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Sociales en el Norte de Chile
“q wn”
Tres letras que representan dos palabras: “que weon”. Por supuesto, weon es
una de esas palabras chilenas en castellano que todos entienden, pero que no
es traducible. Se puede usar para saludar a un buen amigo o hablar de un ene-
migo, o incluso gritar cuando el equipo nacional marca un gol aparentemente
imposible. Tomás, de veintitrés años, usó esta palabra para introducir un meme
en su muro de Facebook.
Este meme, ilustrado en la figura 7.1, deja en claro las formas en que las
conductas cotidianas son actuaciones. Incluido dentro de estos comportamientos
está el uso de las redes sociales, donde las personas se identifican a sí mismas
como un tipo particular de persona, reclamando ciertos tipos de afiliación y
ubicarse dentro del mundo. Este meme reconoce que muchas personas crean
significado a través de una mezcla de expresión corporal, comprando marcas
simbólicamente cargadas de significado y el uso de las redes sociales, pero la
densidad de símbolos usados dentro del texto evoca exageración y sarcasmo. El
personaje imaginado que escribe este texto es ridículo. Tomás reconoce esta ridi-
culez al usar la palabra “weon”, en este caso significa algo así como “qué idiota”.
Usando “weon”, Tomás se distingue de este personaje de paja que podría
escribir tal publicación en las redes sociales. Los hospiceños generalmente se
esfuerzan por lograr una estética sin pretensiones asociada con la marginalidad,
pero este meme describe la estética y los comportamientos conspicuos asocia-
dos con el consumo y el cosmopolitismo. Solo un otro cosmopolita sería tan
insincero como para construir tal imagen en oposición consciente a la estética
normativa, las identificaciones sociales y las actitudes. Y aunque tal vez Tomás y
la mayoría de los hospiceños dirían que los tipos de rendimiento descrito por el
texto es abierto y excesivo, incluso cuando la idea de presentación consciente es
antitética a la forma predominante de normatividad. De hecho, las actuaciones
Figura 7.1
Meme sobre hipsters
oír sus opiniones, y quién no; y cómo los individuos no solo se comportan e
interactúan dentro de esta cosmovisión, sino también cómo entienden su lugar
individual dentro o fuera de él.
Las redes sociales también revelan algunas de las formas en que la vida
social está cambiando, tanto en Alto Hospicio como en el Gran Norte de Chile
en general, como resultado de las nuevas tecnologías de comunicación. En ese
espacio fronterizo, a menudo conceptualizado tanto por quienes viven allí como
por aquellos en la metrópoli cosmopolita, los avances en la tecnología de las
comunicaciones sí cambian la vida cotidiana. Los medios sociales permiten a
las personas estar en mejor contacto con los familiares que están ausentes, ya sea
como resultado de la industria minera o la migración internacional. Las redes
ofrecen amplias formas de entretenimiento e incluso se utilizan para organizar
actividades tales como fechas y salidas grupales.
Sin embargo, las redes sociales no han cambiado todo. Es popular elogiar las
oportunidades que ofrecen para salvar divisiones socioeconómicas o empoderar
políticamente a las poblaciones. Sin embargo, los hospiceños, comparativamente
marginados en ambos aspectos, no ven estas nuevas ventajas como los principales
usos de las redes. Si los nuevos medios realmente tienen el potencial de reducir
las desigualdades globales o nacionales es una cuestión que debe dejarse en
manos de otras poblaciones. Las redes sociales de Alto Hospicio siguen siendo
una extensión de la vida social normativa de la ciudad, en lugar de un ámbito
diferente en el que se pueden alcanzar nuevas aspiraciones.
Del mismo modo que las redes no cierran automáticamente las divisiones
económicas o políticas, las personas no siempre las usan para buscar nuevas
formas de conectarse con el mundo, ni para encontrar medios de autoexpresión
que no estén disponibles en el contexto local. En Alto Hospicio, los tipos de
identificaciones que se hacen visibles en las redes corresponden a los valores de la
comunidad y los propios guiones sociales que a menudo guían el comportamiento.
