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Los cartílagos que se forman en la vecindad de la notocorda derivan del mesodermo paraxial,
mientras que los que se encuentran por delante de su límite rostral derivan de las células de la
cresta neural.
DEFECTOS CONGÉNITOS
Los defectos congénitos del cráneo abarcan desde la ausencia de la bóveda craneal, como la
acrania, incompatible con la vida; hasta defectos de una parte del cráneo por donde
secundariamente pueden herniarse las meninges o el tejido nervioso.
CRANEOSINOSTOSIS
El cierre prematuro de una o varias suturas origina la craneosinostosis, sus variedades
dependen de la sutura que se cierre. Una de las variantes más frecuente es la escafocefalia,
donde ocurre el cierre temprano de la sutura sagital, lo que produce expansión frontal y
occipital y el cráneo se torna largo y estrecho, como observan en la imagen.
Otra variante es la oxicefalia o turricefalia, la que se debe a un cierre prematuro de la sutura
coronal, originando un cráneo alto en forma de torre.
DEFECTOS CONGÉNITOS
Cuando ocurre un defecto de fusión entre los procesos durante el desarrollo de la cara, se
pueden presentar diferentes hendiduras faciales. Las hendiduras del labio superior y del
paladar son frecuentes.
El defecto puede producirse a nivel de la fusión del proceso nasal lateral de un lado con el
proceso maxilar correspondiente, consecuentemente no se une el paladar primario con el
secundario en uno de los lados, originando un labio leporino unilateral, que puede afectar el
labio, el labio y la encía o, el labio, la encía y el paladar primario.
Cuando el defecto compromete la fusión de ambos procesos nasales laterales con los
maxilares correspondientes se origina un labio leporino bilateral.
Los defectos situados detrás del agujero incisivo comprenden la fisura del paladar, por falta de
fusión de las crestas palatinas.
En ocasiones se forma una combinación de defectos ocasionando una hendidura que se
extiende por delante y por detrás del agujero incisivo, consecuentemente presenta labio
leporino y fisura del paladar.
Características generales
o Los huesos de la bóveda craneal son planos y están compuestos
estructuralmente por una lámina central de tejido esponjoso (diploe) tapizadas
por láminas de hueso compacto.
o En la base del cráneo algunos huesos adoptan el aspecto de masas
voluminosas, huecas en su interior, cavidades aéreas, los senos paranasales.
o Los huesos se unen por sinartrosis, suturas.
Hueso occipital
El occipital es un hueso irregular, situado en la parte posteroinferior del cráneo, que participa en
la formación de la parte posterior de la calvaria y la base del cráneo. Presenta cuatro
porciones: escamosa, basilar y laterales; delimitando entre ellas el agujero magno. En sus
dos caras, externa e interna, destacan los detalles importantes del hueso.
Porción escamosa: Es una lámina ósea robusta con forma romboidal y fuertemente
cóncava hacia la cavidad craneal.
En la cara externa, en la parte central, se encuentra la protuberancia occipital externa y a
ambos lados de ella las líneas nucales superiores; por debajo de las cuales y paralelas a
ellas, se encuentran las líneas nucales inferiores. De la protuberancia occipital externa parte
hacia abajo la cresta occipital externa, que llega hasta el borde del agujero magno.
La cara interna está condicionada por la forma del encéfalo y la inserción de las meninges,
presenta dos crestas perpendiculares que forman una prominencia en cruz, en cuya
intersección se localiza la protuberancia occipital interna. La mitad inferior de la cresta
longitudinal es más aguda y se denomina cresta occipital interna, extendida hasta el borde
posterior del agujero magno; a lo largo de esta cresta se dispone el surco del seno occipital.
La mitad superior de la cresta longitudinal y las dos mitades de la cresta transversa están
provistas de surcos bien definidos, correspondientes a los senos venosos de la
duramadre, sagital superior y transversos. Los surcos delimitan 4 fosas, 2
superiores cerebrales y 2 inferiores cerebelosas.
Porciones laterales:
En la cara externa encontramos los cóndilos del occipital para su articulación con la columna
cervical, cerca de la mitad del cóndilo el hueso está atravesado por el canal del nervio
hipogloso, el cual se observa por la cara interna. Por detrás del cóndilo se encuentra una
fosita, la fosa condílea, en cuyo fondo se localiza un pequeño orificio denominado canal
condilar. Lateralmente al cóndilo, resalta el proceso yugular en cuyos bordes encontramos
las incisuras yugulares. En la cara interna se dispone, por delante, un relieve, el tubérculo
yugular y por detrás en las proximidades del borde lateral, el surco del seno sigmoideo.
Porción basilar: Es una masa rectangular que se une por su extremo anterior al cuerpo del
esfenoides. En su cara externa se localiza un saliente denominado tubérculo faríngeo. En la
cara interna forma una superficie lisa y acanalada, que recibe el nombre de clivus, donde se
apoyan el tronco encefálico y la arteria basilar. En los bordes laterales se encuentra el surco
del seno petroso inferior y se une a la porción petrosa del temporal.
Hueso parietal
Hueso frontal
El hueso frontal es un hueso plano que participa en la constitución de la calvaria; presenta una
cavidad llena de aire, el seno frontal, lo que lo hace neumático. Debido a su morfología
presenta un segmento vertical, la escama, que forma parte de la calvaria, y un segmento
horizontal, la porción orbitaria, que forma al mismo tiempo el extremo anterior de la base del
cráneo y el techo de la órbita. Entre ambas porciones orbitales está la porción nasal.
La escama del frontal, por su cara externa presenta dos protuberancias
denominadas eminencias frontales. El borde inferior se denomina borde supraorbitario en
cuyo tercio medial podemos encontrar una incisura, denominada escotadura supraorbital que
sirve de paso a arterias y nervios y a veces es transformada en agujero.
Por encima del borde supraorbitario se ven dos eminencias que reciben el nombre de arcos
superciliares, las que se reúnen en la línea media formando una prominencia por encima de la
raíz de la nariz denominada eminencia frontal o glabela. El extremo lateral del borde
supraorbital se prolonga formando el proceso cigomático, a través del cual el frontal se une al
hueso cigomático.
Por su cara interna, en la línea media, hay un surco continuación del surco del seno sagital
superior, que hacia abajo se transforma en la cresta frontal.
Las porciones orbitales del frontal están situadas horizontalmente, dirigidas hacía atrás
formando la pared superior de las órbitas y el piso de la fosa craneal anterior.
Por su superficie inferior hacia el proceso cigomático de cada lado, se encuentra la fosa de la
glándula lagrimal, y cerca de la incisura supraorbital la fosita y la espina trocleares.
Por su cara interna se observan las eminencias mamilares y las impresiones digitales,
huellas del cerebro.
Ambas porciones orbitales están separadas por la incisura etmoidal, ocupada por el etmoides.
La porción nasal ocupa la zona anterior de la incisura etmoidal, en la línea media se observa
una pequeña cresta que termina en un proceso agudo, la espina nasal, la que participa en la
formación del tabique nasal.
A ambos lados de la cresta se encuentran unas fositas que sirven de pared superior a las
celdas etmoidales, por delante de éstas se encuentran los orificios de los senos frontales,
localizados en el espesor del hueso.
Hueso temporal
El hueso temporal es irregular, uno de los huesos más complejos de cráneo, ya que contiene
en su interior el órgano del oído y el equilibrio. Está situado en la parte lateral e inferior del
cráneo formando parte de la base y de la bóveda del mismo. Embriológicamente, resulta de la
fusión de tres huesos presentes antes del nacimiento, de ahí las tres porciones: escamosa,
timpánica y petrosa, en cuyo centro de convergencia se dispone el orificio del conducto
auditivo externo.
Escama
La cara externa está dividida en dos porciones por el proceso cigomático, que forma con el
hueso cigomático el arco cigomático. Por encima del proceso cigomático la escama es lisa y
presta inserción al músculo temporal. Por debajo y detrás de éste se reconocen: la superficie
subtemporal, superficie lisa que forma el techo de la fosa infratemporal; el tubérculo
articular, que participa en la formación de la superficie articular de la mandíbula, y la fosa
mandibular, zona deprimida por detrás del tubérculo articular. La cara interna no presenta
accidentes significativos, solo algunos surcos formados por las ramificaciones de la arteria
meníngea media.
La porción timpánica rodea parcialmente el poro acústico externo y la parte inicial del
conducto auditivo externo.
Porción petrosa
También es llamada pirámide debido a su forma. En ella se distinguen una base y un vértice,
tres caras y tres bordes. El vértice apunta hacia el centro de la base del cráneo y delimita con el
ala mayor y el cuerpo del esfenoides y con la porción basilar del occipital, el agujero rasgado.
El interior de la pirámide está ocupado por las diferentes partes del oído y está atravesado por
un conducto por el que pasa la arteria carótida hacia el interior del cráneo, el canal carotídeo.
En la cara posterior está el orificio auditivo interno.
En la superficie de la cara anterior de la porción petrosa se reconocen: la eminencia
arqueada, el techo del tímpano, el hiato del conducto para el nervio petroso mayor
y la impresión del trigémino. En la cara inferior está el orificio de entrada al canal carotídeo,
por detrás y por fuera del mismo, aparece el proceso estiloideo, que es fino y alargado y da
inserción a los músculos estiloideos. Posterolateralmente al proceso estiloideo se dispone
el agujero estilomastoideo, a través del cual emerge el nervio facial. Por detrás del orificio
carotídeo está la fosa yugular, huella causada por la vena yugular.
Por detrás y por debajo de la escama, hacia abajo se prolonga una gran prominencia ósea
el proceso mastoideo, que está delimitado medialmente por un surco, la escotadura
mastoidea donde se inserta el músculo digástrico.
