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UNIVERSIDAD ANDRÉS BELLO

Facultad de Ingeniería
Carrera de Geología

BIOESTRATIGRAFÍA Y SEDIMENTOLOGÍA DE LA UNIDAD PORTADORA DE


VERTEBRADOS DEL ÁREA DE PICHASCA, REGIÓN DE COQUIMBO, CHILE.

Memoria para optar al Título de Geóloga

Paula Andrea Salinas Aedo

Profesor Guía:

Sergio Soto Acuña

Miembros de la comisión:

Francisco Hervé Allamand

Pierre-Yves Descote

Profesor Invitado:

Raúl Ugalde Peralta


Resumen
La localidad de Pichasca, ubicada en la región de Coquimbo, es un sitio de interés
paleontológico nacional, al corresponder al primer lugar con hallazgos fósiles en el
país. Este hito generó estudios posteriores que revelaron una gran abundancia de flora
y fauna fósil, en los que destacan restos de titanosaurios, tortugas, cocodrilos,
terópodos, invertebrados bivalvos y gastrópodos, así como material afín a coníferas
de la familia Araucariacae y angioespermas de la familia Nothofagaceae. Dicho
material fósil proviene de niveles asignables a los antiguos miembros 1 y 2 de la
Formación Viñita, los que fueron redefinidos como Estratos de Quebrada La Totora,
una secuencia sedimentaria continental clástica de coloración general rojiza, con una
potencia estimada entre los 800 y 1000 m, cuyas relaciones estratigráficas con otras
unidades adyacentes dataciones radiométricas K-Ar, y análisis U-Pb, en circones
provenientes de la unidad infrayacente y suprayacente permiten asignar un rango de
edad de 107 ± 3 y 86,77 ± 0,84 Ma, es decir, desde el Albiano medio al Cenomaniano.
Se realizó un levantamiento estratigráfico de nueve secciones, abarcando una un
espesor aproximado de 250 m y sobre las cuales se definieron cinco litofacies. La
sucesión está dominada principalmente por intercalaciones de conglomerados clasto-
y matriz-soportado, con areniscas medias a gruesas, y limolitas subordinadas. Dichas
sucesiones presentan frecuentemente clastos subredondeados a subangulosos, de
selección regular y polimícticos, así como estratificación cruzada en artesa y plano-
paralela, que alterna con capas macizas de conglomerados y areniscas. Los estratos
representan eventos de flujos de alta energía y carga en ríos, en tendencia grano y
estrato decreciente. Por tanto, se han deducido seis pulsos en los que domina un
ambiente aluvial, reflejados en capas de conglomerados que hacia el techo de la
secuencia se hacen más potentes y que coinciden con los hallazgos de vertebrados
fósiles mejor preservados, separados por eventos de estabilidad con niveles de
areniscas que reflejan un ambiente fluvial sinuoso con poca preservación de llanuras
de inundación que se interpreta fueron erosionados por eventos de avulsión en el
canal.

I
A MI ABUELO

II
Agradecimientos
Agradezco en primer lugar a Sergio Soto acuña, quien creyó en mí, ofreciendo la
oportunidad de desarrollar esta memoria bajo el amparo del proyecto Anillo ACT-
172099, al igual que a los profesores Raul Ugalde, Francisco Hervé y Pierre-Yves, no
solo por la guía y aprendizaje académico enseñado a lo largo de este camino, a todos,
por su tremenda comprensión, paciencia y por siempre estar dispuestos a responder
ante todas mis dudas y jamás juzgar ante los problemas personales, creo que la frase
que puedo dedicarles es ‘’Cuando grande quiero ser como ustedes’’.

A mi familia, a los que están y los que no, en especial a mis padres, los que me dieron
la oportunidad y las herramientas para poder estudiar, con todo el esfuerzo y sacrificio
que significa que un hijo estudie una carrera universitaria, que a pesar de los altibajos
nunca me criticaron nada, solo prestaron su apoyo y amor incondicional. A mi abuelo
que fue un pilar importante para que eligiera esta carrera, también a mi abuela.
Mención también para mis dos hermanas y por supuesto a mi gata, Obita, siempre
durmiendo encima de mis resúmenes y presente en las noches de estudio. A todos,
espero que la diferencia entre piedra y roca nunca se les olvide.

Mis amistades, aquellas generadas en la Universidad, a las que aprecio mucho más
de lo que llego a demostrar, aunque lo sepan, mi sincero gracias a las tres mejores
amigas que alguien puede tener, y que de alguna forma aparecieron en momentos
precisos de mi vida, Andrea Simio, Vale Candente, y Clau Bro. De igual modo quiero
hacer mención a las otras personas también presentes a lo largo de todo este proceso,
Samy, Seba, Cami, Dahi, Braulio, Caro, Andrea, Dieguito, e incluyendo a las personas
que conocí en el terreno de esta tesis, en el laboratorio de la Facultas de ciencias y en
mi practica en el consejo, todo lo malo, se compensa cuando se tiene a buenas
personas como apoyo.

Quiero dedicar estar últimas líneas, a aquellos que me hicieron reír, sobre todo en los
momentos más tristes, a los cabros de Jaidefinichon GOTH, que estuvieron conmigo
desde el primer día en la Universidad.

III
Índice de contenido

1. Introducción ............................................................................................................. 1
1.1 Ubicación y vías de acceso ................................................................................ 1
1.2 Problemática ...................................................................................................... 1
1.3 Objetivos ............................................................................................................ 3
1.3.2 Objetivos específicos ................................................................................... 4
1.4 Metodología ....................................................................................................... 5
2. Marco geológico .................................................................................................... 10
2.1 Evolución geotectónica regional durante el Cretácico ...................................... 10
2.2 Geología regional ............................................................................................. 12
2.3 Unidades estratificadas .................................................................................... 15
2.3.1 Formación Algarrobal................................................................................. 15
2.3.2 Formación Río Tascadero ......................................................................... 16
2.3.3 Formación Arqueros .................................................................................. 16
2.3.4 Formación Quebrada Marquesa ................................................................ 17
2.3.5 Formación Pucalume ................................................................................. 18
2.3.6 Estratos de Quebrada la Totora ................................................................. 19
2.3.7 Formación Viñita ........................................................................................ 20
2.3.8 Formación Los Elquinos ............................................................................ 21
2.3.9 Estratos de Quebrada Yungay ................................................................... 25
2.4 Unidades estratificadas relacionadas............................................................... 25
2.4.1 Formación Hornitos.................................................................................... 25
2.4 Unidades no estratificadas ............................................................................... 26
2.4.1 Monzodiorita El Pedregoso ........................................................................ 26
2.4.2 Diorita Pichasca ......................................................................................... 27
3. Antecedentes ........................................................................................................ 28
4. Estratigrafía ........................................................................................................... 35
4.1 Sección La Cantera.......................................................................................... 35
4.2 Quebrada San Pedro ....................................................................................... 43
4.3 Sección Ladera Dique ...................................................................................... 49

IV
4.1.2 Sección Titanosaurio Superior ................................................................... 56
4.5 Sección Entre Filones ...................................................................................... 58
4.6 Sección El Pirquín ............................................................................................ 59
4.7 Sección El Alero ............................................................................................... 62
4.7.1 Sección El Alero Basal............................................................................... 62
4.7.2 Sección El Alero Central ............................................................................ 63
4.8 Secciones Auxiliares ........................................................................................ 64
4.8.1 Sección Complementaria Titanosaurio basal ............................................. 64
4.8.2 Sección Titanosaurio Auxiliar ..................................................................... 67
4.9 Correlaciones ................................................................................................... 71
5. Petrología .............................................................................................................. 76
5.1 Descripción petrográfica .................................................................................. 76
5.1.1 Muestra 1 (181105/1)................................................................................. 76
5.1.2 Muestra 2 (181105/2)................................................................................. 77
5.1.3 Muestra 3 (181105/3)................................................................................. 79
5.2 Análisis ............................................................................................................. 80
6. Facies .................................................................................................................... 82
6.1 Asociaciones de Litofacies ............................................................................... 83
7. Discusiones ........................................................................................................... 91
8. Conclusión............................................................................................................. 98
Referencias ............................................................................................................. 101

Índice de Figuras
Figura 1.1 – Mapa de ubicación de la zona de estudio. A) Región de Coquimbo destacando la comuna de Río
Hurtado. Cuadro rojo representa el área de estudio. B) Principales vías de acceso hacia el poblado de Pichasca
desde la ciudad de Ovalle. Cuadro rojo indica la ubicación del Monumento. C) Poblados cercanos al Monumento
Natural Pichasca, junto a la ruta D-595 y el Río Hurtado. ......................................................................................... 2

Figura 1.2 – Monumento Natural Pichasca. A) Vista panorámica de la entrada al Monumento con el camino de
acceso al mismo. B) Interior del Monumento, fotografía tomada desde uno de los miradores. Al fondo, el poblado
de San Pedro de Pichasca. ...................................................................................................................................... 4

V
Figura 1.3 – Imagen satelital con las áreas de trabajo. En rojo, la delimitación del Monumento Natural Pichasca.
En Azul, zona de trabajo para el levantamiento estratigráfico de la porción media a techo. En amarillo, zona de
trabajo para el levantamiento estratigráfico de la porción basal a media. ................................................................. 6

Figura 1.4 – Imagen satelital equivalente al área azul de la Figura 1.3, que ejemplifica las transectas de las
columnas estratigráficas de la porción superior. TBb: Sección Titanosaurio (Base); TSb: Sección Titanosaurio
Superior (Base); TAb: Sección Titanosaurio Auxiliar (Base); EF1b: Primer tramo de Sección Entre Filones (Base);
EF2b: Segundo tramo de Sección Entre Filones (Base); EPb: Sección El Pirquín (Base); EAbb: Sección El Alero
basal (Base); EAbt: Sección El Alero basal (Base); EAcb: Sección El Alero Central (Base). Para el detalle los
puntos de base y techo de las zonas de trabajo, consultar las figuras 4.2 y 4.3....................................................... 8

Figura 2.1 – Etapas y subetapas del Ciclo Andino, con sus eventos tectónicos característicos. Extraído de Charrier
et al., 2009. ............................................................................................................................................................. 11

Figura 2.2 – Relación Este-Oeste entre el arco del Jurásico tardío-Cretácico temprano y los depósitos de trasarco
en la latitud de La Serena. Los depósitos de Arco pertenecen a las Formaciones Arqueros y Quebrada Marquesa,
mientras que los de trasarco corresponden a la Formación Río Tascadero y los transicionales a la Formación
Pucalume. Las intercalaciones marinas de las Formaciones Arqueros y Marquesa posiblemente se relacionen a
depósitos acumulados en una costa orientada al Oeste. Extraído de Moreno, T. y Gibbons, W., 2007 (Capítulo 3,
Charrier et al.) ......................................................................................................................................................... 13

Figura 2.3 – Sucesión estratigráfica para la primera y segunda etapa de la evolución Andina, desde el Cretácico
Inferior hasta el Paleógeno Inferior en la región de La Serena (30°S) basado en Nasi et al. (1990), Arévalo (1995,
2005 a, b), Cornejo et al. (1998, 2003), Emparan & Pineda (1999, 2005), Iriarte et al. (1996, 1999), Tomlinson et al.
(1999), Pineda & Emparan (2006). Extraído y modificado de Moreno, T. & Gibbons, W., 2007 (Capítulo 3, Charrier
et al.) ....................................................................................................................................................................... 14

Figura 2.4 – Mapa geológico con énfasis en las Formaciones Cretácicas que subyacen e infrayacen a la unidad
Estratos de Quebrada la totora, y aledañas al área de estudio, con la mayoría de las edades radiométricas que
figuran en la Tabla 2.1. La leyenda y simbología correspondientes se encuentran en la figura 2.5. Modificado de las
cartas geológicas Andacollo – Puerto altea (Emparan y Pineda, 2006) y Vicuña – Pichasca (Pineda y Emparán
2006)....................................................................................................................................................................... 23

Figura 2.5 – Leyenda y simbología correspondiente a la Figura 2.4. Flora fósil corresponde a Coniferales indet
Rubilar et al.,2003).; y ejemplares de vertebrados fósiles a Sauropoda indet., Dinosauria indet., Crocodyliformes
indet., y Chelonii indet. (Suarez, 2003). .................................................................................................................. 24

Figura 3.1 – Restos fósiles de tortugas. A) Vista anterior de la porción proximal de húmero derecho de
Antarcosaurus cf. wichmannianus. B) Vista anterior de escápula-coracoides de titanosaurio indeterminado. C)
Porción de placa de caparazón de tortuga, vista externa a la derecha e interna a la izquierda. Imágenes extraídas
y modificadas de Casamiquela et al. (1969). .......................................................................................................... 30

Figura 3.2 – Sección local de la secuencia fosilífera de Pichasca, perpendicular al rumbo de la estratificación.
UNIDAD A: (30 m)Conglomerado fino con intercalaciones de areniscas. UNIDAD B: (175 m) Areniscas con
intercalaciones de lutita lenticular. Hacia el techo contiene restos de troncos silicificados, restos de hojas y tallos, y
fragmentos de huesos. UNIDAD C: (15 m) Intercalaciones de areniscas y conglomerados finos. UNIDAD D: (45 cm)
Areniscas con capas de estratificación cruzada que contienen troncos silicificados de diferente tamaño, intercaladas
con lutitas que contienen restos de hojas y tallos fósiles. UNIDAD E: (65 m) Intercalación de areniscas y
conglomerados finos, las primeras con fragmentos de huesos fósiles (15 m). UNIDAD F: Intercalación de areniscas
y conglomerados gruesos. Espesor total de la secuencia: 355 m. El techo correspondería a ignimbritas de la
Formación Los Elquinos. Modificado de Casamiquela et al. (1969). ...................................................................... 31

Figura 3.3 – Dientes de Lithostrotia indet. (A, B, C, D, E. F), y Abelisauridae? Indet. (G, H, I, J) y, provenientes de
Estratos de Quebrada la Totora, Pichasca, Región de Coquimbo. A, B y C) Vista labial, lateral y lingual. D, E, F)

VI
Vista labial, lateral y lingual. G y J) vista labial, H e I) vista lingual. Barra de escala: 0,5 cm. (Fotografías originales
de Soto et al, 2015)................................................................................................................................................. 33

Figura 4.1 – Simbología correspondiente a las columnas estratigráficas presentadas en este trabajo. ................ 36

Figura 4.2 – Vista en planta de los puntos de base y techo de las secciones correspondientes a la porción basal a
media del Monumento. LCb: Sección La Cantera (base); LCt: Sección La Cantera (Techo); QPb: Sección Quebrada
San Pedro (Base); QPt: Sección Quebrada San Pedro (Techo); LDb: Sección Ladera Dique (Base); LDt: Sección
Ladera Dique (Techo); TCb: Sección Titanosaurio Complementaria (Base); TCt: Sección Titanosaurio
Complementaria...................................................................................................................................................... 37

Figura 4.3 – Vista en planta de los puntos de base y techo de las secciones correspondientes a la porción media
al techo del Monumento. TBb: Sección Titanosaurio Basal (base); TBt: Sección Titanosaurio Basal (Techo); TSb:
Sección Titanosaurio Superior (Base); TSt: Sección Titanosaurio Superior (Techo); TAb: Sección Titanosaurio
Auxiliar (Base); TAt: Sección Titanosaurio Auxiliar (Techo); EF1b: Primer tramo de Sección Entre Filones (Base);
EF1t: Primer tramo de Sección Entre Filones (Techo); EF2b: Segundo tramo de Sección Entre Filones (Base);
EF2t: Segundo tramo de Sección Entre Filones (Techo); EPb: Sección El Pirquín (Base); EPt: Sección El Pirquín
(Techo); EAbb: Sección El Alero basal (Base); EAbt: Sección El Alero basal (Base); EAcb: Sección El Alero
Central (Base); EAct: Sección El Alero Central (Techo). ....................................................................................... 38

Figura 4.4 – Vistas Panorámicas de los afloramientos de la Sección La Cantera ubicados en los cortes del camino
hacia el Monumento Natural Pichasca. A) Intrusivo Dacítico que corresponde a la base de la Sección. B)
Afloramiento de limolita bajo línea segmentada, y sobre ella, relleno aluvial. C) Tramo final de la sección,
intercalación entre areniscas y limolitas diaclasadas. Flecha Azul indica el contacto entre el filón volcánico y la
secuencia estratigráfica. ......................................................................................................................................... 40

Figura 4.5 – Restos fósiles fragmentarios. A) Fósil óseo fragmentario indeterminado inmerso en conglomerado fino
matriz soportado. Escala: 5 cm. B) Rizolito petrificado en arenisca media. Escala: 2 cm. ..................................... 42

Figura 4.5 – Areniscas gruesas a muy gruesas. A) Arenisca gruesa con estratificación cruzada en artesa, la
sobreyace una capa de conglomerado matriz soportado. Escala: 5 cm. B) Arenisca muy gruesa con estratificación
cruzada en artesa que intercala con lentes de limolita. Escala: 5 cm. .................................................................... 42

Figura 4.6 – Columna estratigráfica de la Sección La Cantera. Escala 1:300. La secuencia marca el inicio de la
sección con base cubierta sobreyaciendo a intrusivo dacítico. Destaca por preservar facies de llanura de inundación
y niveles que demuestran avulsiones de canal. En general, los componentes líticos son dominantes. ................. 44

Figura 4.7 – intercalaciones entre areniscas gruesas y conglomerados matriz soportado con laminación cruzada
en artesa de bajo ángulo con fragmentos líticos flotantes volcánicos. Escala 10 cm. ............................................ 46

Figura 4.8 – Fósiles óseos fragmentarios indeterminados. A) Resto óseo en conglomerado clasto soportado. Escala
2 cm. B) Resto óseo en conglomerado clasto soportado. ....................................................................................... 46

Figura 4.9 – Fotografías correspondientes a puntos de las Secciones Quebrada San Pedro y Ladera Dique. A)
Inicio Sección Quebrada San Pedro. Flecha indica punto de partida. B) Interrupción de la estratigrafía por dique
volcánico, marcando el fin de la Sección Quebrada San Pedro e inicio de la Sección Ladera Dique. Linea
segmentada marcan contacto discordante entre el dique y la estratigrafía. ........................................................... 47

Figura 4.10 – Columna estratigráfica de la Sección Quebrada San Pedro. Escala 1:300. La secuencia evidencia
facies de reactivación y/o avulsiones de canal más marcadas que en el tramo anterior, marcando mayor sinuosidad
y variaciones de carga y energía. El dominio de la fracción lítica se mantiene. ..................................................... 48

Figura 4.11 – Columna estratigráfica de la Sección Ladera Dique. Escala 1:300. La secuencia presenta facies de
areniscas con niveles más potentes y estables, con aportes de flujos detríticos. Los componentes se encuentran

VII
en una proporción equilibrada en comparación a las secciones anteriores. Los dos últimos estratos hacia el techo,
corresponden correlativamente, a los dos primeros estratos hacia la base de la Sección Titanosaurio (Figura 4.15).
................................................................................................................................................................................ 51

Figura 4.12 – Fotografías correspondientes a puntos de las Secciones Titanosaurio, El Pirquín y El Alero. A) Inicio
Sección Titanosaurio Basal. Flecha indica punto de partida. B) Sección Titanosaurio Superior. Flechas indican la
ladera correspondiente al levantamiento estratigráfico. C) Fin de Sección El Pirquín (Flecha blanca). Inicio Sección
el Alero (Flecha roja)............................................................................................................................................... 53

Figura 4.13 – Estructuras, contactos y fósiles de la Sección Titanosaurio. Areniscas gruesas con estratificación
cruzada en artesa. A) Arenisca media a gruesa con estratificación cruzada en artesa (Línea segmentada). Escala:
30 cm. B) Contacto transicional entre areniscas gruesas y conglomerado matriz soportada, ambas litologías son
polimícticas. Clastos subredondeados, de mala selección y esfericidad media. Escala: 5 cm. C) Contacto basal
erosivo entre areniscas gruesas y conglomerado polimíctico clasto soportado, matriz arenisca gruesa a muy gruesa.
Escala: 5 cm. D) Fragmento óseo de Titanosaurio en conglomerado fino clasto soportado. Escala: 5 cm. E) Tronco
con óxidos de cobre correspondientes a crisocola y malaquita. Escala: 3 cm. F) Tronco con óxidos de manganeso.
Escala: 4 cm. .......................................................................................................................................................... 55

Figura 4.14 – Columna estratigráfica de Sección Titanosaurio. Escala 1:300. Los tramos, tanto Basal como
Superior demuestran un comportamiento de canal en abandono y aportes detríticos gravosos y arenosos por flujos
gravitatorios. Los dos primeros niveles hacia la base, se correlacionan con los dos últimos niveles de la sección
Ladera Dique. Dominio de fracción lítica y feldespática. ......................................................................................... 57

Figura 4.15 – Sección Entre Filones y El Pirquín. Escala 1:300. Dominio de facies fluviales más estables que en el
tramo anterior. La fracción de feldespato potásico tiene una tendencia mayoritaria............................................... 60

Figura 4.16 – Puntos para la Sección Titanosaurio. A) Sección Titanosaurio Auxiliar, quebrada de los hallazgos
clásicos de titanosaurios (algunos se muestran en la Figura __). Flechas blancas indican puntos de base (izquierda)
y techo (derecha). Flecha amarilla señala mirador del sendero al interior del Monumento Natural Pichasca. B) Flecha
blanca indica el punto de inicio para la Sección Titanosaurio Basal. Lineas verdes señalan capa de conglomerado.
Escala: 40 cm- ........................................................................................................................................................ 61

Figura 4.17 – Filón volcánico a ras de suelo, correspondiente a la base de la Sección Entre Filones, cubierto
ligeramente por vegetación. Al fondo, poblado de San Pedro de Pichasca. ........................................................... 61

Figura 4.18 – Niveles de areniscas estratificadas. A) y B) Estratificación plano-paralela sinuosa en intercalaciones


entre areniscas medias y gruesas a muy gruesas pertenecientes a la Sección Titanosaurio Auxiliar. A) Vista E-W
del afloramiento B) Esquema que destaca los límites de las intercalaciones. Escala: 30 cm. C) Sucesiones de
arenisca media a gruesa presentando estratificación cruzada en artesa de bajo ángulo con líticos volcánicos
flotantes Escala: 30 cm. (Sección El Alero) D) Estratificación plano-paralela sinuosa en arenisca media a gruesa.
Líneas rojas resalta la estratificación. Escala: 30 cm.............................................................................................. 65