Ciertamente hay algunos jóvenes (y tal vez también mayores) que alcanzan las
divisiones, ya sean geográficas o ideológicas, para encontrar nuevas formas de
ver el mundo, nuevas posibilidades o nuevas aspiraciones como resultado de su
conexión en las redes. Sin embargo, la abrumadora normatividad de las redes
sociales en Alto Hospicio deja en claro que su uso para rechazar las formas
predominantes de normatividad es el resultado de los deseos de los individuos
en lugar de los aspectos inherentes de los medios. Las redes pueden facilitar la
libertad recién descubierta para algunos, pero hay muchas razones para creer que
si no estuvieran disponibles, estas personas buscarían ese tipo de libertad a través
de otros canales. Las redes tienden a reforzar las formas de identificación que se
resaltan en otros ámbitos de la vida social (por ejemplo, conexiones familiares,
afiliación regional y humor) y a borrar aquellas que son menos importantes para
la comunidad (incluida la indigeneidad, la politización abierta o identificaciones
no normativas de género y sexualidad). Las redes sociales en Alto Hospicio no
son un espacio para la proliferación de identificaciones. De hecho, incluso el
uso de estética y visualidad en línea de hospiceños ilustra que, incluso cuando
existe un mundo de posibilidad, la visibilidad de las interacciones y la natura-
leza pública de cómo los guardianes de la comunidad moderan a otros pueden
transformar las redes sociales en una fuerza conservadora.
El poder de las redes como fuerza conservadora depende de su accesibilidad
a un público amplio, en parte porque la tecnología necesaria es razonablemente
asequible como resultado de la zona de importación libre de impuestos. Incluso
en un lugar como Alto Hospicio, los teléfonos inteligentes y el acceso a Internet
no se consideran bienes de lujo; son posesiones prácticamente necesarias para
todos menos para los residentes más pobres, incluso más esenciales que los refri-
geradores o las estufas. Dichos artículos electrónicos no están asociados con un
estilo de vida extravagante, sino que son indispensables para la comunicación.
Por lo tanto, las redes sociales y su tecnología asociada se han subsumido rápida
y casi sin interrupción dentro de la normatividad sin pretensiones que domina
la vida social en Alto Hospicio.
El argumento central de este libro es que, para los residentes de Alto Hospicio,
las redes sociales actúan como un escenario en el que los modos normativos de
ciudadanía no solo se llevan a cabo, sino que también se refuerzan como valores
sociales importantes. Los hospiceños las usan para expresar solidaridad, probar
la autenticidad, mantener la normatividad, realizar identificaciones y desafiar
las concepciones de lo que es la verdadera “chilenidad”, todo desde una posición
marginada dentro de la nación. Cada uno de estos objetivos del uso de las redes
sociales demuestra las formas en que la vida en línea de los hospiceños se ve in-
fluida por la expresión de la ciudadanía en relación con los niveles local, regional,
nacional y global. Los residentes de Alto Hospicio posicionan su propio estatus
legal, derechos, participación pública y sentido de pertenencia precisamente en
la forma en que realizan las identificaciones marginadas en las redes sociales.
1
También ver la discusión de Ong: “neoliberalism as exception” and “exceptions to
neoliberalism”. Ong, A. 2006. Neoliberalism as Exception: Mutations in Citizenship and
Sovereignty. Durham, NC: Duke University Press.
2
Redfield sugiere que las comunidades “populares” más pequeñas exhiben homogeneidad,
solidaridad y amistad, mientras que las áreas urbanas muestran una pérdida de estas
características. Ver Redfield, R. 1955. The Little Community and Peasant Society and
Culture. Chicago: University of Chicago Press.
En muchos casos, el humor es clave tanto para probar como para mantener
los límites de aceptabilidad. El humor varía desde mensajes de estado graciosos y
comentarios sarcásticos hasta ridículas formas de exageración y juegos de palabras
visuales ejemplificados por memes. Cuando alguien actúa inaceptablemente, el
humor proporciona un medio de castigar tal actividad sin causar vergüenza.
Pero el humor también marca el espacio como informal, y a menudo trabaja
para fortalecer, reafirmar o incluso comenzar nuevas amistades.
Este tipo de juego permite comentarios sobre la estructura social sin arti-
culación directa, y actúa como una barrera para la rendición de cuentas de las
formas sinceras de comentario social. Los memes humorísticos se utilizan para
probar los límites de lo apropiado y posible de una manera segura, y por lo tanto
son parte integral de las nociones de normatividad. De hecho, el humor puede
ser la clave de las formas en que los individuos consideran que la normatividad
es deseable y no represiva.