· Hueso esfenoides
El hueso esfenoides recibe su nombre por disponerse como una cuña entre la cara y el
cerebro, recuerda por su forma a un murciélago, por lo que se clasifica como un hueso irregular
y neumático. Se encuentra situado en el centro de la base del cráneo por delante del hueso
occipital, entre ambos temporales y por detrás del frontal y el etmoides; en él se distinguen
un cuerpo, dos alas mayores, dos alas menores y dos procesos pterigoideos.
Cuerpo
El cuerpo del esfenoides tiene forma de dado, con 6 caras y su interior está ocupado por
dos senos esfenoidales, separados por un fino tabique óseo. La cara superior presenta 2
zonas; una anterior, lisa a continuación de la lámina cribosa del etmoides, denominada yugo
esfenoidal. La porción posterior es una depresión denominada silla turca, donde se encuentra
una fosita ocupada por la glándula hipófisis, la fosa hipofisiaria. Por delante se encuentra una
elevación denominada tubérculo de la silla, donde se sitúa transversalmente el surco
quiasmático, cuya continuación lateral son los canales ópticos. Por detrás, la silla turca está
limitada por el dorso de la silla, del que sobresalen lateralmente los procesos clinoideos
posteriores.
Las caras laterales presentan a ambos lados de la silla turca el surco carotídeo, huella de la
arteria carótida interna.
La cara anterior, forma parte del techo de las fosas nasales, presenta en la línea media
la cresta esfenoidal, a ambos lados se encuentran los orificios de los senos esfenoidales. La
cara inferior forma parte también del techo de las fosas nasales. La cara posterior se une a la
porción basilar del occipital.
Alas menores
Son dos láminas óseas horizontales y lisas, con forma triangular, situadas por detrás de la
porción horizontal del frontal. En su unión con el cuerpo del esfenoides, a los lados del surco
quiasmáticio se delimita el conducto óptico. La cara superior forma parte de la base del
cráneo. La cara inferior forma parte del techo de la órbita. Por debajo del ala menor se dispone
una amplia hendidura, la fisura orbitaria superior.
Alas mayores
Son dos láminas óseas irregulares que emergen de la cara lateral del cuerpo esfenoidal.
Constan de una cara interna amplia y cóncava que forma parte de la base del cráneo y una
cara externa, muy irregular que contribuye a formar las paredes de la órbita y de la fosa
temporal e infratemporal. En la cara interna se encuentran 3 orificios: el anterior, agujero
redondo, que se abre en la fosa pterigopalatina; el medio, agujero oval (más grande), y el
posterior, agujero espinoso, el más pequeño.
Proceso pterigoideos
Son dos láminas óseas que cuelgan de la parte lateral de la cara inferior del cuerpo y de la raíz
del ala mayor. Son una lámina medial y una lateral, unidas por su margen anterior. Entre las
dos se labra la fosa pterigoidea. En la parte superior de implantación está atravesado por
el conducto pterigoideo.
En la zona inferior entre las dos láminas se observa la escotadura pterigoidea, donde encaja
el proceso piramidal del hueso palatino. El extremo del proceso pterigoideo medial se prolonga
en el gancho donde se inserta el músculo tensor del velo del paladar.
Hueso etmoides
El hueso etmoides es un hueso muy irregular y neumático, está encajado en la escotadura
etmoidal del frontal, formando parte de la base del cráneo y del techo de las fosas nasales.
Este hueso presenta cuatro porciones: una lámina horizontal, cribosa, una lámina
perpendicular que forma gran parte del septo nasal y dos masas laterales, los laberintos
etmoidales que constituyen parte de la pared de la cavidad nasal y medial de las órbitas. En
ellas se encuentran las celdillas etmoidales.
Una vista superior del etmoides nos permite apreciar la lámina horizontal o cribosa con
abundantes orificios para el paso de los filetes olfatorios y la parte superior de la lámina
perpendicular llamada apófisis crista galli; además de la parte superior de las masas laterales.
Los laberintos etmoidales tienen una forma rectangular, en la que se pueden distinguir 8 caras.
La cara superior se dispone a continuación de los extremos laterales de la lámina cribosa. Las
caras anterior, posterior e inferior son estrechas y contactan con los huesos lagrimal, la porción
lateral del cuerpo del esfenoides y el maxilar. La cara lateral forma la lámina orbitaria, formando
parte de la pared medial de la órbita. La cara medial forma parte de la pared lateral de las fosas
nasales, con abundantes relieves, entre los que destacan las conchas nasales superior y
medio.
· Hueso palatino
Es una lámina ósea en forma de L, en la que se distingue una porción vertical, la lámina
perpendicular y otra horizontal, la lámina horizontal.
La lámina perpendicular es rectangular y está intercalada entre el maxilar y el proceso
pterigoideo del esfenoides. Forma parte de la pared lateral de la cavidad nasal. En cada uno de
sus 4 ángulos tienen un proceso: el orbitario (superoanterior), esfenoidal (posterosuperior),
entre estos dos se observa la escotadura esfenopalatina, que se transforma en el conducto
esfenopalatino. El proceso maxilar (anteroinferior) y el proceso piramidal (posteroinferior)
que encaja en la hendidura pterigoidea.
La lámina horizontal junto con el proceso palatino del maxilar, forma la parte posterior del
paladar óseo.
· Huesos nasales
Son dos pequeñas laminillas óseas rectangulares, que se acoplan al espacio delimitado entre
el borde nasal del frontal y los procesos frontales del maxilar.
· Hueso lagrimal
Es una fina laminilla ósea rectangular dispuesta entre la órbita y las fosas nasales, forma parte
de la pared medial de la órbita.
· Vómer
Es una fina lámina vertical que contribuye a formar parte del tabique nasal. El borde superior se
bifurca y forma las alas del vómer, las que se acoplan a la cresta media de la cara inferior del
cuerpo del esfenoides. El borde anterior se une a la lámina perpendicular del etmoides y al
cartílago del tabique nasal. El borde posterior es libre y delimita las aberturas posteriores de las
fosas nasales.
· Hueso cigomático
Es una lámina ósea de aspecto romboidal, que forma el relieve del pómulo. La cara medial se
extiende hacia atrás formando parte de la fosa temporal.
La cara lateral es subcutánea y da inserción a músculos faciales.
El ángulo superior sobresale para articularse con el proceso cigomático del frontal. El ángulo
posterior, el proceso temporal, con el proceso cigomático del temporal forma el arco
cigomático. Del borde anterior se proyecta una lámina ósea el proceso frontal, que forma
parte de la pared lateral y piso de la órbita.
· Mandíbula
Es el único hueso móvil del cráneo y cumple las funciones de soportar los dientes inferiores y
prestar inserción a los músculos de la masticación.
La mandíbula es un hueso impar, irregular situado en la parte inferior del esqueleto de la cara
por debajo del complejo maxilar. Está formada por una zona central, el cuerpo y dos zonas
laterales, las ramas mandibulares, que forman con el cuerpo el ángulo mandibular.
Cuerpo
Tiene forma de arco con dos caras. En la cara anterior en la línea media se observa la sínfisis
mentoniana y hacia su extremo inferior la protuberancia mentoniana; más lateralmente,
hacia las caras laterales del cuerpo se abren los agujeros mentonianos, orificios de salida del
nervio mandibular de cada lado. Desde estos agujeros hacía atrás y arriba se extiende la línea
oblicua de la mandíbula.
En la cara posterior a nivel de la línea media, sobresalen las dos espinas mentonianas
superior e inferior, a ambos lados de éstas encontramos las fosas digástricas, desde donde
se extienden hacia atrás y arriba, las líneas milohioideas, por arriba y por debajo presenta dos
depresiones, las fosas sublingual y submandibular.
El borde superior es el arco alveolar, formado por los alvéolos dentarios donde se implantan
los dientes inferiores.
Ramas mandibulares
En la cara externa del ángulo mandibular se encuentra la tuberosidad masetérica y por su
cara interna la tuberosidad pterigoidea, sitios de inserciones musculares.
La rama mandibular termina en dos procesos: uno anterior, el coronoideo, sitio de inserción
del músculo temporal, y otro posterior, el condilar, dotado de una superficie articular, la cabeza
de la mandíbula, para formar una unión sinovial con el hueso temporal. Ambos procesos están
separados por la incisura sigmoidea.
En la cara interna de cada rama se encuentra el agujero mandibular, que conduce al canal
mandibular y en cuyo borde anterior se encuentra la língula. Por detrás de la língula se inicia
de abajo hacia delante, el surco milohioideo.
.
ARTICULACIONES DEL CRÁNEO
En el esqueleto de la cabeza existen los tres tipos de articulaciones:
· Las uniones fibrosas pueden ser de distintas variedades: sindesmosis por membranas y
ligamentos, suturas, gónfosis y esquindelesis.
· Las uniones cartilaginosas según el tipo de cartílago que participa pueden ser sincondrosis
y sínfisis.
· La articulación sinovial presente en el cráneo es una unión condilar, compleja y combinada.
ARTICULACIÓN TEMPOROMANDIBULAR
La articulación temporomandibular está formada por las caras articulares de la fosa mandibular
y del cóndilo de la mandíbula; incluidas dentro de una misma cápsula articular y reforzados por
ligamentos.
La cavidad de la articulación temporomandibular está dividida por un disco fibrocartilaginoso,
en dos compartimientos independientes: superior e inferior.
Alrededor de la articulación se encuentran tres ligamentos, de los cuales sólo uno tiene relación
directa con la cápsula articular, el ligamento lateral, este ligamento limita los movimientos de
la cabeza articular hacía atrás. Los dos ligamentos restantes son los ligamentos
esfenomandibular y estilomandibular.
La articulación temporomandibular por la forma de las caras articulares es de tipo condilar y por
tanto biaxial, la presencia del disco intraarticular le confiere la condición de compleja y amplía
su capacidad de movimientos.
