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Este documental describe el sistema de escuelas residenciales para niños indígenas en Canadá y los abusos que sufrieron. Las escuelas, impulsadas por la iglesia católica desde 1894 hasta 1996, tenían el objetivo de adoctrinar a los niños indígenas y despojarlos de su cultura. Dentro de las escuelas, los niños eran víctimas de maltratos físicos y abusos sexuales. Además, más de 4000 niños murieron en estas escuelas. Hoy en día, las comunidades indígen
Este documental describe el sistema de escuelas residenciales para niños indígenas en Canadá y los abusos que sufrieron. Las escuelas, impulsadas por la iglesia católica desde 1894 hasta 1996, tenían el objetivo de adoctrinar a los niños indígenas y despojarlos de su cultura. Dentro de las escuelas, los niños eran víctimas de maltratos físicos y abusos sexuales. Además, más de 4000 niños murieron en estas escuelas. Hoy en día, las comunidades indígen
Este documental describe el sistema de escuelas residenciales para niños indígenas en Canadá y los abusos que sufrieron. Las escuelas, impulsadas por la iglesia católica desde 1894 hasta 1996, tenían el objetivo de adoctrinar a los niños indígenas y despojarlos de su cultura. Dentro de las escuelas, los niños eran víctimas de maltratos físicos y abusos sexuales. Además, más de 4000 niños murieron en estas escuelas. Hoy en día, las comunidades indígen
Documental “Robado de la cultura: Las Naciones originarias de Canadá”
Nombre: Deissy Santos Jiménez Código: 2183237 Grupo: P
Después de más de cien años de la independencia de Canadá del Reino Unido, las comunidades nativas de esta región siguen sufriendo atropellos por parte de la población civil no indígena. En este documental se recopilan las historias de varios sobrevivientes al sistema de escuelas residenciales de la India, siendo impulsadas por la “ley de los Indios”, y a su vez fueron las responsables de innumerables maltratos, torturas, abusos físicos y sexuales, a los niños indígenas que eran separados de su madre. Durante años, la iglesia católica construyó e instituyó un sistema de escuelas en donde el principal objetivo era adoctrinar a los “salvajes”, y de esta manera, obligar a las tribus nómadas a asentarse en reservas para así poder aprovechar mejor sus tierras. La asistencia a las escuelas fue obligatoria desde 1894 hasta 1947, y la última escuela fue cerrada en 1996; los niños eran separados a la edad de 4 o 5 años, y de no ser entregados, las familias perdían la mínima ayuda que el gobierno les brindaba. Desde el momento en el que ingresaban, los niños eran despojados de cualquier alegoría que hiciera referencia a su procedencia; se les cortaba el cabello, se les quemaba su ropa y les prohibían hablar su idioma, además, se les instruía bajo el lema de “buenos pequeños blancos, y buenos pequeños cristianos.” Una vez dentro de las escuelas los abusos comenzaban; los niños eran torturados obligándolos a comer su propio vómito, tanto niños como niñas eran violados sexualmente por parte de los sacerdotes a cargo y algunos, eran sometidos a la silla eléctrica. Todos estos maltratos dejaron secuelas en las mentes de los sobrevivientes e indirectamente parece que las nuevas generaciones también cargan con el peso de ellas. Muchos jóvenes indígenas huyen de las reservas en busca de mejores oportunidades, sin embargo, (la mayoría sin estudios secundarios) terminan en Thunder Bay presos del alcohol y las drogas. La situación actual para las comunidades originarias no es del todo distante a la vista años atrás. El racismo sigue latente, y al gobierno parece importarle poco las problemáticas que ellos deben afrontar. En Canadá existe un fenómeno social llamado “mujeres desaparecidas”, y hace alusión a las más de 4000 jóvenes y mujeres indígenas desaparecidas en los últimos 30 años. Hace tantos años, pero solo hasta el 2015 con la elección de Justin Trudeau como primer ministro, Canadá reconoció lo ocurrido como un genocidio. El nuevo gobierno despertó esperanzas de justicia para estas comunidades, no obstante, el número de mujeres desaparecidas continúa en aumento y las declaraciones que ofrece la policía no son acertadas. Luego de movimientos como #BlackLivesMatter, la problemática salió a la luz pública y logró atraer la atención de algunos medios de comunicación. Al interior del país, existen representantes como el diputado Charly Angus, quien desde el 2013 defiende a las víctimas de la escuela Saint Anne´s, y aboga desde hace 20 años por los pueblos indígenas. Como él, hay otros pocos más que prestan su voz y representan las necesidades de quienes piden justicia. Las muertes registradas por causa de estas escuelas mientras estuvieron abiertas, se sitúa en más de 4000 niños; pero a Canadá parece no importarle lo suficiente y prefiere no ahondar en este pasado con el fin de protegerse lo más que pueda.