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CENTRO DE ESTUDIOS UNIVERSITARIOS VIZCAYA DE LAS AMÉRICAS

CAMPUS CD VICTORIA
RECONOCIMIENTO DE VALIDEZ OFICIAL DE ESTUDIOS, OTORGADO POR
ACUERDO NÙMERO 20100746 DE FECHA 8 DE JUNIO DE 2010 DE LA
SECRETARIA DE EDUCACIÓN PÚBLICA.

Tesis:
“Delincuencia Juvenil, provocada principalmente por el consumo
de drogas”
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LIC. CRIMINOLOGÍA

Presenta:
Yared de Jesús Villanueva Villanueva
CD. VICTORIA, TAMAULIPAS ABRIL DE
2022

CENTRO DE ESTUDIOS UNIVERSITARIOS


VIZCAYA DE LAS AMÉRICAS
CAMPUS CD VICTORIA
RECONOCIMIENTO DE VALIDEZ OFICIAL DE ESTUDIOS, OTORGADO POR
ACUERDO NÙMERO 20100746 DE FECHA 8 DE JUNIO DE 2010 DE LA
SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA.

Tesis:

“Delincuencia Juvenil, provocada principalmente por el


consumo de drogas”

QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LIC. EN


CRIMINOLOGÍA

Presenta:
Yared de Jesús Villanueva Villanueva
Asesor:
CD. VICTORIA, TAMAULIPAS ABRIL DE 2022

CENTRO DE ESTUDIOS UNIVERSITARIOS


VIZCAYA DE LAS AMÉRICAS
CAMPUS CD VICTORIA.
RECONOCIMIENTO DE VALIDEZ OFICIAL DE ESTUDIOS, OTORGADO POR
ACUERDO NÙMERO 20100746 DE FECHA 8 DE JUNIO DE 2010 DE LA
SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA

DICTAMEN

Me permito informar que fueron atendidas las observaciones que hicieron los
revisores el trabajo de

TESIS: “Delincuencia Juvenil, provocada principalmente por el uso de


drogas”

PRESENTA: Yared de Jesús Villanueva Villanueva

DE LA LICENCIATURA EN: CRIMINOLOGÍA

Que tiene a bien emitir dictamen aprobatorio para que el proyecto de referencia sea
presentado en examen recepcional.

Se extiende la presente en Ciudad Victoria, Tamaulipas a los 06 días del mes de Abril
de 2022.

NOMBRE DEL ASESOR


AGRADECIMIENTOS
 En primera instancia a todos los docentes que me acompañaron durante este proceso.
A mis padres por confiar, por los valores y principios que me han inculcado.
 Finalmente, a mis amigos de la vida y de la facultad, por el apoyo diario.
Contenido
INTRODUCCION..................................................................................................................6
Antecedentes..........................................................................................................................8
Planteamiento del problema..............................................................................................13
Formulación del problema.................................................................................................16
Objetivos..............................................................................................................................16
Hipótesis...............................................................................................................................17
INTRODUCCION

La delincuencia juvenil es un problema que se ha tratado históricamente desde diversos

puntos de vista morales, religiosos, psicológicos, jurídicos e inclusive biológicos. Las

causas que se le han atribuido inicialmente son los factores personales refiriéndose con esto

alteraciones congénitas y trastornos de la personalidad y aunado a estos un inadecuando

desarrollo moral y psicológico en la infancia. Asi mismo, se ha hecho referencia en la

literatura a factores que se encuentran externos al individuo como sería el caso de la

condición económica en la que vive, en el medio familiar en él se desenvuelve y los grupos

sociales con los que convive.

La delincuencia juvenil comprende, desde un punto de vista jurídico, a aquellos jóvenes

mayores de 14 años y menores de 18 que realizan conductas tipificadas como delitos en el

Código Penal, si bien su responsabilidad es exigida por Ley de Responsabilidad Penal del

Menor

Debemos definir qué entendemos por “Delincuencia juvenil relacionada con las drogas”.

Este término engloba tres grupos de delitos. El primero de ellos son los “delitos

psicofarmacológicos” que son aquellos cometidos bajo los efectos de una sustancia

psicoactiva, llámense, cocaína, paco, pastillas mezcladas con alcohol, que se dan como

resultado de su consumo agudo o crónico.

Es decir, aquellos que resultan del consumo de sustancias específicas que estimulan o

favorecen alguna disposición, que contribuye a la realización del delito. Los psicofármacos

mezclados con alcohol son la sustancia más consumida por los niños y adolescentes en

conflicto con la ley penal en nuestra ciudad y la región. Los chicos suelen denominarla con
ingeniosos nombres como “la renoleta” en alusión a su principal ingrediente el rivotril,

(clonazepam). También la llaman “corajín” ya que según sus propios dichos les da coraje

para salir a robar. O simplemente la designan como “la jarra” en honor al envase donde

mezclan sus principales ingredientes (alcohol y pastillas).

En base a ello, el primer interrogante que debemos formularnos como sociedad adulta y

responsable es de qué manera un niño de 10 u 11 años de edad consigue alcohol (que en

teoría sólo debería expenderse a personas mayores de edad) y psicofármacos (que se

deberían vender únicamente en farmacias y bajo receta). La respuesta es sencilla. Siempre

hay detrás un adulto que con la intención de hacer dinero fácil se aprovecha de la situación

de vulnerabilidad de muchos de nuestros gurises.

En relación a otro tipo de drogas más populares se considera poco probable que el consumo

de cannabis –marihuana– favorezca la comisión de delitos psicofarmacológicos, puesto que

esas drogas suelen reducir la agresividad; aun así, la irritabilidad asociada al síndrome de

abstinencia, junto con los problemas de salud mental relacionados, puede asociarse a un

aumento de la violencia.

El segundo grupo de los delitos relacionados con las drogas son los llamados “delitos

compulsivos con fines económicos”. Aquí el delito se comete para obtener dinero (o

sustancias) con el fin de financiar la adicción a las drogas.


Antecedentes
La presente investigación desarrollada se elaboró en base en la metodología

propiamente cualitativa, se basó en el análisis los factores de riesgo que motivan al

adolescente a cometer el delito.

Se logró determinar que la delincuencia juvenil es un problema que atañe a la

familia, a la sociedad y al estado, los cuales son corresponsables a la hora de la comisión de

conductas punibles por adolescentes, de lo cual se sintetiza a los problemas relacionados

con la familia como los de mayor determinación, incluyendo dentro de ellos las pautas de

crianza, la destructuracion familiar, y el tamaño familiar.

Además de las relaciones sociales, referidas en el hábitat inadecuado y, el consumo

de sustancias psicoactivas considerada por el hecho de que los participantes son

consumidores activos, y la educación escolar teniendo en cuenta que los sujetos

entrevistados han abandonado sus estudios.

La delincuencia juvenil siempre ha sido una problemática, la cual importantes

doctrinantes han estudiado, en especial acerca de sus factores de riesgo, en esta oportunidad

la elaboración incluye su estudio centrado en un tipo penal.

Esta investigación se dedica al estudio del fenómeno de delincuencia juvenil y

factores de riesgos no simplemente desde la óptica de las ciencias jurídicas, sino

complementado en las ciencias sociológicas como gran aportante a su identificación.

Correspondiendo con el planteamiento del problema de investigación se devela el

estudio de los factores de riesgos de la delincuencia juvenil, cada uno de ellos referenciados

en el marco teórico de los cuales se estudiaron los factores familiares, dentro de ellos, las
pautas de crianza, familias desestructuradas, tamaño y estructura familiar, también las

relaciones sociales y socioeconómicas, la educación escolar y el consumo de sustancias

psicoactivas.

La adolescencia es considerada como el futuro de toda sociedad, de ello la

importancia de su estudio, más aún cuando dichos sujetos cometen conductas reprochables

por la ley penal que ameritan el estudio de los factores de riesgo motivantes.

La delincuencia juvenil es un fenómeno social que pone en riesgo la seguridad

pública por su progresiva peligrosidad. Beckman (2004) señala en un artículo publicado en

Science que el estudio de la conducta criminal en la adolescencia es importante ya que,

durante esta etapa del desarrollo evolutivo del ser humano, el cerebro no se ha desarrollado

completamente (Frith y Frith, 2003; Lebel y Beaulie, 2011; Mendle, Turkheimer y Emery,

2007; Reyna y Farley, 2006).

Comprender el fenómeno de la criminalidad en adolescentes nos permitirá intervenir

a tiempo antes de que las estructuras cerebrales queden limitadas. Además, la violencia

extrema a estas edades correlaciona directamente con un mayor riesgo de reincidencia

futura (Forth, 1990).

La violencia no es producida aleatoriamente, sino que parte de una cultura de

conflictos familiares, sociales, económicos y políticos, y en general, del sistema

globalizado que a su vez permea las diferentes formas de vida en la sociedad, donde los

estilos de vida de los jóvenes son catalogados como formas de delincuencia.

El objetivo de esos estilos de vida, sin embargo, sólo consiste en distanciarse

culturalmente de una sociedad que los jóvenes no han fabricado. Víctimas de la


discriminación social y excluidos de las decisiones importantes, muchos jóvenes carecen de

planes o proyectos de vida, y son considerados incapaces de adaptarse al medio social, por

lo cual toman la delincuencia como alternativa de sobrevivencia.

El fácil acceso a las drogas, la falta de oportunidades de empleo, salud, educación y

espacios para la cultura y el deporte, la desintegración familiar, la impunidad, entre otros

factores, componen el contexto en el que nace y crece la juventud mexicana del siglo XXI.

La sociedad ha fomentado un excesivo individualismo y una consideración del individuo

como mera unidad de consumo, pero escasamente ha brindado al individuo un tipo de vida

en comunidad o ha ofrecido una escasa influencia en las decisiones de un entorno social.

En este fenómeno, los medios tienen un papel muy relevante, porque son los

encargados de llevar los mensajes a todo el mundo, a todo ser humano. Ellos son en parte

los responsables de unificar a la Tierra bajo los mismos parámetros ideológicos. Son los

instrumentos socializantes más fuertes en la actualidad, pues han sustituido en gran medida

la importancia que tenían los antiguos, tales como la escuela, la familia o la Iglesia.

Buscan crear al hombre de un mismo pensamiento, voluntad, y acción. Con esto,

cabe decir que tal vez uno de los objetivos de los medios de comunicación (industria

cultural) y de las industrias (empresas transnacionales) es hacer que cada individuo se vea

envuelto en la necesidad ideológica de participar en el consumo de productos, práctica que

los ideólogos denominan civilización y modernización a la que los pueblos deben sumarse

para dejar de pertenecer al grupo de los marginados y pasar así a formar parte de los

consumidores.
"El consumo genera identidades; intercambiamos productos para satisfacer

necesidades que nos hemos fijado culturalmente, para integrarnos con otros y para

distinguirnos de ellos" (Brito, 1985, pag.53).

Ante esta situación, la violencia aparece como una forma de respuesta ante una

frustración social. Este tipo de violencia puede ser también una consecuencia del profundo

deterioro al que se ha llegado en un tipo de sociedad que ha puesto sus esperanzas en un

mero crecimiento cuantitativo del consumo de bienes materiales y que apenas ha tenido en

cuenta al individuo en su dimensión como persona socialmente integrada en una

comunidad.

Esta problemática obliga a reflexionar sobre el fenómeno de la violencia y su

relación con la juventud. Esta última se resiste a las transformaciones sociales de hoy, pues

a lo movedizo que tiene de por sí la personalidad del adolescente en devenir, hay que añadir

la incoherencia del mundo actual con sus propagandas, disensiones políticas y religiosas, y

las contradicciones de los intereses económicos.

Todo esto crea confusión y desorientación desbordante y trágica en la juventud. En

tales circunstancias no todos los jóvenes son aptos para ver el mundo tal como es y

aceptarlo insertándose en él, íntegra y generosamente.

Por lo anterior, algunos adolescentes y jóvenes aquejados de inmadurez persistente

podrían convertirse en antisociales e incluso en delincuentes, si llegan a una particular

situación de inadaptación. El adolescente realiza sus primeras tomas de conciencia

personales y profundiza en sus sentimientos, ideas y creencias. Su postura ante el mundo


adulto es de oposición y de desafío, y esta es una reacción necesaria de defensa de un ser

que va tomando las riendas de su existencia.

Además, la actual sociedad industrializada, urbana y consumista —con todo lo que

ello comporta: ideología del bienestar, carrera del lucro, primacía del tener sobre el ser,

crisis de la familia, soledad, anonimato— es la que segrega la violencia.

Ya que, como sociedad de consumo, alimenta deseos o aspiraciones y despierta

esperanzas que no puede satisfacer; mientras margina del proceso de producción y de

consumo, excluye y discrimina a gran número de personas, clasificando y haciendo de ellas

unos inadaptados y rebeldes; pero sobre todo, tiende a destruir los valores morales.

En realidad, cuando la sociedad actual exalta como valores supremos de la vida al

placer y al dinero, cuando aplaude el éxito y la riqueza, obtenidos por los medios que

fueren, cuando desprecia al hombre honesto como a un ser débil que no es capaz de hacerse

valer mientras exalta al fuerte que prevalece sobre los demás con astucia y con violencia,

no habría por qué maravillarse de que algunos jóvenes sientan la tentación de recurrir a la

violencia para ganar con facilidad y rapidez mucho dinero.

La vida actual origina violencia y agresividad, más aun cuando en un espacio

invariable aumenta mucho la población, pues esto genera aglomeraciones y desorden en las

grandes urbes, con el cortejo de desagradables complicaciones que llevan consigo: prisa,

falta de tiempo, tensión, vida compleja, falta de comunicación afectiva, etc. Si añadimos a

esto la anomia, la hipocresía social, la creación consumista de necesidades artificiales, la

doble moralidad, etc., comprenderemos que en unas circunstancias de vida tan frustradoras

tenga que surgir la violencia y la agresividad como medio para sobrevivir.


Planteamiento del problema
Son múltiples los factores identificados en esta problemática, ya que los jóvenes

tienen acceso restringido a servicios que garanticen su seguridad y bienestar social y poseen

limitadas oportunidades y condiciones dignas al mercado laboral, también son víctimas de

la estigmatización y exclusión por prácticas o por su condición socio cultural, sumado a

ello, existen problemáticas como el desempleo, pobreza, desplazamiento, forzado y la

violencia que se ve en todas sus formas.

Esto incide directamente en los jóvenes y especialmente con los que no cuentan con

garantías básicas para su supervivencia, a su vez posiblemente causas psicosociales

multifactoriales centradas en la familia principalmente, donde se debe tener en cuenta las

características del contexto en el que interactúa, la estructura que muestra, entre otros el

tamaño de la familia, el déficit económico.

Además de las relaciones familiares que se viven al interior de la misma que

generan desintegración del núcleo familiar, falta de dialogo, compromiso y

acompañamiento por parte de los padres, que incurre en la reincidencia, ya por ser menores

de edad no reciben el castigo que merecen y eso les permite realizar estos actos vandálicos

libremente, provocando como consecuencias desfavorables; muertes violentas a personas

inocentes, matoneo e inseguridad en las comunidades y temor social, evidenciada por la

alta tasa de muerte violenta en las distintas ciudades. Sumado a esto se encuentra que los

jóvenes han perdido el respeto total por la vida, no tienen un proyecto de vida y por ahora

no visionan la posibilidad de un futuro favorable.


La delincuencia juvenil y las conductas antisociales en menores, captan la atención

de la sociedad por sus expresiones cada vez mas frecuentes y violentas y esto hace que el

problema parezca imposible de solucionar.

Los delitos cometidos por los menores son cada día mas frecuentes y severos

(Lerner y Galambos, 1998). Los gobiernos y la sociedad civil toman conciencia del

crecimiento de pandillas y del aumento de grupos juveniles que se involucran en

actividades criminales. En México se recluyeron 58, 720 menores en 1997 y 56, 448 en el

año de 1998 (Instituto Nacional de Estadísticas, geografía e informática, INEGI, 1998).

En el estado de sonora se arrestaron 14,355 adolescentes que tenia entres 11 y 18

años de edad, en 1996; y en 1997 fueron atendidos en total 36,321 jóvenes, lo que

constituye el 15% de la población. Para 1999 se detectaron 370 menores infractores y en las

delegaciones y/o representaciones del Consejo Tutelar para Menores se atendió un total de

2,763 jóvenes según el reporte presentado por Murillo y en el primer trienio de ese mismo

año, los centros de internamiento del COTUME tuvieron 536 ingresos y 467 egresos.

Lo anterior mostraría que un gran porcentaje de la población juvenil, tal vez entre el

15% y el 39% en México se involucra en actividades criminales y esto constituye una

preocupación que requiere la comprensión de los determinantes de la antisocialidad juvenil.

Los esfuerzos del análisis histórico para entender las causas de la conducta criminal

descubren un amplio y diverso rango de intentos teóricos tales como: teorías clásicas,

teorías biológicas, teorías psicodinámicas, teorías del control y teorías sociológicas

/económicas.
La problemática, se debe posiblemente a causas psicosociales multifactoriales

centrado en la familia principalmente, donde se debe tener en cuenta las características del

contexto en el que interactúa, la estructura que  muestra entre otros el tamaño de la familia,

el déficit económico; además de las relaciones familiares que se viven al interior de la

misma.

Teniendo como consecuencias desfavorables muertes violentas a personas

inocentes, matoneo e inseguridad en las comunidades y temor social, evidenciada por   la

alta tasa de muerte violenta en las distintas ciudades. Sumado a esto se encuentra que la

delincuencia juvenil se está presentando en la infancia y adolescencia, jóvenes que han

perdido el respeto total por la vida, jóvenes que no tienen un proyecto de vida y que por

ahora no se visiona un futuro favorable posible.

La gran posibilidad de la magnitud de las causas del problema se puede estar dando

debido al déficit de agentes socializadores que fueron ausente en las primeras etapas

evolutivas de estos jóvenes, cuando hablamos de agentes nos referimos a la Familia, al

marco escolar y comunitarios los cuales son factores que van marcando cada una de esas

etapas vividas.

Además, se debe tener en cuenta que, son jóvenes que por la crisis que se está

viviendo, debieron desplazarse y ubicarse en barrios en los cuales la problemática social

más relevante es la delincuencia, todo porque algunos de los padres no tienen como

brindarles una mejor calidad de vida, por ello se hace necesario ubicarse en barrios de

estratos muy bajos. En muchas ocasiones el ambiente que rodea a estos jóvenes es un

entorno de padres delincuentes, siendo este el modelo a seguir de estos chicos, dando como

respuestas un desarrollo de trastornos emocionales y conductuales.


Formulación del problema

El consumo indebido de drogas o sustancias no permitidas en los jóvenes, puede llegar a

generar delincuencia.

Objetivos

Objetivo General:

- Conocer si es el uso o consumo de drogas o sustancias prohibidas lo que causa

principalmente que los jóvenes delinquen.

Objetivos Específicos:

- Conocer los programas de prevención, gestión y tratamiento que eviten el uso de

drogas o sustancias prohibidas para evitar que se cometan conductas delictivas o si

no las hubiere, diseñarlas.


Hipótesis
¿Cómo resolverlo?
Para poder prevenir eficazmente la delincuencia juvenil es necesario que toda la sociedad

procure un desarrollo armonioso de los adolescentes, y respete y cultive su personalidad a

partir de la primera infancia.

El proceso de formulación de esta propuesta representa un paso significativo en la

elaboración de políticas publicas participativas en el país, al incluir los conocimientos y

experiencias de la sociedad civil en el campo de la prevención, tanto como el papel activo

de la juventud como sujeto social de la política pública. De esa cuenta, este proceso de

dialogo intersectorial e intergeneracional confiere mayor legitimidad a las propuestas y

ofrece mayores garantías de sostenibilidad en el tiempo.


Tipo de investigación
Este trabajo se trata de una investigación explicativa, ya que una tiene relación causal; no

sólo persigue describir o acercarse a un problema, sino que intenta encontrar las causas del

mismo.

Como en esta investigación nuestro tema central es la delincuencia juvenil, y describimos

los factores que conlleva al adolescente o al joven a delinquir. Como investigador obtendré

una idea general y utilizar la investigación como una herramienta para guiar los temas que

podrían abordarse en el futuro.

Por qué con esta información recabada podamos entender a los jóvenes desde los factores

económico, psicológicos o externos a ellos que los llevan a delinquir a temprana edad y

para qué ellos puedan lograr una readaptación en la sociedad.

Estos datos que, de inicio, pudieran considerarse abrumadores por su especial significación,

piénsese que se trata de aceptar la idea de que la mayoría de los menores de doce a

diecisiete años ha cometido algún tipo de conducta antisocial o criminal, deben ser

analizados con cautela en un doble sentido

Cualquier estudio estadístico debe tener presente la existencia de tres tipos de datos:

i) detectados, aquellos que repercuten en las estadísticas al haber sido

conocidos de manera oficial;


ii) detectados, pero no declarados, se conoce de manera extraoficial o algún

sector de la sociedad sospecha que existe pero no se hace nada para evitar su

desaparición o denuncia;

iii) no detectados, constituyen la mayor parte de la cifra negra de delitos,

comprendiendo aquellos hechos que quedan en conocimiento

exclusivamente de la pareja penal, no procediendo la víctima a denunciarlo.

Las variables analizadas son:

 infracciones cometidas: es homicidio, seguido de robo agravado y delitos contra la

libertad.

 Adolescentes con tendencias criminales Inclinación o propensión a cometer un acto

delictivo, conducta que va en contra de la ley o transgrede las normas sociales.

 tipologías criminales

 medidas adoptadas: Son sanciones aplicables a los adolescentes a quienes se les

haya declarado su responsabilidad penal: La amonestación. Imposición de reglas de

conducta. La prestación de servicios a la comunidad. La libertad asistida. 

 factores
Delimitación Referencial de la investigación
Delimitación Temporal.

La siguiente investigación se llevó a cabo en el mes de enero del año 2022, cursando el

octavo cuatrimestre de la licenciatura en Criminologia y se llevara el tiempo en el que se

termine completamente esta investigación de trabajo.

Delimitación Espacial

Se realizará en una población en concreto que es en la Universidad Vizcaya de las

Américas Campus Victoria (UVA), ubicada en calle 10 allende esquina con Hermanos

Vázquez Gómez Número 520, C.P 87000, zona centro, ciudad victoria Tamaulipas.

Delimitación Poblacional

Va dirigida a los especialistas de las carreras de Criminología, ya que estos tienen relación

relevante con esta investigación


Justificación

La presente investigación tiene requiere realizar un análisis y estudio de los factores

que llevan a delinquir a un adolescente, específicamente en el Estado de Tamaulipas, entre

los años 2018 y 2022.

Ahora bien, se hace pertinente aclarar que no se pretendamos llegar a una respuesta

o solución absoluta; sino que, se quiere relacionar algunos elementos que permitan al lector

profundizar en el tema y obtener sus propias conclusiones.

Para lo cual se realizará una apreciación profunda y respetuosa, haciendo un análisis

profundo sobre toda la materia y por supuesto exponiendo mi punto de vista como

criminólogo, para permitir que existan contraposiciones de los lectores y puedan tener su

propio punto de vista.

De manera que, si bien es cierto que estos actores gozan de especial protección y

desbordantes garantías, no es menos cierto que las victimas carecen de tan abundantes

atribuciones, según se ha manifestado con anterioridad, son muchas más las garantías que

tienen los infractores que las que tienen las víctimas.

Es un peligro para todos los ciudadanos que tengamos a niños, adolescentes y

jóvenes en la calle delinquiendo y atentado contra nosotros; Este proyecto se debe hacer

para que nuestros jóvenes no se dejen convencer por la delincuencia y acepten la educación
como estilo de vida y para que en un futuro tengamos más profesionales, más empresarios

que quieran hacer de este país un mejor lugar.

En nuestra comunidad es de suma importancia trabajar esta problemática que tanto

no está afectando, impidiendo que las personas no puedan salir a las calles por el temor de

ser atracado, maltratado o violado; esta situación se le está escapando de las manos a las

autoridades correspondientes.

La delincuencia también impide el crecimiento del país, la intranquilidad y

preocupación a los residentes. Es de gran importancia que los padres, madres, o tutores

tomen en serio esta situación ya que esos jóvenes salen de un hogar con muchas

dificultades.

Es por tal razón que necesitamos investigar las causas de este mal y como encontrar la

solución del mismo. A diario podemos observar como adolescentes, y hasta niños de muy

poca edad delinquen, dando alardes de violencia, aparentemente gratuita e injustificada,

hacia los demás.

Particularmente, nos interesa saber a cerca de; las razones que conducen a estos jóvenes a

actuar de tal manera, hay quienes piensan que los jóvenes se revelan como una forma de

llamar la atención o sentirse importante ante la sociedad; pero en realidad, es que existen

muchos factores de peso que conllevan a la juventud a cometer actos vandálicos y esto es lo

que se va a demostrar. La delincuencia juvenil es un problema más inquietante cada día.

Las estadísticas indican cifras en progresión constante, sin contar que muchos casos de

delincuencia juvenil no figuran en las estadísticas. La edad de los jóvenes delincuentes


tiende a descender. Cada vez más, el índice porcentual (20%) se incrementa hacia los

adolescentes.

Marco Histórico
Los problemas con relación a la conducta de los jóvenes se remontan a la épuca de

los antiguos Egipcios y Hebreos quienes etiquetaron a los adolescentes como aquellos que

juegan con las reglas y regulaciones de la sociedad. Alrededor del 600 a. C., Babilonia se

enfrentó a un problema similar ya que los adolescentes de esa época empezaron a revelarse

contra aquellos que estaban a su cargo; manifestando sus inconformidades a travús de la

destrucción de algunos templos.

Los griegos también tenian problemas con sus jóvenes. Para los adultos griegos

poner su esperanza en algún joven era demasiado comprometedor e impredecible.

Cuatrocientos años más adelante, Aristóteles a través de sus experiencias pudo observar

que los adolescentes eran apasionados, temperamentales y tendían a ser conducidos por sus

impulsos. Además los calificó como inconsistentes, inestables, excesivos y exagerados. En

la Edad Media los jóvenes a modo de reto cortaron la nariz de las estatuas en una iglesia,

les cosieron faldas de mujer y lucharon con cuchillos contra quienes intentaban detenerlos.

(Conger, 1979 en Angenent y de Man, 1996)

En el S. XVI, en 1538, fue cuando empezó a discutirse el comportamiento excesivo

de los jóvenes, y cómo la Iey. la religión, los padres y profesores tenian poco control sobre
ellos. (Kranz y Vercruysse, 1959 en Angenent y de Man, op. cit.). En el S. XVII se

presentaron hechos penosos en relación con grupos de jóvenes. Estos se pelearon,

amenazaron e insultaron a quienes se ponían en su camino a tal grado que las calles se

volvieron inseguras.

