor y, por ende, el posible
origen de una relación abusiva con el
cuerpo del menor (anexo 4).
Otra aproximación consiste en definir los
abusos sexuales "por defecto", es decir, en
considerar como abusivo un ambiente
familiar en el que toda forma de sexualidad
sea proscrita y rechazada, tanto en los
gestos como en los diálogos entre padres e
hijos.
En realidad estas actitudes defensivas dan
testimonio de la lucha que los adultos libran
contra violentas pulsiones sexuales, lo que
no excluye en algunos casos, la posibilidad
de pasar a la acción.
Finalmente, también hay que reservar un
lugar especial a los actos cometidos
conforme a un ritual cultural y/o religioso; la
civilización occidental judeo-cristiana
rechaza la extirpación, considerada como
bárbara, pero admite la circuncisión. Estos
actos son, incuestionablemente, violencias
sexuales a menores: ¿debe por ello
LA PRO HIB ICIO N D E LOS
ABUSOS SE XUALES
La característica de un fenómeno tabú es la
importancia que reviste lo no dicho. Y si los
abusos son raramente tema de
conversación, su ausencia es aún más
notable en los textos.
Sólo el incesto escapa a esta regla y aún
así de forma parcial: únicamente se habla,
o se escribe, acerca de su prohibición.
El interés respecto a las consecuencias de
su transgresión se ha manifestado muy
recientemente.
Si interrogamos al conjunto de las ciencias
humanas sobre los abusos sexuales, su
importancia, su significación y el lugar que
les asigna(n) la(s) sociedad(es), nos
encontramos ante un vacío casi sideral,
exceptuando la psicología y en menor
grado la medicina.
LAS RELIGIONES
La Biblia contiene numerosas páginas
acerca del libertinaje, la prostitución y el
incesto, pero jamás trata explícitamente el
tema de los menores. Así pues, en el
Levítico o el Deuteronomio el incesto es
castigado con la muerte. En el Nuevo
Testamento y en los Evangelios, el lugar
que se da al niño es el del amor, el de la
pureza, incluso el de modelo para los
adultos.
Sin cuestionar los textos, Florence RUSH
denuncia, en "El secreto mejor guardado -
la explotación sexual de los menores", con
pasión y vehemencia los sistemas socio-
culturales basados en las religiones
(talmúdicas, cristianas, griegas), que
legitiman los malos tratos sexuales a
menores y mujeres. Muestra, con multitud
de ejemplos, que la edad de la madurez
sexual ha fluctuado a lo largo de la historia,
situándose mucho más precozmente que
hoy en día, e incluso hoy sucede así en
determinados países, lo que permite
legalizar todos los abusos.
10
calificárselos de abuso? La cuestión es que
la posición del adulto, que satisface
mediante estos actos su tributo a la cultura
y a las tradiciones, es fundamentalmente
distinta de la del adulto que comete un
abuso buscando el goce sexual a
expensas de un menor.
EL DERECHO
Nuestro ordenamiento jurídico contempla el
derecho de los menores desde dos ópticas
complementarias.
El Código Civil regula la protección de
los menores desamparados en el
Capítulo V, Título VII, Libro 1,
íntegramente modificado por la ley
21/1987, de 11 de noviembre, y define
la situación de desamparo como aquella
situación que se produce de hecho a
causa del incumplimiento, o del
imposible o inadecuado ejercicio de los
deberes de protección establecidos por
las leyes para la guarda de los menores,
cuando éstos queden privados de la
necesaria asistencia moral y material.
Las disposiciones del Código Civil
prevén, para tales casos, medidas de
guarda, acogimiento, y adopción,
siendo en tales supuestos el juez de
familia, la autoridad judicial competente.
El Código Penal, por su parte, tipifica un
amplio conjunto de delitos contra la
libertad sexual (violación,
exhibicionismo y provocación sexual,
estupro, rapto y prostitución), y
contempla expresamente los supuestos
en los que las víctimas son menores de
edad.
Es probable que en el curso de los años
venideros, la prohibición de los abusos
sexuales a menores se afiance a medida
que aumente nuestro conocimiento del
fenómeno y la intolerancia del conjunto de
la sociedad hacia este atentado a los
derechos de los menores.
Así pues, cuando reafirmamos la
prohibición de los abusos sexuales, esta
aseveración reposa esencialmente en
nuestra convicción de la nocividad de los
actos abusivos y de sus repercusiones
sobre el porvenir de los menores.
 i

EL LUGAR DEL SADISMO , EL LUGAR DE LO SEXUAL

A. CRIVILLE La clínica de menores maltratados recoge con frecuencia elementos sexuales más o menos
Psicoanalista. explícitos, que nos muestran la relación con los abusos sexuales propiamente dichos. Estos
omunicación - Congreso elementos van desde la agresión realizada sobre zonas erógenas del menor a la excitación sexual
de Angers, 1985 impuesta, infligidas ambas por el placer de hacer del menor un ser sometido mediante el miedo y
las privaciones, de las refinadas puniciones hechas al menor por sus comportamientos sexuales a la
observación oculta de sus actividades sexuales... Toda la gama de las perversiones podría
prácticamente ser repertoriada en la relación padre maltratante - menor maltratado. Aquí el placer
del padre es manifiesto, incluso cuando la dimensión sexual es negada, hasta desbordada por un
sadismo invasor.

En este tipo de relación, los malos tratos infligidos o la actividad impuesta al menor permiten al
padre restablecer una relación de rivalidad, de odio o de excitación sexual con uno y/u otro de sus
propios padres. Aquí la distancia es mayor y la inversión afectiva menos sólida, mientras que el
menor es siempre mantenido al servicio de las necesidades pulsionales del padre. "Cuando mis
niños hacen una travesura les pego con el mango, cuando son buenos les pego con las plumas",
decía una madre con un plumero en la mano. Se busca la excitación del menor para despertar,
mantener y aumentar la propia excitación. Placer sádico y placer sexual se intrincan en
proporciones diferentes, pero si el padre agrede el cuerpo del menor es porque aspira a otros
amores.... El cuerpo del menor es aquí un cuerpo sexuado, en el que el sexo es un elemento
frecuentemente determinante para convertirlo en apto del deseo del padre. Si el acto incestuoso
recuerda al padre sus deseos respecto de su propio padre, resulta igual de claro que todo acto
sexual de un adulto con un menor apunta, mediante una persona interpuesta, a un proyecto
incestuoso.

MIRADA ETNOLOGICA SOBRE LA PATERNIDAD

Y LA FAMILIA

Francoise ZONABEND La prohibición del incesto, es decir, la idea de que hay que evitar las uniones entre parientes
Historia de la familia cercanos, no es el resultado de un reflejo de tendencias fisiológicas o psicológicas propias del
(extracto) individuo, algo que le llegaría de sus instintos biológicos, sino muy al contrario el primer acto de
organización social de la humanidad. Se trata de una regla establecida por las sociedades para
regular las relaciones entre sexos, con la finalidad de substituir, tanto en este ámbito como en otros,
el azar por el orden.

En efecto, si bien la prohibición del incesto está universalmente extendida, recibe en cada cultura
una definición diferente, lo que demuestra su carácter social. Dicho en otros términos, si su
universalidad hace de ella un rasgo natural, la multiplicidad de sus formas la transforma
precisamente en un fenómeno cultural: la prohibición del incesto opera por tanto el paso entre el
estado natural y el estado cultural. Marca en cierta forma la articulación entre el hecho natural de la
consanguinidad y el hecho cultural de la alianza. Si la naturaleza, en las sociedades animales por
ejemplo, abandona la alianza al azar o ala arbitrariedad, resulta imposible para la cultura no
introducir un orden y unas reglas. Reglas que varían según las sociedades y, dentro de una misma
sociedad, cambian según las épocas.

ABUSOS Y REPRESIONES SEXUALES

CONCERNIENTES A NIÑOS Y ADOLESCENTES
ACOGIDOS EN INSTITUCIONES

P. VIVET y S. Así pues las instituciones que utilizan a sus clientes para saciar los deseos y las pulsiones sexuales
TOMKIEWICZ del personal asistente pueden dividirse en:
Extracto de un artículo
- instituciones tradicionales, donde las violencias (abusos) son clandestinas, brutales, violentamente
negadas por sus autores, pero frecuentemente poco castigadas en el interior de las instituciones y
jamás desveladas al exterior.

- instituciones "modernas" que hacen una llamada a la ideología de la permisividad total, incluso
pretendiendo "curar mediante el amor". En este caso el abuso se practica casi abiertamente,
banalizado, y acompañado no de violencia sino de seducción, proviniendo ésta además tanto de

•*e

11
 ••
A. DURANDEAU
Director de enseñanza
is sexualidades humanas
Extracto de un artículo
los adultos como de los usuarios; parecen menos bárbaras que las anteriores pero son igualmente
nocivas para la evolución psico-afectiva de los menores.
Es muy raro que desde las instituciones trasciendan testimonios. Muchos de estos abusos son
ignorados por el entorno del menor. Cierto es que todos conocemos la fragilidad de los testimonios
infantiles, pero esto no debe servir para invalidar todo lo que dicen los usuarios de las instituciones.
Pensamos que la "prudencia" de la policía, como la ejercida en un caso que recientemente hemos
conocido al exigir cinco (sic) testimonios de niños sodomizados para comprometer a un director
pedófilo notorio que poseía sólidos apoyos políticos, es al menos muy exagerada.
"Nuevas formas de abusos sexuales contra menores aparecen en el devenir de la evolución de las
costumbres. Por ejemplo "los nuevos abusos sexuales".... Pienso en la intrusión, tan oficialmente
bienintencionada, de las madres en la vida sexual de sus hijas: desde una especie de obligación de
contracepción, acompañarlas a un ginecólogo (el "suyo" frecuentemente....), hasta llegar a un
examen si el médico se presta a ello.
Las confidencias eróticas de los padres a sus hijos en nombre de la libertad sexual... el
exhibicionismo como nuevo avatar del tabú de la desnudez... Los gestos de educadores
"legitimados" por la negación del poder, la humillación subrepticia en nombre de la libertad... (los
gestos de médicos y terapeutas sobre adolescentes o adultos en nombre de una "liberación sexual"
son del mismo orden).
Fuera de estas formas tanto "antiguas" como "nuevas" de abusos sexuales, quiero evocar dos
puntos particulares:
- la inflación, el recrudecimiento de la prostitución infantil. Asia, América del Sur ciertamente... pero
también países limítrofes al nuestro en Europa... así como nuestro propio país. Al hacer las mujeres
oír y respetar más sus derechos, ¿son acaso los menores piezas de caza señaladas, marcadas? Al
peso enorme de los intereses en juego se añaden quizá las cegueras y sorderas surgidas de las
partes más oscuras de cada uno de nosotros...
- de manera más prospectiva pero no menos candente: las "nuevas paternidades" (consecuencia
de evoluciones procreativas artificiales) ¿son inicios de abusos contra menores? Proponerles
semejantes aguzamientos de las constelaciones familiares es abusar de ellos? ¿O el abuso sería
privarnos (privarles)?
En todo caso, si existe abuso, se trata de un abuso sexual.
12
LA AMPLITUD
DEL PROBLEMA
La epidemiología es el estudio de la frecuencia de un fenómeno mórbido dentro de una
población determinada, sus causas, su transmisión y los medios para luchar contra él.
(anexo 1)

En lo que concierne a los abusos sexuales todo, o casi todo, está por hacer.

Ningún estudio epidemiológico serio cubre la globalidad del concepto. El fenómeno sigue
siendo mal conocido, las fuentes de información son múltiples pero difícilmente
complementarias, las muestras de población estudiadas no son representativas y son el
origen de extrapolaciones numéricas frecuentemente cuestionadas.

ESTADO DE LOS DATOS

EPI DEM I OLOG ICOS
Generalidades
La toma de conciencia del problema de los
menores víctimas de abusos sexuales se
asemeja en muchos puntos a la de los
menores víctimas de malos tratos
corporales.
En la conferencia del CIOM/CMS - Berna,
diciembre 1985 , se subrayó que este
fenómeno atañe tanto a los países
occidentales como a los países en
desarrollo. En las sociedades más
desfavorecidas, la explotación económica
de los menores por medio de la
prostitución, agrava considerablemente el
problema.
Conocido y abordado desde hace más de
10 años en los países anglosajones, en
nuestro entorno el fenómeno de los abusos
sexuales sigue considerándose marginal.
La demostración de su importancia es
sobre todo responsabilidad de psicólogos,
trabajadores sociales y sociólogos, más
que de los médicos.
Desde hace algunos años, el movimiento
feminista y el eco obtenido por la prensa
feminista, han favorecido los testimonios y
la publicación de numerosos libros de
mujeres que han vivido en la infancia
situaciones incestuosas. La literatura, el
cine, la televisión, reflejan el interés por
este tema.
Las cifras
Según algunos países 1 de cada 4 niñas -
1 de cada 8 niños serían víctimas de
abusos sexuales antes de los 18 años
(Congreso de Sydney 1986).

13
FRE C UEN CIA DEL FEN O MEN O
EN EL MUNDO
Mediante:
- 2 encuestas retrospectivas, una inglesa y
la otra americana, realizadas sobre una
población infantil; ambas referidas al año
1987,
Inglaterra
Margaret Lynch, pediatra.
Patricia Mrazet, pediatra.
Arnon Bentovim, psiquiatra.
Esta encuesta fue efectuada entre 1.600
médicos: generalistas, pediatras,
psiquiatras y médicos forenses de los
tribunales. Se refiere a los casos de malos
tratos sexuales a menores de los que
habían tenido noticia durante 1978:
(...)
Estos profesionales señalaron 1.072 casos:
- 85% de niñas
- 15% de niños
- 23% de entre los menores de 5 años
- 38% entre 5 y 10 años
En la mayoría de los casos, se trata de
coito consumado o tentativa de
penetración.
Las relaciones incestuosas aparecen en un
43% de los casos, y en un 23% de ellos se
trata de incesto padre natural/hija.
Las extrapolaciones numéricas efectuadas
a partir de esta encuesta muestran que un
joven sobre 300, menor de 15 años, ha sido
víctima de abusos sexuales durante su
infancia.
1978: U.S.A.
En los Estados Unidos existe desde 1973
un banco de datos que reagrupa a nivel
nacional los malos tratos y las negligencias
graves respecto a menores registradas por
las autoridades administrativas y judiciales.
Los resultados contabilizan para el año
1978, 6.096 casos de abusos sexuales
repertoriados, es decir el 15% de los casos
señalados. Se trata en un 87% de casos de
niñas.
• el 40% son incestos padre natural/hija;
• en el 38% de los casos el adulto es el
padrastro, el padre adoptivo o similar.
Hay que observar que las reseñas
provenían de casos de malos tratos
sufridos por menores por parte de sus
padres, lo que explica que la proporción de
relaciones incestuosas sea mucho mayor.
14
- 1 balance canadiense realizado por un
comité sobre agresiones sexuales a
menores,
- 3 encuestas retrospectivas realizadas
sobre una población de adultos.
• Balance del Comité
Badgley sobre agresiones
sexuales a menores.
En 1984 Canadá publicó el informe
Badgley, que se refiere a una encuesta
sobre la incidencia y la frecuencia, en
Canadá, de las infracciones de orden
sexual contra niños y adolescentes, y de
los problemas de prostitución juvenil y de
explotación de jóvenes para fines
pornográficos.
Se trata del primer informe de esta
envergadura realizado
en el mundo a petición de los Ministerios de
Salud y Bienestar Social y de Justicia.
Concluye con la necesidad absoluta de
ofrecer a los niños y adolescentes una
mejor protección contra toda forma de
agresión y explotación sexual.
Emite propuestas tendentes a constituir un
marco racional de protección.
Extracto de las conclusiones
de este informe
• En algún momento de su vida, alrededor
de una mujer de cada dos y de un hombre
de cada tres, han sido víctimas de uno o
varios actos sexuales no deseados,
especialmente: agravios al pudor,
amenazas sexuales, tocamientos de las
partes sexuales del cuerpo y penetraciones
o tentativas de penetración.
• Aproximadamente cuatro de cada cinco
de estos actos sexuales no deseados han
sido cometidos por primera vez contra
estas personas durante su infancia o su
adolescencia.
• Cuatro de cada cien mujeres jóvenes han
sido violadas.
• Dos de cada cien jóvenes han sido objeto
de tentativas o de actos reales de
penetración anal no deseada, sea con el
pene, los dedos u otros objetos.
• Los agravios al pudor constituyen la
mayor parte de las infracciones sexuales
cometidas contra menores. La prueba se
refiere a casos en los que tales actos han
sido seguidos de una agresión sexual.
• Tres de cada cinco menores víctimas de
agresiones han sido amenazados o
forzados físicamente por sus agresores.
Las jóvenes víctimas son también
suceptibles de ser amenazadas o forzadas
a practicar actos sexuales tanto por
personas de edad similar a la suya como
por personas de mayor edad.
En resumen, una joven de cada 100 relata
la existencia de una relación incestuosa
padre natural/hija.
Por el contrario, sólo el 9% de los jóvenes
han reconocido haber practicado
actividades sexuales en su juventud con
adultos, en la mayoría de los casos de
naturaleza homosexual, y raramente con un
miembro de su propia familia. Las
relaciones heterosexuales madre/hijo
aparecen igualmente de forma muy
excepcional.

• Si bien pocas de estas jóvenes víctimas

han sufrido daños corporales (infecciones,
desgarros), un número claramente superior
presentan trastornos psico-afectivos.
• Aproximadamente uno de cada cuatro
agresores es miembro de la familia o una
persona con posición de confianza: cerca
de la mitad son amigos o conocidos, y más
o menos uno de cada seis, es un extraño.
• La casi totalidad de los agresores son
personas de sexo masculino, una de cada
cien pertenece al sexo femenino.
• La mayoría de las víctimas, o de sus
familias, no solicitan ayuda de los servicios
públicos. Cuando lo hacen, se dirigen
sobre todo a la policía y a los médicos.
• Algo más de dos de cada cinco
agresiones sexuales seguidas de
homicidio, han sido cometidas contra niños
de quince o menos años. Entre las víctimas
de delincuentes sexuales condenados,
catalogados como peligrosos en su
condena por los tribunales, tres de cada
cuatro son menores.
SAN FRANCISCO
• La socióloga Diana Russel encuestó a
2.000 mujeres de más de 18 años
habitantes de San Francisco y elegidas al
azar por un instituto de sondeos.
La autora reconoce no obstante que sólo el
50% de estas mujeres se prestaron a la
encuesta, el resto se negó a colaborar en el
estudio.
De entre ellas 960 se prestaron a una larga
entrevista y el 16% declararon haber tenido
alguna experiencia sexual intrafamiliar
antes de los 18 años, y el 12% de éstas
antes de los 14 años. Los abusos
extrafamiliares eran aún más numerosos,
31 % antes de los 18 años.
Lo que hace que casi una de cada tres
mujeres había sido víctima de abusos
sexuales.
• La señora Silbert, trabajadora social,
encuestó a 200 prostitutas menores de
edad, de esa ciudad.

El 40% habían tenido relaciones

Tres encuestas sociológicas
incestuosas intra-familiares en el pasado, y
retrospectivas realizadas en una el 13% de ellas con el padre natural.
población de adultos.

1980 • NUEVA ORLEANS

El sociólogo D. FINKELHOR analiza una
encuesta realizada a 796 estudiantes de
una universidad, mediante un cuestionario
anónimo.
(...)

• el 19% de los jóvenes reconocieron haber

sido objeto de abusos sexuales por parte
de adultos en su juventud, la mitad de ellos
antes de los 12 años.

Además, en casi la mitad de los casos

(44%), el adulto era un miembro de la
familia (tío, abuelo, padrastro, hermano,
etc.), y en un 6% de los casos, el padre
natural.

15
FRECUENCIA DEL FENOMENO
EN FRANCIA
A través de las cifras:
E Ministerio del Interior - 1986
Hechos constatados durante 1986
concernientes a víctimas mayores y
menores (es imposible obtener cifras
separadas).
Proxenetismo
Violación
Atentados al pudor
Ultrajes públicos al pudor
Corrupción de menores
(Sólo referido a víctimas menores)
Homosexualidad con menores
Malos tratos a niños
(Este dato comprende todos los malos
tratos a menores, salvo los abusos
sexuales)
Gendarmería Nacional
Un Departamento de ¡le de Francia - Val de
Marne.
1982 - 97 casos de abusos sexuales, de
ellos 17 son violaciones y 82 atentados
al pudor.
1983 - 118 casos, de los cuales 21 son
violaciones y 97 atentados al pudor.
9 Ministerio de Justicia en 1986
Las cifras provisionales hacían aparecer un
4% de incremento respecto a 1983.
-Condenas por atentados a las
costumbres:
• Violación:
Víctimas mayores:
Víctimas menores:
• Atentados al pudor:
Víctimas mayores:
-por parte de familiares:
-por parte de otras personas:
Víctimas menores:
-por parte de familiares:
-por parte de otras personas:
• Proxenetismo:
Víctimas mayores:
Víctimas menores:
• Corrupción de menores: 115
Por tanto, un total de 1.636 condenas por
atentados al pudor sobre menores en 1986.
Algunos comentarios sobre estas
cifras:
Así como es posible tener cifras
diferenciadas por las condenas de autores
de abusos sexuales a menores y a
1.224
2.937
mayores, es imposible obtener la misma
6.411 diferenciación a nivel de hechos
5.607 constatados por la policía.
363
Se puede observar una diferencia sensible
34 entre el número de hechos constatados y el
1.396 número de condenas por los mismos
hechos en el mismo año.
Por ejemplo:
Violaciones (todas las edades) en 1986
-Hechos constatados: 2.937
-Condenas: 597
Malos tratos a niños:
-Hechos constatados: 1.596
-Condenas: 609
Diversas razones intervienen para explicar
esta diferencia, pero en conjunto no hay
modo alguno de evaluarlas:
-Retractación de las víctimas
-Clasificación sin continuidad judicial
-Descalificación de crímenes en delitos
-Orientación hacia el Juez de Instrucción
(en particular para los malos tratos donde
esto será 2 sobre 3 después de fuentes
buenas
bien informadas)
-No lugar
-Muchos hechos pero un solo autor para
una sola condena
508
89
Se puede constatar que hay más condenas
por abusos sexuales a menores (1.636 en
1986) que por malos tratos a menores (609
en 1986).
58
1.214 La explicación se encuentra, sin duda, en
el hecho siguiente: los malos tratos son
dirigidos más hacia el Juzgado de Menores
283
mientras que los abusos sexuales dan lugar
1.118
a menudo a una persecución judicial.
En fin, se puede notar que los juicios por
283 proxenitismo sobre menores son mucho
30 menos numerosos que los otros. Esto
indica, sin duda, que los abusos sexuales
más frecuentes no están reflejados y
mucho menos la prostitución infantil.
16
I NVE S TI GAC I O NES
A DE SARRO LL AR
• APROXIMACION JUDICIAL
Peritación judicial de menores (L. Deltaglia)
El estudio se refiere a 90 sujetos, 59 de los cuales son víctimas y 31 autores de abusos
sexuales. Estas personas han sido objeto de peritación en el curso de un proceso civil o
penal, y es por tanto imposible generalizar. Sin embargo, las tendencias señaladas son
interesantes por sí mismas. Se obtienen las siguientes observaciones.

Pero esto es evidentemente muy delicado

Las víctimas de apreciar y, sobre todo, no existe ningún
medio de prever las repercusiones
59 niños tenían menos de 15 años en el ulteriores.
momento de los hechos, o al comienzo
de los mismos cuando éstos perduraron. El autor del estudio se pregunta si el
relativo equilibrio del menor no es debido
Sexo: niñas 76% - niños 24%
justamente al hecho de que ha existido
Edad: de 3 años y 1 mes a 14 años y 9 meses denuncia, ésta ha sido atendida y por tanto
media 9 años 4 meses. el menor ha sido confortado en su derecho.
menos de 6 años 18%
de6a 10 años 37%
de 10 a 12 años 15%
Los autores:
de 12 a 15 años 29%
De entre los 31 autores de abusos
Origen del abuso: familia 49%
55% han actuado en su familia
cercanos 29%
extraños 22% 16% entre menores cercanos
29% entre menores desconocidos
Tipo de abuso sufrido:
besos, caricias 63% 16% tienen menos de 18 años
masturbación del autor por el menor 30% 16% tienen entre 18 y 25 años
contacto buco-genital 23% 68% tienen más de 25 años
contacto genital incompleto 45%
penetración vaginal 25% 70% han sido inmediatamente
penetración anal 3% encarcelados
50% manifiestan malestar, vergüenza,
(El total es superior al 100% puesto que los
remordimientos
menores son víctimas de varios de estos
abusos). 45% presentan una patología bastante
importante.
Credibilidad de las confesiones:
satisfactoria 82%
con reservas 18%
Observaciones: en el estudio no aparecen
incestos madre-hijo ni incestos hermano-
Consecuencias de los abusos: hermana.
-No aparecen trastornos aparentes
durante la peritación 33%
-Trastornos anteriores a los hechos, 45%
-Trastornos directamente unidos a
los hechos 23%

• APROXIMACION MEDICA
-Estudio de la Unidad de Medicina para adolescentes (Hospital Kremlin-Bicétre - Pr.
Courtecuisse)

El hospital, como puesto de observación, introduce un sesgo en la muestra que aumenta

quizá la gravedad de los trastornos observados.

Mediante estudios franceses y de otros países referentes a series de niños y/o adolescentes
cuyo seguimiento se ha realizado por equipos hospitalarios con ocasión de agresiones
sexuales, se señalan las siguientes particularidades:

17
- Los niños de mayor edad y los
adolescentes son más frecuentemente
agredidos por desconocidos; los que
conocen a su agresor son más jóvenes. Se
trata frecuentemente de un miembro de la
familia o del entorno próximo.
- Las niñas son mucho más frecuentemente
agredidas que los niños; estos últimos son
en mayor medida víctimas de sodomías.
- En las agresiones sexuales extra-
familiares los agresores suelen ser en la
mayoría de los casos desconocidos del
adolescente. En el caso de agresiones
sexuales intra-familiares el autor del abuso
es principalmente el padre o el padrastro, a
veces un tío y más raramente un abuelo, en
un contexto familiar siempre muy
disfuncional. La fenomenología aquí es muy
variada e impide cualquier generalización.
Población del estudio del Servicio de
medicina de adolescentes abierto en 1982
La muestra de la Unidad hospitalaria de
Medicina para Adolescentes, integrada en
el Departamento de Pediatría del Hospital
BICETRE se refiere a jóvenes de ambos
sexos entre 13 y 19 años, reconocidos en
hospitalización (400 a 450 admisiones por
año) o en consulta (3.000 visitas por año).
Importancia de los abusos
sexuales en esta población:
Los adolescentes víctimas de violencias
constituyen alrededor del 4% de la muestra
total. Se trata en la mayoría de los casos
(86%) de niñas . Algo menos de un tercio
son violencias extra-familiares que
corresponden casi en su totalidad a
agresiones sexuales. Más de dos tercios
corresponden a violencias familiares, y
dentro de éstas casi la mitad son de
naturaleza incestuosa.
La experiencia del servicio se refiere a
cerca de sesenta casos de agresión
sexual, 36 de los cuales fueron atendidos
en urgencias.
Las situaciones incestuosas y sus
consecuencias
Sobre una serie de 30 muchachas
adolescentes , 22 han llevado a cabo una
o varias tentativas de suicidio, y este
intento de suicidio ha sido la causa de
recurrir al servicio para 13 de ellas. De
estas 30 chicas, 12 estaban en un estado
francamente depresivo, 7 se han fugado en
repetidas ocasiones, 6 tenían graves
dificultades escolares, 3 presentaban
síntomas de anorexia, 2 eran toxicómanas y
una de ellas había tenido contactos con la
prostitución.
Doce de ellas manifestaron en repetidas
ocasiones quejas claramente anorgánicas
pero en ocasiones muy invalidantes.
Finalmente, 6 adolescentes tenían tales
trastornos de comportamiento que
resultaba imposible hacerse cargo de ellas
en el centro y esto justificó una asistencia
más especializada, de tipo psiquiátrico.
18
Reflexiones sobre los dos grupos ae
niños y adolescentes estudiados por
fi Efl^>t W altas y Alvin y L. Deltaglia
Observaciones
El origen institucional de las dos observa-
ciones es muy diferente; está determinado
por la solicitud de ayuda, sea para recurrir
a cuidados, sea para recurrir a la ley.
El segmento de edad de estas dos
poblaciones no puede superponerse
exactamente.
• en el estudio médico se trata de
adolescentes de 13 a 19 años, 30 de los
cuales han vivido situaciones incestuosas;
• en el estudio de los informes de
peritación judicial, se trata de menores de 3
a 15 años, de los cuales, alrededor de 17
tienen entre 12 a 15 años.
Por tanto difícilmente puede establecerse
una comparación válida.
No obstante, se observa:
una frecuencia muy elevada de intentos de
suicidio en el estudio médico (22
adolescentes implicados), ausencia de
tentativas de suicidio en el estudio de los
informes de peritación judicial, solamente
dos víctimas aluden a ello. Impresionados
por estos resultados, los dos equipos
iniciaron una investigación complementaria
con el fin de poner en evidencia la relación
entre tentativa de suicidio y recurso a la ley.
L. Deltaglia propone la hipótesis de que la
denuncia, el recurso a la ley, protegería de
la depresión suicida; la verificación de esta
hipótesis está en curso.
- Estudio Saludjoven, realizado por
Dominique Perad, Alain Lazartigues, Hubert
Lisandre (CREA), Thierry Pailleux (1FEA).
Se trata de un estudio referente a una
muestra representativa de 1.000
estudiantes de las Universidades de París y
de la región parisina, realizado en Abril de
1988. El objetivo principal del estudio es
comprender las actitudes de los
adolescentes frente a la sexualidad, con
vistas a la prevención del SIDA.
Junto al auto-cuestionario anónimo, se
añadieron a petición del Ministerio, 3 items
referentes a los abusos sexuales sufridos
en la infancia.
Resultados:
Prec^unia "¿has sufrido en la infancia uno o
varios de estos incidentes sexuales: exhi-
bicionismo, acoso sexual, violación, incesto?"
Respuestas positivas:
Chicas Chicos
Exhibicionismo 22% 8%
Acoso sexual 4% 3%
Violación 3% 2%
Incesto 1% 1%
30% 14%
Pregunta "¿ has sufrido este incidente Observaciones
dentro o fuera de la familia?" Una de cada 25 chicas y 1 de cada 33
Respuestas chicos, declaran haber sufrido una
violación o un incesto, principalmente entre
los 10 y los 14 años.
Chicas Chicos
Dentro de la familia 5% 23% No obstante, la población interrogada es
Fuera de la familia 83% 67% una población sesgada que realiza
estudios universitarios y que por tanto no
presenta perturbaciones o inhibiciones
Pregunta " ¿A qué edad sufriste este intelectuales graves.
incidente?"
Es posible plantear la hipótesis de que los
Respuestas estos incidentes se sitúan menores que han sufrido un abuso sexual
entre los 4 y los 20 años , con una cota muy con consecuencias graves no se encuentran
clara entre los 10 y los 14 años. en este grupo y que, por ende, la cifra de
una de cada 25 chicas es una cifra rebajada.
Chicas Chicos
Inversamente, se constata que todos los
10 años 20% 16% abusos sexuales en la infancia no implican
12 años 19% 28% necesariamente perturbaciones
14 años 13% 16% psicopatológicas que entorpecen el
funcionamiento intelectual.

40 APROXIMACION SOCIAL
Teléfono verde del colectivo:
violaciones... mujeres... informaciones... de París.
Testimonios recogidos mediante un número de teléfono para llamadas gratuitas y anónimas.
El análisis se refiere a 4.000 llamadas, entre ellas 700 violaciones. Estas llamadas han sido
recibidas entre las 10 y las 18 horas, 5 días a la semana, de marzo a diciembre de 1986.
Edad de las mujeres .. _
22 % Violaciones 690 violaciones, de ellas violación (cuando se precisa):
680 mujeres y 10 hombres. Menores: 44,5%
200 llamadas de ellas 27 correspondientes al
solicitando apoyo y segmento de edad 16 y 17 años.
acompañamiento.
Según el análisis del
Adultas: • 18 a 30 años: 42,4 %
•30a50años: 11,9%
último trimestre
el 51 % de las violaciones Tiempo fren cura°i+`' r, R _ ! r.,ada v la
censadas son violaciones violación:
por incesto. 40 han llamado el mismo día o el día
11 % Agresiones Consecuencias de siguiente, 8 llamadas se efectúan menos de
sexuales encuentros con 2 semanas después de la violación: 15
exhibicionistas, de entre quince días y dos meses después; 14
acosos.
entre dos meses y un año, 8 entre uno y
dos años después.
Violencias verbales y
físicas, amenazas i_oas violadores:
e intimidaciones intra- Cuando las mujeres hablan de ellos, se trata,
familiares. en un 40% de los casos, de hombres cono-
cidos de la víctima; en el 60% de los casos,
de hombres desconocidos, entre ellos un
ANALISIS DE LAS LLAMADAS 16,6% se refiere a violaciones colectivas.
REFERENTES A VIOLACIONES: Lugar de la a
3 meses: septiembre, octubre y noviembre El 31,2% de las violaciones han tenido
de 1986. lugar en el domicilio de la víctima o en una
Análisis realizado sobre 264 fichas, que casa conocida... Ellas han sido
sorprendidas...
representan:
- 134 violaciones El hombre se introduce sea bajo un falso
- 130 violaciones por incesto, de las cuales pretexto, sea descerrajando la puerta.
90 padre-hija El 61 % de las agresiones ha tenido lugar en
40 hermano-hermana. el exterior: camino de la escuela, del
trabajo, parque público...
-134 llamadas referentes a violaciones: El 7,5% en instituciones; en una consulta
Quién llama`' médica; en un lugar de trabajo, por el jefe;
en el bar del hospital; otras en clubes
En un 75% de los casos, son las propias deportivos o centros culturales.
mujeres agredidas las que llaman al
teléfono verde. (...)