Figura 4.19 – Sección El Alero. Escala 1:300. Representa el techo de la secuencia, abarcando un total de 240,7 m
de potencia. Destacan los depósitos que señalan reactivaciones o avulsiones de canal, Además del nivel con
moluscos de agua dulce de los que se infiere una posible laguna remanente. ...................................................... 66

Figura 4.20 – Sección Complementaria Titanosaurio Basal. Se correlaciona con la Sección Ladera Dique
(Figura.25) y se asocia principalmente a rellenos y/o barras de canal arenoso. .................................................... 69

Figura 4.21 – Sección Titanosaurio Auxiliar, se correlaciona a la Sección Titanosaurio (Figura 4.26), ubicando los
hallazgos fosilíferos de titanosaurios en la sección principal. Se asocia a facies fluviales en la base y aluviales hacia
el techo. .................................................................................................................................................................. 69

VIII
Figura 4.22 – Restos fósiles óseos desarticulados. A) y B) Vértebra de Titanosauria indet. (se reconoce por el
“camelate” bone, hueso altamente poroso y con espacios grandes) C) Impresión de hueso plano de gran tamaño
(escápula?). Sauropoda indet. D) Vértebra (centro con cara articular cóncava se ve abajo a la izquierda y arco
neural arriba) de Titanosauria indet. E) Arco neural o hemal. Dinosauria indet. F) Hueso indeterminado, posible
Reptilia indet o Dinosauria indet. G) Vértebra de Titanosauria indet. Escala A Y C: 30 cm; B y G: 15 cm; D, E y F: 5
cm. .......................................................................................................................................................................... 70

Figura 4.23 – Correlación entre las secciones Complementaria Basal (izquierda), y Ladera Dique (derecha).
Principalmente tramos de arenisca media a gruesa con estratificación cruzada en artesa. Escala 1:250. ............ 72

Figura 4.24 – Correlación entre las secciones Titanosaurio Basal (izquierda), y Titanosaurio (derecha). Se muestran
principalmente acuñamientos para niveles de areniscas medias a gruesas y conglomerados, ambas litologías con
clastos polimícticos y mal seleccionados. Escala 1:250. ........................................................................................ 73

Figura 4.25 – Tramo interior de la secuencia estratigráfica completa, abarcando hasta los 132,6 m, con las
secciones, de base a techo: La Cantera, Quebrada San Pedro y Ladera Dique. Escala 1:400 ............................. 74

Figura 4.26 – Tramo superior de la secuencia estratigráfica completa, desde los 132 a los 241,2 m. Abarca las
secciones Titanosaurio (Basal y Superior), Entre Filones, El Pirquín y El Alelo. Escala 1:400 ............................... 75

Figura 5.1 – Cortes petrográficos correspondientes a la muestra 1, 181105/1 (A y B), muestra 2, 181105/2 (C y D),
y muestra 3, 181105/3 (E y F). Fila izquierda corresponde a vista en Nicoles paralelos, y a la derecha en Nicoles
cruzados. Flechas celestes: Cuarzo, Flechas blancas: Cuarzo policristalino, Flechas violetas: Feldespato potásico,
Flechas azules: Fragmentos líticos volcánicos, Flechas amarillas: Fragmentos líticos sedimentarios, Flechas
verdes: Plagioclasa, Flechas rojas: Minerales opacos. Escala: 0,3 mm. ................................................................ 81

Figura 6.1 – Fragmentos de hueso fósiles en arenisca muy gruesa a conglomerado fino y polimíctico A) Hueso
alargado y masivo, con bordes redondeados. Escala: 0,5 cm. B) Hueso de bordes subredondeados y esfericidad
media. Escala: 2 cm. C) Hueso de bordes subangulosos a subredondeados, mala esfericidad. Escala: 1 cm. ..... 85

Figura 6.2 – Estratos representativos de las asociaciones F1 y F2. A) Asociación F1, conglomerado macizo (Gm),
clasto soportado, polimíctico, con clastos subredondeados y matriz de arenisca gruesa. Sección Quebrada San
Pedro. B) Asociación F1, conglomerado clasto soportado con aparente estratificación plano-paralela (Gh) y grano
decreciente. Sección La Cantera. Escala 30 cm. C) Asociación F2, Areniscas gruesas intercaladas con
conglomerado clasto soportado con matriz de arenisca gruesa (Sm-Gm), se aprecian algunos fragmentos de
limolitas. Sección Quebrada San Pedro. ................................................................................................................ 86

Figura 6.3 – Estratos representativos de las asociaciones F3, F4 y F5 A) Asociación F3, areniscas medias a gruesas
con estratificación cruzada en artesa, bien preservada y de bajo ángulo (líneas azules). Flecha amarilla indica
intraclasto de limolita.. Sección Ladera Dique. B) Asociación F4, arenisca media, hacia la base estratificación
cruzada en artesa (St) bien preservada y de bajo ángulo (Líneas azules) y hacia el techo varía a estratificación
plano-paralela (Sh). Escala 20 cm. C) Asociación F5: Limolita maciza (Fm). Sección Ladera Dique. Escala 30 cm.
................................................................................................................................................................................ 88

Figura 7.1 – Segmento basal de la secuencia estratigráfica, con las litofacies coloreadas, F1: Naranjo, F2: Amarillo,
F3: Verde, F4: Violeta, F5: Blanco. Signo más, indica los pulsos de mayor energía con dominio de ambiente aluvial,
dominado por las litofacies F1 y F2. Signo menos, indica los pulsos de menor energía con el dominio de ambiente
fluvial. Escala 1:400. ............................................................................................................................................... 94

Figura 7.2 – Segmento de techo de la secuencia estratigráfica, con las litofacies coloreadas, F1: Naranjo, F2:
Amarillo, F3: Verde, F4: Violeta, F5: Blanco. Signo más, indica los pulsos de mayor energía con dominio de
ambiente aluvial, dominado por las litofacies F1 y F2. Signo menos, indica los pulsos de menor energía con el
dominio de ambiente fluvial. Escala 1:350. ............................................................................................................. 95

IX
Índice de tablas
Tabla 2.1 – Dataciones radiométricas para las formaciones que sobreyacen e infrayacen a la
unidad de Estratos de Quebrada la Totora, ordenadas estratigráficamente, obtenidas de las
cartas geológicas: Andacollo – Puerto altea (Emparan y Pineda, 2006) Vicuña – Pichasca
(Pineda y Emparán 2006), y Monte Patria – El Maquí (Pineda y Calderón, 2008). ................. 22

Tabla 6.1 – Caracterización binominal de litofacies sedimentarias para rocas epiclásticas.


Modificado de Miall (1996, 2006). ..................................................................................................... 83

Tabla 6.2– Resumen de la interpretación y elementos que se encuentran en las litofacies


descritas, ordenadas de mayor a menor aparición. ....................................................................... 90

X
1. Introducción
1.1 Ubicación y vías de acceso
La zona de estudio se encuentra ubicada en la Región de Coquimbo, dentro de la
provincia del Limarí, comuna de Río Hurtado, poblado de San Pedro de Pichasca,
Chile. El lugar en el que se realizaron los levantamientos estratigráficos de la
presente memoria, se ubica en la vertiente norte del Río Hurtado, en los alrededores
y dependencias del Monumento Natural Pichasca (Figura 1.1 y 1.2).

La principal vía de acceso, desde la ciudad de Santiago, corresponde a la ruta 5 y


Panamericana Norte hacia Ovalle, abarcando aproximadamente 370 kilómetros,
hasta llegar a la salida en dirección a la ruta 45. Desde Ovalle, se debe salir por la
ruta 43, hasta el cruce señalizado con la ruta D-595 y desde allí continuar 55
kilómetros hasta el poblado de San Pedro, donde se encuentra el cruce con la ruta
D-439 que conecta con la entrada al Monumento ya mencionado.

Los afloramientos se sitúan en los cortes del camino de ingreso al Monumento, de


fácil acceso, pavimentado y de flujo vehicular bajo que consiste principalmente en
turistas y trabajadores. También, se emplazan en quebradas y laderas a los cuales
se puede acceder a través de senderos que pertenecen al circuito oficial, delimitado
para recorrer el Monumento.

1.2 Problemática
La localidad de Pichasca ha sido un sitio de interés paleontológico desde el hallazgo
de restos fósiles pertenecientes a dinosaurios titanosaurios, pues corresponde al
primero de estas características realizado en Chile. A partir de aquí, surgieron varías
investigaciones que han dado como resultado el descubrimiento de una abundancia
de fauna y flora fósil presente en la zona y sus alrededores, entre los que se
encuentran otros restos de dinosaurios saurópodos y también terópodos, al igual
que tortugas y cocodrilos, junto con invertebrados, tales como bivalvos y
gastrópodos, además de troncos y hojas.

1
Figura 1.1 – Mapa de ubicación de la zona de estudio. A) Región de Coquimbo destacando la comuna de Río
Hurtado. Cuadro rojo representa el área de estudio. B) Principales vías de acceso hacia el poblado de Pichasca
desde la ciudad de Ovalle. Cuadro rojo indica la ubicación del Monumento. C) Poblados cercanos al Monumento
Natural Pichasca, junto a la ruta D-595 y el Río Hurtado.

A la fecha se han realizado trabajos que se han enfocado principalmente en


campañas de prospección y salvatajes paleontológicos, a los cuales, la ley N°
17.288, artículo 20°, sobre excavaciones y/o prospecciones, arqueológicas,
antropológicas o paleontológicas, los define como la recuperación urgente de datos
o especies, en este caso paleontológicas, amenazadas de pérdida inminente, sin
que se requiera para tales efectos una autorización previa del Consejo de

2
Monumentos Nacionales. Dichos trabajos se traducen en documentación que han
complementado y expandido los registros de fauna fósil presente en el área; sin
embargo, falta engranar dicha información con la litología asociada.

El trabajo de Casamiquela (1969), fue el primero en publicar sobre los


descubrimientos fósiles de titanosaurios, realizó un perfil estratigráfico, con una
breve descripción litológica, en el que ubica niveles con contenido fósil de
fragmentos óseos, troncos y hojas, los cuales, de acuerdo al esquema estratigráfico
vigente, provienen de niveles asignables a la unidad conocida como Estratos de
Quebrada la Totora, la cual, corresponde a una redefinición informal publicada por
Emparán y Pineda (1999), quienes reasignaron a los miembros 1 y 2 que
pertenecían a la Formación Viñita, dejando solo al miembro 3 de la misma, con la
definición original realizada por Aguirre y Egert (1965).

Si bien los trabajos anteriormente mencionados, cuentan con descripciones


litológicas, estas no han sido actualizadas, lo que produce que datos como la
potencia, contenido petrográfico, determinación y asociación de facies
sedimentarias, sub ambientes de deposición, identificación de los niveles
portadores de los hallazgos más recientes, relaciones de contacto y variaciones
laterales no estén esclarecidos, lo que conlleva a una falta de interpretación de los
ambientes deposicionales, correlaciones litológicas y una falta de contexto
geológico tanto local, como regional. Por lo tanto, realizar levantamientos
estratigráficos, como el presentado en esta memoria, Permitirá ayudar a la
comprensión de estos tópicos con la debida integración de las investigaciones
previas.

1.3 Objetivos
1.3.1 Objetivos generales

Contextualizar los hallazgos fósiles encontrados en la unidad Estratos de Quebrada


la Totora, en la localidad de Pichasca, con el fin de establecer su posición
estratigráfica y condiciones deposicionales.

3
1.3.2 Objetivos específicos
 Realizar columnas estratigráficas representativas de la zona de estudio,
estableciendo los niveles portadores de fósiles, las litofacies asociadas y sus
relaciones de contacto.
 Analizar las litofacies y el contenido fosilífero.
 Generar una propuesta de ambientes deposicionales que contextualice los
hallazgos fósiles en Estratos de Quebrada la Totora.
 Proponer un nuevo esquema estratigráfico en el sector determinado para las
rocas estratificadas que afloran en Pichasca.

Figura 1.2 – Monumento Natural Pichasca. A) Vista panorámica de la entrada al Monumento con el camino de
acceso al mismo. B) Interior del Monumento, fotografía tomada desde uno de los miradores. Al fondo, el poblado
de San Pedro de Pichasca.

4
1.4 Metodología
Se realizaron dos campañas de terreno, el primero entre los días 1 y 8 de noviembre
en el año 2018, y el segundo entre el 30 de julio y 5 de agosto. Se contó con la
colaboración de un equipo multidisciplinario que integró geólogos, paleontólogos y
paleobotánicos de la Universidad de Chile, Universidad Mayor y Universidad Andrés
Bello. La logística incluyó el arriendo de cabañas y camionetas, compra de
materiales, alimentos y combustible. Además, fue necesaria la generación y
solicitud de los permisos de prospección paleontológica al Consejo de Monumentos
Nacionales (CMN), a nombre de ‘’Estudio Paleontológico y Bioestratigráfico de los
Estratos de Quebrada la Totora, comuna de Río Hurtado y Vicuña, Región de
Coquimbo’’, el cual se asocia al Proyecto Anillo ACT-172099 (Ord.N°4319, 2018).
En paralelo, se realizaron comunicaciones previas la Corporación Nacional Forestal
(CONAF), el organismo a cargo del Monumento Natural Pichasca, para realizar los
trabajos al interior del mismo.

Se hizo uso del software Google Earth Pro para reconocer, mediante imágenes
satelitales, las localidades a estudiar y sus alrededores. A su vez, la información
geológica fue consultada en la carta geológica: ‘’Geología del área Vicuña-
Pichasca’’ (Pineda y Emparán, 2006) y el mapa del área Condoriaco-Rivadavia
(Emparán y Pineda, 1999). Todo esto, junto al conocimiento de los sitios de
hallazgos fósiles, fueron claves para la determinación de los sitios de mayor interés
para el estudio, tales como, nuevos lugares para prospectar y, en relevancia para
esta memoria, los puntos clave para la realización del levantamiento estratigráfico.

Tanto las coordenadas de interés, como las bases y techos de cada una de las
secciones, puntos fosilíferos y de muestreos, fueron registradas en grados
decimales geográficos; sin embargo, en los mapas presentados, también se
muestran en el sistema Universal Transversal de Mercator (UTM), con huso 19J. En
cuanto a la medición de rumbos y manteos de estratos, tanto reales como
aparentes, así como datos de estructuras sedimentarias y orientación de fósiles,
fueron realizados con brújula marca Brunton.

5
Figura 1.3 – Imagen satelital con las áreas de trabajo. En rojo, la delimitación del Monumento Natural Pichasca.
En Azul, zona de trabajo para el levantamiento estratigráfico de la porción media a techo. En amarillo, zona de
trabajo para el levantamiento estratigráfico de la porción basal a media.

El levantamiento estratigráfico abarcó desde la porción media hasta el techo del


Monumento en el primer terreno, en tanto, para el segundo, se conectó la base con
el techo de la primera sección realizada (Figura 1.3). Las columnas fueron
construidas de forma segmentada debido a la presencia de cuerpos volcánicos que
interrumpían la continuidad de la estratificación siguiendo un rumbo y manteo de
N25°E/16°E (Figura 1.4). La potencia real de los niveles que componen a cada una,
fueron determinados mediante un bastón de Jacob de 1,5 m graduado cada 10 cm,
el cual fue dispuesto de forma perpendicular a la estratificación. El tamaño de grano
fue estimado mediante una carta granulométrica que contiene las medidas desde

6
limo a grava, según la ‘’Classification of Sediments and Sedimentary Rock’’
(Clasificación de sedimentos y rocas sedimentarias. Hallsworth y Knox, 1999).
Además, el color de exposición y de las caras frescas de las rocas se infirió mediante
la comparación con la tabla de colores Munsell COLOR (Geological Rock-Color
Chart, 2009).

Las muestras de rocas destinadas a cortes petrográficos, se colectaron en puntos


con contenido fósil, mientras que aquellas para dataciones radiométricas fueron
tomadas en puntos de base, techo y porciones intermedias de las secciones, en
litologías de arenisca media a gruesa, y para areniscas finas y limolitas para análisis
de polen. Dichas muestras, se colectaron en bolsas plásticas de 0,25 mm de
espesor y tamaño de 30x40 cm, todas con su respectivo rótulo, nivel estratigráfico
y, en aquellas para corte petrográfico, incluyendo las orientaciones de rumbo y
manteo in situ. En cuanto a las muestras fósiles, según su grado de fracturamiento
y exposición, se hizo uso de consolidante (Butvar B-76, Paraloid B-72, Cianocrilato),
resina Epoxy e isopropanol según cada caso, esto tanto para preservar el registro
colectado y no colectado. Para aquellas que serían extraídas, en especial para la
colecta de restos óseos, se preparó un bochón, para que pudieran ser transportadas
sin sufrir daños. Para esto, se abrió un Quarry que deja a la muestra aislada,
envolviéndola posteriormente en papel, y cubriéndola de vendas empapadas en
yeso. En cuanto a las más pequeñas o fragmentarias, se colectaron en bolsas
plásticas transparentes Ziploc. Tanto las muestras de rocas, como las de fósiles,
fueron extraídas mediante el uso de martillos geológicos y estratigráficos de 20 Oz,
combos de 800 gr-3 lb, y picotas de 4 lb de marca y modelo Estwing, en algunos
casos fue necesario limpiarlas con brochas para limpiarlas de sedimento suelto. A
su vez, las dos, sin excepción, fueron debidamente etiquetadas con su código
correspondiente, e inventariadas en una tabla Excel, agregando su identificación,
nivel de proveniencia, localidad, fecha de colecta y otras observaciones. Debido a
su carácter patrimonial, dichos ejemplares fueron almacenados para su estudio en
el Laboratorio de Red Paleontológica de la Universidad de Chile, de la Facultad de
ciencias, de acuerdo a lo establecido como almacenamiento temporal en el Ord.
CMN N° 4319 del 31.10.2018. En adición, tres cortes transparentes fueron

7
solicitados al Laboratorio J&J Geominerals SPA, mientras que su análisis fue hecho
en un microscopio NIKON.

Figura 1.4 – Imagen satelital equivalente al área azul de la Figura 1.3, que ejemplifica las transectas de las
columnas estratigráficas de la porción superior. TBb: Sección Titanosaurio (Base); TSb: Sección Titanosaurio
Superior (Base); TAb: Sección Titanosaurio Auxiliar (Base); EF1b: Primer tramo de Sección Entre Filones
(Base); EF2b: Segundo tramo de Sección Entre Filones (Base); EPb: Sección El Pirquín (Base); EAbb: Sección
El Alero basal (Base); EAbt: Sección El Alero basal (Base); EAcb: Sección El Alero Central (Base). Para el
detalle los puntos de base y techo de las zonas de trabajo, consultar las figuras 4.2 y 4.3.

8
Se creó, asimismo, una base de datos digital de respaldo que incluye todas las
anotaciones y descripciones tomadas en terreno, incluyendo material fósil, puntos
GPS, y columnas estratigráficas, así como la descripción a detalle de las mismas,
el posicionamiento estratigráfico de fósiles y la caracterización de los niveles
portadores, el análisis de las facies sedimentarias y de los ambientes deposicionales
haciendo uso de la información reunida en las etapas previas,

La digitalización de las columnas estratigráficas se realizó mediante el Software


SedLog 3.1 para las bases, Adobe Iluustrator CC 2018 para agregar los colores de
cada nivel y símbolos estratigráficos además de los fosilíferos, y, Adobe Photoshop
CC 2019 y Paint Tool Sai 1.2.5 para detalles finales. También, ambos programas
Adobe mencionados, junto a Image Composite Editor, se utilizaron para el retoque
de fotografías y edición de figuras. En cuanto a la confección de mapas y
determinación de ubicaciones geográficas, se hizo uso de los Software Google
Earth Pro y ArcMap 10.5. Por último, la corrección de paleocorrientes se efectuó
con la aplicación Stereonet 10.2.9.

9
2. Marco geológico
2.1 Evolución geotectónica regional durante el Cretácico
Posterior a las etapas de rifting que ocurren entre el Triásico y el Jurásico Inferior,
inicia un proceso conocido como el Ciclo Tectónico Andino (Figura 2.1), en el cual
la subducción se reanuda, generando el magmatismo de arco Andino (Mpodozis y
Ramos, 1989; Coira et al., 1982; Charrier et al., 2007). Dicho ciclo, puede
subdividirse en tres etapas principales, una del Jurásico Superior al Cretácico
Inferior tardío, del Cretácico Superior al Paleógeno temprano, y la última, desde el
Paleógeno tardío hasta el presente (Charrier et al., 2007).

Durante la primera etapa, predominaron condiciones extensionales donde se


desarrolló un arco volcánico de orientación Norte-Sur en el lugar que actualmente
ocupa la Cordillera de la Costa (Vergara et al, 1995), y en la cual, también se darían
origen a cuencas de trasarco (Charrier et al., 2007). Hacia fines de esta etapa, toma
lugar la Fase Peruana (Steinmann., 1929; Charrier y Vicente, 1972; Scheuber et al.,
1994), caracterizada por ser un régimen compresivo que produciría la inversión de
las cuencas de trasarco, y la emersión del margen continental (Mpodozis y Ramos,
1990; Scheuber et al, 1994; Mourgues, 2007; Boyce, 2015). Luego, inicia la segunda
etapa del ciclo, que cuenta con dos grandes episodios extensivos que se dividen
por un breve evento de deformación compresiva asociada a la Orogenia K-T. A su
vez, el arco magmático se desplazó hacia el este, dando origen a la formación de
una cuenca continental de antepaís al este del arco, generando una zona de
antearco (Charrier et al., 2007).

Durante el Eoceno medio y tardío, las condiciones tectónicas cambian, pasando de


una condición de subducción oblicua de la placa Farallón bajo la Sudamericana, con
tasas de convergencia relativamente bajas (Pardo, 1987), a una donde estas últimas
aumentan y la subducción es menos oblicua (Pilger, 1984; Pardo y Molnar, 1987;
Somoza, 1998; Reutter, 2001), lo que da lugar a la tercera etapa con la denominada
Fase de compresión Incaica (Steinmann, 1929; Charrier y Vicente, 1972; Reutter,
2001; Cornejo et al., 2003).

10
Figura 2.1 – Etapas y subetapas del Ciclo Andino, con sus eventos tectónicos característicos. Extraído de
Charrier et al., 2009.