En cuanto al crimen relacionado con la escuela, hasta los años cincuenta el medio

escolar era escasamente criminógeno, es decir, eran muy pocos los delitos o faltas que se

planeaban o cometían en las escuelas. Las conductas antisociales consistían en las riñas

naturales de la edad y algún robo. Sin embargo, en los años setenta se inició una época de

violencia que se acrecentó a finales de la década, principalmente por la formación de

pandillas.

Los finales de los sesenta y principios de los setenta se caracterizan por la

violencia y un nuevo ingrediente: las drogas. Rodríguez (1997) advierte que es a partir de

1968 cuando las escuelas (principalmente las preparatorias) se convierten en lugares muy

inseguros. Según el autor, este problema no sólo se presenta en nuestro país, en los Estados

Unidos de Norteamérica se formó una subcomisión del Senado para investigar la

criminalidad escolar, el informe preliminar, publicado en 1975 reveló que 100 estudiantes

habían sido asesinados en 1973, calculando en 70,000 las agresiones físicas a profesores

cada año.

En un estudio más reciente realizado en los Estados Unidos, sobre 4,000

escuelas primarias y secundarias, se ha descubierto la seriedad del problema. El riesgo de

ser agredidos para los chicos de 13 a 18 años es mayor en la escuela que en cualquier otra

parte. El 8% de las escuelas reportó problemas serios de violencia y vandalismo, que son

más graves en escuelas secundarias que primarias. En un mes, 2’400,000 estudiantes fueron
robados, 282,000 lesionados y 112,000 asaltados. A los profesores no les va nada bien: en

un mes 12% de ellos fueron robados, 5.200 atacados físicamente, de los cuales 1,050

requirió tratamiento médico; 6,000 sufrieron un asalto. El vandalismo no ha podido ser

calculado con precisión, pero se estiman daños en 200 millones de dólares.

En cuanto al robo, las escuelas son atacadas cinco veces más que los

establecimientos comerciales, con la peculiaridad de que no es común que se hagan las

denuncias. En nuestro medio se ha sufrido el problema de violencia escolar, el cual ha

pasado del nivel bachillerato a las secundarias (Rodríguez, 1997). El Concise Oxford

Dictionary define la violencia como el ejercicio ilegal de la fuerza física (Varner, 2001,

pg.13)

A pesar de que los actos delictivos juveniles se han acrecentado en los últimos

tiempos, se ha podido observar que desde los inicios de la historia la sociedad se ha

enfrentado a esta problemática. La escuela que en un principio es vista como lugar seguro

en el que se forman hombres con valores y principios ha tenido que presenciar dentro de

sus instalaciones actos violentos tales como agresiones, robos, venta de drogas y asesinatos.

La delincuencia juvenil, puede definirse como la conducta prohibida por la Iey y

que es llevada a cabo por menores de 18 años (Ley que crea el Consejo Tutelar para

Menores, 1984). Et estado prohíbe dos tipos de conducta a los jóvenes. El primer tipo

incluye conductas que son consideradas delitos para los adultos, tales como el homicidio,

las lesiones, el robo, la violación, el fraude, etcétera. Las segundas son las faltas que no son

consideradas delitos para los adultos, como salirse de casa, no obedecer a los padres,

presentar problemas en la escuela, etcétera. Además, el concepto de delincuencia juvenil no


siempre se ha referido al mismo tipo de conductas. ni siempre ha existido como tal. Al

contrario, muchas veces se ha cuestionado la propiedad de incluir algunas

La delincuencia juvenil, puede definirse como la conducta prohibida por la Iey y

que es llevada a cabo por menores de 18 años (Ley que crea el Consejo Tutelar para

Menores, 1984). Et estado prohíbe dos tipos de conducta a los jóvenes. El primer tipo

incluye conductas que son consideradas delitos para los adultos, tales como el homicidio,

las lesiones, el robo, la violación, el fraude, etcétera. Las segundas son las faltas que no son

consideradas delitos para los adultos, como salirse de casa, no obedecer a los padres,

presentar problemas en la escuela, etcétera. Además, el concepto de delincuencia juvenil no

siempre se ha referido al mismo tipo de conductas. ni siempre ha existido como tal. Al

contrario, muchas veces se ha cuestionado la propiedad de incluir algunas conductas que

podrían considerarse como problemas generales de la adolescencia (Trojanowicz y Morash,

1987)

La ley que crea el Consejo Tutelar para Menores (1995) define conducta antisocial

como aquellas conductas que se manifiestan reiteradamente, afectando al menor que las

realiza, a su familia o a la moralidad y seguridad social y no están previstas ni como delitos

ni como contravenciones administrativas. Por su parte, el DSM-III-R (1988), dice que la

conducta antisocial consiste en un patrón constante de conducta en el que se violan los

derechos básicos de otras personas, y las oormas sociales apropiadas a la edad. Estas

conductas pueden desarrollarse en casa, en la escuela, con los compañeros o en la!

comunidad. Rogers, Salekin, Sewell y Cruise (2000), exponen que los criterios de

desarrollo de conducta antisocial requieren disturbios del comportamiento como el ajuste a


la escuela (repetición de ciclos escolares, expulsión o violación de reglas), o el

comportamiento indecoroso (mentiras, relaciones sexuales y el abuso de sustancias).

Para Farrington (1973 ) hacer una distinción entre jóvenes delincuentes y no

delincuentes se vuelve en ocasiones difícil debido a que los jóvenes en algún lapso de su

vida pueden tener dificultades con las autoridades o representantes de la Iey. Se reconoce

entonces el hecho de que el comportamiento o la conducta de los jóvenes que no se ajusta a

los valores y normas generales de la sociedad, es con frecuencia parte del proceso de

maduración y crecimiento y tiende a desaparecer espontáneamente en la mayoría de las

personas cuando se Ilega a la edad adulta


Sin embargo, Maxwell (1966) señala como un proceso continuo a la conducta en

jovenes delincuentes que va de menor a mayor tendencia delictiva En este continuo, los

menores con frecuencia se inician como delincuentes ocasionales, que al no ser castigados

o tratados por su comportamiento tienden a repetirlo, con lo que van ganando experiencia,

volviéndose más eficientes en su actuar criminal o antisocial. La conducta delictiva se

integra a una rutina y asume un rol central en la vida de los jóvenes, siendo éste tipo de

características el encuadre para referirse a los delincuentes habituales.

Por el contrario, Lewin (1935) se refiere a la conducta delictiva como noción B

(Behavior), la cual es igual a F (Facility), persona en la situación, pudiéndose reducir lo

anterior a la “ocasión hace al ladrón" Describe cómo ciertos jóvenes cometen actos

delictivos sólo si se presenta la oportunidad de realizarlos, ya que si tuvieran que confiar en

su propia iniciativa, no se verían involucrados. Generalmente se trata de menores que

cometen delitos en grupos de manera no planeada —y que principalmente tienen la

finalidad de diversión- los cuales son referidos como “delincuentes ocasionales"

De la misma manera, hablar de delincuencia juvenil nos refiere necesariamente al

abordaje del concepto de conducta desviada. Al respecto, Angenent y de Man (1996)

definen al comportamiento desviado o inadecuado como aquel que se caracteriza por toda

conducta que se emite utilizando como parámetro las normas y costumbres, de manera que

el comportamiento se experimenta como molestia o intimidación por otros, y que algunas

veces origina sentimientos de fastidio e inseguridad.

Esto provoca respuestas de las autoridades, agencias sociales e instituciones

convencionales. También se habla de comportamientos excesivos como formas menos

severas de conductas desviadas de jóvenes, tales como el fumar, ser insolente e


impertinente y el hecho de mantener relaciones sexuales a edades muy tempranas. Por otra

parte, se consideran romo comportamientos más serios o humillantes el tener dificultades

con drogas y alcohol, el pandillerismo y la prostitución, los cuales se describen como

“conductas problema“ Sarafino y Amstrong (1991) refieren que el concepto de

delincuencia juvenil se aplica aquella persona joven consignada a una autoridad judicial por

actos que ponen en peligro a la comunidad.

El concepto de delincuencia juvenil recorre varias magnitudes que van desde la más

amplia al considerar como acto delictivo aquellas conductas antisociales que rompen con

las normas y costumbres, hasta la más estrecha que considera que un joven es delincuente

sólo sí comete actos que son sancionados o tipificados por los códigos penales

La delincuencia juvenil es un fenómeno social que es importante en nuestra

sociedad, ya que es un problema criminológico que se da desde hace siglos, para definir lo

que es la delincuencia juvenil, es problemático ya que algunos países lo clasifican en un

código penal otros se encuentran en leyes a fondo. Como principales conceptos tenemos

delincuencia y juvenil.

Jesús Morant, nos dice acerca de la delincuencia;

Que la delincuencia es un fenómeno específico y agudo de desviación e

inadaptación. En este sentido, se ha dicho que “delincuencia es la conducta

resultante del fracaso del individuo en adaptarse a las demandas de la sociedad en

que vive”, definición que realmente significa todo y nada, en cuanto cabe

preguntarse si se refiere a todas las demandas y, si a unas cuantas, cuales, y si


realmente puede esperarse que toda persona, sea menos o adulta, se adapte, sin más,

a las demandas de una sociedad dada. (Morant, Jesús, 2017, pág. 02)

En este tema se relacionan dos escuelas, la escuela clásica del derecho penal y el

positivismo psicobiológico, esto considera que la delincuencia es una realidad que se vive

desde hace muchos años, siglo por siglo, algunos criminólogos piensan que en mayor

incidencia o mayor criminalidad es por el tipo de sociedad en el que se vive y es un reflejo

de las características de la misma.

Herrero Herrero (1997), define la delincuencia “como el fenómeno social

constituido por el conjunto de las infracciones, contra las normas fundamentales de

convivencia, producidas en un tiempo y lugar determinados” (pág. 225)

Ahora bien, continuamos con el concepto de delincuencia juvenil, pero si no antes

mencionar cuando es que llega hacer delincuencia juvenil, etimológicamente diría que se

relaciona con la juventud, pero di lo relacionamos con un termino relacionado con la

Criminologia, diríamos que es un delito cometido por un menor de edad.

Garrido Genovés (1986), define “el delincuente juvenil como una figura cultural,

porque su definición y tratamiento legal responde a distintos factores en distintas naciones,

reflejando una mezcla de conceptos psicológicos y legales” (pág. 11).

El perfil del delincuente juvenil, para empezar, es importante resaltar los aspectos

cognitivos interpersonales en el carácter del delincuente, la mayoría de los estudios señalan

una serie de conductas o factores individuales o biográficos que caracterizan al delincuente

juvenil, los cuales son los siguientes:

- Impulsivo
- Ser protagonista

- Fracaso escolar

- Consumidor de drogas

- Baja autoestima

- Familia disfuncional

- Clase baja

- Falto de afectividad

- Agresivo

- Sin habilidades sociales

- Poco equilibrio emocional

- Inadaptado

La pretensión es revisar conceptualmente unas teorías a partir de unas categorías que se

darán a conocer más adelante y que permitirán tener unos referentes conceptuales desde

diversos puntos de vista criminológico con el objetivo de indagar por los marcos

conceptuales que se trabajan en las investigaciones relacionadas con el riesgo en el ámbito

escolar.

En mucho de los casos que se presentan, se tratan de menores que viven en la calle, en

una situación en el que se encuentran en completo abandono, y a su edad acumulan graves

frustraciones, rencores y esto recae en la sociedad.

Los investigadores, criminólogos, recalcan que la delincuencia juvenil se puede llegar

también en diferentes clases sociales y que unos de los factores importantes son que

cualquiera puede ser delincuente.


West, D.J.(1979), “en un estudio realizado en 1964 sobre 1000 estudiantes de la escuela

superior de Ohio, confirmo que no existía ninguna relación importante entre la incidencia

de la delincuencia confesada y la categoría socio-económica”. (pág. 56)

Así que técnicamente el delincuente juvenil es aquella persona que no posee la mayoría

de edad penal y que comete un hecho que esta castigado por la leyes que rigen un estado,

por lo tanto el delincuente juvenil, depende de muchos factores ya sea el económico,

geográfico, emocional y psicológico, y que llegue a cometer diferentes delitos, por la

acción de odio, necesidad hacia la sociedad.

Riesgo en el ámbito escolar

Se destacan los riesgos asociados a la desprotección y sus

consecuencias. Enfatiza que no es lo mismo aprender a vivir en situaciones que están en

peligro de supervivencia permanente por

privaciones (pobreza extrema) o por condiciones de violencia manifiesta, que aprender a

vivir en un ambiente seguro, lleno de riqueza

emocionalmente estimulante. Este aprendizaje adaptativo se desarrolla sin estar

necesariamente mediado por un proceso pedagógico calculado y sin necesidad de que el

individuo tenga una conciencia clara de por qué se comporta de determinada manera en

determinadas circunstancias.

Beck, que acuñó el nombre de sociedad de riesgo, observa que ésta emerge como

consecuencia de los procesos de modernización, en los que “los peligros decididos y

producidos socialmente sobrepasan la seguridad…”.


Un importante señalamiento de Beck es que esta dinámica genera la necesidad de

los individuos de apoyarse más en sus capacidades personales y depender menos de

las instituciones, así como el impacto diferencial que produce la brecha social. “La

riqueza se acumula en los estratos más altos, mientras que los riesgos se acumulan

en los más bajos” (1998)

Del análisis de los factores protectores, encontramos que un mismo factor

puede ser riesgoso y/o protector - por el desarrollo de nuevas actitudes y

habilidades - dependiendo de la adaptabilidad.

Por esta razón, la capacidad de reducir el impacto negativo

se crea al comprender el significado más amplio del peligro

, al haber estado expuesto gradualmente a este tipo de situaciones con la capacidad de

responder de manera efectiva, con el apoyo necesario, aprendiendo a desarrollar una

retroalimentación no destructiva. y obtener de adultos significativos modelos apropiados

para desarrollar respuestas en la resolución de problemas es parte de la humanidad futura.

Los circuitos de riesgo y el riesgo estructural

Se ha establecido que en la adolescencia y juventud los comportamientos

específicos que favorecen los daños de la salud se encuentran interrelacionados

estableciéndose circuitos de riesgo.

Como componentes de pobreza se hallan presentes factores de inseguridad

deficiencias en su relación familiar y asimilación de valores vigentes en su medio como la

consecución de dinero fácil y los comportamientos violentos como manera de relacionarse

entre las personas entre otros; los valores como la honestidad la resolución no violenta de
los conflictos la tolerancia o la ternura se alejan así de la realidad de un gran sector de la

niñez.

Se observa que en los factores asociados a la delincuencia juvenil se encuentra una

relación inversa entre ingresos familiares frecuencia de arrestos de jóvenes y abandono del

sistema escolar. Weinstein (1992) señala que “existen ciertos circuitos de riesgo y el joven

que ha ingresado a uno de ellos va adicionando vulnerabilidades de distinto origen”.

Éstos y otros antecedentes nos han llevado a identificar el riesgo estructural para la

comprensión del comportamiento de riesgo y violencia . Las conductas riesgosas

individuales tienen una dinámica y origen más diversos cuando se producen en estos

contextos de riesgo estructural que cuando se producen en contextos de ventaja y

oportunidad prosocial.

El riesgo estructural parte desde la dinámica psicosocial de la exclusión.

En el riesgo estructural incluimos:

1) la emigración y transculturización juvenil como modalidad de expulsión por falta de

oportunidades;

2) los entornos riesgosos desprotegidos, bélicos, criminalizantes;

3) los territorios donde la identidad positiva del colectivo es denegada socialmente;

4) las carencias de espacios para la incorporación de hailidades y destrezas para la

progresión de la calidad de vida y la incorporación social;

5) la carencia de espacios de expresión y participación juvenil legitimada;

6) la calle como espacio fundamental de socialización y aprendizaje;


7) la percepción social estigmatizada de lo juvenil;

8) la estigmatización de poreza y violencia juvenil como delincuencia;

9) la resocialización en la cárcel;

10) la ausencia de instituciones de protección y desarrollo

Pertenecer a unidades sociales con un alto nivel de violencia no letal

promueve un aumento en la tasa de homicidios de quienes participan en estas

unidades. En cambio, cuantas más personas pertenecientes a las

unidades sociales se consideran susceptibles de tener un control prolongado sobre sus

vidas, menores son las manifestaciones de violencia interpersonal.

Los esfuerzos ineficaces de control y satisfacción

contribuyen a la homogeneidad de la

mortalidad independientemente de la edad de los miembros de estas unidades sociales. En

consecuencia, el número de

muertes de jóvenes es alto.

TRATA DE MENORES/PERSONAS EN MEXICO


La trata de personas ha acarreado una gran diversidad de posturas. Esto debido a la

dificultad para su abordaje. No es un tema fácil de comprender. Su relación con otros

delitos, la poca información específica respecto a las zonas y formas de enganche, las fases

y métodos de sometimiento y aislamiento, así como las finalidades de explotación para la

trata de personas en México, fortalecen los retos a los que se enfrentan constantemente para

su detección
La erradicación del delito siempre ha sido colocada como la máxima de todos los esfuerzos

realizados. Sin embargo, la falta de consensos respecto a ¿Qué es trata de personas?, ha

dificultado lograr este objetivo.

Desde 2005 esfuerzos económicos y humanos han sido destinados para la prevención,

detección, atención, identificación y eventual erradicación del delito por parte de las

autoridades federales y locales, las OSCs y los organismos internacionales. Sin embargo,

dichos esfuerzos han sido opacados por la falta de colaboración entre los diversos actores

involucrados, la poca comprensión del delito en México, la confusión entre trata y tráfico

de personas, trata y trabajo sexual y actualmente trata y explotación laboral.

La implementación de una ley general publicada en 2012, que conceptualiza erróneamente

la trata de personas, ha provocado una división entre los actores gubernamentales

nacionales e internacionales, así como entre las mismas OSCs, exacerbando la politización

del tema. Mucho se ha dicho que México es un país de origen, tránsito y destino para la

trata.

Actualmente también se considera como un país de retorno para víctimas mexicanas en el

exterior, principalmente en EE.UU. Sin embargo, las rutas de tránsito por México para

fines de trata aún son inconclusas, siendo esto uno de los principales obstáculos para la

oportuna identificación de víctimas, así como de lugares de enganche y tránsito en el país,

limitando la creación de estrategias de prevención, rescate y protección.

Comprender los estados de origen de las víctimas permitiría identificar los lugares en los

que más acciones preventivas e informativas deberían realizarse. Los estados de paso y

destino deberían poner mayor énfasis a la denuncia y rescate. Esto aún no ocurre. La
centralización de las acciones preventivas y de atención en la Ciudad de México, ha

aumentado el desconocimiento del fenómeno en las esferas de procuración y

administración de justicia a nivel estatal. Por lo que las OSCs con o sin recursos, con o sin

conocimiento en el tema se han visto obligadas a atender, en la medida de lo posible, esta

situación, asistiendo, asesorando y en ocasiones protegiendo a las víctimas de este delito

Se han realizado varios esfuerzos para sancionar la trata de personas en México. En 2007,

después de mucho esfuerzo por parte de las OSCs, principalmente las que se ubicaban en la

Ciudad de México, es que publicó la Ley para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de

Personas. Esta ley buscó integrar los elementos establecidos en la definición de trata de

personas internacional (conductas, medios y fines) concluyendo con la adopción de la

definición del Protocolo de Palermo en la ley mexicana. Siendo esta la culminación del

esfuerzo de varias OSCs que buscaban el reconocimiento del fenómeno como delito y la

sanción del mismo.

Sin embargo, en 2012 se cambió la ley, dejando en desuso la legislación creada en 2007

(que reflejaba la definición internacional) para adoptar una nueva visión contra la trata en el

país. Esta incluye la eliminación de los medios comisivos, es decir la fase del sometimiento

de las víctimas, la que no nos permite diferenciar situaciones de trata de personas, de

situaciones que no lo son.

Unas de las razones principales detrás de este reforma de 2012 era que el delito era

sumamente difícil de probar, justificando así los pocos resultados que se obtenían. En

específico, probar el sometimiento de una persona, por medio del engaño, la coacción, o

cualquier otro elemento que la ley permitía, dificultaba su labor.


Por ejemplo, una persona enganchada en Puebla a través del enamoramiento, que acepta

trasladarse a la Ciudad de México con la que ella consideraba su pareja, y una vez ahí era

sometida a través de amenazas con dañar a su familia en Puebla, para forzarla a la

prostitución. Esto fue el principal argumento para establecer que la ley de 2007 no

funcionaba para realmente detener a las personas que se beneficiaban de la trata. Probar el

sometimiento era todo un reto.

Así que se comenzó un movimiento en la Cámara de Diputados para reformar la ley y

poder erradicar esta traba. A su vez, fue el momento oportuno para que algunas OSCs

pusieran sobre la mesa que la prostitución dificultaba determinar si las personas estaban ahí

por voluntad, es decir de manera independiente, o si estaban siendo forzadas o

administradas por un padrote.

Así que el movimiento abolicionista del país, quienes desde la publicación de la ley de

2007 no quedaron satisfechas con la integración del delito, fortalecieron su argumento

estableciendo que todas las personas en el comercio sexual estaban sometidas, por lo que

no era necesario probar cómo es que eran retenidas. Con la eliminación de la probanza del

sometimiento, sería mucho más sencillo probar la trata. Siendo esto, la antesala para la

eliminación de la ley 2007 y establecer la ley 2012.

Los resultados con la ley del 2012 no han sido los mejores con respecto a la ley anterior. Si

bien se ha incrementado el número de personas detenidas en comparación con las que se

pudieron detener con la ley de 2007, no todas han sido sentenciadas como tratantes, en

realidad muchas de ellas han sido absueltas por falta de pruebas.


Para fines de esta investigación, la región norte comprende los estados de Baja California,

Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Durango, Nuevo León, Sonora, Sinaloa y

Tamaulipas.

Siendo una de las zonas más dinámicas y complejas del país debido a su colindancia con

los EE.UU., seis de los nueve estados de esta región comparten frontera con EE.UU.: Baja

California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas y tienen un alto grado

de migración sur – norte y un importante porcentaje de deportaciones de EE.UU. a México

(norte – sur). Sin embargo, también presentan altos índices de migración interna, es decir

personas mexicanas que viajan a estos estados con la finalidad de mejorar su calidad de

vida.

Por años la frontera norte se consideró como una zona de progreso, principalmente

económico, siendo éste uno de los principales atractivos para migrar a esa región. Sin

embargo, también incrementó la presencia de migrantes de otros estados del país al

observar la imposibilidad de cruzar a EE.UU.

Debido a la presencia de movimientos migratorios internos e internacionales es que se

considera una zona para la trata de personas interna e internacional. El trayecto férreo que

transita por el país hacía la frontera norte, y que a su vez ha permitido mapear rutas de

tráfico de personas, lleva a varias OSCs con presencia en la zona a detectar situaciones de

trata en los flujos migratorios. Sin embargo, y debido al flujo constante de personas hacia

esta región, es que resulta sumamente complejo identificar a las víctimas de trata.

Trata de niños

La lucha contra la trata infantil


Se calcula que cada día 3.000 niños son víctimas de la trata infantil. Según los cálculos

realizados por la Organización Internacional para las Migraciones, las ganancias generadas

de la trata de personas, en particular de mujeres y niños, alcanzan los 10 mil millones de

dólares estadounidenses anuales.

Estas víctimas, reducidas al silencio y tratadas como esclavos, se convierten en los objetos

de un negocio ilícito e inmoral.

Definición

El tráfico o la trata de personas se caracteriza por el reclutamiento, el traslado y el

alojamiento de cualquier persona, a través de diferentes métodos. Puede implicar también la

apelación a la fuerza o a cualquier otra forma de restricción, por medio del secuestro,

engaño o fraude, así como también el abuso de autoridad. La oferta y la aceptación de

recompensas o beneficios para obtener el consentimiento de la víctima (o de la persona que

tiene autoridad sobre ella) son también actos ilícitos.

No existe una definición universal de la trata infantil, a pesar de que diversos documentos

legales lo mencionan. Uno de estos documentos es la Convención sobre los Derechos del

Niño de 1989, la cual hace referencia a la trata infantil en el inciso 1 del Artículo 11, donde

se estipula que “el traslado ilícito y la retención ilícita de niños” están prohibidos.

Los traficantes se organizan a través de grandes redes internacionales, dedicadas a muchas

actividades, como el tráfico de drogas o la prostitución.

Acostumbrados a obedecer a través de la violencia física y psicológica, los niños suelen ser

retenidos en lugares extranjeros. El aislamiento lingüístico y geográfico fortalece el control

que los traficantes ejercen sobre sus víctimas, quienes son incapaces de escapar.
Causas

Existen diversas explicaciones para la trata infantil:

Pobreza

La pobreza es una de las causas principales de la trata infantil. Las familias humildes a

veces no tienen otra opción más que la de abandonar a sus hijos, dejándolos en manos de

traficantes. La pobreza provoca además un importante aumento en el número de niños en

las calles y de huérfanos. Al ser vulnerables y tener que valerse por sí mismos, se

convierten en las víctimas ideales para los traficantes, quienes les ofrecen mejores

condiciones de vida y trabajo en otro país. Desgraciadamente, la realidad es totalmente

diferente.

Crisis humanitarias

La trata infantil es particularmente frecuente las áreas que han sufrido desastres naturales,

tal es el caso del terremoto en Haití del año 2010. Los traficantes se aprovecharon de la

situación para secuestrar un gran número de niños.

Puede observarse que la trata infantil es más frecuente en los países en donde la violación a

los Derechos Humanos es más común.

Falta de educación

El analfabetismo y la falta de educación hacen a las familias más vulnerables frente a los

traficantes.

Falta de inscripción de los nacimientos


Los niños en mayor peligro son aquellos cuyos nacimientos nunca fueron inscritos. Cada

año, nacen 40 millones de niños quienes no son declarados oficialmente, lo que constituye

una violación del derecho a la identidad.

Actividad lucrativa

El tráfico infantil es sumamente lucrativo. Por ejemplo, una mujer serbia vendió a su hijo,

menor de edad, a traficantes croatas por 2900 euros. Este tipo de trata es tan rentable que la

cantidad de intermediarios, atraídos por el dinero fácil, está en aumento.

Legislación insuficiente ineficaz

Por lo general, los traficantes de niños no corren muchos riesgos ya que las leyes son

insuficientes o simplemente no son aplicadas. Además, se debe destacar la ausencia de

disposiciones criminales contra la trata infantil en las leyes pertenecientes al derecho

interno de muchos países.

Adopción internacional

La adopción internacional es cada vez más habitual. Los traficantes y las agencias de

adopción deshonestas encuentran clientes con gran facilidad.

Según la UNICEF, el número de infantes y niños de Guatemala vendidos a parejas que

quieren adoptar en Estados Unidos y Europa ronda entre los 1.000 y 1.500 por año.

Mientras que las madres reciben 30 dólares por un niño, las parejas pagan entre 15.000 y

20.000 por su adopción.