19
•y toiacio r es u,,,;
Las violaciones por incesto se refieren a: Todas las niñas de menos de 16 años que
- 90: padres , padrastros , abuelos o tíos, han llamado para hablar de violaciones
con niñas; incestuosas de sus padres, relataban
- 40: hermanos - hermanas o primos hechos actuales. Es decir, en 3 meses 134
cercanos. niñas de menos de 15 años que querían
salir de aquella situación.
,¿ Quién llama":
• Las violaciones por incesto y la justicia
- El 64% de las llamadas son realizadas
por las interesadas; De estas 130 violaciones por incesto,
solamente 16 han llegado al conocimiento
- El 24% de las llamadas las hacen las de la justicia: es decir un 12% (...)
madres, hermanas o abuelas;
- El 9% de las llamadas, amigos/as muy • Entre las consecuencias: embarazo
cercanos; una tiene 2 hijos de su padre,
- 1 llamada es realizada por un médico, un una ha abandonado a su hijo,
abogado o una asistente social cuatro están embarazadas, una de ellas
de 3 meses,
tdaa en el momento de la iiamaoa
(de las mujeres a las que concierne - 2 temen estar embarazadas
directamente , y cuando este dato se • Incestos entre madre e hijo
precisa)
3 llamadas
- 1 de 11 años
• Silencio en torno a las violaciones
- 4 de 13 años
Más de un tercio de las mujeres que han
- 8 de 14 años llamado por violación no habían hablado a
- 11 de 15 años nadie del suceso, entre las 34 jóvenes de
- 14 de 16 a 20 años (es decir un 63,3% de menos de 16 años que han llamado por
menos de 20 años) violación incestuosa, 15 no lo habían
hablado con nadie.
- 9 de 20 a 25 años
- 10 de 25 a 40 años
- Una de 56 años, una de 72 años, una de
73 años, una de 75 años, una de 82 años.
(...)

FREC UEN C IA DEL FENOMENO

EN ESPAÑA
El fenómeno de los abusos sexuales en España es poco conocido y, hasta el momento, no
ha aparecido ningún estudio relevante sobre este tema que muestre la verdadera
dimensión de este problema. Sólo por parte de la Universidad de Salamanca y, bajo la
supervisión de Félix López, psicólogo, profesor titular de la Facultad de Psicología de la
citada universidad, se han hecho algunas aproximaciones, tal y como se expresa en el
texto siguiente extractado de la publicación del II Congreso Estatal sobre Infancia
Maltratada (1993) de la ponencia enviada por el propio Félix López.

APROXIMACION SOCIAL Tres criterios son utilizados más

En 1989 se llevó a cabo una primera
revisión del tema, haciendo un análisis de
los principales estudios e investigaciones
realizadas en el mundo. El principal
problema que se pone de manifiesto en
esta revisión, es la ausencia de un
concepto suficientemente preciso y
aceptado por la comunidad científica.
Los investigadores difieren en los criterios
de edad de la víctima y del agresor y el
tipo de conductas que deben ser
incluidas dentro de dicho concepto,
algunos estudios ni siquiera indican qué
entienden por abuso sexual.
frecuentemente: la edad de la víctima y
del agresor, las conductas que el agresor
pone en juego para someter a la víctima y
el tipo de conductas que tienen lugar
entre ambos. Sin embargo, estos criterios
están sujetos a un amplio margen de inter-
pretación, a lo que se añade que estos
conceptos no necesariamente coinciden
con la legislación de los diferentes países.
Otros aspectos a considerar y que se
desprenden de esta revisión, es que,
como en todos los temas tabú, existen
numerosas creencias en torno a los
abusos sexuales infantiles que contribuyen
a ocultar el problema y a tranquilizar a
quienes no desean afrontarlo.

20
• Muchas personas piensan que los
abusos sexuales no existen o son
infrecuentes.
• Otra opinión muy extendida se refiere a
los agresores. La mayor parte de la gente
cree que éstas son personas con graves
patologías o con desviaciones sexuales.
Sin embargo, casi todos los abusos
sexuales son cometidos por sujetos
aparentemente normales.
• En relación al agresor, tiende a creerse
también que éste es siempre o casi
siempre un desconocido, resistiéndose a
admitir que, con frecuencia, el agresor
pertenece al entorno familiar o es un
conocido o un educador.
• También es usual dar por sentado que,
si los abusos sexuales ocurrieran a
nuestro alrededor nos enteraríamos.
• Frecuentemente se tiene en mente, que
los abusos sexuales se producen en
ambientes muy específicos, asociándose
con la pobreza, baja cultura, etc ... Pero la
realidad demuestra que ocurren en todas
las clases sociales y zonas geográficas.
• Debido a la resistencia de los adultos
para reconocer la evidencia de estos
hechos, es bastante habitual pensar que
los niños fantasean cuando los cuentan.
• Por otra parte, parece razonable
imaginar que si la madre de un niño se
entera de que su hijo ha sido objeto de
abuso sexual no lo consentiría y lo
denunciaría a alguien. Pero en contra de
estas expectativas, sobre todo si el
agresor es un miembro de la propia
familia, más de la mitad de los menores
reaccionan ocultando el hecho y, más
aún, cuando es la hija la víctima de
abusos sexuales por parte de un padre.
Estas creencias ilustran la confusión que
rodea a este tema y es preciso que sean
superadas si lo que se pretende es
afrontar el tema de forma adecuada.
En cuanto a la incidencia de los abusos
sexuales a menores, al no denunciarse la
mayor parte de los casos en el momento
en que suceden, es muy difícil conocer su
verdadera frecuencia. Los estudios más
realistas se basan en auto-informes de
adultos en los que comunican los
recuerdos que éstos tienen de los
sucesos de la infancia. Los abusos
sexuales suelen dejar un recuerdo
imborrable a través de los años, por lo
que este tipo de estudios son los más
indicados.
21
Sin embargo, esta metodología tiene un
límite porque han pasado muchos años
desde que sucedieron los hechos y los
recuerdos han sido elaborados desde
una perspectiva ya de adulto.
FACTORES DE RIESGO
En el tema de los abusos sexuales no
puede hablarse con propiedad de grupos
de riesgo ni en relación con las víctimas ni
en relación con los agresores. Sólo se
pueden indicar algunas circunstancias
que favorecen uno u otro riesgo.
Existe unanimidad en admitir, por
ejemplo, que el hecho de ser niña (mujer)
es, indudablemente, uno de los factores
que hacen mucho más probable el ser
víctima de abusos sexuales.
Los estudios varían en cuanto a la
probabilidad asignada a las chicas y a los
chicos, pero todos ellos conceden una
mayor probabilidad de sufrir abusos
sexuales a las niñas. La media está entre
2 ó 3 niñas por cada niño, de forma que
se calcula que el 71 % de las víctimas son
mujeres y el 29% hombres.
Las edades de mayor riesgo son los del
inicio de la pubertad. Entre los 10 y los 12
años ocurren más del doble de casos de
abusos sexuales que en cualquiera de las
otras edades.
EFECTOS
Otra cosa que se constata es que los
abusos sexuales producen efectos de
intensidad muy variable, dependiendo de
la edad del agresor y de la víctima, del
tipo de relación entre éstos, de la
duración de la agresión, de la
personalidad del niño agredido, de la
reacción del entorno, etc ... En general,
puede decirse que entre los factores que
parecen agravar los efectos de los
abusos sexuales está: el que se den de
forma repetitiva, que haya contacto
genital, el empleo de la fuerza, que el
agresor sea el padre o el padrastro,
hombre (frente a mujer), adulto (frente a
adolescente), que la víctima tenga entre 7
y 12 años, que no reciba apoyos
familiares y tengan que dejar el hogar.
Sin embargo, estos efectos han sido poco
y mal estudiados por las razones
conceptuales y metodológicas antes
descritas. Especialmente en lo que se
refiere a efectos a largo plazo, porque los
efectos de los abusos han estado
interactuando durante mucho tiempo con
otros muchos factores.
En líneas generales puede decirse que
los efectos son mejor conocidos en el
caso de las mujeres que en los hombres.
Por otra parte se han llevado a cabo
también en la Universidad de Salamanca
y bajo la supervisión de Félix López la
dirección de varias tesinas relacionadas
con el tema (una con una muestra de 125
mujeres, otra sobre cómo han de afrontar
este tema los profesionales, una tercera
sobre programas de intervención
educativa, una cuarta sobre el grado de
atracción que los menores ejercen sobre
los adultos, etc ...).
Pero lo más relevante es la
macroinvestigación sobre los abusos
sexuales apoyada por el Ministerio de
Asuntos Sociales, en la que se pretende
conocer las dimensiones de esta
problemática en España, para lo cual se
realizaron 2.000 entrevistas en
profundidad a personas de todas las
Comunidades Autónomas.
Dicha investigación se encuentra aún sin
publicar y únicamente conocemos de ella
una primera conclusión que mostramos a
continuación.
LOS ABUSOS SEXUALES EN
ESPAÑA . Estudio retrospectivo
Es el único estudio realizado en nuestro
país con carácter exploratorio. Se trata de
un estudio amplio, representativo de la
sociedad española que incluye
informaciones sobre todos los aspectos
esenciales de esta problemática.
Se utilizó como fuente de información a
los adultos, tratándose por tanto de una
investigación retrospectiva que en el
futuro puede ser objeto de profundización
con el estudio de determinados grupos
de población.
En esta investigación se tomaron como
criterios de abuso sexual (las conductas
sexuales entre un adulto mayor de edad y
un menor) con las siguientes precisiones:
• Se entiende por menor hasta los 16
años incluidos, porque sociológicamente
la media de acceso a la actividad sexual
completa se sitúa entre los 17-18 años.
• Otro criterio adoptado, es que el
agresor sea al menos cinco años mayor
que la víctima o, que si no cumple esta
condición se haya recurrido a la violencia
o amenazas físicas.
• Incluir los casos de exhibicionismo
únicamente cuando han tenido lugar en
una situación en la que el exhibicionista y
la víctima estaban solos, no en casos en
22
los que se presencia alguna escena
exhibicionista colectivamente.
• En el caso de las proposiciones
verbales deben haber sido explícitas y
claramente recordadas e interpretadas
por las personas como presión o acoso
para obtener prestaciones sexuales.
Los objetivos principales de esta
investigación son los siguientes:
1.- Presentar una revisión teórica sobre el
tema que permita conocer el estado de la
cuestión, conceptos, incidencias, tipo,
factores, teorías explicativas, forma de
intervención preventiva y terapéutica.
2.- Realizar un estudio retrospectivo
sobre los abusos sexuales en España
desde varios puntos de vista:
• Lo que opina y sabe la sociedad
española sobre el tema.
• Incidencia, tipo de abuso, clase de
agresor, vivencia subjetiva y efectos
de los abusos sexuales en una
muestra representativa de la sociedad
española.
• Hacer un estudio retrospectivo-
correlacional sobre los posibles
efectos de los abusos sexuales a
corto y a largo plazo.
De este primer avance se desprenden los
siguientes resultados:
En líneas generales, los españoles
parecen tener una visión bastante realista
de este problema, sus dimensiones y sus
efectos, de forma que se considera que
nuestra población está preparada para
que se haga una verdadera prevención.
Sin embargo, también entre la población
española encontramos algunas falsas
creencias tales como: la atribución de
grave patología a los agresores, la
creencia de que si ocurriese en su
entorno se enterarían y el suponer que si
la madre se enterara, lo denunciaría.
Hombres y mujeres discrepan en
bastantes creencias siendo en unos
casos más realistas las mujeres y en otros
los hombres.
• El 18,9% de los entrevistados
manifiestan haber sido víctimas de
abusos sexuales. En los varones este
porcentaje fue del 15,2%, en las
mujeres del 22,5%.
Esta frecuencia es similar a la que
otras investigaciones han encontrado
en países anglosajones.
• El 62,6% de los abusos ocurrieron en
el medio urbano y el 37,1 % en el
medio rural.
 • Respecto al tipo de abuso, se observa
que las conductas puestas en juego
con más frecuencia fueron las caricias
por debajo de la cintura (57,6%) y las
caricias por encima de la cintura
(49,8%) seguidas por las
proposiciones de actividad sexual y el
exhibicionismo (32,6%).
• El 55,8% de los casos de abusos
ocurrieron sólo una vez, pero el 44,2%
se repitieron entre 1 y 25 veces.
• La pubertad es el período en el que
los niños y niñas son más vulnerables,
este dato confirma otras
investigaciones.
Como puede apreciarse, la incidencia de
los abusos sexuales en España es similar
a la hallada en otros países. Se da una
tendencia alta y se refleja una hipocresía
entre la propensión a negar la sexualidad
infantil y la manipulación que algunos
adultos hacen de ella.
DATOS EPIDEMIOLOGICOS
Por otra parte, se han recogido datos
procedentes de la Fiscalía General del
Estado que aporta cifras a nivel estatal de
delitos contra la libertad sexual a nivel
general ocurridos en España durante 1992.

• Los agresores pueden ser conocidos También se ha recurrido a fuentes

o no conocidos familiares o no, es
decir, que los agresores establecen
relaciones muy diversas con las
víctimas.
• El abuso sexual supone un fuerte
impacto sobre la víctima y este
estudio vuelve a ratificar lo que han
demostrado otros muchos estudios
realizados en otros países. Los
sentimientos más frecuentemente
producidos por los abusos sexuales
fueron de desconfianza (70%), asco
(53%), miedo (50%), hostilidad hacia
el agresor (56%), vergüenza (49%) y
ansiedad (40%).
policiales tanto de la Policía Nacional
como de la Ertzaintza, a fin de ilustrar de
una manera más completa la situación en
nuestro entorno más próximo, acerca de
los delitos contra la libertad sexual. Esta
información remitida por las diferentes
Jefaturas de Policía no es homogénea y a
veces resulta incompleta, debido
fundamentalmente a dificultades del
procesamiento informático.
Otro tanto ocurre con la información
sentida por la Policía Autónoma Vasca,
cuyas cifras se refieren a la población en
general y no es posible desglosarlas por
edades.

Fiscalía General del Estado

Hechos constatados para el año 1992 concernientes a víctimas mayores y menores,

aportados por la Fiscalía General del Estado ( no es posible obtener cifras separadas).
( Cifras absolutas).

ALAVA GIPUZKOA BIZKAIA C . A.V. RESTO TOTAL

ESTADO GENERAL

VIOLACION 13 7 33 53 1.213 1.266

AGRESION SEXUAL 26 20 69 115 2.620 2.735

EXHIBICIONISMO 11 16 18 45 571 616

PORNOGRAFIA - - - - 27 27

ESTUPRO 1 3 1 5 115 120

RAPTO 1 - 1 4 116 120

PROSTITUCION 2 33 1 36 221 257

CORRUPCION 4 - 7 22 167 189

DE MENORES

TOTAL C .A. 58 79 130 267 5.085 5.352

23
Ministerio del Interior
Dirección General de Policía
Datos aportados por las direcciones generales de policía de Vitoria- Gasteiz , Bilbao y
San Sebastián , correspondientes a diligencias tramitadas en las respectivas
comisarías por delitos contra la libertad sexual y malos tratos a menores durante 1992
y 1993 (CA.).

Malos tratos y delitos contra la libertad sexual cometidos con menores

ALAVA GIPUZKOA BIZKAIA

Violación 1 - 8
Agresión sexual 5 - 8
Estupro 5
Corrupción de menores - 20
Provocación sexual 4
Lesiones - - 12
Rapto 1 - 25
Abuso sexual 1
Intento de violación 2
Malos tratos 7

TOTAL 14 3 82

ALAVA GIPUZKOA BIZKAIA

Menos de 1 año 2
De 1 a 5 años 1 1
De 6 a 10 años 6 6
De 11 a 15 años 6 30
De 16 a 18 años 1 2 19
Sin especificar 25

TOTAL 14 3 57

Jefatura Superior de Policía. Grupo de menores de Bilbao

Delitos contra la libertad sexual y malos tratos a menores según la identidad del
agresor ( Datos referidos a Bizkaia) (C.A.)

Padres Padrastro Compañero Tío Tío Familiar Conocido Desconocido TOTAL

sentimental abuelo vecino
madre

Violación - 2 - - 1 1 1 3 8
Agresión sexual 1 - 1 - - - - 2 4
Estupro 1 - 1 - - - 1 2 5
Corrupción de menores - - - - - - - 20 20
Provocación sexual - - - - - - - 4 41
Malos tratos 8 - 3 1 - - - - 12
Lesiones - - - - - - - 25 25

TOTAL 10 2 5 1 1 1 2 56 82

24
Malos tratos y delitos contra la libertad sexu al cometido s con menores . ( Datos
referidos a Bizkaia)

HOMBRES MUJERES TOTAL

C.A, % C.A. % C.A. %

Violación - - 8 (9,8) 8 (9,8)

Agresión sexual 4 (4,9) 4 (4,9) 8 (9,8)
Estupro 2 (2,4) 3 (3,7) 5 (6,1)
Corrupción de menores 19 (23,2) 1 (1,2) 20 (24,4)
Provocación sexual 4 (4,9) - - 4 (4,9)
Malos tratos 5 (6,1) 7 (8,5) 12 (14,6)
Lesiones 16 (19,5) 9 (10,9) 25 (30,4)

TOTAL 50 (61,0) 32 (32,0) 82 (100,0)

Viceconsejería de Seguridad del Departamento de Interior del

Gobierno Vasco
Hechos constatados para el año 1993, referidos a víctimas mayores y menores
(no es posible obtener cifras separadas)

VIOLACION ABUSOS DES. MALOS TRATOS

UNIDAD
Denun. Atest. Deten. Denun. Atest. Deten. Denun. Atest. Deten.

Laguardia - - - - - - - - -
Llodio 2 2 1 - - - 5 - -
Salvatierra - - - - - - - - -
U.E.I.C. Araba - - - - - - - - -

Total Araba 2 2 1 - - - 5 - -

Balmaseda - - - 1 - - - - -
Basauri 1 1 3 - - - 1 - -
Durango - - - 11 6 2 - - -
Erandio 2 - - - - - 10 1 -
Galdakao 2 1 2 2 2 1 - 2 2
Gernika 2 2 1 3 6 1 3 - -
Getxo - - - 5 2 2 23 2 -
Muskiz 2 - - 5 1 1 6 - -
Ondarroa - - - 2 - - 5 - -
Sestao 1 - - 4 - - 13 - -
U.E.I.C. Bizkaia - - - - - - - - -

Total Bizkaia 10 4 6 33 17 7 61 5 2

Andoain 4 - - 11 7 7 27 3 3
Arrasate - - - 2 - - - - -
Azkoitia 1 1 1 4 1 1 4 1 1
Beasain 1 1 1 1 - - 6 - -
Bergara - - - - - - - - -
Eibar - - - - 1 1 2 - -
Renteria 1 1 1 1 1 1 23 5 5
Tolosa 1 - - - - - 2 - -
Zarautz - - - - - - 4 - -
Zumarraga - - - - - - 2 - -
U.E.I.C. Gipuzkoa - - - - - - - - -

Total Gipuzkoa 8 3 3 19 10 10 70 9 8

TOTAL C.A.V. 20 9 10 52 27 17 136 14 10

25

Por las doctoras
Karen W. Bander,
Edith Fein y Gerrie
Bishop. Connecticut.
EXTRACTO DE LA E VALUA C I O N
DE UN PROGRAMA
DE ASISTEN CI A FAMIL IAR
- Evaluación de un programa de intervención contra la explotación sexual de menores.
El mérito de este estudio es el de haber incluido la evaluación como parte de su dispositivo
de asistencia.
Esto permite reunir conocimientos, extraer informaciones significativas basadas en datos
fiables y recoger constataciones que, una vez relacionadas entre sí, ponen de relieve la
dinámica de las interacciones.
Es entonces cuando puede llevarse a cabo el análisis y la comparación de las informaciones
estadísticas.

1981 ' CONNECTICUT Número

Sexo de la víctima
El programa de tratamiento de Femenino 56 89
traumatismos sexuales, STTP, presentado Masculino 7 11
en la obra de Suzanne M. Sgroi, médica en
el New England Clincal Associates, expone Estatus conyugal de los padres
el inmenso trabajo de dos años de acogida Casados 34 63
terapéutica familiar, en total 82 familias en Separados o divorciados 15 18
tratamiento. Viudos 2 13
Está financiado por el gobierno, actúa en el Unión libre 3 6
marco de la protección de la juventud y
conjuntamente a su organización se pone
en marcha una evaluación.
El objetivo declarado del programa era Lazos de parentesco entre el
poner el acento en el tratamiento de
familias incestuosas.
instigador y el menor víctima
Los extractos de la evaluación que a Lazo del parentesco Casos %
continuación se presentan, se refieren
únicamente a 54 casos de explotación Padre 27 50
sexual intrafamiliar tratados en el marco de Padrastro 9 17
este estudio, que se desarrolló a lo largo de Padre y madre 1 2
2 años. Concubino de la madre 4 7
Tío 4 7
Abuelo 3 6
Clasificación por el tipo de Hermano 6 11
explotación sexual de menores TOTAL 54 100

Casos
Relaciones sexuales intrafamiliares 26 32 Se observa que entre las 63 víctimas de
Contactos sexuales intrafamiliares 28 34 explotación sexual intrafamiliar (en 7
Relaciones sexuales extrafamiliares 7 9 familias se han señalado 2 ó más menores)
Contactos sexuales extrafamiliares 11 13
las niñas adolescentes o pre-adolescentes
Sexualmente en peligro (1) 8 10
constituían la proporción más frecuente de
Enfermedad venérea , instigador no
víctimas de instigadores padres o
identificado 2 3
padrastros. El examen de los datos reveló,
TOTAL 82 101
no obstante, que el incesto no podía ser
asociado a ningún grupo demográfico,
socio-económico, geográfico o religioso
Características de la población determinado.
estudiada
(1) La categoría «en Número %
ieligro»jamás fue enteramente
definida por el programa, pero Edad de la víctima
formalmente hace referencia a 1-9 16 26
menores que no habían sido
10-12 14 22
agredidos pero que vivían en
situaciones de alto riesgo de 13-18 33 52
agresión sexual.

26
Historia de la explotación sexual Los datos demostraron que ninguna fuente
era realmente más susceptible que otra de
Casos % reconocer y señalar el caso de explotación
Duración de la explotación sexual intrafamiliar del menor a los
Incidente único 2 5 organismos legales de protección de la
Menos de un mes 5 13 juventud, y que ciertas fuentes autorizadas
2-12 meses 14 35 como las escuelas, los médicos privados y
1-2 años 4 10 especialistas de sanidad mental no
Más de 2 años 15 38 señalaban sino muy pocos casos. Se
Embarazo de la adolescente 9 27 constató que habría que poner el acento en
Secreto entre la víctima y el instigador 30 75 la educación de la comunidad y de los
El instigador usa la amenaza 10 24 profesionales para superar el tabú acerca
El instigador usa recompensas 10 24 de la identificación y señalamiento del
Otros miembros de la familia están incesto.
al corriente 27 66
Otros miembros de la familia implicados 16 39
Explotación sexual en la infancia de Validez de los casos sometidos
la madre 9 22
Explotación sexual en la infancia del Según las evaluaciones del STTP, 42 (78%)
padre 4 10 de los 54 casos de agresión sexual
intrafamiliar señalados eran válidos. La
validez fue considerada "desconocida" en
otros 10 casos, sea a causa de las
Origen de la detección de los 54 dificultades de acceso a la familia (6
casos), sea a causa de modificaciones en
casos intrafamiliares
el relato respecto al instigador (4 casos). La
denuncia sólo se consideró falsa o inválida
Casos % en 4 casos - en 2 casos se supuso que el
Policía 12 menor había mentido, en los otros era la
Escuela 8 22 madre la que había hecho una falsa
Teléfono de socorro 6 15 declaración.
Miembro de la familia 6 11
Hospital 5 11
Profesional de salud mental 4 7
Oficina de servicios de juventud 4 7
DCYS 3 6
Vecino 2 4
Procurador 1 2
Sacerdote 1 2
Médico 1 2
Anónimo 1 2
TOTAL 54 100

PUNTOS
DE CONVERGENCIA
Las diversas encuestas y estudios cuyos • las relaciones incestuosas predominan
resultados se han expuesto aquí no entre las formas de abuso sexual.
representan sino una parte de los trabajos
• se mencionan muy pocos incestos
de investigación efectuados en el mundo madre-hijo.
sobre este tema.
• la mayoría de las situaciones incestuosas
No obstante se deducen algunas comienzan muy pronto, en general antes de
constantes: los 10 años.

• las niñas no son las únicas de las que se
abusa: 76% de niñas, 24% de niños.
• las niñas sufren más abusos que los niños
en la familia.
9 la mayoría de las agresiones sexuales a
menores son cometidas por personas
conocidas del menor.
• los abusos sexuales no son patrimonio de
un medio social determinado, por el
contrario aparecen con mucha frecuencia
problemas de orden afectivo, educativo o
social.
• los menores raramente mienten acerca de
los abusos sexuales, a menos de que lo
hagan para proteger a alguien.

27
PERS PECT IVA S
La aproximación epidemiológica aquí
esbozada ha permitido en un primer
momento describir el fenómeno de los
abusos sexuales.
Unicamente a partir de ahí se puede
comenzar a conocerlo, localizarlo y
finalmente reconocerlo públicamente.
Una vez delimitado el fenómeno, pueden
investigarse las causas y consecuencias, a
fin de tratarlas e incluso prevenirlas.
Los estudios cualitativos franceses, por el
propio sesgo introducido por las
poblaciones estudiadas, no pueden tener el
alcance de los estudios epidemiológicos.
No obstante, la importancia de las
informaciones recogidas revelan con
agudeza la necesidad de datos
epidemiológicos que permitan orientar
eficazmente la acción terapéutica y
preventiva.
• La importancia de esta información para
el tratamiento se hace patente cuando
Pichot-Jallas y Alvin señalan una tasa de
intentos de suicidio muy elevada entre las
víctimas de abuso sexual, sabiendo
además que el suicidio es la segunda
causa de mortalidad juvenil.
• También podemos interrogarnos sobre
los lugares prioritarios de prevención y
descubrimiento cuando L. Deltaglia señala
la temprana edad del menor en una gran
mayoría de las situaciones incestuosas
(antes de los 10 años).
• Finalmente la observación de L. Deltaglia
referente a que no ha encontrado en sus
informes de peritación ninguna tentativa de
suicidio, y su comparación interrogativa
respecto a los resultados de P. Jallas y
Alvin, hacen entrever hasta qué punto estos
estudios se complementan.
• Las estadísticas son instrumentos
indispensables para la evaluación de los
efectos y repercusiones de una asistencia
terapéutica, o para el acercamiento del
paciente a la elección del modelo
terapéutico.
Las diversas encuestas cuyos resultados
se exponen aquí no representan más que
una parte de los estudios aparecidos estos
últimos años en la revista "Child abuse and
neglect, The international journal" publicada
por Pergamon Press.
Muchos otros artículos acerca del tema han
aparecido en las revistas pediátricas o
psiquiátricas anglosajonas.
A pesar de su número y de sus
aspiraciones "epidemiológicos", estos
trabajos deben ser analizados con mucha
prudencia. Este es el caso, particularmente,
de las encuestas retrospectivas que tienen
28
tendencia a amplificar el fenómeno en
razón de su carácter subjetivo. Además, la
dificultad de definir el campo de los abusos
sexuales hace imposible la comparación de
resultados.
Las encuestas pediátricas no tienen en
cuenta sino los casos señalados y parecen,
en una primera aproximación, más
objetivas, siendo la definición del abuso
sexual en ellas más restrictiva, pero su rigor
frecuentemente es meramente aparente.
Si bien las encuestas epidemiológicas
enriquecidas con estudios longitudinales
concernientes al futuro de las víctimas y los
agresores son indispensables, exigen rigor,
competencia, coherencia y demostrada
voluntad de los profesionales y los
responsables.
•
D.FINKELHOR
Risk factors in the sexual victimazation of
children
C.A.N. Vol. n2 4 1980, pp. 265-275
D.E.H. RUSSEL
The incidente and prevalence of intrafamilial
and extrafamilial sexual abuse of female children
C.A.N. Vol. n2 7 1983, pp. 133-147
Patricia J . MRAZEK
Sexual abuse of children in the United Kindgom
C.A.N. Vol. n2 7 1983, pp. 1477-153
Rosemary HUNTER, Nancy KILSTROM,
Franck LODA
Sexually abused children: identifying masked
presentations in a medical setting
C.A.N. Vol. n9 9 1985 pp. 17-25
Marcellina MIAN, William WHERSPANN,
Halina Klajner DIAMOND , Deborah LEBARON,
Constance WINDER
Review of 125 children 6 years of age and under
who were sexually abused
C.A.N. Vol. n2 10 1986, pp. 223-229
Docteur Frangoise PICHOT-JALLAS, docteur
Patrick ALVIN
Etude sur les abus sexuals dans une unité de
medecine pour adolescents á I'hópital Kremlin-
Bicétre, service du Professeur Courtecuisse
Liliane DELTAGLIA, psychologue, expert
auprés des tribunaux
Etude: les abus sexuels envers les enfants-mars
1988.
A publier au C.T.N.R.H.I.
Suzanne M.SGROi
L'agression sexuelle et l'enfant approche et
thérapie. Editions de Trécarré.
Rapport BADGLEY
Centre d'édition du gouvernement du Canada
Ottawa.Canada KIA 059
 Estudios para la toma de decisión:
un ejemplo de las recomendaciones para Canadá

El informe del Comité sobre infracciones sexuales a menores y jóvenes se publicó en agosto. El
Comité, compuesto por once miembros, había recibido dos encargos. Debía en primer lugar
proceder al análisis crítico de las leyes y otros medios colectivos de protección de la infancia y la
juventud contra las infracciones sexuales, y presentar recomendaciones. Posteriormente, debía
establecer la incidencia y la frecuencia de los casos de abusos de menores, prostitución y
pornografía infantil y juvenil. Tras haber estudiado unos 10.000 casos de infracciones sexuales
contra niños y jóvenes, el Comité presentó 52 recomendaciones.
Dos ministerios del gobierno federal anunciaron la adopción de medidas dirigidas a luchar contra la
explotación y el abuso sexual de menores.
El Ministerio de Justicia introdujo en el Código criminal una legislación encaminada a proteger a los
menores facilitando el acceso de la justicia criminal y aboliendo la pornografía que implique a
menores.
Sanidad y Bienestar Social de Canadá recibió el encargo de coordinar las medidas sociales y
educativas de lucha contra el abuso sexual de menores. El ministro de Sanidad nacional y Bienestar
Social, el honorable Jack EPP, anunció que en el curso de los próximos cinco años, se consagraría
una suma de 20 millones de dólares a la educación del público, puesta en marcha de nuevos
proyectos, investigación, organización de coloquios y conferencias, y actividades similares.
Para señalar la importancia de la cooperación federal-provincial, el ministerio anunció igualmente el
próximo nombramiento de un consejero especial encargado de coordinar estas iniciativas. Además,
se formará un equipo de consejeros regionales con el fin de recoger las opiniones de quienes
trabajan en este campo.

29
 MAR-SER AMADO
Situar las grandes etapas del desarrollo del menor puede ayudar a comprender mejor el
papel que ocupa el adulto en el universo infantil, el lugar que corresponde al amor y a la
sexualidad en la organización y la maduración de todo ser humano.
La exposición que sigue, aun siendo esquemática, no debe ocultar el dinamismo propio de
cada individuo, ni el hecho de que a lo largo de la vida pueden existir, en una medida
variable, ocasiones de reordenar el peso de experiencias penosas o dolorosas acaecidas en
la infancia.

LA ADHES I ON Y EL
SENTIMIENTO DE Si M ISMO
Introduciendo la hipótesis de una adhesión
primaria del bebé humano al adulto, como
búsqueda vital e innata de seguridad y
protección, Bowlby conmovió las
concepciones hasta entonces reinantes y
que hacían derivar la adhesión de otras
necesidades satisfechas por los padres,
como las necesidades alimenticias.
Esta necesidad de adhesión había
aparecido ya en negativo en los trabajos de
Spitz, que demostraban los desastrosos
efectos de las privaciones maternales
precoces, origen de graves alteraciones en
las funciones tanto fisiológicas como
psicológicas de los lactantes.
La teoría de la adhesión ha encontrado
numerosas confirmaciones en las
observaciones de los etólogos. Estos han
demostrado que todo primate superior
necesita, al comienzo de su vida, de un
contacto intenso y permanente con el
cuerpo de su madre. El placer del contacto
corporal, de estar en brazos, aparecen en
la base de las capacidades de adhesión y
de separación, y son una de las
condiciones de acceso a una vida sexual
adulta.
LA EXPERIENCIA DEL CUERPO
Al comienzo de su vida, el bebé es un ser
aún indiferenciado, simple portador de
tendencias innatas que ha de desarrollar y
profundamente dependiente de su entorno
humano.
El trabajo de integración que debe llevar a
cabo, es decir, de construcción progresiva
de su mundo interior y de su identidad, es
únicamente posible cuando es sostenido
por un medio particularmente
comprometido con él, y en un primer
momento, profundamente sensible a sus
necesidades.
Hoy en día parece que el período más
sensible a la aparición de la adhesión se
sitúa justo después del nacimiento, y que
toda separación madre-niño en ese
momento comporta el riesgo de ahogar el
establecimiento de un lazo de los padres
hacia el niño.
Así pues, el primer sentimiento de sí mismo
nace de la experiencia del cuerpo objeto
de los cuidados maternales: la lactancia, el
acarreo, el acunamiento, los abrazos, las
caricias, los "placeres de la piel" a través
de los cuales se teje la profunda y
recíproca adhesión de la madre y el bebé,
van a permitir la integración progresiva de
un yo corporal, es decir, la representación
de una delimitación del propio cuerpo que
Didier ANZIEU llama el "yo-piel".
El intercambio de miradas, la mirada
englobante que la madre dirige a su hijo,
parecen tener una función integradora
importante para el menor, y pronostican la
calidad de la adhesión. Este contacto visual
seguirá siendo más tarde un medio de
seguridad a distancia.

