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15) ESQUELETO DE LA CABEZA

CRÁNEO
El esqueleto de la cabeza lo conforman 22 huesos, descansa en el extremo superior de la
columna vertebral. Sus huesos se dividen en 2 grupos: huesos del cráneo (neurocráneo) y
huesos de la cara (viscerocráneo). Los huesos del cráneo conforman la cavidad craneal
que encierra y protege al cerebro. Además conforman pequeñas cavidades abiertas al
exterior como la cavidad nasal, las órbitas. Algunos huesos contienen cavidades
denominadas senos paranasales que están tapizadas por mucosa y comunican con la
cavidad nasal. Otras pequeñas cavidades contienen los órganos de la audición y el
equilibrio.

DESARROLLO DE LA REGIÓN CEFÁLICA (NEUROCRÁNEO)

El neurocráneo es la parte más antigua del cráneo, proviene del primitivo condrocráneo
que formaba la base del cráneo en los peces cartilaginosos, y de las cápsulas
cartilaginosas que protegían los órganos de los sentidos.
En el proceso de origen y desarrollo del neurocráneo participan las células de las crestas
neurales y el mesodermo paraxial y en él se distinguen dos porciones: una membranosa
que forma los huesos planos que rodean al cerebro como una bóveda, y otra cartilaginosa
o condrocráneo que forma los huesos de la base.
Al finalizar las 12 semanas en el esqueleto aparecen centros de osificación,
especialmente en el cráneo y los huesos largos. Las extremidades superiores han
alcanzado prácticamente su tamaño final relativo pero las inferiores aún no se han
desarrollado bien y son ligeramente más cortas de su longitud final.

CRÁNEO DEL RECIÉN NACIDO


Hay dos hechos característicos del desarrollo craneal que provocan importantes
diferencias entre el cráneo del recién nacido y el del adulto:
 Los huesos completan su desarrollo morfológico en períodos posnatales tardíos.
 Los huesos al no haber completado su osificación, se mantienen unidos por cartílago o
por membranas de tejido conjuntivo.
El cráneo del recién nacido al igual que el fetal, es redondeado, sus huesos son delgados
y están separados entre sí por una banda de tejido conectivo, que es más ancha en los
sitios en que se encuentran más de dos huesos; donde se denominan fontanelas, que
dotan al cráneo de gran elasticidad.
Se distinguen dos fontanelas impares:
 la fontanela anterior (bregmática), la de mayor tamaño, entre los huesos frontal y
parietales;
 la fontanela posterior (lambdoidea), entre el hueso occipital y parietales.
Otras dos fontanelas son pares:
 las fontanelas esfenoidales (ptéricas) entre las alas mayores del esfenoides,
temporal, parietal y frontal.;
 las fontanelas mastoideas (astéricas) entre los huesos occipital, parietal y
temporal.
La desaparición de las fontanelas ocurre en los primeros años de vida si el desarrollo
óseo es normal. La fontanela anterior se cierra en los niños antes de los 2 años, la
posterior a los 2 meses, la esfenoidal hacia los 3 meses y la mastoidea a los 8 ó 10
meses.
Hay que señalar que en el recién nacido la escama del frontal aparece dividida en dos
mitades por la sutura frontal (metópica).
En esta etapa el cráneo es grande en proporción con el resto del cuerpo, y la cara es
relativamente pequeña en comparación con la bóveda craneal. Estas desproporciones se
deben por un lado a que los senos paranasales se desarrollan en el período postnatal y
por otro lado, a que los dientes y el hueso maxilar aún deben desarrollarse.
El cráneo del recién nacido carece de proceso mastoideo, los arcos superciliares están
poco desarrollados, las órbitas y la frente son desproporcionadamente grandes con
respecto al resto de la cara.

DEFECTOS CONGÉNITOS
Los defectos congénitos del cráneo abarcan desde la ausencia de la bóveda craneal,
como la acrania, incompatible con la vida; hasta defectos de una parte del cráneo por
donde secundariamente pueden herniarse las meninges o el tejido nervioso.

CRANEOSINOSTOSIS
El cierre prematuro de una o varias suturas origina la craneosinostosis, sus variedades
dependen de la sutura que se cierre. Una de las variantes más frecuente es la
escafocefalia, donde ocurre el cierre temprano de la sutura sagital, lo que produce
expansión frontal y occipital y el cráneo se torna largo y estrecho, otra variante es la
oxicefalia o turricefalia, la que se debe a un cierre prematuro de la sutura coronal,
originando un cráneo alto en forma de torre.

HUESOS DEL NEUROCRÁNEO


El neurocráneo tiene el aspecto de un ovoidehueco, con el eje mayor dirigido en sentido
anteroposterior y el extremo posterior abultado. En el polo anterior presenta adosados a
los huesos de la cara y, por su extremo posterior, se apoya sobre la columna vertebral
(articulación cráneo vertebral), donde se encuentra un amplio agujero, el agujero magno,
que permite la continuidad del encéfalo con la médula espinal. Se divide en dos regiones:
una superior, la bóveda craneal, la calvaria y otra inferior, la base del cráneo.

DESARROLLO DEL VISCEROCRÁNEO


El esqueleto facial se origina principalmente de los dos primeros arcos faríngeos y de las
crestas neurales, los huesos que los constituyen presentan osificación membranosa. El
desarrollo del viscerocráneo está íntimamente relacionado con el proceso de formación de
la cara.
a evolución de la cara en la cuarta semana se caracteriza por el desarrollo de cinco
prominencias o procesos alrededor del estomodeo, que son:
 La prominencia frontonasal, los dos procesos maxilares y los dos mandibulares.
 Los procesos faciales pares derivan del primer arco faríngeo.
 Se forman predominantemente por proliferación de células de la cresta neural que
migran hacia ellos.
 La evolución de la cara durante la quinta semana se caracteriza por el desarrollo en la
prominencia frontonasal de dos abultamientos llamados procesos nasales, cada uno
de los cuales tiene una porción medial y otra lateral.
 El crecimiento diferencial de los procesos nasales provoca la aparición en su centro de
una depresión denominada fosita nasal, cuya evolución dará origen a la cavidad
nasal.
 Los procesos nasales mediales se acercan hacia la línea media producto del
desarrollo facial.
 El mesénquima de las cinco prominencias en la séptima semana ha experimentado
un crecimiento rápido que conlleva a la fusión de las mismas, quedando surcos que
marcan los límites entre ellas.
 En la décima semana la unión de todos los procesos faciales da a la cara una
apariencia humana. La cara es ancha, los ojos están muy separados, la implantación
de las orejas es baja y los párpados están fusionados.
 La fusión de los procesos nasales mediales entre sí y con los procesos maxilares
permiten la continuidad de los maxilares con el labio superior, así como la separación
de las cavidades nasal y bucal.
 A medida que las prominencias nasales mediales se fusionan, forman el segmento
intermaxilar, que da lugar a:
 La parte media del labio superior o surco subnasal, un componente maxilar que
comprende los cuatro incisivos y sus encías correspondientes, y el paladar primario.
 En la sexta semana se forman dos prolongaciones mesenquimatosas que se
extienden desde las caras internas de los procesos maxilares, hacia la línea media,
llamadas crestas palatinas que en la séptima semana se fusionan y forman el paladar
secundario.
 La unión del paladar primario con el secundario forma el paladar definitivo; la marca de
esta unión en la línea media es el agujero incisivo.

 DEFECTOS CONGÉNITOS
 Cuando ocurre un defecto de fusión entre los procesos durante el desarrollo de la
cara, se pueden presentar diferentes hendiduras faciales. Las hendiduras del labio
superior y del paladar son frecuentes.
 El defecto puede producirse a nivel de la fusión del proceso nasal lateral de un lado
con el proceso maxilar correspondiente, consecuentemente no se une el paladar
primario con el secundario en uno de los lados, originando un labio leporino
unilateral, que puede afectar el labio, el labio y la encía o, el labio, la encía y el
paladar primario.
 Cuando el defecto compromete la fusión de ambos procesos nasales laterales con los
maxilares correspondientes se origina un labio leporino bilateral.
 Los defectos situados detrás del agujero incisivo comprenden la fisura del paladar, por
falta de fusión de las crestas palatinas.
 En ocasiones se forma una combinación de defectos ocasionando una hendidura que
se extiende por delante y por detrás del agujero incisivo, consecuentemente presenta
labio leporino y fisura del paladar.