Utilidad de los niños


Los niños son vendidos con el fin de ser utilizados para la explotación sexual o la

prostitución, para pedir limosnas o para matrimonios forzados. Arriesgan sus vidas

trabajando en obras en construcción o en fábricas, o son empleados como personal de

servicio doméstico. Otros son entregados por una suma considerable de dinero a padres que

quieren adoptar.

La venta de órganos de niños es cada vez más frecuente. Con tal de librarse de sus

condiciones de vida, algunos niños están dispuestos a vender uno de sus riñones.

La venta de órganos representa entre el 5% y el 10% de los trasplantes de riñón realizados

por año en todo el mundo.

Soluciones

En la actualidad, existen muchas soluciones que pueden implementarse para poner un fin al

tráfico infantil:

Concientización

Se deben realizar campañas de concientización a través de los medios de comunicación, así

como también talleres de educación para limitar esta calamidad. El acceso a la información

es crucial y las familias deben conocer los riesgos que conlleva la trata.

Fortalecimiento del sistema de aplicación de la ley

Los gobiernos deben crear e implementar leyes contra la trata de personas. Los documentos

legales internacionales relacionados con la trata infantil son olvidados o muchas veces

aplicados de manera inadecuada por parte de los gobiernos nacionales. Cuanto mayor sea la

cantidad de castigos acarreados, mayor será la vacilación de los traficantes antes de actuar.

Vigilancia y cooperación
Es importante que los Estados vigilen y controlen de forma eficaz las fronteras para

asegurar una prevención efectiva. Además, una cooperación internacional efectiva es

importante: las redes de trata y tráfico infantil suelen extenderse mucho más allá de las

fronteras de un país.

La trata de seres humanos -y las prácticas asociadas a ella (explotación sexual, trabajo o

mendicidad forzada, servidumbre por deudas, comercio de órganos, comisión forzada de

delitos)- supone, en sí misma una violación de los Derechos Humanos Fundamentales y

afecta en mayor medida a grupos poblacionales especialmente vulnerables como las

mujeres, los trabajadores migrantes, las personas refugiadas, las personas con discapacidad

y también a los niños, niñas y adolescentes 

Esta problemática se define como “(…) la captación, el transporte, el traslado, la acogida

o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas

de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de

vulnerabilidad, o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el

consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación.

La explotación incluye como mínimo, la derivada de la prostitución y de otras formas de

explotación sexual, trabajos o servicios forzados, esclavitud o prácticas similares,

servidumbre y extracción de órganos” 

Según la Organización Internacional del Trabajo en su informe de 2016 , se estima que

40.3 millones de personas fueron víctimas de la esclavitud moderna en 2016, lo que

significa que 40 millones de hombres, mujeres, niñas y niños se ven obligados a se vieron

obligados a trabajar contra su voluntad o son víctimas de matrimonios forzados.  De los


anteriores, 24,9 millones de personas son víctimas de trabajos forzados, y 15,4 millones de

personas con víctimas de matrimonios forzados.

Las mujeres y las niñas representan el 99% de las víctimas del trabajo forzoso en la

industria del sexo comercial, el 58% en otros sectores, y el 84% de las víctimas de los

matrimonios forzados.

Por otro lado, una de cada cuatro víctimas de la esclavitud moderna son personas menores

de edad, las cuales suponen el 18% de las personas sometidas a explotación laboral forzada

y el 21% de niñas y niñas en situación de explotación sexual.

Por lo que respecta a Europa, y a partir de las estadísticas procedentes del informe

de EUROSTAT para los años 2015 a 2016 , se han detectado un total de 20.532 vícitimas

de trata (en el período de referencia), siendo la explotación sexual la forma mas común de

explotación con más de la mitad de las víctimas (56%), la cual afecta a un 23% de niñas,

niños y adolescentes del total de víctimas registradas. 

De forma concreta, las mujeres representan más de dos tercios (68%) de las víctimas

registradas en el período 2015-2016, y tanto mujeres como niñas suponen el 95% de las

víctimas de trata con fines de explotación sexual.

Los datos disponibles sobre el fenómeno en España, indican que es un país de destino,

origen y tránsito para hombres, mujeres y niños y niñas víctimas de trata, especialmente

con fines de explotación laboral y sexual 

En cuanto a la trata con fines de explotación sexual, según datos del Ministerio de Interior

en 2018 se identificaron 128 víctimas procedentes principalmente de Nigeria, Colombia


Venezuela y Rumanía. De las anteriores, 6 fueron niñas. También se identificó una niña

víctima de matrimonio forzoso, procedente de Rumanía. 

Por otro lado, de acuerdo a este mismo informe, se identificaron 9.315 personas que

estarían en riesgo de sufrir una posible situación de trata con fines de explotación sexual.

Estos datos permiten referir que las personas en situación de trata, a menudo tienen una

percepción negativa de la posibilidad de ver mejorar su situación en su país de origen por

su bajo nivel de educación, por la falta de estructuras de apoyo y de las dificultades

económicas que padecen en la zona de la cual proceden. Las crisis políticas, sociales y

económicas, las guerras civiles y los conflictos étnicos y religiosos, la persecución y

discriminación contra determinadas minorías, la alta tasa de desempleo y elevados índices

de criminalidad colocan a niños, niñas y adolescentes en situaciones de especial

vulnerabilidad a la trata de personas 

La  trata de personas es un problema complejo que se desarrolla en diferentes fases:

1) la captación, cuando el niño o la niña es reclutado tanto por personas individuales como

por intermediarios que forman parte de redes organizadas; en el caso de los menores de

edad, éstos pueden haber sido engañados con promesas de trabajo, etc. en otro país o

región, pueden ser secuestrados o raptados o pueden ser vendidos o entregados a los

reclutadores por parte de sus familias ;

2) el transporte, que puede llevarse a cabo directamente por los propios tratantes y no

necesariamente implica el traslado de un país a otro, sino que puede darse dentro del propio

país de una zona a otra; y 

3) la acogida o recepción en el país o región de destino  


El objetivo de la trata de las personas menores de edad es su explotación cuando llegan al

lugar de destino, que puede darse en cualquier modalidad dependiendo de factores tales

como el sexo de la víctima, su edad, la naturaleza del mercado laboral en el cual se le

introduce, su nivel de destrezas, etc.: explotación sexual infantil, explotación laboral, venta

de niños y adopciones ilegales, tráfico y venta ilegal de órganos, servidumbre doméstica,

matrimonios forzados 

Los tratantes utilizan diferentes medios para controlar a sus víctimas y mantenerlas en una

situación de explotación: contrayendo las víctimas obligaciones financieras; aislándolas de

sus familias, comunidades u otras personas ajenas; confiscando su documentación de

identidad, visados, pasaportes; ejerciendo violencia física, psicológica y sexual contra ellas;

amenazándolas con represalias contra sus familias, etc. en caso de no acceder a las

condiciones de explotación; manipulándolas y atemorizándolas para evitar que acudan a la

policía; o controlando su dinero . 

Las consecuencias del proceso de trata pueden afectar todos los aspectos de la vida de los

niños y niñas tanto a corto como a largo plazo generando tanto problemas emocionales y

psicológicos (depresión, baja autoestima, fobias, síndrome de estrés postraumático, etc.)

como físicos (lesiones provocadas por terceros, automutilaciones, abuso de sustancias

tóxicas, enfermedades de transmisión sexual, etc.), como conductuales (agresiones, fugas,

conductas delictivas, etc.). El trauma social, psicológico y físico causado a los niños en las

primeras etapas de su desarrollo puede tener consecuencias más graves que en el caso de

las personas adultas para el posterior desarrollo y la recuperación del niño/a a largo plazo.

Del mismo modo, la situación de explotación y sometimiento que viven les dificulta de

manera muy importante su acceso a la red normalizada de servicios y recursos sociales.


A este respecto, las normas legales internacionales reconocen la necesidad de adoptar 

medidas de protección especiales y son los Estados los que tienen la responsabilidad de

implementar aquellas actuaciones necesarias “(…) contra toda forma de perjuicio o abuso

físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso

sexual, mientras que el niño se encuentre bajo la custodia de sus padres, de un tutor o de

cualquiera otra persona que le tenga a su cargo” (art. 19, Convención sobre los Derechos

del Niño) 

En el caso de las personas menores de edad víctimas de trata, también se reconoce la

obligación de los Estados de proteger y promover los Derechos de las Víctimas, teniendo

en cuenta la situación especial de las mujeres y menores de edad víctimas, y de

adoptar “aquellas medidas legislativas u otras medidas que sean necesarias para

identificar a las víctimas con la colaboración, en su caso, de otras Partes y de las

organizaciones responsables de prestar asistencia” (art. 10.2, Convenio del Consejo de

Europa sobre la Lucha contra la Trata de Seres Humanos)

Tráfico de menores

Niños varones extraídos forzosamente de sus aldeas en el Camerún alemán, siendo

explotados para hilar algodón (1919).

El tráfico de menores o trata infantil es una forma de trata de personas que describe el

traslado o reclutamiento de bebés, niños o adolescentes de un lugar a otro para explotarlos,

siendo los más comunes el laboral y sexual.


La carta de las Naciones Unidas define al tráfico de menores como «La captación, el

transporte, el traslado, la acogida o la recepción de un niño con fines de explotación». Esta

definición es sustancialmente más amplia que la definición de la «trata de personas» del

mismo documento.

Aunque es difícil obtener estadísticas exactas sobre la magnitud de la trata de niñas y niños,

la Organización Internacional del Trabajo estima que anualmente 1,2 millones de menores

son víctimas de trata. El tráfico de menores tiene reconocimiento internacional como un

delito grave que existe en todas las regiones del mundo y que a menudo tiene

consecuencias para los derechos humanos. Sin embargo, fue solo en la última década que la

prevalencia y las consecuencias de esta práctica se ha elevado a la prominencia

internacional, debido a un aumento notable en la investigación y la acción pública. En

consecuencia, se propusieron e implementaron una variedad de medidas que pueden

clasificarse en cuatro categorías: protección amplia, prevención, aplicación de la ley, y

asistencia a las víctimas.

Los principales documentos internacionales que abordan la trata de menores son

la Convención sobre los Derechos del Niño de 1989, el Convenio sobre la prohibición de

las peores formas de trabajo infantil de 1999, y el Protocolo de las Naciones Unidas para

prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños de 2000.

El primer instrumento internacional importante relativo a la trata de niñas y niños es parte

de los Protocolos de Palermo de las Naciones Unidas establecidas en el año 2000 y se

conoce como el Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas,

especialmente mujeres y niños. El artículo 3 (a) de este documento define el tráfico de

niños como «la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de un niño


con fines de explotación». Esta definición de la trata de niñas y niños solo se aplica a los

casos de trata transnacionales y/o que involucren a grupos de delincuentes organizados; sin

embargo, en la actualidad se reconoce que el tráfico de niños también ocurre fuera de estos

parámetros.5 La Organización Internacional del Trabajo amplía esta definición afirmando

que el traslado y la explotación son aspectos clave de la trata infantil. La definición de

«niño» utilizada es la que aparece en la Convención sobre los Derechos del Niño (1989) de

las Naciones Unidas, que establece que «se entiende por niño todo ser humano menor de

dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado

antes la mayoría de edad». La distinción incluida en esta definición es importante, debido a

que algunos países han optado por establecer la «mayoría de edad» inferior a dieciocho

años, influyendo así lo que constituye legalmente el tráfico de niños.

Instrumentos legales

Existen muchos instrumentos internacionales, regionales y nacionales que abordan la trata

de niños. Estos instrumentos se utilizan para definir lo que constituye legalmente el tráfico

de niños, para que se pueda adoptar las acciones legales correspondientes contra quienes

promueven o se dedican a esta práctica. Estos instrumentos jurídico-legales son conocidos

por una variedad de términos, como convenios, protocolos, memorandos, acciones

conjuntas, recomendaciones y declaraciones. A continuación se enumeran los instrumentos

más importantes.

Instrumentos internacionales de derechos humanos

Estos instrumentos legales fueron desarrollados por las Naciones Unidas en un esfuerzo por

proteger los derechos humanos y en particular los derechos del niño.


 Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, 1948.

 Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, 1989.

Tratados sobre trabajo y migración

El tráfico de niñas y niños a menudo implica tanto el trabajo infantil como la migración.

Como tal, los siguientes marcos internacionales establecen en que casos estas prácticas son

considerados ilegales.

 Convenio sobre la edad mínima de la OIT, 1973.

 Convenio sobre la prohibición de las peores formas de trabajo infantil de la OIT,

1999.

o Recomendación No. 190 sobre las peores formas de trabajo infantil, de la

OIT, 1999.

 Convenio sobre el trabajo forzoso, 1930 (núm. 29) de la OIT, 1930.

 Convenio sobre los trabajadores migrantes (revisado), de la OIT, 1949.

 Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los

trabajadores migratorios y de sus familiares, 1990.

Instrumentos relacionados específicamente a la trata

 Protocolo de las Naciones Unidas para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de

Personas, Especialmente Mujeres y Niños, 2000.

 Principios y directrices recomendados sobre derechos humanos y trata de personas,

2002.
Instrumentos regionales

También se han desarrollado una variedad de instrumentos regionales para orientar a los

países en las decisiones relativas a la trata de niños. A continuación se presentan algunos de

los principales instrumentos, aunque existen muchos otros:

 Convenio del Consejo de Europa sobre la Lucha contra la Trata de Seres Humanos,

(Convenio No. 197), 2005.

 Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo, COM 514 Final

(2005)

 Acuerdo de Cooperación Multilateral para Combatir la Trata de Personas,

especialmente Mujeres y Niños en África Occidental y Central, 2006

 Acuerdo subregional del Mekong de cooperación para la lucha contra la trata de

personas (COMMIT), 2004

Leyes nacionales

Basándose en los principios internacionales que se han establecido, el desarrollo de las

leyes nacionales relativas al tráfico de menores continúa en todo el mundo. La legislación

contra la trata se ha alabado como esencial por la Iniciativa Global de las Naciones Unidas

para la Lucha contra la Trata de Personas, ya que asegura que los traficantes y las víctimas

del tráfico son tratados como corresponde: por ejemplo, «si se utilizan las leyes de

migración para perseguir a los traficantes, a menudo ocurre que las víctimas también son

procesados como migrantes ilegales, mientras que si hay una categoría específica de

"traficante" y "persona objeto de la trata", entonces es más probable que la víctima sea

tratada como tal». La existencia de leyes nacionales relacionadas con el tráfico de niños
también permite a las víctimas de trata o sus familiares de iniciar las acciones civiles

apropiadas contra los traficantes.

Tipos de tráfico de menores

Trabajo forzado

A menudo el objetivo de la trata de niñas y niños es el trabajo forzado infantil. El trabajo

infantil se refiere específicamente a los menores con una edad inferior a la edad mínima

estipulada para poder trabajar, la que por lo general no llega abajo de los catorce

años. UNICEF estima que en 2011, 150 millones de niños de 5-14 años de edad estaban

involucrados en el trabajo infantil en países en desarrollo. De este número, la Organización

Internacional del Trabajo (OIT) reporta que el 60% de los trabajadores menores trabajan en

la agricultura. La OIT también estima que 115 millones de niñas y niños realizan trabajos

peligrosos, como el trabajo sexual o el tráfico de drogas. El trabajo infantil puede adoptar

muchas formas, incluyendo la servidumbre doméstica, el trabajo en la agricultura, el sector

de servicios y las industrias manufactureras. De acuerdo con varios investigadores, la

mayoría de menores son forzados a la mano de obra barata, y trabajan en hogares, granjas,

fábricas, restaurantes, entre otros. Los menores víctimas del tráfico pueden ser explotados

sexualmente, utilizados en las fuerzas armadas, en el tráfico de drogas, y en la mendicidad

infantil. En cuanto a las tendencias mundiales, la OIT estima que en el periodo 2004-2008

hubo una reducción del 3% en la incidencia del trabajo infantil; en el periodo anterior de

2000-2004, la OIT encontró que hubo una reducción de 10% en el trabajo infantil. La OIT

sostiene que, a nivel mundial, el trabajo infantil está disminuyendo lentamente, excepto en

África subsahariana, donde el número de niños trabajadores ha permanecido relativamente

constante: en esta región, 1 de cada 4 niños en la edad de 5-17 trabaja. Otra importante
tendencia global se refiere al número de menores trabajadores en el grupo de 15-17 años:

en los últimos cinco años, se ha reportado un aumento de 20% en el número de niñas y

niños trabajadores de esta edad.

Explotación sexual

El Protocolo facultativo relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la pornografía

infantil es un protocolo de la Convención sobre los Derechos del Niño, que fue adoptada

formalmente por la Naciones Unidas en 2000. En esencia, este protocolo requiere

formalmente que los Estados prohíben la venta de niños, la prostitución infantil y la

pornografía infantil. De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la

explotación sexual de los niños incluye las siguientes prácticas y actividades:

 «La utilización de niños y niñas en actividades sexuales remuneradas, en efectivo o

en especie, (conocida comúnmente como prostitución infantil) en las calles o en el

interior de establecimientos, en lugares como burdeles, discotecas, salones de

masaje, bares, hoteles y restaurantes, entre otros»

 «La trata de niños, niñas y adolescentes con fines de explotación sexual»

 «El turismo sexual infantil»

 «La producción, promoción y distribución de pornografía que involucra niños, niñas

y adolescentes»

 «El uso de niños en espectáculos sexuales (públicos o privados)»

Aunque es difícil medir el alcance de esta práctica, debido a su naturaleza criminal y

encubierta, la Organización Internacional del Trabajo estima que un máximo de 1,8


millones de niñas y niños son víctimas del tráfico sexual en el mundo, mientras que

UNICEF menciona una estimación de 2 millones de niños en su informe El Estado Mundial

de la Infancia de 2006.Una variedad de fuentes, incluyendo la OIT, también sostienen que

el incremento en el uso y la disponibilidad de Internet ha servido como un recurso

importante para los traficantes, y ha conducido al aumento de la incidencia de la trata

sexual infantil. De hecho, en 2009, el jerife de Illinois, Thomas J. Dart llevó a juicio a los

propietarios de Craigslist, un sitio web popular de anuncios clasificados en línea, por

«permitir» y «facilitar» la prostitución, sobre todo la de los niños. Ante la presión pública y

legal, Craigslist decidió bloquear todo acceso a su sección de «servicios para adultos».

Niños en las fuerzas armadas

El Protocolo facultativo sobre la participación de los niños en los conflictos armados es un

protocolo que es parte de la Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada

formalmente por las Naciones Unidas en 2000. En esencia, el protocolo establece que si

bien los voluntarios menores de dieciocho pueden unirse voluntariamente a las fuerzas

armadas, no pueden ser reclutados. El protocolo establece también que «Los Estados Partes

adoptarán todas las medidas posibles para que ningún miembro de sus fuerzas armadas

menor de dieciocho años participe directamente en las hostilidades». A pesar de ello,

la OIT estima que «decenas de miles» de niños y niñas están actualmente reclutados a la

fuerza en las fuerzas armadas en al menos 17 países. Los niños reclutados son utilizados en

tres maneras distintas:

 Participación en las hostilidades (roles de combate)

 Funciones de apoyo (como mensajeros o espías)


 Para obtener ventajas políticas (por ejemplo con fines de propaganda)

Investigaciones recientes realizadas por la Coalición para Acabar con la Utilización de

Niños Soldados destacaron que las niñas soldados tienen que recibir reconocimiento

especial, ya que son particularmente vulnerables a los actos de violencia sexual. La

incidencia de niños soldados fue el enfoque de la campaña Kony 2012, que tuvo como

objetivo detener a Joseph Kony, un criminal de guerra ugandés, responsable del tráfico de

miles de niños soldados y esclavos sexuales.

Niños en el tráfico de drogas

Los menores también se utilizan en el comercio de drogas en todas las regiones del mundo.

En concreto, los niños a menudo son objeto de trata con fines de explotación como

transportadores o traficantes de drogas, y luego «pagados» con drogas, de tal manera que se

convierten en adictos y se vuelvan más atrapados. Debido a la naturaleza ilícita del tráfico

de drogas, los menores que son detenidos a menudo son tratados como delincuentes,

cuando en realidad son a menudo los que están en necesidad de asistencia legal. Aunque no

existen estadísticas globales completas sobre la prevalencia de esta práctica, se han

realizado varios estudios regionales útiles. Por ejemplo, la OIT realizó estudios recientes

sobre la utilización de niños afganos en el tráfico de la heroína y la participación de niños

en el tráfico de drogas en Brasil. Un estudio sobre el involucramiento de menores en el

tráfico de drogas en Río de Janeiro, Brasil encontró que los niños que participan en el

tráfico de drogas corren un riesgo significativamente mayor de verse involucrado en la

violencia, en particular el asesinato.

Mendicidad infantil
La mendicidad infantil forzada es un tipo de mendicidad en la que los niños y niñas

menores de dieciocho años se ven obligados a mendigar por coacción psicológica y física.

La Buffalo Human Rights Law Review define la mendicidad como «la actividad de pedir

dinero como caridad en la calle». Existe evidencia que sugiere que la mendicidad forzada

es una de las industrias que absorbe niños traficados, y un estudio reciente

de UNICEF indica que 13 % de las víctimas de tráfico en el sureste de Europa han sido

objeto de trata para fines de mendicidad forzada. El protocolo de las Naciones Unidas

afirma que «La captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de un niño

con fines de explotación se considerará "trata de personas" incluso cuando no se recurra a

ninguno de los medios enunciados en el apartado a) del presente artículo». Con esta

definición, el transporte de un niño a un centro urbano para fines de mendicidad constituye

trata, independientemente de que sea exigido por un miembro de la familia o un tercero. La

gravedad de esta forma de tráfico está comenzando a ganar reconocimiento mundial, y

varias organizaciones internacionales —incluyendo la Organización Internacional para las

Migraciones (OIM), la Unión Europea, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y

las Naciones Unidas, entre otros— comienzan a enfatizar su pertinencia. La Declaración de

Bruselas sobre la prevención y la lucha contra la trata de la Unión Europea incluye la

mendicidad infantil como una forma de trata, afirmando que la «Trata de Personas es un

fenómeno detestable y preocupante que involucra la explotación sexual coercitiva,

explotación laboral en condiciones similares a la esclavitud, la explotación mediante la

mendicidad y la delincuencia juvenil, así como la servidumbre doméstica». Este problema

es especialmente difícil de regular teniendo en cuenta que la mendicidad forzada a menudo

se impone por miembros de la familia, y por el poder que los padres ejercen sobre un niño

para asegurarse de que la mendicidad se lleva a cabo.


Tráfico de órganos de niños

El tráfico ilegal de órganos puede alcanzar anualmente un estimado de 10.000 órganos

comercializados y trasplantados de manera ilegal a nivel mundial. Es en zonas con mayor

concentración de pobreza donde estos órganos son peor remunerados y en mucho casos

extraídos sin ninguna remuneración y de manera forzosa. África es el mayor ejemplo de

esta problemática.

Aunque los adultos poco privilegiados y/o vulnerables de los países en desarrollo son una

fuente importante de tráfico de órganos y pueden ser objeto de tráfico con fines de

extracción y comercio de órganos, los niños corren un riesgo aún más elevado de ser

explotados.

En las últimas décadas, varios órganos internacionales como las Naciones Unidas, el

Consejo de Europa y la OMS han abordado el tema del tráfico de órganos de niños, y han

sido múltiples los voluntarios y organizaciones que han efectuado y siguen efectuando

misiones de rescate. Aun así, actualmente las redes de delincuencia organizada emplean

planes sofisticados para explotar a las personas desfavorecidas, incluyendo niños

indefensos para la extracción ilícita de sus órganos, adopción ilegal y tráfico de bebés.

Adopción ilegal

Alrededor de 5000 denuncias por robo de niños fueron presentadas entre 2008 y 2010 en

tres años solamente en México.


Un informe del Netherland National Committee para UNICEF revela que encontraron

indicadores importantes de tráfico de niños en los Países Bajos con diversos propósitos

(prostitución, servicio doméstico, trabajo esclavo y actividades criminales).

Argentina

Durante la dictadura argentina (1976-1983) se produjeron secuestros y desapariciones de

bebés, en muchos casos hijos de mujeres detenidas-desaparecidas.

La Asociación Abuelas de Plaza de Mayo estima en unos 500 los niños que desaparecieron

en esas circunstancias y cuya identidad ha sido sustraída, y es la principal organización

de derechos humanos en impulsar la búsqueda, recuperación y atención especial de los

mismos. Hasta septiembre de 2010, han sido recuperadas 102 personas que habían sido

víctimas del tráfico de bebés.

España

En España, el tráfico de bebés se produjo principalmente durante el franquismo, y en

particular entre 1963 y 1970, aunque también se han registrado casos tras el

restablecimiento de la democracia. En los primeros años de la dictadura, la práctica estuvo

cargada de ideología, siendo secuestrados hijos de presas políticas y mujeres del banco

republicano para dárselos a familias conservadoras. La práctica no se circunscribió al

régimen, y los casos posteriores pasaron a ser tramas puramente económicas. Había un

mercado que demandaba niños en adopción y hubo mucha gente que creó un sistema para

satisfacer esa demanda.

En lo que se conoce como Operación Bebé, se investiga una trama de secuestros de bebés

en España ocurridos ya en el siglo XXI.


Mecanismos

En general, el tráfico de niños se lleva a cabo en tres fases: el reclutamiento o captación, el

desplazamiento y la explotación. El reclutamiento se produce cuando un reclutador aborda

un niño, o en algunos casos, cuando el niño mismo busca contacto directo con un

reclutador. El reclutamiento puede iniciarse en muchas maneras diferentes: los adolescentes

pueden estar bajo presión para contribuir a la supervivencia de sus familias, los niños

pueden ser secuestrados o secuestrados para el tráfico, o las familias enteras pueden ser

objeto de trata. Luego, se producirá el desplazamiento —a nivel local, regional y/o

internacional— a través de una variedad de medios de transporte, incluyendo coche, tren,

barco, o a pie.5 En última instancia, el objetivo de la trata de niños es la explotación, por lo

que los traficantes utilizan los servicios de los niños para obtener ganancias ilegales. La

explotación puede tener lugar en una variedad de formas, incluyendo el trabajo forzoso, la

explotación sexual, y la mendicidad infantil, entre otras prácticas.

Oferta y demanda

El tráfico de niñas y niños a menudo se conceptualiza mediante el modelo económico

de oferta y demanda. Concretamente, los que son objeto de trata constituyen el

«suministro» u «oferta», mientras que los traficantes, y todos aquellos que se benefician de

la explotación, representan la «demanda». Se definen dos tipos de demanda: la demanda del

consumidor y la demanda derivada. La demanda del consumidor es generado por las

personas que de forma activa o pasiva, compran los productos o servicios producidos

conmano de obra objeto de trata. Un ejemplo de esto sería un turista que compra una

camiseta producida por un niño víctima de trata. La demanda derivada, por otra parte, se

genera por las personas que se benefician directamente de la práctica de la trata, como los
proxenetas o los dueños de las fábricas.El académico Kevin Bales ha estudiado

ampliamente la aplicación de este modelo económico a los casos de trata de personas y

sostiene que es fundamental para una comprensión exacta de cómo se inicia y sostiene el

tráfico. Bales, y otros académicos como Elizabeth M. Wheaton, Edward J. Schauer, y

Thomas V. Galli, afirmaron que los gobiernos nacionales deberían desempeñar más

actividad en aplicar políticas que reduzcan los dos tipos de demanda, así trabajando hacia la

eliminación de la trata.

