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$
i ! f por el camino de la revolncidn
.
,
.
mundial y latinoamericana
£1 Secretariado Latino-
americano del trotskismo
(C. I ds la Cuarta Inter-
nacional] pone en manos
de les trabajadores lati-
noamericanos las pre-
senfes tesis al cumplir-
se el 20 aniversario del
asesinato perpetrado por
el stalinismo en la per-
sona de nuestro oran li-
der y maestro L. Irolsky-
Los tres primeros infor-
mes son resoluciones del
Primer Congreso latina-
americano del lrotskisrno
inaugurado el 20 de alos-
to de 1960; la Tesis Colo-
~ i a yl Chilena pasan a
discusióa del próximo
Congreso, así como otros
lrabajos sobre Argentina
Perú, Venezuela, Uru-
guay, Bolivia, etc.
RESOLUCIONES DEL PRIMER CONGRESO LATllOllMERlClNO
RbL .TROTSKISMO.
l
I
I
+
I
por e1 camino de la revolución
mundial y latinoamericana
-
La Situación Mundial
Ilriiérica latina I lesis Colonisl
Revolución Cubana
I CHILE
edita: Secretariado Liotlnaomericano
del Trotskismo
C. l.de la Cuarta lnternaclonall
sobre:
LA SlTUAClQN MUNDIAL
La década del sesenta pasará a l a 'historia -si
después de ella si~guehabiendo histo'ria- c o m la
más revolucionaria. Los increíbles progresos en el
desarrollo de las fuerzas productivas son acompaña-
dos por la más fabulosa revolución social que h m
conocido los siglos; es la primera revolucibn de ca=
racter mundial de los sectores explotados. El régi-
men imperialista está llegando a su fin y la década,
del sesenba es el comienzo del fin.
En el terreno de las fuerzas productivas y pode-
río militar, el principio de la década del 50 se carac-
terizaba por la preeminencia indiscutida del impe-
rialismo en su conjunto. La década del sesenta co-
mienza con una situacihn diametralmente opuesta:
Rusia ha superado cualitativamente a Estados Uni-
,dos, pues domina el espacio por medio de la ciencia
de la cohetería. Esto hace que p r primera vez E3-
tados Unidos vea peligrar su propio territorio en ca-
so de guerra. A esta se suma la transformación de
China en una gran potencia industrial y militar; m
infantería, la más poderosa fuerza militar del pre-
sente. Por otro lado, a principios de 1950 la revolu-
ción en Europa Oc.cidenta1 había sido ya frenada,
pero surgieron las Democracias Populares; en Asia
había surgido la segunlda gran revolución triunfan-
te del siglo (la Rev. China), que impidió que el im-
perialismo consolidara su situación para avanzar so-
bre Rusia. Asimismo, el iievanhmiento de los países
coloniales. La década del sesenta comienza con la
extensión del proceso revolucionario a otras partes
del Asia, principalmente a un gran país imperialista
como Japón. La revolución colonial a11ti-impei'ialista
abarca ya a t.oldas las zonas: medio oriente, norte de
Africa, Africa Negra e incluso Latinoamérica. Por si
esto fuma poco, la década del 50 mostraba un frente
imperialista unido y en franca recuperación econó-
mica. Hoy día las fisuras en el frente imperialista se
agran'dan; la existencia de dos bloques de naciones
europeas junto a la crisis japonesa, así lo demues-
tra. Sintetizando: en ciiez años la crisis del imperia-
lismo s g h a agudizado cualitativa g cuantitativa-
mente. Junto a esto, desde la mitad de la década del
50 ha comenzado el proceso de Revolución Política
contra la burocracia soviética (1).
E L PROBLEMA GUERRA-COEqISTENCíA
PACIFICA
ZMPERIALISTAS
sobre:
AMERICA LATINA
El primer Congreso Latinoamerioano del trots-
kismo considera que a partir de la Revolución Cu-
hana se ha abierto u n a nueva etapa en cuanto a la
relación de fuerzas imperialismo~masas. Esta etapa
.sería la tercera de los últimos vei~nrteaños.
