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Campañas del Sur

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Campañas del Sur
Parte de Guerras de independencia hispanoamericanas
Gran Colombia-Campañas del sur.png

Gran Colombia en 1821


Territorio anexado a la Gran Colombia
Perú, independizado en 1823-1824.
Bolivia, independizado en 1825.
Fecha 1820-1826
Lugar Actuales territorios de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Chile
Resultado Victoria independentista
Consecuencias
Consolidación de la soberanía al sur de la Gran Colombia
Anexión de la Provincia de Quito a la Gran Colombia
Anexión de la Provincia Libre de Guayaquil a la Gran Colombia
División del Virreinato del Perú
El Bajo Perú
Consolidación de la independencia del Perú
Intervención grancolombiana en Tumbes, Jaén y Maynas
El Alto Perú
Creación de un estado pro-grancolombiano en Bolivia
Expulsión de los españoles en los territorios liberados
Beligerantes
Independentistas
Gran Colombia
Guayaquil
República Peruana
República de Bolívar
Respaldados por

Bandera de Chile Chile


Realistas
Imperio español
Comandantes
Simón Bolívar
Antonio José de Sucre
José de la Riva-Agüero Flag of Spain (1785–1873, 1875–1931).svg José de la Serna
Flag of Spain (1785–1873, 1875–1931).svg José de Canterac
Flag of Spain (1785–1873, 1875–1931).svg Melchor Aymerich
Fuerzas en combate
Ejércitos patriotas
Ejército Unido Libertador
Primera Escuadra Nacional de Chile
30000 soldados Ejército Real del Perú
Armada Española
24000 soldados (4000 soldados en Quito y 20000 soldados en Perú)
Bajas
24000 muertos 21000 muertos
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Las Campañas del Sur es el nombre con que se conoce a una serie de campañas
militares que emprendió la Gran Colombia al sur de su territorio entre 1821 y 1826
contra el dominio español en América del Sur y que tuvieron una importancia
decisiva para la independencia de las actuales repúblicas de Ecuador, Perú y
Bolivia.

La definición de qué hechos comprendieron las campañas del Sur varía, tal que
algunos historiadores llaman así a las campañas libertadoras de Quito y Pasto entre
1820 y 1822, mientras que otros se refieren a las operaciones militares desde 1821
hasta 1826 cuando capituló la fortaleza de El Callao. Sin embargo, se puede decir a
ciencia cierta que las campañas del Sur tuvieron por objetivo finalizar la guerra
de independencia hispanoamericana, y como resultado el auge de la influencia y el
poder de la Gran Colombia que bajo la presidencia de Simón Bolívar buscaba la unión
de los nuevos estados.

Índice
1 Campaña de Quito
1.1 Operaciones de Sucre en Ecuador
1.2 Operaciones de Bolívar contra Pasto
1.3 Rebelión de Pasto
1.4 Anexión y Entrevista de Guayaquil
2 Campañas en el Perú
2.1 Antecedentes
2.2 Perú solicita la ayuda colombiana
2.3 Segunda Rebelión de Pasto
2.4 Sucre Jefe Militar Supremo
2.5 Expedición a Intermedios
2.6 Arribo de Bolívar
2.7 Enfrentamiento con Riva Agüero
2.8 Campaña militar contra Riva Agüero
2.9 Rebelión de las fuerzas argentinas
2.10 Situación militar
2.11 Reorganización del Ejército Libertador
2.12 Disidencia de Olañeta: ofensiva colombiana
3 Véase también
4 Referencias
5 Bibliografía
Campaña de Quito
Artículo principal: Independencia de Quito
Operaciones de Sucre en Ecuador

El Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre.