Mecanismos sociales

Varias organizaciones internacionales, como la Organización Internacional del Trabajo y

la Iniciativa Mundial de las Naciones Unidas para Luchar contra la Trata de Personas han

vinculado el tráfico de niños a la pobreza: se encontró que una vida en pobreza aumenta la

vulnerabilidad de los niños a la trata. Sin embargo, la pobreza es solo uno de muchos

«factores de riesgo» sociales que pueden conducir a la trata. Así, UNICEF y el Banco

Mundial afirman que «A menudo, los niños experimentan varios factores de riesgo al

mismo tiempo, y uno de ellos puede actuar como un disparador que pone en marcha el

evento del tráfico. Esto, a veces, es llamado «poverty plus", una situación en la que por sí

misma la pobreza no conduce una persona a caer víctima de trata, pero donde un factor

«adicional", como una enfermedad, combina con la pobreza para aumentar la

vulnerabilidad».UNICEF, UN.GIFT y varios estudiosos, entre ellos Una Murray y Mike

Dottridge, también sostienen que para una mejor comprensión de la trata de menores es

necesario incorporar un análisis de la desigualdad de género. Concretamente, en muchos

países, son las niñas que corren un mayor riesgo de ser objeto de trata, en particular con

fines de explotación sexual. Sostienen además que dar igual voz a mujeres y hombres en la
política contra la trata de personas es fundamental para reducir la incidencia de la trata de

niños.

Varios informes de estudios que se llevaron a cabo a lo largo de Europa identificaron un

número de riesgos que hacen los niños vulnerables a la explotación y que son también

causas y factores que contribuyen a la trata de niños. Estos incluyen la marginación social y

económica, antecedentes familiares disfuncionales, experiencias de abandono, abuso o

violencia dentro de la familia o en instituciones, relaciones de explotación, violencia y

discriminación basada en el género, experiencias de vida y trabajo callejero, situaciones de

migración precarias e irregulares, aspiraciones de trabajar y ganar dinero en combinación

con oportunidades limitadas para entrar o permanecer en la escuela, seguir formación

profesional o conseguir un empleo regular. A medida que los esfuerzos de los gobiernos

nacionales para mejorar las redes de seguridad social pueden reducir muchos de estos

riesgos, el tráfico de niños se considera no solo el resultado de las actividades delictivas,

sino también como indicador de las deficiencias en la capacidad del gobierno nacional de

proteger efectivamente los derechos de los niños a un desarrollo seguro y saludable.

Identificación

La definición compleja del tráfico de menores y las diferencias entre las leyes nacionales y

sus interpretaciones dificultan la identificación de niñas y niños víctimas de la trata. Por

ejemplo, el debate europeo sobre el tráfico de niños carece de consenso sobre cómo

distinguir la trata de niños de otros contextos de explotación, como el social dumping de

migrantes, la venta de menores, y el tráfico ilícito de migrantes.


Una vez que una posible víctima haya entrado en contacto con las autoridades estatales, la

identificación del menor como víctima de trata requiere tiempo. El proceso a menudo se

beneficia de un conocimiento profundo de la historia del niño. Cuando un niño tiene

problemas con la ley, escuchar la historia completa del niño ayuda a los trabajadores

sociales y los funcionarios a determinar si el niño es en realidad una víctima de un crimen,

como por ejemplo la explotación, el abuso o el tráfico. Para un niño que se encuentra en un

proceso administrativo, como un procedimiento de asilo, escuchar la historia completa del

niño ayuda a los trabajadores sociales a detectar casos de trata. Los niños pueden ser

reacios a compartir sus historias completas con las autoridades y los profesionales del

servicio social designados. Algunos proveedores de servicios han descubierto que el

establecimiento de una relación de confianza estable con el niño promueve el aumento de la

divulgación de las experiencias de explotación y de trata que de otra manera pudieran

permanecer sin detectar. El proceso de construcción de confianza puede incluir la

concesión de servicios de asistencia y apoyo para garantizar la seguridad, el bienestar y el

desarrollo del niño.

En virtud del derecho internacional, las víctimas identificadas de la trata de menores tienen

derecho a las mismas garantías especiales que los niños víctimas de otros delitos. Estas

garantías incluyen el derecho a custodia, asistencia y representación legal, seguridad y

protección, apoyo a la recuperación física y psicológica y la reintegración social,

regularización del estado migratorio, derecho a la reparación, y derecho de actuar

como parte, o demandante, en un proceso penal. Una garantía importante para los niños

víctimas de trata que han sido explotados en actividades ilegales o criminales es la cláusula

de «no imponer sanciones ni enjuiciar a las víctimas de la trata de personas». Esto significa
que los niños víctimas de delitos, incluido el tráfico de seres humanos, deben ser protegidos

contra sanciones o enjuiciamiento por actos que se cometieron en relación con su situación

como víctimas.

Los artículos 19 y 32-36 de la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño prohíbe

la explotación de los menores en cualquier forma y en cualquier contexto. Cualquier niña o

niño expuesto a la violencia, la explotación o el abuso puede ser considerado una víctima

de la delincuencia y tiene los derechos y prerrogativas correlacionados, incluido el acceso a

la asistencia, protección y apoyo, servicios para la recuperación y rehabilitación, acceso a la

justicia, con las debidas garantías procesales en cualquier procedimiento judicial o

administrativo. Los niños en riesgo de explotación deben ser identificados y reconocidos

como tal. Esto implica que tienen derecho a asistencia y apoyo con el fin de evitar su

explotación o cualquier otro daño resultante de los riesgos que corren. Teniendo en cuenta

las dificultades de identificar a los niños que han sido objeto de trata y la amplia protección

contra todas las formas y contextos de explotación, otorgada en virtud de la Convención, un

enfoque basado en los derechos del niño dará prioridad a la identificación de los niños

víctimas de explotación u otros delitos y los menores en situaciones de riesgo. Determinar

si la explotación tiene lugar en un contexto de trata es de importancia subordinada para el

contexto de la protección y de los derechos del niño. Puede interesar principalmente las

investigaciones policiales y la fiscalía.

Prevalencia

Es difícil obtener estimaciones anuales fiables sobre el número de menores objeto de trata,

principalmente debido a la naturaleza encubierta y criminal de esta práctica. A menudo se

requieren años para reunir y compilar las estimaciones relativas a la trata de niños y, como
resultado, los datos pueden parecer insuficientes y obsoletos. Este proceso de recopilación

de datos se ve dificultado por el hecho de que muy pocos países publican las estimaciones

nacionales de la trata de niños. Como resultado, las estadísticas disponibles son

ampliamente considerados una subestimación del alcance real del problema.

Prevalencia global

El tráfico de niños ha sido documentado en todas las regiones del mundo. La cifra más

fiable con respecto a la prevalencia de esta práctica es proporcionada por la Organización

Internacional del Trabajo, que estima que 1,2 millones de niños son víctimas de trata cada

año; esta estimación incluye tanto la trata transfronteriza como la trata interna.

Prevalencia regional

A nivel regional, la Organización Internacional del Trabajo ha proporcionado las siguientes

estimaciones anuales para el tráfico de niños por región:

 América Latina y el Caribe: 550.000 niños

 Asia y la región del Pacífico: 250.000 niños

 África: 200.000 niños

 Países con economías en transición: 200.000 niños

 Países desarrollados/economías industrializadas: desconocido

Como indican los números anteriores, el tráfico de niños se produce con mayor frecuencia

en América Latina y el Caribe. También ocurre con mayor frecuencia en los países en

desarrollo, aunque se produce también en los países desarrollados e industrializados. Por

ejemplo, la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Pensilvania publicó un informe


de estudio que estima que hasta 300.000 jóvenes estadounidenses pueden estar en riesgo de

explotación sexual con fines comerciales, en cualquier momento. El Departamento de

Estado de los Estados Unidos publica un informe anual que proporciona amplios datos

sobre la prevalencia de la trata de personas y de niños en la mayoría de los países.

Historia

Según el antropólogo Samuel Pyeatt Menefee, la pobreza que enfrataban los padres en Gran

Bretaña a finales del siglo XVII y en el siglo XVIII, les llevó a «vender a sus hijos (en

realidad, los servicios de sus hijos, pero en efecto a sus personas también)». Esta venta era

más inducida por motivos económicos que las ventas de esposas, y los precios, elaborados a

partir de datos limitados, «parecen haber sido bastante alto». Muchos de los niños vendidos

fueron empleados como niños deshollinadores de chimeneas hasta que dejaron de ser lo

suficientemente pequeño. La prostitución fue otra razón por la venta de niños, por lo

general niñas. Algunos niños fueron secuestrados y luego vendidos. Al parecer, la compra

se efectuó también a través de «operaciones de cría de bebés».

Impactos

Niños y familias

De acuerdo con UN.GIFT, el tráfico de menores tiene un impacto muy significativo en las

niñas y niños víctimas de trata y sus familias. En primer lugar, el tráfico puede resultar en

la muerte o lesión permanente del menor víctima de trata. Esto puede proceder de una etapa

de «traslado» peligrosa o de aspectos específicos de la fase de «explotación", como

condiciones de trabajo peligrosas. Por otra parte, a los menores víctimas de trata a menudo

se les niega acceso a la asistencia médica, lo que aumento el riesgo de lesiones graves,
enfermedades y la muerte. Los menores víctimas de trata también son a menudo objeto de

violencia doméstica; pueden ser golpeados y privados de alimentos con el fin de obtener la

obediencia. Además, estos menores se enfrentan con frecuencia al abuso de sustancias;

pueden recibir drogas como «pago» o para asegurar que se conviertan en adictos y volverse

más dependientes de los traficantes. A diferencia de muchas otras formas de delincuencia,

el trauma experimentado por los niños que son objeto de trata a menudo se prolonga y se

repite, lo que conduce a impactos psicológicos graves. UN.GIFT señala que los menores

víctimas de trata a menudo sufren de depresión, ansiedad y trastornos de estrés

postraumático, entre otras condiciones.

Los efectos en las familias también son graves. Algunas familias creen que enviar o

permitir la reubicación de sus hijos a fin de encontrar trabajo traerá ingresos adicionales,

mientras que en realidad muchas familias nunca más verán a sus hijos. Además, UN.GIFT

ha encontrado que ciertas formas de trata, en particular la explotación sexual en las niñas,

traen «vergüenza» a las familias. Así, en ciertos casos, los niños que son capaces de

escapar de la trata, regresan a sus familias solo para descubrir que son rechazados y

condenados al ostracismo.

Comunidades

El tráfico de menores también puede tener un efecto importante en las comunidades si

varios niños en una comunidad son objeto de trata. Como la educación de los menores

víctimas de trata es interrumpido, el desarrollo social en la comunidad se ve obstaculizado.

Como consecuencia de la falta de educación, los niños que logran escapar de la trata

pueden tener una capacidad menor de encontrar un empleo en el resto de sus vidas.

Además, las niñas objeto de trata enfrentan obstáculos especiales, como sus posibilidades
de matrimonio pueden verse reducidas si la comunidad se diera cuenta de que han sido

objeto de trata, sobre todo a la explotación sexual.

Naciones

A nivel nacional, el desarrollo económico puede verse significativamente obstaculizado por

la falta de educación de las niñas y niños víctimas de trata; esto se traduce en una pérdida

del potencial productivo de futuros trabajadores. Los niños que logran regresar a sus

familias constituyen a menudo una significativa carga económica, debido a su falta de

educación y las enfermedades y lesiones que pueden haber incurrido durante el periodo de

la explotación.5 La rehabilitación de menores que han sido objeto de trata conlleva costos

elevados para que sean capaces de participar adecuadamente en sus comunidades. Por otra

parte, la persistencia de la trata infantil indica la presencia de actividad criminal sostenida y

la existencia de redes criminales, que, en la mayoría de los casos, también están asociados

con las drogas y la violencia. En consecuencia, UN.GIFT ha mencionado el tráfico de

menores como un importante indicador de las amenazas a la seguridad nacional y mundial.

Soluciones propuestas

Las soluciones a la trata de menores, o las «acciones para combatir la trata", pueden

clasificarse en cuatro categorías:

 Amplia protección: «Para evitar que los niños y las ex víctimas trata vuelvan a caer

víctima de trata"

 Prevención: «del delito de tráfico de niños y la explotación que es su resultado

final"
 Aplicación de la ley: «En particular, dentro de un contexto laboral y en relación con

las leyes y regulaciones laborales"

 Protección: «todos los pasos para la reparación de sus quejas, la rehabilitación y la

ayuda a su reintegración."

Las acciones de protección amplia están dirigidas hacia los menores en riesgo de caer

víctimas de trata, e incluyen sensibilización sobre la trata de niños, especialmente en las

comunidades vulnerables. Este tipo de atención comunitaria también incluye políticas

destinadas a mejorar la situación económica de las familias vulnerables para que cuenten

con la disponibilidad de alternativas razonables en vez de enviar a sus hijos a trabajar.

Ejemplos incluyen el aumento de oportunidades de empleo para los adultos y programas

de transferencia condicionada de recursos. Otro importante programa de protección amplia

respaldado por UN. GIFT y OIT consiste en facilitar la igualdad de género, específicamente

mediante la mejora de una educación de calidad asequible para niños y niñas. Otra manera

de aumentar la sensibilización sobre la trata de niños es una campaña global sobre esta

temática.

Las acciones preventivas se centran en abordar la práctica real de la trata de niños, en

particular mediante la aplicación de los marcos legales que se dirigen a detectar y enjuiciar

a los traficantes. También incluye la adopción y aplicación de las normas internacionales

del trabajo de la OIT, así como el desarrollo de prácticas de migración seguras y legales.

La aplicación de la ley se refiere a la persecución de los traficantes; UNICEF afirma que el

enjuiciamiento de los traficantes de niños es la mejor manera de enviar un mensaje de que

no se tolerará la trata de niños. Los traficantes pueden ser «capturados» en cualquier de las
tres fases de la trata: el reclutamiento, desplazamiento, y/o la explotación; las leyes contra

la trata, así como las leyes relativo al trabajo infantil, deben ser debidamente

aplicadas. UNICEF ha también sugerido desarrollar sistemas de vigilancia de base que

permitan que las comunidades alerten las autoridades legales si detectan señales de tráfico

de niños.

La protección comienza en primer lugar con la identificación de las víctimas; las leyes

relativo al tráfico de niños deben definir adecuadamente y de manera específica lo que

constituye una «víctima de trata». Se debe establecer los procedimientos legales para retirar

los niños de situaciones de trata, devolverlos a sus familias o reubicarlos en otro ambiente

adecuado. Las víctimas también deben tener acceso a apoyo y rehabilitación física y

psicológica individual para poder reintegrarse y reconstruir una vida funcional. Por último,

deben tomarse medidas para evitar la «doble victimización", es decir, asegurar que los

niños que han sido objeto de trata son tratados como víctimas y no como delincuentes. Un

ejemplo de «doble victimización» sería un niño traficado ilegalmente en la explotación

sexual en los Estados Unidos, y luego, una vez libre del tráfico, procesado por ser

considerado un inmigrante ilegal.

Organizaciones pertinentes

Muchas organizaciones han propuesto posibles soluciones para el tráfico de niños. Estas

organizaciones siguen realizando investigaciones relacionadas con esta práctica y con las

políticas que se pueden implementar para alcanzar su erradicación. Las organizaciones con

mayor reconocimiento internacional incluyen:

 Naciones Unidas
 UNICEF

 Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos

Humanos (OACNUDH.)

 Iniciativa Global de las Naciones Unidas para luchar contra la trata de

personas (UN.GIFT)

 Organización Internacional del Trabajo (OIT)


Marco Conceptual
1.1 Entender la adolescencia
Los y las adolescentes deben confrontar su pasado y su futuro, asumir los cambios

biológicos que los llevan a hacer frente a un nuevo rol social. El desarrollo intelectual y la

maduración sexual son parte importante del empuje para insertarse en la sociedad, brindan

recursos para la diferenciación identitaria del grupo familiar y para el replanteamiento de

las relaciones; la amistad, el amor, la expresión de talentos, la participación en el entorno se

tornan centrales.

Es un segundo nacimiento en el que el adolescente transita desde el seno familiar hacia

la sociedad más amplia. Se hace necesario dejar atrás modalidades de ajuste propias de la

niñez y responder al impulso de aumentar las identificaciones que permitirán responder

durante la vida juvenil. En esta etapa es fundamental la exploración de capacidades

personales y la construcción de cosmovisiones en la búsqueda de la autonomía, el

reconocimiento identitario, la valoración grupal y el posicionamiento social.

Durante el ciclo vital, el ser humano despliega diversas competencias. En la

adolescencia, el desenvolvimiento de crecientes capacidades cognitivas, el paso del

pensamiento concreto al pensamiento lógico y abstracto señalado por Piaget (1932, 1949),

la mayor complejidad emocional, las destrezas, el descentramiento del yo como principal

objeto de preocupación para pasar a la preocupación por las otras personas (Gilligan 1977,

Gilligan y Murphy 1979) inciden en la función socializadora.

Estas características hacen de la fase juvenil un período particularmente crítico y

oportuno para los programas de prevención. Se trata de la etapa en la que, con mayor

intensidad, son cruciales las interacciones de los recursos personales y grupales con las
opciones y características del entorno. La modernización y la globalización incrementan la

necesidad de los adolescentes y jóvenes de encontrar los elementos para organizar su

comportamiento y dar sentido a su relación presente con el mundo (Krauskopf 1994).

1.2 La complejidad del ámbito escolar

Hoy en día, al sistema escolar le corresponde facilitar los instrumentos de inserción en

la sociedad más amplia. A la vez, es responsable de aportar recursos a las sociedades para

su inclusión en el desarrollo nacional y mundial.

El rol de la educación contemporánea se cumple cuando se constituye en uno de los

espacios fundamentales para la formación personal, social, ética y ciudadana de individuos

y grupos (Krauskopf 2001). La escuela emergió en los siglos XV y XVI sobre la base de las

instituciones medievales, y es a partir de los siglos XVIII y XIX que comienza a ser

objetivado el vínculo entre la educación de los pueblos y la sociedad en su conjunto. Los

procesos de transmisión de saberes se han desarrollado tradicionalmente en instituciones y

por ello muchas de sus propiedades se representan como naturales y ahistóricas.

El espacio escolar es el lugar donde los saberes se hacen públicos, y por lo tanto, es

también ahí donde se sintomatiza la crisis. La resignificación social de la escuela pasa por

la vigencia de lo público, con saberes que son orientados para todos sin restricciones ni

jerarquías, y sin expoliaciones de saberes previos.

La crisis de lo histórico en la enseñanza recuerda que la escuela es una práctica social

concebida como uniformadora, con una universalidad sin restricciones, pero también

homogeneizadora, con una universalidad que supone el despojo de saberes previos (Díaz-

Aguado 2005). Los actuales cambios macrosociales de la denominada Revolución


Tecnológica reducen la eficacia de determinadas condiciones que hasta hace poco protegían

a la infancia de la violencia adulta. La familia nuclear se aisló de la familia extensa,

especializándose en el cuidado de los hijos principalmente en torno a una figura, la de la

madre.

Por otro lado, la escuela tradicional se extendió a sectores cada vez más amplios de la

población y estuvo estructurada en torno a tres principios que parecen ser insostenibles hoy:

la negación de la diversidad, cuya máxima expresión era la orientación de la educación a un

alumno medio que nunca existió, y que excluía a quien no podía adaptarse a dicha

referencia antes de llegar a la adolescencia; la obediencia incondicional al profesorado; y el

currículum oculto, en función del cual se definían los papeles de profesor, de alumno, de

compañero, y algunas normas no explícitas de respuesta a los conflictos, basadas en el

dominio y en la sumisión, que entraban en contradicción con los valores que la escuela

pretendía construir (Díaz-Aguado 2005).

1.3 Perspectivas sobre la violencia

La OMS define la violencia como el uso deliberado de la fuerza física o el poder, que

causa o tiene muchas probabilidades de causar lesiones contra uno mismo, otra persona, un

grupo o comunidad. La definición abarca tanto la amenaza e intimidación como la acción

efectiva, la violencia interpersonal, el comportamiento suicida, los conflictos armados.

Destaca que sus consecuencias pueden ser la muerte, las lesiones, los daños psíquicos,

las privaciones y deficiencias del desarrollo que comprometen el bienestar de los

individuos, las familias y las comunidades (OMS 2002: 3). Esta definición tiene

importancia como marco para la identificación de la violencia en el ámbito escolar. Fue la


presencia de hechos violentos en las escuelas, particularmente aquellos que tomaron forma

de dramáticos incidentes y dispararon la atención pública, lo que, en buena medida, llevó al

Estado y otras organizaciones a iniciar procesos de reflexión sobre la violencia escolar y las

experiencias de intervención. La violencia es un fenómeno multifacético, relacionado con

causas concretas.

Las distintas formas de violencia son fuentes de daños o sufrimiento, cualquiera que sea

el tipo de sociedad y cultura en que viva la persona y cualquiera que sean sus características

individuales. El grado de tolerancia frente a las distintas manifestaciones del daño puede

variar de una persona a otra y de una cultura a otra, pero hay experiencias comunes de

opresión, sufrimiento y alienación que afectan a todos los seres humanos por igual.

Cualquier forma de violencia constituye una violación de los derechos humanos.

La violencia impide el desarrollo integral de la población estudiantil afectando sus

posibilidades de éxito escolar (Plan Nacional contra la Violencia, Ministerio de Educación,

Costa Rica). Mac Gregor y Rubio, citados por Thoumi (1995), definen la violencia como

“una presión ejercida por los seres humanos sobre otros seres humanos, de la que resulta la

disminución en los agredidos de sus posibilidades de realización personal”.

La violencia adquiere muchas formas y se relaciona con las modalidades de ejercicio

del poder. El macrocontexto se apoya en tres formas de poder estrechamente relacionadas:

1) el poder de destruir, 2) el poder de producir e intercambiar y 3) el poder de integrar, que

crea relaciones basadas en la solidaridad y la legitimidad.

La delincuencia juvenil es un fenómeno social que es importante en nuestra

sociedad, ya que es un problema criminológico que se da desde hace siglos, para definir lo
que es la delincuencia juvenil, es problemático ya que algunos países lo clasifican en un

código penal otros se encuentran en leyes a fondo. Como principales conceptos tenemos

delincuencia y juvenil.

Jesús Morant, nos dice acerca de la delincuencia;

Que la delincuencia es un fenómeno específico y agudo de desviación e

inadaptación. En este sentido, se ha dicho que “delincuencia es la conducta

resultante del fracaso del individuo en adaptarse a las demandas de la sociedad en

que vive”, definición que realmente significa todo y nada, en cuanto cabe

preguntarse si se refiere a todas las demandas y, si a unas cuantas, cuales, y si

realmente puede esperarse que toda persona, sea menos o adulta, se adapte, sin más,

a las demandas de una sociedad dada. (Morant, Jesús, 2017, pág. 02)

En este tema se relacionan dos escuelas, la escuela clásica del derecho penal y el

positivismo psicobiológico, esto considera que la delincuencia es una realidad que se vive

desde hace muchos años, siglo por siglo, algunos criminólogos piensan que en mayor

incidencia o mayor criminalidad es por el tipo de sociedad en el que se vive y es un reflejo

de las características de la misma.

Herrero Herrero (1997), define la delincuencia “como el fenómeno social

constituido por el conjunto de las infracciones, contra las normas fundamentales de

convivencia, producidas en un tiempo y lugar determinados” (pág. 225)

Ahora bien, continuamos con el concepto de delincuencia juvenil, pero si no antes

mencionar cuando es que llega hacer delincuencia juvenil, etimológicamente diría que se
relaciona con la juventud, pero di lo relacionamos con un termino relacionado con la

Criminologia, diríamos que es un delito cometido por un menor de edad.

Garrido Genovés (1986), define “el delincuente juvenil como una figura cultural,

porque su definición y tratamiento legal responde a distintos factores en distintas naciones,

reflejando una mezcla de conceptos psicológicos y legales” (pág. 11).

El perfil del delincuente juvenil, para empezar, es importante resaltar los aspectos

cognitivos interpersonales en el carácter del delincuente, la mayoría de los estudios señalan

una serie de conductas o factores individuales o biográficos que caracterizan al delincuente

juvenil, los cuales son los siguientes:

- Impulsivo

- Ser protagonista

- Fracaso escolar

- Consumidor de drogas

- Baja autoestima

- Familia disfuncional

- Clase baja

- Falto de afectividad

- Agresivo

- Sin habilidades sociales

- Poco equilibrio emocional

- Inadaptado

La pretensión es revisar conceptualmente unas teorías a partir de unas categorías que se

darán a conocer más adelante y que permitirán tener unos referentes conceptuales desde
diversos puntos de vista criminológico con el objetivo de indagar por los marcos

conceptuales que se trabajan en las investigaciones relacionadas con el riesgo en el ámbito

escolar.

En mucho de los casos que se presentan, se tratan de menores que viven en la calle, en

una situación en el que se encuentran en completo abandono, y a su edad acumulan graves

frustraciones, rencores y esto recae en la sociedad.

Los investigadores, criminólogos, recalcan que la delincuencia juvenil se puede llegar

también en diferentes clases sociales y que unos de los factores importantes son que

cualquiera puede ser delincuente.

West, D.J.(1979), “en un estudio realizado en 1964 sobre 1000 estudiantes de la escuela

superior de Ohio, confirmo que no existía ninguna relación importante entre la incidencia

de la delincuencia confesada y la categoría socio-económica”. (pág. 56)

Así que técnicamente el delincuente juvenil es aquella persona que no posee la mayoría

de edad penal y que comete un hecho que esta castigado por la leyes que rigen un estado,

por lo tanto el delincuente juvenil, depende de muchos factores ya sea el económico,

geográfico, emocional y psicológico, y que llegue a cometer diferentes delitos, por la

acción de odio, necesidad hacia la sociedad.

Riesgo en el ámbito escolar

Se destacan los riesgos asociados a la desprotección y sus

consecuencias. Enfatiza que no es lo mismo aprender a vivir en situaciones que están en

peligro de supervivencia permanente por

privaciones (pobreza extrema) o por condiciones de violencia manifiesta, que aprender a


vivir en un ambiente seguro, lleno de riqueza

emocionalmente estimulante. Este aprendizaje adaptativo se desarrolla sin estar

necesariamente mediado por un proceso pedagógico calculado y sin necesidad de que el

individuo tenga una conciencia clara de por qué se comporta de determinada manera en

determinadas circunstancias.

