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AUTO CONSTITUCIONAL 0356/2018-RCA Sucre,

10 de septiembre de 2018

Expediente: 25224-2018-51-APP Acción de protección de


privacidad Departamento: Cochabamba

En revisión la Resolución de 13 de agosto de 2018, cursante de fs. 30 a 31,


pronunciada dentro de la acción de protección de privacidad interpuesta
por Alberto Gustavo Álvarez Caero contra Andrea Reyes Carrasco,
Fiscal de Materia.

I. ANTECEDENTES DE LA ACCIÓN

I.1. Síntesis de los hechos que la motivan

Por memoriales presentados el 8 y 10 de agosto de 2018, cursantes de fs. 14 a


16 vta.; y, 28 a 29, el accionante manifiesta que dentro del proceso penal por
la supuesta comisión de los delitos de falsedad material, ideológica y uso de
instrumento falsificado seguido contra Gary Arriaza Kalayky, tiene la calidad de
víctima y querellante, empero existen dos requerimientos fiscales de 3 de julio
de ese año, emitidos por la autoridad ahora demandada, “…a petición del
sindicado…” mediante escrito de 29 de junio de igual año, a través de los
cuales se instruye la investigación a su sucesión hereditaria, la misma que no
fue cuestionada, “…además de haber fundamentado ante la autoridad Fiscal
mediante memorial de fecha 19 de Julio del 2018, el cual presenta
Requerimiento de fecha 20 de Julio del 2018 a la letra dice, NOTIFICADO EN
FECHA 07 DE Agosto del 2018” (sic), lo que considera una arbitrariedad al ser
investigado como si fuera inculpado en ese proceso, siendo que en dicha causa
no interviene como demandado sino como querellante y víctima; por lo que, al
darse curso a esos requerimientos se violaría flagrantemente sus derechos
constitucionales.

I.2. Derechos supuestamente vulnerados

Considera la lesión de sus derechos al debido proceso, a la propiedad, a la


dignidad y a la privacidad, citando al efecto los arts. 21.2, 25, 56 y 180 de la

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Constitución Política del Estado (CPE); 14 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos (PIDCP); y, 25 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos.

I.3. Petitorio

Solicita se conceda la tutela y en consecuencia se ordene a la autoridad


demandada deje sin efecto los requerimientos de 3 y 20 de julio de 2018, con
las debidas costas judiciales.

I.4. Resolución del Juez de garantías

El Juez Público Civil y Comercial Vigesimocuarto del departamento de


Cochabamba, constituido en Juez de garantías, por providencia de 9 de agosto
de 2018, ordenó al accionante que en el plazo de tres días, precise e identifique
los derechos que se consideran vulnerados; así como también, la legitimación
pasiva de la demandada.

El Juez de garantías por Resolución de 13 de agosto de 2018, cursante de fs.


30 a 31, declaró la improcedencia de esta acción de protección de privacidad,
por incumplimiento al principio de subsidiariedad, fundamentando que el
accionante interpuso esta acción de defensa de forma directa, sin haber
agotado la vía administrativa, toda vez que no existe pronunciamiento alguno
de la autoridad demandada respecto a los dos requerimientos pronunciados,
tampoco objeción a los mismos ante el superior en grado, quien tiene la
facultad de resolver ese tipo de objeciones y en caso de persistir la vulneración
a sus derechos se podrá activar la vía constitucional.

La Resolución citada fue notificada al accionante el 13 de agosto de 2018 (fs.


32), quien presentó enmienda y complementación a la misma el 14 de igual
mes y año (fs. 33), mereciendo el decreto de 15 de ese mes y año (fs. 33 vta.)
que declaró no ha lugar su solicitud; por lo que, impugnó la referida Resolución
por memorial interpuesto el 24 de ese mes y año (fs. 35 a 36), dentro del plazo
otorgado por el art. 30.I.2 del CPCo.

