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FACULTAD DE INGENIERÍA
Carrera de Geología, Viña Del Mar
Profesor Guía
Para comenzar quiero agradecer a mi gran guía en este trabajo el profesor Cristian
Rodrigo, por los infinitos retos que me ayudaron a lograr esta tesis, por las incontables
horas conversando, contando experiencias de vida y arreglando el mundo.
A mis grandes amigos de la vida que, si bien los abandoné mucho tiempo, siempre intenté
darme el espacio para verlos, hablar, abrazarlos y que sintieran que siempre he estado
para ustedes. Los adoro, no duden que siempre estaré en cualquier situación que
necesiten. Felo y Rocío.
A mis padres y mi hermano, de quienes estaré eternamente agradecido por lo mucho que
han hecho por mí, por ser mi gran pilar fundamental, los que me enseñaron que el límite
lo pongo yo, los que me han apoyado en cada una de mis locuras y me han ayudado a
cumplir mis sueños. Sin ustedes nada de esto tendría sentido. Gracias por tanto,
disculpen por tan poco.
Y a mi hermosa polola Natalie por aguantar a este sujeto en los malos días, por siempre
tener un espacio para mí en tu hogar, por acogerme y entregar todo de ti para
mantenerme feliz. Eres esa lucecita que me recarga de energía, que junto a Julieta son
mi gran alegría de los días.
2.4.1 GENERALIDADES......................................................................................... 14
2.4.2 CAÑONES SUBMARINOS EN CHILE ........................................................... 17
2.7.1 GENERALIDADES......................................................................................... 28
2.7.2 CLASIFICACIÓN............................................................................................ 28
2.7.3 FACTORES DESENCADENANTES DE DESLIZAMIENTOS SUBMARINOS30
2.8.1 GENERALIDADES......................................................................................... 33
2.8.2 ISLA DE CHILOÉ Y ARCHIPIÉLAGO DE LOS CHONOS (42° S – 46 ° S) ... 36
3 METODOLOGÍA ......................................................................................................... 40
4 RESULTADOS ........................................................................................................... 53
5. DISCUSIÓN............................................................................................................... 85
Figura 1. Áreas de estudio en Polígonos de estudio (I, II, lll, lV y V), los subpolígonos muestran las áreas de estudio de los
diferentes proyectos de investigación de la campaña CIMAR24.
1
1.1 FORMULACIÓN DEL PROBLEMA
Por otro lado, el único registro disponible para la mayoría de las corrientes de turbidez
es el depósito que dejan atrás. Por lo tanto, para comprender los procesos actuales de turbidez,
se necesita determinar el grado en que estos flujos están representados por sus depósitos. Sin
embargo, vincular flujos y depósitos es un gran desafío científico, porque hay pocas
mediciones detalladas de las corrientes de turbidez submarina en acción, e incluso menos
mediciones directas que se puedan comparar con los depósitos resultantes del fondo marino.
Específicamente en los cañones submarinos del Sur de Chile, que no llevan muchos años en
estudio. En los últimos años, las morfologías y procesos sedimentarios de los cañones a lo
largo del margen continental chileno se han comenzado a estudiar intensamente,
especialmente en relación con la deformación tectónica, los cambios en el nivel del mar, la
topografía del fondo marino y la dispersión de sedimentos.
2
Recientemente, los estudios de cañones han demostrado que la morfología, los
procesos sedimentarios y la tectónica en la región de la cabeza del cañón son los principales
factores para determinar los tipos de cañones y comprender los procesos evolutivos de los
cañones submarinos (Harris y Whiteway 2011; Jobe et al. 2011; Obelcz et al. al.2014; Puig et
al.2014).
3
1.2 HIPÓTESIS DE TRABAJO
1.3 OBJETIVOS
4
1.4 ÁREA DE ESTUDIO
Figura 2. A) Área de estudio general. B) Cañones submarinos al sur de los 43° S. C) Cañón submarino Simpson.
Elaboración propia.
5
2 MARCO TEÓRICO
2.1 MARCO GEOLÓGICO
Figura 3. Mapa de localización del Complejo Metamórfico Chonos. A) Distribución general del Archipiélago Los Chonos. B)
Geología regional de la región de Aysén. Modificado de Pankhurst et al. (1999).
7
La historia evolutiva de la deformación de la placa Sudamericana muestra la existencia
de dos dorsales oceánicas. La primera de ellas separa a las placas de Farellón y Aluk, la cual
tiene una orientación NE-SW, que inicialmente se encontraba al NW de la placa Sudamericana
y que origino un gradiente de la edad del fondo oceánico, que se subducta de más joven, al
norte; a más antiguo, al sur. Esta dorsal colisiona con el margen norte de Sudamérica (Figura
5) cerca de los 90 Ma (Cretácico superior) y en el borde Patagónico (42°S) colisiona alrededor
de los 52 Ma (Eoceno inferior) y en la Península Antártica y Tierra del Fuego a los 42 Ma
(Eoceno medio) (Cande & Leslie, 1986; Folguera & Ramos, 2002).
8
Figura 4. Mapa de Sudamérica a los 130-110 Ma, con la placa Aluk que subducta la placa Sudamericana. A la derecha se
muestra un diagrama de la tectónica global de la colisión de la dorsal Farallón-Aluk en el margen occidental de Sudamérica
extraído de Folguera & Ramos (2002)
9
La zona de falla surge en respuesta a la subducción oblicua entre la placa de Nazca y
la Sudamericana, y se ubica a lo largo del arco. (Lavenu & Cembrano, 1994). Durante el
Eoceno-Mioceno el margen Andino, está sometido a una constante subducción, y cambia su
convergencia, a una subducción más oblicua, con una alta tasa de convergencia que ha sido
acomodada a lo largo del arco magmático, generando así un movimiento dextral de tipo
transpresional (Pardo-Casas & Molnar, 1987; Hervé et al., 1993; Cembrano et al., 1996). Se
han observado cuencas extensionales Eocenas-Miocenas en la zona de estudio, un ejemplo
de estas es la Formación Traiguén, atribuida al desarrollo de cuencas extensionales asociadas
al movimiento de rumbo a lo largo de la ZFLO (Hervé et al., 1995; Silva et al., 2003) (Fig. 5).
Figura 5. Mapa estructural de la zona austral de Chile. Rectángulo blanco: área de estudio. Línea blanca: Perfil sísmico RC
2901 Line 734 de Scherwath et al. 2009. LOFZ: Liquiñe-Ofqui Fault Zone (Zona de Falla Liquiñe-Ofqui). ZFGM: Zona de
Fractura Guamblin. ZFGF: Zona de Fractura Guafo. ZFD: Zona de Fractura Darwin. Extraído de Vargas et al. (2013).
10
El perfil sísmico RC 2901 Line 734 (Fig. 6) muestra el margen entre las zonas de fractura
oceánica de Chiloé y Guafo a ~ 43 ° S. Las restricciones sísmicas muestran que la parte más
hacia el mar del antebrazo del sur de Chile (43 ° -46 ° S) se caracteriza por un pequeño prisma
acrecionario (<10 km de ancho) que sugiere una subducción eficiente de sedimentos
(Scherwath et al. 2009; Contreras-Reyes et al. 2013). De hecho, los modelos bidimensionales
de profundidad y velocidad de esta línea muestra la ubicación del contacto entre el marco
continental y el prisma acrecionario frontal. Este contacto litológico define el tamaño del prisma
acrecionario frontal. Scherwath et al. (2009) presentaron los modelos de velocidad
bidimensionales frente a la Isla de Chiloé y Aysén mostrando un prisma acrecionario frontal
bastante estrecho de 5-7 km de ancho, que está limitado hacia tierra por un abrupto gradiente
de velocidad lateral que sugiere un cambio en tipo de roca.
11
Figura 6. Estructura de velocidad sísmica e interpretación de la zona de subducción superior de Aysén a ~ 44.5 ° S (perfil
P8). (a) Modelo de velocidad 2D obtenido de la inversión tomográfica de los tiempos de viaje (Scherwath et al. 2009). (b)
Interpretación basada en el modelo sísmico mostrado en (a). La zanja está muy sedimentada, los eventos de pérdida
masiva también son evidentes en la base de la pendiente continental. El prisma frontal tiene aproximadamente 5 km de
ancho.
12
Por otro lado, el margen continental chileno se caracteriza por terremotos recurrentes, los
cuales, pueden alcanzar magnitudes mayores a 7.5 Mw (Fig. 7). Los terremotos en esta figura
son históricos y se observan predominantemente en la plataforma, cerca de la subducción,
donde la gran ruptura ha sido precursora de diferentes remociones en masas.
Figura 7. Sismicidad centro-sur de Chile. Los puntos son epicentros de eventos mayores a M 4.5 del catálogo NEIC de 1900
a 2017. La barra de color está relacionada con la profundidad de los hipocentros. La línea púrpura es la extensión de ruptura
estimada de los terremotos de Valdivia gigantes de 1960 y 1737 y 1837, y las líneas de color amarillo son las longitudes de
ruptura de eventos más pequeños que rompieron una zona parcial del contacto entre placas. Extraído de Ruiz y Madariaga
(2018).
