La propiedad intelectual es un derecho de carácter civil que surge con el Convenio
de Estocolmo o Convenio que establece la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), en el año de 1967 y que en su artículo 2, define a la propiedad intelectual de la siguiente manera: “Propiedad intelectual, los derechos relativos: -a las obras literarias, artísticas y científicas, - a las interpretaciones de los artistas intérpretes y a las ejecuciones de los artistas ejecutantes, a los fonogramas y a las emisiones de radiodifusión,-a las invenciones en todos los campos de la actividad humana, -a los descubrimientos científicos, -a los dibujos y modelos industriales, -a las marcas de fábrica, de comercio y de servicio, así como a los nombres y denominaciones comerciales, -a la protección contra la competencia desleal, y todos los demás derechos relativos a la actividad intelectual en los terrenos industrial, científico, literario y artístico. Por otra parte, tenemos como Derecho Internacional en materia de derecho de autor, los siguientes instrumentos jurídicos: a. Convención de Roma sobre la protección de los artistas, intérpretes o ejecutantes, los productores de fonogramas y los organismos de radiodifusión. b. Convenio de Berna para la protección de las obras literarias y artísticas c. Tratado de Marrakech para facilitar el acceso a las obras publicadas a las personas ciegas, con discapacidad visual o con otras dificultades para acceder al texto impreso. d. Tratado de Beijing sobre interpretaciones y ejecuciones audiovisuales e. Tratado de la OMPI sobre derecho de autor f. Convenio de Bruselas sobre la distribución de señales portadoras de programas transmitidas por satélite. g. Convenio de Ginebra para la protección de los productores de fonogramas contra la reproducción no autorizada de sus fonogramas.
En Panamá, los delitos contra la propiedad intelectual están tipificados en los
artículos que van del 262 al 275 del código penal que, a su vez, debe analizarse en concordancia con las siguientes normativas legales: a. Ley 64 de miércoles 10 de octubre de 2012, presente en la Gaceta Oficial # 27139-B. b. Ley 20 de 27 de junio de 2000, sobre el Régimen Especial de Propiedad Intelectual sobre los Derechos Colectivos de los Pueblos Indígenas, presente en la Gaceta Oficial # 24,083. La ley 64, en su artículo 2, define el término autor como: “….Persona natural que realiza la creación intelectual.”; y, en su artículo 11, manifiesta que: “Quedan comprendidas entre las creaciones protegidas por la presente Ley todas las obras literarias, artísticas o científicas, tales como: 1. Las expresadas por escrito, como los libros, folletos u otros escritos y cualquier obra exteriorizada mediante letras, signos o marcas convencionales; 2. Las conferencias, alocuciones, sermones y otras obras consistentes en palabras expresadas oralmente; 3. Las composiciones musicales, con o sin letra; 4. Las obras dramáticas y dramáticomusicales; 5. Las obras coreográficas y pantomímicas; 6. Las obras audiovisuales, cualquiera sea el soporte material o procedimiento empleado; 7. Las obras fotográficas y lasexpresadas por procedimiento análogo a la fotografía; 8.Las obras de las bellas artes, incluidas las pinturas, dibujos, esculturas, grabados y litografías; 9. Las obras de arquitectura; 10. Las obras de arte aplicado; 11. Las ilustraciones, mapas,planos, bosquejos y obras relativas a la geografía, la topografía,la arquitectura o las ciencias; 12. Los programas de ordenador; y, 13. En fin, toda producción literaria, artística o científica susceptible de ser divulgada o publicada por cualquier medio o procedimiento.” En cuanto a la ley 20, ésta establece el régimen especial de propiedad intelectual sobre los derechos colectivos de los pueblos indígenas, para la protección y defensa de su identidad cultural y de sus conocimientos tradicionales, misma que establece, entre otras cosas, las siguientes: a. Artículo 1: “Esta ley tiene como finalidad proteger los derechos colectivos de propiedad intelectual y los conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas sobre sus creaciones, tales como invenciones, modelos, dibujos y diseños, innovaciones contenidas en las imágenes, figuras, símbolos, gráficos, petroglifos y otros detalles; además, los elementos culturales de su historia, música, arte y expresiones artísticas tradicionales, susceptibles de un uso comercial, a través de un sistema