La primera es a partir de la guerra (desde 1939)
hasta 2946 en que los movimientios naaionalistlas y
las maslas pasan a la ofensiva (Argentina, Bolivia
(VilIarroel) , Chile, Perú (Apra) , Venezuela (Acción
Democrática), Méjico (Cárdenas), Guatemala (Aré-
-valo), Brasil (Vargas) . El impeliialisrno -en plena
PERSPECTIVAS
El imperialismo tratará de hacer algunas con--
cesiones a las burguesías latinoamericanas en cuan-
t o a: ayuda económica y préstamos; esta ayuda nto se- -
rá suficiente para abrir un período de relativa pros- -
peridad ni siquiera )de estabilidad. Lass burguesías
presionarán al imperialismo para que éste .aplique
una nueva edición la~tinoamericanadel Plan Mar-.
shall y un aumento de la demanda y' precio de las
materias primas. Subjetivamente, el imperialisino es-
t á en contra de estas aspiraciones, pero la (dinámi--
ca de las relaciones internacionales y la lucha de cla-
ses en América Latina determinará en última instan-
cia hasta donde el imperialismo puede opon.erse. En
tal sentido hay que estar muy atentos a cualquier-
nuevo plan que surjla como producto *d~e u n ,acuerdo
amplio entre el imperialismo y la burocracia sovié--
tica.
Estados Unidos tratará por todos los medios de
liquidar la Revolución Cubana, y a sea indisectamen-
te por medio lde guerras zonales utilizando una o va-
rjas naciones centroamericanas contra Cuba o in--
terviniendo directamente con mercenarios (Guate-
mala). Pero s u triunfo está por verse; la Revolución
Cubana no será tan fácilrneinil?e derrotada como la
guatemalteca; su razón fundamental: las milicias4
obreras y campesinas.
Los avances de la revolución coloniad alentarán
el desarrolJo de los movimientos nacionalistas y obre--
ros la tinoamericanos.
El t movimiento obrero y campesino se verá en-
frmtado a una ofensiva violenta de l'as burguesías,
en crisis. Esbas -siguiendo los consejos del i r n p e r k
lhmo- están dispuestas a soportar períodos prolon-
gados de huelgas con tal de aplastar al proletariado.
pero las masas tratarán por lo rnehos de defender su
nivel de vida; un triunfo en este aspecto puede ha-
cerlas pasar a la ofensiva general.. E n el movimiento
sindical seguirá la tendencia a la centralización sin-
dical por grandes icindieatos industriala, por pode-
rosas centrales obreras (Brasil, Uruguay', Méjico,
Perú, Argentina, que se sumarán a las existentes en
Venezuela., Cuba, Chile, Bolivia). L a cuadros medios
y de dirección sindical (impulsados por las corrien-.
tes nacion~alistaaque los controlan) h a n comenzado
a luchar y seguirán bregando por llegar a la creaciórn
de u n a Central Sindical Latinoamericana. Este sen-
itirniento )de unidad continental -no sólo en el pla-.
no sindical- ha prendido como reguero de pólvora,
en los Últimos años.
La vanguardia obrera ha hecho experiencias;
muy importantes tanto en las etapas de ascen-
so como de retroceso. Ha comenzado ya a cho-.
car con sus direcciones (burguesas y pequeño-bur-
guesas. La influencia de la Revolucióin Cubana.
y colonial tendrá un efecto incalculable -junto
a las luchas diarias- en el proceso de ruptura
con las viejas direcciones. Los desprendimientos,
del PS y PC acaecidos, la escisión de Acción De-.
mocrática, el desarrollo de diferenciaciones den-
tro del S6 de julio, peronismo, MNR, PS chileno, uru-
guayo, argentino, no es #másque el comienzo de cii-
sis de las superestructuras nacion~Iesy obreras. L a
inmensa nueva c,apa de obreros industriales -hace
poco relativamente llegados del campo- entrarán
en un proceso de politizacihn por cuanto su anterior
etapa economista no los ha llevado al triunfo. Esto
agudizará más aún los choques entre la base y la di-
rección burocrática.