Ambas articulaciones funcionan al mismo tiempo, aún cuando están separadas
anatómicamente, clasificándose como una articulación combinada.
Los movimientos de la articulación temporomandibular son:
· descenso y elevación con apertura y cierre de la boca,
· desplazamiento hacia delante y hacia atrás, es decir propulsión y retropulsión; y
· movimientos de lateralización.
La integración de los huesos de la cabeza a través de los distintos tipos de articulaciones en un
todo único, hace posible un estudio de conjunto del cráneo, lo cual tiene una gran significación
en la práctica médica.
CRÁNEO EN SU CONJUNTO
El estudio del cráneo en su conjunto se realiza mediante distintas vistas o planos denominados
normas, las cuales son: frontal, lateral, basales interna y externa, sagital, vertical y posterior u
occipital.
Para estudiar cada una de estas normas es necesario conocer las características
morfofuncionales particulares de los huesos y proponerse entonces una integración de los
mismos por los distintos planos.
· Norma frontal
La norma frontal está formada por los huesos frontal, cigomáticos, nasales, lagrimales,
maxilares y mandíbula entre otros, unidos mediante articulaciones de distintos tipos; en ella se
distinguen rasgos particulares de los distintos huesos como:
o El tercio superior se corresponde con la frente donde destacan las eminencias frontales,
los arcos superciliares y surcos supraorbitales.
o Las cavidades orbitarias y la apertura de la nariz.
o Lateralmente los huesos maxilar y cigomático.
o El arco alveloardel maxilar que se acopla con el arco alveolar de la mandíbula.
o La protuberancia mental.
· Norma lateral
Al observar el cráneo lateralmente, se pueden reconocer los huesos frontal, occipital, temporal
y parietal entre otros. En esta norma se destacan ante todo las líneas temporales superior e
inferior, así como las fosas temporal, infratemporal y pterigopalatina. Para la observación
precisa de estas dos últimas fosas es necesario retirar la rama de la mandíbula.
Es importante caracterizar las tres fosas de la norma lateral a partir de su situación, límites,
comunicaciones y contenidos; según las orientaciones del CD de la asignatura.
· Norma basal del cráneo
En la norma basal del cráneo, por su complejidad e interés práctico, se estudian por separado
sus superficies interna y externa.
La norma basal externa, como puede observarse en la imagen, se extiende desde los
incisivos por delante hasta la línea nucal superior por detrás, lateralmente está limitada por
unas líneas imaginarias que se trazan entre las crestas infratemporales y las bases de los
procesos mastoideos.
Se divide para su estudio en tres zonas: anterior, media y posterior. El límite entre las tres
zonas lo constituyen: entre la zona anterior y media el borde posterior del paladar óseo, y entre
la zona media y posterior una línea que pase por delante del agujero magno.
Zona anterior: Está constituida por el paladar óseo, contorneado por el arco alveolar del
maxilar con los dientes. Por detrás y encima del paladar, a ambos lados se encuentran
las coanas, separadas por el vómer. Tiene el agujero incisivo y los conductos palatinos
mayores.
Zona media: Formada por las alas mayores del esfenoides, el cuerpo del esfenoides, la
porción basilar del occipital y la porción petrosa del temporal. Se observan los agujeros oval y
espinoso, agujero carotídeo y el agujero
rasgado.
Zona posterior: Está representada por la cara externa del occipital. Destacan el agujero
magno y el yugular.
La norma basal interna puede ser observada después de un corte horizontal del cráneo. Sus
características macroscópicas tienen un alto nivel de correspondencia con las estructuras que
conforman la superficie inferior del encéfalo y las meninges encefálicas.
Se divide en tres fosas craneales: anterior, media y posterior. Sus límites lo constituyen:
entre la fosa anterior y media, una línea que pase por el borde posterior de las alas menores
del esfenoides, y entre la fosa media y posterior, una línea que pase por el borde superior de la
porción petrosa del temporal y en el centro por el borde superior del dorso de la silla turca.
Fosa craneal anterior: Aloja la parte inferior de los lóbulos frontales del cerebro. La zona
anterior está formada por la porción horizontal del frontal, y la lámina cribosa del etmoides.
Destacan la cresta galli, y los orificios olfatorios. La zona posterior la forman las alas menores
del esfenoides y el yugo esfenoidal, donde se extiende el surco quiasmático y a ambos lados
los canales ópticos.
Fosa craneal media: Aloja a los lóbulos temporales del cerebro y medialmente a la hipófisis.
La forman la silla turca, las alas mayores del esfenoides y la cara anterior de la porción petrosa
del temporal. Los orificios de comunicación son: la fisura orbital superior, agujeros redondo,
oval y espinoso, hiatos de los nervios petroso mayor y menor, agujero rasgado y orificio interno
del conducto carotídeo.
Fosa Craneal posterior: Aloja el polo occipital del cerebro, el cerebelo y el tronco encefálico.
Formada por la cara interna del occipital, la cara posterior de la porción petrosa y la cara
interna de la región mastoidea del temporal. Los orificios que destacan son: el agujero magno,
el canal del nervio hipoglosos, el agujero yugular, y el poro acústico interno.
De cada una de ellas deben precisar según las orientaciones del CD de la asignatura, los
límites, huesos que la forman y sus comunicaciones.
· Norma sagital
La norma sagital permite observar la superficie interior de la cavidad craneal, pero la zona más
compleja y de interés médico corresponde a la cavidad nasal, a cuya caracterización deberán
prestar la mayor atención en el estudio independiente de estos contenidos.
ANATOMÍA RADIOLÓGICA
El cráneo del organismo vivo se puede estudiar a través del método imagenológico.
Recuerden los conceptos de radiotransparencia y radioopacidad e identifiquen en vistas
radiográficas laterales del cráneo, detalles como la silla turca del esfenoides, el peñasco del
temporal, el seno maxilar, el seno frontal y las porciones de la mandíbula, y en una vista
anterior los senos frontal, cavidades orbitarias y apertura piriforme orientados en la clase de
hoy.
Otro aspecto importante es la anatomía de superficie del cráneo, en particular la palpación de
la protuberancia occipital externa, el proceso mastoideo del temporal, los ángulos
mandibulares, el mentón, las eminencias parietales y frontales, la glabela, los arcos
superciliares y cigomáticos y los cóndilos de la mandíbula entre otros.
Desarrollo de la columna vertebral:
Durante la cuarta semana los somitas ubicados en pares a ambos lados del tubo neural
y la notocorda se diferencian en los esclerotomas, miotomas y dermatomas; las células
de los esclerotomas cambian de posición para rodear la notocorda y el tubo neural,
durante este proceso de reubicación celular se forma una columna mesenquimatosa
rodeando la notocorda que conserva su distribución segmentaria.
La porción caudal de cada segmento de esclerotomas experimenta una gran
proliferación y se condensa.
Con el desarrollo ulterior esta proliferación es tan amplia que avanza hacia el tejido
intersegmentario subyacente y une la mitad caudal de un esclerotoma con la mitad
cefálica del que se encuentra por debajo. En consecuencia el cuerpo de la vértebra se
vuelve intersegmentario debido a la incorporación del tejido intersegmentario en el
cuerpo precartilaginoso y a la participación de cuatro esclerotomas, dos porciones
condensadas y dos porciones laxas.
Las células mesenquimáticas situadas entre las porciones cefálicas y caudal del
esclerotoma original no proliferan y ocupan el espacio entre dos cuerpos vertebrales
precartilaginosos contribuyendo a formar el disco intervertebral. La notocorda degenera
excepto a este nivel donde forma el núcleo pulposo del disco intervertebral.
El reordenamiento de los esclerotomas en vértebras definitivas hace que los miotomas
se dispongan a manera de puente sobre los discos intervertebrales y esta modificación
les brinda la posibilidad de mover la columna vertebral.
En las vértebras mesenquimales las células que rodean el tubo neural dan lugar al
arco vertebral, mientras que las que se dirigen a la pared corporal forman los procesos
costales que darán lugar a las costillas en la región torácica.
En la sexta semana aparecen centros de condrificación en cada vértebra mesenquimal
y a finales del período embrionario se ha iniciado el proceso de osificación que suele
finalizar a los 25 años.
El esternón se desarrolla de forma independiente en el mesodermo somático de la
pared corporal ventral. A cada lado de la línea media se forman dos bandas esternales
que se fusionan en sentido craneocaudal en el plano medio y forman el molde
cartilaginoso de las diferentes porciones de este órgano; como pueden observar en
esta imagen correspondiente a un corte sagital de un embrión de 8 semanas.
La columna vertebral definitiva, es un largo vástago óseo formado por la superposición
de múltiples huesos irregulares denominados vértebras.
En su extremo superior soporta al cráneo con el que establece una compleja
articulación que permite la movilidad, de la cabeza, necesaria para múltiples funciones
dentro de las que se destaca la conservación del equilibrio.
En su parte inferior transmite la carga de la parte superior del cuerpo a los miembros
inferiores, a través de su articulación con los huesos coxales junto a los que constituye
una estructura de gran solidez denominada cintura pélvica.
COLUMNA VERTEBRAL:
Situada en un plano sagital en posición dorsal, la columna vertebral hace relieve en la
superficie posterior del tronco. Está constituida por la superposición de 32 a 34
vértebras que se articulan entre sí formando una estructura resistente y flexible.
La forma y función de las vértebras que la conforman, varía de arriba abajo, lo que
permite distinguir cinco segmentos con características morfofisiológicas diferentes:
cervical, torácico, lumbar, sacro y coccígeo.
En las vértebras existen grandes variaciones individuales que no impiden distinguir
rasgos anatómicos comunes a la mayoría de ellas como son la existencia de:
ü el cuerpo vertebral, región abultada, con función de soporte, que ocupa su porción
anterior, constituido de tejido óseo esponjoso recubierto por una fina capa de tejido
óseo compacto.