31
El baño de palabras forma también parte
del universo afectivo del recién nacido y
prolonga esta envoltura sonora que le era
ya familiar en su medio intra-uterino.
Frangoise DOLTO recuerda la importancia
que para el pequeño humano tiene la
palabra que mediatiza la experiencia de
una vivencia común madre-hijo y de unas
emociones compartidas, así como todas las
experiencias de pérdida o separación
ligadas al proceso de desarrollo (el destete,
las ausencias de la madre).
Un crecimiento sin alegría compartida y sin
palabras, que hace del menor un objeto, es
deshumanizante y predispone al niño ya
crecido a conductas extremas, peligrosas
para su propia conservación y para los
demás.
Si el amor maternal se traduce en cuidados
corporales adaptados a la inmadurez del
lactante, esta inversión afectiva envuelve
todas sus funciones vitales: el lugar de esta
unión es el cuerpo.
LA MADRE-ENTORNO
Este entorno maternal juega por tanto un
papel de afianzamiento fundamental.
Según Winnicott la capacidad materna de
sostener tanto física como psíquicamente a
su bebé es globalmente una función natural
surgida de la preocupación maternal
primaria.
Esta solicitud materna consiste en la
capacidad de la madre, con seguridad
afectiva y sostenida por el padre o su
entorno, de comprometerse profundamente
frente al menor, de regresar, es decir, de
recurrir a su propia vivencia de lactante
para identificarse a él y responder de
manera estrecha a sus necesidades,
adivinándolas y anticipándolas.
Progresivamente, esta madre
suficientemente buena, sabrá recuperar su
vida de adulta, separar al menor de la
relación exclusiva y abrirle así posibilidades
de hacerse autónomo.
Evidentemente, esta función materna
puede ser dificultada en gran manera por
razones unidas a la historia personal, y
cada vez nos cuidamos más de hablar de
instinto maternal. Además, incluso en las
especies animales, parece que los factores
de aprendizaje contribuyen al
establecimiento de esta función.
La "madre-entorno" preserva la continuidad
de la vida de su bebé, por una parte
asegurándole cuidados adecuados y
constantes, y por otro lado poniéndolo al
abrigo tanto de las emociones violentas
como de las fuertes tensiones internas
mediante las que se expresan sus
necesidades, manteniendo alejados los
estímulos nocivos del entorno.
32
Esta función de "para-excitación", en
general desarrollada por la madre, que
consiste en proteger al organismo de las
excitaciones que por su intensidad podrían
destruirlo, permite al bebé vivir en un
estado de "aislamiento tranquilo".
A falta de este elemento filtrante y
protector, las sobrecargas de excitación
que llegan al menor desbordan sus
capacidades de integración y constituyen
para él vivencias de invasión.
Según su frecuencia y su intensidad, estas
"usurpaciones" del entorno pueden tener
efectos traumáticos y llevar al menor al
borde de una angustia aniquiladora.
Pueden pervertir en diferentes grados su
organización psíquica, o expresarse
mediante trastornos funcionales o
comportamientos motores alertantes.
«BEBE ACTIVO,
BEBE ACTUADO»
La psiquiatría moderna aporta un nuevo
conocimiento del bebé, que no es ya
únicamente el lactante creado por los
cuidados maternales, sino un ser activo y
con iniciativa. Su potencial interactivo lo
predispone a aferrarse al objeto humano
sobre el que ejerce una influencia.
Sin que sea posible desarrollar toda la
riqueza de sus aportaciones, el
conocimiento contemporáneo sobre las
potencialidades del lactante pone de
manifiesto la muy precoz necesidad del
niño pequeño de sentirse activo tanto en
sus intercambios con el entorno como en
sus aprendizajes.
Philippe MAZET insiste sobre esta
necesidad, totalmente central, en relación a
lo que se denomina el sentimiento de
seguridad, de confianza y de auto-estima
que constituye la solidez narcisista del
bebé y más tarde del adulto.
Ya para Winnicott, la sumisión del menor a
la madre (que no puede responder a su
gesto y sustituye en él el suyo propio) es
patógena, es el primer estado del "falso-
self".
Contrariamente, el gesto espontáneo del
bebé es el "verdadero-self" en acción,
creador, sentido como real.
Así pues, los bebés y los menores son
fácilmente un objeto del adulto,
manipulados como si fueran impotentes y
como si los signos que dan carecieran de
importancia (Myriam DAVID).
EL DESARROLLO
PSICO-SEXUAL DEL MENOR
Resultaba importante insistir sobre la
necesidad vital de adhesión madre
(padres)-menor en la que el bebé arraiga
sus primeras posibilidades de desarrollo,
su confianza en los apoyos adultos que
acompañan su crecimiento, y que permitirá
la interiorización de imágenes parentales
positivas.
En efecto, únicamente en el interior de este
cuadro tranquilizante y porque es
idealizado por el adulto, puede el menor
liberar su vida instintiva y fantasmática en
tanto que la domestica.
Cuando en 1917 Freud evoca la sexualidad
infantil habla de "todo lo que concierne a
las actividades de la primera infancia en
búsqueda de goces locales que tal o tales
órganos son susceptibles de procurar". (La
idea de una sexualidad infantil provoca en
ese momento el escándalo y contradice el
mito de una infancia inocente, como si de
súbito la sexualidad se tachara de culpable
e impura).
Para los psicoanalistas se trata en efecto
de admitir una continuidad entre ciertas
búsquedas de placer al inicio de la vida y
las realizaciones sexuales adultas. Se trata
también de considerar que la sexualidad
humana desborda la genitalidad
propiamente dicha para enraizarse en
estadios mucho más precoces del
desarrollo.
A las diferentes etapas de organización de
la sexualidad del menor corresponden
etapas claves de su desarrollo psico-
afectivo cuyo punto culminante es la
entrada en el famoso complejo de Edipo,
hacia el tercer año de vida.
LOS PRIMEROS ESTADIOS
DEL DESARROLLO SEXUAL
EL BEBE LACTANTE
En la relación del lactante con su madre, la
sensualidad está ya presente y se
manifiesta en las sensaciones agradables
asociadas a la succión y a la satisfacción
de las necesidades alimenticias, en
estrecha relación con el cuerpo de la
madre.
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Es a partir de esta experiencia voluptuosa
cuando aparece la actividad psíquica más
primitiva.
Al comienzo de la vida el "pecho" no es
percibido como exterior al bebé, sino que
forma parte de él y del conjunto de
sensaciones que constituyen su mundo.
El bebé que desea el pecho puede
imaginar que está ahí, e imaginar así
mismo, la satisfacción que de ello se
deriva.
Esta capacidad para elaborar fantasmas
constituye un primer reflejo, una forma
primitiva de la facultad que, más adelante,
le permitirá desarrollar la imaginación con
construcciones más complejas.
Este fantasma se convierte en sí mismo en
fuente de placer, permite la anticipación y
la espera del placer que llegará.
El bebé ejerce igualmente sobre ese pecho
todas las pulsiones agresivas liadas a su
avidez, y toda la agresividad que deriva de
su frustración, si la satisfacción del hambre
se hace esperar excesivamente: el pecho
deseado es, en tanto que fantasma,
atacado, devorado, destruido.
En el universo arcaico del lactante,
existe una gran confusión entre
fantasmas y realidad.
Otra gran etapa en el desarrollo de la
personalidad tiene lugar cuando en el
segundo semestre de vida el niño llega a
percibir, como una persona total en su
realidad exterior y separada de él, a la
madre fuente de placer y de consuelo, que
es a su vez esa madre sumisa a la
destructividad de su vida instintiva que él
utiliza sin piedad. Una vez reconocida la
madre, también el bebé puede percibirse
como sujeto individualizado.
El bebé experimenta por tanto la
coexistencia de sentimientos de amor y
odio dirigidos al mismo objeto (la madre), lo
que en buenas condiciones afectivas le
permite desarrollar lo que Winnicott
designó como capacidad de solicitud: se
trata de aceptar el sentimiento de hacer
mal al otro y poder ofrecerle una reparación
(porque a pesar de su agresividad
imaginaria, el bebé continúa siendo amado
e idealizado, y por tanto gratificante para la
madre).
Si en razón de una mala calidad del lazo
afectivo entre la madre y el bebé (por
ejemplo cuando es rechazado), el menor
no puede vivir la idea de una reparación
posible y la capacidad de solicitud es
reemplazada por formas primitivas de
angustia y culpabilidad. No podrá en su
futura evolución integrar la destructividad
como algo inherente al hecho de vivir, pero
que el ser humano puede organizar.
Llegado a adulto podrá siempre conocer
las reglas sociales y las prohibiciones, pero
será incapaz de experimentar el
sentimiento de hacer mal al otro.
Cuando el niño vive bien esta etapa,
descubre la afectividad, experimenta
un sentimiento de plenitud, y
descubre el placer de verse separado
de su madre y de volver a ella,
descubre su capacidad de amar y de
ser amado. A partir de ahí, puede
dedicarse al conocimiento de su
propio cuerpo.
EL ESTADIO ANAL
Durante el segundo año, en el que se
desarrollan la adquisición de la marcha y
unas mayores capacidades motrices, el
empeño en una actividad exploratoria
intensa, el desarrollo del pensamiento y
posteriormente del lenguaje, permiten que
el menor adquiera un mayor
distanciamiento respecto a la madre.
Surgen entonces las primeras prohibiciones
que el menor comienza a interiorizar.
Entre estas adquisiciones, el aprendizaje
de la limpieza es una fase importante de su
autonomía y puede constituir una
experiencia positiva de auto-dominio.
Acontece cuando el interés del menor se
fija en el funcionamiento de los órganos de
excreción, de los que obtiene sensaciones
auto-eróticas provocadas por la retención y
la expulsión.
Pero condicionado a una educación
excesivamente rígida o excesivamente
precoz, este aprendizaje puede convertirse
en motivo de una relación conflictiva con el
entorno, marcada por una gran
ambivalencia según se someta o se
oponga al deseo del adulto.
Para el menor es el momento de
experimentar oposiciones tales como
dar/guardar, amar/odiar, limpio/sucio, bien
y mal, y para los padres es la ocasión de
expresar su adhesión a reglas más o
menos flexibles de conducta social o
incluso moral.
"Existe además una razón particular para
ofrecer reglas morales, sabiendo que el
código moral innato del lactante y del bebé
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es tan feroz, tan brutal y tan mutilante.
Vuestras reglas morales adultas son
necesarias, puesto que humanizan lo que
para el menor no es totalmente humano.
El lactante tiene miedo del talión. En la
excitación de una experiencia unida a un
buen objeto, puede ocurrir que el menor
muerda: el objeto será sentido entonces
como un objeto que muerde; sucede
también que obtenga placer de una
profusión de excrementos: el mundo se
llenará entonces de agua que ahoga, de
suciedad que ensucia. Estos miedos
brutales se humanizan principalmente a
través de las experiencias de cada menor,
en relación a los padres que desaprueban
y se encolerizan, pero que no muerden, no
ahogan, no queman al menor en un castigo
que corresponda exactamente a su pulsión
o a su fantasma".
Winnicott:
Moral y educación. 1963
"Proceso de maduración en el niño".
En razón de las pulsiones agresivas que
ven la luz, este estadio ha sido
frecuentemente llamado sádico-anal. Esto
marca fuertemente algunos
comportamientos perversos de la edad
adulta o comportamientos relacionales con
tintes de sado-masoquismo.
LA FASE EDIPICA
Los primeros estadios de la sexualidad
infantil están por tanto caracterizados por la
relación dual hacia la madre (la vida
afectiva e instintiva del niño pequeño está
totalmente comprometida en esta relación
que no impide la instalación de lazos de
adhesión con el padre); su mundo
imaginario está dominado por el principio
del placer y una ilusión de omnipotencia.
Como imagina que puede hacerlo todo,
incluso destruir lo que ama, el niño
pequeño teme según la ley del talión, que
su agresividad se vuelva contra él mismo,
si el entorno no juega un papel regulador y
de contención.
Y es en ese contexto en el que se sitúa
para el niño el personaje del padre, que
compromete el carácter exclusivo de su
adhesión a la madre, pero que de esta
forma lo separa de una relación cerrada sin
salida al mundo y, en cierta manera, de la
todopoderosa imagen materna.
El interés, centrado ahora en las
excitaciones surgidas de la esfera genital y
en el descubrimiento de la diferencia de los
sexos, lleva al niño pequeño a elaborar una
producción imaginaria inagotable en la que
recrea todo lo que ha descubierto de la
vida humana, de su cuerpo y del cuerpo de
los otros: tras las interminables preguntas
que dirige al adulto, se perfila la
interrogación fundamental sobre el origen
del nacimiento. Se crea en torno a las
figuras de los padres una fantasmagoría
sexual secreta: el niño descubre tras su
padre o su madre, el hombre o la mujer
animados de deseo hacia el otro sexo.
Aprehende que ha surgido del deseo de la
pareja parental y busca, mediante intentos
de seducción confundidos con su solicitud
de amor, ocupar imaginariamente el lugar
de uno de los miembros de la pareja.
Esta fantasmagoría edípica que surge
hacia los 3-5 años es estructurante, en
tanto que permite una maduración del niño
que le llevará a renunciar a sus primeros
objetos de amor (la madre para el niño, la
madre y posteriormente el padre para la
niña), a identificar su sexo y el papel que le
corresponderá, a inscribirse en una
temporalidad y en un lugar dentro del
orden de generaciones.
La sexualidad edípica gravita en torno a
una prohibición apoyada por la imagen
paterna (anexo 1), que se interpone como
tercero en la relación madre-niño y que
hace pesar sobre el menor la amenaza
imaginaria y sorprendente de una
castración (amputación del pene en los
niños, destrucción del interior de su cuerpo
para la niña si no renuncia a sus deseos
incestuosos).
El padre ejerce por tanto, mediante el
fantasma de la castración, una
función de realidad: "te prohibo a tu
madre porque es mi mujer y porque
ella te ha traído al mundo" y una
función simbólica al recordar una ley
propia de la especie a la que también
él ha de someterse: "uno no se casa
ni con su madre, ni con su hermana,
ni con su hija".
Dicho de otra forma, justamente porque los
adultos se mantienen frente al menor en su
papel de padre y madre, es por lo que el
menor aprehende que la estructura edípica
está también presente en cada uno de sus
padres: ellos mismos han remontado su
deseo incestuoso respecto a sus propios
padres y por tanto hacia su hijo.
Incluso si el padre está ausente en la
realidad, su presencia existe
inmediatamente a través de la imagen
paterna que la madre ha construido en ella.
El menor se percata de esta forma de cuál
es el callejón sin salida en el que
desembocan sus ímpetus sexuales,
ímpetus que no tiene ni el derecho ni los
medios de ejercer: puede establecer la
cadena genealógica de la que ha surgido y
a la que más tarde añadirá nuevos
eslabones.
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LA IMAGEN DE LOS PADRES Y
LA IMAGEN DE Si MISMO
A través del momento edípico, el menor
pasa de una identificación con el adulto de
su propio sexo, que él imagina libre de todo
obstáculo para la satisfacción de sus
deseos, a la identificación con un adulto
limitado en su poder, sometido a una ley.
Los padres salen de esta reorganización
depurados, idealizados, sobrestimados.
Es con esta imagen sobrevalorada
con la que se va a identificar el
menor para soportar las
frustraciones y las renuncias, y para
construirse una representación con
auto-estima.
La crisis edípica acaba por ceder ante la
represión. Se instala un largo período de
calma relativa, el período de latencia en el
que el imaginario se orienta hacia las
realizaciones exteriores, los proyectos de
futuro: otras formas de investigación
tomarán prioridad en un campo social y
cultural ampliado.
LA ADOLESCENCIA
La pubertad, junto con la maduración de la
sexualidad biológica y el aumento de las
pulsiones sexuales, abrirá nuevamente un
período de crisis.
Por un lado, existen una búsqueda sexual
activa, y por otro una reactivación de las
adhesiones del período edípico, del que el
adolescente desea huir a causa de las
prohibiciones y la angustia que comporta.
Esta crisis desemboca, en las mejores
condiciones, en un deseo de autonomía
que será necesario negociar, en función de
las posibilidades de afrontar el mundo que
el adolescente encuentre en sí, y de las
condiciones que su medio de vida le
ofrezca.
LA INTRUSION DEL MUNDO
ADULTO
El hecho de que el desarrollo sexual actúe
en dos tiempos, con una sexualidad infantil
prematura respecto a las posibilidades
fisiológicas de las que dispone el menor
para asegurarla, y su posterior adecuación
biológica en el adolescente, no ha
escapado al interés de los psicoanalistas,
comenzando por el propio Freud.
En último análisis la sexualidad sería una
infracción para el menor, por el hecho de
tener que "comerciar" obligatoriamente con
el mundo adulto del que depende en razón
de su inmadurez. Sería el resultado de la
intrusión en el universo infantil de
determinadas significaciones, estructuras y
fantasmas del universo parental cuyo
prototipo serían los cuidados maternos de
su cuerpo.
"Las relaciones del niño con las personas
que le cuidan son para él una continua
fuente de excitación y satisfacción
proviniente de las zonas erógenas. Y más
aún cuando la persona que lo cuida
-generalmente la madre- lo considera con
sentimientos derivados de su propia vida
sexual, lo acaricia, lo abraza, lo mece y lo
toma claramente como sustituto de un
objeto sexual de pleno derecho".
En este sentido irían también las
significaciones dadas por el adulto a las
investigaciones de naturaleza sexual de los
niños, tales como la masturbación o los
juegos sexuales.
Pero este "orden sexual" impuesto al
menor es también el que lo
sostendrá, el que vehiculará el amor
parental y el deseo de vida de los
progenitores hacia los menores.
Ferenczi, discípulo de Freud, recoge esta
idea llevándola más lejos: adultos y niños
no hablan la misma lengua. Y es en esta
separación de las lenguas donde el adulto
se impone al menor. Nace así la confusión
de dos universos: el de la pasión en el
adulto, el de la ternura en el menor.
Ferenczi infiere esta concepción con
ocasión de violaciones y abusos sexuales
realmente perpetrados a niños, pero ofrece
con todo, un modelo general y elocuente
de encuentro entre los dos universos.
Existen otros dos tipos de situaciones
traumáticas que ayudan a ampliar la
comprensión; se trata por una parte de los
"castigos furiosos" que el adulto impone al
menor: la violencia de la excitación vivida
entonces por el adulto, abre la misma
brecha en el menor que una violación.
"rV
36
Por otra parte describe "el terrorismo del
sufrimiento", mediante el cual el adulto
convierte al menor en receptor forzado de
su desgracia, inyectándole una
problemática sexual que le es extraña.
El trayecto que debe recorrer el menor para
convertirse en adulto supone por tanto que
haya tenido a su disposición una reserva
suficiente de amor maternal y paternal, de
proximidad del cuerpo de su madre, para
poder a continuación no cesar de
separarse: separación del seno,
reconocimiento de la madre separada de él
mismo con ayuda de la imagen paterna,
renuncia a la sujeción exclusiva a la madre
y a la relación amorosa con el padre;
distanciamiento, en la adolescencia, de las
imágenes parentales amadas e idealizadas
hasta la edad adulta en la que, para
convertirse él mismo en progenitor,
necesitará llegar a destronar de este lugar
a sus propios padres.
En este recorrido de ruptura el menor topa
continuamente con el otro adulto y sus
deseos, su mundo imaginario, las
significaciones que él da a las cosas y a los
actos.
Buscando su lugar en este universo, el
menor va a sentirse rápidamente
encargado de satisfacer los deseos
parentales (algo que cuestionará, en
ocasiones violentamente, en la
adolescencia).
Estará por tanto confrontado, en el mejor de
los casos, a la duración de la espera
parental (su deseo de vida hacia el menor
que se manifiesta en la esperanza invertida
en el menor), y en el peor de los casos a lo
desmedido de sus peticiones: esto es lo
que sucede cuando las problemáticas
infantiles no resueltas de los padres les
impiden reconocer la individualidad del
menor: éste es entonces la prolongación
negativa de ellos mismos, o el "partenaire"
obligado (a fin de mantener su amor) de los
conflictos y las confusiones psíquicas que
les son propias.
 FUNCION Y FIGURAS PATERNALES

Michel RENAULT Los descubrimientos genéticos y médicos, la mutación de una sociedad rural estable en sociedad
Psicoanalista urbana industrial con todos los efectos que conocemos, la modificación de las costumbres y de la
vida de pareja, los intercambios culturales y los medios de comunicación, han puesto nuevamente
en cuestión la representación tradicional del padre, en la forma en que era vehiculada por la cultura
(Extrato del Balance de de principio de siglo.
las Jornadas
En realidad la historia de las sociedades, así como las historias individuales, tal como las aprehende
Regionales de
el psicoanálisis, muestran que la función paternal y las diferentes figuras que ésta reviste, no
Perinatalidad. Marzo
constituyen un conjunto ligado a la única individualidad de un hombre. La personalidad del niño, y
1987 - Febrero 1988)
más tarde del o de la adolescente, se construye a partir de diferentes instancias psíquicas, que nos
ha parecido útil precisar aquí.
1) En tanto que ser vivo, reproducido en el seno de la especie, el menor tiene un progenitor . Este le
transmite el patrimonio hereditario de una prole más o menos conocida. Esta función de progenitor
interviene por tanto en el orden natural, en tanto que ser sexuado, el ser humano está sometido a la
procreación. La reproducción, a este nivel, no constituye en absoluto una filiación.
2) La filiación necesita, en todas las culturas, de un reconocimiento del menor. Puede haber un
"presunto padre" (el progenitor) pero no existe padre social , jurídico, más que mediante el acto
convencional que inscribe la paternidad. Este reconocimiento puede tener diferentes modalidades,
según los sistemas de parentesco. En nuestro caso, existe por declaración de reconocimiento
(niños legítimos o naturales) o por declaración de adopción. Esto demuestra que la función cultural
del padre social es distinta a la del progenitor natural. Esta función es específica de los humanos en
tanto que sujetos hablantes . En efecto, responde al orden del testimonio, recogido y aceptado por
el grupo social. Mediante esta filiación el hijo o la hija recibe la herencia, y también los derechos y
obligaciones que la ciudad en la que vive su padre le confiere. Existe una transmisión cultural de
derecho, es decir, sujeción a las costumbres y a las leyes. De ahí proviene la responsabilidad
educativa del padre social.
3) En el origen de todas las tradiciones, leyes y sistemas de parentesco, se encuentra el
fundamento del propio orden de la ley: la prohibición del incesto, la diferenciación de las
generaciones, y las alianzas exogámicas del parentesco. A este nivel el padre es garante de la ley a
la cual la madre, al igual que él mismo, ha de someterse. Esta función, que atañe a la sexualidad y
al deseo inconsciente, es la del padre simbólico, prohibidor del incesto y promotor de la ley. Supone
un lugar, no solamente en la vida cotidiana y en el comportamiento social, sino también y sobre
todo, en el discurso de la madre. Al igual que él ha "reconocido" su paternidad social, ella debe
reconocer su lugar como portadora de la ley, limitando sus propios deseos hacia su hijo. La
aceptación por parte del niño o la niña de un sujeto deseante, dependerá del caso que la madre
haga de esta figura del padre simbólico.
4) Sea cual sea la realidad del padre social, sus ausencias o presencias, y paralelamente a su
función de padre simbólico, el niño va a elaborar otra imagen paternal: la del padre ideal. Esta
imagen reviste al hombre falible y limitado, pero con deseos, del padre en la realidad, de una
perfección y de un poder u omniscencia cuasi absoluta. Asegura al menor un sentimiento de
protección y de justicia. Cuando al crecer descubra las debilidades y los límites de su padre, la
cuestión que se le planteará será la de situar imaginariamente más allá del hombre cotidiano la
creencia mantenida en una figura ideal, o resignarse a perder esta creencia. Es importante señalar
que, para cada hijo o hija, esta instancia del padre ideal con la que se confrontará la realidad
paterna, es una elaboración imaginaria personal.
Para concluir, señalemos que estas diferentes figuras paternales corresponden a los niveles
biológico, social y del deseo. Si el destino del menor, su estatus de sujeto deseante, es decir que
desea vivir y amar , según su sexo, depende de la instancia del padre simbólico; si su capital
biológico depende de su progenitor, si su inserción cultural está unida a su padre social y su
imaginario connotado por el padre ideal, podrá encontrar a quienes respondan a estas funciones
paternales entre los adultos asignados por su madre o por él a los lugares correspondientes. Y de
ahí proviene la importancia, para quienes tienen vocación en el campo médico-social, de ocuparse
de los menores, de intentar comprender cómo se articulan estas funciones en la historia individual
de cada uno, sea cual sea su situación social, familiar o profesional. Es indispensable tener
presente que la actitud de la madre respecto a la importancia del papel del padre (en lo afectivo, en
lo social, en lo jurídico), resulta esencial para el porvenir del niño.