Paralelamente al desarrollo de la unidad sindi-
cal continental e n una sola centr,all,ee dará un se-
rio dntento por construir un gran rnovimient.0 nacio-
ha1 en Américra Latina, similar al que se esta for-
jando en el Africa. Los conqactos ya están estable-
eiidos entre dos P. Socialistas, 26 de julio, ,ala izquier-
da, Acción Democrática, MNR, FRAP cl-iileno.
\
TAREAS.
Consolidar la unidad sindical (central obrera,
grandes sindicatos únicos) y defensa del nivel de vida
!(Salario Vital Móvil, asignación familiar móvil, es-
cala móvil de horas de trabajo, congel~aciónde pre-
cios). En cada país demás está decirlo habrá que es-
%aratento a cualquier alza revolucionaria del movi-
miento obrero para pasar a primer plano co,nsignas
de poder.
Nuestra campaña por la Conferencia Sindical
Latinoamericana debe pasar de la etapa propagan-
dística a la agitativa y de acción; no insistir más en
conferencias regionales sino en l'a Confereiicia ge-
neral para crear de i1nrnedi1at-ola Central Sindical
Latinoamericana. Concretamente, hay que apoyar el
<@omitede fiuspicio formado por las centrales obre-
ras independientes (no laidheridas a la CTAL y
ORIT) de Cuba, Venezuela, Chile, Bolivia y Uruguay,
,y exigir la realización urgente de la Conferencia. En
a t e sentido hay que amncar acuerdos de sindica-
t o ~base, Federacionefl, Congreso de gremios, etc.,
LOS trotskistas tenemos que ponemos a la cabeza en
la lucha por esta aspi~aciónde las masas. Lois BC
'están trabando de dilatiar la creación orgánica de la
.Oentral Sindical, porque tienen minoría, con el pre-
texta de que por el momento sólo está planteada la
unidad de acció~n,Nosotros estamos por ésta pero
con el fin de llegar a la unidad orgánica. inmediata.
Junto la esto, pero como tarea secundaria, segui-
remos alentando la realización! de un Congreso L. A.
,de las corrientes que dicen oponerse al imperialismo;
.opinamos que esta consigna también debe pasar de
etapa propa,gandística a la agitatíva y de acción. La
aecesidad de defender urgen temente la Revoluciiin
Cubana es un argume~nto decisivo para agitarla.
-Nuestras secciones deben hacer esfuerzos para
participar en estas conferencias continentales.
La defensa activa de la RevaIución Cubana será
-tarea importante de nuestras secciones; con una po-
)sici,Ún &e apoyo decidido a la Revolución podemos
cumplir magníficamente dos objetivos: uno, desa-
rrollar la conciencia anti-imperialista a través de
-movilizaciones masivas, que al mismo tiempo desen-
mascararán a las corrientes centristas, y ot.ros, pro-
pagandístico, por medio de charlas y foros, sobre las
experiencias de la Revolución Cubana. Nuestras sec-
~cianesdeben concretar en cada uno de los países la
mejor forma de defender la Rev. Cubana; en los paí-
ses exportaidores de azúcar, luchando por el boicot
de los portuarios a cargar azúcar para Estados Uni-
dos; en los paises exportadores de petróleo (Vene-
zuela) hay que luchar por que las organizaciones
sindicales (especialmente obreros petroleros) se pro-
nuncien a favor del envío de petróleo a Cuba. En los
otros países, plantear medidas contra 1% compañías
imperi~listas.'Paraesa tarea será necesario crear (o-
apoyar los existentes) Comités de Defensa de la Re-
volución Cubana.