ü el arco vertebral, semianillo óseo que se une por sus extremos anteriores a la parte
posterolateral del cuerpo y delimita por detrás de este un amplio orificio, el agujero
vertebral. La superposición de estos agujeros que resulta de la articulación de las
vértebras forma el canal vertebral y...
ü los procesos o apófisis que son siete, dos transversos, dos articulares superiores,
dos articulares inferiores y uno espinoso.
El hecho de que la columna vertebral no realice las mismas funciones en toda su
longitud, explica la presencia de características morfológicas diferentes, regionales.
Estas dependen de diferentes factores como son:
· El peso que soportan que se va incrementando en sentido descendente y determina
que los cuerpos vertebrales, responsables de la carga del mismo, vayan aumentando
su volumen en esta dirección.
Este incremento es real hasta llegar al sacro, donde las vértebras se fusionan y
transmiten el peso a los miembros inferiores, disminuyendo bruscamente el volumen de
este hueso.
· La
existencia de diferencias regionales es la movilidad, la que es mayor en las
regiones cervical y lumbar; mínima en la región torácica y prácticamente inexistente en
las últimas regiones
· La presencia de las costillas en la región torácica, que forman parte del esqueleto del
tórax y que explican la existencia en las vértebras de estas regiones de carillas
articulares.
Algunos autores clasifican la columna vertebral en dos segmentos: el móvil constituido
por las regiones cervical, torácica y lumbar y el inmóvil formado por las regiones sacra
y coccígea.
En la columna vertebral se establecen uniones entre las vértebras a través de las
articulaciones intervertebrales. Además, la columna se articula en su extremo cefálico
con el cráneo, en su parte media con las costillas y en su extremo caudal con los
huesos coxales.
ARTICULACIONES INTERVERTEBRALES
3. Uniones entre
los arcos - Ligamentos amarillos
Los miembros como el resto del esqueleto derivan del mesodermo. A mediados de la
cuarta semana a ambos lados del tronco aparecen los esbozos del miembro superior,
casi dos días más tarde surgen los esbozos del miembro inferior. Los esbozos de los
miembros están compuestos por mesénnquima cubierto por ectodermo. Hacia la sexta
semana en los segmentos distales se forman las placas de la mano y del pie. La
osificación endocondral de los huesos de los miembros comienza hacia la octava
semana. El período más crítico de desarrollo de los miembros comprende desde el día
24 hasta el 36 donde pueden ocurrir graves anomalías ante la exposición de agentes
teratógenos.
1.- Mencione algunos de los defectos congénitos que pueden ocurrir durante el
desarrollo de los miembros.
CLAVÍCULA
La clavícula es un hueso par situado en la parte anterosuperior del tórax, a ambos
lados del esternón, articulado por sus extremos al esternón y a la escápula;
manteniendo la articulación humeral en una posición lateral, condicionando una mayor
libertad de movimientos al miembro superior.
La clavícula es un hueso largo en el que se distinguen un cuerpo y dos extremos:
medial o esternal y lateral o acromial.
El cuerpo está encorvado de tal forma que su porción medial es convexa hacia delante
y la parte lateral lo es hacia atrás.
La extremidad medial engrosada recibe el nombre de extremidad esternal, posee una
cara articular en silla de montar para articularse con el esternón.
El extremo lateral o extremidad acromial presenta una cara articular plana, lugar de
articulación con el proceso acromial de la escápula.
En la cara inferior hay una eminencia, el tubérculo conoideo sitio de inserción de
ligamentos que fijan la clavícula con la escápula.
ESCÁPULA
La escápula está situada sobre las costillas en la parte posterosuperior del tórax, es un
hueso plano de forma triangular en el que se distinguen dos caras: anterior y posterior
separadas por tres bordes que forman tres ángulos entre sí.
Los tres bordes se denominan: superior, lateral y medial; y los tres ángulos: lateral,
inferior y superior.
La cara anterior o costal, dirigida a las costillas, está excavada profundamente
constituyendo la fosa subescapular, sitio de inserción del músculo de igual nombre.
En la cara posterior existe una eminencia alargada, la espina de la escápula, que divide
a la misma en dos fosas de dimensiones desiguales, una por encima de la espina, la
fosa supraespinosa y otra por debajo, la fosa infraespinosa.
La espina de la escápula se continúa por su extremo lateral con un proceso
voluminoso, el acromion, en el que se distingue una cara articular de forma oval para
su articulación con la clavícula.
En el borde superior se encuentran la incisura escapular y el proceso coracoideo.
El ángulo lateral está engrosado y tiene una cavidad articular poco profunda, la cavidad
glenoidea, inmediatamente por debajo de la cual encontramos un estrechamiento o
cuello. Por encima y por debajo de la cavidad glenoidea existen dos eminencias,
llamadas tuberosidades supraglenoidea e infraglenoidea, lugares de inserción de los
músculos biceps y triceps braquiales respectivamente.
HÚMERO
El húmero es un hueso largo, por lo que presenta un cuerpo y dos extremos o epífisis,
proximal y distal.
Su epífisis proximal está provista de una superficie articular redondeada, la cabeza del
húmero, que se articula con la cavidad glenoidea de la escápula, esta cabeza queda
aislada del resto del hueso por un surco estrecho, el cuello anatómico. Inmediatamente
después del cuello anatómico se encuentran dos tuberosidades para inserciones
musculares, los tubérculos mayor y menor.
Del tubérculo mayor parte hacia abajo la cresta del tubérculo mayor y del menor la
cresta del tubérculo menor, entre ambas crestas se extiende el surco intertubercular.
En la cara anterior de su epífisis distal se encuentran dos superficies articulares para
los huesos del antebrazo, medialmente se localiza la tróclea y lateral a ésta una esfera
pequeña, la cabecita humeral. Por encima de ambas se encuentran sendas fositas, la
coronoidea y la radial.
En la parte lateral del cuerpo, aproximadamente en su mitad, se localiza una rugosidad,
la tuberosidad deltoidea, lugar de inserción del músculo deltoides.
Su epífisis distal ancha y algo encorvada, presenta los cóndilos del húmero, los que
terminan a los lados en dos eminencias rugosas, los epicóndilos medial y lateral. El
epicóndilo medial por su superficie posterior presenta el surco del nervio ulnar,
lateralmente a este surco se encuentra la fosa olecraneana.
ULNA
La ulna o cúbito está situado medialmente en la parte libre del miembro superior en la
región del antebrazo. Es un hueso largo por lo que se distinguen en él un cuerpo y dos
epífisis.
La epífisis proximal más voluminosa presenta dos procesos: uno posterior más grueso,
el olécranon y otro anterior más pequeño, el coronoideo. Entre ambos se encuentra la
incisura troclear; lateralmente al proceso coronoideo se localiza la incisura radial, lugar
de articulación con la cabeza del radio. Desde el proceso coronoideo se extiende hacia
abajo la tuberosidad ulnar, sitio de inserción del músculo braquial.
La epífisis distal tiene un pequeño abultamiento aproximadamente esférico con una
superficie articular inferior, denominado cabeza de la ulna, de la que parte por su lado
medial el proceso estiloideo. La cabeza tiene a su alrededor una circunferencia
articular, para su articulación con el radio.
RADIO
El radio se encuentra situado en la región lateral del antebrazo, es un hueso largo por
lo que al igual que la ulna presenta un cuerpo y dos epífisis.
La epífisis proximal tiene forma cilíndrica, la cabeza del radio, con una cara articular
superior cóncava para la articulación con la cabecita humeral y otra circunferencial para
su articulación con la incisura radial de la ulna. Por debajo de la cabeza hay un
estrechamiento, el cuello del radio, e inmediatamente por debajo de éste en la parte
anteromedial, se encuentra la tuberosidad del radio.
A diferencia de la ulna, el radio presenta su epífisis distal más engrosada, donde se
destaca el proceso estiloideo lateral, medialmente al cual se observa la incisura ulnar.
HUESOS DE LA MANO
El esqueleto de la mano está constituido por los huesos del carpo, del metacarpo y las
falanges.
El carpo está compuesto por ocho huesos cortos dispuestos en dos filas. Una proximal
formada por los huesos: escafoides, semilunar, triquetro o piramidal y pisiforme.
Y otra distal que consta de los huesos: trapecio, trapezoide, grande y ganchoso. En
ambos casos deberán precisar a través del estudio independiente la localización de
cada uno de ellos en el carpo.
El metacarpo está compuesto por cinco huesos largos pequeños, que se enumeran del
uno al cinco, del pulgar al meñique.
Los huesos de los dedos se denominan falanges y se clasifican también como huesos
largos pequeños. Cada dedo tiene tres falanges: proximal, media y distal, con
excepción del pulgar que tiene dos.
El cuerpo humano presenta 2 cinturas escapulares que unen los huesos de la porción
libre de los miembros superiores al esqueleto axil. La clavícula hueso anterior y la
escápula hueso posterior. La clavícula trasmite la fuerza mecánica del miembro
superior al tronco, por eso se fractura con frecuencia.
La cavidad glenoidea de la escápula se articula con la cabeza del húmero
constituyendo la articulación del hombro (escapulohumeral). Los huesos del miembro
superior tienen múltiples detalles anatómicos sitios de inserción de los tendones y los
músculos de esas regiones, los que uds deberán estudiar e identificar en estudio
independiente.
La mano está conformada por múltiples huesos que conjuntamente con el aparato
ligamentoso y los músculos le imprimen las características morfofuncionales a este
importante órgano de trabajo.
Los huesos del miembro superior están unidos por 3 grandes articulaciones:
escápulohumeral, la del codo y la radiocarpiana, que conjuntamente con las
intercarpianas y las metacarpofalángicas e interfalángicas garantizan la amplitud de los
movimientos del miembro superior y la mano. De las tres grandes articulaciones tienen
que clasificarlas, describir sus caras articulares, los ligamentos que la refuerzan y los
movimientos que realizan.
