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i ! f por el camino de la revolncidn
.
,
.

mundial y latinoamericana
£1 Secretariado Latino-
americano del trotskismo
(C. I ds la Cuarta Inter-
nacional] pone en manos
de les trabajadores lati-
noamericanos las pre-
senfes tesis al cumplir-
se el 20 aniversario del
asesinato perpetrado por
el stalinismo en la per-
sona de nuestro oran li-
der y maestro L. Irolsky-
Los tres primeros infor-
mes son resoluciones del
Primer Congreso latina-
americano del lrotskisrno
inaugurado el 20 de alos-
to de 1960; la Tesis Colo-
~ i a yl Chilena pasan a
discusióa del próximo
Congreso, así como otros
lrabajos sobre Argentina
Perú, Venezuela, Uru-
guay, Bolivia, etc.
RESOLUCIONES DEL PRIMER CONGRESO LATllOllMERlClNO
RbL .TROTSKISMO.
l

I
I
+

I
por e1 camino de la revolución
mundial y latinoamericana
-

La Situación Mundial
Ilriiérica latina I lesis Colonisl

Revolución Cubana
I CHILE
edita: Secretariado Liotlnaomericano
del Trotskismo
C. l.de la Cuarta lnternaclonall

A. P R A T 273 - FONO 69513


rerolrrci6n

sobre:

LA SlTUAClQN MUNDIAL
La década del sesenta pasará a l a 'historia -si
después de ella si~guehabiendo histo'ria- c o m la
más revolucionaria. Los increíbles progresos en el
desarrollo de las fuerzas productivas son acompaña-
dos por la más fabulosa revolución social que h m
conocido los siglos; es la primera revolucibn de ca=
racter mundial de los sectores explotados. El régi-
men imperialista está llegando a su fin y la década,
del sesenba es el comienzo del fin.
En el terreno de las fuerzas productivas y pode-
río militar, el principio de la década del 50 se carac-
terizaba por la preeminencia indiscutida del impe-
rialismo en su conjunto. La década del sesenta co-
mienza con una situacihn diametralmente opuesta:
Rusia ha superado cualitativamente a Estados Uni-
,dos, pues domina el espacio por medio de la ciencia
de la cohetería. Esto hace que p r primera vez E3-
tados Unidos vea peligrar su propio territorio en ca-
so de guerra. A esta se suma la transformación de
China en una gran potencia industrial y militar; m
infantería, la más poderosa fuerza militar del pre-
sente. Por otro lado, a principios de 1950 la revolu-
ción en Europa Oc.cidenta1 había sido ya frenada,
pero surgieron las Democracias Populares; en Asia
había surgido la segunlda gran revolución triunfan-
te del siglo (la Rev. China), que impidió que el im-
perialismo consolidara su situación para avanzar so-
bre Rusia. Asimismo, el iievanhmiento de los países
coloniales. La década del sesenta comienza con la
extensión del proceso revolucionario a otras partes
del Asia, principalmente a un gran país imperialista
como Japón. La revolución colonial a11ti-impei'ialista
abarca ya a t.oldas las zonas: medio oriente, norte de
Africa, Africa Negra e incluso Latinoamérica. Por si
esto fuma poco, la década del 50 mostraba un frente
imperialista unido y en franca recuperación econó-
mica. Hoy día las fisuras en el frente imperialista se
agran'dan; la existencia de dos bloques de naciones
europeas junto a la crisis japonesa, así lo demues-
tra. Sintetizando: en ciiez años la crisis del imperia-
lismo s g h a agudizado cualitativa g cuantitativa-
mente. Junto a esto, desde la mitad de la década del
50 ha comenzado el proceso de Revolución Política
contra la burocracia soviética (1).

E L PROBLEMA GUERRA-COEqISTENCíA
PACIFICA

A principios de 1950 (guerra de Corea), el iin-


perilailisrno estaba en la línea de declarar la t 2 ~ c e r a
guerra mundial, pero para ello necesitaba coi~seguir
dos cosas esenciales: a) aplastar al proletariado
m~kclial,incluida la propia clase obrera norteame-
ricana y, el rnovinliento nacionalista y obrero de las

(1) Los t130tskistas estsmos por la defensa ii~condicioiial d e


l a s cailquistas socialistas del Estado Obrero ruso, chillo, demo-
cracias populsres, Yugo%lavin, pero contra la burocrecia qur ha
degenerado la Rev. dr OcGuhie e n Rusia y las burocracias de los
otros p-iises 110-cspitilistas que desds el comionzo han deforma-
d o la Revolucióii.
,colonias; b) instaurar regímenes fascistas .en Eui'o-
pa y cn el misnzo Estlados Unidus. El imperialismo
110 fue clapaz bde lograr esto y la guerra no se desen-
caclenó. La relación de fuerzas siguió evolucionando
. desfavorablemente al imperialismo. Si bien las ma-
sas clesde 1954 (Vietnam del Norte) ,110 han podido
derrocar al capiltalis-mo en ningún otro país, es in-
dizdlable que el avance de los pueblos coloniales y
sernicoloniales ha afectado al imperialismo en su con-
jririto y le h12impedido preparar las condicioi~cspa-
Fa ia guerra.
Desle hace unos dos años comienza a surgir un
iluevo fastor que lia!ce un impacto decisivo e ~ nlos
p'zries imperialistas: Rusia logra igualar y superar
. eii partes, el poderío militar de Estados Unidos; el.
canitalismo, 110s primera vez en la historia es igua-
!arlo e incluso superado por un estado obrero que,
mnque degenerado por su dirección burocrática, lo-
pra i3or medio de la economía planificada avances
.decisivos.
Antes, la carrera arrnamentista se daba entre
~-zísnscapitalistas y terminaba en guerras mundia-
les cuando un imperialismo (como el alemán) se
creía c,n mejores concliciolnes de triunfar. Ahora, se
da el caso de que por primera vez en el muildo la
carrera armamentists s e ent.ahló entre el impeiia-
iisrno y un estlado nc-ca~italista.Si el primero hil-
biera ganado la carrer3 declararía la guerra, cumpli-
das las condiciones que seíialábarnos más arriba; p:-
ro 8 la iilverss,: el estado no capitalista es el
. m e 112 tornado :a d e l a n t ~ r a . Contredictoi'iamei~te
:taixbiéii se da el hccho de que el estado obrero está
degenerado por la bairocracia y qu c&jetvo fuiida--
m&td no es exti!ilder ha ~ v o l u ~ bmand;ial
n sino
llegar a la coexistencia pacífica coi1 el capid~aLismo.
Ante esta nueva si't~uación,el imperialismo tie-
ne que adoptar nuevos planes. A la clase capitalis-
t a se le plantea la disyuntiva más grave de toda su
historia: o arriesga definitivamente su puesto de cla-
se gobernante declarando una guerra en la cval tic-
ne todas las de perder o intenta conservarlo llegan-
do a unla coexistencia pxífica más o menos prolon-
gada que le permita remontar da crisis. El imperia-
lismo es consciente de que si no se define le sobre-
vendrá una crisis más brutal que 18 de 1929; sabe
que no puede dejar las cosas como están porque al
no llegar a u n acuerdo de conjunto c m La burucra-
cia soviética que le permita un reparto de zo.nas más
delimitado y u n seactivamiento del comercio mun-
díaI, sus mercados se restringilián más aún. La
URSS, China y democracias populares conquistarán
los nuevos mercados de Asia, Africa y América La-
tina, como lo vienen haciendo; al mismo tiempo, con
el constreñimiento económico, ls?s masas de los pai-
ses nietropolitanos retlomarjn la lucha directa c a ~ -
tra sus burguesías g el capitalismo szrá abatido por-
la Revolución Social en sus propios bastiones.
Por estas razones, es que nos alreveinos a opi--
nar que la Enea concreta del imperialisnio en los
prbximw años será la caexbtencia pacífica, el acuer- -
do de conjunta con la burocracia soviética. Antes, la
ilj~neaconcreta: (e histórica) del imperialismo era de-
clarar la guerra. La perspectiva histórica del capi-
talismo seguirá siendo la guerr.a, pero la línea con--
creta actual será la coexiskncia por un período más.
o menos prolongado.
Ante el avance de la revolución mundial, tanto
en el mundo capitalista (Revolución Social) como en
la zona soviética (Revolución Política) y en las co-
lonias (Revolucicm di-imperialista y social), y an-
t e el peligro de perecer todos ep la guerrra (por el
tremendo poder destructor de las armas modernas)
o en la crisis economica, el imperialismo y la buro-
cracia tratan de llegas a un acuerdo contrarrevo111-
cionario porque la contradicción básica del mundo1
actual es REVOLUCION - CONTRARREVOLUCION.
MAS-AS (de los países avanzados, coloniales y soviéti-
cos) --versus- Imperialismo y burocracia. La con-
tra-dicción imperialismo-burocracia es secundaria y
se da dentro de1 campo contr arrevolucionario.
Sintetizando, e1 imperialismo y la burocracia han
llegado a l,a conclusión que necesi+banconcretar un
acuerdo de conjunb para datener primero la revolu-
cián y luego aplastarla. Para ello, necesitan inaugu-
rar un nuevo "status mundial" en que puedan pro-
mover un reactivamiento económico general entre
ellos, las zonas que se ~vpartany en cada tina de ec-
tas, que les permita elevar en una primera etapa e1
standarcl de vida de Ias masas a fin de frenarlas en
sil avance y aplastarlas: posteriormente.

N i el imperialismo ni la burocracia se entrega-.


rán ea las negociaciones. Chantagea.ran al máximo
las bases de la cwxistencia, haciéndose amenazas
mrmanentes, al mismo tiempo que las Ccinf erencias-
Interi~acionalesse suce,der&n.La razón es que ambos
tienen muchos problemas internos que resolver. Lcs
roces inter-imperialistas son muy serios; las burgue-
sías europeas quieren dejar de ser cola de ratón de
Estados Unidos (actual intento de unidad europea,
especialmente Alemania y Francia) ; en Estados
Unidos, tendrán que amortiguar las contradiccio-
-nes entre el sector que trabaja para el mercado Ln-
terno y el que produce armamentos; asimismo, los
cchcJquesentre las burguesías de los países atrasados
y el imperialismo. Por otro lado, la burocracia tendrá
sus problemas con el resto de las burocracias, parti-
cularmente la China. Tal es la presión de China pa-
r a que se la reconozca en 'as Naciones Unidas, que
Kruschev se vio obligado por eso a romper la Con-
ferencia de París de 1960; la provocación del U-2 fue
-un pretexto; Kruschev jamás imaginó que China iba
a presionar de tal manera.
\
Los esfuei-zos de la; burocracia y .el imperialis-
-mo para llegar a un acuerdo de conjunto han sido
muy grandes: viajes de Nixon, Stevenson y otros a
Rusia y de Mikoyan y sobre todo Kruschev a EE. UU.
Tanto para la burocracia como para el imperialis-
mo el acuerido de conjulnto es más necesario que
nunca, pero las contradicciones existentes lo hacen
más difícil que nunca. Los pla,nes del imperialismo,
burocra.cia y las Naciones Unidas -principal super-
estructura contiarrevoIucionaria mundial- no pc-
drá.n detener la Revolución Mundial. Las masas di-
rán la úlima palabra. Harán saltar en pedazos los
acuerdos en la "cima" hasta liquidar el capitalismo,
única forma de terminar definitivamente con el pe-
ligro de guerra y de lograr no la "coexistencia pací-
fica" sino la paz socialista. Nuevas Hungrías, Suez,.
Argelia, Cuba, pondrán en jaque permanente los.
planes contrari-evolucionarios del imperialismo y la
burocracia. Es cantraldictorio hablar de una "paz
formal" mientras se están .produciendo guerras civi-
les; guerras que producen miles de muertos en u n
mundo de "paz". El acuerdo imperialismo-burocra-
cia no eliminará las guerras zonales y locales; me--
nos aún 1m guerras civiles.
Las relaciones entre los estados son la superes-
tructura diplomática de un proceso mucho rnjs pro-
fundo: la guerra mundial de hecho, fría o caliente,.
de las masas y naciones explotadas contra los explo-
tadores.

LA CRISIS DE LAS GRANDES POTENCIAS

ZMPERIALISTAS

Los vientos de la revolucibn mundial comienzan.


a soplar en los paises imperialistas. E1 proceso abier-
to en Japón, el eslabón más débil de la caJdeila impe-
rialista, con la caída del gobierno y el rechazo de la.
gira de Eisenhower, abre perspectivas de revolución^
en uii país ,altamente industrializado. La revolución
en Africa conmueve los cimientos de los i~mperioseu-
ropeos e influencia, así como la cubana, el movi-
miento negro de los EE. UU.

Pero la crisis clel inlperialismo no sólo se acele-


r a por esto sino pos su propia situación económica.
Si bien la producción armamentista y los grandes
pr&tarncs del Estado a las Cías., han pemitido el
"boom" económico, no por ello han superado la cri-
sis crónica. Se observa una tendencia clave: la tasa
de crecimiento de los paises altamente capitalistas
h a disminuido desde 1955 (hace 15 años dicha tasa
#era.de 4% ahora es de 2 C / o ) . Las fuerzas que condu-
jeron al auge de post-guerra se han ido agotando y
ha surgido una capacidad industrial sobrante; salir
.de la "recesión económica de 1957-58 le ha deman-
$dadoal imperialismo mucho más tiempo que en las
anteriores. La revolucioa colonial y ,la producción ar-
mamentista combinadas provocan un proceso infla-
cionario permanente como así también un aumento
de la competencia entre los sectores imperlalistas.
La violenta ofensiva de los países imperialistas -pro-
-dueto de esta situadbn económica- contra el nivel
de vida de sus trabajadores no ha logrado aplastar
al proletariado metropolitano; la clase obrera ingle-
sa no ha sufrido ningún retroceso importante y lo
mismo puede decirse del proleta~iadoalemán; los
abreros italianos y especialmente franceses -que ha-
bían paralizado sus luchas- se han vuelto a poner
.de pie. Asimismo, el proletariado norteamericano
desde principios de 1959 h a experimentado una re-
amirnación en sus lucha$ contra la cemntda y por
mejores salarios.
LA REVOLUCXON POLITPCA GBNTRA LA
E UROICRACIA(1)

Desde la revolución húngara y polaca, la revo-


' l u ~ ó npolítica contra la burocracia de la zona sovié-
tica h z sufrido un evidente retroceso. Esto no quie-
r e decir que los próximos estallidos no sean más vio-
.lentsc que los ~nteriores,y'a que en los últimos años
las contradicciones del régimen burocrático han cre-
.cid0 rnás y más. Un ejemplo de ello es China, donde
10s a~ntagonisrnosentre la industria y el agro, entre
10s cainuneros y cainpsinos, se han agudizado. En
'Rusia la población inactiva, improductiva, crece día

(1) A fin de aclarar este problema, sintetizamos la tesis "Fren-


t e Unico Revolucionaiio". presentada por la delegacidn latino-
americana a la Conferencia Mundial del trotskismo. Desde 1953
estamos viviendo u n a nueva etapa del ascenso revolucionario
mundial, con el coniienzo de la Revolución Política contra la
,casta burocrática del Kremlin; la iniciación del proceso revolu-
cionario de las niasas rusas y d e l Glacis (Hungría, Polonia, Me-
mania Oriental, Vorkuta), significa un salto cualitativo de cn-
rácter mundial en el choque de las masas contra todos los apa-
ratos burocráticos. Al iniciarse la Revolución Política en la zo-
na soviética las masas s e encueiitraii con que su enemigo dirsc-
to no es una clase enemiga sino su propia super-estrucbura quz
al mismo tiempo es la bme de sustentacióii principal de todos
los aparatos contrarrevoluciona~ios del muiido. Esto no q'uiere
decir que inmediatamente szrán barridos sino que ha empezado
su crirri~y que ésta s e ira lacelei'ando. Surgirán tendencias q u e
esbozarán diferentes líneas dentro de los aparatos tradicionales
y s:ctores que abiertamente romperán con ellos. L2 secciones de
la Cuarta Internacional deben realizar acciones en comfin con
'las tendencias revolucioi~ariaainconscientes que liberar8 la cri-
a día; a ello hay que sumar la permanente crisis
a,graria. Este "fenómeno también se d a en Polonia y
Alemania Oriental;
Una de las contradicciones esenciales se prodv--
ce al tratar Rusia de dorninar absolrita~me,ntea los
países del este de Europa y controlas a China, ya que
la mayor o menor indepeil.dencia de estas naciones-
sería el principio del fin de la burocracia rusa.
La revolución polaca g especialmente húngara.
han precisado el futuro carácter de la revolución pu-
lítica; allí se vieron dos fases: una revolución de fe-.
brero y otra de octubre, con un interregno de poder.
dual.

Sis de les aparatos; las acciones co:nuneg debzil hacersr c:n e1


firi de inovilizar a l a clase ubrera, única forma de profundiz'tr
la crisis. A esta taTea, la deiiominanios FIRBNTE UNICO REVO--
LUCIO(NARI0 (FUR), a fin de mantenel-nos en l a tiad,iclon mar-
xista-leninista que ha llamado a las otras dos estrategias Frente
Unico Anti-imperialista (FUA)y Freiite Unico Proletario (FUP).
Para precisar, el F U A se hace entre los organismos del proleta~ia-
do y las organizaciones no obreras que estkn en contra del impe-
rialismo; el FUP se concreta ~xclusi\~lin~nt:: entie los siiidicatos y
partidos liolíticos dz l a clase obrera. El F-m se hac? entie el par-
tido trotskista y las tendencias que esbozan posicioiies revolucio-
nariag (sean salidas de los PC, PS, moviniientos nacionales, sindi-
catos, etc.), coi1 el fin de luchar juntos por la niovilicación de las
masas, disputar la dirección del moviinieiito y al mismo tiempo elr-
var a dichas tendencias a una posición concientemente revolu-
cionaria. La cuestión clave es saber combina^ el F U A , FUP y
FUR en los paises coloniales y' sernicoloniales y el li'UP-FCTTZ en
los paises metropolitanos para pod" así c o n s t r ~ i rlos g~ailde;
partidos obreros revolucionarios de inasxs qua derrocarsn sil iin-
peralismo, las burguesías nacioiiales y la burocracia, iinica m i -
nera dr levantar los cimientos de la futura sociedad sccialista
mundial.
EL PROCESO COLONIAL: VANGUARDIA DE LAL
REVOLUCION MUNDIAL

El meridialio de la revolución mundial pasa por


10s países coloniales y semicoloniales. La profundi-
dad de dicho proceso revolucionário es tal que des--
de la Revolución China ha determinado un c a m b i ~
de la relación de fuerzas global en un sentido desfa-
vorable al imperialismo. En los últimos años la re-
volución colonial se ha ido extendiendo a todos los
continentes, especialmente Af rica y ahora Latino:
anlerica con Cuba. ( 2 )

( 2 ) El esquema clásico de Marx fue que la revolución se da-


ría primero en los países adelantados, industriales. Lenin y Trots-
ky señalaron posteriarmente a los países atrasados como poten-
cialmente maduros pera la revolucióii, debido al carácter mun-
dial que adquirió el capitalismo en su etapa superior, el imperia-,
lisrno; pero de ninguna manera Leilin y Trotsky dejaron de in-
sistir que los problemas básicos de la revoludón no podrían so-
lucionairse sin el triunfo de la r~voluciónen los países imperia-
listas. Ahora, con las nuevas experiencias de China, Corea, In-
dochina, Cuba, en que la revolución comenzó en el campo, cabe
señalar qu? no hay regiones privilegiadas para iniciar la revo-
lución y que ésta puede tanto ir del campo a 1s ciudad como do
la ciudad a l campo. Demás esth decir que aquí se habla de la
iniciación d: la Revolución, por cuanto ésta sólo podi'á tiiun-
far definitivamente si parbicipa la clase decisiva: el proletaria-
do, dirigida por el P. Rev. Ek cierto que la revohción en los
países atrasados no ha resuelto los problemas básicos de la Be-
valución mundial, pero ha provocado un salto decisivo sin que
la revolución estallara en las naciones capitalistas avanzadas.
Entendemos por salto decisivo el cambio de la relación de fuer-
zas a escala mundial que h a determinado la revolución especial-
mente china, en las colonias y semicolonias.
El talón de Aquíles del movimíento africano es
la inexistencia, a excepción de sudáfrica, de un fuer-
'te proletariado industrial; 'de todos modos es u n ila-
cionalismo que /no tiene el peso muerto de una direc-
ción tradicional terrateniente. En eso se diferencia
de los movimientos nacionalistas ~ahinoarnericanos,
que por un lado cuentan con un fuerte proletariado
industrial, pero por otro se ven contrapesados por
una tradición burguesa y terrateniente muy podero-
sa y por sectores iburocraticos y pequeños aburguesa-
dos fuectes en el movimiento sindical que frenan las
luchas del proletariado. La Revolución Cubana I?a
dado un extraordinario iinpulso a la crisis de las di-
recciones burguesas de los movimientos naciona-
Was.
Las perspectivas son de que la vanguardia d e
la: revolución mundial seguirá pasando p o j los paf-
ses coloniales y senlicoloniales en el próximo período.
resoluci6n

sobre:

AMERICA LATINA
El primer Congreso Latinoamerioano del trots-
kismo considera que a partir de la Revolución Cu-
hana se ha abierto u n a nueva etapa en cuanto a la
relación de fuerzas imperialismo~masas. Esta etapa
.sería la tercera de los últimos vei~nrteaños.
La primera es a partir de la guerra (desde 1939)
hasta 2946 en que los movimientios naaionalistlas y
las maslas pasan a la ofensiva (Argentina, Bolivia
(VilIarroel) , Chile, Perú (Apra) , Venezuela (Acción
Democrática), Méjico (Cárdenas), Guatemala (Aré-
-valo), Brasil (Vargas) . El impeliialisrno -en plena

América Latina 1180 millones de habitantes) es u n coiztinen-


,te semicoloi~ia1de desarrollo capitallista atrasado, caracterizado
por una evolución desigual y coinbinada. Aunque la peculiaridad
de semicolonial no implica que el continente sea ecsncialmente
semifeudal, en vastas reg.lones ,(Perú, Paraguay, Ecuador, Colom-
bia, Veneziiela, Crntioamérica) subsisten relacioiles de propiedad
y producción pie-capibalistas.
AiniLica Latina es u n continente semicoloniaI por e1 peso
,decisivo que ejerce el imperialismo, especialmente yanqui, en sus
principales actividades econóaicas y políticas. Primero, las in-
versionzs de EE. UU. en nuestro continente son más importan-
tes que en cualquier otra parte del nlundo y coiitrolan las fuen-
tvs fundamentales dr producoión. Segundo, la mayor parte de la
economía latinoamericana gira e n torno a la produccióil y ven-
t a en el mercado munnial de materias primas (frutas en Cen-
troamérica, café en Bl'asil, carne y trigo en Argentina, estafio en
Bolivia, petróleo en Venezuela, etc.). Tercero, el atraso de la iil-
dustria obliga a i~npcirtar productcs, fundamen~a1ment.einaqui-
narias, lo que acentúa l a dependencia respecto del imperialis-
mo. Pzro la se.~icolonización de Latii~oaméricano es solamente
,econóinica; desde hace unos quince aiíos ha comenzado un pro-
*eso de semicolonización política, de pérdida de la soberanía iia-
guerra mundial y en períodu rertiéin de prepara,ción-
d e su plan de colonización- se ve obligado a man-
tenerse a l a defensiva.
Segunda; Desde 1941 hasta ahora es la segiincla
etapa, en que el imperialismo yanqui pasa a la ofen-
siva con avainces decisivos en su plan de coloniza-.
ción (Pacto de Río de Janeiro, Pactos Militares, crea-
ción de la OEA, caída de Villarroel, Bustamante Ri-
veros, RGmulo Betancourt, capitalizacióin d e Gonzá-
lez Videla, curs,o a la derecha en Méjico y Brasil),
Dentro de esta etapa se #danpei-iodos en que el mo-
miento nacional y obrero alcanzan triunfos como la,
Revolución boliviai~ay guatemalteca, pero ninguna
de estas ni los períodos de reanimación del movi-
miento obrero logran hacer inclinar la balanza de la-.
cionall, a través de un Plan Yanqui de Coloniaación, cuyos de--
talles se explicarán en páginas siguientes.
América Latina es un continente qe desarrollo capitalista
atrasado porque: a) la actividad fundameptal es la agricultura,
más del 60% de la población (110 millones de campesinos) vive
de las actividades ag~ricolas.La mayor traba es la gran concen--
tración de la tierra (en un número pequeno de propietarios ( e n
general las dueiios de más de 2,000 hectheas representan entre
el 1 y el 2 % de los propietarics, pero paseen más 'del 70% 'de
la superficie cultivada). La producción agrícola es esencialmente
familiar, pero se combina con empresas altamente capitalistas,
donde s e desarrolla u n fuerte proletariado rural por su peso es-
pecífico, aunque ,inferior en número a los pvqueños propietarios.
b) La industria se encuentra en .un grado atrasado de dnsarro-
110 capitalista. La mayor parte de la industria - q u e desde 19401
ha tenido uil auge relativamente grande- produce bienes d: con-
sumo, a excepción de algunas empresas semi-pesadas como Vol-
t a Redonda en Brasil, Huachipato en Chile, San Nicolás y Cur-
doba en Argentina; .c) el proletariado representa el 1/10 de la.
población #activa, (en Argentina, Brasil, Méjico, Chile, la propor-
ción ES mayor), cifra inferior al total de campesinos y pequefio-
burgueses.
rela'cibn de fuerzas en favor idel mwvimiento nacio-
nal y obrero. Desde 1955, esta relación ,desfavorable
se acentúa más aún (caida de Perón, entrega de Ibá-
iíez a.1 imperialismo, ~cursora la derecha en el MNR
boliviano, derrota ievo'lucion guatemalteca) .
La tercera srtapa abierta con la revolución cu-
bana se caracteriza, 19) Porque el imperialismo que
venía en plano ofensiva Iia sido detenido y las masas
que estaban en retroceso comienztan un proceso de
ascenso. Las masas, influenciadas por la Revolución
cubana levantan s u estado de ánimo combativo con-
tra el imperialismo, la hurguesial y los propios apa-
ratos de dirección burocrática en el campo sindical
y político; 29) Por la crisis de dirección de los movi-
mientos nacionales dirigidos por la burguesía y el
control de les mismos por ,sectores pequeño-burgue-
ses; 39) Flor la introlclucción ,de la guerra de guerri-
llas en gran escalal.
Si analizamos la revolución Cubana desde e1
p~unto de vista del movimiento nacional, notamos,
que asimismo ha abiei'to una nueva etapa. Esta eta-
pa podría caracterizarse &lemás )del empleo, de l a
guerra de guerrillas por el movimiento nacional la-
t8noameijcalno y por el predominio de la pqueiia.
burguesía en la dirlecciun y' la base Idel i movimiento
nacional, también por medidas más audaces respec-
b del iinperialismo; por el desarrollo masivo del res-
to de los movimientos nacionalistas latinoamerica-
nos, r~ef~sza~dospos los éxitos de la revolución colo-
nial y especialmente cubana; por utn proceso de di-
ferencia,cióil dentro de los movimientos nacionales,
partidos sccialilstas de Argentina, Uruguay, Chile,
Acción Democrática, MNR, 26 de Julio, en Panamá,
Brasil.
Desde el punto de vista del movimiento obrero:
podemos señalar las siguientes etapas:
llo) Ascenso general durante la 'mayor parte de
l a década del 40, con el surgimiento de grandes sin-
dicatos industriales (como pro)ducto del desarrollo
industrial latinoamericano) y tendencia a la crea-
ción de grandes centrales obreras, que al rebasar el
marco sindical hacen hacer a las masas importantes
experiencias políticas en los problemas nacionales y
d e .clase. Esta etapa de ascenso no puede caracteri-
zarse como revolucionaria.
20) Retroceso desde 1947 a 1952 (derrotas del
p-oleiiari+Io boliviano, represión y persecución al
inov. obrero chileno pos González Videla, lo mismo
en Perú con Odría, golpe militar contra Acción De-
mocrática~ e n Venezuela, aplastamientlo obrero e n
Colombia, control y estatización del movimiento sin-
dical en Argentina de Perón).
3e) Nueva etapa de ascenso a partir de 19152 que
culmina con la Revolución Boliviana y Guatemalte-
ea, huelgas generales triunfantes en Chile (1954-55),
sgraiides huelgas en Lima y Arequipa, Brasil, rnovi-
lización de masas del proletariado argentino (16 de
lunio de 1955). Este período de ascenso es más pro-
?undo que el anterior; en algunos países adquiere un
,carácter revolucionario y en otros pre-revolucioiria-
~ i o Las
. experiencias del ascenso anhzrior, la organi-
;.ación sindical masiva de los trabajadores, ;la ten-
dencia e la centralización, le permite al pmletaris-
do hacer u n esfuerzo extraordinario para tratar d?
superar los marcos en que lo quieren encerrar sus di-
recclunes burguesas y pequeño burguesas. En el mis-
mo sentido, jinfluencian los avances de la revolución
colonial y especialmente Chinal. Por eso, este nuevo
D ciialitsativarnente distinta al anterior. Un
. ~ S C C ~ I C ~es
.hecho esencial que lo distingue -además de las ac-
. ciones revolucionarias del próletariado ya señala-
das- es la aparición de un acontecimiento nuevo:
la intervención masiva del campesinado latinoame-
ricano en el proceso revolucionario (Bolivia, Guate-
- mala).

Esta etapa se caracteriza también -como pro-


ducto de las luchas- por el comienzo de choques en-
tre las nuevas capas obreras y sus viejas direccio-
nes burocráticas; por otra parte, brotes de descon-
fianza lde sectores obreros respecto de los líderes
'burgueses y pequeños burgueses, como fruto de
sus experiencias de colaboración de clases. Pero to-
do esto, no cristaliza por falta de u n a dirección revo-
-1ucionaria y así se inicia la

4Q) Etapa de retroceso a partir de 1955 (retroce-


.so de la1 Revolución B,oliviana, aplastamiento del
proletariado en Venezuela y Colombia;, derrota del
proleqariado clzileno, huelgas generales frustradas
.en Argentina). La nueva etapa abierta con la revo-
lucióii cubana significa que las masas ya no retioce-
den, por las razones mencionadas mas arriba. Este
anBlisis de tipo general no !puede desconocer los re-
-flujos que experimentan los trabajadores de Argen-
-iina, Chile y otros paises.
cualitativo, como lo dio antes eil el plano político. El:
Fondo Monetario Internacional ha impuesto su 1í-
nea en casi todos 10s países latinoamericanos: liqui-
dación de los 0i.ganisnlos estatales nacionales de
control Idel comercio y cambio, alza del dólar, libre
morigeracion de la política proteccionis-
ta de las burguesías latinoamericanas, aumento de
la impoitacicin de su maquinaria y otros elementos
de industria :pesada.
No puede decirse que el imperialismo ha utili-
zado una sola táctica para imponer sus planes. Nos-
Sin embargo, dichos pactos -aunque tremendamente leoni-
nos- no implican directamente la pérdida de la soberanía polí-
tica de los países. Incluso hasta los pactos lesivos como el Roca-
Runciman (Argentina), y salitrs, Cobre (Chile), no establecen
cl&usulas que afecten la soberaníia politica. Como pauta decisi-
va, podemos selialar que durante la primera y comienzos de la
segunda guerra mundial los países latinoamericanos no tenían
firmado ningún pacto con el imperialismo que los obligara a en-
trar en la guerra, o que cercenara sus respectivas soberanías po-
líticas.
La tercera etapa, abierta a partir de la segunda guerra mun-
dial, se cairackriaa no sólo por la reafii'macibn de les pactos
semicoloniasntes 'en el plano ecox~bmicosino por la firma de
pactos y creaaión de oramismas que afectan directamente la
soberanía poIítica de los países latincramericanos.
EL nuevo carácter de la ofensiva se hace más evidente his-
toriando las Con5erencias Panamericanas. Desde la primera que
se celebra en 1889 hasta la de 1936, el imperialismo yanqui no
sólo no logra imponer obligaciones sino que ni siquiera puede
incluir puntos de orden político. Es recién en la Conferencia de
Lima (1939) donde por primera vez se incluye un punto que se-
ñala la obligación de intervenir en caso de agresión a un país
americano.
La polítioa del 6'Buen Vecino" -de aparente niano blanda-
termina con la segunda guerra mundial. Como señala Tratsky
en su manifiesto sobre "La Guerra Imperialista.. ." #(mayo de
1940): "El monstruoso deserrollo de los armamentos en los Es-
LA APLICACPBN DEL PLAN YANQUI (1)

En líneas generales, puede afirmarse clue el im-


perialismo yanqui ha logrado sobre todo en los Ú1-
timos cinco anos avances sensibles en s u plan de co-
lonizacibn. A los éxitos obtenidos en el plano polí-
tico (OEA e instauración de gobiernos e n su mayo-
ría p r o - i m p e r i a l i s t a s ) , podemos agregarles nuevos
triunfos en su plan de semicolonización económica.
En estie aspecto, el imperiaiiismo ha dado un salto

(1) Para mayor claridad, sintetizamos la Tesis sobre el PLAN


YANQUI DE C'OL~O&TIZACION,aprobada en la Za Conferencia
Latinoamericana Trotskista.
Tres etapas es preciso sefialar en el proceso de colonización
de America Latina: a) la de la dependencia; b) la de la semi-
coloniaación económica, y c) Ia de la semicolonización econjmica
y poiitica. La gia11 crisis del 29 demarca las dos primeras.
La etapa de la dependencia se ca~acterizaporque la penetra-
ción imperialista tiene sólo un carácter hieramente económico.
Afluye gran cantidad de capital financiero, especialmente inglés;
incluso se llega a acuerdos parciales, aunque limitados, entre go-
biernos latinoamericanos y grandes firmas comerciales y finan-
cieras. Pero no se da, a excepción de los pequeños países centro-
americanos, una intervención directa del imperialismo sobre los
gobiernos, que afecte la soberanía.
La segunda etapa presenta como aspeoto nuevo el h ~ c h ode
que el imperialismo a f e c t a d o por el impacto de la gran crisis
del 29- no sóIo quiere obtener mayores concesiones para la co--
locacion d e su capital sino que impone obligaciones económicas
a los paises latinoamericanos. Elctos pierden su carácter de de-
pendientes y sufren un proceso de semicolonización que cuImina
en la fírma de pactos que entregan gran parte de las riquezas
al imperialismo. La crisis del 29 -que quiebi-a el desarrollo eco-
nómico de América Latina- empuja a la oligarquía gobernante,
chahtajeada por el imperialismo en plena ofensiva restauradora
de sus economías, a firmar los pactas semicolonizantes en el pla-
no económico.
otros creemos que son varias: a) prepara golpes con-
trarrevolucionarios para derrocar ~movimie,ntosna-
cionalistas que se le oponen abiertamente (Guatema-
la, de Arbenz; Perón, de Argentina, el actual contra
Cuba) ; b) trata de conciliar (a fin de controlar pos-
teriormente) con los gobiernos que suben en brazos
del niovimiento popular (Betancourt, Siles Suazo,
Frcinclizi en sus comienzos, Kubistchek, López Mateo,
De la Guardia, Pigueies, Urrutia en sus comienzos) ;
c) respalda a las dictaduras militares surgidas del
aplastamiento popular (Castillo Armas y luego Idi-
tados Unidos predispone a una solucióii violenta de las coiltia-
dicciones complejas en el Eeniisf erio Occidental y debe plan-
tear eil forma categórica el destino de la Ahérica Latina. El in-
telbmedio de la política del ''buen vecino" llega a su fin. Roose-
velt o el que le suceda no taidará e n desenfuiidar el férreo ~ u -
ño da1 guante d r terciopelo.. . Para Alemania se trataba de "or-
g a n i z ~ r "m i o p a . Para los Estados dnidcs se trataba de "or-
ganizar" el mundo. . ."
Tal vaticinio comenzó a plasmarse en todo u n Plan de Colo-
nización cuidadosamente preparado por el Departamento de Es-
tado Yanqui. Llega la Conferencia de (Río de Janeiro de 1943;
ella ciei.i'a la etapa anterior y abre una nueva. Se "recomienda'
-la ruptura con el m e , y s e declara no beligerante a EE. UU. a l
misino tiempo que el Departamento de Comercio yanqui prohibe
la exportación de bienes capitales a los paises que no ciiinplen
"con los acuerdos. Tarde o temprano, todos acatan. En la Confe-
rencia de Río dz Janeiro d e 1947 se organiza la defensa conti-
i ~ e n t s l ;se declara que la agresión a u n país americano es agre-
~ i ó na todos, para lo cual se delimita la zona a una periferia
d e millas alrededor de América. En 1948 el irnparialismo yanqui
d a un nuevo paso a l crear Ba OEA (0,rgaqzwión de Estaclos
Aniei,icanos). Así se funda un organismo de característica supel-
.estatal que ya no tiene un c a ~ á c t e rconsultivo y de mera avudn
económica sino ejecutivo, que adquirre atribuoiones políticas pa-
ra todo el continente. De acuerdo a la OEA es considerada agre-
sión a u n país americaiio la agresión no sólo fisica sino tam-
bién el ataque verbal, con el agravante d ? que dicha agresión
goias en Guatemala, Odria, Haití) ; d) da apoyo total
a los gobiernos pro-imperialistas pseudo dernociiti-
cos, elevados sobre la derrota del movimiento obrero
~lessandrien Chile, Prado en Perú).
Las burguesías latinoamericanas en su mayoría.
han aceptado el plan Yanqui porque saben que su
estabilidad depende del apoyo ldecidildo que les pres-
te el imperialismo. En particular, la base de susken-
tación principal que tiene el irnperialisnlo en los dis-
tintos países se encuentr.a \en los sectores burgueses
ligados a la industria semi-pesada, importadores, te-
Tratenientes (los que no sufren la competlencia yan-
qui en el mercado, que son la mayoria a excepción
de Argentina) y toda la capa de gerentes y altos je-
fes nativos que giran an torno a la explotación de
las compañías extranjeras asentadas en este conti--
puede efectuarse fuara de la periferia dp América, en cualquier
parte del mundo.
Smejantes acuardos son complenpnbados con los Pactos Bi-
laterales. De esta manera, los paises latinoamerioznos quedan
obligados a entrar en la guerra si a DE. UU. se le ocurre desen--
cadenarla; no deben hacer cambios pulíticos que %afecten los
acuerdos; deben permitir Is instalacidn de bases inilihares yan-
quis, la entrada de todo tipo de misiones y están obligados a .
comprar el armamento seleccionado por el iniperialismo.
El recrudecimiento de la ofensiva imperialista por objetivos
políticos generales de colonización en todo el continente, acelera
contradictoriamente el proceso de unidad de los pueblos latino-
americanos. meva a un plano político superior la luchs antiim-
peeialista; colabora dinlécticamente a centi'dizar las consignas
entiimperialistas de cada pais en aspectos generales que afec-
tan al conjunto de los pueblos latinoam@!'icanos; unifica 13,s lu-
chas d e la clase obrera y hace más urgente y necesaria la unidad'
del proletariado 2~t.inoamci.icano.Ya no se trata sclamentr d ~ !
18 lucha aislada en cada pais por #expropiar l a s emnresas ex-
tranjeras o derogar pactos militares, sino de la lucha genehar
p o ~recuperar la sobennía politica.
riente (empleados y obreros privilegiados).
Sin embargo, a pesair del apoyo, las burguesías
latinoamericanas, como buenos socios menores en
crisis, desde hace unos años han comenzado a recla-
mar más serianiente que antes sobre el precio de las
materias primas, ya que el precio de las mismas ha
bajado en un 10% en los últimos diez años al mis-
mo tiempo que ha bajado -y en e1 menor de los ca-
sos se ha mantenido el mercado de la demanda. Es-
ta tendencia se ha dado paralelamente a otra ten-
dencia #desfavorable:el aumento de los precios de los
artículos fabricados por el imperialismo. Por otra
parte, las burguesías latinoamericanas han exigido
u n aumento de la ayuda económica de los Estados
Unidos. Estas exigencias se agudi~ai'o~ncon la "rece-
sión" económica mundial de 1957-58 que repercutió
muy seriamente sobre los paises latinoamericanos.
Así comienza en 119588 un reagrupamiento muy vela-
do de ias cobardes burguesías latinoamericanas, que
culmina con la "Operación Panamericana" de Ku-
bitschek y con la puesta al día de la discusión sobre
e1 Mercado Común Latinoamericano. El viaje de
Eisenhower -además del intento de afirmarse en
América Latina para negociar mejor con Rusia-
obedeció a un esfuerzo por calmar las exigencias de
las burguesías de este continente. Sin embargo, el
imperialismo no ha podido satisfacer estas aspiracio-
nes (las inversio;nes yanquis han disminuido en 1959,
según últimos informes) y en la Conferencia de la
CEPAL, Méjico 1960, logró que la Aplicación del
Mercado Común (como lo entendían las burguesías
latinoamericanas) fuera postergada hasta dentro de
10 años.
LS los últimos años las corrientes ilaclonalistas
..o de aquellas que circunstancialmente se oponen al
plan yanqui, se han desarrollado más que en la dé-
cada del 40. Aquí no nos referiremos a todo su pro-
ceso -se hace en Iia, tesis colonial-; sólo queremos
hacer notar sus Últimos resultados. Ante todo, la Re-
volución Cubana (1959). En 1960, en las elecciones
presidencial~zsde Bolivia, Panamá, Ecuador, fueron
derrotsdos los candidatos pro-imperialistas, portavo-
ces de los planes de la OEA y el Fondo Monetario In-
-ternacion,sil. En Chile, en 1958, surgió un fuerte mo-
vimiento nacionalista, el allendismo, que estuvo a
punto de ganar las elecciones.
Parte integrante de este proceso de reacción a l
Plan Yanqui es La; diferenciación que ha comenzado
a darse en los P. SociaJistas, partidos que hasta ha-
ce unos cinco años eran agentes incondicionales de
la política Imperialista. Así se ha producido la, rup-
tura del PiS argentino, ecuatoriano, brasileño, y un
curso a la izquierda nacionalista del PS uruguayo,
colombiano, que se suma a una anterior postura del
PS chileno. (Ver resoluciones IV Conferencia del Se-
creta,riado Latinoamericano de la Internacional So-
cialista, febrero 11960 y posterior reunión de Monte-
video en favor #deCuba). Estos PS siguen así el cur-
so que tiempo atrás emprendieron los PS asiáticos.
Es importante -plaza los efectos estratégicos- in-
sistir en que los PS de los países semicoloniales son
distintos a los de las metrópolis y su carácter esen-
cial es asentarse en la pequeño-burguesía anti-impe-
rialista: el reformismo social-demócrata es su cara
superficl:,aJ.De todos modos, en cuanto a la línea cla-
sista, las direcciones !de los PS y P C siguen comw
siempre traicionando al movimiento obrero.