Indicaremos perm<anmtemenSe los aspectos cle
semicolonización política y económica y las obliga-
ciones que haa contraido las burguesías latinoame-
ricanas con el imperialismo. Advertiremos a los tra-
bajadores la necesidad de tornar conciencia del nue-
vo carhcter de la ofensiva imperialista para que no
se caiga en m mti-imperial.ismo~abstracto,como lo
hace el stalinismo. Para ello, es necesario centrar la
eampafia anti-imperialista en consignas como RUP-
TURA DEL PACTO MJLITAR, ABAJO LA OEA,
FTJERA LAS W'ISIONES YANQUIS, CONTRA LA
!COMPRA DE ARMAMENTOS IMPERIALISTAS,
POR LA LIQUIDA.CION DE LAS BASES MILITA-
REIS YANQUIS, OLOSICION AL PLAN DE SEMI-
OOLONIZACION ECCINOMICA DEL FONDO MO-
NETARIO INTERNACIONAL.
La preparación de las condiciones para la.Revo-
lución Agwria ser&motivo de permanente ,a#tención
en nuestras cuadros trotskistas, sobre todo teniendo
en cuenta que en los últi~mosanos el cdmpesinado
(que e n América Latina suma 110 millones) hs co-
menzado a participar en forma preponderante en el
p r D c e ~revolucionario.
~ Los partidos trotskistas en
&terminadas condiciona orientarán su actividad
-da el campo, para estar en situación de convertir
,cualquier rebelión localistia de u n sector campesino
en una jinsurrección nacional. Esto no quiere decir
que se descuidará el frente de trabajo permanente,
obrero, ni menos que se prescinda del
proletariado como fuerza decisiva para el triunfo de
l a ~evolución.Se tmka pues de llegar a la unidad
lobrero-camspeeinay el camino podrá lograrse tam-
bién d ~ s d eel campo a la ciudad y no sólo de la ciu-
dad al campo, como tradicionalmente se ha sosteni-
do. Cada una, de las seccioines trotskistas latinoame-
Ticanlas enriquecerá en base a las nuevas experien-
cias su programa para el campesinado y los indíge-
nas. Lo mismo, en cuanto a los desastres nacionales,
como terremotos, etc.
Referente a la guerra de guerriIIas que ha al-
canzado a nuestro continente, las secciones trotskis-
tas estudiarám todas las experiencias pasadas y en
especial la cubana, china, etc., teniendo en cuenta
una cosa importante: el enemigo de clase ya h a co-
menzado a entrenar a sus Ejércitos, en cada país, a
fin de prepararlos para enfrentar las, futuras gue-
rras de guerrillas; en tal aentido, los Ejércitos que
tradicionalrnentle se ocupabam de la Defensa Nacio-
nal ante posibles ata.aues exteriores hoy día se han
convertido en especialistas para enfrentar las gue-
rras civiles y reprimir con sangre y fuego el espíri-
t u de rebeliOn !de los pueblos latinoamericanos. Por
razones obvias. aquí no se señala ningún plan con-
creto en cuanto a guerra de guerrillas. Queremos
alertar en el sentido de que l a guerra de guerrillas
es un método de lucha más y no el Único; es peli-
groso y unilateral creer que toda revolución latino-
amesicaina vendrá fatalmente por la vía guerra de
guerrillas. Eso puede llevar a 1descu5darel trabajo,
sobre la movilización del proletariado, Única garan-
tía de triunfo.
Los trotskistas desarollaremos en cada país el
Frente Unico An ti-imperialista tratando (de que el.
proletariado, el campesinlado y la clase media einpo-
brecida, sean los caudillos de las fuerzas que se opo-
nen al impeiialiismo. Rechazamos: y combatimos la
concepción de Frente Unico Anti-imperialista que
practican los PS y PC, para los cua'les dicho frente
debe ser disigido por la burguesía progresista o la.
pequeño-burguesía. Los trotskistas luchamos porque
el Frente Unico Ainti-imperialista y el movimiento
nacional sea dirigido por el proletariado y con un
programa, sevolucioniario;si los sectores burgueses o
pequeño burgueses quieren apoyar que lo hagan pe-
ro no c~pitularemosante su demagogia y trataremos
de impedir que ellos tornen la dirección ldel Frente
Unico Anti-imperialista y le den un programa me-
ramente ldemocrático burgués. El trabajar por el
Frente Unico Anti-imperialista no significa que ea--
llemos nuestras críticas a los "aliados transitorios";
al contrario, el frente nos servirá para desenmascarar
ante las masas las corrientes demagógicas y oportu-
nistas. Al mismo tiempo, lucharemos por desarrollar
las tendencias de clase que allí se dan tratando de
concretar en los hechos el Frente Unico Proletario, el
frente obrero, que será el verdadero motor de la lu-
cha anti-imperialista revolucionar~a.Otros aspectos
de la estrategia frente a los movimientos nacionalis-
tas se sefialan en la tesis colonial. El Frente Unica.