En el límite Oligoceno-Mioceno, ocurre un nuevo evento de deformación


compresivo, la orogenia Pehuenche (Yrigoyen, 1993), a la cual se le atribuye el
alzamiento de la Cordillera Frontal con respecto a la cordillera de la costa
(Cembrano et al., 2003; Charrier et al., 2005). Finalmente, durante el Mioceno
Inferior, ocurre la colisión de la Dorsal de Juan Fernandez con el margen occidental
de Sudamérica, una de las posibles causas para la generación de la zona de flat-
slab entre los 27° y 33°S (Barazangi e Isacks, 1976); que trae como consecuencia,
la ausencia de volcanismo cuaternario, el cual puede explicarse, además, como el
posible resultado de fuerzas de compresión horizontales, que dan origen a planos
inversos de inclinaciones variables, y por fallas gravitacionales distensivas, debido

11
a que estos mecanismos de fallamiento sellarían el escurrimiento de las corrientes
magmáticas hacia la superficie (Carter y Aguirre, 1965; Ruiz, 1965; Pérez y Aguirre,
1968).

Cabe destacar también, que entre las latitudes 17° y 42°S, pueden diferenciarse
tres unidades geomorfológicas mayores actuales, conocidas como, de oeste a este:
La Cordillera de la Costa, Depresión Intermedia o Valle Central y la Cordillera de los
Andes (Brüggen, 1950). En particular, la región del flat-slab mencionada
anteriormente, es la de mayor relevancia para esta memoria, debido a la ubicación
de la zona de estudio, en la que la destaca, aparte de la ausencia de volcanismo, la
falta de depresión intermedia en su expresión geomorfológica, que es sustituida por
valles transversales (Fuenzalida, 1965; Pérez y Aguirre, 1968).

2.2 Geología regional


Las Formaciones sedimentarias de mayor relevancia para el desarrollo del presente
trabajo, son aquellas de edad Cretácica que se encuentran mapeadas en las cartas
Geológicas de las áreas Condoriaco-Rivadavia (Emparán y Pineda, 1999) y Vicuña-
Pichasca (Pineda y Emparan, 2006), pues son aquellas que abarcan los principales
sitios de interés.

En particular, los depósitos del Jurásico Superior están representados por la


Formación Algarrobal, una secuencia continental de rocas andesíticas y
sedimentarias clásticas (Dediós, 1967), que sobreyace a los depósitos marinos de
la primera subetapa del Ciclo Andino (Charrier et al, 2007), tales como, los de la
Formación Tres Cruces, una sucesión marina de areniscas fósiles y conglomerados
(Dediós, 1967). Además, esta Infrayace de forma no concordante a la Formación
Pucalume, una secuencia volcanoclástica continental que presenta facies distales
hacia el oeste, que serían relativos al arco volcánico del Jurásico Superior –
Cretácico Inferior (Nasi et al, 1990), y que se interdigita hacia el este (Figura 2.2),
con la sucesión marina sedimentaria de la Formación Río Tascadero (Mpodozis y
Cornejo, 1988).

12
Figura 2.2 – Relación Este-Oeste entre el arco del Jurásico tardío-Cretácico temprano y los depósitos de
trasarco en la latitud de La Serena. Los depósitos de Arco pertenecen a las Formaciones Arqueros y Quebrada
Marquesa, mientras que los de trasarco corresponden a la Formación Río Tascadero y los transicionales a la
Formación Pucalume. Las intercalaciones marinas de las Formaciones Arqueros y Marquesa posiblemente se
relacionen a depósitos acumulados en una costa orientada al Oeste. Extraído de Moreno, T. y Gibbons, W.,
2007 (Capítulo 3, Charrier et al.)

El volcanismo de arco volcánico del Cretácico Inferior se encuentra representado


en las Formaciones Arqueros y Quebrada Marquesa en la cuenca del río Elqui
(Aguirre y Egert, 1965). Ambas Formaciones afloran al oeste y este de la zona de
falla El Romeral (Emparan y Pineda, 1999, 2000, 2005; Pineda y Emparan, 2006),
y pertenecen principalmente a depósitos volcanoclásticos y lavas con
intercalaciones calcáreas (Aguirre y Egert, 1965; Thomas, 1967; Emparan y Pineda,
2000, 2006). Hacia el este, la Formación Río Tascadero es equivalente a la
Formación Arqueros, de posible edad Berriasiana a Barremiana (Rivano, 1980), la
cual corresponde a los depósitos acumulados en la cuenca de trasarco (Nasi et al.,
1990; Mpodozis y Cornejo, 1988; Pineda y Emparán, 2006). Cabe destacar, que la
Formación Quebrada Marquesa (Aguirre y Egert, 1962), es una sucesión
sedimentaria clástica de origen predominantemente continental y volcánica, que
sobreyace a la Formación Arqueros, una secuencia marina (Aguirre y Egert, 1965),
inmediatamente al este de la zona de falla El Romeral, así como también a los
depósitos de trasarco de la Formación Río Tascadero (Charrier et al, 2007).

13
Figura 2.3 – Sucesión estratigráfica para la primera y segunda etapa de la evolución Andina, desde el Cretácico
Inferior hasta el Paleógeno Inferior en la región de La Serena (30°S) basado en Nasi et al. (1990), Arévalo (1995,
2005 a, b), Cornejo et al. (1998, 2003), Emparan & Pineda (1999, 2005), Iriarte et al. (1996, 1999), Tomlinson
et al. (1999), Pineda & Emparan (2006). Extraído y modificado de Moreno, T. & Gibbons, W., 2007 (Capítulo 3,
Charrier et al.)

Depósitos del Cretácico Inferior tardío al Cretácico Superior corresponden, en la


región entre los 29° y 30°S (Figura 2.3), a los Estratos de Quebrada la Totora
(Emparan y Pineda, 1999), cuya deposición se interpreta que ocurre durante el
primer episodio extensional de la segunda etapa del ciclo Andino (Charrier et al,
2009). Dicha secuencia, sobreyace de forma para-concordante, a la Formación
Viñita, una secuencia continental (Aguirre y Egert, 1969), y a la Formación
Pucalume.

14
Por último, durante el Cretácico Superior, se depositan la Formación Los Elquinos,
sucesión principal de lavas basálticas y riolíticas (Dediós, 1967), y los Estratos de
Quebrada Yungay, una secuencia de lavas andesíticas e ignimbritas masivas
(Emparan y Pineda, 1999).

2.3 Unidades estratificadas


2.3.1 Formación Algarrobal
Fue definida por Dediós (1967) dentro del Cuadrángulo Quebrada Marquesa, como
una secuencia de lavas andesíticas y porfíricas, con intercalaciones de lutitas,
areniscas y conglomerados de color gris rojizo de origen continental. En su localidad
tipo, en la quebrada del mismo nombre, su espesor llega a los 2000 m. Sobreyace
de forma discordante a la Formación Tres Cruces, una secuencia sedimentaria
marina y fosilífera del Jurásico Inferior (Dediós, 1967; Letelier, 1977), e Infrayace
discordantemente a la Formación continental Pucalume (Nasi et al, 1990) y la
Formación marica Río Tascadero (Mpodozis y Cornejo, 1988) del Cretácico Inferior.
Al sur del rio Hurtado, la falla Vicuña la pone en contacto con la Formación Los
Elquinos (Aguirre y Egert, 1965; Pineda y Emparán, 2006).

El tipo de depósito se asocia a un periodo de erosión que afectó el basamento tras


la retirada del mar, evento representado por la Formación Tres Cruces, a su vez
que se desarrolla un arco volcánico andesítico que se extendería hacia el este
(Dediós, 1967; Pineda y Emparán, 2006). Dichos eventos erosivos y volcánicos
contemporáneos a la Formación Algarrobal se pueden reconocer al sur del río
Hurtado en la Formación Mostazal con la cual engrana (Mpodozis y Cornejo, 1988;
Charrier et al, 2007).

Según sus antecedentes estratigráficos, sobre la base de edad Sinemuriana-


Toarciana de la Formación Tres Cruces, que subyace a la Formación Algarrobal, y
la edad Titoniana-Berriasiana de la Formación Río Tascadero que la sobreyace, su
edad se acota al Jurásico Superior (Pineda y Emparán, 2006). Además, se han
realizado dataciones de U-Pb en circones magmáticos correspondientes a las

15
secuencias de lavas andesíticas permiten determinar edades para eventos de fuerte
volcanismo, los cuales arrojaron edades entre los 152,7 ± 2,3 y 144 ± 1,9 Ma (Santis,
2013).

2.3.2 Formación Río Tascadero


Definida por Rivano (1980), dentro del Cuadrángulo Las Ramadas, Carrizal y Paso
Río Negro, como una sucesión de rocas carbonatadas de grano fino y laminadas,
intercaladas con areniscas finas a medias bien seleccionadas con cemento
calcáreo. Pineda y Calderón (2008), reconocen buena estratificación con contenido
fosilífero y una depositación que ocurrió en un ambiente de baja energía, que a su
vez, registra un evento de transgresión marina en una cuenca de trasarco.

Su espesor es de aproximadamente 700 m en el área de la Carta Vicuña-Pichasca


(Pineda y Emparán, 2006), mientras que en la Hoja Pisco Elqui se estima una
potencia de 800 m (Mpodozis y Cornejo, 1988). Cubre en discordancia angular a la
Formación Algarrobal (Dediós, 1967; Baeza, 2017), e infrayace a la Formación
Pucalume en discordancia de erosión (Dediós, 1967; Pineda y Emparán, 2006). Se
correlaciona, además, con la Formación Arqueros y los niveles inferiores de la
Formación Quebrada Marquesa (Aguirre y Egert, 1965; Emparán y Pineda, 1999).

La edad estimada para la Formación Río Tascadero, en base a la fauna fósil, en


especial de amonites, permite acotarla al Cretácico Inferior, específicamente entre
el Berriasiano y Barremiano. (Mpodozis, 1974; Mpodozis y Cornejo, 1988, Rubilar y
Pérez, 2003; Pineda y Calderón, 2008).

2.3.3 Formación Arqueros


Definida por Aguirre y Egert (1962), en el llano del mismo nombre, dentro del
cuadrángulo Lambert, como una secuencia de andesitas porfíricas y calizas marinas
fosilíferas. Más tarde, Aguirre y Egert (1965) definirían 5 miembros, concordantes
entre sí, en las que se definen otras litologías como brechas y conglomerados, con
una potencia mínima que varía entre los 850 m y 1230 m, mientras que su máximo,
en la Hoja Illapel (Rivano y Sepúlveda, 1991), varía entre los 3500 m y 4000 m.

16
Infrayace concordantemente a la Formación Quebrada Marquesa y se dispone en
discordancia angular erosiva sobre secuencias Triásicas de la Formación El Quereo
(Cecioni y Westemann, 1968; Rivano y Sepúlveda, 1991). Sus afloramientos serian
equivalentes estratigráficamente a las Formaciones lo Prado y Veta Negra (Thomas,
1958; Piraces y Maksaev, 1977). Estas relaciones estratigráficas, junto al contenido
fósil y dataciones 40Ar/39Ar en plagioclasas cálcicas de los miembros superiores, que
arrojan una edad de 119 ± 2.4 Ma (Charrier et al, 2007), permiten acotar a esta
Formación al Cretácico Inferior Temprano.

A pesar del predominio de material volcánico, las intercalaciones sedimentarias


indican episodios de sedimentación en aguas someras en un ambiente infralitoral
de alta energía (Rivano y Sepúlveda, 1991). Por otro lado, las intercalaciones de
calizas de carácter transicional, como las coquinas y calcarenitas, marcan periodos
de transgresión marina (Hallam et al, 1986). En cuanto a las secuencias volcánicas,
se interpreta que representan, junto a las pertenecientes a Formación Quebrada
Marquesa, al volcanismo de arco del Cretácico Inferior (Charrier et al, 2007).

2.3.4 Formación Quebrada Marquesa


Definida por Aguirre y Egert (1962) como una secuencia clástica y lavas andesíticas
de origen predominantemente continental y volcánico, con presencia de areniscas
calcáreas marinas con contenido fosilífero. Luego, Aguirre y Egert (1965), definirían
para esta Formación 4 miembros concordantes entre sí, mientras que Emparán y
Pineda (2006) reconocerían solo 2 dentro del área de Vicuña-Pichasca, en donde
su potencia se estima cerca de los 2400 m, y cuyo techo corresponde a Estratos de
Quebrada la Totora, que se encuentra en contacto por la falla normal El Chape. Por
otra parte, en su localidad tipo, dentro del Cuadrángulo Quebrada Marquesa
(Aguirre y Egert, 1965), su espesor varía entre un mínimo de 850 m y un máximo
de 1900 m, donde además sobreyace a la Formación Arqueros (Emparán y Pineda,
2006).

Se interpreta como la última regresión marina ocurrida en el Cretácico Inferior


(Rivano y Sepúlveda, 1991), mientras que los espesores de brechas epiclasticas,
17
que engranan con depósitos marinos, evidencian una morfología correspondiente a
abanicos aluviales que accedieron a una cuenca marina somera (Pineda y
Emparán, 2006), que también se pueden interpretar como una cuenca que es
rellenada por material generado durante una actividad volcánica intensa (Pineda y
Calderón, 2008).

En cuanto a su edad, su contenido fósil permite determinar una edad Hauteriviana


para su base (Aguirre y Egert, 1965; Rivano, 1988), mientras que dataciones K-Ar
y U-Pb realizadas en la Geología del área Andacollo-Puerto Aldea (Emparán y
Pineda, 2006), para las ignimbritas de los niveles superiores de esta Formación
arrojan como resultado una edad de 107 ± 3 Ma y 107 ± 0.6 Ma, ubicando su techo
en el Albiano temprano.

2.3.5 Formación Pucalume


Definida por Dediós (1967) como depósitos sedimentarios constituidos
principalmente por rocas sedimentarias clásticas, con intercalaciones volcánicas.
Posteriormente, Nasi et al (1990) la describe como una secuencia sedimentaria
continental, con areniscas y conglomerados rojizos intercalados con brechas y
tobas dacíticas.

Dentro del área Vicuña-Pichasca (Pineda y Emparán, 2006), su potencia es de


aproximadamente de 500 m, mientras que en su sección tipo, dentro del
Cuadrángulo Vicuña (Dediós, 1967), llega a los 1600 m. Sobreyace
discordantemente a la Formación Algarrobal y concordantemente a la Formación
Río Tascadero; así como también, infrayace a la Formación Viñita de forma
discordante. Dichas relaciones estratigráficas, permiten inferir un rango de edad
probable de la Formación Pucalume entre el Barremiano al Cenomaniano (Dediós,
1967; Nasi et at, 1990; Rivano y Sepúlveda, 1991; Emparán y Pineda, 2006).

La abundancia de material terrígeno, la presencia de material fósil, tanto en estratos


calcáreos como en terrígenos, así como lenticularidad de estratos individuales,
sugieren un ambiente continental y lagunar (Rivano y Sepúlveda, 1991). Por otro

18
lado, los depósitos de rocas sedimentarias de esta Formación, se deduce que
ocurre tras el último evento de regresión marina, que también se representa en la
Formación Río Tascadero (Emparán y Pineda, 2006). Por último, las facies
regresivas, asociadas a un ambiente subaereo, gradaron a condiciones lacustres, a
su vez que ocurría una actividad volcánica mayor (Cornejo, 1982).

2.3.6 Estratos de Quebrada la Totora


Definida informalmente por Emparán y Pineda (1999), en el área Condoriaco-
Rivadavia, como una secuencia sedimentaria continental, localidad en la cual se
definieron dos facies, una de conglomerados con intercalaciones de areniscas y otra
de calizas y areniscas calcáreas. Esta unidad es equivalente a los miembros 1 y 2
de la Formación Viñita que fue definida por Aguirre y Egert (1965).

Más tarde, Pineda y Emparán (2006), reconocieron cuatro facies en el área de


Vicuña-Pichasca que engranan concordantes entre sí con secuencias
principalmente de brechas piroclásticas líticas, conglomerados monomícticos,
intercalaciones de areniscas calcáreas y lutitas lacustres, y una de conglomerados
con intercalaciones de areniscas, siendo esta última en particular, la de mayor
importancia, pues es donde se realiza el levantamiento estratigráfico para esta
memoria y la secuencia en la que se encuentra fauna fósil, siendo la zona de
hallazgo de los primeros restos óseos de dinosaurios titanosaurios en Chile
(Casamiquela et al., 1969).

Dentro del cuadrángulo Quebrada Marquesa, la potencia estimada entre los


antiguos miembros 1 y 2 reasignados de la Formación Viñita es de 800 m (Aguirre
y Egert, 1965), mientras que en el área Vicuña-Pichasca, el espesor llega a los 1000
m (Pineda y Emparán, 2006). Estratos de Quebrada La Totora subyace de forma
paraconcordante a la Formación Viñita, y sobreyace en discordancia erosiva a la
Formación Quebrada Marquesa (Pineda y Emparán, 2006; Charrier, 2007; Baeza,
2017). Dichas relaciones estratigráficas, junto a la fauna fósil atribuida a dinosaurios
titanosaurios, sumado a dataciones radiométricas K-Ar y U-Pb realizadas en

19
circones provenientes de ignimbritas de la Formación Quebrada Marquesa,
obtenidos en la Geología del área Andacollo-Puerto Aldea (Emparán y Pineda,
2006), le otorgan una edad mínima de 107 ± 3 Ma. Del mismo modo, dataciones
realizadas a ignimbritas de la Formación Viñita, ubicadas sobre areniscas de los
Estratos de Quebrada la Totora, con una edad U-Pb de 86.77 ± 0.84 Ma, y una
datación en circones U-Pb provenientes de la facie de brechas de esta Formación,
en la Geología del área Monte Patria-El Maqui (Pineda y Calderón, 2008), que
arrojaron 92.4 ± 1.1 Ma, permiten acotarla entre el Albiano superior y el
Cenomaniano, inclusive hasta el Turoniano (Tabla 1). Por similitud de facies, los
Estratos de Quebrada la Totora se pueden correlacionar con los niveles superiores
de la Formación Las Chilcas en la región central (Rivano et al., 1993).

Su secuencia se interpreta como depósitos de flujos de detritos en un ambiente de


llanura de inundación, en general de alta energía que se representa en los
conglomerados, que probablemente se asocian a áreas proximales de abanicos
aluviales (Pineda y Emparán, 2006). A su vez, los Estratos de Quebrada La Totora,
y la relación de contacto con la Formación Quebrada Marquesa, sugiere un origen
sintectónico en una cuenca subsidente asimétrica, asociada a la fase de extensión
continental correlacionable al evento del Aptiano-Cenomaniano (Mpodozis y
Allmendinger, 1993; Pineda y Emparán, 2006; Pineda y Calderón, 2008).

2.3.7 Formación Viñita


Definida por Aguirre y Egert (1965), como una secuencia de rocas sedimentarias
clásticas de origen continental, lavas andesíticas, además de tobas y brechas de
igual composición y origen. Dicho autor definió tres miembros para esta unidad,
hasta que más tarde, Emparán y Pineda (1999), redefinen a los miembros 1 y 2
como Estratos de Quebrada La Totora, quedando solo el miembro 3 original, cuya
redefinición corresponde a una secuencia volcánica con intercalaciones
sedimentarias continentales.

20
Mpodozis y Cornejo (1988), estimaron potencias entre 500 m y 1500 m entre los
ríos Hurtado y Grande. Sobreyace en concordancia a los Estratos de Quebrada la
Totora, en discordancia a la Formación Pucalume, e Infrayace en discordancia
angular a la Formación Los Elquinos, así como también es discordante con las
ignimbritas de los Estratos de Quebrada Yungay. Estas relaciones estratigráficas,
así como dataciones U-Pb 86.77 ± 0.84 Ma realizadas en las ignimbritas de la
Formación Viñita al norte de la localidad de Pichasca, además de edades obtenidas
entre los 66 y 64 Ma en 40Ar/39Ar de anfíbolas, sumado a la relación de contacto, en
la denominada diorita Pichasca, y la edad de los Estratos de Quebrada Yungay U-
Pb de 68.5 ± 6.4 Ma, permiten acotar la edad de esta unidad entre el Turoniano y
Campaniano aproximadamente (Pineda y Emparán, 2006; Pineda y Calderón,
2008). Cabe destacar, que en la Región de Atacama, específicamente al norte de
la carta geológica del Área El Tránsito-Lagunillas, Infrayace por discordancia
angular a la Formación Hornitos (Segerstrom y Parker, 1959), cuya edad se acota
al Campaniano-Daniano y en la que también hay hallazgos de dinosaurios
titanosaurios (Chong, 1985; Rubilar-Rogers et al., 2016).

La Formación Viñita se ha interpretado como un sistema volcánico, de composición


predominantemente andesítica, asociada a la extensión Cretácica Superior
representada en los Estratos de Quebrada La Totora (Pineda y Emparán, 2006;
Charrier et al., 2007; Pineda y Calderón, 2008).

2.3.8 Formación Los Elquinos


Definida por Aguirre y Egert (1965), como una secuencia de origen continental
constituida por lavas, tobas y brechas de composición basáltica a riolítica. Más
tarde, Emparán y Pineda (1999) la separarían en dos unidades, los Estratos de
Quebrada Yungay y la Formación los Elquinos, dejando a esta última como una
secuencia volcano-sedimentaria continental bien estratificada que alterna rocas
sedimentarias con intercalaciones de lavas y rocas piroclásticas. Sin embargo,
Pineda y Emparán (2006), incorporan a la unidad la facie de lava y tobas que en
principio le fue asignada a los Estratos de Quebrada Yungay.