37
C ONOCER Y
RECONOCER
LAS CONSECUENCIAS
EL ABUSO SEXUAL DEL
MENOR : UN ACTO GRAVE
¿Qué le sucede al menor cuando se ve
enfrentado a la sexualidad de un adulto
que trata de imponérsele?
UN PASADO QUE
OBSTRUYE EL PRESENTE
Las constataciones obtenidas en la
experiencia clínica de médicos y
terapeutas, las confidencias de hombres y
mujeres a asociaciones como SOS incesto
en Francia y los testimonios recogidos
mediante la puesta en marcha de servicios
telefónicos de llamada anónima, dan a
conocer las dolorosas secuelas que sufren
quienes han sido víctimas de abusos
sexuales en su infancia.
Frecuentemente, el impacto que el
traumatismo sufrido por un menor víctima
de abusos sexuales tiene en su desarrolo
psico-afectivo, sólo puede evaluarse a muy
largo plazo (anexo 1).
Los desórdenes más graves pueden no
aparecer sino mucho después, con motivo
de un suceso que reactiva el traumatismo y
le otorga sentido.
Además, se intrincan multitud de factores
relativos a la naturaleza y la duración del
abuso, a la edad y madurez psico-sexual
del niño, a su historia anterior y a su
contexto familiar, a la reacción de sus
padres y del entorno, así como a la ayuda
que se le ha ofrecido, que contribuyen a
atenuar o agravar las consecuencias.
39
LA NATURALEZA DEL
TRAUMATISMO
Un menor , objeto sexual de un adulto
Un menor no reconocido en su realidad
de niño
Puede tratarse de un atentado de particular
violencia, que provoque lesiones genitales
asociadas a daños corporales, y además
puede ir acompañado de una vivencia de
muerte por parte de la víctima.
En la mayoría de los casos, la violencia es
de orden psicológico, un verdadero abuso
de poder, donde amenazas y chantaje
obligan al menor a someterse.
Algunas situaciones más difusas y no
menos traumáticas están unidas a actitudes
inconsecuentes del adulto, constituidas por
una alternancia de contactos
excesivamente próximos y erotizados y
períodos de rechazo y abandono del
menor.
El adulto puede también crear una
situación de seducción que provoque la
erotización de una relación de tipo parental
apoyándose en las necesidades de ternura
del menor o en profundas carencias
afectivas.
En estas situaciones de tipo incestuoso, la
culpabilidad, perceptible o no, está
siempre presente, pudiendo conducir al
deseo de auto-degradación o auto-
destrucción. El menor se acusa de estas
relaciones que lo trastornan para mantener
en él la imagen de un padre o de un adulto
protector "ideal" del que espera, al mismo
tiempo, una respuesta a sus necesidades
de ternura.
Este sentimiento, la vergüenza que siente,
el secreto que se le exige, le impedirán
buscar ayuda y le dejarán sin defensa
cuando el adulto lo acuse de seducción.
Las consecuencias psicológicas más
graves tienen lugar en caso de incesto y
pueden conducir a la psicosis, a una
verdadera "sentencia de muerte psíquica".
(anexo 2).
La ley es transgredida por quienes,
dentro del orden de las generaciones,
están encargados de transmitirla. En
efecto, los adultos autores de abusos no
han interiorizado la prohibición del incesto.
La ley, al no haber sido integrada,
permanece inoperante en su valor
simbólico y estructurante.
Frente a la omnipotencia así manifestada,
no hay recurso posible. El menor no puede
ya recibir ninguna ayuda de su familia, en
razón de las disfunciones que acompañan
siempre al incesto o a los climas
incestuosos. No puede solicitar ayuda
externa a su familia puesto que, para
sobrevivir, recurre a "mecanismos de
adaptación" que lo encierran en el
silencio:
silencio del menor , confrontado a una
situación que él no sabe que es "anormal",
o bien ignorante de su derecho a ser
protegido;
silencio del menor atrapado en la trampa
de la conspiración de silencio y
culpabilidad, aprisionado en una relación
simbiótica, fuente de placer únicamente
para el adulto, que se apropia de ella.
silencio del niño o del adolescente que ha
dado vuelta para su provecho, a una
situación en la que el placer, los regalos, el
dinero, el deseo que el adulto le manifiesta
le encierran' en una situación de la que, de
hecho, él es la víctima. Se arriesga
entonces a destruirse progresivamente sin
ningún recurso, puesto que estas
situaciones son difícilmente accesibles a la
asistencia.
Este tipo de evolución aparece también en
las situaciones en las que el menor es
abocado a la prostitución o participa en
fotografías o películas pornográficas.
Cuando este silencio se rompe en el
momento de la revelación, se producen
hundimientos espectaculares: angustia
extrema, tentativas de suicidio, fuga,
descompensación psicótica en algunos
casos. Estas reacciones aparecen tanto en
la ruptura de los lazos incestuosos con el
padre o la madre, como en la ruptura de
una relación pedófila.
40
En efecto, el menor pierde la atención que
el adulto le manifestaba sin poder apoyarse
en ninguna persona próxima.
Cuando existe una separación sin
preparación, antes de que el menor haya
podido confiarse a alguien o sin que se le
haya explicado lo que sucede, se añade un
traumatismo suplementario, como por
ejemplo en el caso de encarcelación brutal
del adulto o de acogida urgente del menor.
Así pues, cada vez que el menor
puede confiarse, que su palabra es
tomada en consideración, y éste es
habitualmente el caso cuando es
víctima fuera de la familia, las
consecuencias del abuso sexual son
considerablemente atenuadas.
En efecto, la familia no se pone en cuestión
de la misma forma en los casos de abuso
sexual en el exterior, y puede llevarse a
cabo rápidamente la asistencia, con
cuidados médicos en caso de ser
necesario. Todo esto puede tener un efecto
terapéutico al que se añade, en este caso,
el reconocimiento de una falta cometida por
un adulto contra el derecho del menor en
este tema.
El efecto de un incidente sexual aislado
depende igualmente de la vulnerabilidad
del menor, de la forma en que se le informa
respecto a las cuestiones sexuales y a las
conductas a mantener con adultos
desconocidos.
No obstante, cuando un abuso sexual
exterior a la familia suscita reacciones
negativas o culpabilizadoras por parte de
los padres o del entorno, su efecto puede
revelarse "peor que la enfermedad". Así
pues el simple encontronazo con un
exhibicionista puede tener unas conse-
cuencias mucho mayores en la medida en
que trastorna a un menor no preparado,
que siente que se le reprocha su presencia
en aquel lugar, o que no encuentra a nadie
a quien confiarse (anexo 3).
Las consecuencias psico-afectivas a
corto y largo plazo no son
necesariamente proporcionales a lo
que, a priori, podría ser considerado
como "grave".
De todas formas, los efectos reparadores
observados cuando el menor que ha
podido confiarse es creído, los beneficios
de una asistencia precoz, hacen
fundamental la vigilancia de situaciones
"propicias" tales como las carencias y las
separaciones, así como el reconocimiento
del lenguaje silencioso mediante el que se
expresan el niño, el adolescente, el adulto,
víctimas de abusos sexuales.
CON OC ER Y RECON OC ER
LA S CO NSE CUEN CIAS
El momento de desarrollo psico-sexual en el que acontece el abuso implica una lectura
diferente de sus consecuencias. Se realiza normalmente una distinción según el abuso se
sitúe antes o después del período de "latencia".
EN EL MENOR
Los síntomas y manifestaciones
normalmente observados conciernen
a todas las esferas de la actividad.
Son la materialización a nivel
corporal y de comportamiento de lo
que el menor ha sufrido y de lo que
ha fantaseado, la traducción de una
angustia de muerte y una etapa del
proceso defensivo.
A nivel psico-somático se encuentran
frecuentemente enfermedades difusas,
sensaciones de modificación del cuerpo:
"me siento mal, estoy cansado, me duelen
los huesos.....
Se observan dolores abdominales agudos
que pueden hacer pensar en ocasiones en
apendicitis.
En los niños más pequeños se nota a veces
un retorno a la eneuresis o a la encopresis.
Otras manifestaciones regresivas pueden
aparecer en el ámbito del lenguaje y en el
ámbito motor.
Los desórdenes alimenticios son
frecuentes: vómitos, anorexia, rechazo de
los alimentos.
Aparecen constantemente trastornos del
sueño , pesadillas, despertares nocturnos
con taquicardia, miedo a dormirse, no
querer acostarse, reaparición de ritos al
acostarse, aferrarse al adulto en quien tiene
confianza. En ocasiones se trata de una
fuga en el sueño.
A nivel de desarrollo aparecen trastornos
de aprendizaje y retrasos de desarrollo. El
menor puede perder sus actividades
creadores y lúdicas. Puede perder la
capacidad de concentrarse, de aprender.
A nivel emocional , se aprecian estados
depresivos, tristeza, agitación.
La angustia está presente y se manifiesta
mediante una necesidad constante de ser
tranquilizado, un miedo permanente sin
objeto definido.
41
Un caparazón de pseudo-madurez puede
enmascarar un menor solitario devorado
por la culpabilidad. Este sentimiento de
culpabilidad aparece con frecuencia, así
como la cólera y la agresividad hacia los
hermanos y el padre/madre no agresor en
caso de incesto.
A nivel de comportamiento pueden
notarse modificaciones repentinas,
tendencia a aislarse de los niños de su
misma edad, rechazo a quedarse solo con
la persona encargada de él, falta de
confianza hacia un adulto del entorno.
Las relaciones con el adulto pueden estar
marcadas por provocaciones eróticas hacia
él, o por un abatimiento ante cualquier
manifestación de autoridad.
Ha de tomarse en consideración todo
cambio repentino, como el miedo a volver a
casa, o a encontrarse solo en determinado
lugar, miedo al sexo opuesto, o a los
adultos. También puede producirse una
caída brutal de los resultados escolares.
A nivel sexual puede manifestarse una
actividad autoerótica compulsiva, así como
un comportamiento sexual precoz o incluso
un acoso sexual hacia otros niños, o el
conocimiento de un lenguaje sexual
chocante.
Expresión de un profundo malestar
en el menor, todas estas
manifestaciones no están
necesariamente relacionadas con un
abuso sexual y aún han de ser
descifradas. Esta eventualidad ha de
considerarse con toda la prudencia y
la competencia necesarias.
Los daños físicos habitualmente
observados en el menor pueden ir desde
simples contusiones y rasponazos a
inflamaciones, hemorragias, quemaduras, e
incluso graves lesiones genitales,
infecciones genito-urinarias y
enfermedades de transmisión sexual.
Aunque estos daños físicos sean
ostensibles y en ocasiones incluso
claramente localizados, no siempre se
relacionan con abusos sexuales por el
propio médico. Los exámenes
ginecológicos, cuando el menor no está
preparado para ellos o cuando son
repetidos, pueden crear un nuevo
traumatismo o anclar al menor en una
actitud de víctima.
Por el contrario, los cuidados brindados al
cuerpo maltratado del menor, la calidad de
EN LA ADOLESC EN CI A
Entre las consecuencias más graves
constatadas con motivo de
asistencias terapéuticas, socio-
educativas y médicas, susceptibles
de estar relacionadas con algún
abuso sexual vivido durante la
infancia, se encuentran : un deterioro
permanente de la auto-percepción,
así como problemas de identidad
sexual y de relación con el cuerpo.
Los mecanismos necesarios para la
supervivencia puestos en marcha desde la
infancia para alejar la vivencia emocional
permiten una adaptación superficial. Una
aparente insensibilidad puede entonces
enmascarar la depresión y el sufrimiento.
Este mecanismo que puede volverse contra
la víctima, va a hacer difícil que se, pueda
aportar una ayuda a la adolescencia, más
aún cuando "al inspirar frecuentemente
menos piedad que los niños y siendo
menos autónomos que los adultos, los
adolescentes son con frecuencia vividos
como ambivalentes, difíciles de limitar,
paradójicos e imprevisibles y, por ende,
pueden generar sentimientos negativos o
desalentar las buenas voluntades".
Dr. ALVIN.
Con frecuencia un comportamiento auto-
destructor revela la existencia de abusos
sexuales anteriores.
El recurso al suicidio, al aborto, la fuga, la
prostitución, o incluso el embarazo,
aparecerán tardíamente como señal de
alarma o como llamada de socorro. Por su
parte numerosos trastornos de
comportamiento o de identidad sexual,
manifestaciones psicosomáticas diversas o
depresiones, reveladoras de un profundo
malestar se manifiestan, e incluso son
tratadas sin que su origen haya sido
realmente descifrado.
42
la acogida y de la escucha de que es
objeto, la presencia a su lado de un adulto
protector (sus padres o una persona en la
que confíe) constituyen un entorno
reparador.
Los daños infligidos a su cuerpo no se
limitan a las heridas físicas, es en la imagen
de su cuerpo, en la percepción de sí mismo
donde se ha abierto una falla. Y por ello
puede resultar necesario completar los
cuidados médicos con una acción
terapéutica a más largo plazo (anexo 4).
EL SUICIDIO
El estudio sobre 30 casos en la unidad de
cuidados para adolescentes del centro
Kremlin Bicétre, relatado por el Dr. ALVIN,
ha puesto de manifiesto la existencia de
una cierta relación entre incesto y suicidio.
Pone en evidencia los efectos
devastadores de situaciones incestuosas
reveladas con ocasión de una tentativa de
suicidio.
El recorrido de los jóvenes revela fugas
repetidas, depresión, dificultades
escolares, anorexia... así como diversos
trastornos del comportamiento, "secuelas"
siempre presentes en estas situaciones.
Señalado el sesgo que puede introducir el
hospital en la elección de los adolescentes,
se subraya no obstante el hecho de que el
equipo "a pesar de haberse deshecho con
motivo de la acogida específica de la
tentativa de suicidio, quedó alarmado por el
lugar particular que estas tentativas ocupan
en las situaciones incestuosas así como por
la gravedad de las situaciones, los estados
depresivos serios, las dificultades de asis-
tencia y la propensión a la reincidencia".
LA PROSTITUCION
El deterioro de la auto-percepción parece
ser uno de los elementos fundamentales de
la prostitución. Los diferentes estudios
llevados a cabo tanto en Francia como en
otros países demuestran la frecuencia
significativa de los abusos sexuales en la
infancia de las jóvenes prostitutas.
Las razones esgrimidas recogen el hecho
de que, frecuentemente, los adolescentes
víctimas de incesto no tienen más recurso
que el de huir del hogar. La prostitución es
en ese caso un medio de supervivencia.
Por otro lado, las consecuencias de un
abuso sexual en la auto-percepción y en la
del propio cuerpo, el hecho de haber sido
considerado como un objeto sexual negado
en su persona, abusado en su confianza de
niño, favorecerían esta evolución.
LA EVOLUCION
PSICOPATOLOGICA
Julien BIGRAS, psicoterapeuta canadiense
de adolescentes víctimas de incesto,
subraya la gran dificultad del tratamiento a
ofrecer a causa de los desórdenes
introducidos en el psiquismo por el incesto
padre/hija. «El mayor sufrimiento de estas
jóvenes se expresa mediante la destrucción
total del auto-respeto y la imagen
deteriorada que tienen de sí mismas».
Según él, «los efectos más destructores
estarían unidos a la edad en la que la niña
ha sido agredida. Las pacientes más
gravemente dañadas son las pacientes
psicóticas internadas de quienes se abusó
desde los primeros años de vida y que han
debido aprender a arreglárselas con el
desprecio y la agresión en sus cuerpos...
han sido destrozadas por el terror y la
vergüenza, desmembradas en el corazón
mismo de su ser. »
La relación incestuosa madre/niño, muy
raramente observada, sería responsable de
los más graves trastornos encontrados a lo
largo de los tratamientos psicoterapéuticos.
LOS ABUSOS SEXUALES CUYAS
VICTIMAS SON MUCHACHOS
Los estudios epidemiológicos muestran una
proporción no despreciable de muchachos
entre las víctimas de abusos sexuales.
Pero aún se conocen mal las
consecuencias a largo plazo que conllevan
en la adolescencia o en la edad adulta.
Algunos raros estudios no generalizables
han mostrado la existencja de abusos
sexuales en la historia de algunos
delincuentes sexuales (anexo 5). También
aparecen en el curso de estudios sobre
prostitución, homosexualidad o toxicomanía
masculina, e incluso a propósito de la
pedofilia.
Aparte de los "climas incestuosos"
frecuentemente relatados, los muchachos
son en su mayoría víctimas de hombres,
padres, educadores o están inmersos en
una relación pedófila que parece apoyarse
por uno y otro lado en profundas carencias
afectivas.
LAS AGRESIONES SEXUALES EN
LA ADOLESCENCIA
Las consecuencias inmediatas anotadas a
partir de un estudio sobre 25 adolescentes
atendidos en urgencias en la unidad de
43
cuidados de Kremlin Bicétre están
marcadas por el choque, la inhibición y el
miedo . Una vivencia de muerte acompaña
frecuentemente ala agresión. Resulta difícil
hablar del tema incluso con las personas
más próximas.
A corto y medio plazo aparecen reacciones
fóbicas, síntomas somáticos,
modificaciones del estilo de vida y
problemas en el campo de la sexualidad. El
aislamiento social secundario es bastante
frecuente, acompañado en ocasiones de
absentismo escolar transitorio y depresión.
La encuesta puede reactivar algunos
problemas. La reacción negativa del
entorno puede añadir una dificultad
suplementaria.
A largo plazo aparecen problemas de
salud, trastornos en la percepción del
cuerpo, problemas relacionales y sexuales
a los que hay que añadir la voluntad de
olvidar y la negación.
Estas observaciones nos remiten a las
realizadas a propósito de las violaciones
de adolescentes.
EL EMBARAZO EN LA
ADOLESCENCIA
Cualquiera que sea el origen de un
embarazo en la adolescencia necesita
siempre de una gran vigilancia, teniendo
en cuenta la inmadurez física y psíquica de
la embarazada.
Cuando sucede como consecuencia de
una violación o un incesto las dificultades
son aún mayores.
Las consecuencias del abuso sexual
afectan entonces a la niña mediante su
madre, y más adelante, si no se le ofrece la
ayuda apropiada, mediante los bebés por
nacer, con repercusiones
intergeneracionales habitualmente a muy
largo plazo.
Se perfilan entonces en el horizonte un
buen número de situaciones portadoras de
nuevos sufrimientos tanto para la madre
como para el bebé, como consecuencias
sobreañadidas al abuso sexual inicial:
aborto, separaciones precoces, dificultad e
incluso imposibilidad de convertirse en
madre.... a las cuales un contexto
incestuoso añade la perturbación de las
referencias parentales hacia el niño que
nacerá.
EN LA EDAD ADULTA
Las consecuencias de un abuso
sexual en la infancia pueden
dificultar de forma duradera la vida
adulta de las víctimas encerradas en
el silencio o la negación.
Estas consecuencias aparecen entonces a
lo largo del tratamiento médico o
psicoterapéutico: transtornos psíquicos o
somáticos reincidentes, cuyo origen no
había sido clarificado; o también a través
de testimonios de hombres y mujeres a las
asociaciones que se crean para ayudar a
las víctimas de violencias o abusos
sexuales: "el cuerpo se repone de los
golpes y las heridas pero las cicatrices
profundas se mantienen: sentirse
deshecho, sensación de estar muerto, de
haber sido negado como persona humana,
tener miedo de afrontar la vida, la calle, los
demás, replegarse sobre sí mismo -con sus
consecuencias escolares, profesionales,
afectivas-, negación del cuerpo, miedo y
rechazo a las relaciones con hombres. Las
perturbaciones más profundas a nivel
afectivo , sexual o social , están siempre
unidas a agresiones de las que nunca se
ha hablado a nadie . Colectivo:
violaciones.... mujeres.. informaciones..."
De forma más general, aunque sea difícil
señalar en qué medida, en los sucesos de
la vida de quien está relacionado con el
abuso en sí, pueden constatarse, más allá
de los sufrimientos personales,
repercusiones que puede dañar la vida
afectiva , social , sexual , y parental del
adulto.
Los problemas de culpabilidad, de
autoestima y de depresión conllevan
dificultades de adaptación a la vida social y
conductas masoquistas ante la autoridad.
Las relaciones interpersonales pueden
estar marcadas por sentimientos de
aislamiento, alienación y diferencia
respecto a los demás, así como de falta de
confianza e inseguridad.
Algunas mujeres parecen evitar una
relación duradera con un hombre y más de
una se compromete en relaciones
transitorias y ocasionales. En la relación de
pareja el lenguaje de la pasión es
inadmisible, puede provocar el retorno de
imágenes insoportables.
Existe una compulsión de repetición que
resitúa al adulto en situaciones sexuales
abusivas en las que no puede decir que no
a pesar de su vergüenza o su asco. Las
fobias, el miedo a la mirada de los otros
VV'
44
coexisten con comportamientos de
provocación. La sexualidad puede ser
totalmente rechazada u orientarse hacia la
homosexualidad con un sentido diferente,
parece ser, en el hombre o en la mujer.
La mujer busca más frecuentemente una
homosexualidad maternal, reparadora. El
joven tiene más dificultad para mantener
una relación estable y puede situarse en
una posición masoquista pasiva o por el
contrario, como ocurre en la mayoría de los
casos, intentar borrar lo que él sufrió,
convirtiéndose por su parte en agresivo y
seductor para con los muchachos jóvenes.
La relación con los niños puede resultar
perturbada, estableciéndose una
hiperprotección por miedo a que sean
agredidos.
Christopher GREEN describe el caso de
madres, víctimas de incesto en su infancia,
que presentan una descompensación
psicótica cuando su hijo llega a la edad
que ellas tenían en el momento de los
abusos sexuales. Entonces agreden al niño
que las representa.
Todas estas evoluciones
manifestadas en la edad adulta
ponen claramente de manifiesto la
gravedad y la permanencia en la
edad adulta de los efectos de los
abusos sexuales vividos en la
infancia o la adolescencia.
No obstante, si el incesto, que conduce a
los daños más duraderos y más
destructores de la identidad de la persona,
es considerado como el más grave de los
abusos, es también el más estudiado.
Las consecuencias de abusos sexuales
que aparecen como "menores" respecto al
incesto, son aún desconocidas, al igual que
los efectos a largo plazo de los abusos
sexuales que tienen como víctimas a
muchachos.
Un mejor conocimiento del conjunto del
fenómeno debería conducir
progresivamente a una mejora de la
asistencia y la prevención, aportando una
mejor respuesta a la cuestión que se
plantea cada vez que se está en presencia
del sufrimiento humano.
¿Qué hacer?
¿Cómo evitarlo?
 TODO ACTO SEXUAL DE UN ADULTO CON UN MENOR
ES UN ACTO DE MALTRATO

Albert Crivillé Toda seducción sexual que supera las capacidades de elaboración mental del menor se convierte
Psicoanalista entonces en un traumatismo "que no puede sino implicar trastornos en su funcionamiento psíquico"
(FREUD). La importancia de estos trastornos puede reposar tanto en el aspecto brutal o chocante
de una experiencia aislada, como en la excitación provocada por experiencias, quizás menos
intensas pero reiteradas, que fragilizan y destruyen su sistema defensivo (BIGRAS).
La gratificación inmediata de los deseos sexuales infantiles , ya sea ésta en respuesta a una
petición o propuesta e incluso impuesta por un adulto, impide el papel de la frustración en la
inversión de otros intereses, en particular el de la curiosidad intelectual. La prohibición del incesto
es un claro representante simbólico de una realidad exterior a la que habrá de adaptarse para
poder sobrevivir, pero que necesitará poder comprender para estar en posición de poder ponerla a
su servicio.
- La seducción sexual del menor por un adulto se convierte también en una intrusión que le
perturba en su proceso de maduración, tendente a integrar los componentes biológico, afectivo e
intelectual en un conjunto coherente y armonioso.
Respecto a este punto, querría señalar la distancia que separa la vivencia sexual del menor de la
del adulto, distancia negada o minimizada por este último en su potencial destructor para el menor.
FERENCZI, ya en 1933, lo formuló con la metáfora de la "confusión de lenguajes". Si el adulto en su
intento de seducción pide y espera la satisfacción de su deseo, o mejor dicho, de su "pasión"
sexual, el menor, incluso si consiente o provoca, pide sobre todo cariño y ternura . El acto sexual
mediante el que se hablan no significa la misma cosa para los dos.
- Inversamente, el padre que, rechazado y frustrado sexual y afectivamente por su pareja, pide
a su hijo/a consolación afectiva y gratificación sexual , lo transforma en su propio cónyuge,
incluso en su propio padre/madre.
La prohibición del incesto afirma así la importancia para el menor de respetar la diferencia de
generaciones y las consecuencias nocivas de la anulación del papel del padre para su desarrollo
mental. Sin recurrir a la metapsicología freudiana, yo recordaría que prácticamente todos los
estudios fenomenológicos o clínicos actuales subrayan este aspecto del problema (JORNE,
JOHNSTON, BIGRAS, etc.)
- Añadamos un elemento que para FERENCZI es el factor determinante en la formación del
mecanismo de defensa que él llama "identificación con el agresor". En todo acto de seducción
sexual respecto a un menor, el adulto se expone a su propia culpabilidad, incluso si la niega. La
personalidad aún débil del menor sometida a "este injerto prematuro de amor pasional y lleno de
sentimientos de culpabilidad, reacciona entonces con la identificación ansiosa y la introyección de
quien le amenaza y agrede ". El menor reaccionará según los casos hacia una vertiente depresiva,
en la que las perturbaciones de su comportamiento (inestabilidad, delincuencia, toxicomanía...) serán
intentos de curación mediante la regresión. Otra evolución posible es la madurez precoz, cuyos
efectos patológicos no serán percibidos como perturbadores puesto que son gratificantes para el
entorno, pero que perturbarán más tarde su vida afectiva de adulto....

PREVENCION DEL INCESTO : FINALMENTE LOS MEDIOS

Sanidad mental de En Quebec el número de menores víctimas de incesto se estima en un 15% (ver Messier y
Quebec 1984 Champlain, 1984). Más aún, el hecho de que el 38% de estas víctimas intenten suicidarse llegados
a la edad adulta es revelador del gran sufrimiento psíquico que persiste largo tiempo después de
Jean-Francois Saucier
haber finalizado las actividades incestuosas (ver Fortin, 1984). De todos los factores responsables
Departamento de
Psiquiatría de esta miseria perpetuada, retengamos cuatro que nos parecen importantes.
Universidad de Montreal En primer lugar, el incesto viola en el menor (niña o niño) su expectativa fundamental de que el
progenitor (padre, madre, hermano mayor, etc.) es un adulto protector; en el caso del incesto, no
solamente el adulto progenitor no cumple con su rol de protección contra todo eventual agresor,
sino que se convierte él mismo en agresor sexual. El niño es dolorosamente traicionado en su
expectativa más primordial, y esta traición es tan extrema que no podrá confiar ya en la mayoría de
los adultos, comprometiendo así para el futuro, las posibilidades de tener un mínimo de salud
mental.
En segundo lugar, el niño es iniciado demasiado precozmente en los juegos corporales y en las
actividades sexuales. Evidentemente, el psicoanálisis nos ha revelado hace mucho tiempo la
existencia, incluso en la "más tierna" infancia, de fantasmas y deseos sexuales, pero señalemos que

45
 la mayoría de ellos se mantienen relegados a un campo intrapsíquico. Es el paso a la acción,
iniciado y forzado por el adulto contra la voluntad del niño, lo que le resulta extremadamente
perturbador.
En tercer lugar, el silencio impuesto por el adulto viola la primera ley de la higiene mental, a saber,
la necesidad absoluta, especialmente durante la infancia, de poder compartir todas las emociones
vividas con los adultos disponibles y responsables. El drama particular del menor víctima de incesto
es el de ser forzado a padecer emociones extremamente intensas a la vez que se le impide
totalmente ventilarlas; se trata claramente de lo que yo llamaría "inundación emocional" y "asfixia
psíquica", impuestas por la ley del silencio, lo que conlleva una tensión insoportable. No es extraño
que algunos menores sean obligados a llegar a la total negación de estos sucesos, y a una
peligrosa fragmentación de su universo psíquico.
Finalmente, a causa de su gran sugestionabilidad, el menor, aterrorizado por las amenazas del
adulto llega frecuentemente a creerse él mismo responsable del incesto y a sentirse cómplice del
adulto agresor.
La acumulación de estos cuatro factores explica por qué el desarrollo del menor es radicalmente
detenido, esterilizado. Fortin (1984) llega incluso a decir que además de ser "una violación
enmascarada (el incesto) es ante todo y sobre todo un robo. El robo del derecho que todo menor
tiene a la expansión" (Fortin, 1984, 58). En efecto, se priva al menor de su infancia; no resulta por
tanto extraño oír a Serge Lebovici declarar que "el incesto es una sentencia a muerte psíquica".

EL EXHIBICIONISMO:
¿QUE EFECTO TIENE SOBRE EL MENOR?

Michelle de WILDE ¿Cúal puede ser para un menor el impacto de la exhibición? Muy variable sin duda, y difícil de
evaluar. En ocasiones se ven surgir huellas en psicoterapias de menores y en narraciones de
"Ecole de Parents" adultos, pero esta tentativa que no busca sino capturar la mirada, que no se acompaña de ningún
n°8-1984 contacto, de ninguna palabra, por muy escandalosa que parezca a los indignados padres, no
provoca necesariamente una perturbación de muy larga duración.
En el momento en que tiene lugar, el exhibicionismo puede "ultrajar", para retomar el término
jurídico, de diversas formas. Puede ultrajar el pudor del menor, incluso en esta época de carteles
liberados y de sex-shops. Ver un cuerpo desnudo en su totalidad apenas si es molesto, pero esta
desnudez parcial sorprende al menor en la mayoría de los casos por su fealdad, su aspecto furtivo y
vergonzoso. La estética es un aliado natural del erotismo: ¡esta visión de la sexualidad adulta en la
que el placer y el deseo aparecen además tristemente ausentes, no resulta nada hermosa, ni
atractiva, ni excitante! Para el niño, puede ser una negación de la virilidad -mientras que el
exhibicionista por el contrario encuentra en ese acto su confirmación-, para la niña, puede ser la
repugnancia hacia un sexo extraño y ajeno.
Todo esto matizará probablemente la mirada que dirigen a los hombres que les son próximos y la
imagen que tienen de la vida amorosa de los adultos. En general, un menor que vive en un medio
en el que los adultos abordan libremente las cuestiones sexuales será menos vulnerable, puesto
que ha sido más serenamente y mejor informado pero, ¿no tenemos quizá tendencia a exagerar el
choque sufrido? La ilusión de la inocencia infantil, hace tiempo pública y doctamente denunciada,
sigue estando anclada en nuestros corazones: la confrontación con la perversión no podría ser sino
insostenible para un ser tan puro.... La perversión infantil, sin embargo, tiene sus propios recorridos,
su propio universo: una entrada repentina en los recorridos del adulto supone un extrañamiento que
puede resultar desorientador.
Otro impacto del exhibicionismo es el miedo que puede suscitar, con lo insólito de una conducta
que no obedece a las reglas habituales. El adulto, de repente, sorprende, inquieta, incluso
aterroriza, no tanto por la significación sexual de su gesto sino por la parte de locura que contiene a
los ojos del menor. Esta reacción violenta, independientemente del carácter del menor, de su
historia personal, varía también con la edad: hasta los 6, 7 años, el menor tiene una visión
fragmentada de los comportamientos adultos, que contienen a sus ojos algo de sorpresivo, de
incomprensible.
Más tarde por el contrario, un menor que ha crecido en condiciones de seguridad afectiva y
material, ve a los adultos que le rodean en un universo racionalizado, donde cada cual tiene su
papel, su lugar. Los propios adultos contribuyen a esta interpretación, no sólo porque tienen
tendencia a atribuirse el buen papel, sino porque en casa, en la escuela, en la televisión, llevan a
cabo con el menor una investigación lógica, codificada de la sociedad. Y el exhibicionista irrumpe
brutalmente, fuera de toda norma, de toda moral, al no entrar en principio en las categorías
habituales del bueno y el malo (aunque el menor pueda buscar su seguridad haciéndolo entrar en la
categoría de los malos). De ahí la importancia de una puesta en guardia, de una explicación que
otorgue al exhibicionista un lugar definido.

46
 Alice MILLER
C
El menor bajo el terror
LA IMAGEN DEL CUERPO

La verdad de nuestra infancia está inscrita en nuestro cuerpo: podemos ciertamente reprimirla, pero
no cambiarla en forma alguna. Podemos llegar a engañar a nuestro intelecto, a manipular nuestros
(extractos) sentimientos, a hacer confusas nuestras percepciones y a mitificar nuestro propio cuerpo con
medicamentos. Pero un día u otro nos pasa la cuenta: puesto que nuestro cuerpo es incorruptible,
es como un niño que no ha sido maleado, que no acepta escapatoria ni compromiso alguno y que
no cesa de atormentarnos hasta el momento en que dejamos de huir de la verdad.

SOBRE LA PERSONALIDAD
DE LOS AUTORES DE ABUSOS

«Dinámica familiar Encontramos frecuentemente en los dos padres una infancia marcada por carencias afectivas. No
incestuosa» ha habido experiencias estructurantes y continuas que permitan situar los roles parentales e
interiorizar las prohibiciones. Uno y otro han podido vivir una relación incestuosa o abusos sexuales.
Comunicación del Pero sobre todo, y más profundamente, acarrean en su interior desde sus primeros años, el deseo
Congreso de Angers doloroso de recibir un amor total que han perdido demasiado pronto o que nunca han conocido.
Como lo indica Renata Gaddini:
Michelle ROUYER
Marie DROUET El hombre presenta una inmadurez afectiva y sexual que es ostensible o enmascarada por
Monique TOURON reacciones de prestancia. La excitación genital es excesiva y sustituye las emociones habituales de
ternura y solicitud. La frustración, más que un sufrimiento moral mentalizado, provoca una excitación
sexual.
El alcoholismo, frecuentemente denunciado, es considerado como factor agravante que puede
conducir a la violencia y al paso a la acción. En algunos padres, las tendencias pedófilas son
evidentes. Frecuentemente han sido el niño fetiche de una madre o de su sustituto y sienten su
virilidad inferior a la normal: la mujer adulta se convierte entonces para ellos en peligrosa y
castradora. Se sienten atraídos por su hija prepúber y llevan su atención hacia otra cuando aquella
crece. Para el padre, su compañera debería ser una imagen de la madre idealizada, acogedora y
atenta, siempre por conquistar y por poseer. La relación con ella es simbólicamente incestuosa y su
sexualidad es más la búsqueda de un contacto de fusión que una relación genitalizada. Las
debilidades de la mujer son reales e imaginarias y provocan en el padre frustración, necesidad de
un objeto sustitutorio que debe ser próximo a él y formar parte de él, porque lo que le es extraño y
distante le da miedo: "Mi hija, soy yo", dicen algunos padres ..."

47
 EL SECRETO
A LA ASISTENCIA
Cuando se plantea el difícil problema de la ayuda y los cuidados al menor víctima de abusos
sexuales, se constata que no existe realmente una política común acerca de las conductas a
seguir. No todos los especialistas están convencidos de la realidad ni de la gravedad de las
consecuencias de estos abusos. Algunos consideran incluso que las intervenciones de ayuda
pueden ser más nocivas que el silencio. Otros recomiendan preservar a todo precio las
relaciones afectivas del menor con su medio, evitando toda nueva situación traumática
(examen médico - encuesta policial, acogida, etc.)

Sea como fuere, el problema se plantea de Cuando el menor ha sido víctima de un

forma radicalmente diferente según el abuso sexual en el interior de la familia,
menor haya sufrido un abuso dentro o las posiciones individuales se dividen, la
fuera de su familia. acción a emprender es menos clara:
preguntar, escuchar, examinar al menor
Cuando el menor ha sido víctima de un
puede ser entonces sentido como una
abuso sexual fuera de su familia, la
agresión idéntica a la que el menor ha
posición de cada uno de los protagonistas
sufrido. ¿Qué hacer entonces?
es más clara: para el menor, que habla más
fácilmente; para la familia, que denuncia sin
reticencia; para el terapeuta, que trabaja a
partir de la realidad del traumatismo; para
el juez, que condena según la ley.

LEVANTAR ACTA
El menor dispone de múltiples medios para
denunciar un abuso sexual. Varían según la
edad o el desarrollo del menor y
frecuentemente han de ser
"descodificados" por los adultos.
Los abusos sexuales fuera de la familia son
más fácilmente "hablados" si la confianza
hacia el entorno es suficientemente buena.
Cuando se trata de la familia, el menor se
expresará mediante comportamientos y
conductas (trastornos del sueño, del
apetito, dolores, caída de los resultados
escolares...), alertando al adulto que preste
la atención necesaria. En las adolescentes,
el abuso sexual se desvela frecuentemente
mediante la palabra (acusación), pero se
revela también mediante trastornos de
comportamiento (fugas, tentativas de
suicidio...)
Las palabras, las emociones, o las quejas
de los niños muy pequeños se expresan
más directamente y raramente se ponen en
duda.
Sea cual sea la manera mediante la
que el adulto, profesional o no, toma
conciencia de un abuso sexual a un
menor, el primer acto terapéutico a
realizar es escuchar al menor.
Escuchar a un menor no significa
únicamente oírle, sino que implica una triple
respuesta:
- reconocer ante él la gravedad de los
hechos expresados o revelados,