Beck, que acuñó el nombre de sociedad de riesgo, observa que ésta emerge como

consecuencia de los procesos de modernización, en los que “los peligros decididos y

producidos socialmente sobrepasan la seguridad…”.

Un importante señalamiento de Beck es que esta dinámica genera la necesidad de

los individuos de apoyarse más en sus capacidades personales y depender menos de

las instituciones, así como el impacto diferencial que produce la brecha social. “La

riqueza se acumula en los estratos más altos, mientras que los riesgos se acumulan

en los más bajos” (1998)

Del análisis de los factores protectores, encontramos que un mismo factor

puede ser riesgoso y/o protector - por el desarrollo de nuevas actitudes y

habilidades - dependiendo de la adaptabilidad.

Por esta razón, la capacidad de reducir el impacto negativo

se crea al comprender el significado más amplio del peligro

, al haber estado expuesto gradualmente a este tipo de situaciones con la capacidad de

responder de manera efectiva, con el apoyo necesario, aprendiendo a desarrollar una

retroalimentación no destructiva. y obtener de adultos significativos modelos apropiados

para desarrollar respuestas en la resolución de problemas es parte de la humanidad futura.


Los circuitos de riesgo y el riesgo estructural

Se ha establecido que en la adolescencia y juventud los comportamientos

específicos que favorecen los daños de la salud se encuentran interrelacionados

estableciéndose circuitos de riesgo.

Como componentes de pobreza se hallan presentes factores de inseguridad

deficiencias en su relación familiar y asimilación de valores vigentes en su medio como la

consecución de dinero fácil y los comportamientos violentos como manera de relacionarse

entre las personas entre otros; los valores como la honestidad la resolución no violenta de

los conflictos la tolerancia o la ternura se alejan así de la realidad de un gran sector de la

niñez.

Se observa que en los factores asociados a la delincuencia juvenil se encuentra una

relación inversa entre ingresos familiares frecuencia de arrestos de jóvenes y abandono del

sistema escolar. Weinstein (1992) señala que “existen ciertos circuitos de riesgo y el joven

que ha ingresado a uno de ellos va adicionando vulnerabilidades de distinto origen”.

Éstos y otros antecedentes nos han llevado a identificar el riesgo estructural para la

comprensión del comportamiento de riesgo y violencia . Las conductas riesgosas

individuales tienen una dinámica y origen más diversos cuando se producen en estos

contextos de riesgo estructural que cuando se producen en contextos de ventaja y

oportunidad prosocial.

El riesgo estructural parte desde la dinámica psicosocial de la exclusión.

En el riesgo estructural incluimos:


1) la emigración y transculturización juvenil como modalidad de expulsión por falta de

oportunidades;

2) los entornos riesgosos desprotegidos, bélicos, criminalizantes;

3) los territorios donde la identidad positiva del colectivo es denegada socialmente;

4) las carencias de espacios para la incorporación de hailidades y destrezas para la

progresión de la calidad de vida y la incorporación social;

5) la carencia de espacios de expresión y participación juvenil legitimada;

6) la calle como espacio fundamental de socialización y aprendizaje;

7) la percepción social estigmatizada de lo juvenil;

8) la estigmatización de poreza y violencia juvenil como delincuencia;

9) la resocialización en la cárcel;

10) la ausencia de instituciones de protección y desarrollo

Pertenecer a unidades sociales con un alto nivel de violencia no letal

promueve un aumento en la tasa de homicidios de quienes participan en estas

unidades. En cambio, cuantas más personas pertenecientes a las

unidades sociales se consideran susceptibles de tener un control prolongado sobre sus

vidas, menores son las manifestaciones de violencia interpersonal.

Los esfuerzos ineficaces de control y satisfacción

contribuyen a la homogeneidad de la

mortalidad independientemente de la edad de los miembros de estas unidades sociales. En


consecuencia, el número de

muertes de jóvenes es alto.

En la Región Norte se encuentran focos rojos para la trata en las distintas entidades. De

éstas, podemos resaltar que en Baja California, en los municipios de Tijuana, Mexicali,

Tecate y Ensenada la trata tiene fines de explotación sexual; Ensenada y San Quintín son

zonas de riesgo, principalmente para enganche por el turismo recreacional y para el

consumo de comercio sexual. Los usos y costumbres en poblaciones indígenas y personas

migrantes son un factor clave para la vulneración de derechos; en ese sentido, es muy

complicado distinguir una situación que en apariencia es normal, de una que está

directamente vinculada a la trata.

Por ejemplo, es recurrente la venta de personas con fines de explotación sexual por parte de

sus parejas y/o padrotes. Por otro lado, se observó que existe una feminización en el tema

de trata de personas el cual está encasillado en la explotación sexual y prostitución forzada

por los numerosos casos de violencias y feminicidios.

De la misma forma, existen OSCs que observan que éste fenómeno se da más en mujeres

migrantes que en hombres, aunque existe menos indagación en poblaciones masculinas. A

su vez se señala la existencia de poblaciones de mujeres transexuales, quienes se

encuentran en escenarios propicios para la explotación sexual y en ocasiones para la trata.

San Quintín, ha presentado un alto índice de problemáticas relacionadas a las condiciones

laborales de las personas jornaleras que van de otros estados del país y cuya circunstancia

raya en situaciones de explotación y probablemente de trata con fines de trabajo o


servidumbre forzada, situación que se identifica igualmente en Sonora, Sinaloa y Baja

California Sur.

En Nuevo León, el Área Metropolitana de Monterrey y los municipios de Cadereyta

Jiménez, Montemorelos, Linares, Pesquería, Ciénega de Flores y Gral. Zuazua, se

caracterizan por ser lugares con bastante movimiento migratorio, el paso férreo y el

desarrollo urbano son alicientes para esto.

En el estado de Chihuahua, los municipios de Juárez y Chihuahua se caracterizan como

zonas de riesgo para fines de trata por ser lugares con bastante movimiento migratorio y

desarrollo productivo, por ejemplo, las maquilas.

En este estado también existen líneas que vinculan la trata de personas con el feminicidio,

tal como también sucede en Nuevo León y Coahuila. Otra observación detectada, es que en

la región norte ha existido presencia marcada del crimen organizado que capta personas,

generalmente migrantes, para fines delictivos, entre los que destacan la siembra de droga

como lo marcan los casos de Chihuahua, Tamaulipas, Sinaloa, Baja California y Coahuila.

Es importante resaltar que muchas personas en migración interna e internacional se quedan

en ciertos estados de la región norte al ver el desarrollo urbano y evaluar el riesgo que las

políticas migratorias de EE.UU.

El temor de deportación ha provocado que muchas personas mexicanas que llevaban años

viviendo en EE.UU. decidan regresar ante el temor de las redadas y las sanciones a las que

se harían acreedores en caso de ser identificados como personas en situación irregular, por

lo que al regresar a México, en muchas ocasiones, años después de haber partido, les vuelve
muy susceptibles de enganches, engaños, fraudes, falsas promesas de trabajo y captación

para el crimen organizado.

PROBLEMATICAS SOCIALES MULTICAUSALES

Los usos y costumbres en poblaciones indígenas y personas migrantes son un factor clave

para la vulneración de derechos; en ese sentido, es muy complicado distinguir una situación

que en apariencia es normal, de una que está directamente vinculada a la trata. Por ejemplo,

es recurrente la venta de personas con fines de explotación sexual por parte de sus parejas

y/o padrotes. Por otro lado, se observó que existe una feminización en el tema de trata de

personas el cual está encasillado en la explotación sexual y prostitución forzada por los

numerosos casos de violencias y feminicidios. De la misma forma, existen OSCs que

observan que éste fenómeno se da más en mujeres migrantes que en hombres, aunque

existe menos indagación en poblaciones masculinas. A su vez se señala la existencia de

poblaciones de mujeres transexuales, quienes se encuentran en escenarios propicios para la

explotación sexual y en ocasiones para la trata.

REALIDADES EN LA ATENCION, PROTECCION Y PREVENCION DE LA TRATA

DE PERSONAS

Las OSCs en esta región brindan servicios de atención, protección y prevención en la

medida de lo posible. Solamente en Chihuahua existe apoyo por parte del gobierno estatal y

federal en materia de atención jurídica y refugio, sin embargo, sigue presente la

revictimización en todos los estados.

El condicionamiento del apoyo a cambio de la denuncia por parte de las autoridades sigue

siendo una realidad de esta región. Es importante mencionar que en la zona norte existen
apenas 10 espacios para atención a víctimas, entre los que destacan refugios y albergues.

Esto resulta insuficiente, especialmente en medidas de protección para casos vinculados al

crimen organizado.

Asimismo, se indicó que actualmente no existen acciones preventivas por parte de las

instituciones gubernamentales de ningún orden. En el pasado las acciones han sido

desarrolladas por las OSCs en coordinación con organismos gubernamentales

descentralizados de derechos humanos, gobiernos locales y federales que han durado desde

un día hasta algunas semanas, en ocasiones se han realización estrategias de comunicación

a mediano y largo plazo. Se hizo referencia a la Campaña Corazón Azul de Naciones

Unidas, como una estrategia informativa basada en material impreso.

En la región Norte fue constante escuchar que, por parte de las autoridades

gubernamentales prevalece la falta de pericia para identificar situaciones de trata,

desconocimiento respecto al contenido de la ley, burocracia y corrupción, pintando un

panorama árido al momento de evaluar acciones efectivas. La falta de acceso a la justicia

así como de una atención integral para las víctimas es una constante en los casos conocidos.

PREVENCIÓN

La centralización de las acciones preventivas que ha desarrollado el gobierno, en sus

diferentes niveles, no ha permitido que éstas impacten positivamente en la población a nivel

local. Varios esfuerzos preventivos han sido creados desde el conocimiento a distancia de

las realidades locales, lo que no ha permitido su adopción a largo plazo, por lo tanto se van

perdiendo.
Varios recursos económicos se han destinado a campañas preventivas e informativas, sin

embargo éstas han estado enfocadas a cumplir con metas institucionales y no a alertar a la

población de acuerdo a sus realidades cotidianas. Las OSCs no lograron identificar una

campaña que funcione adecuadamente y que sea atemporal, pero a la vez local. Es un reto

crear una campaña consultando a las personas que puedan adoptar dichos esfuerzos como

propios para que se puedan replicar y mejorar.

La mayoría de las OSCs está desarrollando acciones comunitarias para prevenir a la

población con la que trabajan de los riesgos que conlleva la trata. Dichos esfuerzos deben

fortalecerse y no seguir duplicándolos. Sin duda, el tema de prevención requiere la

participación de gobierno, academia, sociedad civil, sector privado, etc. para una adecuada

estrategia a nivel regional, estatal y municipal.

ACCESO A LA JUSTICIA

El desconocimiento específico del fenómeno en el país ha traído como consecuencia la

publicación de una ley en 2012 que confunde la trata de personas con la explotación, dando

espacio a la criminalización de la pobreza a fin de erradicar la trata en el país en vez de

encontrar a las victimas reales y sancionar a los tratantes verdaderos.

Otra barrera al acceso a la justicia tiene que ver con la existencia de variadas zonas de

riesgo por la presencia del crimen organizado y su rol como un fuerte actor en la trata de

personas. Sin embargo, la colusión entre el crimen organizado y las autoridades es lo más

preocupante y lo que pone en mayor riesgo a las víctimas y al personal de las OSCs a la

hora de hacer su trabajo, así como el asegurar el debido acceso a la justicia de las víctimas.
Con respecto a mejorar la implementación del marco legal y sus procedimientos es

indispensable la capacitación del personal de procuración y administración de justicia y que

se logre entender la complejidad del fenómeno.

ATENCIÓN A VÍCTIMAS

Resaltó la necesidad de crear más y mejores espacios para personas en una situación de

explotación y trata, que atiendan la vasta diversidad de poblaciones víctimas. Crear

protocolos de detección temprana de la trata, así como protocolos de identificación de

víctimas es otra necesidad apremiante en México.

La porosidad del marco legal no permite tener claridad con respecto a la identificación de

víctimas. Por ejemplo, no considera el consentimiento libre y pleno que las personas

adultas pueden ejercer para la realización de alguna actividad como puede ser la

pornografía o el trabajo sexual.

Por último, es necesario establecer acciones gubernamentales que brinden atención integral

basada en el desarrollo personal de las víctimas y la adecuada reinserción social con

mejores oportunidades mediante tres elementos básicos:

1. Acompañamiento psicológico de calidad y sin límite de consultas.

2. Espacio de seguridad y protección.

3. Mecanismos de empoderamiento económico.

RECOMENDACIONES

1.- Acompañar a las organizaciones de sociedad civil (OSCs). Las OSCs que defienden los

derechos humanos en México enfrentan un nivel de vulnerabilidad y riesgo institucional


muy alto. Con recursos limitados, estas OSCs tienen retos importantes que impiden la

expansión de programas y servicios, así afectando el alcance de su trabajo.

La filantropía tiene la responsabilidad de proveer oportunidades de fortalecimiento

institucional que respondan a las necesidades de las OSCs como la seguridad física y

digital, condiciones y prestaciones laborales dignas, diversificación de ingresos y el auto-

cuidado, entre otros.

Así se puede contribuir para fortalecer a las OSCs, pero también a un movimiento de

derechos humanos con más impacto. En el caso específico de OSCs trabajando en contra de

la trata de personas se reconoce la necesidad de recibir capacitación sobre el tema, en

específico con relación a la población indígena y la diferencia entre trata, trabajo sexual y

prostitución, así como explotación laboral y trata para trabajo forzoso.

También se recomienda dirigir más recursos a las OSCs que realizan trabajo de campo en

pro de las poblaciones más afectadas por este delito. No sólo para la creación de albergues

o refugios, sino que también de acciones educativas, preventivas y de sensibilización. En

este sentido, es importante seguir apoyando proyectos de OSCs locales que comprenden el

contexto y singularidades de las comunidades.

2.- Apoyar iniciativas que tomen en cuenta las vulnerabilidades especiales de víctimas de la

trata de personas (y no las criminalicen). A lo largo de este informe, se ha destacado que

existen poblaciones en situaciones precarias que son más vulnerables a la trata de personas:

mujeres y niñas, personas migrantes, trabajadores sexuales, la comunidad LGBTTTI y la

población indígena, entre otros. En específico, se destaca la necesidad de observar a detalle

los usos y costumbres de las poblaciones indígenas.


Esto con la finalidad de establecer programas de reeducación y no solo de criminalización

contra sus prácticas. También es necesario implementar acciones que fortalezcan el

desarrollo de las personas en el campo, así como el empoderamiento de las mujeres en

zonas rurales para que, eventualmente, se logre reducir el número de víctimas sometidas a

la trata.

También es importante dirigir esfuerzos a OSCs que desarrollen actividades con población

en situaciones laborales irregulares, es decir, que no están en situaciones de trata pero que

sí se les vulneran varios derechos laborales. En específico poblaciones jornaleras,

trabajadores de maquila y empleadas/os del hogar quienes resultan muy proclives a ser

enganchados con fines de explotación. Esto permitirá identificar mejor los focos rojos para

la trata que existen en el país. Para poder crear respuestas holísticas que respondan a las

necesidades específicas de distintas poblaciones, es importante observar el fenómeno a

nivel regional, estatal y en ocasiones comunitario para poder desarrollar esfuerzos

puntuales que realmente impacten en las comunidades afectadas.

3.- Promover la construcción de alianzas multisectoriales desde la diversidad de temas que

afectan el problema de la trata de personas. Es importante tener una visión más holística

sobre la trata de personas. Se debe reconocer que la trata de personas no sucede dentro de

un vacío, sino que existe dentro de una red de diversos fenómenos complejos como la

migración, el crimen organizado, la explotación laboral y la violencia de género entre otros.

Asimismo, es importante subrayar que la trata de personas no solamente está destinada a la

explotación sexual, sino a otros tipos de explotación que ya han sido descritos en este

informe. Cuando se logre tener esta visión más holística, la lógica de aliarse con otros

actores y movimientos tiene mucho sentido.


Asimismo, el actual contexto e incertidumbre socio-político, hace más evidente la

necesidad de trabajar en coalición y actuar colectivamente. La agenda anti-trata necesita el

apoyo y recursos de otras agendas de derechos humanos. En particular, hay una fuerte

necesidad aliarse con el movimiento de derechos laborales. Si bien sabemos que la trata de

personas es la forma más extrema de explotación laboral, hay que fomentar colaboración y

apoyo mutuo entre estas dos agendas.

Finalmente, es indispensable recalcar que cada actor, desde el sector que le corresponda,

intervenga y participe activamente y de forma articulada a modo de reducir la

naturalización del fenómeno.

4.- Promover acciones con perspectiva de derechos humanos y de género. Los derechos

humanos se ven sumamente violados cuando se presenta una situación de trata. Por tal

motivo, es necesario ver el tema desde una visión de promoción y defensa de los derechos

humanos y no desde una perspectiva asistencial.

Sí bien la asistencia es un paso muy importante para restablecer a las personas que han sido

víctimas, es mucho más importante prevenir que las personas no lleguen a éste punto.

Apoyar esfuerzos con perspectiva de género también es indispensable. Es importante

realizar acciones preventivas que no estén enfocadas únicamente en las víctimas mujeres,

adolescentes, niñas y niños, sino a la población en general.

Todas y todos pueden ser víctimas, sin embargo se ha querido estereotipar a la población

que sufre del delito. La violencia de género es la primer puerta de acceso a una situación de

trata, se necesitan más esfuerzos enfocados a la reeducación para el conocimiento más

profundo de los derechos humanos, no sólo respecto a educar a los hombres como
consumistas de mujeres; sino a mujeres para que estas conozcan sus derechos y se

empoderen a través de estos para gradualmente cambiar la realidad en la viven.

Unidad Especializada en Investigación de Tráfico de Menores, Personas y Órganos

Unidad Especializada en Investigación de Tráfico de Menores, Personas y Órganos de la

Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada

Tráfico de menores

El delito de tráfico de menores, en un plano internacional (Protocolo para prevenir, reprimir

y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, que complementa la

Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional), se

considera como una de las formas de trata de personas, ya que se utiliza a los menores para

ser explotados laboralmente, en la mendicidad o sexualmente.

Sin embargo, en nuestra legislación penal (Código Penal Federal), no está considerado el

tráfico de menores como una de las formas de trata de personas, si no, como el traslado o

entrega de un menor en territorio nacional por alguna persona o familiar, o la entrega del

mismo fuera de éste. En ese sentido, se configura el delito de tráfico de menores al

momento en que una persona (familiar sin límite de grado o no) entrega al menor a otra

persona, sin que haya una autorización judicial derivado de un debido proceso, con o sin la

intención de que quien haya recibido al menor lo integre a su núcleo familiar.

Actualmente en la Procuraduría General de la República, se cuenta con la Unidad

Especializada en Investigación de Tráfico de Menores, Personas y Órganos de la

Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada quien se


encarga de investigar este delito cuando hay participación de integrantes de la delincuencia

organizada en la comisión de dicho delito.

Otra institución que en conjunto con organismos internacionales, tiene como finalidad la

búsqueda de menores en esta situación, es la INTERPOL - México, quien a través de la

activación de la “Alerta Amber”, envía alerta a nivel internacional a efecto de poder dar con

la ubicación del menor.

Aspecto Jurídico

El Código Penal federal en sus artículos 366 Ter y 366 Quater, tipifican este delito de la

siguiente manera:

Artículo 366 Ter.- Comete el delito de tráfico de menores, quien traslade a un menor de

dieciséis años de edad o lo entregue a un tercero, de manera ilícita, fuera del territorio

nacional, con el propósito de obtener un beneficio económico indebido por el traslado o la

entrega del menor.

Cometen el delito a que se refiere el párrafo anterior:

I. Quienes ejerzan la patria potestad o custodia sobre el menor, aunque no haya sido

declarada, cuando realicen materialmente el traslado o la entrega o por haber otorgado su

consentimiento para ello;

II. Los ascendientes sin límite de grado, los parientes colaterales y por afinidad hasta el

cuarto grado, así como cualquier tercero que no tenga parentesco con el menor. Se

entenderá que las personas a que se refiere el párrafo anterior actúan de manera ilícita

cuando tengan conocimiento de que:


a) Quienes ejerzan la patria potestad o la custodia del menor no han otorgado su

consentimiento expreso para el traslado o la entrega, o b) Quienes ejerzan la patria potestad

o la custodia del menor obtendrán un beneficio económico indebido por el traslado o la

entrega.

III. La persona o personas que reciban al menor.

A quienes cometan el delito a que se refiere el presente artículo se les impondrá una pena

de tres a diez años de prisión y de cuatrocientos a mil días multa. Además de las

sanciones señaladas en el párrafo anterior, se privará de los derechos de patria potestad,

tutela o custodia a quienes, en su caso, teniendo el ejercicio de éstos cometan el delito a que

se refiere el presente artículo.

Se aplicarán hasta las dos terceras partes de las penas a las que se refiere este artículo,

cuando el traslado o entrega del menor se realicen en territorio nacional.

Artículo 366 Quáter.- Las penas a que se refiere el artículo anterior se reducirán en una

mitad cuando:

I. El traslado o entrega del menor se realice sin el propósito de obtener un beneficio

económico indebido, o

II. La persona que reciba al menor tenga el propósito de incorporarlo a su núcleo familiar.

 Se impondrán las penas a que se refiere este artículo al padre o madre de un menor de

dieciséis años que de manera ilícita o sin el consentimiento de quien o quienes ejerzan la

patria potestad o la custodia del menor, sin el propósito de obtener un lucro indebido, lo

trasladen fuera del territorio nacional con el fin de cambiar su residencia habitual o impedir

a la madre o padre, según sea el caso, convivir con el menor o visitarlo. Además, se privará
de los derechos de patria potestad, tutela o custodia a quienes, en su caso, teniendo el

ejercicio de éstos cometan el delito a que se refiere el presente artículo. En los casos a que

se refiere este artículo, el delito se perseguirá a petición de parte ofendida.

Tráfico de órganos

El tráfico de órganos consiste en la venta, donación y transporte de órganos con el fin de

obtener un beneficio económico, ya sea que el pago sea realizado por la persona a quien se

le realizará el trasplante o el beneficio que se obtenga por parte de miembros de la

organizaciones delictivas que estén bien estructuradas para la obtención ilegal de los

órganos que serán vendidos a hospitales o médicos que realizan los trasplantes

clandestinamente. Es por ello que esta actividad es ilegal en gran parte del mundo.

Es por tal razón que referirse al tráfico de órganos o tejidos de seres humanos, implicaría

referirse a toda una organización bien estructurada con la capacidad de mantener una

tecnología médica de punta y contar con el personal médico adecuadamente capacitado

para realizar dichas operaciones. De los datos proporcionados por la Secretaría de Salud a

través de la Dirección de Informática y procreación de órganos y tejidos, se sabe que no ha

podido constatar fehacientemente la realización delictiva del tráfico de órganos.

En ese sentido, la Ley General de Salud, en su artículo 314, fracción X, nos da una

definición de órgano, siendo de la siguiente manera: "Para efectos de este título se entiende

por: Órgano, a la entidad morfológica compuesta por la agrupación de tejidos diferentes,

que mantiene de modo autónomo su estructura, vascularización y capacidad de desarrollar

funciones fisiológicas."

Aspecto Jurídico
 Al respecto, el tráfico de órganos lo prohíbe la Ley General de Salud en su artículo 327, al

hacer mención de que está totalmente prohibido el comercio de órganos y para el caso de

que sea una donación, esta debe ser con fines altruistas. La tipificación de dicho ilícito, lo

encontramos establecida en los artículos 461 y 462 de la misma Ley, de la manera

siguiente:

Artículo 461.- Al que traslade o realice actos tendientes a trasladar fuera del territorio

nacional, órganos, tejidos y sus componentes de seres humanos vivos o de cadáveres, sin

permiso de la Secretaría de Salud, se le impondrá prisión de cuatro a quince años y

multa por el equivalente de trescientos a setecientos días de salario mínimo general

vigente en la zona económica de que se trate.

Igual sanción se aplicará al que traslade o realice actos tendientes a trasladar fuera del

territorio nacional tejidos de seres humanos que puedan ser fuente de material genético

(ácido desoxirribonucleico) para estudios genómicos poblacionales en contravención de los

artículos 317 Bis y 317 Bis 1 de esta Ley.

Si el responsable es un profesional, técnico o auxiliar de las disciplinas para la salud, a la

pena anterior se añadirá suspensión en el ejercicio de su profesión u oficio hasta por siete

años. 

Artículo 462. Se impondrán de seis a diecisiete años de prisión y multa por el

equivalente de ocho mil a diecisiete mil días de salario mínimo general vigente en la

zona económica de que se trate:

I. Al que ilícitamente obtenga, conserve, utilice, prepare o suministre órganos, tejidos y sus

componentes, cadáveres o fetos de seres humanos;


IV. A los que promuevan, favorezcan, faciliten o publiciten la obtención o la procuración

ilegal de órganos, tejidos y células o el trasplante de los mismos;

V. Al receptor del órgano que consienta la realización del trasplante conociendo su origen

ilícito.

Trata de personas

En los términos de la definición del Protocolo de Palermo, la trata de personas implica,

además de la captación de las víctimas, su traslado, la privación parcial o total de su

libertad de movimiento y su explotación. Cada una de estas acciones puede adoptar

múltiples formas, violentas o sutiles, que generalmente, constituyen cadenas de delitos que

se van acumulando, entre los cuales es fácil perderse o invisibilizar para la sociedad el

delito central, pero también para las autoridades que lo persiguen y sancionan.

El mismo Protocolo considera, entre las formas de explotación como finalidad de la Trata

de Personas "los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la

esclavitud", que muchos confunden con meros problemas de derecho laboral, como meras

relaciones laborales viciadas y abusivas que deben ser conocidos por autoridades del

trabajo, sin darse cuenta que bajo este manto en realidad se esconden violaciones a los

derechos humanos y sometimiento a través de prácticas que cosifican y denigran a la

personas.

Históricamente, nuestro país es y ha sido territorio de origen, tránsito y destino de flujos de

migrantes regulares e irregulares. Esta última situación a la que recurren sobre todo

personas en situación de alta vulnerabilidad, incrementa de manera importante esta


condición, sobre todo para mujeres, niñas, niños y adolescentes, para quedar aún más

expuestas a ser víctimas de trata, principalmente con fines de explotación sexual y laboral.

México es el segundo país que más víctimas de trata provee a Estados Unidos y el principal

consumidor mundial de personas en situación de Trata con cualquier fin; más de 30 mil

menores, son víctimas de Trata con fines de explotación sexual, 80 por ciento de ellos entre

10 y 14 años de edad. En el aspecto laboral hay 3.6 millones de personas entre 5 y 17 años,

31 por ciento menores de 14 que en diversos sectores son explotados y obligados a realizar

trabajos peligrosos para su seguridad, su salud y su moral.

En términos del acuerdo A/219/12 del C. Procurador General de la República, se creó la

Coordinación General para la Investigación y Persecución de los Delitos en Materia de

Trata de Personas con el propósito de ser la instancia responsable de la investigación y

persecución de los delitos de trata de personas cuando sean cometidos por la delincuencia

organizada.  