HUESOS DEL VISCEROCRÁNEO


El viscerocráneo está formado por 15 huesos faciales que conforman la cara: 2 huesos
nasales, 2 maxilares, 2 cigomáticos o malares, la mandíbula, 2 lagrimales, 2 palatinos, 2
conchas nasales inferiores, el vómer y el hioides.
Los huesos de la cara se disponen adosados a la porción anteroinferior del neurocráneo
formando dos bloques óseos el complejo maxilar y la mandíbula. El elemento central
del complejo maxilar es el hueso maxilar y entorno a él se articulan el resto de los huesos
de la cara mediante uniones inmóviles. La mandíbula, hueso impar es el único que posee
movilidad, y su función principalmente está relacionada con la masticación.
ESQUELETO DE LA CABEZA
En la composición del neurocráneo entran los huesos impares, occipital, frontal,
esfenoides y etmoides; y los pares parietal y temporal.
Por su parte en el viscerocráneo se encuentran los huesos pares: maxilar, concha nasal
inferior, palatino, cigomático, nasal y lagrimal; así como los impares: vómer, hioides y
mandíbula.
 Características generales y funciones
 La mayoría de los huesos están unidos entre sí por articulaciones fijas, las suturas.
 La mandíbula es el único hueso cranefacial móvil.
 La cabeza tiene muchos accidentes topográficos como agujeros y fisuras por los que
pasan elementos vasculares y nerviosos.
 Protege el encéfalo.
 Estabilizan las posiciones del cerebro, los vasos sanguíneos, los linfáticos y los nervios
mediante la fijación de las menínges en la superficie de los huesos.
 La superficie externa de los huesos es un amplia área de inserción de los músculos
que mueven las distintas partes de la cabeza.
 Los huesos faciales conforman la armazón de la cara y sirven de inserción a los
músculos encargados de la expresión facial.
 Proporciona soporte y protección a los delicados órganos de la visión, el gusto, la
audición, el olfato y el equilibrio.
ARTICULACIONES DEL CRÁNEO
En el esqueleto de la cabeza existen los tres tipos de articulaciones:
 Las uniones fibrosas pueden ser de distintas variedades: sindesmosis por
membranas y ligamentos, suturas, gónfosis y esquindelesis.
 Las uniones cartilaginosas según el tipo de cartílago que participa pueden ser
sincondrosis y sínfisis.
 La articulación sinovial presente en el cráneo es una unión condilar, compleja y
combinada.

Las articulaciones fibrosas del tipo de las sindesmosis por membrana, constituyen las
fontanelas de los niños pequeños y los ligamentos que se encuentran reforzando la
articulación temporomandibular.
La suturas, según la forma de los bordes de unión pueden ser: serratas, escamosas y
planas.
Las suturas serratas están presentes: entre el hueso frontal y los dos parietales,
denominada sutura frontoparietal, coronal o frontal; entre los dos huesos parietales,
donde recibe el nombre de sutura sagital; y entre los dos huesos parietales y el occipital,
que recibe el nombre de sutura parietooccipital o lambdoidea.
La variedad escamosa la encontramos entre el hueso parietal y temporal, mientras que la
variedad plana se presenta entre los huesos del viscerocráneo.
Otras variedades de articulaciones fibrosas como las gónfosis se localizan entre los
alvéolos dentales y los dientes; y las esquindelesis entre el esfenoides y el vómer.
Las articulaciones cartilaginosas del tipo de las sincondrosis pueden ser temporales o
permanentes y se localizan en la base del cráneo. Las permanentes se denominan
esfenooccipital, esfenopetrosa y petrooccipital.

ARTICULACIÓN TEMPOROMANDIBULAR
La articulación temporomandibular está formada por las caras articulares de la fosa
mandibular y del cóndilo de la mandíbula; incluidas dentro de una misma cápsula articular
y reforzados por ligamentos.
La cavidad de la articulación temporomandibular está dividida por un disco
fibrocartilaginoso, en dos compartimientos independientes: superior e inferior.
Alrededor de la articulación se encuentran tres ligamentos, de los cuales sólo uno tiene
relación directa con la cápsula articular, el ligamento lateral, este ligamento limita los
movimientos de la cabeza articular hacía atrás. Los dos ligamentos restantes son los
ligamentos esfenomandibular y estilomandibular.
La articulación temporomandibular por la forma de las caras articulares es de tipo condilar
y por tanto biaxial, la presencia del disco intraarticular le confiere la condición de compleja
y amplía su capacidad de movimientos.
Ambas articulaciones funcionan al mismo tiempo, aún cuando están separadas
anatómicamente, clasificándose como una articulación combinada.
Los movimientos de la articulación temporomandibular son:
 descenso y elevación con apertura y cierre de la boca,
 desplazamiento hacia delante y hacia atrás, es decir propulsión y retropulsión; y
 movimientos de lateralización.
La integración de los huesos de la cabeza a través de los distintos tipos de articulaciones
en un todo único, hace posible un estudio de conjunto del cráneo, lo cual tiene una gran
significación en la práctica médica.

CRÁNEO EN SU CONJUNTO
El estudio del cráneo en su conjunto se realiza mediante distintas vistas o planos
denominados normas, las cuales son: frontal, lateral, basales interna y externa, sagital,
vertical y posterior u occipital.
Para estudiar cada una de estas normas es necesario conocer las características
morfofuncionales particulares de los huesos y proponerse entonces una integración de los
mismos por los distintos planos.

16) ESQUELETO DEL CUELLO Y TRONCO


Desarrollo de la columna vertebral:
Durante la cuarta semana los somitas ubicados en pares a ambos lados del tubo
neural y la notocorda se diferencian en los esclerotomas, miotomas y dermatomas;
las células de los esclerotomas cambian de posición para rodear la notocorda y el
tubo neural, durante este proceso de reubicación celular se forma una columna
mesenquimatosa rodeando la notocorda que conserva su distribución
segmentaria.
La porción caudal de cada segmento de esclerotomas experimenta una gran
proliferación y se condensa.

Desarrollo de las costillas y el esternón:


En la parte alta del tronco, la columna tiene asociados una serie regular de arcos
osteocartilaginosos, los arcos costales que se unen por su extremo posterior a la
columna vertebral y por su extremo anterior al esternón formando el tórax, a cuya
parte superior se une la primera porción del miembro superior para formar el
cinturón escapular.

COLUMNA VERTEBRAL:
Situada en un plano sagital en posición dorsal, la columna vertebral hace relieve
en la superficie posterior del tronco. Está constituida por la superposición de 32 a
34 vértebras que se articulan entre sí formando una estructura resistente y flexible.
La forma y función de las vértebras que la conforman, varía de arriba abajo, lo que
permite distinguir cinco segmentos con características morfofisiológicas diferentes:
cervical, torácico, lumbar, sacro y coccígeo.