49
- afirmar ante él que se trata de actos
prohibidos,
- y finalmente, dada su gravedad, estos
hechos deben ponerse en conocimiento de
quienes han de intervenir: los agentes de la
ley en la vertiente que ésta tiene de
protección (el juez de menores) y en su
vertiente represiva (los tribunales), las
modalidades de esta "declaración" para
utilizar la palabra consagrada, pueden ser
diversas y por tanto reflexionadas.
Creer a un menor es necesario, pero
no resulta fácil
ENTRE LA BANALIZACION
Y LA DRAMATIZACION
Retrospectivamente, se observa en los
casos de abusos sexuales una situación de
complicidad y de molestia que incide tanto
en las personas próximas al niño, en los
vecinos, como en los profesionales
encargados de su protección.
Con gran frecuencia, una "psicologización
salvaje" lleva a negar la naturaleza y la
PROFES I ONALES
DESPROVISTOS
Dada la gravedad y la complejidad de
estos fenómenos, los abusos sexuales
resultan incómodos para los adultos
encargados de proteger al menor.
LA CARGA EMOCIONAL
El momento de la revelación es
particularmente delicado por la angustia
que provocan las situaciones que
comprometen las actitudes de los adultos
ante la sexualidad: se trata de escenas
sexuales impuestas, con un gran poder de
atracción y de evocación. Se sitúa al menor
en el lugar de un "partenaire" adulto.
La revelación -y la denuncia- puede
entonces ser precipitada,
sobredramatizada públicamente o, en el
caso opuesto, impedida, negada.
Respecto al peso emocional, a la
culpabilidad y a la responsabilidad que les
incumbe, los profesionales eligen
frecuentemente semi-medidas o se refugian
tras un secreto entendido más como
protector de su propia dificultad de actuar
50
importancia de las actuaciones que un
menor tiene que sufrir, sea en el seno de su
familia, sea en su entorno, sea en la
institución en la que vive. Resulta siempre
difícil separar en las palabras de denuncia
o de revelación de un menor, los fantasmas
de la realidad; frecuentemente el silencio y
el malestar impiden afrontar directamente el
problema. Históricamente se puede
constatar que, en Francia, los problemas
de abusos sexuales caen en una cierta
banalización . La gravedad del acto
convierte los hechos en impensables,
insostenibles, preferimos callarlos antes de
tener que tratarlos.
Otra tentación es la de la dramatización.
Cuando estalla el escándalo, es también la
familia, o el entorno del menor, quien corre
el riesgo de quedar atrapado en un
engranaje en el que, finalmente, la
intervención puede ser más nociva y más
peligrosa que los abusos sexuales
propiamente dichos. Desde que se levanta
el secreto y un caso de abusos sexuales se
plantea públicamente, o sale del entorno
inmediato, surge el peligro del escándalo
público, la acusación, las peritaciones
judiciales o médico-legales, y en el centro,
el riesgo de una explotación nefasta por
parte de los medios de comunicación.
o de pensar el tema, que como una
garantía ofrecida a las familias.
La carga emocional, la dificultad
personal que entraña, el aislamiento
reforzado por el recurso al secreto,
conllevan actitudes defensivas de las
que el menor corre el riesgo de ser la
víctima.
LAS ACTITUDES
DEFENSIVAS
Las estrategias de ayuda pueden en este
campo sufrir el efecto de actitudes
defensivas que aparecerán al evitar las
responsabilidades individuales, en
beneficio de la responsabilidad colectiva.
Es posible enumerar las actitudes
defensivas más frecuentes:
son las actitudes defensivas más fuertes y
excluyen de por sí, toda posibilidad de
reconocimiento de los hechos,
- la 0,d i respecto a la realidad de los
hechos , a despecho de las pruebas o de la
solicitud de ayuda del menor,
, i9. Cr, E
que constituye una
variante de la negación, en el sentido de
que, aún escuchando, hay un rechazo a
reconocer la gravedad de los hechos y no
se ofrece ninguna salida.
La "realida
Realidad El autor de los malos
tratos (frecuentemente el padre) trabaja y
mantiene a la familia: se entiende
entonces que sería mejor no decir nada
antes que arriesgarse a la ruina material y
financiera en la que podría caer la familia,
lo que quizás llevaría a la acogida de los
menores afectados que serían, en cierta
forma, castigados en una historia que no
les concierne.
ta:.rr: El inmovilismo es
justificado por el hecho de que la familia
concernida va a ser socialmente
marcada, etiquetada, es decir,
desconsiderada, viviendo en el oprobio.
Reauciai:i cuit^ar^ : En el caso de menores
y familias con origen extranjero, la
coartada cultural es invocada como
intento de explicar la situación. La
racionalización se convierte en perjudicial
cuando la no intervención se justifica por
el llamado respeto a una cultura
extranjera.
Reaiiciaavt-;i #-exuzí: El incesto es
banalizado en nombre de una pretendida
liberación sexual, de un cierto modernismo
o incluso del carácter obsoleto de la
prohibición del incesto, por ejemplo.
LAS RES PUESTAS HAY QUE
BUSC ARLA S EN COMÚN
Antes de considerar una forma de
asistencia, es necesario que los
profesionales sean capaces de superar
estas actitudes defensivas y de vencer su
aislamiento para llevar a cabo el primer
acto realmente terapéutico: "escuchar al
menor".
UN LUGAR DONDE " HABLAR"
LAS CONSULTAS
No existe una receta mágica a seguir: hay
menores diferentes, en familias diferentes y
en situaciones diferentes.
La primera toma de contacto con las
situaciones sumerge a veces al trabajador
51
- La confusión entre la moral y la ley: el
miedo a caer en un juicio normativo
moralizador lleva a la vez a un callejón sin
salida de la ley, así como a negar la
existencia de una ética profesional y de una
moral, algunos de cuyos fundamentos son
universalmente reconocidos para asegurar
la integridad y el desarrollo del menor.
- El "catastrofismo ": se trata de la
extendida idea según la cual revelar
violencias sexuales sería más perturbador
que los propios hechos. Contarlo sería una
catástrofe. En la misma línea, en los casos
de incesto o de clima incestuoso puede
pensarse que revelar sería correr el riesgo
de desorganizar al menor.
- Finalmente el silencio de los
profesionales se justifica igualmente por la
existencia del secreto profesional, cuya
utilización se encuentra así pervertida tanto
desde un punto de vista psicológico (ser
cómplice, posición de fusión, negación,
evitación de terceros), como desde un
punto de vista jurídico (desconocimiento de
la salvedad del secreto profesional en caso
de malos tratos).
Revelar no es peor que silenciar. La
aceptación de la revelación es un
acto que sitúa a los protagonistas en
su lugar, que devuelve al menor unos
puntos de referencia simbólicos para
su desarrollo, y que establece para
todos el papel específico de cada
institución y de cada profesional
(jurídico, administrativo, social,
psicológico).
social en un estado de confusión que
exige, para salir de él, un trabajo de
elaboración que lleve a una actitud
creadora y a un comportamiento adaptado.
Los expertos en materia de abusos
sexuales a menores no existen. No hay sino
personas y profesionales con horizontes
diversos que experimentan las mismas
dificultades en sus respectivos terrenos:
- asistentes de servicios sociales y
educadores
- policías y grupos especializados en
menores
- enseñantes y equipos de salud escolar
- inspectores de menores
- jueces de menores y jueces de
instrucción
- médicos y equipos hospitalarios
- pediatras y puericultoras
- psiquiatras y psicólogos
Existen también numerosas instituciones
- servicios departamentales de acción
social y salud
- servicios estatales
• justicia
• educación nacional
• interior
• asuntos sanitarios y sociales
Así como:
- asociaciones y beneficencia
Los esfuerzos aislados de los profesionales
están condenados al fracaso si:
- cada uno no conoce bien el papel de los
demás, y por tanto su complementariedad
- y si cada uno no conoce bien el
funcionamiento y los engranajes de cada
una de las instituciones en juego.
Ciertamente todos deben aprender a
trabajar conjuntamente y a vencer las
actitudes defensivas individuales que
frecuentemente se achacan a disfunciones
institucionales. Pero si el trabajo del grupo
multidisciplinar responde a este objetivo,
constituye también.-
- un lugar de información y de formación en
materia de abusos sexuales,
- un lugar de elaboración de estrategias,
- un lugar de investigación,
- un lugar de reflexión sobre la
multidisciplinaridad.
La constitución de grupos multi-
disciplinares y multi-institucionales
que implican un reagrupamiento
geográfico (comunidad) es una
respuesta adecuada para los
interrogantes que plantean los
abusos sexuales.
En materia de abusos a menores los
grupos multidisciplinares pueden funcionar
en varios niveles:
1. El gran grupo , que tiene una función
informativa y sensibilizadora, y permite una
toma de conciencia de la importancia del
fenómeno y de la gravedad de las
consecuencias. Esta sensibilización de un
amplio público de profesionales puede
desarrollarse a lo largo de jornadas de
estudio. Agudiza la escucha y la
participación.
52
2. El grupo de formación y de investigación
puede localmente constituir un grupo local
de referencia para los agentes médicos y
sociales. Este grupo más reducido se
planteará, en torno a los casos expuestos,
las cuestiones de fondo que constituirán
una ayuda para la toma de decisiones
sobre:
- los fenómenos de malos tratos y de
disfunciones familiares
- la evaluación de los objetivos psíquicos
- la detección de actitudes y contra-
actitudes gracias a cierto distanciamiento.
- el difícil recurso a la institución judicial.
Se trata de un grupo abierto y continuo que
trabaja con un espíritu de búsqueda.
3. El pequeño grupo interdisciplinar que
reúne, en torno a una situación clínica
concreta, a todos los protagonistas
implicados o que puedan estarlo.
El trabajo de grupo debe permitir a cada
uno utilizar las palabras justas que
describan el abuso sexual. Es importante,
en efecto, ser fiel al discurso del menor,
particularmente cuando sea necesario
suministrar las informaciones necesarias al
juez de menores en casos de declaración.
La evaluación certera y diferenciada de la
situación podrá realizarse tanto a nivel
clínico y psicológico como social, es decir,
aprehendiendo la globalidad del menor y
de su vida familiar. Se apreciarán las
capacidades de las familias para participar
en un proyecto terapéutico y se elaborará
una estrategia. El trabajo evaluador de un
grupo de este tipo pone en evidencia los
recursos tanto familiares como
profesionales, y permite la toma de
decisiones. El juez de menores deberá
poder participar en la elaboración de esta
estrategia de acción.
La elaboración colectiva de protocolos de
intervención ha de permitir una mejor
protección de las víctimas. No obstante, la
necesaria cohesión de las intervenciones
no implica forzosamente la unanimidad, ni
la existencia de certezas comunes a todos
los agentes.
El hospital es con frecuencia el lugar neutro
de la observación o de la separación del
menor, y el grupo cerrado y puntual puede
reunirse en torno a él hasta el término de la
actuación.
BU SQUEDA CO N JU NTA
DE SOLUCIO NES
EL FENOMENO
DEL BALANCIN
Antes de 1960, la única respuesta de la
sociedad en los países en los que ya se
preocupaban de los abusos sexuales, era
de orden judicial: proceso, condena y
encarcelamiento del autor del abuso y
acogida de la víctima.
Los efectos de la actuación únicamente
judicial se revelaron rápidamente
negativos: estigmatización,
desorganización de la familia. Además, la
aproximación únicamente judicial en este
tipo de problemas tiene un efecto
desmovilizador para las familias que lo
padecen y que buscan una solución.
La aproximación únicamente judicial fue
muy pronto sustituida por el tratamiento
psicoterapéutico individual del autor del
abuso y de la víctima, al que pronto se le
unió la aplicación de la terapia familiar, en
las familias en las que se vivían relaciones
incestuosas.
Posteriormente a 1970, la reflexión sobre
los obstáculos y fracasos observados por
los médicos, tanto en el cuadro de las
terapias individuales como en el de las
familiares, ha llevado a los países
anglosajones a concebir programas de
"tratamiento integrado" que incluyen la
aproximación judicial.
La especificidad de estos "programas" es
la de integrar varias formas de terapia
(terapias familiares, individuales, de pareja,
de grupos de adolescentes o de autores de
abusos, y grupos de ayuda mutua) en el
cuadro judicial.
Estos programas integrados parecían en
ocasiones pesados, largos y sistemáticos.
Sólo una evaluación cuidadosa a largo
plazo permitirá en el futuro establecer, caso
a caso, mejores aproximaciones
terapéuticas.
EL NECESARIO TIEMPO
DE ACOMPAÑAMIENTO
Llegado el caso, las medidas sociales,
educativas, judiciales y penales a tomar, no
deben jamás olvidar el acompañamiento
terapéutico que resulta necesario como
consecuencia tanto del traumatismo
psíquico como de los efectos
perturbadores en los procesos de
construcción de la personalidad de los que
es víctima un menor o un adolescente.
53
La culpabilidad inconsciente de los
menores no desaparece con el fin real de
los abusos sexuales, sino todo lo contrario.
Será indispensable un trabajo de
elaboración -y el tiempo necesario para
llevarlo a cabo- con la ayuda y el apoyo del
entorno. Esto se verá facilitado al hacer la
distinción entre los actos culpables y
reprensibles de los que ha sido víctima el
menor, y la persona responsable de dichos
actos. Especialmente en materia de
incesto, los colaboradores deben facilitar
las posibilidades de una posterior
reconciliación simbólica. Considerar a sus
padres como seres "monstruosos" es
siempre añadir violencia y angustia al
menor, incluso si en ocasiones los actos de
los padres pueden ser justamente
considerados y denunciados como
monstruosos.
UNA ESTRATEGIA
DE AYUDA
Tras la revelación o el descubrimiento de
un abuso sexual, sea cual sea, después de
la necesaria evaluación multidisciplinar de
la situación familiar, y tras la indispensable
toma en consideración de las contra-
actitudes profesionales e institucionales,
¿qué ayuda hay que brindar?
Respeto del menor : en el momento de la
revelación del abuso sexual, el menor
necesita encontrarse con una actitud
coherente y sin ambigüedades de los
adultos. Necesita que todos los adultos que
encuentre le digan:
- que tenía razón al hablar y al buscar
ayuda
- que el adulto autor del abuso no tenía
derecho a hacer lo que ha hecho.
- que eso está prohibido por la ley que
protege la integridad del cuerpo de los
menores y las fronteras
intergeneracionales.
- que el adulto va a ser castigado por el
hecho cometido y no porque sea malo o
monstruoso.
- que muchos otros menores han sufrido
abusos y que él no es el único.
- que él no es en absoluto responsable de
lo que sucede.
El colaborador ha de distinguir entre el
hombre y el acto cometido y dejar al menor
vivir sus emociones y sus reacciones, sean
cuales sean. Debe explicar correctamente
al menor y a la familia todo lo que va a
pasar, y el papel de cada una de las
personas que van a encontrar (policía, juez,
médico).
La confusión que reina en la familia en el
momento de la revelación raramente es
propicia para el comienzo de una terapia, y
por tanto en esta fase se realizan
frecuentemente entrevistas de evaluación.
Lo que se dice en el momento crítico
de la revelación es determinante para
el futuro, y constituye en sí una
asistencia real al menor.
En efecto, en este estadio el menor puede
retractarse y reaparecer la duda. Si no se le
EL ENFOQUE TERAPEUTICO
El traumatismo sexual (anexo 2), que puede
ser la consecuencia de un acto o el
resultado de un cierto modo de relaciones,
se define como una excitación que no
puede ser integrada por el menor. Sus
consecuencias dependen de los azares de
la organización psíquica y del
funcionamiento familiar. Y no abarca todo
su sentido más que en este contexto; es
esto lo que determinará los siguientes
pasos: huellas traumáticas finalmente
integradas sin demasiados daños o que se
quedan silenciosamente enquistadas en el
psiquismo del sujeto, transformación en
síntoma neurótico, paso a la acción,
eventualmente bajo forma de delito, hasta
llegar a las formas más graves de la
psicopatología.
Los debates en torno a la teoría de la
seducción, reanimados en diversas
ocasiones por Freud y sus discípulos, han
contribuido durante largo tiempo a ocultar
la realidad de los abusos sexuales durante
la infancia. Es decir, que todo el peso de
aquella realidad viene a actualizar los
fantasmas preexistentes. La propia
fabulación señala un malestar y debe
tomarse igualmente en consideración.
Es necesario insistir en la importancia de
los tratamientos y de las terapias que
permiten reconstruir la problemática del
menor y restaurar un pasado de grandes
carencias.
ESCUCHAR
POR TELEFONO
La escucha telefónica puede constituir una
respuesta, un recurso adecuado para
individuos que viven situaciones de
angustia o gran aislamiento.
54
apoya, el menor responsable del trastorno y
de la vergüenza de la familia es marginado,
e incluso acusado (anexo 1).
Paralelamente, la revelación de los abusos
sexuales engendra diversas reacciones
familiares: negación de los hechos,
retraimiento, rechazo de cualquier
intervención exterior, clima de miedo y
violencia....
Toda intervención tras el
descubrimiento de un abuso sexual
necesita de la asistencia de toda la
familia : el secreto que mantiene la
cohesión familiar no debe llevar al
colaborador a la conspiración del
silencio.
Por su anonimato y por la rapidez de la
comunicación, el teléfono permite expresar
lo que no nos atrevemos a exponer cara a
cara.
En lo que se refiere a los abusos sexuales,
la llamada telefónica suele ser en
ocasiones utilizada por el padre incestuoso,
según señala "Padres anónimos" en
Francia, o por la víctima, según lo constata
"SOS violación", también en Francia.
En los dos casos, escuchar por teléfono
está por encima de la revelación del abuso.
Es un paso previo que puede convertirse,
en una fase posterior, en solicitud de
ayuda. La escucha que reconoce el
sufrimiento expresado, la escucha sin emitir
juicios, constituye sin duda un
acompañamiento terapéutico.
LA ACOGIDA
Y EL APOYO MEDICO
El equipo médico pediátrico, ya sea este
hospitalario o bien actúe en el marco de
consultas externas, puede asegurar no
solamente un primer examen del menor
sino también su "seguimiento" (anexo 3).
El menor puede ser conducido a una
consulta u hospitalizado por cualquier otro
motivo: dolores abdominales, vómitos... o
intentos de suicidio en el caso de
muchachas adolescentes, y será en el
curso de la observación y del cuestionario
cuando se revelará el abuso sexual.
En ocasiones las jóvenes adolescentes
revelan un abuso sexual al médico y le
piden, al mismo tiempo confidencialidad,
reproduciendo de este modo el secreto que
le ha sido impuesto. Y sólo mediante la
garantía de respetar su secreto, podrá el
médico tomarse el tiempo de escucharla y
considerar qué es lo que la joven quiere (y
también su madre en algunos casos), y lo
que él mismo está en situación de aceptar
o no. Las respuestas dadas dependerán de
todos estos factores y serán prácticas,
concretas y del orden de lo realizable.
Es esencial en todos los casos que la
adolescente y su familia perciban
rápidamente que existe una autoridad
superior a la del padre, que el equipo
pediátrico no se dejará encerrar en el
secreto y que, en este sentido, es
importante conseguir que la adolescente
esté de acuerdo con la necesidad de una
declaración.
En otros casos, la menor acudirá
directamente por un hecho constatado al
pediatra, ginecólogo o, más
particularmente, a los centros de
información (anexo 4).
En uno u otro caso, el primero de los
médicos con quien el menor o el
adolescente ha hablado continuará
ofreciéndole su apoyo. Deberá percibir el
sentido de sus sentimientos y de sus
reacciones y apoyarlo a lo largo de los
procedimientos jurídico-sociales junto con
los otros colaboradores.
Los múltiples problemas somáticos que
plantean habitualmente estos menores
facilitarán este "seguimiento", que en
ocasiones será suficiente.
En Alava existen algunos centros a los
que se puede recurrir. Estos pueden
constituir un lugar de información,
asistencia o reflexión multidisciplinar
(anexo 5).
LA ACCION EDUCATIVA EN
MEDIO ABIERTO (AEMO)
Es sin duda la forma de trabajo de
acompañamiento familiar más
frecuentemente considerada (anexo 6). No
obstante el trabajador social debe
mantenerse vigilante para no "caer en la
trampa" del sistema familiar:
- como regulador de los conflictos de la
pareja parental
- como parte activa de la confusión de
roles en la familia
- como abastecedor de una situación
globalmente degradada que oculta las
razones iniciales de la intervención
- como garante del malestar del menor, en
la mayoría de los casos relacionado con
causas externas: dificultades socio-
económicas o culturales principalmente.
55
Además, a causa de los sentimientos de
lealtad hacia su familia, el menor puede al
mismo tiempo revelar un abuso y pedir que
se mantenga en secreto su confidencia.
Esta paradójica petición puede "bloquear"
al adulto, pero si demuestra que no tiene
miedo al problema del incesto, que no lo
niega, y que puede asegurarle su
protección al menor, podrá llevarlo a
remontar su miedo y a aceptar la denuncia
(anexo 7).
LA ACOGIDA DEL MENOR
Es la medida que más controversias suscita
y que más duramente enfrenta a los
colaboradores.
Para hacer cesar especialmente una
relación incestuosa y proteger al menor,
¿es necesario desplazar al menor o al autor
del abuso?
¿Desplazar al menor con el riesgo de
distender o de romper los lazos familiares?
¿Desplazar al autor del abuso con el riesgo
de privar a la familia de sus recursos?
No obstante, puede decidirse acoger
al menor, sea porque él mismo lo
desea, sea como último recurso para
protegerlo.
Más que cualquier otra forma de asistencia,
la acogida debe prepararse y seguirse con
cuidado para que no sea percibida como
una sanción y para ayudar al menor a
separarse de su medio a la vez simbiótico y
carencial. La acogida familiar terapéutica
permite en ocasiones iniciar un trabajo
reestructurante con los padres,
permitiéndoles reestablecer la distancia
adecuada con su hijo/a.
LA AYUDA
PSICOTERAPEUTICA
Se establece raramente para los miembros
de la familia que se sustraen, salvo cuando
se trata de una prescripción terapéutica
establecida por el juez: las condiciones
particulares en las que se instaura la
psicoterapia son entonces muy
problemáticas.
La psicoterapia del menor se instituye con
mucha más frecuencia, pero presupone
que el abuso sexual ya no se ejerce. Si no
se propone o si se interrumpe durante la
infancia, la psicoterapia suele realizarse
frecuentemente en la edad adulta, si la
atención, el respeto y la comprensión de
los adultos han sido horadadas en la
infancia.

Hay que señalar la importancia de las
primeras intervenciones y de las
palabras pronunciadas en el
momento de la revelación : se trata
ya, recordémoslo, de una auténtica
asistencia terapéutica.
LA TERAPIA FAMILIAR
En algunas situaciones familiares, puede
considerarse la terapia familiar
Esta técnica dirigida a conseguir la
reorganización de toda la familia
redefiniendo los papeles, intenta también
reemplazar progresivamente los principios
de violencia y de abuso por una sexualidad
más auténtica y por la reubicación del
erotismo y de la ternura en la familia. No
obstante esta técnica supone la
colaboración del agresor para no aumentar
la culpabilidad del menor víctima. Aún así,
sus indicaciones siguen siendo limitadas.
TRATAMIENTO DEL AUTOR
DEL ABUSO
Cuando se considera el tratamiento de los
abusos sexuales, se piensa en primer lugar
en el tratamiento y en la protección de la
víctima, es decir del menor: la terapia
intenta conseguir el efecto reparador de las
primeras acciones de protección.
El tratamiento de la familia se plantea en
segundo lugar, particularmente en los casos
de conflicto intrafamiliar como los incestos.
El tratamiento del propio agresor se evoca
más raramente: indudablemente el interés
se ha dirigido con más facilidad hacia la
víctima, pero también los estudios sobre la
personalidad y las disfunciones de los
agresores son más escasos (anexo 8).
En los países anglosajones o escan-
dinavos, se preconizan varios tipos de
intervención, de forma simultánea o aislada:
- la farmacoterapia o la cirugía,
- las técnicas de modificación del
comportamiento,
- los grupos de "cuto-ayuda", según el
modelo de alcohólicos anónimos,
- los tratamientos psicoterapéuticos
individuales o en grupo.
Sea cual sea el modo o la técnica de
tratamiento, se trata de intervenciones cuyo
primer objetivo es reducir el riesgo de rein-
cidencia, especialmente en las violaciones.
Estos tratamientos están frecuentemente
unidos a una libertad condicional y en la
mayoría de los casos son objeto de
prescripción terapéutica por parte de los
magistrados.
Se trata por tanto de tratamientos
propuestos o impuestos a agresores que
siguen sin reconocerse como personas que
necesitan cuidados o ayuda.
56
La evaluación de los tratamientos es difícil y
generalmente limitada al único factor de la
no reincidencia.
En Francia se preconizan las
aproximaciones psicoterapéuticas
individuales y voluntarias, sea en el interior
o fuera de la prisión.
Cuando no existe encarcelamiento puede
instituirse una terapia familiar, especialmente
en algunas situaciones incestuosas.
Las terapias con agresores sexuales han
permitido con gran frecuencia descubrir
abusos sexuales sufridos en su propia
infancia: seducción o agresión, pero en
cualquier caso traumáticas.
á l F^ 4 ^ku IiEPJTt
¿Por qué la ley ? Toda sociedad
organizada se dota de leyes orales o
escritas para mantener su propia
coherencia y la coherencia de cada uno de
sus miembros: la familia, el grupo social,
están sometidos a leyes que todos han de
cumplir (anexo 9).
El cabeza de familia, el magistrado, no son
los únicos responsables encargados de
dictar y aplicar la ley.
Como consecuencia de las funciones para
las que están nombrados -y por las que se
les remunera-, los educadores, médicos y
trabajadores sociales, están obligados a
evocar la ley. Sólo los magistrados tienen
como función juzgar y hacer aplicar la ley.
Evocar la ley constituye en sí un acto
terapéutico, en el sentido de que la ley,
verdadero "continente", establece límites a
las pulsiones y perversiones en juego en
las relaciones familiares y sexuales.
No obstante, a pesar de que el enunciado
de ley real es indispensable, no es
suficiente, y es a partir de este enunciado
cuando puede realizarse un trabajo de
elaboración. Por tanto, la familia y el menor
no acceden inmediatamente a la ley
simbólica que ha faltado, sino después de
un trabajo terapéutico.
La evocación de la ley es cuestión de
todos: es un acto terapéutico. La
aplicación de la ley es competencia
de los magistrados . Una buena
concertación supone la aceptación
de la ley por parte de todos.
EL DIFICIL RECURSO A LA
INSTITIICION .JUDICIAL
A falta de una colaboración satisfactoria
con los medios judiciales, los
colaboradores sociales viven con
demasiada frecuencia el recurso a la
institución judicial, como una violencia
suplementaria que se inflige a los menores
y a los padres. Existe con demasiada
frecuencia una abusiva psicologización del
tema de los abusos sexuales y una
negación de la importancia del perjuicio
sufrido por el menor en su cuerpo y en su
intimidad psíquica. La penalización
difícilmente se percibe como una posible
reparación de los daños sufridos y como un
reconocimiento por parte de terceros del
perjuicio infligido al menor.
Sucede, evidentemente, que en materia de
abusos sexuales y sobre todo de incesto,
los colaboradores sociales están
particularmente preocupados por las
consecuencias de la confrontación con lo
judicial de las familias denunciadas, como
si la cuestión de su relación con la ley
planteara un problema irresoluble.
Todo sucede como si esa relación con la
ley situara a los diferentes protagonistas en
un todo o nada especialmente angustiante
y comparara el terror familiar con el terror
de la intervención judicial.
En efecto, la declaración pone en juego
para el colaborador social, apuestas
especialmente fuertes; ya que se encuentra
en una situación difícil respecto a la idea
que él mismo tiene de su competencia
técnica. La declaración se vive entonces
como un fracaso personal, y no como una
respuesta técnica complementaria,
estructurante para la familia (anexo 10).
Y es el peso de esta culpabilidad lo que
hace que con frecuencia la declaración no
se explique, y en ocasiones ni siquiera sea
enunciada a las familias: se hace entonces,
o excesivamente pronto o excesivamente
tarde, y con frecuencia en un clima de
urgencia, perdiendo de esta forma todo su
valor y su eficacia.
La posición edípica reactivada en el
colaborador ante una situación familiar en
la que reina la confusión, lo sume en una
conspiración de silencio en la que se alía
con la familia contra el aparato judicial: la
declaración se vive entonces como una
denuncia que no puede sino aplastar al
justiciable.
No obstante, la asistencia de la mayoría de
los abusos sexuales no puede disociarse
de la intervención judicial: el menor ha de
ser protegido en toda situación (anexo 11).
La legislación penal española se
muestra consciente de la importancia
de la edad de la víctima en la regulación
de los delitos de carácter sexual. En su
artículo 429, relativo a la violación, el
legislador considera la edad inferior a
12 años como elemento constitutivo del
delito de violación, aunque no concurra
ninguna de las demás circunstancias:
uso de fuerza o intimidación, o
insconsciencia o enajenación de la
víctima. El artículo 431, que contempla
los delitos de exhibicionismo y
provocación sexual, agrava la pena en
función de la edad de la víctima. En los
delitos de estupro, la minoría de edad
de la víctima (entre 12 y 16 años) es
elemento constitutivo del delito, y el
grado de parentesco del autor respecto
a la víctima (ascendiente o hermano) es
57
una circunstancia agravante. También
en el delito de rapto, tipificado en el
artículo 440, se considera la minoría de
edad de la víctima (inferior a 12 años)
como elemento constitutivo del delito,
puesto que en tales supuestos no se
exige, para que exista rapto, que el
mismo se haya cometido contra la
voluntad de la víctima.
En todos estos casos, resultarán
implicados, además del juez de lo
penal, las autoridades competentes en
materia de protección de menores,
tanto a nivel administrativo como a nivel
judicial, en caso de que la relación de
parentesco entre la víctima y el autor
del delito así lo exija.
En situaciones tan complejas, sin
embargo, el recurso a las autoridades
judiciales no es ni frecuente, ni
evidente, por un lado, porque se teme
que este tipo de intervención tenga
para el niño consecuencias todavía
más nefastas y desestabilizadoras, y
por otro, porque resulta
extremadamente difícil articular el
trabajo educativo y terapéutico familiar
con el recurso a la autoridad judicial.
Lo que es importante no es tanto
obtener una sanción, sino que los
adultos tengan que rendir cuenta de
sus actos y que pueda señalarles a
ellos y a sus víctimas que existen
límites a la omnipotencia : actuar de
forma que una decisión de justicia
pueda tener sentido en su historia.
LA COMPLEJIDAD DE LA
AYUDA QUE HAY QUE
OFRECER A LOS MENORES
VICTIMAS DE ABUSOS
SEXUALES:
Una reflexión a desarrollar
La literatura médica, social y psicoanalítica,
tanto francesa como de otros países, se ha
interesado desde hace una veintena de
años, por este difícil problema.
En un primer momento se han delimitado,
definido y categorizado mejor las diferentes
formas de abusos sexuales y se ha
intentado evaluar su incidencia en la
población. A continuación se han examinado
los efectos y consecuencias a corto y largo
plazo. Más recientemente, la evaluación de
las diferentes formas de asistencia -judicial-
psicosocial-psicoterapeútica- han sido el
centro de las preocupaciones. Se trata de
proponer modelos apropiados para cada
situación y para cada menor, incidiendo en
la evaluación permanente de los posibles
efectos negativos de estas actuaciones,
para corregirlas.
Conviene proseguir esta reflexión en grupo,
y prestar atención al testimonio de aquellas
personas que han sufrido abusos sexuales
en su infancia (veáse anexo 12).
 LA RETRACTACION
EL SINDROME DE ADAPTACION DEL MENOR
VICTIMA DE ABUSOS SEXUALES
(1) Summit, R. C. Con ocasión de un estudio realizado en Estados Unidos, Summit (1) observó que los menores
The Child Sexual Abuse que en un determinado momento confían en un adulto y le cuentan que han sido objeto de
Accomodation Sydrome
Child Abus & Neglect, abusos sexuales por parte de otro adulto, con frecuencia se retractan de sus acusaciones. A
Vol. 7, pp 177-193 este respecto, un estudio retrospectivo llevado a cabo en Estados Unidos y Canadá, demuestra
que, en la mayoría de los casos, los hechos alegados inicialmente eran ciertos.
De esta forma, subraya Summit, el menor víctima de abusos sexuales sufrirá un traumatismo
suplementario proviniente de la incredulidad de los adultos.
Las razones que se exponen a continuación explican por qué el menor intenta anular su
testimonio, intento que será tanto mejor recibido por los adultos cuanto que éstos no quieren otra
cosa que mantener intacta su creencia en la honorabilidad de todos los adultos. Los siguientes
cuatro puntos definen el "síndrome de adaptación" con sus graves consecuencias en el
posterior desarrollo del niño.
a) Los abusos sexuales tienen lugar en el seno del secreto impuesto con más o menos
violencia , y este secreto debe mantenerse de forma absoluta. Así pues, si el menor que anula
su declaración queda aislado con su terrible secreto sin que haya sido escuchada su petición
de ayuda, perderá confianza en su propia palabra e incluso llegará en ocasiones a llevar a cabo
tentativas de suicidio para salir de esa situación desesperada.
b) El menor opone poca resistencia al adulto autor de los abusos y raramente se queja,
puesto que el adulto, por definición, siempre tiene "razón".
c) El menor es atrapado en la trampa y obligado a adaptarse . Si no ha conseguido ayuda
precoz, la única posibilidad que le queda es aprender a aceptar la situación e intentar sobrevivir
en ella bien que mal. Su personalidad quedará marcada por multitud de huellas, como en toda
adaptación forzada a un entorno particularmente nocivo. Summit habla de "islas de
supervivencia" y de estados de disociación para intentar conciliar el objeto, al mismo tiempo
bueno y muy malo.
d) A causa de estas particularidades de la situación que resulta para él traumática, la
revelación será retardada y poco convincente , a menos que el menor esté apoyado por un
adulto a quien sus competencias y experiencia permitan reconocer los traumatismos y las
defensas psíquicas puestas en juego. Sin este apoyo, el menor se retractará, optando por la
solución que, según él, tenga menos riesgo de hacer explotar su familia. "¡No era más que una
historia inventada! dirá".
Este es el riesgo que corre el menor que no encuentra un oído que lo escuche, un abogado que
lo defienda, desde el momento en que esboza una denuncia: aprenderá desde ese momento a
no quejarse más y, en consecuencia, el adulto no tendrá ya razones para escucharle.
Este es un argumento para exigir la sensibilización y la formación de los adultos que se
encuentran en situación de recibir llamadas de menores.

TRAUMA o TRAUMATISMO ( PSIQUICO)

Vocabulario de • Suceso de la vida de un sujeto que se define por su intensidad, la incapacidad en la que se
Psicoanálisis - encuentra el sujeto para responder adecuadamente, y el trastorno y los efectos patógenos
Laplanche J., duraderos que provoca en su organización psíquica.
Pontalis J.B.
En términos económicos, el traumatismo se caracteriza por un aflujo de excitaciones que resulta
excesivo en relación a la tolerancia del sujeto y a su capacidad de dominar y elaborar
psíquicamente esas excitaciones.
■ Trauma y traumatismo son términos antiguamente utilizados en medicina y en cirugía.
Trauma , que proviene del griego Tpavµa = herida, y derivado de tanpo w = agujerear, designa
una herida con desgarro; traumatismo estaría más reservado a las consecuencias sobre el
conjunto del organismo de una lesión resultante de una violencia externa. La noción de
desgarro del revestimiento cutáneo no obstante, no está siempre presente; se habla por ejemplo
de "traumatismos craneo-cerebrales cerrados". Se ha podido también observar que ambos
términos, trauma y traumatismo, tienden a ser utilizados en medicina de forma
sinónima.

58
 El psicoanálisis ha recogido estos términos (en Freud sólo se encuentra trauma ) traspasando al
plano psíquico las tres significaciones que estaban implicadas: la de choque violento, la de
desgarro y la de consecuencias sobre el conjunto de la organización...
... El traumatismo ve su acción descompuesta en varios elementos y supone siempre la
existencia de al menos dos sucesos: en un primer plano, llamado de seducción, el menor sufre
una tentativa sexual por parte de un adulto, sin que ésta haga nacer en él ninguna excitación
sexual; un segundo plano, frecuentemente de apariencia anodina y que aparece tras la
pubertad, evoca mediante algún rasgo asociativo la primera.
Es el recuerdo de la primera lo que desencadena un aflujo de excitaciones sexuales que
desbordan las defensas del yo. Si Freud llama traumático al primer plano, vemos cómo, desde el
punto de vista estrictamente económico, este valor no le es conferido sino "a posteriori"; o más
aún: es solamente en tanto que recuerdo que el primer nivel se convierte "a posteriori" en
patógeno, en la medida en que provoca un aflujo de excitación interna. Una teoría como ésta da
todo su sentido a la famosa fórmula de los "Estudios sobre la histeria: ... los histéricos padecen
sobre todo de reminiscencias" (der Hysterusche leide (t) grosstenteils an Reminiszenzen).
Al mismo tiempo, vemos cómo se matiza la apreciación del papel desempeñado por el suceso
exterior. La idea de traumatismo psíquico calcada del traumatismo físico se atenúa, el segundo
plano no actúa por su propia energía, sino sólo en tanto que despierta una excitación de origen
endógeno. En este sentido, la concepción de Freud que resumimos aquí, abre ya la vía a la idea
según la cual los sucesos exteriores adquieren su eficacia de los fantasmas que activan y del
aflujo de excitación pulsional que desencadenan. Pero, por otro lado, vemos cómo Freud no se
contentó, en su época, con describir el traumatismo como despertar de una excitación interna
por un suceso exterior que no es sino la causa desencadenante; sintió la necesidad de
relacionar por su parte este suceso con un suceso anterior que él sitúa al principio de todo el
proceso (ver: Seducción) ...

LA ACOGIDA HOSPITALARIA

Dra. Mireille Hospitalizar a todos los menores víctimas de abusos sexuales no es necesario ni puede tampoco
Nathanson plantearse. No obstante: el servicio hospitalario parece ser el lugar de acogida privilegiado en caso
Médica en el hospital de abuso sexual grave, sea intra-familiar -permitiendo en ese caso sustraer al menor de la familia o
J. Verdier del medio patógeno-, o extra-familiar, si la agresión parece grave por sus consecuencias orgánicas
o psicológicas.
Al igual que en el marco más general de los malos tratos a menores, el hospital tiene la ventaja de
ser un medio relativamente neutro, en el que las soluciones necesarias podrán elaborarse lejos de la
urgencia, fuera del tejido social habitual, y gracias a la concertación de los diferentes organismos o
personas implicados.

LA HOSPITALIZACION: ¿COMO LLEGAR A ELLA?

Puede ocurrir que la hospitalización se realice de forma autoritaria, siendo por ejemplo, conducido
el menor por el Grupo de Menores.
Pero, siempre que sea posible, debe decidirse con la aprobación de los padres, cuya cooperación
para la elaboración de una solución será de todas formas necesaria. Cuando parece que es posible
conseguir esta aprobación, se está obligado en ocasiones, a utilizar algún pretexto en un primer
momento (necesidad de un reconocimiento por fiebre, o malestar general...) para obtener el
acuerdo familiar. En algunos casos no puede evitarse recurrir de forma urgente a la justicia, o a la
policía para obtener la hospitalización.
Es imposible definir una conducta que sea válida en todos los casos. Resulta necesario apreciar el
carácter urgente de una actuación, pero jamás hay que subestimar esta urgencia, puesto que un
retraso puede ser el origen de un drama, especialmente en los casos en que una adolescente
víctima de incesto hace una llamada de socorro.
Si el menor es pequeño y el abuso sexual ha sido cometido por una persona extraña a la familia, es
con frecuencia deseable que el menor sea hospitalizado en un servicio en el que su madre (u otro
miembro de la familia) pueda quedarse junto a él, con el fin de no añadir otro traumatismo
psicológico al que ya ha sufrido.

59
 EL EXAMEN MEDICO DE MENORES Y DE MUCHACHAS
ADOLESCENTES
VICTIMAS DE VIOLENCIAS SEXUALES
Extracto de "El médico Resulta siempre deseable organizar un tiempo de entrevista cara a cara, en calma, con la víctima,
ante las violencias llegando incluso a no ver a los padres hasta el final de la consulta.
sexuales"
Publicación del Ministerio +_tss o=reuur,;.a:_
francés de
Deben ser simples y muy concretas. El miedo a resultar chocante y la incomodidad que se siente a
Asuntos Sociales y la hora de hablar de temas sexuales y genitales a un menor o a una joven en plena pubertad,
Empleo conducen generalmente a un cuestionario incompleto, mal comprendido, así como a respuestas
también incómodas e imprecisas.
Con los niños, la agresión sexual no comporta generalmente penetración, sino tocamientos,
masturbaciones, contactos bucales, etc.
En ocasiones la explicación es desde el comienzo muy fácil y muy precisa, en otros casos lo es
mucho menos, con una fijación por ejemplo, sobre detalles menores (la puerta del edificio, el
caramelo, el coche, etc.), llegando incluso a "olvidar" toda una parte de la agresión ("y luego me
dormí").
Una muñeca puede resultar muy útil para hacer precisar mediante el gesto las zonas agredidas y el
modo de agresión.
Cuando se trata de muchachas adolescentes es importante primero tranquilizarlas, situando la
consulta en su contexto: explicar claramente el desarrollo práctico de la consulta, su interés y sus
objetivos, disminuye considerablemente el miedo y la vergüenza que siempre están presentes. La
adolescente tiene frecuentemente dificultad para comunicar lo que le ha sucedido, porque no se
atreve a utilizar o simplemente le faltan las palabras para expresarlo. Uno de los papeles
importantes del médico en ese caso es aceptar sin juzgar su imprecisión, y traducir en términos
clínicos simples los hechos para ella inombrables.

-i examen corporal
Resulta recomendable la presencia de un tercero, pero es preferible evitar la presencia de los
padres (sobre todo con las adolescentes).
De todas formas es el médico quien ha de juzgar la oportunidad de examinar al menor o a la
adolescente en presencia de una tercera persona o de alguno de los padres. En esto ha de tenerse
en cuenta el deseo del menor.
El objetivo del examen es la búsqueda de huellas de violencia en el cuerpo. También precisa el
estado de pubertad (mediante el examen de los senos y de la vellosidad púbica).
Al tratarse de un preámbulo (incluso juego, en caso de niños pequeños), puede también facilitar el
paso a un examen ginecológico.

