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LOS INDÍGENAS

DESCONECTADOS DEL
MUNDO
En el mundo existen más de
5.000 pueblos indígenas
diferentes que hablan más de
4.000 lenguas
RESUMEN

Tienen diferentes costumbres y culturas, pero comparten algunas desagradables


realidades: la expulsión de sus tierras, la negación de su cultura, las agresiones
físicas y ser tratados como ciudadanos de segunda clase.
Los pueblos indígenas suelen ser marginados y sufrir discriminación en los
sistemas legales de los países. Esto hace que corran además el riesgo de sufrir la
violencia y abusos. Quienes defienden sus derechos humanos y denuncian sus
violaciones sufren intimidación y violencia, a menudo con el apoyo del Estado.
Los esfuerzos pacíficos de los pueblos indígenas para mantener su identidad
cultural o ejercer el control sobre sus tierras ancestrales y sus recursos pueden
ser etiquetados de traición o "terrorismo".
Amnistía Internacional trabaja con los pueblos indígenas para elaborar leyes que
hacen falta con urgencia para proteger sus tierras, su cultura y sus medios de
vida. En el ámbito internacional, los pueblos indígenas han hecho oír sus voces y
han presionado efectivamente a los gobiernos. Amnistía Internacional les ha
apoyado, por ejemplo, en la redacción de la Declaración de la ONU sobre los
Derechos de los Pueblos Indígenas (2007).
También trabajamos para que puedan volver a su hogar. Después de más de 20
años de vivir en condiciones deplorables junto a una transitada carretera, la
comunidad indígena sawhoyamaxa de Paraguay ganó su batalla legal y retornó a
sus tierras ancestrales. “Los indígenas sólo lloramos cuando logramos nuestra
libertad", dice el dirigente comunitario Carlos Marecos. “Y hoy es como si
estuviéramos saliendo de una cárcel. Por eso, muchos lloraron de la emoción."
DESPOSEÍDOS Y EN PELIGRO

Los pueblos indígenas suelen compartir un valor clave: la estrecha relación entre su
identidad, su estilo de vida y sus tierras. Actúan como "guardianes" o "custodios" de
las tierras para la siguiente generación. Perderlas significa perder la identidad.

Las tierras en las que viven los pueblos indígenas suelen ser ricas en recursos y han
sido apropiadas, vendidas, alquiladas o simplemente saqueadas y contaminadas
por gobiernos y empresas privadas. Muchos indígenas han sido arrancados de sus
tierras con políticas discriminatorias o conflictos armados. Los activistas por los
derechos indígenas sufren actos violentos e incluso son asesinados cuando tratan
de defender a sus comunidades y sus tierras.
En muchos países, más del 50 por ciento de los indígenas vive en las ciudades.
En las últimas tres décadas, muchos indígenas se han trasladado desde sus
tierras ancestrales a las zonas urbanas. Algunos en busca de oportunidades de
educación y trabajo, mientras otros huyen de abusos contra los derechos
humanos, sobre todo en relación con sus derechos sobre las tierras y la
supervivencia de su cultura.

Lejos de unos recursos y unas tradiciones vitales para su bienestar y su


supervivencia, muchos indígenas no pueden disfrutar plenamente de sus
derechos humanos. Por el contrario, sufren marginación, pobreza, enfermedades
y violencia; y, en algunos casos, la extinción como pueblo.
LO QUE VIVEN LOS INDÍGENAS

Los pueblos indígenas sufren discriminación y marginación. En el continente americano,


por ejemplo, en comparación con otros ciudadanos, las mujeres y los hombres indígenas
tienen más probabilidades de cobrar un sueldo inferior, tener niveles educativos inferiores
y tener menos esperanza de vida. En el mundo, los indígenas sufren tasas superiores de
pobreza, carencia de tierras, malnutrición y desplazamiento interno, y niveles inferiores de
alfabetización y menos acceso a los servicios de salud.

Las mujeres indígenas afrontan múltiples formas de discriminación debido a su cultura,


clase y género. Es más probable que mueran en el parto y que la discriminación
desemboque en abusos de las autoridades y de personas de otras comunidades. En la
década de 1990, las autoridades estatales esterilizaron sin su pleno consentimiento a más
de 2.000 mujeres indígenas y campesinas de Perú. El 22 de enero de 2014, la fiscalía de
Lima cerró su caso. Se les negó la justicia sin más.
La violencia en el ámbito familiar puede producirse en todas las comunidades.
Pero con la alteración de los estilos de vida tradicionales, las mujeres indígenas a
veces pierden estatus en su propia sociedad o se encuentran con que la
frustración derivada de la discriminación racial y sexual que afectan a la
comunidad en general se convierte en violencia en su propia casa.

Esta discriminación, marginación y violencia se producen una y otra vez en todo


el mundo. Desde el África meridional, donde los niños san, ovahimbas y de otros
pueblos indígenas tienen muy difícil el acceso a la educación, hasta el sureste
asiático, donde la mayoría de las mujeres y niñas objeto de trata transfronteriza
proceden de comunidades indígenas.
AMNISTÍA INTERNACIONAL PIDE:

Los gobiernos deben implementar leyes y políticas que hagan realidad la


Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas,
sobre todo en torno a los siguientes aspectos:

• garantizar que los pueblos indígenas tienen voz en las decisiones que les afectan;

• mantener sus identidades culturales propias;

• vivir sin discriminación ni la amenaza del genocidio;

• tener acceso seguro a las tierras y a unos recursos esenciales para su bienestar y
estilos de vida.

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