1.- ¿Cuál es el hueso del brazo? Con qué huesos articula?
HUESO COXAL
El hueso coxal, es un hueso plano que presenta dos caras: una interna, que se
muestra en la imagen, y otra externa; cuatro bordes: superior, inferior, anterior y
posterior, y cuatro ángulos: anterosuperior, anteroinferior, posterosuperior y
posteroinferior.
En la cara interna se destacan la fosa ilíaca, la cara auricular, la línea arqueada, la
eminencia iliopúbica, la cresta pectínea y el agujero obturador (agujero mayor del
esqueleto) delimitado por las ramas del isquión y el pubis.
En la cara externa se observa el ala del ilion, el acetábulo donde se encuentra la fosa
acetabular para su articulación con la cabeza del fémur y la tuberosidad isquiática.
En el borde superior presenta la cresta ilíaca la cual coincide en sus extremos con las
espinas ilíacas anterosuperior y posterosuperior.
En el borde posterior se encuentran las espinas iliacas posterosuperior y
posteroinferior, la escotadura ciática mayor, la espina ciática y la escotadura ciática
menor.
En el borde anterior se encuentran las espinas iliacas anterosuperior y anteroinferior,
cresta pectínea y la espina púbica.
El borde inferior lo forma la rama inferior del pubis por debajo de la sínfisis del pubis
constituye el arco del pubis.
HUESO FEMUR
El fémur es el hueso más largo, más pesado y resistente de todos los huesos del
cuerpo, en él se distinguen un cuerpo y dos epífisis.
En la epífisis proximal podemos observar una cabeza articular esférica la que presenta
en su centro una depresión rugosa, la fosita femoral. La cabeza se une al resto del
hueso mediante el cuello, en el lugar de paso de éste a la diáfisis se encuentran dos
eminencias, denominadas trocánteres: mayor y menor. Ambos trocánteres se unen
entre sí por detrás mediante la cresta intertrocantérica; y por delante por la línea
intertrocantérica.
En la epífisis distal, se observan dos cóndilos: medial y lateral, entre los que se
encuentra una cara articular lisa denominada cara patelar, la cual se aplica a la cara
posterior de la patela.
El cuerpo del fémur tiene forma de un prisma triangular en el que las caras anterior y
lateral son lisas, mientras que en la posterior se encuentra la línea áspera, lugar de
inserción de músculos, que presenta dos labios, uno lateral y otro medial.
Estos labios se separan hacia abajo en dos ramas divergentes, delimitando en la cara
posterior del fémur un espacio triangular, la cara poplítea.
En la cara posterior entre ambos cóndilos se localiza la fosa intercondilar. Las
superficies laterales presentan tuberosidades rugosas, llamadas epicóndilos medial y
lateral.
HUESOS DE LA PIERNA
PATELA O RÓTULA
La patela o rótula es un hueso corto, sesamoideo, incluido en el espesor del tendón del
músculo cuadriceps femoral, situado en la parte anterior de la articulación de la rodilla.
En ella se distingue una base orientada hacia arriba y un ápice o vértice hacia abajo.
Su cara anterior es rugosa mientras que la posterior está revestida de cartílago articular
y hace contacto con la cara patelar del fémur.
El esqueleto de la pierna está formado por dos huesos largos: la tibia situada
medialmente y la fíbula o peroné lateralmente. Ambos presentan un cuerpo y dos
epífisis.
TIBIA
La tibia es el hueso de la pierna que soporta el peso del cuerpo. En la epífisis proximal
de la tibia se observan dos cóndilos, medial y lateral. En la cara superior de ambos
cóndilos, hay dos caras articulares ligeramente cóncavas, para su articulación con el
fémur.
En el borde anterior se encuentra una prominencia rugosa, la tuberosidad de la tibia,
para la inserción del músculo cuádriceps femoral.
En la porción posterior y lateral del cóndilo lateral se encuentra la cara articular fibular.
La epífisis distal se continua en su lado medial en un proceso, el maléolo medial en
cuya cara lateral se encuentra la cara articular maleolar. La superficie inferior de la
epífisis distal presenta la cara articular inferior, donde se une con la tróclea del talo.
FÍBULA
La fíbula es un hueso largo, muy delgado, debido a que no soporta peso, al igual que la
tibia presenta un cuerpo y dos epífisis. Se une por ambos extremos a la tibia.
Su extremidad distal la constituye el maleolo lateral que junto con el maleolo medial de
la tibia participa en la articulación talocrural.
ESQUELETO DEL PIE
El esqueleto del pie está formado por los huesos del tarso, el metatarso y las falanges.
El tarso está constituido por siete huesos cortos, que de un modo semejante a los
huesos del carpo se disponen en dos filas, una posterior o proximal y otra anterior o
distal. La fila posterior la forman 2 huesos el talo (astrálago) hacia arriba y el calcáneo
hacia abajo. La fila anterior tiene 5 huesos dispuestos en 2 partes: una medial, se
encuentra por delante del talo el hueso navicular y por delante de este los 3
cuneiformes (medial, intermedio y lateral). En la parte lateral hay un solo hueso el
cuboideo.
El metatarso consta de cinco huesos largos pequeños que se nombran, según su
posición desde el dedo grueso al pequeño del uno al cinco.
El esqueleto de los dedos tiene una constitución similar a los dedos de las manos.
PIE EN SU CONJUNTO
El pie está constituido y funciona como una bóveda elástica y movible. En su estructura
se distinguen cinco arcos longitudinales y uno transversal.
Los arcos longitudinales se inician en un punto, la tuberosidad del calcáneo,
extendiéndose radialmente hacia delante, con la convexidad dirigida hacía arriba, en
correspondencia con los cinco radios del pie, hasta la base de los metatarsianos. Por
eso, en la composición de cada arco longitudinal participa un solo metatarsiano. El más
largo y alto de estos arcos es el segundo.
Los arcos longitudinales, uniéndose en sus segmentos anteriores en forma de
parábola, componen el arco transversal. Estos arcos se encuentran reforzados por
ligamentos y tendones de los músculos plantares.
Al debilitarse el aparato de refuerzo algunos de los arcos longitudinales se borran, la
bóveda desciende y el pie se aplana, haciéndolo patológico. Si por el contrario el
debilitamiento es por parte del arco transversal, entonces se produce el metatarso
caído.
PELVIS ÓSEA
Los dos coxales se unen por delante entre sí y forman la sínfisis púbica; lo que,
sumado a la articulación de ambos huesos con el sacro por detrás, forma un anillo
sólido, la pelvis ósea. Esta estructura tiene la importante función de dar protección a
órganos de los sistemas genitourinario y digestivo; así como de servir de firme
estructura arquitectónica, para transmitir el peso de la parte superior del cuerpo hacia la
parte libre de los miembros inferiores.
Esta formación ósea está reforzada por potentes ligamentos.
CAVIDAD PÉLVICA
En la pelvis existe una cavidad que presenta dos porciones, la pelvis mayor y la menor,
limitadas por el estrecho superior de la pelvis.
La pelvis mayor se continúa sin límites precisos con la cavidad abdominal y son sus
paredes las fosas ilíacas y las alas del sacro. Su límite inferior lo constituye el estrecho
superior de la pelvis a través del cual se continúa con la pelvis menor.
La cavidad de la pelvis menor se extiende hasta la apertura inferior de la misma, la que
está limitada por las ramas isquiopubianas, los tubérculos isquiáticos y los ligamentos
que van desde el sacro a los huesos isquion y el cóccix.
La pelvis tiene gran importancia en el sexo femenino, ya que durante el parto el feto
debe salir a través de ella, por lo que aún pequeñas deformidades estructurales pueden
provocar serios impedimentos durante el mismo.
Con el inicio de la maduración sexual comienza la manifestación progresiva de las
distinciones sexuales de la pelvis.
Los huesos de la pelvis femenina son por lo general más delgados y lisos que los del
hombre.
Las alas de los huesos ilíacos están más desplegadas en la mujer y como
consecuencia de ello, las distancias entre las espinas y crestas son mayores que en el
hombre.
El estrecho superior de la pelvis femenina es ovalado transversalmente, mientras que
el del hombre lo es en sentido anteroposterior.
El promontorio de la pelvis masculina es más saliente que el de la pelvis femenina.
En el hombre el sacro es relativamente estrecho y mucho más cóncavo; por el
contrario, el de la mujer es más ancho y más aplanado.
El estrecho inferior pelviano en el hombre es considerablemente más angosto que en
las mujeres; en éstas las tuberosidades isquiáticas se encuentran más apartadas una
de la otra y el cóccix es menos saliente hacía delante.
El lugar de conjunción de las ramas inferiores de los huesos pubis, en la pelvis
femenina bien desarrollada adquiere la forma de arco, el arco del pubis; mientras que
en la pelvis masculina ésta formando un ángulo agudo, el ángulo subpúbico.
La cavidad de la pelvis menor tiene en el hombre forma de embudo, por el contrario en
la mujer se asemeja más a un cilindro.
Resumiendo la pelvis femenina tiene más capacidad que la masculina.
ANATOMÍA DE SUPERFICIE
En la anatomía de superficie de los miembros superiores e inferiores es posible
localizar y palpar múltiples relieves que se corresponden con características óseas y/o
articulares del esqueleto de los mismos y que resultan de utilidad en la práctica médica,
tales como la clavícula, los epicóndilos, los procesos estiloideos, la cresta ilíaca, la
tuberosidad de la tibia y los maléolos entre otros.
ANATOMÍA RADIOLÓGICA
Especial importancia tiene la anatomía radiológica, que nos permite corroborar lo que al
examen físico hemos encontrado.
