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5.1 Recuperación de saberes.

Consiste en recuperar y activar, a través de preguntas o tareas, los


conocimientos, concepciones, representaciones, vivencias, creencias,
emociones y habilidades adquiridos previamente por el estudiante, con
respecto a lo que se propone aprender al enfrentar la situación
significativa.

5.2 Los signos de puntuación: Importancia y funciones.


Los signos de puntuación son todos aquellos signos ortográficos que delimitan las
frases y los párrafos, establecen la jerarquía sintáctica de las preposiciones para
conseguir estructurar al texto, ordenan las ideas y las jerarquizan en principales y
secundarias.
Los signos de puntuación son signos ortográficos muy necesarios en el lenguaje escrito.
Sin ellos, cambia el sentido y significado de las oraciones del mensaje.
Los signos de puntuación se usan en los textos escritos para intentar reproducir la
entonación del lenguaje oral (pausas, matices de voz, gestos, cambios de tono, etc.)
con objeto de interpretar y comprender correctamente el mensaje escrito. Los signos
de puntuación, por lo tanto, nos permiten expresarnos con claridad y evitar
interpretaciones diferentes del mismo texto.

5.3 Usos del punto y la coma.


− Coma: este signo representa una pausa muy breve dentro del texto, así que los
elementos de la oración que son separados por él guardan mucha relación
entre sí.
− Punto: el punto representa una pausa larga, si es punto y seguido. Si es punto y
aparte, es más larga aún. Igualmente, los elementos separados tienen una
relación menos sólida.
El punto y coma está entre esos dos signos. Su pausa es mayor que la de la coma, pero
no tanto como la del punto y sus diferentes tipos.

5.4 Usos del punto.


Signo de puntuación (.) cuyo uso principal es señalar gráficamente la pausa que marca
el final de un enunciado que no sea interrogativo o exclamativo, de un párrafo o de un
texto. Se escribe sin separación de la palabra que lo precede y separado por un espacio
de la palabra o el signo que lo sigue. La palabra que sigue al punto se escribe siempre
con inicial mayúscula.
5.6 Usos de los puntos suspensivos.
Signo de puntuación formado por tres puntos consecutivos (...) —y solo tres—,
llamado así porque entre sus usos principales está el de dejar en suspenso el discurso.
Se escriben siempre pegados a la palabra o el signo que los precede, y separados por
un espacio de la palabra o el signo que los sigue; pero si lo que sigue a los puntos
suspensivos es otro signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos. Si los puntos
suspensivos cierran el enunciado, la palabra siguiente debe escribirse con mayúscula
inicial: El caso es que si lloviese... Mejor no pensar en esa posibilidad; pero si no cierran
el enunciado y este continúa tras ellos, la palabra que sigue se inicia con minúscula:
Estoy pensando que... aceptaré; en esta ocasión debo arriesgarme.

5.7 Uso de los dos puntos.


Signo de puntuación (:) que representa una pausa mayor que la de la coma y menor
que la del punto. Detienen el discurso para llamar la atención sobre lo que sigue, que
siempre está en estrecha relación con el texto precedente. Se escriben pegados a la
palabra o el signo que los antecede, y separados por un espacio de la palabra o el signo
que los sigue.
Usos lingüísticos:

• Preceden a una enumeración de carácter explicativo: Ayer me compré dos


libros: uno de Carlos Fuentes y otro de Cortázar.
• Cuando, por interés, se anticipan los elementos de la enumeración, los dos
puntos sirven para cerrarla y dar paso al concepto que los engloba: Natural,
sana y equilibrada: así debe ser una buena alimentación.
5.8 Usos del paréntesis.
Signo ortográfico doble con la forma () que se usa para insertar en un enunciado una
información complementaria o aclaratoria. Los paréntesis se escriben pegados a la
primera y la última palabra del período que enmarcan, y separados por un espacio de
las palabras que los preceden o los siguen (hay algunas excepciones; → 2c y d); pero si
lo que sigue al signo de cierre de paréntesis es un signo de puntuación, no se deja
espacio entre ambos.
Usos
Cuando se interrumpe el enunciado con un inciso aclaratorio o accesorio: Las
asambleas (la última duró casi cuatro horas sin ningún descanso) se celebran en el
salón de actos. Aunque también las comas (→ COMA2, 1.1) y las rayas (→ RAYA, 2.1) se
utilizan para enmarcar incisos, el uso de los paréntesis implica un mayor grado de
aislamiento del enunciado que encierran con respecto al texto en el que se inserta. Por
ello, los incisos entre paréntesis suelen ser normalmente oraciones con sentido pleno y
poca o nula vinculación sintáctica con los elementos del texto principal.
5.9 Usos de las rayas o guion largo.
Signo de puntuación representado por un trazo horizontal (—) de mayor longitud que
el correspondiente al guion (-) (→ GUION2 o GUIÓN), con el cual no debe confundirse.
Cuando se usan dos rayas (una de apertura y otra de cierre) para introducir un inciso
dentro de un período más extenso, estas se escriben pegadas a la primera y a la última
palabra del período que enmarcan, y separadas por un espacio de la palabra o signo
que las precede o las sigue; pero si lo que sigue a la raya de cierre es otro signo de
puntuación, no se deja espacio entre ambos.
Usos
Para encerrar aclaraciones o incisos: Para él la fidelidad —cualidad que valoraba por
encima de cualquier otra— era algo sagrado. Para esto pueden utilizarse también las
comas (→ COMA2, 1.1) o los paréntesis (→ PARÉNTESIS, 2a). Los incisos entre rayas
suponen un aislamiento mayor con respecto al texto en el que se insertan que los que
se escriben entre comas, pero menor que los que se escriben entre paréntesis. La raya
de cierre en los incisos no se suprime, aunque detrás de ella deba aparecer un punto o
cualquier otro signo de puntuación:
Esperaba a Emilio —un gran amigo—. Lamentablemente, no vino.
5.11 Usos de las comillas.
Signo ortográfico doble del cual se usan diferentes tipos en español: las comillas
angulares, también llamadas latinas o españolas («»), las inglesas (“Signo ortográfico
doble del cual se usan diferentes tipos en español: las comillas angulares, también
llamadas latinas o españolas («»), las inglesas (“”) y las simples (‘’). Las comillas
inglesas y las simples se escriben en la parte alta del renglón, mientras que las
angulares se escriben centradas. En los textos impresos, se recomienda utilizar en
primera instancia las comillas angulares, reservando los otros tipos para cuando deban
entrecomillarse partes de un texto ya entrecomillado. En este caso, las comillas
simples se emplearán en último lugar: «Antonio me dijo: “Vaya ‘cacharro’ que se ha
comprado Julián”». Las comillas se escriben pegadas a la primera y la última palabra
del período que enmarcan, y separadas por un espacio de las palabras o signos que las
preceden o las siguen; pero si lo que sigue a las comillas de cierre es un signo de
puntuación, no se deja espacio entre ambos.”) y las simples (‘’). Las comillas inglesas y
las simples se escriben en la parte alta del renglón, mientras que las angulares se
escriben centradas. En los textos impresos, se recomienda utilizar en primera instancia
las comillas angulares, reservando los otros tipos para cuando deban entrecomillarse
partes de un texto ya entrecomillado. En este caso, las comillas simples se emplearán
en último lugar: «Antonio me dijo: “Vaya ‘cacharro’ que se ha comprado Julián”». Las
comillas se escriben pegadas a la primera y la última palabra del período que
enmarcan, y separadas por un espacio de las palabras o signos que las preceden o las
siguen; pero si lo que sigue a las comillas de cierre es un signo de puntuación, no se
deja espacio entre ambos.
Usos
a) Para enmarcar la reproducción de citas textuales. Si el texto que se reproduce
consta de varios párrafos, antes era costumbre colocar comillas de cierre al comienzo
de cada uno de ellos (salvo, claro está, en el primero, que se inicia con comillas de
apertura):
Dice Rafael Lapesa en su obra Historia de la lengua española, a propósito de los
germanos:
«En el año 409 un conglomerado de pueblos germánicos —vándalos, suevos y alanos—
atravesaba el Pirineo y caía sobre España [...].

5.12 Adquisición lexical.


El proceso de adquisición lexical se refiere a la forma en que se obtiene el conjunto de
palabras o vocabulario que permite una mejor comunicación entre los hablantes o
quienes escriben.

Las características de estés proceso son:

Realizar actividades rutinarias que permiten conocer o escuchar palabras en diversos


temas, por ejemplo:

− leer libros de todo tipo de materias.


− escuchar noticias.
− usar frecuentemente el diccionario anotar palabras con significado
desconocido para identificar su utilización en el contexto.
− además de conocer su uso gramatical.
− Identificar el campo semántico de las palabras desconocidas y terminologías
afines (sinónimos).
− Identificar además de los sinónimos, los antónimos. Es decir, palabras que
significan lo contrario.
− redactar oraciones para incorporar los nuevos términos al léxico.

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