Aspecto Jurídico

El capítulo II de la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia

de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos

especifica en su artículo 10: "Toda acción u omisión dolosa de una o varias personas para

captar, enganchar, transportar, transferir, retener, entregar, recibir o alojar a una o varias

personas con fines de explotación se le impondrá de 5 a 15 años de prisión y de un mil a

veinte mil días multa, sin perjuicio de las sanciones que correspondan para cada uno de los

delitos cometidos, previstos y sancionados en esta Ley y en los códigos penales

correspondientes."
Se entenderá por explotación de una persona a:

I. La esclavitud, de conformidad con el artículo 11 de la presente Ley;

II. La condición de siervo, de conformidad con el artículo 12 de la presente Ley;

III. La prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, en los términos de los

artículos 13 a 20 de la presente Ley;

IV. La explotación laboral, en los términos del artículo 21 de la presente Ley;

V. El trabajo o servicios forzados, en los términos del artículo 22 de la presente Ley;

VI. La mendicidad forzosa, en los términos del artículo 24 de la presente Ley;

VII. La utilización de personas menores de dieciocho años en actividades delictivas, en los

términos del artículo 25 de la presente Ley;

VIII. La adopción ilegal de persona menor de dieciocho años, en los términos de los

artículos 26 y 27 de la presente Ley;

IX. El matrimonio forzoso o servil, en los términos del artículo 28 de la presente Ley, así

como la situación prevista en el artículo 29;

X. Tráfico de órganos, tejidos y células de seres humanos vivos, en los términos del artículo

30 de la presente Ley; y

XI. Experimentación biomédica ilícita en seres humanos, en los términos del artículo 31 de

la presente Ley.

Artículo 11 .A quien tenga o mantenga a otra persona en una situación de esclavitud, será

sancionado con pena de 15 a 30 años prisión y de un mil a 20 mil días multa


Se entiende por esclavitud el dominio de una persona sobre otra, dejándola sin

capacidad de disponer libremente de su propia persona ni de sus bienes y se ejerciten

sobre ella, de hecho, atributos del derecho de propiedad.

Artículo 12. A quien tenga o mantenga a una persona en condición de siervo será

sancionado con pena de 5 a 10 años de prisión y de un mil a 20 mil días multa.

Tiene condición de siervo:

I. Por deudas: La condición que resulta para una persona del hecho de que un deudor se

haya comprometido a prestar sus servicios personales, o los de alguien sobre quien ejerce

autoridad, como garantía de una deuda, si los servicios prestados, equitativamente

valorados, no se aplican al pago de la deuda, o si no se limita su duración ni se define la

naturaleza de dichos servicios.

II. Por gleba: Es siervo por gleba aquel que:

a) Se le impide cambiar su condición a vivir o a trabajar sobre una tierra que pertenece a

otra persona;

b) Se le obliga a prestar servicios, remunerados o no, sin que pueda abandonar la tierra que

pertenece a otra persona;

c) Ejerza derechos de propiedad de una tierra que implique también derechos sobre

personas que no puedan abandonar dicho predio.

Artículo 13. Será sancionado con pena de 15 a 30 años de prisión y de un mil a 30 mil días

multa, al que se beneficie de la explotación de una o más personas a través de la


prostitución, la pornografía, las exhibiciones públicas o privadas de orden sexual, el

turismo sexual o cualquier otra actividad sexual remunerada mediante:

I. El engaño;

II. La violencia física o moral;

III. El abuso de poder;

IV. El aprovechamiento de una situación de vulnerabilidad;

V. Daño grave o amenaza de daño grave; o

VI. La amenaza de denunciarle ante autoridades respecto a su situación migratoria en el

país o cualquier otro abuso de la utilización de la ley o procedimientos legales, que

provoque que el sujeto pasivo se someta a las exigencias del activo.

Tratándose de personas menores de edad o personas que no tiene la capacidad de

comprender el significado del hecho no se requerirá la comprobación de los medios a los

que hace referencia el presente artículo.

Artículo 14. Será sancionado con pena de 10 a 15 años de prisión y de un mil a 30 mil días

multa, al que someta a una persona o se beneficie de someter a una persona para que

realice actos pornográficos, o produzca o se beneficie de la producción de material

pornográfico, o engañe o participe en engañar a una persona para prestar servicios sexuales

o realizar actos pornográficos.

Artículo 15. Será sancionado con pena de 5 a 15 años de prisión y de un mil a 30 mil días

multa, al que se beneficie económicamente de la explotación de una persona mediante el

comercio, distribución, exposición, circulación u oferta de libros, revistas, escritos,


grabaciones, filmes, fotografías, anuncios impresos, imágenes u objetos, de carácter lascivo

o sexual, reales o simulados, sea de manera física, o a través de cualquier medio.

No se sancionará a quien incurra en estas conductas con material que signifique o tenga

como fin la divulgación científica, artística o técnica, o en su caso, la educación sexual o

reproductiva. En caso de duda sobre la naturaleza de este material, el juez solicitará

dictamen de peritos para evaluar la conducta en cuestión.

Artículo 16. Se impondrá pena de 15 a 30 años de prisión y de 2 mil a 60 mil días multa, así

como el decomiso de los objetos, instrumentos y productos del delito, incluyendo la

destrucción de los materiales resultantes, al que procure, promueva, obligue, publicite,

gestione, facilite o induzca, por cualquier medio, a una persona menor de dieciocho años de

edad, o que no tenga la capacidad de comprender el significado del hecho, o no tenga

capacidad de resistir la conducta, a realizar actos sexuales o de exhibicionismo corporal,

con fines sexuales, reales o simulados, con el objeto de producir material a través de video

grabarlas, audio grabarlas, fotografiarlas, filmarlos, exhibirlos o describirlos a través de

anuncios impresos, sistemas de cómputo, electrónicos o sucedáneos, y se beneficie

económicamente de la explotación de la persona.

Si se hiciere uso de la fuerza, el engaño, la violencia física o psicológica, la coerción, el

abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad, las adicciones, una posición jerárquica

o de confianza, o la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el

consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra o cualquier otra circunstancia

que disminuya o elimine la voluntad de la víctima para resistirse, la pena prevista en el

párrafo anterior se aumentará en una mitad.


Se impondrán las mismas sanciones previstas en el primer párrafo del presente artículo, a

quien financie, elabore, reproduzca, almacene, distribuya, comercialice, arriende, exponga,

publicite, difunda, adquiera, intercambie o comparta, por cualquier medio, el material a que

se refieren las conductas anteriores.

Artículo 17. Se impondrá pena de 5 a 15 años de prisión y de un mil a 20 mil días multa al

que almacene, adquiera o arriende para sí o para un tercero, el material a que se refiere el

artículo anterior, sin fines de comercialización o distribución

Artículo 18. Se impondrá pena de 15 a 25 años de prisión y e un mil a 20 mil días multa, al

que promueva, publicite, invite, facilite o gestione por cualquier medio a queuna o más

personas viajen al interior o exterior del territorio nacional con la finalidad de que

realicen cualquier tipo de actos sexuales, reales o simulados, con una o varias personas

menores de dieciocho años de edad, o con una o varias personas que no tienen capacidad

para comprender el significado del hecho o con una o varias personas que no tienen

capacidad para resistirlo, y se beneficie económicamente de ello

Artículo 19. Será sancionado con pena de 5 a 10 años de prisión y de 4 mil a 30 mil días

multa, el que contrate a una persona u oferte un trabajo distinto a los servicios sexuales y la

induzca a realizarlos, bajo engaño en cualquiera de las siguientes circunstancias:

I. Que el acuerdo o contrato comprende la prestación de servicios sexuales; o

II. La naturaleza, frecuencia y condiciones especificas; o

III. La medida en que la persona tendrá libertad para abandonar el lugar o la zona a cambio

de la realización de esas prácticas; o


IV. La medida en que la persona tendrá libertad para dejar el trabajo a cambio de la

realización de esas prácticas; o

V. La medida en que la persona tendrá posibilidad de salir de su lugar de residencia a

cambio de la realización de esas prácticas; o

VI. Si se alega que la persona ha contraído o contraerá una deuda en relación con el

acuerdo: el monto, o la existencia de la suma adeudada o supuestamente adeudada.

Artículo 20. Será sancionado con pena de 5 a 10 años de prisión y de 4 mil a 30 mil días

multa, el que, obteniendo beneficio económico para sí o para un tercero, contrate aun sea

lícitamente, a otra para la prestación de servicios sexuales en las circunstancias de las

fracciones II al VI del artículo anterior.

Artículo 21. Será sancionado con pena de 3 a 10 años de prisión, y de 5 mil a 50 mil días

multa, quien explote laboralmente a una o más personas. Existe explotación laboral cuando

una persona obtiene, directa o indirectamente, beneficio injustificable, económico o de otra

índole, de manera ilícita, mediante el trabajo ajeno, sometiendo a la persona a prácticas que

atenten contra su dignidad, tales como:

I. Condiciones peligrosas o insalubres, sin las protecciones necesarias de acuerdo a la

legislación laboral o las normas existentes para el desarrollo de una actividad o industria;

II. Existencia de una manifiesta desproporción entre la cantidad de trabajo realizado y el

pago efectuado por ello, o

III. Salario por debajo de lo legalmente establecido.


Artículo 22. Será sancionado con pena de 10 a 20 años de prisión, y de 5 mil a 50 mil días

multa, quien tenga o mantenga a una persona en trabajos forzados.

Hay trabajo forzado cuando el mismo se obtiene mediante:

I. Uso de la fuerza, la amenaza de la fuerza, coerción física, o amenazas de coerción física a

esa persona o a otra persona, o bien utilizando la fuerza o la amenaza de la fuerza de una

organización criminal;

II. Daño grave o amenaza de daño grave a esa persona que la ponga en condiciones de

vulnerabilidad;

III. El abuso o amenaza de la denuncia ante las autoridades de su situación migratoria

irregular en el país o de cualquier otro abuso en la utilización de la ley o proceso legal, que

provoca que el sujeto pasivo se someta a condiciones injustas o que atenten contra su

dignidad.

Artículo 23. No se considerará que hay trabajo o servicio forzado, ni explotación laboral,

cuando:

I. Se exija en virtud de las leyes sobre el servicio militar obligatorio;

II. Forme parte de las obligaciones cívicas normales de los ciudadanos hacia la Federación,

el Distrito Federal o sus demarcaciones territoriales, los estados o municipios;

III. Se exija a una persona en virtud de una condena pronunciada por sentencia judicial, o

en los términos del Artículo 21 Constitucional como trabajo a favor de la comunidad, a

condición de que este trabajo o servicio se realice bajo la vigilancia y control de las
autoridades públicas, y que dicha persona no sea cedida o puesta a disposición de

particulares, compañías o personas jurídicas de carácter privado;

IV. Los trabajos sean voluntarios y realizados por integrantes de una comunidad en

beneficio directo de la misma y, por consiguiente pueden considerarse como obligaciones

cívicas normales que incumben a los miembros de la comunidad local, nacional o a una

organización internacional, a grupos o asociaciones de la sociedad civil e instituciones de

beneficencia pública o privada.

Artículo 24. Será sancionado con prisión de 4 a 9 años y de 500 a 20 mil días multa, a quien

utilice a una persona para realizar actos de mendicidad.Se entiende por explotación de la

mendicidad ajena, obtener un beneficio al obligar a una persona a pedir limosna o caridad

contra su voluntad, recurriendo a la amenaza de daño grave, un daño grave o al uso de la

fuerza u otras formas de coacción, o el engaño. Si se utiliza con los fines del párrafo

primero de este artículo a personas menores de dieciocho años, mayores de setenta, mujeres

embarazadas, personas con lesiones, enfermedades o discapacidad física o psicológica, se

impondrá pena de 9 a 15 años de prisión y de un mil a 25 mil días multa. 

Artículo 25. Será sancionado con pena de 10 a 20 años de prisión y de un mil a 20 mil días

multa, a quien utilice a personas menores de dieciocho años en cualquiera de las

actividades delictivas señaladas en el artículo 2o de la Ley Federal contra la Delincuencia

Organizada.

Artículo 26. Se impondrá pena de 20 a 40 años de prisión y de 2 mil a 20 mil días multa, al

padre, madre, tutor o persona que tiene autoridad sobre quien se ejerce la conducta que
entregue o reciba de forma ilegal, ilícita, irregular o incluso mediante adopción, a una

persona menor de dieciocho años con el fin de abusar o explotar de ella sexualmente o

cualquiera de las formas de explotación a que se refiere el artículo 10 de la presente Ley.

Pornografía infantil

La Procuraduría General de la República pretende hacer que la sociedad tome conciencia

de que cualquier abuso en los derechos de los infantes, en especial la explotación comercial

a través de la pornografía, la cual limita su sano desarrollo personal y psico-social, es un

acto criminal, razón por la cual los esfuerzos de esta Institución van encaminados para

hacer un frente común a nivel nacional en la prevención, investigación, persecución,

combate y sanción a la prostitución y pornografía infantil.

La prostitución y la corrupción de niños han trascendido en masa al crimen organizado. El

Código Penal Federal establece el delito de pornografía infantil para proteger el bien

jurídico, en concordancia con el espíritu constitucional en su artículo 3o, que prodiga a la

niñez la educación básica para su sano desarrollo, desenvolvimiento físico, psíquico,

intelectual; aunque falte mucho por hacer en materia legislativa

México través de la Procuraduría General de la República, es miembro de la Alianza

Global Contra el Abuso Sexual de Niños en Internet. Esta Alianza, tiene su origen en la

Reunión del Consejo de Justicia y Asuntos Internos, llevada a cabo en Copenhagen,

Dinamarca entre la Unión Europea y el Gobierno de Estados Unidos de América el 21 de

junio de 2012 en el que ambos gobiernos hicieron un llamado a los gobiernos alrededor del

mundo para participar en la creación de una Alianza Global en contra del abuso sexual de

niños en internet. La iniciativa se enfoca en unir a los poderes de decisión a nivel mundial
para identificar y asistir de mejor manera a las víctimas de este delito y castigar a quienes lo

cometan

La Alianza Global se concretó, el 5 de diciembre de 2012 en Bruselas, Bélgica entre

Ministros de Justicia y del Interior de cuarenta y ocho países, los veintisiete países

miembros de la Unión Europea y veintiún países más ( Austria, Bélgica, Bulgaria, Cipria,

República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría,

Irlanda, Italia, Latvia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia Portugal,

Rumania, Eslovaquia, Eslovenia, España, Suecia, Reino Unido, Albania, Australia,

Cambodia, Croacia, Georgia, Ghana, Japón, Maldova, Montenegro, Nueva Zelanda,

Nigeria, Noruega, Las Filipinas, Serbia, República de Corea, Tailandia, Turquía, Ucrania,

Estados Unidos y Vietnam

La Alianza Global, es un proyecto de lucha mundial contra los abusos sexuales a menores

en internet, para mejorar la persecución contra los pederastas. Busca aumentar los esfuerzos

a nivel internacional para identificar a las víctimas de pornografía infantil en la RED y

garantizar que se les preste asistencia, apoyo y protección e impedir sobretodo que sufran

nuevos abusos, además de reducir el acceso a la pornografía infantil y los contenidos de

esta naturaleza disponibles en la web.

Se espera recabar la colaboración de terceros países para mejorar la sensibilización de la

opinión pública y los padres sobre los riesgos que implica la utilización de internet,

incluido el riesgo de subir fotografías tomadas por los propios menores para sus redes

sociales, bajo engaños de su interlocutor, precisamente para reducir los contenidos de

pornografía infantil que circulan en la web.


Panorama jurídico internacional

La Organización de las Naciones Unidas ha sido pionera en materia de Derechos del Niño;

algunos instrumentos jurídicos internacionales son los siguientes:

- Convenio Internacional del 20 de noviembre de 1989.

- Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño, en este instrumento

internacional han participado un promedio de 85 países incluyéndose México, quien

intervino el 7 de septiembre de 2000.

- Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Trasnacional,

abierta a la firma de los Estados del 12 al 15 de diciembre de 2000 en Palermo, Italia.

- Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres

y niños.

- "Congreso Mundial contra la Explotación Sexual de Personas Menores de edad con fines

Comerciales".

- Seminario Internacional sobre "Violencia y explotación sexual comercial contra niños y

niñas en América Latina y el Caribe".

- En el marco de este seminario se señaló que en América Latina, cerca de la mitad de los

niños y niñas desertan del sistema escolar antes de culminar la primaria.

- Declaración de Panamá: "Unidos por la Niñez y la Adolescencia, Base de la Justicia y la

Equidad en el Nuevo Milenio".

- Seminario sobre Explotación Sexual Comercial en México.


Panorama jurídico nacional

Instrumentos jurídicos nacionales:

- Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos

- Ley para la protección de los Derechos de niñas, niños y adolescentes

- Ley Federal del Trabajo

- Ley General de PoblacióN

- Código Penal Federal

- Circular número C/005/99, del Procurador General de la República

- Acuerdos del Procurador General de la República: A/37bis-1/00 y A/018/01

- Decreto que promulga el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del

Niño.

A nivel nacional se ha clasificado de la forma siguiente:

a) Como delito grave en los términos del artículo 194 frac. I numeral 13 del Código Federal

de Procedimientos Penales.

b) El tipo penal del delito de pornografía infantil se describe en el artículo 202 del Código

Penal Federal.

Artículo 202, del Código Penal Federal.

"Al que procure o facilite por cualquier medio el que uno o más menores de dieciocho años,

con o sin su consentimiento, lo o los obligue o induzca a realizar actos de exhibicionismo

corporal, lascivos o sexuales, con el objeto y fin de videograbarlos, o fotografiarlos o


exhibirlos mediante anuncios impresos o electrónicos, con o sin el fin de obtener un lucro,

se le impondrán de cinco a diez años de prisión y de mil a dos mil días de multa.

 Al que fije, grabe, imprima actos de exhibicionismo corporal, lascivos o sexuales en que

participan uno o más menores de dieciocho años, se le impondrá la pena de diez a catorce

años de prisión y de quinientos a tres mil días de multa. La misma pena se impondrá a

quien con fines de lucro o sin él, elabore, reproduzca, venda, arriende, exponga, publicite o

transmita el material a que se refieren las acciones anteriores.

 Se impondrá prisión de ocho a dieciséis años y de tres mil a diez mil días de multa, así

como el decomiso de los objetos, instrumentos y productos del delito, a quien por sí o a

través de terceros, dirija, administre o supervise cualquier tipo de asociación delictuosa con

el propósito de que se realicen las conductas previstas en los dos párrafos anteriores con

menores de dieciocho años."

 Para los efectos de este artículo se entiende por pornografía infantil, archivos de datos que

contengan representaciones de actos de exhibicionismo corporal, lascivos o sexuales, en los

que participen personas menores de dieciocho años de edad.

c) Asimismo, los artículos 201 Bis 1 y 201 Bis 2, comprenden en su contenido las

agravantes del tipo penal referido, con el aumento de la penalidad de hasta una tercera parte

más de las penas señaladas, destitución e inhabilitación tratándose de servidores públicos

hasta por un tiempo igual al de la pena impuesta.

d) Asimismo una penalidad hasta de una mitad más de las sanciones señaladas, cuando el

delito se cometa con un menor de doce años de edad.

Tráfico de Personas
 Aspecto social

La comisión de este delito ha causado un importante impacto social por el número de

migrantes que día a día aumenta, a pesar de los peligros a los que se enfrentan quienes se

aventuran a cruzar el país, sin embargo en su intento de hacerlo sin la documentación y

autorización correspondiente, buscan personas que puedan ayudarles a pasar ilegalmente,

ya sea sorteando la vigilancia de las autoridades o incluso con la utilización de documentos

falsos. 

Los traficantes de personas o los comúnmente llamados “polleros”, regularmente se

aprovechan de las necesidades de quienes desean internarse en otro país en busca de

oportunidades de trabajo; los traficantes de indocumentados utilizan modalidades

sumamente peligrosas que ponen en peligro la vida de las personas, desde hacerlos caminar

por horas en el desierto, hasta hacerlos brincar las altas bardas que dividen la frontera

México - Estados Unidos; el método utilizado por el traficante, depende de la capacidad de

pago del indocumentado, quien puede ser trasladado en avión, autobús, camiones de carga,

o simplemente mediante la llamada “Bestia”, dentro del territorio nacional.

La situación de riesgo en que se colocan las personas indocumentadas no termina aquí, ya

que pueden ser objeto de robos, extorsiones, secuestros, lesiones, violaciones y hasta

homicidios, por parte de miembros de la delincuencia organizada que los intercepta en su

ruta, no importándoles la nacionalidad, edad, sexo, salud de sus víctimas, ni la magnitud del

daño que pudieran causarles.

El tráfico de personas, en los últimos años ha ido más allá de guiarlos para internarse en

otro país, ya que los traficantes pueden seguir interviniendo en el destino del trabajo y
estancia de la persona, inclusive llegar a la explotación laboral.

Aspecto Jurídico

La Ley Federal Contra la Delincuencia Organizada prevé, en su artículo 2 fracción III,

como una de las finalidades de la delincuencia organizada al tráfico de indocumentados que

para la configuración de su tipo penal nos remite al artículo 159 de la Ley de Migración,

que lo describe de la siguiente manera:

“Artículo 159. Se impondrá pena de ocho a dieciséis años de prisión y multa de cinco mil a

quince mil días de salario mínimo general vigente en el Distrito Federal, a quien:

I. Con propósito de tráfico lleve a una o más personas a internarse en otro país sin la

documentación correspondiente, con objeto de obtener directa o indirectamente un lucro;

II. Introduzca, sin la documentación correspondiente, a uno o varios extranjeros a territorio

mexicano, con objeto de obtener directa o indirectamente un lucro, o

III. Albergue o transporte por el territorio nacional, con el objeto de obtener directa o

indirectamente un lucro, a uno o varios extranjeros con el fin de evadir la revisión

migratoria.

Para efectos de la actualización del delito previsto en este artículo, será necesario que quede

demostrada la intención del sujeto activo de obtener un beneficio económico en dinero o en

especie, cierto, actual o inminente.

No se impondrá pena a las personas de reconocida solvencia moral, que por razones

estrictamente humanitarias y sin buscar beneficio alguno, presten ayuda a la persona que se
ha internado en el país de manera irregular, aun cuando reciban donativos o recursos para la

continuación de su labor humanitaria.

Artículo 160. Se aumentarán hasta en una mitad las penas previstas en el artículo anterior,

cuando las conductas descritas en el mismo se realicen:

 I. Respecto de niñas, niños y adolescentes o cuando se induzca, procure, facilite u obligue

a un niño, niña o adolescente o a quien no tenga capacidad para comprender el significado

del hecho, a realizar cualquiera de las conductas descritas en el artículo anterior;

II. En condiciones o por medios que pongan o puedan poner en peligro la salud, la

integridad, la seguridad o la vida o den lugar a un trato inhumano o degradante de las

personas en quienes recaiga la conducta, o

III. Cuando el autor material o intelectual sea servidor público.

Como podemos apreciar, el bien jurídico protegido que regula este artículo es el registro y

control de los movimientos migratorios de nuestro país. Asimismo, por lo que respecta a las

circunstancias agravantes, éstas tienen como propósito regular además de los movimientos

migratorios, la seguridad de los menores de edad, la salud, la integridad y la vida de los

indocumentados y el adecuado desempeño de los servidores públicos.

La Ley Federal Contra la Delincuencia Organizada prevé, en su artículo 4 fracción II,

inciso a) una punibilidad especial para aquellos miembros de la delincuencia organizada

que realizan funciones de administración, dirección o supervisión dentro de las

organizaciones delictivas que van de 8 a 16 años de prisión, y para quien no las tenga de 4 a

8.

Asimismo, en el artículo 5 fracciones I y II se prevén circunstancias agravantes de la pena

consistentes en el aumento hasta en una mitad tratándose de servidores públicos que


participan en la realización de los delitos previstos para la delincuencia organizada; o

cuando el autor o partícipe utiliza menores de edad o incapaces. De igual modo, el artículo

6 de esa Ley aumenta los plazos para la prescripción de la pretensión punitiva y de la

potestad de ejecutar las penas.

A nivel nacional se ha clasificado de la forma siguiente:

a) Como delito grave en los términos del artículo 194 frac. I numeral 13 del Código Federal

de Procedimientos Penales.

b) El tipo penal del delito de pornografía infantil se describe en el artículo 202 del Código

Penal Federal.

Artículo 202, del Código Penal Federal.

"Al que procure o facilite por cualquier medio el que uno o más menores de dieciocho años,

con o sin su consentimiento, lo o los obligue o induzca a realizar actos de exhibicionismo

corporal, lascivos o sexuales, con el objeto y fin de videograbarlos, o fotografiarlos o

exhibirlos mediante anuncios impresos o electrónicos, con o sin el fin de obtener un lucro,

se le impondrán de cinco a diez años de prisión y de mil a dos mil días de multa.

 Al que fije, grabe, imprima actos de exhibicionismo corporal, lascivos o sexuales en que

participan uno o más menores de dieciocho años, se le impondrá la pena de diez a catorce

años de prisión y de quinientos a tres mil días de multa. La misma pena se impondrá a

quien con fines de lucro o sin él, elabore, reproduzca, venda, arriende, exponga, publicite o

transmita el material a que se refieren las acciones anteriores.

 Se impondrá prisión de ocho a dieciséis años y de tres mil a diez mil días de multa, así

como el decomiso de los objetos, instrumentos y productos del delito, a quien por sí o a
través de terceros, dirija, administre o supervise cualquier tipo de asociación delictuosa con

el propósito de que se realicen las conductas previstas en los dos párrafos anteriores con

menores de dieciocho años."

 Para los efectos de este artículo se entiende por pornografía infantil, archivos de datos que

contengan representaciones de actos de exhibicionismo corporal, lascivos o sexuales, en los

que participen personas menores de dieciocho años de edad.

 c) Asimismo, los artículos 201 Bis 1 y 201 Bis 2, comprenden en su contenido las

agravantes del tipo penal referido, con el aumento de la penalidad de hasta una tercera parte

más de las penas señaladas, destitución e inhabilitación tratándose de servidores públicos

hasta por un tiempo igual al de la pena impuesta.

 d) Asimismo una penalidad hasta de una mitad más de las sanciones señaladas, cuando el

delito se cometa con un menor de doce años de edad.

Marco Teórico
Delincuencia Juvenil: Definición

La delincuencia juvenil, puede definirse como la conducta prohibida por la ley y que es

llevada a cabo por menores de 18 años (Ley que crea el Consejo Tutelar para Menores,

1984). El estado prohíbe dos tipos de conducta a los jóvenes:

El primer tipo incluye conductas que son consideradas delitos para los adultos, tales como

el homicidio, las lesiones, el robo, la violación, el fraude, etcétera. Las segundas son las

faltas que no son consideradas delitos para los adultos, como salirse de casa, no obedecer a

los padres, presentar problemas en la escuela, etcétera.