Tras la revolución del 9 de octubre de 1820 la ciudad de Guayaquil se había
constituido como un estado independiente, la Provincia Libre de Guayaquil, pero
pronto se encontró en una delicada situación militar luego de ser derrotados los
guayaquileños en la primera batalla de Huachi y la batalla de Tanizagua. José
Joaquín de Olmedo solicitó ayuda militar a la Gran Colombia para defender la ciudad
y para liberar la Real Audiencia de Quito. Bolívar envía a su mejor general,
Antonio José de Sucre, a principios de 1821 a Guayaquil en reemplazo del general
José Mires. Sucre llegó el 6 de mayo de 1821 con unos 650 soldados colombianos, a
los que sumó unos 1.400 ecuatorianos.1 Las instrucciones de Sucre consistían en
tomar el mando de las tropas que se encontraban en Guayaquil, asegurar la
incorporación de la provincia a Colombia y preparar en conjunción con el Libertador
las operaciones que habrían de liberar Quito.2 Quito estaba fuertemente guarnecida,
a pesar de que las tropas realistas habían disminuido a la mitad en los últimos
años, de cuatro a dos mil.34

Las fuerzas que guarnecían Guayaquil en 1820 eran 1.500 defensores:5 por orden de
José Fernando de Abascal 2506-300 marineros que operaban siete lanchas cañoneras
(el puerto era el principal arsenal y astillero en el Pacífico español),67 600
soldados de infantería del batallón Granaderos de Reserva7 originarios de Cuzco,8
200 voluntarios7 del medio9 Batallón Milicias de Guayaquil, 150 jinetes del
escuadrón Caballería de Daule, y 200 artilleros de la brigada de Artillería.710 La
ciudad tenía una población de 14.000 personas y dominaba una provincia de 71.000
almas, 12.000 de las cuales eran europeos.11 En total, la Real Audiencia de Quito
contaba con 3500 soldados al mando del mariscal Melchor Aymerich.6
Batalla de Yaguachi.
Al llegar Sucre a Guayaquil se dedicó a organizar y entrenar las tropas.12 El 15 de
marzo firmó un convenio con la Junta de Gobierno de la ciudad, el cual estipulaba
que la Provincia de Guayaquil quedaría bajo la protección y tutela de Colombia,
anulando así el tratado firmado con los agentes peruanos. Sucre colocó a sus tropas
en Samborondón y Babahoyo para bloquear la entrada a la provincia a los realistas.
El 17 de julio de ese año ocurrió una rebelión anticolombiana y pro-realista que
fue reprimida con éxito.

Los realistas al conocer la rebelión se dispusieron a apoyarla, el gobernador


Aymerich marchó al sur con 2.000 hombres, mientras que el coronel González marchó
desde Cuenca hacia Guayaquil amenazando las comunicaciones de Sucre, quien se
dirigía a combatir a Aymerich. Enterado Sucre del movimiento retrocedió para
enfrentar a González y lo batió el 12 de agosto en la batalla de Yaguachi, tras lo
cual Sucre volvió al norte a enfrentar a Aymerich pero este se retiraba al norte.
El ejército persiguió a los realistas un largo trecho pero la situación política en
Guayaquil obligó a Sucre a regresar.

Tras calmarse la situación política en la ciudad Sucre se dirige de vuelta a la


cordillera con 900 infantes y 70 jinetes, en busca de Aymerich. Durante varios días
maniobra en contra de este, atraviesa el Chimborazo y llega el 11 de septiembre al
Valle Alto del río Ambato. Sucre es renuente a bajar de la cordillera por la
ventaja numérica de la caballería española, pero hostigado por sus compañeros
desciende el 12 a Santa Rosa ocupando posiciones defensivas mientras que Aymerich
avanzaba hacia Ambato. Ambos ejércitos se enfrentaron en la segunda batalla de
Huachi, Sucre dispuso una sólida formación defensiva pero al atacar los realistas
el general Mires se adelantó a la contraofensiva y, tras ser rechazado su ataque,
el ejército patriota fue envuelto, derrotado y casi destruido.

