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El capitalismo financiero: La segunda revolución industrial

El capitalismo financiero es un sistema económico, subtipo del capitalismo,


que surgió a principios del siglo XX y presenta como característica principal
la subordinación de los medios de producción a la acumulación de dinero y
obtención de ganancias a través del mercado financiero (acciones,
productos financieros, valores, derivados y mercado de divisas). El
capitalismo está presente en la economía mundial hasta la actualidad.
En la segunda mitad del siglo XIX, de forma paralela a la oleada liberal que se vive en
Europa y que transforma el modo de vida y la mentalidad de sus moradores, el
sistema económico se afianza gracias al éxito de la Revolución Industrial. Como
resultado, el capitalismo asienta sus bases y el proceso industrial da un nuevo salto
cualitativo. Se trata de un proceso donde surgen innovaciones científicas, tecnológicas
y económicas de amplio alcance que influyen sobre la sociedad de forma decisiva. Las
nuevas y mejoradas técnicas de producción, las nuevas industrias y la industrialización
de nuevos países pintarán un nuevo escenario sobre el que actuará la sociedad del
nuevo siglo.

La segunda revolución industrial


Durante el siglo XVIII y primera mitad del XIX, los progresos técnicos aplicados a la
maquinaria hicieron posible el capitalismo de la Primera Revolución Industrial. Este
capitalismo era producto del librecambismo y se basaba en la ley de la oferta y la
demanda, en la libertad de trabajo y en la libre concurrencia. Había que producir a
precios cada vez más bajos para triunfar sobre la competencia, y de ahí la necesidad
de un aumento paulatino de la mecanización y de capitales para la maquinaria. En
este período, los empresarios eran todavía capaces de financiar a escala familiar sus
industrias y fábricas con los ahorros, beneficios o excedentes de la agricultura.

Sin embargo, a partir de 1870, las innovaciones técnicas perfeccionan y multiplican la


maquinaria, con lo que las empresas necesitan grandes cantidades de dinero para la
instalación y renovación instrumental. Es preciso buscar nuevas fuentes de finan-
ciación para esta necesidad constante y cuantiosa de capitales. Aparece así el gran
capitalismo o capitalismo financiero. Los bancos, que hasta entonces se habían
limitado a ser instrumentos de cambio, se convierten ahora en bancos de negocios o
de crédito industrial para financiar empresas y actividades de inversión, produciéndose
la concentración financiera e industrial.

La producción de la industria mundial entre 1870 y 1890 se multiplica en todos los


sectores. La producción de hierro pasa de 12 a 37 millones de toneladas métricas; la
de carbón de 220 a 800 millones. Al mismo tiempo, aumentan las inversiones de
capital en el exterior de los países en los que se ha acumulado. Las inversiones
inglesas en el extranjero pasan de 200 millones de libras en 1855 a 2400 millones en
1900. Se forma un mercado mundial, en el que ciertas potencias suministran
productos industriales y otros países colocan sus productos agrícolas.

Esta fase de crecimiento se apoya en la abundancia de metales preciosos. El


comercio mundial necesita instrumentos de cambio y las monedas se apoyan
fundamentalmente en el oro. Entre 1800 y 1860 el stock de oro se multiplica por 22 y
en 1914 por 63. Los descubrimientos de oro en California, Australia, Alaska y África
del Sur aportan grandes cantidades del preciado metal.
LAS POTENCIAS INDUSTRIALES
Son aquellas que, mediante el uso de alta tecnología, han conseguido ocupar los
primeros lugares en el mundo desarrollando y estableciendo fábricas, empresas cuyos
productos son colocados en casi todos los países.
TIPOS DE POTENCIAS INDUSTRIALES:
Hay dos tipos de potencias industriales:

 Tradicionales: pertenecen a los países desarrollados, que cuentan con una


mano de obra cualificada y un elevado desarrollo tecnológico.
 BRICS: pertenecen a las nuevas potencias mundiales, el nombre BRICS
proviene de las iniciales de los países de Brasil, Rusia, India, China y
Sudáfrica.
Los países que conforman las industriales tradicionales son:

 ESTADOS UNIDOS: Segunda potencia industrial.


Segundo puesto en producción industrial.
Primer puesto en poderío militar.
Industrias tradicionales son: Automovilística, química, alimentaria, también en
telecomunicaciones.
 JAPÓN: Tercera potencia industrial.
Tercer puesto en producción industrial.
Política comercial y el gran desarrollo tecnológico.
Primeros productores de automóviles, equipos electrónicos, barcos y acero.

