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Carrera: Psicología

Curso: 2do semestre


Integrantes: Melany Cartagena, Cristina Chávez, Pamela Mosquera, Cristhian Lara, Karelys
Iturralde, Mark Lara.

Tema: La memoria en relación a los sentimientos.

Introducción:

A la memoria la podemos definir como la capacidad o función del cerebro, que

permite al organismo almacenar, codificar y recuperar la información del pasado

voluntariamente o involuntariamente, esto quiere decir, que es una función básica que

nace gracias a las conexiones sinápticas que realizan las neuronas y de esta manera el

ser humano desarrolla la capacidad de recordar. Mientras que en los sentimientos nos

referimos a un estado de ánimo que se da por una causa determinada, siendo una

emoción hacia una persona, animal o momento, los cuales producen reacciones

orgánicas o instintivas que experimenta el ser humano. Cuando implementamos estos

dos términos en un solo contexto entendemos que debido a las vivencias personales se

permite la permanencia de aquel recuerdo debido a la profundidad de importancia que

tiene en el sujeto. Ahora en este trabajo queremos enfocarnos en; cómo la memoria

tiene una fuerte vinculación con los recuerdos relacionados a los sentimientos.
Argumentos:

Biologìa de la Memoria: Se entiende que la biologìa ha aprendido mucho sobre

la memoria llegando así a conocer que la realidad no está integrada por cosas, sino más

bien por procesos. En este punto tenemos que saber que la memoria está sujeta ha

recuerdos transitorios que se apropian de transformaciones mentales y de formas

cerebrales cuya estructura actual es el resultado de millones de años de evolución, pero

sin dejar de mencionar que son la sucesiòn de procesos que han venido adaptándose en

lo que respecta al tiempo y espacio, puesto que van a durar toda la vida y se repiten en

todos los humanos y tambièn en otras especies biològicas. No sabemos cómo o de qué

manera toda la información es memorizada de forma permanente y sigue eternamente

en el presente, formándonos dudas del cómo hacemos para apropiarnos conocimientos o

contenidos pasados, y seguirlos proyectando hacia el futuro.

La memoria desde el punto de vista histórico: Los primeros estudios empíricos

de la memoria fueron del psicólogo alemán Hermann Ebbinghaus, quien a fines del

siglo XIX estudió cómo retener sílabas sin sentido (BAT, SIT, HET) y argumentó que

los mecanismos de la memoria requieren una sola operación (repetición), de modo que

los datos que recordamos están relacionados entre sí.

Más tarde, Frederick Barlett estudió la memoria usando historias, no pasajes sin

sentido como Ebbinghaus, y propuso la teoría del esquema y su impacto en la memoria

en psicología. El esquema es el conocimiento almacenado en la memoria como


resultado de experiencias pasadas. Este conocimiento se organiza como una

representación mental y constituye nuestro conocimiento de un objeto o evento.

En 1956, George Miller publicó un trabajo de investigación clásico titulado "El

número mágico siete más o menos dos: algunas limitaciones en nuestra capacidad para

procesar información". Usándolo, Miller demostró que las personas pueden retener de 5

a 7 elementos a la vez en la memoria a corto plazo. Un elemento es una pieza o unidad

de información y puede ser una letra o un número, así como una palabra o una idea.

Hoy en día, los psicólogos y neurocientíficos que estudian la memoria ven la memoria

como un conjunto de sistemas, procesos y niveles de articulación.

Vinculación sentimiento y memoria: Las emociones se conectan con la

memoria de tal forma que generan un impacto sea este de un evento alegre o alguna

trategia de acuerdo a la experiencia que la persona haya vivido, la vinculaciòn que

existe funciona como un filtro que se va guardando en la memoria, y que se verá

influenciado con los recuerdos a largo plazo. La memoria emocional se desarrollò para

mejorar la capacidad de adaptarnos en el entorno, y asì poder reaccionar de forma

ràpida a diferentes escenarios que impliquen ser un peligro para nuestra supervivencia,

de esa forma esta viculaciòn modula nuestra conducta, aprendiendo así de las

consecuencias de nuestras acciones.


Sin embargo las emociones intensas pueden inferir en otros tipos de memoria

afectando asì a la consolidaciòn de recuerdos y la relaciòn con la atenciòn, como un

ejemplo se tiene las experiencias disociativas que son producidas bajo estrès intenso, lo

que dificulta la consolidaciòn de informaciòn, en general los recuerdos que se asocian a

emociones agradables se recuerdan mucho mejor y a mayor detalle referente a los

recuerdos negativos, especialmente a la medida que va avanzando la edad.