~~volucionario, concretado con otras tenldencias que
esbocen posiciones revolu~io~narias,ampliará nuestro
campo de acción para desarrollar las tareas enunciag
das más aliriba y así se darán las bases para la crea-
ción de los glqandes partidos obreros revolucionarios
de masas, única garantía para el triunfo de la Re-
volución Latinoamericana.
il.esolucion
sobre:
REVOLUClON CUBANA
Sus objetivos iniciales
De acuerdo con Lenin, lo que'caracteiiza a una
revolución, es la clase que la dirige y los objetivos.
que ésta se fija.
En el prcceso inicial de la revolución cubana,
nos encontramos con que ésta tiene una dirección
pequeño-bur~uesa.Es decir, está dirigida por una
clase no fundamental n i decisiva de la sociedad ca-
pitalista, por una clase que oscila entre el proleta-
riado y la burguesía.
Este sólo hecho coloca a la revolución cubana
fuera -de los marcos tradicionales de las revoluciones.
sociales. Esto no quiere decir que niegue la concep-
ción, leninista en cuanto a los factores esenciales que
prrniten caracterizar una revolución. Al contrario,
la enriquecen, como lo demostraremos más adelan-
te, sacando de esta nueva experienciia, las conlclu-
siones necesarias que nos permitan saber cómo ope-
rar en el resto de los paises donde puedan darse mo-
vimientos de esta naturaleza e incluso determinar
nuestra propia participación en los mismos.
En sus comienzcs el 'movimiento de Castro es,
por su programa, u n movimiento burgués con di-
rección pequeño-burguesa que se orienta a restable-
cer las libertades y democracia burguesa, sin tocar
para nada los intereses de los capitalistas y del im-
perialismo. Es u11 movimie,rito "ldemociatizante" q u e
-para alcanzar sus objetivos, utiliza la guerra de gue-
-rillas.
Debemos también dejar establecido que este mo-
vimiento en su fase inicial, no cuenta con apoyo, de
masas ni siquiera de la pequeña burguesía. Pero si
+cuentacon la ayuda; de sectores imperialistas yan-
q u i s los cuales le suministran amiamentos a través
de las fronteras del Estado de Florida. Sin lugar a
-dudas, el imperialismo hacia su propio juego, tra-
tando #de utilizar a Castro y su movimiento, coma
*equipo de recambio que sustituyera a ,Batista que
,se demostraba ya como un elemento inservible, to-
talmente desprestigiado en la política cubana y que
se iba ganando el repudio de las masas.
Pasa confirmar la falta de apoyo masivo, i ~ c
,debemos olvidar que los llamados de Castro a los tra-
bajadores y campesinos para que lo respalden con
-huelgas generales, caen en el vacío.
PRIMERA ETAPA
TERCERA ETAPA
CLASE
PAPEL DE LOS PS Y PC
L A S TAREAS
10.-Considerando que el imperialismo emplea
distintos métodos y' tácticas de colo~nizacióil,las ccjn-
signas inmediatas de agitación y acción deberán ne-
Teesariamenteajustarse a los diferentes sectores zo-
nales. En el contínente africano, sobre todo en el ceil-
tro y sur donde el in~perialismoha podido mantener
todiivia su tradicional sistema de colonización, la ac-
tividad fundamental reside en acelerar la lucha por
l a independencia polltica. En los continentes, como
América Latina y países asiáticos en que la s2mico-
.loilizaciÓn se hace mediante la creación de organis-
m o s supeil-estatales y Pactos Militares, el papel de
:os trotskistas, en cuanto a la lucha anti-iinperialis-
ta, es hacer tomar conciencia la l a vanguardia de que
el país est& siendo colonizado, que ya no es más li-
bre e n sus determinaciones políticas, que depende de
organismos internacienales controlados por el im-
perialismo y que se han firn~adopactos que obligan
al pueblo ia servir de carne de cañón en la futura
guerra que se prepara, De lo cual se desprende que
la lucha anti-imperialista en dichos países se con-
creta. en consignas como: ¡ABAJO la OEA, OTASO,
Pacto cie Bagdad! iRuptura de los Pactos Milibares!