13
2.4 CAÑONES SUBMARINOS
2.4.1 GENERALIDADES
Como definición son valles generalmente sinuosos de paredes abruptas que presentan
ancho, profundidad y longitud variable, que se distribuyen tanto en los márgenes pasivos como
en los activos, aún cuando son más abundantes en este último sector (Harris y Whiteway,
2011; Puig et al., 2014). Éstos tienen una sección transversal en forma de “V” y en algunos
casos en forma de “U”, los cuales se desarrollan a lo largo de la plataforma o el talud continental
(Silva, 2007)
Los cañones submarinos son divididos en tres zonas: cabecera, cuerpo y pie (Silva,
2007) (Fig. 8), como se describe a continuación:
✓ Cuerpo: es la parte central del cañón submarino, cuya forma depende de las
características de la zona en la cual está emplazada.
✓ Pie o desembocadura: Es la parte más distal del cañón, donde los sedimentos
transportados a través del cañón son depositados formándose un abanico submarino,
el cual es similar en forma a los grandes deltas generados en las desembocaduras de
los ríos continentales (Pratson, 1994).
14
Figura 8. Morfologías del margen continental y partes de un cañon submarino. Cañon submarino Monterey, EE.UU.
Modificado de Paull, C. K. et al. 2011.
Los cañones submarinos al igual que los sistemas fluviales terrestres, pueden mostrar
desestabilización de sus flancos, manifestada por la ocurrencia de grandes deslizamientos.
Estos deslizamientos en la mayoría de los casos determinan, la morfología del cañón debido
a sus grandes dimensiones que pueden ser de unos kilómetros hasta unas decenas de
kilómetros en largo y ancho, movilizando grandes masas de terreno (Gaudin, 2005).
Los tipos de cañones pueden ser tres y fueron clasificados según Harris y Whiteway
(2011). El primer tipo incide la plataforma y tienen conexión directa entre el sistema fluvial y la
cabecera; el segundo tipo incide la plataforma, pero no están vinculados a sistemas fluviales,
mientras que en el tercer tipo son exclusivos de talud (cañones ciegos). Los cañones del tipo
1 y 2 están recorridos por flujos turbidíticos y son más activos en épocas de bajo nivel del mar.
15
Los cañones del tipo 3 evolucionan por erosión retrogradante y pueden convertirse, en su
etapa madura, en cañones del tipo 2 (Fig. 9).
Otra de las principales características de los cañones submarinos son las terrazas, que
morfológicamente son similares a las terrazas fluviales en tierra. Las terrazas son estructuras
planas que se levantan algunas decenas de metros sobre el fondo del cañón. Todas las
terrazas sin importar de qué tipo se encuentran estratificadas, debido a la depositación de los
sedimentos turbidíticos arrastrados por las corrientes (Mulder et al. 2004).
Según Tranier, 2002 se divide en tres tipos de terrazas: La primera es tipo herradura, la
cual es formada en el relleno de los sedimentos dentro de un meandro abandonado. La
segunda es tipo limitada por un alto topográfico, esta ocurre cuando un relieve de algunos
metros de alto bordea la terraza en la dirección del thalweg. En ciertos casos se pueden
distinguir estructuras de onlap en las que se puede evidenciar la antigüedad del alto topográfico
en relación con la estratificación de la terraza, las cuales son caracterizadas por una facie
sísmica de tipo caótica en la base y estratificada al techo, sugiriendo así, que en un inicio estas
terrazas eran debidas a fallas de gravedad, luego las corrientes de turbidez erosionaron estos
16
depósitos caóticos y depositaron sobre ellos nuevos materiales bien estratificados. Este tipo
de terraza está limitado por las paredes del cañón. Y por último, la tercera es tipo terraza plana,
la cual se caracteriza por su forma muy plana y regular. Esta actúa como una barrera natural,
formada por la migración del curso del cañón en forma lateral. Este tipo de terrazas se
encuentra en la parte convexa del cañón, donde los procesos de erosión son más fuertes.
Entre los principales cañones y valles submarinos del margen continental se reconocen
los cañones submarinos (Fig. 10): San Antonio, Maule, Biobío, Toltén, Callecalle, Chacao,
Cucao, Darwin y Simpson. Éste último es el que se estudiará en este trabajo, que será
detallado más adelante.
17
Figura 10. Mapa de Chile con sus respectivos cañones submarinos. Extraído de Rodrigo
(2010).
18
2.5 PROCESOS EROSIVOS
2.5.1 PROCESOS SEDIMENTARIOS
CORRIENTE DE TURBIDEZ
Es importante reconocer que las corrientes de turbidez son parte de un proceso continuo
en todo el espectro de procesos (Stow, 1996). Los eventos de remociones en masas (slide y
slumps) en regiones de pendiente proximal pueden evolucionar hacia partes inferiores en flujos
de escombros y de allí a corrientes de turbidez (Fig. 11). Las corrientes de turbidez de baja
concentración pueden aportar material a corrientes de fondo semipermanentes o, a través de
un proceso de dilución y flujo elevado (Fig. 12), que conduce a un proceso de sedimentación
hemiturbidítica (Stow, 1990; Chispas, et al. 1993).
Figura 11. Vista esquemática (3D parcial) de una corriente de turbidez, que identifica las regiones de cabeza, cuerpo y cola.
Los flujos de alta concentración comúnmente desarrollan una capa basal densa distintiva hacia el frente del flujo. Extraído
de Stow (2020).
19
Figura 12. Vista esquemática (2D) del proceso de flujo de flujo en el extremo más distal de una corriente de turbidez.
Deposición de turbiditas de lodo distales y hemiturbiditas como se muestra. Modificado de (Stow, 1990).
Dentro de estos procesos, las corrientes de turbidez son una de las formas más
importantes por las cuales el material de grano fino, medio y grueso se transfiere de aguas
poco profundas a profundas, ya que, son suspensiones turbulentas de lodo y arena (y grava
en algunos casos) en agua que son impulsadas por el componente de gravedad de la
pendiente descendente que actúa sobre el exceso de densidad. Pueden ocurrir como eventos
de baja pendiente que viajan solo por una cuestión de kilómetros cuesta abajo, también
ocurren como flujos uniformes o constantes de vida relativamente larga. Alternativamente,
pueden ser alimentados por una descarga constante debido a la entrada prolongada de, por
ejemplo, un flujo hiperpícnico (Mulder, et al. 2001; Mulder, et al. 2003). El tipo de flujo uniforme
permite el transporte a distancias muy largas a lo largo de decenas a varios miles de kilómetros,
ambos en pendiente, sobre pendientes de > 5 ° a < 0,5 °, y a través de llanuras abisales planas.
La sedimentación hemiturbidítica (Stow, 1990; Chispas, et al. 1993) implica la elevación del
flujo y la dispersión ascendente desde una corriente de turbidez diluida durante sus etapas
finales de deposición y/o después de la interacción con un obstáculo topográfico positivo. El
material de grano fino transportado por la corriente de turbidez se dispersa por encima y más
20
allá del depósito final de la turbidita normal, que se mezcla con cualquier material pelágico o
hemipelágico de fondo y se deposita lentamente por suspensión.
CORRIENTES DE FONDO
Hay al menos tres tipos diferentes de corriente de fondo que pueden reconocerse que
funcionan en entornos de aguas profundas, que incluyen primero corrientes de fondo
impulsadas por el viento, segundo corrientes de fondo termohalinas y por último corrientes de
fondo de las mareas de agua (Shanmugam, 2008).
Las ondas internas oscilan a lo largo de la interfaz entre dos masas de agua de
diferentes densidades. Estos son comunes en todos los océanos, pero son especialmente
marcados y enérgicos en la profundidad de la termoclina (Zheng, et al. 2016). Las corrientes
inferiores también se ven afectadas por procesos intermitentes como remolinos gigantes,
tormentas bentónicas, cascada de flujo y tsunamis (Fig. 13). Todas estas corrientes y procesos
son capaces de afectar los sedimentos del fondo marino a través de su erosión, transporte y
deposición (Shanmugam, 2006; 2008; 2012).
Figura 13. Vista esquemática (3D) de una corriente de fondo (contorno), identificando el núcleo actual, remolinos y hebras
dentro de una masa de aguas profundas. Parámetros físicos típicos como se presenta. Modificado de (Stow, 2008).
21
Las características principales de las corrientes de fondo tanto termohalinas como
impulsadas por el viento son similares, particularmente con respecto a cómo afectan más la
erosión del fondo marino y la deposición de contornos (Stow, 2002; 2008; 2018). Son
características en las cuencas oceánicas, a menudo de larga duración a través del tiempo
geológico. Actúan continuamente afectando la sedimentación, más que como eventos de
corriente de turbidez episódica, como se describió anteriormente. Por otro lado, las
características específicas de las corrientes de marea en aguas profundas son menos
conocidas (Shanmugam, 2006), ya que han sido un proceso continuo a lo largo del tiempo
geológico, con una periodicidad de marea distintiva, y que puede conducir a alternar
direcciones de corriente normal e inversa y a períodos de mayor y menor velocidad.