 ALEMANIA, REINO UNIDO, FRANCIA E ITALIA: Importantes potencias


industriales.
Miembros de la unión Europea.
Los países que conforman BRICS son:

 BRASIL: En Iberoamérica.
Las zonas más industrializadas son: Sao Pablo, Rio de Janeiro y Belo
horizonte.
 RUSIA: Superpotencia emergente.
En Asia la zona destacada es Moscú.
Destaca en producción de armamento.
Primer productor de gas natural.
Principales de petróleo.
Recursos minerales.
 INDIA: Experimentando el experimento el crecimiento de industrialización
desde 1999.
Destaca la industria textil.
Primeros productores de acero.
En crecimiento las industrias: petroquímica, farmacéutica, automovilística y de
software.
 CHINA: Es la primera potencia mundial industrial. Debido a tres factores:
Cambio de política hasta 1960 siguió el modelo soviético, y después se inició la
etapa de liberación económica.
Abundancia de recursos, China tiene mucha riqueza natural.
Las ramas industriales de China son:
IINDUSTRIAS ESTRATEGICAS: la tecnología, cosas presentes en el día a día.
INDUSTRIAS DE BASE: química, acero, mecánica e cemento.
INNDUSTRIAS DE BIENES DE CONSUMO: textil, juguete, automovilística, etc.

 SUDÁFRICA: Primera economía africana.


Destaca en recursos naturales y en la producción de platino y el tercero de oro.
La economía no acaba de arrancar debido a que 6 millones de habitantes
padecen SIDA.

La concentración de capital y la formación de monopolios

La concentración de la producción constituye la base material del surgimiento de la


dominación de los monopolios.
El último tercio del siglo XIX estuvo signado por varios importantes descubrimientos
científicos y adelantos técnicos en la metalurgia y la construcción de maquinaria, en la
industria química y electrónica. En ese período comenzaron a emplearse nuevos tipos de
máquinas, se efectuaron cambios radicales en la energética y en la tecnología de la
producción aparecieron y se desarrollaron nuevas ramas de la industria y se produjeron
cambios en su estructura. En estas condiciones, la concentración de la producción se
intensificó aún más.
La superioridad técnica, la mejor organización del proceso de producción, la economía en
los gastos generales, una alta productividad del trabajo y grandes posibilidades para la
obtención de créditos, siendo importantes ventajas de las grandes empresas, aumentaban
cada vez más su papel en la producción industrial.
A fines del siglo XIX y principios del XX, sobrevino un período en que el desarrollo de la
concentración y la centralización del capital y de la producción sobre la base de la libre
competencia originó fenómenos sustancialmente nuevos. La parte fundamental de la
producción social fue concentrada en unas pocas empresas grandes, monopolizadas por
ellas. El monopolio vino a sustituir a la libre competencia. Surgió del proceso de
concentración de la producción y del capital]] en determinado escalón de su desarrollo. A
varias decenas de empresas gigantescas les resulta más fácil llegar a un acuerdo que a una
multitud de empresas pequeñas. Estableciendo la relación causal entre la concentración y
la monopolización de la producción. Lenin escribió: “…la aparición del monopolio, debida a
la concentración de la producción, es una ley general y fundamental de la presente fase de
desarrollo del capitalismo.”
Etapas en el desarrollo de los monopolios
Lenin distinguió tres etapas en el desarrollo de los monopolios: la primera etapa fueron los
años 60-70 del siglo XIX, cuando la libre competencia llegó a su más alto nivel y los
monopolios apenas empezaron a formarse. La segunda etapa abarca el período posterior a
la crisis de 1873 hasta fines del siglo XIX. En este tiempo, los monopolios proliferaron
bastante, pero eran todavía muy débiles. La tercera etapa comenzó en el período del auge
industrial de postrimerías del siglo XIX y continuó después de la crisis de los años 1900-
1903, cuando la concentración de la producción se acentuó aún más y los monopolios
adquirieron significado decisivo en la vida económica. Fue precisamente en esta etapa en
que el capitalismo industrial se convirtió en imperialismo.
Formas de los monopolios
Existen distintas formas de monopolios en la producción: cartels, sindicatos, trusts
y consorcios.
El cartels: es una agrupación de varias empresas de una misma rama de la
producción, en que sus participantes conservan la propiedad de los medios de
producción y del producto elaborado. Los participantes del cartels venden por su
cuenta la producción en el mercado. Pueden ser objeto del acuerdo de cartels las
cuotas de sus miembros en la producción general, los precios de venta, la
distribución de los mercados de venta, etc. Para los miembros del cartels que
violen las cláusulas del acuerdo suele preverse un castigo en forma de multas.
El sindicato: es una asociación de varias empresas que producen, por regla
general, productos homogéneos y cuyos participantes mantienen la propiedad de
los medios de producción, y el producto se realiza como propiedad del sindicato. A
diferencia del cartels, el sindicato rompe la vinculación directa de las empresas con
el mercado.
El trust: es una forma de monopolio que supone la propiedad conjunta de un
grupo dado de capitalistas sobre los medios de producción. al organizar un trust,
los propietarios de empresas transfieren a la asociación su propiedad de los
medios de producción, la tecnología, las patentes, etc, y, por consiguiente, de los
productos elaborados. Reciben por el valor del capital transferido acciones del trust
y, con ello, el derecho a coparticipar en la dirección del trust y a percibir una parte
correspondiente de su ganancia. En la actualidad, los trust no surgen, por lo
común, como resultado de la unión de varias empresas independientes, sino que
se crean por poderosos grupos financieros como empresas propias o controladas
por ellos.
Con el desarrollo del proceso de monopolización, la trustificación “horizontal”, es
decir, el agrupamiento de empresas de una misma rama es completada con
creciente frecuencia, por la “vertical”, cuando integran un trust empresas de ramas
industriales relacionadas entre sí en el sentido tecnológico, por ejemplo, la hullera,
la metalúrgica y la de construcción de maquinarias. Por el carácter de las
empresas que los componen, tales trusts constituyen complejos.
El consorcio: es un conjunto de empresas heterogéneas, en ocasiones, de
monopolios, distintas ramas de la industria y del comercio, de bancos, compañías
de seguros y de transporte controlados por un mismo grupo financiero. Las
empresas que forman parte del consorcio, formalmente conservan su
independencia productiva, comercial u jurídica, pero se hallan vinculadas entre sí
con relaciones de dependencia financiera. El poder real sobre las empresas
controladas lo ejerce la sociedad principal.
Hoy día, los monopolios abarcan a todas las ramas de la economía. La forma
principal de las asociaciones monopolistas son los consorcios diversificados
multisectoriales.
El objetivo de los monopolios es asegurar la ganancia de monopolio sobre el
capital invertido por los magnates capitalistas más grandes.
La acumulación en la actualidad
La concentración de la producción fue premisa del surgimiento y crecimiento de los
monopolios. En el período actual, el dominio de los monopolios se convierte en
enorme fuerza motriz de la concentración y la centralización del capital.