Características regionales de las vértebras:


La región cervical de la columna vertebral tiene una gran importancia, ya que
sostiene el cráneo y garantiza las bases para la movilidad del mismo.
Su posición, como extremo craneal de la columna, implica que soporte un menor
peso, por lo que sus cuerpos son los más pequeños pero su agujero es grande por
el grosor de la médula espinal a este nivel. El proceso espinoso es el más corto de
todas las vértebras y su extremo es bifurcado. Los procesos transversos son
también cortos y presentan un agujero.
En la región torácica es fácilmente apreciable el aumento de volumen de los
cuerpos en dirección descendente, lo que obedece a que la carga a soportar por
los mismos se va incrementando. Son también evidentes las carillas articulares
situadas tanto en los procesos transversos como en los cuerpos vertebrales para
las articulaciones con las costillas.
Las características regionales de las vértebras torácicas son:
Cuerpo con tamaño intermedio entre el de las cervicales y el de las lumbares;
presencia de carillas articulares en los extremos superiores e inferiores de sus
caras laterales; denominadas fositas costales, destinadas a recibir las cabezas de
las costillas.
Las apófisis o procesos transversos tienen una dirección posterolateral y en su
extremo tienen una superficie articular en forma de fosa, la fosita costal para su
unión con el tubérculo de la costilla.
Los procesos espinosos son los más largos de todas las regiones y se disponen
oblícuamente hacia atrás y abajo, lo que es importante como forma de proteger los
órganos y demás estructuras vitales de la cavidad torácica de una extensión
excesiva que pudiera provocar su compresión.
El agujero vertebral es ovalado y las apófisis o procesos articulares superiores e
inferiores se disponen en el plano frontal, lo que también contribuye a limitar los
movimientos en esta región. Los procesos articulares superiores son de mayor
tamaño que los inferiores y ambos presentan superficies planas que al unirse en
las articulaciones intervertebrales, permiten pequeños deslizamientos de una
vértebra sobre otra.
En los procesos transversos presentan carillas articulares para la unión con el
tubérculo costal.
En las vértebras lumbares, el cuerpo es muy voluminoso y tiene forma
arriñonada; sin embargo el agujero vertebral es pequeño porque en la mayor parte
de la región la médula espinal está ausente.
Las apófisis o procesos transversos son muy voluminosos y recuerdan la forma
de una costilla, por lo que se les denomina costiformes.
Los procesos espinosos tienen forma cuadrilátera y se dirigen directamente hacia
atrás. Las apófisis o procesos articulares son prominentes.
Aunque cada región tiene características que la distinguen; en los extremos de
cada una se encuentran vértebras que expresan la transición entre las regiones,
estas son denominadas vértebras atípicas.
El atlas es la primera vértebra cervical por lo que es la responsable de establecer
la unión entre el cráneo y la porción cervical de la columna vertebral.
La segunda vértebra cervical denominada axis también cumple una importante
misión en la unión del cráneo a la columna vertebral. La presencia de un vástago o
diente que sirve de eje a la rotación del cráneo previamente apoyado en el atlas es
la característica más distintiva.
Estas dos primeras vértebras de la columna cervical se unen entre sí
constituyendo un complejo articular con el hueso occipital del cráneo.
Otra vértebra que presenta características particulares es la séptima cervical la
que no tiene un proceso espinoso pequeño, como es característico de su grupo, a
lo que debe su denominación de prominente. Este proceso espinoso que, tampoco
es bifurcado como es típico de esta región, puede ser palpado fácilmente en la
base del cuello cuando el mismo se encuentra flexionado.
El segmento pélvico de la columna vertebral está constituido por dos huesos el
sacro y el cóccix que se forman por la fusión de varias vértebras y pertenecen a
las regiones homónimas de la columna.
El mayor es el sacro resultado de la unión de cinco primitivas vértebras e
interpuesto como una cuña entre los huesos coxales; a través de los cuales
transmite el peso de la parte superior del cuerpo, a los miembros inferiores y
también cumple una misión topográfica al formar parte de la pared posterior de la
cavidad pélvica. Las vértebras sacras comienzan a fusionarse entre los 16 y 18
años, completándose alrededor de los 30 años.
El cóccix generalmente se forma por la fusión de 4 vértebras coccígeas, que se
fusionan más tardíamente que las sacras entre los 20 y 30 años de edad.
El sacro es irregular, aplanado de delante a atrás, pero por su aspecto piramidal
se distinguen en él las caras anterior, posterior y laterales aunque algunos
autores no reconocen las caras laterales.
Se distingue también en su constitución una base superior y un vértice inferior. En
ambas extremidades del hueso se distinguen las caras articulares para la unión
con las estructuras óseas vecinas.
La base del sacro recuerda la cara superior de una vértebra.
El margen anterior de esta superficie hace relieve hacia la pelvis formando el
promontorio del sacro.
Por detrás del cuerpo se sitúa el orificio superior de entrada al conducto sacro,
parte final del canal vertebral.
Lateralmente en la zona correspondiente a las apófisis transversas se disponen
amplias superficies óseas, las alas del sacro.
El sacro tiene muchos detalles anatómicos como agujeros, crestas, superficies
articulares y tubérculos, que son el resultado de la fusión de diferentes partes de
las vértebras que lo conforman.
El cóccix, estructura de forma triangular remanente de la cola de los
cuadrúpedos, que se articula con el vértice del sacro.

ARTICULACIONES DE LA COLUMNA VERTEBRAL


En la columna vertebral se establecen uniones entre las vértebras a través de las
articulaciones intervertebrales. Además, la columna se articula en su extremo
cefálico con el cráneo, en su parte media con las costillas y en su extremo caudal
con los huesos coxales.

ARTICULACIONES INTERVERTEBRALES

1. Uniones entre los cuerpos - Discos intervertebrales.


- Ligamentos longitudinales
anterior y posterior.

2. Uniones entre - Articulaciones intervertebrales


los procesos - Ligamentos intertransversarios
- Ligamentos interespinosos
- Ligamento supraespinoso

3. Uniones entre
los arcos - Ligamentos amarillos

Uniones entre los cuerpos vertebrales.


Los cuerpos se unen por medio de sínfisis a través de los discos intervertebrales.
Estos son masas fibrocartilaginosas que se sitúan entre los cuerpos de las
vértebras con alturas variables que dependen de la movilidad de las diferentes
regiones y de la carga que soportan los cuerpos, por lo que es mínima en la región
cervical y máxima en la lumbar. En estas regiones los discos son también más
altos en la parte anterior lo que ayuda a mantener las curvaturas fisiológicas de la
columna vertebral.
Cada disco intervertebral está constituido por un núcleo de sustancia gelatinosa,
derivado de la notocorda embrionaria, denominado núcleo pulposo y por una
porción periférica de fibras situadas de forma concéntrica denominada anillo
fibroso. En las regiones cervical y lumbar el núcleo pulposo ocupa la mayor parte
del disco, y está ligeramente desplazado hacia atrás, siendo contenido por el anillo
fibroso.
Su función es la de cojinete que soporta y amortigua las cargas, por lo que se
desplaza en diferentes direcciones y recupera su posición cuando cesan las
fuerzas que actuaban sobre él.
Su función amortiguadora es imprescindible para la protección del cerebro de
golpes y sacudidas, así como para la adaptación del organismo a variaciones del
volumen de las cavidades torácica y abdominal como las que se producen durante
el embarazo o la respiración.
El disco pierde su elasticidad con los años y disminuye de tamaño debido a que el
gel de proteoglicanos que lo conforman se transforma en cartílago y pierde agua.
Pueden contribuir a esta degeneración factores como el hábito de fumar.
Las articulaciones entre los cuerpos vertebrales, constituidas por los discos, están
reforzadas por los ligamentos longitudinales anterior y posterior que se extienden
a todo lo largo de la columna.
Cuando se soportan grandes cargas o se levantan pesos en posiciones
incorrectas, el disco puede sufrir una lesión que es bastante frecuente consistente
en el desplazamiento del núcleo pulposo de su posición normal; lo que se
produce generalmente en dirección al canal vertebral o al agujero de conjunción,
provocando compresión de la médula espinal y/o de los nervios espinales que
ocasionan dolor o alteraciones motoras en el área de distribución del nervio
afectado. Este cuadro recibe el nombre de Hernia discal.

Articulación de la columna vertebral con el cráneo.


La unión craneovertebral es un complejo formado por las articulaciones
atlantoaxiales y las atlantooccipitales.
Las articulaciones atlantoaxiales, se establecen entre las dos primeras
vértebras cervicales: la atlantoaxial mediana de tipo trocoidea, constituida entre el
diente del axis y el arco anterior del atlas y las atlantoaxiales laterales, que se
forman entre las caras articulares inferiores de las masas laterales del atlas y las
caras superiores del cuerpo del axis.
Para asegurar la permanencia del diente del axis en su sitio y evitar su
desplazamiento en presencia de fracturas, existen un grupo de estructuras
protectoras como los ligamentos alares, apical del diente, transverso, cruciforme y
la membrana tectoria.
La articulación atlantooccipital de tipo condílar formada entre los cóndilos del
occipital y las masas laterales del atlas. Esta es la verdadera articulación
craneovertebral aunque ella integra un complejo articular con las articulaciones
atlantoaxiles mediana y laterales.
Esta articulación es reforzada por dos amplias láminas de tejido fibroso que
constituyen sindesmosis por membranas interóseas; las membranas
atlantooccipital anterior y posterior extendidas respectivamente entre los bordes
correspondientes del agujero occipital y los arcos anterior y posterior del atlas.
La membrana anterior se continúa con el ligamento longitudinal anterior y la
posterior se une al ligamento amarillo que se extiende entre los arcos vertebrales.
En esta articulación condilar que funciona con sus cóndilos en cápsulas
separadas, pero combinadas entre si; se realizan los movimientos de flexión,
extensión y lateralidad de la cabeza.