El humor también refuerza la sensación de que las redes sociales son una
forma auténtica de interactuar con amigos y conocidos. Gran parte del humor
en sus páginas de redes sociales funciona a través de la interacción en los comen-
tarios. Los hospiceños incluso responden a los memes publicando los memes
correspondientes en el área de comentarios ofrecida por Facebook. Como afirma
Sherzer, el humor puede usarse como una prueba del conocimiento local, y
cuando el éxito constituye un logro colectivo3.
En Alto Hospicio, la decisión implícita de no hacer ostentación de la riqueza
y los bienes materiales, construir casas en huelga ni expresar la personalidad
individual en el estilo personal, todo funciona para servir a la cohesión de la
comunidad. Hay poco impulso para inspirar celos. En cambio, los hospiceños se
esfuerzan por mantener un status quo que todos pueden obtener. Sin embargo,
esta norma requiere que los individuos definan los límites de la normatividad
como un proyecto público. Estos límites se hacen claros en los chismes y en
la resistencia a aquellos que parecen cruzarlos. Como tal, las redes sociales se
vuelven integrales para mantener la normatividad. Si bien la producción de
normatividad es un aspecto importante de la vida social cotidiana en la calle, en
la sociedad civil y en las conversaciones personales con los vecinos, el proyecto
se fomenta y se hace más visible cuando los Hospiceños usan las redes sociales
para llevar a cabo la “igualdad”.
3
Sherzer, J. 2002. Word Play and Verbal Art. Austin: University of Texas Press.
A lo largo de este libro utilizo el concepto de guiones sociales para explicar las
formas en que la normatividad hace que algunos comportamientos parezcan
“naturales” y esperados, mientras que otros comportamientos se interpretan como
extraños, fuera de lugar o inapropiados. La idea de los guiones sociales se basa
en la noción de que las personas siempre están desempeñando; aunque puedan
improvisar, las narrativas culturales básicas sirven como plataforma para estas
representaciones. La interacción en las redes sociales deja en claro las formas en
que estos guiones no son preexistentes, sino que son construidos constantemente
por aquellos que actúan dentro de ellos. No todos los hospiceños siempre viven
dentro de los límites de lo que el grupo más grande podría considerar apropiado,
pero son estas mismas rupturas en las suposiciones naturalizadas las que hacen
que los supuestos sean visibles. Ejemplos de estas rupturas demuestran cómo
aquellos que tienen más interés en mantener la normalidad a menudo reafirman
activamente las normas sociales imperantes cuando son desafiados.
La idea de los guiones sociales también reconoce la importancia de la au-
diencia en la interacción. Tanto los actores como las audiencias constantemente
interpretan y redefinen los guiones sociales en el contexto de su historia específica
y economía política. Las actuaciones cotidianas en las redes sociales cuentan
historias de autocomprensión y afiliación, tanto a uno mismo como a los demás,
creando lo “socialmente real” a través de la narración4. Como afirma Dwight
Conquergood, el rendimiento no necesariamente comienza con la experiencia,
sino a menudo se da cuenta de la experiencia5.
Sobre todo, la idea de que las plataformas de medios sociales son un esce-
nario para realizar scripts sociales para una audiencia nos recuerda que las redes
sociales son de hecho “sociales”. La naturaleza interactiva de las redes es clave
para la popularidad de ciertas plataformas y aplicaciones en comparación con
otras. Debido a que los hospiceños conciben Twitter como unidireccional, lo
consideran aburrido. Por el contrario, Facebook, WhatsApp e Instagram ofrecen
una amplia oportunidad para “me gusta”, comentar, conversar y participar en
4
Ver la discusión de Butler sobre performatividad e identidad. Butler, 1999. Gender
Trouble. 146.
5
Conquergood, D. 1986. “Between Experience and Meaning: Performance as a Para-
digm
for Meaningful Action”. Renewal and Revision: The Future of Interpretation. Colson,
T., ed.
Austin: Omega. 6-7.
6
Gramsci, 1971. Selections from the Prison Notebooks. 216.