iClcatra la adquisición de armamentos imperialistas!
.¡Fuera las misiones extranjeras! icointia la entrega
be bases militares y minerales radioactiv;:.~! Estas
consignas deben ir ligadas con la de Expropiación
sin pago de las empresas extranjeras.
Asimismo, es necesario desenmascarar e! signi-
ficado de los planes irnperialistas tendientes a for-
rn2r Mercados Comunes, ya sea en Latinoamerica,
Af~fcao Asia. En este aspecto, hay que analizar cui-
dadosamente cuándo dichos planes se convierten en
"bosilierang" pars el propio*irnperialisrno, clebido a
las presiones de las burgue,sias nacionales. Por ejem-
plo, con el Mercado Común Latinoamericano ha
ocurrido el siguiente hecho: el imperialismo yanguf
lo comenzó a alentar en 1956, como ccintraparticia
del Mercado Común Europeo-Africano que propicia-
ba el imperialismo europeo. Pero, aprovechándase de
eso, las burguesías latinoamericanas trataron de
cambiarle el carácter planteando una serie de reivin--
dioaciones continentales y reactualizando tradicio-
nales ,peticiones que vienen haciendo al imperailis-
mo desde hace mucho tiempo. El iinperialismo yan-
qui temió que el tiro del Mercado Comiin le saliera.
por la culata y en la reunión de la C W A L (1959)
dio marcha atrás ,dejándolo prácticamente estan-
cado.
Las secciones de la Cuarta InternacionaJ apro-
vecharán estas coyunturas pasa hacer propaganda
por los Estados Unidos Eiocilalistas del Continmte en
que se plantée el problema y por el e~ba~blecirniento
del control obrero en cada tratado económico que se
firme, señalando permanentemente la necesidad de.
que las Centrales Obreras de cada país se reunan en
Conferencias Sin(dica1esccintinentales para elaborar
un programa obrero y centralizar la campaña anti-
imperialista.
La lucha por la liberación nacional está indiso-
alublemente ligaifa, a la Revolución Agraria. Los últi-
mas años han sido testigos de profund~smovimien-
tos campesinos; los ejemplos más notables son la
Revolución China, Boliviana y Cubana. Algunos par-
tidos "nacionalistas" levantan la consigna de Refor-
ma Agraria a fin de canalizar las masas campesinas
y satisfacer ciertos anhelos pequeño-burgueses de
cambio superficilal de la estructura agraria. Pero u n a
vez en el poder son incapaces de cumplir tal tarea
élemocrático burguesa, limitándose a utilizar a los
campesinos en la explotación {de zonas jam5s culti-
vadas par los terratenientes. El hecho es que e n
ciertos casos, Fa demagogia de los partidos "naciona-
listas" teimina volviénldose contra ellos y la propie-
dad privada. Las secciones trotskistas deben, a tra-
vés de serios estudios, señalar a los trabaja'dores de
de su país los mejores terrenos para iniciar la, Refar-
nla Agraria y* desenmascarar los intentos burgueses
de colonizar áreas inexplotadas con el sacrificio de
los campesinos.
Cursos de Filosofía
Cursos de Economía
La Liberación Nacional y
la Revolución Proletaria
por Hurnberfo Valenzuela
Ue Balrnaceda a
J. Alessanrlri - 60 años
de movimiento obrero
por Luis Vitale
L
P O R