Las turbiditas se definen como todos aquellos sedimentos depositados por las corrientes
de turbidez. Son depósitos de eventos geológicamente instantáneos, aunque la deposición de
un único lecho de turbidita puede llevar de unos minutos (gravas y arenas gruesas) a unos
pocos días (limos y lodos finos). Las turbiditas han sido una de las facies de sedimentos de
aguas profundas más conocidas y estudiadas más intensamente desde que se reconocieron
por primera vez en la década de 1950 (Kuenen, 1950) y el primer modelo de facies se
desarrolló en Bouma, 1962. Ahora son muy conocidos por los núcleos de sedimentos
recuperados de los sistemas modernos de aguas profundas, pozos subterráneos
(hidrocarburos) y antiguos afloramientos expuestos en tierra. Incluyen una amplia gama de
tipos de depósitos, desde capas de lodo limoso de capa muy delgada (< 3 cm) hasta unidades
de grava/arena/lodo muy gruesas (1–10 m, rara vez más).
22
Figura 14. La familia de turbiditas de grano grueso para grava, arena de guijarros y turbiditas arenosas. Se proporciona el
modelo ideal de facies de Lowe que muestra la secuencia completa de las divisiones R2 – S3 (Lowe, 1982), y las
secuencias parciales típicas que se encuentran comúnmente en la naturaleza. Extraído de Stow (2020).
Figura 15. La familia de turbiditas de grano medio para turbiditas de arena y lodo arenoso. Se presenta el modelo ideal de
facies de Bouma que muestra la secuencia completa de las divisiones A – E (Bouma, 1962), y las secuencias parciales
típicas que se encuentran comúnmente en la naturaleza. F ahora se usa comúnmente para material pelágico sobre una
turbidita. Extraído de Stow (2020).
23
Figura 16. La familia de turbiditas de grano fino para turbiditas de lodo y barro. Se presenta el modelo ideal de facies de
Stow que muestra la secuencia completa de las divisiones T0 – T8 (Stow, 1977; 1980), y las secuencias parciales típicas
que se encuentran comúnmente en la naturaleza. Extraído de Stow (2020).
Generalmente las turbiditas presentan una estratificación muy bien definida, con bases
angulosas y gradacionales hacia la cima según la secuencia normal de sedimentación. Las
intercalaciones de capas de arenisca y lutita bien definidas es una de las características
distintivas por las cuales se reconocen las turbiditas. Las capas individuales varían
ampliamente en grosor de < 1 cm a > 10 m.
Por otro lado, las estructuras sedimentarias primarias que indican la depositación por
corrientes unidireccionales son muy comunes, especialmente en turbiditas de capas finas a
gruesas. Estas incluyen laminaciones paralelas y cruzadas, laminaciones lenticular y
24
discontinua (en capas delgadas y muy delgadas), y espaciados a laminación indistinta (en
capas gruesas y muy gruesas). La laminación cruzada a gran escala es rara, excepto donde
ocurre por el desvío de flujo en el piso del canal. Algunas partes de las capas pueden estar
completamente sin estructuras, al menos a simple vista. Esto ocurre para capas gruesas que
pueden mostrar inyecciones de agua bien desarrolladas (pipes, dishes y laminación convoluta)
que evidencian una deposición muy rápida. Las bases de estas capas comúnmente muestran
estructuras de sobrecarga, estructuras de llama y erosión (flutes y groove).
Según Uchman (2004) y Heard (2014) han revelado icnofacies distintitvas para
diferentes entornos de turbiditas. En un entorno de abanico submarino, las areniscas de capas
gruesas de los ejes de los canales se caracterizan por la presencia de Ophiomorpha y
Thalassinoides ichnofacies de baja intensidad, y baja diversidad. La intensidad de la
excavación y la diversidad aumenta a través del margen de los canales a los ambientes de
llanuras de inundación (icnofacies Pychosiphon - Thalassinoides). En estas turbiditas de arena
fina y capas de arenas, dominan diversas Planolites–Chondrites ichnofacies. En un ambiente
de plataforma inclinada (Nereites ichnofacies), la bioturbación es generalmente más intensa y
diversa. Mientras que turbiditas de pendiente medio-superior se observan Ophiomorphas sub-
icnofacies (Diplocriterion y Scolicia), y por último la pendiente distal se caracteriza por la
presencia de Paleodictyon sub-icnofacies.
Otra característica importante en las turbiditas son las texturas sedimentarias, las cuales
proporcionan información sobre la capacidad y competencia de la corriente de turbidez, así
como sobre la distancia de transporte y la probable procedencia. El tamaño medio del grano
varía de grava a arena y limo/arcilla, para turbiditas gruesas, medianas y de grano fino, con
clastos aislados de más de 1 m de longitud. La selección es variable, pero generalmente buena
(es decir, moderada a bien seleccionada) para turbiditas de grano fino y medio. La selección
25
normal es la característica más común observada, ya sea a través de toda la capa o solo en la
parte superior/base, aunque también se producen capas sin buena selección.
Por otra parte, los cambios bruscos en el tamaño de grano en una superficie intracapa
son una característica común de las turbiditas en todas partes (Sumner et al., 2012). Stevenson
et al. (2014) reconoció cinco tipos entre arena gruesa y fina; arena media y fina; arena y lodo.
Agregó otros dos cambios marcados, entre grava y arena; y entre limo y lodo.
Cabe destacar que las turbiditas comúnmente muestran una alineación de grano o
clastos de eje largo bien desarrollado paralelos a la dirección del flujo. Esto indica que la
imbricación de granos y clastos muestra inclinación hacia arriba. También en las turbiditas de
lodo es muy común observar una fuerte alineación de arcilla y limo paralela al flujo y paralela
a la capa.
Por último, una de las características más importantes es la composición, ya que son
comúnmente siliciclásticas, bioclásticas, volcánicas o de composición mixta. Se caracterizan
por presentar elementos alóctonos introducidos en un área de modo que la composición de la
turbidita puede diferir notablemente de la de la facies intercaladas in situ, como también de
material derivado de aguas pocas profundas y/o procedencia continental.
26
Las secuencias completas generalmente están presentes en <10% de las turbiditas
observadas. Más comunes son las secuencias parciales en las que se conserva el mismo
orden de divisiones, pero no todas están presentes en una sola capa. Para cada secuencia,
las divisiones inferiores representan la deposición de la corriente cuando es más enérgica y
las divisiones superiores cuando es menos energética. Para una corriente de turbidez única,
esto puede lograrse desde más próximo a más distal, respectivamente, y también desde el eje
del canal hasta la llanura de inundación. El mismo régimen de alta a baja energía se aplica a
las turbiditas Lowe, Bouma y Stow. En algunos casos, las divisiones de Lowe están cubiertas
por divisiones de Bouma en una capa individual o las divisiones de Bouma por divisiones de
Stow.
Las turbiditas de grano fino y de grano medio se caracterizan mejor por los modelos
Stow y Bouma. Son los tipos de turbidita más abundantes y extendidos tanto en entornos
marinos como lacustres. Las turbiditas de grano grueso se caracterizan mejor por el modelo
Lowe (R1 – S3).
27
2.7.1 GENERALIDADES
2.7.2 CLASIFICACIÓN
28
Figura 17. Clasificación de los movimientos en masa submarinos según el tipo de movimiento. Modificado de Locat & Lee
(2002).
Los volcamientos involucran rocas o suelo (Fig. 18.B) que rotan a medida que
descienden. No presentan un gran desplazamiento, sin embargo, estos pueden dar origen a
deslizamientos o caídas. Mientras que las extensiones laterales (Fig. 18.C) son movimientos
casi horizontales repentinos en terrenos de pendiente muy suave. Casi siempre son generadas
por sismos que licuefactúan la capa de suelo bajo el material que se desplaza. Al no existir un
movimiento vertical importante de material estas fallas no generan tsunamis y, por otro lado,
las caídas (Fig. 18.D) ocurren cuando una roca y/o suelo se desprende de un talud y se mueven
29
de manera rápida hasta su nueva posición de reposo. Usualmente se asocian con cañones
submarinos. Al igual que las corrientes de turbidez mencionadas en el capítulo anterior.
Figura 18. A) Esquema de un Deslizamiento Traslacional. B) Esquema de un Volcamiento. C) Esquema de una Extensión
Lateral. D) Esquema de una Caída. Extraídos de USGS (2008).
30
Figura 19. Causas de DS. Los procesos en negrita son considerados más significativos. Fuente: Traducido de Hampton et
al. (1996).
De los factores antes mencionados, los sismos son los que con mayor frecuencia
generan DS al incrementar la presión de poros del suelo con la inherente reducción de la
resistencia al corte e incrementando el esfuerzo de corte debido a la propagación de las ondas
sísmicas (Kramer, 1996).
Ocurren en la parte media y superior del talud continental y que generalmente tienen
áreas involucradas de 1 a 30 km2, en profundidades entre los 200 y 2300 m y con una
pendiente máxima de 16° de inclinación. No muestran relación con la topografía y se forman
en taludes de pendiente suave con grandes zonas aledañas sin fallas. Las cicatrices que dejan
estas fallas típicamente tienen forma de abanicos aislados con muros perimetrales bien
definidos. Por otra parte, existen 3 deslizamientos que están relacionados a una cadena
montañosa paralela a la trinchera cerca de Constitución, que representa la expresión
31
superficial de una falla profunda en la zona Centro Sur de Chile (Geersen et al., 2011). De
estos deslizamientos, el de Valdés (Anasetti et al., 2010; Weiss et al., 2013) es de interés como
posible generador de un tsunami destructivo debido a que la dirección de la falla enfrenta al
continente.