El examen ginecológicc
Siempre delicado , especialmente en estas circunstancias , su carácter de intrusión puede reducirse
considerablemente si uno se toma el trabajo de explicar previamente , paso a paso , " el cómo y el
por qué " de los gestos y de mostrar el material ; en caso de rechazo por parte del menor es mejor
renunciar , explicando en el certificado las razones.
No hay que olvidar:
• que los niños/as no conocen su anatomía y que las adolescentes la conocen generalmente
bastante mal ( hayan tenido o no relaciones sexuales).
• que para muchas adolescentes se trata de su primer examen pelviano , y todas lo temen.
• que muchas adolescentes no formulan espontáneamente sus frecuentes miedos irracionales
acerca de daños corporales internos o enfermedades, riesgos para la fertilidad o para la
apariencia de sus órganos genitales, etc.
Hay que intentar abordar estos temas claramente , y comentar en voz alta el examen pelviano
señalando lo que es normal.
Este examen pelviano comprende:
• una inspección minuciosa de la vulva (separando los labios mayores ), en busca de edemas,
equimosis , esperma seco , etc. (antes de la pubertad la mucosa es normalmente roja y los labios
menores están poco desarrollados).
• introducción muy suave de un vaginoscopio , o en su defecto de un gran espéculo de oreja (para
niñas ), o de un espéculo de virgen ( para adolescentes sexualmente no activas ), que permiten
visualizar el cuello y la pared vaginal, buscando un posible cuerpo extraño , y practicando las
recogidas de muestras necesarias ( esperma , bacteriológico).

60
••

• la utilización de una sonda de bastoncillo puede ser útil en caso de duda sobre la integridad del
himen.
Es fundamental no olvidar (sobre todo en niños/as) el examen de la cavidad bucal y del ano, la
recogida de muestras y la palpación rectal.

4 - Al finalizar el examen
La contracepción post-coital no será prescrita más que en caso de púberes que ya tienen la regla.
El certificado, redactado de igual forma que para un adulto, se entregará a los padres, o a la
autoridad que lo requirió en el caso de que el examen haya sido así solicitado.

5 - Los padresimadres
También hay que escucharles.
La entrevista, en el mejor de los casos, se inicia desde la acogida por un segundo colaborador que
esté disponible, se sitúa en general al final de la consulta, y preferentemente en presencia del
menor. Esto permite:
• a la familia, exponer sus emociones;
• al médico, tranquilizar a los padres sobre sus propios miedos (generalmente más cristalizados
en torno al carácter sexual que al agresivo del acto), e informarles sobre los pasos a seguir;
• sobre todo, analizar el contexto psico-social y relaciona) de la familia; particularmente las
capacidades de apoyo de los padres al menor en esa circunstancia.

6- Una hospitalización corta puede justificarse si existen:

• lesiones anatómicas (raramente);
• una repercusión emotiva importante en la víctima;
• una degradación (siempre posible) de la relación padres-menor, inmediatamente después de la
agresión. Una separación temporal permite entonces hacer mejor un balance en calma.

LISTA DE CENTROS DE REFERENCIA

• CENTRO DE EDUCACION PARA LA • CENTRO DE SALUD DE ARANBIZKARRA

SALUD Sierras Alavesas , 20 - Tfn .: 28-12-88
Manuel Iradier , 10 bajo - Tfn.: 13-56-54 VITORIA-GASTEIZ
VITORIA-GASTEIZ
• CENTRO DE SALUD DE LAKUA
• DIRECCION DE AREA DE SALUD DE Fco. Javier Landaburu s/n - Tfn .: 28-60-77
ALAVA VITORIA-GASTEIZ
Angulema , 1 - Tfn.: 25-83-00
VITORIA-GASTEIZ • CENTRO DE SALUD SAN MARTIN DE
ABENDAÑO
• DIRECCION DE SALUD DE ALAVA C/ Pintor Dublang s/n - Tfn .: 22-46-00
Santiago , 11 - Tfn.: 25-82-00 VITORIA-GASTEIZ
VITORIA-GASTEIZ
• CENTRO DE SALUD DE SANSOMENDI
AMBULATORIOS Y CENTROS C/ Paula Montal, 28 - Tfn .: 24-91-04
VITORIA-GASTEIZ
DE SALUD
• AMBULATORIO HABANA-CUBA • CONSULTORIO DE SANTIAGO
C/ Habana, 4-6 - Tfn.: 27-05-55 C/ Santiago, 5 bajo - Tfn.: 25-33-33
VITORIA-GASTEIZ VITORIA-GASTEIZ

• AMBULATORIO NUESTRA SEÑORA DE • CONSULTORIO DE ZUMAQUERA

ESTIBALIZ C/ Zumaquera, 17 - Tfn.: 13-62-08
C/ Olaguibel, 31 - Tfn.: 27-80-00 VITORIA-GASTEIZ
VITORIA-GASTEIZ • AMBULATORIO DE AMURRIO
• AMBULATORIO DE ZARAMAGA C/ Landako s/n - Tfn.: 89-18-18
Puerto de Azáceta s/n - Tfn.: 25-38-88 AMURRIO
VITORIA-GASTEIZ • AMBULATORIO MEDICO DE
• CENTRO DE SALUD DE ABETXUKO SALVATIERRA
C/ Cristo s/n - Tfn.: 26-70-49 Carretera de Zuazo, 9 - Tfn .: 30-00-23
VITORIA-GASTEIZ SALVATIERRA

61
• AMBULATORIO DE LLODIO • CENTRO DE SALUD MENTAL SIERVAS DE
C/ Zumalacarregui s/n - Tfn.: 72-27-04 JESUS
LLODIO C/ Siervas de Jesús , 5 - Tfn.: 27-95-55
VITORIA-GASTEIZ
• CENTRO DE SALUD MENTAL ZARAMAGA
CENTROS DE PLANIFICACION C/ Vitoria, 2 - Tfn.: 28-30-44
FAMILIAR VITORIA-GASTEIZ

• CENTRO DE ORIENTACION Y • CENTROS DE SALUD MENTAL

PLANIFICACION FAMILIAR DE ZUMAQUERA-LA RIOJA
ABENDAÑO C/ Pintor Dublang s/n - Tlf.:
C/ Pintor Dublang s/n - Tfn.: 22.46.00 • UNIDAD DE PSIQUIATRIA INFANTIL
VITORIA-GASTEIZ C/ Santiago , 11 - Tfn.: 27-97-11
• CENTRO DE ORIENTACION Y
PLANIFICACION FAMILIAR DE SANTIAGO HOSPITALES
C/ Santiago, 11 - Tfn.: 25-82-00
• HOSPITAL DE SANTIAGO APOSTOL
VITORIA-GASTEIZ
C/ Olaguibel , 29 - Tfn.: 25-36-00
• CENTRO DE ORIENTACION Y VITORIA-GASTEIZ
PLANIFICACION FAMILIAR ZARAMAGA • HOSPITAL DE TXAGORRITXU
C/ Puerto de Azáceta, 2 - Tfn.: - 25-38-88 C/ Atxótegui s/n - Tfn.: 24-26-00
VITORIA-GASTEIZ VITORIA-GASTEIZ
• CENTRO DE ORIENTACION Y • CLINICA NUESTRA SEÑORA DE LA
PLANIFICACION FAMILIAR ZUMAQUERA ESPERANZA
C/ Zumaquera, 17 - Tfn.: 13-73-50 C/ Esperanza, 3 - Tfn.: 24-25-00
VITORIA-GASTEIZ VITORIA-GASTEIZ
• POLICLINICA SAN JOSE
139 Tomás de Zumárraga, 10 - Tfn.: 14-09-00
CENTROS DE SALUD MENTAL VITORIA-GASTEIZ
• CENTRO DE SALUD MENTAL • HOSPITAL DE LEZA
FERNANDEZ DE LECETA Carretera Vitoria-Logroño Km. 53 Tfn.:
C/ Fernández de Leceta , 4 - Tfn.: 22-08-50 941/10-50-00
VITORIA-GASTEIZ LEZA(ALAVA)

LA PROTECCION SOCIAL

SERVICIO TERRITORIAL DE INFANCIA , JUVENTUD Y FAMILIA

El Servicio de Infancia, Juventud y Familia del Instituto tiene encomendado el cumplimiento de
las competencias atribuidas a la Diputación Foral en materia de Protección de Menores,
gestionando los servicios y programas previstos para su desarrollo tanto en el nivel de
actuaciones dirigidas a la familia y a la comunidad, con el objetivo de que el menor no se separe
de su medio familiar, social y escolar, previniendo su marginación, como en el nivel de
actuaciones dirigidas al menor, ofreciéndole un hogar alternativo cuando ello es imprescindible
para garantizar su bienestar.
Con la finalidad de rentabilizar, optimizar y articular dichos recursos, se crea la Comisión de
Valoración y Orientación del área de carácter territorial, compuesta por técnicos del I.F.B.S. y de
los Ayuntamientos de Vitoria-Gasteiz y Llodio.
Sus funciones generales son:
- Recepción de todas las demandas y solicitudes sobre posibles necesidades de atención en el
ámbito de la Infancia y la Juventud-
- Realizar un estudio exhaustivo de cada caso, que recoja los aspectos psicólogos, sociales,
familiares y escolares en base a los informes y las aportaciones de otros profesionales.
- Favorecer el intercambio de información para el cumplimiento de los fines del servicio.
- Supervisar el desarrollo de las medidas aplicadas.

0~

62
000

- Formular dictámenes que comprendan:

• Una valoración del caso estudiado

• Una propuesta individualizada sobre: los objetivos a conseguir con el menor y su familia, el
recurso más idóneo, la duración de la medida, las relaciones con la familia y el plan de
seguimiento y evaluación.
El Servicio Territorial de Infancia, desarrolla y gestiona los siguientes programas y servicios:
acogida urgente de menores, diagnóstico y valoración, programas residenciales, seguimiento,
tutela y guarda y custodia de menores, teléfono de denuncia de maltrato infantil, programa de
educadores familiares, centro para mujeres gestantes y programas de adopción y acogimiento
familiar.

CENTRO DE ACOGIDA Y DIAGNOSTICO

El Centro HAZALDI es el servicio dirigido a la atención, en periodos de corta estancia, de
aquellos menores que se encuentran en una situación de desprotección y deben permanecer
fuera de su hogar en tanto no sea arbitrada una medida, de apoyo o de sustitución familiar, a
propuesta de la Comisión Territorial de Orientación y Valoración de Infancia.
El Centro HAZALDI dispone de un servicio de acogida maternal, dirigido a la atención de niños
menores de 3 años abandonados o desamparados por sus padres o guardadores y que se
encuentran en espera de ser entregados a su familia de origen o a otra sustituta en adopción o
acogimiento familiar.

PROGRAMA DE APOYO SOCIO-EDUCATIVO EN EL AMBITO

FAMILIAR
Existen en nuestra comunidad grupos familiares que poseen problemáticas complejas, que
revierten en los menores que conviven en su seno, ya que no siempre se garantizan sus
necesidades básicas de alimentación, higiene, educación, afectos y cuidados en general.
A fin de paliar estas situaciones se ha puesto en marcha el programa de educación familiar, que
consiste en la intervención en el núcleo familiar de la figura del educador especializado, cuya
función es orientar y apoyar a la familia en su labor socializadora del menor y del grupo.
Asimismo, se trata de potenciar los niveles de autonomía individuales y grupales, estableciendo
pautas modificadoras de la dinámica de sus relaciones internas y hábitos disfuncionales,
facilitando su integración social.

LA AYUDA A DOMICILIO
Es un Servicio Social, de naturaleza asistencial y preventiva, que tiene como finalidad mejorar la
calidad de vida de las personas a las que se dirige sin necesidad de que éstas tengan que
abandonar el domicilio habitual en el que residen.
Tiene por objetivos:
• Aumentar la autonomía personal y familiar y la integración y participación en la vida social.
• Romper el aislamiento y contribuir a dar seguridad a las personas que viven solas.
• Evitar el aislamiento personal o familiar y contribuir a la creación de hábitos que mejoren sus
condiciones de vida.
• Ofrecer una alternativa a la salida del hogar y al ingreso en un centro residencial.

SERVICIO DE INFANCIA, JUVENTUD Y FAMILIA DEL

AYUNTAMIENTO DE VITORIA-GASTEIZ
Por su parte, el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz cuenta con el Equipo Técnico de Infancia
Municipal.
Son sus objetivos la salvaguarda de los derechos de la población infantil y la conservación del
bienestar social del niño, mediante el apoyo y protección a la familia. Su acción se dirige
preferentemente a aquellos niños y jóvenes que carecen de un ambiente familiar adecuado para
su normal desarrollo.
El servicio se estructura en varios niveles:
• Apoyo a la familia: prestaciones generales, terapia familiar y servicio de ayuda a domicilio.
• Apoyo al menor: centros y hogares, acogimiento familiar.
• Apoyo a la comunidad: campañas y ciclos divulgativos.
Dicho servicio es de ámbito municipal.

63
 ACCION EDUCATIVA EN MEDIO ABIERTO

Micheline Millot Existe en Francia un órgano administrativo especializado de Protección Judicial de la Infancia y de
Educadora del E.V.A. la Juventud (antiguamente denominado "Servicio de Educación Vigilada"), que actúa como órgano
(Espace Vie de estudio, investigación, y apoyo a la acción de los tribunales de menores, tanto en el área de lo
Adolescente) penal como en el ámbito civil. Cumple una gran diversidad de funciones: elaboración de estudios y
estadísticas, formación de los delegados de libertad vigilada y de los equipos de apoyo,
organización de cursos de especialización para los jueces de menores, elaboración y puesta en
marcha de programas experimentales, participación y promoción de comisiones interministeriales y
de congresos nacionales e internacionales, y finalmente dirección de los centros educativos en
régimen abierto.
Independientemente de cuál sea el motivo que haya causado la intervención de una acción
educativa en el marco de la Protección Judicial a la infancia y a la Juventud, y de cuál sea el tipo de
inadaptación del menor, los profesionales que intervienen en la aplicación de los programas tratan
de resituarle en su problemática personal. Para ello, recurren a las formas de intervención más
clásicas (trabajo con las familias, trabajo social dirigido a la inserción escolar, profesional, o social,
etc.), y a formas más originales de intervención que se concretan en el establecimiento de una
relación contractual con el menor sobre la base de una serie de objetivos de inserción. El problema
está en que, con frecuencia, tales objetivos no se acomodan a las carencias del niño o del joven, y
no responden a sus verdaderas necesidades. Esta constatación ha impulsado la creación de
experiencias alternativas como la que se ha desarrollado en E.V.A. (Espace Vie Adolescente), que
se describe a continuación.
En el centro de la asistencia educativa del E.V.A., la cuestión corporal, y más ampliamente las
cuestiones de identidad de las jóvenes, son paradójicamente las que más difícil nos ha parecido
organizar "desde el interior" de una asistencia.
La estructura E.V.A. (Espace Vie Adolescente) tiene como objetivo proponer a las adolescentes un
trabajo de reconstrucción de su historia personal, de la historia colectiva que les une a otras
mujeres, de las dificultades que sienten para proyectarse en un futuro social. Todo ello a través de:
- asistencia sanitaria permanente
- actividades corporales
- un taller de escritura
- un centro de planificación
- una asistencia permanente del centro de información sobre el derecho de las mujeres.
El trabajo interinstitucional abierto permite la puesta en común de recursos que una sola institución
no puede mantener por sí misma. Lugares diferenciados para hablar, abiertos a campos de
intervención variados, favorecen en nuestra opinión la emergencia, si no de soluciones, sí al menos
de palabras autónomas sobre estos complejos temas.

AGRESIONES SEXUALES SUFRIDAS EN LA INFANCIA

POR DELINCUENTES PERTURBADOS

Claude Ballier Bajo el término de "delincuentes perturbados", hablaremos de hombres jóvenes cuyo delito, de
Psiquiatra de hospitales, naturaleza criminal, ha sido cometido con total conocimiento de causa, aunque existieran pertur-
psicoanalista, baciones psíquicas que entran en el marco de lo que se llama generalmente estados-límite:
Servicio medico- ciertamente, no existe ni delirio ni demencia, pero los trastornos son sin embargo más importantes que
psicológico Regional. los observados en neuróticos que, en principio, son capaces de rechazar las pulsiones en
Prisión de Varces. desacuerdo con sus principios morales, lo que tiene como efecto transformar los efectos en síntomas.
Hemos tenido ocasión de tratar a estos pacientes, ayudados por todo un equipo médico, en un
En "Revue de Pédiatrie " servicio médico-psicológico regional, el SMPR, en el interior de una cárcel.
Agosto-Stbre. 1987
(Extracto) Y en estas condiciones hemos encontrado con frecuencia abusos sexuales sufridos en la infancia
de nuestros pacientes, seducción o agresión, pero de todas formas traumáticos. Nadie se extrañará
de que exista una relación directa de causa efecto entre el traumatismo y el delito, incluso cuando
éste surge de una perversión sexual. Pero la relación pasa por los complejos meandros de la
organización psíquica, que hace intervenir a otros muchos factores.

LA MADRE SEDUCTORA
De hecho, no se trata de un comportamiento sexual de la madre frente a su hijo, como el que puede
observarse en los casos de incesto padre-hija. La actitud de la madre reviste, en relación a un

•0•

64
*el

contexto determinado, una singular importancia en la desorganización del aparato psíquico del
niño, y más tarde del hombre. En este contexto domina la descalificación del padre por parte de la
madre, agravada por la violencia de aquél, lo que reactiva la relación privilegiada y excitante
madre-hijo. El incesto, ciertamente, no se lleva a cabo, pero se sugiere mediante actitudes
impúdicas o inconscientemente provocadoras por parte de la madre, de tal forma que el niño
comprende que tiene derecho a lo que debería estar reservado a su padre, y en ocasiones está
claro que precisamente el padre ya no tiene derecho a nada; o bien es el confidente de la vida
sexual de su madre, e incluso el encargado de ayudarla a organizar los encuentros con sus
amantes.
Se comprende entonces que en esas condiciones la desexualización de la fase de latencia no
pueda llevarse a cabo: la estructuración del aparato psíquico fundado sobre un orden moral se
resiente; sucesos que serían registrados sin más consecuencia en otro contexto, adquieren aquí
una resonancia traumática.

VIOLENCIAS SEXUALES PROVINIENTES DE UN HOMBRE

Si bien los fenómenos de seducción que acabamos de abordar provocan o amplían una mala
organización del aparato psíquico, con eventuales consecuencias de paso a la acción bajo forma
de delito, nos hallamos aún en el registro de la sexualización de conflictos que se expresan en el
orden de la perversión o incluso del síntoma neurótico, aunque los desórdenes de la personalidad
testimonien además la existencia de un estado límite.
La situación es totalmente diferente cuando existen hechos de sodomía impuestos por un amigo de
mayor edad, un hombre adulto o incluso en ocasiones el propio padre del niño. En determinada
época encontramos tal cantidad de hechos de este tipo en los antecedentes de nuestros pacientes,
que nos volvimos a plantear, con toda modestia, las mismas preguntas que Freud respecto a la
seducción: ¿se trataba de fantasmas o de hechos reales?
Sea como sea, incluso cuando se trata de una realidad que no hay razón alguna para poner en
duda, no adquiere toda su significación más que en relación a las representaciones que han
alimentado el imaginario de la primera infancia. La sodomización impuesta tras una relación de
seducción, tiene un valor de hundimiento, de aniquilamiento en la pasividad. Es además utilizada en
algunos grupos bajo circunstancias determinadas -en el servicio militar, en la cárcel, y en otra
época en los asilos de locos-, como un medio y una prueba de dominación.
Llevado tardíamente a la vergüenza en el curso de las terapias, reenvía a todo un material primitivo
de violencia, de ruptura de los primeros bloqueos narcisistas sobre los que se apoya normalmente
la construcción de la personalidad. La agresividad se desintrinca de la corriente de la libido y fluye
bajo la forma de paso a la acción cada vez que el sujeto se siente amenazado, es decir, en cada
situación propicia a hacer renacer el fantasma de la aniquilación. Es así como deben comprenderse
algunos asesinatos insuficientemente explicados de forma racional; el caso es el mismo para
algunos comportamientos criminales: peleas, robos con violencia, dirigidos a adquirir y a demostrar
el poder.
La dificultad terapéutica con este tipo de pacientes proviene de que los mecanismos patológicos en
cuestión, que han sido reforzados y confirmados por la sodomización sufrida, son tan primitivos que
deben ponerse de lado en el funcionamiento psicológico del sujeto, porque si no sería la locura -es
el proceso de resquebrajamiento, que lleva al paciente a vivir a la vez en dos registros: uno relativo
a los fantasmas más primitivos, que se expresan en pesadillas, en fobias de tipo primario, en pasos
a la acción; el otro, que parece ignorar el primero, permite construir una vida exteriormente normal,
o al menos conforme a las normas de comportamiento del medio delincuente.

1. La libertad es, junto con la justicia, la igualdad y el pluralismo político, uno de los valores
superiores del ordenamiento jurídico español, consagrado como tal en el art.1 de la Constitución
Española de 1978. La libertad sexual, el derecho a autodeterminarse sexualmente, es una
manifestación concreta de la libertad. El Tit. IX del Código Penal bajo la rúbrica "De los delitos
contra la libertad sexual" tipifica las conductas penalmente relevantes que atentan contra dicho
bien jurídico.

II. En nuestro Código Penal se parte de una protección total de la indemnidad sexual del menor
de doce años. Decimos indemnidad sexual porque el sistema penal español ha optado por un
criterio cronológico (doce años cumplidos), fijando un límite por debajo del cual se presume la
ausencia de consentimiento.

ese

65
Los delitos tipificados son los siguientes:
a) Violación . (Art.429.3° del C.P.). Se castiga con pena de reclusión menor (de doce años y un
día a veinte años) la conducta de "el que tuviere acceso carnal con otra persona, sea por vía
vaginal, anal o bucal... cuando fuere menor de doce años cumplidos", aunque no concurriere
fuerza o intimidación, o privación de sentido en el menor, es decir, con independencia del
consentimiento o no del menor. Por acceso carnal debe entenderse la práctica sexual
consistente en la introducción, siquiera mínima, de los órganos sexuales en la vagina, boca o
ano del sujeto pasivo.
b) Agresión sexual.- (Art.430 del C.P.). Se castiga con la pena de prisión menor (de 6 meses y
un día a 6 años), cualquier otra agresión sexual que no sea el acceso carnal contemplado en el
art. 429 del C.P. La pena se agrava a prisión mayor (de 6 años y un día a 12 años) cuando la
agresión consistiere en "introducción de objetos o cuando se hiciere uso de medios, modos o
instrumentos brutales, degradantes o vejatorios".
c) Rapto. (Art.440 del C.P.). Se castiga con la pena de prisión mayor (6 años y un día a 12
años), el rapto de un menor de 12 años, aún con su consentimiento, con la finalidad de atentar
contra su libertad sexual. En éste, como en los delitos anteriores, el sujeto pasivo puede ser un
niño o una niña, siempre que sea menor de 12 años cumplidos. El rapto supone una privación
de la libertad deambulatoria o de permanencia, y el delito se comete aunque no se haya
conseguido perpetrar la agresión sexual, siempre que conste esta finalidad.
M. Respecto de los mayores de doce años cumplidos, se parte del principio de su capacidad
para autodeterminarse sexualmente, para prestar su consentimiento, estableciéndose una
protección reforzada en la edad intermedia entre doce y dieciocho años.
a) Violación.- (Art.429.12 y 22). Se comete cuando el acceso carnal, por vía vaginal, bucal u oral
se ha conseguido utilizando fuerza o intimidación, o cuando la persona se hallare privada de
sentido o se abusare de su enajenación. La pena es la misma que la indicada anteriormente.
b) Agresión sexual.- (Art.430 del C.P.). La conducta castigada es cualquier otra agresión
sexual, que no sea el acceso carnal, cuando concurren las mismas circunstancias antes
indicadas. La pena es la misma que la expresada en el apartado II b).
c) Rapto.- (Art.440 del C.P.). Se exige, cuando el sujeto pasivo es mayor de 12 años, que se
cometa contra la voluntad expresa de la víctima. La sanción penal es la misma que la indicada
en el apartado II c).
d) Estupro: (Arts. 434 y 435 del C.P.). Se establece una protección específica de los mayores
de 12 años y menores de 18 años, quienes se encuentran sujetos a la patria potestad u otros
organismos tutelares, y no han alcanzado la mayoría de edad civil. El Art.434 del C.P. castiga
con la pena de prisión menor (6 meses y un día a 6 años) a "la persona que tuviere acceso
carnal con otra mayor de 12 años y menor de 18, prevaliéndose de su superioridad, originada
por cualquier relación o situación". EL Art.435 del C.P. castiga con la pena de arresto mayor (de
1 mes y un día a 6 meses) a la persona que, interviniendo engaño, tuviere acceso carnal con
otra mayor de 12 años y menor de 18 años.
El estupro de prevalimiento, supone la existencia de una situación o relación, que puede se
laboral, familiar, docente, etc., por la que el sujeto activo abusa y se aprovecha de su
superioridad psíquica o moral sobre el menor de edad, viciando de esta forma su
consentimiento. Si media fuerza o intimidación, como hemos indicado, el delito que se comete
es violación, no estupro.
El Art.436 del C.P. sanciona con pena de multa cualquier otra agresión sexual, que no sea el
acceso carnal, con persona mayor de 12 años y menor de 18 años, prevaliéndose de su
superioridad o mediante engaño.
e) Corrupción de menores . (Art.452 bis b, del C.P.). Se sanciona, dentro de los delitos
relativos ala prostitución, con penas de prisión menor en sus grados medio y máximo (de 2 años
4 meses y 1 día a 6 años), inhabilitación y multa, el favorecimiento a la prostitución o corrupción
de menores de 18 años, el ejercicio de cualquier género de inducción en el ánimo de menores,
aún contando con su consentimiento, para satisfacer los deseos sexuales de terceros, la
inducción a la prostitución de menores de 18 años y el sostenimiento de menores de 18 años en
la continuación de la corrupción o casas o lugares de vicio.
f) Exhibicionismo y provocación sexual.- (Arts. 431 y 432 del C.P.). Se castiga con pena de
arresto mayor (1 mes y un día a 6 meses), y multa a "el que ejecutare o hiciere ejecutar a otro
actos lúbricos o de exhibición obscena ante menores de 16 años o deficientes mentales" y, con
la misma pena, a "el que por cualquier medio difundiere, vendiere o exhibiere material
pornográfico entre menores de 16 años o deficientes mentales".

IV. Parentesco. La circunstancia de parentesco (Art.1 1 del C .P.), es decir , ser el agraviado
cónyuge o persona a quien se halle ligado de forma permanente por análoga relación de
afectividad , ascendiente , descendiente o hermano por naturaleza , adoptivo o afin en los mismos
grados del ofensor, AGRAVA la responsabilidad penal en todos los delitos contra la libertad
sexual . En el delito de estupro la agravación es específica, y si el autor de los hechos es
ascendiente o hermano de la víctima la pena se impone en su grado máximo.

66
 DE N U N C I A Y P R OCE D IMIENTO P ENAL
U
(D

DENL;NJ 'lá
Conviene destacar que para proceder penalmente por los delitos de VIOLACION, AGRESIONES
SEXUALES, ESTUPRO y RAPTO, es preciso denuncia previa de la persona agraviada o del
ascendiente , representante legal o guardador de hecho , por este orden , o del Ministerio Fiscal
cuando se tratare de menores o incapaces.
Se trata de un requisito de procedibilidad ( es decir , que no se inicia el procedimiento de oficio,
por el Juez Instructor, sino que se exige el requisito de la denuncia ), en el que late un principio
de oportunidad en la persecución de este tipo de delitos , pudiendo sopesar el legitimado para
denunciar todas las consecuencias que se derivan de la iniciación del procedimiento . Una vez
iniciado , el perdón del ofendido o de su representante legal no extingue la acción penal, es
decir, no paraliza el procedimiento.
Cuando una persona, ajena a los legitimados para denunciar , tenga conocimiento de la comisión
de un delito de los indicados, en que la víctima sea un menor o un incapaz debe poner el hecho
en conocimiento del Ministerio Fiscal , para que éste asuma la representación y defensa del
menor , y en su caso , formalice la denuncia del hecho presuntamente delictivo.

EL PROCEDIMIENTO PENAL
1. Como hemos indicado, el procedimiento se inicia en virtud de denuncia previa.
2. Básicamente, el procedimiento penal español se desarrolla en dos fases: fase de instrucción y
fase de juicio oral.
a) Fase de instrucción. En esta fase se practican todas las averiguaciones tendentes a
determinar si el delito se ha cometido o no, las personas implicadas en el hecho presuntamente
delictivo, y se adoptan medidas cautelares para asegurar las responsabilidades que pueden
derivarse. También deben adoptarse, como primeras diligencias (Art.13 Ley Criminal) las
medidas necesarias para dar protección a los perjudicados por el delito. Cuando la víctima es
un menor de edad deben valorarse todas las circunstancias pudiendo recabarse la adopción de
medidas de protección administrativa del menor.
b) Fase de juicio oral. En esta fase es donde se formulan las acusaciones concretas, siendo en
el juicio oral propiamente dicho, donde se practica la prueba que será valorada por el Juez o
Tribunal encargado del enjuiciamiento, y concluye con una sentencia, absolutoria o
condenatoria, según que el órgano judicial estime que la prueba es o no bastante para destruir
la presunción de inocencia.
3. En ambas fases y tratándose de delitos en que la víctima es un menor de edad sujeto pasivo
de un delito contra la libertad sexual, y dependiendo de la misma edad del menor, es relevante
el testimonio de cuantos se relacionan con el niño o la niña, y principalmente de quienes
recogen las primeras revelaciones del menor. Son igualmente relevantes los informes periciales
médicos y psicológicos de los menores.

EL SISTEMA DE PROTECCION DE MENORES

En las situaciones de abuso sexual a menores, como en cualquier otro caso de maltrato grave,
resulta prioritario proteger a los niños.
Nuestro actual sistema de protección de menores permite, tanto legal como administrativamente,
detectar e intervenir con carácter de inmediatez sin necesidad de intervención judicial previa.
Desde la perspectiva legal, la reforma del Código Civil operada por Ley 21/87 de 11 de
Noviembre, supuso un cambio sustancial en la regulación de la protección de menores,
marcada por la desjudicialización de la materia. La institución más característica es la que se
denomina tutela automática (Art.172 del C.C.), que se configura como medida de urgencia,
basada en los principios de efectividad e inmediatividad, para situaciones de desamparo.
Textualmente el Art.172 del C.C. establece, en su apartado primero, que "la entidad pública a

67
la que, en el respectivo territorio, esté encomendada la protección de menores, tiene por
ministerio de la Ley la tutela de los que se encuentren en situación de desamparo. Se
considera como situación de desamparo la que se produce de hecho a causa del
incumplimiento, o del imposible o inadecuado ejercicio de los deberes de protección
establecidos por las leyes para la guarda de menores, cuando éstos queden privados de la
necesaria asistencia moral o material". En nuestra Comunidad Autónoma, dicha entidad
pública son las respectivas Diputaciones Forales, dentro de sus ámbitos territoriales.
Sintéticamente puede afirmarse:
1° La entidad pública asume, sin necesidad de resolución judicial previa, la tutela de los
menores que se encuentren en una situación objetiva de desamparo, sin perjuicio del control
judicial que puede establecerse a posteriori.
29 Tanto el Ministerio Fiscal, en cumplimiento de sus funciones estatutarias, como el Juez
(Art.13 Ley Criminal y 228 C.C.), pueden instar la asunción de dicha tutela por la entidad
pública si aprecian la existencia de un menor en dicha situación.
39 Los particulares o profesionales que tengan conocimiento de la existencia de un menor en
situación de desamparo, deben ponerlo en conocimiento de la entidad pública, el Ministerio
Fiscal o la autoridad judicial a fin de que pueda, en su caso, adoptarse con la mayor
urgencia posible las medidas protectoras que se estimen adecuadas.
Desde la perspectiva administrativa, el desarrollo del sistema de los Servicios Sociales ha
configurado en nuestro territorio una red cercana al ciudadano y, en este caso a los
menores, potenciando los apoyos de atención primaria, en cuanto que están más cerca de
una realidad cotidiana que permite la detección y exploración de situaciones de riesgo y/o
maltrato y aportando asimismo un soporte técnico especializado como instrumento de
cooperación y coordinación en la canalización de situaciones tributarias de intervención
técnica, administrativa y legal.
No obstante, para que este sistema de protección de menores resulte fructífero y exitoso en
sus objetivos, se requiere una intervención integrada y coordinada entre los órganos
judiciales y administrativos. Esta intervención integrada implica el apoyo de los órganos de
Justicia y el desarrollo por parte de los Servicios de Protección de nuevas técnicas para el
abordaje de los casos de abuso sexual y conseguir que la intervención protectora asegure el
bienestar del menor.

PROTECCION DEL DERECHO A LA INTIMIDAD DE 10S

MENORES VICTIMAS nE IIN DELITO
1. La protección del derecho a la intimidad de los menores está amparada
constitucionalmente (Art.39.4 C.E. y 18.1 C.E.), y en los Pactos y Acuerdos Internacinales
(Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada por la Asamblea General de las
Naciones Unidas el 20.11.89, Recomendación n° R(87)20, del Comité de Ministros del
Consejo de Europa, Reglas de Beijing, aprobadas por la Asamblea General de las Naciones
Unidas el día 29.11.85).
II. La Ley Orgánica 1/82 de 5 de Mayo, dictada en desarrollo del Art.18.1 de la C.E. tiene por
objeto la protección civil del derecho al honor, a la intimidad familiar y a la propia imagen,
protección que se dispensa frente a intromisiones ilegítimas de terceros en la esfera de
aquellos derechos fundamentales, pertenecientes a la categoría de los derechos de la
personalidad.
III. Cuando se trata de mayores de edad la intromisión deja de ser ilegítima si prestan su
consentimiento expreso. Si se trata de menores se distingue (Art. 3.1 y 2 de la L.O. 1/82)
según:
a) Tengan las condiciones de madurez suficiente para prestar su consentimiento por sí
mismos. La afirmación de madurez no debe admitir dudas.
b) En los restantes casos, el consentimiento se presta por escrito por su representante legal,
quien estará obligado a poner en conocimiento previo del Ministerio Fiscal el consentimiento
proyectado. Si en el plazo de ocho días el Ministerio Fiscal se opusiere, resolverá el Juez.