PERSPECTIVAS
El imperialismo tratará de hacer algunas con--
cesiones a las burguesías latinoamericanas en cuan-
t o a: ayuda económica y préstamos; esta ayuda nto se- -
rá suficiente para abrir un período de relativa pros- -
peridad ni siquiera )de estabilidad. Lass burguesías
presionarán al imperialismo para que éste .aplique
una nueva edición la~tinoamericanadel Plan Mar-.
shall y un aumento de la demanda y' precio de las
materias primas. Subjetivamente, el imperialisino es-
t á en contra de estas aspiraciones, pero la (dinámi--
ca de las relaciones internacionales y la lucha de cla-
ses en América Latina determinará en última instan-
cia hasta donde el imperialismo puede opon.erse. En
tal sentido hay que estar muy atentos a cualquier-
nuevo plan que surjla como producto *d~e u n ,acuerdo
amplio entre el imperialismo y la burocracia sovié--
tica.
Estados Unidos tratará por todos los medios de
liquidar la Revolución Cubana, y a sea indisectamen-
te por medio lde guerras zonales utilizando una o va-
rjas naciones centroamericanas contra Cuba o in--
terviniendo directamente con mercenarios (Guate-
mala). Pero s u triunfo está por verse; la Revolución
Cubana no será tan fácilrneinil?e derrotada como la
guatemalteca; su razón fundamental: las milicias4
obreras y campesinas.
Los avances de la revolución coloniad alentarán
el desarrolJo de los movimientos nacionalistas y obre--
ros la tinoamericanos.
El t movimiento obrero y campesino se verá en-
frmtado a una ofensiva violenta de l'as burguesías,
en crisis. Esbas -siguiendo los consejos del i r n p e r k
lhmo- están dispuestas a soportar períodos prolon-
gados de huelgas con tal de aplastar al proletariado.
pero las masas tratarán por lo rnehos de defender su
nivel de vida; un triunfo en este aspecto puede ha-
cerlas pasar a la ofensiva general.. E n el movimiento
sindical seguirá la tendencia a la centralización sin-
dical por grandes icindieatos industriala, por pode-
rosas centrales obreras (Brasil, Uruguay', Méjico,
Perú, Argentina, que se sumarán a las existentes en
Venezuela., Cuba, Chile, Bolivia). L a cuadros medios
y de dirección sindical (impulsados por las corrien-.
tes nacion~alistaaque los controlan) h a n comenzado
a luchar y seguirán bregando por llegar a la creaciórn
de u n a Central Sindical Latinoamericana. Este sen-
itirniento )de unidad continental -no sólo en el pla-.
no sindical- ha prendido como reguero de pólvora,
en los Últimos años.
La vanguardia obrera ha hecho experiencias;
muy importantes tanto en las etapas de ascen-
so como de retroceso. Ha comenzado ya a cho-.
car con sus direcciones (burguesas y pequeño-bur-
guesas. La influencia de la Revolucióin Cubana.
y colonial tendrá un efecto incalculable -junto
a las luchas diarias- en el proceso de ruptura
con las viejas direcciones. Los desprendimientos,
del PS y PC acaecidos, la escisión de Acción De-.
mocrática, el desarrollo de diferenciaciones den-
tro del S6 de julio, peronismo, MNR, PS chileno, uru-
guayo, argentino, no es #másque el comienzo de cii-
sis de las superestructuras nacion~Iesy obreras. L a
inmensa nueva c,apa de obreros industriales -hace
poco relativamente llegados del campo- entrarán
en un proceso de politizacihn por cuanto su anterior
etapa economista no los ha llevado al triunfo. Esto
agudizará más aún los choques entre la base y la di-
rección burocrática.
Paralelamente al desarrollo de la unidad sindi-
cal continental e n una sola centr,all,ee dará un se-
rio dntento por construir un gran rnovimient.0 nacio-
ha1 en Américra Latina, similar al que se esta for-
jando en el Africa. Los conqactos ya están estable-
eiidos entre dos P. Socialistas, 26 de julio, ,ala izquier-
da, Acción Democrática, MNR, FRAP cl-iileno.
\
TAREAS.
Consolidar la unidad sindical (central obrera,
grandes sindicatos únicos) y defensa del nivel de vida
!(Salario Vital Móvil, asignación familiar móvil, es-
cala móvil de horas de trabajo, congel~aciónde pre-
cios). En cada país demás está decirlo habrá que es-
%aratento a cualquier alza revolucionaria del movi-
miento obrero para pasar a primer plano co,nsignas
de poder.
Nuestra campaña por la Conferencia Sindical
Latinoamericana debe pasar de la etapa propagan-
dística a la agitativa y de acción; no insistir más en
conferencias regionales sino en l'a Confereiicia ge-
neral para crear de i1nrnedi1at-ola Central Sindical
Latinoamericana. Concretamente, hay que apoyar el
<@omitede fiuspicio formado por las centrales obre-
ras independientes (no laidheridas a la CTAL y
ORIT) de Cuba, Venezuela, Chile, Bolivia y Uruguay,
,y exigir la realización urgente de la Conferencia. En
a t e sentido hay que amncar acuerdos de sindica-
t o ~base, Federacionefl, Congreso de gremios, etc.,
LOS trotskistas tenemos que ponemos a la cabeza en
la lucha por esta aspi~aciónde las masas. Lois BC
'están trabando de dilatiar la creación orgánica de la
.Oentral Sindical, porque tienen minoría, con el pre-
texta de que por el momento sólo está planteada la
unidad de acció~n,Nosotros estamos por ésta pero
con el fin de llegar a la unidad orgánica. inmediata.
Junto la esto, pero como tarea secundaria, segui-
remos alentando la realización! de un Congreso L. A.
,de las corrientes que dicen oponerse al imperialismo;
.opinamos que esta consigna también debe pasar de
etapa propa,gandística a la agitatíva y de acción. La
aecesidad de defender urgen temente la Revoluciiin
Cubana es un argume~nto decisivo para agitarla.
-Nuestras secciones deben hacer esfuerzos para
participar en estas conferencias continentales.
La defensa activa de la RevaIución Cubana será
-tarea importante de nuestras secciones; con una po-
)sici,Ún &e apoyo decidido a la Revolución podemos
cumplir magníficamente dos objetivos: uno, desa-
rrollar la conciencia anti-imperialista a través de
-movilizaciones masivas, que al mismo tiempo desen-
mascararán a las corrientes centristas, y ot.ros, pro-
pagandístico, por medio de charlas y foros, sobre las
experiencias de la Revolución Cubana. Nuestras sec-
~cianesdeben concretar en cada uno de los países la
mejor forma de defender la Rev. Cubana; en los paí-
ses exportaidores de azúcar, luchando por el boicot
de los portuarios a cargar azúcar para Estados Uni-
dos; en los paises exportadores de petróleo (Vene-
zuela) hay que luchar por que las organizaciones
sindicales (especialmente obreros petroleros) se pro-
nuncien a favor del envío de petróleo a Cuba. En los
otros países, plantear medidas contra 1% compañías
imperi~listas.'Paraesa tarea será necesario crear (o-
apoyar los existentes) Comités de Defensa de la Re-
volución Cubana.
Indicaremos perm<anmtemenSe los aspectos cle
semicolonización política y económica y las obliga-
ciones que haa contraido las burguesías latinoame-
ricanas con el imperialismo. Advertiremos a los tra-
bajadores la necesidad de tornar conciencia del nue-
vo carhcter de la ofensiva imperialista para que no
se caiga en m mti-imperial.ismo~abstracto,como lo
hace el stalinismo. Para ello, es necesario centrar la
eampafia anti-imperialista en consignas como RUP-
TURA DEL PACTO MJLITAR, ABAJO LA OEA,
FTJERA LAS W'ISIONES YANQUIS, CONTRA LA
!COMPRA DE ARMAMENTOS IMPERIALISTAS,
POR LA LIQUIDA.CION DE LAS BASES MILITA-
REIS YANQUIS, OLOSICION AL PLAN DE SEMI-
OOLONIZACION ECCINOMICA DEL FONDO MO-
NETARIO INTERNACIONAL.
La preparación de las condiciones para la.Revo-
lución Agwria ser&motivo de permanente ,a#tención
en nuestras cuadros trotskistas, sobre todo teniendo
en cuenta que en los últi~mosanos el cdmpesinado
(que e n América Latina suma 110 millones) hs co-
menzado a participar en forma preponderante en el
p r D c e ~revolucionario.
~ Los partidos trotskistas en
&terminadas condiciona orientarán su actividad
-da el campo, para estar en situación de convertir
,cualquier rebelión localistia de u n sector campesino
en una jinsurrección nacional. Esto no quiere decir
que se descuidará el frente de trabajo permanente,
obrero, ni menos que se prescinda del
proletariado como fuerza decisiva para el triunfo de
l a ~evolución.Se tmka pues de llegar a la unidad
lobrero-camspeeinay el camino podrá lograrse tam-
bién d ~ s d eel campo a la ciudad y no sólo de la ciu-
dad al campo, como tradicionalmente se ha sosteni-
do. Cada una, de las seccioines trotskistas latinoame-
Ticanlas enriquecerá en base a las nuevas experien-
cias su programa para el campesinado y los indíge-
nas. Lo mismo, en cuanto a los desastres nacionales,
como terremotos, etc.
Referente a la guerra de guerriIIas que ha al-
canzado a nuestro continente, las secciones trotskis-
tas estudiarám todas las experiencias pasadas y en
especial la cubana, china, etc., teniendo en cuenta
una cosa importante: el enemigo de clase ya h a co-
menzado a entrenar a sus Ejércitos, en cada país, a
fin de prepararlos para enfrentar las, futuras gue-
rras de guerrillas; en tal aentido, los Ejércitos que
tradicionalrnentle se ocupabam de la Defensa Nacio-
nal ante posibles ata.aues exteriores hoy día se han
convertido en especialistas para enfrentar las gue-
rras civiles y reprimir con sangre y fuego el espíri-
t u de rebeliOn !de los pueblos latinoamericanos. Por
razones obvias. aquí no se señala ningún plan con-
creto en cuanto a guerra de guerrillas. Queremos
alertar en el sentido de que l a guerra de guerrillas
es un método de lucha más y no el Único; es peli-
groso y unilateral creer que toda revolución latino-
amesicaina vendrá fatalmente por la vía guerra de
guerrillas. Eso puede llevar a 1descu5darel trabajo,
sobre la movilización del proletariado, Única garan-
tía de triunfo.
Los trotskistas desarollaremos en cada país el
Frente Unico An ti-imperialista tratando (de que el.
proletariado, el campesinlado y la clase media einpo-
brecida, sean los caudillos de las fuerzas que se opo-
nen al impeiialiismo. Rechazamos: y combatimos la
concepción de Frente Unico Anti-imperialista que
practican los PS y PC, para los cua'les dicho frente
debe ser disigido por la burguesía progresista o la.
pequeño-burguesía. Los trotskistas luchamos porque
el Frente Unico Ainti-imperialista y el movimiento
nacional sea dirigido por el proletariado y con un
programa, sevolucioniario;si los sectores burgueses o
pequeño burgueses quieren apoyar que lo hagan pe-
ro no c~pitularemosante su demagogia y trataremos
de impedir que ellos tornen la dirección ldel Frente
Unico Anti-imperialista y le den un programa me-
ramente ldemocrático burgués. El trabajar por el
Frente Unico Anti-imperialista no significa que ea--
llemos nuestras críticas a los "aliados transitorios";
al contrario, el frente nos servirá para desenmascarar
ante las masas las corrientes demagógicas y oportu-
nistas. Al mismo tiempo, lucharemos por desarrollar
las tendencias de clase que allí se dan tratando de
concretar en los hechos el Frente Unico Proletario, el
frente obrero, que será el verdadero motor de la lu-
cha anti-imperialista revolucionar~a.Otros aspectos
de la estrategia frente a los movimientos nacionalis-
tas se sefialan en la tesis colonial. El Frente Unica.
~~volucionario, concretado con otras tenldencias que
esbocen posiciones revolu~io~narias,ampliará nuestro
campo de acción para desarrollar las tareas enunciag
das más aliriba y así se darán las bases para la crea-
ción de los glqandes partidos obreros revolucionarios
de masas, única garantía para el triunfo de la Re-
volución Latinoamericana.
il.esolucion

sobre:

REVOLUClON CUBANA
Sus objetivos iniciales
De acuerdo con Lenin, lo que'caracteiiza a una
revolución, es la clase que la dirige y los objetivos.
que ésta se fija.
En el prcceso inicial de la revolución cubana,
nos encontramos con que ésta tiene una dirección
pequeño-bur~uesa.Es decir, está dirigida por una
clase no fundamental n i decisiva de la sociedad ca-
pitalista, por una clase que oscila entre el proleta-
riado y la burguesía.
Este sólo hecho coloca a la revolución cubana
fuera -de los marcos tradicionales de las revoluciones.
sociales. Esto no quiere decir que niegue la concep-
ción, leninista en cuanto a los factores esenciales que
prrniten caracterizar una revolución. Al contrario,
la enriquecen, como lo demostraremos más adelan-
te, sacando de esta nueva experienciia, las conlclu-
siones necesarias que nos permitan saber cómo ope-
rar en el resto de los paises donde puedan darse mo-
vimientos de esta naturaleza e incluso determinar
nuestra propia participación en los mismos.
En sus comienzcs el 'movimiento de Castro es,
por su programa, u n movimiento burgués con di-
rección pequeño-burguesa que se orienta a restable-
cer las libertades y democracia burguesa, sin tocar
para nada los intereses de los capitalistas y del im-
perialismo. Es u11 movimie,rito "ldemociatizante" q u e
-para alcanzar sus objetivos, utiliza la guerra de gue-
-rillas.
Debemos también dejar establecido que este mo-
vimiento en su fase inicial, no cuenta con apoyo, de
masas ni siquiera de la pequeña burguesía. Pero si
+cuentacon la ayuda; de sectores imperialistas yan-
q u i s los cuales le suministran amiamentos a través
de las fronteras del Estado de Florida. Sin lugar a
-dudas, el imperialismo hacia su propio juego, tra-
tando #de utilizar a Castro y su movimiento, coma
*equipo de recambio que sustituyera a ,Batista que
,se demostraba ya como un elemento inservible, to-
talmente desprestigiado en la política cubana y que
se iba ganando el repudio de las masas.
Pasa confirmar la falta de apoyo masivo, i ~ c
,debemos olvidar que los llamados de Castro a los tra-
bajadores y campesinos para que lo respalden con
-huelgas generales, caen en el vacío.
PRIMERA ETAPA

Hecha la caracterización del movimiento *deCas-


tro, exam.inemos ahora cual es su proceso, sus sal.
tos cuantitativos y cualitativos, y sus etapas.
El método de lucha que empleó Castro, la gue
rra de guerrillas, el lugar en el que estableció st
cuartel general, Sierra Maestra, que se prestaba pa.
ra ello, ya que también contaba con el apoyo de lo:
grandes sectores azucareros, y la necesidad de re.
clutar nuevos elementos para su acción defensiva J
,de ataque fueron las causas determinantes que 'acon
dicionaion 10s embrioiles del salto cualitativo que
se produjo posteriormente.
En primer lugar, en Sierra Maestra, sólo se po-
dian reclutar gu'ajiros y campesinos para incremen-
tar las ,guerrillas. Pero para que estos estuvie~an
dispuestos a dar ese paso, era necesario que se les
ofreciera algo con relación a mejorar sus condicio-
nes de vida y de trabajo. Así nacen los primeros com--
promisos de Castro c.on los campesinos y guajiros.
Es la participación de los guajiros y campesinos.
en el movlmiento de Castro, en las guerrillas y en
la lucha misma, la que, independientemente d e l
de Castro y su dirección pequeíio-bur-
guesa, va dando una nueva fisonomía al movi--
miento.
Al entroncar con el campesinado, el rnovimiento~
de Castro adquiere una nueva base de sustentaci6n.-
Y a no son 3i.a docena de pequefios ~burgueses.en su.
mayoría estudiantes; ahora este movimiento esth
ligado a los campesinos pobres, y al ligarse, ha in--
traducido un factor contradictorio -los campesinos1
que se baten, no sólo por derrocas a Batista y res-.
taurar la lil-?ertady la democracia, sino por sus pro-
pias reivindicaciones.
Este factor contradictorio es altamente positivo,
por cuanto acondiciona! un tremendo salto cualita-
tivo en el proceso de la revolución', como se demue.9--
tra más tarde, al ocupar los campesinos las tierras,
sin esperar a que ¡Castro lo resuelva.
A partir del entroncamient,~con el campesinado,,
el movimiento burgués democratizaiite de Castro,
ha sufrido un cambio, no en su direcci8n sino en su
contenido. Ahora lleva en si el germen de una re-
volución nacionalista y social que se manifestará
m á s tarde al ensamblar con el proletariado urbano.

Como vemos el proceso revoluci.onario cubano


;arranca y se desarrolla en sus comienzos en el seno
del campesinado.

En esto tiene cierta similitud con la revolución


,china, la cual también pa&e desde el campo, con la
diferencia que esta última estaba dirigida por el P.
+Comunista.

.- Tradici~nalmentese espera que la revolución la


lnicie el proletariado, en s u car+cter de vanguardia
de las clases oprimidas; sin embargo los hechos de-
muestran que en condiciones objetivas determiaa-
das, puede que Ta revolución se inicie en el campo.
Esto no niega de manera alguna la afirrn,ación de
van,guardia del proletariado ni mucho menos la nie-
.ga coma la única clase revolucionaria.
El examen de esta primera etapa del proceso de
-la revolución cubana, nos demuestra que las limita-
ciones primitivas del movimiento iniciado por Cas-
tro vsn siendo superadas por el propio desarrollo
.de la lucha! y en la misma medida en que a ella se
integran nuevos factores, los campesinos y guaji-
TOS.

Veamos ahora cual es la evoluci6;n de s u . . .