I.5. Síntesis de la impugnación

Manifiesta que: a) Se produce la afectación a sus derechos en un proceso


penal y no como sostiene el juez de garantías en un proceso civil, no
correspondiendo la presentación de un recurso de compulsa; y, b) “…su
resolución desconoce que el control de constitucionalidad tutelar refiere sobre
los actos, decisiones o resoluciones de las autoridades públicas (…) con la
finalidad de resguardas y proteger derechos fundamentales…” (sic).

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II. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DE LA RESOLUCIÓN

II.1. Marco normativo constitucional y legal

El art. 130.I de la CPE, establece que: “Toda persona individual o colectiva que
crea estar indebida o ilegalmente impedida de conocer, objetar u obtener
la eliminación o rectificación de los datos registrados por cualquier medio
físico, electrónico, magnético o informático, en archivos o bancos de
datos públicos o privados, o que afecten a su derecho fundamental a la
intimidad y privacidad personal o familiar, o a su propia imagen, honra y
reputación, podrá interponer la Acción de Protección de Privacidad” (las
negrillas nos pertenecen).

Por su parte, el art. 131.I de la Ley Fundamental, dispone que esta


acción tutelar tendrá lugar de acuerdo con el procedimiento previsto
para la acción de amparo constitucional.

De manera concordante con la Norma Suprema el art. 58 del CPCo,


determina que esta acción tutelar tiene por objeto “…garantizar el
derecho de toda persona a conocer sus datos registrados por cualquier
medio físico, electrónico, magnético o informático, que se encuentre en
archivos o bancos de datos públicos o privados; y a objetar u obtener la
eliminación o rectificación de éstos cuando contengan errores o afecten
a su derecho a la intimidad y privacidad personal o familiar, o a su propia
imagen, honra y reputación”.

Determinando además el art. 61 del CPCo, que: “La Acción de Protección


de Privacidad podrá interponerse de forma directa, sin necesidad de
reclamo administrativo previo, por la inminencia de la violación del
derecho tutelado y la acción tenga un sentido eminentemente cautelar”.

En cuanto a la improcedencia de esta acción tutelar el art. 62 del citado


Código, prevé que la misma no procederá cuando se haya interpuesto
para levantar un secreto en materia de prensa, cuando hayan cesado los
efectos del acto reclamado y cuando sea aplicable lo previsto en el art.
53 del señalado Código.

II.2. Naturaleza jurídica y alcances de la acción de protección de


privacidad

Al respecto, la SCP 0089/2014-S2 de 4 de noviembre, citando a la SCP


1445/2013 de 19 de agosto, señaló que: «“‘...la acción de protección de
privacidad, protege los derechos relativos a la personalidad del
individuo como son la intimidad, privacidad personal o familiar, la
propia imagen, honra y reputación, contra el manejo de datos o
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informaciones obtenidas y almacenadas en los bancos de datos
públicos o privados, por esta misma razón la doctrina señala que esta
acción en realidad protege el derecho a la autodeterminación
informática, entendido como la facultad de una persona para
conocer, actualizar, rectificar o cancelar la información
existente en una base de datos pública o privada, y hubiesen
obtenido, almacenado y distribuido”.

Sobre los derechos a la intimidad y privacidad como base de la


protección de datos personales, la misma Sentencia Constitucional,
más adelante agregó lo siguiente: “Del art. 130 de la CPE, se concibe
que tanto las personas naturales y jurídicas tienen acceso a los
derechos a la privacidad, intimidad, honra, honor, propia imagen y
dignidad reconocido en el art. 21.1 de la CPE, entre uno de esos
derechos esta la intimidad, que sin duda es uno de los bienes más
susceptibles de ser lesionados o puesto en peligro por el uso de las
nuevas tecnologías, por lo que se hace necesario colocar un límite a la
utilización de la informática y las comunicaciones ante la posibilidad de
que se pueda agredir a la intimidad de los ciudadanos y con ello se
pueda coartar el ejercicio de sus derechos (Conde Ortíz Concepción,
'La protección de datos personales: un derecho autónomo en base a
los conceptos de intimidad y privacidad’), por lo mismo este mismo
autor citando a Albaladejo, señaló que la intimidad consiste en ‘el
poder concebido a la persona sobre el conjunto de actividades que
forma su círculo íntimo, poder que le permite excluir a los extraños de
entrometerse en él y de darle una publicidad que no desee el
interesado', así la jurisprudencia de España en su STC 134/1999, de 15
de julio, señaló que: 'El derecho a la intimidad garantiza el individuo un
poder jurídico sobre la información relativa a una persona o a su
familia, pudiendo imponer a terceros, sean éstos simples particulares o
poderes públicos, su voluntad de no dar a conocer dicha información o
prohibiendo su difusión no consentida'” » (las negrillas nos
corresponden).