21
Metodo y UTM UTM
Unidad Muestra Litología Edad (Ma) Referencia
material Norte Este

Formación Arqueros ES-1822 Andesita de anfíbola 40Ar/39Ar anfíbola 6652848 287250 129.1 ± 3.2 Emparán y Pineda, 2006

ES-2256 Andesita afanítica fluidal K-Ar roca total 6642917 299457 112 ± 4 Emparán y Pineda, 2006

ES-1963 Igmimbrita reomórfica U-Pb circón 6649503 303344 110.8 ± 1.2 Emparán y Pineda, 2006

ES-2220 Ignimbrita con biotita K-Ar biotita 6643215 305641 109 ± 3 Emparán y Pineda, 2006
Formación Quebrada
Marquesa ES-2024 Ignimbrita con biotita U-Pb circón 6648194 307281 107 ± 0.6 Emparán y Pineda, 2006

ES-2023 Ignimbrita con biotita K-Ar biotita 6648112 307354 107 ± 3 Emparán y Pineda, 2006

ES-2223 Ignimbrita con biotita 40Ar/39Ar biotita 6644134 306245 106.8 ± 1.2 Emparán y Pineda, 2006
Estratos de Quebrada
GP-1882 Ignimbrita U-Pb circón 6571326 317541 92 ± 1.1 Pineda y Calderón, 2008
la Totora
Formación Viñita GP-1510 Toba soldada U-Pb circón 6638431 319052 86.77 ± 0.84 Pineda y Emparán, 2006

GP-1968 Toba de cristales y líticos U-Pb circón 6584935 318433 69.8 ± 0.9 Pineda y Calderón, 2008
Formación Los
GP-1871 Toba de cristales y líticos U-Pb circón 6579285 330470 69.6 ± 0.7 Pineda y Calderón, 2008
Elquinos
GP-2026 Andesita basáltica K-Ar roca total 6624538 342641 59.4 ± 1.9 Pineda y Calderón, 2008

Estratos de Quebrada ES-1667 Toba soldada U-Pb circón 6661545 327300 63 ± 1.4 Pineda y Emparán, 2006
Yungay ES-724 Toba soldada U-Pb circón 6659525 328030 68.5 ± 6.4 Pineda y Emparán, 2006
Tabla 1 – Dataciones radiométricas para las formaciones que sobreyacen e infrayacen a la unidad de Estratos de Quebrada la Totora, ordenadas
estratigráficamente, obtenidas de las cartas geológicas: Andacollo – Puerto altea (Emparan y Pineda, 2006) Vicuña – Pichasca (Pineda y Emparán 2006), y Monte
Patria – El Maquí (Pineda y Calderón, 2008).

22
Figura 2.4 – Mapa geológico con énfasis en las Formaciones Cretácicas que subyacen e infrayacen a la unidad Estratos de Quebrada la totora, y aledañas al área
de estudio, con la mayoría de las edades radiométricas que figuran en la Tabla 2.1. La leyenda y simbología correspondientes se encuentran en la figura 2.5.
Modificado de las cartas geológicas Andacollo – Puerto altea (Emparan y Pineda, 2006) y Vicuña – Pichasca (Pineda y Emparán 2006).

23
Figura 2.5 – Leyenda y simbología correspondiente a la Figura 2.4. Flora fósil corresponde a Coniferales indet Rubilar et al.,2003).; y ejemplares de vertebrados
fósiles a Sauropoda indet., Dinosauria indet., Crocodyliformes indet., y Chelonii indet. (Suarez, 2003).

24
Su potencia estimada varía entre los 500 m a 1500 m (Mpodozis y Cornejo, 1988;
Pineda y Calderón, 2008). Sobreyace en discordancia angular a la Formación Viñita
y subyace discordantemente a los Estratos de Quebrada Yungay. Además, se
encuentra intruida por una serie de plutones del Cretácico Superior – Paleógeno en
los cuales se han realizado dataciones U-Pb que arrojan edades aproximadas de
69 Ma, lo cual, sumado a sus relaciones estratigráficas, permiten acotar a esta
Formación entre el Campaniano-Maastrichtiano (Pineda y Emparán, 2006; Pineda
y Calderón, 2008).

Las secuencias de la Formación Los Elquinos se interpretan como un ambiente


volcánico de composición andesítico con facies eruptivas explosivas y efusivas del
Cretácico Superior, en el que se desarrollan a su vez flujos de detritos (Pineda y
Emparán, 2006; Charrier et al., 2007; Pineda y Calderón, 2008; Baeza, 2017).

2.3.9 Estratos de Quebrada Yungay


Definidos por Emparán y Pineda (1999), correspondiendo originalmente a la
secuencia media y superior de la Formación Los Elquinos con dos facies de lavas,
tobas e ignimbritas, hasta que Pineda y Emparán (2006), en la Geología del Área
Vicuña-Pichasca, la redefinen nuevamente dejándola como una asociación de
facies de ignimbritas macizas, con un espesor aproximado de 700 m, a las cuales
se les realizaron dataciones U-Pb que arrojaron edades de 63 ± 1.4 Ma y 68.5 ± 6.4
Ma. Además, su base cubre en discordancia a las Formaciones Vinita y Los
Elquinos, lo que permite acotarla entre el Maastrichtiano y el Daniano (Pineda y
Calderón, 2008).

2.4 Unidades estratificadas relacionadas


2.4.1 Formación Hornitos
Definida por Segerstrom (1959) en el área de Copiapó como una sucesión volcano-
sedimentaria. La Geología del área de Yerbas Buenas – Tres Morros (Peña et al.,
2013) la divide en dos facies, La higuera, que corresponde a la secuencia
estratigráfica típica, en la cual intercalan fundamentalmente conglomerados,

25
areniscas, calizas, tobas y andesitas, con un espesor variable entre 200 y 600 m, y,
la facies El Molle, constituida principalmente por tobas cristalinas, riolitas cuarcíferas
y lavas andesíticas, con una potencia estimada que varía entre los 2500 a 3000 m.
En el área El Transito – Lagunillas (Peña et al, 2013), al norte de la carta, en el
cordón Salitral y la Quebrada El Molle se encuentra en discordancia angular sobre
la secuencia volcánica de la Formación Viñita (Aguirre y Egert, 1965; Emparán y
Pineda, 1999) y en contacto de falla con la Formación Algarrobal (Dediós, 1967).

Su edad se acota al Campaniano – Daniano, basándose en dataciones U.Pb en


circones en tobas dacíticas, andesíticas y vítreas (Peña et al., 2013; Salazar et al.,
2013), en un flujo de tobas riodacíticas (Salazar, 2012), y además, en dataciones K-
Ar en biotitas (Moscoso et al., 2010).

Esta formación destaca por contener, dentro de su facies clásticas, fósiles óseos y
huellas pertenecientes a dinosaurios Titanosauros (Segerstrom y Moraga, 1964;
Chong, 1965, Pérez et al., 1999; Rubilar-Rogers, 2003; Rubilar-Rogers et al., 2016).
Por último, la facies La higuera se interpreta como depósitos de llanura de
inundación y lacustres que alternarían periódicamente, mientras que la facies El
Molle, a unidades piroclásticas depositadas durante la intenta actividad explosiva
ocurrida durante el Cretácico Superior.

2.4 Unidades no estratificadas


2.4.1 Monzodiorita El Pedregoso
Cuerpo plutónico que corresponde a una Monzodiorita cuarcífera con anfíbola y
biotita alteradas a clorita y epidota. Intruye a la Formación Viñita y a los Estratos de
Quebrada Yungay. Mediante bordes estructurales e intrusivos, así como
continuidades geográficas han permitido estimar una edad Cretácica Superior
(Pineda y Emparán, 2006).

26
2.4.2 Diorita Pichasca
Conjunto de plutones compuesto por dioritas de anfíbola-piroxeno, granodioritas y
granitos con un predominio de facies intermedias y félsicas. Intruye a los Estratos
de Quebrada La Totora y a las Formaciones Viñita y Los Elquinos. Se han realizado
dos dataciones 40Ar/39Ar en anfibolas, que dan como resultado edades de 66.2 ± 0.5
y 63.8 ± 0.3 Ma, asi como también otras dos dataciones K-Ar en biotitas de 69 ± 2
y 67 ± 2, todas ellas interpretadas como edades de cristalización. Se estima
entonces un rango de edad del Maastrichtiano al Daniano para esta unidad (Pineda
y Emparán, 2006; Pineda y Calderón, 2008).

27
3. Antecedentes
Como se mencionó en el apartado anterior, en el trabajo de Aguirre y Egert (1965)
se define la Formación Viñita en el Cuadrángulo Quebrada Marquesa, designándola
como una secuencia de rocas clásticas de origen continental, en cuya base del
miembro 1, de los tres en los que fue subdividida, se describió una potencia de 420
m de conglomerados, que sobreyacen discordantes a la Formación Quebrada
Marquesa, con clastos de caliza que contienen fragmentos de bivalvos que
corresponden a Ostreas y Exogyras. Dicha litología, ha sido explicada por la
activación de procesos erosivos a fines del Albiano que habrían causado el
plegamiento de las Formaciones Arqueros y Quebrada Marquesa, que, a su vez,
trajo como consecuencia la acumulación de los conglomerados en cuyos clastos se
encuentra material proveniente de los niveles marinos de dichas Formaciones.
Posteriormente, Dediós (1967), dentro del cuadrángulo Vicuña, si bien no registra
hallazgos fósiles en la Formación Viñita, si aporta más información sobre la
evolución tectónica que afectó a esta y las Formaciones relacionadas
estratigráficamente en la zona, la cual indica que los procesos de tectonismo
Cretácico serían los causantes del plegamiento de la Formación Pucalume, sobre
la cual se depositan, en discordancia, sedimentos predominantemente volcánicos
de la Formación Viñita, a la cual le asignó una edad entre el Cenomaniano y el
Coniciano.

No es hasta la publicación de Casamiquela et al. (1969) que la localidad de Pichasca


no cobraría verdadero interés paleontológico, debido a que representó el primer
hallazgo en el país de restos óseos de dinosaurios, asignados a saurópodos
titanosaurios (Figura 3.4), pues hasta esa fecha los descubrimientos se limitaban a
huellas. Los primeros indicios fueron recogidos por Irene Tapia, representante del
Instituto de Investigaciones Geológicas en el Stand organizado por dicha institución
en la XX Exposición Agrícola y Ganadera de Peñuelas en 1968. Aquí, el Señor
Gastón Zeballos, propietario de un yacimiento de cobre en la localidad, le informó
que dentro de sus dependencias encontró ejemplares de troncos fósiles, los cuales,
al ser analizados, resultaron en que una de las muestras correspondía a un

28
fragmento óseo. Este descubrimiento gatilló en prospecciones que sumaron
hallazgos de restos de tortugas (Figura 3.1), troncos e improntas de hojas, algunos
de ellos presentándose como rodados sobre el terreno y otros inmersos en
areniscas gruesas y conglomerádicas. Cabe destacar que los estudios de los
ejemplares de titanosaurios lo refieren al taxón Antarctosaurus cf. wichmannianus.

El trabajo de Casamiquela et al. (1969) agrega además el levantamiento de un perfil


geológico (Fig. 3.2) para poder determinar la estratigrafía de la secuencia y en
especial cuales son los niveles fosilíferos. Incluye también la orientación de los
estratos, de N5W a N12W, y su inclinación, entre 10°E y 21°E. Calcula un espesor
de 355 m, que sería el representante del nivel superior de la Formación Viñita
(Aguirre y Egert, 1965) que aparece expuesta en la hoja Ovalle (Thomas, 1967),
con un espesor variable entre los 750 m y 1000 m. En cuanto a la litología, es
descrita como una secuencia clástica continental de color rojizo que los autores
subdividen en seis unidades que consisten principalmente en una alternancia de
areniscas y conglomerados finos a gruesos, y areniscas con estratificación cruzada
intercalada con capas lenticulares de lutitas.

Posteriormente, Emparan y Pineda (1999), redefinieron a los miembros 1 y 2 de la


Formación Viñita renombrándolos como Estratos de Quebrada La Totora, cuya
localidad tipo se definió en la carta geológica del Área de Condoriaco-Rivadavia en
la que se reconocieron dos facies, una de conglomerados clasto soportado con
intercalaciones de areniscas, y otra de calizas y areniscas calcáreas. Más tarde,
Pineda y Emparán (2006), en el Área de la carta Vicuña-Pichasca, reconocieron 4
facies con una litología similar a la descrita, en la que se agregan lutitas lacustres,
y en menor medida, brechas líticas. A su vez, se hace mención a la fauna fósil
presente, destacando calizas con Ostreas y Exogyras (Aguirre y Egert, 1965), y
restos óseos de dinosaurios sauropodos, fragmentos de caparazón de tortugas y
madera petrificada (Casamiquela et al., 1969; Torres y Rallo, 1981; Suarez, 2003).

29
Figura 5 – Restos fósiles de tortugas. A) Vista anterior de la porción proximal de húmero derecho de
Antarcosaurus cf. wichmannianus. B) Vista anterior de escápula-coracoides de titanosaurio indeterminado. C)
Porción de placa de caparazón de tortuga, vista externa a la derecha e interna a la izquierda. Imágenes extraídas
y modificadas de Casamiquela et al. (1969).

30
Figura 3.2 – Sección local de la secuencia fosilífera de Pichasca, perpendicular al rumbo de la estratificación. UNIDAD A: (30 m)Conglomerado fino con
intercalaciones de areniscas. UNIDAD B: (175 m) Areniscas con intercalaciones de lutita lenticular. Hacia el techo contiene restos de troncos silicificados, restos de
hojas y tallos, y fragmentos de huesos. UNIDAD C: (15 m) Intercalaciones de areniscas y conglomerados finos. UNIDAD D: (45 cm) Areniscas con capas de
estratificación cruzada que contienen troncos silicificados de diferente tamaño, intercaladas con lutitas que contienen restos de hojas y tallos fósiles. UNIDAD E: (65
m) Intercalación de areniscas y conglomerados finos, las primeras con fragmentos de huesos fósiles (15 m). UNIDAD F: Intercalación de areniscas y conglomerados
gruesos. Espesor total de la secuencia: 355 m. El techo correspondería a ignimbritas de la Formación Los Elquinos. Modificado de Casamiquela et al. (1969).

31
Entre las primeras menciones de fósiles con la nueva redefinición de los Estratos
de Quebrada La Totora (Emparán y Pineda, 1999), se encuentra el trabajo de
Suárez (2003), el cual expone los resultados preliminares del estudio de las
muestras pertenecientes a fragmentos óseos de dinosaurios titanosaurios, tortugas
y cocodrilos, además de restos vegetales y agregando por primera vez la
recolección de invertebrados, tales como bivalvos y gastrópodos.

Entre otros estudios realizados en la zona fosilífera de Pichasca, destacan, por


ejemplo, los análisis xilológicos, expuestos por Torres y Rallo (1981), a partir de
muestras obtenidas de los troncos fósiles petrificados de la zona fosilífera de
Pichasca, con especímenes que alcanzaban longitudes mayores a un metro y hasta
80 centímetros de diámetro, de los cuales solo unos pocos presentaron estructuras
bien preservadas y de los que identifican coníferas de la familia Araucariaceae y
angiospermas de la familia Nothofagaceae. Otro estudio que destaca es el de
Salinas et al. (1991a), en el que se describe la presencia de nuevos restos fósiles
referibles a saurópodos titanosaurios, además de terópodos coelurosaurios, peces
Osteoglossiformes y posibles anfibios.

Revisiones del registro fósil, en particular de los restos óseos, se llevan a cabo en
diferentes trabajos, tales como, el Registro de dinosaurios de Chile (Rubilar-Rogers,
2003), y Los titanosaurios de Chile y su contexto filogenético y biogeográfico
(Rubilar-Rogers y Gutstein, 2012), los cuales concluyen que los titanosaurios
descritos por Casamiquela et al. (1969), que refiere las muestras obtenidas en dicha
publicación, a dos tipos diferentes de estos dinosaurios, solo corresponderían a
Titanosauridae (=Lithostrotia indet). Del mismo modo, se reidentificaron los restos
dentales que Salinas et al. (1991a), identificó como pertenecientes a coelurosaurios,
a Theropoda indet. (Rubilar-Rogers, 2003), el cual mantiene dicha asignación en la
Divulgación sobre una visión general del registro fósil de dinosaurios en Chile
(Rubilar-Rogers et al. 2012). Luego, el estudio de Soto et al. (2015), realizó una
nueva revisión del registro óseo e icnológico nacional de arcosaurios que incluye
dinosaurios. Reexaminando dos dientes aislados. provenientes de la localidad de
Pichasca, los reasignarían de Theropoda indet. a, tentativamente, el clado

32
Abellisauridae (Figura 3.3), lo cual supone el primer registro de este grupo en Chile,
y el segundo para el margen occidental de Sudamérica. En cuanto a los restos
óseos de saurópodos hallados en el mismo lugar, se confirma que a partir del
material conocido no es posible establecer afinidades con Antarctosaurus
wichmannianus, por lo cual se mantiene la identificación como Lithostroria indet
(Figura 3.4).

Por último, Torres et al. (2015), presenta a la Sociedad Geológica de Chile, el


desarrollo al que ha estado sujeto el Monumento Natural de Pichasca, un importante
sitio paleontológico y arqueológico, para que se lograse la construcción de un
Centro de Difusión Patrimonial y Cultural de San Pedro de Pichasca, que junto al
Monumento Nacional a cargo de CONAF, se creó un punto de interés científico,
turístico y educativo.

Figura 3.3 – Dientes de Lithostrotia indet. (A, B, C, D, E. F), y Abelisauridae? Indet. (G, H, I, J) y, provenientes
de Estratos de Quebrada la Totora, Pichasca, Región de Coquimbo. A, B y C) Vista labial, lateral y lingual. D,
E, F) Vista labial, lateral y lingual. G y J) vista labial, H e I) vista lingual. Barra de escala: 0,5 cm. (Fotografías
originales de Soto et al, 2015)

33
Figura 3.4 – Restos óseos fósiles de Abelisauridae? Indet. provenientes de Estratos de Quebrada la Totora,
Pichasca, Región de Coquimbo. A) Porción proximal de húmero en vista posterior. B) Porción proximal de
húmero en vista anterior. C) Fragmento proximal de escápula en vista lateral. D) Fragmento proximal de
escápula en vista medial. E) Porción anterior de vertebra dorsal en vista rostral. F) Costilla en vista anterior.
Barra de escala: 10 cm. (Fotografías originales de Soto et al, 2015).

34
4. Estratigrafía
Se realizó un levantamiento estratigráfico en la ladera Norte del río Hurtado, al
interior del Monumento Natural Pichasca, cuya extensión corresponde, según la
cartografía de la Carta Geológica del área Vicuña-Pichasca (Emparán y Pineda,
1999), a Estratos de Quebrada La Totora. La sección principal se subdivide en ocho
tramos construidos de forma sucesiva, abarcando 235 metros de potencia, y
denominados, de base a techo, como La Cantera, Quebrada San Pedro Viejo,
Ladera Dique, Titanosaurio Basal, Titanosaurio Superior, Entre Filones, El Pirquín y
El Alero. A su vez, se construyen tres de carácter complementario para,
principalmente, posicionar restos fósiles, a las cuales se les designó como
Titanosaurio Basal Complementaria, Titanosaurio Auxiliar y ladera Noreste. Todas
siguen un rumbo y manteo de estratificación N25°E/16°SE, detallándose a
continuación, su litología, potencia, contenido fosilífero y estructuras sedimentarias
de cada uno de los niveles que las componen. La simbología asociada a las
columnas se encuentra en la Figura 4.1 y los puntos de base y techo de cada una,
están presentes en las Figuras 4.2 y 4.3 respectivamente, mientras que el área de
trabajo y transectas de los levantamientos pueden consultarse en las figuras 1.3 y
1.4.

4.1 Sección La Cantera


Sucesión sedimentaria, construida en los cortes del camino hacia el Monumento
(Figura 4.4), de coloración rojiza, con litologías que consisten, en general, a
areniscas medias a gruesas, intercaladas con limolitas y conglomerados, las cuales
tienden a ser polimícticas, mal seleccionadas, con clastos subangulosos a
subredondeados y dominio de niveles con estratificación cruzada en artesa de bajo
ángulo. Abarca un total de 54,6 m de potencia (Figura 4.8), marcando el inicio de la
sección principal. Destacan, especialmente desde la porción media al techo,
estratos con fósiles óseos y rizolitos.

Inicia con 1,6 m cubiertos por relleno aluvial, con base discordante por un intrusivo
dacítico (Figura 4.4-A), con cristales de plagioclasa alterada a arcilla, textura

35
fanerítica y diaclasado con dos sets principales de orientaciones 295/80 y 310/14.
Siguen, 1,7 m de limolita con metamorfismo de contacto y aparente laminación
plano-paralela (Figura 4.4-B), que hacia el techo intercala con láminas arenosas
muy finas anaranjadas. La sobreyacen 60 cm de otro tramo cubierto, y luego,
areniscas medias y gruesas hasta los 7,6 m de la sección, macizas, gradando hacia
el techo a areniscas finas, y con contenido menor al 5%, de fragmentos líticos
flotantes volcánicos, tamaño grava fina, de hasta 4 mm, e intraclastos de limolita
alargados y subangulosos de hasta 2,2 cm.

Figura 4.1 – Simbología correspondiente a las columnas estratigráficas presentadas en este trabajo.

36
Figura 4.2 – Vista en planta de los puntos de base y techo de las secciones correspondientes a la porción basal
a media del Monumento. LCb: Sección La Cantera (base); LCt: Sección La Cantera (Techo); QPb: Sección
Quebrada San Pedro (Base); QPt: Sección Quebrada San Pedro (Techo); LDb: Sección Ladera Dique (Base);
LDt: Sección Ladera Dique (Techo); TCb: Sección Titanosaurio Complementaria (Base); TCt: Sección
Titanosaurio Complementaria.

37
Figura 6 – Vista en planta de los puntos de base y techo de las secciones correspondientes a la porción media
al techo del Monumento. TBb: Sección Titanosaurio Basal (base); TBt: Sección Titanosaurio Basal (Techo);
TSb: Sección Titanosaurio Superior (Base); TSt: Sección Titanosaurio Superior (Techo); TAb: Sección
Titanosaurio Auxiliar (Base); TAt: Sección Titanosaurio Auxiliar (Techo); EF1b: Primer tramo de Sección Entre
Filones (Base); EF1t: Primer tramo de Sección Entre Filones (Techo); EF2b: Segundo tramo de Sección Entre
Filones (Base); EF2t: Segundo tramo de Sección Entre Filones (Techo); EPb: Sección El Pirquín (Base); EPt:
Sección El Pirquín (Techo); EAbb: Sección El Alero basal (Base); EAbt: Sección El Alero basal (Base); EAcb:
Sección El Alero Central (Base); EAct: Sección El Alero Central (Techo).

38
Continúa, con contacto transicional en base y techo, un estrato de 1 metro con
limolitas en la base, discontinuas lateralmente hacia el Este, y, con areniscas muy
finas con laminación ondulosa bien desarrollada en la porción media, las cuales
además contienen rizolitos reemplazados a óxidos de hierro en los planos de
laminación. Hacia el techo, este nivel intercala con capas de hasta 5 cm de arenisca
media.