En la parte más baja del talud continental, se pueden presentar varias hendiduras en la
batimetría que interrumpen largas zonas homogéneas (no falladas). Seis deslizamientos de
este tipo aún están preservados a profundidades entre los 2100 y 5000 m. Estas fallas son
significativamente más grandes que las relacionados con cañones submarinos con 15 a 217
km2 de superficie y con un talud empinado de hasta 30° de inclinación. En mucho de los casos,
las rocas desplazadas están enterradas en la trinchera o ausentes, exceptuando algunos
casos como el deslizamiento de Reloca (Völker et al., 2010), en el cual los restos del
deslizamiento aún se preservan en el fondo marino.
32
DESLIZAMIENTOS GIGANTES QUE AFECTAN LA TOTALIDAD DEL TALUD
CONTINENTAL
Existen tres hendiduras gigantes con áreas de 1285, 924 y 1145 km2, de norte a sur
respectivamente, entre los 37 y 39°S. El volumen faltante en el talud es del orden de los 300 a
500 km3 para cada una de las tres fallas. Las cicatrices dejadas por los deslizamientos son
discernibles como grandes ensenadas alargadas con empinados muros de hasta 500 m de
altura.
Las glaciaciones son fenómenos poco habituales en los que las temperaturas del
planeta experimentan bruscas bajadas que permiten que la Criosfera, la capa terrestre formada
por todo el hielo que tenemos en el planeta, crezca y se desarrollen mantos de hielo que se
extienden más allá del círculo polar, en áreas normalmente libres de hielo. Por otro lado, los
principales efectos de una era de hielo son la erosión y la deposición de residuos sobre grandes
extensiones de tierra, la modificación de la red fluvial, la creación de millones de lagos, cambios
en el nivel del mar, desarrollo de lagos pluviales lejos de las orillas del mar, ajuste isostático
de la corteza terrestre y vientos excepcionales.
Hoy, los Andes Patagónicos soportan cuatro campos de hielo principales: el Campo de
Hielo Patagónico Norte a 46.4 ° S a 47.5 ° S, el Campo de Hielo Patagónico Sur a 48.3 ° S a
33
52 ° S, el Gran Campo Nevado a 52.8 ° S y el campo de hielo Cordillera Darwin a 54.5 ° S. La
región también alberga numerosos pequeños campos de hielo y glaciares de montaña, a
menudo centrados en volcanes, y la latitud más baja del hemisferio sur en la que los glaciares
alcanzan el mar hoy se encuentran en los fiordos chilenos a 47 ° S en el campo de hielo de la
Patagonia Norte (Dowdeswell y Vásquez, 2013).
Según Bendle et al. 2017, en el Último Máximo Glacial, los glaciares se expandieron
desde los Andes hacia afuera en todas las direcciones, alcanzando su mayor extensión hacia
el Oeste. Más hacia el Sur la cubierta glaciar fue más extensa, alcanzando el lado oriental del
Estrecho de Magallanes. Hacia el Oeste y Norte los glaciares se extendieron más allá de la
costa actual (Fig. 20).
34
Figura 20. La capa de hielo patagónico en el último máximo glacial (LGM; hace 21,000–19,000 años) con la extensión de los
glaciares contemporáneos que se muestran en azul. 1. Área estudiada en Denton et al. (1999). 2. Zona de estudio del
presente trabajo. 3. Área estudiada en Bendle et al. (2017). LGM: Late Glacial Maximum (Último Máximo Glacial).
NPI:Northern Patagonian Icefield SPI:Southern Patagonian Icefield. Modificado de Bendle (2017).
35
2.8.2 ISLA DE CHILOÉ Y ARCHIPIÉLAGO DE LOS CHONOS (42° S – 46 ° S)
36
Figura 21. Ubicación de glaciares y lagos, y evidencia cronológica y geomorfológica de glaciación (MIS 3 hasta el presente)
en el sector de Isla de Chiloé y Archipiélago de los Chonos (42 ° S - 46 ° S) ( Andersen et al., 1999 ; Caldenius,
1932 ; Davies y Glasser, 2012 ; Denton et al., 1999 ; Douglass et al., 2006 ; Dowdeswell et al., 2016c ; García et al.,
2019 ; García, 2012 ; Glasser y Jansson, 2008 ; Glasser et al., 2016b ; Haberle y Bennett, 2004 ; Heusser et al.,
1999b ; Lastras y Dowdeswell, 2016; Lowell et al., 1995 ; Stern et al., 2015 ; Moreno et al., 2015 ; Van Daele et al.,
2016 ; Weller et al., 2015 ). Las cruces rosadas indican edades medias ponderadas por la incertidumbre para las edades de
exposición de rocas. Las isócronas están etiquetadas con escritura azul. Extraído de Davies, et al. (2020).
37
La parte central de la Isla de Chiloé conserva el avance glacial más extenso en esta
latitud, con una pendiente de doble contacto con el hielo en las ubicaciones de la Cordillera de
la Costa (García, 2012). Las morrenas más externas están a más de 100 km de las cuencas
andinas, con hielo llenando y cruzando la cuenca del Golfo de Corcovado. El lóbulo del Golfo
de Corcovado no alcanzó el Océano Pacífico, y no se observan circos u otros accidentes
geográficos en la Cordillera de La Costa, lo que indica que la costa oeste del norte de la Isla
de Chiloé permaneció libre de hielo en el UMG (Denton et al., 1999; García, 2012)
(Fig.20). Más al sur, el margen occidental del PIS (Patagonian Ice Shelf) se extendió en alta
mar y está poco limitado. En la parte norte del sector, sus posiciones de Último Máximo Glacial
están bien marcadas con morrenas, lo que lleva a una confianza media en la extensión del
hielo (Fig. 22).
38
Figura 22. Reconstrucción de la capa de hielo para la Isla de Chiloé y el Archipiélago de los Chonos, que muestra el
desarrollo de paleolagos (naranja) a 20 y 15 ka. Datos relativos del nivel del mar de Guilderson et al. (2000), simbolizado
utilizando datos topográficos y batimétricos de GEBCO. El sombreado es solo ilustrativo y no representa el grosor del hielo.
Extraído de Davies, et al. (2020).
39
3 METODOLOGÍA
3.1 RECOLECCIÓN DE MUESTRAS
Durante el crucero CIMAR24 del Comité Oceanográfico Nacional a bordo del buque
AGS-61 “Cabo de Hornos”, se extrajeron muestras de 19 estaciones (Fig. 23) bajo el proyecto
“Procesos modeladores de cañones submarinos y peligros geológicos asociados, en el
segmento del margen continental activo entre las regiones de Los Lagos y Aysén”
40
De estas estaciones sólo la 12, 13, 14 y 15, fueron utilizadas para extraer las siguientes
muestras que fueron consideradas en este trabajo (Tabla 1).
Estas muestras están posicionadas en el cañón submarino Simpson (Fig. 24), las cuales
fueron recolectadas con mecanismos como lo son gravity corer1, draga2, box corer3 y core
catcher4 (Fig. 25). Estas técnicas permiten la obtención de muestras en profundidad y
superficial que conforman el fondo marino, para generar un estudio más detallado
estratigráficamente, con el objetivo de comprender la distribución vertical, a lo largo del tiempo,
así como también los procesos sedimentarios más recientes que han controlado la evolución
reciente del fondo marino.
41
Otro sistema de sacatestigo utilizado es el sacatestigo de caja (box corer), que tiene un
diámetro mayor para reducir la fricción, hecho que favorece además que se puedan tomar
varias muestras del mismo nivel de sedimento. Este sistema no se entierra en el sedimento
por gravedad, sino que dispone de una guillotina que se acciona cuando el sacatestigos toca
fondo. La guillotina secciona el sedimento por la parte inferior de la caja, quedando el
sedimento atrapado dentro de la misma.
En cambio, las dragas permiten una obtención superficial del sedimento, pero sin una
preservación de los primeros centímetros de su estratigrafía ya que aparece totalmente
removilizado. Esta consiste en dos muelas o cucharas que penden de un cable, y permanecen
separadas cuando descienden por la columna de agua. Cuando la draga toca fondo, las
muelas o cucharas se entierran en el sedimento superficial y el dispositivo que las separa se
libera. El sedimento es recogido porque las muelas se cierran con presión, o bien cuando se
iza a la draga.
Figura 24. Mapa de ubicación de muestreo. BC: Box corer. CC: Core catcher. GC: Gravity Corer. DR: Draga superficial.
42
Figura 25. 1) Gravity corer. 2) Draga. 3) Box corer. 4) Core catcher.
Durante el desarrollo del CIMAR 24, se utilizó un método geofísico acústico que utiliza
ecosondas, que permiten conocer la profundidad del mar, como también la morfología del
fondo marino y la estructura del subfondo marino de un modo indirecto. Estos sistemas se
basan en la medida del tiempo que tarda una onda acústica en recorrer la distancia existente
entre el punto de partida y el fondo del mar donde se refleja, y su retorno al punto de partida.