EL IMPERIALISMO: ASPECTOS ECONÓMICOS

En el último cuarto del siglo XIX se inició un proceso de dominio político, militar y
económico de grandes territorios de Asia y África por parte de países
industrializados de Europa, EE.UU. y Japón. Este fenómeno se conoce como
imperialismo, frente al denominado colonialismo, desarrollado en los siglos
anteriores, en el que, con la excepción del Imperio español de América,
predominaba el intercambio de mercancías sin que se mostraran ambiciones
territoriales.

Durante sesenta años, a partir de 1815, no hubo importantes rivalidades coloniales, en


cambio, desde 1880, las cuestiones coloniales se situaron de nuevo en primer plano y las
potencias industriales emprendieron una carrera de ocupaciones territoriales. Este
proceso culminó, a inicios del siglo XX, con la colonización del continente africano y de una
parte del asiático. A lo largo de ese proceso hubo momentos de fuerte tensión entre las
potencias colonialistas, constituyendo una de las causas del estallido de la Primera Guerra
Mundial.
La expansión imperial es un fenómeno prácticamente permanente en la historia de la
humanidad, por ejemplo en antigüedad, como los egipcios, griegos, romanos, En la edad
contemporánea no ha estado ajena de la realidad.
En diversas circunstancias se han formado grandes imperios, que han tenido diferentes
estilos de expansión y dominio, pero han tenido un factor común: 
“ procesos a través de los cuales estados poderosos someten a pueblos más débiles para
satisfacer ciertos intereses”
El imperialismo colonial del siglo XX es una consecuencia de la revolución industrial, pues
los modernos medios de transporte acortan distancias, las industrias necesitan mayor
cantidad de materias primas y el comercio busca nuevos mercados.
La expansión imperialista se consideró “una ley de desarrollo histórico” , una especie ley
natural, y la 
Guerra, una condición necesaria para establecer el dominio. Además involucraba un fuerte
sentido de superioridad racial.