LA COLUMNA VERTEBRAL EN SU CONJUNTO


La columna vertebral así formada por la unión de las diferentes unidades óseas
articuladas, constituye un pilar osteofibroso cuya función es soportar las cargas del
tronco y el cuello, alojar la médula espinal y permitir la movilidad de éstas regiones
del cuerpo. Su longitud aproximada de 70 cm con variaciones que dependen de la
talla y el sexo.
Desde el nacimiento hasta la adultez joven la columna vertebral se mantiene en
crecimiento continuo, después su longitud se estabiliza y en la vejez pierde
tamaño progresivamente debido al aumento de sus curvaturas y al aplanamiento
de los discos intervertebrales.
La columna vertebral en el plano frontal, es prácticamente rectilínea, y en el plano
sagital presenta cuatro curvaturas denominadas cifosis, cuando tienen su
concavidad dirigida hacia delante, y lordosis cuando la concavidad está dirigida
hacia atrás.
La presencia de las mismas obedece a razones físicas ya que como cilindro
elástico y flexible, la columna vertebral requiere para el logro de una adecuada
amortiguación de las cargas, y para la proyección del centro de gravedad del
cuerpo sobre las extremidades inferiores; de la alternancia de curvaturas en
dirección opuesta. Estas comienzan a establecerse durante el primer año de vida
con la adquisición de determinadas funciones motoras como podrán comprobar en
su estudio independiente. Por eso a las mismas se les denomina curvaturas
fisiológicas. Algunos autores consideran que las cifosis son curvaturas primarias
debidas a la posición del feto intraútero.
Cuando por razones anormales se establece una curvatura, en el plano frontal de
la columna, a la que se denomina escoliosis; surge espontáneamente por encima
de ella una segunda curvatura compensatoria.
Los movimientos posibles entre dos vértebras son muy limitados pero la sumatoria
de los mismos permite que la columna alcance una importante movilidad que
incluye flexión, extensión, rotación e inclinaciones laterales; lo que se logra por la
presencia de los discos intervertebrales y de las articulaciones sinoviales entre las
apófisis o procesos articulares.
Una de las porciones menos móviles de la columna vertebral es la torácica, lo que
se explica por la fijación en ella de las costillas que uniéndose también por
delante al esternón forman la caja torácica.

TÓRAX ÓSEO
La caja torácica o tórax óseo, es la estructura anatómica que resulta de la
articulación de la porción torácica de la columna vertebral, con los doce pares de
arcos costales; y de estos últimos, en su extremo anterior, con el esternón.
Cada arco costal está constituido a su vez por un segmento posterior, el hueso
costal, y un segmento anterior, el cartílago costal.
La principal función de la caja torácica es la protección de los órganos contenidos
en su interior y especialmente favorecer los movimientos respiratorios.
ESTERNÓN
La porción anterior y media de la caja torácica la forma el esternón. Este es un
hueso plano impar situado en una posición superficial que favorece su palpación
a través de la piel, mide alrededor de 15 cm. Los segmentos del esternón se
encuentran completamente fusionados para los 25 años de edad y los puntos de
fusión están marcados por líneas transversales. Tiene tres porciones, el manubrio,
el cuerpo y la apófisis xifoides, así como la unión del manubrio con el cuerpo o
ángulo del esternón, nivel de articulación de la segunda costilla, que forma un
saliente que puede ser palpado en la superficie anterior del tórax.
Los bordes del esternón presentan muescas que corresponden a la articulación
con las costillas.

COSTILLAS
En forma de doce pares de piezas óseas planas alargadas, las costillas se
extienden entre la columna vertebral y el esternón. Presentan dos porciones, una
posterior más larga, el hueso costal y otra anterior más corta, el cartílago costal.
Según la forma de unión al esternón se distinguen tres tipos de costillas: las siete
primeras se unen al mismo directamente, por lo que se denominan costillas
verdaderas.
Las costillas octava, novena y décima no se unen directamente al esternón sino al
cartílago de la séptima costilla por lo que se les denomina falsas.
A las costillas once y doce se les denomina flotantes porque sus extremos
anteriores quedan libres entre los músculos del abdomen; sin unión de ningún tipo
al esternón.
Existen una serie de características generales que son comunes a todas las
costillas, sin embargo todas ellas presentan rasgos individuales debidos entre
otras razones, al aumento de tamaño que experimentan las mismas de la primera
a la séptima y a la disminución progresiva a partir de esta.
Las primeras y las últimas costillas tienen características particulares que deben
revisar de forma independiente. Existen características que definen lo que se
denomina costilla tipo que están dadas por los rasgos comunes de las costillas
desde la tercera hasta la novena.
La costilla tipo tiene forma de arco incurvado sobre todos sus ejes, siguiendo un
trayecto oblicuo hacia abajo, inclinación que depende de su recorrido. Su trayecto
es primero hacia atrás y afuera, después hacia delante y al final medialmente.
El hueso costal presenta dos extremidades y un cuerpo. La extremidad posterior
consta de tres partes, cabeza, cuello y tubérculo.
La cabeza es abultada en forma de cuña y por encontrarse articulada en la unión
de dos cuerpos vertebrales, presenta sendas superficies articulares planas. Al
borde afilado que separa las caras articulares de la cabeza se le denomina cresta
de la cabeza costal, donde se inserta el ligamento articular.
El cuello se sitúa entre la cabeza y el cuerpo de la costilla.
El tubérculo es un abultamiento dirigido hacia atrás que se sitúa en la unión del
cuerpo con el cuello y presenta una superficie articular para unirse a la apófisis o
proceso transverso de la vértebra.
El cuerpo es aplanado con una cara externa convexa y una interna cóncava,
separadas por los bordes, superior e inferior. En la cara interna del cuerpo en la
vecindad del borde inferior se sitúa una depresión por donde transcurren los vasos
y nervios intercostales, el surco costal.
A la derecha y parte inferior se muestra un segmento del tórax donde se puede
apreciar la relación del paquete vasculonervioso que transcurre por el surco costal
con la pared y los órganos torácicos. Es conveniente que en el estudio
independiente y con la ayuda de los profesores traten de explicar por qué cuando
se punciona el tórax con fines diagnósticos o terapéuticos, la aguja se introduce
cerca del borde superior de la costilla evitando el acercamiento al borde inferior.
La dirección del cuerpo costal en su inicio continúa a la del cuello pero pronto se
incurva hacia delante formando el ángulo de la costilla. En la parte anterior, el
cuerpo se incurva nuevamente para dirigirse al esternón. Este segundo cambio de
dirección es menos marcado. La extremidad anterior presenta una depresión
donde se articula con el cartílago costal.
ARTICULACIONES COSTOVERTEBRALES
El extremo posterior de las costillas se articula con las vértebras. Cada costilla se
articula de forma general con dos vértebras contíguas ya que su cabeza se une a
las fositas articulares de las porciones laterales y bordes superior e inferior de los
cuerpos vertebrales, lo que permite que entre la cresta de cada cabeza costal y el
anillo fibroso del disco intervertebral correspondiente, se extienda un ligamento.
Las costillas se articulan dos veces con cada vértebra, ya que además de las
articulaciones de las cabezas costales con los cuerpos vertebrales existen otras
entre los tubérculos costales y los procesos transversos; denominadas
articulaciones costotransversarias. Ambas son sinoviales y funcionan al mismo
tiempo de forma obligatoria por lo que se clasifican como combinadas.
Los potentes ligamentos que refuerzan estas uniones; ellos garantizan la
estabilidad estructural, en particular durante los movimientos respiratorios de
inspiración y espiración.