Sobreyacen 2,7 m de areniscas finas, aparentemente macizas, de selección regular,


con clastos subredondeados, que hacia el techo presentan laminaciones plano-
paralelas y ondulosas, y lentes de limolita con estratificación cruzada en artesa que
se acuñan lateralmente hacia el Este. Luego, con contacto erosivo, se mantienen
hasta los 17 m de la sección, areniscas muy gruesas con estratificación cruzada en
artesa de bajo ángulo, polimícticas, con clastos subangulosos a subredondeados

Entre los 17 y 26,3 m de la sucesión, hay un tramo que inicia con 1,2 m de arenisca
fina, con buena selección, polimíctica y maciza, que continúa con intercalaciones
entre capas de arenisca media a gruesa, con intraclastos de limolita, y
conglomerado matriz soportado de arenisca media, con clastos de hasta 5 cm de
longitud, principalmente líticos volcánicos morados y rojizos, y angulosos a
subredondeados. Las capas de areniscas hacia el techo presentan fragmentos
líticos volcánicos de hasta 3,5 cm, y estratificación cruzada en artesa mal
preservada. El tramo culmina con estratos arenosos que en total tienen 5,6 m de
espesor, de areniscas medias, polimícticas, con clastos angulosos a
subredondeados, de selección regular y con estratificación cruzada en artesa de
bajo ángulo bien desarrollada. Hacia el techo se presenta maciza y con capas
lenticulares de limolita de 1,5 m de largo y entre 8 a 12 cm de potencia.

Sobreyace con contacto nítido, una secuencia de 40 cm de limolita maciza que se


acuña lateralmente hacia el este, luego, 1,6 m de arenisca media, polimíctica, bien
seleccionada, con estratificación cruzada en artesa de bajo ángulo y que tiene una
tendencia grano decreciente a arenisca muy fina. Continúan 40 cm de
conglomerado matriz soportado, con clastos de hasta 1 cm subredondeados a
redondeados, polimíctico, mal seleccionado y matriz de arenisca media. Este último

39
Figura 4.3 – Vistas Panorámicas de los afloramientos de la Sección La Cantera ubicados en los cortes del
camino hacia el Monumento Natural Pichasca. A) Intrusivo Dacítico que corresponde a la base de la Sección.
B) Afloramiento de limolita bajo línea segmentada, y sobre ella, relleno aluvial. C) Tramo final de la sección,
intercalación entre areniscas y limolitas diaclasadas. Flecha Azul indica el contacto entre el filón volcánico y la
secuencia estratigráfica.

nivel corresponde al primero portador de fósiles óseos fragmentarios, a los 28,3 m


de la sección principal (Figura 4.6-A).

Siguen, 1,5 m de conglomerado matriz soportado, mal seleccionado, clastos


dominantes de limolita y volcánicos, de esfericidad media, subredondeados y matriz
de arenisca gruesa. Intercala con capas de arenisca gruesa con estratificación

40
cruzada en artesa (Figura 4.7-A), polimíctica, de selección regular a mala y con
fragmentos líticos flotantes ángulosos a subredondeados entre 0,3 a 1,2 cm de
longitud, principalmente volcánicos y de limolita. El estrato Infrayace a otro de 1 m
de características similares, a excepción de que las capas de conglomerados tienen
matriz de arenisca media y en las capas de areniscas gruesas no se encuentran
fragmentos líticos flotantes.

A los 31,2 m, con contacto transicional, se encuentra un nivel, de 60 cm de potencia,


de areniscas gruesas a muy gruesas con estratificación cruzada en artesa debajo
ángulo bien desarrollada, polimícticas, con fragmentos líticos flotantes volcánicos
menores al 5% de hasta 2 m de longitud. Prosiguen niveles de arenisca muy fina, y
de limolita, ambas litologías macizas y con 60 cm de espesor, luego, 80 cm de
arenisca media, polimíctica, con clastos subangulosos a subredondeados, mal
seleccionada y con laminación plano-paralela. Concordante, con contacto nítido y
recto, a los 33,7 m de la sección, se encuentra una capa de 1,35 m de arenisca muy
gruesa polimíctica, con clastos subredondeados a subangulosos, con estratificación
cruzada en artesa, intercaladas con lentes de limolita (Figura 4.7-B). Continúa, 1 m
de arenisca fina a media con laminación cruzada en artesa de bajo ángulo bien
desarrollada, con clastos subangulosos a subredondeados, y restos fósiles óseos
hacia el techo.

Prosiguen, con contacto erosivo, a los 36,1 m, un nivel de conglomerado matriz a


clasto soportado, de 65 cm de potencia, polimíctico, con lentes de limolita en la
porción media, con estratificación cruzada en artesa, matriz de arenisca gruesa, y
portador de restos fósiles óseos. Sobreyacen 50 cm de arenisca media con
laminación plano paralela difusa que contiene raíces petrificadas (Figura 4.6-B) y
luego, una nueva capa de conglomerado, clasto soportado, con estratificación plano
paralela, grano decreciente, clastos subredondeados mayoritariamente de limolita y
en menor grado volcánicos, además, de posibles fragmentos milimétricos de fósiles
óseos indeterminados.

41
Figura 4.4 – Restos fósiles fragmentarios. A) Fósil óseo fragmentario indeterminado inmerso en conglomerado
fino matriz soportado. Escala: 5 cm. B) Rizolito petrificado en arenisca media. Escala: 2 cm.

Figura 4.5 – Areniscas gruesas a muy gruesas. A) Arenisca gruesa con estratificación cruzada en artesa, la
sobreyace una capa de conglomerado matriz soportado. Escala: 5 cm. B) Arenisca muy gruesa con
estratificación cruzada en artesa que intercala con lentes de limolita. Escala: 5 cm.

42
Con contacto cubierto, continúan 2 m de areniscas medias a gruesas, polimícticas,
mal seleccionadas, con estratificación plano paralela, 20 cm de limolita maciza, y,
con contacto erosivo, areniscas gruesas intercaladas con conglomerado clasto
soportado, matriz de arenisca gruesa, con laminación plano paralela, clastos
subredondeados de hasta 2 cm de longitud, intraclastos de limolita de hasta 6 cm,
y en el techo, se preservan restos óseos fragmentarios. Se mantiene la fracción de
arenisca por 1,2 m, de granulometría fina, bien seleccionada, con estratificación
cruzada en artesa de bajo ángulo, y luego, nuevamente limolita maciza por 30 cm.

Entre los 42,3 y los 44,4 m, persisten niveles de areniscas medias, polimícticas, con
intraclastos de limolita de hasta 10 cm de longitud, con estratificación cruzada en
artesa de gran porte y bajo ángulo, y fósiles óseos indeterminados. Sobreyace, con
contacto transicional, 30 cm de conglomerado clasto soportado, matriz arenisca
gruesa, polimíctica, con dominio de líticos volcánicos, y clastos subredondeados a
subangulosos. Concordante, siguen 10 cm de limolita maciza, 2,4 m de arenisca
media a fina, maciza, bien seleccionada, con intraclastos de limolita de hasta 3 cm,
con rizolitos que se presentan en todo el nivel, y, de nuevo, limolita maciza, de 40
cm de espesor. Por último, desde los 47,6 m, hasta el fin de la secuencia, se
presentan areniscas medias a gruesas, polimicticas, con intraclastos de limolita de
hasta 20 cm de largo, y potencias que varían entre 1,3 a 2.6 m, que intercalan con
capas de limolita de grosor entre 20 a 45 cm. El término de la sección es discordante
con un filón volcánico (Figura 4.4-C).

4.2 Quebrada San Pedro


Sucesión sedimentaria de coloración rojiza (Figura 4.12), construida en la quebrada
Este aledaña a los límites del Monumento (Figura 4.11-A), debido a la interrupción
de un filón volcánico. Su litología, a rasgos generales, consiste en intercalaciones
de areniscas medias a gruesas con conglomerados, tiende a ser polimíctica, con
clastos mal seleccionados, subangulosos a subredondeados, con un dominio de
estratificación cruzada en artesa en sus niveles y baja frecuencia de contenido fósil.
Tiene un total de 30,7 m de potencia, y abarca un total de 54,6 m en la sección
principal.

43
Figura 4.6 – Columna estratigráfica de la Sección La Cantera. Escala 1:300. La secuencia marca el inicio de la
sección con base cubierta sobreyaciendo a intrusivo dacítico. Destaca por preservar facies de llanura de
inundación y niveles que demuestran avulsiones de canal. En general, los componentes líticos son dominantes.

44
Inicia, con contacto transicional, con 25 cm de arenisca muy gruesa, clastos
angulosos, maciza, que lateralmente presenta laminaciones cruzadas en artesa de
bajo ángulo mal preservadas. Continuando, con contacto erosivo, 30 cm de
conglomerado matriz soportado, con clastos subangulosos a subredondeados,
polimicticos, mal seleccionados, matriz de arenisca gruesa y estratificación plano
paralela.

Sobreyacen, entre los 55,2 y 58,9 m, intercalaciones entre niveles de


conglomerados matriz soportado y areniscas medias a gruesas, ambos polimícticos,
mal seleccionados, subangulosos a subredondeados, con laminación cruzada en
artesa de bajo ángulo (Figura 4.9). Luego, 20 cm de conglomerado matriz
soportado, de características similares a la anterior, pero presentándose macizo,
que Infrayace a una capa de 50 cm de arenisca muy gruesa.

Continúa, un estrato de 45 cm, de conglomerado clasto soportado, matriz de


arenisca media, clastos mal seleccionados, en su mayoría volcánicos, y de longitud
máxima 3,4 cm. Se mantienen, por 2,1 m, areniscas medias a gruesas, de regular
selección, con fragmentos líticos flotantes volcánicos y de limolita, con
estratificación cruzada en artesa de bajo ángulo y gran porte.

Con contacto nítido, prosigue un nivel de 1,3 m de arenisca gruesa, polimictica y


mal seleccionada, en cuya base, contiene una capa de 10 cm de conglomerado
clasto soportado, con matriz de arenisca gruesa, de características similares a la
anterior, con clastos de tamaño máximo 3,3 cm, laminación cruzada en artesa, y
que hacia el techo varía a estratificación plano-paralela. Sobreyacen 1,5 m de
areniscas muy gruesas, polimícticas de clastos subangulosos a subredondeados
con selección regular, laminación plano-paralela, y fragmentos líticos flotantes de
hasta 1,6 cm, mayoritariamente volcánicos, y, en menor grado, de limolita que
aumentan su ocurrencia lateralmente hacia el norte de 5 a 10%.

A los 66,2 m, se encuentran capas de arenisca gruesa, con estratificación cruzada


en artesa de bajo ángulo y gran porte. Luego, un tramo cubierto de 80 cm, y niveles
de arenisca media de buena selección, intercalando con conglomerado clasto
soportado con mala selección, clastos subredondeados principalmente volcánicos,

45
matriz de arenisca gruesa y estratificación plano paralela difusa. Dicha intercalación
se mantiene hasta los 72,6 m, donde la litología queda interrumpida por un dique
oblicuo.

Figura 4.7 – intercalaciones entre areniscas gruesas y conglomerados matriz soportado con laminación cruzada
en artesa de bajo ángulo con fragmentos líticos flotantes volcánicos. Escala 10 cm.

Figura 4.8 – Fósiles óseos fragmentarios indeterminados. A) Resto óseo en conglomerado clasto soportado.
Escala 2 cm. B) Resto óseo en conglomerado clasto soportado.

46
Figura 7 – Fotografías correspondientes a puntos de las Secciones Quebrada San Pedro y Ladera Dique. A)
Inicio Sección Quebrada San Pedro. Flecha indica punto de partida. B) Interrupción de la estratigrafía por dique
volcánico, marcando el fin de la Sección Quebrada San Pedro e inicio de la Sección Ladera Dique. Línea
segmentada marcan contacto discordante entre el dique y la estratigrafía.

La secuencia se reanuda con 80 cm de conglomerado matriz soportado, con 30%


de esqueleto, dominado totalmente por fragmentos ígneos extrusivos, con clastos
subangulosos a redondeados, mal seleccionado, matriz de arenisca gruesa a muy
gruesa, y presentando estratificación cruzada en artesa de bajo ángulo y gran porte.
Luego, 2,2 m de conglomerado similar al anterior, pero de tipo clasto soportado,
matriz de arenisca media a gruesa y en cuya base se encuentra un fragmento fósil
óseo indeterminado orientado en el plano de estratificación (Figura 4.10-A).

47
Entre los 75,6 y 82,4 m, se encuentran capas de arenisca media a muy gruesas,
mal seleccionadas. Aquellas en base y techo de este tramo presentan estratificación
plano-paralela, y las del centro, estratificación cruzada en artesa de bajo ángulo,
bien desarrollada y de gran porte, a su vez que intercalan con niveles de
conglomerado clasto soportado, matriz de arenisca gruesa a muy gruesa, con
clastos volcánicos y siliceos de tamaños hasta 5,8 cm. La sección finaliza con
estratos de conglomerado clasto soportado que abarcan hasta los 85,3 m, con
matriz de arenisca gruesa, polimictico, clastos subangulosos a subredondeados,
principalmente ígneos intrusivos y siliceos, mal seleccionados. Además, todo el
segmento tiene estratificación cruzada en artesa de bajo ángulo.

Figura 4.10 – Columna estratigráfica de la Sección Quebrada San Pedro. Escala 1:300. La secuencia evidencia
facies de reactivación y/o avulsiones de canal más marcadas que en el tramo anterior, marcando mayor
sinuosidad y variaciones de carga y energía. El dominio de la fracción lítica se mantiene.

48
4.3 Sección Ladera Dique
Sucesión sedimentaria, al interior del Monumento, abarcando desde el final de la
sección Quebrada San Pedro Viejo, hasta la base de la sección Titanosaurio, con
una potencia total de 46,6 m, y comprendiendo hasta los 132,6 m de la columna
general (Figura 4.13). Principalmente, su coloración es rojiza, y su litología consiste
en areniscas medias a gruesas con algunas capas de conglomerado clasto a matriz
soportado, con clastos subangulosos a subredondeados, polimícticos, y con una
tendencia grano creciente con la presencia de estratificación cruzada en artesa. Su
frecuencia en contenido fósil es baja.

Su base es discordante por un dique (Figura 4.11-B), que interrumpe la estratigrafía


con la sección anterior, perpendicular y que sigue a la cañada, de coloración
verdosa, andesítico, con textura porfírica y composicionalmente variable. El primer
estrato corresponde a 1,2 m de areniscas medias que intercalan con conglomerado
clasto soportado, ambos polimícticos, mal seleccionados, con dominio de clastos
ígneos extrusivos y estratificación cruzada en artesa de gran porte y bajo ángulo,
además, en la base, se encuentra un fragmento de fósil óseo indeterminado, largo,
plano y elongado (Figura 4.10-B).

Continúan, hasta los 95,5 m, niveles de areniscas medias a gruesas, con


estratificación cruzada en artesa hacia la base, bien desarrollada, y macizas hacia
el techo, con tendencia grano decreciente, además, tiene clastos subangulosos a
subredondeados, polimícticos, y con selección regular a mala. Prosiguen, 1,1 m de
limolita aparentemente maciza, y regresa el dominio de areniscas, medias a
gruesas, macizas, que se mantienen hasta los 99,7 m. Sobreyace, con contacto
nítido, un nivel de 40 cm de conglomerado clasto soportados, matriz de arenisca
gruesa a muy gruesa, polimíctica, clastos subredondeados a redondeados de hasta
2 cm, mal seleccionado, con lentes de limolita. Luego, se reanudan los niveles de
arenisca medias a gruesas, polimícticas, mal seleccionadas, con clastos
subredondeados. Además, todas las litologías mencionadas presentan
estratificación cruzada en artesa bien preservada y de bajo ángulo, culminando el
tramo con 40 cm de limolita maciza.

49
Con contacto erosivo, continúan 50 cm de conglomerado clasto soportado, con
matriz de arenisca gruesa, polimíctica y mal seleccionada, y luego, 15 cm de limolita
maciza que Infrayace con contacto erosivo a 40 cm de arenisca muy fina,
polimíctica, bien seleccionada y con estratificación cruzada en artesa bien
preservada, y 15 cm de otra limolita maciza.

Entre contacto erosivo, en base y techo, se presentan 90 cm de arenisca gruesa a


muy gruesa, polimíctica, con estratificación cruzada en artesa de bajo ángulo, y
fragmentos líticos flotantes de limolita de hasta 4 cm. Siguen 2,8 m de conglomerado
clasto a matriz soportado, polimíctico, con clastos subangulosos a subredondeados,
matriz de arenisca gruesa, y estratificación cruzada en artesa de gran porte y bien
desarrollada que culmina con 50 cm de limolita maciza y nuevamente contacto
erosivo. A los 108,6 m, se presenta un nivel de 1,7 m de arenisca gruesa a muy
gruesa, polimíctica, mal seleccionada, y con estratificación cruzada en artesa de
bajo ángulo bien desarrollada, que cambia a laminación plano-paralela en la
siguiente capa, de arenisca fina a media de 60 cm, y luego a maciza por 50 cm, de
arenisca media. Sobreyace a este tramo, 1,3 m de conglomerado matriz soportado,
polimíctico, con clastos subredondeados, de hasta 2,5 cm de longitud, mal
seleccionado, y que intercala con capas de arenisca media.

Entre los 112,7 y 124,4 m, permanecen, en general, niveles de arenisca media a


gruesa, polimícticas de selección regular a mala, con estratificación cruzada en
artesa de bajo ángulo y bien desarrollada, hacia la base encontrandose una capa
de 60 cm con laminación plano paralela bien preservada, y hacia el techo, otra, de
1 m, con laminaciones ondulosas con longitud de onda de 50 cm.

Luego, se mantienen, hasta los 131,6 m, niveles de conglomerado matriz soportado,


que se presentan macizo, con estratificación plano-paralela que varía a
estratificación cruzada en artesa de bajo ángulo y gran porte, y nuevamente macizo
hacia el techo, polimícticos, con matriz de arenisca media a gruesa.

La sección finaliza, con 1 m de arenisca muy gruesa con estratificación cruzada en


artesa de gran porte, polimíctica, mal seleccionada, con clastos subredondeados a

50
redondeados, y fragmentos líticos flotantes con dominio de volcánicos, de hasta 4
cm de longitud, con una frecuencia entre 5 a 10%.

Figura 4.11 – Columna estratigráfica de la Sección Ladera Dique. Escala 1:300. La secuencia presenta facies
de areniscas con niveles más potentes y estables, con aportes de flujos detríticos. Los componentes se
encuentran en una proporción equilibrada en comparación a las secciones anteriores. Los dos últimos estratos
hacia el techo, corresponden correlativamente, a los dos primeros estratos hacia la base de la Sección
Titanosaurio (Figura 4.15).

51
4.4 Sección Titanosaurio

Es una sucesión sedimentaria subdividida en dos secciones, Titanosaurio Basal y


Titanosaurio Superior, de contacto concordante y transicional entre sí, que abarcan
en conjunto un espesor total de aproximadamente 48,7 m, comprendiendo hasta los
178,4 m de la Sección principal. Sus coloraciones principales son rosa y rojiza,
dominando en su porción basal, areniscas medias a gruesas con gradaciones grano
decrecientes con estratificación cruzada en artesa y plano-paralela, e
intercalaciones de areniscas medias con conglomerados matriz y clasto soportados,
principalmente macizos. Esta litología es polimíctica, con clastos angulosos a
subredondeados, y mal seleccionada. En cuanto a su contenido fósil, destaca por
albergar troncos, y piezas óseas de gran tamaño pertenecientes a titanosaurios, los
cuales se encuentran lateralmente contenidos en la sección complementaria,
Titanosaurio Auxiliar.

4.4.1 Sección Titanosaurio Basal

Corresponde a una sucesión sedimentaria, de coloración predominantemente rojiza


con 23,4 m de potencia (Figura 4.15). Se compone de intercalaciones de arenisca
media a gruesa y conglomerado fino matriz soportado que presenta restos fósiles
de troncos y estratificación cruzada en artesa de bajo ángulo en algunos de sus
niveles. Su base consiste en areniscas finas a medias, polimícticas, con abundantes
intraclastos de limolita y líticos angulosos tamaño grava. Tiene un contacto nítido
con el primer nivel de 0,7 m de conglomerado clasto soportado (Figura 4.13-B),
polimíctico, aparentemente macizo, anisótropo, con fracción de líticos volcánicos
dominante. Le sobreyacen hasta los 4 m, mediante contacto erosivo, una secuencia
que grada de areniscas gruesas y medias hacia la mitad, y luego nuevamente a
gruesas, presentando en la litología mayor, estratificación cruzada en artesa difusa
y líticos flotantes volcánicos que aumentan gradualmente en longitud máxima hacia
el techo desde 1 a 5 cm.

52
Figura 4.12 – Fotografías correspondientes a puntos de las Secciones Titanosaurio, El Pirquín y El Alero. A)
Inicio Sección Titanosaurio Basal. Flecha indica punto de partida. B) Sección Titanosaurio Superior. Flechas
indican la ladera correspondiente al levantamiento estratigráfico. C) Fin de Sección El Pirquín (Flecha blanca).
Inicio Sección el Alero (Flecha roja).

53
Continúa, hasta los 138,3 m, con contacto transicional, un nivel de arenisca muy
gruesa a media con estratificación en artesa de bajo ángulo y gran porte, y otro, de
conglomerado matriz soportada de arenisca muy gruesa con dominio de líticos
volcánicos con una potencia de 1,35 m. Lo sobreyacen intercalaciones, que
alcanzan los 140,8 m de la sección, entre areniscas gruesas a muy gruesas y
areniscas finas a muy finas, estas últimas con una meteorización concoide y
desarrollo de algunas pátinas blanquecinas de carbonato. A su vez, este nivel
particular destaca por presentar lateralmente, hacia el Norte, xilópalos con óxidos
de manganeso y una estratificación plano paralela.

Las intercalaciones con la misma litología se mantienen hasta los 142,2 m. Sin
embargo, la estratificación cambia a una de tipo cruzada en artesa de bajo ángulo
(Figura 4.13-A) y contener intraclastos de limolita. Prosigue un nivel de 1,4 m,
constituido de arenisca media a gruesa con estratificación cruzada en artesa, en el
cual, lateralmente hacia el Este, se encuentra un pique minero con óxidos de cobre
en el que también hay presencia de troncos fósiles mineralizados (Figura 4.13-E).
Luego, otro de areniscas muy gruesas, de 2,1 m, con estratificación plano-paralela,
para luego seguir con una capa de 0,8 m de conglomerado clasto soportado macizo.

Entre los 143,3 y 148,6 m, sobreyacen areniscas finas a medias en la base con
estratificación plano-paralela donde se encuentra un xilópalo reemplazado con
óxidos de hierro (Figura 4.13-F), y luego una gradación creciente de areniscas
medias a muy gruesas, con una aparente estratificación cruzada en artesa de bajo
ángulo que hacia el techo se vuelve difusa.