De regreso a Guayaquil Sucre necesita urgentemente refuerzos para reponerse de la


derrota de Huachi, para lo cual solicita a Francisco de Paula Santander el envío de
tropas, pero este prefiere reforzar a la división de Pedro León Torres, quien debía
dirigirse por tierra vía Popayán-Pasto-Quito. En tales circunstancias Sucre dirige
una carta al Protector del Perú, José de San Martín, reclamando el batallón
Numancia, excelente unidad formada en Venezuela en 1813 y enviada por Pablo Morillo
al Perú en 1816; en 1820 se había pasado a las fuerzas del Protector y deseaban
volver a casa. San Martín no deseaba renunciar al Numancia, que era el mejor
batallón del que disponía, y en su lugar mando a algunas fuerzas al mando del
coronel Andrés de Santa Cruz. La división de Santa Cruz fue reorganizado en los
batallones No. 2 y 4 o Piura, los escuadrones Cazadores del Perú y Granaderos de
los Andes y un piquete de artillería,13 contabilizando 1.62214 a 1.69315 plazas.

Con las fuerzas de Santa Cruz y la leva impuesta, Sucre volvió a contar con unos
1.200 efectivos aunque en su mayoría sin ninguna experiencia militar exceptuando el
batallón Trujillo con algo de instrucción y el escuadrón de Granaderos a Caballo de
90 hombres veteranos al mando de Lavalle.

Sucre decidió reanudar la campaña desde el sur de Guayaquil, para lo cual envió
pequeños destacamentos en varias direcciones con el fin de desinformar a los
realistas de la ruta que tendría su ofensiva mientras que él se embarcaba con el
ejército en Guayaquil y se dirigía por mar hacia Machala. Luego de desembarcar a
sus tropas marchó hacia Saguro, donde se reunió con los peruanos de Santa Cruz,
tras lo que marchó a Cuenca, llegando a está el 23 de febrero de 1822, donde esperó
la fecha acordada por Bolívar para iniciar la ofensiva. Mientras tanto aumentó sus
fuerzas con algunos refuerzos llegados de Guayaquil.

Llegada la autorización de Bolívar, Sucre avanzó hacia Alausí a principios de


abril. Disponía ahora de unos 2.000 infantes y 400 de caballería.16 Las fuerzas
realistas eran unos 2.000 soldados de línea,17 además de centenares de milicianos.
A mediados de ese mes, los republicanos sumaban 3000 hombres bajo el mando de Sucre
en diversas guarniciones, incluyendo chilenos y argentinos en las unidades
montadas.18 El 20 de ese mes fueron emboscados por los españoles pero estos fueron
rechazados. Al día siguiente se toparon con que los realistas habían fortificado el
camino por lo que Sucre flanqueo dicha posición y ofreció batalla pero los
españoles prefirieron retirarse. Sucre ordenó al coronel Diego Ibarra que atacara
con su caballería a los realistas quienes se encontraban retirándose de la villa de
Riobamba, los españoles a su vez enviaron a su caballería para proteger su
retirada.

El ejército partió de Riobamba el 28 de abril hacia Latacunga ciudad a la que


llegaron el 2 de mayo, y donde se incorporaron 200 hombres del batallón Magdalena
del coronel José María Córdoba que venían desde el Cauca. El resto del Magdalena
(unos 400) se encontraban en Guayaquil y en Cuenca enfermos y cansados. Los
realistas se encontraban en Machachi con unos 2200 infantes de Nicolás López y unos
300 de caballería dirigidos por el coronel Tolrá que cubrían los pasos de Jalupana
y la Viudita.

Batalla de Pichincha.
Sucre decidió evadir la posición realista por la derecha. El 13 marchó por el
camino de Limpiopongo, ascendió a las faldas del volcán Cotopaxi donde acampó. El
17 descendió al valle de Chillo. El coronel Nicolás López, al tanto de estos
movimientos, retrocedió el 16 hasta Quito.