El rango óptimo de frecuencias se extiende de 15 a 200 kHz, y se elige en función de la
naturaleza del fondo y tipo de equipo. Los transductores se sitúan generalmente en el casco
del barco con el haz orientado verticalmente hacia el fondo. El haz puede comprender o bien
un sólo pulso, o bien una banda de pulsos que se distribuyen con un ángulo variable a babor
y estribor del barco. Estos últimos, que representan los mayores avances en sistemas de
43
ecosonda reciben el nombre de sondas multihaz. Estas permiten realizar un escaneo
batimétrico mediante barrido, cuyo ancho depende de la configuración del equipo utilizado y
de la profundidad de agua.
Los ecosondas utilizadas durante el crucero fueron los sonares EM 710 y EM122. A los
datos batimétricos se les realizó un procesamiento de tipo estándar, es decir, eliminación de
datos erróneos de manera visual e interactiva con MBSystem. Luego se creó una grilla digital
con una resolución de 30 m, para luego visualizarla en Fledermaus (Fig. 26).
Figura 26. A) Barco esquemático tomando datos batimétricos. B) Programa de procesamiento MBSystem. C) Modelo 3D de
la grilla digital visualizada en el programa Fledermaus.
Las intensidades de los rayos atenuados son registradas por detectores y pasadas a un
computador, el cual subdivide la sección en una matriz de diferenciales de volumen y calcula
para cada diferencial un valor de densidad CT promedio expresado en unidades Hounsfield
44
(HU). Se establecen 0 HU como valor de densidad del agua destilada, mientras que para el
aire -1000 HU (Kenter, 1989).
La adquisición de datos se realizó con doble energía: primero 80 kV y luego 140 kV. La
resolución vertical utilizada es de 0.6 mm y la horizontal depende del diámetro del testigo.
Figura 27. Equipo para sacar tomografía. SOMATOM Definition Edge, de Siemens. Fotografía tomada por José Andrade.
Figura 28. Equipo de sistema de susceptibilidad magnética MS2C de Bartington Instruments. Fotografía tomada por José
Andrade.
46
3.5 DESCRIPCIÓN VISUAL
Para la descripción visual (Fig. 29) se utiliza una tabla en la cual se describen
intercalaciones, litologías, tamaño de grano preliminares, recuperación, comparación de
colores con el sistema de colores de Munsell (Munsell, 1954), entre otras cosas. Junto a estas
descripciones se crea una representación del testigo, que junto a los datos de susceptibilidad
magnética y tomografía rayos X, se buscan niveles que estén bien diferenciados con su
granulometría preliminar, disposición, relaciones de contacto, si presenta alguna ciclicidad
rítmica, y presencia de estructuras y material carbonático.
Con el fin de obtener datos más precisos se realizó un muestreo cada 1 cm y en algunas
partes del testigo cada 2 cm, luego de extraer la muestra con espátulas metálicas, se depositó
en vasos precipitados, para luego añadirle agua y sodio hexametafosfato como desfloculante
de arcillas y se revuelve para disgregar su contenido, y analizarlas en el equipo Malvern
Mastersizer 2000.
47
Figura 29. Descripción visual del testigo C24-15-GC 2/2 con todos los elementos necesarios para describir preliminarmente
el testigo (Espátulas de metal, placas Petri, Munsell soil color book, tabla de descripción). Fotografía propia.
48
3.6 GRANULOMETRÍA LÁSER
Estos instrumentos permiten analizar partículas en una amplia gama de tamaños desde
las de la región sub-micrónica. El tamaño de los haces de luz láser se relaciona en forma
inversa al tamaño de las partículas y el diámetro estadístico promedio, indica la tendencia
central del tamaño de partículas representado en un gráfico de frecuencia del tipo de
distribución y de dispersión de los tamaños.
49
Figura 30. Equipo granulómetro laser Mastersizer 2000.
210 226
El Pb procede de la desintegración del Ra (T1/2 = 1.600 años) y en sistemas
cerrados (como por ejemplo en muchos tipos de roca) ambos radionúclidos se encuentran en
214
equilibrio debido a que estos y los radionúclidos intermedios (por ejemplo, el Pb) se
encuentran confinados dentro de la matriz ambiental. Sin embargo, en sistemas abiertos (por
222
ejemplo, los suelos) el Rn (gas noble, T1/2 = 3,8 d) procedente de la desintegración del
226
Ra puede exhalar a la atmósfera, desintegrándose finalmente en 210Pb. La fracción de 222Rn
capaz de incorporarse al aire intersticial de un suelo, y por tanto exhalar a la atmósfera, es de
1–30%. Una vez en la atmósfera, dado que el Pb es un elemento que presenta una alta
210
reactividad, el Pb se asocia con los aerosoles de entre 0,05 y 2 Pm y se deposita sobre la
210
superficie terrestre. El Pb se deposita básicamente por vía húmeda, aunque existe una
210
pequeña fracción (~10%) que se deposita por vía seca. Los flujos de Pb varían
estacionalmente y dependen de la región considerada, siendo mayores sobre los continentes
que sobre los océanos. Localmente y considerando períodos de tiempo de varios años, los
50
210
flujos de Pb son aproximadamente constantes estando, normalmente, correlacionados con
la precipitación.
En el medio marino, el 210Pb puede tener orígenes diversos (Fig. 31). En zonas costeras
someras (<100m) el flujo principal de 210Pb a los sedimentos es el procedente de la atmósfera,
aunque los ríos y la escorrentía pueden ser fuentes adicionales de 210Pb a la columna de agua.
En aguas más profundas se debe tener en cuenta que una fracción del 210Pb, más importante
226
cuanto mayor sea la profundidad, procede del Ra disuelto en el agua de mar. Una vez el
210
Pb se encuentra en el medio marino, se desintegra o se asocia a la materia en suspensión,
210 210
la cual arrastra al Pb hacia el sedimento del fondo. Así, los sedimentos contienen Pb
producido in situ por la desintegración del 226Ra (210Pb de base) y el que procede de columna
de agua (210Pb en exceso) que se deposita con las partículas que finalmente forman parte del
sedimento consolidado.
Figura 31. Ciclo del 210Pb en ecosistemas costeros. 1) El Rn exhala del suelo incorporándose a la atmósfera, donde se
desintegra en 210Pb, que se deposita básicamente por vía húmeda. 2) El Rn exhala del sedimento incorporándose a la
columna de agua donde se desintegra en 210Pb, que sedimenta arrastrado por las partículas. 3) El 226Ra disuelto en la
columna de agua se desintegra en Rn y este en 210Pb, que sedimenta arrastrado por las partículas. 4) El 226Ra contenido en
el sedimento se desintegra en 210Pb (210Pb de base). Extraído de Sanchez (2012).
51
Esta datación es adecuada para edades máximas de 150 años. La tasa de
sedimentación en cañones submarinos de diferentes partes del mundo es un promedio de 0.25
cm/año (Puig, 2015). Para esta tesis se toman en cuenta las muestras de los 30 cm superiores
del testigo, son tomadas cada 1,5 cm. Estos sedimentos son llevados a un horno de secado
por 12 horas a una temperatura constante de 50°C y finalmente se separan 5 gr de muestra
seca que es envasada y etiquetada para su análisis. Esta datación se realizó en el laboratorio
de Oceanografía Química de la Universidad de Concepción, Chile.
210
El modelo CIC funciona asumiendo que la concentración de Pb ex en la capa más
superficial es contante, es decir todas las capas de sedimento inicialmente tenían esa
concentración al momento de ser depositadas.
El plomo atmosférico decae exponencialmente con una edad según la ley de desintegración
radiactiva.
t (z) = (1/k) * (Ln (A (0) /A))
donde:
A = actividad del 210Pb ex en cada profundidad.
A (0) = actividad del 210Pb ex en la capa más superficial.
k = constante de semidesintegración del Pb-210 (0.03114 años-1).
t = tiempo.
52
4 RESULTADOS
4.1 CARACTERÍSTICAS GEOMORFOLÓGICAS
El cañón submarino Simpson (CSS) con 77 km de longitud, está ubicado entre las islas
Guafo y Guamblin, casi frente al canal de su mismo nombre. Éste conecta la plataforma
continental a 200 m de profundidad del agua, a la llanura abisal a 3400 m de profundidad. Su
sinuosidad es de 1.24°, con una pendiente que se basan en un alta pendiente en las paredes
del canal principal (>45°), y una zona plana la cual (Fig. 33) varía entre 0° a 8° de ángulo.
Tanto la zona Norte y la zona Sur del cañón se caracteriza por sectores de bajo ángulo entre
0-8°, y ciertos puntos con ángulos que alcanzan los 20°. Las pendientes del thalweg en la
cabecera del cañón son entre 0-8°, el cuerpo presenta pendientes más planas cerca de la
plataforma continental, mientras que más cerca de la fosa, presenta pendientes mayores a
10°. El CSS muestra una orientación SW-NE en su mayor parte, mientras que su cabeza tiene
una orientación NNW-SSE. Por otro lado, la forma del cañón principal (Fig.34) presenta una
inestabilidad en el perfil Figura 34.0, ya que muestra cambios bruscos tanto en la zona más
proximal a la plataforma, como cambios en el cuerpo. Los perfiles transversales presentan
formas de “U” (Fig. 34 - 3, 4, 5, 8), o de formas más aplanadas (Fig. 34 – 1, 2, 6, 7). Esto nos
muestra las zonas más erosionadas, y donde hay mayor depositación.