El cinturón del miembro inferior consta de los 2 huesos coxales, que se unen por
delante a través de la sínfisis del pubis y por detrás con el sacro y forman la pelvis
ósea, la que da un soporte sólido y estable a la columna vertebral y a los órganos de la
pelvis, conectando el esqueleto axil con el miembro inferior.
Los huesos coxales y los del miembro inferior tienen múltiples detalles anatómicos,
superficies articulares y sitios de inserción de los tendones y los músculos de esas
regiones, los que uds deberán estudiar e identificar en estudio independiente.
El pie está conformado por múltiples huesos que conjuntamente con el aparato
ligamentoso y los músculos le imprimen las características morfofuncionales, de
manera que los arcos ayudan al pie a soportar y distribuirle peso del cuerpo y actúan
como palancas durante la marcha.
Los huesos del miembro inferior están unidos por 3 grandes articulaciones: la
coxofemoral, la de la rodilla y la talocrural, que conjuntamente con las intertarsianas y
las metatarsofalángicas e interfalángicas garantizan los movimientos del miembro
inferior y el pie. De las tres grandes articulaciones tienen que clasificarlas, describir sus
caras articulares, los ligamentos que la refuerzan y los movimientos que realizan.
1.- ¿Qué huesos se unen para conformar la articulación de la rodilla?
ngitud se estabiliza y en la vejez pierde tamaño progresivamente debido al aumento de
sus curvaturas y al aplanamiento de los discos intervertebrales.
La columna vertebral en el plano frontal, es prácticamente rectilínea, y en el plano
sagital presenta cuatro curvaturas denominadas cifosis, cuando tienen su concavidad
dirigida hacia delante, y lordosis cuando la concavidad está dirigida hacia atrás.
La presencia de las mismas obedece a razones físicas ya que como cilindro elástico y
flexible, la columna vertebral requiere para el logro de una adecuada amortiguación de
las cargas, y para la proyección del centro de gravedad del cuerpo sobre las
extremidades inferiores; de la alternancia de curvaturas en dirección opuesta. Estas
comienzan a establecerse durante el primer año de vida con la adquisición de
determinadas funciones motoras como podrán comprobar en su estudio independiente.
Por eso a las mismas se les denomina curvaturas fisiológicas. Algunos autores
consideran que las cifosis son curvaturas primarias debidas a la posición del feto
intraútero.
Cuando por razones anormales se establece una curvatura, en el plano frontal de la
columna, a la que se denomina escoliosis; surge espontáneamente por encima de ella
una segunda curvatura compensatoria.
Los movimientos posibles entre dos vértebras son muy limitados pero la sumatoria de
los mismos permite que la columna alcance una importante movilidad que incluye
flexión, extensión, rotación e inclinaciones laterales; lo que se logra por la presencia de
los discos intervertebrales y de las articulaciones sinoviales entre las apófisis o
procesos articulares.
Una de las porciones menos móviles de la columna vertebral es la torácica, lo que se
explica por la fijación en ella de las costillas que uniéndose también por delante al
esternón forman la caja torácica.
TÓRAX ÓSEO
La caja torácica o tórax óseo, es la estructura anatómica que resulta de la articulación
de la porción torácica de la columna vertebral, con los doce pares de arcos costales; y
de estos últimos, en su extremo anterior, con el esternón.
Cada arco costal está constituido a su vez por un segmento posterior, el hueso
costal, y un segmento anterior, el cartílago costal.
La principal función de la caja torácica es la protección de los órganos contenidos en su
interior y especialmente favorecer los movimientos respiratorios.
ESTERNÓN
La porción anterior y media de la caja torácica la forma el esternón. Este es un hueso
plano impar situado en una posición superficial que favorece su palpación a través de
la piel, mide alrededor de 15 cm. Los segmentos del esternón se encuentran
completamente fusionados para los 25 años de edad y los puntos de fusión están
marcados por líneas transversales. Tiene tres porciones, el manubrio, el cuerpo y la
apófisis xifoides, así como la unión del manubrio con el cuerpo o ángulo del esternón,
nivel de articulación de la segunda costilla, que forma un saliente que puede ser
palpado en la superficie anterior del tórax.
Los bordes del esternón presentan muescas que corresponden a la articulación con las
costillas.
COSTILLAS
En forma de doce pares de piezas óseas planas alargadas, las costillas se extienden
entre la columna vertebral y el esternón. Presentan dos porciones, una posterior más
larga, el hueso costal y otra anterior más corta, el cartílago costal.
Según la forma de unión al esternón se distinguen tres tipos de costillas: las siete
primeras se unen al mismo directamente, por lo que se denominan costillas
verdaderas.
Las costillas octava, novena y décima no se unen directamente al esternón sino al
cartílago de la séptima costilla por lo que se les denomina falsas.
A las costillas once y doce se les denomina flotantes porque sus extremos anteriores
quedan libres entre los músculos del abdomen; sin unión de ningún tipo al esternón.
Existen una serie de características generales que son comunes a todas las costillas,
sin embargo todas ellas presentan rasgos individuales debidos entre otras razones, al
aumento de tamaño que experimentan las mismas de la primera a la séptima y a la
disminución progresiva a partir de esta.
Las primeras y las últimas costillas tienen características particulares que deben revisar
de forma independiente. Existen características que definen lo que se denomina costilla
tipo que están dadas por los rasgos comunes de las costillas desde la tercera hasta la
novena.
La costilla tipo tiene forma de arco incurvado sobre todos sus ejes, siguiendo un
trayecto oblicuo hacia abajo, inclinación que depende de su recorrido. Su trayecto es
primero hacia atrás y afuera, después hacia delante y al final medialmente.
El hueso costal presenta dos extremidades y un cuerpo. La extremidad posterior
consta de tres partes, cabeza, cuello y tubérculo.
La cabeza es abultada en forma de cuña y por encontrarse articulada en la unión de
dos cuerpos vertebrales, presenta sendas superficies articulares planas. Al borde
afilado que separa las caras articulares de la cabeza se le denomina cresta de la
cabeza costal, donde se inserta el ligamento articular.
El cuello se sitúa entre la cabeza y el cuerpo de la costilla.
El tubérculo es un abultamiento dirigido hacia atrás que se sitúa en la unión del cuerpo
con el cuello y presenta una superficie articular para unirse a la apófisis o proceso
transverso de la vértebra.
El cuerpo es aplanado con una cara externa convexa y una interna cóncava, separadas
por los bordes, superior e inferior. En la cara interna del cuerpo en la vecindad del
borde inferior se sitúa una depresión por donde transcurren los vasos y nervios
intercostales, el surco costal.
A la derecha y parte inferior se muestra un segmento del tórax donde se puede
apreciar la relación del paquete vasculonervioso que transcurre por el surco costal con
la pared y los órganos torácicos. Es conveniente que en el estudio independiente y con
la ayuda de los profesores traten de explicar por qué cuando se punciona el tórax con
fines diagnósticos o terapéuticos, la aguja se introduce cerca del borde superior de la
costilla evitando el acercamiento al borde inferior.
La dirección del cuerpo costal en su inicio continúa a la del cuello pero pronto se
incurva hacia delante formando el ángulo de la costilla. En la parte anterior, el cuerpo
se incurva nuevamente para dirigirse al esternón. Este segundo cambio de dirección
es menos marcado. La extremidad anterior presenta una depresión donde se articula
con el cartílago costal.
ARTICULACIONES COSTOVERTEBRALES
El extremo posterior de las costillas se articula con las vértebras. Cada costilla se
articula de forma general con dos vértebras contíguas ya que su cabeza se une a las
fositas articulares de las porciones laterales y bordes superior e inferior de los cuerpos
vertebrales, lo que permite que entre la cresta de cada cabeza costal y el anillo fibroso
del disco intervertebral correspondiente, se extienda un ligamento.
Las costillas se articulan dos veces con cada vértebra, ya que además de las
articulaciones de las cabezas costales con los cuerpos vertebrales existen otras entre
los tubérculos costales y los procesos transversos; denominadas articulaciones
costotransversarias. Ambas son sinoviales y funcionan al mismo tiempo de forma
obligatoria por lo que se clasifican como combinadas.
Los potentes ligamentos que refuerzan estas uniones; ellos garantizan la estabilidad
estructural, en particular durante los movimientos respiratorios de inspiración y
espiración.
TÓRAX EN CONJUNTO
El tórax o caja torácica es la región superior del tronco situado entre el cuello y el
abdomen. Su principal característica es la de poseer paredes a la vez rígidas y
elásticas que corresponden con sus funciones de protección de las vísceras contenidas
en su interior y de distensión para permitir los movimientos respiratorios.
En conjunto tiene forma de cono aplanado en sentido anteroposterior y truncado en su
vértice, donde presenta una apertura superior que permite el paso de estructuras
anatómicas entre esta cavidad y el cuello.
Su amplia base, denominada apertura torácica inferior, permite la continuidad con el
abdomen. En su estudio independiente es importante que comparen la composición de
las diferentes paredes del tórax y que observen, en la práctica docente, las variaciones
que experimenta este segmento corporal con la edad así como la influencia de otros
factores como el sexo y la actividad laboral entre otros.
RADIOGRAFÍA DE TÓRAX
La columna vertebral y el tórax óseo pueden ser estudiados en el hombre vivo por
medio de técnicas imagenológicas. Las radiografías simples de tórax, nos permite
evaluar la disposición de las costillas.
DESARROLLO DE LOS MIEMBROS
El origen y desarrollo del esqueleto apendicular tiene sus primeras expresiones con la
aparición de los esbozos de los miembros superiores al término de la cuarta semana
como evaginaciones en la pared ventrolateral del cuerpo.
Cada evaginación o yema de los miembros presenta un núcleo central formado por
mesénquima derivado de la hoja somática del mesodermo lateral, y está cubierta por
una capa de ectodermo. Su crecimiento es regulado a lo largo de los ejes próximo
distal, antero posterior y dorsoventral.