Luego, sigue un tramo cubierto hasta los 150 m, en la zona del pique minero que se
encontraba lateralmente hacia el Este. Consiste en tres niveles de arenisca media
con estratificación cruzada en artesa con algunos intraclastos de limolita angulosos.
Finalmente, hasta el techo de la sección, a los 156,4 m, se presentan dos niveles
grano decreciente que varían de arenisca gruesa a media, ambas presentando
estratificación plano paralela y hacia el techo, en el último tramo, fragmentos líticos
volcánicos flotantes de hasta 4 cm de longitud.

54
Figura 4.13 – Estructuras, contactos y fósiles de la Sección Titanosaurio. Areniscas gruesas con estratificación
cruzada en artesa. A) Arenisca media a gruesa con estratificación cruzada en artesa (Línea segmentada).
Escala: 30 cm. B) Contacto transicional entre areniscas gruesas y conglomerado matriz soportada, ambas
litologías son polimícticas. Clastos subredondeados, de mala selección y esfericidad media. Escala: 5 cm. C)
Contacto basal erosivo entre areniscas gruesas y conglomerado polimíctico clasto soportado, matriz arenisca
gruesa a muy gruesa. Escala: 5 cm. D) Fragmento óseo de Titanosaurio en conglomerado fino clasto soportado.
Escala: 5 cm. E) Tronco con óxidos de cobre correspondientes a crisocola y malaquita. Escala: 3 cm. F) Tronco
con óxidos de manganeso. Escala: 4 cm.

55
4.1.2 Sección Titanosaurio Superior
Corresponde a una sucesión sedimentaria que abarca un total de 25,3 m, (Figura
4.14 y 4.12-B) y en la sección principal culmina a los 178,4 m. Inicia en el punto
donde finaliza la Sección Titanosaurio Basal, con una litología que intercala
areniscas medias a gruesas con conglomerados clasto y matriz soportados.

inicia con una secuencia de 2,8 m de arenisca muy fina a media, con fragmentos
líticos presentes hacia el último tramo. Sobreyace una capa de 15 cm de
conglomerado matriz soportado de arenisca media a gruesa, seguido de 85 cm de
arenisca gruesa con fragmentos líticos de 0,5 cm de longitud, y, posteriormente, 20
cm de conglomerado matriz soportado de granulometría igual al anterior, que
intercala con niveles clasto soportado.

Continúa a los 154,7 m, con contacto nítido, una capa de arenisca gruesa a muy
gruesa que, lateralmente hacia el SE, se acuña a una arenisca media a fina. Luego,
por contacto transicional (Figura 4.13-B), sigue una capa con 80 cm de potencia,
que corresponde a arenisca media a gruesa con fragmentos líticos volcánicos con
una longitud de hasta 3,6 m.

A los 159,1 y 161,4 m, entre contactos transicionales del tramo inferior y superior.
se encuentra una capa de conglomerado matriz soportado de 2,3 m de espesor, con
matriz de arenisca media a gruesa, clastos mayores a 2 cm, y estratificación plano
paralela, para luego dar paso a un estrato de arenisca media con fragmentos líticos
volcánicos de hasta 4 cm. Siguen 50 cm de arenisca media a gruesa intercalada
con capas de conglomerado matriz soportado de arenisca media a gruesa.

Prosigue un nivel de conglomerado clasto soportado, mal seleccionado, macizo y


polimíctico, con matriz de arenisca media con algunos líticos volcánicos flotantes,
que sobreyace de forma erosiva a areniscas gruesas (Figura 4.13-C) seguidos por
una fina capa de arenisca media y un conglomerado con clastos alargados
subangulosos a subredondeados, con matriz de arenisca media en el cuál se
encuentra un fragmento óseo de Titanosaurio (Figura 4.13-D).

56
Figura 4.14 – Columna estratigráfica de Sección Titanosaurio. Escala 1:300. Los tramos, tanto Basal como
Superior demuestran un comportamiento de canal en abandono y aportes detríticos gravosos y arenosos por
flujos gravitatorios. Los dos primeros niveles hacia la base, se correlacionan con los dos últimos niveles de la
sección Ladera Dique. Dominio de fracción lítica y feldespática.

Entre los 164 y 174 m, sobreyacen niveles en los que se intercalan conglomerados
de matriz soportada de arenisca media a gruesa, con areniscas medias que
presentan fragmentos líticos flotantes de hasta 2,5 cm. El primero presenta

57
gradación normal, y el último, estratificación cruzada en artesa. Continúa, con
contacto transicional, conglomerado clasto soportado con matriz de arenisca media
y luego 30 cm de conglomerado matriz soportado. La sección finaliza con areniscas
finas a medias con estratificación plano-paralela en la base a los 178,4 m.

4.5 Sección Entre Filones


Corresponde a una sucesión sedimentaria de 20,5 m de potencia (Figura 4.15), en
la que predominan intercalaciones de arenisca media a gruesa, con limolitas. Da
continuación a la Sección Titanosaurio Superior, abarcando hasta los 199,3 m de la
secuencia principal, y debe su nombre a que da inicio en el contacto discordante
con un filón subvolcánico de 28 m amarillo pálido (4.17), que presenta textura
porfírica y finaliza en contacto con otro de 2,4 m de las mismas características.

El rumbo y manteo entre el contacto del primer filón, con la base erosiva de la
sección, es de 343/19, el cual se encuentra en la vertiente de una quebrada con
cobertura vegetal. Inicia con 1,4 m de arenisca media a gruesa con abundante
cemento carbonatico, que por contacto transicional es sobreyacida por 1,9 m de
areniscas gruesas a muy gruesas que hacia el techo preservan láminas onduladas.

Entre los 181,3 y 183,9 m, se encuentra un tramo de cobertura aluvial y regolito,


para continuar con una sucesión de conglomerado fino clasto soportado con matriz
de arenisca muy gruesa que contiene intraclastos de limolita de 1 cm de longitud,
intercalado con capas de arenisca gruesa a muy gruesa. Hacia el techo se
mantienen las areniscas con la misma granulometría, con estratificación cruzada en
artesa de bajo ángulo que presentan intraclastos lenticulares de limolita.

Continúan 15 cm de limolita lenticular, aparentemente maciza e irregular, 0,7 m de


arenisca media con estratificación cruzada en artesa de gran porte mal preservada
con aparentes turbaciones subverticales y 20 cm nuevamente de limolita intercalada
con arenisca fina que en la base preserva grietas de desecación en las que sobre
ella se encuentran patinas de óxidos de manganeso. Estos niveles abarcan hasta
los 192,8 m.

58
Sobreyace entre los 189,8 y 193,1 m, una capa de arenisca gruesa con
estratificación cruzada en artesa de alto ángulo con intraclastos de limolita entre 0,3
a 6 cm. Luego, continúa una intercalación, hasta el final de la sección, entre
areniscas muy gruesas entre 1,5 a 2,1 m de espesor, con limolitas macizas entre 15
y 30 cm. Las areniscas presentan estratificación cruzada planar de alto ángulo y a
los 200 m aproximadamente, el contacto pasa de nítido a erosivo, hacia el techo,
las areniscas se intercalan con conglomerado fino clasto soportado y culmina con
15 cm de limolita maciza tabular.

4.6 Sección El Pirquín


Es una sucesión sedimentaria de aproximadamente 8 m de potencia (Figura 4.15 y
4.12), cuya base corresponde al segundo Filón volcánico referido en la Sección
Entre Filones. Su techo coincide con la escombrera de un pirquín que se encuentra
unos metros hacia el noreste. Consiste principalmente en areniscas medias, que
hacia el techo aumentan su granulometría a muy gruesa, y que abarca hasta los
207,3 m de la sucesión principal.

Los primeros 60 cm son de arenisca fina a media con laminación plano paralela,
continuando con 1,2 m, con niveles de areniscas medias grisáceas que presentan
estratificación cruzada en artesa. Luego, con contacto transicional hasta los 204,5
m, siguen las areniscas medias, cambiando nuevamente a estratificación plano-
paralela, que incluye fragmentos líticos flotantes con una longitud máxima de 1 cm.
Estos niveles se encuentran muy meteorizados y preservan pobremente las
estructuras.

Continúa un contacto erosivo con 30 cm de limolita con óxidos de cobre, y en la que


se observa un fragmento de tronco fósil silicificado. Prosiguen, hasta los 206 m,
areniscas medias a gruesas con estratificación plano-paralela que presenta capas
de limolita lenticular de 2-10 cm. Lateralmente, se encuentran cúmulos de óxidos de
cobre y un lente conglomerádico y polimíctico, matriz soportado de arenisca media
envuelto en capas de limolita con un espesor máximo de 20 cm. En este tramo se
presentan fragmentos líticos flotantes entre 0,5 y 1 cm de longitud.

59
Con contactos transicionales, entre los 206 y 207,3 m, siguen sucesiones de
arenisca media a gruesa con estratificación cruzada en artesa mal preservada que
pasan gradualmente a una de tipo plano paralela, ambas presentando láminas de
limolita y fragmentos líticos volcánicos flotantes de hasta 0,5 cm de longitud.
Además, en este segmento, destaca un lente de limolita que varía su espesor de 5
a 10 cm, con la misma estratificación anterior, que contiene un fragmento de hueso
fósil de Reptilia indet. (Figura 4.22-F). A su vez, hacia el techo se encuentran
laminaciones ondulosas de limolita y lateralmente, 2 m hacia el noroeste, se
presenta otro lente, también de limolita, con acuñamiento hacia el sureste.
Finalmente, el último metro de la secuencia consiste en arenisca muy gruesa que
hacia el techo presenta estratificaciones cruzadas pobremente preservadas con
contenido de fragmentos fósiles óseos in situ de Dinosauria indet. (Figura 4.22-E)

Figura 4.15 – Sección Entre Filones y El Pirquín. Escala 1:300. Dominio de facies fluviales más estables que
en el tramo anterior. La fracción de feldespato potásico tiene una tendencia mayoritaria.

60
Figura 4.16 – Puntos para la Sección Titanosaurio. A) Sección Titanosaurio Auxiliar, quebrada de los hallazgos
clásicos de titanosaurios. Flechas blancas indican puntos de base (izquierda) y techo (derecha). Flecha amarilla
señala mirador del sendero al interior del Monumento Natural Pichasca. B) Flecha blanca indica el punto de
inicio para la Sección Titanosaurio Basal. Lineas verdes señalan capa de conglomerado. Escala: 40 cm.

Figura 4.17 – Filón volcánico a ras de suelo, correspondiente a la base de la Sección Entre Filones, cubierto
ligeramente por vegetación. Al fondo, poblado de San Pedro de Pichasca.

61
Con contactos transicionales, entre los 206 y 207,4 m, siguen sucesiones de
arenisca media a gruesa con estratificación cruzada en artesa mal preservada que
pasan gradualmente a una de tipo plano paralela, ambas presentando láminas de
limolita y fragmentos líticos volcánicos flotantes de hasta 0,5 cm de longitud.
Además, en este segmento, destaca un lente de limolita que varía su espesor de 5
a 10 cm, con la misma estratificación anterior, que contiene un fragmento de hueso
fósil. A su vez, hacia el techo se encuentran laminaciones ondulosas de limolita y
lateralmente, 2 m hacia el noroeste, se presenta otro lente, también de limolita, con
acuñamiento hacia el sureste. Finalmente, el último metro de la secuencia consiste
en arenisca muy gruesa que hacia el techo presenta estratificaciones cruzadas
pobremente preservadas con contenido de fragmentos fósiles óseos in situ.

4.7 Sección El Alero


Corresponde a una sucesión sedimentaria de 33,8 m de potencia (Figura 4.19), que
en general consiste en una intercalación rosa grisácea de areniscas medias a muy
gruesas con conglomerados clasto a matriz soportado, que destaca por contar con
numerosos niveles de estratificación cruzada, fragmentos fósiles óseos y un nivel
de invertebrados. Se encuentra subdividida en dos tramos concordantes entre sí, y
abarca hasta los 240,7 m de la sección principal, marcando el techo de la misma.

4.7.1 Sección El Alero Basal


Abarca hasta los 17,1 m de la Sección El Alero y los 224,1 m de la principal,
iniciando con 1,4 m de arenisca polimíctica media a gruesa con estratificación
cruzada en artesa de bajo ángulo bien desarrollada que presenta fragmentos líticos
volcánicos flotantes tamaño grava. Luego, un nivel de conglomerado fino, clasto
soportado, aparentemente lenticular con cuñas laterales de 3 m de longitud, para
continuar nuevamente, por 1 m, con arenisca muy gruesa intercalada con areniscas
medias. Siguen, 15 cm de arenisca media cuya potencia varía lateralmente hacia el
sureste hasta 30 cm. Sobreyacen, mediante contacto nítido, niveles de arenisca
muy gruesa intercalada con areniscas medias y conglomerados finos. Todos los

62
niveles descritos, a partir de las primeras areniscas mencionadas, también
presentan el mismo tipo de estratificación cruzada en artesa, con una preservación
media.

Hasta los 215,9 m, se encuentran sucesiones de arenisca media a muy gruesa que
presentan capas de estratificación cruzada de bajo ángulo con fragmentos líticos
volcánicos de hasta 3 cm (Figura 4.18-C). Continúan concordantes, 10 cm de
conglomerado clasto soportado, tabular, que también tiene estratificación cruzada
en artesa, y luego, 1 m de intercalaciones de arenisca media a gruesa con
conglomerado clasto soportado que contiene restos fósiles óseos fragmentados e
indeterminados.

A los 219,5 m, sobreyacen transicionalmente, intercalaciones centimétricas a


decimétricas de arenisca media a gruesa que también presentan estratificación
cruzada en artesa de bajo ángulo y gran porte, y huesos fósiles fragmentarios,
además de variar lateralmente a limolita lenticular. Continúan, hasta los 220 m,
intercalaciones entre conglomerado clasto soportado. con matriz de arenisca media,
y arenisca media a muy gruesa.

Con contacto erosivo y con aparentes calcos de carga, sobreyace una intercalación
que se mantiene hasta los 221,9 m, de areniscas medias y conglomerados clasto
soportado, ambos macizos. Luego, sigue un nivel concordante de arenisca media,
que contiene una capa de conglomerado clasto soportado que se acuña hacia el
sureste y que presenta estratificación cruzada en artesa de gran porte con huesos
fósiles. El tramo finaliza con 2,2 m de areniscas gruesas que mantienen la misma
estratificación cruzada.

4.7.2 Sección El Alero Central


Abarca desde los 224,1 a 240,7 m de la sección principal, su descripción continúa
a 14 m al sureste del final del tramo anterior y se encuentra concordante al mismo.
Su primer nivel corresponde a 1,5 m de conglomerado clasto a matriz soportado con
una aparente estratificación cruzada en artesa de gran porte. Continúan
concordantes 0,5 m de arenisca media a gruesa con la misma estratificación, a la
que se suman ondulitas y superficies irregulares, que hacia el noreste es coincidente
63
con un nivel que contiene un fragmento óseo blanquecino de tortuga y restos de
bivalvos y gastrópodos.

Sobreyace, con contacto nítido hasta los 228,5 m, un nivel con conglomerado matriz
soportado de arenisca media, que hacia el techo intercala con areniscas gruesas a
muy gruesas, en donde además se encuentra una estratificación cruzada en artesa.
Este nivel subyace a 1,3 m de conglomerados clasto soportado con estratificación
plano paralela que presenta intraclastos subredondeados de limolita, cuya longitud
máxima varía entre 6 a 9,5 cm, así como también, contiene fragmentos líticos
volcánicos de hasta 4,5 cm, subangulosos a subredondeados.

Entre los 231,6 y 232,5 m, continúan transicionalmente, areniscas gruesas con


estratificación cruzada en artesa que hacia el techo grada a muy gruesa, seguido
de 80 cm de conglomerado matriz a clasto soportado, y luego, concordantemente,
arenisca media a gruesa. Estos últimos niveles presentan la misma estratificación
que se mantendrá hasta el final de la sección, con una capa de conglomerado clasto
soportado de 5,6 m de espesor, con clastos subredondeados a redondeados con
poca esfericidad y que varía lateralmente a matriz soportado, hacia la base se
observan fragmentos de hueso fósil y el techo coincide con una cobertura aluvial.

4.8 Secciones Auxiliares


4.8.1 Sección Complementaria Titanosaurio basal
Sucesión sedimentaria de 12,8 m de potencia (Figura 4.20), construida para ver las
variaciones laterales de la sección Ladera Dique Su litología está dominada por
niveles de areniscas medias a gruesas, polimícticas, clastos subredondeados a
subangulosos, con estratificación cruzada en artesa, e intraclastos de limolita.

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Figura 4.18 – Niveles de areniscas estratificadas. A) y B) Estratificación plano-paralela sinuosa en
intercalaciones entre areniscas medias y gruesas a muy gruesas pertenecientes a la Sección Titanosaurio
Auxiliar. A) Vista E-W del afloramiento B) Esquema que destaca los límites de las intercalaciones. Escala: 30
cm. C) Sucesiones de arenisca media a gruesa presentando estratificación cruzada en artesa de bajo ángulo
con líticos volcánicos flotantes Escala: 30 cm. (Sección El Alero) D) Estratificación plano-paralela sinuosa en
arenisca media a gruesa. Líneas rojas resalta la estratificación. Escala: 30 cm.

65
Figura 4.19 – Sección El Alero. Escala 1:300. Representa el techo de la secuencia, abarcando un total de 240,7
m de potencia. Destacan los depósitos que señalan reactivaciones o avulsiones de canal, Además del nivel
con moluscos de agua dulce de los que se infiere una posible laguna remanente.

Su base es discordante por un dique azulado, textura porfírica, fenocristales de


plagioclasa, y masa fundamental. Inicia con 2,9 m de arenisca media, bien
seleccionada, y estratificación cruzada en artesa bien desarrollada y gran porte,
regulares, con capas entre 0,5 a 1 cm, y que contienen un fósil óseo indeterminado
y fragmentado. Luego, se mantienen, hasta los 4,2 m, areniscas muy gruesas a
gruesas, mal seleccionadas, con intraclastos de limolita angulosos a subangulosos.
Prosiguen, areniscas con las mismas características, incluyendo estratificación
cruzada en artesa por 1,5 m, pero con litología media a fina, con los últimos 80 cm,
con clastos subredondeados a redondeados con esfericidad media a alta. Este
tramo finaliza a los 5,9 m, con limolita maciza de 20 cm de espesor.

66
Con contacto erosivo, siguen 55 cm de arenisca media a gruesa, polimíctica, con
abundantes intraclastos de limolita, y clastos subredondeados a subangulosos.
Subyacen concordantes 70 cm de arenisca media, y 1.2 m de arenisca gruesa a
muy gruesa que contiene un tronco fósil silicificado, y, lateralmente hacia el norte,
intraclastos de limolita. Toda la litología mencionada presenta estratificiación
cruzada en artesa de bajo ángulo.

Entre los 8,4 y 11,1 m, con contacto transicional de base y techo, se encuentran 2
niveles, el primero de 1,5 m de características similares al último estrato
mencionado anteriormente, con arenisca gruesa maciza, y otro concordante de 1,2
m, también de arenisca gruesa, donde retorna la estratificación cruzada en artesa
de bajo ángulo. Finalmente, hasta los 12,8 m, continúan areniscas medias, con el
mismo tipo de estratificación, mal seleccionadas, e intraclastos de limolita
irregulares.

4.8.2 Sección Titanosaurio Auxiliar


Corresponde a una sección de 21,6 m de potencia (Figura 4.21), construida con la
finalidad de posicionar los restos fósiles en los niveles equivalentes a la columna
Titanosaurio, en una traza que continúa en el eje de la quebrada ubicada al suroeste
de la misma.

El contacto de la base se encuentra cubierto y con intraclastos de limolita oscura en


arenisca muy gruesa con estratificación plano paralela en intercalaciones levemente
sinuosas (Figura 4.18-A-B). Esta capa tiene 60 cm y esta sobreyacida, mediante
contacto parcialmente cubierto, por 2,5 m de conglomerado fino matriz soportado
con abundantes intraclastos de limolita de hasta 3 cm de largo. Continúa un tramo
cubierto hasta los 5,9 m de la sección.

Entre los 5,9 y los 6,4 m, sigue una capa de arenisca muy fina a conglomerado muy
fino, con intraclastos de limolita angulosos e irregulares de hasta 13 cm de longitud,
además de presentar una aparente estratificación cruzada en artesa mal
preservada. La sobreyace con contacto parcialmente cubierto, de 1,2 m, un estrato

67
de conglomerado clasto a matriz soportado de arenisca gruesa, presentando en el
techo, una estratificación cruzada en artesa de bajo ángulo mejor preservada que
el nivel anterior, seguido de 50 cm de arenisca media a gruesa con una aparente
estratificación plano-paralela sinuosa (Figura 4.18-D), con posibles láminas de
limolita. El contacto superior es parcialmente cubierto.

A los 12,4 m, se encuentran 80 cm de intercalaciones de arenisca muy gruesa con


conglomerados finos matriz soportada que contienen fragmentos angulosos de
fósiles óseos blanquecino a grisáceos, entre 1 a 3 cm de longitud. Sobreyacida
hasta los 13,8 m, por continuas intercalaciones, con algunos niveles de
conglomerados clasto soportado con intraclastos de limolita de hasta 4 cm y un
desarrollo de estratificación en artesa de bajo ángulo mal preservado, que gradan a
areniscas medias a gruesas, parcialmente cubiertas hacia el techo. Continua un
nivel de cobertura aluvial de 1,1 m.

Entre los 14,9 y 16,4 m, se encuentra una capa de areniscas medias a gruesas que
lateramente gradan a conglomerados matriz soportado de arenisca media a gruesa,
con clastos de 2,5 cm de longitud máxima, con aparente estratificación plano
paralela mal preservada. Este nivel se caracteriza por contener los restos de una
costilla y una vértebra fósil de titanosaurio (Figura 4.22 A-B). Concordantemente,
sobreyace una intercalación entre conglomerados clasto soportados y otro matriz
soportado de arenisca muy gruesa hasta los 17,6 m, en donde se encuentra otro
resto de costilla.