SEGUNDA ETAPA

Esta se caraicteriza por la apertura de nuevos


frentes de guerrillas, que surgen independientes de
la clirección de Castro.
~ s t o snuevos frentes de guerrillas surgen como
la expresión de la propia lucha que está llevando
>Castro y entroncan ideológicamente con su movi-
miento.
La acción de estos nuevos frentes de guerrillas
da mayor fortale~a al movimiento de Castro, en
cuanto a poder combativo y a su base de sustenta-
ción. Pero, lo más importante es que cuanti-
htivamente el peso está siendo dado pol~los obre-
ros y campesinos que forman los frentes de guerri-
llas.
Es la acción combinada, de los tres frentes, el
de Castro, el del Directorio Revolucionario y el de
Escambray', la que determína la caída de Batista
En esta acción se logia un hecho decisivo: la liqui-
dación del Ejército Regular (como en la Revolución
Boliviana) .

TERCERA ETAPA

Al asumir Castro el poder, tiene que enfrentar-


se de inmediato con una situación difícil. Se ve co-
gido muy luego por la presión de tres frentes. Por
m lado, la presión de las masas obreras y campesi-
nas que se 'movilizan en apoyo de su gobierno y com-
baten la tiranía de Batista en sus últimos reductos,
.ajusticiando pos propia iniciativa a connotados re-
presentantes del régimen depuesto. Los campesinos
empiezan a ocupar las tierras y a liquidar ;a sus an-
tiguos )dueños y los obreros presentan sus propias.
demandas.
En la acción independiente de las guerrillas
campesinas que ocupan las t i e r ~ a sliquidando a sus
antiguos dueños, hay manifestaciones concretas de
poder dual, el que es amortiguado más tarde al dic-
tarse la Ley )de Reforma Agraria, pero sin liquidar
el embrión de milicias campesinas.
Por otro lado, está la presión del imperialismo
que trata (de canalizar a su favor el movimiento de
masas generado en torno al gobierno de Castro. Fi-
nalmente, la presión de la burguesía que se mani-
fiesta aterrorizada frente a las medidas que por su
cuenta toman los obreros y campesinos sin que e l
gobierno ni 'Castro puedan impedirlo.
\

Las compafiias extranjeras y nacionales dieron


un aporte anticipado de impuestos de niillones de
dólares al Estado. El Directorio Revolucionario, el 26
de Julio y las milicias de Raúl Castro y Ché Gue-
vara tuvieron que retroceder en u n principio y Fi-
del llegó a una transacción imponiendo como presi-
dente a Urrutia. Pero muy pronto, los campesinos,
obreros (que comenzaran a reorganizarse) y las mi-
licias y el Ejército Rebelde Popular, exigieron el cum-
plimiento del programa revolucionario, abiertn anaen-
te saboteado por el pro-tmperialista Urrutia y la re-
nuncia de éste no tardo en llegar.
Ya en el poder Castro opta por seguir haciendo,
concesiones a las masas y legalizar lo obrado por és-
tas. De ahí, la Ley de Reforma Agraria, la baja de
los cáuiones de arrendamientos, tarifas eléctricas y
de los precios de algunos artículos de consumo po-
pu!:ar. La prohilbi'ción de los clespidos, la ccnstruc.,
ción de miles 'de viviendas y escuellas, el desahucia
d e los pactos con el imperialismo y luego la expro;
piación de sus empresas. Todo esto acompañado con
la legalización y desarrollo de las milicias obreras y
campesinas.
Se ha producido de nuevo un salto cualitativo
de extraordinaria importancia, La revolución cuba-
na ha adquiri,do con ello su partida de nacirnienijo.
El grimitivo movimiento que se inicia bajo li-
mitados objetivos burgueses, ha ido sufriendo todo
un proceso de ti'ansformacion "Ealéctica, con saltos
cuantitativos y cualitativos de tal importancia que,
conservanldoaún su dirección pequeño burguesa, nos
permite confrontar hoy un proceso revolucionario da
extraordinaria importancia.
Viarios son los factores objetivos concretos que
determinan la conformación de la nueva realidad
cubana. Entre ellos, podernos destacar los siguien-
tes: La .participación activa de las masas trabajado-
ras, la formación y actuación en incremento de sus
milicias armadas, sus exigencias de reivindicaciones
mínimas e inmediatas. la colidaxidad internacional
de la, clase obrera con las medidas de la revolución
cubana; la presib[n de la burguesía y del imperialis-
mo cantra Castro y. su gobierno y la correlación de
fuerzas a escala mundial 'desfavorable al imperialis-
mo, que ha neutralizado por el momento una acción
armada contra Cuba.
Todo esto determina que el1 péndulo de la po-
lítica pequeño burguesa del gobierno de Castro os-
cile hacia las masas,buscando su apoyo masivo co-
mo la única manera de poder mantenerse en el
poder.
LA ETAPA ACTUAL Y LAS TAREAS
Por las características actuales que asume la re-
volución cubana, eslarnos en presencia de una revo-
lución de tipo nacionalista, con dirección pequeño
burguesa, que está cun~pliendoy desarrollan~dota-
reas democrático burguesas (reforma agraria y lu-
cha aiitiimperialista) . Transformar el proceso actual
en u n proceso de revolución permanente, es la
condición indispensable pard evitar su detención y
retroceso.
La carencia de un fuerte Partido Obrero Revo-
lucionario en Cuba, dificulta y retraza esta tarea,
es el principal peligro para el ulterior desarrollo de
la revolución en Cuba.
Muchos son los iaspectos específicos que presen-
ta la revolución cubana. En primer lugar, la dinánii-
ca de la lucha anti-imperialista, los ataques de EE.
UU. y el permanente peligro lde invasion (sea diiec-
ita o por medio de guerras de otros países latinoame-
ricanos contra Cuba), ha determinado que el gobier-
no de Castro como medida de auto-defensa, se haya
visto obligado a entregar armamento moderno a las
milicias campesinas (en la zona fronteriza donde se
prevee que puede darse el golpe contrarrevolucionario
s e acaba de entregar ametralladoras y armas auto-
máticas checoeslovacas a 2.000 campesinos). Estas
.medidas de auto-defensa profuildizarán sin duda la
~evolucióiicomo pasó en China a raíz de Corea del
Norte.
Las milicias, especialmei~teobreras, se entrenan
permainentemente pero todavía el gobierno no les
ha entregado las armas, cuy'os depósitos son contro-
dados exclusivamente por el Ejército Rebelde. Este
hecho, que los obreros y campesinos no tengan las
.armas. en sus manos, es la debilidad y el pe:igro
más grave que corre el futuro de l a Revolución. Los
-trabajadores son conscientes de ello y así lo prueba
una resolución de u n reciente plenario de la Zona
,~rie,ritalen donde se exigió "que la CTC forme un
corgaiiismocapaz de ayudar a1 Ejército Rebelde, com-
-binar los obreros con las fue-rzas armadas, para sa-
ber donde se puede encontrar armamento en Los ins-
tantes precisos y organizar las milicias".
Por otra parte, en el campo ha comeiizado una
vasta experiencia de cooperativas agrícolas, con
participación de la4 bases campesinas en el INRA
(Instituto Nacioinal de Reforma Agraria) ; existen y a
.xerca de 1.000 cooperativas donde tiabaj an unas
200.000 personas. Tal como lo señalaran Marx y En-
.gels, es necesario profundizar estas experiencias por
cuanto permiten al campesino tomar conciencia so-
bre la explotacióii colectiva de la tierra. Ei? tal sen-
tido -y salvando las distancias entre el Estado Yu-
goeslavo que es obrero y el Cubano que todavía t:c
capitalista- seria muy interesante estudiar la for-
ma de aplicar en Cuba algunos aspectos del coope-
xativisrno yugoeslavo, sobre todo en cuanto al con-
trol y administración de los organismos bases, corno
Consejos Campesinos. Hay que tener presente que
según la ley de Reforma Agraria Cubana, las tierras;
de las Cooperativas son "propiedad indivisa, o sea to-
dos los integrantes de la Cooperativa serán propie-
tarios de la tierra donada, sin que en el futuro la,
puedan dividir en ninguna fonma ni por ningún mo-
tivo".
En cuanto a la trascendencia de la Reforma (y
, bien a ú n no puede llegarse a
~ e v o l i i c i d n )A g r ~ r i a si
conclusiones definitivas, estamos ya en condiciones
de seíialar que -aparte de la Boliviana- ninguna
otra Reforma Agraria Latinoamericana ha alcanza-
do un cambio de estructura t a n grande como l a cu-
bana. En primer lugar, h a liquidado el sistema de
contrato de aparcería, o sea, pagar con frutos, e n
casi todos los casos, la mitad de la cosecha, al propie-
tario que vivia cómodo en La Habana o en el ex-
tranjero. Segundo, se ha creado un vasto sistema
de cooperativas, como indicamos más arriba. Terce-
ro, se está terminando con Ios minifundios (en 1946
existíajn 62.500 campesinos con 3/4 de caballería
-una caballería represenba unas 13 hectáreas- al'
formar ahora unidades mínimas vitales de 2 caballe-
i'ías, con posibilidad de llegar basta, 5 caballerías
(65 hectáreas). Cuarto, se 'está comenzando a liqui-
dor los latifundios
Otro aspecto muy importante son las expropia-.
ciones directas (en muchos casos sin intervención
del estado) que efectúa el proletariado. Por ejemplo,
los obreros y empleados de hoteles han tomado la
administración de esas empresas; los obreros de im-
-perita se han hecho cargo de antiguos diarios re-
accionarios como E1 Diario de La Marina y otros,
p v i a salida de sus dueños. En Pinar del Río, habia
3.000 zapateros de los cuales 2.000 decidieron juntar-
.se y' levantar Una gran empresa (cooperativa) diri-
gida por ellos; 16s fue tan bien que a los pocos me-
,ses se plegaron los otros zapa,%ei.os. Es interesante
.destacar que aquí no se trata solamente de control
obrero; esta experiencia tiene aspectos socialistas,
pero es m?cesari~aclarar su contenido a fin de no
hacer faladsa$ interpretaciones; ante todo, dicha expe-
riencia se da en un Estado donde todavía rige la
$ropiedad privada capitalista; en segundo lugar, di-
chas cooperativas no pertenecen al Estado y se de-
.sarrolEan bajo el signo de la cuota de ganancia; los
abreros, en el caso de los zapateros, han reunido sus
pequeños ahorros y mediante ellos han podido for-
mar un capital más o menos considerable. Hasta
ahora trabajan ellos (se sacan plusvalía a sí mis-
mos), pero mañana ,pueden ocupar obreros de los
cuales extraerán más plusvalía. La producción es
socialista pero la apropiación no lo es, sigue siendo
individualista, con la salvedad de que en vez de co-
rresponderle a dos o tres dueños le toca a 2.000. De
ítodos modos, el desarrollo del espíritu cooperativista
abona el terreno para una conciencia futura de pro-
ducción y distribución colectiva.
~ i h a l m e n t e(cuesta poner este término porque
el estudio de l a experiencia cubana es para no
acabar así no m&s) la confianza en sus fuerzas que
han tomado obreros y campesinos ha determinado
que estos se enfrenten abiertamente todos los días
a sus patrones, exijan el despido de los jefes preps-
tentes, etc.
Todo este proceso revolucionario h a provocada+
en Cuba el surgimiento de un PODER DUAL. E s t e
Poder Dual (cubano) no tiene todavía las caracte-
rísticas del que se estableció en la Rusia de 1917 en-
tre los Soviets y el gobierno burgués ni tampoco eF
que se dio en la Revolución Boliviana de 1952 en-
tre la COB y el gobierno. E,n Rusia y Bolivia -pa-
r a citar estos dos casos solamente- la dualidad de
poderes se da<baentre los organismos e institucio-
nes representativas de la clase (Soviets-COB por unt
lado y gobierno burgués por otro) y en todos los
hechos diarios de la sorda o abierta lucha de clases.
A falta de términos mas precisos, diríamos u n Po-
der Dual "por arriba" y "abajo". En cambio, en Cu-
ba el Poder Dual no se da todavía por arriba, La CTC-
ni los organismos campesinos enfrentan al gobierno.
El Poder Dual momentáneamente se da sólo "por
abajo"; se expresa en los actos de las masas, en s u s
roces con los patrones y jefes de empresas, en e l
ajusticiamiento, direcbo' o a través de Tribunales.
Populares, de los contrarrevolucionarios, en la ocu-
pación )de tierras, ,en las milicias; es un poder dual
permanente "por abajo" de los obreros y cam~esinos
y el régimen de propiedad privada capitalista.
Por consiguiente, la (gran tarea es desarrollar
precisamente la dualidad de poderes, tendiepdo a
concentrar en los organismos clbreros y campesinos,
a través de consignas precisas, la atomización del'
actual poder "por abajo"; que el poder dual se ge-
iwralice también "por arriba". Creenlos que la can-
signa de poder que en la actualidad expresa el Go-
bierno Obrero-Campesino, puede ser exigir Ia en-
trada en el gobierno de Castro de MINISTROS
OBREROS Y CAMPESINOS nombrados y revocados
por las bases a través de Plenarios Sindicales per-
mai~ente~; pknarios que a su vez actuarían de ver-
dadero Plarlarnento obrero - campesino - milicianos,
con 10 cual se daría el más rotundci mentís a los con-
trarrevolucionari~sque piden elecciones para elegir
un nuevo parlamento burgués. En cuanto al INRA
lo fundamental son las bases campesinas, por lo
cual hay que c?esc?,,i.rollarel control del INRA a tra-
vés de 18s masas, de comitks campesinos de control
de 1 s cooperativas que procuraran desarrollar las
tendf,ncias socializantes en el campo. Hay que exi-
gir la ampliación .a todas las compañias izucareras
del acápite f ) de la ley que dice: "Las tierras del
~ s t a a oy las tierras expropiables por la aplicación
de la ley serán otorgadas en áreas de propiedad co-
mún dalas cooperativas". Decimos ampliación, porque
la misma ley establece com-o no afiectas a la reforma
agraria "las áreas sembradas de caña de azúcar,
arroz y dedicadas a la ganadería, que no p s e n de
100 caballerías (lo cual significa que se nlante,n-
drán lsltifundias de 1.300 hectáreas). Estas explota-
ciones, pos ser las de más- alto desarrollo capitalis-
ta,piecisamente SQII las que hay que expropiar y ex-
plotar en comiin por medio del sptema cooperativo.
Asimismo, los trabajadores cubanos deben estar
atentos al cumplimiento del acápite i) que señala
que "las tierras de propiedad privada de cualquier
e~tensiónque al 31 de j ~ n i ode 1961 nlo se encuen-
tren en procluccióil serári exprcpiadas por el INRA-
Referente a las milicias, se impone desarrollar
s u organizacii,n nacioi~alpor la CTC y ~r~ganismos
campesinos, (bajo control de las bases; la fiscaliza-
cióh actual por parte del Ejército Rebelde no es con-
veniente para los fines de profundizar la Revolu-
ción hasta llegar al Gobierno Obrero-Campesino. Es-
to no significa que las millicias se desliguen ni ten-
gan contacto c m el Ejército Rebelde Popular, sino
que es indispensable que adquieran independencia,
Única manera de cantar con respaldo efectivo para
una política independiente de clase. Por lo pronto,
las #milicias deben c0menea.r a aplicar lo resuelto
en el Plenario mencionado 'en el sentido de saber
donde se puede encontrar armamento y empezar a
exigir del gobierno su entrega inmediata.
Por otra 'parte, los trabajadores deben luchar
pos que el control. y gobierno de las municipalida-
des y provincias, especialmente mnas fronterizas y
d e sierras, pase a sus manos, como garantía para
impedir los golpes contrarrev~luci~narios: Todo el
poder de las munici-palidades a la CTC, milicias y
organizaciones campesinas de la región.
En las fábriaas, ingenios azucareros, se impone
implantar el control obrero de la producción (revi-
sar los libros de contabilidad y ganancias de los pa-
trones en especial de bs que más se resisten a la
RevolLkdón) y expropiación por e1 Estado de las fá-
bricas que no quieran dar más trabajo alegando po-
ca ganancia.. Precisamente, esto y la escala ,móvil de
horas de trabajo, es decisivo para el serio problema
de la-desocupación, máxime cuando es sabido que
los cesantes muchas veces han sido utilizados por
la contrarrevolución.
La Revolucion Cubana ha sido de todas las re-
-voluciones latinoamericanas (y una de las pocas re-
voluciones nacionalistas del mundo) la que m iS em-
presas imperialistas ha expropiado, con el agiega-
do importante de que casi no h a indemnizado a los
verdugos hperialistas. De cerca de mil millones de
dó;ares que tenía invertido el imperialismo yanqui,
ya se ha expropiado casi todo. Queda sin embargo
%davía luchar por la NACIONAIiIZACION DE TO-
DOS LOS BANCOS, consigna que hay que comple-
mentax con el control obllero de las empresas expro-
piadas hasta la fecha.
Creemos que el lugar de trabajo preferente pa-
r a clesarrollar la tendencia de clase y revolucionaria
n o se da dentro del Movimiento 26 de Julio sino e n
3a CTC, milicias y bases del INRA (cooperativas).
Estos planteamientos revofucionarios segura-
-mente nos acarrearán por parte del PC, reformistas
-y nacionalistas, el cargo de provocadores y aventti-
-reros; pero a palabras necias (las mismas que lan-
awon en ocasión de Guatemala y Bolivia) oídos
sordos. Los trotskistas apoyamos decididamente to-
da medida antiimperiali'sta de Castro, pero ello no
significa que n o s callemos la verdad y que nos pon-
.gamos vendas en los ojos viv:,ndo y solamente vi-
vando, sin plantear soluciones para ayudar a los tra-
bajadores cubanos a conquistar el gobierno Obrero-
Campesino. Todas las consignas y tareas que hemos
planteado tienden a agudizar la revolución, a ace-
lerar el proceso de diferenciación dentro del S6 de
julio, a separar la paja del trigo, a los que están por
un gobierno obrero-campesino en Cuba y a los que
están por el mantenimiento de la propiedad priva-
da capitalisba. Precisamenbe, el futuro de la Revolu-
ción Cubana se juega por esas dos disyuntivas: o
en Cuba se instaura un gobierno Obrero-Campesino
o se afianza la reacción burguesa hasta llegar a la
contrarrevolución. La fase intermedia -el mante-
nimiento de la dirección pequeño burguesa- puede
durar cierto tiempo hasta que las masas hagan su
experiencia, pero no es ninguna garantía para el
triunfo definitivo de esta gran Revolución 'Cubana
que puede clavar por primera vez en el continente
latinoamericano la bandera de un Estado Obrero.
OTRAS RESOLUCIONES
l o ) Apoyar todas las medidas anti-imperialistas.
y especialmente la expropiación reciente ae las em-
presas extranjeras y el desconocimiento del Pacto
de Río de Janeiro y de las siniestras resoluciones de.
la Conferencia de la OEA en San José de Costa Rica.
29) Apoyar los ajusticiamientos de los contra--
revolucionarios y repudiar el pro-imperialista "Fren-
te de Cubanos en el exilio".
319) Sacar un manifiesto del Secretariado Lati--
noamericano del trotskismo, afiliado al C. 1. de la.
Cuarta Internacional, apoyando la Revolución Cu-
bana. --
40) Enviar un saludo al SWP (Socialista Worker .
Party de EE. UU.) y especialmente al c. Farrel
Dobbs, 'úhico carldidato a presidente en las próxi--
mas elecciones n o r t e a m w i c ~ ~ aque
s ha viajado 'a
Cuba y se ha pronunciado decididamente a favor de-
la Revolución. ,
TESIS COLONIAL