Así la SCP 0090/2014-S1 de 24 de noviembre, definió que: “...la acción


de protección de privacidad, constituye un medio procesal
constitucional de protección de los datos personales, dirigido a la
protección efectiva, inmediata y oportuna del derecho a la
autodeterminación informática, en los supuestos en que éste sea
transgredido por acciones u omisiones ilegales o indebidas. En ese
sentido, por intermedio de ella, toda persona natural o jurídica,
puede acudir a la jurisdicción constitucional, para demandar a
los bancos de datos y archivos de entidades públicas o
privadas, persiguiendo el conocimiento, actualización,
rectificación o supresión de las informaciones o datos
contenidos en éste, que se hubiesen obtenido, almacenado o
distribuido en los mismos” (las negrillas nos pertenecen).

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Acción de protección a la privacidad que de acuerdo a la reiterada
jurisprudencia constitucional citada a través de las SC 1738/2010-R y las
Sentencias Constitucionales Plurinacionales 1445/2013 y la antes
mencionada 0089/2014-S2, entre otras, tiene como presupuestos
indispensables de procedencia: "a) La existencia de un banco de
datos público o privado, físico, electrónico, magnético,
informático, cuya finalidad sea la de proveer informes… b)
Que ese banco de datos contenga información vinculada a los
derechos protegidos por la acción de protección de
privacidad” (las negrillas son nuestras).

II.3. Sobre la legitimación pasiva dentro de la acción de protección a


la privacidad

Al respecto, la SC 1978/2011-R de 7 de diciembre, indicó que: “ La


legitimación pasiva corresponderá en las entidades públicas o privadas
(y sus representantes) que hayan obtenido y tengan registrados tales
datos e informaciones, sobre cuyo contenido, los accionantes tengan el
interés de conocer, aclarar, rectificar, modificar o eliminar, y que no
haya obtenido la respuesta favorable por la citada entidad para lograr
tales extremos.

Tenemos entonces que la legitimación pasiva recae


precisamente sobre los bancos de datos (sean públicos o
privados), que consisten en centros de acopio e intercambio
de información, o de documentación, destinados a rubros
específicos y a la prestación de determinados servicios
(bancarios; policiales; comunicacionales; servicios web;
compra y venta de distintos bienes; agencias matrimoniales;
etc.), que estén expresamente destinados a brindar
información a terceros.

Por lo anteriormente descrito, los bancos de datos no comparten


características similares a aquella información de carácter
personal que una persona pueda tener en registros privados
(computadoras, celulares, correos electrónicos, e-mails, y
otros), debido a que son archivos que no tienen por objeto el
de la publicidad del contenido de los mismos, es decir que no
tienen por objeto el brindar información a terceros, por lo que
no pueden ser objeto de tutela mediante la acción de
protección de privacidad, en mérito a la naturaleza jurídica
distinta a la de los bancos de datos y a que gozan de su
protección constitucional propia, establecida como la inviolabilidad
del secreto de las comunicaciones privadas y los documentos y
manifestaciones privadas contenidas en cualquier soporte (así lo
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establece el art. 25.I y II de la CPE), por lo que la acción destinada a
proteger este tipo de derechos no es la acción de protección de
privacidad, sino la acción de amparo constitucional, tal entendimiento
establece que debe entenderse por banco de datos y cuales serán los
que pueden ser objeto de protección por esta acción tutelar” (las
negrillas son nuestras).