Continúa, con contacto nítido, hasta los 18 m, intercalaciones entre conglomerados


clasto y matriz soportado de arenisca media a gruesa con estratificación plano
paralela, entre las que se encuentra un resto óseo perteneciente a una escápula y
una vértebra de titanosaurio (Figura 4.22-C-D). Sobreyacen 2 m de una
intercalación entre conglomerados matriz soportado de arenisca media y arenisca
muy gruesa, estas últimas, presentando una estratificación en artesa de bajo ángulo
mal preservada. Tanto en la base como en el techo de este nivel se encuentran
clastos de fragmentos óseos de 1 a 2 cm de longitud, de color blanquecino a
grisáceo. Por último, mediante contacto erosivo, desde los 20 m hasta el final de la

68
sección, la litología corresponde a conglomerado clasto soportado con matriz de
arenisca media a gruesa. Contiene intraclastos de limolita, así como un fragmento
de vertebra (Figura 4.22-G)

Figura 4.20 – Sección Complementaria Titanosaurio Basal. Se correlaciona con la Sección Ladera Dique
(Figura.25) y se asocia principalmente a rellenos y/o barras de canal arenoso.

Figura 4.21 – Sección Titanosaurio Auxiliar, se correlaciona a la Sección Titanosaurio (Figura 4.26), ubicando
los hallazgos fosilíferos de titanosaurios en la sección principal. Se asocia a facies fluviales en la base y aluviales
hacia el techo.

69
Figura 4.22 – Restos fósiles óseos desarticulados. A) y B) Vértebra de Titanosauria indet. (se reconoce por el
“camelate” bone, hueso altamente poroso y con espacios grandes) C) Impresión de hueso plano de gran tamaño
(escápula?). Sauropoda indet. D) Vértebra (centro con cara articular cóncava se ve abajo a la izquierda y arco
neural arriba) de Titanosauria indet. E) Arco neural o hemal. Dinosauria indet. F) Hueso indeterminado, posible
Reptilia indet o Dinosauria indet. G) Vértebra de Titanosauria indet. Escala A Y C: 30 cm; B y G: 15 cm; D, E y
F: 5 cm.

70
4.9 Correlaciones
La denominada Sección Complementaria Basal se correlaciona con la Sección
Ladera Dique (Figura 4.23). La primera se encuentra en la misma quebrada en la
cual se levantó la Sección Titanosaurio Basal más al sur de la misma, mientras que
el tramo Ladera Dique, se encuentra inmediatamente al Este de la quebrada. El
Primer nivel de la columna Complementaria inicia en el equivalente a un dique que
interrumpe la estratigrafía de la Sección Ladera Dique, y su techo, a niveles de
areniscas medias a gruesas donde predomina la estratificación cruzada en artesa.
Cabe destacar como los estratos presentan un acuñamiento lateral.

Por último, Sección Titanosaurio Auxiliar, se correlaciona con la Sección


Titanosaurio (Figura 4.24), encontrandose unos metros al Este. Hacia la base
niveles de areniscas medias a gruesascon estratificación cruzada en artesa que
varían al techo a estratificación plano-paralela. Luego, niveles macizos, de
areniscas y conglomerados, estos últimos coincidentes con algunos fósiles óseos
de Titanosaurios en las dos columnas. Al igual que la correlación anterior, los
estratos presentan un acuñamiento, pero mucho más marcado, en especial aquellos
que varían de una litología arenosa hacia una gravosa, o viceversa.

Finalmente, las secciones, de base a techo, La Cantera, Quebrada San Pedro y


Ladera Dique se encuentran compiladas en la Figura 4.25, marcando desde la base
a la porción media de la secuencia, mientras que para las columnas Titanosaurio,
Entre Filones, El Pirquín y el Alero, en la Figura 4.26, que corresponde a la porción
superior. Cabe destacar, que los dos últimos niveles de la Sección Ladera Dique, y
los dos primeros de la Sección Titanosaurio Basal, son correlativos, motivo por el
cual la numeración se toma la decisión de continuar la numeración a los 130 m en
el segundo tramo. La secuencia completa se puede resumir, a modo general, como
areniscas medias a gruesas intercaladas con conglomerados con matriz arenosa
también media a gruesa, ambas rojizas, con clastos polimícticos, subredondeados
a subangulosos y mal seleccionados, con la estratificación dominante de tipo
cruzada en artesa.

71
Figura 4.23 – Correlación entre las secciones Complementaria Basal (izquierda), y Ladera Dique (derecha).
Principalmente tramos de arenisca media a gruesa con estratificación cruzada en artesa. Escala 1:250.

72
Figura 4.24 – Correlación entre las secciones Titanosaurio Basal (izquierda), y Titanosaurio (derecha). Se
muestran principalmente acuñamientos para niveles de areniscas medias a gruesas y conglomerados, ambas
litologías con clastos polimícticos y mal seleccionados. Escala 1:250.

73
Figura 4.25 – Tramo interior de la secuencia estratigráfica completa, abarcando hasta los 132,6 m, con las
secciones, de base a techo: La Cantera, Quebrada San Pedro y Ladera Dique. Escala 1:400

74
Figura 4.26 – Tramo superior de la secuencia estratigráfica completa, desde los 132 a los 241,2 m. Abarca las
secciones Titanosaurio (Basal y Superior), Entre Filones, El Pirquín y El Alelo. Escala 1:400

75
5. Petrología
Se describen a continuación, tres láminas petrográficas provenientes de muestras
de la mitad superior de la secuencia estratigráfica, de las cuales, dos corresponden
a la Sección Auxiliar Titanosaurio y la restante, a la Sección El Alero. En general,
las rocas en muestra de mano, consisten en areniscas medias a gruesas, rosas,
con clastos de selección regular y esfericidad media. Los mayores componentes
encontrados corresponden a cuarzo, feldespato potásico, líticos principalmente
volcánicos, y plagioclasa.

5.1 Descripción petrográfica


5.1.1 Muestra 1 (181105/1)
Pertenece al primer nivel de la Sección Titanosaurio Auxiliar (Figura 4.22), cuya
litología corresponde a areniscas medias rosáceas con estratificación plano-
paralela, con clastos subredondeados, selección regular, y esfericidad media.

 Matriz (12%), se pueden identificar cristales de plagioclasa, feldespato


potásico y minerales opacos. El cemento (15%) presente es ferruginoso y de
tipo pelicular.

 Componentes mayores (73%)


o Cuarzo (17%), se pueden identificar tanto cuarzos monocristalinos
como policristalinos. Los primeros tienen tamaños aproximados entre
0,17 y 1 mm, subangulosos a subredondeados, mientras que los
segundos, varían entre los 0,14 y 0,55 mm, subredondeados, ambos
con esfericidad media.

o Feldespatos potásicos (15,2%), tienen tamaños aproximados entre


0,1 y 0,55 mm, subangulosos a subredondeados, mala esfericidad y
se encuentran alterados leve a moderadamente a arcillas.

76
o Líticos volcánicos (30,5%), sus tamaños varían entre 0,4 y 1,2 mm,
subangulosos a subredondeados y esfericidad baja a media. Se
pueden identificar clastos volcánicos de textura porfírica, con
fenocristales de plagioclasa alterados levemente a sericita y
constituyentes de la masa fundamental con alteración de óxidos de
hierro, algunos con cristales muy finos que no se alcanzan a
identificar.

o Líticos sedimentarios (12%), exhiben tamaños aproximados de 0,4 a


0,54 mm, de granos tamaño arena fina y limo, en los que se pueden
observar algunos minerales opacos y plagioclasas alteradas
moderadamente a sericita.

o Plagioclasa (25,3%), sus tamaños varían entre 0,1 y 1,05 mm,


angulosos a subangulosos, mala esfericidad. Presentan además una
alteración moderada a alta de sericita.

 Minerales opacos (4%), sus tamaños varían entre 0,06 y 0,45 mm,
esfericidad media. Subredondeados a subangulosos Algunos se encuentran
inmersos en la matriz y reemplazando la masa fundamental de los líticos
volcánicos.

5.1.2 Muestra 2 (181105/2)


Pertenece al penúltimo nivel de la Sección El Alero (Figura 4.20), cuya litología
corresponde a areniscas medias a gruesas rosáceas con estratificación cruzada en
artesa, con clastos subangulosos a subredondeados, selección moderada a buena
y esfericidad regular.

 Matriz (5%), se pueden distinguir principalmente algunos cristales de


plagioclasa y cuarzo. El cemento (12%) presente es ferruginoso y de tipo
pelicular.

77
 Componentes mayores (76%)

o Cuarzo (10%), se pueden identificar tanto cuarzos monocristalinos,


como policristalinos, los primeros tienen tamaños aproximados entre
0,31 y 0,56 mm, mientras que los segundos, varían entre los 0,3 y 0,72
mm. Ambos son subredondeados y con baja esfericidad.

o Feldespatos potásicos (12%), tienen tamaños aproximados entre 0,3


y 0,62, con baja esfericidad y subangulosos a subredondeados, se
encuentran moderadamente alterados a sericita.

o Líticos volcánicos (37%), tienen tamaños entre 0,3 y 1.3 mm, con una
esfericidad baja y subangulosos a subredondeados. Se diferencian
dos tipos, andesita y tobas. Algunos presentan una masa fundamental
reemplazada por minerales opacos y los fenocristales de plagioclasa
se encuentran alterados a levemente a sericita.

o Líticos sedimentarios (13%), varían entre los 0,38 a 0,6 mm,


corresponden a fragmentos de areniscas finas y limolitas, con
esfericidad baja a media y subredondeados. Se distinguen algunos
fragmentos de plagioclasas alteradas levemente a sericita.

o Plagioclasa (28%), sus tamaños varían entre 0,38 y 0,75 mm, con una
moda de 0,4 mm, con baja esfericidad y redondez angulosa a
subangulosa, en general, se encuentran alterados moderadamente a
sericita

 Minerales opacos (7%), varían entre los 0,1 a 0,52 mm, subredondeados a
subangulosos y esfericidad media.

78
5.1.3 Muestra 3 (181105/3)
Pertenece al primer nivel de la Sección Titanosaurio Auxiliar (Figura 4.22), que
incluye restos de piezas óseas de titanosaurio, concretamente una vértebra y
costilla, cuya litología corresponde a areniscas medias rosáceas con estratificación
plano-paralela, con selección moderada a buena y esfericidad media.

 Matriz (8%) compuesta principalmente por un agregado tamaño limo a arena


muy fina, distinguiéndose algunos cristales de plagioclasa. El cemento (11%)
presente es ferruginoso y de tipo pelicular.

 Componentes mayores (76%)


o Cuarzo (18%), se pueden identificar tanto cuarzos monocristalinos,
como policristalinos, los primeros tienen tamaños aproximados entre
0,12 y 4 mm, subredondeados a subangulosos, mientras que los
segundos (8%), varían entre los 0,12 y 0,65 mm. Ambos son
subredondeados a subangulosos y con esfericidad media.

o Feldespatos potásicos (14%), tienen tamaños aproximados entre 0,25


y 0,9 mm. Subredondeado a subangulosos, alterados a sericita
moderada, esfericidad media.

o Líticos volcánicos (38%), sus tamaños varían entre 0,4 y 1 mm,


subangulosos a subredondeados, con esfericidad baja a media. Se
distinguen granos con masa fundamental alterada a óxidos de hierro
y fenocristales de plagioclasa alterados a sericita.

o Líticos sedimentarios (8%), subredondeado a subanguloso, redondez


media a baja, tamaño arena fina a limolita. Se distinguen granos de
cuarzo, plagioclasas y algunos minerales opacos.

79
o Plagioclasas (22%), sus tamaños varían entre 0,28 y 1,1 mm,
subangulosos a angulosos, con baja esfericidad y alteradas
moderadamente a sericita.

 Minerales opacos (3%), sus tamaños varían entre 0,06 y 0,45 mm,
subangulosos y con esfericidad media

 Minerales de óxidos de hierro (1%) subredondeados, y con tamaños


aproximados de 0,2 mm.

5.2 Análisis
Las tres muestras comparten características texturales y composicionales, variando
un poco sus componentes y en particular, la muestra 2 que contiene más granos
tamaño arena gruesa, que las otras dos, con una moda general de clastos con arena
media. Al igual que sus muestras de mano, se encuentran regularmente
seleccionadas, con esfericidades bajas a medias, y los componentes, destacan por
el contenido de fragmentos líticos volcánicos.

Muestran contacto entre granos principalmente tangenciales y puntuales entre sí,


con alteraciones de óxidos de hierro para las masas fundamentales volcánicas, y
de sericita, en general de tipo moderada que afecta tanto a los cristales unitarios de
plagioclasa y feldespatos potásicos, como a los contenidos dentro de la matriz y en
fragmentos líticos. En base a las características de los clastos, las muestras se
consideran submaduras.

Según la clasificación de Pettijohn (1987), su contenido de matriz inferior al 15%, es


decir, clasto soportadas, además de los porcentajes normalizados de los tres
componentes mayoritarios (Fragmentos líticos, cuarzo y feldespato potásico),
permite asignarlas como Arenitas Líticas. Del mismo modo, en la clasificación de
Folk (1974), se definen como Litoarenitas Feldespáticas. En base a sus
componentes minerales y su contenido de restos de roca, se considera a las
muestras como inmaduras mineralógicamente

80
Figura 5.1 – Cortes petrográficos correspondientes a la muestra 1, 181105/1 (A y B), muestra 2, 181105/2 (C y
D), y muestra 3, 181105/3 (E y F). Fila izquierda corresponde a vista en Nicoles paralelos, y a la derecha en
Nicoles cruzados. Flechas celestes: Cuarzo, Flechas blancas: Cuarzo policristalino, Flechas violetas:
Feldespato potásico, Flechas azules: Fragmentos líticos volcánicos, Flechas amarillas: Fragmentos líticos
sedimentarios, Flechas verdes: Plagioclasa, Flechas rojas: Minerales opacos. Escala: 0,3 mm.

81
6. Facies
Para el desarrollo de este capítulo, se ha recurrido al concepto de ‘’litofacies’’, el cual
se explica como un cuerpo de roca con características definidas que pueden
diferenciarse de los cuerpos adyacentes de acuerdo a sus aspectos litológicos,
correspondiendo, además, al resultado de uno o más procesos relacionados con el
ambiente deposicional (Reading, 1996; Cas y Wright, 1988).

En base a lo anterior, se definieron, en esta memoria, 5 litofacies presentes en la


secuencia estratigráfica completa, las cuales fueron asignadas a los niveles que la
componen, siguiendo como principales parámetros de elección, la granulometría y
estructuras sedimentarias dominantes. En la descripción de cada una se incluyen otras
características que se observaron en terreno, tales como, la presencia de intraclastos,
lentes, fragmentos líticos flotantes y contenido fosilífero; así como también, se
especifican algunos elementos adicionales o excepcionales que pueden o no ocurrir
en ciertos tramos específicos, como, por ejemplo, intercalaciones o laminaciones de
litologías diferentes.

Como apoyo y complemento para resumir los atributos que destaca a cada una de las
litofacies, se hizo uso de la nomenclatura binominal para rocas clásticas que propuso
Miall (1996; 1999; 2006), que utiliza a la granulometría y la estructura interna de los
cuerpos rocosos para clasificarlos. A la granulometría se le define con una letra
mayúscula para grava (G: Gravel), arena (S: Sand), y grano fino (F: Fine grained);
mientras que, para la estructura sedimentaria, se utiliza una letra minúscula para
englobar a depósitos macizos (m: Massive), estratificación cruzada en artesa o planar
(t: Trough cross-bedding, planar cross-bedding), y estratificación plano-paralela o
laminación ondulítica (h: Horizontal bedding, Ripple Lamination). Los códigos
utilizados para efectos de esta memoria se encuentran resumidos en la Tabla 6.1 y la
Tabla 6.2.

82
Litología
Elemento Estructura sedimentaria
(granulometría)
Gm Maciza
Gh Grava Estratificación plano-paralela
Gt Estratificación cruzada en artesa
Sm Maciza
Arena grano fino a
Sh conglomerádica Estratificación plano-paralela y/o ondulítica
St Estratificación cruzada en artesa o cruzada planar
Fm Arena muy fina, limo o fango Maciza, laminación aparente
Tabla 2– Caracterización binominal de litofacies sedimentarias para rocas epiclásticas. Modificado de Miall (1996,
2006).

6.1 Asociaciones de Litofacies


 Asociación de Litofacies 1 (F1)
Engloba a los niveles conglomerádicos (Figura 6.2), tanto a los que no presentan una
estructura sedimentaria definida o macizos (Gm), como a aquellos con estratificación
cruzada en artesa (Gt) y plano-paralela (Gh). Su esqueleto se compone de clastos
polimícticos, mal seleccionados, de esfericidad media a baja, subredondeados a
subangulosos, con longitudes predominantes entre los 1,5 a 3 cm, pero que, sin
embargo, pueden variar entre los 0,5 y 6 cm. Su matriz consiste en areniscas medias
a gruesas, con granos subredondeados a subangulosos, polimícticos y mal
seleccionados. A su vez, esta litofacies agrupa a formas clasto y matriz soportado, y
en particular, los niveles que presentan uno de los tipos de estratificación
mencionados, tienden a intercalar con las capas correspondientes a la litofacies 3, de
estratificación cruzada en artesa, mientras que los estratos macizos, intercalan
predilectamente con aquellos que pertenecen a la litofacies 2, de areniscas macizas.

Los estratos que la componen presentan variaciones en sus potencias, que van entre
los 0,3 hasta 5,6 m, con formas tabulares o lenticulares. Sus contactos, tanto basales
como del techo, tienden a ser nítidos y transicionales, y en menor grado, hacia el techo
de la secuencia estratigráfica, erosivos.

En cuanto a elementos secundarios, se encuentran con baja frecuencia fragmentos


líticos flotantes, dispersos por la matriz y que no superan el 1% del esqueleto, tienden

83
a ser alargados, subredondeados y con tamaños que varían entre los 4 a 9,5 cm.
También, son medianamente frecuentes, intraclastos de limolita con longitudes
predominantes de 5 a 7 cm que pueden alcanzar los 15 cm.

El contenido fosilífero es especialmente llamativo en los niveles macizos, por contener


piezas óseas completas, que, si bien se encuentran desarticuladas, se preservan casi
completas, cuyas estructuras internas y externas pueden diferenciarse. Dichas piezas
son blanquecinas, porosas, y a pesar de que tengan zonas que han sufrido, debido al
grado de exposición, una erosión mayor, en general preservan características bien
definidas, que, en conjunto con su gran tamaño, permiten atribuirlas a Sauropoda
indet. Por otra parte, en los niveles estratificados, el contenido fósil también
corresponde a restos óseos desarticulados, pero que han sufrido un retrabajo más
variado, desde piezas que se encuentran casi completas, preservando atributos que
permiten vincularlas a Reptilia Indet. y Dinosauria Indet., y también, fracciones
indeterminadas de 1 a 2 cm con bordes subredondeados (Figura 6.1).

Esta asociación se interpreta principalmente como rellenos y depósitos gravosos de


canales de alto flujo y capacidad de carga, en especial los niveles estratificados, que
se relacionan a barras de acreción lateral y/o frontal, y formas de fondo. Además, los
estratos macizos que intercalan con la litofacies 2 de areniscas macizas, se pueden
analizar como flujos de detritos gravosos a arenosos, cuyos depósitos fueron
trabajados por el caudal, lo que explica el subredondeamiento de los clastos y las
potencias de los niveles. Esto último, también puede aplicarse a los estratos
conglomerádicos con estratifificación, pues el aporte de material gravoso se encuentra
presente constantemente en la secuencia.

 Asociación de Litofacies 2 (F2)


Consiste en areniscas predominantemente medias a gruesas, sin una estructura
sedimentaria definida o maciza (Sm), polimícticas y mal seleccionadas (Figura 6.2).

84
Figura 6.1 – Fragmentos de hueso fósiles en arenisca muy gruesa a conglomerado fino y polimíctico A) Hueso
alargado y masivo, con bordes redondeados. Escala: 0,5 cm. B) Hueso de bordes subredondeados y esfericidad
media. Escala: 2 cm. C) Hueso de bordes subangulosos a subredondeados, mala esfericidad. Escala: 1 cm.

Si bien su tendencia es no presentar gradaciones marcadas, si las posee, destacan de


tipo normal, así como también puede encontrarse intercalada con capas centimétricas
a decimétricas de conglomerados matriz soportado (Gm) de arenisca gruesa a muy
gruesa, con clastos que pueden alcanzar los 4 cm de longitud. El espesor de los
estratos varía entre los 0,4 a 1,9 m. En cuanto a sus contactos de base y techo, estos
son principalmente transicionales y provisionalmente nítidos, con formas tabulares.

Es altamente frecuente encontrar fragmentos líticos flotantes, en su mayoría


volcánicos, que están dispersos en la matriz en un promedio del 5%, pero que en
niveles más potentes pueden llegar al 10%. Se presentan subangulosos a
subredondeados en general entre los 0,5 a 3 cm, pero que pueden variar de longitud
desde 0,2 a 5 cm. Cabe destacar, que entre las intercalaciones antes presentadas
tienden a encontrarse restos óseos fragmentarios, aislados y retrabajados, de
coloración blanquecina grisácea con tamaños entre los 1 a 3 cm.

Se interpreta esta litofacies como depósitos arenosos formados principalmente por


flujos sedimentarios gravitacionales o posibles corrientes no confinadas o
abandonadas. En adición, los niveles que presentan intercalaciones con capas o
láminas conglomerádicas se asocian a eventos de variaciones en la energía y
descarga del caudal, niveles que además tienden a intercalar con la litofacies 3, de
areniscas con estratificación cruzada en artesa.

85
Figura 6.2 – Estratos representativos de las asociaciones F1 y F2. A) Asociación F1, conglomerado macizo (Gm),
clasto soportado, polimíctico, con clastos subredondeados y matriz de arenisca gruesa. Sección Quebrada San
Pedro. B) Asociación F1, conglomerado clasto soportado con aparente estratificación plano-paralela (Gh) y grano
decreciente. Sección La Cantera. Escala 30 cm. C) Asociación F2, Areniscas gruesas intercaladas con
conglomerado clasto soportado con matriz de arenisca gruesa (Sm-Gm), se aprecian algunos fragmentos de
limolitas. Sección Quebrada San Pedro.

86
 Asociación de litofacies 3 (F3)
Consiste en areniscas predominantemente medias a gruesas, con estratificación
cruzada en artesa (St), polimícticas y mal seleccionadas (Figura 6.3). Tiende a
intercalar con capas de conglomerado matriz soportado de arenisca gruesa, con
clastos subredondeados a subangulosos de 0,5 a 3,3 cm de longitud que también
estratificación cruzada en artesa (Gt). Destaca por ser la que aparece con mayor
frecuencia, con estratos de forma tabular, contactos de base y techo, principalmente
nítidos y en menor grado erosivos, con potencias que varían entre los 0,5 y 3,2 m.
Contiene, además, niveles particulares que incluyen laminaciones ondulosas (Sh),
gradaciones normales, estratos específicos que varían, de base a techo, desde
estratificación cruzada en artesa a una de tipo plano-paralela, así como capas que
presentan una estratificación cruzada planar de alto ángulo aparente.