Además, el concepto de delincuencia juvenil no siempre se ha referido al mismo tipo de

conductas, ni siempre ha existido como tal. Al contrario, muchas veces se ha cuestionado la

propiedad de incluir algunas conductas que podrían considerarse como problemas generales

de la adolescencia (Trojanowicz y Morash, 1987).

La ley que crea el Consejo Tutelar para Menores (1005) define conducta antisocial como

aquellas conductas que se manifiestan reiteradamente, afectando al menor que las realiza, a

su familia o a la moralidad y seguridad social y no están previstas ni como delitos ni como

contravenciones administrativas.

Por su parte, el DSM-III-R (1988), dice que la conducta antisocial consiste en un patrón

constante de conducta en el que se violan los derechos básicos de Otras personas, y las

normas sociales apropiadas a la edad. Estas conductas pueden desarrollarse en casa, en la

escuela, con los compañeros o en la comunidad. Rogers, Salekin, Sewell y Cruise (2000),

exponen que los criterios de desarrollo de conducta antisocial requieren disturbios del

comportamiento como el ajuste a la escuela (repetición de ciclos escolares, expulsión o

violación de reglas), o el comportamiento indecoroso (mentiras, relaciones sexuales y el

abuso de sustancias), para Farrington (1973 ) hacer una distinción entre jóvenes

delincuentes y no delincuentes se vuelve en ocasiones dificil debido a que los jóvenes en

algún lapso de su vida pueden tener dificultades con las autoridades o representantes de la

ley.

Se reconoce entonces el hecho de que el comportamiento o conducta de los jóvenes que no

Se ajusta a los valores y normas generales de la sociedad, es con frecuencia parte del

proceso de maduración y crecimiento y tiende a desaparecer espontáneamente en la

mayoría de las personas cuando se llega a la edad adulta.


Sin embargo, Maxwell (1966) señala como un proceso continuo a la conducta en jóvenes

delincuentes que va de menor a mayor tendencia delictiva. En este continuo, los menores

con frecuencia se inician como delincuentes ocasionales, que al no ser castigados o tratados

por su comportamiento tienden a repetirlo, con lo que van ganando experiencia,

volviéndose más eficientes en su actuar criminal o antisocial.

La conducta delictiva Se integra a una rutina y asume un rol central en la vida de los

jóvenes, siendo éste tipo de características el encuadre para referirse a los delincuentes

habituales. por el contrario, Lewin (1935) se refiere a la conducta delictiva como noción B

(Behavior), la cual es igual a F (Facility), persona en la situación, pudiéndose reducir lo

anterior a la "ocasión hace al ladrón".

Describe cómo ciertos jóvenes cometen actos delictivos sólo si se presenta la oportunidad

de realizarlos, ya que si tuvieran que confiar en su propia iniciativa, no se verían

involucrados. Generalmente se trata de menores que cometen delitos en grupos da manera

no planeada —y que principalmente tienen la finalidad de diversión- los cuales son

referidos como "delincuentes ocasionales' De la misma manera, hablar de delincuencia

juvenil nos refiere

necesariamente al abordaje del concepto de conducta desviada, Al respecto, Angenent y de

Man (1996) definen al comportamiento desviado o inadecuado como aquel que se

caracteriza por toda conducta que se emite utilizando como parámetro las normas y

costumbres, de manera que el comportamiento se experimenta como molestia o

intimidación por otros, y que algunas veces origina sentimientos de fastidio e inseguridad.
Esto provoca respuestas de las autoridades, agencias sociales e instituciones

convencionales. También se habla de comportamientos excesivos como formas menos

severas de conducta desviadas de jóvenes, tales como el fumar, ser insolente e impertinente

y el hecho de mantener relaciones sexuales a edades muy tempranas. por otra parte, se

consideran como comportamientos más serios o humillantes el tener dificultades con

drogas y alcohol, el pandillerismo y la prostitución, los cuales se describen como

"conductas problema". Sarafino y Amstrong (1991) refieren que el concepto de

delincuencia juvenil se aplica aquella persona joven consignada a una autoridad judicial por

actos que ponen en peligro a la comunidad,

El concepto de delincuencia juvenil recorre varias magnitudes que van desde la más amplia

al considerar como acto delictivo aquellas conductas antisociales que rompen con las

normas y costumbres, hasta la más estrecha que considera que un joven es delincuente sólo

si comete actos que son sancionados o tipificados por bs códigos penales.

Determinantes de la delincuencia juvenil

Sarason (1983) asegura que es necesario estudiar separadamente a los delincuentes jóvenes

de los adultos. Esto se debe a la edad, ya que cuanto más joven es el delincuente la primera

vez que es arrestado, tanto más probable será que se convierta en reincidente y, por

supuesto, el interés de la sociedad está en prevenir el desarrollo de carreras criminales. Otra

razón estriba en que la incidencia del crimen entre los jóvenes ha sufrido un incremento

agudo en los últimos años.

Los problemas de la delincuencia Juvenil pueden tratarse con más efectividad si la policía.

los tribunales, las escuelas, los departamentos de servicio social, las clínicas de salud
mental y los padres saben a ciencia cierta qué circunstancias propician la conducta

antisocial, y qué otras circunstancias y medidas tienen probabilidades de prevenirla y

enmendarla, condiciones parecen estar especialmente correlacionadas con el crimen

juvenil:

Características conductuales

para Rutter y Giller (1988) el delincuente es un individuo antisocial que va contra las

normas jurídicas de la sociedad. Una de las características de la personalidad es que no cree

que pueda llegar a sufrir las consecuencias de sus actos, no piensa que puede ser

aprehendido porque cree en su inteligencia y habilidad para escapar del castigo.

Otra caracteristica de delincuentes es su desprecio por la autoridad, su tendencia a exigir

una inmediata satisfacción de sus deseos, su falta de tolerancia y los sentimientos de temor

y angustia cubiertos por su propia conducta delictiva.

Las características psicológicas de los delincuentes encierran los mismos sentimientos,

necesidades y urgencias básicas: temor, hostilidad y tendencia a conseguir algo, codicia,

dependencia y frustración, cuando tales sentimientos están inadecuadamente controlados e

indebidamente canalizados, la conducta viola a menudo las normas sociales. Rutter y Giller

(op. cit.) encontraron que los delincuentes eran más propensos a ser catalogados de mostrar

conducta antisocial (no ir a la escuela, destructividad, luchas, desobediencias, mentiras,

robos, etcétera). También mostraron problemas en sus relaciones (irritables, solitarios y/o

muy queridos),

Teorías explicativas
Psicología ambiental
La forma en como el ambiente moldea la conducta ha sido estudiada por los

psicólogos ambientales; entre los trabajos más tempranos a este respecto se encuentran los

de Barker (1968) y Barker y Wright (1951), Estos investigadores empezaron con la

observación individual de niños en los diferentes ambientes en que se desenvolvían y

encontraron que los menores se comportaban de manera diferente dependiendo de los

lugares en que se encontraban.

Esta investigación llevó al establecimiento de una nueva unidad de investigación, a la

que denominaron el “escenario conductual”, el cual se concibe como el conjunto de

patrones de comportamiento ligados a un contexto específico. El cambio a esta nueva

unidad se debió a que Barker y Wright (op. cit.) descubrieron que la conducta estaba ligada

a los lugares en los que ésta se presenta.

Los investigadores, de manera constante, registraban que el comportamiento

siempre ocurría en un Iugar y a una hora determinada y las personas se comportaban

dependiendo de esos contextos. Es tan importante el escenario en el que ocurre la conducta

que las personas pueden cambiar, sin embargo el comportamiento será siempre el mismo

(Bechtel, 1997).

Por ejemplo, en un templo católico, a la hora de misa, hay una continua entrada y

salida de individuos, pero el comportamiento siempre incluye acciones como orar, meditar,

hacer alabanzas, etcétera, independientemente de que las personas en el lugar sean distintas

a las que se encontraban una hora o un día antes.

No se espera que en ese escenario se presenten —y de hecho no ocurre asi- otras

actividades como oelear, discutir o comer. Por lo tanto, la hora de misa es un tipo de
escenario conductual. De acuerdo con la noción de escenario conductual, la disposición o

arreglo de condiciones y elementos que configuran ese escenario determinan las acciones

que ocurrirán en él.

Si el escenario cambia o cambian algunos elementos claves, la conducta cambia

también. Por ejemplo, en un experimento llevado a cabo con estudiantes universitarios, en

donde se asignaron al azar los “guardias” y los ’delincuentes", en un ambiente que simulaba

una cárcel, se encontró que los alumnos cambian -totalmente su conducta y no sólo de

manera fingida, sino de forma real.

AI cabo de un tiempo los estudiantes que representaban a los guardias se volvieron

más agresivos y los “delincuentes” manifestaron depresión y ansiedad profunda (Zimbrado,

Haney, Banks y Jaffe, 1968). Por lo tanto, los roles impuestos por el escenario, así como los

estímulos que lo constituyen parecen jugar un papel muy importante en el desarrollo de las

actividades de un escenario conductual.

Dado que la escuela está conformada por una cierta cantidad de escenarios

conductuales, entonces parecería pertinente investigar qué elementos de esos escenarios

conducen a la generación y mantenimiento de actividades antisociales y delictivas.

Otras teorías de la relación ambiente-conducta

El estudio del efecto del ambiente en la conducta ha tenido diferentes bases teóricas y ha

“viajado” desde el determinismo ambiental, propuesto por Skinner (1953) y la misma

noción de escenarios conductuales de Barker arriba descrita, hasta el determinismo genético

de Wilson (1975), pasando por las teorías transaccionales (Stokols, 1981)

Visión Skinneriana
Existe un control innegable de los estímulos ambientales en la conducta, ya sea que

éstos asuman la forma de contingencias o estímulos discriminativos. Un estímulo

discriminativo establece la ocasión para que se presente un comportamiento (por ejemplo,

una cartera olvidada por alguien es un estimulo discriminativo para tomarla).

Las contingencias ambientales pueden ser reforzantes o castigantes. Las primeras

probabilizan un incremento en la aparición del comportamiento, como por ejemplo recibir

un oremio por una “buena” o “mala” conducta, mientras que el castigo por lo general tiende

a decrementar el comportamiento, independientemente de que este sea pro o antisocial. Por

lo tanto, para Skinner (op. cit.) los factores contextuales son elementos de primer orden

para entender por qué las personas se comportan de una u otra manera.

Teorías transaccionales

Reconocen la importancia de los factores personales y establecen que la conducta es

generada por la interacción individuo-ambiente. Al explicar una conducta pro o antisocial,

la postura transaccional haria concurrir los factores históricos conductuales de la persona

junto con los estímulos del medio que posibilitan o incitan esa conducta.

A diferencia de lo planteado por Barker o Skinner (1953), no es sólo que la ocasión

hace al ladrón“ sino que se requiere, de acuerdo con los transaccionalistas, que en la vida

del individuo existan antecedentes de actuación pro o antisociaT. En una transacción, por lo

tanto, el ambiente es tan importante como las características individuales

Así, existen otras teorías que minimizan el efecto del contexto en la conducta de los

individuos y establecen que el comportamiento no depende fundamentalmente del ambiente

fisico o social, sino más bien de factores biológicos.


Por ejemplo, Wilson (1975) establece que los genes determinan la conducta de los

individuos, incluyendo su interacción social y su conducta moral y delictiva. En estas

explicaciones el ambiente es más un disparador' que una causa básica en la estructuración

de la conducta

De cualquier manera, aún minimizando el efecto aue pudiera tener el ambiente en el

comportamiento todas las aproximaciones teóricas le otorgan r n peso al contexto en la

explicación de cualquier tipo de conducta.

Uno de los principales problemas en América Latina es la delincuencia juvenil, pues

implica un gasto social y económico para cualquier sociedad, la Organización Mundial de

la Salud (OMS) calcula que cada año pierden la vida por arma de fuego entre 73 y 90 mil

personas en América Latina.

Guatemala y Honduras, presentan índices de homicidios de 45 y 43 por cada 100

mil habitantes. Cualquier tipo de acto delictivo afecta a la sociedad en general, por lo que

un tratamiento efectivo a los adolescentes que delinquen no sólo beneficia a este grupo

poblacional, sino también a sus familias; además, este tipo de intervención ayuda a

mantener a salvo de convertirse en víctimas al resto de la comunidad.

El problema de la delincuencia se ha analizado a través de distintos enfoques caracterizados

sobre todo por la fragmentación, pues cada disciplina ha impreso su punto de vista, sin que

se hayan integrado los avances alcanzados en los ámbitos de las ciencias sociales y las

penales.

Es importante tratar la delincuencia juvenil de hoy como posible delincuencia adulta

de mañana. Existen barreras sociales que impiden detectar los efectos de la delincuencia
sobre las condiciones de salud de la población. Por ejemplo, muchos de los homicidios,

violaciones y robos se cometen entre miembros de la familia y amigos.

La delincuencia es una forma de inadaptación social y al producirse esa anomalía se da un

desafío a la misma sociedad y a su normativa de convivencia. Los hechos y condiciones

que conducen a la delincuencia son múltiples, de ahí que puede afirmar que la delincuencia

tiene un origen poliforme (Jiménez, 2005: 215- 261).

El concepto de delincuencia juvenil obliga, ante todo, a establecer dos términos:

‘delincuencia’ y ‘juvenil’, además de ver en su justa dimensión qué es lo que lleva a un

individuo a ser calificado y caracterizado como delincuente. La delincuencia es una

situación asocial de la conducta humana y en el fondo una ruptura de la posibilidad normal

de la relación interpersonal.

El delincuente no nace, como pretendía Lombroso según sus teorías antropométricas

o algunos criminólogos constitucionalistas germanos; el delincuente es un producto del

genotipo humano que se ha maleado por una ambientosis familiar y social.

La falta de vida hogareña, y en función de la problemática familiar, el menor antisocial

apela a la sociedad en lugar de recurrir a la propia familia o a la escuela, para que le

proporcione la estabilidad que necesita, a fin de superar las primeras y muy esenciales

etapas de su crecimiento emocional.

En este sentido podemos pensar en la importancia de la desestructuración familiar y en la

falta de organización de las escuelas como el origen de la delincuencia juvenil, no

necesariamente se hará manifiesta la conducta delictiva, dependerá más bien de los diversos

agentes que influyan en el desarrollo del joven.


Destacan las malas compañías, el trabajo inadecuado, el deambular callejero y la

desocupación como factores secundarios que, aunque no son determinantes, pueden

provocar la delincuencia si existe previamente esa susceptibilidad o carácter antisocial ya

mencionados.

Una realidad social frustrante o una familia excesivamente indulgente, o bien, un

entorno delictivo, serían algunos de los aspectos de mayor importancia para que el joven

adopte un estilo de vida delictivo.

Cabe mencionar que a nivel nacional e internacional se han llevado a cabo diversos

estudios en cuanto a los factores que influyeron en los adolescentes privados de libertad

sancionados por cometer hechos ilícitos, dentro de los estudios nacionales se mencionan los

siguientes:

Herrera, (2000), en la tesis titulada Propuesta de privatización del sistema penitenciario

guatemalteco, investigó la trascendencia social del problema, trabajó con una muestra de 26

personas expertas en la materia, concluyó que el sistema penitenciario en Guatemala no

está bien estructurado, que es mejor privatizar los centros carcelarios, y recomendó que

debe promulgarse una ley orgánica del sistema penitenciario, crear centros penitenciarios

modelos que contribuyan a la rehabilitación del interno y que el proceso de privatización

debe realizarse mediante una gradual sustitución.

La Fundación Familiares y Mujeres Sobrevivientes de Violencia en Guatemala (2005)

desarrolla un estudio acerca del delito de asesinato de mujeres (femicidio) a través de la

recopilación de datos y basado en testimonios de víctimas y sobrevivientes, en cuya

referencia bibliográfica menciona características del perfil psicológico del delincuente, con
el objetivo de sensibilizar a las autoridades competentes para que se interesen por investigar

los hechos cometidos por asesinato de mujeres.

Concluyendo que los niveles de violencia se han incrementado en el país. García (2006) en

su trabajo de investigación sobre Políticas Públicas para la niñez y la adolescencia y la

utilización de las medidas de coerción en contra de adolescentes, hace referencia al perfil

psicológico de niños y adolescentes en conflicto con la ley penal.

Con la recomendación que el tratamiento que se realiza con un adolescente en conflicto con

la ley penal es la prevención la cual es todo recurso que permita reducir, disminuir,

interrumpir o aminorar la progresión de una afección, enfermedad o transgresión.

Recomienda actividades preventivas que en la actualidad se clasifican como prevención

primaria, secundaria, terciaria y cuaternaria.

Transgresión juvenil

Según Prantt, citado por Rivera (1999) “la transgresión juvenil es la que está elaborada por

un acto social de personas menores de edad, que pueden estar específicamente prohibidos

por la ley o ser interpelados legalmente como delitos, la acción del estado debe ser distinta

en el caso de menores, la cual debe ser de carácter educativo y fundamento tutelar y

protector”

Por eso, es inexacta y peligrosa por consiguiente la expresión “transgresión de menores”.

Solo debe aceptar a título análogo, ya que cada vez más se acentúa la tendencia a

considerar a los menor es fuera del derecho penal. Para clasificar el origen de la

transgresión, pueden emplearse dos grandes categorías. La primera influye factores sociales

y culturales, relacionados con el ambiente de la persona.


Factores

En términos más específicos, cuando se habla de factores de riesgo se hace referencia a la

presencia de situaciones contextuales o personales que, al estar presentes, incrementan la

probabilidad de desarrollar problemas emocionales, conductuales o de salud.

Estos problemas promueven la ocurrencia de desajustes adaptativos que dificultarían el

logro del desarrollo esperado para el joven en cuanto a su transición de niño a adulto

responsable y capaz de contribuir y participar activamente en la sociedad.

El desarrollo de los individuos no se da en forma aislada, ya que viven y se relacionan con

una compleja red de sistemas interconectados, como la escuela, la familia, los grupos de

pares y otras instituciones o situaciones que influyen en forma directa o indirecta en el

desarrollo de las personas, y cuyas características pueden convertirse tanto en factores

protectores como de riesgo.

Es así como actualmente se considera la situación de “estar en riesgo psicosocial” como un

estado complejo, que es definido por la intervención de múltiples situaciones.

Según Rutter, Giller y Hagel, (2000), Desde el ámbito científico, existe un amplio acuerdo

en considerar que los modelos explicativos de la conducta antisocial deben tener un

carácter ecológico y/o sistémico, en el sentido de considerar que dicha conducta está

determinada por una compleja combinación de factores que interactúan entre sí y que

afectan de forma específica a los distintos sujetos.

Así, es cierto que hoy por hoy la conducta antisocial se entiende como determinada por una

multitud de factores pertenecientes a diversos niveles de influencia tanto biológica,

psicológica, social, pero también es cierto que entre todos los factores implicados en el
desarrollo de este tipo de conductas, los factores familiares adquieren una relevancia

especial.

Los factores de riesgo se calificarán en 4 ámbitos de procedencia, de acuerdo a un continuo

que va desde el nivel individual hasta el nivel sociocultural.

Factores Familiares

La familia es el grupo social básico creado por vínculos de parentesco o matrimonio

presente en todas las sociedades, donde se generan fuertes sentimientos de pertenencia a

dicho grupo en el que existe un compromiso personal entre sus miembros y se establecen

intensas relaciones de confianza, reciprocidad y dependencia.

Idealmente, la familia proporciona a sus miembros protección, compañía, seguridad y

socialización. En la familia es necesario la interacción social, las relaciones y lazos

comunes, comunicación entre sus miembros, afectos espontáneos, climas socio

psicológicos no tensos sino distintos, colectivismo sin individualismo, no violencia, no

ilegalidad, consideración de la exigencia social, deben generar influencia positiva sobre sus

miembros para formar en ellos una subjetividad individual que oriente y regule el

comportamiento.

Factores Económicos

En diversos estudios realizados se observa que en el área social uno de cada tres casos los

jóvenes tuvieron experiencias de trabajo para obtener recursos económicos, generalmente

en labores informales, como limpiaparabrisas, tragafuegos, payasos de la calle, etc

Factores ambientales relacionables


Los amigos pueden influir en el desarrollo de conductas de riesgo en la medida en que

tengan actitudes favorables hacia éstas, que pasen mucho tiempo juntos y que sean grupos

muy cohesionados.

Todos los comportamientos se aprenden en un contexto social. La elección de cuáles son

los comportamientos que finalmente se aprenden depende del contexto y las personas con

que los individuos se relacionen.

Si se interactúa con personas que tienen una orientación delictiva, el aprendizaje de estos

comportamientos se favorece en la medida que las relaciones con estas personas sean

frecuentes, duraderas, intensas y tengan sentido y significado.

Características medio-ambientales

Ollendick (1996) y las Organizaciones National Research Councii (1993) y la American

Psychological Association's Comision on Youth Violence (1993) reportan que las causas de

la violencia son múltiples y están determinadas por diferentes factores uno de ellos es el

contextual. Por Su parte Lerner y Galambos (1998) plantean que consistentemente con las

condiciones individuales y las contextuales, existen factores centrales básicos en la génesis

y desarrollo de las conductas de riesgo.

Uno de los contextos en el que el individuo participa gran parte de su vida (además de la

familia) es la escuela, En los primeros cinco años de vida preescolar, la responsabilidad de

la educación resiqe, como regla general, en la familia.

A partir de esa edad el niño entra en una nueva etapa, la edad escolar, en la que la escuela

comparte con la familia la responsabilidad de educarlo, como se mencionó anteriormente.

la escuela es uno de los ambientes con mayor importancia en la formación de los individuos
ya que ésta debe proporcionarle las herramientas necesarias que le permitirán su completo

desarrollo dentro de la sociedad.

Pero desgraciadamente no siempre ambiente escolar hostil es un factor que influye de

manera importante en la generación de la conducta delictiva, debido a que no cumple con

las funciones de dirigir el carácter de los adolescentes que asisten a las escuelas. Rodriguez

(1997) está convencido de que el aumento de la criminalidad de menores refleja un fracaso

de la educación.

El mayor defecto de la escuela contemporánea consiste en creer que su misión es

solamente llenar de conocimientos a los alumnos, El número de materias y de años de

estudio no significa superioridad de educación. La escuela se dirige generalmente a educar

la memoria; así, un alumno con buena memoria será considerado un excelente estudiante

Lo cual quiere decir que aquellos estudiantes que funcionan "bien" tendrán mayor atención

y aquellos que funcionan "menos bien" recibirán menos formas de apoyo. Se olvidan por

desgracia otros factores de la personalidad, como son la inteligencia y la voluntad; ya que si

un maestro trabaja en su alumno la capacidad de procesar la información que recibe y

entenderla, su aprovechamiento será óptimo.

Además, el adolescente comprenderá entonces el porqué de la necesidad de su aprendizaje,

se. sentirá motivado a seguir y entenderá que su futuro depende de su carrera en la escuela.

Esto a su vez le ayudará a compensar sus frustraciones y le 'levará a tener buenas relaciones

con compañeros y maestros.

La conducta delictiva es causa de varios factores, uno de ellos y el que más interesa para

este estudio es el contextual. Las características del ambiente en el que se desarrolla el


individuo influyen directamente sobre su conducta subsecuente. Si el medio es adverso es

muy probable que se generen conductas.

Conducta antisocial y delincuencia

Maxwell (1966) considera que la conducta delictiva es como un proceso continuo que va de

menor a mayor intensidad. Estos menores con frecuencia inician con conductas leves y

ocasionales que al no ser castigados por su comportamiento tienden a repetirlo.

Angenent y de Man (1996) aseguran que la mayoría de los delincuentes juveniles que

fueron a la escuela, tienen en sus archivos reportes de conductas antisociales como:

molestar a compañeros, realizar conductas perturbadoras e incluso el despido de clase o

expulsión temporal de la escuela.

Aunque no en su totalidad, pero si en Su gran mayoria, los niños que presentan conductas

de alto riesgo (antisociales) pueden empeorar con el paso del tiempo: sobre todo si viven

escenas tales como el predominio de bandas dentro de la escuela.

Esto representa una amenaza real ya que los incitará a cometer actos delictivos (Bigelow,

2000). Kazdin (1988) refiere que hay continuidad y progresión en la conducta antisocial a

10 largo del desarrollo del menor. Factor importante para el subsecuente desarrollo de la

conducta delictiva.

Por tanto hay que considerar que:

1) existe una secuencia ordenada de la conducta antisocial desde los síntomas de tasa más

baja a los de tasa más alta,


2) que la anomalía progresa desde formas de conducta menos extremas a formas de

conductas más extremas y

3) que hay una transición en esta progresión, de manera que los niños que manifiestan las

formas más extremas de conducta

También habrán ejecutado las conductas problemáticas precedentes en la secuencia. Como

puede observarse, se puede partir de los pobres logros académicos hacia la incomprensión

de compañeros, familiares y profesores, y de ahi hacia la etiquetación y asociación con

otros estudiantes incompetentes, hasta llegar a la conducta antisocial y/o delictiva. por eso

es fácil encontrar entre aquellos adolescentes con problemas delictivos, grados de

escolaridad realmente bajos e incluso hay quienes son totalmente analfabetos

A través de la historia se puede comprobar que la delincuencia juvenil ha tenido su efecto

negativo en la sociedad. A pesar de que este concepto a variado con el tiempo, no ha dejado

de perder relevancia.

La conducta delictiva juvenil puede Ser causada por muchos factores, uno de ellos es el

ambiental. Existen varias teorias que le dan un valor significativo al contexto; por tal razón

es necesario analizar la relación que guardan los componentes del ambiente escolar adverso

como el descuido fisico y la presencia de actores antisociales en promoción de conductas de

riesgo (ingesta de alcohol, conducta antisocial) que pueden afectar las calificaciones

miedo/ ansiedad y desembocar en la delincuencia.

Miedo/ansiedad y conducta antisocial

Angenent y de Man (1990) aseguran que una vez afectada la autoestima en el alumno

discriminado (por compañeros y/o maestros) es muy probable que presente conductas
ansiosas y una gran falta de motivación lo cual puede llevarlo a buscar compañeros que

estén ante el mismo problema y que quizá estén menos ajustados y más envueltos en

conductas delictivas.

Al respecto Albertin y cols. (1998) afirman que la autoestima baja está asociada a

problemas de comportamiento posteriores En un estudio realizado por Frías, Corral,

Moreno y Rodriguez (2000) se encontró que los jóvenes con falta de habilidades sociales

presentan mayor indice de delincuencia, por otro lado, la ansiedad afectó positivamente la

conducta antisocial, lo que indica que a mayor ansiedad experimentada, existe mas

probabilldad de que se presente la. conducta antisocial.