En el borde distal de los esbozos, el ectodermo está engrosado y forma la cresta
ectodérmica apical. Esta cresta tiene influencia inductora sobre el mesénquima
adyacente que inicia su crecimiento y desarrollo en un sentido próximo distal.
La inducción de la cresta ectodérmica apical sobre el mesénquima permite que en la
zona adyacente a ella se mantenga una población de células no diferenciadas en
rápida proliferación conocida como zona de progreso, la que se encarga del
crecimiento distal del miembro.
Las células de mesénquima más alejadas de la zona de progreso y de las influencias
inductivas de la cresta comienzan a diferenciarse en cartílagos, los que por osificación
endocondral formarán los huesos de los miembros. Hacia la sexta semana pueden
apreciarse moldes de cartílago hialino.
Las articulaciones se forman a partir del mesénquima interzonal situado entre las
condensaciones cartilaginosas cuando se detiene la condrogénesis.
La osificación de los huesos de los miembros comienza a finales del período
embrionario como pueden observar en la imagen de un corte a nivel del miembro
inferior de un embrión de ocho semanas.
Hacia la duodécima semana se encuentran centros de osificación primarios en la
diáfisis de todos los huesos largos de las mismas. Al nacimiento la mayor parte de los
huesos tienen las epífisis cartilaginosas y poco después desarrollan centros de
osificación, manteniéndose temporalmente una placa cartilaginosa entre los centros de
osificación diafisario y epifisario, el cartílago metaepifisario, que garantiza el
crecimiento en longitud del hueso.
En embriones de la sexta semana, la porción terminal de los esbozos se aplana y
forma las placas de las manos y de los pies, y se separan del segmento proximal por
una constricción circular, sitio de desarrollo de la articulación del carpo y del tarso. Más
tarde una segunda constricción divide la porción proximal en dos segmentos,
correspondiéndose con la articulación del codo y la rodilla.
La diferenciación de las manos y de los pies ocurre cuando por apoptosis la cresta
ectodérmica apical es fragmentada en cinco partes, que inducen la formación de cinco
segmentos cartilaginosos en el mesénquima, los rayos digitales, de donde se formarán
los dedos.
Transitoriamente existen escotaduras con una membrana de mesénquima entre los
rayos, la membrana interdigital, que desaparece por apoptosis permitiendo que en la
octava semana los dedos estén separados.
El desarrollo de los miembros superiores e inferiores es similar; sin embargo existen
dos diferencias características, la primera es que los inferiores aparecen dos días
después que los superiores y la segunda que la rotación que experimentan ambos
ocurre en direcciones opuestas.
El miembro superior gira 90 grados lateralmente, por lo que los pulgares se ubican en
este sentido, mientras que el inferior gira 90 grados en sentido medial quedando el
primer dedo del pie en posición medial.
Los miembros como el resto del esqueleto derivan del mesodermo. A mediados de la
cuarta semana a ambos lados del tronco aparecen los esbozos del miembro superior,
casi dos días más tarde surgen los esbozos del miembro inferior. Los esbozos de los
miembros están compuestos por mesénnquima cubierto por ectodermo. Hacia la sexta
semana en los segmentos distales se forman las placas de la mano y del pie. La
osificación endocondral de los huesos de los miembros comienza hacia la octava
semana. El período más crítico de desarrollo de los miembros comprende desde el día
24 hasta el 36 donde pueden ocurrir graves anomalías ante la exposición de agentes
teratógenos.
1.- Mencione algunos de los defectos congénitos que pueden ocurrir durante el
desarrollo de los miembros.
CLAVÍCULA
La clavícula es un hueso par situado en la parte anterosuperior del tórax, a ambos
lados del esternón, articulado por sus extremos al esternón y a la escápula;
manteniendo la articulación humeral en una posición lateral, condicionando una mayor
libertad de movimientos al miembro superior.
La clavícula es un hueso largo en el que se distinguen un cuerpo y dos extremos:
medial o esternal y lateral o acromial.
El cuerpo está encorvado de tal forma que su porción medial es convexa hacia delante
y la parte lateral lo es hacia atrás.
La extremidad medial engrosada recibe el nombre de extremidad esternal, posee una
cara articular en silla de montar para articularse con el esternón.
El extremo lateral o extremidad acromial presenta una cara articular plana, lugar de
articulación con el proceso acromial de la escápula.
En la cara inferior hay una eminencia, el tubérculo conoideo sitio de inserción de
ligamentos que fijan la clavícula con la escápula.
ESCÁPULA
La escápula está situada sobre las costillas en la parte posterosuperior del tórax, es un
hueso plano de forma triangular en el que se distinguen dos caras: anterior y posterior
separadas por tres bordes que forman tres ángulos entre sí.
Los tres bordes se denominan: superior, lateral y medial; y los tres ángulos: lateral,
inferior y superior.
La cara anterior o costal, dirigida a las costillas, está excavada profundamente
constituyendo la fosa subescapular, sitio de inserción del músculo de igual nombre.
En la cara posterior existe una eminencia alargada, la espina de la escápula, que divide
a la misma en dos fosas de dimensiones desiguales, una por encima de la espina, la
fosa supraespinosa y otra por debajo, la fosa infraespinosa.
La espina de la escápula se continúa por su extremo lateral con un proceso
voluminoso, el acromion, en el que se distingue una cara articular de forma oval para
su articulación con la clavícula.
En el borde superior se encuentran la incisura escapular y el proceso coracoideo.
El ángulo lateral está engrosado y tiene una cavidad articular poco profunda, la cavidad
glenoidea, inmediatamente por debajo de la cual encontramos un estrechamiento o
cuello. Por encima y por debajo de la cavidad glenoidea existen dos eminencias,
llamadas tuberosidades supraglenoidea e infraglenoidea, lugares de inserción de los
músculos biceps y triceps braquiales respectivamente.
HÚMERO
El húmero es un hueso largo, por lo que presenta un cuerpo y dos extremos o epífisis,
proximal y distal.
Su epífisis proximal está provista de una superficie articular redondeada, la cabeza del
húmero, que se articula con la cavidad glenoidea de la escápula, esta cabeza queda
aislada del resto del hueso por un surco estrecho, el cuello anatómico. Inmediatamente
después del cuello anatómico se encuentran dos tuberosidades para inserciones
musculares, los tubérculos mayor y menor.
Del tubérculo mayor parte hacia abajo la cresta del tubérculo mayor y del menor la
cresta del tubérculo menor, entre ambas crestas se extiende el surco intertubercular.
En la cara anterior de su epífisis distal se encuentran dos superficies articulares para
los huesos del antebrazo, medialmente se localiza la tróclea y lateral a ésta una esfera
pequeña, la cabecita humeral. Por encima de ambas se encuentran sendas fositas, la
coronoidea y la radial.
En la parte lateral del cuerpo, aproximadamente en su mitad, se localiza una rugosidad,
la tuberosidad deltoidea, lugar de inserción del músculo deltoides.
Su epífisis distal ancha y algo encorvada, presenta los cóndilos del húmero, los que
terminan a los lados en dos eminencias rugosas, los epicóndilos medial y lateral. El
epicóndilo medial por su superficie posterior presenta el surco del nervio ulnar,
lateralmente a este surco se encuentra la fosa olecraneana.
ULNA
La ulna o cúbito está situado medialmente en la parte libre del miembro superior en la
región del antebrazo. Es un hueso largo por lo que se distinguen en él un cuerpo y dos
epífisis.
La epífisis proximal más voluminosa presenta dos procesos: uno posterior más grueso,
el olécranon y otro anterior más pequeño, el coronoideo. Entre ambos se encuentra la
incisura troclear; lateralmente al proceso coronoideo se localiza la incisura radial, lugar
de articulación con la cabeza del radio. Desde el proceso coronoideo se extiende hacia
abajo la tuberosidad ulnar, sitio de inserción del músculo braquial.
La epífisis distal tiene un pequeño abultamiento aproximadamente esférico con una
superficie articular inferior, denominado cabeza de la ulna, de la que parte por su lado
medial el proceso estiloideo. La cabeza tiene a su alrededor una circunferencia
articular, para su articulación con el radio.
RADIO
El radio se encuentra situado en la región lateral del antebrazo, es un hueso largo por
lo que al igual que la ulna presenta un cuerpo y dos epífisis.
La epífisis proximal tiene forma cilíndrica, la cabeza del radio, con una cara articular
superior cóncava para la articulación con la cabecita humeral y otra circunferencial para
su articulación con la incisura radial de la ulna. Por debajo de la cabeza hay un
estrechamiento, el cuello del radio, e inmediatamente por debajo de éste en la parte
anteromedial, se encuentra la tuberosidad del radio.
A diferencia de la ulna, el radio presenta su epífisis distal más engrosada, donde se
destaca el proceso estiloideo lateral, medialmente al cual se observa la incisura ulnar.
HUESOS DE LA MANO
El esqueleto de la mano está constituido por los huesos del carpo, del metacarpo y las
falanges.
El carpo está compuesto por ocho huesos cortos dispuestos en dos filas. Una proximal
formada por los huesos: escafoides, semilunar, triquetro o piramidal y pisiforme.
Y otra distal que consta de los huesos: trapecio, trapezoide, grande y ganchoso. En
ambos casos deberán precisar a través del estudio independiente la localización de
cada uno de ellos en el carpo.
El metacarpo está compuesto por cinco huesos largos pequeños, que se enumeran del
uno al cinco, del pulgar al meñique.
Los huesos de los dedos se denominan falanges y se clasifican también como huesos
largos pequeños. Cada dedo tiene tres falanges: proximal, media y distal, con
excepción del pulgar que tiene dos.
HUESO COXAL
El hueso coxal, es un hueso plano que presenta dos caras: una interna, que se
muestra en la imagen, y otra externa; cuatro bordes: superior, inferior, anterior y
posterior, y cuatro ángulos: anterosuperior, anteroinferior, posterosuperior y
posteroinferior.