ARTICULACIONES ANTERIORES DE LAS COSTILLAS


Los extremos anteriores de las costillas se unen con el esternón para formar la
pared anterior del tórax, pero esta articulación no se realiza de forma directa sino
por medio de tejido cartilaginoso.
Se denominan articulaciones esternocostales a las que se establecen entre los
cartílagos costales de las siete primeras costillas y las hendiduras laterales del
cuerpo del esternón. Estas articulaciones excepto la que corresponde a la primera
costilla, son sinoviales y presentan cápsula articular, ligamentos de refuerzo
externos e internos y caras articulares recubiertas de cartílago hialino.
La articulación esternocostal de la primera costilla es una sincondrosis porque en
ella la unión se establece directamente a través de cartílago sin que existan los
elementos antes referidos.
La unión del extremo óseo de cada costilla al cartílago costal es cartilaginosa y se
denomina articulación costocondral.
Entre los cartílagos costales de las costillas octava, novena y décima existen
uniones sinoviales denominadas articulaciones intercondrales.
Las articulaciones esternocostales disponen de ligamentos de refuerzo,
íntimamente relacionados con el periostio del hueso.

TÓRAX EN CONJUNTO
El tórax o caja torácica es la región superior del tronco situado entre el cuello y el
abdomen. Su principal característica es la de poseer paredes a la vez rígidas y
elásticas que corresponden con sus funciones de protección de las vísceras
contenidas en su interior y de distensión para permitir los movimientos
respiratorios.
En conjunto tiene forma de cono aplanado en sentido anteroposterior y truncado
en su vértice, donde presenta una apertura superior que permite el paso de
estructuras anatómicas entre esta cavidad y el cuello.
Su amplia base, denominada apertura torácica inferior, permite la continuidad con
el abdomen. En su estudio independiente es importante que comparen la
composición de las diferentes paredes del tórax y que observen, en la práctica
docente, las variaciones que experimenta este segmento corporal con la edad así
como la influencia de otros factores como el sexo y la actividad laboral entre otros.

ANATOMÍA DE SUPERFICIE DEL TÓRAX


El estudio de la anatomía de superficie del tórax óseo, en el individuo vivo,
permite el reconocimiento de estructuras de gran valor en el examen físico de
individuos sanos y enfermos.
En la pared anterior del tórax encontramos a la palpación una protuberancia que
corresponde a la unión del manubrio y el cuerpo esternal al que se denomina
ángulo esternal, lateral a él se encuentra el cartílago de la segunda costilla por lo
que su localización es un paso importante en el propósito de contar las costillas.
Otros elementos de esta pared son la incisura yugular y la apófisis o proceso
xifoideo.
En la superficie posterior del tórax tiene mucho valor la observación y palpación
del relieve que hacen los procesos espinosos de las vértebras torácicas. Si
tomamos como referencia la prominencia que hace en la base del cuello el
proceso espinoso de la séptima vértebra cervical que, por ser más prominente que
el resto, puede ser reconocida; entonces podremos contar las vértebras en sentido
descendente.

RADIOGRAFÍA DE TÓRAX
La columna vertebral y el tórax óseo pueden ser estudiados en el hombre vivo por
medio de técnicas imagenológicas. Las radiografías simples de tórax, nos permite
evaluar la disposición de las costillas.

17) ESQUELETO APENDICULAR

DESARROLLO DE LOS MIEMBROS


El origen y desarrollo del esqueleto apendicular tiene sus primeras expresiones
con la aparición de los esbozos de los miembros superiores al término de la
cuarta semana como evaginaciones en la pared ventrolateral del cuerpo.
Cada evaginación o yema de los miembros presenta un núcleo central formado
por mesénquima derivado de la hoja somática del mesodermo lateral, y está
cubierta por una capa de ectodermo. Su crecimiento es regulado a lo largo de los
ejes próximo distal, antero posterior y dorsoventral.
En el borde distal de los esbozos, el ectodermo está engrosado y forma la cresta
ectodérmica apical. Esta cresta tiene influencia inductora sobre el mesénquima
adyacente que inicia su crecimiento y desarrollo en un sentido próximo distal.
La inducción de la cresta ectodérmica apical sobre el mesénquima permite que en
la zona adyacente a ella se mantenga una población de células no diferenciadas
en rápida proliferación conocida como zona de progreso, la que se encarga del
crecimiento distal del miembro.
Las células de mesénquima más alejadas de la zona de progreso y de las
influencias inductivas de la cresta comienzan a diferenciarse en cartílagos, los
que por osificación endocondral formarán los huesos de los miembros. Hacia la
sexta semana pueden apreciarse moldes de cartílago hialino.
Las articulaciones se forman a partir del mesénquima interzonal situado entre las
condensaciones cartilaginosas cuando se detiene la condrogénesis.
La osificación de los huesos de los miembros comienza a finales del período
embrionario como pueden observar en la imagen de un corte a nivel del miembro
inferior de un embrión de ocho semanas.
Hacia la duodécima semana se encuentran centros de osificación primarios en la
diáfisis de todos los huesos largos de las mismas. Al nacimiento la mayor parte de
los huesos tienen las epífisis cartilaginosas y poco después desarrollan centros
de osificación, manteniéndose temporalmente una placa cartilaginosa entre los
centros de osificación diafisario y epifisario, el cartílago metaepifisario, que
garantiza el crecimiento en longitud del hueso.
En embriones de la sexta semana, la porción terminal de los esbozos se aplana y
forma las placas de las manos y de los pies, y se separan del segmento proximal
por una constricción circular, sitio de desarrollo de la articulación del carpo y del
tarso. Más tarde una segunda constricción divide la porción proximal en dos
segmentos, correspondiéndose con la articulación del codo y la rodilla.
La diferenciación de las manos y de los pies ocurre cuando por apoptosis la cresta
ectodérmica apical es fragmentada en cinco partes, que inducen la formación de
cinco segmentos cartilaginosos en el mesénquima, los rayos digitales, de donde
se formarán los dedos.
Transitoriamente existen escotaduras con una membrana de mesénquima entre
los rayos, la membrana interdigital, que desaparece por apoptosis permitiendo que
en la octava semana los dedos estén separados.
El desarrollo de los miembros superiores e inferiores es similar; sin embargo
existen dos diferencias características, la primera es que los inferiores aparecen
dos días después que los superiores y la segunda que la rotación que
experimentan ambos ocurre en direcciones opuestas.
El miembro superior gira 90 grados lateralmente, por lo que los pulgares se ubican
en este sentido, mientras que el inferior gira 90 grados en sentido medial
quedando el primer dedo del pie en posición medial.

DEFECTOS DE LOS MIEMBROS


Los defectos de los miembros se asocian con frecuencia a otros defectos
congénitos y son muy variados.
La amelia es la falta total de uno o más miembros.
La meromelia es la ausencia de parte de un miembro.
Si bien estos defectos son poco frecuentes y por lo general de carácter hereditario,
también pueden ser causados por agentes teratógenos, donde el más conocido es
la talidomida.
La mano y el pie hendidos son defectos poco frecuentes, donde faltan uno o
más dedos centrales y los existentes se fusionan total o parcialmente; como
consecuencia la mano o el pie se dividen en dos partes que se oponen entre sí,
como las pinzas de una langosta.
La presencia de dedos supernumerarios o polidactilia es un defecto frecuente,
que puede heredarse como rasgo dominante, generalmente es bilateral y puede
presentarse en manos y pies. Con frecuencia el dedo adicional no está formado
por completo y carecen de un desarrollo muscular adecuado
Otro defecto es la sindactilia, en la que hay fusión de uno o más dedos de las
manos o de los pies. La sindactilia cutánea es el defecto más frecuente de los
miembros y es consecuencia de la falta de apoptosis en la membrana interdigital.
En algunos casos hay fusión de los huesos a consecuencia de que no se forma la
escotadura entre los rayos digitales.

ESQUELETO DE LOS MIEMBROS SUPERIORES


El esqueleto de los miembros superiores consta de 32 huesos en dos partes: los
huesos del cinturón y de la parte libre.
El cinturón del miembro consta de dos huesos, la clavícula y la escápula, de
clasificación diferente pero que tienen en común su ligereza en correspondencia
con las funciones que realizan.
La parte libre está formada por los huesos húmero en el brazo, radio y ulna o
cúbito en el antebrazo y los huesos de la mano, carpo (8), metacarpo (5) y falange
(14) de los dedos.