Lo mismo arrojó el resultado de las investigaciones llevadas a cabo por Mckays y cols

(1980) quienes pudieron observar que la incidencia de la conducta juvenil está asociada a la

falta de habilidades para aprender. Y que es el mismo maestro el que etiqueta al alumno

con alguna dificultad, aniquilándolo de 'a "sociedad normal". Debido a esto, aseguran los

autores. el niño o adolescente rechazado perderá la seguridad

Escuela y adicciones

Vuelkl y F rone (2000) aseguren que aunque sean muchos log estudios han examinado el

uso de substancias entre los adolescentes, pocos se han enfocado en las escuelas sobre todo

en las secundarias, ya que estas hoy en dia son el contexto idóneo para el uso de alcohol y

drogas Los autores examinaron los predictores de alcohol y el uso de marihuana con una

muestra de estudiantes de secundaria, Encontrando que el uso de estas substancias depende

de' a) las predisposiciones personales y b) La oportunidad circunstancial para el uso de la

sustancia en la escuela.
Se realizó un estudio por Kenneth y Mudar (2000) para probar un modelo en e' que el

adolescente que bebe alcohol tiene compañeros que también son bebedores, LOS hallazgos

encontrados por estos investigadores demuestran la existencia de una red social. por 10 que

se puede decir que el ambiente social inmediato puede jugar un papel muy importante en el

incremento o decremento del problema de alcohol u otras adicciones.

En Su estudio Steve (2000), realizó un análisis durante un ano en el que intenta probar la

identificación de grupo como predictor de uso de droga juvenil y violencia. Trabajó con dos

grupos, uno de alto riesgo y Otro que no presentaba ningún riesgo. Encontrando un año

después que el grupo de alto riesgo presentó niveles mayores de uso de droga y

exposiciones violentas.

D'Amicio, et al. (2001) examinaron la ingesta de alcohol entre estudiantes de escuela

secundaria durante un año En su análisis encontraron dentro de una población de 621

estudiantes que 35% eran bebedores constantes; los cuales bebían alcohol regularmente y

fumaban marihuana desde edad más temprana. El nivel mas bajo de estudiantes bebedores

(14%) indicaron que sólo Como una forma de protección de ataque de aquellos que bebían

constantemente.

Andrade (2000) basándose en la Teoría del grupo de pares de Oetting y Beauvais (la cual

promueve que la única variable dominante del uso de drogas y otras substancias en

adolescentes es influencia de pares con quien el adolescente elige asociarse): encontró que

los adolescentes que presentan estas conductas de riesgo tienen un número

significativamente mayor de amigos que realizan esas conductas.

Factores escolares enlazados a la Delincuencia juvenil


En relación con el ambiente escolar, se ha demostrado que bs estudiantes responden con

mejores calificaciones y conducta en ambientes que son más *humanamente" diseñados, es

decir. en donde los alumnos son tratados con justicia y dignidad (Sommer. 1967). Rutter,

Maugham, Mortimore y Houston (1979) realizaron un estudio en doce secundarias de la

Gran Bretaña, encontrando que si estas tenían un ambiente disciplinario justo y firme,

presentaban niveles más bajos de delincuencia.

De la misma manera, Caustad (1992) encontró que había más confrontación entre los

alumnos en las escuelas en las que existían reglas que no eran claras, arbitrarias o injustas,

Lo mismo ocurría cuando las conductas desviadas de los menores eran ignoradas y cuando

las escuelas carecían de para la enseñaza.

MARCO METODOLOGICO
Enfoque

La presente investigación ha considerado un enfoque cualitativo ya que nos habla de los

factores que intervienen en el desarrollo del adolescente para delinquir, como nos dice el

siguiente autor; Jesús Morant, nos dice acerca de la delincuencia;

Que la delincuencia es un fenómeno específico y agudo de desviación e

inadaptación. En este sentido, se ha dicho que “delincuencia es la conducta


resultante del fracaso del individuo en adaptarse a las demandas de la sociedad en

que vive”, definición que realmente significa todo y nada, en cuanto cabe

preguntarse si se refiere a todas las demandas y, si a unas cuantas, cuales, y si

realmente puede esperarse que toda persona, sea menos o adulta, se adapte, sin más,

a las demandas de una sociedad dada. (Morant, Jesús, 2017, pág. 02)

También nos habla de la delincuencia juvenil como un fenómeno como nos lo dice

el siguiente autor; Herrero Herrero (1997), define la delincuencia “como el fenómeno social

constituido por el conjunto de las infracciones, contra las normas fundamentales de

convivencia, producidas en un tiempo y lugar determinados” (pág. 225)

También hace referencia las características que tiene un delincuente juvenil que son una

serie de conductas o factores biográficos que caracterizan al delincuente juvenil, como son

lo impulsivo, ser protagonista, fracaso escolar, consumidor de drogas, baja autoestima,

familia disfuncional, clase baja, falto de afectividad, agresivo, sin habilidades sociales,

poco equilibrio emocional e inadaptado.

Diseño

Ahora bien, el diseño de la presente investigación es contribuir a la difusión de un campo

de estudio que en este caso es la delincuencia juvenil, dentro de la perspectiva cualitativa en

las ciencias sociales denominado indagación narrativa. 

Además de señalar sus orígenes, desarrollo y aspectos innovadores dentro del panorama

que se lleva a cabo; constituyen, en cierto modo, un híbrido que se ha nutrido, entre otras
influencias, de algunos elementos que se utilizan tanto en relatos de vida de los

delincuentes juvenil.

Un importante señalamiento de Beck es que esta dinámica genera la

necesidad de los individuos de apoyarse más en sus capacidades personales y

depender menos de las instituciones, así como el impacto diferencial que produce la

brecha social. “La riqueza se acumula en los estratos más altos, mientras que los

riesgos se acumulan en los más bajos” (1998)

Métodos

Los métodos a considerar en la presente investigación son el método inductivo ya que es

una estrategia de razonamiento que se basa en la inducción, para ello, procede a partir de

premisas particulares para generar conclusiones generales ya que opera realizando

generalizaciones amplias apoyándose en observaciones específicas.


También consideraremos la investigación teórica, porque hare una recopilación de los datos

ya establecidos en diferentes plataformas y para así generar mas conceptos generales.

También entraría la investigación exploratoria, ya que vamos a investigar y analizar

información especifica que no ha sido tan estudiada y para que en un futuro sea mas

detallada la información.

También estaría presente la investigación descriptiva, por que estaríamos describiendo los

diferentesx factores, ya sea psicosociales o demográficos que conlleva al adolescente a

delinquir y seria mas detallado el informe del fenómeno estudiado y sus características.

Según Rutter, Giller y Hagel, (2000), Desde el ámbito científico, existe un amplio acuerdo

en considerar que los modelos explicativos de la conducta antisocial deben tener un

carácter ecológico y/o sistémico, en el sentido de considerar que dicha conducta está

determinada por una compleja combinación de factores que interactúan entre sí y que

afectan de forma específica a los distintos sujetos

Técnicas e instrumentos de investigación

Las técnicas a utilizar en la presente investigación son la entrevista, para ello ocuparemos

un cuestionario con preguntas abiertas. La entrevista, Denzin (1991) citado por Rojas

(2010:85) la define como "un encuentro en el cual el entrevistador intenta obtener

información, opiniones o creencias de una o varias personas".


Para la validez de la entrevista Pourtois y Desmont (1992) citado por Rojas (2010:96)

"proponen la triangulación interna o crítica de identidad, sugieren conocer bien a los

entrevistados en sus componentes afectivos, personales, sociológicos", así como que lo que

sostienen es original y no testimonio referido de otros. "Proponen, asimismo la validez de

significancia dirigida a descubrir el sentido que le dan los sujetos a las palabras", a través

de darles copia de la entrevista realizada.

Otro seria observación participante, Albert (2007:232) señala que "Se trata de una técnica

de recolección de datos que tiene como propósito explorar y describir ambientes…implica

adentrarse en profundidad, en situaciones sociales y mantener un rol activo, pendiente de

los detalles, situaciones, sucesos, eventos e interacciones".

Procedimiento metodológico

La presente investigación inicio en séptimo cuatrimestre con la presentación del tema

“Delincuencia juvenil” en el cual se ha estado desarrollando en el transcurso del séptimo y

octavo cuatrimestre. Este trabajo habla más que nada sobre el problema de la delincuencia

que se ha analizado a través de distintos enfoques caracterizados sobre todo por la


fragmentación, pues cada disciplina ha impreso su punto de vista, sin que se hayan

integrado los avances alcanzados en los ámbitos de las ciencias sociales y las penales.

Ya que el delincuente no nace, como pretendía Lombroso según sus teorías antropométricas

o algunos criminólogos constitucionalistas germanos; el delincuente es un producto del

genotipo humano que se ha maleado por una ambientosis familiar y social.

En relación a la elección de la muestra se seleccionará a los alumnos de la licenciatura en

Criminologia de la universidad Vizcaya de las Américas campus Victoria, para la

realización de entrevistas de preguntas abiertas que más adelante se incorporara, y así sacar

los resultados de esta investigación.

Posteriormente en la aplicación de las técnicas que en un tiempo determinado se

entrevistaran a alumnos y con eso haremos la interpretación de datos para elaborar graficas

o algunos instrumentos para reflejar los resultados de las entrevistas, que mas o menos

serán 100 entrevistas.

Tratamiento y análisis de datos

MARCO LEGAL

Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia (LPINA) Con este fin de adaptar la

legislación nacional a lo establecido en la Convención sobre los Derechos del Niño el

Congreso aprobó la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia (Decreto 27-


2003), en la que establece que en todo proceso relativo a adolescentes en conflicto con la

ley penal, deben observarse los principios de “protección integral del adolescente, su interés

superior, el respeto a sus derechos, su formación integral, y la reinserción en su familia y la

sociedad”. Art. 139).

La Convención y la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia señalan el

carácter extraordinario de las medidas de privación de libertad, es decir que deben ser la

última ratio a considerar por los órganos del sistema de justicia.

Con esta finalidad la ley ofrece un conjunto de medidas sustitutivas a la privación de

libertad, las que permiten que la o el adolescente asuma su responsabilidad penal en

condiciones que le permitan participar de forma activa y constructiva en la dinámica social.

La LPINA establece que a los y las adolescentes le deben ser respetadas todas las garantías

procesales básicas, desde el inicio del proceso investigativo y durante todo el proceso

judicial.

Legislacion Aplicable A Los Sistemas De Reeducación Para La Reinserciòn Social De

Los Menores Infractores

El planteamiento que a continuación se realiza, parte de la concepción actual de la niñez y

adolescencia como sujetos de derecho, lo que supone como consecuencia que la restricción

de derechos y garantías a los menores de edad, no deberían existir, ya que estos deben

gozar en igualdad con los derechos y garantías de las personas mayores de edad;

contemplados en la Constitución de la República, en los Tratados Internacionales sobre

derechos humanos y en la demás Leyes de la República.

Derecho Constitucional referente al Derecho de Menores.


La Constitución de 1939 regula por primera vez aspectos sobre la familia, en el

Titulo V denominado ―Derechos y Garantías, Capitulo II, bajo el tema de la familia, el

trabajo y la alusión a la Protección de la Maternidad y a la Infancia.

Esto es el origen de la determinación del legislador de aquella época por tratar de legislar

en beneficio de la célula fundamental, que da origen a la sociedad, y de los sectores mas

desprotegidos de la misma, que son la mujer y los menores, iniciando con ello, las primeras

formas de prevención primaria en la protección y su desarrollo social.

Lo fundamental fue que se dicto mandatos programáticos que servirán de hilo para el

progresivo desarrollo de leyes que regularan los elementos específicos de la familia, con lo

cual, de manera inmediata aunque indirecta, comenzaban aasegurarse embrionariamente los

derechos asistenciales de los menores.

En 1944 se reforma el texto constitucional y en lo que respecta a los menores, se

agregaron dos cosas importantes: una referida a las relaciones paternas filiales, y, la otra

incorporación de la idea de lo que posteriormente se conoció como menores en situación

irregular. Respecto a la familia, se estableció que los padres de familia tienen los mismos

deberes para con sus hijos, sea que provengan estos de matrimonio o de uniones de hecho.

Con esto, se supero la idea de filiación que de manera discriminante había prevalecido en

las constituciones desde la época colonial. En otra reforma se le introdujo al artículo

sesenta, un inciso que rezaba: ―el juzgamiento de los menores queda sujeto a las leyes

especiales‖. Se dio pie a futuras iniciativas de leyes referidas a los derechos de los menores,

a la protección de la familia y los derechos de la mujer, estos serian objetos de posterior


reconocimiento y protección. En 1945 se adopto y adecuo el texto de 1886 a las

condiciones sociopolíticas de la época.

Es así como en el Titulo XIV que se refiere a la familia y al trabajo, se establece el

principio fundamental de que para proteger a la familia, el Estado estaba en la obligación de

dictar las leyes necesarias para alcanzar el desarrollo integral de esta dentro del espectro

social, es decir, su desarrollo moral, físico, económico, intelectual y social.

Esta constitución busco crear las condiciones necesarias para la protección del matrimonio,

la maternidad y la infancia, inclusive en el ámbito laboral; sentó bases para la creación de

un régimen que juzgase especialmente a los menores, ya que en esa la única institución que

se encargaba de estos era la Asociación Nacional Pro Infancia.

Posteriormente, en la Constitución de 1950, el Titulo XI ―Régimen de Derechos Sociales‖,

Capitulo I ―Familia‖, ya no solo hacia referencia a la protección de maternidad y la

infancia, sino que también a la asistencia de la misma, lo que implica, no solo la creación

de leyes de protección, sino también la toma de medidas de acción encaminadas al

desarrollo de los mismos, y además se compromete al desarrollo integral de los menores, y

garantizarles el derecho a la educación y a la asistencia en todos los campos sociales.

La constitución de 1950, conllevo verdaderas innovaciones en materia de menores

ya que por medio de esta el Estado tomo a su cargo a los menores, pero bajo indicaciones

específicas: protección a la salud física y moral, educación, regulaciones especificas a la

afiliación, sin embargo; en el Código Civil, no existen normas que dieran vida a las

disposiciones enunciadas.
En este mismo año hubieron avances significativos, se regulo la situación de los menores

dentro de los Derechos Sociales; el Estado tomo bajo su cargo el velar por su protección y

no dejarlo a los instintos paternales, se elevo a rango constitucional la obligación de

cumplir con los deberes paternales y se trato de evitar la discriminación de los hijos, en

razón de la filiación; La Constitución de 1962 hizo una copia casi textual de su antecesora.

Marco Legal
Marco Legal Nacional.

- Ley 40 de 1999 del Régimen Especial de Responsabilidad Penal para la

Adolescencia
- Ley 87 de 2010, que modifica un artículo del texto único de la la Ley 40 de 1999,

sobre el Régimen Especial de Responsabilidad Penal para la Adolescencia, y crea

nuevos despachos dentro de esta jurisdicción

- Ley 42 de 2016, que desarrolla la Carrera Penitenciaria y dicta otras disposiciones

Marco Legal Internacional

- Estándares Internacionales del Sistema de Naciones Unidas

- Convención sobre los Derechos del Niño

- Observación General Número 10 del Comité de los Derechos del Niño Observación

General Número 14 del Comité de los Derechos del Niño

- Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de la Justicia de

Menores (Reglas de Beijing)

- Reglas de las Naciones Unidas para la Protección de Menores Privados de Libertad

(Reglas de la Habana)

- Reglas Mínimas de las Naciones Unidas sobre las Medidas no Privativas de la

Libertad (Reglas de Tokio)

- Directrices de las Naciones Unidas para la Prevención de la Delincuencia Juvenil

(Declaración de Riad)

- Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos

(Reglas Nelson Mandela)

- Procedimientos para la aplicación efectiva de las Reglas Mínimas para el

Tratamiento de Reclusos

- Principios Básicos para el Tratamiento de Reclusos


- Conjunto de Principios para la Protección de todas las Personas sometidas a

Cualquier Forma de Detención o Prisión

- Reglas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de las Reclusas y Medidas no

- Privativas de la Libertad para las Mujeres Delincuentes (Reglas de Bangkok)

- Declaración Universal de Derechos Humanos

- Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos

- Convención Internacional para la Protección de todas las Personas contra las

Desapariciones Forzadas

Estándares Internacionales del Sistema Interamericano de Derechos Humanos

- Convención Americana sobre Derechos Humanos

- Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura

- Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas

- Principios y Buenas Prácticas sobre la Protección de las Personas Privadas de

Libertad en las Américas

- Sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos .

Fuentes:
CHAZAL, J. (1976). La Infancia Delincuente. Buenos Aires. Editorial Paios
Beckman, M. (2004). Crime and adolescent brain development. Science, 305, 596-599
Egea, G. & Norza, E. (2017). Con - Ciencia Criminal: Criminología, psicología jurídica y
perfilación criminal. Edition: Manual Moderno. ISBN: 978-958-8993-10-2
Fuentes electrónicas:
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sabanalarga atlántico 2015-2016,
https://repositorio.cuc.edu.co/bitstream/handle/11323/4912/FACTORES%20DE
%20RIESGO%20DE%20LA%20DELINCUENCIA%20JUVENIL.pdf?
sequence=1&isAllowed=y
La delincuencia juvenil: fenómeno de la sociedad actual.
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-74252005000100009
Blasco, C. (2012). Descripción y análisis de los factores protectores de adolescentes en la
prevención del delito.
Cura, Y. A, Camacho, A. L & Lanzi, A. (S f).Factores protectores y factores de riesgo en
los jóvenes en conflicto con la ley penal: una aproximación desde los profesionales de la
SENAF. Argentina.
Factores psicosociales que inciden en la delincuencia, recuperado de :
http://trabajocolaborativogrupo185.blogspot.com/p/planteamiento-del-problema.html

Fuente

 TESIS: “La delincuencia juvenil” Autor: Jesús Morant Vidal. Abogado – Asociado

de J.A. MUÑOZ-ZAFRILLA & ASOCIADOS. Profesor colaborador del Instituto

Valenciano de seguridad Publica.

 herrero herrero. (1997). Criminología (Parte General y Especial). Madrid españa :

Editorial Dykinson

 Garrido Genoves, V. “delincuencia juvenil” Alambra, Madrid, 1986, pag 11.

 Beck Ulrico 1998 La sociedad de riesgo. Hacia una nueva modernidad. Buenos

Aires: Paidós.

 Weinstein, J. 1992 Riesgo psicosocial en jóvenes. Santiago de Chile: PREALC


 Carvajal Amaya Mirla Guadalupe, Posibilidad de adecuación de la Ley del Menor

Infractor al fenómeno delincuencial Juvenil, U.C.A. San Salvador, año 1996.

 Herrera, C. (2000). Propuesta de Privatización del Sistema Penitenciario

Guatemalteco. Tesis Inédita, Universidad Rafael Landivar, Guatemala.

 García, J. (2006). Políticas Públicas para niñez y adolescencia y la utilización de las

medidas de coerción en contra de los adolescentes en conflicto con la ley penal.

Tesis inédita, de Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales, Universidad de San

Carlos de Guatemala

ENCUESTA
1. Explique con sus palabras que entiende por delincuencia
 R:
2. ¿Qué razones crees que hace del niño un delincuente juvenil?
 R: 
3. Como es el trato en un salón de clase de un delincuente juvenil con respecto a sus
compañeros.
a. Bulliyng a sus compañeros                         b. Cordial y amable
c. Matoneo                                                      d. Aislamiento y Desinterés
4. Como se podría evitar que los jóvenes caigan en la delincuencia juvenil
a. Fortalecimiento de los valores familiares   b. Darles todo lo que pidan
c. Educar desde niño
5. Como sancionarías la delincuencia juvenil
a. Sanción disciplinaria                                 b. Sanción y formación
c. Golpes y gritos
6. Que valores violan la delincuencia juvenil
a. Respeto                                                                    b. Honestidad
c. Dignidad                                                                   d. Integridad humana
7. Que motivaciones hacen que un delincuente juvenil, infrinja la ley
a. Aprobación social                                                    b. Avaricia
c. Pobreza y falta de educación                                  d. Todas las anteriores
8. Cual actitud crees tú que deberían tomar los padres de los jóvenes delincuentes
R:
9. ¿Cree que un adolescente se pueda rehabilitar?
R:
10. ¿Crees que la delincuencia si está ligada al consumo de sustancias?
R:

PROPUESTA
PLAN DE ACCIÓN
1.1. ANÁLISIS DEL CONTEXTO
La delincuencia juvenil siempre ha sido una problemática, la cual importantes
doctrinantes han estudiado, en especial acerca de sus factores de riesgo, en esta
oportunidad la elaboración incluye su estudio centrado en un tipo penal.

Además de las relaciones sociales, referidas en el hábitat inadecuado y, el


consumo de sustancias psicoactivas considerada por el hecho de que los
participantes son consumidores activos, y la educación escolar teniendo en cuenta
que los sujetos entrevistados han abandonado sus estudios

La adolescencia es considerada como el futuro de toda sociedad, de ello la


importancia de su estudio, más aún cuando dichos sujetos cometen conductas
reprochables por la ley penal que ameritan el estudio de los factores de riesgo
motivantes.

1.2. DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA


Son múltiples los factores identificados en esta problemática, ya que los jóvenes
tienen acceso restringido a servicios que garanticen su seguridad y bienestar
social y poseen limitadas oportunidades y condiciones dignas al mercado laboral,
también son víctimas de la estigmatización y exclusión por prácticas o por su
condición socio cultural, sumado a ello, existen problemáticas como el desempleo,
pobreza, desplazamiento, forzado y la violencia que se ve en todas sus formas.

Esto incide directamente en los jóvenes y especialmente con los que no


cuentan con garantías básicas para su supervivencia, a su vez posiblemente
causas psicosociales multifactoriales centradas en la familia principalmente, donde
se debe tener en cuenta las características del contexto en el que interactúa, la
estructura que muestra, entre otros el tamaño de la familia, el déficit económico.

1.3. PROPÓSITO DE LA INTERVENCIÓN


El propósito de esta investigación es para que los adolescentes tengan una mejor
vida, y mejore su entorno familiar, social y económico, en el caso de que ya no
cuenten con algún familiar.

Mejorar su vida con una buena educación, un buen trabajo, y un buen área social
alejado de las personas que están en la delincuencia organizada o en la venta de
drogas.

1.4. REVISIÓN TEÓRICA


La delincuencia juvenil disminuye cuando: el individuo proviene de una familia
funcional, el estado brinda más espacios de preparación académica y el entorno
social se encuentra en equilibrio cuidando las garantías individuales.

La delincuencia juvenil es el resultado de cinco factores principales: la


desintegración familiar, la falta de escuelas para preparar a los individuos, la
deserción escolar, la exclusión o expulsión social y la corrupción en México.

La delincuencia juvenil no disminuye cuando el individuo proviene de una familia


funcional, ni cuando el estado brinda más espacios de preparación académica y el
contexto social se encuentra en equilibrio.

La delincuencia juvenil no es el resultado de cuatro factores principales: la


desintegración familiar, la falta de escuelas para preparar a los individuos, la
deserción escolar y la exclusión y expulsión social. Ninguno de los anteriores
influye en el desarrollo de la delincuencia.

La delincuencia juvenil si disminuye cuando el individuo proviene de una familia


funcional, cuando el estado brinda más espacios de preparación académica y el
contexto social se encuentra en equilibrio.

La delincuencia juvenil si es el resultado de cuatro factores principales: la


desintegración familiar, la falta de escuelas para preparar a los individuos, la
deserción escolar y la exclusión y expulsión social. Todos los anteriores influyen
en el desarrollo de la delincuencia.

Como en esta investigación nuestro tema central es la delincuencia juvenil, y


describimos los factores que conlleva al adolescente o al joven a delinquir. Como
investigador obtendré una idea general y utilizar la investigación como una
herramienta para guiar los temas que podrían abordarse en el futuro.
1.5. FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS DE ACCIÓN
Nos interesa saber a cerca de las razones que conducen a estos jóvenes a actuar
de tal manera, hay quienes piensan que los jóvenes se revelan como una forma
de llamar la atención o sentirse importante ante la sociedad; pero en realidad, es
que existen muchos factores de peso que conllevan a la juventud a cometer actos
vandálicos y esto es lo que se va a demostrar. La delincuencia juvenil es un
problema más inquietante cada día.

1.6. FUNDAMENTACIÓN METODOLÓGICA DE INVESTIGACIÓN


ACCIÓN

La delincuencia juvenil es un fenómeno social que pone en riesgo la seguridad


pública por su progresiva peligrosidad. Beckman (2004) señala en un artículo
publicado en Science que el estudio de la conducta criminal en la adolescencia es
importante ya que, durante esta etapa del desarrollo evolutivo del ser humano, el
cerebro no se ha desarrollado completamente

Destaca que sus consecuencias pueden ser la muerte, las lesiones, los daños

psíquicos, las privaciones y deficiencias del desarrollo que comprometen el

bienestar de los individuos, las familias y las comunidades (OMS 2002: 3). Esta

definición tiene importancia como marco para la identificación de la violencia en el

ámbito escolar

1.7. PROPUESTAS DE MEJORA

JUSTIFICACIÓN.-

En nuestra comunidad es de suma importancia trabajar esta problemática que


tanto no esta afectando, impidiendo que las personas no puedan salir a las calles
por el temor de ser atracado, maltratado o violad; esta situación se le está
escapando de las manos a las autoridades correspondientes.

La delincuencia también impide el crecimiento del país, la intranquilidad y


preocupación a los residentes. Es de gran importancia que los padres, madres, o
tutores tomen en serio esta situación ya que esos jóvenes salen de un hogar con
muchas dificultades.

Es por tal razón que necesitamos investigar la causas de este mal y como
encontrar la solución del mismo.

ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN.-

Luego de la identificación de las diferentes acciones delictivas por las cuales se


encontraban bajo medida de protección, las técnicas y actividades de las
investigadoras se concentraron en reconocer cuáles eran las justificaciones que
los jóvenes esgrimían frente a la realización de dichos actos. Esta actividad se
hizo a partir de los grupos focales y las entrevistas a profundidad que se
realizaron con algunos de los jóvenes.

En primera instancia, la protección de la vida misma y la de sus familiares más


cercanos se convierte en la más importante argumentación. Teniendo en cuenta
el contexto de vida de estos jóvenes, en dónde no se dan ciertas condiciones de
carácter estructural (diálogo familiar, comunicación entre pares, acceso a
estrategias de resolución de problemas en la escuela) que permitan la resolución
de los conflictos por medios no violentos

Sin embargo, también se presentan diferencias, algunos de los jóvenes


reconocen que cometieron delitos, sin embargo, en su justificación reducen la
trascendencia social y legal de la acción y evaden la responsabilidad moral y
legal.

En primera. Es en caso, de que un menor quede sin alguna persona que pueda
cuidarlo, llevarlo a una instancia para que se le den los cuidados necesarios, asi
como educación y área social.

En segunda. Crear un programa en el que se desarrollen diferentes beneficios a


los menores, y asi erradicar que socialicen con bandas delincuenciales.
1.8. REFERENCIAS

Beckman, M. (2004). Crime and adolescent brain development. Science, 305,

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