Contraargumento:

Falla de la memoria: el olvido. A pesar de las capacidades que tiene el cerebro

para guardar y codificar información, la memoria tiene un punto débil, un aspecto al

cual denominamos como “olvido”. Si utilizamos una metáfora para definir la manera en

como la memoria y el olvido se relacionan entre sí, se podría asociar a la memoria como

un cajón dentro de nuestro cerebro, el cual se va llenando cada día con información

nueva captada por el ambiente, sin embargo, este cajón no es infinito, requiere de nuevo

espacio para ir recopilando más datos, y para esto necesita desechar información

utilizando así “el olvido”, como un sistema autónomo de nuestro cerebro que clasifica y

determina qué información es importante conservar y cuál no.

La arbitrariedad de la memoria y el desplazamiento de los recuerdos como

acciones innatas del olvido, permite poner en manifiesto que: si bien el recuerdo y la

situación es olvidada, el sentimiento vivido en aquel instante recae en el abandono

involuntario del individuo. Por tal motivo, la relación entre memoria y emoción

explicaría que al ser olvidado un acontecimiento también se habrá olvidado el


sentimiento, y en este caso el individuo recurriría a la utilización de otros elementos

como la imaginación, para llenar aquel vacío ilusorio perteneciente al recuerdo. Sin

embargo, si retomamos el poema “Aquí. Hoy” de Borges (como se citó en Naishtat,

2021), el cual dice:

“Ya somos el olvido que seremos…pienso con esperanza en aquel hombre que no sabrá que fui

sobre la tierra.”

Se podrá argumentar que el abandono de una situación o acontecimiento alojado

en nuestra memoria no es sinónimo de pérdida del sentimiento, y un ejemplo de esto se

ve expuesto con la pérdida de un ser querido, ya que los detalles de cada recuerdo se

van perdiendo con el tiempo, sin embargo, lo que se sintió en esa dicha situación

permanece en nuestro subconsciente. Otro ejemplo, menos romántico y más práctico, es

en el aprendizaje de una habilidad musical, con los años y con la falta de práctica la

habilidad se pierde, pero la emoción de lo vivido con la música se mantiene.

Conclusión:

La memoria y el olvido como atributos subjetivos del individuo, reflejan la

cosmovisión del ser humano y la significación de los acontecimientos presentes en la

vida diaria, desde aspectos simples como el recuerdo hogareño de un postre hasta actos

más complejos en los que nuestra memoria nos recuerda fórmulas matemáticas

aprendidas en la infancia. Una muestra de que la memoria nos permite descubrir,


revivir, experimentar y reconocer que los recuerdos del pasado nos ayudan a construir

los recuerdos y las emociones del futuro.

Para finalizar, la memoria es reconocida como necesaria para sobrevivir y

adaptarse al mundo siendo así muy importante, a pesar de que tenemos muchos

recuerdos gratos o no tanto, y de cómo estos influyen en nuestras vidas y en el

desarrollo de ellas. Es sorprendente el saber como la memoria se viene adaptando a las

diferentes líneas de tiempo, y como nos acompaña desde la evolución hasta el día de

hoy, para seguir proyectándose a futuro teniendo aún la influencia de nuestros estados

emocionales en diversos momentos vividos.

Bibliografía:

● Figueroba, A. (2017, 30 mayo). Memoria emocional: ¿qué es y cuál es

su base biológica? Psicología y Mente.

https://psicologiaymente.com/psicologia/memoria-emocional

● Kundera, M. I. L. A. N. (2010). La memoria humana. Caracas: Banco Central

de Venezuela.

https://www.mheducation.es/bcv/guide/capitulo/8448180607.pdf

● “Biología de la memoria.” SciELO México, Accessed 13 June 2022.

http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-3082

006000200002.
● Vite, E. (2012). Por los caminos de la memoria en la obra de Marcel Proust.

Estudios, 101, 35-52.

https://web.archive.org/web/20220228145149id_/http://estudios.itam.mx/sites/d

efault/files/estudiositammx/files/101/000190253.pdf

● Naishtat, F. (2021). Hermenéutica del olvido. En torno a un poema manuscrito

atribuido póstumamente a Borges. Scielo.

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