CLAVÍCULA
La clavícula es un hueso par situado en la parte anterosuperior del tórax, a ambos
lados del esternón, articulado por sus extremos al esternón y a la escápula;
manteniendo la articulación humeral en una posición lateral, condicionando una
mayor libertad de movimientos al miembro superior.
La clavícula es un hueso largo en el que se distinguen un cuerpo y dos extremos:
medial o esternal y lateral o acromial.
El cuerpo está encorvado de tal forma que su porción medial es convexa hacia
delante y la parte lateral lo es hacia atrás.
La extremidad medial engrosada recibe el nombre de extremidad esternal, posee
una cara articular en silla de montar para articularse con el esternón.
El extremo lateral o extremidad acromial presenta una cara articular plana, lugar
de articulación con el proceso acromial de la escápula.
En la cara inferior hay una eminencia, el tubérculo conoideo sitio de inserción de
ligamentos que fijan la clavícula con la escápula.

ESCÁPULA
La escápula está situada sobre las costillas en la parte posterosuperior del tórax,
es un hueso plano de forma triangular en el que se distinguen dos caras: anterior y
posterior separadas por tres bordes que forman tres ángulos entre sí.
Los tres bordes se denominan: superior, lateral y medial; y los tres ángulos: lateral,
inferior y superior.
La cara anterior o costal, dirigida a las costillas, está excavada profundamente
constituyendo la fosa subescapular, sitio de inserción del músculo de igual
nombre.
En la cara posterior existe una eminencia alargada, la espina de la escápula, que
divide a la misma en dos fosas de dimensiones desiguales, una por encima de la
espina, la fosa supraespinosa y otra por debajo, la fosa infraespinosa.
La espina de la escápula se continúa por su extremo lateral con un proceso
voluminoso, el acromion, en el que se distingue una cara articular de forma oval
para su articulación con la clavícula.
En el borde superior se encuentran la incisura escapular y el proceso coracoideo.
El ángulo lateral está engrosado y tiene una cavidad articular poco profunda, la
cavidad glenoidea, inmediatamente por debajo de la cual encontramos un
estrechamiento o cuello. Por encima y por debajo de la cavidad glenoidea existen
dos eminencias, llamadas tuberosidades supraglenoidea e infraglenoidea, lugares
de inserción de los músculos biceps y triceps braquiales respectivamente.

HÚMERO
El húmero es un hueso largo, por lo que presenta un cuerpo y dos extremos o
epífisis, proximal y distal.
Su epífisis proximal está provista de una superficie articular redondeada, la cabeza
del húmero, que se articula con la cavidad glenoidea de la escápula, esta cabeza
queda aislada del resto del hueso por un surco estrecho, el cuello anatómico.
Inmediatamente después del cuello anatómico se encuentran dos tuberosidades
para inserciones musculares, los tubérculos mayor y menor.
Del tubérculo mayor parte hacia abajo la cresta del tubérculo mayor y del menor la
cresta del tubérculo menor, entre ambas crestas se extiende el surco
intertubercular.
En la cara anterior de su epífisis distal se encuentran dos superficies articulares
para los huesos del antebrazo, medialmente se localiza la tróclea y lateral a ésta
una esfera pequeña, la cabecita humeral. Por encima de ambas se encuentran
sendas fositas, la coronoidea y la radial.
En la parte lateral del cuerpo, aproximadamente en su mitad, se localiza una
rugosidad, la tuberosidad deltoidea, lugar de inserción del músculo deltoides.
Su epífisis distal ancha y algo encorvada, presenta los cóndilos del húmero, los
que terminan a los lados en dos eminencias rugosas, los epicóndilos medial y
lateral. El epicóndilo medial por su superficie posterior presenta el surco del nervio
ulnar, lateralmente a este surco se encuentra la fosa olecraneana.

ULNA
La ulna o cúbito está situado medialmente en la parte libre del miembro superior
en la región del antebrazo. Es un hueso largo por lo que se distinguen en él un
cuerpo y dos epífisis.
La epífisis proximal más voluminosa presenta dos procesos: uno posterior más
grueso, el olécranon y otro anterior más pequeño, el coronoideo. Entre ambos se
encuentra la incisura troclear; lateralmente al proceso coronoideo se localiza la
incisura radial, lugar de articulación con la cabeza del radio. Desde el proceso
coronoideo se extiende hacia abajo la tuberosidad ulnar, sitio de inserción del
músculo braquial.
La epífisis distal tiene un pequeño abultamiento aproximadamente esférico con
una superficie articular inferior, denominado cabeza de la ulna, de la que parte por
su lado medial el proceso estiloideo. La cabeza tiene a su alrededor una
circunferencia articular, para su articulación con el radio.
RADIO
El radio se encuentra situado en la región lateral del antebrazo, es un hueso largo
por lo que al igual que la ulna presenta un cuerpo y dos epífisis.
La epífisis proximal tiene forma cilíndrica, la cabeza del radio, con una cara
articular superior cóncava para la articulación con la cabecita humeral y otra
circunferencial para su articulación con la incisura radial de la ulna. Por debajo de
la cabeza hay un estrechamiento, el cuello del radio, e inmediatamente por debajo
de éste en la parte anteromedial, se encuentra la tuberosidad del radio.
A diferencia de la ulna, el radio presenta su epífisis distal más engrosada, donde
se destaca el proceso estiloideo lateral, medialmente al cual se observa la incisura
ulnar.

HUESOS DE LA MANO
El esqueleto de la mano está constituido por los huesos del carpo, del metacarpo y
las falanges.
El carpo está compuesto por ocho huesos cortos dispuestos en dos filas. Una
proximal formada por los huesos: escafoides, semilunar, triquetro o piramidal y
pisiforme.
Y otra distal que consta de los huesos: trapecio, trapezoide, grande y ganchoso.
En ambos casos deberán precisar a través del estudio independiente la
localización de cada uno de ellos en el carpo.
El metacarpo está compuesto por cinco huesos largos pequeños, que se
enumeran del uno al cinco, del pulgar al meñique.
Los huesos de los dedos se denominan falanges y se clasifican también como
huesos largos pequeños. Cada dedo tiene tres falanges: proximal, media y distal,
con excepción del pulgar que tiene dos.

ARTICULACIONES DEL CINTURÓN


El miembro superior se une al tronco por medio de su cinturón.
La articulación esternoclavicular, constituye la única unión directa del cinturón
al tronco. Esta es una articulación en silla de montar, con pocos ligamentos de
refuerzo lo que contribuye a la mayor libertad de movimientos del miembro
superior.
Entre los dos huesos del cinturón se establece una unión sinovial por medio de la
articulación acromioclavicular. Sin embargo, la auténtica unión entre ambos
componentes óseos de esta estructura lo constituye el potente ligamento
coracoclavicular, extendido como su nombre indica entre el proceso coracoideo de
la escápula y la cara inferior de la clavícula.