Tesis presentada por el POR chileno al Congre--


so Latinoamericano aprobada como documento pa-
ra la discusión en el próximo Congreso.
ANTECEDENTES HISTORzCOS

l.-Después de haber desaparecido durante


centurias de la escena histórica como actores irnpor-
tantes, los pueblos ,de Asia y' Africa han pasado a pri-.
mer plano en la primera mitad del siglo XX. Las an-
tiguas culturas chinas, indú e islámica, incapaces.
de superar sus atrasadas formas de propiedad y pro-
ducción, permanecieron aisladas hasta el momento$
que el capitalismo, de una 'manera brutal, las iilcor-
poro a la, marcha conjunta de su sistema. Sin ern-
bargo, la transformación monómica y social siguió
un curso lento hast,a fines del siglo pasado. La nue--
va etapa, del capibalisrno -el imperialismo- produ-
jo los cambios más Importantes: la inversión de ca-
pital financiero significó, a pesar de las deformacio-
nes, un cierto ~desai'rolloeconómico y con él la apa-
riciEai de una nueva y decisiva fuerza social -el
proletariado. (Anteriormente, la ausencia de una
clase capaz de enflvntar las arbitrariedades de las
viejas castas solcilales había permitido la opresión y
esclavitud en que estos pueblos vivieron durante si-
gIw. Con el surgimiento del proletariado cambió la
historia de los mileniarios pueblos coloniales.)
2.-En Asia y Africa, el proceso de liberación na-
cional ha sido diferente al de América Latina. Cal?d-
todos los países /de leste continente conquistaron la
independenciq política un siglo antes que los asiá--
ticos y africanos. Ello se debió a que contaron con
l a ventaja de enfrentar un Imperio en decademila;
-España- el cual por sus contsadicciones jamás
logró alcanzar un desarrollo caipitalista avanzado.
Por otra parte en razón de la relatimi fuerza de las
burguesías productoras latinoamericanas y el apoyo
de los Imperios enemigos de Espafia. Más tarde, los
pakes latinoamericanos especulando con la r~ivalidad
inter-imperialista pudieron mantener la indepen-
dencia política. Par el contimrio, los pueblos de Asia
y' Africa tuvieron que enfrentas hasta, el siglo XX
a 10,s capitalismos más poderosos de la época -1n-
glaterra y Francia-. Sin embargo, esta debilidad se
transformó en forüaleza y la fortaleza de los países
latinoamericanos en. su contrario. Porque en la ac-
tual etapa de liberación narsional los asiáticos y afri-
canos contaron con la ventaja de luchar contra im-
periaiísrnos en decadencia y en permanente rivali-
dad -Francia, Holanda, Bélgica, Inglaterra-, mien-
tras que los latjnoa\meri6anos tuvieron que hacer
frente fundamentalmente a un sólo imperialismo, el
norteamericano, el más poderoso del mundo.
La presente lucha lde los pueblos asiáticos y
africanos, por la independencia política, no puede
-compararse con la de los latinoamericanos en el si-
glo XIX. Lss etapas históricas son esenoialmente di-
ferentes; además de los factores señalados, existen
uti.cs corno Za aparición de una nueva clase social
-e1 proleDaiiado- la distinta situación internacio-
nal, espedialmcnte el desarrollo de fuertes estados no
capitali~t~as,y l'a difusién de las ideas socialistas.
Ahora, a diferencia del siglo XPX, la lucha por la
Xberaeión nacional significa al mismo tiempo la po-
,sibí3clad de uii cambio de regimen social: es decir,
que la lucha 'por la ZiberaciOn nacional puede trans-
formarse en un proceso de Revolución Permanente,
.sies acaudillada por el proletariado.
LA OLEADA REVOLUCIONARIA DE LOS
ULTIMOS QUINCE AimOS

3.-Dos nuevos elementos coyunturales acelera-


-ron el proceso revoluciioaario en las colonias en los
pasados Gres lustros: la experiencia de Ias masas drr-
ante la guerra mundial y la crisis de post-guerra
,de los viejos imperios.
Amplios sectores de abreros y campesinos se
.quedaron con las armas que los imperialistas les ha-
bían entregado en el frente de baltalla; numerosos
asiáticas y' africanos obtuvieron graduaciones en las
unidades millitares, conocimientos que más tarde
aplicaron e n las guerrias #deguerrillas; la guerra per-
mitió el contacto de las masas más retrasadas con
-las ciudades y las nuevas ideas sociales. Este desa-
rrollo combinado en la menbalidad de obreros y
campesinlos de las colonias tuvo muy pronto sus ex-
plosivas consecuencias.
El ascenso de masas de post-guerra encontró a,
los imperialismos tradicionales (In @aterra, Francia,
Holanda, poseedores de la mayor parte de las colo-
nias) en una situación especial de detxilidad, A s u de-
cadencia crónica -acentuada por la crisis de 1930-
s e agregó la crisis de coyuntura cie post-guerra. Los
viejos imperios debieron retroceder en general; opta--
ron por conceder la independenci~politica y entre-
gar el poder a las burguesías nacionales. No obstan-
te, hubo casos en que se embarcaron en largas y cos-
tosas guerras. De todos modos, la alternativa 1ri11-
cipal no fue "independencia o colonia" sino "capita-
lismo o socialismo". Para el imperialismo, lo funda-
mental era salvar el régimen, evitar que las masas
rebasaran los equipos burgueses de recambio y con-
servar esos países en la órbita del 'mercado mundial
capitalista, tarea que en cierta medida pudo iea--
lizar.
Otro factor que ayudó a; determinado; países:
coloniales fue el juego del impenialissno norteame-
riclano, el que deseoso de obtener nuevos campcs de
iinf Iuencia e inversión de capitales, presionó sobre-
los otros imperialismos a fin de que concedi~ra~l la
independencia política a las colonias. Sin embargo,
este, imperialismo -el norteamericano- tan "de-.
mocrático" inbeivino violentamente en aquellas na--
ciones subdesarrolladas en que sus posesiones fue-
ruin amenazadas.
4.-La importancia del proceso vivido puede,
sintetizarse en la siguiente generalización: el zsczn-
so revolucionario en los países subdesamollados ha
cambiado en la última década la relación de fuerzas
entre las clases a escala mundial. La Revolución.
China, fundlanientalmente, produjo el salto cualita-
tivo en u n sr~ritidofavorable a l proletariado. El re-.
sultado es que el imperialismo se encuentra en una
situaaión totalmente distinta a la de los primeros:
años de post-guerra.
En este proceso de los pueblos coloniales, es ne-
cesario distinguir dos grupos de países: uno, en $1
cual la revolucióii obrera y ampesina, la revolucióg
nacional y social, alcaiizó el triunfo (China, Core,s~
del lNorbe e Indochina) y otro, en el cual el movi-
miento fue canalizado por la burguesía. Esta distin-
ci6n es fundamenhal n o sólo por el problema ,de la
relación de fuerzas a escala mundial, sino también
para registrar los efectos que se produjeron en los
paises metropolitanos. El primer grupo salió violen-
tamente *dela órbita rnunaial capitalista, toczndo de
u n a manera directa las econo,mias iinperialistas (ex-
propiaciames, reducción drástica del comercio, liqui-
dación de las inversiones extranjeras, etc.). El se-
gundo grupo, s pesar de que causó efectos importan-
tes, se mantuvo en el campo de la economía burgue-
sa, pezmitiendo al1 imperialismo no sólo mantener e l
nivel de intercambio comercial sino la c o n t i n u ~ i ó n
y ampLiación de sus empresas coloniales. Así se ex-
plica que, no obstante los extraordinarios progresos
de 103 pueblos subde~arro11adci~, el imperialismo e n
su canjunk no haya sufrido una caída cabastrófica.
5.-Los avanm1s de la Revolución en el primer
grupo de países (China, Coi'ea, del Norte, Indochina)
merece un estudio aparte. Ahora, nos ltmitaremos a
las colcinibas y semicolonias en las cuales el ascenso
revolucionario fue canalizado por la burguesía. Va-
rios son los problemas a estudiar. E l primer lugar
¿cuál es la razkn del papel relativamente importan-
te que juegan en el plano intenmacionaí las burgue-
sías de países colmo India, Egipto, Indonesia, TÚriez,
y de dónde proviene su aparente fortaleza?
El imperialisino, imposibi[litacio por el momento
para declarar la guerra, se ve obligado a tilatar con
ellos y en última instancia a apoyarlos, como única
garantía de freno a las masas; si el imperialismo
tratara de reemplazar a Nasser, Sulrarno, Nel~ru,
etc. por uno de sus dictadores odiados por las masas,
el "equilibrio" socal de estas niaciones sería rápida-
mente quebrado. Por otra parte, la burocracia sovié-
tica los alienta y adula a fin cie neutralizar al impe-
rialismo y' chant~agear12s basfs de una coexistencia
pacífica más prolongzda. Les gobiernos burgueses
''nacionalistas" aprovechzu la "guerra fría" para
exigir del imperialismo mejores condiciones en el re-
parto .de la renba nacional y mayor independencia
política. En tal sentido operan sus intentos de ju-
gar un papel independiente y "neutral" a escala in-
Serniacional: Bandung y El Caiio son la mejor ex-
presión de tal política, conferepcias que reflejan los
progresos de los pueblos coloniales pero al mismo
'tiempo sus limitaaioiies bajo coilducciíin burguesa.
De la misma manera, estos gobiernos tratan de rea-
lizar Uniones Ecoi161nic~a~e incluso Ligas ,de P u e
blos, como iia RepuMica Arabe Unida, jntentos que
están siempre limitados pos los roces que se produ-
@enentre los sectores burgueses de los paíves com-
prometidos, sin que por ello menospreciemos el pa-
so ~pi'ogresivoque ha significado la República Ara-
be Unida, aspiración largamente anhe1,ada por las
masas árabes.
Otro pro.blerna irnpcrtante es el relativo desa-
rrollo índiistrial v el consl,quiente crecimiento del
proletariado colonial en los ultimos quince anos.
30se analizará aquí el papel jugado por llas ii~ver-
siones extranjeras y por el Estado-P,atión, ni tam-
~ O C Olas enormes debilidades y conltradicciones del
relativo desarrollo industrial. Lo importante es que
éste h a producido un uambio sustancial en el prole-
' tariado. Las nuevas capas obreras, llegadas ciel canl-
po, sin tradiciones políticas ni sindicales, han reali-
~zadoya impolrtiantes experiencias, que se detallarán
-más adelante.

La situación económica de los países subdesa-


rollados ha entrado en u11período sumamente crítico.
-Laépoca de la vacas gordas -dede lla ,post-guerra
hasta el conflicto de Corea- ha terminado, debido
fundamentanmente a la caida de los precios de las
materiiis primas y en menor medida a la fabricación
e n los paises avanzados de productos a~tificialeso
sintétlicos que tienden a reemplazar las materias pri-
-mas. Al mismo tiempo, dichos paises deben enfren-
t a r un alza creciente d e los precios de los artículos
iripor tiados, lo cual provoca un peimanent e déficit
en las respectivas balanzas de pago. La inflelc,ión,
que durante un2 década produjo un aparente auge
de la economía, ha comelizado la mostrar su verda-
-dera cara; las medidas -en algunos países drásti-
cas- que se han tomado para detenerla, han acete-
riado un proceso defla~ionar~io que ya ha paralizzdo
import.antes sectores de la producción y la lanzado
a la cesantía un elevadisirno porcentaje de obreros,
,como asimismo la quiebra de numerosas empresas y
el desarrollo de la usura en los préstamos de dine-
ro.
Así se agudiaarán los roces entm los d.istintovL
sectores de la burguesía nacional y el imperialísmog
los primeros exigiran por lo menos el mantenimiknto
de su cuota en el reparto de la renta nacional y el
imperialismo por su parte querrá imponer nuevas
ventas de armainentos y productos manufacturados
que al hacer competencia con los nacionales agrava-
rán más los problemas de la incipiente industria.
Los países coloniales y semicoi:oniales no alcan-
zan a beneficiarse, como los avanzados, de los perío-
dos de boom. Y en los períodos de receso son los más.
afectados; más todavía, cuando el receso comienza
a ser superado en el país capitalista, el efecto del re-
ceso, en el país subdesarrollado, continúa por uno
o dos años más. La explicación es que los países ca-
pitalistas avanzados superan el receso mediante pla-
nes armamentistas y grandes préstamos de sus res-
pectivos gobiernos y no la través de un efectivo au-
mento de producción de bi,ieae?i.de consumo. Esta
superación -que es muy relativa con respecto a la
crisis crbnica y las coi~tradicciunesdel capitalismo-
ni siquiera puede ser abordada por los empobrecidos
países coloniales y semicoloniales.

NUEVAS TACTPCAS DE LOS ENEMIGOS DE

CLASE

6.-En 1'0s tres integrantes del frente coaligado


contra las masas (imiperialisrno, burguesía nacicnal
y burocracia) han surgido tácticas nuevas que es
necesario estudiar.
a) EI imperialismo, especialmente el norteame-
cano, trata de imponer nuevas formas de colonizá-
cón. La más importante es la formación de organis-
mos superest tata les (como la OEA, SEATO, Pacto de
Bagdad) que limitan la independenci'a política de los
paises semicoloniales. De acuerdo a dichos or:anis-
mos- y Pzctos, las naciones quedan obligadas a se-
guir la política internacional del lirnperialismo, a
participar eri la guerra si es necesario, a comprar
armamentos, a suministrar bases militares. Median-
%e estos nuevos planes de sernicolo~riizációiipolítica,
,el !imperialismo trata de concentrar sus fuerzas pa-
s a guerras zonales o mundiales, al mismo tiempo
que asegura los mercados para1su pro~ducciónarma-
mentistia. Además de los planes generales de control
político, el irnperialismol trata de desarrollar planes
de conjunto para obtener el dominio económico de
áreas contj~nentales.Hacia ese objetivo se orienta el
actual proyecto de Mercado Común Africano y La-
Sinoamericano. Esto no significa que el imperialis-
mo en el pasado no tuviera el control de estas &reas;
-si, lo tenia, pero era ejercido por separado, país por
país; no existían organismos económicos superesta-
tales que impusieran obligaciones y restricciones ge-
nerales EL todas los gobiernos. Los nuevos planes de
;semicolonizacliÓn económica tienen como objetivo no
só4o la ampliación de mercados sino también impe-
,dir o neutralizar las medidas de proteccionismo eco-
nómico, control del comercio exterior, balanza de pa-
gos, y sistema cainbiario prefereilcial que han tra-
tado v tratan de imponer los goiYernos "naciona-
lfstas".
Los viejos imperialismos en decadencia tratarán^
de conservar a sus colonias y ex colonias en orga-
nismos de unidiad económica y política, similares al',
creado por Inglaterra; el imperialismo francés ten--
drá más dificultades ya que su tralaicional sistema
de colonización "total" (todas las riquezas y apara-
tos adrni~nistnativosen poder de los colonos france-
ses) ha impedido la formación de equipos burgue-
ses ilacionales de recambio lo suficientemente fuer-
tes como para traspasarles el poder en caso de as-
censo revolucionario de las masas (Indochina en e1
pasado y Argelia hoy día).
b) Las burguesías nacionales, tratan de conso-
lidar su frente contra las maslas. Esto no sig~nifica
que dejen lde buscar su apoyo cuando necesitan re-
sistir ofensivas violentas del imperialismo. Las Con-
ferencias de Bandung y El Cairo refkejan no &lo el
intento de estos sectores de jugar un papel "ineutral"
a escala mundial sino también significan la unidad
de las burguesías para detener elproceso revolucio-
nario en sus propios países y en los vecinos; es-decir,
tratan de encausar cualquier movimiento de libeia-
ción nacional dentro #delos limites burgueses. Esto se
ve bien claro en la política seguida frente a la Revo-
lución Argelina; en los esfuerzos que realizan para
preparar equipos burgueses de recambio que permi-
tan conservar a Argelia de,ntro de los marcos capita-
listas.
C) En la política de la burocracia soviética de
apoyo a las buigiiesías nacionales ha surgido un as-
pecto nuevo. No se trata solamente del apoyo '--
P C a sus respectivas burg~~esí~as "progresistas"
de la ayuda económica de Rusia, China y el resto, de
los estados obreros a los países semi colonia le^ , lla-
mados "neutralez". Los préstamos en dinero, los en,
víos de maquinari'as, .materias primas, armamentos.
y técnicos, n o han sido muy elevados .hasta el rno-,
lnento pero han servido, sirven y servirán para apun-
talar a las burguesías nacionales n o sólo en sus ro-.
ces con el imperialismo sino también en sus esfuer-
zos por detener el ascenso revolucionario lde las
masas.

No se trata de que el trotskismo se oponga p o r


principio a, la ayuda económica o instalación de em-
presas de u n estado obrero en un país sub-desarro-
Iladc. Se pue'de estar. de acuerdo con ello, pero a
condición de que se haga con u n fin revolucionario,
que las fábricas y técn1co.s del estado obrero signl-
fiqiren un ejemplo de producción socialista a la cla-
se obrera del piaís retrasado. Trotsky -en un articu-
1s de crítica a 40s ult.ra2izquierdistas de la opcsi~~ión
d e m a n a que estaban a favor de que el ferrocarriI
Gel Este de China n o fuera de Rusia porque esto sig-
nificaba imperi~alismo-señaló: "Ante todo es abso-
lutamente estúpido afirmar que el Estado proletario
no debe tener ein general empresas (de "conlcesio-
nes"), en otros países. . . Urbahns en esto, seguido
de Luzon marcha suavemente hacia el "socialisma
en un solo paísJ'. La cuestión del estiablecimiento por
el estado o b ~ s ode empresas industriales en los pai-
ses atrasados es una cuestión no solamente de eco5
nomía silno de estrategia revolucionaria. . . El carác-
ter de las empresas soctalistas de este orden, l a direc-
ción que les será fiada, las condiciones de trabajo,
esto debe ser reglado de manera de desarrollar
1á economía y cultura de estos países atrasados con
1izi ayuda del capital, de la tkcnica, de .laexperiencia
dé los estados proletarios más ricos. . . No se trata
de imperiaJismo, no se trata de explotación ni de
opresión; es al contrario, una transformación socia-
lista de la economía mundial. . . ("La Defensa de la
URSS y la Opoisición, 3rO/IX/192:9, en "ECRITSw, p.
283, París 1955).
Por e1 contrarío, la burocracia presta ayuda eco-
nómicia con el objeto de reforzar el poderío de las
burguesías nacionales contra el proletariado y al
mismo tiempo de comprometerlas o neutralizar*las en
el juego diplomático internacional. Asi se confiima
una vez más que el stalinismo sigue comerciando con
lia revolución (mundial.

PAPEL DE LOS PS Y PC

7,-En cuanto a los PS y PhC en la mayoría de


los paises coloniales y semicoloniales no han lagrado
desarrollarse como partidos ,de masas. Sin embargo,
han jugado un papel nefasto por su política de apo-
yo a los gddernos burgueses "pr~gresistas".En al-
gunos paises los PS actúan como a.gerntes directos
del imperialismo constituyéndose en los principales
actores de los golpes de estado pro-imperialistas. En
otros, los PS, reflejando a sectores de la pequeño-
burguesia "nacionaIista" adoptan posiciones más
combativas, aunque siempre dentro de una perspec-
tiva capitalista; en tales casos son admiradores de
personajes como Nasser, Nehru, Sukaimo, Paz Es-
-tm$soro, Arbenz. E s b se produce especialmente en
loa P S menos ligados. a la política de la pro-imperia-
I g t a direcci6n de la 11 Lnternacional,

El papel de los PC es siempre el mismo; sus


%campañas se orientan exclusivamente a acelerar los
-roces entre las burguesím nacionales y' el impkria-
lismo y a agudizar la lucha. inter-imperialista. En
.esta línea de servilismo azite las burguesías na&na-
'les Ilegaií incluso a proclamar la desaparición del
propio PC a fin de facilitar la "Unidad Nacional".
'Por otra parte, es bien conocida el papel de los P C
de las metrópolis; actúan como "ala izquierda" de
-la política colonialista, propiciando la formación de
.organismos mas "demmrAticos" en las relaciones en-
t* el imperis~l~ismo y las colonias. Tal política ha lle-
vado a los PC! $de los paises subdesarrtEl11adosa una
-crisis de estancamiento e incluso de serio debilita-
miorrito en cuanto a lmilitancia; en muchos países
-han perdido gran parte de su base obrera, quedan-
do reducidos a núcleos fundamentalmente pequet
-ño-burgueses.

