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El Camino de La Salvación
El Camino de La Salvación
“Este Jesús es la piedra reprobada por voso- fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refie- en el monte de los olivos, “No ruego que los
tros los edificadores, la cual ha venido a ser re … pues en cuanto él mismo padeció sien- quites del mundo, sino que los guardes del
cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay sal- do tentado, es poderoso para socorrer a los mal … más no ruego solamente por estos,
vación; porque no hay otro nombre bajo el que son tentados”. Nosotros llevamos la na- sino también por los que han de creer en mí
cielo, dado a los hombres, en quien poda- turaleza del pecado en nuestras vidas, pero por la palabra de ellos”. Con todas estas pa-
mos ser salvos”. en Jesús tenemos la esperanza de ser salvos, labras no podemos sentirnos acongojados
Cuando leemos estas palabras podemos el mismo lo dijo: “Venid a mi todos los car- por las pruebas, solo mirando al cielo y reco-
confortar nuestras vidas, ya que solo en Je- gados, que yo los haré descansar”, tanto nociendo a Jesucristo como nuestro único
sucristo hallaremos la vida eterna, no en más pecadores o abatidos estemos, más ne- salvador venceremos. “Y conoceréis la ver-
hombre como se ha enseñado a lo largo de cesitamos de él para vencer los ataques que dad y la verdad los hará libres”. Hoy tienes
los años en las distintas iglesias, ni por me- día a día nos manda el enemigo, nadie cono- en tus manos una verdad que debes escudri-
dio de indulgencias o penosas penitencias ce más tus sufrimientos y pruebas que quien ñar y hacerla tan tuya que nada pueda arre-
que destruyen al ser desfalleciente. fue hecho hombre y tentado en todo pero batártela, pero debes mostrar a otros este
Jesús el hijo de Dios, vino a este mundo con sin pecar, no cualquier hombre sino aquel Jesús a quien has conocido y en quien hoy
el firme propósito de garantizar la redención de quien Dios Padre dijo: eres salvo, Jesús dijo: “Y les he dado a cono-
del ser humano mediante el sacrificio en la “Adórenle todos los ángeles de Dios, Yo te cer tu nombre, y lo daré a conocer aún , para
cruz, pero siendo Dios igual que el Padre no he engendrado hoy, otra vez; Yo seré a él que el amor con el que me has amado, este
tomo su divinidad sino que fue hecho igual Padre y él será mi Hijo”. Cada vez que su- en ellos y yo en ellos. Y esta es la vida eter-
que nosotros, “Por lo cual debía ser en todo plicamos en su nombre por auxilio, llega a na; que te conozcan a ti el único Dios verda-
semejante a sus hermanos, para venir a ser su padre recordando las palabras dichas dero, y a Jesucristo, a quien has enviado”.
misericordioso y