El 20 cruzó la colina de Puengasí y al día siguiente descendió al llano de


Turubamba, ofreciendo batalla en un terreno favorable a los españoles pero estos no
la aceptaron. Luego de varias maniobras para atraer a los realistas, Sucre flanqueó
a los españoles por la derecha y se colocó en el pueblo de Pasto. Sucre comenzó la
marcha en la noche del 23 y a las 08:00 del 24 se encontraba en las alturas del
Pichincha desde donde dominaba la ciudad de Quito. Los españoles, al verse
rodeados, subieron a su vez el volcán. Por la dificultad del terreno, ambos
ejércitos se ven obligados a combatir por oleadas. Tras la victoria patriota en la
batalla de Pichincha, Quito es ocupada por el Ejército Libertador y el Ecuador
queda en manos de los independentistas. Al día siguiente Aymerich se rinde mediante
la Capitulación de Quito, el 29 de mayo la Municipalidad de Quito proclamó la
integración de la antigua Real Audiencia de Quito a Colombia.

Entre septiembre de 1821 y mayo de 1822 el gobierno de la Gran Colombia había


enviado 137 oficiales y 7.314 soldados a apoyar las operaciones del Libertador,
excluyendo los contingentes enviados a Guayaquil para auxiliar a Sucre, pero solo
2.000 estaban activos y otro tanto hospitalizados.19

Operaciones de Bolívar contra Pasto


Artículo principal: Campaña de Pasto

Campañas de independencia en Venezuela, Nueva Granada y Quito entre 1821 y 1823.


Luego de la batalla de Carabobo, el Congreso Constituyente de Cúcuta nombró a
Bolívar Presidente de la República, y a Santander como Vicepresidente.20 Bolívar
realiza los preparativos ese mismo año: organiza un ejército de cuatro mil
soldados, encarga la Presidencia a Santander y marcha al sur.21 Inicialmente el
Libertador quería transportar la tropa por mar en tres bergantines; cuando se
encontraba embarcándose por el puerto de Buenaventura, apareció una escuadra
española enviada por Juan de la Cruz Mourgeon y Achet desde la actual costa
septentrional del Ecuador, estaba conformada por una corbeta, cuatro goletas y tres
transportes.22 La debilidad de la armada colombiana en el Pacífico en comparación a
la española lo obliga a tomar la ruta terrestre, más ardua por la dificultad del
terreno que presenta los Andes, que junto a las enfermedades producen mayores bajas
en el ejército de lo previsto y que no puede reponer con los contingentes que
encuentra en el camino. Al llegar a Popayán, se refuerza con 1.200 hombres,
pertenecientes a la división del general Pedro León Torres. Espera en la provincia
de Popayán refuerzos que había pedido al gobierno, pero al no serles concedidos
sigue hacia Pasto.

El Libertador deseaba evitar Patía y Pasto, conocedor de los desastres sufridos por
otros comandantes en los años anteriores. Prefería atacar Quito transportando por
mar su ejército hasta Guayaquil.23 También esperaba contar con el apoyo del
gobierno chileno24 y de San Martín25 para liberar Quito. En una carta fechada el 24
de agosto de 1821 y dirigida a San Martín, considerando que los realistas
venezolanos, aplastados en Carabobo pronto encontrarían su fin en Puerto Cabello,
se podrían destinar los recursos a que la poderosa escuadra chilena de Thomas
Cochrane transportara su ejército.26 En octubre de ese año 4.000 soldados
colombianos zarparían de Santa Marta rumbo a Panamá donde se les uniría otro tanto
de efectivos, de ahí ambos contingentes navegarían hasta Guayaquil, donde 3000
republicanos estaban acantonados. Por último, más de 4.000 unidades saldrían de
Buenaventura para reforzar el actual puerto ecuatoriano, con dos o tres millares de
fusiles de reserva. La fuerza contabilizaría un total de 10.000 a 12.000
elementos.21 Sin embargo, la lejanía de las costas peruanas y ecuatorianas de sus
bases impedía actuar a Cochrane.27 Finalmente, Bolívar se conformó, abandono sus
planes y empezó a idear el avance de unos 4.000 hombres sobre Patía y Pasto.28