El hecho interesante es que la actual etapa de


comienzo de crisis de los aparatos sbalinistas g re-
formista~,ha provocado en algunos países la rup-
tura por la izquierda de grupos militantes. Las sec-
ciones de Ba Cuarta i.ntem!acional deben estar aten-
tas para capitalizarlos, sea directamente para el
partido trotsklista o para organismos amplios de
Frente Ui~icoRevolucionario, a fin de evitar su des-
3loralización y atomización.
EL CARACTER DE LAS PROXIMAS LUCHAS
8.-La etapa de la lucha por fa independencia
política continuará en los futuros años, pero no da-
rá la tónica fundamental. La r a z h es que la, mayor
parte de los países coloniales importantes ha con-
quistado ya su independencia, especialmente en el'
continente africlano. Lo básico del periodo futuro se=
rá la lucha de las masas contra el imperialismo en
un doble aspecto: por expropiar las empresas extran-
jeras y por romper los compromisos internacionales-
g pactos Militares que han contraído sus respectivas
burguesías. Por otra parte, el proletariado y la pe-
queño-burguesía empobrecida -que hasta ahora
l-iari, sido utilizados por las burguesías n~cionales-
pasarán a una lucha más activa contra los explota-
dores crioUos y 10s jefes que hasta hace muy poco-
apoyaron. El. proletariado no se detendrá a medio ca-
mino~;animado y fortalecido por sus triu~nfossobre
el imperialismo amenazará las posiciones de los go-
biernos burgueses nacionalistas.
Para ello cuenta c o n un rico bagaje de experien-
cias acumuladas en los Stirnos ailos, entre las cua--
les podemos destacar: 1) En lo que se refiere al im-
pexialkrno: a) la psrticipación masiva en el proble-
ma nacicnaI dsl proletariado, campesinado y peque--
ño-burguesía empobrecida; b) la conciencia de estar
alertas ante cualquier golpe imperialista y la necesi-
dad de defender el país, en tal caso, (con sus propias
armas y manos sin esperar la intervención del ejér-
cito burgués nacionalista ('lndonesia, 1958, Bolivia
1953, 55 y 59, Irak 1959); en tal sentido las masas
hzin avanzado kilómetros en identificar los agentes
nacionales !del imperialismo; c) la conviccibn cada-
vez más arraigada de que la lucha contra el impe-
rialismo debe hacerse más directa, ocupando sus em--
presas; en este aspecto los ejemplos de pais a país
corren como. reguero de pólvora (el caso de la Na--
cionaliz(aici6n de las Minas en Bolivia para los pue-
blos latinoamericanos y el deseo de reconquistar el
canal de Panamá que despertó la nacionalizacián
del canal de Suez); d) el desarrollo del sentimiento.
de unildad continenta'l no sólo en el proletariado si-
no en vastos sectores de la pequeño burguesía. con
el objeto de resistir al imperialismo y reafirmar la
conciencia cont:mental, hecho que se observa (en e1
plano de la super-estructura) en l a tendencia a ha-
cer Congresos latinoamericanos, asiáticos o africa-
nos de Partidos Ailtiimperialistas, de Sindicatos y
Centrales Obreras, de Estudios Sociales, Literatura
o Teatro.
2 ) En cuanto a la lucha cIasísta: a) los esfuer-
zos por rebasar los marcos burgueses (Revolución
Boliviana, Cubana, Argelina, Irak, donde el pioleta-
riado y el campesinado han establecido un poder
dual "por arriba y por abajo"; en ese sentido el ejem-
plo de la Revolución China ha sido decisivo; b) la
folmación de Centrales Obreras y grandes sindica--
tos que tienden a generalizar sus luchas a través de
huelgas nacionales, que superan a menudo el marco,
siindical; e) la tendencia la unir la lucha anti-impe-
rialista con la refoima agraria, no como la pregona=
demagógilcamente los líderes nacionalistas burgue-
ses sino con ocupación violenta de las tierras; desta-
cánidose una vez mas el papel del campesinado en
16s países atrasados; d) el curso generalizado a for-
mar milicias obreras y a desarroilar ba &erra de
'gUerriIlas; e ) la experiencia de que bajo la dirección
burguesa no se mejora el nivel de vida.
Esto no significa que las masas hagan hecho y a
.su experiencia definitiva con las direcciones burgue-
s a o ,pequeño! burguesas nacionalistas. No, todavía
siguen en general a sus falsos líderes. Pero los triun-
fos y las derrotas, especialmente, han agudizado la
lcantredicción perinaneinte entre la dirección.burgue-
.sa y las bases obrera. Ese comienzo de crisis de los
aparatos nacionalistas ha provocada el surgimiento
de tendencias de clase (más centrípetas que centrí-
fugas por el momento) que se desarrollaran a me-
Ididaque los combates Sean más frontales.

EL PAPEL DE LAS SECCIONES DE LA C U A ~ T A

9.-En este proceso, riquísimo en experiencias,


Ias secciones de la Cuarta Iinternacional han jugado
su papel de vanguardia. Es preciso decir que no se
ha hecho toldavia, incluso en nuestro movimiento,
una avaluación de la ayuda real de los partidos
tmtskistas .ai las masas. No se trata aquí de sefialar
algo conocido (la importancia teórica de haber con-
servado los principios revoIucionarios) sino de des-
twar que los cuadros de la Cuarta Internacional, en
este caso los de Izassemicolunias, a itraves de su pe-
netración en el m6vimiento obrero, han ayudado
concretamei~tea las masas st dar pasos progresivos.
en sus luchas nacionaies y sociales. Tampoco se tr-a-
t a de exagerar, ya que lag secciones trotskistas, a.
excepción de Ceylán, no han logrado convertirse en
partidos de masas; pero sí de señ.alai que en muchos
países el programa y las consignas concretas de agi-
tación y acción de los trotskistas tienen una real in-
fluencia de masas.
Avte todo hay que destacar al Lanka Sama Sa-
maja Party, de Ceylán, que en el curso de los últimosa
años ha logrado transfoimarse en el partido obrero
más 'podercso de su país y' controlar así la mayoría.
del movimiento sindical, como se ha demostrado en
la huelga general de 1959. Tampoco nadie puede sub-
estimar la labor que cumplieron los trotskistas de
C M a , Indochina, Indonesia, India, los cuales cola-
boriaron con hechos al proceso revolucionario de di-
chos paises.
Por otra parte, tenemos los ejemplos de la acti-
vidad de las secci~onesde la Cuarta Internacional en
América Latina. El POR boliviano, a pesar (desus de-
ficiencias, influyó e~normementeen el curso de lla Re-
volución, haciendo aprobar primero las revoluciona-
rias Tesis de Pulacayo, antes&, de la Revolución de
1195.2 (Nacionalización de las Minas, Milicias Obre-
vas, Reforma Agraria) y luchando después .por des-
arrollar la R~evolucióncon la perspectiva del golbier-
no Obrero y Campesino. Los trotskistas argentinos
han contribuído decisiva,mente la formación de una
la

tendencia de clase dentro del peronisrno y a infiuir


concretamente en las decisiones y acciones del 1110-
-vimicinto sindical con sus consignas precisas, de agi-
-tación, hecho que ha sido difundido de una manera
decidora por la prensa burguesa argentina quien ha-
bla permanentemente de la influencia trotskista en
*el movimiento obrero. Asimismo ha sido importante
el papel del POR peruano en las huelgas generales
.de Arequilpa y en las luchas del pro\letariado fabril,
mi,neio y de empleados bancarios, particulares y gra-
ficos. El POR chileno en 1957 ha hecho .aprobar en
un Congreso de la Contra1 Unica de Trabajadores los
puntos básicos del Pro,gi.iama de Transición, hecho
muy comentado por los diarios y radios de ese país;
y hoy los trotskistas chilenos influencian vastos sec-
tores en la lucha por la aplicación del programa
aprobedo. Además la actividad en akras nncicnnes
latinoamericanas, asiáticas y africanas.
Es decir, que las secciones de la Cuarta Interna-
cional en las semicolonias no sólo orientian ccn sus
programas revolucionarios sino que cuentan coiz mi-
litantes enraizados en la clase (dirigentes de Centra-
les Obreras, dirigentes nacionales de Federaciones y
grandes sindicatos) capaces de llevar adelante las
consignas y de inf ~uencilargrandes masas. También
ha sido muy valioso el aporte de Ias secciones trots-
kistas de los países ava~izados,(Francia, Estados Uni-
$,os, Inglaterra y Japón).

L A S TAREAS
10.-Considerando que el imperialismo emplea
distintos métodos y' tácticas de colo~nizacióil,las ccjn-
signas inmediatas de agitación y acción deberán ne-
Teesariamenteajustarse a los diferentes sectores zo-
nales. En el contínente africano, sobre todo en el ceil-
tro y sur donde el in~perialismoha podido mantener
todiivia su tradicional sistema de colonización, la ac-
tividad fundamental reside en acelerar la lucha por
l a independencia polltica. En los continentes, como
América Latina y países asiáticos en que la s2mico-
.loilizaciÓn se hace mediante la creación de organis-
m o s supeil-estatales y Pactos Militares, el papel de
:os trotskistas, en cuanto a la lucha anti-iinperialis-
ta, es hacer tomar conciencia la l a vanguardia de que
el país est& siendo colonizado, que ya no es más li-
bre e n sus determinaciones políticas, que depende de
organismos internacienales controlados por el im-
perialismo y que se han firn~adopactos que obligan
al pueblo ia servir de carne de cañón en la futura
guerra que se prepara, De lo cual se desprende que
la lucha anti-imperialista en dichos países se con-
creta. en consignas como: ¡ABAJO la OEA, OTASO,
Pacto cie Bagdad! iRuptura de los Pactos Milibares!
iClcatra la adquisición de armamentos imperialistas!
.¡Fuera las misiones extranjeras! icointia la entrega
be bases militares y minerales radioactiv;:.~! Estas
consignas deben ir ligadas con la de Expropiación
sin pago de las empresas extranjeras.
Asimismo, es necesario desenmascarar e! signi-
ficado de los planes irnperialistas tendientes a for-
rn2r Mercados Comunes, ya sea en Latinoamerica,
Af~fcao Asia. En este aspecto, hay que analizar cui-
dadosamente cuándo dichos planes se convierten en
"bosilierang" pars el propio*irnperialisrno, clebido a
las presiones de las burgue,sias nacionales. Por ejem-
plo, con el Mercado Común Latinoamericano ha
ocurrido el siguiente hecho: el imperialismo yanguf
lo comenzó a alentar en 1956, como ccintraparticia
del Mercado Común Europeo-Africano que propicia-
ba el imperialismo europeo. Pero, aprovechándase de
eso, las burguesías latinoamericanas trataron de
cambiarle el carácter planteando una serie de reivin--
dioaciones continentales y reactualizando tradicio-
nales ,peticiones que vienen haciendo al imperailis-
mo desde hace mucho tiempo. El iinperialismo yan-
qui temió que el tiro del Mercado Comiin le saliera.
por la culata y en la reunión de la C W A L (1959)
dio marcha atrás ,dejándolo prácticamente estan-
cado.
Las secciones de la Cuarta InternacionaJ apro-
vecharán estas coyunturas pasa hacer propaganda
por los Estados Unidos Eiocilalistas del Continmte en
que se plantée el problema y por el e~ba~blecirniento
del control obrero en cada tratado económico que se
firme, señalando permanentemente la necesidad de.
que las Centrales Obreras de cada país se reunan en
Conferencias Sin(dica1esccintinentales para elaborar
un programa obrero y centralizar la campaña anti-
imperialista.
La lucha por la liberación nacional está indiso-
alublemente ligaifa, a la Revolución Agraria. Los últi-
mas años han sido testigos de profund~smovimien-
tos campesinos; los ejemplos más notables son la
Revolución China, Boliviana y Cubana. Algunos par-
tidos "nacionalistas" levantan la consigna de Refor-
ma Agraria a fin de canalizar las masas campesinas
y satisfacer ciertos anhelos pequeño-burgueses de
cambio superficilal de la estructura agraria. Pero u n a
vez en el poder son incapaces de cumplir tal tarea
élemocrático burguesa, limitándose a utilizar a los
campesinos en la explotación {de zonas jam5s culti-
vadas par los terratenientes. El hecho es que e n
ciertos casos, Fa demagogia de los partidos "naciona-
listas" teimina volviénldose contra ellos y la propie-
dad privada. Las secciones trotskistas deben, a tra-
vés de serios estudios, señalar a los trabaja'dores de
de su país los mejores terrenos para iniciar la, Refar-
nla Agraria y* desenmascarar los intentos burgueses
de colonizar áreas inexplotadas con el sacrificio de
los campesinos.

Para cumplir esta lucha contra el imperialismo


y lla burguesía nacional, es tarea fundamentad de las
secciones de la Cuarta Internacional ayudar a la
clase obrera y al proletariado rural a organizaxse
sindicalmente. Si bien el prolet~aria~do 'de ,los países
subdesarrol~ladosha realizado enormes progresos en
este aspecto, no debe olvidarse que está en sus prime-
ros pasos, que e n inuchos países subsisten 10s sindi-
catos por fábrica, sin ninguna ligazón entre ellos,
atomizados. Es necesario! luchar por la organización
de fuertes sindicatos por industria y pox la creación
de Centrales Obreras en cada país y continente. E n
los paises donde el joven proletariado atraviese por
una etapa economista, los militantes trotskistas cola-
borarán en la conquista de nuevas seivindicaciones
económicas y sociales, basadas en el programa de
Transición adaptado a las necesidades n~acionalesur-
gentes, no perdiendo de vista la tarea de elevar
la lucha de las masas al plano político.
LOS MOVIMIENTOS NACIONALISTAS Y LA
ESTRATEGIA REVOLUCIONARIA

111.-Los movimientos nacio~nialistas,sea bajo di-


~ecciónburguesa o pequeño burguesa, han existido
desde fines del siglo pasado. Pero la mayoría de ellos
ha logrado pasar de la etapa ideológica a la de movi-
mientos de masas recién a partir de la primera gue-
m a mundial, Su surgimiento, desarrollo y programa
ha variado de continente a continente. LOS movi-
mientos nacionaiistas que más rápidamente pudie-
ron desarrollarse y elaborar un progiama anti-impe-
rialista más claro y combativo han sido los de las
colonias, especialmente asiáticas. El objetivo directo
de lograr la independencia política hizo prender ace-
leradamente el sentimiento nlacionalista en las rna-
sas. Tal ha sido el casol del Partido,del Congreso en
la India y el de S'un Yat en China y p~st~eriormente
en Indochina. Indonesila, Túnez, Marruecos, Argelia,
etc. En cambio, en los países semicolaniales que con-
servaban una aparente independencia política, el
surgimiento de movimientos nacionalistas de masas
fue más tardío e incluso con iin programa más mez-
quino y timorato, en el que trataba de ocultarse lo
más posible las consignas alnti-imperialistas, Es in-
teresante destacar que en la mayoría de los casos la
lucha nacionalista iba ligadla con un ataque más
frontal a la oligarquía. Más todavía, en algunos paí-
ses, el movimiento de masas anti-oligárquico prece-
dió al movimiento lanti-imperialista, aunque final-
mente terminara por convertirse en una sola uni-
dad. En el grupo en que los rnovii-nientos nacionalis-
%as fueron más tardíos hay que señalar fundamea-
&almente a los países 1atinoa.meriuanos. Aquí, dichos
movimientos comienzan a surgir cuando la, ofensiva
coloniza~ntedel imperialismo yanqui muestra todas
sus garras a partir de la década del 40. Sus principa-
'les exponentes: peronismo, varguismo, Acción Demo-
crática ,de Venezuela', el MNR en Bolivia el belaun-
dísmo en Perú, Arbenz en Guatemala y últimamen-
te el allendismo en Chile.

La mayoría de los movimientos nacionalistas no


han sido acaudillados por las distintas burguesías
nacionales, ni por la industrial ni por la productora
de materiias primas. Los jefes han surgido de secto-
res de la pequeño burguesía radicalizada y de las
Fuerzas Armadas. Claro está que una vez que éstos
han tornado el poder, la burguesía nacionlal se ha
plega'do (por u n tiempo) tratando de obtener el ma-
yor de los beneficios en las negociaciones con el im-
perialismo. Es importante señalar que bajo el alero
de estos gobiennos, que comienzan la desarrollar un
plan de relativo fortalecimiento capitalista controla-
do por el Estado, surgen otros sectores burgueses. Es-
tas nuevas capas, sin el cordón umbilieal que unía
a los viejos sectores burgueses (con la oligarquía y los
restos sernifeudales, y ligadas al "cs~pitalismode Es-
tado", son las que con todas sus deficiencias han tra-
tado de elaborar unla cierta política nacional de con-
junto (Banco Unico del Estado, control de divisas,
cierto monopolio del comercio exterior e interior,
etc.), política que jamás ha obtenido avances sensi-
bles.
No nos detendremos en el análisis del tipo de go-
bierno (bonapartista "sui generis") que adoptan es-
tos movimientos por ser un problema conocido por
el trotskismo. Queremos sí destacar que estos movi-
miento~,para resistir al imperialismo, se han visto
obligados a permitir, bajo su control, el desarrollo de.
las organizaciones sindicales y a hacer participar el
prolebasilado en el problema nacional. Esta necesidad
de apoyarse e n las niasas, ha determinado que se de-
sarrollaran tendencias de clase que permancnternen-
te han tendido a rebasar los marcos del nacionalis-
mo burgués; tendencias de clase que en la mayoría.
de los casas han sido intuitivas, pero ein otras coiis--
cientemente revolucionarias.

Sasa#dosen la teoría de la Revolución Perma-


nente, hemos señalado siempre la incapacidad cle la
burguesía para llevar adelante una lucha ainti-impe-
~ialistlaconsecuente que culmine en la realización de
las tareas democráticas. Ya la historia ha confirma-
do rotundaniente nuestras apreciaciones (Irán, Gua-
temala, Bolivia, etc.). Esto no significa que lla bur--
guesía no tenga roces con el imperialismo. Dichos ro-
ces, por más serios que sean, no niegan nuestra teo-
ría sino aue dialécticamente la confirman, al demos-
trar una vez más que lo que existe entre el imperia-
lismo y las burguesías ilacionales es una unidad y-
no una identidad. Los lectores superficiales de la Re--
volucihn Pern~anent~e habrán sentido conmovida s u
"fe" cuando vieron que la burguesía indú luchaba
por la indzpcndencia política, que Paz Estenssoro
nscioilalizaba las minas, que Nasser retaba a duelo-
al in~perialisn~o nacionalizando el canal de Sucz o'
q u e Castro nacionalizaba las empresas yanquis. Pa-
aa tornar medidas de este tipo, los movimientos na-
cionistas han aprovechado circunstancias excepcio-
nales, como ser: una guerra mundial, una especial
situación internacional que les permitió hacer un
-juego-bo~napartistaa escala mundial entre dos im-
perialismo~o entre el imperiaIisn~oy la URSS.
Las tesis escritas por Trotsky jamás han preten-
,dido negar la burguesía nacionai ni establecer esque-
mas acerca de cuales roces y medidas puede tomar.
_En particular, Trotsky nunca dijo que la burguesia
fuese incapaz de conquistar la iiidependencia políti-
ca. Lo que Trotsky senaló c o letras
~ ~ ~mperecederases
-que la burguesía de los países atrasados, coloniales y
semicoloniales es incapaz )de realizar hasta sus Eilti-
mas consecuencias las tareas danocrático-burguesas
(expulsión del imperialismo, Reforma Agraria, Jiqui-
.dación de los restos semifeudales), y esto ha sido
coiifirmado de manera por demás evidente: la bui-
.guesía indú, para citar un ejemplo, h a conquistado
la ii~depei~deilciapolítica, pero ha sido incapaz de
realizar la Reforma Agraria y de liberarse defii?itiva-
mente del imperialismo, ya que la mayor parte r¿ie
la ezononlia sigue controlada por el capital financie-
-ro inglés.
"Ignorar" los movimientos nacionalistas con
,apoyo de masas es adoptar una posición negativa y
.sectaria que en nada ayuda al proletariado a acele-
rar su experiencia con la direcciCin burguesa. . . "una
vez surgidos los movimientos nacionalistas de masas,
deshacerse de ellos, negarse a apoyar lo que en ellos
hay de progresivo, significa caer en realidad bajo I ~ E .
influencia de prejuicios nacionalistas. . . " (Lenin:
"Sobre el Derecho de Autodeterminación de las Na--
ciones"). Por el contrario, hacer una apología de las.
~nedidasy poses verbalistas de la burguesía ,nacionaI
lleva al oportunismo, seguidisma y capitulacionisrno.
Los mejores ejeinplos de esta desviación, en corrien-
tes pseudo-trotskistas latinoamericanas los han cons-
tituído el grupo Octubre encabezado por Ramos en
Argentina, la tendencia Moller en Bolivia. Su teoría
de la "liberación nacional" los llevó a la capitulación.