IV. La cuestión tiene transcendencia respecto del tratamiento periodístico de noticias que
pueden afectar a menores víctimas de delito. La Instrucción n° 2/93 de la Fiscalía General del
Estado reitera la actuación del Ministerio Fiscal en defensa de los derechos a la intimidad y a
la propia imagen de los menores víctima del delito y recuerda que una reiterada estrategia
de exposición pública del menor para el relato de su propia tragedia, puede llevar a
estimarse que se encuentra en situación de desamparo frente a su núcleo familiar.

68
 AYUDA A UN MENOR VICTIMA DE ABUSOS

Extractos de un ¿Qué es lo que pide una niña que ha sufrido un abuso sexual por parte de su padre?
testimonio
EVA THOMAS Que todo lo que le ha ocurrido no sea cierto, pide el amor imposible de ese padre inmaduro que
La violación del silencio confunde afecto y sexualidad.
Querría que "su padre pare, pero seguir en la familia", "ser amada pero no de esa forma"; y que su
familia se convierta en un lugar seguro y no terrorífico.
Esta niña nos recuerda un derecho fundamental, reclamando el respeto de su integridad, la
protección y el afecto necesarios para su desarrollo.
"La justicia no puede reparar", lo único que puede hacer es proteger momentáneamente a la niña
de los abusos, y castigar al cupable. Pero entonces, ¿cómo reparar el daño? ¿Es esto posible?,
nadie lo sabe.
Se puede intentar no aumentar el daño, hiriendo aún más a la niña con torpezas y abusos
inconscientes.
En razón de lo que ha hecho, el autor de los abusos ha de rendir cuentas a la policía, ser juzgado y
quizá ser encarcelado, como un ladrón o un caco.
Durante todo el proceso judicial la niña debería poder estar acompañada de un profesional en quien
tenga confianza, siendo un punto de referencia constante, tranquilizador, alguien a quien pueda
plantear todas sus preguntas.
Si el menor o la adolescente se retractan a causa de las presiones familiares, deben poder hacerlo
sin perder la confianza de este acompañante, que sigue siendo sin embargo el testigo de su
verdad.
Se trata de estar presente, disponible, protector, pero respetando su itinerario interior. Sólo el menor
sabrá por donde avanzar con el mínimo dolor.
La herida más profunda se sitúa al nivel de la identidad rota, de la palabra perdida. Ha vivido un
rapto.
Respetarlo significa volverlo a situar en una posición de sujeto que puede decir sí a la terapia en un
determinado momento, y no en otro, sea cual sea su edad. Se le pueden ofrecer puntos de
referencia y salir de la confusión, pero jamás imponérselo.
Dejarle la puerta abierta, pero no encerrarlo por una necesidad de ayudarle a todo precio, por un
deseo, como su padre lo ha hecho.
Después de un traumatismo, lo que manda es la supervivencia. Respetar todas sus defensas es, sin
duda, la más preciosa ayuda que pueda proponérsele a un menor o a una adolescente que ha
vivido una violación.
Ayudarles es permitirles descubrir sus recursos de energía, su capacidad de crear y ejercer su
imaginario.
Se trata por tanto de dejarle actuar, jugar, buscar lo que le hace bien, inventar su camino, para que
su nombre sea nuevamente vivible, para que recupere sus sueños de infancia, para que se
reapropie de su inteligencia y su integridad.
Ayudar a un menor agredido es lanzarse en una larga aventura, aceptar no saber, trabajar con otros
que supervisan. Es ser testigo de tesoros de vitalidad de los seres humanos y, como lo he vivido,
diría que es aprender continuamente.

69
 EL TRATAMIENTO
A LA PREVENCION
Escribir un capítulo sobre la prevención de los abusos sexuales es en cierta forma una
apuesta: teniendo en cuenta que el fenómeno continúa siendo un fuerte tabú, que las ciencias
lo han analizado poco o mal, que las formas de asistencia siguen en gran medida por
descubrir, ¿por qué evocar una prevención que no es sino hipotética?
Las actuaciones que comienzan por una prevención general son múltiples y adoptan en parte
las vías de la prevención de los malos tratos.

Este capítulo se limita a recordar sus
grandes ejes para reservar una gran parte
a la acción de prevención específica
llevada a cabo en los departamentos de
Seine-Saint-Denis e Isére, en Francia.
Por otra parte, podrían conjugarse la
prevención y la asistencia y no descubrir la
prevención mucho tiempo después de que
la asistencia haya mostrado sus límites. Ese
es nuestro desafío.
Este dossier técnico constituye en sí
mismo un instrumento para la
prevención. Falta y faltará completarlo
a medida que, sobre el terreno, la
prevención vaya progresando.

PREVEN CI ON GENERAL:
UN OBJETIVO AMB ICIOSO
Todo el mundo está de acuerdo en pensar
que una prevención de los abusos sexuales
eficaz debería conducir a impedir su
aparición.
El conocimiento de la problemática que los
origina permite imaginar su desaparición en
una sociedad no violenta, en la que los
derechos y libertades serían respetados y
en la que los adultos responsables
ejercerían plenamente su función parental
respecto a los menores, que se convertirían
así en seres autónomos, informados y
perspicaces.
El profundo cambio de mentalidad necesario
para reducir la distancia que separa la
realidad de la utopía implica a todos y cada
uno de los adultos, en su papel de
ciudadano , de padre , de profesional.
Se basa en la puesta en práctica, cada
cual desde el puesto que ocupa,
individualmente o mediante acciones
colectivas, de algunos principios
fundamentales:
■ EL RECONOCIMIENTO DE LOS
DERECHOS DEL MENOR
■ EL RESPETO DE LA PERSONA EN
CADA INDIVIDUO
■ LA LUCHA CONTRA TODA FORMA DE
VIOLENCIA
TRATAR ES YA PREVENIR
Se puede evocar para empezar la parte de
prevención contenida en el tratamiento o en
la asistencia cuando ésta interviene
precozmente y sus modalidades tienen en
cuenta el entorno familiar, social e
institucional tanto de la víctima como del
autor.
Prevenir las consecuencias sobreañadidas,
es también una prevención de la
reincidencia o de la reproducción.
Conocemos cuales son las situaciones
propicias a abusos de todo tipo:

71
El aislamiento de las familias y de las
instituciones, la dependencia y la
vulnerabilidad de los menores, las
carencias y los abusos vividos por el propio
adulto.
Desde los albores de la vida
Una prevención así tiene sus fuentes en los
albores de la vida y hace valer los
principios de una prevención general para
quien sea: padre/madre - menor -
profesional. Vigila las formas ocultas de
violencia de los saberes y poderes
médicos, psicológicos, sociales o
institucionales, tal como lo recomienda el
Dr. B. THIS: "en el fondo tengo miedo de
que en el centro de este estudio sobre las
violencias y los abusos sexuales -incestos o
padres violentos- se evalúe el problema
real de la violencia pre y post natal en
nuestra civilización".
La inscripción del menor en su
genealogía tiene lugar en la
maternidad. Es por tanto un
momento clave y fecundo para la
prevención de los abusos sexuales.
Ser, convertirse en
padre/madre
Todos conocemos las fragilidades que
despierta en el hombre o la mujer el hecho
de convertirse en padre/madre. Los
poderes públicos, los profesionales de los
servicios de protección materno-infantil han
desarrollado desde hace algunos años
acciones particulares y coordinadas para
ofrecerles un mejor acompañamiento
durante este período.
En torno a la maternidad se desarrollan
diversas actividades orientadas hacia la
prevención de la premadurez, los malos
tratos y las trabas de toda naturaleza, que
asocian profesionales de horizontes
diversos (servicios sociales y los servicios
de protección materno-infantil, servicios
hospitalarios, sala-cunas, centros
maternales, etc.) con un único objetivo. Su
función es apoyar el establecimiento de un
lazo entre el menor y sus padres y
preservar, cada cual en sí mismo, las
consecuencias nefastas de toda
separación.
Esta atención vigilante a las dificultades,
contribuye a la prevención de las
consecuencias de embarazos, o del
nacimiento de niños como consecuencia
de violaciones o incestos.
La desaparición de los profesionales en
beneficio de los padres en los cuidados
corporales, y en la ternura hacia el niño, la
acogida del padre cerca de la madre y el
72
bebé, la atención ofrecida a las
solidaridades culturales y comunitarias, la
preparación de cada separación, son la
base indispensable del respeto
manifestado tanto al bebé como a sus
padres. De esta forma se afirman desde la
maternidad, el lugar y la responsabilidad
de los padres, así como el estatus del
menor.
El papel del padre en los cuidados
corporales y de protección podría contribuir
muy directamente a la prevención del
incesto, tal como lo deja entrever una
investigación realizada por S. y H. PARKER
en 1985 (anexo 1).
Ei acompañamiento de los padres en el
ejercicio de su responsabilidad parental se
desarrolla también en acciones cuyo
objetivo es:
- favorecer un mejor conocimiento del
hijo/a, mediante relaciones cotidianas y
de juego.
- estar disponible lo más pronto posible
cuando surgen dificultades entre los
padres y sus hijos.
- luchar contra el aislamiento,
consecuencia frecuente de la llegada de
un bebé, creando redes de solidaridad.
Dentro de esta perspectiva, los servicios de
protección materno-infantil desarrollan
acciones en el cuadro de las consultas
para lactantes, donde las salas de espera
se convierten en lugar de intercambio entre
los padres, y entre los padres y los
profesionales, en lugar de juego y de
descubrimiento para los niños en presencia
de los padres.
En la actualidad, se está extendiendo un
modelo de servicio denominado "casa
verde ", al que acuden los padres (madres
solteras, matrimonios que tienen un primer
hijo y que se enfrentan con numerosas
dudas acerca de cómo deben actuar,
familias problemáticas, etc.) con los niños.
Mientras los niños juegan, los padres y
madres intercambian experiencias y
comentan sus problemas en presencia de
un psicólogo. Se establece así una
comunicación que permitirá prevenir la
aparición de trastornos tanto en el bebé
como en los padres.
Los restantes lugares de acogida de
menores, guarderías, sala-cunas, lugares
tanto de juego como de enseñanza, tienen
su espacio dentro de esta prevención
general, puesto que contribuyen al acceso
del menor a la autonomía, a la toma de
conciencia de sí mismo, de sus
capacidades y de su propio valor.
También pueden desarrollarse acciones
específicas, pero aún es demasiado pronto
para señalarlas concretamente.
 ávida ast=a-=ialivc, que desarrolla
múltiples propuestas para romper el
aislamiento social y cultural de las familias y
de los menores, que pone a disposición de
todos servicios cada vez más
diversificados y que, sobre todo, permite a
cada uno hacer valer sus competencias, es
una baza preciosa en la prevención.
Bibliotecas, ludotecas, lugares de
descubrimiento y de escucha, tienen todos
ellos su lugar junto a servicios más
específicos como las llamadas telefónicas
anónimas o los servicios de ayuda a los
padres para la educación de sus hijos.
Las instituciones que acogen a los
menores separados de sus padres, los
medios utilizados para preservar el lugar de
los padres, tener al menor al corriente de
su historia, permitirle adquirir su identidad
de niña o niño, son ejes de trabajo que se
unen a los objetivos perseguidos en
materia de prevención. Todo esto exige una
formación particular que permita
mantenerse vigilante día a día y preservar a
los propios profesionales de las violencias
institucionales.
LA EDUCACION SEXUAL
También forma parte de la prevención de
los abusos sexuales la forma en que
padres y profesionales, cada cual en su
lugar, van a contribuir a la educación
sexual del menor a través de los gestos y
palabras de la vida cotidiana (anexo 2).
Esta educación se realizará a través del
modo en que el menor es reconocido como
niño o niña, la forma en que son
respondidas sus preguntas a veces mudas,
la manera en que se reaccione a las
LA PREVENC I ON E S PE C IF I CA
DE LOS ABUSOS S EXUALE S
El conjunto de acciones desarrolladas con
el fin de hacer frente a las causas de los
abusos sexuales, puede implicar un
profundo cambio de actitudes, pero no es
suficiente para eliminar el problema
(anexo 4).
Hay que poner en marcha medios
específicos, y numerosos países se han
comprometido constituyendo un fondo de
las experiencias disponibles.
Este es el sentido de las propuestas de
recomendación del Consejo de Europa tras
el coloquio sobre la violencia en el seno de
la familia. (anexo 5)
Y en este proyecto se comprometió el
Ministerio Francés de Asuntos Sociales y
Empleo en 1986.
73
manifestaciones de la sexualidad infantil
tanto en casa como en los lugares de
acogida. Los gestos de ternura de los
adultos darán a los niños información
respecto a la manera en que son
respetados en su cuerpo o, por el contrario,
manipulados como objetos. De esta forma
pueden constituirse para el menor la estima
y la confianza en sí mismo, su progresiva
capacidad para garantizarse su propia
seguridad, para dominar sus emociones,
para amar y ser amado.
Previamente a toda acción enfocada
a prevenir a los menores contra los
abusos sexuales, la educación
sexual realiza en sí misma una
prevención real.
Aparte del papel que juegan los padres en
la vida cotidiana respetando el pudor del
menor y su propio itinerario, una
educación sexual específica se centraría en
desarrollar, en todos los lugares que
participan en la educación del menor,
desde la guardería a la escuela, el
conocimiento de éste de su cuerpo, de sus
emociones, y de la relación que establece
con los demás mediante la relación
sexual.
Para prevenir los abusos sexuales, la
prohibición del incesto debe ser transmitida
muy pronto al menor.
Esta es una función de los padres pero la
escuela también puede jugar este papel,
puesto que transmite a su vez los valores
de la sociedad al niño (anexo 3).
Tras una primera acción informativa sobre
la infancia matratada, llevada a cabo por el
Ministerio de Asuntos Sociales entre 1983 y
1985, comenzó en Francia, en 1986, una
acción más específica sobre los abusos
sexuales a menores. Efectivamente, en el
Congreso sobre infancia maltratada de
Monreal de 1984 la delegación francesa
resultó impresionada por la importancia de
los abusos sexuales a niños y recogió un
soporte pedagógico canadiense destinado
a los menores: "Mon corps c'est mon
corps" (Mi cuerpo es mi cuerpo).
Este tema, tabú en una sociedad patriarcal
tradicional en la que las relaciones
familiares son del orden de lo privado, y
confrontado a un movimiento más reciente
de liberación intelectual y sexual, es objeto
de un silencio y una negación multiplicada
en relación a otras formas de maltrato.
Era también necesario actuar progresi-
vamente y con delicadeza para no reforzar
los mecanismos de defensa inconscientes
que inhiben la comprensión y la acción.
La puesta en marcha de la actuación
necesitó también de un tiempo no
desdeñable para recopilar previamente
todos los elementos de conocimiento
acerca del problema:
. referencias teóricas, opiniones de
expertos, escrutinio de las investigaciones
desarrolladas en el extranjero, etc...
EL PROGRAMA
« Mon corps c ' est mon corps»
(Mi cuerpo es mi cuerpo)
Este programa de origen canadiense se
compone de dos películas destinadas a
prevenir al menor contra los abusos
sexuales. Una de las cintas está dirigida a
los adultos, la segunda dividida en tres
partes, se dirige directamente a los
menores. El objetivo de esta última es
suministrarles los elementos de
conocimiento fundamentales que les
permitan protegerse, tanto de las
proposiciones de un desconocido como de
las de un progenitor o persona de
confianza. La película está concebida
específicamente para niños de 6 a 12 años.
Previamente, durante y posteriormente a la
proyección se desarrolla un conjunto de
acciones propuestas a los padres,
pedagogos y animadores de las sesiones.
Estas acciones se describen en el manual
que acompaña a las películas. Contiene,
entre otros, elementos para la comprensión
del problema, así como indicaciones útiles
respecto a la conducta a mantener ante un
menor víctima de abusos sexuales.
EL PROTOCOLO DE ACCION
El marco y los límites de la acción se han
establecido en un protocolo destinado a
dos departamentos: Isére y Seine-Saint-
Denis, y que prepara las condiciones para
una difusión a gran escala del soporte que
posee el Ministerio de Asuntos Sociales y
Empleo francés.
OBJETIVO GENERAL:
La prevención de los abusos sexuales,
desarrollando la capacidad de los menores
para identificar los riesgos, mantenerse
seguros por ellos mismos y buscar con
perseverancia la ayuda que necesiten.
74
Para preparar esta campaña se siguió la
siguiente estrategia:
1. Utilizar la película canadiense, cuyos
derechos compró el Ministerio.
2. Planificar una acción preventiva en
principio dirigida a los menores, e
intentar medir su impacto,
3. Experimentar previamente esta acción en
2 colectividades departamentales, antes
de plantearla a escala nacional.
OBJETIVO °'t+RTI l1 y\Fi
Evaluar y adaptar un programa de
prevención de abusos sexuales,
proponiendo tanto a los menores como a
los padres-madres y adultos, "códigos de
conducta" a seguir.
EL COMPROMISO DE LOS
DEPARTAMENTOS IMPLICA-
1.- Un acuerdo en torno al objetivo y sus
límites, a fin de evitar desviaciones (elegir
la población "de riesgo", tratar
exclusivamente del incesto, situarse en una
perspectiva, más de tratamiento que de
prevención...)
2.- Un acuerdo en torno a la indispensable
colaboración multiprofesional y multi-institu-
cional, especialmente en los siguientes
ámbitos: sanitario, escolar, ocio, social...
3.- Un acuerdo sobre la utilización de las
experiencias vividas para elaborar
materiales, a disposición de todos, que
testimonien y descubran puntos de
evaluación y pistas para la profundización
de este programa.
Estas. e" I°al r` r_g e.e 9 s -+C t y e`en
- La puesta en marcha de un
acompañamiento antes , durante y
posteriormente a la presentación de la
película a los menores.
- La presentación a menores de edades
diferentes , de una población no
discriminatoria , en ámbitos diversos y
dentro de una situación de seguridad
afectiva , dando gran importancia tanto al
lugar elegido como a las personas
" portadoras " del programa.
- El voluntariado de los adultos que se
comprometen con la presentación del
programa.
- El recurso a toda persona competente
que permita profundizar y mejorar uno u
otro aspecto.
PRINCIPIOS DE ACCION
Asociación multiprofesional y
rmulti-institucional
Se trata de una acción llevada a cabo por
personas (padres/madres, asociaciones,
servicios...) pertenecientes a entes
diversos, que trabajan de forma concertada
basándose no únicamente en la voluntad,
sino también en los medios puestos en
marcha (constitución de grupos ad hoc...).
TrIn-p--t,rrFe
Puesta en evidencia tanto de las
dificultades encontradas como de los
elementos positivos recogidos. De esta
forma las experiencias personales pueden
ser conocidas, discutidas y utilizadas por
todos. Para esto se necesita organizar la
información y el acceso de cada persona a
los datos.
,.t'l := r^ i
la 9
Elaborar las informaciones para concurrir a
la adaptación del documento adicional y a
la elaboración del dossier técnico.
ACCION DEL MINISTERIO
DE ASUNTOS SOCIALES Y
EMPLEO
1- Constitución de un "grupo piloto" en el
Ministerio de Asuntos Sociales (Dirección
General de la Salud - Dirección de Acción
Social - DDP) atento a estas acciones, que
permita la recogida y difusión de
informaciones y que vincule esta acción
con otras desarrolladas con el mismo
objetivo de prevención de abusos sexuales.
2- Constitución de un grupo de trabajo que
reúna periódicamente:
-A representantes de las instituciones
directamente implicadas (Ministerio de
Educación Nacional, Ministerio de
Justicia).
-A personas competentes que puedan
ofrecer su apoyo, sugerencias
particulares o una mirada exterior hacia
esta acción.
-A representantes de las acciones
desarrolladas localmente en los dos
departamentos.
Este es el testimonio, dos años
después, de los departamentos
que asumieron el desafío:
• Seine-Saint-Denis
"Nuestro caminar ha sido lento, en
ocasiones laborioso. Estimamos que
75
existen varios niveles indispensables y
complementarios.
El nivel departamental:
Desde el comienzo de la campaña se
organizaron en nuestro departamento tres
grandes reuniones:
- Una organizada por el departamento de
psico-patología de la Facultad de Bobigny,
que agrupaba al personal de los
intersectores psiquiátricos y a las personas
que trabajan con bebés o niños.
- La segunda fue organizada por el
inspector de educación nacional
encargado de la prevención, y reunía a los
inspectores de primaria y a los directores
de escuela.
- La tercera fue organizada por el servicio
departamental del P.M.I para el personal de
los P.M.I., de los centros de planificación,
de A.S.E, de los servicios sociales y del
servicio de salud escolar.
Estas grandes reuniones pueden parecer,
pesadas y poco productivas, pero han sido
el origen, en ocasiones meses más tarde,
de diversas solicitudes y acciones: una
inspectora de primaria puso en marcha un
vasto programa que incluía un trimestre de
información sexual; a partir de una
exposición realizada por el Movimiento
francés para la planificación familiar de
nacimientos, 57 profesores participaron con
sus clases en una información y un trabajo
sobre educación sexual; 20 profesores se
presentaron voluntarios para proyectar en
sus clases "Mi cuerpo es mi cuerpo". Los
padres habían sido informados (anexo 6).
Tras estas jornadas algunas escuelas de
enfermería, circunscripciones de trabajo
social y centros de P.M.I. realizaron
diversas solicitudes.
Además de estas grandes reuniones, el
nivel departamental permite poner en
marcha un comité piloto que agrupe a
profesionales de diferentes instituciones,
asociaciones y servicios, y permita
recapitular y animar el programa.
El nivel municipal
A nivel municipal, los diferentes
participantes se conocen, o tienen interés en
conocerse. El indispensable apoyo de los
concejales puede permitir una importante
ayuda logística: convocatorias, préstamo de
material y salas, anuncios y reseñas de las
reuniones en la prensa. Resulta igualmente
deseable el apoyo activo del inspector de
primaria. Desde el comienzo de la campaña
los contactos a este nivel han de ser lo más
amplios posibles.
Los primeros contactos pasan naturalmente
por proyecciones. Resulta útil organizar
rápidamente un comité local multi-
profesional y asociativo que permita
difundir el programa, reflexionar en torno a
situaciones concretas y participar junto a
los enseñantes en las animaciones
escolares.
Nosotros hemos podido utilizar este
programa en dos municipios. En cada uno
de ellos se organizaron diversas reuniones
que agrupaban a las diferentes categorías
socio-profesionales. Una de estas
reuniones se reservó a los enseñantes.
Posteriormente el inspector de primaria nos
ayudó a organizar charlas en las escuelas,
a las que se invitaba a los enseñantes y a
los padres y madres.
A partir de ese momento fueron posibles
diversos tipos de acción: proyecciones
llevadas a cabo por los enseñantes en sus
clases u organizadas por las asociaciones
de padres de alumnos para los hijos de los
padres que lo desearan.
También otros profesionales realizaron
proyecciones: en guarderías, en hospitales
y maternidades, en escuelas de enfermería
y puericultura, de asistentes sociales; para
la Policía, el Tribunal, los centros de
educación vigilada...
Se creó desde el principio un comité piloto
departamental , que permitió la elaboración
y la síntesis de las acciones.
Mensualmente se reunió un grupo de
reflexión sobre situaciones concretas
compuesto por médicos, psiquiatras y
psicólogos, magistrados y asistentes
sociales, abierto al conjunto de los
profesionales médico-sociales y
pedagógicos. Este comité ha permitido que
quienes se enfrentaban al descubrimiento
de casos en ocasiones muy graves, no se
sintieran aislados en su reflexión y en su
actuación.
Reacciones a las películas . En general
son muy favorables, y los adultos se sienten
en ocasiones aliviados tras haberlas visto:
"Pensábamos que íbamos a ver horrores".
"En la tele se ven cosas mucho peores". Se
considera una película muy simpática,
atrayente e idónea para niños de 5 a 12
años.
No obstante:
- Existen objeciones en cuanto al
vocabulario: la palabra "extranjero" para
"desconocido de la familia", el perro que se
llama Al¡. Estas reticencias pueden salvarse
en parte con algunas explicaciones
previas: "la película es anglófona, doblada
en francés del Canadá; muchos de los
niños son prototípicos".
- Previamente a las proyecciones es
necesario dar a los niños ciertas
explicaciones para que tengan algunas
nociones de anatomía y fisiología.
- Psicólogos y psiquiatras han señalado
que la película no tiene en cuenta el hecho
de que el abuso sexual no es obligato-
76
riamente vivido como primordialmente
desagradable (en algunos casos de
incesto, la niña o la joven pueden pensar
que lo que su padre les propone es
"normal"); sin embargo el traumatismo
sufrido y posteriormente sentido no es por
ello menos grave.
- Se plantearon inquietudes respecto a la
dificultad de situar en ocasiones la frontera
entre ternura y abuso.
Algunos expresaron dudas respecto a la
realidad e importancia numérica de los
abusos sexuales. En lo que a esto se refiere
la participación de la brigada de menores,
que tiene conocimiento de multitud de
casos, resulta una ayuda preciosa.
La reacción de los padres es
habitualmente muy favorable, más aún
cuando en algunas poblaciones habían
tenido graves problemas.
Sienten un cierto alivio al ver que son otros
los que plantean esos problemas, al mismo
tiempo que se mantiene vivo en ellos un
claro deseo de estar al corriente y poder
discutir del tema con sus hijos.
En las proyecciones a los enseñantes, se
señalaron reservas respecto al rol de la
escuela frente a las familias: "¿No serían las
familias, que son las responsables de la
educación de los niños, las que deberían
abordar estas cuestiones?" Estas mismas
reflexiones se aplican a la educación
sexual.
"Nosotros, en la escuela, tenemos ya
campañas de información, de prevención
vial... Y se nos reprocha que no enseñamos
a leer y a escribir... Muchos muestran un
cierto desaliento ¿cómo asumir los
problemas de los niños, las demandas de
apoyo a nivel de animaciones?
Se señala que la película, excelente
soporte para la prevención de abusos
sexuales, permite también aprehender al
niño en tanto que individuo al cien por cien.
En una proyección ante el personal de una
maternidad, permitió que se planteara el
problema del recién nacido, que se
replanteara el hecho de llevar
sistemáticamente a los niños a la
incubadora durante dos horas tras el parto,
así como ciertos consejos que se dan: "No
lo cojas en brazos cuando llore, cogerá
mañas". Cuando se proyectó ante personal
de guarderías (puericultoras y auxiliares)
hizo que se abordara, en lo que se refería a
puntos prácticos (cepillado sistemático del
cabello después de la siesta entre lágrimas
y castañetear de dientes), el problema del
respeto a la persona del menor y a su
autonomía, así como qué explicaciones
había que darle antes de acometer los
gestos de la vida cotidiana.
CONCLUSIONES
PROVISIONALES Y
PERSPECTIVAS
La sensibilización de los adultos,
particularmente la de los trabajadores de la
infancia, progresa dentro del
departamento; se comprenden mejor los
casos de abusos sexuales que aparecen.
Algunas preguntas se mantienen abiertas:
- ¿qué hacer?
- ¿a quién confiar los niños?
- ¿no romperemos las familias?
Nos parece deseable:
- Hacer participar a un gran número de
personas en la formación sobre abusos
sexuales.
- Tener un mayor contacto con la justicia (y
una percepción de su forma de hacer).
- Continuar la reflexión sobre los casos
concretos para sostener a los trabajadores
que con frecuencia atraviesan momentos
de gran soledad.
- Disponer de lugares de acogida para
menores, donde poder realizar un primer
balance en terreno neutral. El menor
necesita de un clima cordial para poder
expresarse y establecer una cierta
distancia. La estructura de acogida podría
ser hospitalaria.
Se debe ofrecer una especial atención a las
embarazadas muy jóvenes que acuden a
los servicios por embarazos tardíamente
descubiertos o para interrupciones
voluntarias del embarazo. La
sensibilización ha de proseguirse en las
maternidades, en los centros de
planificación y en todos los servicios en los
que se acoge a menores.
Al inicio de la acción hay que pensar en
hacer una lista, lo más completa posible,
de los posibles participantes.
Esneci, '^me!nt
Ayuda Social a la Infancia
Asociaciones de Padres de Alumnos
Asociaciones locales de salud
Asociaciones familiares y otras
Centros de ocio
Centros de planificación
Centros de salud
Dirección de Servicios Sociales y Sanitarios
(DASS) - Estado
Educación vigilada
Electos municipales y departamentales
Hospitales
Inspección Académica y Enseñantes
Policía y Brigada de Menores
Psiquiatras de Intersectores, hospitalarios,
liberales
Protección materno infantil
77
Servicios de Salud escolar (médicos,
asistentes sociales, psicólogos)
Servicios sociales
Sindicatos locales de médicos
Trabajadoras familiares
Tribunal
NO OLVIDAR que algunos de estos
participantes ocupan una jerarquía cuyo
apoyo resulta totalmente indispensable.
• Isére
La experiencia a partir del programa "MI
CUERPO ES MI CUERPO" se desarrolló en
el departamento de Isére en 1986-87, con
3.500 adultos y 450 menores de 6 a 12
años (algunos de ellos en el ámbito escolar,
otros en el exterior).
Tras esta experiencia pueden realizarse
algunas propuestas
NECESIDAD DE
CONCERTACION
Previa a cualquier acción educativa sobre
este tema.
Tanto a nivel municipal, de barrio, como de
centro escolar, sería deseable en la medida
de lo posible, que todas las personas que
tienen alguna responsabilidad educativa o
de protección de la salud física y mental de
los menores, sean invitados a reunirse para
establecer una estrategia.
En nuestro caso concreto, en un municipio
mediano: Juez de Menores, Sustituto del
Procurador, Policía (Brigada de menores,
servicio de costumbres), representantes del
Ayuntamiento (asuntos sociales, escolares),
servicios sociales polivalentes y
especializados, profesionales de la infancia
y la adolescencia, profesionales sanitarios
de sectores públicos y privados (Protección
materno-infantil, Salud escolar...), Inspector
de Departamento de la Educación
Nacional, Consejero pedagógico,
enseñantes de educación primaria pública
y privada, Asociaciones de Padres de
Alumnos, Centro de Planificación,
asociaciones especializadas en Sanidad y
Educación,...
En suma, constituir una verdadera red.
Poco importa el origen de la iniciativa, lo
esencial es no olvidar a nadie que pueda
estar interesado o resulte interesante para
la acción a desarrollar (a fin de ampliar las
posibilidades de eficacia y evitar
reacciones negativas).
CREACION DE UN GRUPO
RE RECURSOS
A nivel departamental, constituido por
personalidades con sólidas competencias
en el tema y un claro conocimiento inter-
institucional de las redes para una posible
acogida de menores en dificultades.
Este grupo podría utilizarse igualmente
como referencia para que exponga su
opinión en casos complejos, así como para
documentar regularmente y actualizar los
conocimientos de los trabajadores de
campo.
Una acción en torno a este tema, incluso si
se distribuye en diversas sedes dentro de
un departamento, será más eficaz si
encuentra eco en el gran público mediante
diferentes medios de comunicación
(escritos y televisión).
Además pueden presentarse los soportes a
todos los grupos susceptibles de estar
interesados en discutir sobre temas de
"salud": asociaciones de educación sani-
taria y social, animadores de prevención,
escuela de padres, Cruz Roja, consejeros
matrimoniales, SOS incesto, consejeros de
economía social y familiar, asociaciones de
médicos, pareja y familia, equipos de
protección materno-infantil, sanidad
escolar, MPU, Mutualidad Social Agrícola,
asociaciones de padres de alumnos,
asociaciones familiares rurales, grupos de
divulgación femenina agrícola, pacientes
de centros de salud, centros sociales,
estructuras de acogida para la infancia...
Parece difícil resumir esta etapa por
razones psico-sociológicas que atañen a la
dificultad del cambio de mentalidad. Una
información brutal y mal preparada sobre el
tema puede dar lugar, en una población no
sensibilizada, a diversas reacciones como
consecuencia del levantamiento del tabú:
sean reacciones de negación, de minimi-
zación, o de abatimiento unido al horror del
descubrimiento, y que implican inevita-
blemente posturas de resistencia al cambio
o manifestaciones de defensa individual.
Resulta igualmente oportuno establecer
una especie de consenso social que facilite
las posteriores decisiones de las
autoridades responsables.
EL MEDIO ESCOLAR
Es evidentemente el lugar en el que la
información tiene más posibilidades de
llegar al máximo de menores, y en el que la
permanencia de las relaciones entre
educadores y educandos permite una
verdadera actuación a largo plazo. La
homogeneización del grupo mediante una
escolaridad común es también un factor de
eficacia para la acción educativa.
La educación respecto a los riesgos es
posible fuera de la escuela y vivamente
deseable a nivel de familia, pero corre el
peligro de no llegar jamás a los menores
que más lo necesitan.
Es importante que los padres no
tengan jamás el sentimiento de ser
desposeídos, sino que se sientan
fortalecidos en sus capacidades
educativas.
78
Los responsables de las asociaciones de
padres de alumnos pueden organizar
reuniones de discusión en torno a las
películas, que conduzcan a reflexiones
sobre su propia actitud educativa y que les
permitan estar mejor armados para hablar
de estos problemas a sus hijos, ser
capaces de dar opiniones autorizadas y
dar su apoyo a la acción a desarrollar
posteriormente en la escuela. La unicidad
del mensaje y su refuerzo en los dos
medios de vida del niño son factores
fundamentales de eficacia.
LA INFORMACION DE LOS
MENORES
En la escuela debe realizarse por adultos
que tengan una buena formación en el
tema , además de cualidades
pedagógicas y psicológicas sólidas,
puesto que se trata de un tema
particularmente delicado de tratar.
Estos adultos pueden ser enseñantes,
personal médico-social del centro escolar,
o "personas-recurso" que estén
acostumbradas a tratar temas de salud y
sexualidad en el centro. Estas personas
deberían recibir una preparación (o en su
defecto una mínima sensibilización) en el
marco de su formación inicial, de la
formación permanente (jornadas
pedagógicas, EPU, jornadas de reciclaje,
seminarios, etc...) y, mejor aún, en forma de
cursos organizados por los ministerios de
Educación Nacional y de Sanidad.
Si la información la lleva a cabo otra
persona que no sea el enseñante, parece
indispensable que éste participe
estrechamente en la preparación de la
acción -conoce bien a su público y puede
asegurar una previa sensibilización, y sobre
todo un "seguimiento": responder a las
preguntas posteriores y, llegado el caso,
orientar a los menores que necesiten una
ayuda personalizada.
De todas formas, la información no se
pondrá en marcha sino después de una
concertación de todos los participantes
implicados (padres - enseñantes -
administración - salud escolar...), en las
condiciones (contenido y ritmo) definidas
por este grupo de reflexión. Se ha
elaborado una guía metodológica (anexo 7).
Los soportes de la información han sido las
tres películas canadienses "Mi cuerpo es
mi cuerpo" (la primera de ellas: respeto del
propio cuerpo, saber decir no; la 21: abusos
sexuales de desconocidos, situaciones de
peligro; la 311: incesto).
Los adultos prácticamente plebiscitaron
las películas, apreciaron sus importantes
cualidades pedagógicas así como la
aproximación cálida , confiada, positiva y
respetuosa al menor . Puede incluso
decirse que fue la excelente calidad del
soporte lo que provocó en numerosos
casos la determinación de abordar estos
problemas.
No obstante, algunos padres y psicólogos
desearon que el problema del incesto
pudiera tratarse de forma oral, sin
imágenes, y únicamente con los niños de
más edad, por temor a romper la confianza
de los menores hacia sus padres e incluso,
eventualmente, favorecer los fantasmas.
También los niños apreciaron mucho los
soportes . Posteriormente a la información
declararon sentir mayor facilidad para
hablar de sexualidad. Mostraron mayor
confianza en sí mismos y frente a sus
educadores, con los que en adelante,
pueden hablar "de adulto a adulto".
Manifestaron su satisfacción por estar
mejor armados , mejor prevenidos.
En cuanto a la forma de las películas,
corresponde a un público infantil de
primaria, entre 6 y 12 años.
Junto a las películas canadienses puede
resultar oportuno disponer de películas
francesas para diversificar los
acercamientos y responder a ciertas
reservas respecto a situaciones,
vocabulario y reacciones extranjeras a la
cultura la psicología francesas.
Conviene diferenciar las situaciones en las
que se propone la información:
- Si se trata de una situación de urgencia
(caso de violación, de exhibicionismo) en el
municipio o el barrio. En este caso la
sensibilización-choc está ya realizada.
Ciertos comentarios, en ocasiones torpes,
sobrentendidos y silencios, pueden llegar a
angustiar a los menores, y la puesta a
punto gracias a una película como "Mi
LA EVALUACION DE UNA
ESTRATEGIA DE ACCION
Al término de estas dos experiencias, este
es el punto de vista del ministerio:
La película, a pesar de que en el fondo es
apreciada, cristaliza las resistencias y
suscita unas primeras reacciones tipo: "Es
extranjera", "es simplista", "ciertas palabras
son incomprensibles o llevan a
confusiones"...
Tras un segundo examen aparecen los
temas de fondo: "implica a la familia",
"aborda de forma excesivamente directa la
sexualidad", "trata la sexualidad en sus
desviaciones, mientras que en la escuela
no se haya tratado la educación sexual,
¿qué hacer si los niños plantean
confidencias?"
79
cuerpo es mi cuerpo" puede resultar
preciosa y permitir que se clarifiquen los
problemas, que se hable de ellos de
manera sana y tomando una cierta
distancia, y sobre todo que se propongan
medios de auto-defensa.
- Si no se trata de una situación de
urgencia, sería lamentable plantear la
educación sexual desde una visión
negativa. Es conveniente que estas
informaciones para los niños se integren en
un programa más global -sobre el
conocimiento y el respeto de su cuerpo
(ejercicios de psicomotricidad, cursos de
biología, educación sanitaria, educación
sexual), -en torno a los "Derechos del Niño"
y a la ley que los protege. Una vez
realizada esta aproximación, sería posible
utilizar progresivamente las tres películas,
dejando un tiempo entre cada proyección.
Al término de esta experiencia a nivel
departamental, podemos concluir que es
posible una acción educativa, y que la
mayoría la considera indispensable.
A corto plazo se constata que el mensaje
ha sido muy bien acogido, muy bien
recogido y bien retenido.
La evaluación a largo plazo se realizará
posteriormente: ¿cuál será la actitud de los
menores si se encuentran realmente frente
al problema? Lo más posible es que se
apliquen los códigos de conducta. No
obstante, el hecho de abordar estos
problemas con serenidad, en un clima de
confianza, suprimiendo los tabúes, el
permitir que los menores hablen sin reticen-
cias de ello a sus padres o a otros adultos
preparados para escucharlos y compren-
derlos, supone ya una prevención de las
consecuencias de los abusos sexuales".
Así pues, ha resultado ser un importante
elemento de sensibilización de los
profesionales.
L ACCION PREVENTIVA
Al elegir dirigirse a los menores esta
película ha resultado ser un importante
revelador de las dificultades encontradas
por los profesionales ante este tipo de
mal trato. La emoción que genera el revelar
la amplitud y las consecuencias de los
abusos sexuales, durante los debates, ha
mostrado claramente que los profesionales
debían previamente tomar conciencia de
sus resistencias, sus inhibiciones frente a la
sexualidad , su soledad ante prácticas de
intervención , la difícil relación con la Ley
(Ley penal o/y Ley simbólica).
Resulta efectivamente imposible sustraerse
a esta etapa antes de poder dirigirse a los
menores y hacer frente a las posibles
revelaciones.
Al proponer a los profesionales una
perspectiva de acción concreta con los
niños, se crea una dinámica real entre
padres y profesionales. Es aún prematuro
concluir si esta estrategia permite
conseguir, y de qué manera, los objetivos
establecidos para con los niños.
Los profesionales han reconocido:
1) Que el propio hecho de hablar del tema
les ha proporcionado una diferente "forma
de escucha", que ha aumentado la
emergencia de las solicitudes de ayuda. El
número de casos identificados aumenta y
surge la necesidad de formación.
2) Que el hecho de hablar les permite salir
del aislamiento profesional y de la angustia
de encontrarse solos frente a situaciones
delicadas. Se toma conciencia de la nece-
sidad de una concertación multidisciplinar.
3) Que antes de hablar de prevención, es
indispensable hacer una reflexión inter-
institucional sobre las modalidades de
aproximación a estos problemas: los
bloqueos institucionales deben ceder y hay
que afinar los terapéuticos.
El análisis de las dificultades acaecidas
durante la aplicación de este programa
inicial ha permitido, no obstante, pasar a
una etapa posterior:
- la sensibilización de los trabajadores
sociales es un proceso lento pero
indispensable antes de poner en marcha
toda una acción cara a los menores. Esto
implica que se les ofrezcan elementos de
conocimiento y de discusión. Y para ello el
ministerio ha preparado este dossier
técnico y un video sobre el tema.
Respondiendo a la necesidad de conocer
las experiencias extranjeras sobre la
materia ha surgido la necesidad de reunir
toda la literatura existente y de ponerla a
disposición tanto de los trabajadores
sociales como de los investigadores. Para
presentar el conjunto de estos
SOPORTES PARA UNA
ACCION PREVENTIVA
EL TEATRO
La acción teatral es aún desconocida en
este ámbito de la prevención.
No obstante desde 1981 la Compañía "je -
tu -il", ha llevado la educación sexual al
80
"instrumentos" profesionales se organizó
una jornada científica internacional.
- La sensibilización respecto al problema
es también cuestión de las familias, que
se han mostrado interesadas y activas, y al
desarrollar por su cuenta algunas iniciativas
han encontrado en esta película un modelo
de lenguaje adecuado para abordar unos
temas difícilmente nombrables.
- Las intervenciones directas con los niños
han de estar acompañadas de una
información apropiada del gran público.
En efecto, los niños han de encontrar una
red de adultos (padres, vecinos)
susceptible de oír y responder a su
solicitud de ayuda.
- Las discusiones sobre casos de abusos
sexuales intra-familiares, tan complejos a la
hora de comprenderlos como a la de
tratarlos, han hecho salir a la luz prácticas
institucionales bloqueadas y la necesidad
de retomar una reflexión sobre los
circuitos de denuncia a las autoridades
judiciales o sociales , así como una
posible modificación de los textos legales.
Este trabajo está en curso.
- A pesar de la calidad y la delicadeza de
la cinta canadiense, se ha considerado
necesario reducir la inevitable fase de
defensa que suscita. Se han elaborado
otros documentos pedagógicos para los
menores.
- Finalmente se ha comprobado que
ninguna campaña a nivel nacional podrá
llevarse a cabo si el acercamiento
estadístico al problema continúa reposando
exclusivamente en las posibles
extrapolaciones a partir de investigaciones
realizadas en el extranjero . Se ha puesto
en marcha un comité científico para
estudiar las modalidades de recogida de
datos y para llevar a cabo investigaciones
en este campo.
Se puede también ver cómo el
lanzamiento de una acción de
sensibilización de un fenómeno
nuevo, pero también extremadamente
sensible, obliga a ajustes en las
estrategias tanto respecto a los
objetivos como a los medios.
teatro con la obra "Prohibido hablar de
ello", dirigida a niños/as de 6 a 12 años,
acompañados de sus padres.
..."El juego teatral es un medio privilegiado,
puesto que reconoce el placer del menor a
expresarse acerca de su vida, de sí mismo,
de sus propias emociones, de su cuerpo, y
hasta de su historia. La educación sexual
es lo que une al menor con su familia. La
palabra liberada del menor en presencia de
sus padres, inmersos en el mismo juego,
con otros menores y otros adultos, y el
placer compartido que permite el recurso al
teatro, han producido una cierta reunión
entre padres e hijos. El placer del menor
devolvía la familia al hogar".
(B. Betremieux)
LOS LIBROS PARA NIÑOS Y
LA PRENSA INFANTIL
El libro puede ayudar al menor a construir
su propia mirada sobre el mundo, a
comprender y dominar los sucesos que él
propone a su imaginario. Contribuye a la
comunicación entre el menor y el adulto.
Algunos le dicen al niño que tiene
derechos, pero no todos los derechos, que
existen reglas de conducta entre padres e
hijos, adultos y menores. También los
animales caracterizados de humanos
pueden ser portadores del mensaje.
En lo que a esto se refiere, algunos libros
para niños pueden colaborar en la
prevención de todo tipo de abuso,
confortando en ellos el sentimiento de su
propio valor y transmitiéndoles algunas
reglas de vida en sociedad. El libro puede
ayudar a padres y educadores a poner las
palabras justas y comunes entre los niños y
ellos; pone a su alcance realidades de la
vida y prepara a los menores para dominar
el mundo que les rodea, para enriquecer su
imaginación y su comprensión; facilita la
expresión de las emociones mediante el
diálogo que posibilita; puede ofrecer la
oportunidad de decir lo que no se sabe
decir de otra forma.
LA FORMACION
DE PROFESIONALES
ASOCIAR FORMACION
Y APOYO
Para responder a las exigencias de la
puesta en marcha de una prevención
general, la formación inicial y la formación
permanente deben completarse y ser
apoyadas por un trabajo de equipo.
Ejercer la competencia propia sin sustituir
ni al menor, ni a los padres, ni a los
restantes profesionales, supone en efecto
un ajuste y una profundización permanente
de los conocimientos, y un espíritu de
investigación, recogiendo las experiencias
realizadas por otros. Al tratarse de un
81
EXPOSICIONES.
TELEVISION.-
Las exposiciones, los museos, y multitud de
otros lugares en los que las informaciones
pueden transmitirse a los menores,
acompañados o no de sus padres. La
concepción actual de los Museos, que
dedican un amplio espacio a los niños,
contribuye a desarrollar su espíritu de
descubrimiento y su espíritu crítico. A
través de la elección de los temas y de la
forma de presentarlos a los menores, su
acción contribuye a la prevención. La
televisión, obviamente, también puede
constituir un instrumento educativo y
preventivo de gran utilidad.
RELACIONES CON LA
.PRENSA Y LOS MEDIOS DE
COMUNICACION
Puede evocarse aquí el papel de los
periodistas de prensa que, a partir de su
propia sensibilidad eligen tratar temas
considerados delicados.
Su colaboración es importante, y sería
deseable que la colaboración y unos
intercambios más profundos permitieran a
los profesionales de la acción médico-
social, así como a la prensa, conocer mejor
sus mutuos recursos para ofrecer una
información más matizada, evitando el
recurso al sensacionalismo, siempre
lamentable en ese sector.
Actores, periodistas, bibliotecarios
infantiles, especialistas en prensa y
libros infantiles y realizadores de
televisión tienen, cada cual en su
puesto, un papel que jugar en la
prevención de los abusos que tienen
como víctimas a menores.
trabajo con niños pequeños, es también
necesario ser capaz de dominar la carga
emocional que esto comporta (anexo 8).
Esto exige, para conocer bien su
especificidad y sus límites, trabajar de
forma multidisciplinar y asociar la
diversidad de los horizontes institucionales.
ADQUIRIR UNA FORMACION
ESPECIFICA
En Francia,a pesar de haberse realizado un
importante esfuerzo en esta materia, se
refería de una manera muy general, a "la
infancia maltratada".
Los abusos sexuales de menores son aún
un tema tabú que encierra a los
profesionales en una conspiración de
silencio.
La necesidad de sensibilizar e incluso de
formar a los profesionales se va abriendo
camino, tal como testimonian las
numerosas jornadas recientemente
organizadas.
En este dossier se recoge una bibliografía
básica, en francés y castellano (ver
bibliografía).
s nvestigaciones y estudios: Son muy
numerosos en el extranjero y en España
comienzan a elaborarse.
Documentos en vídeo: Son un excelente
soporte para la formación de profesionales
y para la educación de menores.