especial de registro, promoción y comercialización de sus derechos, a fin de resaltar los valores socioculturales de las culturas indígenas y hacerles justicia social.” b. Artículo 2: “Las costumbres, tradiciones, creencias, espiritualidad, religiosidad, cosmovisión, expresiones folclóricas, manifestaciones artísticas, conocimientos tradicionales y cualquier otra forma de expresión tradicional de los pueblos indígenas, forman parte de su patrimonio cultural; por lo tanto, no pueden ser objeto de ninguna forma de exclusividad por terceros no autorizados a través del sistema de propiedad intelectual, tales como derecho de autor, modelos industriales, marcas, indicaciones geográficas y otros, salvo que la solicitud sea formulada por los pueblos indígenas. Sin embargo, se respetarán y no se afectarán los derechos reconocidos anteriormente con base en la legislación sobre la materia.” Tomando como referente lo expuesto en epígrafes anteriores, podemos manifestar los indicar lo siguiente: Los delitos contra la propiedad intelectual están conformado por un conjunto de actos idóneos, que, a su vez, conforman todas aquellas conductas a través de las cuales se puedan afectar o vulnerar los derechos civiles identificados como los derechos de autor. Siendo estos identificados como todas aquellas cosas que han sido producto del intelecto humano y, que podemos identificar como obras de carácter literario, científico, artístico, industrial o, cultural. Este último, específicamente, relacionado con las costumbres y tradiciones de los pueblos indígenas, como por ejemplo: su cosmovisión, espiritualidad, vestuarios, el uso de plantas medicinales como solamente crecen dentro del territorio comarcal, alimentos, entre otras cosas. Nuestro código penal ha divido estos delitos en tres áreas: aquellos delitos que afectan los derechos de autor y derechos conexos (arts. 262 – 266 C): delitos contra los derechos de propiedad industrial (arts. 267 – 273; y, los delitos contra los derechos colectivos de los Pueblos indígenas y sus conocimientos tradicionales (arts. 274 – 275). a. Los delitos contra los derechos de autor y derechos conexos Contempla todas aquellas conductas ilícitas que afectan las obras de carácter científico, artístico y literario. Estos delitos tratan de proteger al autor de estas obras y, a quien tiene el derecho conexo de las mismas; es decir, a quien la produce, a quien la interpreta. Dentro de las conductas ilícitas que conforman este delito, podemos identificar las siguientes: 1. Emplear indebidamente el título de una obra. 2. Atribuirse falsamente la autoría de la obra. 3. Publicar un obra que ya está protegida bajo los derechos de autor 4. Una vez vencido el plazo que autoriza la publicación de la obra, continuar publicándola. 5. Retransmitir o transmitir señales que le pertenecen a los organismos de radiodifusión de cable o satélite. 6. Modificar una obra que está protegida por los derechos de autor y derechos conexos. 7. Poner a disposición del público transmisiones artísticas o de producción fonográfica. 8. Piratería de los derechos de autor y derechos conexos 9. Inscribir como propia, en los Registros de Derecho de Autor y Derechos Conexos, una obra de la cual no es el autor, ni está autorizado para ello. 10. Hacer uso de ejemplares de una obra sin estar autorizado para ello. 11. Obtener ingresos debido a los derechos de autor y derechos conexos, haciendo uso de declaraciones falsas. 12. Realizar cualquier tipo de transacción comercial con una obra, sin estar autorizado para ello. b. Los delitos contra los derechos de propiedad industrial Se refieren a todas aquellas acciones o conductas que afecten las marcas y patentes; es decir, la producción industrial de una cosa y el derecho a su uso (su registro). Por ejemplo: una tecnología, un vestido, zapatos, entre otras cosas. Entre algunas de las conductas ilícitas que conforman estos delitos podemos mencionar las siguientes: 1. Realizar el ensamblaje o fabricación de productos que están amparados por alguna patente. 2. Falsificar en todo en parte una marca. 3. Comercializar un producto, que esté amparado con una patente, sin estar autorizado para ello. 4. Hacer uso de un secreto industrial o comercial sin estar autorizado para ello. 5. Revelar un secreto industrial o comercial, habiendo sido prevenido de la confidencialidad de este.
Bibliografía: Compendio de derecho penal especial-doctora julia Sáenz