II.4. Análisis del caso concreto

En el presente caso, el Juez de garantías declaró la improcedencia de


esta acción de protección de privacidad, con el fundamento que el
accionante no agotó los medios o recursos que le franquea la ley, a
objeto de dar cumplimiento al principio de subsidiariedad.

En ese entendido, de acuerdo a los datos de la demanda y la


documentación aparejada a la misma se tiene que, Alberto Gustavo
Álvarez Caero denuncia que la Fiscal hoy demandada “…a petición del
sindicado…” emitió dos requerimientos fiscales de 3 y 20 de julio de
2018, a través de los cuales se investiga su sucesión hereditaria, la
misma que no fue cuestionada, lo que considera una arbitrariedad al ser
investigado como si fuera inculpado en ese proceso, siendo que en dicha
causa no interviene como demandado sino como querellante y víctima,
vulnerando sus derechos constitucionales citados supra.

Al respecto, conforme el Fundamento Jurídico II.2. de este fallo, los


requerimientos fiscales de 3 y 20 de julio de 2018, no constituyen un
banco de datos de registro de información, por el contrario corresponden
al análisis de elementos de hecho y derecho a fin de aportar elementos
en el proceso de investigación seguido por el Ministerio Público; en ese
entendido, la acción de protección de privacidad se constituye en una
garantía para conocer, verificar y corregir información contenida en una
base de datos pública o privada, que se hubiesen obtenido, almacenado
o distribuido en los mismos y no dentro de expedientes o cuadernos de
investigación; por lo que, a través de la jurisprudencia constitucional
desarrollada en el citado Fundamento Jurídico, se estableció como
requisitos indispensables para su procedencia que los bancos de datos
sean públicos o privados, físicos, electrónicos, magnéticos u informáticos,
tengan como finalidad proveer informes y su necesaria vinculación de los
derechos protegidos por esta acción; presupuestos que en el caso en
análisis no se cumplen; toda vez que, si bien la autoridad Fiscal ahora
demandada emitió los requerimientos aludidos por el accionante con el
objetivo de realizar la averiguación respectiva de su sucesión hereditaria,
sin embargo conforme al Fundamento Jurídico II.3 de este fallo, dicha
autoridad no es la persona que administra una base de datos públicos o
privados que contenga información concerniente al impetrante de tutela,

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ni tenga en su poder datos o documentos que le afecten a su privacidad
personal, intimidad, imagen, honra o reputación; por lo que, no es
posible examinar los hechos denunciados, dada la naturaleza jurídica y
alcances de esta acción de defensa, ya que al tratarse de defectos u
observaciones dentro de un proceso judicial, los mismos pudieron haber
sido cuestionados mediante la acción de amparo constitucional por la
amplitud de su ámbito de tutela y resguardo de derechos; adecuándose
a la casual de improcedencia; asimismo, porque en el presente caso no
existe legitimación pasiva de la autoridad demandada para interponer en
su contra esta acción de protección de privacidad, conforme los
argumentos señalados en el Fundamento
Jurídico II.3. de este Auto Constitucional.

En consecuencia, se advierte que el Juez de garantías al declarar la


improcedencia de la acción de protección de privacidad, actuó
correctamente.

POR TANTO

La Comisión de Admisión del Tribunal Constitucional Plurinacional, en virtud a lo


establecido por el art. 30.III del Código Procesal Constitucional, en revisión,
resuelve: CONFIRMAR la Resolución de 13 de agosto de 2018, cursante de fs.
30 a 31, pronunciada por el Juez Público Civil y Comercial Vigesimocuarto del
departamento de Cochabamba, constituido en Juez de garantías.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional


Plurinacional.

COMISIÓN DE ADMISIÓN

MSc. Georgina Amusquivar Moller


MAGISTRADA PRESIDENTA CORRESPONDE AL AC 0356/2018-RCA
(viene de la pág. 6)

MSc. Brígida Celia Vargas Barañado Rene Yván Espada Navía


MAGISTRADA MAGISTRADO

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