¿QUE INSTRUMENTOS En este sentido aún queda por realizar esta

importante labor.
EXISTEN PARA MEJORAR
LA FORMACION?
Una base documental: Existe un gran
número de artículos, monografías clínicas e
investigaciones relativas a los abusos
sexuales, en un 80% en inglés.

LA PREVENCION ES UN TODO
PASA POR
La concienciación de los individuos
• La sensibilización "justa" de la opinión
pública
• La información a los padres y a los
profesionales
• La formación multiprofesional-
institucional-disciplinaria
• El desarrollo y el apoyo a las iniciativas
locales y asociativas.
Los programas de prevención de abusos
sexuales de menores deben tender a:
• Ofrecer la información de manera justa y
adaptada al desarrollo de los menores,
respetando su pudor.
• Intentar reforzar el discernimiento, la auto-
estima, la capacidad de encontrar ayuda.
• Poder suscitar un diálogo entre menores,
y entre menores y adultos.
• Afirmar los derechos de los menores a ser
considerados como personas de pleno
derecho.
• Situar claramente las responsabilidades
de los adultos respecto a los niños.
No obstante, las vías de la prevención han
de ser aún exploradas y posiblemente las
aproximaciones clínicas y terapéuticas, así
como las investigaciones y acciones sobre
el terreno, aportarán nuevos elementos de
reflexión.

V V v

82
 EL PAP E L D EL PA DR E
(0)
Investigación "... Gracias a una serie de conversaciones en profundidad mantenidas con 54 padres incestuosos y
S. y H. PARKER otros 56 padres de control , los autores han descubierto que la diferencia más importante entre
1985 ambos grupos residía en el hecho de que los padres incestuosos habían pasado un tiempo mínimo
Sanidad mental de con su hija mientras ésta tenía menos de 3 años , y habían igualmente participado muy poco en sus
Quebec cuidados físicos durante ese período ; los padres " control" habían hecho lo contrario ". J.F. SAUCIER
interpreta así los resultados : el conjunto de cuidados prodigados en los comienzos de la vida
imprimirá de forma indeleble en el padre su función de adulto protector, y prevendrá la percepción
de la niña como objeto de deseo sexual. Estima que esto explica las extremadamente bajas tasas
de incestos madre - hijo, así como el hecho de que los padres incestuosos sean con frecuencia
padrastros...

EL LENGUAJE Y EL EJEMPLO

Frangoise DOLTO Mediante el ejemplo y el lenguaje los padres asumen la educación de los niños y su acceso a la
autonomía de comportamiento, al respeto de la libertad de los demás, al dominio y renuncia del
instinto agresivo y gregario sin juicio crítico, y a la responsabilidad de sus actos, siempre dejándoles
que expresen sus deseos inadaptados a las leyes de la realidad y de la sociedad en juego,
mediante fantasmas y mediante el lenguaje hablado. Los adultos manifiestan su capacidad
educadora mediante el dominio de su sensualidad frente a la seducción a la que tiende el deseo del
niño haciendo del padre y la madre objetos de placer, y no mediante su debilidad permisiva o su
violencia represora de la libertad de expresión respecto al deseo del menor.
La inteligencia del niño es intuitiva y observadora. Percibe por parte de los adultos hacia él
actitudes que se contradicen con lo que dicen y entonces se siente inseguro, si ignora que sus
padres se sitúan respecto a él dentro de la misma ley que todos, y que él mismo, en lo que se
refiere al respeto de su vida y al deseo sexual genital, agresivo y seductor en relación al objeto tal
como él lo considera. Es por ello que el adulto debe señalarle esa ley, tanto mediante la castidad de
su comportamiento y de sus actitudes respecto a él, como mediante sus palabras verídicas en lo
que concierne a la limitación de sus derechos sobre los niños, aunque sean los suyos propios. No
se trata de "reprimir" la expresión de los fantasmas del deseo incestuoso del menor, sino
simplemente de no responder en la realidad, de no ser sensible a las exigencias de intimidad
manifestadas por los niños, siempre a falta de placer e ignorantes de cuales serían para ellos
peligrosas de complacer.
Se trata por tanto de una cuestión de identificación psico-afectiva del menor al espíritu de la ética
del adulto tutor, él mismo ordenado en su deseo adulto y respetuoso de la ley. El adulto responde e
informa al menor tanto por el palabra como por el ejemplo.

EL L UG A R DE LA ESCU E LA

Francoise DOLTO Son numerosos los niños que ignoran la prohibición del incesto ; además, creen que los que
son mayores que ellos y sus padres y maestros tienen todos los derechos sobre su cuerpo, incluso
sobre su sexo.
Cuando se les señala la prohibición del incesto, a la edad en la que el menor siente deseo respecto
a sus progenitores, no se les explica más que en el sentido de ellos hacia el adulto, y no que esta
prohibición de intimidad sensual proviniente del adulto, es la misma para sus padres respecto a él.
Habría que enseñar a los menores, en la escuela primaria, que tienen derecho a huir de las
caricias o violencias placenteras para sus padres, a las que les obligan a someterse bajo pretextos
de amor o de castigo. En la escuela, desde los 6 años, habría que darles no solamente
informaciones respecto a la anatomía, funcionamiento e higiene del propio cuerpo, sino también
conocimientos respecto a los órganos sexuales, a su funcionamiento y a su finalidad sensitiva en el
placer y en los sentimientos amorosos, así como en la procreación, llegada la madurez después del
crecimiento, y también respecto a la ley de asistencia y responsabilidad de los progenitores hacia
los engendrados, y recíprocamente cuando los engendrados son mayores.
se*

83
 En mi experiencia, contrariamente a lo que usted dice, la iniciación en la práctica sexual de
adolescentes y niños mediante un adulto (es decir por un muchacho o muchacha que tiene ya 16
años), admitiendo incluso que esta pareja no sea incestuosa, y más aún si el adulto es de más
edad, resulta siempre un traumatismo psicológico profundo.
Hay muchos menores que son víctimas de eso; algunos aparentemente lo superan, pero otros no, y
en casos de situación de humillación o de frustración emocional en el transcurso de su vida, este
traumatismo toma nuevamente una fuerza dinámica desestructurante.

LA EDUCACION SEXUAL
Si hablo del papel de la escuela en la información de la educación sobre la genitalidad y la
sexualidad de los niños, es porque éstos entran cada vez más temprano en la vida social, primero
en la guardería y luego en la escuela, y porque ahí se puede paliar lo que ha podido hacerse en la
familia.
Así pues, vemos a niñitos que llegan sin saber siquiera de quienes son hijos, sin saber siquiera
cómo, quién y para quién tiene sentido su vida y su supervivencia, sin conocer el significado de las
palabras que emplean: abuelo, abuela, padre, tío, tía, hermano, hermana etc., Es papel de la
escuela brindarles el sentido del vocabulario, y la educación sexual consiste, finalmente, en
explicitar el vocabulario del parentesco.

REEVALUAR LA IMPORTANCIA DE LA ESCUELA

El lugar de la escuela es esencial en cuanto a la prevención y a la detección. Parece necesario
permitir una mejor sensibilización de los adultos del mundo escolar hacia los temas de malos tratos.
Para proteger la relación enseñante/enseñado, parece deseable que un tercero, no implicado en el
acto pedagógico, pueda oír y escuchar lo que el menor pueda decir o silenciar sobre los abusos
sexuales de los que es víctima. El psicólogo escolar ocupa este lugar privilegiado. Es además, el
compañero cualificado para ser mediador entre la institución escolar y las diversas instituciones
exteriores a la escuela.
Parece indispensable asociar al Ministerio de Educación nacional en un estudio en profundidad de
los temas de información y formación de la comunicación escolar que, a pesar de su importancia,
continúa siendo el "eslabón débil" del dispositivo social.

LA ACC I O N PR EV E NTIVA

Pr. Serge LEBOVICI (1) El pudor de los menores ha de ser respetado. La educación sexual tiene que ser informativa,
desculpabilizadora, lo que no quiere decir que tenga que conducir a una promiscuidad ansiógena.
Las prácticas sexuales del menor han de ser respetadas en su misterio.

Los padres preocupados por identificarse con las satisfacciones que no consiguieron en su
juventud personal, no deben alentar la sexualidad "operativa" y sin poesía de los jóvenes
adolescentes.

(II) Pero la educación sexual no debe conducir a la pudibundez, felizmente caduca, lo que no
quiere decir que deba alentar a la acción, sino a la posibilidad de verbalización.

(III) Una perspectiva positiva en materia de prevención, en particular de los abusos sexuales, debe
evitar aislar este tema: como siempre, la educación, en el ámbito de la salud, debe evitar valorizar
algunos hechos aislados: el miedo es mal consejero y la merecida confianza de los padres y
educadores permite confidencias que han de ser discutidas, sin que éstos últimos intenten tapar las
brechas acusando a los menores de mentirosos.

(IV) Pero el peligro de la calumnia existe y ha de conducir a la prudencia a quienes reciben las
confidencias, más aún en cuanto que los menores acusadores pueden sufrir la sugestión activa, o
incluso el delirio del cónyuge de la persona acusada de violencia o incesto. Esta no es, no obstante,
una razón para oponer el silencio al grito (Hadjiski, 1987). Sabemos sin embargo que el miedo a la
intrusión, y sobre todo a participar en la acusación de los adultos culpables, paraliza a los agentes
sociales o sanitarios, que temen tomar partido contra los adultos y los padres, es decir, sus propios
padres.

(V) Finalmente, es indispensable diseñar métodos de selección del personal de los servicios y de
los centros de infancia y de juventud, que permitan distinguir en el momento de su contratación a
los buenos profesionales de aquellos otros que se dedican a este tipo de profesiones por razones
relacionadas con su tendencia a satisfacer sus deseos sexuales.

84
 PROPUESTAS DE RECOMENDACION
DEL CONSEJO EUROPEO

Coloquio sobre la 15. Los gobiernos deberían crear en el marco de sus sistemas educativos, comités formados por
violencia en el seno de la enseñantes y por personas que se ocupen del problema de los niños maltratados. Estos comités
familia. estarían encargados de poner en marcha en los establecimientos escolares programas de
Estrasburgo, Noviembre prevención de las violencias físicas, psíquicas y sexuales.
1987
16. Los programas educativos, a partir de preescolar, tienen que tener en cuenta la evolución de la
sociedad; especialmente en lo que se refiere a la creciente atención a la infancia, a la percepción
positiva del envejecimiento y a la evolución de las mujeres y de los hombres. Una educación
específica tendría que enseñar a resolver los conflictos sin violencia y preparar para una vida en
común, así como para las responsabilidades parentales. La violencia en general, y las violencias
sexuales en particular, no han de ser evocadas sino después de que los aspectos positivos del
amor, del afecto y de la sexualidad hayan sido presentados y discutidos.

O LA E DU C A C I O N SEXU A L CO M O A LGO PRE V I O

Planning Familiar Seine- EL PLANNING FAMILIAR REALIZO DOS EXPOSICIONES

Saint-Denis
- Una para las clases de maternal, realizada a partir del libro "Titou et Miquette" (qué es lo que
diferencia a un niño de una niña). Ediciones Dupuis Junior.
- La otra para las clases de primaria, respondiendo a la pregunta natural de los niños: "¿Y yo, de
dónde vengo?", realizada a partir de diversos libros sobre el nacimiento.
- También sirve como útil pedagógico el material pedagógico dirigido tanto a los niños como a los
adultos:
• "Les tracas de Raoul" (dibujo animado en el que un niño intenta saber cómo la semillita de papá
encuentra la semillita de mamá).
• "Défense d'en parler", película de la representación del teatro de B. Bétremieux.
• "Pourquoi les filies font-elles tant de chichis et les gargons se prennent-ils pour des rois?",
realización de M. DUGOWSON - CNDF.
Se trataba de dos municipios, y en uno de ellos la asociación fue solicitada, en el marco de la
campaña departamental de prevención de abusos sexuales, para participar en la información
sexual organizada por la inspectora de primaria.
¿Cuáles han sido las etapas de esta experiencia?
La exposición "¿Y yo, de dónde vengo?", se presentó en las escuelas, en primer lugar a enseñantes
y a padres. Estos acudieron en gran número a ver la exposición que iban a mostrar a sus hijos en
clase. No solamente no se planteó ninguna oposición, sino que este encuentro entre enseñantes y
padres dio lugar a interesantes intercambios.
Esta iniciativa llevó también a que se realizaran debates en profundidad con los profesores:
• ¿Con qué problemas se encuentran a la hora de dar educación sexual?
Las familias no siempre pueden ocuparse por sí solas y en las mejores condiciones. Pero también
es cierto que la institución escolar difícilmente puede asegurar todas las responsabilidades en
materia de prevención (campañas buco-dentales, anti droga, prevención vial...) Además,
actualmente, la calle, la publicidad, la televisión, hablan y tratan a su manera la sexualidad, y ésta
es la única "educación sexual" que tienen los niños si la familia y la escuela no asumen sus
responsabilidades. La escuela sería por tanto un lugar en el que abordar estas cuestiones de una
forma diferente y complementaria.
• ¿Cómo dirigirse a los niños?
Los profesores han constatado que la presentación de la exposición ha facilitado la expresión, lo
que resulta determinante. El hecho de ver imágenes, esquemas con las palabras exactas, escritas,
a propósito de "cosas" tan difíciles de explicar como la relación sexual, ha suscitado preguntas por
parte de los niños y ha facilitado la formulación de respuestas por parte de los educadores. De esta
forma, ha podido llevarse a cabo un diálogo en torno a temas de sexualidad, a partir de este clima
de confianza creado entre menores y adultos. Este marco ofrece las condiciones para que los

ese

85
 ataques y abusos sexuales eventualmente sufridos por los menores puedan ser expresados. Así
pues, posteriormente a estas acciones, los profesores decidieron mostrar la película "Mi cuerpo es
mi cuerpo" (película pedagógica canadiense, elegida para lanzar en Francia una campaña de
sensibilización en dos departamentos pilotos: Isére y Seine-Saint-Denis. La película posee una gran
cualidad, que es la de hablar al menor de su cuerpo, de sus deseos, de sus rechazos, así como de
los límites de los "derechos" de¡ adulto y de la ayuda que éste puede ofrecerle en caso de abuso
sexual).
Parece por tanto que a partir de medios relativamente simples, pero con un objetivo concreto y
dentro de un marco determinado, las dificultades para hablar de sexualidad disminuyen. Una
información sexual que pone en relación a padres, menores y educadores permite abordar los
posibles abusos sexuales.

ACCION EDUCATIVA EN LA ESCUELA

PARA LA PREVENCION DE ABUSOS SEXUALES A NIÑOS

lo`A
Grupo piloto Isére PROPUESTAS METOD
1. Evitar toda acción a desarrollar sistemáticamente sobre los menores , sin una preparación y
conocimiento serios del tema y de¡ terreno. Es deseable por el contrario una información muy
amplia: ¡hablar del tema es actuar!
2. Concertar
Adoptar como regla que los agentes educativos están todos implicados en la acción:
- los padres (frecuentemente reunidos en asociaciones)
- los enseñantes y el equipo educativo
- el servicio de Salud Escolar
- los organismos y personas encargadas de la educación sanitaria (y más concretamente de la
educación sexual) en el centro escolar.
La iniciativa puede tomarse por cualquier participante:
lo esencial es que se constituya un grupo de reflexión para organizar la información.

3. Conocer bien al público

Es un paso previo indispensable: su lenguaje, su argot, su nivel, su historia...
(Si la información la lleva a cabo otra persona que no sea el enseñante, parece indispensable que
éste participe estrechamente en la preparación).

4. Sensibilizar
Las informaciones serán tanto mejor comprendidas por los niños cuanto más integradas estén en un
programa sobre el conocimiento y el respeto de sus propios cuerpos (ejercicios de psicomotric¡dad
- clases de biología - educación sanitaria - educación sexual).
Además pueden utilizarse como medios de sensibilización las noticias de sucesos locales o
internacionales (lo suficientemente difundidas por los medios como para que nadie las ignore).

5. Informar
• Elegir el soporte
El Ministerio de Asuntos Sociales ha puesto a disposición tres películas canadienses (en un video-
cassete). Estas películas han sido experimentadas por diversos grupos en Francia, y han sido
unánimamente reconocidas como de una gran calidad pedagógica.
Pueden plantearse algunas reservas en lo que se refiere al acento, la terminología y determinadas
costumbres muy canadienses, sin que esto constituya un obstáculo para su utilización.
Estas películas están destinadas a niños de 6 a 12 años. Pueden ser utilizadas en segundo grado
como base de discusión para los adultos.
La organización de sesiones de información, la oportunidad de mostrar las tres películas o de no
proyectar sino una o dos y el ritmo de las sesiones han de ser decididos en cada caso por el grupo
de reflexión puesto en marcha en el centro escolar.

099

86
 •04
Danielle RAPOPORT
Psicóloga dependiente
de los Hospitales de
Asistencia Pública de
París , servicio de
pediatría
• La información: ¿quién la difunde?
La elección de uno u otro de los participantes ha de realizarse en el seno del equipo de reflexión.
Pueden ser el/la maestro/a, el servicio de Salud Escolar o el equipo de educación sanitaria y de
educación sexual, con o sin la presencia de representantes de los padres.
Parece esencial que el profesor participe activamente en esta información:
• conoce el grupo y su historia, las interacciones de los menores entre ellos.
• está bien situado para asegurar el seguimiento de la información, responder a posteriores
preguntas, explicar y rectificar los errores de interpretación, en caso necesario orientar a los
menores que necesiten una ayuda personalizada, y evaluar los efectos positivos y negativos de
la información.
LA FORMACION
Toda la historia de la resistencia a los cambios de prácticas cotidianas y de costumbres
administrativas, reconocidas perjudiciales por cualquier especialista en prevención de salud mental,
testimonia la imposibilidad de los adultos para escuchar en ellos los ecos de su propia infancia
"olvidada", rechazada, cuando son responsables de niños. Frente a las emergencias emocionales
demasiado amenazantes, dejan que el muro de sus propias defensas, de sus pantallas pasadas,
lleve a cabo el trabajo de autoprotección y de repetición.
Pero estos adultos, estos padres, este personal evoluciona. Fuera del psicoanálisis, están bañados
de referencias psicoanalíticas, confortados e iluminados sin cesar por la observación de esos niños,
de los adolescentes en que se convierten, de los padres que serán, como continuación de su
propia infancia y de los primeros años de vida, sin embargo "olvidados". Estos adultos, estos
padres, este personal reclaman, a justo título, un acceso a esta comprensión de los procesos que
los bloquean o los sumergen. ¿No podría finalmente permitirse una enseñanza de la amnesia infantil
que denunciaría ciertamente el engaño pedagógico que implica, autorizándose una apertura a
niveles de sensibilidad de toma de conciencia y de creatividad todavía cerrados? ¿No daría
finalmente esta enseñanza un sentido irreversible a esos cambios de prácticas que, naturalmente
que acontecen año tras año, pero cuya fragilidad se constata continuamente sin el soporte de las
modificaciones profundas que deberían sostenerlos?
£ a A é 4 Y 0 Y'T p A F ` f -:
"Es necesario plantearse la necesidad de mejorar la formación de los profesionales del sector,
introduciendo en los planes de estudio de las Escuelas de Trabajo Social, de las Facultades de
Psicología, y de las Facultades de Medicina, una serie de asignaturas que recojan en su contenido
las diversas problemáticas que encierra el abuso sexual a los menores.
Es necesario elaborar y poner a disposición módulos de formación-tipo, preparados de forma
multidisciplinar en el cuadro de una experiencia piloto inter-ministerial que incluya al Ministerio de
Justicia y al de Educación Nacional.
Las acciones de formación preparadas conjuntamente por los diferentes ministerios implicados,
podrían proponer una aproximación multidisciplinar teórica, metodológica y práctica. Estas
formaciones podrían ser gratuitas para el personal de las diferentes funciones públicas y a cargo de
la formación permanente del personal del sector privado".
87
 EN CONCLUSION

En todas las decisiones que haya que tomar en un caso de abuso sexual, la prioridad es
actuar en defensa de los intereses del menor. De manera general, conviene ofrecer apoyo a
todos los que están comprometidos.

La gravedad de los abusos sexuales infligidos al menor exige que todos los casos sean
tratados por equipos multidisciplinares de nivel local.

Las personas implicadas en situaciones de abuso sexual deben poder recurrir a los grupos
de información locales.

Los diferentes profesionales susceptibles de verse enfrentados a estas situaciones de

abusos sexuales deberían recibir una formación básica respecto a los niños, los
adolescentes, la sexualidad y los abusos sexuales.
Igualmente habría que organizar formaciones continuas sobre una base inter-institucional y
multidisciplinar.

Toda acción informativa hacia el público respecto a abusos sexuales a menores, debería
incidir en la prevención y en el conocimiento de las redes de ayuda.
Una educación para la vida tendría que permitir a los menores tener información sobre el
amor, la sexualidad y su lugar en el seno de una genealogía.
Toda información sobre abusos sexuales a menores ha de ser adaptada y dispensada por
personal competente.

Hay que desarrollar investigaciones sobre abusos sexuales. Deberían referirse a una
definición común del abuso y realizar una valoración.

89
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