La ciudad de Pasto había sido un bastión realista desde el comienzo de la


emancipación neogranadina. El territorio entre Quito y Popayán estaba en poder de
las guerrillas pastusas, quienes en el pasado habían destruido varios ejércitos
neogranadinos enviados a pacificar la región. La resistencia de la población, unida
a la dificultad del terreno, hacían a la región una posición de gran capacidad
defensiva donde las guerrillas realistas conducidas por el general mestizo pastuso
Agustín Agualongo lograron mantener su resistencia por mucho tiempo. A manera de
ejemplo, tras la batalla de Boyacá (7 de agosto de 1819) el comandante realista
Sebastián de la Calzada que guarnecía la ciudad de Santa Fe de Bogotá se retiró a
los dos días hacia Pasto donde logró organizar un ejército de 4.000 hombres y atacó
Popayán (24 de enero de 1820).29 Tras algunos enfrentamientos en el Valle del Cauca
Calzada fue relevado de su mando y enviado a Venezuela mientras que los pastusos
continuaron la resistencia. Perdiendo los realistas la ciudad de Popayán de forma
definitiva el 14 de julio de 1820. Con la entrada del general Juan Manuel Valdez.

Luego de cruzar el río Mayo, el ejército se desvió del camino de Berruecos (el más
directo a Pasto) y tomó en su lugar el de la derecha, con el objetivo de flanquear
las posiciones de los españoles, ubicadas detrás del río Juanambú. Luego de varios
cruces falsos, los colombianos lograron cruzar el río por el paso del Burrero casi
sin resistencia, tras lo que acamparon en el Pañol, zona abundante en productos
agrícolas y en la que aprovecharon para reorganizar sus fuerzas.

El 2 de abril, el ejército siguió la marcha, y acosado por las guerrillas realistas


cruzaron la quebrada de Molinos de Aco, acampando en Cerro Gordo. El ejército se
había reducido por las bajas y las guarniciones a 2100 efectivos.

Luego de un día de descanso, Bolívar reanudó la marcha el 4 de abril por el camino


hacia Pasto, pero al llegar a la Cumbre cerca de Genoy, en donde los realistas
habían fortificado el camino, convergieron a la derecha hacia Mombuco. El mismo día
fueron atacados por guerrillas realistas, pero estas fueron abatidas por el
batallón Bogotá y se encerraron en las fortificaciones de Genoy. Al día siguiente
se repitieron los ataques de las guerrillas, luego de repelerlos el ejército siguió
por el Trapiche de Matacuchos y acamparon el 6 en el pueblo de Consacá muy cerca de
Pasto, mientras el batallón Bogotá acampo como vanguardia más adelante, en la
hacienda de Bomboná.
El 7 de abril se produce la batalla de Bomboná. A pesar de las desfavorables
condiciones Bolívar decidió atacar pues quería llegar a tiempo a Quito donde lo
estaría esperando Sucre para librar la batalla decisiva. Los realistas al mando de
Basilio García, en una sólida posición infligieron grandes pérdidas a los
colombianos. El resultado de esta batalla fue parejo, con grandes pérdidas para
ambos bandos.

Las pérdidas en Bomboná obligaron a Bolívar a esperar en Cariaco, hasta recibir


refuerzos. El 16 de abril, aún sin noticias de algún refuerzo, Bolívar emprende la
retirada. Al día siguiente es atacado por un nutrido grupo de guerrillas mientras
marchaba por el camino de Genoy pero fueron rechazadas por los colombianos. En la
tarde del 19, las guerrillas volvieron a atacar y fueron de nuevo repelidas.

El 20 de abril, habiendo repuesto sus pérdidas, el comandante español presenta


batalla en el sitio de El Peñol. El combate dura una hora, tras lo que los
realistas se retiran. García se retira a Pasto mientras Bolívar cruza el río Mayo y
acampa en la altura denominada Trapiche. Allí recibe refuerzos, y sus fuerzas
alcanzan nuevamente los 2.000 hombres.