Por otro lado, existen corrientes centristas que


pretenden negar importancia a la lucha anti-impe-
rialista, bajo e1 pretexto de que lo básico es la lucha
contra la burguesía nacional. Tales oportunistas ya.
fueron marcados can letras de fuego por Lenin en
el 29 Congreso de la Internacional Comunista. Los
sectarios ( y también los centristas) confunden la
tarea de la liberación nacional con la falsa ''teoi+a''
de la liberación nacional (de los revisionistas del
trotskismo) .
La verdadera posición frente a los movimientos
nacionalistas ha sisdo sintetiza'da en una "Resolución
sobre la táctica de la Internacional Co-munista" I V
Congreso, noviembre de 1922: "En los países colo-
niales y semicoloniales, la Internacional Comunista
ticine dos tareas: a) crear núcleos del PC que defien-
d a n los intereses generales clel proletariado; b) apo-
yar con todas sus fuerzas el movimiento nacional re-
volucionario dirigido contra el imperialismo, Ilegai a.
ser la veunguardiade! este movimiento y poner de re-
lieve y reforzar el movimiento social en el seno del
movimiento nacional". Esta línea fue más tarde con-
firmada por el Segundo Ciongreso 'de la Cuarta In-
ternacional: "En los países coloniales y sernicolonia-.
les, nuestras secciones deben hacer la más amplia y
decidida lucha por todas las demandas democrkti-
cas y nacionales de las masas. Ellas deben organizar
y dirigir las luchas pos estos ~cbjetivos.Deben pe-
netrar toda organización nacional popular y estable-
cer sólidas tracciones dfriltro de ellas, trabaj anda allí
con una laiga perspectiva cuando fuere necesario".
("La siltuación mundial y las tareas de la Cuarta
Int@ríiacionall',resolución, abril 1948).
El problema es determinar cómo se da ese apo-
yes. 211primer lugar, el Partido Revolucionario debe
dzr apoya incondicional a toda medida que signifi-
que EZI paso real lnacla la liberación ,nacional. Así
ccmo los trotskistas estamos por la defensa incondi-
cional de los sindicatos, de la URSS, Yug'oeslavia,.
China y las "deniocracias populares1', estamos tam-
biéi; por 12 defensa incondicional de la India Inde-
peiicliente, de la Rev. Argelina y de todos los pueblos
oprlsnidos. Pero bien sa~bemosque una cosa san los
sindicaicls, los estados obreros y la Revolución colo-
nial, y otra sus direcciones: la burocracia sindical,
l a bilrocracia stalinista, y la dirección burguesa y
pequeño burguesa. A ellas: nada de apoyo incondi-
cicila?, sólo luclia a muerte.
El apoyo a un i~iovimientonacional burgués o
pequeño burgués no debe darse jamás en bloque,,
porque cso significaría e x t e ~ d z run cheque en blan--
e o a todos los actos de la burguesía y a su política
de conjunto, entre ellas la represión al movimiento
obrero. No debe otorgarse ninguna confianza a1 go-
bierno burgués nacionalista. El apoyo que hay que
practicar a toda rnedida anti-imperialista es impor-
"Lte tratar de hacerlo con métodos clasistas (huel-
gas, paros parciales, manifestaciones, formación de
milicias obreras para defender al país del imperia-
lismo, etc.), todo lo cual dependerá del estado de
ánimo de las masas. No se trata tampoco de aplicar
el tan mentado "apoyo crítico" al gobierno. Tal posi-
ción por más critica que sea, significa en los hechos
apoyo a la política burguesa en su conjunto. Esto no
quiere decir que es necesario estar contra toda apli-
cación de la línea de apoyo crítico; puede aplicarse
frente a una carididatura sindical, o política, o iza-
eionalización con pago, etc.
El problema es cómo, cuándo y dónde el Par-
'tido Revolucio,nario debe acompañar o integrarse al
movimiento nacionalista.
El entrismo o Partido Independiente n o son
hormas que puedan entrar en todos las zapatcs. Asi,
el misnio Engels, mientras por u11 lado recomendaba
.el entrismo a los alemanes en las organizaciones
obreras que cornenzaben a formarse en Norteaméri-
ea y 10 practicaba él también junto con Marx en el
Partido Democrático Alemán, por otro lado aconse-
jaba al P. Socialista Italiano "apoyar todo movi-
<miento popular verdadero. . . ,pero proclamar abier-
tamente de que intervenimos como partido indepen-
diente, aliado momentáneamente a los radicales y
republicanos. . ." (Carta a Turati, 1894).
juicio: a) de la fortale-
Todo depende a ~nuest~ro
-za del Partido Revolucionario, b) de si surge junto
al movimiento nacionalista una poderosa o embriona-
ria corriente de clase; c) de si el movimiento nacio-
nalista pro-burgués ha logrado un apoyo total y ab-
,soluto del proletariado impidiendo el desarrollo de
-una organización clasista independiente; d) de có-
mo está integrado el movimiento nacionalista, si de
u n sólo partido o de un frente de partidos.

Si el partido revolucionario es un organismo


conocido pos las masas, con fuertes raíces en el pro-
letariado y sus organizaciones sindicales, si tiene
apoyo de masas, no cabe la línea del entrismo sino
una aplicación dinámcia del Fre~nteUnico Antiim-
pesialista, línea recomendada por Lenin a los PC de
,Oriente y muy factible también de ser aplicada por
>elpartido trotskista de Ceflán (LSSF).

Si dentro del Frente Nacional o paralelo al mis-


mo, hay partidos, Comités Obreros o grupos que es-
bozan una orientacián de clase, independiente del
-resto de los partidos que actúan junto a la mayoría
burguesa, el partido trotskista aunque pequeño no
debería hacer entrismo sino una política de Frente
'Unico Revolucionario con dichas corrientes a fin de
desariollar o preservar los embriones de tendencias
,de clase, de organización independiente de clase. Es-
te F.U.R.sería el encargado de realizar leli Freinte
Unico Anti-imperialista con las corrientes naciona-
list,as.
La línea de entrismo es recomendable en aque-
llcs países en que el movimiento nacioilalista tiene
un ,apoyo tan absoluto del proletariado que impide
el desarrollo de todo embrión 'de organización in-
dependiente .de clase. Tal fue la línea de Engels e n
los países arriba mencionados y tal es el caso de
nuestros camaradas en Argentina dentro del pero-
nismo.

Para llevar adelante esta política revolucioilaria


es de decisiva importancia saber aplicar el FRENTE
UNICO ANTI-IMPERIALISTA, en los distinos casos;
ya sea cuando el imperialismo lanza una ofensiva a
a d a r golpes de estado (ej. contra
fondo te~n~dienite
Mossadegh, Ferbn, Arbenz, Egipto, etc.) ; cuando el
movimiento nacionalista en el gobierno pr0met.e me-
didas anti-impeiialistas o cuando este movlmien!~
las agita en la oposición,

En tal sentido, nu~straexperieilcia es muy es-


casa. Peso una cosa se nos aparece clara: Ira actividad
no debe centrarse en la crítica negativa sino en las
acciones en comírn, a fin de acelerar la experiencia
de las masas con la dirección naciozal-burguesa.
Esto es psrticularmente importante en la clase obiv-
ra de los países coloniales puesto que la mayoría de
sus integrantes, recién venidos del campo, no 1;ienen
una tradición política ni sindical. Si el proletariado
cree que el movimiento nacionalista va a realizar la
expropiación de las empresas extranjeras, la ruptu-
ra de los pactos militares o pro-imperialistas, la re-
forma agraria, fetc., lo más efectivo es proponer ac-
cciones concretas para exigir el cumplimiento de ta-
les niedidas. En una palabra, no decir, no vale la pe-
na hacer acciones comunes lporque el gobierno bur-
gués no va a cumplir sino: luchemos juntos para que
tales metiidas se cumplan, advirtiendo que sólo la ac-
ción independiente de la clase poiira concretarlas.
Incluso el tono de la crítica al movimiento na-
cionalista debe ser muy sopesada, en el caso de que
las masas 10 sigan totalmente. Sin capitular un cen-
tímetro en el contenido de las posiciones revolucio-
narias, explicando de manera propagandística el ori-
gen de las limitaciones burguesas, se deberá estudiar
cuidadosamente la forma, de manera tal que el nú-
cleo revolucionario no choque con e1 sentimiento pri-
mario de las masas sino que las influencie realmen-
te. La cuestión es saber tomar las consignas dema-
gógicas de la burguesía y ,agitarlas hábilmente pa-
ra que el proletaria~dohaga la experiencia "en ca-
1ien.te" o en el mejor de los casos las haga cumplir,
volviéndolas contra las intenciones de la propia
burguesía.
Es más hiporeante una sola acción conjunta de
la clase que signifique un paso real en su expesien-
cia que mil artículos de crítica. Por otra parte, es sa-
bida que la política de Frente único se hace l ~ á s
dinámica en un proceso revolucionario que en un
período de descenso, y que el tono de la crítica se
debe levantar e n la medida que las masas vayan
aband~nanclos u confjanza en el movimiento nacio-
nal burgués. En tal czsn habrh que distiilguir cui-
.idadosamente cuando la clase obrera (avanza de ma-
nera conjunta en la experiencia o si solo son esca-
sos los sectores qiie se v2.n desengañando. No olvidar
jamás que sólo la unidad sindical y política de los
trabajadores puede imponer cambios decísivcs,

Enfrentadas a tan grandes tareas (Frente Uni-


co Anti-imperialista, formación de amplias tenden-
cias de clase, Frente Unico Revolucionario y cons-
trucción de partidos obreros de masas), las seccio-
nes de la Cuarta Internacional deberán más que
nunca elevar el nivel teórico de sus cuadros, conser-
var runa férrea 'disciplina interna y' de fraccibn, y
publicar permanentemente una revista o periódico
con las posiciones trotskistas que no pudieran salir
publicadas en los organismos amplios ea que se ac-
túe. Las características especiales que en cada país
pueda adoptar esta orientación general, deberán ser
materia de cada sección y dirección regional, prece-
dida de una amplia discusión y ~ma.duraciónde Ics
.cuadros.
CHILE: la situaeibn general
tareas
B.- FARACTERIZACION DE LA PRESENTE
ETAPA
El periodo actu81 es parte integrante de la eta-
pa que se inició a pantir de la derrota de la huelga
general del 9 de enero de 1956. La etapa kiene u n
carácter defensivo. El retroceso iniciado en 1956,
despues 'de haber vivido una situación pre-revolucio-
naria en 1955 no ha seguido un curso uniforme. A
principios de 1957 hay un rebrote que culmina en
las jornadas de abril, hecho esporádico de combate
callejero de sólo u n sector de la clase que no bastó
para el reflujo. Entonces (1958) se inicia
la campaña presidencial. Ella significó un repuate
de la clase trabajadora, que no habiendo encontra-
do una salida a través de la lucha sindical comenzó
un proceso de politixación. Terminada la campaña
con el triunfo de la oligarquía y el imperialismo, se
abrió u n nuevo período. Este se ha caracterizado por
la violenta ofensiva que ha desencadenado la bus-
guesía y el imperialismo; por la ofensiva más abier-
ta que hayan experimentado los trabajadores desde
hace mucho tiempo. El plan de estabilización se es-
tá imponiendo mediante la utilización de tados los
medios. El gobieino, consciente de la debilidad del
movimiento obrero, se ha lanzado a aplastarlo a fin
de aprovechar la "paz social11que se origine con la
acentuación del retroceso de las masas. Ea contra-
.dicción fundamental es Imperialismo, Gobierno, 01i-
garquía (a la ofensiva) contra movimiento anti-im-
perialista y obrero (a la defensiva). Las masas tra-
bajadoras trataron a principios de 1959 y desde ene-
ro a junio de 1960 de enfrentar la ofensiva oligár-
puico-imperialista, pero se han visto obligadas a re-
troceder, debido a la nefasta dirección de la mayo-
a la CUT y el FRAP,
~ í de
De todos mu~clos,obreros campesinos y emplea-
dos no han sido derrotados en una batalla frontal y
general. Durante 1g160, han demostrado en huelgas
(parciales) que están dispuestos a enfrentarse al go-
bierno de los gerentes.

2.- CARACTER DEL !GOBIERNO Y AVANCES DEL


IMPERIALISMO

El gobierno de Alessandri es pro-imperialista y


oligárquico. Representa en su conjunto a todos los
sedores de la burguesía, sin ser representante ex-
clusivo de ninguno en particular. De allí sus arres-
tos de autocalificarse "i,ndependientewy, su juego se-
rnibonapaitista. Si bien la Derecha ha triunfado no
ha podido imponer sus planes en beneficio exclusi-
vo de los latifundistas, como lo hubiera hecho hace
25 años, Ahora los terratenientes (para evitar el
triunfo del movimiento popular) se vieron obliga-
dos a transar con la burguesía industrial. De allí los
roces que existen entre ellos, comerciantes y otros.
El cuadro se hace más contradictorio porque 1;s
burguesía en su conjunto no vió otra salida que en-
tregarse atada de pies y manos al imperialismo yan-
qui. El gobierno de Alesaandri es el gobierno más
pro-imperialista que ha tenido ChiIe en los últi~mos
25 años. Los gobiernos anteriores, sin ser anti-impe-
rialistas, por lo menos trataron de negociar; ahora
se pretende entregar hasta el petróleo y la electrici-
dad, lo que ningv~ngobierno anterior se había atre-
vido a plantear. La colonización yanqui avanza en el
país. El enfeudamie~todel gobierno a las deciriones
de la OEA, el libre comercio (la liquidación de he-
cho de INACO), el alzla del dólar, los préstamos ex-
tranjeros a alto interés han acentuado la sernicolo-
nización económica y política de Chile.
Este acentuamiento de la semicolonización no
ha encontrado en sectores burgueses la resistencia
que se ha visto en otros países como Argentina y Bra-
sil. La razón estriba en que Chile no tiene gru-
pos burgueses fuertes que produzcan para el merca-
do mundial y que estén ligados a otros impe~ialis-
mos. Un pequeño sector de burguesía productora de
cobre y salitre cubre solamente el 10% de la pro-
ducción (el resto está en manos imperialistas); ese
sector, representado por Cuevas Mackenna ha ofre-
cido cierta resistencia pero es muy débil. Por otra
parte, la burguesía industria1 (especialmente semi-
pesada) ha preferido entrar "en sociedad" con el
imperialismo entregan~doparte cle sus acciones a ca-
pitalistas yanquis (caso Huach'ipato), anticipando-
se así al curso que han seguido sectores burgueses
de industria pesada de otros paises latinoamerica-
nos. En cuanto a la industria liviana (que traba-
ja en este psís exclusivamente para el mercado in-
terno, ha sufrido cierto impacto con el Pian.:
de Estabilización (sin desarrallo), con el alza del
dólar, la restricción de c~éditos,la baja del poder
adquisitivo de las masas. Pero hasta el morriento not
se ha opuesto al Gobierno y al plan jraizqui; el go-
bierno por su parte ha tratado de compmsarlo mo-
rigeiando la entrada de pi'oductos extranjeros que
puedan hacer competencia a los nacionales. Refe-
rente a los importadores, estos menos que nadie pue-
den oponerse al plan imperialista; en el fondo han.
sido favorecidos al haberse quitado atribuciones a
INACO, y otros organismos de cierto control estatal
del comercio.
En síntesis, n o hay en el p a sectores
~ burgue--
ses importantes que se opongan al Plan Colo-ni~a~n-
te del imperialismo. Desde ese punto de vista, el go-
bierno es estable; ademks del apoyo de la burguesía.
y el ejército cuenta con el respaldo' total del irnpe--
rialismo.

3.- EL MOVIMIENTO NACIONALISTA

La Oposición al Plan Imperialista se dla funda--


mentalmente en lla mediana minería, en los sectores
más débiles de la industria neci~nal,en ciertos sec-
tores de la pequeño burguesía ciudadana y la clase
obrera. El allendismo fue su bandera. El allendismo
fue la corriente nacionalista más poderosa que se ha
formado en Chile. Los esbozos nacionalistas que van
desde el Frente Popular hasta el ibañismo no logra-
ron sedimentarse en una organizacióin sólida v per-
manente. En tal sentido se dio un salto cualitativw
con la creación del movimiento generado en torno
a la ~an~didatura Allende. Es includalble que este re-
agrupamiento ha sido producido por la agudización
del Plan Yanqui. No es por casualidad que encon-
tramos bajo la misma bandera a los sectores nacio-
nalistas que acuinpañaron a Ibáñez en sus primeros
años de gobierno: el Partido Socialista Popular, hoy
unificado con el PS Ch., el ala más populachera de1
ibaiíismo (Foncea, Mamerto), los medianos mineros
dirigidcs por Cuevas Mackenna y pava completar el
cuadro Volpone, Tarud y' del Pedregal; ju11t.o a ellos
u n ala del Partido Radical Doctrinario, dirigida por
Rudecindo Ortega y otro desprendimiento del rad:-
calismo (IRA). Todos apoyados por el PC.
Frustrada .la formación de un organismo de ma-
sas (como fue el allendismo), el movimiento nacio-
nalista se ha reducido hoy al FRAP.
La especificidad del movimiento naciomal en
Chile es que está compuesto fundamentalmen-.
te por los dos partidos llam~ados obreros: PC!
y PS, Por lo tanto, no estamos, como en otros
países latinoamericanos, en presencia de un inovi-.
miento nacionalista dirigido por un sector burgués..
Aquí en Chile, la dirección está, en manos del PS y
PC y las 4/5 partes de l a s bases #militantesla apor-
tan dichos partidos. Esta particularidad ha confun-
dido a muchos y ha llevado a los pablistas, eternos;
seguidistas y capituladores, a caracterizar el allen-
dismo y luego el FRAiP como un movimiento de
clase, como el Frente Unicu Proletario. Esta espe-
cificidad del mov. nac., hay que tomarla muy en
cuenta par3 combinar las tareas nacionales con las
de clase. En síntesis, el mov. nac. (FRAP) tiene no
una dirección esencialmente burguesa sino peque-
iio-burguesa. "Su "ala izquierda" es la base del PS.
El FRAP no ha logrado desarrollarse como gran
movimiento de masas; en las Últimas elecciones ob-
tuvo muchos miles de votos menos que con Allende;
comparando con los votos sacados pos los partidos
burgueses de derecha y de centro, el FRAP sólo cons-
tituye 1/4 del electorado,
4.-EL MOGTIMZENTO OBRERO