53
Figura 32. Batimetría del cañón submarino Simpson. Contiene tres zonas las cuales serán ampliados en las siguientes figuras.
54
Figura 33. Mapa de pendientes del cañón submarino Simpson.
55
Figura 34. Perfiles transversales del cañón submarino Simpson.
56
4.1.1 ZONA ESTE DEL CAÑÓN SUBMARINO SIMPSON
La cabecera del CSS (Fig. 35) se caracteriza por la presencia de canales tributarios, los
cuales desembocan en el eje del cañón principal, y gullies como barrancos rectilíneos en las
paredes del canal principal (con una pendiente de 30 a 45°). Esta zona muestra una mayor
sinuosidad, rodeando ciertos altos topográficos del eje del cañón principal. También presenta
tres zonas de convergencia de canales tributarios (75°5’0’’W- 75°10’0’’W) donde se junta el
material transportado en el canal principal.
Figura 35. Batimetría de la zona Este del cañón submarino Simpson. Líneas punteadas blancas: canales tributarios y cañón
principal.
57
4.1.2 ZONA CENTRAL DEL CAÑÓN SUBMARINO SIMPSON
A lo largo de esta sección, el eje del cañón como fue mencionado anteriormente
presenta una pendiente entre 0 a 8°, mientras que sus paredes muestran pendientes
pronunciadas sobre los 45°. En esta zona, la sección transversal del cañón se mantiene de
forma de U, y en la parte más cercana a la fosa, se aplana. En la parte superior de esta zona
la incisión del cañón llega a los 1000 metros de profundidad, mientras que en la parte central
es cerca de los 2000 metros de profundidad. Ya en la parte inferior de la zona central, presenta
una incisión de 3000 metros de profundidad.
Se pueden reconocer diferentes morfologías submarinas en esta zona (Fig. 36A) como
lo son los escarpes que se observan en el sector norte de la zona centro (Fig. 36B), estos
escarpes se observan de distinta forma, algunos tapados por sedimento, como otros con un
alta pendiente, sin sedimento depositado encima de estos. Por otro lado, esta zona presenta
gullies tanto en las paredes del canal principal, y en el sector sur de la zona centro (Fig. 36C).
También se encuentran cuencas intra-talud, las cuales están delimitadas por estos altos
topográficos, que generan una zona de depositación.
58
Figura 36. A) Batimetría de la zona centro del cañón submarino Simpson. B) Sector norte de la zona centro del CSS; con lineas segmentadas: escarpes. C) Sector sur de
la zona centro del CSS; familia de gullies o canales tributarios. D) Deslizamiento Simpson en la zona centro del CSS; con lineas sementadas blancas: hendidura del
deslizamiento.; con lineas segmentadas rojas: material desprendido.
59
4.1.3. ZONA OESTE DEL CAÑÓN SUBMARINO SIMPSON
La zona oeste (Fig. 37) está caracterizada por cuatro sectores (Norte, Sur,
desembocadura y ondulas). En el sector Norte (Fig. 38A), se observa un gran lineamiento
como un alto topográfico paralelo a la fosa, mientras que las paredes del talud exterior
presentan una gran variedad de gullies que aportan el transporte de sedimento del talud a la
fosa. Por otro lado, el sector Sur de la zona oeste (Fig. 38B) presenta la desembocadura de
un canal de sedimento que proviene desde las cuencas intra-talud de la zona centro. Mientras
que el sector desembocadura (Fig. 38C) presenta el final del cañón principal en forma de U
con una compleja desembocadura, ya que presenta una barrera como una pared con una
pendiente mayor a 35° en la zona del límite del talud con la llanura abisal. Cabe destacar, que
pasado esta barrera, se observan pequeños abanicos de 1 km aproximadamente con forma
de lóbulos.
El sector ondulas (Fig. 38D) se caracteriza por estas morfologías como ondas de
decenas de metros, las cuales están con una dirección N30°W aproximadamente. Estas
geomorfologías serán denominadas como ondulas, las cuales presentan canales entre cada
una de estas, que pueden tener una profundidad de hasta 3479 metros.
En este último sector se encuentra la ubicación de donde fue extraído el testigo C24-
15-GC, el cual analizaremos a continuación.
60
Figura 37. Batimetría de la zona Oeste del cañón submarino Simpson. Dividido en cuatro sectores (Norte “A”, Sur “B”,
Desembocadura “C” y Ondulas “D”).
Figura 38. A) Sector Norte. B) Sector Sur. C) Sector Desembocadura. D) Sector Ondulas.
61
4.2 CARACTERÍSTICAS SEDIMENTARIAS
Cada muestra fue descrita, de acuerdo con criterios como clasificación textural, diferencias
de color, granulometría aparente y porcentajes de sus contenidos mineralógico y fosilífero.
62
observan fragmentos fósiles de un tipo de esponja o artrópodo (3%) y de bivalvos (2%).
Mientras que el resto se basa en limo/arcilla (80%), que no se logra describir con lupa
binocular. Por otro lado, la cantidad de materia orgánica presente en la muestra es de
un 2,16%.
63
Figura 39. Testigo C24-15-GC. En la imagen de la izquierda la parte 1/2, que mide 1,50 m. Imagen de la derecha es la parte
2/2, que mide 1.30 m. Ver en detalle en el Anexo.
64
4.3 ESTRUCTURAS SEDIMENTARIAS
4.3.1 DESCRIPCIÓN DE ESTRUCTURAS
Las estructuras sedimentarias fueron analizadas de las imágenes tomadas del software
RadiAnt, las cuales nos dan imágenes de tomografía computarizada. Las estructuras
presentes (Tabla 2) en el testigo C24-15-GC son:
• Laminación paralela: Es cuando los sedimentos se depositan encima del otro en capas
paralelas. Se observan capas entre los 2 cm a 10 cm de capas de arena fina en la gran
mayoría de los testigos.
• Laminación Flaser: Son lentes de lodo en una matriz de arena; se debe a condiciones
variables en forma cíclica. Se pueden observar cómo pequeñas líneas que moldean la
laminación.
65
Tabla 2. Estructuras sedimentarias del testigo C24-15-GC 1/2
Estructura de
Fósiles Bioturbaciones Falla (?)
carga
Estas unidades han sido establecidas considerando variaciones de densidad por las diferentes
atenuaciones que el software RadiAnt genera, estructuras dominantes y ciclos rítmicos en las
laminaciones existentes en los testigos, en un orden correlativo desde lo más profundo (bottom
C24-15-GC ½) (Fig. 40), a lo más superficial (top C24-15-GC 2/2) (Fig. 41), con su simbología
correspondiente (Fig. 42).
66
• C24-15-GC
o Unidad tomográfica 15.1: Esta unidad mide 23 cm, la cual tiene capas rítmicas
muy frecuentes de unos 1 a 2 cm entre cada capa de arenas finas. Dentro de
esta se encuentra laminación intercalada entre capas de arenas finas y capas de
limo/arcilla. Cabe destacar que las capas de arenas finas tienen una laminación
paralela en su mayoría, como también se pueden observar estructuras de
sobrecarga.
o Unidad tomográfica 15.2: Esta unidad mide 37 cm, la cual tiene capas rítmicas
de unos 5 a 9 cm entre cada capa. Dentro de las laminaciones observadas en
esta unidad, se encuentran las laminaciones paralelas y laminaciones cruzadas.
Se observan bioturbaciones con una alta atenuación.
o Unidad tomográfica 15.3: Esta unidad mide 39 cm, la cual tiene capas rítmicas
de unos 4 a 6 cm entre cada capa. Dentro de las laminaciones observadas en
esta unidad, se encuentran las laminaciones paralelas, laminaciones cruzadas y
laminaciones laser. Se observan leves bioturbaciones con una media atenuación.
o Unidad tomográfica 15.4: Esta unidad mide 78 cm, la cual tiene capas rítmicas
de unos 5 a 7 cm entre cada capa. Dentro de las laminaciones observadas en
esta unidad, se encuentran solamente laminaciones paralelas, algunas
estructuras de sobrecarga, también se observan leves bioturbaciones con una
alta intensidad y restos de conchas sin identificar.
o Unidad tomográfica 15.5: Esta unidad mide 30 cm, la cual tiene capas rítmicas
de unos 3 a 5 cm entre cada capa. Dentro de las laminaciones observadas en
esta unidad, se encuentran las laminaciones paralelas, como también se observa
un tipo de textura brechosa, donde se ven como bloques caídos dentro del
testigo, esto podría generarse por una real textura brechosa, como también
podría ser por el movimiento del testigo en su traslado.
67
o Unidad tomográfica 15.6: Esta unidad mide 30 cm, la cual tiene capas rítmicas
de unos 3 a 6 cm entre cada capa. Dentro de las laminaciones observadas en
esta unidad, se encuentran las laminaciones paralelas y laminaciones cruzadas.
Se observan restos de conchas sin identificar con alta intensidad.
o Unidad tomográfica 15.7: Esta unidad mide 41 cm, la cual tiene capas rítmicas
de unos 4 a 8 cm entre cada capa. Dentro de las laminaciones observadas en
esta unidad, se encuentran las laminaciones paralelas y estructuras de
sobrecarga. Se observan bioturbaciones con una alta intensidad, como también
se observan restos de conchas sin identificar.