Con el ejército colombiano reforzado de vuelta a la ofensiva y la noticia de la


derrota en Pichincha, el comandante Basilio García capitula ante Bolívar el 8 de
junio al entrar el ejército colombiano a Pasto. Benito Boves huye con gran parte de
la población hacia las montañas. El Libertador ofrece la paz a los pastusos, entre
los términos estaban el respeto a su religión y la exención al servicio militar y
al pago de gabelas obligatorios para el resto de los colombianos.30 El camino entre
Quito y Bogotá está abierto. La causa realista estaba pérdida, sus últimos
defensores estaban aislados de España en la Sierra bajo peruana y en el Alto Perú
por el ejército de San Martín, en Bogotá se esperaba que pronto capitularan.31

Rebelión de Pasto
Hallándose Bolívar y Sucre en Quito, los pastusos se rebelan bajo la dirección de
Boves. Bolívar envía a Sucre a sofocar la insurrección pero los rebeldes derrotan a
Sucre el 24 de noviembre de 1822 en la 1ª Cuchilla del Taindalá. Sucre se retira
perseguido por Boves, pero luego de reorganizarse Sucre se vuelve y derrota a los
pastusos en la 2ª Cuchilla del Taindalá y en la Quebrada de Yacuanquer.

Boves se retira de vuelta a Pasto, y prepara sus defensas para resistir hasta el
final. En la noche del 24 de diciembre de 1822, el mariscal Sucre toma por asalto
la ciudad, aprovechando la aparente calma de Navidad. Los habitantes de Pasto no se
encuentran preparados para dicho combate, y de forma despiadada el Batallón Rifles
comete todo tipo de excesos, asesinando a más de cuatrocientos civiles, entre
mujeres, ancianos y niños, y recluta por la fuerza a mil trescientos hombres.
Además, se dio la orden de ejecutar secretamente a catorce ilustres personajes de
la ciudad, siendo capturados, atados por la espalda y arrojados por un precipicio
al río Guáitara, siendo este uno de los episodios más oscuros y menos conocidos en
las guerras de independencia colombianas.3233 De esta manera, el antiguo fortín de
la región de Pasto queda doblegado, y la rebelión se ve aplastada de forma casi
definitiva.

Anexión y Entrevista de Guayaquil


Artículo principal: Entrevista de Guayaquil

José de San Martín y Simón Bolívar en la entrevista de Guayaquil.


La ciudad de Guayaquil sería la manzana de la discordia entre ambos Libertadores, y
en ella se daría el encuentro que abriría el camino para la intervención colombiana
en la lucha por la independencia peruana.

Al finalizar la campaña por la liberación de Ecuador, la ciudad de Quito y las


demás provincias con excepción de la de Guayaquil constituida como Provincia Libre
desde 1820, habían declarado su anexión a la República de Colombia. En Guayaquil la
opinión pública permanecía dividida entre partidarios de la anexión, fuera al Perú
o a Colombia, y los que deseaban permanecer independientes de cualquier poder
extranjero.

Tanto el Protector como el Libertador deseaban la anexión de la Provincia a sus


estados, pero fue Bolívar el que actuaría con decisión, ocupando militarmente la
ciudad el 13 de julio y proclamando dos días después la anexión de Guayaquil a
Colombia.

Bolívar y San Martín se entrevistaron el 26 de julio, donde debieron tratar los


temas sobre la soberanía de Guayaquil y la guerra en el Perú. Poco tiempo después
de la entrevista, San Martín renuncia al protectorado. No tardaría mucho tiempo
para que el Perú y Colombia se viesen en necesidad de emprender juntos la guerra
contra los realistas y asegurar sus respectivas independencias. Como parte de los
acuerdos logrados, Bolívar comprometió el envío de seis soldados colombianos a
Perú, el primer contingente de tres mil hombres llegaría en abril del siguiente año
al Callao.34 Con esto el Libertador contaba con siete a nueve mil hombres en
Perú.35

Campañas en el Perú
Artículo principal: Independencia del Perú

Campañas de independencia en Quito, Perú y el Alto Perú entre 1823 y 1826.