ARTICULACIONES DEL MIEMBRO SUPERIOR


Entre las principales articulaciones del miembro superior encontramos la
escápulohumeral o humeral, la del codo y la radiocarpiana.
La articulación escapulohumeral, es una articulación sinovial simple, compleja,
esferoidal y poliaxil. Se establece entre las caras articulares de la cabeza del
húmero y la cavidad glenoidea de la escápula las que se encuentran recubiertas
de cartílago hialino.
Alrededor de la cavidad glenoidea se encuentra un anillo fibrocartilaginoso, el
labro glenoidal, que aumenta la extensión y profundidad de la cavidad sin
disminuir la movilidad de la articulación; además sirve para amortiguar los golpes y
sacudidas durante los movimientos de la cabeza humeral.
Como medios de fijación sólo tiene la cápsula articular y el ligamento
coracohumeral, lo que le permite mayor libertad de movimientos pero a la vez son
mayores las posibilidades de luxaciones.
Esta articulación se mueve en tres ejes realizando los movimientos
correspondientes a cada uno de ellos, realizando además los movimientos de
circunducción por la combinación de los tres ejes.
La articulación del codo se clasifica como una articulación compuesta, debido a
que en ella participan tres huesos: el húmero, el radio y la ulna, por lo que se
forman tres articulaciones, la articulación humerorradial, la humeroulnar y la
radioulnar proximal; esta última funciona conjuntamente con la articulación
radioulnar distal, constituyendo una articulación combinada. Estas tres
articulaciones están dentro de una misma cápsula articular.
En la articulación radiohumeral, las caras articulares son la cabecita humeral y la
cara articular superior de la cabeza del radio, formando una articulación esferoidal.
En la humeroulnar participa la tróclea del húmero y la incisura troclear de la ulna,
articulación troclear, y en la radioulnar proximal participan la circunferencia
articular de la cabeza del radio y la incisura radial de la ulna formando una
articulación trocoidea.
La cápsula articular junto a los ligamentos colaterales ulnar y radial y el ligamento
anular del radio constituyen los medios de fijación de esta articulación. Aún
cuando cada articulación se mueve sobre ejes diferentes, la articulación humero
radial a pesar de ser esferoidal tiene limitados sus movimientos.
Los movimientos de la articulación del codo son de flexión y extensión sobre el
eje transversal y movimientos de rotación medial y lateral sobre el eje vertical,
también nombrados pronación y supinación respectivamente.
En la formación de la articulación radiocarpiana participan, la extremidad distal
del radio y los huesos de la fila proximal del carpo que forman una superficie
articular única de forma elíptica, con excepción del hueso pisiforme. La misma se
clasifica como una articulación elipsoidal, compuesta, compleja y biaxil; con un
refuerzo ligamentoso localizado hacia los extremos de los ejes de movimientos
Para reforzar la cápsula, se extienden por su lado radial y ulnar los ligamentos
colaterales radiocarpiano y ulnocarpiano, así como por sus caras palmar y dorsal
los ligamentos radiocarpianos palmar y dorsal, de manera tiene la mano un
potente aparato ligamentoso, dada las funciones como órgano de trabajo que es
en el hombre.
Esta articulación realiza movimientos de flexión y extensión sobre el eje frontal y
movimientos de aducción y abducción sobre el eje sagital.
En el esqueleto de la mano existen múltiples articulaciones que intervienen en la
mayor amplitud de los movimientos de la mano, los que se complementan con los
movimientos de los dedos que se efectúan en las articulaciones
metacarpofalángicas e interfalángicas.

HUESOS DEL MIEMBRO INFERIOR


El esqueleto de los miembros inferiores consta huesos de dos porciones: los
huesos del cinturón y los de la parte libre.
El cinturón está formado por el hueso coxal que es plano y resultado de la fusión
de tres huesos: el ilion, el isquion y el pubis que permanecen unidos por un
cartílago hialino hasta la etapa de adulto joven. Hacia los 23 años estos huesos
terminan de fusionarse.
La parte libre la integran 30 huesos: el fémur en el muslo; tibia, fíbula, patela en la
pierna y los huesos del pie, 7 tarsianos del tarso, 5 metatarsianos y 14 falanges de
los dedos.

HUESO COXAL
El hueso coxal, es un hueso plano que presenta dos caras: una interna, que se
muestra en la imagen, y otra externa; cuatro bordes: superior, inferior, anterior y
posterior, y cuatro ángulos: anterosuperior, anteroinferior, posterosuperior y
posteroinferior.
En la cara interna se destacan la fosa ilíaca, la cara auricular, la línea arqueada, la
eminencia iliopúbica, la cresta pectínea y el agujero obturador (agujero mayor del
esqueleto) delimitado por las ramas del isquión y el pubis.
En la cara externa se observa el ala del ilion, el acetábulo donde se encuentra la
fosa acetabular para su articulación con la cabeza del fémur y la tuberosidad
isquiática.
En el borde superior presenta la cresta ilíaca la cual coincide en sus extremos con
las espinas ilíacas anterosuperior y posterosuperior.
En el borde posterior se encuentran las espinas iliacas posterosuperior y
posteroinferior, la escotadura ciática mayor, la espina ciática y la escotadura
ciática menor.
En el borde anterior se encuentran las espinas iliacas anterosuperior y
anteroinferior, cresta pectínea y la espina púbica.
El borde inferior lo forma la rama inferior del pubis por debajo de la sínfisis del
pubis constituye el arco del pubis.

HUESO FEMUR
El fémur es el hueso más largo, más pesado y resistente de todos los huesos del
cuerpo, en él se distinguen un cuerpo y dos epífisis.
En la epífisis proximal podemos observar una cabeza articular esférica la que
presenta en su centro una depresión rugosa, la fosita femoral. La cabeza se une al
resto del hueso mediante el cuello, en el lugar de paso de éste a la diáfisis se
encuentran dos eminencias, denominadas trocánteres: mayor y menor. Ambos
trocánteres se unen entre sí por detrás mediante la cresta intertrocantérica; y por
delante por la línea intertrocantérica.
En la epífisis distal, se observan dos cóndilos: medial y lateral, entre los que se
encuentra una cara articular lisa denominada cara patelar, la cual se aplica a la
cara posterior de la patela.
El cuerpo del fémur tiene forma de un prisma triangular en el que las caras anterior
y lateral son lisas, mientras que en la posterior se encuentra la línea áspera, lugar
de inserción de músculos, que presenta dos labios, uno lateral y otro medial.
Estos labios se separan hacia abajo en dos ramas divergentes, delimitando en la
cara posterior del fémur un espacio triangular, la cara poplítea.
En la cara posterior entre ambos cóndilos se localiza la fosa intercondilar. Las
superficies laterales presentan tuberosidades rugosas, llamadas epicóndilos
medial y lateral.

HUESOS DE LA PIERNA
PATELA O RÓTULA
La patela o rótula es un hueso corto, sesamoideo, incluido en el espesor del
tendón del músculo cuadriceps femoral, situado en la parte anterior de la
articulación de la rodilla. En ella se distingue una base orientada hacia arriba y un
ápice o vértice hacia abajo.
Su cara anterior es rugosa mientras que la posterior está revestida de cartílago
articular y hace contacto con la cara patelar del fémur.

El esqueleto de la pierna está formado por dos huesos largos: la tibia situada
medialmente y la fíbula o peroné lateralmente. Ambos presentan un cuerpo y dos
epífisis.

TIBIA
La tibia es el hueso de la pierna que soporta el peso del cuerpo. En la epífisis
proximal de la tibia se observan dos cóndilos, medial y lateral. En la cara superior
de ambos cóndilos, hay dos caras articulares ligeramente cóncavas, para su
articulación con el fémur.
En el borde anterior se encuentra una prominencia rugosa, la tuberosidad de la
tibia, para la inserción del músculo cuádriceps femoral.
En la porción posterior y lateral del cóndilo lateral se encuentra la cara articular
fibular.
La epífisis distal se continua en su lado medial en un proceso, el maléolo medial
en cuya cara lateral se encuentra la cara articular maleolar. La superficie inferior
de la epífisis distal presenta la cara articular inferior, donde se une con la tróclea
del talo.

FÍBULA
La fíbula es un hueso largo, muy delgado, debido a que no soporta peso, al igual
que la tibia presenta un cuerpo y dos epífisis. Se une por ambos extremos a la
tibia.
Su extremidad distal la constituye el maleolo lateral que junto con el maleolo
medial de la tibia participa en la articulación talocrural.

ESQUELETO DEL PIE


El esqueleto del pie está formado por los huesos del tarso, el metatarso y las
falanges. El tarso está constituido por siete huesos cortos, que de un modo
semejante a los huesos del carpo se disponen en dos filas, una posterior o
proximal y otra anterior o distal. La fila posterior la forman 2 huesos el talo
(astrálago) hacia arriba y el calcáneo hacia abajo. La fila anterior tiene 5 huesos
dispuestos en 2 partes: una medial, se encuentra por delante del talo el hueso
navicular y por delante de este los 3 cuneiformes (medial, intermedio y lateral). En
la parte lateral hay un solo hueso el cuboideo.
El metatarso consta de cinco huesos largos pequeños que se nombran, según su
posición desde el dedo grueso al pequeño del uno al cinco.
El esqueleto de los dedos tiene una constitución similar a los dedos de las manos.