Los niveles de esta asociación contienen, en general, intraclastos de limolita alargados


que varian entre los 0,4 a 2,2 cm, así como lentes de limolita y fragmentos líticos
flotantes, tanto volcánicos como sedimentarios de limolita, subredondeados, que van
desde los 0,2 a los 3,6 cm. En cuanto a su contenido fosilífero, a pesar de no contener
piezas óseas completas, es variado, conteniendo huesos fragmentarios
indeterminados que actúan como bioclastos, retrabajados, subredondeados a
angulosos; estratos con xilópalos reemplazados con óxidos de hierro y cobre, y uno
particular con gastropodos y bivalvos bien preservados, en una capa con laminación
ondulosa.

Los niveles que la componen se interpretan como depósitos de caudal, tales como
barras laterales y/o frontales, y formas de fondo, ambos migratorios que generan la
estratificación cruzada en artesa, así como relleno arenoso de canales. Los contactos
basales erosivos serían indicadores de superficies de avulsión. Es común que sus
estratos intercalen con la litofacies F2 de areniscas macizas, con ambas asociaciones
presentando a su vez intercalaciones con capas conglomerádicas en sus propios
niveles o con estratos de la asociación F1, lo cual se deduce como desarrollo de
canales multiepisódicos y variaciones estacionales del caudal.

87
Figura 6.3 – Estratos representativos de las asociaciones F3, F4 y F5 A) Asociación F3, areniscas medias a gruesas
con estratificación cruzada en artesa, bien preservada y de bajo ángulo (líneas azules). Flecha amarilla indica
intraclasto de limolita.. Sección Ladera Dique. B) Asociación F4, arenisca media, hacia la base estratificación
cruzada en artesa (St) bien preservada y de bajo ángulo (Líneas azules) y hacia el techo varía a estratificación
plano-paralela (Sh). Escala 20 cm. C) Asociación F5: Limolita maciza (Fm). Sección Ladera Dique. Escala 30 cm.

88
 Asociación de facies 4 (F4)
Consiste en areniscas mayoritariamente gruesas que presentan una estratificación
plano-paralela (Sh), polimícticas y mal seleccionadas (Figura 6.3). Tiende a presentar
gradaciones normales hacia areniscas finas en la porción media de la sección, así
como también contar con intercalaciones centimétricas a decimétricas entre ambas
litologías. La potencia promedio de los estratos varía entre los 0,3 a 3,2 m, con formas
tabulares y rara vez lenticulares, cuyos contactos de base y techo son principalmente
nítidos. Como elementos secundarios, fragmentos líticos flotantes en la matriz de
composición volcánica son poco frecuentes, siendo subredondeados a subangulosos,
que ocupan máximo el 5% del esqueleto y con una longitud desde los 0,3 a 4 cm. En
cuanto al contenido fosilífero, consiste en algunos niveles con xilópalos que tienen
patinas de óxido de manganeso, y uno particular, con piezas óseas completas, de una
costilla y vertebra blanquecino grisácea que se asocia a Sauropoda indet.

Esta litofacies se encuentra asociada en general a la litofacies 3 de areniscas con


estratificación cruzada en artesa, por lo cual sus depósitos corresponderían a un
régimen de flujo alto formados por transporte masivo de sedimento arenoso sobre el
fondo. A su vez, algunos de sus niveles también se interpretan como flujos con menor
energía, con carga en suspensión y rápida deposición, en especial para aquellos que
muestran una grano-decrecencia.

 Asociación de Litofacies 5 (F5)


Consiste en limolitas y areniscas muy finas, macizas (Fm, Figura 6.3), y de estratos
tabulares y lenticulares, con contactos nítidos en base y techo, con potencias que
varían entre los 15 cm a 2 m, que tienden a intercalar con areniscas asociadas a las
litofacies F4. Cabe destacar, que algunos niveles con granulometrías más finas tienden
a acuñarse a limolitas, así como también, pueden encontrarse como laminaciones y
frecuentemente como intraclastos.

Esta litofacies se encuentra más presente hacia la base de la secuencia estratigráfica,


intercalando con niveles de areniscas macizas (Sm), y con estratificación plano-
paralela (Sh) y cruzada en artesa (St), con algunos estratos que subyacen o infrayacen

89
con algunos restos de troncos o rizolitos, estos en la sección mencionada. Sin
embargo; si bien no presenta estructuras primarias ni secundarias bien marcadas, a
excepción de un nivel en la base, con laminación plano-paralela, así como tampoco
intraclastos y fragmentos líticos flotantes, hay un nivel particular dentro de la Sección
El Pirquín que contiene un tronco fósil reemplazado con óxidos de cobre, con
malaquita y crisocola.

Se interpreta como depósitos de llanura de inundación. Cabe destacar, algunos niveles


dentro de la Sección La Cantera, presentan una coloración oscura que podría ser
indicativo de materia orgánica. Además, en dicha sección, se encuentran los restos de
raíces antes mencionados, por lo cual, se deduce algún desarrollo de horizonte
edáfico, que no se preserva del todo debido a las avulsiones del canal. Por último,
tramos en los que intercalan limolitas y areniscas con estratificación cruzada en artesa,
indican un intervalo intermedio entre depósitos de canal y llanuras de inundación.

Asociación de
Elemento Interpretación
litofacies

F1 Gm, Gt, Gh Barras de canal, Flujos gravitatorios gravosos.

Depósitos de canal abandonado, Flujos


F2 Sm, Gm
gravitatorios arenosos.
Barras, formas de fondo, relleno arenoso
F3 St, Gt, Sh
de canales.
Formas de fondo, flujos arenosos de
F4 Sh
deposición rápida.

F5 Fm Llanura de inundación

Tabla 3– Resumen de la interpretación y elementos que se encuentran en las litofacies descritas, ordenadas de
mayor a menor aparición.

90
7. Discusiones
La secuencia estratigráfica descrita comprende asociaciones de facies sedimentarias
continentales, en las que dominan las de ambiente fluvial, evidenciado principalmente
por la litofacies F3 de areniscas con estratificación cruzada en artesa, la cual, como se
mencionó en el apartado anterior, se ha interpretado como depósitos de canal, cuyo
tipo se asignó de acuerdo a la relación con el resto de las litofacies.

Las relaciones más frecuentes que aparecen en la sucesión son F3-F4, es decir,
estratos con estratificación cruzada en artesa que suelen estar sobreyacidos por
niveles con estratificación plano-paralela con una disminución del tamaño de grano
hacia el techo. Cabe destacar que se puede observar un comportamiento similar con
los elementos que se han definido para la litofacies F1, con conglomerados. que varían
su estratificación de igual forma, y que también, se pueden relacionar a F3. Para todos
estos casos la interpretación recae en barras de canal, pero a las cuales no se les
puede definir con certeza si el tipo de acresión es lateral o vertical debido a la falta de
secuencias laterales que permitan correlacionar niveles.

Aquellas capas sucesivas, libres de otros tipos de estratificaciones, que no sean la


cruzada en artesa, tienden a deducirse como rellenos de canal o formas de fondo de
tipo arenoso o gravoso según corresponda, con algunas excepciones que incluyan a
areniscas o conglomerados macizos. De un modo similar, para aquellos estratos que
muestran intercalaciones de areniscas muy gruesas a conglomerádicas, con areniscas
de grano medio a grueso, que igual contengan la estratificación cruzada se consideran
barras si son sobreyacidos por capas macizas o con estratificación sub horizontal, pero
si se agrupan continuamente, en especial si sobreyacen secuencias de llanuras de
inundación o de canales de abandono, entonces será asociado a depósitos de
reactivación.

En base a lo anterior, los depósitos para canales abandonados se asocian a la


litofacies F2 y F4 que demuestran alguna variación grano o estrato decreciente. Una
característica que también se aplica a los depósitos de llanura de inundación, en los

91
cuales en principio el dominio sería de la litofacies F5, de limolitas macizas, pero que
su baja preservación en la secuencia dificulta su interpretación, por lo que se hizo uso
de la relación con el resto de las litofacies arenosas, F2, F3 y F4, con las cuales tiende
también a una estrato y grano decrecencia, y, al menos hacia la base, en específico
en la Sección La Cantera, tramo en el que mejor se preservó F5, cuenta con rizolitos
conservados.

Los límitados niveles con litologías de grano fino y aquellos atribuibles a llanuras de
inundación, sumado a la alta estratificación cruzada en artesa que se encuentra a lo
largo de toda la secuencia, junto con las intercalaciones entre conglomerados y
areniscas que demuestran variaciones de energía y carga en el flujo, son indicios de
un canal con avulsiones o migraciones sostenidas, por lo cual no es de extrañar que
los instraclastos en la base de algunos niveles, en especial aquellos con bases
erosivas sobreyacientes a tramos de mayor estabilidad, contengan intraclastos de
limolita subangulosos y subredondeados que, indican un transporte bajo a medio.

En cuanto a los granos que componen la secuencia, estos, a modo general, se pueden
describir como polimícticos, con selección regular, esfericidades malas a medias, y
subangulosos a subredondeados, los cuales se componen principalmente de
fragmentos líticos y feldespato potásico. Características también observables en los
tres cortes petrográficos realizados, en los cuales se clasificó a las rocas como sub
maduras tanto textural como mineralógicamente, lo cual basado en las descripciones
a muestra de mano, se puede extrapolar a secuencia. Se podría deducir que los
sedimentos no se transportaron tan lejos del área fuente, una interpretación que se
podría analizar en trabajos futuros en los que se agreguen análisis de proveniencia.
Además, la coloración de la secuencia, mayoritariamente rojiza, evidencia la oxidación
de minerales de hierro en procesos de diagénesis propiciados por climas secos,
minerales que bien pueden proveerse de los fragmentos líticos flotantes.

Para los fragmentos líticos flotantes volcánicos y sedimentarios, inmersos en niveles


de areniscas y conglomerados, con tamaños que superen el promedio del esqueleto
que se encuentren subredondeados, así como los sets de conglomerados masivos,

92
también con clastos subredondeados, y el aporte constante de material detrítico, no se
explican solo por un dominio fluvial, por lo que se infirió un ambiente aluvial con flujos
de detritos gravitatorios, algunos de tipo gravoso, evidenciados con la litofacies F1 con
el elemento Gm y Gt para conglomerados macizos y con estratificación cruzada en
artesa respectivamente; y otros de tipo arenoso interpretados en la litofacies F2 para
areniscas macizas, precisamente, las que además coinciden con un alto contenido en
fragmentos líticos flotantes.

Refiriéndose a los especímenes fósiles óseos, tanto en la zona de estudio como en los
alrededores, se pueden encontrar como fragmentos indeterminados que varían en
longitudes de 1 a 3 cm, retrabajados y con bordes subredondeados a subangulosos
inmersos principalmente en capas conglomerádicas y como bioclastos flotantes en
capas de areniscas medias a gruesas. También, se presentan otros restos fracturados
con un retrabajo variable, lo que permite, en algunos especímenes, conservar algunos
elementos diagnósticos. Del mismo modo, se hallan piezas óseas de mayor tamaño,
desarticuladas, ubicadas en la Sección Titanosaurio Auxiliar, pertenecientes a
Sauropoda indet, con tamaños que varían entre 10 a 35 cm, que presentan un retrabajo
bajo o nulo, y que por su cercanía podrían corresponder a un único individuo. Destaca,
además, un nivel dentro de la Sección La Cantera, en el que se hallan restos
semiarticulados de titanosaurio y fragmentos óseos indeterminados de posible
Theropoda; y otro, asociado a la capa del espécimen articulado de Cocodrilo que se
ubica en la ladera sur del valle del Río Hurtado.

La variabilidad del sistema de deposición se ve reflejada en los procesos tafonómicos


y de sedimentación. Por un lado, los restos muy retrabajados no solo reflejarían
transporte, si no también, un pulimiento por parte de los mismos procesos asociados
a los caudales que suavizan los bordes al igual que ocurre con los sedimentos, por lo
que no es de extrañar que se asocien a areniscas que intercalan con capas
conglomerádicas (F1 y F2), y aquellas con estratificación cruzada en artesa (F4). Por
otro lado, un bajo retrabajo, pero fracturas, puede ser indicativo de flujos de mayor
energía y corta duración junto a un enterramiento relativamente

93
Figura 7.1 – Segmento basal de la secuencia estratigráfica, con las litofacies coloreadas, F1: Naranjo, F2: Amarillo,
F3: Verde, F4: Violeta, F5: Blanco. Signo más, indica los pulsos de mayor energía con dominio de ambiente aluvial,
dominado por las litofacies F1 y F2. Signo menos, indica los pulsos de menor energía con el dominio de ambiente
fluvial. Escala 1:400.

94
Figura 7.2 – Segmento de techo de la secuencia estratigráfica, con las litofacies coloreadas, F1: Naranjo, F2:
Amarillo, F3: Verde, F4: Violeta, F5: Blanco. Signo más, indica los pulsos de mayor energía con dominio de
ambiente aluvial, dominado por las litofacies F1 y F2. Signo menos, indica los pulsos de menor energía con el
dominio de ambiente fluvial. Escala 1:350.

95
rápido encontrados frecuentemente en niveles conglomerádicos con intercalaciones
de areniscas (F1). Un caso similar, ocurre para las piezas óseas de mayor tamaño, a
las cuales se les puede asociar una velocidad de enterramiento aún mayor y casi in
situ debido a que sus cavidades internas, observadas en las vértebras es similar al
sedimento que lo rodea. Dichas piezas se encuentran asociadas a conglomerados
matriz a clasto soportados, macizos, y con estratificación plano-paralela y cruzada en
artesa (F1), con excepción de un nivel con areniscas de estratificación plano-paralela
(F3) que se acuña lateralmente a conglomerado fino. Cabe destacar, que el nivel de la
cantera corresponde a la asociación de facies F1, y que el nivel asociado al cocodrilo,
a areniscas macizas de la asociación F2. Sin embargo, para corroborar esto último, es
necesario realizar un levantamiento estratigráfico en la ladera Sur del río Hurtado, para
además estudiar las variaciones laterales del sistema.

A lo anterior, se suman los hallazgos de madera fósil que se incorporan a la secuencia


principal. Hacia la porción superior de la Sección La Cantera destacan rizolitos
preservados en areniscas medias a finas asociadas a F5, para depósitos de llanura de
inundación; y, desde la zona media de la sucesión, a partir de la sección Titanosaurio
Basal hasta la Sección el Pirquín, se encuentran restos fragmentarios de troncos
aislados, reemplazados con óxidos de hierro y cobre en las asociaciones F3 y F5. A
esta última, es a la que además se le asocia el nivel único de areniscas finas macizas,
que contiene variados ejemplares de gastropodos y bivalvos de agua dulce, en la
Sección El Alero, preservando moldes externos e internos y encontrándose
mineralizados, que probablemente sufrieron enterramiento rápido y que se interpretan
como una laguna remanente, común en sistemas fluviales sinuosos.

Se pueden distinguir, por tanto, un total de seis pulsos de mayor energía y carga que
quedan evidenciados por los niveles de la litofacies F1 Figura (7.1 y 7.2), cuyo aporte
detrítico, los cuales son equivalentes a los estratos en los que se han realizado los
hallazgos fósiles más abundantes, en especial de vertebrados, evidenciando un
retrabajo no tan alto en los clastos y bioclastos, y enterramientos rápidos. Los cuales
propician una buena preservación, que además al verse expuestos a la interperie, el

96
clima seco actual de la zona evita que los especímenes se erosionen. No obstante, la
conservación buena, trae consigo que rocas portadoras macizas no puedan ser
trabajadas de manera sencilla para extraer los restos, debido a que los únicos planos
de debilidad existentes son aquellos que rodean al fósil, que sin un debido cuidado se
puede dañar el material, un concepto que también aplica para niveles diaclasados, que
cuentan con una baja calidad de preservación.

Los pulsos se encuentran intercalados con facies arenosas más estables asociadas a
un ambiente fluvial con alta sinuosidad y que muestra cierta estabilidad temporal, con
estratos que se mantienen en general constantes en su granulometría y
estratificaciones, dominando, como ya se ha mencionado, la cruzada en artesa (F3)
relacionada a la plano-paralela (F4), demostrando regímenes de flujo altos y bajos.
Estos tramos, si tienen contenido fosilífero, tienen una preservación menor, con más
retrabajo al grado de solo contener astillas óseas, o fragmentos de troncos que
sufrieron un transporte más marcado. Destaca el hecho de que los pulsos parecen
mantener una ciclicidad, y tanto para los eventos de mayor, como los de menor
energía, las sucesiones que los conforman se vuelven más potentes hacia el techo, lo
cual podría ser un reflejo del modelo tectónico que ocurría en la zona.

A los Estratos de Quebrada La Totora se les ha asignado una edad Albiana –


Cenomaniana, por dataciones radiométricas en las formaciones que la subyacen y
sobreyacen, y por la fauna fósil presente, esto la ubica en una fase de cambio entre el
primer y segundo ciclo andino justo en el límite del Cretácico Inferior, donde
precisamente en el Alptiano-Albiano finaliza una fase de extensión, y, el Cretácico
Superior, donde da inicia la Orogenia Peruana en una fase compresiva donde el arco
migraría hacia el Este. En este periodo de cambios, inversiones tectónicas debieron
propiciar de cierta manera alzamientos, y, por lo tanto, podría ser una explicación para
la ciclicidad mostrada en los aportes detríticos aluviales al modelo fluvial.

97
8. Conclusión
El trabajo estratigráfico expuesto en esta memoria refleja una relación de litofacies
sedimentarias continentales, representativas de un ambiente fluvial sinuoso,
intercalado con eventos de flujos de detritos aluviales, ambos con una cierta
periodicidad, pudiendo identificarse seis pulsos de alta energía representado por
estratos de conglomerados (F1) que coinciden con aquellos portadores de los restos
óseos mejor preservados y con una fauna variable. Estos se encuentran intercalados
con periodos estables que representan un sistema dinámico de canales sinuosos, con
avulsiones y variaciones de energía sostenidas dominados por facies de areniscas con
estratificación cruzada en artesa (F3). Su litología puede resumirse como areniscas
medias a gruesas intercaladas por conglomerados, con características mineralógicas
y texturales que permiten clasificarla como submaduras, los cuales sufrieron un
transporte regular, en canales de carga arenosa con constantes aportes detríticos. La
secuencia, además, exhibe una coloración rosa a rojiza, la cual se explica por el tipo
de cemento observado en los clastos, de tipo ferruginoso, que se asocia a la oxidación
de los minerales de hierro contenido en los fragmentos líticos, asi como al contenido
de feldespato potásico presente.

En base a los niveles estratigráficos con contenido fosilífero de vertebrados, las


asociaciones de facies conglomerádicas F1 destaca por sobre las demás por contener
capas, a lo largo de la secuencia, con restos óseos en condiciones de retrabajo
variable, al grado de encontrarse fragmentos, que dependiendo de su estado,
preservan elementos que permiten, o no, identificarlos con más o menos detalle; y
otros, que corresponden a piezas óseas completas y desarticuladas, así como
también, un nivel particular que incluye más de un espécimen en la Sección La
Cantera. La variabilidad de fauna que puede encontrarse en esta asociación, incluye
a dinosaurios titanosaurios, terópodos, tortugas y a posibles cocodrilos. A su vez, no
es de extrañar que existan variaciones horizontales en los estratos de conglomerados
a ser consideradas en futuras prospecciones y otros levantamientos estratigráficos,
pues el acuñamiento lateral de dicha litología es común que ocurra, por lo cual, se

98
pueden tomar en cuenta las asociaciones de facies de areniscas macizas (F2), pues,
por ejemplo, está antecedente del espécimen de cocodrilo articulado hallado en la
ladera sur del Río Hurtado, aquellas que intercalan con capas de conglomerado fino o
areniscas conglomerádicas con estratificación cruzada en artesa (F3) y posiblemente
con areniscas con estratificación horizontal (F4), por el antecedente de acuñamiento
lateral en la Sección Titanosaurio auxiliar a conglomerado fino. En cuanto a niveles de
troncos fósiles dentro de la secuencia, es posible encontrarlos en asociaciones de
areniscas medias a finas macizas y estratificación cruzada en artesa (F2, F3 y F5).

Sin duda, la realización de nuevas campañas para prospecciones paleontológicas y


trabajo estratigráfico son necesarias, es indispensable que ambas áreas trabajen en
conjunto para poder reconstruir el ambiente sedimentario con mayor detalle y asociarlo
a la flora y fauna presente, en un periodo geológico que en Chile se encuentra poco
preservado y por tanto, no tan comprendido. A su vez, se propone actualizar las
litologías y las facies propuestas en las cartas geológicas, en particular aquella
correspondiente a la localidad tipo de los Estratos de Quebrada La Totora (Pineda y
Emparán, 1999), pues el tipo de modelo presentado en el sector, no corresponde en
esencia al descrito en el área de estudio, por lo que bien podría ser una facies diferente
de la misma unidad de la que no se comprende su relación estratigráfica, o bien, ser
una unidad completamente diferente.

Por último, en base a las características descritas y expuestas a lo largo de la presente


memoria, se propone otorgar, no solo a la zona de estudio, sino también a los
alrededores de San Pedro de Pichasca, como un lugar de interés geológico o Geosítio,
definido por la Sociedad Geológica de Chile (SGCH), como un afloramiento, o varios
afloramientos vecinos, que contienen un objeto geológico que vale la pena preservar.
En el caso puntual de la propuesta mencionada, dicho valor, contiene un componente
paleontológico importante, el cual se ve reflejado actualmente en el Monumento
Natural Pichasca y por ser la zona donde fueron descubiertos por primera vez restos
de dinosaurios en Chile y con una fauna y flora fósil variada e interesante en una época
geológica poco preservada y estudiada en el país. A su vez, se agrega la componente

99
estratigráfica, del que no se han realizado grandes estudios y que este trabajo aporta
a los ya existentes, antecedentes de un ambiente dinámico, con un componente fluvial
y aluvial bien preservados que ameritan nuevas campañas para complementar los
modelos. Por estas razones, se propone denominar a este Geositio como ‘’Estratos de
San Pedro de Pichasca’’, con el fin de atraer interés científico, turistico y elevarlo a un
sitio protegido.

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