68
Figura 40. Unidades tomográficas y mapeo de estructuras del testigo C24-15-GC 1/2. Elaboración propia.
69
Figura 41. Unidades tomográficas y mapeo de estructuras del testigo C24-15-GC 2/2. Elaboración propia.
70
Figura 42. Simbología de figura 25 y 26. Elaboración propia.
La susceptibilidad magnética fue medida cada 1 cm, de techo a base. Este testigo varía
entre los valores 1 y 4 unidades SI. En las siguientes figuras se tiene un buen contraste de alto
nivel de susceptibilidad magnética justo en las intercalaciones de arenas. Observando los
gráficos (Fig. 43) se pueden apreciar siete peaks significativos, donde muestra que existe
mayor cantidad de minerales ferromagnesianos.
71
Figura 43. Susceptibilidad Magnética A) C24-15-GC 2/2. B) C24-15-GC 1/2. Elaboración propia.
72
4.5 GRANULOMETRÍA
Los números representados debajo de cada grafico son: 1. Arcilla. 2. Limo 3. Arena muy fina.
4. Arena fina. 5. Arena media. 6. Arena gruesa. 7. Grava.
Unidad 15.1
Esta unidad según la muestra tomada da una predominancia de sedimentos de tamaño grano
fino, pero a simple vista en el testigo se observa gran cantidad de intercalaciones de sedimento
tamaño limo con arenas media a gruesas, esta muestra tiene una clasificación textural Limo
arenoso (Fig. 44, Fig. 45 y Tabla Anexo 1).
40,00
20,00
0,00
0 1 2 3 4 5 6 7 8
Figura 45. Clasificación textural de sedimentos de la Unidad 15.1. Modificado de Folk,1980. S: Arena; cS: Arena arcillosa;
mS: Arena fangosa; zS: Arena limosa; sC: Arcilla arenosa; sM: Fango arenoso; sZ: Limo arenosa; C: Arcilla; M: Fango; Z:
Limo.
73
Unidad 15.2
Esta unidad muestra una predominancia de sedimentos de tamaño de grano fino, y dos modas
destacables: el primario de tamaño limo y la secundaria de arena gruesa. Presentan una
clasificación textural de Limo a Limo arenoso (Fig. 46, Fig. 47 y Tabla Anexo 2).
Figura 47. Clasificación textural de sedimentos de la Unidad 15.2. Modificado de Folk,1980. S: Arena; cS: Arena arcillosa;
mS: Arena fangosa; zS: Arena limosa; sC: Arcilla arenosa; sM: Fango arenoso; sZ: Limo arenosa; C: Arcilla; M: Fango; Z:
Limo.
74
Unidad 15.3
Esta unidad muestra una predominancia de sedimentos de tamaño de grano fino, la mayor
cantidad es arena muy fina. Se observan en grandes cantidades arena muy fina, y en menor
porcentaje sedimento tamaño limo. Presentan una clasificación textural de Limo a Arena
fangosa (Fig. 48, Fig. 49 y Tabla Anexo 3).
Figura 49. Clasificación textural de sedimentos de la Unidad 15.3. Modificado de Folk,1980. S: Arena; cS: Arena arcillosa;
mS: Arena fangosa; zS: Arena limosa; sC: Arcilla arenosa; sM: Fango arenoso; sZ: Limo arenosa; C: Arcilla; M: Fango; Z:
Limo.
75
Unidad 15.4
Esta unidad muestra una predominancia de sedimentos de tamaño de grano fino, se puede
observar dos modas, la moda primaria es tamaño limo, mientras que la otra moda menos
destacada es de tamaño arena muy fina. También se observa cierta cantidad de sedimento de
tamaño arena media a gruesa. Presenta una clasificación textural mayoritariamente de Limo
arenoso, y en baja cantidad de muestras una clasificación textural Arena limosa (Fig. 50, Fig.
51 y Tabla Anexo 4).
70,00
60,00
50,00
40,00
30,00
20,00
10,00
0,00
0 1 2 3 4 5 6 7 8
Figura 51. Clasificación textural de sedimentos de la Unidad 15.4. Modificado de Folk,1980. S: Arena; cS: Arena
arcillosa; mS: Arena fangosa; zS: Arena limosa; sC: Arcilla arenosa; sM: Fango arenoso; sZ: Limo arenosa; C: Arcilla;
M: Fango; Z: Limo.
76
Unidad 15.5
Esta unidad muestra una predominancia de sedimentos de tamaño de grano fino, Su moda es
tamaño limo. También se puede observar cierta cantidad de sedimento de tamaño arena fina
a media. Presenta una clasificación textural de Limo arenoso hasta Arena limosa (Fig. 52, Fig.
53 y Tabla Anexo 5).
70,00
60,00
50,00
40,00
30,00
20,00
10,00
0,00
0 1 2 3 4 5 6 7 8
Figura 53. Clasificación textural de sedimentos de la Unidad 15.5. Modificado de Folk,1980. S: Arena; cS: Arena arcillosa;
mS: Arena fangosa; zS: Arena limosa; sC: Arcilla arenosa; sM: Fango arenoso; sZ: Limo arenosa; C: Arcilla; M: Fango; Z:
Limo.
77
Unidad 15.6
Esta unidad muestra una predominancia de sedimentos de tamaño de grano fino, se puede
observar dos modas, la moda primaria es tamaño limo, mientras que la otra moda menos
destacada es de tamaño arena muy fina a fina. También se puede observar cierta cantidad de
sedimento de tamaño arcilla, arena fina y arena media. Presenta una clasificación textural de
Limo a Limo arenoso (Fig. 54, Fig. 55 y Tabla Anexo 6).
Figura 55. Clasificación textural de sedimentos de la Unidad 15.6. Modificado de Folk,1980. S: Arena; cS: Arena arcillosa;
mS: Arena fangosa; zS: Arena limosa; sC: Arcilla arenosa; sM: Fango arenoso; sZ: Limo arenosa; C: Arcilla; M: Fango; Z:
Limo.
78
Unidad 15.7
Esta unidad muestra una predominancia de sedimentos de tamaño de grano fino, se puede
observar una moda de tamaño limo. También se puede observar cierta cantidad de sedimento
de tamaño arcilla, arena muy fina y arena fina en menor cantidad. Presenta una clasificación
textural de Limo a Fango arenoso. (Fig. 56, Fig. 57 y Tabla Anexo 7).
Figura 57. Clasificación textural de sedimentos de la Unidad 15.7. Modificado de Folk,1980. S: Arena; cS: Arena arcillosa;
mS: Arena fangosa; zS: Arena limosa; sC: Arcilla arenosa; sM: Fango arenoso; sZ: Limo arenosa; C: Arcilla; M: Fango; Z:
Limo.
79
4.6 C, N y Pb210
Para el testigo C24-15-GC 2/2 los valores obtenidos (Fig. 58) de Carbono orgánico
varían entre 0,43% a 1,32%, presenta una baja a medida de cada intercalación. Mientras que
los valores de δ 13C varían entre los -23,64 a -21,59, también suele presentar una baja en las
intercalaciones. Por otro lado, el Nitrógeno total presenta valores entre los 0.05% a 0.17%
donde al igual que el carbono orgánico se presenta una baja a medida de cada intercalación.
Al observar los resultados de δ 15N se tiene una variación entre 6,54 y 8,27, donde en el mismo
caso de los tres análisis anteriores, se presenta una baja en las intercalaciones de arenas con
sedimento tamaño limo. Mientras que la diferencia entre el carbono orgánico y el nitrógeno
total muestra una variación entre 7,55 a 8,10, donde se puede observar una diferencia al resto
de los análisis donde en cada intercalación aumenta la medida (Tablas en Anexo).
210
Los valores de Pb del testigo C24-15-GC 2/2 (Fig. 59.1) varían entre 0,76 a 1,25. El
decaimiento de este isotopo de plomo, presenta dos tasas de sedimentación diferentes para
este testigo, la primera (Fig. 59.2) es entre los 15 y 22,5 cm donde su tasa de sedimentación
es de 2 mm/año, mientras que entre los 22,5 a los 30 cm su tasa de sedimentación es de 1,3
mm/año (Fig. 59.3). (Tabla de datos en Anexo, Edades en Anexo)
80
Figura 59 1) Gráfico de Pb210. 2) Gráfico de los 15 a 22,5 cm de los datos de Pb210. 3) Gráfico de los 22,5 a 30 cm de los
datos de Pb210.
81
4.6 INTEGRACIÓN DE DATOS
82
Figura 61 Integración de datos del testigo C24-15-GC 1/2. Elaboración propia.
83
Figura 62. Simbología de Figura 54 y 55.
84
5. DISCUSIÓN
5.1 MODELO TECTONICO, ESTRUCTURAL Y SEDIMENTARIO DE LA ZONA
ESTE DEL CAÑÓN SUBMARINO SIMPSON
85
Es por esto, que los cañones requerirían una mayor medición de las
corrientes a lo largo de la plataforma para explorar regímenes hidrodinámicos
alrededor de la cabeza del cañón, evaluando así un papel potencial de los procesos
oceanográficos evaluando procesos oceanográficos en la activación de los
procesos de transporte de sedimentos en pendiente descendente.