En la cara interna se destacan la fosa ilíaca, la cara auricular, la línea arqueada, la
eminencia iliopúbica, la cresta pectínea y el agujero obturador (agujero mayor del
esqueleto) delimitado por las ramas del isquión y el pubis.
En la cara externa se observa el ala del ilion, el acetábulo donde se encuentra la fosa
acetabular para su articulación con la cabeza del fémur y la tuberosidad isquiática.
En el borde superior presenta la cresta ilíaca la cual coincide en sus extremos con las
espinas ilíacas anterosuperior y posterosuperior.
En el borde posterior se encuentran las espinas iliacas posterosuperior y
posteroinferior, la escotadura ciática mayor, la espina ciática y la escotadura ciática
menor.
En el borde anterior se encuentran las espinas iliacas anterosuperior y anteroinferior,
cresta pectínea y la espina púbica.
El borde inferior lo forma la rama inferior del pubis por debajo de la sínfisis del pubis
constituye el arco del pubis.
HUESO FEMUR
El fémur es el hueso más largo, más pesado y resistente de todos los huesos del
cuerpo, en él se distinguen un cuerpo y dos epífisis.
En la epífisis proximal podemos observar una cabeza articular esférica la que presenta
en su centro una depresión rugosa, la fosita femoral. La cabeza se une al resto del
hueso mediante el cuello, en el lugar de paso de éste a la diáfisis se encuentran dos
eminencias, denominadas trocánteres: mayor y menor. Ambos trocánteres se unen
entre sí por detrás mediante la cresta intertrocantérica; y por delante por la línea
intertrocantérica.
En la epífisis distal, se observan dos cóndilos: medial y lateral, entre los que se
encuentra una cara articular lisa denominada cara patelar, la cual se aplica a la cara
posterior de la patela.
El cuerpo del fémur tiene forma de un prisma triangular en el que las caras anterior y
lateral son lisas, mientras que en la posterior se encuentra la línea áspera, lugar de
inserción de músculos, que presenta dos labios, uno lateral y otro medial.
Estos labios se separan hacia abajo en dos ramas divergentes, delimitando en la cara
posterior del fémur un espacio triangular, la cara poplítea.
En la cara posterior entre ambos cóndilos se localiza la fosa intercondilar. Las
superficies laterales presentan tuberosidades rugosas, llamadas epicóndilos medial y
lateral.
HUESOS DE LA PIERNA
PATELA O RÓTULA
La patela o rótula es un hueso corto, sesamoideo, incluido en el espesor del tendón del
músculo cuadriceps femoral, situado en la parte anterior de la articulación de la rodilla.
En ella se distingue una base orientada hacia arriba y un ápice o vértice hacia abajo.
Su cara anterior es rugosa mientras que la posterior está revestida de cartílago articular
y hace contacto con la cara patelar del fémur.
El esqueleto de la pierna está formado por dos huesos largos: la tibia situada
medialmente y la fíbula o peroné lateralmente. Ambos presentan un cuerpo y dos
epífisis.
TIBIA
La tibia es el hueso de la pierna que soporta el peso del cuerpo. En la epífisis proximal
de la tibia se observan dos cóndilos, medial y lateral. En la cara superior de ambos
cóndilos, hay dos caras articulares ligeramente cóncavas, para su articulación con el
fémur.
En el borde anterior se encuentra una prominencia rugosa, la tuberosidad de la tibia,
para la inserción del músculo cuádriceps femoral.
En la porción posterior y lateral del cóndilo lateral se encuentra la cara articular fibular.
La epífisis distal se continua en su lado medial en un proceso, el maléolo medial en
cuya cara lateral se encuentra la cara articular maleolar. La superficie inferior de la
epífisis distal presenta la cara articular inferior, donde se une con la tróclea del talo.
FÍBULA
La fíbula es un hueso largo, muy delgado, debido a que no soporta peso, al igual que la
tibia presenta un cuerpo y dos epífisis. Se une por ambos extremos a la tibia.
Su extremidad distal la constituye el maleolo lateral que junto con el maleolo medial de
la tibia participa en la articulación talocrural.
PIE EN SU CONJUNTO
El pie está constituido y funciona como una bóveda elástica y movible. En su estructura
se distinguen cinco arcos longitudinales y uno transversal.
Los arcos longitudinales se inician en un punto, la tuberosidad del calcáneo,
extendiéndose radialmente hacia delante, con la convexidad dirigida hacía arriba, en
correspondencia con los cinco radios del pie, hasta la base de los metatarsianos. Por
eso, en la composición de cada arco longitudinal participa un solo metatarsiano. El más
largo y alto de estos arcos es el segundo.
Los arcos longitudinales, uniéndose en sus segmentos anteriores en forma de
parábola, componen el arco transversal. Estos arcos se encuentran reforzados por
ligamentos y tendones de los músculos plantares.
Al debilitarse el aparato de refuerzo algunos de los arcos longitudinales se borran, la
bóveda desciende y el pie se aplana, haciéndolo patológico. Si por el contrario el
debilitamiento es por parte del arco transversal, entonces se produce el metatarso
caído.
PELVIS ÓSEA
Los dos coxales se unen por delante entre sí y forman la sínfisis púbica; lo que,
sumado a la articulación de ambos huesos con el sacro por detrás, forma un anillo
sólido, la pelvis ósea. Esta estructura tiene la importante función de dar protección a
órganos de los sistemas genitourinario y digestivo; así como de servir de firme
estructura arquitectónica, para transmitir el peso de la parte superior del cuerpo hacia la
parte libre de los miembros inferiores.
Esta formación ósea está reforzada por potentes ligamentos.
CAVIDAD PÉLVICA
En la pelvis existe una cavidad que presenta dos porciones, la pelvis mayor y la menor,
limitadas por el estrecho superior de la pelvis.
La pelvis mayor se continúa sin límites precisos con la cavidad abdominal y son sus
paredes las fosas ilíacas y las alas del sacro. Su límite inferior lo constituye el estrecho
superior de la pelvis a través del cual se continúa con la pelvis menor.
La cavidad de la pelvis menor se extiende hasta la apertura inferior de la misma, la que
está limitada por las ramas isquiopubianas, los tubérculos isquiáticos y los ligamentos
que van desde el sacro a los huesos isquion y el cóccix.
La pelvis tiene gran importancia en el sexo femenino, ya que durante el parto el feto
debe salir a través de ella, por lo que aún pequeñas deformidades estructurales pueden
provocar serios impedimentos durante el mismo.
Con el inicio de la maduración sexual comienza la manifestación progresiva de las
distinciones sexuales de la pelvis.
Los huesos de la pelvis femenina son por lo general más delgados y lisos que los del
hombre.
Las alas de los huesos ilíacos están más desplegadas en la mujer y como
consecuencia de ello, las distancias entre las espinas y crestas son mayores que en el
hombre.
El estrecho superior de la pelvis femenina es ovalado transversalmente, mientras que
el del hombre lo es en sentido anteroposterior.
El promontorio de la pelvis masculina es más saliente que el de la pelvis femenina.
En el hombre el sacro es relativamente estrecho y mucho más cóncavo; por el
contrario, el de la mujer es más ancho y más aplanado.
El estrecho inferior pelviano en el hombre es considerablemente más angosto que en
las mujeres; en éstas las tuberosidades isquiáticas se encuentran más apartadas una
de la otra y el cóccix es menos saliente hacía delante.
El lugar de conjunción de las ramas inferiores de los huesos pubis, en la pelvis
femenina bien desarrollada adquiere la forma de arco, el arco del pubis; mientras que
en la pelvis masculina ésta formando un ángulo agudo, el ángulo subpúbico.
La cavidad de la pelvis menor tiene en el hombre forma de embudo, por el contrario en
la mujer se asemeja más a un cilindro.
Resumiendo la pelvis femenina tiene más capacidad que la masculina.
ANATOMÍA DE SUPERFICIE
En la anatomía de superficie de los miembros superiores e inferiores es posible
localizar y palpar múltiples relieves que se corresponden con características óseas y/o
articulares del esqueleto de los mismos y que resultan de utilidad en la práctica médica,
tales como la clavícula, los epicóndilos, los procesos estiloideos, la cresta ilíaca, la
tuberosidad de la tibia y los maléolos entre otros.
ANATOMÍA RADIOLÓGICA
Especial importancia tiene la anatomía radiológica, que nos permite corroborar lo que al
examen físico hemos encontrado.
El cinturón del miembro inferior consta de los 2 huesos coxales, que se unen por
delante a través de la sínfisis del pubis y por detrás con el sacro y forman la pelvis
ósea, la que da un soporte sólido y estable a la columna vertebral y a los órganos de la
pelvis, conectando el esqueleto axil con el miembro inferior.
Los huesos coxales y los del miembro inferior tienen múltiples detalles anatómicos,
superficies articulares y sitios de inserción de los tendones y los músculos de esas
regiones, los que uds deberán estudiar e identificar en estudio independiente.
El pie está conformado por múltiples huesos que conjuntamente con el aparato
ligamentoso y los músculos le imprimen las características morfofuncionales, de
manera que los arcos ayudan al pie a soportar y distribuirle peso del cuerpo y actúan
como palancas durante la marcha.
Los huesos del miembro inferior están unidos por 3 grandes articulaciones: la
coxofemoral, la de la rodilla y la talocrural, que conjuntamente con las intertarsianas y
las metatarsofalángicas e interfalángicas garantizan los movimientos del miembro
inferior y el pie. De las tres grandes articulaciones tienen que clasificarlas, describir sus
caras articulares, los ligamentos que la refuerzan y los movimientos que realizan.
1.- ¿Qué huesos se unen para conformar la articulación de la rodilla?