UNIÓN DEL CINTURÓN AL MIEMBRO INFERIOR


El cinturón del miembro inferior establece con el tronco una unión muy firme, la
que está constituida por dos articulaciones, una sinovial de amplia superficie
articular plana que se establece entre las caras articulares auriculares del sacro y
los coxales; y una fibrosa constituida por uno de los ligamentos más potentes del
organismo, el ligamento sacroilíaco.
La solidez de esta unión es muy importante para evitar que el sacro se deslice por
la acción del peso que transmite a los coxales, la columna vertebral.

ARTICULACIONES DEL MIEMBRO INFERIOR


Entre las principales articulaciones del miembro inferior encontramos la
coxofemoral, la de la rodilla y la talocrural.
En la articulación coxofemoral participa la cavidad acetabular del coxal y la
cabeza del fémur, las que se encuentran cubiertas de cartílago hialino. Es una
articulación simple, compleja, esferoidea y poliaxil.
Por el borde del acetábulo se extiende un anillo fibrocartilaginoso que hace más
profunda la cavidad articular, el labro acetabular.
Los medios de fijación de esta articulación son la cápsula articular y los
ligamentos intrarticulares y extrarticulares. Entre los ligamentos intrarticulares
merece destacarse por su importancia el redondo o de la cabeza femoral.
Entre los ligamentos extrarticulares están el iliofemoral, el pubofemoral, el
isquiofemoral y la zona orbicular.
Esta articulación se mueve en tres ejes, realizando además los movimientos de
circunducción por la combinación de los mismos. Todos los movimientos de esta
articulación son más limitados que los de la escápulo humeral, debido a
necesidades funcionales de mantener la estabilidad del cuerpo tanto en posición
estática como durante la marcha.
La articulación de la rodilla es compuesta, compleja, bicondilar y biaxil. En ella
participan las superficies articulares del fémur, la tibia y la patela. Por parte del
fémur, los cóndilos se articulan con las caras articulares superiores de la tibia; esta
unión se completa con la presencia entre ambos huesos, de dos cartílagos
intrarticulares, los meniscos medial y lateral, y el contacto de la cara patelar del
fémur con la cara posterior de la patela.
La articulación de la rodilla se encuentra reforzada por ligamentos intrarticulares y
extrarticulares. Entre los primeros merecen destacarse los ligamentos cruzados
anterior y posterior por su importancia en el mantenimiento de la estabilidad de
esta articulación;
mientras que entre los extrarticulares están los ligamentos colaterales tibial y
fibular, poplíteo arqueado, poplíteo oblicuo y el ligamento patelar.
Esta articulación se mueve en dos ejes de movimientos, frontal y vertical,
permitiendo los movimientos de flexión y extensión de la pierna y con la pierna
flexionada, movimientos de rotación medial y lateral.
La articulación talocrural está constituida por las caras articulares de las
extremidades inferiores de la tibia y la fíbula, y las caras superior, lateral y medial
de la tróclea del talo o astrágalo. Es una articulación compuesta, compleja,
gínglimo o troclear, monoaxil.
Se encuentra rodeada por la cápsula articular y reforzada por los ligamentos
medial o deltoideo y lateral con sus tres fascículos: Ligamentos talofibulares
(astragaloperoneos) anterior y posterior y el ligamento calcaneofibular
(calcaneoperoneo).
Se mueve en el eje frontal con movimientos de flexión del pie (flexión dorsal) y
extensión (flexión plantar).

PIE EN SU CONJUNTO
El pie está constituido y funciona como una bóveda elástica y movible. En su
estructura se distinguen cinco arcos longitudinales y uno transversal.
Los arcos longitudinales se inician en un punto, la tuberosidad del calcáneo,
extendiéndose radialmente hacia delante, con la convexidad dirigida hacía arriba,
en correspondencia con los cinco radios del pie, hasta la base de los
metatarsianos. Por eso, en la composición de cada arco longitudinal participa un
solo metatarsiano. El más largo y alto de estos arcos es el segundo.
Los arcos longitudinales, uniéndose en sus segmentos anteriores en forma de
parábola, componen el arco transversal. Estos arcos se encuentran reforzados por
ligamentos y tendones de los músculos plantares.
Al debilitarse el aparato de refuerzo algunos de los arcos longitudinales se borran,
la bóveda desciende y el pie se aplana, haciéndolo patológico. Si por el contrario
el debilitamiento es por parte del arco transversal, entonces se produce el
metatarso caído.

PELVIS ÓSEA
Los dos coxales se unen por delante entre sí y forman la sínfisis púbica; lo que,
sumado a la articulación de ambos huesos con el sacro por detrás, forma un anillo
sólido, la pelvis ósea. Esta estructura tiene la importante función de dar protección
a órganos de los sistemas genitourinario y digestivo; así como de servir de firme
estructura arquitectónica, para transmitir el peso de la parte superior del cuerpo
hacia la parte libre de los miembros inferiores.
Esta formación ósea está reforzada por potentes ligamentos.

CAVIDAD PÉLVICA
En la pelvis existe una cavidad que presenta dos porciones, la pelvis mayor y la
menor, limitadas por el estrecho superior de la pelvis.
La pelvis mayor se continúa sin límites precisos con la cavidad abdominal y son
sus paredes las fosas ilíacas y las alas del sacro. Su límite inferior lo constituye el
estrecho superior de la pelvis a través del cual se continúa con la pelvis menor.
La cavidad de la pelvis menor se extiende hasta la apertura inferior de la misma, la
que está limitada por las ramas isquiopubianas, los tubérculos isquiáticos y los
ligamentos que van desde el sacro a los huesos isquion y el cóccix.
La pelvis tiene gran importancia en el sexo femenino, ya que durante el parto el
feto debe salir a través de ella, por lo que aún pequeñas deformidades
estructurales pueden provocar serios impedimentos durante el mismo.
Con el inicio de la maduración sexual comienza la manifestación progresiva de las
distinciones sexuales de la pelvis.
Los huesos de la pelvis femenina son por lo general más delgados y lisos que los
del hombre.
Las alas de los huesos ilíacos están más desplegadas en la mujer y como
consecuencia de ello, las distancias entre las espinas y crestas son mayores que
en el hombre.
El estrecho superior de la pelvis femenina es ovalado transversalmente, mientras
que el del hombre lo es en sentido anteroposterior.
El promontorio de la pelvis masculina es más saliente que el de la pelvis femenina.
En el hombre el sacro es relativamente estrecho y mucho más cóncavo; por el
contrario, el de la mujer es más ancho y más aplanado.
El estrecho inferior pelviano en el hombre es considerablemente más angosto que
en las mujeres; en éstas las tuberosidades isquiáticas se encuentran más
apartadas una de la otra y el cóccix es menos saliente hacía delante.
El lugar de conjunción de las ramas inferiores de los huesos pubis, en la pelvis
femenina bien desarrollada adquiere la forma de arco, el arco del pubis; mientras
que en la pelvis masculina ésta formando un ángulo agudo, el ángulo subpúbico.
La cavidad de la pelvis menor tiene en el hombre forma de embudo, por el
contrario en la mujer se asemeja más a un cilindro.
Resumiendo la pelvis femenina tiene más capacidad que la masculina.

ANATOMÍA DE SUPERFICIE
En la anatomía de superficie de los miembros superiores e inferiores es posible
localizar y palpar múltiples relieves que se corresponden con características óseas
y/o articulares del esqueleto de los mismos y que resultan de utilidad en la práctica
médica, tales como la clavícula, los epicóndilos, los procesos estiloideos, la cresta
ilíaca, la tuberosidad de la tibia y los maléolos entre otros.

LESIONES ÓSEAS Y ARTICULARES


El esqueleto apendicular es localización frecuente de múltiples afecciones que van
desde un esguince o una luxación hasta una fractura que puede ser simple o
complicada; para los cuales siempre se requerirá de conocimientos
morfofuncionales precisos.
La luxación de la articulación escápulo humeral es muy frecuente y obedece a sus
características morfofuncionales.

ANATOMÍA RADIOLÓGICA
Especial importancia tiene la anatomía radiológica, que nos permite corroborar lo
que al examen físico hemos encontrado.

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