Por todo esto, se infiere que los procesos que mueven el material en el cañón
submarino Simpson, actúan sobre sedimentos que ya están en el talud o en la
plataforma exterior cerca del límite con el talud. Por lo que la proveniencia de los
sedimentos que alimentan al cañón Simpson sería por altos batimétricos o desde la
plataforma continental, que por medio de canales tributarios y gullies, aportan
sedimento a la cabeza del cañón, que al igual que el cañón de Nazaré, se acumula
el sedimento y el cañón superior se removiliza y se descarga en el cañón inferior y
en la llanura abisal distal debido a grandes fallas en la pendiente que evolucionan
en corrientes de turbidez de alta energía (Arzola et al., 2008), que pueden erosionar
el piso del cañón como se puede observar en la batimetría.
86
Figura 63. Modelo tectónico, estructural y sedimentario de la Zona Este del cañón submarino Simpson.
87
5.2 MODELO TECTONICO, ESTRUCTURAL Y SEDIMENTARIO DE LA ZONA
CENTRO DEL CAÑÓN SUBMARINO SIMPSON
Por otro lado, en la parte sur de la zona centro están presentes estos canales
que transportan sedimento depositado previamente en la plataforma, hasta las
profundidades del fondo marino por flujos de gravedad. Estos flujos aportan en la
erosión de los gullies, los cuales, en el sector sur de la zona de estudio, ocurren por
encima de una pendiente media de 30º, esto dado que se observa una erosión en
el límite de la plataforma continental con el talud, con esto sumado a lo analizado
anteriormente se sugiere que la tectónica desempeña un papel directo en la erosión
de gullies al generar un terreno con altos topográficos (Micallef y Mountjoy, 2011),
y que contribuye a la evolución del cañón al establecer la estructura a lo largo de la
cual crecen estos cañones (como en Tubau et al., 2013; Vachtman et al., 2013).
88
Figura 64. Modelo tectónico, estructural y sedimentario de la Zona Centro del cañón submarino Simpson.
89
tienen una influencia importante en la evolución del cañón al erosionar las paredes,
extender los cañones lateralmente e introducir material en el suelo del cañón
(Micallef et al., 2012).
Según los datos disponibles, el principal factor geológico que podría haber
inducido la inestabilidad de los sedimentos es la pendiente pronunciada de las
paredes del cañón y la sismicidad de la zona (Database GeoMapApp 1960-2016).
Por una parte, el gradiente de pendiente promedio registrado en las paredes y la
cabecera del cañón pudo haber favorecido la ocurrencia de eventos de
deslizamientos y posibles gatillantes a flujos turbidíticos. Como este sector es más
sensible a las inestabilidades de las pendientes, tiene importantes implicaciones de
riesgo geológico. Como también lo es la configuración estructural de la zona de
estudio con su sismicidad, la cual probablemente contribuye a la evolución del
cañón y con ser también el gatillante de flujos turbidíticos.
90
5.3 MODELO TECTONICO, ESTRUCTURAL Y SEDIMENTARIO DE LA ZONA
OESTE DEL CAÑÓN SUBMARINO SIMPSON
Por otro lado, cabe destacar que los depósitos en esta zona tienen una tasa
de sedimentación aproximada de 1,7 mm/año siendo un cañón tipo 2 (no conectado
a un río), mientras que otros cañones como por ejemplo el cañón Biobío y Kushiro
Hokkaido que son cañones tipo 1, presentan tasas de sedimentación de 0,15-0,17
(Bernhardt, 2015) y 0,27-0,3 mm / año (Noda et al., 2008) respectivamente. Por lo
que se infiere que esta zona al no tener una conexión directa con ríos como fuente
principal como los cañones tipo 1, deben presentar un desencadenante importante
para la generación de remociones en masas (corrientes de turbidez, deslizamientos,
slumps), que serían los movimientos sísmicos. Según Ruiz y Madariaga (2018), la
91
gran ruptura de los grandes terremotos ha sido precursora de diferentes remociones
en masas. Sobre todo, en el área de estudio, ya que está en las cercanías a la fosa
y al límite de placas, causando así terremotos por subducción. Estos podrían ser los
eventos importantes que generarían el mecanismo de transporte y erosión.
Figura 65. Modelo tectónico, estructural y sedimentario de la Zona Oeste del cañón submarino Simpson.
92
5.4 DEFINICIÓN DE TURBIDITAS DEL ABANICO SUBMARINO SIMPSON
93
Figura 66. Definición y propiedades de turbiditas. Testigo C24-15-GC 2/2. Elaboración propia.
94
Figura 67. Definición y propiedades de turbiditas. Testigo C24-15-GC 1/2. Elaboración propia.
95
Las turbiditas anteriormente analizadas fueron depositadas de la zona distal del abanico
submarino del cañón Simpson, el cual dentro de las capas de intercalaciones de arenas finas
con limo, se tiene una baja cantidad de materia orgánica, basándonos en el carbono orgánico
y el nitrógeno total, esto explica que cada una de las capas, fueron generadas por diferentes
corrientes de turbidez, donde los granos más gruesos quedan depositados en la parte de
abajo, mientras que luego en depositación por suspensión queda el material más fino sobre
estas capas antes mencionadas. Estas turbiditas al ser correlacionadas con las facies Tc-e y Td-
e, indican un bajo régimen de flujo al ser turbiditas distales.
210
Con datación de Pb fue posible obtener una edad relativa de las primeras capas del
testigo C24-15-GC 2/2. Donde desde los 21 cm hasta los 27 cm se tienen 50 años
aproximadamente.
Por otro lado, dentro de estas turbiditas, se encuentran tres tipos de estructuras que nos
muestra la presencia de una deformación tectónica activa en el área de estudio, que serían
microfallas normales (Fig. 68A, B, C), bloques desarticulados (Fig. 68D) y fracturamiento (Fig.
69E, F). Estas estructuras presentan cierta correlación. Por lo que, no son fallas pequeñas en
una sola capa, sino que, son arreglos estructurales dentro de toda la columna sedimentaria
extraída.
96
Figura 68. A) Microfalla normal. C24-15-GC 2/2 40 cm de profundidad. B) Micro falla Normal. C24-15-GC 1/2 38 cm de
profundidad. C) Micro falla Normal. C24-15-GC 1/2 47 cm de profundidad. D) Bloque desarticulado. C24-15-GC 2/2 desde
los 63 a 86 cm de profundidad.
Figura 69. E) Fracturamiento C24-15-GC 2/2 118 cm de profundidad. F) Espacios y distribución que deja el fracturamiento
visto por otra cara. C24-15-GC 2/2 118 cm de profundidad.
97
5.5 MODELO ESQUEMÁTICO DE LOS PROCESOS MODELADORES DEL CAÑÓN
SUBMARINO SIMPSON
Figura 70. Modelo esquemático de los procesos modeladores del cañón submarino Simpson.
98
6. CONCLUSIÓN
Una vista de múltiples escalas de la región del cañón submarino Simpson utilizando
datos de ecosondas multihaz, nos permite llevar a cabo un estudio morfo-sedimentario y
tectónico de los procesos que ocurren en el área. El cañón submarino Simpson es uno de los
cañones tipo 2 del margen continental chileno. Su sección superior (Zona Este), está arraigada
en la plataforma continental, mientras que su sección central (zona centro), está arraigada en
el talud continental.
Sobre su morfología, en las sección superior y central del cañón, predomina la presencia
de gullies y deslizamientos de bloques. Por otro lado, en el sector norte se observan escarpes
de fallas normales. Estas características indican que el cañón presenta una deformación
tectónica activa, la cual aporta en la ubicación, ensanchamiento, sinuosidad y patrones
dentríticos del cañón submarino Simpson.
Cabe destacar, que en la actualidad el cañón submarino Simpson muestra una dinámica
erosiva en la sección central donde se observa el lecho del cañón con una forma de “U” a “V”.
Esta erosión se produce por distintos fenómenos, pero el proceso modelador más importante
son las corrientes de turbidez.
Por otro lado, el origen de estos flujos se debe a dos grandes fenómenos en la zona de
estudio. 1) Se puede observar depositación y acumulación en el sector este del cañón, por la
forma aplanada del lecho de este. Esto sumado a un alta pendiente, genera el desplazamiento
de estos flujos. 2) Cabe destacar, que la ocurrencia de terremotos en la zona de estudio o a
99
sus alrededores, es un factor gatillante de remociones en masas, por lo que desencadenarían
corrientes de turbidez.
Por último, es importante mencionar que el desprendimiento del flanco del cañón
submarino Simpson, llamado Deslizamiento Simpson al ser comparado con los otros tres
casos analizados en este estudio, no representó un peligro significativo que constituya una
posible amenaza a lo largo de la costa de Chile. Cabe destacar, que el cañón Simpson al estar
a 30 km del archipiélago Los Chonos y a 123 km del continente, cualquier deslizamiento de
algún flanco del cañón, no representaría un peligro significativo para el continente.
100
7. REFERENCIAS
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103
8. ANEXOS
104
C24-15-GC 1/2
105
106
107
108
109
C24-15-GC 2/2
110
111
112
113
Base de datos de análisis químicos C y N
114
115
Base de datos de las muestras tomadas para granulometría separada por unidades tomográficas.
116
117
Susceptibilidad Magnética Testigo C24-15-GC 1/2
118
119
Susceptibilidad Magnética del testigo C24-15-GC 2/2
120