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ESTEFANIA QUIEL
MÓNICA REYES
EMILEYDA BARRÍA
RAYZA MIRANDA
El camión, cuando circulaba a la altura de Viguí para evitar chocar con otro carro que
venía en vía contraria, se salió de la carretera y se volcó, produciendo un incendio que le
costó la vida al conductor y produjo la perdida total de la carga.
Cuando el señor CARLOS PEREZ se enteró del accidente, se puso en contacto telefónico
con la empresa TRANSPORTES HNOS. GONZALEZ reclamándole la oportuna
indemnización por los daños y perjuicios sufridos. LUIS GONZALEZ uno de los
propietarios de la empresa, le comunicó que no tenían conocimiento alguno de que el
conductor del camión transportase ninguna carga; que además, los únicos que podían
contratar era su hermano JOSÉ GONZALEZ y él mismo ya que eran los dueños de la
empresa y, por último, que aún cuando el camión siniestrado hubiere transportado la
carga alegada por el señor CARLOS PEREZ, el accidente había sido debido a culpa de
un tercero el que venia en vía contraria, y había invadido el lado izquierdo de la carretera
y, por lo tanto, no tenía porque indemnizarle de pérdida alguna.
1. ¿El tipo de transporte mencionado, en el caso de que exista contrato sería civil o
comercial?
El contrato serio comercial en caso de que exista.
2. ¿El conductor del camión quien no tiene poder de representación alguno, puede
realizar contratos cuando regresa vacío y se dirige hacia el lugar donde esta ubicada
la empresa para la cual trabaja (David)?
Es evidente, que el conductor del camión no podía en este caso realizar contratos ya
que, primero el mismo no tenia un poder de representación y segundo, los únicos que
tenían dicha facultad de contratar eran los propietarios de la empresa.
No, el artículo 688 del código de comercio dispone que las mercaderías se
transportaran a riesgo y ventura del cargador, si expresamente no se hubiera
convenido lo contrario. En tal virtud, serán de cuenta y riesgo del cargador todos los
daños y menos cabos que experimentaren los géneros durante el transporte, por caso
fortuito, fuerza mayor o naturaleza y vicio propio de las cosas. La prueba de estos
accidentes incumbe al porteador.
Es decir, que el contrato de riesgo y ventura se deben realizar a nombre del cargador,
lo que supone que este será quien asume los riesgos a que esta expuesto el
desarrollo del contrato y que repercuten en el beneficio económico que espera
obtener.