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Patología-farmacología de la interleucina 8
La interleucina-8 es un mediador clave asociado con la inflamación donde
desempeña un papel clave en el reclutamiento de neutrófilos y la desgranulación
de neutrófilos. Como ejemplo, se ha citado como mediador proinflamatorio en la
gingivitis y la psoriasis.
La secreción de interleucina-8 aumenta por el estrés oxidante, lo que
provoca el reclutamiento de células inflamatorias e induce un aumento adicional
de los mediadores del estrés oxidante, lo que lo convierte en un parámetro clave
en la inflamación localizada. Se demostró que la IL-8 se asociaba con la obesidad.
También se ha implicado que la IL-8 tiene un papel en el cáncer colorrectal
al actuar como un factor de crecimiento autocrino para las líneas celulares de
carcinoma de colon o la promoción de la división y la posible migración mediante
la escisión de moléculas de metaloproteinasa. También se ha demostrado que la
IL-8 desempeña un papel importante en la quimiorresistencia del mesotelioma
pleural maligno al inducir la expresión de transportadores transmembrana.
Si una madre embarazada tiene altos niveles de interleucina-8, existe un
mayor riesgo de esquizofrenia en su descendencia. Se ha demostrado que los
niveles altos de interleucina 8 reducen la probabilidad de respuestas positivas a la
medicación antipsicótica en la esquizofrenia.
La IL-8 también se ha implicado en la patología de la fibrosis quística. A
través de su acción como molécula de señalización, la IL-8 es capaz de reclutar y
guiar neutrófilos al epitelio pulmonar. La sobreestimulación y la disfunción de estos
neutrófilos reclutados dentro de las vías respiratorias da como resultado la
liberación de una serie de moléculas proinflamatorias y proteasas, lo que resulta
en un mayor daño del tejido pulmonar.
Algunas benzodiazepinas tienen efectos inhibitorios sobre la secreción
mediada por el receptor de adenosina A2B de interleucina-8 en los mastocitos
humanos. En un estudio de 2013, diazepam, 4′-chlorodiazepam y flunitrazepam
redujeron notablemente la producción de interleucina-8 inducida por NECA en ese
orden de potencia, mientras que el clonazepam mostró solo una inhibición
modesta. La expresión de receptores de IL-8 en células cancerosas, células
endoteliales, neutrófilos y macrófagos asociados a tumores sugiere que la
secreción de IL-8 de las células cancerosas puede tener un efecto profundo en el
microambiente tumoral (Fig. 2). Como consecuencia de la inducción de muchas de
las vías de señalización descritas anteriormente, se sabe que la activación de los
receptores de IL-8 en las células endoteliales promueve una respuesta
angiogénica, induciendo la proliferación, supervivencia y migración de las células
endoteliales vasculares (1, 14). Además, se propone que la expresión intratumoral
de IL-8 es un regulador clave del reclutamiento infiltrante de neutrófilos en el
microambiente tumoral, cuya consecuencia potencial en la promoción de la
metástasis ha sido revisada por expertos en otros lugares (37). La expresión de
CXCR1 y CXCR2 en líneas celulares cancerosas y células cancerosas de tejido
de biopsia tumoral también sugiere que las células cancerosas están sujetas a los
efectos de la señalización autocrina / paracrina il-8, que se ha asociado con la
estimulación de la proliferación celular (15-17), la migración y la invasión (22, 38,
39), y más recientemente, ha recibido atención para ayudar a las células
cancerosas a evadir la apoptosis inducida por el estrés (40 ). De acuerdo con la
preponderancia de los efectos indicados a partir de estudios in vitro, se ha
demostrado que la expresión de IL-8 se correlaciona con la angiogénesis, la
tumorigenicidad y el potencial metastásico de muchos cánceres sólidos en
modelos de xenoinjerto y ortotópico in vivo (41-46). Además, otros estudios
indican que los niveles intratumorales de IL-8 también pueden mejorar la
colonización de lesiones metastásicas. Por ejemplo, se ha demostrado que la IL-8
derivada de tumores induce la diferenciación y activación de los osteoclastos,
apuntalando la metástasis osteolítica característica de las células de cáncer de
mama que se han diseminado al hueso (47). En consecuencia, la inhibición de
estos efectos pronunciados de la señalización de IL-8 dentro del microambiente
tumoral puede tener un potencial terapéutico significativo en la modulación de la
progresión de la enfermedad.