La lucha presidencial provocó u n proceso de po-


litización en torno ,a la candidatura Allende de las
nuev~as capas obreras (especialmente proletariado
industrial) y del cainpesinado; Pero, la frustración
de un movimiento allendista amplio que abarcara el
FRAP y los trabajadores independientes (que eran
3.0s más), im,pidió que estos siguieran su proceso de
politizacihn. Las masas no se fueron al FRAP porque
.se consideraban allendistas y no frapistas. Luego s ~ ?
produjo un desplazamiento hacia lo sindical, hacia
1.a lucba por problemas de mejoramiento económico,
"tal como nosotros lo habíamos previsto en las tesis
de 1959. Esto n o significa que el proceso de politiza-
ción se haya cerrado definitivamente, pero la lucha
s e ha dado en los últimos dos afios fundamentalmen-
t e en el plano sindical.
Durante los cuatro primeros meses del presente
año, los tiabajzdores presentaron combates impor-
%.antespara enfrentar la política de congelación de
&sueldosy salarios del gobierno. El. 2 9 Congreso CUT
(Diciembre 1959) acordó que la lucha debía darse
en (b-asea PLIEGOS UNICOS por industrias, pero la
mayoría de las Federaciones no fueron capaces de
concretai-los; entonces se plantea la línea, de los Plie-
gos Simultáneos. A pesar de eso, los obreros siguie-
ron luchando y presentando pliegos que alcanzaron
unos 150.000 ti-labajadores. Era la lucha de u,n sec-
tor importante pero no de todos. Viene así la prepa-
ración del PARO GENERAL del 17 de Marzo, el cual
termina por convertirse solamente en PARO de las
Federaciones en conflicto. Durante unos días el sec-
tor obrero baja la guardia a pesar que del combate
del 17 de Marzo no salió nocaut ni mucl-io menos. El
gobieriio se juega entero sabiendo que lia entrado
en el momento critico: impone el arbitraje, ofrece
mediadores, otorga aunlentos a militares y rnédxos,
etc. Pero los trabajtadores n o estaban dispuestos a
aceptar el 1 0 % sin combate. Y el 2 de Mayo se !m-
zaii de'nuevo a la pelea las metalúrgicos, ~lectricilad,
Gas Agua Potable, Telefónicos, Cobre; pero después
de una serie de capitulaciones de sus dirigentes,
vuelven al trabajo logrando un poco más de lo que
el lgobierilo ofrecía, pero muy lejos de sus aspira-
ciones.
Este proceso de reanimación del rnovimisaLo
.obrero ha terminado con un saldo desfavorable. La
pelea por los reajustes se dio en el terreno que el go-
bierno y la burguesía impusieron. En tcdos los fren-
-tes de combate los obreros fueron obligados a retro-
.ceder, con el agravante de tener que perder 1s di-
-recciÓn de sus sindicatos e n forma total y pai'zial
en metaliirgicos, Telefónicos, Química. La nlaj'oría
frapista de la CUT le hizo el juego a los patrones y
al gobierno al negarse a que los obreros luchaiaii
porque hubiera una rnovilizacian de conjunto a tra-
vés de un proyecto de ley general de reajustes. Los
obreros mostraron 'más lalto nivel de combatividad
del que nosotros calculábamos, como fue el caso dz
la heroica huelga de los 2.750 obreros metalúrgicos
de Mademsa y Madeco. C~ntradictoriament~eesta
gran huelga, con importantes luchas callejeras, s e
d3. precisamente en momentos en que se acentuaba.
el retroceso.
Actualmente los trabajadores sienten más des-
confianza que nunca respecto de sus direcciones. La.
OUT y sus Federaciones han quedado más esquelb-
ticas. Los gremios industriales siguen atomizados
con sus sindicatos pcr fábrica.
La vanguardia está inorganizada, atonlizada,
sin estructura definida. Está en los sindicatos, in-
tegrada especialmente por obreros independientes
sin partido y por obreros s~ci~alistas de base. Ante
el actual retroceso, el número de activistas ha dis-
minuido en forma alarmarite. Las asamb1e:s sindi-
cales se hacen c0.n el tercio del personal en el me-
jor de los casos. LOS)dirigentes de base no van 13los.
ampliados de gremio. La vanguardia, sin embargo,
ha tomado conciencia de que los combates aislados,
por gremio, n.o conducen más que a derrotas; se han
dado cuenta de 1s necesidad de concretar los Plie-
gos Unicos y el eindioata Unico, y por eso siguen
hregando.
U;mi sector de esta vailguasdia, socialistas de ba-
:se, ha comenzado en forma inorganizada, sin liga-
zón unos con otros, a hacer una serie de críticas a
su dirección exigiendo la aplicación de la política de
Frente de Clase. Creemos, sin exageración, que es-
te es el comienzo de una crisis dentro del reformis-
mo (PS). Este choque entre la base y la dirección
-producto de todo el último proceso objetivo de lu-
*chas- ha alcanzado incluso 'a algunos -muy po-
cos por cierto- militantes com~ñistas.No está de-
más seíialar que durante los últimos años se producen
desprendimientos *delPC, por la izquierda (caso gru-
po 2 de Abril y Movimiento de Trabajadores Mas-
xistas).
Párrafo aparte merece la situación del campesi-
nado chileno. Su decisión de romper los viejas temo-
res del pasado al votar masivamente por Allende en
1958, su actual proceso, aunque lento de organiza-
eión sindical, su aspiración de llegar a poseer la tie-
rra que trabaja "POR LA R.AZON O LA FUERZA"
expresado en la Conferencia Interprovincial CUT de
las 10 provincia del Sur (1960), su simpatía por la
Revolución Agraria de los guajiros cubanos, nos in-
,dica que hemos entrado ya en la etapa del despertar
del campesinado.
La ,gran tarea es organizar ial proletariado ru-
ral y a los pequeños campesinos. En el país existen
más de 100.000 obreros agrícolas y 25,0.000 inquili-
-nos de los cuales solo un 1% es sindicalizado, y es-
to por dos razones: una, pos el escaso desarrollo ca-
pitalista de la producción, que determina una baja
concentración obrera en cada una de las explotacio-
nes agrícolas, (promedio 8 obreros por establecimien-
to) en 13.000 fundos no hay ni siquiera el mínimo-
(25 obreros) para formar sindicato; sólo en 1.008
fundos hay un número superior a 25; la otra ra-.
zón, la constituye el tipo de legislación sobre sindica-
lización campesina que trabq totalmente la posibili--
dad de organizarse.
En cuanto a los pequeños propietarios (unos'
180.000 sin contar sus familiares) su organizaciórr
es mucho más difícil aún; algunos de ellos han co-
menzado ya a reunirse a través de pequeñas coope--
rativas.
Por otra parte, hay que seguir con atención la-
evolución del sector mapuche. Su número (unos
250.000) no es muy ,grande, pero la unildad de su ra-
za y sus reivindicacianes (comunitarias, de tierras
despojadas, etc.) que vianen sosteniendo desde hace'
muchas décadas les da una fuerza tal que pueden
jugar un papel importante #enlas futuras moviliza--
ciones.
Esta situación general se h a agravado con un he-
cho coyuntural cuyas proyecciones todavía no se han
apreciado como corresponde: nos referimos al desas-
tre nacional acaecido a raíz de los terremotos y ma-
remotos de Mayo de 19160. El campesinado ha siclo e1
sector que más ha sufrido las consecuencias. No es.
por casualidad entonces que a partir de la segunda:
mitad clel año haya comenzado a mostrar sus inquie-
tudes asistiendo como nunca a concentraciones pú-
blicas del Sur.
5.-PERSPECTIVAS INMEDIATAS

La burguesía chilena ldesde hace unos meses se


ha mostrado dispuesta a cerrar su período de depre-
siíhn iniciado en 1956 con la Misión Klein Sacks, pe-
ríodo caracterizado por: el cierre de numerosas in-
dustrias que provocaron un altísimo porcentaje de
cesantía (un 15% aproximadaamente),la restricción
del crédito y falta de medios de pago, deflación brus-
ca, escasos laumentos de salarios, nivelación del dó-
lar. La política de estabilización (sin desarrollo) im-
puesta por dlessandri produjo algunos roces inteill
burgueses, pero en general fue aceptada por la bur-
guesía porque determinó una relativa estabilidad
económica, del país. La burguesía en los últimos me4
ses ha iniciado un nuevo período c a r ~ t e r i z a d opor
un desarrollo aunque lento de su aparato producti-
vo. Las estadísticas indican que en los Últimos 6 me-
ses la producción de hierro subió en un 2176, la de
acero en un l o % , la de cobre en un porcentaje simi-
lar, petróleo en v,n 15%; incluso la producción de la
industria manufacturera ha aumentado, aunque e n
menor porcentaje. La burguesía h a iniciado este
nuevo ciclo económico de relativísimo desarrollo ha-
ciendo nuevas inversiones, para lo cual h a bajado
la tasa de interés bancario a un 16% (en el rnomen-
t o de mayor depresihn esta tasa subió hasta más del
2 0 % ) y se han abierto algunas compuertas del cré-
dito, Para comenzar este ciclo la burguesía cuenta
con un enorme ejército industrial #dereserva; es asl
que está tomando nuevo personal a ~bajisimosalario
(al mínimo de 880 pesos diarios), lo cual aumentará
la plusvalía y por consiguiente la tasa de ganancia.
Todos los portavoces del capibalismo -desde El Mer-
curio hasta las recientes convencioines de la Sociedad
de Fomento Fabril y Nacional de Agricultura- co-
inciden que ha llegado el momento de dar mayor
impulso a la producción; es decir, coinciden en que
es necesarila una política de estabilización pero con
desarrollo. Eso quizá sea el significado profundo de
la caída del ex-triministro, el "Ruca" Vergara.
Los sismos de Mayo contradictoriamentz favore-
cieron el plan burgués de iniciar un nuevo ciclo eco-
hómico. Por un lado provocaron grandes pérdidas
.materiales y afectaron seriamente a vastos sectores
pero por otro, aceleracon la cesantía (lo cual conve-
nía a la burguesía) e impulsaron la necesidad de ha.-
cer un plan de rehabilitación. El Plan de Recoiistruc-
ción del Sur ha servido en el fondo para reconstruir
a la propia burguesía y sus nuevos planes. Para ello,
e1 gobierno ha utilizado ayuda extranjera y ha teni-
do el cinismo de exigir que los obreros, campesinos
y empleados, contribuyan con el 1% de sus salarios
a l plan burgués de reconstrucción. En sintesis, el
Plan de Reconstrucción del Sur (que no es para re-
construir la zona devastada sino para entonar la eco-
nomía capitalista en su conjunto) significará una
gran ayuda coyuntural para afirmar el nuevo ciclo
abierta de aumento de la producción.
Sin embargo, este desarrollo tiene muchísimas
limitaciones. Hemos insistido mucho en 1.0 de relati-
vo porque este momento de cierta mejoría capitalis-
ta en el plano nacional coincide precisamente con los
signos de una nueva "recesión" económica (o en el
mejor de los casos, estancamiento) en Estados Uni-
d a . El descenso en la producción yanqui de maqui-
narias ha determinado por de pronto una baja del
-precio del cobre, lo cual hará un serio impacto en la
.economía chilena. Y por eincima de todo, cuando ha-
blamos de limitaciones nos referimos a la crisis gene-
ral de estructura del régimen capitalista mundial y
chileno, cuya muestra es una producción agraria
psácticamsnte estancaida desde la década del 30, lo
rilismo sucede en la minería (con recientes subidas
,en el cobre, hierro pero una baja en salitre y carbón)
y la industria que después de un relativo auge des-
de 1940 a 1953 ha !bajado su producción en los Últi-
mos años.
En síntesis, las perspectivas para el próximo año
son de un cierto período de aumento' de la produc-
ción capitalista en el país y una pequeña absorción
d e la cesantia; los planes de desarrollo traerhn con-
sigo un leve proceso inflacionista.
El PC y PS y otras corrientes de oposición no
han querido ver esta nueva realidad, pues para sus
fines electoreros les conviene decir que la situación
económica 'del país se h a agravado. Para nosotros,
-10s revolucionarios, este relativo repunte de la eco-
nomía no nos sorprende ni nos hacer perder las pers-
pectivas revolucionarias. Sabemos que la burguesía
siempre encuantra una ultima salida a sus proble-
mas económicos, mientras no sea derrocada por el
proletariado. Tanto inaugura un período de depre-
sión como de auge, si ello conviene a sus intereses.
Y en Chile, la burguesía ha logrado imponer la de-
presión y ahora un relativo auge porque la clase
obrera, traicionada por su dirección PS y PC, ha si--
d o incapaz de derrotarla.
Precisamente, el nuevo ciclo de cierto desarrollo
que se ha abierto y que cantinuará en los próximos'
meses, en lugar de desvanecer las perspectivas de lu-.
chas revolucionarias las acrecienta. En primer lu--
gar, permitirá incorporar ,a la producción miles de
cesantes, que de esa manera levantarán su moral y -
engrosarán las filas de los trabajadores organizados;
en segundo lugar, estos mismos obreros, que se vie-
ron obligados a, vender su fuerza de trabajo a bají-
simos salarios, comenzarán, junto a los antiguos, a
través de pliegos de peticiones a exigir nuevos au-
mentos; en tercer lugar, habiendo 'más demanda de,
brazos todos los obreros lucharan más resueltamen-
t e sin temor a perder su trabajo, temor que hemos
observado como seria traba en las luchas de 1959 y
1960.
El gobierno seguirá firme con su línea de mano:
firme contra el movimiento sindical. A los trabaja-
dores no les espera un periodo reformista. La bur-
guesía tratará de aprovechar su relativa victoria so-
bre los trabajadores en el último proceso de luchas,
a fin de acentuar su ofensiva. Aprovechándose de es-
ta situación objetiva, el gobierno abrirá más aún las
puertas al avance de l(a colonización yanqui. En e1
plano político electoral impedirán los pactos a fin
cle disminuir la cuota parlamentaria del FRAF.
I,o más probable es que esta ofensiva del ,gobier-
n o pro-imperialista y oligárquico provoque una re-
iaccióa de autodefensa, en el FRAP (especialmente
PS) y en la CUT, juganjdo las bases un importante
papel. Este proceso originará luchas serias; las di--
recciones burocráticas pretenderán circunscribir la:.
luchha dentro del plano legal y electoral y eso provo--
cará nuevos enfrentamientos y choques con sus ba-
ses. El proceso de la Revolución colonial y Latino--
americana, especialmente la Revolución . Cubana,.
agudizará la lucha de las bases contra sus aparatos
burocráticos.
A fin de año y principios del que viene se acele- -
rarán las movilizaciones de trabajadores por nuevos'
reajustes de salarios. La situación de los trabajado-
res del Norte, Centro y Sur del país (que en los ú1-
timos paños h a n perdido más del 50% del poder ad-
quisitivo de sus salarios), el problema habitacional
y de trabajo que ha provocado el sismo en el sur, las
nuevas aspiraciones del campesinado, las expeiien-
cias que han hecho los trabajadores con las luchas
aisladas de los últimos años, todo en fin, hace presu-
mir uue se avecinan luchas de gran envergadura en
el país.
Como estas luchas entroncarán con la campaña
electoral para elegir nuevo parlamento en marzo de
1961, alertamos a los trabaj.ad0i.e~que los partidos
del FRAP tratarán de >desviarlospor dicha vía elec-
torera.
6.-TA'REAS PARA LA CLASE
Las tareas generales para la clase son eminen-
temente defensivas: a) prepaias el combate de con-
junto para fin d,e !año por aumento de salarios, asig-
nación familiar igualitai'ia, etc. a través de un PIJE--
.GO NACIONAL CUT; b) agitación coi~trael plan del
,gobierno de reconstrucción #del Sur, en especial en
lo que se refiere a impuestos indirectos y nuevos des-
cuentos; que los trabajadores del Sur se movilicen
exigiendo viviendas y trabajo a través de Cabildos
Abiertos de Si,ndicatos y Poblaciones; c) desarrollo
de la unidad de acción a través del Pliego Unico; d)
promover conferencias o congresos por gremio a tra-
vés de Comités pro-Congreso integrados por sindica-
tos bases. Bay condiciones para ello en metalúrgi-
cos, construcción, textiles por el descontento respec-
to de las direcciones de las Federaciones; e) forma-
ción de Comités en Defensa de la Revolución Cuba-
na en las fábricas y poblaciones; f ) movilización po-
pular contra el Nuevo Trato a las Cías. del Cobre,
segun el cual se congelan los tributos durante 20
años; contra la entrega del petróleo, ,hierro y otras
riquezas; contra la OEA y el Pacto Militar; denun-
ciar apoyo del gobierno a EE. UU. en su siniestro
plan co,ntra Cuba.
En cuanto al campesinado, hay que comenzar a
movilizarlo por las siguientes consignas: sindicaliza-
ción, uni&ad de acción del proletariado rural por el
aumento del vital campesino móvil; a los campesinos
pobres hay que plantearles la lucha por el aumento
de regalías, condonación de deudas e hipotecas, ba-
ja de arriendos, construcción de viviendas; hay que
apoyas e impulsar las aspiraciones de rnapuches de
entrega de las tierras despojadas.
Es necesario hacer a corto plazo experimcias de
.scupación de tierras. Una experiencia de ocupación
bien hecha (aunyue sea local y pequeiía) ,Será rápi--
damente asimilada por el resto del campesinado. En-
tal sentido hay que agitar decididamente el progra-
rna aprobado eil la Conferencia Interprovincial CUT
de las 10 provincias del sur ("LA REFORMA AGRA-
RIA POR LA RAZON O LA FUERZA").

7.-LUGAR DE TRABAJO PREFERENTE DEL


PARTIDO

Nuestros militantes deben penetrar, nuclear y-


organizar la vanguardia que se da en los sindicatos-
industriales, especialmente independientes. Ea tarea.
básica sigue sieil.do organizar la vanguardia en un
organismo tipo Izquierda Sindical; aunque momen-
táneamente, por unos meses tenga poca vida no es-
motivo para desanimarse; la base estit. descontenta.
con las direcciones.
P'ara llevar adelante las tareas a, c y d) mencio--
nadas arriba, se plantean las siguientes medidas; a)
Reali~~ar reuniones por gremio con todos los contac-
tos que tenemos y en ellas plantear la necesidad
de tomar la iniciativa en la lucha por la prepara-
ción de las próximas luchas, aclarando que en esta.
op~rtunida~d los pliegos serán ilegales ya que irán
presentados de obreros a patrones, al margen de la
Inspección del Trabajo; b) can el objeto de Iievar
adelante e s t a planteamientos, se tsabajlará más por
la realización de congresos por grern59, en lo posible
al margen del cont.sol de las actuales direcciones de
Federación, dada lfa desconfianza que existe hacia las;
mismas y para evitar el control burocrático de esta
nueva experiencia. Esto no significa que vayamos a
#dividir las Federaciones para cremarotras paralelas;
no, trabajaremos dentro de los sindicatos CUT y no
CUT. Que estos congresos sean los más amplios po-
sibles, formando con sindicatos fuertes los respectivos
-comités pro-congreso. Allí lucharemos por 3 puntos:
pliego único, sindi,eato único, Pliego Nacional CUT.
Todo este trabajo puede darse dentro o fuera de Ila
Izquierda Sindical, pero siempre con la paiticipa-
,ción directa de nuestros compañeros. Para impuisar
esta tarea hay que coilcretar una acción de F. U. Re-
volucionario, con otras tendencias.
El carácter de estas tareas puede tomar una ain-
gliiud mayor en caso de un reventón -no descarta-
do, tipo 2 de Abril-, de las masas 'crabaj'adoras. Hay
que estar atento a dicho evento.
De acuerdo a los frentes de trabajo señalados la
tarea fundamentlal no está dentro del FRAP. Esto
_no significa que lo ignoremos sino que haremos jun-
to a el acciones anti-imperialistas en problemas bien
delimitacios. (Defensa Revolución Cubana, entrega
.riquezas al imperialismo, oposición al plan de recons-
trucci6n del gobierno), sin dejar de señalar perma-
nentemente el papel capitulante de su dii+ecciÓnen
las luchas de la clase. Esta actitud nuestra, flexible
en el Frente Unico Antiimpeiialista pero iiitransigen-
te en denunciar las capitulaciones en la lucha a n t i -
.capitalista, alentará sin duda a los grupos de izquier-
%da, no muy concientes todavía, que se están dando
dentro del PS y que luchan por el Frente de Clase.
Otro frente de trabajo, debe ser ir a la forma-
de Comités #de base en Defensa ,de la Revolu-
,cióiz Cubana. 'Corno esta tarea es muy difícil que
prenda en los sindicatos, por el apoliticismo reinan-
.te, se podría realizas en las Poblaciones Obrenas, a
3ravés de un trabajo barrial, empleando un criterio
amplio de frente de masas, en el cual actuarla la
fracción trotskista. La concreción del Frente Unico
Revolucionario puede ser gran palanca para desa-
rrollar los Comités en Defensa de la Revolución Cu-
bana.
En síntesis, las posibilidades para una vasta mo-
vilizsción de los trabajadures son grandes. Los tra-
bajadores -que han sufrido reveses parciales pero
110 una derrota en una batalla frontal- siguen con
-ganas de combatir por mejores salarios. La situación
objetiva está tan madura que en cualquier momen-
to y an cualquier parte (sea por vía de movilizacio-
nes campesinas, mineras del salitre o carbón, prole-
tariado inclustrial) una lucha frontal puede inaugu-
rar un periodo pre-revolucionario. La posición in-
trai~sigentedel gobierno oligárquico y pro-iinperia-
lista abona el terreno para un enfrentamiento direc-
to con la burguesía. Al mismo tiempo, el estado de
ánimo combativo de las masas chocará con sus vie-
jas direcciones burocráticas (PC y PS) y provocarzl.
el surgimiento de nuevos activistas sindicales, acele-
rará el desarrollo centrifugo y centrípeto de tenden-
cias cle clase en la base de los partidos obreros,
Por todo esto, es que tenemos absoluta confianza
,.en que las perspectivas de desarrollo de nuestro Par-
-tido Obrero Revolucionario, por la vía indepcnclien-
;te, son cada vez n~ejores.
EDITADO

1- Cursos para aspirantes


2- Folleto Primer
Congreso CUT
3- i0uién dirigió la
Revolución Hfingara?
por Jost! Valdesi
4- Folleto Segundo
Congreso CUT
5- FRENTE OBRERO
(53 Niimeros]

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La Liberación Nacional y
la Revolución Proletaria
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J. Alessanrlri - 60 años
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