Causas económicas

Fueron fruto de la expansión del capitalismo industrial y se fundamentaron en:

 La búsqueda de nuevos territorios donde invertir el exceso


de capitales acumulados. Éstos encontraron una productiva salida en forma de
créditos otorgados a las minorías indígenas colaboradoras con la metrópoli,
pero fundamentalmente en la financiación de infraestructuras tales como
ferrocarriles, puertos o grandes obras de ingeniería (canal de Suez, Canal de
Panamá, etc.)

 La exploración y conquista de zonas donde conseguir materias primas y


energéticas abundantes y baratas. A las colonias se les asignó el papel de
abastecer a las industrias metropolitanas.

 El control de espacios donde establecer mercados que asegurasen en


régimen de monopolio la colocación de los productos industriales. 

 La utilización de una mano de obra no cualificada pero barata y dócil (en


ocasiones esclava), que redujo los costes de extracción de las materias primas
y contribuyó al éxito de la agricultura de plantación.

Los aspectos actuales del imperialismo


El imperialismo del capital

La lógica del capital es de acumular ganancias lo que, para el, significa el motor y el fin de
la economía y por eso necesita un control siempre más estrecho de las riquezas del
mundo. A este propósito, el capital, se apropió y exploto el trabajo y desarrollo siempre
nuevas tecnologías para mejorar la productividad, últimamente las de la informática y de
las comunicaciones, permitiendo una globalización real de su actuación. El capitalismo no
necesita hoy de ser colonialista y de ocupar territorios. Basta de controlar espacios
económicos, es decir los mecanismos de funcionamiento de la economía.
Actualmente es el capital financiero que predomina sobre el capital productivo, es
decir los bancos, seguros, fondos de pensión. Este capital impone su lógica de
ganancia, sin preocuparse de otros factores. Por eso todo tiende que trasformarse
en mercancía. Para controlar mejor, hay ventajas a una fragmentación de los
espacios (desmantelamientos de ciertos estados o lo que se llama la
descentralización). De hecho se concentra el poder de decisión económica tanto
como la riqueza en tres lugares principales, que se llaman la triada : Estados
Unidos, Europa, Japón.
Hasta la segunda guerra mundial, hubieron guerras inter-imperialistas, como entre
Alemania y Japón y los aliados. Hoy, la situación esta totalmente cambiada, porque
los mecanismos de apropiación de ganancia por el capital no exigen mas territorios
sino espacios económicos. Existe una competencia feroz en este campo, pero la
guerras "calientes" son exportadas a las periferias, como Irak, Afganistán,
Colombia, Sudan, Congo, etc.
El capitalismo imperialista no es únicamente un hecho económico. El sistema
necesita instancias no económicas para poder reproducirse. Necesita por ejemplo
el Estado. De verdad, se dice que el Estado nación tiene menos y menos poderes,
por la internacionalización de las decisiones económicas. Sin embargo, el
capitalismo globalizado está reorientando las funciones del estado, disminuyendo
su papel de redistribución de la riqueza, pero aumentando sus funciones de
represión y de protección de la propiedad privada. No debemos olvidar que las
empresas multinacionales se apoyan sobre sus Estados respectivos para actuar
en el mundo.
El carácter imperialista del capital tiene actuaciones muy concretas. Se trata por
ejemplo de un aparato importante de lobbying frente a los órganos de decisión,
como el Congreso norte americano, la Unión europea, los órganos de las Naciones
Unidas. La relación de los intereses privados con lo político lleva más y más a una
corrupción generalizada, bastante útil para el sistema y que permite su
reproducción.

La sumisión de las periferias del capitalismo central y imperial se realiza por


muchos medios, como el servicio de la deuda, el precio de la materias primas y de
los productos agrícolas, las políticas agrícolas de subvención, la absorción de los
cerebros, etc. Por otra parte hay una exportación de capital en el Sur, para
aprovechar de los costos mas bajos del trabajo. Se a visto también como se
exportaron las crisis, tanto en la producción, como en el aspecto financiero. La
sobreproducción agrícola se resuelve por una invasión de los mercados del Sur
por productos del Norte a precios bajos. La economía dominada por el capital
financiero a tenido impactos enormes sobre países como México, Argentina y los
países asiáticos del este y de sur este.

El resultado global de la lógica del imperio capitalista es catastrófico para una gran
mayoría de la humanidad. Jamás tantas riquezas han sido producidas y jamás
hemos tenido tantos pobres en el mundo. Las consecuencias son sociales y
humanas: una persona muere de hambre en el Sur, cada cuatro segundos. Por
otra parte, la destrucción del clima es un asunto que nadie puede negar hoy.

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