Antecedentes
Luego del impulso que significaron para el proyecto emancipador americano las
campañas de José de San Martín en el sur del continente a finales de la década de
1810, la situación en el cono sur era en extremo preocupante: en las Provincias
Unidas del Río de la Plata los conflictos entre las provincias y Buenos Aires
empezaban a tomar fuerza y los caudillos tendrían rienda suelta tras la batalla de
Cepeda; el Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve comenzaba una agresiva
política de expansión hacia el sur que por su carácter monárquico representaba un
peligro para la independencia americana y sus nacientes democracias; en el Perú San
Martín buscaba una solución política para la guerra con la coronación de un
príncipe europeo en América, pero las disputas de poder entre los caudillos, las
ambiciones políticas de la oligarquía y el potente ejército que los españoles
mantenían en el país estaba a punto de desembocar en la mayor de las anarquías.
Todas estas condiciones habían dislocado al movimiento emancipador en pequeños
centros de poder en los cuales las clases dominantes mantenían celosamente el
poder, resultando en una peligrosa atomización del poder que sería incapaz de
resistir un avance de los españoles desde el Perú, menos aun de atacarlos.36

En el norte por el contrario, habiendo superado las desuniones y aglutinado en


buena parte las distintas clases sociales e intereses al movimiento emancipador
bajo la dirección de Simón Bolívar, dándole un carácter colectivo que rompiera con
los tiempos en que solo interesaba a la aristocracia por mantener su poder y a la
burguesía por alcanzar dicho poder, habían, tras varias campañas, liberado buena
parte del territorio del antiguo Virreinato de Nueva Granada, que había sido
reorganizado como república, la Gran Colombia, desde la que Bolívar deseaba
completar su sueño americanista de unir a los antiguos dominios españoles en una
sola república que tuviera la fuerza para resistir cualquier intento de
recolonización española o de cualquier otra potencia.

Luego de la batalla de Carabobo en 1821, el territorio grancolombiano quedó en


buena parte asegurado aun cuando la guerra duraría hasta 1823 en Venezuela con la
caída de Puerto Cabello en manos republicanas del general José Antonio Páez y
proseguirían algunas guerrillas realistas en Nueva Granada y Venezuela.
Perú solicita la ayuda colombiana
Tras la retirada de San Martín, el Congreso Constituyente nombró al Presidente de
la Junta de Gobierno al general José de La Mar. Este comprometió buena parte del
ejército en campañas ambiciosas que fracasaron en las batallas de Torata y
Moquegua, dejando al gobierno peruano en una delicada condición militar. Tanto así,
que tras saber de la victoria de Pichincha San Martín escribió a Sucre el 24 de
junio de 1822 solicitando la devolución de la división de Santa Cruz más otra de
1.500 a 2.000 combatientes para finiquitar al Ejército Real del Perú.37 Sin
embargo, los esperados refuerzos no podrían salir de los recursos quiteños, como se
había especulado, la provincia estaba destruida por la guerra.38 El 13 de julio San
Martín acepta los ofrecimientos de ayuda colombiana.39

El 31 de julio de 1822 el Ejército Libertador acantonado en Lima contaba con 7.491


plazas y 397 jefes y oficiales listos para iniciar campaña bajo las órdenes del
general Rudecindo Alvarado. Estaban organizados en el regimiento Artillería de
Chile, la compañía Artillería de los Andes, los batallones No. 2, 3, 4, 5 y 11,
Numancia, Cazadores del Ejército y Legión Peruana, y los regimientos Río de la
Plata, Granaderos a Caballo y Húsares de la Legión o de la Guardia.40 Era el mayor
ejército reunido en la capital virreinal desde los tiempos de Manuel de Amat y
Junyent, durante la guerra de los Siete Años organizó las milicias cívicas para
levantar una hueste de cinco mil infantes y dos mil jinetes que resguardara los
territorios españoles de posibles ataques ingleses o portugueses.41 En las sierras
había ocho montoneras que sumaban 649 hombres armados encabezadas por cinco
capitanes, dos tenientes y sargento mayor (en la estimación no se incluyen las
partidas de los c

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